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Derecho Tributario

En primer orden es preciso establecer la definición de esta rama del


Derecho, en este sentido se debe aclarar que se suele utilizar como
sinónimos los términos Derecho Tributario y Derecho Financiero, así se
tiene que Ossorio (2006), en su Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas
y Sociales, remite del Derecho Tributario al Derecho Financiero, y lo
define de la siguiente manera:

Rama del Derecho Público interno que regula la actividad del Estado en
cuanto a los órganos encargados de la recaudación y aplicación de
impuestos, presupuesto, crédito público y, en general, de todo lo
relacionado directamente con el patrimonio del Estado y su utilización. (p.
306).

Villegas (2002), lo define como, “(…) el conjunto de normas jurídicas que


regulan los tributos en sus distintos aspectos”.

De la definición citada, se desprende la necesidad de comprender lo que es

Se entiende por tributo toda prestación patrimonial obligatoria -habi-


tualmente pecuniaria- establecida por la ley, a cargo de las personas físicas
y jurídicas que se encuentren en los supuestos de hecho que la propia ley
determine, y que vaya dirigida a dar satisfacción a los fines que al Estado y
a los restantes entes públicos estén encomendados.

Caracterización Jurídica del Derecho Tributario

Actividad Tributaria como Actividad Jurídica. – El despliegue estatal al


pretender ejercitar su facultad de imposición, crea relaciones jurídicas entre
el Estado y los particulares.

Estas relaciones jurídicas son plurales, ya que no sólo se refieren a la


obligación de pago público, sino también a otra variada gama de facultades,
deberes y obligaciones que exigen comportamientos diferentes, tanto en lo
que hace al sujeto activo como a los supuestos deudores y otros terceros.

Desde el momento que entran en juego relaciones jurídicas, se hace


indispensable la existencia de normas legales que las regulen.
Las acciones humanas que desarrollen actividad tributaria no pueden
sustraerse a ser encauzadas por preceptos que son mandatos expresos del
“deber ser”, o sea, por normas jurídicas.

De la actividad tributaría, en su integral desenvolvimiento se desprende que


las facultades estatales y particulares no pueden tener existencia como
facultades protegidas por el orden social vigente, sin normas jurídicas que
las establezcan.

Normas Jurídicas Tributaria.- Villegas (2002) sintetiza las características


básicas de las normas tributarias como sigue a continuación:

a) Tienen carácter obligatorio y no hay libertad de los administrados de


acatarlas o no.

b) Dichas normas deciden que, en principio, y al producirse ciertos hechos


o circunstancias (hechos imponibles), corresponde el pago de tributos y,
quizá, también el cumplimiento de ciertos deberes auxiliares que deben
cumplimentar los obligados pecuniariamente y ciertos terceros no
deudores, pero forzados a acudir en ayuda del Estado.

c) En las democracias occidentales, la fuerza obligatoria de estas normas no


depende de la justicia intrínseca de los tributos creados, sino de elementos
extrínsecos relativos a la forma de generación de cada precepto (principio
de legalidad o de reserva de ley). Las legislaciones actuales atenúan la
rigidez del precepto, exigiendo el cumplimiento de postulados de justicia,
básicos en la tributación (equidad, no confiscatoriedad, capacidad
contributiva, Igualdad).

d) La norma ordena el camino a seguir en la faz procedimental para que el


tributo creado se transforme en tributo cobrado.

e) La norma tributaria posee coercibilidad. El fisco puede usar todos los


medios legalmente permitidos para atacar a los no cumplidores. Esto puede
implicar, incluso, el uso de la fuerza.

f) El conjunto de normas que impone obligaciones, derechos y deberes


tributarios (tanto sustanciales como formales) en una cierta época y para un
determinado país, integra, juntamente con el resto de normas vigentes, el
orden jurídico vigente en ese país.
Origen del Derecho Tributario

El origen del tributo se remonta a los tiempos pretéritos en que implicaba


sumisión y humillación, dado que era pagado por los derrotados a los
vencedores de las contiendas bélicas. De ahí en adelante los investigadores
siguieron su rastro aproximado a lo largo de la historia.

Cosa distinta sucede con el derecho tributario porque, si bien se encuentran


algunos aparentes antecedentes a partir de 1300, carecen de interés por
reflejar una concepción autoritaria alejada de la que se estudia en el
presente.

El nacimiento del derecho tributario como auténtica disciplina jurídica se


produjo con la entrada en vigencia de la ordenanza tributaria alemana de
1919. Este instrumento desencadenó un proceso de elaboración doctrinal de
esta disciplina, tanto por los abundantes problemas teóricos con
implicancia práctica que el texto planteó, como por su influencia en la
jurisprudencia y legislación comparada. Aún en estos tiempos, en su última
versión de 1977, despierta el interés de investigadores y sigue provocando
debates sobre su interpretación.

