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¿Tienen derechos humanos

las personas morales?

José Antonio Caballero


División de Estudios Jurídicos
CIDE
26 de abril de 2017
La Convención Americana sobre derechos
humanos.
•  1.2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser
humano”.
•  N° 10/91 del 22.II.1991, Banco de Lima
Esquema
•  El problema.
•  En derecho mexicano.
•  En derecho comparado.
•  El derecho interamericano de los derechos humanos.
DERECHOS POLITICOS.
•  Las disposiciones del arMculo 14 consOtucional, respecto de la
retroacOvidad de la ley, no excluyen a las personas morales, ni a los
derechos políOcos; los cuales han sido tomados en consideración
también, por el Código Federal de Procedimientos Civiles, al decir:
"que se presumen consenOdos los actos del orden políOco, que no
hubieren sido reclamados en la vía de amparo, dentro de los quince
días siguientes a la fecha de su ejecución".

•  Amparo administraOvo. Revisión del auto de improcedencia. Presidente Municipal de


Tehuacán. 18 de marzo de 1919. Mayoría de cinco votos. Ausentes: José M. Truchuelo y
Enrique García Parra. Disidentes: SanOago MarMnez Alomía, AgusMn Urdapilleta, Manuel
E. Cruz y Victoriano Pimentel. La publicación no menciona el nombre del ponente.
PERSONAS MORALES, PROCEDENCIA DEL
AMPARO PROMOVIDO POR LAS.
•  La jurisprudencia ha ampliado el uso del amparo en favor de las
personas morales de derecho privado, porque considera que la
violación de garanMas de la persona moral, es realmente violación de
garanMas de las personas bsicas que la integran.

•  Amparo administraOvo directo 5046/39. Agente del Ministerio


Público Federal. 19 de octubre de 1940. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: José M. Truchuelo. Relator: AgusMn Gómez Campos.
SOCIEDADES EXTRANJERAS.
•  Las personas morales privadas, tales como las sociedades civiles y mercanOles,
pueden pedir amparo por medio de sus representantes legíOmos, o de sus
mandatarios debidamente consOtuidos, debiendo los mandatarios de las
sociedades extranjeras, exhibir no sólo el documento que demuestre que
efecOvamente se les confirió el mandato, sino las constancias que acrediten la
consOtución y legal existencia de dicha sociedad, o, cuando menos, las
inserciones en la escritura de mandato, de dichas constancias, las conducentes
de los estatutos, el cerOficado expedido por el Ministro o cónsul mexicanos,
respecOvos, de que la sociedad está autorizada y consOtuida con arreglo a las
leyes de determinado país y su inscripción en el Registro de Comercio, en la
República.

•  Amparo administraOvo en revisión 1625/25. The Salinas of México, Ltd. 23 de


julio de 1930. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Salvador Urbina. Relator:
Arturo Cisneros Canto.
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA PENAL. OPERA EN
FAVOR DE LAS PERSONAS MORALES DE CARÁCTER PRIVADO CUANDO
OSTENTAN LA CALIDAD DE VÍCTIMAS U OFENDIDOS DEL DELITO.
