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cademia

Ansiedad y miedos en niños ante


la hospitalización.
Investigación, intervención,
programas y técnicas
Andrea Liliana Ortíz González*

RESUMEN
En este artículo se presenta una revisión bibliográfica sobre
el tema de la ansiedad y los miedos de los niños hospitali-
zados, en la que se abordan los conceptos teóricos básicos
sobre el tema y las investigaciones realizadas en el periodo
2000–2007. Para esta revisión se consultaron las principa-
ABSTRACT
les bases de datos (PsycINFO, MedLine/Pubmed, Francis, The present paper out a bibliographical revision on the
CSIC, IME, ISOC, Social Sciences Citation Index, Disser- topic of the Anxiety and fear in hospitalized children, in
tations y Theses, Library of Congress, Biblioteca Nacional which the concepts are approached on the topic and the
de España: Ariadna), se seleccionaron las principales recent researchs (2000–2007). For this revision, the main
investigaciones y se sugieren diferentes temas para futuras databases were consulted (PsycINFO, MedLine/Pubmed,
investigaciones, permitiendo determinar la importancia de Francis, CSIC, IME, ISOC, Social Sciences Citation Index,
los aportes de la Psicología en este campo de la salud. Dissertations and Theses, Library of Congress, Biblioteca
Nacional de España: Ariadna,), the main investigations
Palabras clave: revisión bibliográfica, ansiedad, miedo, were selected and different topics are suggested for future
niños, hospitalización, investigación, bases de datos. researchs, allowing to determine the importance of the
contributions of the psychology in this field of the health.

Key words: bibliographical revision, anxiety, fear, children,


hospitalized, research, databases.

* Candidata a Doctorado en Psicología Clínica y Salud de la Universidad de Salamanca. Docente Investigadora de la Universidad Cooperativa de Colombia. Correo: andrealilianao@yahoo.com
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Introducción tervención quirúrgica, enfermedad física, control,


Contribuir a mejorar la calidad de vida de los ni- rehabilitación, etc.) suele ser generadora de estrés
ños que se encuentran en la difícil situación de y miedo, así como de diversas emociones que pue-
encontrarse hospitalizados es uno de los objetivos den dificultar la rehabilitación y el bienestar del
que actualmente está orientando la investigación niño.
en el campo de la Psicología de la salud. La defi- Según Fernández Castillo y López Naranjo
nición de lo que es la calidad de vida de las per- (2006), la hospitalización puede representar para
sonas que se encuentran hospitalizadas es difícil el niño una situación que incrementa su propia
de concretar, pero autores como Bradlyn, Ritchey, vulnerabilidad, al encontrarse inmerso en una se-
Harris, Moore, O’Brien, Parsons, entre otros, han rie de estímulos estresantes y, posiblemente, ame-
delimitado el concepto en torno a la calidad de nazantes para su integridad física, lo cual genera
vida de los niños con cáncer, y afirman que podría alteraciones emocionales, cognitivas y de compor-
aplicarse a los diferentes grupos de pacientes pe- tamiento.
diátricos. Según estos autores: Algunas disciplinas relacionadas con las cien-
cias de la salud se han interesado por atender
La calidad de vida en pacientes pediátricos con cáncer
esta problemática a partir de la investigación, la
es multidimensional. Incluye la función física, social,
evaluación, la implementación de programas de
emocional del niño y adolescente y de su familia y a la
vez, debe ser sensible a los cambios que ocurren en el
apoyo y la capacitación, y desde la práctica de di-
desarrollo normal del niño (Aparicio, 2003: p. 18). versos modelos de intervención. De esta manera,
la Psicología, como ciencia de la salud, ha reali-
Los niños hospitalizados conforman una po- zado aportes y acercamientos con relación a este
blación altamente vulnerable a padecer dificulta- tema, los cuales son considerados aportes real-
des, no sólo en lo relacionado con su estado físico, mente relevantes, dependiendo de la pertinencia
sino también en su estado emocional, en el que el de la investigación, la evaluación a corto y largo
miedo, los temores, la angustia, la separación de plazo de los tipos de intervención y la calidad de
sus seres queridos, el nuevo ambiente, entre otros los resultados. Por tanto, el presente artículo pre-
factores, pueden afectar su pronta recuperación, sus tende determinar qué tipo de investigaciones e
relaciones sociales, sus vínculos afectivos; así como intervenciones se han realizado en relación con la
generar fobias, trastornos afectivos y consecuen- ansiedad, las emociones y los miedos que padece el
cias en su desarrollo socioemocional. En relación paciente pediátrico hospitalizado por causas como
con lo anterior, Caumo et al. (2000) afirman que intervención quirúrgica, enfermedades de corta
el miedo y la ansiedad son parte de la experiencia estancia, procedimientos invasivos, sin incluir las
que rodea la situación de hospitalización. enfermedades de larga estancia y de tipo patológi-
La experiencia del niño ante el evento de estar co, de tal manera que se logre vislumbrar qué tan
hospitalizado por diferentes circunstancias (in- relevante es la participación del psicólogo en este

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campo y plantear alternativas posibles para inves- diferencia de ésta en que el miedo ocurre ante un
tigaciones futuras. estímulo concreto y, en cierta medida, tiene una
función adaptativa, de “alarma primitiva” ante el
Ansiedad, miedo y fobias infantiles peligro, asociada al sistema lucha–huida (Barlow,
1998).
Para comprender la ansiedad y los miedos de los
Por su parte, Valdés y Flórez (1995) describen
niños hospitalizados, se deben tener en cuenta fac-
la ansiedad como una forma de reacción de miedo
tores como las diferencias evolutivas que influyen
que tiene un carácter difuso y no se limita a ob-
en la concepción de enfermedad, en la adaptación
jetos o situaciones; no siempre hay indicios de su
o no a situaciones nuevas, en los diferentes con-
causa inmediata, se experimenta acompañada de
tenidos imaginarios ante los temores y en la de-
manifestaciones físicas, se inicia como anticipa-
bilidad e inexperiencia para responder ante situa-
ción a amenazas futuras, y no hay control de algún
ciones desconocidas. Asimismo, se encuentran los
mecanismo psicológico específico de defensa.
factores hereditarios, el sexo, la historia familiar,
Con relación a ello, se refiere a la fobia como un
los patrones de crianza y las experiencias pasadas,
miedo extremo irracional en el que la persona evita
como determinantes de las diferentes reacciones
la situación temida y sus respuestas están fuera del
ante la experiencia hospitalaria de los niños, sien-
control voluntario. Sin embargo, Millar, Barrett y
do ésta traumática para algunos y adaptativa para
Hampe (1974, citados en Sandin, 1997) sugieren
otros.
una definición más adecuada de las fobias para la
La ansiedad es comprendida como una reac-
infancia, teniendo en cuenta que los miedos pue-
ción emocional con un componente característico
den formar parte del desarrollo evolutivo normal
de anticipación a la sensación desagradable de ten-
del ser humano; en consecuencia, hay miedos que
sión, preocupación o nerviosismo, que se traduce
corresponderán a la etapa en la que el niño se en-
en la activación del sistema nervioso simpático,
cuentre. Los autores resaltan que la fobia es una
acompañada de manifestaciones conductuales
forma especial de miedo que:
visibles ante sucesos difusos (Valiente, Sandin y
Chorot, 2003). Estas reacciones se pueden pre- 1. No guarda proporción con el peligro real de la si-
sentar junto con episodios de irrealidad repentina, tuación, 2. no puede ser explicado ni razonado, 3. está
fuera del control voluntario, 4. lleva a evitar la situación
los cuales son denominados “despersonalización o
temida, 5. persiste durante un periodo prolongado de
desrealización” (Gazzaniga, 1998: 114).
tiempo, 6. es desadaptativa, 7. no se asocia a una edad o
La ansiedad depende de dos tipos de estímulos: etapa específica del desarrollo (Millar et al., 1974, cita-
los estímulos externos, que se refieren a la estimu- dos en Sandin, 1997: 24).
lación física como los insectos o los procedimien-
tos médicos invasivos, entre otros; y los estímulos Por su parte, Caballo (2002) señala dos condi-
internos, que precisan el malestar percibido por ciones que permiten catalogar un miedo infantil
cambios psicofisiológicos, como la preocupación como fóbico: primero, que la respuesta a las de-
por la reactividad. Según Caballo y Simon (2002), mandas de la situación sea desproporcionada; y
estos tipos de estímulos forman parte del análisis segundo, que el comportamiento por su elevada
funcional de la ansiedad. intensidad sea desadaptativo.
En consecuencia, la ansiedad y el miedo se di- El miedo puede ser considerado adaptativo y
ferencian en que en la ansiedad, predominan las un fenómeno normal en el proceso evolutivo de
respuestas generadas por la estimulación interna, los niños, que, según Sandin, son denominados
mientras que en el miedo las respuestas dependen “miedos evolutivos” (1997: 28). Éstos cambian en
más de la estimulación externa, lo que permite que la medida en que evoluciona la maduración cogni-
en el niño logre identificar con mayor facilidad la tiva del niño. Sin embargo, cuando el miedo no se
situación que desencadena el miedo que la que atenúa con el paso del tiempo y del proceso evolu-
precede a la ansiedad (Caballo y Simon 2002). tivo del infante, se convierten en “miedos clínicos”
Según Sandin (1997), se ha establecido que el (p. 36), que pueden persistir durante la infancia
miedo suele ser equivalente a la ansiedad, pero se y adolescencia, e incluso perturbar la vida adulta,

