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En la nota de pie de página del tema 4 de Verdades Bíblicas (Abril 1996), discutí muy
brevemente un pasaje de 1 de Corintios 15 de acuerdo al cual Cristo resucitado se apareció
a los doce.
1 de Corintios 15:3-5
“Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer
día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce….”
Para muchos, esta escritura ha sido piedra de tropiezo; de acuerdo a la tradición, Judas
murió antes de la crucifixión y por lo cual, si esa tradición fuera correcta, entonces ahí la
Palabra de Dios hubiera escrito “once” en lugar de “doce”. En esa nota de pie de página,
después de admitir que mi análisis no era detallado, prometí que regresaría para examinar
más detalladamente este tema en otro artículo.
La investigación a continuación empieza confirmando que los “doce” del pasaje anterior
son los bien conocidos “doce” que incluía a Judas. Después de eso, continuamos con un
análisis detallado del registro del evangelio que se refiere a la aparición de Jesús después de
la resurrección que sucedió la noche del “primer día de la semana”. Aunque esta aparición
no es la aparición a los doce, es muy importante examinarla puesto que, como veremos,
Judas estaba ahí cuando sucedió. Aparte de eso, el análisis de esta aparición es necesaria
para una buena comprensión del registro del evangelio de la aparición a los doce. Después
de eso, la investigación va a continuar con el análisis de la opinión tradicional y el pasaje de
Mateo 27:3-5 que se usa para apoyarla. Finalmente, el artículo cerrará con el estudio de
otro pasaje que nos ayudará a especificar más precisamente el tiempo de la muerte de
Judas.
Como es evidente en este pasaje, la composición original del grupo de los doce incluía a
Judas Iscariote. Así que cuando sea que leamos “doce” deberíamos de entenderlo como un
término que denota el grupo anterior de los doce, salvo si hay un cambio en la composición
de ese grupo. En este último caso, cuando se refiere a los eventos antes del cambio del
número “doce” se debería de entender como el grupo anterior de los doce hombres;
mientras que cuando se refiere a los eventos después del cambio, se tiene que hacer el
ajuste correspondiente al significado. En nuestro caso, el evento que la Palabra de Dios
habla en 1 de Corintios 15:5 es la resurrección de Jesucristo y las apariciones suyas que le
siguieron. Por lo cual, la simple pregunta que se tiene que hacer es ¿cuál era la composición
del grupo de los doce en el tiempo de la resurrección? ¿Estaba Matías con los once en ese
tiempo? El tiempo exacto y el proceso que se siguió con la inclusión de Matías en el grupo
de los once restantes vienen en Hechos 1:15-26. De este registro aprendemos que en algún
momento entre la ascensión y el día de Pentecostés, Pedro propuso la sustitución de Judas
por alguien más. Los candidatos eran dos: uno se llamaba “José llamado Barsabás” y el otro
era Matías. ¿Cómo se hizo esa elección y quién fue escogido se describe en Hechos 1:24-
26:
Hechos 1:24-26
“Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos
dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas
por transgresión [cayó por transgresión=griego: parabaino= “transgredió”. De igual modo
en Mateo 15:2,3 y 2 de Juan 9], para irse a su propio lugar. Y les echaron suertes, y la
suerte cayó sobre Matías; Y fue CONTADO con los once apóstoles.”
Ahora, puesto que solo hasta ese punto Matías fue enumerado con los once, eso obviamente
significa que antes no lo contaban1. Por lo cual, cuando nos topemos con la expresión los
“doce” y se haga referencia a los eventos que sucedieron antes de Hechos 1:26 lo que se
quiere decir es los doce de Lucas 6:13 que incluía a Judas. Por otro lado, cuando esa
expresión se refiera a eventos que sucedieron después de la inclusión de Matías entonces lo
que quiere decir es la nueva composición del grupo que excluyó a Judas e incluyó a Matías.