Terminología y Contenido

La terminología no es uniforme en esta rama jurídica. En tanto la doctrina


italiana, española y brasileña usan la denominación “derecho tributario”,
los alemanes prefieren la expresión “derecho impositivo”, mientras que los
franceses se refieren al “derecho fiscal”, que es la expresión más
generalizada entre nosotros.

La denominación más correcta es la de “derecho tributario”, por su carácter


genérico, pero Villegas (ob. cit.) no encuentra inconveniente en continuar
utilizando el término “derecho fiscal”, por estar incorporado a la
costumbre. Aparte de ello, la expresión “derecho fiscal” ha adquirido
resonancia internacional por corresponder al nombre de la disciplina en el
derecho anglosajón y a la denominación de una prestigiosa institución:la
International FiscalAssociation (IFA).

En América latina predomina la expresión “derecho tributario”, y la


principal entidad especializada se denomina Instituto Latinoamericano de
Derecho Tributario. Sin embargo, la más importante entidad nacional de la
especialidad lleva por nombre Asociación Argentina de Estudios Fiscales.

No cabe duda de que el término “tributario” es más exacto que el término


“fiscal”, porque este último puede interpretarse en el sentido de “fisco”
como entidad patrimonial del Estado. La actuación del fisco no se refiere
sólo a la actuación estatal con respecto a los recursos tributarios, sino
también con relación a los restantes recursos del Estado.

Sin embargo, y dado que el uso común y la costumbre mantienen tal


nombre, debe concluirse que las expresiones “derecho fiscal” y “derecho
tributario” pueden utilizarse con análogo significado.

Contemplado el contenido del derecho tributario en general y en forma


panorámica, se observa que comprende dos grandes partes: la primera,
o parte general, donde están comprendidas las normas aplicables a todos y
cada uno de los tributos, y la segunda o parte especial, que contiene las
disposiciones específicas de los distintos gravámenes que integran un
régimen tributario.

Autonomía

Se ha discutido si el derecho tributario es autónomo en relación a otras


ramas del derecho.

Villegas (2002) considera necesario advertir, sin embargo, que el concepto


de autonomía dentro del campo de las ciencias jurídicas es equívoco y
adolece de una vaguedad que dificulta la valoración de las diferentes
posiciones.

Considera Villegas que la posibilidad de independencias absolutas o de


fronteras cerradas en el sector jurídico tributario es inviable, por cuanto las
distintas ramas en que se divide el derecho no dejan de conformar el
carácter de partes de una única unidad real: el orden jurídico de un país,
que es emanación del orden social vigente.

Por eso nunca la autonomía de un sector jurídico puede significar total


libertad para regularse íntegramente por sí solo. La autonomía no puede
concebirse de manera absoluta, sino que cada rama del derecho forma parte
de un conjunto del cual es porción solidaria. Así, por ejemplo, la “relación
jurídica tributaría” (el más fundamental concepto de derecho tributario) es
sólo una especie de “relación jurídica” existente en todos los ámbitos del
derecho y a cuyos principios generales debe recurrir. De igual manera,
conceptos como “sujetos”, “deuda”, “crédito”, “pago”, “proceso”,
“sanción”, etc., tienen un contenido jurídico universal y demuestran la
imposibilidad de “parcelar” el derecho.

Posiciones sobre la Autonomía del Derecho Tributario

Existen posiciones divergentes sobre este punto. A continuación se


presenta una visión sucinta de las principales posiciones sostenidas.

a) Subordinación al Derecho Financiero. Se Comprende aquí la tesis que


niega todo tipo de autonomía al derecho tributario (aun la didáctica) porque
lo subordina al derecho financiero. Tal es la posición de Giuliani Fonrouge,
que según Villegas no es convincente su posición, por cuanto no encuentra
inconveniente en que el derecho tributario, atento el volumen de su
contenido, se estudie separadamente del derecho financiero, aun cuando
también es posible su estudio conjunto. Jarach acepta la posibilidad de la
conjunción, la que adoptan generalmente los cursos o manuales españoles.

b) Subordinación al Derecho Administrativo. Esta corriente doctrinal


comprende a quienes piensan que el derecho tributario es una rama del
derecho administrativo, ante lo cual sucede lo siguiente: se acepta que el
derecho tributario sea estudiado independientemente del derecho
administrativo (atento a su volumen), pero la subordinación exige que
supletoriamente, y ante la falta de normas expresas tributarias sobre algún
punto, se recurra obligatoriamente a los conceptos, ideas e instituciones del
derecho administrativo. Estas teorías manejaron similares conceptos en re-
lación al derecho financiero, y fueron sustentadas por viejos y notables
tratadistas de derecho administrativo (Zanobini, Mayer, Fleiner, Orlando,
Del Vecchio).