•  De los arMculos 1o. de la CPEUM y 79, fracción II, inciso b), de Ley Amp, así como de lo resuelto por el Pleno de la SCJN en
la c de t 360/2013, de la cual derivó la tesis de jurisp P./J. 1/2015 (10a.), (1) se advierte que todos los gobernados,
incluidas las personas morales de índole privado, gozarán de los DDFF. Ahora bien, si estas úlOmas ostentan la calidad de
vícOmas u ofendidos del delito, Oenen a su alcance todas las prerrogaOvas legales y jurisprudenciales para hacer valer sus
derechos y para promover, por sí, los medios legales a su alcance, en virtud de que son parte en el proceso penal, aunque
las legislaciones procesales de la materia no las legiOmen, por lo que cuando ejercen por sí sus derechos fundamentales y
acuden a los medios de impugnación correspondientes, en respeto a la tutela judicial efecOva, bajo igualdad de
condiciones, el órgano jurisdiccional en materia de amparo debe aplicar en su favor la suplencia de la queja deficiente. Lo
anterior es así, porque ni la evolución jurisprudencial ni la legal precisan quiénes pueden ser las personas a las que les
asiste el referido beneficio; de ahí que esté dirigido a la totalidad de supuestos en los que una persona, en su calidad de
vícOma u ofendido, acuda al juicio de amparo como quejoso o adherente, con independencia de que se trate de una
persona bsica o de una moral de carácter privado, pues la base fundamental es la necesidad de brindar equidad procesal
entre las partes, en tanto que el indiciado ya cuenta con dicha suplencia en su favor; sin que corresponda al juzgador
prejuzgar o determinar a priori si todas las personas morales privadas cuentan con patrimonio suficiente para allegarse
de un debido asesoramiento profesional o Oenen amplias condiciones de ejercer sus derechos y conocer los rigorismos
de la técnica legal, máxime que en algunos casos, el inculpado podría tener mayor capacidad económica y defensiva que
la vícOma o el ofendido, por lo que su posible situación patrimonial es insuficiente para descartar la suplencia de la queja
deficiente en su favor, ni siquiera por el Opo de intereses que pudieran estar en juego en el proceso penal, como por
ejemplo, los pecuniarios, pues sólo sería un factor circunstancial. Además, porque no observarlo así implicaría vulnerar el
principio de progresividad previsto en los arMculos 1o., párrafo tercero, de la CPEUM y 26 de la CADH, conforme a los
cuales, una vez logrado un avance en el disfrute en materia de derechos humanos, el Estado no podrá disminuir el nivel
alcanzado, por lo que no existe razón que jusOfique la exclusión de la protección del derecho que consigna suplir la queja
deficiente a las personas morales de carácter privado cuando ostenten la calidad de vícOmas u ofendidos del delito, pues
la tendencia tanto jurisprudencial como legislaOva ha tenido como pretensión hacer extensivo ese derecho y no limitarlo.
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA PENAL. ES
IMPROCEDENTE TRATÁNDOSE DE PERSONAS MORALES OFICIALES
CUANDO PROMUEVEN EL JUICIO DE AMPARO EN SU CARÁCTER DE
PARTE OFENDIDA DEL DELITO.
•  La creación de la figura de la suplencia de la queja deficiente en el juicio de amparo, prevista en los arMculos
107, fracción II, párrafo antepenúlOmo, de la CPEUM, 76 Bis, fracción II, de la LA abrogada y 79, fracción III,
inciso b), de la vigente, tuvo el propósito de liberar a los quejosos de la obligación de ser expertos en
tecnicismos jurídicos, cuando estuvieran expuestos a perder su libertad o sus derechos patrimoniales: I) por
desconocimiento de los rigorismos de la técnica del derecho; II) por no disponer de los medios económicos
suficientes para un asesoramiento profesional eficiente; o, III) por tratarse de determinados sectores de la
población en desventaja (ejidatarios, comuneros, indígenas, trabajadores, menores de edad, incapaces,
acusados por la comisión de delitos o de los sujetos pasivos). Ello, bajo el principio de dar un tratamiento
disOnto en un asunto a quienes por alguna situación especial no se encuentran en condiciones de hacer
valer correctamente sus derechos de aquellos que pueden ejercerlos plenamente, lo que jusOfica que el
Estado acuda en su auxilio para que su defensa se ajuste a las exigencias legales y brindarles una mayor
protección, convirOendo al juicio de amparo en un instrumento más eficaz en el sistema jurídico. Sin
embargo, las personas morales oficiales, aun cuando en la causa penal en la que intervienen como parte
ofendida del delito, actúan en un plano de coordinación frente a los parOculares, no pierden su naturaleza
pública, al contar siempre con la estructura jurídica, material y económica para proveerse del asesoramiento
profesional que les permite ejercer sus derechos con amplitud, lo que las aparta de alguno de los supuestos
de vulnerabilidad indicados, por lo que sería un contrasenOdo que el Estado se autoaplique la figura referida
para suplir sus deficiencias en la tramitación del juicio de amparo, pues ello produciría un desequilibrio
procesal y desvirtuaría la teleología de esa insOtución, al generar una sobreprotección injusOficada en
detrimento de los derechos del inculpado. En consecuencia, la suplencia de la queja deficiente es
improcedente tratándose de personas morales oficiales cuando promueven el juicio de amparo en su
carácter de parte ofendida del delito y debe exigírseles el cumplimiento de los requisitos legales y técnicos
correspondientes para hacer valer sus derechos.
PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN MÁS FAVORABLE A LA PERSONA. ES
APLICABLE RESPECTO DE LAS NORMAS RELATIVAS A LOS DERECHOS
HUMANOS DE LOS QUE SEAN TITULARES LAS PERSONAS MORALES.
•  El arMculo 1o. de la CPEUM, al disponer que en los Estados Unidos
Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos
reconocidos en dicha ConsOtución y en los tratados internacionales de los
que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garanMas para su
protección, no prevé disOnción alguna, por lo que debe interpretarse en el
senOdo de que comprende tanto a las personas bsicas, como a las morales,
las que gozarán de aquellos derechos en la medida en que resulten
conformes con su naturaleza y fines. En consecuencia, el principio de
interpretación más favorable a la persona, que como imperaOvo establece
el párrafo segundo del citado precepto, es aplicable respecto de las
normas relaOvas a los derechos humanos de los que gocen las personas
morales, por lo que deberán interpretarse favoreciendo en todo Oempo la
protección más amplia, a condición de que no se trate de aquellos
derechos cuyo contenido material sólo pueda ser disfrutado por las
personas bsicas, lo que habrá de determinarse en cada caso concreto.
DERECHOS HUMANOS. LAS PERSONAS
MORALES NO GOZAN DE SU TITULARIDAD.
•  Sobre la base de que toda persona bsica es Otular de derechos humanos, se
deriva que el reconocimiento de éstos es una consecuencia de la afirmación de la
dignidad humana, por lo que no puede actualizarse violación a aquéllos respecto
de una persona moral, pues ésta consOtuye un ente ficOcio y, por ende, carente
del factor relaOvo a la dignidad humana, siendo éste el origen, la esencia y el fin
de todos los derechos humanos; valor supremo establecido en el arMculo 1o. de
la CPEUM, en virtud del cual se reconoce como calidad única y excepcional a todo
ser humano por el simple hecho de serlo, cuya plena eficacia debe ser respetada
y protegida integralmente, de manera que, parOendo de un análisis básico, al
contextualizar las dos unidades semánOcas que componen la expresión
"derechos humanos", la primera palabra está uOlizada como la facultad que le
asiste a una persona y, la segunda, alude a que la única propiedad que ha de
saOsfacerse para ser Otular de estos derechos es la de pertenecer a los seres
humanos, lo que significa que excluye a las personas morales.***
PERSONAS MORALES. LA TITULARIDAD DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES QUE
LES CORRESPONDE DEPENDE DE LA NATURALEZA DEL DERECHO EN CUESTIÓN, ASÍ
COMO DEL ALCANCE Y/O LÍMITES QUE EL JUZGADOR LES FIJE.

•  Si bien el vocablo "persona" contenido en el arMculo 1o. de la CPEUM


comprende a las personas morales, la Otularidad de los derechos
fundamentales dependerá necesariamente de la naturaleza del derecho en
cuesOón y, en su caso, de la función o acOvidad de aquéllas. En esa
medida, el juzgador deberá determinar, en cada caso concreto, si un
derecho les corresponde o no pues, si bien existen derechos que sin mayor
problema argumentaOvo pueden atribuírseles, por ejemplo, los de
propiedad, de acceso a la jusOcia o de debido proceso, existen otros que,
evidentemente, corresponden sólo a las personas bsicas, al referirse a
aspectos de índole humana como son los derechos fundamentales a la
salud, a la familia o a la integridad bsica; pero además, existen otros
derechos respecto de los cuales no es tan claro definir si son atribuibles o
no a las personas jurídicas colecOvas, ya que, más allá de la naturaleza del
derecho, su Otularidad dependerá del alcance y/o límites que el juzgador
les fije, como ocurre con el derecho a la protección de datos personales o a
la libertad ideológica.
PERSONAS MORALES. TIENEN DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LOS
DATOS QUE PUEDAN EQUIPARARSE A LOS PERSONALES, AUN CUANDO
DICHA INFORMACIÓN HAYA SIDO ENTREGADA A UNA AUTORIDAD.
