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Un ángel anuncia el nacimiento de Juan Bautista

Siendo Herodes rey de Judea, vivía allí un sacerdote llamado Zacarías, y su


esposa Isabel. No tenían hijos pues Isabel no podía tener familia, y los dos
eran de edad avanzada.

Mientras Zacarías estaba oficiando ante el Señor se le apareció un ángel


diciéndole: “no temas Zacarías tu oración ha sido escuchada tu esposa te
dará un hijo y le pondrás por nombre Juan y muchos se alegraran con su
nacimiento porque será un gran servidor del Señor”. Al terminar el
servicio Zacarías regreso a su casa y poco después su esposa Isabel quedo
embarazada.

La Anunciación
Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret a una joven virgen llamada María, comprometida en matrimonio
con un hombre llamado José. El ángel le dijo: “alégrate llena de gracia, el
Señor está contigo. Concebirás y darás a luz un hijo y lo llamaras Jesús que
también será llamado Hijo del Altísimo. También tu parienta Isabel esta
esperando un hijo en su vejez porque no hay anda imposible para Dios”

María visita a su prima Isabel


Entonces María fue a una ciudad ubicada en los cerros de Judá entro en la
casa y saludo a Isabel, al oír su saludo el niño dio saltos en su vientre,
Isabel exclamo: “bendita tu eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu
vientre, dichosa por haber creído que se cumplirán las promesas del
Señor”.
Primeros pasos de Juan Bautista
Cuando llego el día Isabel dio a luz a su hijo, al octavo día vinieron para
cumplir con el rito de la circuncisión y todos querían ponerle por nombre
Zacarías como su padre pero Isabel y su padre dijeron: “se llamara Juan”.

Jesús nace en Belén


Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto por el que se
debía proceder a un censo, todos empezaron a moverse para ser
registrados en su ciudad natal, José que estaba en Galilea subió a Judea a
la ciudad llamada Belén allí se inscribió con María. Mientras estaban en
Belén llego el momento de dar a luz a su hijo, lo envolvió en pañales y lo
acostó en un pesebre pues era una región de pastores y no había lugar
para ellos en la casa, estando por la noche los pastores, cuidando sus
rebaños apareció un ángel que les dijo: “no teman pues vengo a
comunicarles una buena noticia hoy ha nacido para ustedes un Salvador,
lo hallaran recién nacido y acostado en un pesebre”. Los pastores fueron
hasta Belén y hallaron a María, a José y al niño y contaron lo sucedido,
todos quedaron maravillados de lo que decían.

Pasado los ocho días circuncidaron al niño y le pusieron el nombre de


Jesús.

Jesús es presentado en el Templo


Cuando llego el día en que según la ley de Moisés debían cumplir el rito de
la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor.

Una vez que cumplieron todo lo que ordenaba la ley volvieron a la ciudad
de Nazaret. El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría y la gracia de
Dios permanecía con él.
Primera iniciativa del joven Jesús
Los padre de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la
Pascua, Jesús a los 12 años también fue, al terminar los días de fiesta
regresaron pero el niño Jesús se quedó sin que sus padres lo supieran. Al
tercer día lo hallaron en el Templo sentado en medio de los maestros de la
ley escuchándolos y haciéndoles preguntas, todos quedaban asombrados
de su inteligencia. Su madre le dijo: “¿Por qué nos has hecho esto?
Estábamos muy angustiados”. Jesús le respondió: “¿Por qué me buscaban,
no saben que debo estar donde mi Padre?”