Teniendo esto en mente no deberíamos tener ningún problema para entender quienes son
los doce de 1 de Corintios 15. El pasaje correspondiente se refiere a la aparición que
sucedió antes de que “Matías fuera contado con los once”. Por lo cual, puesto que en aquel
momento Matías aún no era parte de los doce, la expresión “y después a los doce” de 1 de
Corintios 15 se refiere a los doce usuales de Lucas 6:13 que incluía a Judas2.
Juan 20:19
“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas
cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino
Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.”
Aunque este verso no declara específicamente quienes de los discípulos estaban presentes
en esta aparición, el verso 24 del mismo capítulo nos dice quién no estaba presente:
Juan 20:24
“Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.”
Entonces, del registro anterior podemos concluir que en la aparición que sucedió “en la
noche del primer día de la semana” (eso es, la noche de lo que nosotros llamamos domingo
de pascua) Tomás ciertamente no estaba ahí. Esa información es de vital importancia para
la correcta comprensión del registro correspondiente de Marcos y Lucas y por eso lo vamos
a tener en mente.
Lucas 24:33-36
“Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y
a los que estaban con ellos, que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha
aparecido a Simón. Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el
camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. Mientras ellos aún hablaban de estas
cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.”
Esta aparición ocurrió el primer día de la semana, porque es la misma de la que Juan habla.
Así que, los eventos descritos por Juan y Lucas no solo son similares SINO TAMBIÉN
idénticos. Sin embargo, mientras que Juan nos dice que Tomás no estaba ahí, sin decirnos
quiénes estaban, Lucas agrega para nuestro conocimiento que en esta aparición estaban
presentes “LOS ONCE y los que estaban junto con ellos”. Por muchos años, leía este pasaje
y pensaba que la razón por la que el texto habla de once era porque Judas ya estaba muerto,
como la tradición enseña. Sin embargo, el registro de Juan demuestra muy claramente que
el discípulo que estaba ausente en esta aparición no era Judas SINO TOMAS. A su vez, eso
significa que Judas estaba presente en esa aparición y vio a Jesús resucitado. Eso también
confirma el registro de 1 de Corintios 15 de acuerdo a que Judas estaba vivo después de la
resurrección.
El testimonio de Marcos sobre la aparición después de la resurrección que ocurrió “la noche
del primer día de la semana” confirma las conclusiones arrojadas de los análisis
combinados de Juan y Lucas.
Marcos 16:9-13
“Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció
primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios. Yendo ella, lo
hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. Ellos, cuando
oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron. Jesús se aparece a dos de
sus discípulos. Pero después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de camino,
yendo al campo. Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.”
Esos “dos de ellos” eran dos discípulos que iban camino a Emaús. La frase “en otra forma”
demuestra la variabilidad del cuerpo resucitado de Jesucristo.
Marcos 16:14
“Finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó
su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto
resucitado.”
Este registro que de nuevo se refiere a la aparición del primer día de la semana4 habla de
nuevo de los ONCE. Sabiendo que el ausente era Tomás, queda claro que Judas estaba ahí.
De todo lo anterior, queda claro que Judas estaba vivo y vio a Jesús resucitado. Por lo cual,
no es extraño que 1 de Corintios hable de una aparición a los doce. Aún si 1 de Corintios 15
no hubiera dicho nada sobre la aparición a los doce, un análisis de los registros del
evangelio pudiera probar fácilmente que Judas aún estaba vivo después de la resurrección.
Juan 20:24
“Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.”
Esos “ellos” se refiere a los discípulos que estaban presentes en la aparición que sucedió la
noche del primer día de la semana [Juan 20:19] y la cual Tomas se perdió. De acuerdo a los
otros registros de los evangelios, sabemos que, salvo Tomás, todos los once discípulos
estaban ahí.
Juan 20:25-26
“Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus
manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi
mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y
con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo:
Paz a vosotros.”
¿Quiénes eran los discípulos que estaban presentes en esa aparición? Eran los once más
Tomás, esto es, “los doce”. Evidentemente, es esta aparición de la que la Palabra de Dios
habla en 1 de Corintios.