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convirtiéndose en algún tipo de fobia o un trastor- tamientos que tienden a evitar los estímulos des-
no de ansiedad. encadenantes, como respuestas de escape, respues-
La ansiedad del paciente pediátrico se relaciona tas motoras alteradas (temblor de voz, bloqueos),
además con el estrés, en la medida en que forma respuestas de evitación pasiva y activa. Por último,
parte de las experiencias del ser humano en su pro- las respuestas cognitivas incluyen los pensamien-
ceso evolutivo, en el cual el estrés “es la respuesta tos y las imágenes que se relacionan con la situa-
no específica del organismo a toda demanda que ción generadora de ansiedad, como la evaluación
se le haga” (Valdés et al., 1995: 20) y la ansiedad es negativa del repertorio conductual, el incremen-
la forma de expresión del estrés. to en la percepción de estímulos amenazadores,
Segun Lazarus, el estrés se define como un la preocupación por las consecuencias somáticas
estímulo y una respuesta, por tanto, sus investi- (como desmayarse o sudar) y la creación de ideas
gaciones se han centrado en determinar los pro- tendientes a escapes o evitaciones futuras.
cesos cognitivos mediadores entre las situaciones Longo y Williams (citados por Gallar, 2002)
que lo producen y las reacciones emocionales de describen dos tipos básicos de ansiedad que, en
las personas que experimentan dicha situación. general, padecen los pacientes ante la situación de
Por su parte, Spilberg se basa en la diferencia en- hospitalización: la ansiedad real, que es la gene-
tre ansiedad–estado, es decir, la ansiedad que se rada por la propia enfermedad, y la ansiedad si-
experimenta transitoriamente ante una situación tuacional, que es la generada por la novedad, es
concreta. En otras palabras, la ansiedad–estado y decir, por el desconocimiento de la situación, del
la ansiedad–rasgo, asumida como rasgo de la per- ambiente y de los funcionarios del hospital.
sonalidad para establecer definiciones del estrés Sin embargo, Gallar plantea otros tipos de an-
(Valdés et al., 1995). siedad que no todos los pacientes padecen, sino
En este sentido, la intensidad y duración del es- que se suscita por condiciones personales, es decir,
trés experimentado en una situación como la hos- estos tipos de ansiedad tienen un gran componen-
pitalización están directamente relacionadas con te subjetivo. Entre ellos se encuentra la ansiedad
la intensidad de las reacciones de ansiedad. Esta confusional, la ansiedad paranoide y la ansiedad
experiencia de estrés sucede cuando la cantidad de depresiva.
agentes estresantes superan el umbral óptimo de Respecto a la ansiedad confusional, el autor
adaptación y el organismo manifiesta señales de indica que se genera cuando en el paciente pre-
agotamiento, como lo menciona Valdés. domina una sensación de confusión generalizada,
Ante la situación de estar hospitalizado, el estrés ya sea por encontrarse en un lugar lejos de su casa,
en el paciente pediátrico aumenta inmediatamen- rodeado de personas desconocidas, como también
te al encontrarse con factores que pueden conver- por la incertidumbre de su situación, por los pro-
tirse en agentes estresantes como el ambiente, los cedimientos invasivos que desconoce y por el es-
procedimientos médicos, las inyecciones, las per- caso control ante lo que el futuro pueda depararle.
sonas nuevas y las mascarillas, los olores, el dolor, Por su parte, la ansiedad paranoide no se refiere
la separación de sus familiares, entre otros, que a la personalidad del paciente, sino a su excesiva
finalmente pueden influir en que se genere una desconfianza hacia las competencias del personal
reacción de ansiedad. sanitario y las pruebas o exámenes realizados. Fi-
Se pueden diferenciar tres tipos de respuesta de nalmente, la ansiedad depresiva es descrita como
la ansiedad: fisiológicas, motoras y cognitivas, que la actitud depresiva, de pesimismo, en la que la
según Caballo y Simon (2002), forman parte del pérdida del entorno, con sus relaciones habituales,
análisis topográfico de la ansiedad. Las respuestas lleva al paciente a un estado de ansiedad propio de
fisiológicas se refieren al incremento de la activa- una depresión.
ción vegetativa, como las respuestas cardiovascu- Barlow (1998, citado en Valiente, Sandin y
lares, la tonalidad muscular, las respuestas electro- Charot, 2002) se refiere a los trastornos de ansie-
dérmicas, la sensación de ahogo, etc. Respecto a dad como organizados jerárquicamente, partiendo
las respuestas motoras, éstas indican los compor- de un factor general de orden superior y de los fac-