Juan Batista anuncia la venida de Jesús


Por aquel tiempo Juan Bautista empezó a predicar en el desierto y mucha
gente y se hacía bautizar por el en el rio Jordán. Su mensaje decía:
“renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca, yo
los bautizo con agua y el que viene después de mi los bautizara con el
Espíritu Santo”

Jesús recibe el bautismo de Juan


Por entonces vino Jesús de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara,
una vez que lo hizo Jesús salió del agua y en ese momento se abrieron los
cielos y el Espíritu Santo bajo en forma de paloma y se oyó una voz que
dijo: “este es mi hijo, el amado, este es mi elegido”

Jesús es tentado el desierto


El Espíritu condujo a Jesús al desierto para que fuera tentado por el diablo,
estuvo 40 días y 40 noches sin comer, el diablo se le acercó y le dijo: “si
eres el hijo de Dios ordena que estas piedras se conviertan en pan”. Jesús
le respondió: “no solo de pan vive el hombre sino de toda palabra de
Dios”. Luego el diablo lo llevo a la parte más alta de la muralla del templo
y le dijo: “si eres hijo de Dios tírate pues sus ángeles te llevaran”. Jesús le
respondió: “no tentaras al Señor tu Dios. Luego lo llevo a un monte muy
alto y le mostro todas las naciones del mundo y le dijo: “te daré todo esto
si me adoras”. Jesús le respondió: “aléjate, porque dice adoraras solo al
Señor tu Dios”. Entonces el diablo lo dejo y los ángeles vinieron a servirlo.

Mientras Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea vio a dos hermanos:
Simón y Andrés que eran pescadores, los llamo: “síganme y yo los hare
pescadores de hombres”, dejaron sus redes y lo siguieron. Más adelante
vio a otros dos: Santiago y Juan, Jesús los llamo y estos también lo
siguieron.

Recorrían toda Galilea enseñando en las sinagogas, curaba a las personas


de toda dolencia y enfermedades, su fama se extendía por toda Siria y
empezaron a seguirlo muchedumbres.

Jesús al ver toda esa muchedumbre que lo seguía subió al monte, se sentó
y sus discípulos se reunieron a su alrededor y desde allí comenzó a
hablarlos y a enseñarlos a cumplir con la ley de Dios, a no jurar por el cielo
porque es el trono de Dios ni por la tierra que es la tarima de sus pies, a
amar a los enemigos, a hacer el bien solo por Dios, como rezar, como
tener confianza en Dios y no en el dinero, a no juzgar a los demás, a ser
humildes, a cuidarse de los falsos profetas, a no hacer el mal y a proclamar
el nombre de Dios. Cuando Jesús termino su discurso la gente estaba
admirada.

Curación de un leproso
Jesús bajo del monte y mucha gente empezó a seguirlo, un leproso se
arrodillo ante él y pidió que lo curara, Jesús extendió su mano lo toco y lo
curo.

La fe del centurión
Al entrar en Cafarnaúm se le acerco el capitán de la guardia y suplico que
curara a su muchacho paralitico, Jesús le dijo: “yo iré a sanarlo”, el capitán
respondió: “¿Quién soy para que entres en mi casa? Di una palabra y mi
muchacho se sanara”. Jeus dijo a los que le seguían: “les aseguro que no
he encontrado a nadie con tanta fe, vete a casa, hágase como has creído”.

Jesús fue a casa de Pedro y encontró a su suegra con fiebre le toco la


mano y esta se sano, allí le llevaron a muchas personas enfermas y
también los curo.

Jesús calma la tempestad


Jesús subió a la barca con sus discípulos, se levantó una tormenta en el
lago pero el dormía, sus discípulos lo despertaron diciendo: “Señor
sálvanos que estamos perdidos” y él les respondió: “que miedosos son
que poca fe tienen”. Se levantó dio una orden al viento y al mar y todo
volvió a la calma.

Los endemoniados de Gadara


Al llegar a la otra orilla salieron a su encuentro hombres endemoniados,
Jesús expulso a esos demonios y los envió a una piara de cerdos, estos se
arrojaron al lago ahogándose. Cuando los habitantes de Gadara se
enteraron le pidieron a Jesús que se retirara de sus tierras.

Jesús sana al paralitico


Jesús volvió a la barca y cruzo de nuevo el lago, al llegar a la orilla le
llevaron a un paralitico en una camilla, Jesús perdono sus pecados y lo
curo. La gente al ver esto quedó impresionada y alabo a Dios.

