C
laudia es una niña de 8 años, vive con sus rior y retoman las valoraciones. El tiempo pasa y
padres Claudia y Salvador y su hermani-
to menor. Ellos han optado por educar a
sus hijos en colegios privados y han he-
cho un esfuerzo económico importante por matri-
cularlos en colegios reconocidos por sus resultados.
Claudia ingresó al colegio a los 5 años al grado de
transición; desde ese momento, la maestra empezó
a notar que tenía ciertas dificultades para reconocer
las letras y también las invertía, esto mismo sucedía
con los números; con dificultad se ubicaba cuando
hacían juegos en los cuales se pedían movimien-
tos a izquierda o derecha. Para este momento sus
padres fueron alertados e hicieron todo el trámite
para la valoración fonoaudiológica por la EPS.
En la cita con fonoaudiología, le indicaron a la fa-
milia que necesitaban una valoración por terapia
ocupacional y psicología para confirmar la impre-
sión diagnostica, ya que estas dificultades que pre-
sentaba Claudia podrían ser normales y acorde a
su proceso de desarrollo y madurativo. Por ello,
sus padres no prestaron mucha atención. Claudia
terminó transición y su maestra, si bien era cons-
ciente de sus dificultades, también relacionó esto
con un proceso normal de desarrollo pues la niña
mostraba grandes habilidades como el memorizar
canciones y fragmentos de textos, lo que le hacía
pensar que Claudia comprendía todo lo que ella
le decía y de igual forma, se relacionaba muy bien
con sus pares.
Al llegar al grado primero, las dificultades de Clau-
dia eran más evidentes en comparación al resto del
grupo. Por esto, su nueva maestra decide llamar a
la familia y contar la situación pues ya ha pasado el
primer periodo y Claudia no ha logrado nivelarse.
La familia entonces relata lo sucedido el año ante-
al finalizar el año su familia tiene una impresión
diagnóstica de Dislexia, sin embargo, le indican a
la familia que la niña está muy pequeña, que por
que no prueban con otro colegio más flexible; sin
embargo, sus padres se afirman en que el colegio es
muy bueno y la niña continuará allí. Claudia aprue-
ba el grado primero y para el grado segundo. Ya en
terapias fonoaudiológicas y ocupacionales, muestra
avances y su rendimiento mejora, sin embargo, sus
dificultades eran notadas con más precisión en la
asignatura de lenguaje en el proceso lectoescritor.
En el grado segundo su familia y maestra conver-
san frente al proceso de aprendizaje de la niña, y
llegan a la conclusión de que Claudia es muy inte-
ligente pero que algo pasa con su proceso lector y
escritor que ya no es normal, para este momento
luego de varias citas se confirma que Claudia tiene
“Dislexia”, por ello para su paso al grado tercero se
hace necesario que cuente con el apoyo en terapias
de fonoaudiología y ocupacional enfocadas, ya no
en un proceso madurativo, si no en un trastornos
especifico del lenguaje como la Dislexia.
Sus padres estaban muy agradecidos con el colegio
porque habían estado pendientes de todo el proceso
de su hija y ya todos los maestros conocían lo que
sucedía y estaban apoyándola. Claudia ya a sus 8
años se encuentra en el grado tercero y su maestra
quien es nueva en la institución, está un poco preo-
cupada pues ha escuchado que estos casos son muy
difíciles y no sabe cómo abordarlo en clase. Por esto
la maestra decide conversar con las profesoras que
habían tenido antes a Claudia, documentarse so-
bre el tema, conversar con la familia y acercarse un
poco más a su estudiante para conocer sobre ella y
sus expectativas para este grado. Luego de ello, al
revisar su propuesta de plan de aula decide…