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tores inferiores. En el factor superior se encuentra cas. Consta de 25 ítems (16 de aspectos médico–
el neuroticismo, el afecto negativo, la inhibición hospitalarios y nueve de miedos generales). El se-
conductual y la sensibilidad a la ansiedad. En los gundo es el cuestionario de miedos hospitalarios
factores inferiores se clasifican los distintos tras- infantiles de Aho y Erickon (1985) que contiene
tornos de ansiedad. Los componentes del factor 51 ítems sobre miedos relacionados con enfer-
superior son determinantes en la adquisición y el mar e ir al médico o al hospital. Por último, está
mantenimiento de los miedos y fobias el cuestionario de miedo hospitalario de Roberts,
A partir de esta organización por factores, sur- Wurtele, Boone, Gunther y Elkins (1981). Estos
gen algunas clasificaciones de los miedos, como tres instrumentos permiten valorar la eficacia de
lo sugiere Arandell (2000, citado en Valiente et tratamientos psicológicos para reducir los miedos
al., 2002), que los englobó en cuatro grupos. El médicos
primero corresponde a los miedos sociales; el se- Es claro que los miedos médicos de los niños
gundo, a los miedos a la muerte, al daño, la enfer- y la ansiedad experimentada por el paciente ante
medad, la sangre y los procedimientos quirúrgicos; la situación de hospitalización están relacionados
el tercero agrupa los miedos a los animales; y el porque ambos son respuestas o reacciones ante un
cuarto se refiere a los miedos agorafóbicos. estímulo, pero la gran diferencia radica en que en
En este sentido, Valiente et al. (2002) clasifican el caso de los miedos el estímulo está presente y
las principales investigaciones factoriales centra- es clara su percepción, mientras que en la reacción
das en la estructura de los miedos en los niños y emocional de ansiedad predomina un componen-
adolescentes, teniendo en cuenta los autores, el te cognitivo que puede convertirse en el estímulo
país en el que se realizó la investigación, el año, la “subjetivo”, es decir, que no presente inmediata-
edad de los niños evaluados, el tipo de cuestiona- mente y que se convierte en un mantenedor de
rio aplicado y las dimensiones de los miedos re- la sensación física desagradable producida ante un
sultantes. Entre estas investigaciones1 se destaca la estado de ansiedad.
realizada por los autores en mención y Charot, en Con relación a estas diferencias, el DSM–IV
1998, que obtuvo dimensiones interesantes para la hace una distinción entre los tipos de fobias es-
clasificación de los miedos, a partir de la informa- pecíficas que comienzan generalmente en la in-
ción obtenida con la escala FSSC–R (Fear Sur- fancia, entre ellas se encuentra la fobia animal, la
vey Schedule for Children Revised) (Ollen–Dick, ambiental, a la sangre, las inyecciones y el daño, la
1983), versión revisada del FSSC de Scherer y fobia situacional y una categoría residual denomi-
Nakamura (1968). nada “otros tipos” (APA, 2000).
Los resultados permitieron a los autores de-
terminar la estructura factorial de los miedos en El desarrollo del niño, el miedo y la
los niños, dando a conocer cinco dimensiones: los enfermedad
miedos al fracaso, a los pequeños animales y daños
Ahora, es conveniente referirse a las posibles vías
menores, a los peligros físicos y a la muerte, a los
por las que el niño puede adquirir algún tipo de
desconocidos y por último, los miedos médicos,
miedo, para comprender las respuestas emociona-
siendo este último factor el que más se relaciona les, cognitivas y comportamentales que generan
con la situación experimentada por los pacientes en el paciente pediátrico la hospitalización y su
pediátricos. enfermedad.
Autores como Ortigosa, Quiles, Méndez y Pe- En la mayoría de los casos, los niños que están
droche (1999) se refieren en su investigación so- hospitalizados se encuentran internos no por su
bre preocupaciones infantiles a tres autoinformes iniciativa o preocupación personal, sino que son
para evaluar los miedos hospitalarios infantiles: conducidos por un cuidador familiar que es la per-
1
Para ampliar la información es
el primero, la escala de apreciación de miedos al sona encargada, siendo generalmente sus padres.
conveniente remitirse a la tabla 8.
Principales investigaciones factoriales hospital, de Relamed y Siegel (1975), evalúa el Por tanto, el niño no sólo no ha sido preparado
centradas en el estudio de la estructura miedo del niño ante situaciones relacionadas con para esta experiencia, sino que a veces es engañado
de los miedos de la infancia y la para lograr su ingreso en el hospital. Esta nueva
la hospitalización y las intervenciones quirúrgi-
adolescencia, en Sandin (1997: 97).

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situación, el entorno que le rodea, las reacciones pérdida de control e independencia y la limitación
de sus cuidadores y su propia experiencia, entre de las actividades físicas.
otras variables, pueden influir en que el niño viva Según Papalia (citado en Gallar, 2002), los ni-
la experiencia de hospitalización como estresante ños enfermos padecen mayor angustia y niveles de
y genere en él mayores miedos y temores (Mon- ansiedad, dado que se encuentran ante un intenso
toya, 2002). estrés al sufrir alguna enfermedad o cuando son
En el proceso de adquisición de los miedos en sometidos a la aplicación de procedimientos qui-
los niños, en este caso menores que han padecido rúrgicos, posiblemente agresivos o dolorosos. A
o padecen una situación hospitalaria, las tres vías medida que el niño va creciendo y desarrollando
de adquisición del miedo, como lo sugiere Rach- sus procesos cognitivos, va comprendiendo la en-
man (1977, 1978, citado en Valiente et al., 2003), fermedad y aumentando la incertidumbre frente
son las siguientes: la primera se refiere al condicio- a lo que se está enfrentando, lo cual genera en
namiento; la segunda corresponde al aprendizaje él mayor estrés y ansiedad si no ha recibido una
observacional o aprendizaje vicario; y la tercera adecuada “educación para la enfermedad”, que le
hace referencia a la transmisión de información. permita concebir y afrontar la experiencia hospi-
A lo anterior se asocia la contribución de Eysenck talaria.
(1967, citado en Valiente et al., 2003) en la que En este sentido, Valdés y Flórez (1995) se han
se destacan los factores genético y biológico de la referido a los estadios cognoscitivos de Piaget, re-
personalidad, que diferencian el que unos niños lacionándolos con la capacidad de comprensión
sean más susceptibles que otros a la adquisición de la enfermedad y sus causas. Durante el esta-
de ciertos miedos en ambientes similares, como dio preoperatorio, que comprende edades entre
puede suceder en ambientes hospitalarios, donde los cuatro y siete años aproximadamente, el niño
algunos pacientes pediátricos pueden estar más interpreta los procedimientos médicos como un
tranquilos que otros. castigo por comportarse mal, es decir, atribuye su
Adicional a ello, el desarrollo evolutivo del enfermedad a causas morales, siendo creencias in-
niño es otro factor que puede influir en el man- fundadas por los adultos. En este estadio los me-
tenimiento del estrés, la ansiedad y el desarrollo nores no se sienten plenamente enfermos hasta
de diferentes miedos durante la experiencia hos- que no se lo hacen saber sus familiares o el perso-
pitalaria. A su vez, este factor es determinante en nal sanitario. Las inyecciones suelen considerarse
la manera en que él va a enfrentar la enfermedad o como un castigo de sus padres por enfermase (Ga-
situación hospitalaria, y la respuesta ante su propia llar, 2002; Valdés y Flórez, 1995).
enfermedad. En el estadio de las operaciones concretas, el
Moix (1999), se refiere a las preocupaciones por niño encuentra una causa física, ya no tan mágica
la hospitalización y la intervención en pacientes como en el estadio pasado, para su enfermedad.
pediátricos y sus variaciones con la edad. Rela- Esta etapa también es conocida como la “infancia
cionado con ello, este autor destaca el cuadro de escolar”. En ella el niño, a partir de los siete años,
diferencias realizado por Ziegle y Prior (1994), en toma conciencia de su enfermedad y aprende a
el que se especifican los rangos de edad, que dis- valorar la salud frente a la enfermedad. Asimis-
tribuye en cinco grupos: de 0 a 12 meses, de 1 a mo, piensa que su llanto o gritos le permiten a los
3 años, de 4 a 5 años, de 6 a 12 años, y de 13 a 18 médicos y al personal sanitario darse cuenta de su
años, con sus respectivos factores estresantes. En- dolor. Esta etapa se prolonga hasta los once años,
tre ellos se destacan en los primeros tres grupos de aproximadamente (Gallar, 2002; Valdés y Flórez,
edad la ansiedad por separación, la ansiedad por 1995).
lo desconocido y la falta de ambientes y rutinas; Finalmente, en el periodo de las operaciones
en los tres últimos grupos se encuentra el miedo formales, el niño elabora múltiples explicaciones
a la mutilación y el dolor, la hospitalización como en torno a su enfermedad. En esta etapa se hace
castigo, el miedo a la muerte; en el último grupo, consciente del impacto psicológico y emocional de
se encuentra el miedo al rechazo de los amigos, la su enfermedad; puede sentir que es una amenaza

