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EL SÌ DE LAS NIÑAS, Leandro Fernández Moratín

1. El autor
Leandro Fernández Moratín (Madrid 1760-París 1828) fue uno de los grandes escritores neoclásicos.
Aunque escribió poesía y prosa su producción teatral ha sido más reconocida por la critica. Su afán
didáctico le llevo a utilizar el teatro como escuela para la sociedad y satirizar, desde el escenario, los
vicios que consideraba que debían corregirse. Defendió el Neoclasicismo, cumplió las reglas
preceptivas y abordó los temas que interesan a la sociedad que le tocó vivir.
2. La obra. Temas y argumento
El sí de la niñas se estrenó en 24 de enero de 1806 y fue representada durante 26 días consecutivos,
lo que supuso un éxito extraordinario para la época. Es la obra más representada del teatro
neoclásico español.
En esta comedia doña Irene ha concertado el matrimonio de su hija doña Paquita (que ha sido
educada en un convento de monjas en Guadalajara) con un anciano adinerado, don Diego. La joven
está enamorada de un joven militar, don Carlos, a quien conoce por el nombre de don Félix y que
resultara ser sobrino de do Diego.
Don Carlos pretende impedir la boda de amada, pero cuando conoce la identidad de su rival se
marcha renunciado a su amor. Al conocer don Diego los verdaderos sentimientos de los dos jóvenes
decide retirarse y aprobar el matrimonio de don Carlos y doña Paquita
El matrimonio de conveniencia pactado por interés, a pesar de la diferencia de edad, es la base del
argumento de esta obra, que critica sobre todo la educación que los jóvenes, y principalmente las
mujeres, recibían en esa época. Al final triunfan la virtud y la razón, es decir, el pensamiento
ilustrado. Moratín no solo plantea problemas, sino que aporta soluciones. La educación de los
jóvenes es primordial para los ilustrados que lo consideran fundamento para el progreso y la
estabilidad social. Por eso la critica sobre la educación se desarrolla desde el punto de vista
ilustrado. Se ataca la obediencia plena los jóvenes, que les impide rebelarse y los obliga a actuar
hipócritamente en contra de sus principios y sus sentimientos y se ataca también el abuso de la
autoridad de algunos padres y tutores.

3. Estructura
Es una comedia neoclásica con final feliz. Tiene tres actos, según la normativa neoclásica:
- 1º acto: planteamiento del conflicto y personajes
- 2º acto: desarrollo de la trama tensión dramática y nudo
- 3º acto: resolución del conflicto, descubrimiento de la verdad, reflexión de don Diego que, como
hombre prudente y justo, propicia el desenlace feliz

4. Personajes
Siete personajes de clase media fáciles de identificar ya que la obra estaba dirigida a un publico
burgués
- Don Diego: es el hilo conductor de la comedia, el verdadero protagonista, que al final resuelve el
conflicto. Representa el espíritu ilustrado. Es hombre bueno, culto, generoso. Habla de forma
reflexiva y se guía por el sentido común.
- Doña Irene: es un personaje ridículo casi una caricatura. Abusa de su autoridad. Representa lo
contrario a los ideales de la Ilustración.
- Don Carlos: joven ejemplar, enamorado y fiel, que es capaz de renunciar a su amor por lealtad a
su tío. Representa la pasión controlada por la razón.
- Doña Francisca: da vida al ideal femenino de la ilustración: sentimental, ingenua y pura de
corazón. Es humilde aunque se rebela en su fuero interno.
- Criados
o Son tres Rita, Simón y Calamocha, cumplen cada uno una función con sus respetivos
amos, además de representa a la clase popular capaz de ayudar a sus amos en
cuestiones practicas
5. Principios dramáticos y estilo
Siguiendo siempre el principio de verosimilitud, la obra presenta una acción posible y probable, y su
final feliz es natural. Cumple la preceptiva clásica de las 3 Unidades: acción, lugar y tiempo. La obra
desarrolla una sola historia en una posada de Alcalá de Henares, entre las siete de la tarde y las
cinco de la mañana. Las acotaciones dan credibilidad a la historia. Usa un lenguaje equilibrado y
armónico, entendible por la mayoría, con alguna chispa de humor en boca de los criados.
6. Conclusión
El sí de las niñas es un referente de su época. Representa los ideales de los ilustrados españoles,
quienes pretenden el progreso de la sociedad española.
Responde a la finalidad didáctica del neoclasicismo, enseñar deleitando y para ello trata temas
sacados de la sociedad. La educación es uno de los pilares de la ilustración. Se pretende inculcar a
los jóvenes la solidaridad, la libertad de expresión y la elección, la razón, la virtud y el respeto.

Desde el punto de vista literario es la obra más importante del neoclasicismo español. Su lenguaje
cuidado va dirigido a la clase media que convierte al teatro en uno de los géneros más destacados
del siglo XVIII por su capacidad de transmitir las ideas reformistas ilustradas.

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