Jesús llama al apóstol Mateo


Al irse de allí Jesús vio a un hombre en su puesto de cobrador de
impuestos llamado Mateo y le dijo: “sígueme”, Mateo se levantó y los
siguió. Los fariseos al ver esto no les gusto porque Mateo era pecado,
entonces Jesús les dijo: “no he venido a llamar a los justos sino a salvar a
los pecadores”

Jesús resucita a una niña y cura a una mujer enferma


Mientras Jesús hablaba llego un jefe de los judíos y suplico pidiendo a
Jesús que resucite a su hija, mientas iba a su casa se le acerco una mujer
que toco su manto y se curó, al llegar a la casa Jesús resucita a la niña. Al
retirarse de allí lo siguieron dos ciegos, Jesús toco sus ojos y ellos vieron.
Jesús recorría las ciudades y pueblos enseñando la buena nueva de Dios y
curando dolencias y enfermedades.

Los doce apóstoles


Jesús llamo a sus doce discípulos y les dio poderes para expulsar demonios
y curar enfermedades, ellos son: Pedro, Andrés, Santiago, Juan, Felipe,
Bartolomé, Tomas, Mateo, Santiago (hijo de Alfeo), Tadeo, Simón y Judas
Iscariote el que luego lo traicionaría.

A estos doce Jesús los envía a misionar: “no vayan a pueblos samaritanos
ni a tierras de paganos, diríjanse a las ovejas perdidas del pueblo de Israel,
proclamen el Reino de Dios, sanen a los enfermos, resuciten a los muertos
y echen a los demonios. No lleven oro ni plata, nada de provisiones, al
entrar en un pueblo quédense en la casa de las familias que lo merecen,
denles la paz, y si en algún lugar no los reciben salgan sacudiendo el polvo
de los pies. Cuando los persigan en una ciudad huyan a otra pero no les
tengan miedo porque nada hay oculto que no llegue a ser descubierto. El
que los recibe a ustedes me recibe a mí, el que le dé un vaso de agua no
quedara sin recompensa”.
Jesús y Juan Bautista
Cuando Jesús termina de dar instrucciones a sus discípulos se fue a
predicar a las ciudades judías, Juan estaba en la cárcel y envió a sus
discípulos a preguntarle a Jesús si era el, el Hijo de Dios. Jesús le responde:
“vayan y cuéntenle a Juan que los ciegos ven, los cojos andan, los muertos
resucitan, los sordos hoyen y una buena nueva llega a los pobres”.

Jesús, Señor del sábado


En cierta ocasión pasaba Jesús por unos campos de trigo, era un día
sábado, sus discípulos tenían hambre y comenzaron a recoger trigo para
comer. Los fariseos le decían: “tus discípulos están haciendo lo que está
prohibido en día sábado. También le reclamaron por curar a un enfermo.
Los fariseos planeaban la manera de acabar con Jesús, él lo supo y se alejó
de allí y muchas personas lo siguieron y Jesús continúo predicando,
sanando enfermos pero les pedía que no hablaran de él.

Jesús enseña a través de parábolas


Ese día Jesús salió de casa y fue a sentarse a orillas del lago, pero vino tal
cantidad de gente que tuvo que subirse a una barca, Jesús les hablo de
muchas cosas usando comparaciones o parábolas: la de El sembrador, la
de El trigo y la hierba mala, la de El grano de mostaza, y la de El tesoro, la
perla y la red.

La muerte de Juan Bautista


Por aquel tiempo, la fama de Jesús había llegado hasta el virrey Herodes.
En efecto Herodes había ordenado detener y encerrar en la cárcel a Juan a
causa de la esposa de su hermano porque Juan le decía: “la ley no te
permite tenerla como esposa”, Juan continuaba en la cárcel porque
Herodes tenía miedo de matarlo pero en su cumpleaños la hija de su
esposa instigada por su madre pidió en una bandeja la cabeza de Juan
Bautista y su deseo fue cumplido por el virrey Herodes, luego los
discípulos enterraron el cuerpo de Juan y fueron a darle la noticia a Jesús.