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para su imagen, incrementando la ansiedad y pre- calidad de información que posea y el apoyo re-
dominando miedos y temores por las consecuen- cibido. Asimismo, Valdés destaca cinco categorías
cias físicas que puede generar la enfermedad y la en las que se pueden clasificar las posibles amena-
discriminación de sus amigos. zas para un niño ante la hospitalización, como la
Polaino y Lizasoin (citados en Valdés, 1995) separación de los padres; los extraños; la pérdida
destacan, entre los factores que pueden influir en de control, de autonomía y competencia; la expe-
el modo en que la enfermedad va a afectar el pro- riencia del dolor; y la intervención quirúrgica y la
ceso de desarrollo, la naturaleza de la enfermedad, anestesia.
el momento evolutivo en que sucede, el pronósti- Respecto a la intervención quirúrgica, Quiles,
co y las limitaciones, los antecedentes personales Ortigosa, Méndez y Pedroche (1999) realizaron
y familiares, y la historia biográfica del niño, así una investigación en torno a la preocupación y
como sus rasgos de personalidad, y por último, la miedo que los niños experimentan ante procedi-
respuesta de la familia y los refuerzos que el niño mientos médicos invasivos2. El objetivo del trabajo
recibe. consistió en realizar un estudio piloto del CPCT
Por tanto, entre los factores mencionados, la (cuestionario de preocupaciones sobre la cirugía
edad y el desarrollo cognitivo del niño hospita- infantil), para evaluar aspectos que preocupan al
lizado son variables indispensables para el diag- niño de la intervención quirúrgica. El cuestiona-
nóstico, la evaluación y el desarrollo de programas rio se aplicó a 382 niños con un rango de edad de
pertinentes a las necesidades del paciente pediá- 11 a 14 años. En los resultados se encontró que
trico, y de esta manera contribuir al afrontamiento la hospitalización, los procedimientos médicos, la
adecuado del niño y su familia ante la situación de enfermedad y sus repercusiones son las principales
hospitalización, evento que es altamente estresan- preocupaciones de los niños ante la cirugía.
te para él. La transmisión de información y la experiencia
directa en el hospital son factores determinantes
La hospitalización en la adquisición de miedos en el paciente pediá-
Cuando una persona ingresa en un hospital, ine- trico. Sobre esto Ortigosa Quiles, Quiles Sebas-
vitablemente desarrolla en menor o mayor grado tián, Carrillo, y Pedroche (2000) se refieren en su
una sensación de temor, que en el paciente supone investigación con 142 niños hospitalizados y 142
un problema de tipo emocional (ansiedad, depre- no hospitalizados, para determinar si los menores
sión), cognitivo (dificultad para el aprendizaje) y ingresados a operación tienen más miedos que los
motivacional, acompañado de una disminución de no internados. El miedo y la ansiedad se evaluaron
su autoestima (Gallar, 2002). con el EAMH (escala de apreciación de miedo al
Es un hecho que el hospital en sí mismo es un hospital) y la AI (escala de ansiedad infantil), y se
agente estresante para el niño, que por una parte re- concluyó que los niños hospitalizados tienen más
presenta un lugar que proporciona alivio y curación, miedos a eventos hospitalarios, como ir al dentis-
y por otra, lo percibe como un sitio desagradable, ta, ver sangre, inyecciones, ir al médico, vomitar
donde el cuerpo está sometido a experiencias do- y ver gente usando mascarillas, que los no hospi-
lorosas que involucran otras situaciones estresan- talizados, encontrando una alta correlación entre
tes, como cambios en los hábitos del niño, nuevos ansiedad, rasgo y miedo a la hospitalización y la
horarios, la separación de sus padres y amigos, la cirugía.
falta de estimulación social, escaso control de las Cada paciente pediátrico reacciona de forma
situaciones y ausencia del ambiente familiar típico independiente ante la hospitalización; sin em-
(Valdés, 1995; Gallar, 2002; Montoya, 2002). bargo, varios autores, entre ellos Gallar (2002),
El efecto que los agentes estresantes puedan Robertson (citado en Valdés, 1995), plantean
ejercer sobre el niño va a depender de la edad del diferentes etapas o reacciones por las que pasa el
2
Se refiere a los procedimientos mismo, el nivel de desarrollo cognitivo –como se paciente hospitalizado. Las reacciones son de dos
quirúrgicos relacionados con extracción
de sangre, aspiraciones de médula,
mencionó en el apartado anterior–, la capacidad tipos: la reacción adaptativa, que se refiere a la
electromiografías, etc. de resistencia, la experiencia previa, la cantidad y respuesta positiva del paciente al comprender la

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hospitalización como una necesidad, lo cual ge- niños hospitalizados y que, además de su utilidad
nera en él una sensación de control; y la reacción recreativa, contribuye a mejorar el bienestar emo-
no adaptativa, en la que el paciente no se adapta cional y la calidad de vida del menor hospitalizado.
y tiende a mostrarse agresivo, con una conducta Resaltan la ausencia de inversión organizada para
de rechazo, y además, no colabora y se muestra este tipo de proyectos, por tanto, los investigadores
depresivo, abatido, ensimismado. plantean la propuesta de las ludotecas hospitala-
Son obvios los cambios que puede percibir un rias, la cuales deben contar con personal especiali-
niño ante la hospitalización, como el aislamiento zado; fomentar la participación de los padres; po-
de su ambiente habitual, sentirse rodeado de nue- seer material de juego adecuado a las necesidades
vas personas, desconocer lo que le están haciendo, de los niños, de acuerdo con su edad y sus limi-
el dolor causado por algunos procedimientos, los taciones; tener una programación de actividades
cambios en su menú, así como la ausencia de jue- en las aulas hospitalarias en el tiempo vacacional,
gos y del ambiente que vivía en su casa o escuela. la cual coordine de manera eficaz las acciones del
De tal manera se han establecido tres campos voluntariado; mejorar el uso de los recursos au-
de actuación para permitir que el paciente pediá- diovisuales; promover proyectos de animación de
trico sobrelleve la experiencia de hospitalización lectura en el hospital; y finalmente, resaltar uno
de la mejor manera: en la infraestructura, en la de los principales aspectos que permiten obtener
rutina hospitalaria y en las técnicas psicológicas. resultados: evaluar la eficacia y la incidencia en el
La infraestructura está referida a la arquitectura y bienestar del niño y la familia de los diversos pro-
decoración del hospital. Por su parte, la rutina hos- gramas de juego.
pitalaria indica la forma de organización que se ha Al respecto, la Agencia Valenciana de Salud
establecido en la institución del personal sanitario informa que se han donado 21 ludomóviles que
y los horarios para el desarrollo de actividades. Por contienen 90 juegos, seleccionados según los crite-
último, las técnicas psicológicas, como su nombre rios de edad para los hospitales de la Comunidad
lo indica, enfatizan en la importancia de incluir es- Valenciana, proyecto relacionado con la propuesta
trategias para la disminución de la ansiedad de los planteada en la investigación de Curarte.
niños y padres, como la transmisión de informa- Finalmente, en el informe, los autores plantean
ción, el modelamiento, el juego médico, el dibujo, las nuevas funciones de los hospitales infantiles,
la visita al hospital, la distracción, la relajación, el según las cuales se describe el hospital infantil
entrenamiento para padres, la educación extrahos- como un espacio para la salud física, psicológica y
pitalaria, entre otras, que favorecen la adaptación y social, donde se incluyen atenciones físicas y psi-
contribuyen al bienestar del niño (Moix, 1999). cosociales. Respecto a las primeras, se encuentra el
El grupo de investigación interuniversitario diagnóstico, el tratamiento y los cuidados físicos.
Curarte presentó un informe denominado Los En cuanto a las atenciones psicosociales, se incluye
niños en los hospitales de Castilla y León, en 2004, el apoyo social, el juego, la creatividad y la conti-
en el que se refieren a la investigación realizada en nuidad educativa, de tal manera que las atenciones
los 14 hospitales de Castilla y León. Dicho estu- mencionadas contribuyan a la calidad de vida del
dio evaluó la calidad de las unidades pediátricas paciente pediátrico.
hospitalarias públicas, en relación con las posibi- Estudios similares permitirían determinar
lidades que ofrecen a los niños que han ingresado cuáles son los proyectos que podrían contribuir
en las mismas, para que desarrollen actividades a suplir las necesidades encontradas y, asimismo,
lúdicas y creativas. Para esto, realizaron análisis de evidenciar los factores físicos a los que se debe en-
los espacios, de la organización temporal y de los frentar el paciente y que pueden estar generando
recursos materiales y humanos disponibles para el estrés y comportamientos ansiosos en los niños
juego creativo. hospitalizados.
Entre las conclusiones encontradas, el informe Al respecto, Ortega, Mercado y Estrada (2005)
revela que el juego debe ser considerado como un mencionan que las personas hospitalizadas incre-
elemento importante de atención psicosocial a los mentan su nivel de estrés al encontrarse con un

