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PASION POR EL MINISTERIO.

El rey David es un buen ejemplo. Las circunstancias adversas, en lugar de abatirlo despertaban
en él una sed espiritual intensa. (PASION) Él escribió: “Como el siervo brama por las corrientes
de las aguas, así clama por ti oh Dios el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? (ACCION) (Salmo 42:1-2).

1.-RECONOCER QUE EL CENTRO DE NUESTRA PASION (SERVICIO) ES DIOS.

A. El centro del Evangelio no soy yo Es Cristo


B. El centro del Evangelio es Cristo, Su voluntad, Su propósito, Sus instrucciones.
C. El centro del Evangelio se trata de vivir para Dios, no que Dios viva para mí, haciendo
lo que yo quiero, es yo que necesito a él.
D. El Evangelio se trata de que El crezca y que yo mengüe (Jn 3:30) la disposición de
Juan a menguar en importancia muestra su humildad. los pastores y otros cristianos
pueden sentirse tentados a enfatizar más el éxito de su ministerio que ha Cristo.
Cuídese de los que ponen más énfasis en sus logros que en el Reino de Dios
E. No se trata de mi éxito, mi bendición, mi prosperidad económica, sino de hacer la
voluntad de Dios (Mat 7:21).

1.1.-Entendiendo La pasión por Dios.

Dice el gran Apóstol Pablo El amor de Cristo nos debe constreñir (apasionar, apremiar) de
tal manera que ya no vivimos para nosotros, sino para El, para hacer Su voluntad (2 Cor
5:14-15) Y dentro de la voluntad de Dios está la misión impostergable de la iglesia que el
reino de Dios se extienda para todos aquellos que necesitan de Cristo (todas las
personas) (1 Tim 2:4). El deseo de Dios es que todos los seres humanos vean al
arrepentimiento y el conocimiento de Él ¿Dónde está hoy nuestra pasión, donde está la
pasión de la Iglesia por Jesús, por Dios? Donde está la pasión por hacer la voluntad de
Dios (Mat 7:21).

1.2.-las responsabilidades que sabemos que están siendo ignorados. (Omisión)

Muchos de nosotros caemos en gran falta y lo hacemos por omisión, y ello es igualmente
pecado según el Ps. Santiago. Santi. 4:17 nos enseña que el que sabe hacer lo bueno y no
lo hace le es contado por pecado.

Sabemos que tenemos que diezmar y no diezmamos, pecamos.


Sabemos que tenemos que alabar y no alabamos, pecamos.
Sabemos que tenemos que perdonar y no perdonamos, pecamos.
Sabemos que tenemos que orar y no oramos, pecamos.
Sabemos que tenemos que evangelizar y no evangelizamos, pecamos.

El problema de muchos cristianos ahora es que asisten a la iglesia en forma religiosa (por
trámite, por obligación, por tradición) y por ello, oyen y no hacen, y por lo tanto pecan. El
que oye la palabra y no la hace se engaña a sí mismo (Sant 1:22).

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2. DEFENIENDO UN CORAZÓN APASIONADO.

El tener un corazón apasionado implica tener que pagar un precio, en el momento,


aparentemente muy alto, pero a la larga, es lo único que vale la pena. El precio es nada
comparado con estar enamorado de Él. Es lo mejor que nos puede pasar. Si nosotros nos
apasionamos por El, Él se va a apasionar por nosotros, (San. Juan 14:15)
La pasión nadie la puede hacer surgir en nuestros corazones, somos nosotros lo que
tenemos que desarrollarla. Pablo le dice a Timoteo: aviva el fuego del don que hay en ti (2
Tim 1:6). Era Timoteo el que tenía que avivar el fuego en él.

El ministerio tiene que ser vivo en nosotros, vibrante, no tradicional, no aburrido, una
aventura diaria. Pero ello no va a sucedernos hasta que no vivamos apasionados por Dios.

Hoy hay muchos que se apasionan por las bendiciones, por los pastores, por la unción, por
los edificios, por la denominación, etc., pero no apasionados por Dios. Hay gente que está
enamorada de las cosas y usa a Dios para las cosas.

