Comedias teatrales
Las comedias teatrales son obras protagonizadas por personajes que representan algun vicio 0 defecto
humano, como la avaricia, la pedanteria, la ambicin, entre otros; con un enfoque gracioso y contex-
tualizadas en situaciones ridiculas que producen risa en el receptor, y que a la vez lo invitan a reflexionar
sobre la naturaleza humana,
Entremés del mancebo
que casé con mujer brava
‘Alejandro Casona
Recuerda estas palabras PADRE RICO— Dichosos los ojos, sefior vecino, Qué le trae a mis puertas?
desarapato «pele rrapado pemleo «PADRE POBRE,— Es, seitor y amigo, un ruego que vengo a hacerle para este hijo mio.
PapRe RICO.— zY en qué consiste ese ruego?
Topolo conus, nero, | PADRE POBRE.— Usted, amigo y sefor, tiene una sola hija
obvoen bio fartavita PADRE RICO.— Una sol, cierto; pero asf me pesa como si fueran doscientas.
en algo 0 alguien sin PADRE POBRE.— Y yo solo tengo a este hijo. Antafio, cuando los dos éramos pobres,
ddistraerta en otra parte, juntamos nuestra amistad. Hoy le vengo a rogar que juntemos a nuestros hijos.
desorepao: muy mal PADRE RICO.— (Avanza hacia el MANCEBO que retrocede perplejc). ,Que este mozo se
vvestido, quiere casar con mi hija? ;No me engafian los ofdos?
Manceno.— Esa es nuestra stiplica. Sile parece.
PaDRe RICO.— {Cémo si me parece! Dios te bendiga, muchacho, y qué peso vienes a
quitarme de encimal (Lo abnaza). (Se aye dentro griterto de rifayestrépito de platos que
se rompen). No se espanten: es la Moza que esté discutiendo con su madre. (Llama
hacia adentro). Muchachal ;Sefiora!Salgan ac& que hay grandes nuevas.
(Galen la Mapes y la Moza muy airadas, dsputindose un pario del que tran ambos).
PADRE RICO.— Pero zqué es esto, sefiora? (Hija indomable! jAsi se presentan? {No ven
que tenemos huéspedes?
Moza.— (Desabria, mirdndolos cl hito cn htc). g¥ qué huéspedes son estos?
PADRE RICO.— Este, hija mia, es tu marido.
Moza.— Mimarido? gEsto? Hace él una reverencia y ella rie). Gracias por el regalo. ;No
me pudiste encontrar cosa mejor en la feria, padre?
Maprs.— Yo me espantarfa, marido, sihicieras algo con seso. Pues por qué con el més
desarrapado del pueblo habfa de estellarse nuestra hija?Aligual que otras obras dramaticas, las comedias presentan y desarrollan
un conflicto mediante el didlogo entre los personajes. Asimismo, suelen
incluir acotaciones que proporcionan informacién sobre los elementos no
verbales y paraverbales que permiten caracterizar el espacio y los personajes.
* {Cudl es el conflicto que se puede apreciar en el fragmento leido en la
pagina anterior?
Lacomedia presenta personajes con defectos que producen risa en el
espectador, Su objetivo es mostrar los vicios humanos para motivar la
reflexion en los espectadores. Esa capacidad de exponer y hacer burla de
los cédigos sociales de la época en que es creada es lo que le confiere a
la comedia su cardcter de critica social.
* {Qué defectos observas en los personajes del fragmento leido?
* {Qué piensas que se quiere criticar mediante estos personajes y
sus acciones?
Las comedias se caracterizan por emplear un lenguaje sencillo y gra-
cioso. Se juega con el sentido de las palabras, por ejemplo, al engran-
decer lo insignificante con términos majestuosos 0 al incluir respuestas
inesperadas 0 cargadas de ironia.
* {Qué palabras, expresiones o respuestas enunciadas por los personajes
te causaron gracia? Escribelas.
En las comedias
teatrales de esta leccid
* Localizards informacién
explicita en los diélogos
y acotaciones.
* Determinaras las motiva-
ciones de los personajes.
* Reflexionaras sobre el
conflict de la obra y
lo relacionaras con la
actualidad.caudal: fortuna, hacienda,
eba: suelo, cama
‘ror entusiasmo,
EScENAIV
Harpac6n, solo,
HaRpacOn.— Este holgazan de criado me molesta mucho; no me gusta nada vera este
condenado dando vueltas por aqut y por alls. En verdad, no es poco trabajo el de
guardar en casa una gran suma de dinero, y bienaventurados aquellos que tienen su
caudal bien colocado jy no conservan mas que lo necesario para su gasto! Bastante
trastorno es este de tener que buscar, en toda una casa, un escondite seguro; pues,
‘pormi parte las caja fuertes me resultan sospechosas y no quiero fiarme de elas.