•  El arMculo 16, párrafo segundo, de la CPEUM reconoce el derecho a la protección de datos
personales, consistente en el control de cada individuo sobre el acceso y uso de la información
personal en aras de preservar la vida privada de las personas. En ese senOdo, el derecho a la
protección de datos personales podría entenderse, en primera instancia, como una
prerrogaOva de las personas bsicas, ante la imposibilidad de afirmar que las morales son
Otulares del derecho a la inOmidad y/o a la vida privada; sin embargo, el contenido de este
derecho puede extenderse a cierta información de las personas jurídicas colecOvas, en tanto
que también cuentan con determinados espacios de protección ante cualquier intromisión
arbitraria por parte de terceros respecto de cierta información económica, comercial o relaOva
a su idenOdad que, de revelarse, pudiera anular o menoscabar su libre y buen desarrollo. Por
tanto, los bienes protegidos por el derecho a la privacidad y de protección de datos de las
personas morales, comprenden aquellos documentos e información que les son inherentes,
que deben permanecer ajenos al conocimiento de terceros, independientemente de que, en
materia de transparencia e información pública, opere el principio de máxima publicidad y
disponibilidad, conforme al cual, toda información en posesión de las autoridades es pública,
sin importar la fuente o la forma en que se haya obtenido, pues, acorde con el arMculo 6o., en
relación con el 16, párrafo segundo, consOtucionales, la información entregada a las
autoridades por parte de las personas morales, será confidencial cuando tenga el carácter de
privada por contener datos que pudieran equipararse a los personales, o bien, reservada
temporalmente, si se actualiza alguno de los supuestos previstos legalmente.
DERECHO FUNDAMENTAL AL HONOR DE LAS
PERSONAS JURÍDICAS.
Toda persona bsica es Otular del derecho al honor, pues el reconocimiento de éste es una consecuencia de la afirmación
de la dignidad humana. Sin embargo, el caso de las personas jurídicas o morales presenta mayores dificultades, toda vez
que de ellas no es posible predicar dicha dignidad como fundamento de un eventual derecho al honor. A juicio de esta
Primera Sala de la SCJN, es necesario uOlizar la disOnción entre el honor en senOdo subjeOvo y objeOvo a fin de resolver
este problema. Resulta dibcil poder predicar el derecho al honor en senOdo subjeOvo de las personas morales, pues
carecen de senOmientos y resultaría complicado hablar de una concepción que ellas tengan de sí mismas. Por el contrario,
en lo relaOvo a su senOdo objeOvo, considerando el honor como la buena reputación o la buena fama, parece no sólo
lógico sino necesario sostener que el derecho al honor no es exclusivo de las personas bsicas, puesto que las personas
jurídicas evidentemente gozan de una consideración social y reputación frente a la sociedad. En primer término, es
necesario tomar en cuenta que las personas denominadas jurídicas o morales son creadas por personas bsicas para la
consecución de fines determinados, que de otra forma no se podrían alcanzar, de modo que consOtuyen un instrumento
al servicio de los intereses de las personas que las crearon. En segundo lugar, debemos considerar que los entes colecOvos
creados son la consecuencia del ejercicio previo de otros derechos, como la libertad de asociación, y que el pleno ejercicio
de este derecho requiere que la organización creada tenga suficientemente garanOzados aquellos derechos
fundamentales que sean necesarios para la consecución de los fines propuestos. En consecuencia, es posible afirmar que
las personas jurídicas deben ser Otulares de aquellos derechos fundamentales que sean acordes con la finalidad que
persiguen, por estar encaminados a la protección de su objeto social, así como de aquellos que aparezcan como medio o
instrumento necesario para la consecución de la referida finalidad. Es en este ámbito que se encuentra el derecho al
honor, pues el desmerecimiento en la consideración ajena sufrida por determinada persona jurídica, conllevará, sin duda,
la imposibilidad de que ésta pueda desarrollar libremente sus acOvidades encaminadas a la realización de su objeto social
o, al menos, una afectación ilegíOma a su posibilidad de hacerlo. En consecuencia, las personas jurídicas también pueden
ver lesionado su derecho al honor a través de la divulgación de hechos concernientes a su enOdad, cuando otra persona la
difame o la haga desmerecer en la consideración ajena.
