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CONSEJO EDITORIAL (3 J2fo ce/
ENRIQUE BACIGALUPO
RICARDO ALONSO GARCÍA
LUIS OÍEZ-PICAZO Catedrático de Derecho Penal 2-0,1 .,I
c ,Z
EDUARDO GARCÍA DE ENTERRÍA
JESÚS GONZÁLEZ PÉREZ CARMEN HERMIDA
AURELIO MENÉNDEZ Coordinadora
ALFREDO MONTOYA MELGAR
GONZALO RODRÍGUEZ MOURULLO

COMPLIANCE Y DERECHO
PENAL

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Primera edición, mayo 2011

Sumario
Compra: Distribuidora Hispania Página
13/12/2017
4 (8. ,s I PRÓLOGO......................................................................................................... 11

1
CRISIS FINANCIERA Y DERECHO PENAL................................................. 13

2
EL CUMPLIMIENTO DEL DERECHO COMO VALOR DE lA ÉTICA Y
lA CULTlJRA EMPRESARIAL ............................................. :.......................... 17

El editor no se hace responsable de las opiniones recogidas, comentarios y manifestaciones


vertidas por los autores. La presente obra recoge exclusivamente la opinión de su autor como
3
manifestación de su derecho de libertad de expresión. EL DERECHO PENAL EN EL ÁMBITO DE PROTECCIÓN DE RIESGOS
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta DE RESPONSABILIDAD DE lA EMPRF.SA Y DE SUS DIRECTIVOS....... 21
obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por
la ley. DinJase a CEDRO (Centro Español de Dereclios Reprográficos) si necesita fotocopiar o l. Tendencia a responsabilizar a los directivos por no haber evitado
escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).
hechos punibles de sus subordinados .................................................... 21
Thomson Reuters y el logotipo de Thomson Reuters son marcas de Thomson Reuters
II. ¿Pueden los directivos ser considerados autores mediatos del delito
Anm.zadi es una marca de Thomson Reuters (Legal) Llmited
cometido por sus subordinados? ............................................................ 24
m. ¿La empresa como aparato organizado de poder?................................ 32

IV. Crítica de la tesis de la extensión a las empresas de la teoría del


© 2011 [Thonsom Reuteurs (Legal) Limited / Enrique Bacigalupo] dominio del hecho mediante un aparato organizado de poder .......... 33
Editorial Aran.zadi, SA
Camino de Galar, 15
31190 Cizúr Menor (Navarra)
V. ¿Concepto de ·«acción colectiva» y concepto «funcional» de autor? ... 36
ISBN: 97S-84-9903-829-2
Depósito Legal: NA 1692/2011 VI. · Problemas especiales de las decisiones colegiadas ............................... 42
Printed in spain. Impreso en &paña
Fotocomposición: Editorial Aran.zadi, SA 4
Impresión: Rodona Industria Gráfica, SL
Pofígono Agustinos, Calle A, Nave D-11 CÓDIGO DE BUEN GOBIERNO Y RESPONSABILIDAD PENAL DE
31013 - Pamplona
LOS ADMINIS'TRADORES SOCIAI..ES .......................................................... 45
5
lA RF.SPONSABILIDAD PENAL DE lAS PERSONAS JURÍDICAS, lAS
TEORÍAS DE lA PENA Y EL SUJETO DEL DERECHO PENAL............... 61

7
E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ______________ _ ___ _ _ _ _
___ __________________ Sumario
_

Página Página
IV. El tipo subjetivo del delito ...................................................................... 149
6
V. Concursos ................................................................................................. 150
lA PREVENCIÓN DE lA RESPONSABILIDAD PENAL Y ADMINISTRA­
TIVA DE lAS PERSONAS JURÍDICAS Y LOS PROGRAMAS DE COM-
PLIANCE ............................................................................................................ 79 10
EL FALSEAMIENTO DE lAS CUENTAS ANUALES Y EL NUEVO DERE-
l. Más allá de la discusión teórica .............................................................. 79 CHO MERCANTIL CONTABLE ..................................................................... 151
11. La LO 5/2010........................................................................................... 80 l. El problema: crisis de confianza y seguridad jurídica .......................... 151
m. Culpabilidad de organización como presupuesto legitimante de la 11. Modelos penales europeos ...................................................................... 155
pena ........................................................................................................... 84
m. El deber de lealtad como elemento típico de los delitos societarios.. 157
IV. Los modelos suizo e italiano ................................................................... 85
IV. La estructura del tipo penal del art. 290 CP ......................................... 159
V. Consecuencias dogmáticas en el derecho español................................ 87
V. Falsedad de cuentas anuales y falsedad documental ............................ 160
VI. Rasgos básicos del sistema de compliance ............................................ 89
VI. El delito del art. 290 CP como «delito de información». El tipo obje-
VII. Especial consideración de la atenuante del art. 31.bis.4.b) CP ........... 94 tivo ( 1): Deber y posición de garante del autor .................................... 165
vm. Condiciones para la aplicación de la atenuante del art. 31.bis.4.d) VII. El tipo objetivo (2): La infracción del deber de garante y la «idonei-
CP ............................................................................................................. . 95 dad para causar perjuicio» ................................................ ��................... 168
IX. Sobre los códigos de conducta ............................................................... 98 vm. El tipo objetivo (3): La noción de «imagen infiel» del patrimonio
X. ¿Responsabilidad penal de los administradores por el incumpli- social y su significación típica ................................................................. 170
miento de los deberes de vigilancia y supervisión? .............................. 99 IX. El tipo subjetivo........................................................................................ 176
XI. Breve consideración sobre los códigos de conducta ............................ 105 X. Problemas de participación de administradores y auditores ............... 183

7 XI. Breves consideraciones sobre lá necesidad de reforma....................... 187


EL PERJUICIO PATRIMONIAL EN EL DELITO DE ADMINISTRACIÓN
_
DESLEAL............................................................................................................ · 107·
11
RESPONSABILIDAD DE LOS AUDITORES Y lA TEORÍA DE IMPU­
8 TACIÓN OBJETIVA EN lA JURISPRUDENCIA CIVIL DEL TRIBUNAL
SUPREMO.......................................................................................................... 189
EL DELITO DE IMPOSICIÓN DE ACUERDOS SOCIALES ABUSIVOS .. 121
l. Introducción ............................................................................................. 189
9 11. Estructuras comunes de imputación ...................................................... 190
CORRUPCIÓN ENTRE PARTICULARES .................................................... . 137
m. La causalidad y la imputación objetiva en la STS (Civil) 869/2008.... 191
l. Objeto de protección: libre competencia y derecho penal .................. 137
IV. La exclusión de la imputación objetiva en la STS (Civil) 798/2008 ... 193
11. Elementos del tipo objetivo del delito del art. 286 bis CP................... 141
v. La exclusión de la imputación objetiva en la STS (Sala de lo Conten­
m. Las modalidades de la acción ................................................................. 146 cioso-Administrativo) de 16 de mayo de 2008....................................... 197