Primera multiplicación de panes


Jesús se alejó en una barca y fue a un lugar despoblado pero la gente
enseguida lo siguió, al desembarcar se encontró con un gran gentío y
sintió compasión de ellos, cuando caía la tarde sus discípulos estaban
preocupados porque tenían solamente 5 panes y 2 pescados y no
alcanzaría para que todos comieran. Jesús mando a la gente que se
sentara en el pasto tomo los panes y los pescados los bendijo y entrego a
sus discípulos para que repartieran a las personas, todos comieron hasta
saciarse y sobraron 12 canastos llenos.

Jesús camina sobre las aguas


Inmediatamente después Jesús dijo a sus discípulos que se fueran en la
barca a la otra orilla mientras el despedía a la gente. Luego subió al cerro
para orar a solas, la barca estaba ya muy lejos de la tierra y antes del
amanecer Jesús fue hacia ellos caminando sobre el mar. Desembarcaron
en Genesaret, los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús y el
continuo sanando a sus enfermos.

Luego Jesús fue perseguido y hostigado por fariseos y maestros de la ley


que habían venido de Jerusalén porque sus discípulos no respetaban la
tradición y no se lavaban las manos antes de comer. Jesús continuo
enseñando y diciendo que todo lo que entra por la boca va al estómago y
termina en el basural en cambio lo que sale de la boca procede del
corazón y eso es lo que hace impura a la persona.
Jesús sana a la hija de una pagana
Jesús marcho de allí y fue a las tierras de Tiro y Sidón, se le acerco una
mujer suplicando que sanara a su hija, Jesús les dijo: “mujer que grande es
tu fe que se cumpla tu deseo” y en aquel momento la niña quedo sana.

Segunda multiplicación del pan


De allí Jesús volvió a la orilla del mar de Galilea y subiendo al cerro un gran
gentío se acercó a el trayendo a personas con muchas enfermedades y
Jesús los sanaba. Jesús tuvo mucha compasión de esas personas pues
hacia tres días que lo seguían y no tenían para comer, entonces tomo 7
panes y algunos pescaditos que tenían sus discípulos, dio gracias y los
partió, entrego a sus discípulos y estos los repartieron para que todos
comieran hasta saciarse.

Después Jesús despidió a la muchedumbre, subió a la barca y fue al


territorio de Magadan. Los fariseos y los saduceos se acercaron a el para
ponerlo en apuros pero, pero el sabiamente supo eludirlos, los dejo y se
marchó.

La fe de Pedro y las promesas de Jesús


Estando en la región de Cesarea, Jesús le pregunto a sus discípulos:
“¿Quién dice la gente que soy yo?”, ellos respondieron: “unos dicen que
eres Juan Bautista otros Elías o Jeremías o algún otro profeta”.

“¿Y ustedes quien dicen que soy yo?”, Pedro contesto: “tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios” Jesús le respondió: “feliz de ti Pedro, yo te digo tu eres
Pedro (ósea piedra) y sobre esta piedra edificare mi iglesia, y yo te daré la
llave del reino de los cielos”. Y les ordenó a sus discípulos que no dijeran a
nadie que él era el Mesías.
Jesús anuncia su pasión
A partir de ese día Jesús comenzó a preparar a sus discípulos para lo que
iba a ocurrir y manifestaba que él debía ir a Jerusalén y que las
autoridades judías lo iban a hacer sufrir mucho, que incluso debía ser
muerto y que resucitaría al tercer día.

La transfiguración de Jesús
Seis días después Jesús llevo a Pedro, a Santiago y a Juan a parte a un
monte alto, a la vista de ellos su aspecto cambio completamente: su cara
brillaba como el Sol y so ropa se volvió blanca como la luz y vieron a
Moisés y a Elías hablando con él. Pedro quiso levantar una tienda pero de
repente una nube luminosa los cubrió y una voz dijo: “este es mi hijo, este
es mi elegido, escúchenlo”. Los discípulos se asustaron mucho y se
arrodillaron y al levantarse ya no vieron a nadie más con Jesús, mientras
volvían del monte Jesús les ordeno que no contaran a nadie a cerca de lo
ocurrido.