DAÑO MORAL. LAS PERSONAS MORALES ESTÁN LEGITIMADAS PARA
DEMANDAR SU REPARACIÓN EN CASO QUE SE AFECTE LA
CONSIDERACIÓN QUE TIENEN LOS DEMÁS RESPECTO DE ELLAS
(ARTÍCULO 1916 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL).
•  Conforme al citado precepto, es jurídicamente posible que las personas colecOvas
demanden la reparación del daño moral que llegare a ocasionárseles, ya que al definirlo
como la afectación que una persona sufre en sus senOmientos, afectos, creencias,
decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos bsicos, o bien en la
consideración que de ella Oenen los demás, lo hace consisOr en una lesión a los
conceptos enumerados y obliga al responsable a repararlo mediante una indemnización
pecuniaria. Aunado a lo anterior, y si se Oene en cuenta que jurídicamente es posible
que además de las personas bsicas, las morales también sean sujetos de derechos y
obligaciones, según los arMculos 25 a 27 del mencionado código, las cuales adquieren
personalidad para realizar ciertos fines disOntos a los de cada uno de los miembros que
las componen, como lo establece el arMculo 2o. de la Ley General de Sociedades
MercanOles; que obran y se obligan por medio de los órganos que las representan, y si el
derecho les atribuye la calidad de personas morales a esas colecOvidades que adquieren
unidad y cohesión a través de la personalidad, y por medio de esta construcción técnica
les permite adquirir individualidad de manera similar al ser humano, y toda vez que el
daño moral está ínOmamente relacionado con los derechos de la personalidad, es
indudable que por equiparación y analogía los conceptos relaOvos a la reputación y a la
consideración que de sí misma Oenen los demás, también se aplican a las personas
morales.
ENGAÑO COMO MEDIO COMISIVO DE DELITO
EN AGRAVIO DE PERSONAS MORALES.
•  De acuerdo con la doble personalidad del Estado, considerado como cuerpo políOco de
la Nación que actúa como enOdad soberana, o como ente jurídico que se conduce como
persona moral oficial, obra siempre a través de personas bsicas que, siendo Otulares de
sus diversos órganos, están legiOmados para desempeñar las disOntas atribuciones que
le competen, de manera similar a como las personas morales de derecho privado obran
y actúan a través de sus representantes con base en las facultades conferidas. Por tanto,
toda persona moral -Estado o personas morales de derecho privado-, es suscepOble de
ser sujeto pasivo de aquellos delitos que se cometen mediante el engaño, pues por
conducto de sus representantes puede ser llevado, por cualquier medio, a una
apreciación falsa de la realidad, o bien, aprovecharse del error en que éstos se
encuentren; así, el acOvo del delito ejerce la acción ilícita y obOene un beneficio
correlaOvo del perjuicio patrimonial sufrido por la enOdad pública o por la persona
moral. Por ende, ha de considerarse la posibilidad legal de que las personas morales
puedan ser engañadas por medio de las personas bsicas que las representan, como
igualmente los mismos entes jurídicos pueden incurrir en error en la medida en que
incidan en éste sus representantes y, en ambos casos, por tal razón, ser sujetos pasivos
del delito.
ARRESTO EN CONTRA DE PERSONAS
MORALES.
•  Si se reclama en el amparo, el acuerdo en que se apercibió de arresto
a una compañía, debe decirse que tal acto no puede afectar los
intereses jurídicos de ésta, ya que la pena administraOva de que se
trata, únicamente puede aplicarse a una persona bsica y no a una
persona moral.
El derecho comparado.
•  CiOzens United v. Federal Electoral Commission.
•  Libertad de expresión para las personas morales.
•  Una ley de 2002 prohíbe a corporaciones y sindicatos financiar propaganda
electoral.
•  La Corte decide lo siguiente: “No sufficient governmental interest jus3fies
limits on the poli3cal speech of nonprofit or for-profit corpora3ons”
La opinión consul[va OC 22.
1. ¿El art 1.2, de la CADH, restringe la protección interamericana de los derechos humanos a las personas bsicas y
excluye del ámbito de protección de la CADH a las personas jurídicas?