8 9
E. BACJGALUPO: Compliance y Derecho Pen al ________________

Página
VI. Consideraciones finales ...............................-............................................ 200

12
NUEVAS CUESTIONES DE LA RESPONSABILIDAD DE LOS AUDITO-
Prólogo
RES...................................................................................................................... 203
l. Responsabilidad contractual de los auditores y su extensión a los
daños ocasionados a terceros (STS 1 ª 115/2009) ................................. 203
II. La acción de los socios para exigir responsabilidad a los auditores En este volumen se reúnen los trabajos de los. tres últimos años dedica­
(STS 1 ª 355/2009).................................................................................... 209 dos a los temas fundamentales de los programas de compliance, es decir a los
programas para la prevención de la responsabilidad penal de las empresas y
m. Cuestiones abiertas.................................................................................. 211 sus directivos, empleados y colaboradores. Se trata de escritos que han sido
IV. La base legal de la posición de garante de los auditores ..................... 212 objeto de discusión en el Foro de Derecho Penal de los negocios y de la
empresa, que se desarrolla en FIDE (Fundación para la Investigación en De­
V. Los llinites de la posición de garante de los auditores......................... 214 recho y Economía) y en mi seminario de investigación en el Instituto Univer­
sitario de Investigación Ortega y Gasset.
13
RES PONSABILIDAD PENAL DE LOS ADMINISTRADORES CONCUR- El tema ha adquirido una enorme actualidad con la incorporación de
SALES ................................................................................................................. 219 la responsabilidad penal de las personas jurídicas y la repercusión que los
programas de compliance deberian tener con relación a la llamada «culpabili­
14 dad de organización» y a la posibilidad de atenuación de la pena mediante
EL DELITO DE CORRUPCIÓN EN RELACIONES MERCANTILES PRI- la instalación de tales programas, cuando no hayan existido antes de la comi­
VADAS (ART. 286.BIS CP) ............................................................................... 227 sión del hecho generador de la responsabilidad.

l. Objeto de protección: libre competencia y derecho penal.................. 227 Sin embargo, es erróneo suponer que se trata de una cuestión sólo rele­
vante por la responsabilidad penal de las personas juridicas. Lo demuestra,
II. Elementos del tipo objetivo del delito del art. 286.bis CP .................. 231 sin ir más lejos, la situación alemana e italiana, donde las personas juridicas
ID. Las modalidades de la acción ................................................................. 235 sólo responden administrativamente. La ley italiana (que en Latinoamérica
ha servido de modelo a ley chilena de responsabilidad penal de las personas
IV. El tipo subjetivo del delito..................................................................... :· 239 jurídicas) desarrolla las líneas fundamentales de un programa de compliance
V. Concursos ........................................... ...................................................... 239 y limita expresamente la responsabilidad (administrativa) de las personas ju­
ridicas en un sentido semejante al que surge de la idea de la culpabilidad
15 de organización.
RESPONSABILIDAD DE FUNCIONARIOS DE URBANISMO.................... 241 Esta problemática, de todos modos, sólo puede ser esclarecida mediante
la aplicación de conocimientos dogmáticos del derecho penal, que es lo que
16 aquí se intenta como una primera'aproximación al tema. En diversos trabajos
LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LAS SANCIONES ADMINISTRATIVAS.... 249 es sostenida la tesis de la identidad de las categoñas dogmáticas para la apli­
cación del derecho penal y del derecho sancionador administrativo incluso
en la individualización de las consecuencias juridicas.
Agradezco especialmente a CRISTINA jIMÉNEZ SAVURIDO por el impulso

10 11
3

El derecho penal en el ámbito de protección de


riesgos de responsabilidad de la empresa y de sus
directivos

l. TENDENCIA A RESPONSABILIZAR A LOS DIRECTIVOS POR NO HA­


BE¡R EVITADO HECHOS PUNIBLES DE SUS SUBORDINADOS
La prensa ha informado recientemente que «en las prospecciones reali­
zadas el año pasado frente al delta del Ebro (Tarragona)» los fallos de seguri­
dad de R [empresa responsable] provocaron al menos uno de los episodios
de «fugas de crudo en la zona» y que, por este hecho, «la fiscalía acusa de
un posible delito contra el medio ambiente a dos directivos de la división
seguridad ambiental» de la sociedad anónima filial de la anterior «encargada
de dirigir los trabajos de perforación de dos pozos petroleros ubicados a 40
kilómetros de la costa catalana. El fiscal responsabiliza a ambos ejecutivos de
las fugas detectadas en mayo de 2009 por su grave negligencia en el diseño
de la instalación y en la previsión de riesgos. El fiscal, por ahora, sólo acusa
del primer episodio de fugas de crudo atribuidas a los directivos XX y ZZ,
máximos responsables en materia de seguridad de la empresa» 1 .
Él caso justifica una reflexión sobre el fundamento de la responsabilidad
penaJ- y administrativa de los directivos de las empresas en los casos en los
que los mismos son quienes tenían a su cargo la vigilancia y el cuidado de
riesgos generados por la organización empresarial. Asimismo en las socieda­
des anónimas europeas organizadas según el sistema dual (Ley de Sociedades
de Capital, RDley 1/2010, arts. 478 y ss.) es preciso establecer la responsabili­
dad penal en la que puedan incunir los miembros del Consejo de Control2 •

l. El Pais, de 4julio 2010.