c) Autonomía Científica del Derecho Tributario. Dentro de esta


corriente doctrinal, se incluye a quienes consideran el derecho tributario
material o sustantivo, tanto didáctica como científicamente autónomo.
Autores extranjeros como Trotabas y Dela Garza, y destacados publicistas
argentinos como Jarach y García Belsunce, adoptan esta postura.
En una de sus obras más recientes, García Belsunce ha sintetizado las
razones esgrimidas y ha explicado el porqué de la terminología utilizada.
Según su tesitura la autonomía científica supone:

1) la autonomía teleológica o de fines, cuando un derecho tiene fines


propios y distintos de los demás;

2) la autonomía estructural u orgánica, cuando el contenido o las


instituciones que integran determinada rama del derecho tiene naturaleza
jurídica propia, en el sentido de que es distinta de las otras ramas del
derecho, o sea, que no encuentra su fuente en ellas y, además, esas
instituciones distintas son uniformes entre sí en cuanto responden a una
misma naturaleza jurídica, y

3) la autonomía dogmática y conceptual, cuando esa rama del derecho tiene


conceptos y métodos propios para su expresión, aplicación o interpretación.

d) Subordinación al Derecho Privado. Por último, se encuentran quienes


afirman que el derecho tributario no ha logrado desprenderse del derecho
privado, lo cual sucede principalmente porque el concepto más importante
del derecho tributario, que es la obligación tributaria, se asemeja a la
obligación de derecho privado, diferenciándose por el objeto de una y de
otra (tributo por un lado y obligación de una persona por el otro). Quienes
afirman esta dependencia con respecto al derecho privado (civil y co-
mercial) conceden al derecho tributario solamente un “particularismo
exclusivamente legal” (posición del francés Gény).

e) Tesis de Villegas sobre la Autonomía del Derecho Tributario. Las


regulaciones jurídicas, cada vez más numerosas, se han agrupado en ramas
especializadas. Pero esta fragmentación no violenta la afirmación inicial. El
derecho es uno y no hay un legislador por cada especialidad; cuando dicta
reglas lo hace para todo el sistema jurídico. Sus objetivos están explicitados
enla Constitución nacional, cuyo Preámbulo anuncia los fines perseguidos.
Para desarrollar estas pautas el legislador dicta normas que rigen los
atributos, derechos, garantías y obligaciones de las personas.

Luego de hacer varias consideraciones, Villegas concluye sosteniendo que


se puede hablar de una autonomía didáctica y funcional del derecho
tributario, pues constituye un conjunto de normas jurídicas dotadas de
homogeneidad que funciona concatenado a un grupo orgánico y
singularizado que a su vez está unido a todo el sistema jurídico. Su
singularismo normativo le permite tener sus propios conceptos e
instituciones o utilizar los de otras ramas del derecho, asignándoles un
significado diferente.

Ramas del Derecho Tributario


a) El Derecho Constitucional Tributario estudia las normas fun-
damentales que disciplinan el ejercicio del poder tributario. También se
ocupa de la delimitación y coordinación de poderes tributarios entre las
distintas esferas estatales en los países con régimen federal de gobierno.

b) El Derecho Tributario Material contiene las normas sustanciales


relativas en general a la obligación tributaria. Estudia cómo nace la
obligación de pagar tributos (mediante la configuración del hecho
imponible) y cómo se extingue esa obligación; examina también cuáles son
sus diferentes elementos.

c) El Derecho Tributario Formal estudia todo lo concerniente a la


aplicación de la norma material al caso concreto en sus diferentes aspectos;
analiza especialmente la determinación del tributo, así como la
fiscalización de los contribuyentes y las tareas investigatorias de tipo
policial, necesarias en muchos casos para detectar a los evasores ocultos.

d) El Derecho Procesal Tributario contiene las normas que regulan las


controversias de todo tipo que se plantean entre el fisco y los sujetos
pasivos, ya sea en relación a la existencia misma de la obligación tributaria,
a su monto, a los pasos que debe seguir el fisco para ejecutar forzadamente
su crédito, para aplicar o hacer aplicar sanciones y a los procedimientos que
el sujeto pasivo debe emplear para reclamar la devolución de las cantidades
indebidamente pagadas al Estado.

e) El Derecho Penal Tributario regula jurídicamente lo concerniente a las


infracciones fiscales y sus sanciones.

f) El Derecho Internacional Tributario estudia las normas que


corresponde aplicar en los casos en que diversas soberanías entran en
contacto, para evitar problemas de doble imposición y coordinar métodos
que eviten la evasión internacional hoy en boga mediante los precios de
transferencia, el uso abusivo de los tratados, la utilización de los paraísos
fiscales y otras modalidades cada vez más sofisticadas de evasión en el
orden internacional.