Jesús sana a un epiléptico


Cuando volvieron donde estaba la gente se acercó un hombre de rodillas y
pidió que curara a su hijo que era epiléptico, y les conto que los discípulos
no pudieron hacerlo. Enseguida Jesús lo curo, los discípulos le preguntaron
porque no pudieron curarlo y Jesús les dijo: “si tu vieran fe le dirían a esta
montaña quítate de ahí y ponte más allá, la montaña lo haría porque nada
es imposible si tienen fe”.

Al volver a Cafarnaúm, se acercaron los cobradores de impuestos, Jesús le


ordeno a Pedro que fuera a la playa y el primer pez que pescara que le
abriera la boca y sacara la moneda de plata que hallaría en él, que fuera y
pagara los impuestos.

Luego Jesús continuo enseñando acerca de la inocencia de los niños, de


cómo aconsejar a los amigos, que hay que perdonar a los compañeros,
también les hablo acerca del matrimonio, del divorcio y la continencia por
el Reino.

Jesús y los niños


Entonces trajeron a Jesús a algunos niños, pero los discípulos lo recibían
muy mal, pero Jesús les dijo: “dejen a esos niños y no les impidan que
vengan a mí porque el Reino de los Cielos pertenece a los niños”.

El joven rico
Un hombre joven se le acercó y le pregunto que debía hacer para
conseguir la vida eterna, Jesús le respondió: “cumple con los
mandamientos: no matar, no cometer adulterio, no hurtar, no levantar
falsos testimonios, honrar al padre y a la madre y amar al prójimo como a
sí mismo”, el joven le dijo que ya había hecho todo eso. Jesús le dijo:
“vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres y sígueme”.

El joven cuando oyó esta respuesta se marchó muy triste porque era un
joven rico.

Tercer anuncio de la pasión


Mientras iban subiendo a Jerusalén Jesús llamo a parte a los doce
apóstoles y les dijo: “ya estamos llegando a Jerusalén, el hijo del hombre
va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley que lo
condenaran a muerte, se burlaran de él, lo azotaran, lo crucificaran pero
resucitara al tercer día”.
Jesús entra a Jerusalén
Cuando estaban cerca de Jerusalén junto al monte de olivos, Jesús envió a
dos de sus discípulos que fueran a buscar a una burra con su burrito, así lo
hicieron, le colocaron sus mantos sobre el lomo y él se sentó encima.

Había muchísima gente que cortaban ramas de los arboles y lo seguían en


caravana. Cuando Jesús entro en Jerusalén toda la ciudad se alboroto y la
muchedumbre gritaba: “este es el profeta Jesús de Nazaret de Galilea”.

Cuando entro en el templo se encontró con personas que vendían y


compraban, muy enojado los echo fuera y les dijo: “mi casa será llamada
casa de oración y ustedes la han convertido en cueva de ladrones”.
También en el templo continuo curando a cuanto enfermo se le acercaba,
esto enfureció a los sacerdotes y maestros de la ley. Enseguida Jesús los
dejo y salió en dirección a la ciudad de Betania donde paso la noche.

Al día siguiente Jesús continuaba enseñando en el templo a través de


comparaciones y parábolas, mucha gente lo escuchaba y se asombraba de
sus enseñanzas, esto enojo mucho a los fariseos y a los maestros de la ley
que buscaban la forma y el motivo para detenerlo pero Jesús continuaba
curando y enseñando.

La unción en Betania
Jesús se encontraba en Betania en casa de Simón el leproso, se acercó a él
una mujer mientras estaban a la mesa, con un frasco de mármol lleno de
un perfume muy caro y lo derramo en su cabeza. Los discípulos
protestaban porque era un perfume muy caro pero Jesús les dijo que al
derramar este perfume sobre su cuerpo ella lo estaba preparando para su
entierro.