2. La cuestión es particularmente importante, porque la nueva Ley de Sociedades de
Capital no contiene una enumeración detallada y sistemática de los deberes de los
administradores y en relación a los miembros del consejo de control sólo establece

21
E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...

El tema no es precisamente reciente. Hace ya más de tres lustros que es O'U de contole au sein d'une entreprise: déciders et officieres publics» (Responsabilidad
objeto de discusión y de trabajos monográficos3 . penal del jefe de empresa o de toda persona que ejerza poderes de decisión
o de control en el seno de una empresa: órganos de decisión y funciona­
Es necesario aclarar ya inicialmente que los problemas de la autoría y la
participación del derecho penal de la empresa y del derecho sancionador rios públicos) 7.
administrativo son estructuralmente similares y que las categorías jurídicas La citada disposición establece que cuando «la infracción ha sido come­
que sirven para la resolución de los casos presentados en la práctica no difie­ tida por cuenta de la empresa por una persona sometida a su autoridad,
ren4 o no deberían diferir. Por tal razón un estudio sobre la responsabilidad serán igualmente responsa"bles los jefes de empresa y toda otra persona que
penal de los directivos de empresas es directamente aplicable también en el haya tenido poder de decisión o de control en el seno de la empresa que,
derecho sancionador administrativo. con conocimiento de causa, haya dado las órdenes, haya dejado cometer la
infracción u omitido ejercer los controles necesarios» 8 •
Como ocurre también en otras organizaciones jerárquicas, las caracterís­
ticas organizativas de las empresas, basadas en la división del trabajo, la dele­ Los antecedentes de este artículo del Ccnpus Iuris se encuentran en el
derecho y en-la teoría franceses9, donde «los tribunales suelen decidir, desde
gació_n y Ía segmentación de funciones deternúnan que los centros de deci­
sión y los de ejecución, por regla, ocupen diversos niveles. Ello obliga a la mitad el siglo XIX que la obligación de respetar la ley pesa
aclarar bajo qué condiciones la responsabilidad por las acciones responsables "esencialmente"1º o "por necesidad"11 sobre el jefe de empresa o inclusive
de los que ocupan los niveles subordinados pueden generar la responsabili­ que él tiene la obligación de "velar personalmente" por la aplicación de la
dad penal o administrativa de los que ocupan los niveles superiores5 • ley»12 . En la doctrina francesa, por otra parte, se entiende que en las condi­
ciones propias de la econonúa moderna «el principio de la personalidad de
Esta problemática es especialmente actual, dada la tendencia de la prác­ las penas, aplicable toq.avía cuando la infracción, aunque cometida en el
tica, señalada últimamente en la teoría, a desplazar «hacia arriba» la responsa­ marco de la empresa, tiende a satisfacer el interés personal del individuo, no
bilidad penal en el ámbito de la empresa6• resulta adecuado cuando la infracción se sitúa en la esfera más difusa de las
Tal tendencia se ha manifestado también en los proyectos legislativos de actividades realizadas por cuenta de la empresa»13 .
la UE. En sus versiones de 1997 y 2000 el Carpus Iuris para la protección de les
intereses financieros de la VE (Florencia 2000) introdujo en su art. 13 la «respons­ 7. Similar al art. 12 de la versión del Corpus luris 1997. Confr. M. DE.I...MAS-�/J. A. E.
V ERVAllE (editores), Mise en oeu:vre du Corpus iuru dans les États Membres, 2000, pgs. 189
bilité pénal du chef d'entreprise ou de tout personne exen;ant des pouvoi:rs de decisión y ss. Versión castellana: Un Derecho Penal para Europa: Corpus Iuris 2000, edición de E.
BACIGALUPO y de M. L. SILVA CAsrAÑO, 2004.
que se les aplicarán las normas previstas para los administradores de las sociedades de· 8. Versión de 1997. En la versión del 2000 fueron suprimidas las expresiones «haya dado
capital (art. 490). las órdenes». Ello no reduce, sin embargo el alcance de la disposición. Sobre ella ver.
3. C�nfr. en general: W. BolTK.E, Ha.ftung aus Nichtverhütung von Stra.ftaten Untergebener in E. BACJGALUPO, «Der Besondere Teil des Corpus Iuris», en B. HUBER (editora), Das
Wmschaftsuntenehmen de lege lata, 1993; To. RoTSCH, Individue/le Ha.ftung in Gra�nteneh­ Corpus Iuris als Gru.ndlage eines europaischen Strajrechts, 2000, pgs. 129 y ss. (139 y ss.). La
men, 1998; B. ScHúm:MANN, en BT-DR 14/2862, pgs. 9 y ss.; del mismo: «La responsabili­ fórmula del Corpus Iuris sobre la responsabilidad penal del jefe de empresa ha sido
dad penal de las empresas y de sus órganos» (conferencia dictada en la Universidad incorporada al a.rt 6 del Convenio relativo a la lucha contra los actos de corrupción
de Chile, 2008, manuscrito gentilmente cedido por el autor) y Temas actuales y perma­ en los que estén implicados funcionarios de las Comunidades Europeas o de los EE
nentes del derecho penal después del milenio, 2002, pgs. 129 y ss. MM de la UE, 26 mayo 1997 (BOE núm. 74 de 28 marzo 2006).
4. Ello no significa desconocer que en el derecho sancionador administrativq esta proble­ 9. J.-H. RoBERT, Droü Pénal General, 5ª edición, 2001, pg. 361.
mática no ha sido aún aclárada definitivamente ni que en la práctica del -derecho·. 10. Crim. 26 agosto 1859.
sancionador administrativo es sólo que las cuestiones sean solucionadas mediante un 11. Crim. 7 mayo 1870.
implícito concepto unitario de autor. Sin embargo, es dificil de explicar que en la 12. Crim. 23 enero 1975, D. 1976.375 con nota de J. SAVATIER, JCP 1976. 11. 1833, con
individualización de sanciones el Tribunal Supremo aplique, en principio, los criterios nota de ].-H. RoBERT.
del Código Penal, pero no haga lo mismo con las reglas de autoría y participación, 13. M. DEI.MAS-�, Droit pénai des afjaires, l, pgs. 78 y ss. Es completamente erróneo,
que también tiene consecuencias en la determinación de la sanción aplicables. sin embargo, suponer que en estos casos se afecta el principio de personalidad de las
5. La cuestión se presentará incluso si existe, como ocurre en el derecho alemán, una penas, dado que el fundamento de la responsabilidad es su conducta omisiva del
contravención de orden en la que se incrimine autónomamente la lesión del deber ejercicio de los deberes de vigilancia. Conf. E. BACIGALUPO, en B. HUBER (editora), Das
de vigilancia que incumbe al titular de la empresa (§ 130 OWiG). corpus Iuris als Gru.ndlage eines europi:iisches Strafrechts, 2000, pgs. 129 y ss.; en el mismo
6. Confr. B. ScHúm.MANN, loe. cit. sentido: P. CRAMER, en KK OWi, § 130, núm. 5.

22 23
E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ___ ___________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...