Fundamento en la Republica Dominicana

CAPÍTULO I: LOS TRIBUTOS Y SU EVOLUCIÓN EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.

Es la prestación en dinero que el Estado en ejercicio de sus poderes de


imperio exige a los contribuyentes, responsables y obligados.
También tributo: es el objeto de la obligación tributaria. Es la prestación en
dinero que el Estado exige en el ejercicio de su Potestad, en cumplimiento
de sus fines.

Origen de los tributos


El verdadero origen de los impuestos y contribuciones públicas es tan
antiguo como la sociedad misma. En efecto, siempre que han existido
comunidades autónomas se han creado métodos para lograr que sus
miembros presten la debida contribución material a la satisfacción de las
necesidades comunes.

La mayoría de los autores coinciden al afirmar que, las estructuras jurídicas


en que descansan los impuestos fueron establecidas en Roma, considerada
como la "Cuna del Derecho en General", y en la Biblia aparecen menciones
claras de su existencia variedad y obligatoriedad.
En este sentido, en el Evangelio de San Mateo (Cap. 22 Vers.21),
Jesucristo replicó a sus apóstoles en relación con el impuesto debido al
emperador romano Julio César lo siguiente, "Por lo tanto, den al César lo
que es del César y a Dios lo que a Dios Corresponde". Asimismo, en el
libro de los Romanos (Cap. 23, Vers. 7) San Pablo expresa: "Paguen a cada
uno lo que corresponde: al que contribuciones, contribuciones; al que
impuestos, impuestos; al que respeto, respeto; al que honor, honor.
En cuanto a su evaluación, históricamente los impuestos han pasado por
cuatro (4) grandes etapas de utilización:
 Como recurso esporádico de guerra.
 Como adición temporal a los ingresos regulares del Estado
 Como fuente permanente de entradas para el Estado.
 Como la más importante fuente de ingresos para el sistema fiscal.
Aunque el cobro de los impuestos en la República Dominicana se remonta
a los tiempos de la colonia, antes del año 1930 en el país no existió una
política tributaria definida que habilitara la creación de una estructura
impositiva adecuada y de un organismo fiscalizador que controla las
funciones tributarias de la economía nacional. Por tanto, los escasos
ingresos fiscales obtenidos en esta época, estuvieron compuesto por el
Arancel Nacional del año 1919 que era administrado por las fuerzas
interventoras de los Estados Unidos.

La existencia en nuestro país de un organismo administrador y colector de


tributos y tasas internas tiene su origen el 13 de abril de 1935 a través de la
Ley No.855 que dispuso la creación de un Departamento de Rentas
Internas dependiendo de la Secretaría de Estado del Tesoro y Crédito
Público como se le denominaba en aquel entonces a la actual Secretaría de
Estado de Finanzas.

Esta oficina tenía a su cargo la recaudación de todos los impuestos y otras


rentas fiscales que no estuviesen destinadas al servicio de Aduanas, entre
ellos: los impuestos sobre alcoholes, bebidas gaseosas, tabacos y
cigarrillos, vehículos de motor, fósforo, patentes comerciales e industrias,
peaje, espectáculos públicos y deportivos, armas de fuego, venta
condicional de bienes muebles, juegos de azar e hipódromos, entre otros.

Mediante la Ley No.127 del 7 de Junio de 1939, se crea el Impuesto sobre


la Propiedad Urbana, con el propósito de gravar toda transmisión de bienes
muebles e inmuebles, ya fuera por motivos de donación entre vivos o por
causas de muerte. Este impuesto se compartió luego con la Ley No.131,
promulgada tres (3) días más tarde siendo ambas refundidas en las Leyes
No.125 y 144 para constituir el Impuesto sobre Sucesiones, Particiones y
Donaciones.

Posteriormente se promulga la Ley No.761 para instituir del Impuesto


sobre la Propiedad Urbana y Otras Mejoras la cual disponía de un aumento
a las tarifas impositivas.

El 11 de febrero de 1949 se crea por primera vez el Impuesto sobre la


Renta mediante la Ley No.1927 para establecer un impuesto anual sobre la
renta obtenida en el país tanto por las personas físicas como las morales.
Esta misma ley dio origen a la Dirección General del Impuesto sobre la
Renta que tenía a su cargo todo lo relativo a la administración de los
gravámenes considerados en la misma y, durante ese mismo mes, se
promulgó también la Ley No.1928 sobre Pagos a Cuenta del Impuesto
sobre la Renta.

