Está en la página 1de 5

CONCIENCIA PARA EL FUTURO

Me gusto y lo comparto...hermoso y muy cierto!!


RENACER
Mi nombre es Verónica y esta es la historia que cambio mi vida.
Me case joven y enamorada,
Tuve dos hijos y si eres mujer y me estas leyendo comprendes que los hijos lentamente te
roban la hermosura, no me quejo, mis diablillos son lo mas bello de mi vida, pero era difícil
verme al espejo y descubrir que los años estaban sepultando a la mujer loca atrevida y
soñadora que fui alguna vez.
Mi esposo siempre bromeando con mi peso destruyendo mi autoestima y lentamente se
convertía en un patán que mas de una ves maldije y quería se fuera de mi vida, pero tenía la
esperanza de que volviera a ser el hombre del cual me enamore.
Miles de dietas y clases interrumpidas de zumba no eran la solución por que antes que mujer
era madre y los hijos demandan una atención que te pone entre la espada y la pared.
El nunca estaba con nosotros, a veces llegaba borracho y medio me complacía, pero sin la
misma intensidad, yo trataba de atraer su atención, pero para su gusto ya no lograba
complacerlo.
Mis amigas me daban los consejos clásicos : déjalo tu vales mas, pero yo tenía miedo, tanto
miedo a la soledad, al rechazo, a batallar sola, pensaba en mis hijos, en su bienestar, mi vida
atravesaba un infiero que solo yo podía ver y tenía que resistir.
Hasta que en su celular le encontré esos mensajes, si, lo sé , estuvo mal, pero su distancia
era mucha, su tiempo para el teléfono mucho y a mi me carcomía la duda y el celo.
Ella le escribía cosas obscenas, él le respondía de la misma manera, también encontré fotos
de ella, era hermosa, de buenas formas y mucho mas joven que él y yo, esa mujer sacaba esa
parte de mi marido que hacía mucho tiempo yo no podía encontrar.
quise despertarlo, quise gritar, pero era de madrugada, me senté en la mesa y prepare un
café, tenía que pensar bien lo que haría, primero me sentí furiosa por que él era infiel,
después empecé a culparme por que sentía que yo lo orillé, me fui a dormir,no le dije nada,
quería recuperarlo, tenia que regresarlo a mi lado.
Esa tarde le pedí a mi mamá que cuidara a los niños, prepare una cena, puse incienso y
música romántica de un disco que el mismo me editó , me puse un liguero que no me quedaba
bien, me planche el cabello y lo esperé, necesitaba hacerlo, tenía que seducirlo.
Díez de la noche su hora de llegada y no llego, las velas se acabaron y el disco dio tres
vueltas y el no apareció, empezó a darme frío, me puse ropa mas cómoda y pasando la 1 am
llego muy ebrio, se burló de mi disco y de mis velas y me llamó vieja, lo tomé de la mano y me
soltó, me desnude rápido, tenía que enseñarle mi lencería pero solo me miró, se dió la vuelta y
se tiro en la cama diciendo: házmelo pues...
Me sentí tan mal, tan tonta tan sucia, tome mi ropa y me fui de ahí, el me gritaba pero su
borrachera era tanta que no pudo seguirme, corrí y tomé las llaves de mi auto, me fui al único
bar que estaba abierto.
Me sentía destruida, tenía que tomar algo y llorar, había poca gente, pedí una margarita,
camine a la rockola y busque algunas canciones de despecho, escuche a unos idiotas en la
mesa contigua diciendo: mira una madre luchona, me dió rabia, caminé de vuelta a mi mesa y
comencé a tomar, mis lágrimas escurrían y pensaba:
en otros tiempos miles de caballeros rodearían mi mesa ofreciendo una bebida, pero esa
noche sólo quedan las ruinas de la mujer que alguna ves fui.