En esta misma dirección se ha sostenido recientemente que la «responsar la que la división del trabajo, como se dijo, requiere roles de dirección y
bilidad de los superiares» (militares o no) prevista en el art. 28 del Estatuto del roles de ejecución. A partir de esta comprobación puede ser planteada la
Tribunal penal internacional y en los §§4, 13 y 14 del Código del Derecho cuestión de la autaria mediata del directivo, dado que en esa estructura jerarqui­
Penal Internacional (VStGB) alemán «se basan en una lesión de deberes de zada los que tienen capacidad de decisión y de impartir órdenes e instruccio­
organización y de vigilancia, que en su estructura son comparables a los de
nes son quienes ponen en marcha el proceso de la actuación de la organiza­
compliance del derecho penal económico» 14 .
ción. Se trata, en primer lugar, de una eventual responsabilidad basada en un
También se ha puesto de manifiesto que el «moderno derecho penal se comportamiento activo: impartir órdenes o instrucciones que generan la comi­
enfrenta de manera creciente con hechos cometidos colectivamente, espe­
sión por el subordinado de un delito o de una infracción administrativa.
cialmente en el campo de la empresa y del medio ambiente» 15 , razón por la
que es posible-sostener que la «fundamentación de la autoría del superior Diversa es la cuestión si se trata de un comportamiento omisivo del directivo
en l as empresas económicas es problemática» 16 • Se trata de hechos «cuya infringiendo sus 'deberes de garante que, de alguna manera, contribuye a la reali­
complejidad aumentará por el progreso técnico y los cambios sociales, que zación de un delito por el subordinado. En el derecho español no está pre­
someten 'a los tradicionales principios de la responsabilidad penal a pruebas, vista legalmente en forma autónoma la infracción de deberes de control y
que éstos no siempre superan» 17 . vigilancia del superior, ni siquiera en la forma de una contravención, como
Pero, entre el punto de vista de una imputación cas i ilimitada de todas en el derecho alemán (§ 130 OWiG = Ley de contravenciones de orden).
las acciones de los dependientes de una empresa a sus directivos y la nega­ Tampoco existe un tipo especial que establezca la responsabilidad del supe­
ción de toda posible imputación se postula también una «solución interme­ rior (no militar) por no haber prevenido adecuadamente la comisión de
dia» consistente en aplicar los «principios de imputación que gozan de cré­ delitos de sus subordinados, como el que existe en el derecho penal interna­
dito desde hace más de cien años y continuar desarrollándolos de tal fo rma cional. Consecuentemente la omisión de medidas de control y de vigilancia
que se respeten los dos principios inalterables del derecho penal del hecho no podrá ser considerada autoría mediata del delito del subordinado come­
y del derecho penal de culpabilidad: debe haber una acción u omisión que tido aprovechando ese descontrol, si se admite, como la doctrina mayoritaria,
infrinja una norma y que [ésta] se haya cometido culpablemente (es decir que no cabe una autoría mediata por omisión en los delitos activos20. Ello
de un modo individualmente evitable)» 18. SCHÜNEMANN reconoce, sin em­
no excluye, sin embargo, la posibilidad de una cooperación omisiva , sea en
bargo, que «los órganos de dirección de una organización en numerosos
los términos del art. 28.a) o 29 CP, en el delito activo del subordinado21•
casos carecen de la posibilidad de adoptar una decisión realmente puesta a
prueba y meditada, pues sólo reciben una pequeña fracción de las informa­ El primer grupo de casos en los que cabe pensar en la responsabilidad
ciones en sí necesarias y, por ello, frecuentemente actúan como instrumentos activa del directivo como autor mediato se presenta, como se dijo, cuando el
del management intermedio, del que reciben sólo una información previa­ mismo, con poder para ello, imparte órdenes o toma decisiones, cuya ejecu­
mente seleccionada y de ese modo son manipulados sin notarlo» 19 • ción conduce al subordinado a la comisión en forma inmediata de un delito
o, en su caso, de una infracción administrativa. En estos supuestos cabe pen-
11. ¿PUEDEN LOS DIRECrIVOS SER CONSIDERADOS AUTORES,,. MEDÍA­
. sar en la imputación al directivo de una intervención en el hecho punible
TOS DEL DELITO COMETIDO POR SUS SUBORDINADOS?
del subordinado, que actúa de forma plenamente responsable, basada en el
La organización empresarial constituye una estructura jerarquizada en art. 28 CP, es decir: como coautor, autar mediato o inductor.
----
14. D. Bocx, en CCZ 5/2010, pgs. 161 y ss. Por el contrario B. SCHÜNEMANN, «La responsa­ La figura más cercana a los c asos aquí interesantes es la de la autaria
bilidad de las empresas y sus órganos directivos» (manuscrito de la conferencia pro­
nunciada en la Universidad de Chile, en 2008) considera «una contradicción valorati­
mediata, dado que entre los supuestos que esta figura incluye se encuentra el
vamente inaceptable» responsabilizar a los directivos de una empresa meras del que tiene autoridad para impartir órdenes o instrucciones sobre quienes
infracciones imprudentes de sus subordinados. actúan en una posición jerárquicamente inferior.
15. T. ROTSCH, en NZSt 1998, pgs. 491 y ss.
16. Ibidem. 20. Confr., por todos, STRATENWEJITH/KUHLF.N, Strafrecht, AT, 5ª edición, 2004, pgs. 362 y ss.
17. Ibidem. con mayores indicaciones bibliográficas.
18. B. ScttúNEMANN, loe. cit., nota 13. 21. Confr. E. BACIGALUPO, Responsabilidad penal y administrativa de las personas jurídicas y
19. Ibidem. programas de compliance (2 ª Parte).