La Dirección General de Impuesto sobre la Renta estuvo vigente hasta el


27 de Diciembre de 1950 cuando se instituye la Ley No.2642 para
sustituirla por la Dirección General de Impuesto sobre beneficios. Con esta
nueva disposición legal también desapareció el Impuesto sobre la
Propiedad Mobiliaria que se había implementado en 1939.

En julio de 1958 la Dirección de Rentas Internas es fusionada con la


Administración General de Bienes Nacionales conforme al Decreto
No.3877 para constituir la Dirección General de Rentas Internas y Bienes
Nacionales.

En abril del año 1959 se promulga la Ley No.5118 para fucionar las
Direcciones Generales de Rentas Internas, la Dirección General de
Aduanas y Puertos, la Dirección General del Impuesto sobre el Beneficio y
la Dirección General de la Cédula de Identidad y Electoral, en la Dirección
General Impositiva.

No obstante esta entidad nunca llegó a funcionar por lo que se votó la Ley
No.5234 para dejar sin efecto la Ley No.5118 y mantener la vigencia de las
leyes orgánicas individuales de cada organismo.

En enero de 1962 se dicta el Decreto No.7601 que deja sin efecto la fusión
existente entre la Dirección General de Rentas Internas y la Dirección
General de Bienes Nacionales. En mayo del mismo año se deroga la ley
que establece el Impuesto sobre Beneficios y se emite la Ley No.5911 del
Impuesto sobre la Renta y para crear nuevamente la Dirección general con
el mismo nombre.

Con la promulgación de la Ley No.60 el 21 de Agosto de 1963 se crea la


primera Dirección General de Impuestos Internos, en uno de los primero
intentos de racionalizar la estructura tributaria de los impuestos internos del
país, fucionando las Direcciones Generales del Impuesto sobre la Rentas
Internas. No obstante, esta disposición legal fue derogada por la Ley
No.301 del 30 de Junio de 1960 para poner en vigor nuevamente las leyes
orgánicas No.5911 y 855 de las respectivas Direcciones Generales
previamente fusionadas.

El 16 de mayo de 1992 el Congreso Nacional aprueba el Código Tributario


Dominicano, el cual se regirá por la Ley No.11-92 y se aplicaría a los
impuestos internos del país. Con su creación y puesta en vigencia el 1ero
de junio de ese año, se trató de corregir las deficiencias legales y
administrativas de la Ley No.5911 al modificar el Impuesto sobre la Renta,
se derogó la Ley No.74 del Impuesto a la Transferencia de Bienes
Industrializados y Servicios (ITBIS), para ampliar la base disponible de
este impuesto y aumentar la tasa de un 6% hasta un 8%; y se modificó el
Impuesto Selectivo al Consumo cuya administración correspondía a la
Dirección General de Rentas Internas, entre otros cambios.

No obstante los esfuerzos por modernizar la administración de los


impuestos internos del país cobraron frutos a partir del 22 de Julio de 1997
con la promulgación de la Ley No.166-97, que instituye nuevamente la
Dirección General Impuesto Internos para la recaudación de todos los
impuestos, tasas y contribuciones, que antes administraban separadamente
la Dirección General de Impuesto sobre la Renta y la Dirección General de
Rentas Internas.

Esta nueva institución es creada para cumplir con los objetivos básicos de:
Eliminar la duplicación de funciones, disminuir los gastos administrativos,
simplificar procedimientos y aumentar los controles necesarios para
incrementar la eficiencia en el Sector Público, dando respuesta a las
necesidades de reforma y modernización a que debe someterse el Estado
Dominicano para responder a las crecientes demandas de un mundo
competitivo y globalizado.

Tributos en la república dominicana


Es aquella conformada por la Dirección General de impuestos Internos y la
Dirección general de Aduana con los fines de administrar los tributos
establecidos por el código tributario y las demás leyes que establece
impuestos o tasas.

La Administración Tributaria tiene como superior jerárquico a la secretaria


de Estado de finanzas la cual tiene la responsabilidad de velar por la
correcta aplicación y recaudación de los tributos, disminuir los conflictos
que puedan surgir de las actuaciones y decisiones de la Administración
Tributaria (ver Artículo 30 Ley 11-92, Código Tributario de la República
Dominicana).
ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA:

La Dirección General de Impuestos Internos surge mediante la Ley No.


166-97 del 22 de julio de 1997 la cual unifica las extintas Direcciones
Generales de Impuesto sobre la Renta y Rentas Internas y es la institución
que se encarga de la administración y/o recaudación de los principales
impuestos internos y sus tasas en la República Dominicana la cual tiene
como:

Objetivo: Garantizar la oportuna captación de los tributos presupuestados


por el Gobierno Central sobre la base de un programa que aumente la
percepción que tienen los Contribuyentes del riesgo por incumplimiento de
sus Obligaciones Fiscales.

