Señor nuestro, Jesucristo, que enviaste a tus discípulos a todos los rincones de la tierra para llevar la

Buena Nueva,
hoy queremos darte gracias por el padre Antonio Piacentini quien, obediente a ese mandato tuyo,
iluminado por el Espíritu Santo y de la mano de María nuestra Madre,
ha llevado tu Palabra desde la Baja California Sur a lejanos lugares, haciendo de los Pequeños Hermanos
de María
un modelo de evangelización acorde a los tiempos y a cada cultura.

Gracias, Señor, porque a lo largo de medio siglo, has llenado de bendiciones con un carisma fundado en
la humildad que Tú viviste, a las incansables misioneras de la Tercera Categoría.

Gracias, Señor, porque a través de este Movimiento, la semilla que un día se sembró
hoy sigue dando frutos en abundancia, haciendo de cada uno sus miembros verdaderos apóstoles que
contagian con su dinamismo
y, de manera silenciosa -al estilo de María- mantienen encendida la luz de la fe que nos diste en el
Bautismo.

Gracias, María, estrella de la evangelización, ilumina nuestro camino de manera permanente. Sé nuestra
guía, para que desde nuestro apostolado sencillo pero siempre comprometido, sean muchos los que
lleguen al conocimiento de la verdad y, como hermanos todos, a través de la verdad del Evangelio nos
encaminemos a la casa del Padre.
Amén