24 25
E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal _______ ________
_
__________ 3. El derecho pen al en el ámbito de protección de riesgos.••
La autoría mediata clásica requiere un déficit de responsabilidad del hipótesis el autor inmediato puede ser considerado un instrumento por�ue
autor inmediato que permita afirmar que éste actuó en manos o como su déficit de capacidad traslada el dominio del hecho al autor mediato
instrumento del autor mediato. En los ordenamientos jurídicos que no que domina su voluntad.
prevén la autoría mediata ésta fue fundamentada en la comprobación de
que, al menos en los delitos de resultado de lesión, tanto el autor inme­ En el ámbito de la empresa, los subordinados que cometen un delito en
diato como el autor mediato lesionaban causalmente con su acción el la ejecución de órdenes de los directivos actúan, por regla general, con plena
bien jurídico protegido, por lo que ambos debían responder como autores, responsabilidad. Consecuentemente no se darían los presupuestos de la auto­
sin perjuicio de la exclusión de la responsabilidad que pudiera correspon­ ría mediata clásica. Sin embargo, hace casi cincuenta años y, en cierto sen­
tido24, a partir de la teoría del dominio del hecho se ha difundido el punto
derle al autor inmediato, utilizado como instrumento por el autor mediato
de vista que admite la autoría mediata incluso en los casos en los que el
para producir la lesión22 .
«instrumento» actúa de forma plenamente responsable, es decir: sin el déficit
En este sentido se estima que configuran los supuestos clásicos de la que excluye su responsabilidad y que en la noción clásica de la autoría me­
autoría mediata aquellos en los que el autor inmediato ha obrado (a) sin diata permitía fundamentar la transferencia del dominio del hecho al autor
capacidad de culpabilidad (inimputables), (b) con error de prohibición mediato. La posibilidad conceptual de esta tesis requiere fundamentar el
invencible o (c) ha sido coaccionado para ejecutar el delito23 . En tales dominio del hecho en circunstancias diversas del déficit de la responsabili­
dad del autor inmediato. Desde esta perspectiva fueron introducidos nuevos
22. Confr. Eb. ScHMIDT, en Festgahef R Frank, t. II, 1930, pgs. 106 y ss. (111 y ss., 116 y supuestos de autoría mediata mediante las teorías del «dominio de la voluntad
ss.). La aceptación de la autoría mediata quitó toda base a la teoría formal objetiva,
pues el autor mediato no realiza formalmente la conducta descrita en el tipo penal. [de otro] a través de un aparato de poder» (C. RoXIN25) y del «autor detrás del
La autoría mediata sólo es posible con un concepto material (objetivo) de autoría o autor» (Fr. Chr. SCHROED�R26). En estos casos se atribuye el dominio del hecho
con la teoría subjetiva de la autoría. Por esta razón la aceptación de la autoría mediata al que, actuando por detrás, domina la voluntad del autor inmediato (total­
dio lugar al llamado concepta extensivo de autor, en el que la extensión del concepto
era consecuencia del punto de partida constituido por la teoría formal objetiva de la
mente responsable) a través de su dominio del aparato de poder, es decir:
autoría, que reducía la autoría al que formalmente realizaba la acción típica. Era mediante su autoridad y su posibilidad de reemplazarlo por otro, si el pri­
necesario, por lo tanto, extender la noción de autoría a casos en los que el agente mero no quisiera cumplir sus órdenes (fungi.bilidad del autor inmediato) (C.
no realizaba formalmente la acción descrita en el tipo. Es en este contexto en el que RoXIN), o, desde otra perspectiva, por «utilizar a otro ya decidido a cometer
adquiere trascendencia la teoría del dominio del hecho, como teoría material obje­
tiva. Parece claro que la teoría del dominio del hecho está inspirada en la autoría el delito» o por «abusar de su posición jerárquica superior mediante órdenes
mediata y que generaliza la solución dada a la autoría mediata para la distinción de antijurídicas» (ScHROEDER)27. Si se admite la posibilidad de autoría mediata
los autores respecto de los partícipes en cualquier otro supuesto. Superada la teoría en los casos en los que el autor ipmediato es plenamente responsable, la
formal objetiva en la década de los años 30 en la dogmática alemana el concepto
posible aplicación de esta figura en el ámbito de la responsabilidad de los
extensivo de autor dejó de tener toda operatividad y la perdió definitivamente con
la sanción del vigente código penal alemán entrado en vigor en 1975, �ue prevé directivos de empresas no sería, en principio, imposible, pues en los casos
expresamente la autoría mediata. Lo mismo debería ocurrir en España después de
1995, pues, admitida en la ley la autoría mediata, la teoría formal objetiva carece de Derecho Penal, PG, 7ª edición, pgs. 380 y ss.; F. MUÑoz CoNDE/M. Gª ARAN, Derecho Pena�
toda justificación dogmática, dado que es evidente que no sólo quien realiza formal­ PG, pg. 388.
mente la conducta descrita en el tipo es autor. Parece claro, en este sentido, que, una 24. La teoría del dominio del hecho a diferencia de la teoría formal -objetiva- se basa
vez introducida la autoría mediata en el an. 28 CP, las difundidas definiciones del un concepto material abierto de la autoría, como figura central del suceso delictivo,
autor como «el que realiza personalmente la figura delictiva» (G. RODRÍGUEZ MoURu-_ que no debía depender exclusivamente de la cocausación de la lesión del bien jurí­
u.o) o como «aquel cuya actividad es subsumible sin más en el tipo de la parte dico. Los conceptos abiertos (que no deben ser confundidos con los tipos abiertos)
especial» (E. GJMBERNAT ÜRDEIG), carecen actualmente, sin perjuicio de las justificadas tiene una estructura opuesto a los «conceptos definición» (confr. C. RoxiN, Tiiterschaft
críticas dogmáticas que puedan afectar a tales puntos de vista, de todo apoyo en la und Tatherrschaft, 6ª edición, 1994, pgs. 25, 122 y ss.).
ley, pues el comportamiento del autor mediato no es subsumible «sin más,. en la 25. Taterschaft und Tatherrschaf, l' edición 1963, pgs. 242 y ss.
descripción de la acción del tipo de la parte especial. Las mismas razones pueden ser 26. Der Tater hinter dem Tate,; 1965, pgs. 131 y SS. y 143 y ss.
predicadas de la definición de CoBO Dl'.L ROSAL/VIVF.S ANróN, Derecho Penal, PG, 1999, 27. ScHROEDER trata estos casos como propios del derecho penal militar. Pero actual­
pg. 747, coincidente en lo sustancial con las anteriormente citadas. mente, existe una tendencia a considerar que los excesos del superior mediante órde­
23. Confr. E. BACIGALUPO, Principios de Derecho Penal, 4ª edición, 1997, pgs. 368 y ss.; M. nes antijurídicas son trasladables al ámbito def derecho penal empresarial (confr. D.
Coeo DEL ROSAL/T. VIVES ANróN, lec. cü., nota anterior, pgs. 748 y ss.; S. MIR Pule, BOCK, en CCZ 5/2010, pgs. 161 y ss.).