Misión: Garantizar y facilitar el cumplimiento cabal, voluntario y oportuno


de las obligaciones tributarias de los Contribuyentes y cumplir con las
metas y políticas tributarias asignadas por el Estado.

Visión: Crear una conciencia tributaria nacional en los contribuyentes


eliminando la cultura de los incumplimientos y evasión fiscal y promover
la actuación transparente y eficiente de sus funcionarios para ofrecer un
servicio de máxima calidad al Estado y los Contribuyentes.

Característica del sistema tributario dominicano:


El conjunto de impuestos y tributos que conforman la estructura tributaria
de la República Dominicana se caracteriza porque no constituye un sistema
tributario racional y más bien se ajustan al sistema tributario de tipo
histórico, donde los impuestos se han aplicado conforme a una
yuxtaposición, producto del devenir histórico cuya finalidad es simple
recaudación sin unidad ni coherencia.

La estructura tributaria conformada de ese modo se caracteriza por:


a. Insuficiencia en la generación de Recursos para satisfacer el nivel de
exigencias del Gasto Público.
b. Una estructura inelástica, en razón de que los cambios en los volúmenes
del PBI son generalmente de mayor proporción que los cambios en los
volúmenes de las recaudaciones.
c. Estructuras muy Regresivas en términos reales: porque los tributos que
más aportan afectan en mayor proporción a los grupos sociales que
poseen menor capacidad de pago. Tal situación se verifica por el hecho
de que existe un número significativo de impuestos que se aplican y
transfieren efectivamente, sin embargo, el sistema de medición del
producto no los imputa como tales y sólo los registra parcialmente, no
los reconoce enteramente como ingreso fiscal percibido, sin embargo,
las familias y los asalariados los tienen que soportar como costo
crecientes en los valores de la canasta de bienes y servicios de consumo
cotidiano. Por ejemplo: El ITBIS y El Diferencial de los Derivados del
Petróleo, que inciden en todos los productos de consumo masivo del
país, aunque las personas no perciban su efecto directo y por la falta de
información adecuada al consumidor.
d. Refleja poca eficiencia en la orientación de los recursos hacia un
proceso de desarrollo económico y social favorable a las grandes
mayorías nacionales.
e. Duplicación de gravámenes sobre un mismo bien de consumo no
suntuario como se observa en varios de los impuestos a las
importaciones (ver características de los impuestos en la sección
correspondiente de esta publicación).
f. No cumple los principios de equidad horizontal ni vertical porque la
mayoría de los impuestos están formulados con un criterio fiscalista
donde el propósito básico es obtener mayores recaudaciones.
g. La estructura tributaria es de difícil administración por la gran
diversidad de impuestos que la conforman y se consideran excesivas en
razón de que según las técnicas modernas, un sistema tributario eficiente
no debe exceder de 12 a15 impuesto. (Ver Páginas 143 y 144 de la
Segunda Edición Año 1998, del Libro de Finanzas Publicas y Gestión
Fiscal de Juan Toribio- Teofilo A. Reyes).

Tributación y sus antecedentes en la republica dominicana

El origen de las reformas tributarias se debe fundamentalmente a factores


externos e internos.

Si dirigimos una mirada retrospectiva, con la intención de examinar todas


aquellas legislaciones de carácter impositivo con la que se maneja nuestro
país; podremos citar que esta legislación fiscal y tributaria se halla
consignada en una serie de leyes que regulan no solamente los tributos
según su naturaleza, sino además los procedimientos para la aplicación de
los mismos.
Los impuestos colocados en las últimas reformas se han sido negativos para
las recaudaciones, ya que hasta han tenido que disminuir de manera parcial
algunos de ellos, pero también existen problemas externos e internos que
motivan su creación como son: El alza del barril de petróleo, la baja de
nuestras exportaciones, pago de la deuda externa e interna, devaluación de
la moneda.

Para esto se ha creado una gran diseminación de impuestos, lo que sumado


a la falta de uniformidad de las normas procedimentales existentes, resta
una gran capacidad administrativa en torno a la administración tributaria,
en términos de garantizar el control y la exigibilidad del cumplimiento de
las obligaciones por parte de los contribuyentes.

La falta de solución a estos inconvenientes trae como consecuencias, las


siguientes situaciones:

Nuestra investigación pretende responder de manera satisfactoria a una


serie de interrogantes presentadas por el sistema fiscal y tributario:

Importancia

El tema es considerado de gran importancia ya que la mayor fuente de


recursos de los países subdesarrollados, como es el caso del nuestro,
proviene de la recaudación tributaria. Uno de los problemas de las
instituciones públicas de nuestro país es la ineficiencia y el trato
inadecuado a los usuarios.