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92 Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas

entorno físico inadecuado, debido a que éste afecta miedos y temores en los niños y padres, las con-
el estado de confort del individuo. Retomando el secuencias de la hospitalización, las estrategias de
estudio realizado por el grupo Curarte, destacan la intervención durante la hospitalización para me-
importancia del espacio físico, lo que incluye en su jorar su estado de ánimo entre otras, en las que
descripción de los 14 hospitales revisados factores está presente la labor del psicólogo durante esta
como los colores, las distribución del espacio o la situación de hospitalización.
iluminación, puesto que estos elementos son de- En la investigación realizada por Serradas Fon-
terminantes para la percepción positiva o negativa seca, Ortíz González, y Manueles Jiménez (2002)
del paciente durante su estancia en el hospital. en el hospital Virgen de la Vega de Salamanca, se
Gallar (2002) se refiere a ciertas circunstancias indica que el desarrollo de programas educativos
inevitables como el aislamiento; la limitación de la en el aula hospitalaria en población infantil hospi-
movilidad; la despersonalización, es decir, la pérdi- talizada reduce el nivel de ansiedad en los niños, y
da de estatus e identidad habitual; la reglamenta- se afirma que sí es necesaria la intervención peda-
ción y disciplina, los horarios y otras obligaciones; gógica hospitalaria.
la dependencia involuntaria, que se refiere a tener La pedagogía hospitalaria constituye una mo-
que valerse de otros para superar los problemas dalidad de la pedagogía social, que proporciona
médicos y permanecer en obediencia lo cual de- apoyo emocional al niño y a la familia, contribu-
riva en pasividad, que es explicada como un círcu- ye a disminuir su ansiedad y procura mejorar la
lo vicioso que conlleva la indefensión aprendida. adaptación y el ajuste del paciente pediátrico a la
Finalmente Gallar indica dos inconvenientes: la hospitalización. Al respecto, algunos hospitales
pérdida de intimidad, tanto de su espacio físico han implementado las aulas hospitalarias, las cua-
como de su intimidad corporal, y de su intimidad les permiten transformar la hospitalización en una
personal o psicológica; y la escasa información o experiencia menos traumática y que proporcione
información deficiente, que es frecuente debido a al niño y a su familia una salida para la expresión
olvidos por parte del personal hospitalario respec- de sentimientos, emociones, temores y, en buena
to a informar al paciente sobre los procedimientos parte, sea más llevadero el periodo de hospitaliza-
que le están realizando. ción (Alonso et al., 2006).
Como se ha mencionado, estos inconvenien- Uno de los proyectos desarrollados por los
tes son generadores de estrés, es decir, refuerzan y autores en mención consistió en implementar la
mantienen las respuestas ansiosas. Por tanto, ma- pedagogía hospitalaria a través de la terapia na-
nipular estos inconvenientes y traducirlos en expe- rrativa y el arte terapia, enfocadas a fomentar la
riencias positivas para el paciente podría significar comunicación, la educación y la expresión de sen-
una mejor adaptación del mismo a su nuevo am- timientos. Esta experiencia se realizó en el Hos-
biente y, en consecuencia, una mayor colaboración pital Universitario de los Andes en Mérida, Ve-
de su parte ante los procedimientos realizados y, nezuela, tomando como referencia el Manual del
quizás, una pronta recuperación. niño paciente (Izaguirre, Paccione, y Pavan, 2003),
Por tanto, para el niño, la experiencia de estar que presenta actividades que permiten informar,
hospitalizado es predeterminante en el incremen- aproximar y educar al niño en torno a cómo supe-
to del miedo y de su nivel de ansiedad. rar la hospitalización.
En la psicopedagogía hospitalaria se puede
Programas y técnicas incluir el apoyo de herramientas virtuales para la
intervención ante problemas de ansiedad en niños,
La investigación con población infantil hospitali-
como lo plantean los resultados del estudio reali-
zada se ha trabajado de manera interdisciplinaria,
zado con 72 niños con ansiedad, de edades entre
para brindar una mejor estancia y recuperación del
los 7 y los 14 años, los cuales disminuyeron su nivel
paciente pediátrico. Los temas de interés se han
de ansiedad fuera del ambiente hospitalario a par-
desarrollado en torno a las redes de apoyo, el papel
tir de su participación en el programa por Internet
de los padres, del trabajo el personal hospitalario,
que apoyaba la intervención cognitivo conductual
las emociones y los estados de ánimo del niño, los

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Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas 93

y que, al ser un factor adicional de la terapia, logró de un buen sentido del humor es beneficioso para
que tanto en padres como en hijos se mejoraran la salud y terapéutico (Lupiani, Gala, Lupiani. S,
los resultados de la intervención (Spence, Holmes, Davila,Miret, 2005).
March y Lipp, 2006). Christian, Ramos, Susanibar y Balarezo (2004)
Esta experiencia informática y la psicopedagó- realizaron una revisión bibliográfica para determi-
gica de Alonso, García y Romero (2006) permiten nar los beneficios de la risoterapia, y concluyeron
que los niños comprendan, adquieran habilidades que una de las debilidades es que esta técnica, que
y mejoren su situación, y en el caso de la terapia genera aportes en la salud mental y física de las
narrativa, permitió que los niños disfrutaran un personas, no ha sido incluida como tema de in-
poco más de su estancia, así como también se vestigación en los hospitales. Asimismo destacan
brindó apoyo a sus familias. los beneficios de la risa como complemento de las
Al respecto, Guzmán (2006) afirma que el pro- terapias tradicionales. Entre ellos se encuentran
ceso terapéutico de la narrativa contribuye a la los físicos, a partir de su relación con la psicobio-
resignificación de las experiencias vividas por el logía, para la cual la risa puede ser un analgésico
niño. Lo anterior debido a que al narrar, el niño al relacionarse con la segregación de endorfinas.
reevalúa y encuentra nuevas formas de percibir su Además, puede mejorar la oxigenación, por cuanto
experiencia de hospitalización. permite el ingreso del doble de aire a los pulmo-
El modelo que plantea Guzmán para explicar nes; puede ser estimulador muscular, al involucrar
las relaciones entre las variables que conforman las más de 400 músculos que sólo se pueden ejercitar
experiencias de los niños hospitalizados parte de con la risa; puede contribuir, entre otros, a dismi-
una evacuación cognitiva y emocional que permi- nuir el insomnio, prevenir infartos y aumentar la
te identificar las formas de afrontamiento que el sensación de bienestar.
niño emplea ante su situación, determinando los Por otra parte, los beneficios para el estado
factores estresantes y el estado físico y emocional emocional de las personas son numerosos; entre
afectados por la hospitalización. Partiendo del es- ellos destacan la eliminación del estrés, el alivio
tado presente de vivencia del niño, se realiza la re- de estados depresivos, la mejora de la percepción
significación de la experiencia como estado futuro, de la realidad, contribuye a la exteriorización de
a partir de la narrativa (analepsis–prolepsis), lo emociones y sentimientos, y puede incrementar la
que permite equilibrar los procesos de asimilación autoestima. Finalmente, los autores destacan los
y acomodación, conlleva la aceptación de lo vivido beneficios sociales de la risa, como el poder comu-
y transforma esa significación negativa anterior en nicativo, ser contagiosa, romper el hielo y mejorar
una experiencia positiva, gracias a la cual la expe- las relaciones interpersonales.
riencia traumática es percibida como pasado. La alegría, el humor y la risa favorecen el equi-
En resumen, el niño logra resignificar, acomo- librio bioquímico del organismo, contribuyen a
dar y equilibrar las experiencias traumáticas a par- que las hormonas segreguen correctamente, de tal
tir de este proceso terapéutico, en el que interactúa manera que alivie la ansiedad y permita sobrellevar
el componente cognitivo, emocional y comporta- las frustraciones y la enfermedad. El afrontamien-
mental. to optimista de la vida puede aumentar la esperan-
Entre el componente lúdico es fundamental za de vida, disminuir accidentes cerebro–vascula-
el proceso de adquisición de habilidades para so- res, acelerar la recuperación luego de accidentes
brellevar la hospitalización. Un nuevo campo re- traumáticos y disminuir, entre otros, la dermatitis
lacionado es la risoterapia, que es una técnica que alérgica (Lupiani et al., 2005).
puede generar beneficios físicos, psicológicos y so- Según estos autores, se ha comprobado la efica-
ciales, permitiendo que las personas afronten los cia del humor para disminuir la ansiedad. Además
problemas o situaciones generadoras de tensión destacan que estos beneficios son consecuencia de
con mejor humor y menor ansiedad (Christian, la disminución de la tensión muscular que produ-
Ramos, Susanibar, Balarezo, 2004). La risoterapia ce y por un aumento en la segregación de endorfi-
parte del fundamento empírico de que reír y gozar nas y catecolaminas. Por tanto, la risa, como factor

