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Todos los años, Warren Buffett, considerado el inversionista más hábil del
mundo, escribe una larga carta, informativa y entretenida a la vez, dirigida a
los inversionistas de Berkshire Hathaway. En la que publicó en el año 2017,
apuntaba a la que consideraba que era la causa de la destrucción masiva de
mucha de la riqueza en Estados Unidos.
Es muy sencillo. La mayoría de las personas no sabe cuánto paga por esas
comisiones. Como si eso fuera poco, saben muy poco acerca de cómo
funciona el dinero y el sistema financiero.
Según el análisis de Tony, casi dos terceras partes de los ahorros para la
jubilación pueden quedar destruidos por los abusivos cargos extra que el
inversionista promedio no sabe que está pagando. Tony nos acerca el
siguiente análisis de Jack Bogle, fundador de Vanguard, un fondo de inversión
de bajo costo:
En general, estiman que a lo largo de sus vidas pagarán USD 2.244 por
comisiones bancarias y relacionadas a las inversiones, pero la realidad es que a
“El control más importante que debes tener como inversionista es sobre ti
mismo”, decía mi padre rico.
En la escuela, los exámenes solo tienen una respuesta correcta y los errores
son siempre algo negativo. Y no existe la financiera. Incluso hoy en día,
cuando te gradúas y pasas a formar parte del mundo real, implica mucho
trabajo y dinero cambiar tu forma de pensar e instruirte para ser una persona
Una empresa gana dinero, gasta todo lo que puede y paga impuestos sobre lo
que queda. Sin dudas, este es uno de los tecnicismos legales impositivos más
importante que utilizan las personas ricas. Son fáciles de poner en marcha y no
son costosos si tienes inversiones que producen un buen flujo de efectivo. Por
ejemplo, si eres el dueño de una empresa –o creas una para poder hacer esto-
tus vacaciones pueden ser una reunión de directorio en un hermoso balneario.
La compra, el seguro y las reparaciones de tu auto, algunas cenas en un
restaurante e incluso la cuota del gimnasio pueden ser gastos de la compañía.
Cada país tiene su particularidad pero a trazo grueso hacer eso está dentro de
la ley si lo haces de forma ordenada.
El pobre gasta hasta el último centavo que tiene y no posee activos. El dinero
simplemente ingresa y se va.
En cambio, el rico usa sus ingresos y pide préstamos para adquirir activos que
trabajen para él. Tiene control sobre sus gastos y tiene el foco puesto en
adquirir o construir activos. Sus negocios pagan la mayoría de sus gastos y
tiene pocas –si es que tiene alguna- deudas personales que el flujo de efectivo
de sus activos no cubra.
La duda es cara.
Una vez que el inversor tiene estas habilidades, puede realizar un mejor
análisis de la efectividad de otras inversiones potenciales. Si la gestión parece
competente y exitosa, el inversionista se sentirá más tranquilo al invertir sus
fondos.
“Luego del control sobre ti mismo, el control más importante que hay que
tener es sobre la EOC”, decía mi padre rico. Para tener control sobre la
entidad, la oportunidad y las características de tu ingreso, tienes que saber
sobre leyes corporativas, impositivas y de la seguridad de tus inversiones.
En ese caso no tuve que pagar impuestos sobre esa venta porque pude
controlar los términos y condiciones del contrato.
Otro ejemplo: en 1989 conseguí un buen acuerdo por una casa en un hermoso
barrio de Portland, Oregon. Pagué un anticipo de USD 5.000 por un negocio
de USD 45.000. El flujo de efectivo no era muy interesante (alrededor de USD
$0 por mes en mi bolsillo), pero un año después de haberla comprado, el
mercado inmobiliario de Oregon, que había estado deprimido, comenzó a
remontar. Entonces vendí la casa por USD 95.000 y mi ganancia de capital de
aproximadamente USD 40.000 la incluí como un pago diferido de impuestos.
Luego busqué dónde colocar mi dinero y enseguida encontré un edificio de
departamentos con doce unidades al lado de la fábrica de Intel en Beaverton,
Oregon. Los dueños vivían en Alemania, desconocían cuánto valía el lugar y
solo querían sacárselo de encima. Mi oferta fue de USD 275.000 por una
propiedad que valía USD 450.000. Me pidieron USD 300.000 y llegamos a un
acuerdo. La compré y aguanté por dos años. Utilicé el mismo mecanismo para
diferir el pago de impuestos y luego vendí el edificio por USD 495.000 y
compré un edificio de departamentos de 30 unidades en Phoenix, Arizona. Al
igual que lo que sucedió anteriormente en Oregon, el mercado inmobiliario
de Phoenix estaba deprimido. El precio de este edificio de Phoenix era de
USD 875.000, con un anticipo de USD 225.000. Y el flujo de efectivo por las 30
unidades estaba apenas por encima de los USD 5.000 por mes.
Sin embargo, dominar estos diez controles hace la diferencia entre prepararse
para un retorno promedio del 7% anual y obtener el mayor retorno posible.
Es tu decisión.
Robert T. Kiyosaki