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...

que allí se presentan el subordinado o dependiente obra -como se vio- en ninguno de los dos casos las sentencias se refirieron a delitos cometidos en
forma plenamente responsable. el ámbito empresarial. En la primera se trataba de delitos cometidos por una
muchedumbre. En la segunda de delitos cometidos por una banda jerárqui­
Esta problemática no está condicionada por particularidades del texto
del derecho vigente en Alemania (§ 25 StGB), sino por la propia naturaleza carnente organizada30•
de la autoría mediata, expresamente aceptada por el Código penal español La jurisprudencia alemana cuenta con un mayor número de preceden­
en términos casi idénticos a los del StGB 28 • Por estas razones es interesante tes. El Tribunal Supremo Federal alemán dio paso a la autoría mediata del
considerar comparativamente el desarrollo jurisprudencia! de estas cuestio­ que obra por detrás de otro que lo hace en forma plenamente responsable
nes en la jurisprudencia alemana, donde ha tenido un amplio desarrollo. en su sentencia de 15 septiembre 198831 . Se trata de un caso en el que el
instrumento había obrado con un error de prohibición evitable y, por lo
En la jurisprudencia española se encuentran dos sentencias que se refie­
tanto, responsablemente, dado que esa forma de error no excluye la respon­
ren especialmente a estos problemas. Se trata de las SSTS de 7 junio 1994 y
sabilidad, aunque, en su caso, pueda atenuarla (art. 14.3 CP).
708/2010, de 14 julio 2010. En la primera de ellas se admitió la autoría
mediata·de un alcalde que incita a la muchedumbre de sujetos plenamente Más tarde, en otra importante sentencia de 26 julio 1994 el BGH 32 ha
responsables a continuar agresiones contra la propiedad y las personas. En desarrollado todavía más la tesis del «autor detrás del autor», postulando en
la STS 708/2010 se reafirmó el entendimiento del sistema de los arts. 27 y un obiter dictum33 su aplicación al ámbito empresarial. En esta sentencia ha
ss. CP como sistema diferenciador de las diversas formas de participación y sostenido que «hay grupos de casos en los que, no obstante la total responsa­
se sostuvo que «serán coautores o autores con otros quienes aporten en la bilidad del que actúa como intermediario, la aportación del que obra por
fase de ejecución algo esencial, de manera que, si lo retiraran, la comisión detrás· conduce casi automáticamente a la realización del tipo pretendido
del hecho resultaría imposible» ( ... ) «Por lo tanto, los que tomaron la deci­ por éste. Ello puede tener lugar cuando el que obra por detrás mediante
sión, que en el marco de la organización debe ser cumplida, son responsables estructuras organizativas aprovecha determinadas condiciones marco, dentro
en concepto de autores de los delitos cometidos en su ejecución, en cuanto, de las cuales su aportación desencadena de manera regular ciertos hechos.
al menos, se concretaron en resultados producidos dentro del ámbito del Dichas condiciones marco que desencadenan regularmente ciertos hechos
riesgo creado». En ambas sentencias el Tribunal Supremo admitió implícita­ entran en consideración especialmente en estructuras organizadas del Es­
mente la figura del autor detrás de autores plenamente responsables, aunque tado, empresariales o de negocios34 y en las que disponen de una organización
en la primera estos autores no fueron identificados individualmente29• En jerárquica con capacidad de los jefes de dar órdenes. Si en tales casos el
que obra por detrás tiene conocimiento de estas circunstancias valiéndose
28. Art. 28 CP: «�on autores los que realizan el hecho por sí solos (... ) o por medio de otro
_
especialmente también de la dispqsición incondicionada del agente inme­
del que se sirven como mstrumento»; §25 StGB: «Como autor es castigado el que diato de realizar el tipo, y queriendo el que actúa por detrás el resultado
comete un hecho punible por sí o por medio de otro».
29. La critica de la tesis de la sentencia realizada por J. U. liERNÁNDEZ PALENCIA La autoría
como consecuencia de su propia acción, será autor mediato. Él tiene el domi­
medi�a en Derecho !'ena� 1996, pgs. 149 y ss. es, por un lado, insustancial, p�es piensa nio del hecho» 35, concluye el BGH.
que s1 no cabe esnmar que_la con?ucta del Alcalde como inducción, tampoco podría
ser fund en�da la autona mediata, lo que s�
Partiendo del «principio de responsabilidad» una importante corriente de
_ _ pone no haber tenido en cuenta que
_ oen�; entre ?tras, la fun�on d� cubrir los casos en los que no
_:mi
la autona �ediata
cabe apreaar la mducaon (p. eJ, porque el «mduado» es incapaz de culpabilidad). 30. La sentencia se refiere a los jefes («reyes » ) de la banda de los «Latin King», que fueron
Por otra parte, �orno se desprende del análisis de la jurisprudencia alemana; anterior. responsabilizados por muertes cometidas por miembros de la banda que estaban a
a la fecha �el libro de HERNÁNOEZ PI.¿sENCIA, es erróneo afirmar que el Tribunal Su­ ellos subordinados.
premo hab1a llegado con esa sentenaa «bastante más lejos que la posición doctrinal» 31. EBGHSt, 35, 347 y ss.
de �OEDER y MAURACH. La critica es, finalmente, auto-contradictoria: el propio 32. EBGHSt 40, 218 SS.
HERNANDEZ P!.AsENCIA afirma en la pg. 60, aunque confusamente, la necesidad de dis­ 33. illidem, pg. 222.
tin�r la au�?ria n:i,ediata de � coauto�a. �n los casos en los que «el instrumento 34. Sin bastardillas en el original.
_
realiza la acc1on np1_ca, que admita la pos1b1hdad de realizar el hecho a través de otro 35. /lJidem pg. 236. En este párrafo se percibe que el BGHSt hace referencia a la teoría
que actúa típicamente, es decir, que también sea autor». Confr. también Carolina del dominio del hecho, pero desde la perspectiva de la teoría subjetiva de la autoría,
Bol.EA BAROóN, Autoria mediata en Derecho Penal, 2000, pgs. 169 y ss. (172), que admite pues requiere que el que actúa por detrás haya querido el resultado como consecuen­
la compatibilidad de la teoría del autor detrás del autor con el art. 28 CP. cia de su propia acción.