Apasionados por Dios, pasión por Dios, esa es la meta auténtica de nuestras vidas: amar a
Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con toda nuestra alma, con
todo nuestro ser
2.1.-mantine la pasión encendida por su ministerio

La pasión energiza la vida. Hace posible lo imposible. De hecho, si no tienes una pasión
en la vida, un ministerio se hace aburrido, insípido, rutinario y monótono. Me animo a
decir que si no tienes pasión en la vida, no estás vivo. Apenas existes. Dios nos creó para
vivir una vida apasionada y servirlo a Él y a su gente con vigor. Con vitalidad, energía,
entusiasmo. Quiere que incorporemos todo esto a nuestra vida. Rik warren

2.3.-descubre y define bien su objetivo.

La pasión y el objetivo van de la mano. Cuanto más persigues un objetivo, cuanto más
sabes por qué vives, más apasionado eres, porque tener una razón para vivir genera
pasión.

Así define la pasión Bren Hobbs: (Pas. Australiano) Pasión es despertar en la mañana
donde sea que estés y brincar de la cama porque sabes que te espera algo que te encanta,
crees en ello y lo haces bien. Algo más grande que tú y que ansías hacer. Algo que
prefieres hacer más que ninguna otra cosa. No lo dejarías por dinero porque es más
importante para ti que el dinero.

Y Charles Spurgeon. (Príncipe de los predicadores) la define así: Detener a los pastores es
tan posible como detener las estrellas del cielo. Hacer que un ser que de veras ha sido
llamado a ello deje de predicar es tan posible como detener una catarata bebiendo sus
aguas con el vasito de un niño. Este ser ha sido movido por el cielo, ¿quién lo puede
detener? Ha sido tocado por la mano de Dios, ¿quién puede impedir que haga lo que

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debe? Debe volar con alas de águila, ¿quién lo puede encadenar a la tierra? Si debe hablar
con la voz de un ángel, ¿quién callará sus labios? ¿No es su voz como un fuego interno?
¿Debo dejar de hablar cuando Dios me pidió que lo haga? Y cuando un ser habla con
inspiración divina, sentirá un gozo sagrado que se asemeja al cielo, y cuando termina lo
quiere volver a hacer y quiere predicar nuevamente. No creo que quién predica una vez a
la semana y siente que cumplió con su deber, es llamado de Dios. Si Dios llama a una
persona, espera más o menos que cumpla su llamamiento prácticamente de forma
constante, y sentirá que debe predicar a las naciones las inescrutables riquezas de Cristo.

¿Por qué vives? ¿Por qué diriges? Responder esas preguntas te moverá hacia adelante
con pasión renovada.

B.- prioriza sus actividades que son los más importantes en su ministerio.

Si trabajas demasiado, perderás la pasión. Todos necesitamos equilibrio entre el


descanso y el trabajo, entre dar y recibir. La Biblia dice que la vida tiene un ritmo, que hay
un tiempo para cada cosa, tiempo de trabajar y tiempo de descansar; tiempo de
esforzarse y tiempo de divertirse. Si no te diviertes, terminarás agobiado. Si no descansas,
terminarás agotado. Si lo único que haces es trabajar día y noche y eres adicto al trabajo,
perderás la pasión rapidísimo.

Los pastores y los líderes de ministerios dan constantemente. Están siempre al servicio de
los demás, compartiendo, preocupándose por el prójimo, siempre dando, pensando en
los demás, siempre ofreciendo ayuda y nunca se ocupan de recargarse. Es terrible.
Necesitas divertirte y descansar para mantener ardiente la pasión.

C.- Es conscientes de sus necesidades espirituales y de su hombre interior (alma)

Muchos pastores se preparan y dan sermones maravillosamente, pero están tan


ocupados y distraídos o desalentados que se están olvidando de pasar momentos a solas
con Dios y Su Palabra que los apacienta y nutre sus almas. Romanos 12:11 en la Biblia
ampliada dice: No dejes el entusiasmo y el esfuerzo sincero atrás; resplandece y arde con
el Espíritu, sirviendo al Señor.

