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04/Octubre/2016
[En MÉNDEZ, José L. - Coordinador. Los grandes problemas de México, XIII. Políticas públicas. COLMEX.
Pp.411-446]
La autora desarrolla un diagnóstico del estado de las organizaciones de la sociedad civil en México con
respecto a su interacción con el Estado y la sociedad civil; con el primero en lo que respecta a su
interacción en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas y con la sociedad civil
como beneficiaria de sus actividades tanto como determinante de un buen porcentaje de sus habilidades
operativas y de financiamiento.
Tapia describe y caracteriza la fragilidad a la que están expuestas las organizaciones no gubernamentales
en el actual sistema gubernamental al mismo tiempo en que presenta sus potencialidades en un
momento histórico como el nuestro, en el cual la sociedad civil se ve más interesada en cambiar las
estructuras mediante las cuales accede a determinados bienes y servicios, ya sea por sus convicciones o
necesidades.
I. Contexto nacional
A partir de la década de los noventa, con las transformaciones políticas derivadas de la globalización, la
observación de la comunidad internacional y los movimientos sociales previos, en México los
mecanismos de representación ciudadana cambiaron de manera importante.1 Durante la llamada
transición democrática -o mejor dicho el relevo del partido en el poder- la sociedad civil se entendía
1
TAPIA, Mónica. Organizaciones de la sociedad civil y políticas públicas en Los grandes problemas de México,
XIII. Políticas públicas. El Colegio de México.
como protagonista del debate público y pretendía posicionarse como un sector en crecimiento e
influyente en las políticas y la transición democráticas. Desde ese momento y hasta la actualidad las OSC
no han conseguido consolidarse como agentes políticos relevantes, en primer lugar, por su acceso
restringido a los recursos públicos, condición que limita su participación en la construcción de políticas
públicas, así como la baja esperanza de consolidación legal y su irregular distribución en el territorio
nacional.2
Se pueden ubicar tres tendencias que han confluido a crear un sector de OSC diverso y plural en México,
dividido por el propio marco legal, su financiamiento y, sobre todo, el origen histórico y las diferencias
ideológicas:
1. El sector asistencial, con sus orígenes en las instituciones surgidas de la Iglesia y sus benefactores
desde la Colonia.
2. El sector de las organizaciones sociales, surgido durante el régimen posrevolucionario, sirvió
para canalizar beneficios públicos según una lógica clientelar. Estas organizaciones dependieron
únicamente de los recursos gubernamentales y sus conexiones políticas, intercambiando votos
y control político por apoyos del gobierno.
3. El sector de las organizaciones civiles y de promoción del desarrollo, originadas en los
movimientos y causas populares de los años sesenta y setenta. Reivindicaron los principios de
solidaridad y justicia social, oponiéndose al asistencialismo y la caridad, se sostenían por el
financiamiento internacional, que a mediados de los noventa se fue reduciendo sin que otras
opciones de financiamiento estuvieran disponibles. 3
Ej. Un importante sector de la sociedad civil organizada que respaldaba a la alternancia como garante
de una sociedad democrática, ante la falta de espacios de participación y condiciones para la misma,
se vio en la necesidad de incorporarse a los partidos de la oposición al monopolio priísta en las
elecciones de 2000 para posicionar sus intereses en las agendas legislativas.
Las organizaciones de la sociedad civil contemplan los ámbitos en que los ciudadanos y los
movimientos sociales se organizan en torno a determinados objetivos, grupos de personas, o temas
de interés.4 Juegan un rol fundamental en permitir que las personas reclamen sus derechos, en
2
Op.cit.
3
Op. cit.
4
Instituto PYME, México en colaboración con Secretaría de Economía. Consultado el 03/10/2016 en
http://mexico.smetoolkit.org/mexico/es/content/es/54216/Sociedades-civiles-
promover enfoques basados en derechos, en formar las políticas y asociaciones, monitorear la
implementación de las mismas y proporcionan servicios en áreas que son complementarias a
aquellas proporcionadas por los estados. 5
Tapia describe a las organizaciones de la sociedad civil a partir de cinco aspectos funcionales, los cuales
son también sus fortalezas y posibilidades de utilidad en el sistema:
Por ejemplo, vigilando el desempeño de los funcionarios públicos y ser fuente de información
independiente sobre el diseño y los resultados de las políticas públicas, como es el caso del
Observatorio para la Transparencia y la Rendición de Cuentas y Equidad o el Observatorio Nacional
Ciudadano del Feminicidio.