Me parecen realmente un claro ccbo paralosladrones, pues es lo primero que estos
vvan buscar y se vana llevar
ESCENAV
HARPAGON, Bisa y CLEANTO,
HARPAGON— (Creyéndose sola). Sin embargo, no s6si habré hecho bien enterrando en
‘i jardin los diez mil escudos que me devolvieron ayer. Tener en casa diez mil es-
ccudos en oro es una suma bastante... parte, al vera ELISA y CLEANTO). ;Oh cielos!
{Me habré traicionado a mi mismo? jArrebatado por el furor, creo que he hablado
en vos alta al razonar a solas! (A CizanTO y EtisA). 2Qué pasa?
CLeanto.— Nada, padre.
Harpacon.— gHace mucho que estan ahi?
Euisa.— Acabamos de llegar.
HARPAaGON.— jHabéis ofdo...?
Ctzanto.— gEl qué, padre mio?
Harpac6n.— Eso...
Buisa.— Qué?
Hanrac6n.— Lo que acabo de decir.
Ctzanto— No.
Harpacon.— Si, tal.
Eutsa — Perdonadme
HaRpaG6w.— Ya veo que habéis oido algunas palabras, Es que pensaba, en mi interior,
lo dificil que es hoy encontrar dinero, y decia qué dichoso el que puede tener diez
mil escudos en su casa.
CteaNro.— Dudabamos en hablarle, temiendo interrumpirlo,
Haneac6.— Me satisface deciros esto, para que no vayais a tomar las cosas al revés y
a imaginaros que decia que yo tengo diez mil escudos.
CLEANTO.— No nos metemos en vuestros negocios.
HARPAGON.— |Quisiera el cielo que tuviese yo esos diez mil escudos!Cteanro— No creo.
HARPAGON.— Seria un buen negocio para mi.
Eusa.— Son cosas.
Hanpaco
Cteanto.— Yo creo que
— Buena falta me hacen.
HaneacOn.— Eso me arreglaria, en verdad.
ELisa—Sois...
HARPAGON.— ¥ no me quejaria, como ahora, de que los tiempos son miseros.
CLEANTO.— jDios mio! ;Padre, no tenéis motivo para quejaros,y yase sabe que poseéis
bastante caudal!
HageaGn.— Cémo! gQue tengo bastante caudal? Quienes lo digan mienten. No hay
nada mas falso y son unos bribones los que hacen correr esos rumores.
Ex1sa.— No os enojéis.
HaReAGON.— Es llamativo que mis propios hijos me traicionen y se conviertan en mis
enemigos.
CLeanto.— gs ser enemigo vuestro decir que tenéis caudal?
HARPAGON— Si. Tales discursos ys gastos que hacis serdn la causa de que, uno de estos
dias, vengana mi casa cortarme el cuello, ona idea de que estoy forrado en pistolas,
CLEANTO.— ;Qué gran gasto hago yo?
HaRPaGON.— ;Cuél? ;Hay nada més escandaloso como ese suntuoso carruaje en el
que pasesis por la ciudad? Refia ayer a vuestra hermana; mas hay algo peor. Esto
si que clama al cielo: si se os despojase desde los pies a la cabeza, habria con ello
para constituir una buena renta. Ya os he dicho veinte veces, hijo mio, que todas
vuestras maneras me desagradan; sents una aficién desmedida a creeros marqués,
y para ir vestido asi, preciso es que me robéis,
CLEAWTO.— jEh! 2Y cémo robaros?
HARPAGON.— j¥ qué sé yo! ;De dénde sacais para adquirir el vestuario que levais?
CiEaNTo.— ;Yo, padre mfo? Es que juego, y, como soy muy afortunado, gasto en mi
todo él dinero que gano.
HARPAGON.— Muy mal hecho. Si soisafortunado en el juego, deberfais sacar provecho
de elloy colocar a un interés decente el dinero que gansis, afin de contar con ello
algin dia. Quisiera yo saber, para no referirme alo demés, de qué sirven todas esas
cintas con que vais cubierto de pies a cabeza, {Es necesario gastar dinero en pelucas
cuando pueden llevarse cabellos propios, que no cuestan nada? Apostaria a que en
pelucas y cintas hay, por lo menos, veinte pistolas, y veinte pistolas rentan al ao
dieciocho libras, seis sueldos y ocho denarios', con solo colocarlas al doce por ciento.
CLEANTO.— Tenéis razén. .
HarpacOn.— Dejemos esto y hablemos de otra cosa. (Sorprendiendo a CLEANTO y a
-Bu1sa, que se hacen sefas). Eh! (Aparte). Me parece que se hacen seftas uno a otro
para robarse mi dinero. (Alto)