§ 4, TEOREMA III
Si un ser racional debe pensar sus mdximas como leyes |
practicas universales, no puede pensarlas sino como |
principios que contengan el fundamento, para deter:
minar la voluntad, no segun la materia, sino s6lo se.
gun la forma.PARTE J, LIBRO 1, CAP 1, § 4 peat
} La materia de un principio practico es el objeto de
Ja voluntad. Dicho objeto es, o no, el fundamento para
/ determinar la voluntad. En caso de serlo, la regla de la
voluntad quedaria sometida a una condicién empirica
(ala relacién de la representacion determinante con el
_sentimiento de placer y displacer) y, por lo tanto, no
‘seria una ley practica. Pues bien, sia una ley se le des-
poja de toda materia, o sea, de cualquier objeto de la
voluntad (en cuanto fundamento para determinarla),
no queda nada | salvo la simple forma de una legisla {A 49]
'Gén universal. Por consiguiente, o bien ningun ser ra
cional puede pensar en modo alguno sus principios
| practico-subjetivos (mdximas) al mismo _ tiempo
como leyes universales, o bien ha de admitirse que la
‘simple forma de los mismos, con arreglo a la cual tales
| principios se acomodan a una legislacion universal, les
| convierte por si sola en leyes practicas.