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opinión, que no pone en duda la teoría del dominio del hecho, por el contra­ autoría mediata es aceptada sin reparo alguno. Señala que, en esos supuestos,
rio, rechaza la tendencia de parte de la teoría y de la jurisprudencia respecto el agente tiene, en realidad, un mayor dominio del hecho que el requerido
de la posibilidad de la autoría mediata del que obra detrás de un autor en otros grupos de casos en los cuales la autoría mediata es aceptada sin
responsable. De aquel principio deducen estos autores que la autoría me­ reservas. Por ejemplo: en el caso del empleo de otro como instrumento, cuya
diata no es admisible allí donde el «instrumento» actúa como autor responsa­ respansabilidad no tiene ninguna limitación, pero que carece del deber cuya
ble 36. A la misma conclusión llegan quienes intentan dar contenido al con­ infracción requiere el tipo penal (p. ej. el deber del administrador de no
cepto de dominio del hecho mediante el «principio de autonomía»37 . En esos dañar el patrimonio administrado en el delito de administración desleal) o
casos, se afirma, faltaría la posibilidad de transferir el dominio del hecho al que no puede ser autor por carecer de la intención especial exigida por el
que obra detrás del autor. tipo (p. ej . ánimo de lucro en el delito de hurto). La sentencia señala tam­
Como es posible inferir del análisis jurisprudencia} que antecede, el Tri­ bién que en los casos de empleo de otro que obra con error o que es incapaz
bunal Supremo Federal alemán ha rechazado expresamente la tesis del prin­ de culpabilidad, comúnmente considerados como casos de autoría mediata,
cipio de.responsabilidad en su sentencia de 15 septiembre 1988 38, en la que el autor mediato tiene menor dominio del hecho que en los supuestos an­
sostuvo, por un lado, que el § 25.1 StGB no exige un concepto tan estrecho tes descritos.
de la autoría mediata como el derivado del principio de responsabilidad, La discusión sobre la admisibilidad de la autoría mediata en el derecho
pues el legislador, teniendo en cuenta la diversidad de supuestos posibles, ha español 40 ha quedado superada en 1995 por el nuevo texto del art. 28 CP.
renunciado a fijar los particulares presupuestos de la autoría mediata. Este Consecuentemente, la cuestión de si es posible un autor detrás de otro autor
primer argumento no es totalmente convincente, pues, si el legislador dejó plenamente responsable también se plantea en el derecho español de la
abierta la concreción de los conceptos, no es hermenéuticamente imposible misma manera que en el derecho alemán, dado que el legislador de 199541 ,
pensar en el principio de responsabilidad pueda ser un medio adecuado para tampoco ha pretendido cerrar la regulación legal de la autoría con defini­
esa concreción. ciones especiales para cada categoría de la misma, ni establecer los presu­
Sin embargo, su conclusión tiene apoyos argumentales más sólidos. El puestos de cada una ellas. La posibilidad, por tanto, de admitir un autor
BGH sostuvo también que quienes postulan el principio de responsabilidad detrás del autor.(plenamente responsable), por lo menos, no ha sido expre­
y admiten al mismo tiempo la autoría mediata del que domina un aparato samente excluida por el legislador.
organizado de poder, aceptan, en verdad, la figura del «autor detrás del au­ Sin embargo, en la medida en la que el art . 28 CP establece que en
tor» 39 . Es decir: admiten excepciones al principio de responsabilidad que la autoría mediata el autor inmediato debe haberse servido de otro «como
implican limitar fuertemente su aplicación. En este sentido el BGH considera
instrumento», cabe formular la pregunta respecto de si quien obra de manera
que, en los hechos que expone en la sentencia comentada, el que actúa por
detrás domina el hecho más ampliamente que en los casos en los que la 40. Confr. por todos G. RODRÍGUEZ MoURULLO, en M. jlMÉNEZ HUERTA, E. BACIGALUPO, M.
BARBERO SANTOS, R BERGALLI, G. ROMERO, c. TOZZINI (editores), Problemas actuales de las
36. Confr. por todos: JF.SCHECK/WEIGEND, Lehwuch des Strafrechts, AT, 5ª edición, 1996, pg. Ciencias Penales y 4J Filósofía del Derecho (Homenaje a D. Luis Jiménez de Asúa), Buenos
670. Aunque es poco claro, parece coincidir en el resultado]. U. HERNÁNDEZPu.sENCIA, Aires, 1970, pgs. 561 y ss.
La autoria mediata en Derecho Pena� 1996, pgs. 273 y ss. 41. La diferencia que caracteriza a nuestro derecho penal en relación con el alemán,
37. Confr. J. RENzIKOWSKI, Restriktiver Tiiterbegriff und fahrla.ssige Beteiligung, 1977. como se vio, no afecta a la autoría mediata, pues se limita a la mención que hace
38. EBGHSt, 35, pgs. 347 y ss. La sentencia, conocida como la del caso de «Katzenkonig», nuestro art. 28 CP de los que «cooperan a la ejecución con un acto sin el cual [el
es especialmente interesante porque en ella se trata del problema del instrumento. delito) no se habría efectuado», que, en verdad, es una definición de la coautoría, al
que obra con un error evitable de prohibición, un supuesto que frecuentemente menos, si esa «cooperación» ha sido prestada en la fase ejecutiva, pues la retirada de
puede tener lugar en los hechos que ocurren en el marco de la actividad empresarial. una aportación sin. la que el delito no se hubiera podido cometer proporciona al
39. Loe. cit. pg. 353. La cuestión del autor inmediato que actúa con un error de prohibi­ participe el dominio del hecho; él tiene la decisión sobre si el hecho se ejecuta o no.
ción evitable plantea el problema de la responsabilidad del autor mediato, porque ese No obstante, cabe preguntarse si, al haber sido eliminada en el texto legal de 1995
error no excluye la responsabilidad (art. 14.3 CP). Sin embargo, es de señalar que la referencia a la «ejecución», la coautoría podría darse también en la fase preparato­
JF.SOiECK/WEIGEND, wc. cit., pg. 670, en los casos del dominio a través de un aparato ria del hecho. Confr. al respecto: G.JAKOBS, Mittaterschaft a1s Beteiligung, manuscrito
organizado de poder, postulan que cuando el autor inmediato sea plenamente res­ de la conferencia pronunciada en la Universidad de Granada, 2006, gentilmente
ponsable no se trata de autoría mediata del que obra por detrás, sino de coautoría. cedido por el autor.

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal _______________ __________ 3. El derecho penal en el ámhito de protección de riesgos...