2. ¿El art 1.2 de la CADH, puede proteger también los derechos de personas jurídicas como cooperaOvas, sindicatos,
asociaciones, sociedades, en cuanto compuestos por personas bsicas asociadas a esas enOdades?
3. ¿Pueden las personas jurídicas acudir a los procedimientos de la jurisdicción interna y agotar los recursos de la
jurisdicción interna en defensa de los derechos de las personas bsicas Otulares de esas personas jurídicas?
4. ¿Qué derechos humanos pueden serle reconocidos a las personas jurídicas o colecOvas (no gubernamentales) en el
marco de la DADH, de la CADH y de sus Protocolos o instrumentos internacionales complementarios?
5. En el marco de la CADH, además de las personas bsicas, ¿Oenen las personas jurídicas compuestas por seres
humanos derechos a la libertad de asociación del Art 16, a la inOmidad y vida privada del Art 11, a la libertad de
expresión del Art 13, a la propiedad privada del Art 21, a las garanMas judiciales, al debido proceso y a la protección de
sus derechos de los arts 8 y 25, a la igualdad y no discriminación de los arts 1 y 24, todos de la CADH?
6. ¿Puede una empresa o sociedad privada, cooperaOva, sociedad civil o sociedad comercial, un sindicato (persona
jurídica), un medio de comunicación (persona jurídica), una organización indígena (persona jurídica), en defensa de sus
derechos y/o de sus miembros, agotar los recursos de la jurisdicción interna y acudir a la CIDH en nombre de sus
miembros (personas bsicas asociadas o dueñas de la empresa o sociedad), o debe hacerlo cada miembro o socio en su
condición de persona bsica?
7. ¿Si una persona jurídica en defensa de sus derechos y de los derechos de sus miembros (personas bsicas asociados o
socios de la misma), acude a la jurisdicción interna y agota sus procedimientos jurisdiccionales, pueden sus miembros o
asociados acudir directamente ante la jurisdicción internacional de la CIDH en la defensa de sus derechos como
personas bsicas afectadas?
8. En el marco de la CADH, ¿las personas bsicas deben agotar ellas mismas los recursos de la jurisdicción interna para
acudir a la CIDH en defensa de sus derechos humanos, o pueden hacerlo las personas jurídicas en las que parOcipan?
Métodos de interpretación
•  Métodos: Literal, teológico, sistemáOco, evoluOvo.
•  ArMculo 29. Normas de Interpretación
•  Ninguna disposición de la presente Convención puede ser interpretada en el
senOdo de:
•  a) permiOr a alguno de los Estados Partes, grupo o persona, suprimir el goce y ejercicio
de los derechos y libertades reconocidos en la Convención o limitarlos en mayor medida
que la prevista en ella;
•  b) limitar el goce y ejercicio de cualquier derecho o libertad que pueda estar reconocido
de acuerdo con las leyes de cualquiera de los Estados Partes o de acuerdo con otra
convención en que sea parte uno de dichos Estados;
•  c) excluir otros derechos y garanMas que son inherentes al ser humano o que se derivan
de la forma democráOca representaOva de gobierno, y
•  d) excluir o limitar el efecto que puedan producir la Declaración Americana de Derechos
y Deberes del Hombre y otros actos internacionales de la misma naturaleza.
La Respuesta de la Ct IDH. Literal.
•  38 …la Corte observa que el diccionario de la Real Academia Española
define “persona” en su primera acepción como “[i]ndividuo de la especie
humana”. Por su parte, dicho diccionario precisa el término “humano” o
“humana” en una de sus acepciones como:
“1. adj. Dicho de un ser: Que Oene naturaleza de hombre (‖ ser racional)”.
•  es claro que de la lectura literal del arMculo 1.2 de la Convención se excluye
a otros Opos de personas que no sean seres humanos de la protección
brindada por dicho tratado. Lo anterior implica que las personas jurídicas
en el marco de la Convención Americana no son Otulares de los derechos
establecidos en ésta y, por tanto, no pueden presentar peOciones o
acceder directamente, en calidad de presuntas vícOmas y haciendo valer
derechos humanos como propios, ante el sistema interamericano.