Muy básico. Lo enseñamos todo el tiempo a nuestros seguidores: pero es importante que
tengamos momentos de quietud a diario, leer la Biblia, orar y sentarse quietos para
escuchar la voz de Dios. Él te ama y quiere pasar tiempo contigo, Su hijo. Nunca te olvides
que como líder, pastor, supervisor del rebaño de Dios, aún eres hijo de Dios y tu Padre
quiere escuchar de ti y hablarte. Apacentarás a otros mucho mejor si nutres tu alma
primero. Luego puedes predicar y servir a otros de la abundancia de lo que Dios está
haciendo en tu vida.

3.- REAVIVANDO NUESTRA PASIÓN

1. Asegúrate de ser parte de la fogata. L a fogata En un lugar donde hace frío la gente se
acerca a la fogata para mantenerse en calor. La iglesia es nuestra fogata en un mundo
que está en contra de la pasión por Jesús. Ese es el lugar donde tú y yo nos podemos
sentar cerca del fuego y permanecer encendidos.

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2. Concentra la llama. No puedes tener un carbón separado, tienes que tener tu pasión
enfocada. Hay quienes tienen su pasión regada entre varias actividades y, por
consecuencia, su corazón está desviado. No puedes servir a dos señores.(Mateo 6:24)

3. Deja que la pasión de Dios te consuma. Permite que la pasión del fuego te “desgaste”.
Hay quienes piensan que “hay demasiadas actividades en la iglesia”. Pues, ¡qué bueno
que las haya! Es un honor desgastarse en las cosas de Dios y no en otras cosas sin
importancia. ¡Déjate consumir! (Sal 69:9) el celo de tu casa me consume.

4. Toma tiempo para avivar el fuego. Cuando haces una fogata, ésta se va consumiendo
y eventualmente habrá que echarle más leña. “Te recuerdo que avives el fuego del
don espiritual que Dios te dio” (2 Timoteo 1:6). ¿Cómo podemos hacerlo? Necesitamos
tomarnos “breaks” (tiempo) espirituales para afilar el fierro. Hay jóvenes que sirven en
sus iglesias pero que pasan por problemas y dificultades. En ocasiones es necesario
poner una pausa al servicio, no para alejarse, sino para meterse de lleno con el Señor
en oración.

5. Planea tiempos para descansar. Encontrarás descanso en la presencia de Dios a través


de la lectura de la Biblia y la oración.(sal. 46:1)

6. Decide ser alguien que cambia el ambiente. Conviértete en alguien que afecta a las
personas a su alrededor. Una persona que está apasionada afecta positivamente en su
escuela, su trabajo y su familia. Sé alguien que trae cambio, que aporta y que tiene
influencia.( 1 Tim.4:16)

7. Júntate con personas apasionadas. Las buenas costumbres también se pegan. Ejemplo
Elías Eliseo, Moisés y Josué, pablo y Timoteo, Jesús y sus discípulos.

8. Ora con pasión. Tu manera de orar demuestra tu pasión. La pasión que tienes por Dios
se ve reflejada en tu manera de orar. Si no sabes ni orar por los alimentos, ¡algo anda
mal! (sal 55:17)

Alguien le preguntó a Juan Wesley, un gran hombre de Dios, cómo mantenía su pasión. Él
contestó que diariamente le pedía a Dios que lo encendiera el fuego en mi corazón y que
los demás pudieran verlo. Dwight L. Moody, otro gran evangelista, dijo que si él fuera la
persona más egocéntrica del planeta, aún seguiría predicando a Cristo porque no hay nada
mejor que ver una vida transformada por el poder de Dios. Si el día de hoy tú puedes
reconocer que tu pasión por Dios se ha apagado o que ya no es la misma de lo que era antes,
escucha la voz de Dios que te llama a que tomes decisiones y des pasos para llegar mucho más
lejos en tu relación con Él

“Mirar con el corazón es pasión de servir”

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