Entonces uno de sus discípulos que se llamaba Judas Iscariote se presentó


a los jefes de los sacerdotes y se ofreció a entregarlo a cambio de treinta
monedas de plata.
La ultima cena
El primer día de la fiesta en que se comía el pan sin levadura, los discípulos
fueron a la ciudad y prepararon la cena de Pascua. Llegada la tarde, Jesús
se sentó a la mesa con los doce discípulos, mientras comían les dijo: “en
verdad les digo que uno de ustedes me va a traicionar”. Se sintieron
profundamente afligidos y le preguntaban seré yo, esto también le
pregunto Judas Iscariote y Jesús le respondió: “tú lo has dicho”.

Mientras comían, Jesús tomo pan, pronuncio la bendición, lo partió y lo


dio a sus discípulos diciendo: “tomen y coman, esto es mi cuerpo”,
después tomo una copa, dio gracias y se la paso a sus discípulos diciendo:
“beban todos de ella, esto es mi sangre que será derramada por una
muchedumbre para el perdón de sus pecados”.

Después de la cena partieron al monte de olivos.

En el huerto de Getsemaní
Llego Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y ordeno a sus
discípulos que se quedaran allí mientras él se retiraba a orar, llevo consigo
a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo y comenzó a sentir mucha tristeza y
angustia, y le pidió que se quedaran despiertos con él. Aquella noche se
retiró dos veces a orar, cuando regreso les dijo a sus discípulos que podían
irse a dormir.

Toman preso a Jesús


Estaba todavía hablando cuando llego Judas el cual iba acompañado de
una chusma armada con espadas y garrotes enviada por los jefes de los
sacerdotes y por las autoridades judías, fue directamente donde Jesús y
dándole un beso en la mejilla le dio las buenas noches, pues esa era la
señal acordada para entregarlo, entonces los soldados se acercaron a
Jesús y lo arrestaron.
Jesús comparece ante el Consejo Judío
Lo llevaron a la casa del sumo sacerdote Caifás donde estaban reunidos
los maestros de la ley y las autoridades judías, quienes andaban buscando
alguna declaración falsa contra Jesús para poder condenarlo a muerte
pero no encontraban ningún testigo hasta que alguien dijo que Jesús había
afirmado que era capaz de destruir el templo y reconstruirlo en tres días.
Jesús no respondía a todas estas acusaciones, entonces le preguntaron:
“¿Eres tú el Hijo de Dios?”. Jesús respondió: “es así como tú lo has dicho”,
los sacerdotes y maestros de la ley consideraron esto como una burla y
decidieron que merecía ser condenado a muerte, comenzaron a escupirle
y darle bofetadas mientras se burlaban de él.

La muerte de Judas
Cuando Judas el traidor supo que Jesús había sido condenado se llenó de
remordimientos y devolvió las treinta monedas de plata, se retiró del
templo y se marchó al monte a ahorcarse. Los jefes de los sacerdotes
recogieron las monedas y con ese dinero compraron el campo del alfarero
y lo destinaron para cementerio de extranjeros y ese lugar es llamado
Campo de Sangre.

Jesús comparece ante Pilato


Jesús compareció ante el gobernador que lo interrogo: “¿Eres tú el rey de
los judíos?”, Jesús contesto: “tú eres el que lo dice”. Los jefes de los
sacerdotes y las autoridades judías lo acusaban pero Jesús no respondía
ninguna sola palabra de modo que el gobernador se sorprendió mucho.
Con ocasión de la Pascua era costumbre dejar en libertad a un condenado,
a elección del pueblo. Cuando se juntó toda la gente Pilato les pregunto:
“¿A quién quieren que deje libre, a Jesús o a Barrabas?”. Mientras tanto
los jefes de los judíos persuadían a la gente para que pidiera la libertad de
Barrabas pero Pilato no tenía un motivo para crucificar a Jesús, al darse
cuenta que aumentaba el alboroto pidió agua, se lavó las manos delante
del pueblo y les dijo: “ustedes responderán por su sangre yo no tengo la
culpa”.