Método evolu[vo
•  CEDH. ArMculo 34 Demandas individuales: El Tribunal podrá conocer
de una demanda presentada por cualquier persona .sica,
organización no gubernamental o grupo de par7culares que se
considere vícOma de una violación por una de las Altas Partes
Contratantes de los derechos reconocidos en el Convenio o sus
Protocolos. Las Altas Partes Contratantes se comprometen a no
poner traba alguna al ejercicio eficaz de este derecho.
•  CIDH. Ar>culo 44: Cualquier persona o grupo de personas, o en7dad
no gubernamental legalmente reconocida en uno o más Estados
miembros de la Organización, puede presentar a la Comisión
peOciones que contengan denuncias o quejas de violación de esta
Convención por un Estado parte. (Resaltado fuera del texto)
Las comunidades indígenas y tribales y las
organizaciones sindicales.
•  Comunidades indígenas:
•  ”…hay algunos derechos que los miembros de las comunidades indígenas gozan por sí mismos,
mientras que hay otros derechos cuyo ejercicio se hace en forma colecOva a través de las
comunidades.”
•  “[e]n anteriores oportunidades, en casos relaOvos a comunidades o pueblos indígenas y tribales el
Tribunal ha declarado violaciones en perjuicio de los integrantes o miembros de las comunidades
y pueblos indígenas o tribales. Sin embargo, la normaOva internacional relaOva a pueblos y
comunidades indígenas o tribales reconoce derechos a los pueblos como sujetos colecOvos del
Derecho Internacional y no únicamente a sus miembros. Puesto que los pueblos y comunidades
indígenas o tribales, cohesionados por sus parOculares formas de vida e idenOdad, ejercen
algunos derechos reconocidos por la Convención desde una dimensión colecOva”.
•  Convenio 169 OIT, Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas y PIDESC.
•  OC 22, p. 83. “… la Corte concluye que, por disponerlo varios instrumentos jurídicos
internacionales, de los que son partes los Estados del sistema interamericano, y algunas
de sus legislaciones nacionales, las comunidades indígenas y tribales, por encontrarse en
una situación parOcular, deben ser consideras como Otulares de ciertos derechos
humanos. Adicionalmente, ello se explica en atención a que, en el caso de los pueblos
indígenas su idenOdad y ciertos derechos individuales, como por ejemplo el derecho a la
propiedad o a su territorio, solo pueden ser ejercidos por medio de la colecOvidad a la
que pertenecen.“
Las organizaciones sindicales
•  Art. 8 del Protocolo de San Salvador: Los Estados partes garanOzarán:
•  el derecho de los trabajadores a organizar sindicatos y a afiliarse al de su elección, para la
protección y promoción de sus intereses. Como proyección de este derecho, los Estados
partes permiOrán a los sindicatos formar federaciones y confederaciones nacionales y
asociarse a las ya existentes, así como formar organizaciones sindicales internacionales y
asociarse a la de su elección. Los Estados partes también permiOrán que los sindicatos,
federaciones y confederaciones funcionen libremente;
•  OC 22, p. 92: “…lo que la norma hace es darle un alcance al derecho de los
trabajadores más amplio que el solo hecho de poder organizar sindicatos y
afiliarse al de su elección. Esto lo logra especificando los medios mínimos a través
de los cuales los Estados garanOzarán el ejercicio de dicho derecho. En
consecuencia, el derecho que la norma consagra a favor de los trabajadores
consOtuye un marco a través del cual se generan derechos más específicos en
cabeza de los sindicatos, las federaciones y confederaciones como sujetos de
derechos autónomos, cuya finalidad es permiOrles ser interlocutores de sus
asociados, facilitando a través de esta función una protección más extensa y el
goce efecOvo del derecho de los trabajadores.”
¿Sólo organizaciones sindicales?
