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VS
ALEXANDER MALKOV
ORDINARIO CIVIL
ESCRITO INCIAL
Que por medio del presente escrito y en la vía de juicio Ordinario Civil,
vengo a demandar del C. ALEXANDER MALKOV, quien puede ser
emplazado a juicio en el domicilio ubicado en Quinta Avenida esquina A,
Número 318, Miramar, LA HABANA, CUBA, las siguientes:
PRESTACIONES
HECHOS
4.- Es el caso que, desde que mi menor hija nació hasta la fecha, el
demandado no ha aportado ninguna cantidad para la manutención de la
misma, se ha negado a verla y no se ha preocupado por su bienestar, salud,
educación ni estabilidad psico-emocional.
8.- Me comuniqué, con fecha 16 de agosto vía correo electrónico con el señor
ALEXANDER MALKOV, para solicitarle que se hiciera cargo de las
necesidades mínimas de nuestra menor hija obteniendo el 23 de agosto una
respuesta negativa por parte de éste, quien me dijo que me las arreglara como
pudiera ya que él se había casado, con un buen empleo y que no tenia la
menor intención de hacerse cargo de los gastos de su hija porque no le
interesaba y me amenazó con causarnos daño a la menor y a la suscrita si
intentaba presentar una demanda en su contra.
El correo, dice así:
Recibí como respuesta del 23 de agosto correo electrónico con el siguiente texto:
“Hola!
Martha, yo ya hace mucho te dije que yo tengo otra vida completamente distinta. En
verdad, yo me casé, tengo otra familia.
Yo no deseo regresar al pasado. Frecuentemente tú decías “mi hija” y siempre me lo parecía
así, que esto es así y que yo no tengo con esto ninguna relación.
Sí. Así es! Yo soy feliz, teniendo a mi familia, en la cual no hay lugar para el pasado.
Yo no puedo ni deseo viajar a México. Tú tienes todos los derechos sobre la niña. Tú
puedes educarla, asumir la responsabilidad y sinceramente no comprendo qué es lo que
quieres de mí.
Por favor, explícale a la niña que así pasa en la vida. Ella no me conoce en absoluto y yo a
ella tampoco.
Para qué atormentarnos uno al otro. Ella no es la única niña que crece sin padre. Esto es
difícil. Pero yo no quiero nada!!! Cambiar nada!!!
Entiende que esto es el final!!! Déjame en paz, por favor!!!
“La violencia familiar es aquel acto u omisión intencional, dirigido a dominar, someter, controlar o
agredir física, verbal, psicoemocional, o sexualmente a cualquier integrante de la familia dentro o
fuera del domicilio familiar, y que tiene por efecto causar daño, y que puede ser cualquiera de las
siguientes clases:
I. …
II. Violencia psicoemocional: a todo acto u omisión consistente en prohibiciones, coacciones,
condicionamientos, intimidaciones, insultos amenazas, celotipia, desdén, abandono o actitudes
devaluatorias, que provoquen en quien las recibe alteración auto cognitiva y auto valorativa que
integran su autoestima o alteraciones en alguna esfera o área de la estructura psíquica de esa
persona;
III. Violencia económica: a los actos que implican control de los ingresos, el apoderamiento de los
bienes propiedad de la otra parte, la retención, menoscabo, destrucción o desaparición de objetos,
documentos personales, bienes, valores, derechos o recursos económicos de la pareja o de un
integrante de la familia. Así como, el incumplimiento de las obligaciones alimentarías por parte
de la persona que de conformidad con lo dispuesto en éste Código tiene obligación de cubrirlas.”
Resultan aplicables al caso que nos ocupa, las siguientes tesis que en
seguida se transcriben:
Tesis: I.9o.C.175 C
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
La figura jurídica de la pérdida de la patria potestad, en la codificación civil tiene una doble
finalidad, por una parte su aplicación constituye una sanción para quien esté en ejercicio de dicha
facultad y, por otra, es una medida de protección a futuro para el menor, porque el legislador
consideró que la actualización de determinadas conductas de los progenitores o de las personas
que ejercen la patria potestad, puede poner en peligro la integridad física, mental, psicoemocional,
económica y sexual del menor o causarle algún daño en tales aspectos, cuya consecuencia debe ser
la aplicación de tal medida de carácter excepcional, pues lo ordinario es que ambos progenitores
ejerzan tal derecho; de ahí que los órganos jurisdiccionales, al conocer de estos procedimientos,
deben tomar pleno conocimiento de los hechos que se invocan como generadores de las causales
de privación mediante las pruebas que aporten las partes y las que recaben los propios juzgadores
en uso de las amplias facultades que tienen en estos casos, con la finalidad de contar con todos los
elementos que evidencien el estado integral del menor, antes de la presentación de la demanda, el
actual y las consecuencias del daño ocasionado o del peligro al que se le expuso, a efecto de tomar
las medidas pertinentes en protección del interés del menor, para que se cumpla con la doble
finalidad que conlleva esa figura jurídica.