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94 Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas

adyacente a la aplicación de diferentes técnicas, creencias, la reestructuración de pensamientos, el


puede contribuir al bienestar psicológico del pa- autocontrol y el manejo de sus respuestas fisio-
ciente antes y depués de ingresar en el hospital y lógicas y comportamentales, a partir de técnicas
hacer más agradable su estancia. específicas.
Son varias las ONG y las organizaciones La musicoterapia4 también se está empleando
que trabajan con esta arma terapéutica en todo como técnica para mejorar el estado emocional de
el mundo a través de los clowns o payasos, para los niños hospitalizados. La Nacional Association
contribuir en el bienestar de las personas hospi- for Music Therapy (NAMT) la define como el
talizadas. Entre los grupos destacados se encuen- uso de la música en la consecución de objetivos
tra Payasos sin Fronteras, La Sonrisa Médica, la terapéuticos, contribuyendo al mantenimiento e
Doctora Clown, la Red Bolarroja3, que agrupa incremento de la salud física y mental. La musico-
numerosas ONG dedicadas a la risoterapia. Asi- terapia en el ámbito hospitalario ayuda a reducir
mismo, se destacan las asociaciones como la In- la tensión, brinda una sensación confortable en el
ternacional Society for Humor Studies (ISHS), niño, facilita la expresión de sentimientos y pro-
la Asociación Americana para el Humor Tera- mueve movimientos e imitaciones.
péutico (AATH), la American Humor Studies En la actualidad, la musicoterapia está siendo
Asociación, La sociedad Japonesa del Humor, la empleada con rigurosidad científica y metodo-
Asociación Francesa para el Desarrollo de las In- lógica, lo cual permite que el niño hospitalizado
vestigaciones de la Risa y el Humor, entre otras, interactúe de forma activa cuando juega y canta;
que han investigado el poder curativo de la risa de forma receptiva, cuando escucha; y de forma
definiendo el humor terapéutico como una in- receptivo–activa cuando es apoyo de otras activi-
tervención que promueve la salud y el bienestar, dades o ejercicios (Serradas, 2006).
reafirmando el valor amortiguador y protector Según Ortigoza y Méndez (2000), hay algunos
del humor, tanto en los pacientes como en el per- hospitales que cuentan con emisoras que permiten
sonal sanitario (Lupinani et al., 2005). la realización de programas infantiles, concursos,
Otras de las técnicas utilizadas en el campo bienvenidas a nuevos niños, entre otros, y promue-
hospitalario en procura del bienestar de los ni- ven la comunicación interactiva.
ños es la terapia asistida con animales, empleada La música, como opción terapéutica, propor-
especialmente para hospitalizaciones prolonga- ciona bienestar, autoconfianza, relajación y ayuda
das. Según Jofrè (2005), entre los aspectos que a la liberación de agentes químicos que regulan los
se pueden resaltar de esta técnica se encuentra la estados de ánimo depresivos o los comportamien-
relación entre los animales y los pacientes, la cual tos agresivos (Serrano, 2006).
facilita la adaptación del niño a lo nuevo y des- Siendo la musicoterapia, la TACA y otras téc-
conocido, disminuye las respuestas ansiosas, el nicas, opciones que pueden contribuir al bienestar
estrés y la tensión, mejora la capacidad de aten- del niño, a la disminución de su ansiedad y a una
ción, aumenta la interacción verbal y, en general, mejor recuperación ante su hospitalización
el paciente se muestra con mejor actitud y más Otra de las técnicas utilizadas ha sido la
dispuesto a participar de las actividades propues- inoculación del estrés, la cual es una estrate-
3
tas por el personal sanitario. gia psicológica multidimensional que combina
Para mayor información:
www.doctoresbolaroja.com
Por tanto, el paciente es un agente activo para el acercamiento cognitivo conductual. Wells y
superar y afrontar los temores, miedos y compor- Howard (1986) realizaron un estudio para eva-
4
Esta técnica está extendida en más de tamientos ansiosos generados por la hospitaliza- luar el efecto de la inoculación del estrés. El es-
45 países del mundo como Alemania,
Argentina, Australia, Bélgica, Dinamarca,
ción, en lo relacionado con las variables en las tudio se realizó en el Hospital del Noreste de
España, Estados Unidos, Francia, Italia que el pueda ejercer control, como las cognitivas, Indiana, con 24 pacientes que iban a ingresar
y Holanda, que pueden orientar una las emocionales y las comportamentales, las cua- a cirugía. Entre los resultados destacan la re-
investigación más exhaustiva sobre el
tema. En esta revisión no se profundizará les, a partir de un entrenamiento adecuado, pue- ducción de la ansiedad ante la aplicación de la
sobre esta técnica de intervención, pero den generar en el paciente habilidades adecua- técnica de inoculación del estrés en pacientes
se recomienda remitirse a Bruscia (1997) das de afrontamiento, como la modificación de
y a Davis (2006).
prequirúrgicos.

Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia - Volumen 3 / Número 3 / julio-diciembre 2006
Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas 95