Tenemos que unir nuestros esfuerzos al fortalecimiento intelectual de


estudiantes, profesionales e investigadores, para lograr los objetivos
trazados, de esta manera aportar mas al esclarecimiento de las interrogantes
creadas al tema propuesto.

Es necesario modificar el paradigma organizacional disperso autoritario e


ineficiente el cual ya no puede dar respuesta a los dilemas de
Administración pública.

La implantación de una reforma tributaria institucional no implica la


creación de un extenso y detallado muestrario de reglas jurídicas, si no mas
bien las transformaciones más generales, lo que permitiría a los
administradores adoptar estrategias y técnicas de gestión mas modernas.
Esto es lo que ha motivado abordar el tema; pues la DGII como organismo
recaudador del estado, lleva una gran responsabilidad con la nación.

Es por esta razón que debemos tener claro cuan eficiente es su control
administrativo y como se han aprobado una serie de leyes que han dotado
de autonomía a dicha institución con los cuales el estado ha recaudado mas
de lo que tenia previsto.

Antecedentes

El origen de los tributos, se remontan a los tiempos antiguos, cuando los


campesinos tenían que darle al rey una parte de sus cultivos, animales u
otras cosas de valor a cambio de que este le protegiera.

Pero también se afirma que existen controversias y discrepancias entre


diferentes autores, acerca del motivo que origino el cobro de tributos o
impuestos y su fecha de establecimiento, para unos estos surgieron por
primera vez en Inglaterra en el año de 1789, como un recurso esporádico de
guerra, mientras otros sostenían que era para satisfacer necesidades
sociales.

Ya en el siglo XVII, tiempo que se inicia y se desarrolla la época moderna


en Inglaterra, la obtención de recursos a través de los impuestos adquiere
otros propósitos, como son devolvérselos al pueblo en forma de: salud,
educación, vivienda, seguridad, etc.
En la Republica Dominicana, la esencia de los tributos se remonta a los
tiempos de la colonización Española; es donde surgen los tributos, pues los
Españoles imponían a los indígenas un pago en oro especie para tener
derecho a ciertos servicios, desde aquellos tiempos se creo el concepto de
la injusticia en el cobro de los tributos.

Los tributos se oficializan con el surgimiento de la República, el cobro de


estos se establecen en el articulo 37 de la constitución formulada en el 6 de
noviembre de 1844, otorgándole poder al congreso para la creación y
aprobación de los mismos.

En el año de 1929 la Administración Tributaria adquiere consolidación con


la implantación del Sistema Presupuestario Dominicano, y el 23 de abril de
ese mismo año, con el apoyo de la Comisión Económica Dominicana,
integrada mediante la Ley No. 1111 conocida como ¨Ley de Presupuesto¨.

Uno de los hechos más significativos en el campo tributario, lo constituyo


la creación del Sistema de Impuesto Sobre la Renta, mediante la Ley No.
5911, aunque en América Latina, su repercusión impositiva, se produce con
algún retraso, pudiendo identificarse que entre los años 1920 y 1935 se
asiste a la difusión de los tributos, quedando incorporado lo que se llama el
sistema tributario; y siendo los primeros países en establecerlos en esta
parte de mundo Brasil en 1923, Colombia en 1928 y Argentina en 1932.

En 1935 se crea Rentas Internas, un organismo que en nuestro país se


encargaría de administrar, colectar tributos y tasas internas. Entre los
impuestos que administro se encontraban los aplicables sobre los alcoholes,
a las patentes, cigarrillos entre otros que fueron incorporados
posteriormente.

En el año de 1949 se establece por primera la ley que crea el Impuesto


Sobre la Renta, la 1927 del 16 de febrero de 1949, publicada en la Gaceta
Oficial No. 6896 en el mismo mes y año, luego modificada por la ley 1928.

Esta ley de Impuesto Sobre la Renta tuvo un alcance extraordinario, a pesar


del corto tiempo de vigencia.

El 17 de abril de 1950 surgió la ley No. 2344 que modifico y unifico toda la
legislación anterior, esta ley fue publicada bajo la gaceta oficial No. 7107.

Esta ultima fue derogada por la Ley No. 2563 del 26 de Diciembre del
mismo 1950, publicada en la gaceta oficial No. 7217, la cual dio poder al
entonces presidente Rafael Leonidas Trujillo Molina, para que designara a
uno o varios funcionarios públicos, para que con carácter de liquidadores,
dirigieran y controlaran la ejecución, hasta el 31 de diciembre de 1958 de la
derogada ley No. 2344.