Habiendo confirmado con lo anterior la aparición a los doce y que Judas estaba ahí cuando
sucedió, continuaremos con el análisis del pasaje el cual se malentiende y que la tradición
es responsable mismo que apoya la versión de que Judas murió antes de la crucifixión.
4. Mateo 27:3-5
El pasaje que se usa tradicionalmente para apoyar que la muerte de Judas sucedió antes de
la crucifixión es Mateo 27 donde, empezando en el verso 1 leemos:
Mateo 27: 3-5
“Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en
consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio
Pilato, el gobernador. Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a
nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el
tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre. Y después de consultar, compraron con
ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros. Por lo cual aquel campo se
llama hasta el día de hoy: Campo de sangre… Jesús, pues, estaba en pie delante del
gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú
lo dices.”
Hemos leído este pasaje muchas veces con la idea preconcebida que el vínculo que conecta
los eventos anteriores es tiempo, esto es, asumimos que eso sucedió primero, luego eso
sucedió segundo, tercero, etc. Sin embargo, un vínculo temporal es el único de muchas
maneras mediante la cual podemos conectar varios eventos. De hecho, es muy común
cuando describimos algo muy importante, en lugar de hacer referencias continuas de otros
eventos de menor importancia, los describimos abriendo paréntesis breves. De esta manera
evitamos continuas distracciones de la atención de lo que nosotros consideramos los más
importante, ya sea persona o evento de la historia. Eso es exactamente lo que sucede
también en nuestro pasaje. El gran tema de Mateo 27 no es Judas y su historia, sino
Jesucristo y su pasión. Eso es lo que la Palabra de Dios quiere señalar y es esa descripción
lo que se hace en una secuencia de tiempo. Consecuentemente, aparte de la historia de la
persona de quien la Palabra de Dios se enfoca, esto es, Jesucristo, las historias de otras
personas o eventos tienen que ser necesariamente restringidas a un breve paréntesis. Eso es
exactamente lo que sucede con Judas. Los versos 1 y 2 nos dicen que Jesús fue entregado a
un gobernador. Luego el verso 3 abre un paréntesis para decirnos lo que le sucedió a Judas.
Ese paréntesis continúa hasta el verso 5. Así que aprendemos que Judas cuando vio que
Jesús era condenado, se arrepintió y regresó las 30 piezas de plata. Debido a que el sumo
sacerdote y los ancianos no lo aceptaron, él se las aventó y se fue. Finalmente se suicidó.
Aunque esos eventos son una secuencia de tiempo en relación a lo que le pasó a Judas [esto
es, primero se arrepintió, luego devolvió las piezas de plata y luego se suicidó], no se
describen en una secuencia de tiempo en relación a lo que le pasó a Jesús. Son paréntesis
que explican lo que le sucedió a Judas. No nos dicen CUANDO sucedió, sino LO QUE
sucedió.
Eso es más evidente en los versos 6-10 que consisten en otro paréntesis que nos dice lo que
sucedió con las 30 piezas de plata. Así que, se nos dijo que los sumos sacerdotes tomaron
esas 30 piezas de plata y que después de haber consultado juntos, con ellas compraron un
terreno. Evidentemente, para terminar comprando el campo, significa que después de que
consultaron juntos, fueron al mercado, encontraron alguien dispuesto a vender una
propiedad, visitaron el campo para ver si era el que querían, llegaron a una decisión de
comprarla o no, acordaron el precio y finalmente hicieron el contrato respectivo. Aquellos
que tienen una idea del tiempo que generalmente se necesita para solamente encontrar una
propiedad apropiada saben que eso requiere varios días, semanas o incluso hasta meses. Si
leyéramos este pasaje en paréntesis como muchos de nosotros leemos el anterior de Judas,
esto es, tomando en cuenta todo en una secuencia de tiempo, entonces concluiríamos que
mientras Jesús estaba frente al gobernador (versos 1-2) Judas regresó el dinero y se colgó,
los sacerdotes tomaron el dinero, consultaron juntos, encontraron a alguien que vendía un
terreno, vieron el terreno, llegaron a un acuerdo e hicieron el contrato5. Todo eso es
simplemente imposible de que suceda cuando Jesús estaba frente al gobernador y de hecho
sin ningún avance en su investigación6. Además, una interpretación así contradeciría todo
lo que hemos visto de los otros evangelios y de 1 de Corintios que sugieren que Judas
estaba vivo después de la resurrección.