El artículo 628, fracción III, del Código Civil para el Estado de Puebla dispone que los derechos
de la patria potestad se pierden cuando quien o quienes la ejercen realicen, entre otros supuestos,
cualquier acto que "implique el abandono de sus deberes frente a sus hijos o nietos, en su caso, de
manera tal que se pueda comprometer la vida, la salud, la seguridad, el desarrollo moral del
menor, o incluso su integridad física o psíquica". Por su parte, los artículos 315 y 317 del Código
de Procedimientos Civiles del Estado regulan lo relativo a la prueba presuncional humana, que se
presenta "cuando de un hecho debidamente probado, se deduce otro que es consecuencia lógica de
aquél". Así las cosas, cuando en el juicio respectivo se acredita debidamente el incumplimiento del
progenitor demandado de sus deberes frente a sus hijos, en lo relativo a procurar la convivencia y
proporcionar los alimentos necesarios para su subsistencia, sin causa justificada, ello trae como
consecuencia lógica la posibilidad de que se afecte su salud mental y física, puesto que no es
normal que un padre, intencionalmente, se desatienda de sus hijos y les niegue lo indispensable
para su subsistencia, amén de que tal falta de ministración de lo mínimo necesario para tal efecto,
también puede afectar la salud física del menor, quien no sólo requiere de comida y vestido, sino
también de atención médica cuando sufra alguna enfermedad o accidente, y si tales cuidados no
son proporcionados, es indiscutible que la posibilidad de que se habla se encuentra latente;
consecuentemente, el incumplimiento del progenitor de sus deberes frente a sus hijos, es posible
acreditarlo mediante la prueba presuncional humana, para que proceda la pérdida de la patria
potestad.
Amparo directo 364/2008. 23 de diciembre de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: Rosa María
Temblador Vidrio. Secretario: Ciro Carrera Santiago.
De conformidad con el artículo 444, fracción III, del Código Civil para el Distrito Federal,
procede la pérdida de la patria potestad en los casos de violencia familiar en contra del menor;
para aclarar qué debe entenderse por violencia familiar es preciso remitirse al artículo 323 Quáter,
del citado ordenamiento legal, que establece que por regla general ésta se produce por acciones y
omisiones de carácter intencional, cuando tiene como objetivo dominar, someter, o agredir física,
verbal, psicoemocional o sexualmente a cualquier integrante de la familia, y que produzca un daño
en alguno de los integrantes de la familia; de ahí que para que se actualice la hipótesis de
violencia por omisión es necesario que se acrediten tres elementos: 1) La omisión o abandono por
parte de un integrante de la familia. Éste es de carácter negativo por lo que demostrada la
existencia del deber, no corresponde probar el abandono a quien lo afirma sino corresponde a
quien se atribuyó la omisión, aportar prueba en contrario; 2) La alteración auto cognitiva y auto
valorativa que integran la autoestima o alteraciones en alguna esfera o área de la estructura
psíquica de la persona objeto de la omisión. Este elemento se presume a partir de la existencia del
deber y la omisión, como una consecuencia necesaria entre la conducta omisa y la afectación en el
integrante del núcleo familiar; y 3) El nexo causal entre la omisión y la alteración ya reseñadas.
Este elemento también es materia de prueba presuncional humana. Cabe señalar que el abandono
a que se refiere el primer elemento no se reduce a una cuestión de separación física entre hijos y
padres ni al aspecto económico o a la satisfacción de necesidades primarias, sino que engloba una
serie de aspectos de tipo moral, ético y afectivo que necesariamente influyen en el correcto
desarrollo de un niño, puesto que de conformidad con el artículo 414 Bis del código antes citado,
quienes ejercen la patria potestad o la guarda y custodia de un menor, independientemente de que
vivan o no en el mismo domicilio, están obligados a procurar la seguridad física, psicológica y
sexual, fomentar hábitos adecuados de alimentación, de higiene personal y desarrollo físico, así
como impulsar habilidades de desarrollo intelectual y escolares; realizar demostraciones afectivas,
con respeto y aceptación de éstas por parte del menor y determinar límites y normas de conducta
preservando el interés superior del menor. En consecuencia, si no se desvirtúa el incumplimiento de
estas obligaciones y como consecuencia el abandono de los menores en el aspecto emocional, se
acredita la existencia de violencia por omisión y como consecuencia de ello, la hipótesis antes
mencionada para la pérdida de la patria potestad, ya que también se surte la presunción de la
causación del daño.
Amparo directo 273/2008. 3 de julio de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López
Ramos. Secretaria: Ana Lilia Osorno Arroyo.
10.- Por lo antes narrado, es que inicio esta demanda, por así proceder
conforme a derecho.
MEDIDAS PROVISIONALES
DERECHO
Con relación a la competencia son aplicables los artículos 143, 144, 156
fracción XIII del Código de Procedimientos Civiles.
Son aplicables en cuanto al fondo los artículos 282, 302, 308, 309 bis,
311, 311 bis, 311 quater, 315 fracción sexta, 414 y demás relativos y
aplicables al Código de Civil Vigente para el Distrito Federal.
Rigen el procedimiento los artículos 255, 256, 260, 940, 941, 942 y
demás relativos del Código de Procedimientos Civiles.
PRUEBAS
PROTESTO LO NECESARIO
México, D.F., a … de septiembre de 2012