Pensaba en todo lo que pasaba en mi vida, simplemente quería correr y dejarlo todo, le pedí a
Dios que me ayudara, cuando un vaso con vodka fue puesto en mi mesa y frente a mí se
sentó un hombre algo extraño, vestía de negro, tenía un vodka en su mano y me dijo: mucho
gusto mi nombre es Daniell y puedo ayudarte.
Yo lo miré y me quedé sorprendida, le dije: no gracias soy casada, y baje la mirada,
Pero el no se fue, y me dijo lo sé y se por lo que estás pasando, llámalo suerte o destino, pero
estaba a punto de irme cuando pude leerte, y me di cuenta que necesitabas un poco de
ayuda.
Levante la mirada y le dije:
¿Leerme?
Él sonrió y me dijo, madre engañada, autoestima perdida con ganas de huir de la vida y
preocupada por que hacer de almuerzo mañana.
Dime, ¿Cuando lo descubriste?
Me quede sorprendida, ¿Tan obvia soy?
Su plática era agradable y no se veía ninguna intención, entonces le dije y según tu como me
vas a ayudar.
El sonrió y me dijo soy mago, yo lo mire escéptica y le dije: vete con tus trucos baratos, el
sonrió de nuevo y dijo:
¿Baratos?
Vale, hagamos algo, muéstrame una foto de tu esposo, hijo e hija y te los voy a describir tal
cual y si lo logro sin fallar me dejarás ayudarte.
Lo dude un minuto pero se veía tan convencido que decidí hacerlo, si fallaba me podría reír de
este payaso en su cara, saque mi celular y se los mostré y para mi asombró me dijo
exactamente todo sobre ellos.
Sorprendida pero tranquila le dije: señor mago tiene mi atención.
Entonces empecé a contarle sobre mí , el me escuchó con atención, cuando terminé de hablar
me dijo:
Bien, vamos a reparar tu vida.
¿De acuerdo?
¿Es usted psicólogo o algo?
El sonrió y dijo:
Solo soy un extraño que te va a revelar el mundo con otros ojos y para eso deberás seguir mis
instrucciones sin chistar y sin contradecir y en exactamente dos meses tendremos un
resultado.
¿De acuerdo? Y extendió su mano,
Yo dije que si con la cabeza, entonces estrecho mi mano fuerte, me miró a los ojos me dijo:
A partir de este momento no vas a poder llorar, vamos a recuperar a la chica linda que esta
dentro de tus ojos.
Escribió su número y lo puso en mi mano diciendo : ve a casa a descansar muy bien, cuando
todos se vallan me mandas un mensaje y te daré instrucciones, dió un último sorbo a su trago
y se fue.
Llegue a casa y él estaba dormido en el sillón roncando medio desnudo, así que lo cobije y me
fui a la cama, desperté y él estaba con una maleta lista, me dijo que ya no me quería, me
pregunto que a donde me había ido anoche, que si tenia un amante.
Yo no dije nada, no podía llorar, el se enojo de verme seria y fría, me hecho en cara a su
amante y se burló de mi cuerpo, tomo su maleta y me dijo que tenía una vida feliz esperándolo
a lado de ella, dio un portazo y se fue. Tomé mi teléfono y llamé a Daniel y le dije:
¿Que me hiciste? Quiero llorar
El sonrió como si no pasara nada y me dijo digamos que guarde tus lagrimas. Qué pasa,
pregunto.
Le conté todo, me dijo déjalo irse, cada quien elige su destino, el de él es perderse en una
relación de arena y el tuyo será ¿Renacer!
Primero vamos ver los estragos del terreno, quiero que vallas al baño y tomes algunas fotos
de tu cuerpo y las veas con calma, no te alarmes no las veré solo quiero que las veas tu,
después las borras.
Al principio me sentí incomoda pero me animé y lo hice, las tomé de varios ángulos, muchas
no me gustaron pero otras si.