Sin embargo, las cosas no son así. El gran tema que la Palabra de Dios describe en Mateo
27 es Jesucristo y su pasión. Así que tiene que discutir otros temas en paréntesis breves.
Los versos 1-2 nos dicen que Jesús fue llevado ante el gobernador. Luego, los veros 3-5
abren un paréntesis donde aprendemos muy brevemente lo que pasó con Judas. No dice
CUANDO se suicidó Judas sino LO QUE hizo. Luego, se abre un nuevo paréntesis en el
verso 6 que continúa hasta el verso 10 donde se describe de nuevo muy brevemente lo que
sucedió con las treinta piezas de plata. De nuevo el tema no es CUANDO sucedió eso sino
LO QUE sucedió. Luego, el verso 11 nos regresa al punto donde el verso 2 se detuvo, esto
es, a la investigación de Jesús frente a Pilato. El carácter del paréntesis de los versos 3-10 y
el hecho de lo que se describe ahí no se da en una secuencia de tiempo en relación al gran
tema del capítulo: la pasión de Jesús, es evidente tan solo leyendo el pasaje sin los versos 3
al 10.
Mateo 27:1-2, 11
“Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en
consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio
Pilato, el gobernador… Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le
preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.”
Como es obvio, la omisión de los versos 3-10 no causa ninguna falta en nuestra
comprensión del gran tema del pasaje, y exactamente ese era el propósito de Dios cuando
puso esos versos como un paréntesis.
Por lo cual para concluir, el registro de Mateo no especifica cuándo Judas se colgó sino lo
que hizo. Para aprender CUANDO lo hizo, necesitamos consultar también los otros
registros, para ver lo que dicen. Con la evidencia que hemos recogido hasta el momento
sabemos que Judas vio a Jesucristo resucitado y de hecho sabemos que estaba vivo por lo
menos ocho días (Juan 20:26) después de la primer aparición a los once. Por otro lado,
Pedro en un discurso dado en algún momento entre la ascensión y el día de Pentecostés
(Hechos 1:15-22) dijo que Judas estaba muerto. Eso significa que Judas se colgó en algún
momento entre los ocho días después de la resurrección y el día que Pedro habló.
Anastasios Kioulachoglou
Notas al pie
2. Eso no significa que Matías no vio a Jesús resucitado. De hecho, en su propuesta dada en
Hechos 1:15-23 Pedro dice: “Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado
juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,
comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido
arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.” (Hechos 1:21-22). Para que
Matías fuera propuesto (Hechos 1:23 significa que cumplía con todos esos requerimientos.
El hecho de que además de los doce, otros también vieron a Cristo resucitado también se
confirma en los evangelios (ver Lucas 24:33-36) y en 1 de Corintios 15:6 que habla de la
aparición a “quinientos hermanos”. Por lo cual, el punto no es si Matías era un testigo de la
resurrección porque ciertamente lo era. El punto es si en el tiempo de la resurrección estaba
contado con los once. Como vimos, no lo estaba.
4. Aunque el verso no declara específicamente que era la noche del primer día de la
semana, un análisis de la aparición demuestra que era la primera que fue hecha al grupo de
los once. Puesto que de acuerdo a los otros registros del evangelio la primera aparición
sucedió la noche del primer día de la semana es fácil inferir que es el mismo que Juan y
Lucas describen.
6. En el verso 11, después del cierre del paréntesis, la investigación de Jesús está
exactamente donde debe continuar, esto es, Jesús frente al gobernador.