El camino de la cruz
Los soldados romanos llevaron a Jesús al patio del palacio, le quitaron su
ropa y le pusieron un capa de soldado de color rojo y en su cabeza una
corona de espinas y en su mano derecha una caña, luego se burlaban de
él, lo escupían y lo golpeaban. Después de crucificarlo, lo llevaban al
monte del Calvario, por el camino se encontraron con un hombre llamado
Simón y lo obligaron a cargar con la cruz de Jesús, al llegar le dieron de
beber vino con hiel.

Allí lo crucificaron junto a dos ladrones uno a su derecha y otro a su


izquierda, encima de su cabeza habían puesto un letrero con el motivo de
su condena que decía: “este es Jesús el rey de los judíos”. Todos los que
pasaban por allí lo insultaban diciéndoles que fue capaz de salvar a otros y
no es capaz de salvarse a sí mismo.

Desde el mediodía hasta las tres de la tarde todo el país se cubrió de


tinieblas. A eso de las tres Jesús grito con mucha fuerza: “¿Dios mío
porque me has abandonado?” y en ese mismo momento se murió.

Después de la muerte de Jesús


En ese mismo instante la cortina del Santuario se rasgó de arriba abajo, la
tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y
resucitaron varias personas. El capitán y los soldados que custodiaban a
Jesús al ver todo lo que estaba pasando se llenaron de terror y decían:
“verdaderamente este era el Hijo de Dios”.
Sepultan a Jesús
Siendo ya tarde llego un hombre rico llamado José y pidió al gobernador
Pilato el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo coloco en
un sepulcro nuevo que había hecho excavar en una roca, después hizo
rodar una gran piedra en la entrada.

Aseguran el Sepulcro
Al día siguiente los jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron
ante el gobernador pidiendo asegurar la entrada del sepulcro porque se
acordaron que Jesús había dicho que resucitaría al tercer día. Pilato le
respondió: “vayan ustedes y tomen las precauciones que crean
necesarias”, ellos sellaron la piedra y pusieron una guardia.

Jesús resucitado se aparece a las mujeres


Pasado el sábado al aclarar el primer día de la semana fueron María
Magdalena y la otra María a visitar el sepulcro, de repente se produjo un
violento temblor y el Ángel del Señor bajo del cielo hizo rodar la piedra de
la entrada y se sentó sobre ella, los guardias temblaron de miedo y se
quedaron como muertos. El Ángel dijo a las mujeres: “no tienen por qué
temer, buscan a Jesús, no está aquí pues ha resucitado como lo había
anunciado, vengan a ver el lugar donde lo habían puesto y vuelvan
enseguida a decir a sus discípulos: ha resucitado de entre los muertos y se
adelanta camino a Galilea, allí lo verán”

Las mujeres con una inmensa alegría corrieron a llevar la noticia a los
discípulos. Mientras iban a la ciudad Jesús le salió al encuentro y les dijo:
“paz a ustedes, vayan y digan a mis hermanos que se dirijan a Galilea allí
me verán”, también los soldados corrieron a la ciudad y contaron lo que
había pasado. Entonces las autoridades judías acordaron dar una buena
cantidad de dinero a los soldados para que dijeran que se habían quedado
dormidos y que los discípulos habían robado el cuerpo de Jesús. De ahí
salió la mentira que ha corrido entre los judíos hasta el día de hoy.

Jesús envía a sus apóstoles


Los once discípulos partieron para Galilea al monte que Jesús les había
indicado, cuando lo vieron se postraron ante él, Jesús se acercó y les
hablo: “me ha sido dada toda autoridad en el cielo y en la tierra, vayan y
hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos en el
Nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Y enséñenles a cumplir
todo lo que yo les he enseñado a ustedes. Yo estoy con ustedes todos los
días hasta el fin de la historia”.
Trabajo Práctico de Formación Cristiana

Instituto Nuestra Señora de Lourdes

Profesora: Hermana Edita Vera

Bibliografía:
Infancia de Jesús – Evangelio según San
Lucas capítulos 1 y 2
Vida y obra de Jesús – Evangelio según
San Mateo capítulos 3 al 28

Alumno: Alan Joaquín Zink

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