Las Redes de apoyo, los cuidadores y Por tanto, en el proceso de hospitalización tan-
otras variables to el paciente pediátrico como su familia deben ser
considerados el centro de atención, de tal manera
La familia, específicamente los padres como los
que el personal sanitario vele por el bienestar y sea
principales cuidadores de los niños, tienen un pa-
un facilitador para el ajuste de los pacientes y su
pel fundamental en el afrontamiento por parte del
sistema familiar (Montoya, 2002).
niño en su etapa de hospitalización, específicamen-
Por su parte, Fernández y López (2006), me-
te en su estado de ansiedad, temor o angustia. Adi-
diante su estudio con 85 niños hospitalizados y
cional a los factores genéticos como determiantes
sus padres, demostraron que la transmisión de
en la adquisición de trastornos de ansiedad en los
las emociones y los miedos entre padres y niños
niños, hay relación e influencia por parte la familia
durante la hospitalización infantil es evidente.
en aspectos como la funcionalidad de sus relacio-
Asimismo, destacan la influencia de otros factores
nes, la sensibilidad de la madre durante los pri-
como la edad, las fuentes de tensión5 y las expe-
meros años, el conflicto matrimonial, las relaciones
riencias de hospitalización del niño anteriores, en
entre hermanos, las pautas de crianza y las creen-
la presencia de miedos, temores y comportamien-
cias que los padres transmiten a sus hijos (Bogels y
tos ansiosos. Al respecto LaMontagne, Hepwor-
Brechman, 2006; Warren y Simmens, 2005).
th, Salisbury y Riley (2003) relacionan la variable
Puesto que los padres son los cuidadores de los
optimismo en los padres con la recuperación y los
niños hospitalizados, en la mayoría de los casos su
comportamientos del niño, antes y después de la
estado emocional, sus preocupaciones y sus creen-
experiencia quirúrgica. Por tanto, el estado emo-
cias pueden repercutir en la reacción del niño en
cional de los padres, sus comportamientos ansio-
proceso de hospitalización. Montoya (2002), en su
sos y la calidad de la relación paternal son factores
estudio realizado con los niños hospitalizados y
que influyen en el estado emocional y estabilidad
sus cuidadores en la unidad de cirugía ambulatoria
en el niño durante su periodo pre y poshospita-
del Hospital General Universitario de Valencia, se
lario.
refiere a las variables clínicas en relación con la
Por su parte, Rappe, Abbott, y Lyneham,
satisfacción de los padres con la información que
(2006) destacan la importancia de la bibliotera-
reciben sobre la hospitalización de sus hijos, con
pia para los padres, a fin de reducir la ansiedad en
la atención del personal médico sanitario y con la
los niños hospitalizados, por medio de la orienta-
infraestructura del hospital y la unidad pediátrica.
ción con material escrito. Este estudio, realizado
Al respecto, el autor concluye que frente a la
con 267 niños y sus padres, demostró que un 15%
información y satisfacción de los cuidadores du-
más de niños redujo su nivel de ansiedad luego
rante la experiencia de hospitalización de sus hi-
de 12 a 24 semanas. Es decir, el uso de material
jos, los padres expresan la necesidad de ser mejor
escrito permite orientar a los padres y contribuir
informados sobre la enfermedad, y a su vez indi-
a la disminución de la ansiedad y los temores en
can que en cuanto a la satisfacción en relación
el menor. La investigación de LaMontagne, He-
con la infraestructura, ésta podría ser mejorada
pworth y Salisbury (2001) permite concluir que
en las salas de espera, recomendando incrementar
los estados emocionales de los padres son indi-
la privacidad y la comodidad de las mismas. En
cadores importantes del estado emocional de los
torno a la ansiedad de los padres, Montoya con-
niños y, por consiguiente, de su percepción del
cluye que el mayor nivel de estrés y ansiedad de los
dolor, es decir, del componente subjetivo de dolor
cuidadores sucede el día anterior y el mismo día
a partir de datos recolectados con la Spielberger’s
de la intervención, por tanto, sugiere incluir en los
State–Anxiety Scale (escala de ansiedad estado de
programas de preparación a los padres y la familia
Spilberger) y la observación mediante una escala
como apoyo y modelo para el afrontamiento de
para medir la intensidad del dolor.
la situación por parte del niño y como estrategia
Asimismo, intervienen factores relacionados 5
de apoyo para que la familia supere la preocupa- Fernández et al. (2006) identificaron
con la actitud del personal hospitalario, como las que las principales fuentes de tensión se
ción y el miedo de someter a una intervención a
enfermeras y los profesionales que están en contac- referían a los miedos frente a la muerte
un menor. y a las lesiones corporales.

Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia - Volumen 3 / Número 3 / julio-diciembre 2006
96 Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas

to directo con el niño hospitalizado. Board (2005), en la conducta negativa poshospitalaria o en la


en su estudio sobre las percepciones de niños du- predisposición de los niños respecto a la hospita-
rante su estancia en el hospital mediante dibujos, lización, especialmente cuando han estado en cui-
destaca la importancia de reconocer la sensibilidad dados intensivos durante varios meses. Entre los
que los niños tienen frente a los comportamientos factores identificados se encuentra la edad, el esta-
del personal de la salud y, sobre todo, no descono- do civil de la madre y la relación madre–hijo. Es-
cer los sentimientos del menor. tas variables, al ser identificadas tempranamente,
Al mismo asunto se refiere un estudio realiza- pueden facilitar una posterior intervención (Small
do en el National Health Service en el noreste de y Melnyk, 2006).
Inglaterra, que identifica las percepciones sobre las En consecuencia, para efectuar una evaluación
necesidades paternales de los niños hospitalizados e intervención de impacto a fin de hacer más lle-
que tienen a los padres y al personal que cuida vadera la estancia de los niños en el hospital y dis-
de ellos durante la admisión hospitalaria, permi- minuir sus niveles de ansiedad, es indispensable
tiendo mejorar la prestación del servicio en salud conocer las variables sociodemográficas, clínicas
(Shields, Hunter y Hall, 2004). y psicológicas, tanto del paciente pediátrico como
Estos factores en los cuidadores, el personal de de los cuidadores, y a la vez, se han de conocer
salud y en las redes de apoyo como la familia y la es- los factores relacionados con los recursos físicos y
cuela, pueden tener repercusiones en la recuperación humanos que están presentes durante la estancia
y las consecuencias poshospitalarias en los niños, en el hospital por parte del niño.
como lo enuncia Chiron, Charnay, Martin y Verg- Como se puede apreciar en este artículo, y a
nes (2006), en la investigación realizada con niños partir de la revisión bibliográfica realizada en las
que padecieron un accidente de tránsito en carretera diferentes bases de datos electrónicas (Ver Anexo
y luego de un año fueron evaluados, encontrando 1) y su respectiva depuración, los principales te-
la presencia de ansiedad, desórdenes en el sueño y mas en que se ha focalizado la investigación sobre
temores. El autor asocia estos datos con la influen- la ansiedad y los miedos en los niños durante su
cia de factores como el tiempo de hospitalización, la estancia en el hospital son básicamente la elabora-
duración del cuidado, el ausentismo a la escuela, el ción y adaptación de cuestionarios; los programas
número de consultas médicas y el dolor o la severi- psicoeducativos; las diversas técnicas de interven-
dad de la lesión. Al respecto, Cohen, Blount, Cohen, ción; las variables cognitivas, emocionales, históri-
y Johnson (2004) concluyen que el dolor está alta- cas y familiares, tanto del niño como del cuidador;
mente relacionado con la ansiedad infantil. los factores situacionales y los relacionados con
Según una investigación realizada por Oligari el recurso humano involucrado. Lo que permite
et al. (2006), además de los factores medioam- afirmar que las investigaciones en este campo pre-
bientales y familiares que pueden estar presentes tenden aportar criterios teóricos y prácticos que
en la adquisición de miedos y comportamientos permitan mejorar las condiciones para una mayor
ansiosos en los niños, el factor genético es un an- adaptación y superación del niño hospitalizado y
tecedente que influye en la variación individual de su familia.
los trastornos de ansiedad generalizada, pánico,
fobia social y ansiedad por separación. Los resul- Conclusiones
tados fueron obtenidos a partir de la aplicación del
Las conclusiones de la presente revisión se han or-
Scared (Screen for Child Anxiety–Related Emo-
ganizado en tres partes fundamentales: primero, se
tional Disorders Questionnaire), en 368 gemelos.
puntualizará en los principales temas que se han
Por tanto, los resultados de esta investigación apli-
trabajado en los últimos cinco años; segundo, se
cada en niños no considerados pacientes pediátri-
trazarán los aspectos que son de relevancia para la
cos puede orientar la investigación e intervención
investigación en esta área y que aún no han sido
en este campo.
profundizados; y tercero, se planteará si es rele-
Por otra parte, se han identificado variables de-
vante o no la intervención del psicólogo en este
mográficas y clínicas que pueden estar presentes
campo de actuación.

Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia - Volumen 3 / Número 3 / julio-diciembre 2006
Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas 97

La revisión bibliográfica realizada en las princi- pital, de Ortigosa, Méndez, Quiles y Pedroche
pales bases de datos, como se describe en el anexo (1998); la Escala de Afecto–Estados de Ánimo, de
1, permitió puntualizar los ejes temáticos en los Sánchez Canovas (1994); el cuestionario Coping
que se ha focalizado la intervención del psicólo- Strategy Indicator (CSI), de Amirkhan (1990); la
go en los hospitales, más específicamente en la escala de Locus de Control de la Mejora de los
atención a los niños hospitalizados por un periodo Niños Par Padres (Chils Improvement Locus of
corto. Uno de los ejes temáticos se relaciona con Control Scales) (CILC), de Devellis et al. (1985,
la creación y adaptación de escalas o cuestionarios 1988, 1993); la Tasa Cardiaca Antes y Después de
orientados a la identificación de los miedos en los la Intervención Quirúrgica; la Entrevista Cogni-
niños, sus preocupaciones, su nivel de ansiedad tiva; y la Observación Conductual, entre otras.
y la de sus padres, sus experiencias anteriores de El segundo eje temático en el que se ha cen-
hospitalización, los aspectos básicos de su perso- trado la investigación, y que se relaciona con el
nalidad, los factores situacionales y demográficos anterior, ha sido la evaluación de las variables am-
involucrados, la percepción de sus padres o cuida- bientales que rodean al niño, incluyendo el factor
dores. Los anteriores elementos permiten medir, material, como el ambiente físico, y el factor hu-
evaluar, corroborar y soportar empíricamente la mano, como el personal sanitario y de apoyo. Es-
investigación, las necesidades y los servicios des- tos factores son evaluados para determinar de qué
tinados hacia el paciente pediátrico. manera contribuyen o no en la estancia adecuada
A continuación se nombrarán algunos de los del menor en el hospital y establecer propuestas
más utilizados en este campo: la escala FSSC–R para el mejoramiento.
(Fear Survey Schedule for Children Revised; Un tercer eje encontrado ha sido la creación
Ollen–Dick, 1983), versión revisada del FSSC e implementación de programas y técnicas
(Fear Survey Schedule for Children), Scherer y psicoeducativas, a fin de disminuir el miedo, el
Nakamura (1968); la Escala de Apreciación de temor y el nivel de ansiedad en los niños. Algunas
Miedos al Hospital (EAMH), de Relamed y Siegel de las técnicas implementadas se basan en la
(1975); el Cuestionario de Miedos Hospitalarios pedagogía hospitalaria, en la organización de aulas
Infantiles, de Aho y Erickon (1985); el Cuestio- hospitalarias y en la formación en promoción y
nario de Miedo Hospitalario, de Roberts, Wur- prevención para los niños no hospitalizados, los
tele, Boone, Gunther y Elkins (1981); el CPCT hospitalizados, el personal sanitario y los padres
(Cuestionario de Preocupaciones Sobre la Cirugía o cuidadores. Otras de ellas parten de conceptos
Infantil); la Escala de Apreciación de Miedo al teóricos claros para disminuir los niveles de ansiedad
Hospital (EAMH), de Melamed y Siegel (1975); mediante la inoculación del estrés, la relajación, le
la Escala de Ansiedad Infantil (AI), de Sosa et al. reestructuración cognitiva, el entrenamiento en
(1993); el Spielberger’s State–Anxiety Scales, (Es- habilidades para el afrontamiento, el autocontrol, la
cala de Ansiedad Estado de Spilberger); el Screen expresión de sentimientos y la aceptación, apoyadas
for Child Anxiety–Related Emotional Disorders en procedimientos lúdicos terapéuticos como las
questionnaire (SCARED);el Posthospital Be- ludotecas, los juegos, los doctores clown, el arte, la
havior Questionnaire (PHBQ), de Vernon et al. música, la terapia asistida con animales, los cuales
(1966); el Cuestionario de Autoevaluación Ansie- pueden facilitar la adquisición y acomodación de
dad–Estado Rasgo en Niños (STAIC), de Spiel- nuevos conceptos en el niño y contribuir a un
berg et al. (1973); el Children`s Manifest Anxiety mejor aprendizaje . Estas técnicas, que parten de
Scale for Chilren (CMAS), de Castañeda (1956); la lúdica como estrategia, pueden facilitar a su
el General Anxiety Scale for Children (GASC), vez la estancia del niño en el hospital, haciéndola
de Sarason et al.,(1960); la Escala de Observación más familiar y amena, y en consecuencia, menos
de Estrés Posquirúrgico (EODP), de Gonzalez estresante e incómoda.
y Montoya (2000); la Escala de Observación de Como se puede notar, estos ejes temáticos en-
Aparición de la Ansiedad, de Relamed y Siegel globan los principales factores que se han desa-
(1975); la Escala de Observación para el Hos- rrollado en torno a la investigación e intervención

Revista de la Facultad de Psicología Universidad Cooperativa de Colombia - Volumen 3 / Número 3 / julio-diciembre 2006
98 Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas

en el campo de la hospitalización pediátrica, espe- mental del niño. Este punto está dirigido a
cíficamente para estancias cortas, procedimientos profundizar sobre los aspectos positivos, con-
médico–quirúrgicos y enfermedades no relaciona- traproducentes y por mejorar de las diferentes
das con patologías como cáncer, asma, diabetes, formas de hospitalización –con o sin ingreso–,
entre otras. la forma de aplicación de ciertos procedimien-
Al realizar la revisión bibliográfica inicial se tos y su influencia en el estado del infante.
encontraron 456 registros a partir de 1948 hasta 4. La medición y evaluación fisiológicas de los
2006. Al ser depurada se encontraron 57 referen- beneficios físicos y su pronta recuperación, a
cias útiles para ser consultadas, tanto por el año de partir de la disminución de la ansiedad y la
publicación como por la relevancia de su conteni- intervención psicológica en el niño. Este pun-
do, de manera que se puede deducir que las inves- to se basa en la demostración de la eficacia
tigaciones en este campo no son muy extensas y, de la intervención, no sólo en la dimensión
por tanto, es un campo que se puede seguir explo- cognitiva y emocional, sino principalmente
rando y del cual queda bastante por investigar. en la dimensión física (fisiológica), en lo que
A partir de la revisión bibliográfica realizada y respecta a su recuperación y en el tiempo de
de los comentarios y orientaciones recibidas por duración.
el doctor Juan Manuel Ortigosa Quiles, profesor 5. Creación, adaptación y baremación de prue-
de la Universidad de Murcia, reconocido en va- bas. Este punto es esencial en un proceso de
rias investigaciones relacionadas con el tema y con diagnóstico e intervención. Es claro que los
amplia experiencia en este campo, se pueden es- cuestionarios utilizados en diferentes inves-
tablecer los siguientes puntos como orientadores tigaciones no tienen aún adaptación a la po-
para futuras investigaciones: blación española ni suramericana, específica-
mente la colombiana. Por tanto, es prioritario
1. Evaluación del impacto y la eficacia de las téc- generar escalas dirigidas a la población pediá-
nicas de apoyo implementadas en los hospita- trica colombiana que puedan suplir las dife-
les para pacientes pediátricos de corta estan- rentes necesidades ante las diversas proble-
cia. Este primer punto es fundamental porque máticas y topologías que presenta este grupo
permite dar validez a los aportes y las acciones poblacional. En consecuencia, en este punto
de muchas ONG, fundaciones y varias enti- se incluye la necesidad de adaptar técnicas y
dades que se dedican a apoyar de manera casi programas en Colombia y Suramérica en la
voluntaria esta causa, a partir de los payasos, evaluación y en el tratamiento.
la música, el arte, entre otros, que parecen ser 6. Perfilación y selección. Este aspecto se refiere
funcionales, pero no hay una medición válida a la necesidad de crear perfiles y manuales de
y objetiva al respecto. procedimiento guías para el personal encar-
2. Mejoramiento de factores relacionados con la gado del trabajo en el campo de la Psicología
comunicación eficiente entre el personal sa- en los hospitales, en los que se establezcan los
nitario, el paciente y sus padres. Este punto procedimientos y límites del profesional.
es clave por la orientación que puede aportar 7. Promoción de las habilidades de afrontamien-
al niño y a su familia respecto a lo que está to y pedagogía en temas relacionados con los
sucediendo y sucederá. Esto podría disminuir niños no hospitalizados. Este punto puede es-
la ansiedad causada por el desconocimiento tar centrado en la escuela mediante módulos
de la situación futura y la preocupación por de formación adicional.
la estancia del niño. Es un factor fundamental 8. Temas relacionados con la caracterización de
en la predisposición del menor, su estado de los niños que tienen mayor capacidad y resi-
ánimo y la forma como asuma la situación, así liencia de los más vulnerables.
como la de sus padres.
3. Las repercusiones de la hospitalización en Estos ocho puntos constituyen las posibles
el estado emocional, cognitivo y comporta- propuestas de temas que se podrían desarrollar e

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Ansiedad y miedos en niños ante la hospitalización.Investigación, intervención, programas y técnicas 99

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