O tomando la defensa legal de individuos o casos para influir, por medio de las sentencias, en la
política pública y jurisprudencia, de tal suerte que ayuden a una mejor defensa de las víctimas más
vulnerables, denunciar violaciones, presionan para que se cumplan las leyes existentes y se garantice
el debido proceso. De esta forma, monitorean y establecen límites al abuso de poder y garantizan el
5
Asociación de Busán para una Eficaz Cooperación para el Desarrollo, Cuarto Foro De Alto Nivel Sobre La
Eficacia De La Ayuda. Busán, República de Corea, 2011.
6
TAPIA, Mónica. Op.cit.
Estado de derecho de un régimen democrático, como es el caso del Centro ProDH, Tlanchinollan o
el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria.
Como Change.org, que acerca por medio de peticiones electrónicas información y posibilidades de
posicionamiento ante asuntos de relevancia nacional e internacional o el Comité Cerezo México que
proporciona orientación, asesoría y capacitación para la articulación de sus demandas en
asentamientos irregulares, detenciones arbitrarias u organizaciones campesinas.
y, por último,
Sin embargo, también son evidentes los intereses de los operadores estatales por mantener la
discrecionalidad de los fondos públicos, muestra de ello son las duras limitaciones al financiamiento
estatal de las OSC, que más que una problemática de distribución del gasto público, evidencian la
tradicional relación de clientelismo con el gobierno de otro tipo de asociaciones no lucrativas. La alta
competencia por los limitados recursos financieros disponibles, la falta de acceso público y transparente
a financiamientos que permita desarrollar y profesionalizar el trabajo del personal de las OSC, y un marco
regulatorio de requisitos legales acorde a las necesidades de las mismas son las más difíciles
problemáticas a las que se enfrentan las OSC, las cuales se manifiestan como:
i. Una alta rotación de personal, atrayendo recursos humanos poco calificados y, dada la baja
remuneración, tienen pocas posibilidades de retener a su personal más experimentado y
calificado. Ésta es una enorme barrera para su profesionalización, institucionalización y
mayor impacto social.
ii. Una falta de entendimiento en cuanto a sus propósitos por el gobierno y la sociedad. No
existe un sistema de cuentas nacionales o un registro único que recoja datos actualizados
de los aportes de las OSC la economía y al desarrollo del país, cuántos beneficiarios
atienden, etc.
CONCLUSIONES
Garantizar una plena participación de las OSC en el desarrollo, monitoreo y gestión de las políticas
públicas implica un esfuerzo metodológico y administrativo para los gobiernos, sin embargo,
representaría seguridad en los beneficios para la población pues la OSC son más efectivas en sus metas
gracias al acercamiento que tienen con la población, su flexibilidad gerencial y su capacidad de respuesta
más rápida, por su estructura pueden establecer diagnósticos más precisos y diseñar contenidos más
adecuados a las necesidades de grupos específicos.7
Los límites del Estado y de las políticas gubernamentales para dar solución a las grandes problemáticas
sociales como la pobreza y vulnerabilidad, precisan de metodologías innovadoras, modelos de atención
o estrategias en servicios especializados de atención y seguimiento personalizados a los que se podría
acceder si se proponen acciones conjuntas basadas en la participación y la corresponsabilidad, y para
tales fines habría que considerar ejercicios paralelos para:
7
TAPIA, Mónica. Op.cit.
de los programas sociales, para abrir oportunidades de colaboración más efectiva, usando
recursos públicos. Es decir, una política general de trasparencia y rendición de cuentas de todos
los involucrados en el quehacer público.
3. Desarrollar capacitaciones formales para los miembros de las OSC en temas de políticas públicas
y cursos de formación de futuros profesionistas que cuenten con conocimientos en las políticas
públicas y las OSC, es decir, integrar a profesionales capacitados y con pleno entendimiento del
funcionamiento de la relación gobierno-OSC, con las habilidades necesarias para resolver
problemas y hacer propuestas valiosas.8
Hoy día la participación de la sociedad civil, constituida o no como OSC, pretende construir una acción
pública, donde las políticas públicas se fijen en conjunto, que mediante una sinergia efectiva las acciones
y políticas del gobierno contemplen en su integridad a la población y sus necesidades y aspiraciones, es
decir una auténtica democracia participativa. Para ello debe existir una contraparte de instituciones
donantes (gobierno y privados) que aporten recursos para que las OSC sobrevivan, se consoliden y
cumplan con sus objetivos, que de primera mano son mejorar la calidad de vida de la población en
general y prestarse como un control ciudadano y crítico de las instituciones.
8
TAPIA, Mónica. Op.cit.