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Curso: Persona, Familia y Bioética

Profesora: Angela Guevara

Trabajo Final
El Aborto, una mirada desde el silencio.
El aborto ha sido muy discutido durante los últimos años, especialmente por movimientos
feministas que han traído y argumentado su lucha y reivindicación en los derechos
absolutos de la mujer sobre su propio cuerpo, que es ella y nadie más que ella la que
puede decidir si forma una familia o no y si le da termino a una vida o la deja seguir, en
ocasiones expresiones tan dolorosas como “materia prima para cremas” donde la
supuesta lucha de derechos pasa radicalmente a llevar los derechos de los demás. Vemos
estos argumentos en la televisión, en los periódicos, y en los medios de comunicación en
general, todos hablan, todos discuten, todos opinan. Y que pasa ¿con el que no tiene voz?,
con el que no puede opinar, que no puede gritar por sus derechos, que sufre en silencio
mientras se ejecuta su sentencia de muerte, que desde el silencio todos sus derechos son
arrebatados de golpe, cuando se ha cortado su proyecto de ser persona, esa mirada desde
el silencio del dolor, se termina con una vida en pos de los derechos de unos, violando los
derechos de otros.
Una mirada además desde del silencio del dolor de aquella mujer que sufre en privado por
las cicatrices dejadas por el aborto, no físicas, sino que, en lo más profundo del corazón, el
dolor de la culpa, de sentirse responsable de haber dado fin a una vida, esas heridas no
sanan y acompañarán toda la vida.
No es bueno guardar silencio, En tal caso debe haber acompañamiento profesional
pertinente para que la mujer embarazada en una situación de estas pueda tener el hijo y
luego darlo al estado o a un instituto de bienestar familiar o a una casa de adopción. Es
una vía perfectamente válida, y el Estado debe acompañarla y crear los mecanismos para
favorecer su realización.

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