Comprendí que aunque el tiempo pasó aun tenía un poco de mí, me sentí hermosa, de alguna
forma me di cuenta que no estaba tan pérdida, sí, me faltaba un poco de trabajo en algunas
zonas pero aun tenía cierta belleza íntima.
Borre las fotos, mi entusiasmo estaba arrib, le marque, Daniell y pregunto:
¿Te gusto lo que viste?
Dudosa le dije pues más o menos, el sonrió, y dijo:
Bien pues hagamos que te guste.
Recuerda, cuándo nosotros nos gustamos le gustamos a los demás.
Ahora quiero que vallas a tu armario y tires la ropa vieja y todo lo que ya no usas.
Fuí a mi armario, de verdad tenía ropa que ni me quedaba y guardada para cuando me viera
mas flaca, ropa que estaba gastada, entonces comprendí que tenía mucho sin comprarme
nada, que todo lo que había en el armario era ropa que tenía por el miedo a sentirme mal por
gastar dinero en mi.
De nuevo sonó el teléfono, era Daniel diciendo:
Con el paso de los años y los hijos nos olvidamos de nosotros mismos, las fotos que viste son
la imagen que solo tu pareja ve en la intimidad y es tu tesoro más grande.
La vida va dejando marcada una historia en cada uno de nosotros, pero nos gusta vivir en el
pasado aferrados y a veces enamorados de recuerdos, olvidamos que nuestra autoestima es
una plantita que debemos regar día a día.
Y al igual que en nuestro jardín esa plantita debe mantenerse sana y hermosa y eso es
respesponsabilidad nuestra, de nadie más .
Es hora de empezar un poco de jardinería, debemos levantar esa autoestima y aprender que
lo que para los ojos de otra persona no es bonito, para los de otras puede ser lo más hermoso.
Busca tu mejor ropa, arréglate, maquíllate, deja salir esa mujer que tiene mucho tiempo
encerrada dentro de ti y me escribes al terminar.
Entendí muchas cosas, me vestí con mi mejor ropa, esa que yo decía la usaré para salir a
lugares importantes, me maquillé y me veía hermosa como cuando salía de fiesta, de pronto
me pregunte:
¿Por que no vestía siempre así?
¿En que momento decidí que esta ropa solo la usaría para salir a reuniones importantes?
Sonreí, hacia mucho que el espejo no me sonreía.
Le mande un mensaje a Daniell y le dije:
Debo ir por mis hijos.
El me dijo: antes de recoger a tus hijos debes cumplir una meta, quiero 5 comentarios de que
te ves bien, así que ve a ser madre pero no olvides también ser mujer.
Solo le mandé una carita apenada y me fui.
Durante el trayecto las cosas parecían diferentes, era como si el mundo brillará de nuevo,
llegué a comprar unos jugos para mis hijos y un señor del comercio me dijo que me veía muy
bien, así paso en la gasolinera y en el estacionamiento, el directo de la escuela, también dijo
algo halagador y hasta un borrachito de la calle dijo: ¡wow!
Mis hijos estaban asombrados al verme,
era increíble como veía a las demás mamás desarregladas y con cara de " ya no soporto mi
vida" y me pregunté :
¿Así me veía yo?
Llegamos a casa, mis hijos comían cuando sonó el teléfono, era Daniell y le dije emocionada :
misión cumplida.
Daniell me dijo:
Entonces dentro de tu posibilidades hay que salir de compras, maquillaje, ropa y vamos a
comenzar una dieta, es hora de que empieces a preocuparte por ti.
Daniell tenía razón, me enfocaba tanto en ellos que exageraba y lentamente perdí ese
pequeño tiempo que me daba para mí.
Fui de compras y por primera ves no me dolió, no sentí remordimiento en gastar en mi, llegué
a casa, hice la cena compartí con mis hijos, hicimos tarea de alguna forma logré sentirme
contenta.
Eso me ayudo a que mis hijos estuvieran mas tranquilos y unidos.
