El protocolo debe ser acompañado de un cronograma de
trabajo, en donde se identifiquen las etapas y los tiempos para llevarlas a cabo, mediante un calendario de trabajo. En el cronograma se debe visualizar la lógica que seguirá el proceso a lo largo de la investigación, hasta su presentación final. Es importante que se señale el propósito de cada etapa, las acciones que se llevarán a cabo, el tiempo para lograrlas, los recursos necesarios y las fuentes que se van a consultar. Se incluirá en el cronograma los avances periódicos a entregar al tutor, las fechas de las posibles evaluaciones de esos avances, así como la presentación por escrito y ante el tribunal examinador asignado por la Escuela. Si el trabajo se realiza entre dos o más personas, deben quedar claramente delimitadas las responsabilidades de cada una de ellas en el desarrollo de los temas y las etapas correspondientes.