Con la sustitución del Impuesto Sobre la Renta, por el Impuesto Sobre el


Beneficio, el 29 de diciembre de 1950, surgió con la promulgación y
publicación de esta nueva ley No. 2642, un nuevo orden jurídico para este
tipo de imprecisión, ya que cambio el objetivo del impuesto, esto es, renta
por beneficio. Lo cual implico un cambio de nombre de la entidad
recaudadora a Dirección General del Impuesto Sobre el Beneficio,
quedando oficialmente esta institución encargada de administrar el
impuesto a partir del año de 1951.

En 1958 la Dirección General de Rentas Internas se fusiono con la


Administración General de Bienes, conforme al Decreto No. 3877, dando
origen a la Dirección General de Rentas Internas y Bienes Nacionales.

En abril de 1959, se creo la Dirección General Impositiva, mediante la Ley


No. 5118, previéndose que esta entidad comenzaría a funcionar a partir del
primero de Enero de 1960.
Esta entidad surgiría de la fusión de la Dirección General de Aduanas y
Puertos, creada el 20 de marzo de 1941, que dio inicio a su Reforma
Arancelaria y Aduanera en el 1967, a través del programa para el desarrollo
de la ONU, la Dirección General de Rentas Internas, la Dirección General
del Impuesto Sobre Beneficios y la Dirección General de la cedula Personal
de Identidad.

Sin embargo, esta entidad nunca llego a fusionar dado que el 10 de Octubre
de ese mismo año la ley No. 5234 dejo sin efectos y sin aplicación de la
precipitada Ley No. 5118 que creaba la dirección impositiva, por lo que se
mantuvieron vigentes las leyes que individualizaban dichas entidades.

En enero de 1962 se dicta el Decreto No. 7601 que deja sin efecto la fusión
existente entre la Dirección General de Rentas Internas y la Dirección
General de bienes Nacionales, en mayo de ese mismo año se deroga la ley
de Impuesto Sobre Beneficios, se emite la ley No. 5911 que establece el
Impuesto Sobre la Renta y crea la Dirección General de Impuesto sobre la
Renta.

Uno de los aspectos más relevantes en la evolución de esta Dirección, fue


cuando el 27 de julio de 1962 se dicta la ley 5993, se le atribuye todo lo
relativo a la depuración, Investigación, liquidación del Impuesto Sobre
Sucesiones y Donaciones que estaban a cargo de la Dirección General del
Impuesto Sobre Beneficios.

Para el año de 1963 se crea la primera Dirección General de Impuesto


Internos, la cual fusionaría las Direcciones Generales de Impuestos Sobre
la Renta y de Rentas Internas. Esta institución estaría vigente hasta junio de
1966, cuando por la ley 301, se dispone que las Direcciones Generales de
Impuestos Sobre la Renta y de Rentas Internas funcionaran independientes,
de acuerdo a las disposiciones de sus respectivas leyes orgánicas.

En el año 1970, se iniciaron esfuerzos por incorporar el Registro del


Contribuyente, dentro de un Programa de reforma Fiscal, con la
promulgación de la ley No. 53 sobre Registro Nacional de Contribuyente.

En 1974 se celebro un seminario sobre el tema ¨Administración Tributaria¨,


en el mismo se fijaron ciertos criterios y surgieron recomendaciones
relativas a la reestructuración de los impuestos y se concluyo que era
preciso dar los pasos para adecuar el sistema Tributario a los objetivos de
las crecientes necesidades de recursos financieros.

A partir del 1978, se realizaros varis reformas a la Ley 5911, que concedió
la oportunidad a los contribuyentes que hubieren omitido consignar bienes
a su propiedad en la manifestación patrimonial, para que normalizaran su
actuación sin justificar diferencias, pero no fue hasta 1992, donde se crea
una ley en la cual se trata de hacer un Código Tributario adecuado con sus
respectivos reglamentos, esta es la ley 1192, del 16 de junio de 1992, la
cual fue iniciativa del Poder Ejecutivo, siendo sometida a la consideración
del Congreso Nacional en fecha 12 de noviembre de 1991, y fue aprobada
así:

Esta independencia de los órganos administradores de los tributos internos,


se mantiene vigente hasta el año de 1997, cuando se dicta la Ley No.166-
97, que fusiona las antiguas direcciones generales de rentas internas e
impuesto sobre la renta, y crea nuevamente la Dirección General de
Impuestos Internos ¨DGII¨, institución que tiene a su cargo la
administración y cobro de los principales impuestos y tasas del país.
BIBLIOGRAFÍA

 Ossorio, M. (2006). Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos


Aires: Heliasta.
 Villegas, H. (2002). Curso de Finanzas, Derecho Financiero y Tributario. Buenos
Aires: Astrea.

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