Cuando llego la noche y se fueron a dormir, Daniell llamo y me dijo:
¿Qué aprendimos hoy?
Y Le dije todo lo que reflexioné
Muchas veces confundimos ser madre con renunciar a nuestra vida, sin darnos cuenta que
todo es un entorno, nuestra vida es como un reloj, todo el mecanismo debe estar funcionando
y a todo el mecanismo se le da mantenimiento.
Funciona así, si tú estas bien, están bien tus hijos, si tus hijos y tú están bien, estará bien tu
matrimonio y si tu matrimonio esta bien, estarás bien tú.
Me dijo: No te abandones nunca, los hijos son una recompensa de la vida, no un pago que
debas hacer por ellos.
Tú debes seguir creciendo como mujer y como persona, por que tú guías los pasos de ellos.
Eres la pieza mas importante del ajedrez, recuerda el rey no es nada sin la reina.
Antes de hacer cualquier cambió en tu vida debes reencontrarte y amarte y darte una nueva
filosofía de vida.
Si tu misma crees en tu brillo los demás lo verán.
Pasaron los días, empecé a perder peso, la ropa nueva y el maquillaje me hacían verme al
espejo y amarme, La vida empezaba a sonreírme,
Daniell seguía poniéndome metas pequeñas que se me hacían fácil cumplir.
En dos meses baje considerablemente de peso, mi autoestima subió, mis hijos me veían con
un brillo diferente y por que no, hasta empezaron a haber pretendientes.
Daniell me llamo y me dijo: Estoy a punto de cumplirte mi promesa, esta tarde quiero que
alguien cuide de tus hijos iré a verte, quiero que hables con alguien.
Encargué a mis hijos y esperé a Daniell arreglada, llegó y se sentó en el sillón, me miró y
sonrió diciendo:
¿Como te sientes?
Es hora de cerrar tu historia.
Me tomó de la mano y me dijo: cierra los ojos, quiero que hables con alguien, al abrirlos había
un espejo frente a mí.
Ahora dile todo, me miré a mi misma y dije:
Perdóname, por tanto abandonó, por olvidarme de tí, de tus gustos, de tu sonrisa, de
comprarte ropa y hacerte ver bonita, por refugiarme en el llanto, por dejar que te humillaran,
por maldecirte tantas veces y por permitir que el tiempo te maltratara.
Dame la oportunidad de demostrarte que aprendí a ver la vida diferente, que ahora soy mujer
y madre y que jamás te dejare caer de nuevo...
Daniell presionó mi hombro y empecé a llorar mucho, pero no era de tristeza, era de felicidad.
Por primera ves en muchos años me sentí desahogada y triunfadora, me sentí mujer.
Daniell se despidió y me dijo:
Ahora todo lo demás esta en tus manos, puedes tomar decisiones y lo mas importante, ahora
tienes un nuevo amanecer en tu vida.
Te felicito, tu planta volvió a dar frutos a la puerta.
Y se fue, pasaron los meses, no solo mi autoestima estaba arriba, mi trabajo daba frutos y mis
hijos me veían con orgullo, mi ex esposo aprovechaba para pedirme volver cada ves que
venia por mis hijos, pero sinceramente yo ya no quería volver.
Por primera ves en muchos años me sentía amada por la vida y no me quise comer mi vida en
10 minutos, quise buscar a Daniell para darle un abrazo por devolverme mi vida, pero ya no lo
encontré.
Un día pasaba por una librería y miré su foto en un libro llamado relatos de Ángel medina y lo
compré, en ese momento no sabia que me deparaba la vida, si volvería con mi esposo o si me
enamoraría otra vez pero lo que si tenia claro era que había vuelto a ser mujer...
¿Llegaste hasta este punto?
¡Pues te felicito!
Porque se que esta historia te hará cambiar un poco tu manera de verte.
Autor: Ángel Medína.

También podría gustarte