•  OC 22, p. 94. ...se mencionó de manera previa (supra párr. 44), en el marco de la interpretación sistemáOca
de una norma están comprendidos no solo el texto del tratado al que pertenece sino también el sistema
dentro del cual se inscribe. En consecuencia, la Corte nota que el arMculo 45.c de la Carta de la OEA conOene
el reconocimiento de la personalidad jurídica de las asociaciones de trabajadores y las de empleadores y
consagra la protección de su libertad e independencia. Además, el 45.g del mismo instrumento hace un
reconocimiento de la contribución de los sindicatos a la sociedad. En efecto, dicho arMculo establece que:
•  “Los Estados miembros, convencidos de que el hombre sólo puede alcanzar la plena realización de sus
aspiraciones dentro de un orden social justo, acompañado de desarrollo económico y verdadera paz,
convienen en dedicar sus máximos esfuerzos a la aplicación de los siguientes principios y mecanismos: […]
•  c) Los empleadores y los trabajadores, tanto rurales como urbanos, Oenen el derecho de asociarse
libremente para la defensa y promoción de sus intereses, incluyendo el derecho de negociación colecOva y
el de huelga por parte de los trabajadores, el reconocimiento de la personería jurídica de las asociaciones y
la protección de su libertad e independencia, todo de conformidad con la legislación respecOva […]
•  g) El reconocimiento de la importancia de la contribución de las organizaciones, tales como los sindicatos, las
cooperaOvas y asociaciones culturales, profesionales, de negocios, vecinales y comunales, a la vida de la
sociedad y al proceso de desarrollo”. (Subrayado fuera del texto) Carta de la Organización de los Estados
Americanos. Adoptada en Bogotá, Colombia el 30 de abril de 1948. Entrada en vigor el trece de diciembre de
1951.
Ejercicio de los derechos de las personas
naturales a través de las personas jurídicas.
•  OC 22, 107: …este Tribunal ha reiterado que si bien la figura de las personas jurídicas no ha sido
reconocida expresamente por la Convención Americana, esto no restringe la posibilidad de que
bajo determinados supuestos el individuo que ejerza sus derechos a través de ellas pueda acudir
al sistema interamericano para hacer valer sus derechos fundamentales, aun cuando los mismos
estén cubiertos por una figura o ficción jurídica creada por el mismo sistema jurídico.
•  108. “…este Tribunal resalta la existencia de ciertos derechos que son inherentes y exclusivos al
ser humano, de manera que su ejercicio sólo se puede realizar de forma personal, lo cual los
excluiría de un potencial análisis en el marco de un caso en el que se alegue la violación de
derechos cuya Otularidad reside igualmente en las personas bsicas pero el ejercicio de los cuales
se hiciera a través de una persona jurídica.”
•  110. “…Así, mientras algunos derechos se relacionan directamente con las funciones vitales de los
seres humanos o con las funciones bsicas o psicológicas del cuerpo humano, tales como el
derecho a la vida, la libertad personal o la integridad personal, otros se vinculan con la relación
entre los seres humanos y la sociedad. Ejemplos de esta úlOma relación serían los derechos a la
propiedad privada, asociación, nacionalidad, entre otros. Estos úlOmos serían el Opo de derechos
que podrían ser objeto del análisis mencionado en los párrafos precedentes.”
¿Cuándo?
•  110. cuando en los casos se alegue que el derecho ha sido ejercido a
través de una persona jurídica. De manera general, ha sostenido que
en muchas situaciones, “los derechos y las obligaciones atribuidos a
las personas morales se resuelven en derechos y obligaciones de las
personas bsicas que las consOtuyen o que actúan en su nombre o
representación”
•  Bronstein.
•  Cantos.
•  Granier.
Los dilemas
•  Las personas jurídicas y la violación de derechos humanos.
•  Las personas jurídicas en apoyo de regímenes que violan derechos.
•  El hosOgamiento corporaOvo.
•  Un medio de comunicación llevado a la quiebra por sobreexposición liOgiosa.
•  Las respuestas en abstracto.
•  CooperaOvas.
•  Violaciones que no Oenen un remedio efecOvo.
•  Los ámbitos de protección.
•  La naturaleza efecOva de las personas morales.
•  Los montos liOgados.
Como epílogo…
•  El amparo en revisión 1311/2015
•  La resolución cita la contradicción de tesis 360/2013 para establecer que las
personas morales “son 3tulares de aquellos derechos inscritos en el rubro de
derechos humanos que se cons3tuyen en fundamentales para la consecución
de sus fines”.
•  La resolución cita en apoyo a su razonamiento la OC 22: “En términos
similares a lo resuelto por el Pleno de esta Suprema Corte se pronunció la
Corte Interamericana de Derechos Humanos al responder el vein3séis de
febrero de dos mil dieciséis la opinión consul3va OC-22/16 solicitada por la
República de Panamá.”

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