totalmente responsable puede ser considerado como «instrumento» de otro. empresa es, en principio, una organización legal y ello parece alejar la posibi­
Bajo qué condiciones uno se sirve de otro c_omo instrumento es otra cuestión lidad de extensión a las sociedades mercantiles de la teoría del dominio del
que el texto, con razón, dejó abierta. No obstante, la tradicional reserva de hecho a través de un «aparato organizado de poder», pues ésta fue concebida
la doctrina española anterior a 1995, respecto de la autoría mediata, parece por RoXIN como una explicación referida sólo a aparatos que «actúan fuera
pesar todavía fuertemente sobre la práctica, dado que después de más de del orden juridico», «pues -dice RoXIN- en la medida en la que la dirección
tres lustros de entrada en vigor el Código Penal de 1995 el Tribunal Su­ y los órganos de ejecución se mantengan en principio vinculados a un orden
premo, como se vio, sólo ha tenido una oportunidad de pronunciarse sobre jurídico independiente de ellos, la orden de ejecutar acciones punibles no
la autoría mediata en casos en los que el autor inmediato es responsable, puede tener el efecto de fundamentar el dominio» 47. En este ámbito «las
pero ha tenido todavía que decidir sobre la posibilidad de la autoría mediata leyes excluyen la ejecución de órdenes antijurídicas y el poder de la voluntad
de quien, en el marco de una organización empresarial, imparte órdenes del que actúa por detrás» 48 • Es posible, sin embargo, que el BGH haya esti­
antijurídicas a subordinados que sabe las cumplirán. En el caso de las relacio­ mado, implícitamente, que toda orden antijurídica convierte a una organiza­
nes de los directivos y sus dependientes parece claro, sin embargo, que la ción en un ente contrario a derecho o que el dependiente que cumple órde­
posición jerárquica de superioridad del directivo sobre el subordinado debe­ nes en una organización empresarial obra coaccionado por la posibilidad de
ría ser suficiente para fundamentar su dominio de la decisión sobre la comisión su despido o con un error de prohibición (evitable) sobre su obligación de
del hecho y que tal circunstancia permite fundamentar la calidad de «instru­ obediencia. Si fuera así era muy probablemente innecesario recurrir a la
mento» del subordinado42, aun cuando éste no tenga el deber jurídico de teoría de los aparatos organizados de poder.
cumplir la orden antijurídica, pero esté dispuesto a hacerlo43.
La figura propuesta por RoXIN ha sido criticada desde distintas perspecti­
vas. Una parte de la doctrina piensa que en tales casos el supuesto «instru­
ID. ¿LA EMPRESA COMO APARATO ORGANIZADO DE PODER?
mento» no es tal y que sería más correcto considerar que se trata de supues­
Para un análisis de la tesis jurisprudencial alemana es preciso hacer refe­ tos de coautoría o en. los que concurren elementos de la coautoría y de la
rencia a sus presupuestos teóricos. En 1963 RoXIN propuso agregar una inducción y ponen seriamente en duda, por ello, la calificación de esta forma
nueva hipótesis a la categoría clásica de la autoría mediata44: la autoría me­ de autoría como autoría mediata49.
diata mediante el dominio de la voluntad a través de un aparato organi:z.ado de poder.
De esta manera ha sido fundamentada la posibilidad de admitir un «autor
detrás del autor», que respalda la decisión antes comentada del BGH respecto IV. CRÍTICA DE 1A TESIS DE 1A EXTENSIÓN A IAS EMPRESAS DE 1A
de las organizaciones empresariales45• TEORÍA DEL DOMINIO DEL HECHO MEDIANTE UN APARATO OR­
La empresa es ciertamente una organización jerarquizada, aunque los GANIZADO DE PODER
vínculos entre directivos y subordinados sean de menor intensidad que la La posibilidad, postulada por el BGH, de transferir a las organizaciones
que caracteriza a los aparatos estatales de poder que RoXIN tuvo en considera­ mercantiles empresariales la categoría de la autoría mediata mediante el do­
ción para formular esta especial categoría de la autoría mediata46. Pero, una minio de un aparato organizado de poder -elaborada básicamente sobre los
casos de delitos cometidos valiéndose el autor del aparato del Estado- ha
42. Sobre el «dominio superior de la decisión» ver G. JAKOBS, Strafecht, AT, 2ª edición merecido en la teoría diversas valoraciones.
1991, pgs. 631 y ss. No obstante JAKOBS considera, aunque reconoce que es dudoso,
que no cabe la autoría mediata cuando el autor mediato obra dolosa y culpablemente Por un lado la posición del BGH es compartida por STRATENWERTH/
(pg. 632). KUHI.EN señalando que «el aparto del de poder, del que el autor se sirve en
43. Ver también, desde otra perspectiva: Fr. Chr. ScHROEDER, Der Tat.er hinter dem Tiiter,
1965. estos casos, no tiene que ser necesariamente de carácter estatal. ( ... ) En parte
44. Taterschaft und Tatherrschaft, 1963, pgs. 242 y ss.
45. En realidad el BGH incorpora entre sus fundamentos también el punto de vista de 47. Tat.erschaft und Tatherrschaft, citado, pg. 249.
Fr. Chr. ScHROEDER al mencionar como requisito que el superior se haya valido de la 48. Ibídem.
«disposición incondicionada del agente inmediato». 49. Confr. sobre la discusión al respecto: G. JAKOBS, Strafecht, AT, 2ª edición 1991, pgs.
46. RoXIN se refería a la organización de exterminio dirigida en un cierto nivel jerárquico 649 y ss.; JESCHECK /WEIGEND, Lehrbuch des Strafechts, 5ª edición, 1996, pg. 670; E.
por Adolf Eichmann durante la dictadura nacionalsocialista (1931/1945). BACIGALUPO, en Libro de Homenaje a Carlos Lascano (Córdoba/Argentina), en prensa .

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Pena[ ________________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos.. •

se admite incluso que a partir de ella es posible solucionar los problemas de mente separada de la acción individu�» 53. Sin embargo, la afi�ación de
la responsabilidad en la gestión de las empresas económicas» 50. que el reproche juridico-penal por la comisión de hechos colecnvos no � e
Por otro lado K. Küm.. piensa que «la equiparación de unidades econó­ hacen al individuo, sino a todo el sistema social, no puede ser descartada sm
micas/ empresas con aparatos de poder delictivos es, sin embargo, sólo excep­ más (liisst sich nicht ohr,,e weiteres von der Hand weisen). Pero, aquí se presenta
cionalmente posible cuando en estas estructuras de organización jerárquica otro obstácúlo: en las grandes empresas no existe «un automatismo instru­
el trabajador directamente ejecutor del hecho puede ser utilizado sin friccio­ mentalizable y dominable por los órganos de dirección y, además, los de los
nes y de manera intercambiable por sus superiores (p. ej. por los di­ que se trata son riesgos típicos especiales de la vida social y de los procesos
autopoiéticos propios de la organización formal de las grandes empresas» 54.
rectivos) »5 1.
El segundo obstáculo se relaciona con los grandes riesgos � e la llamada
La crítica más radical de la posición del BGH es la expuesta por ROTSCH,
«soci.edad de riesgos»55 • Estos modernos riesgos pueden causar dano�, que af�c­
quien considera que «la fundamentación de la responsabilidad de los órga­
tan al medio ambiente y a las personas, «que, a menudo, no son mfluenaa­
nos de dirección de grandes empresas como autores mediatos detrás del
bles por la actividad de las grandes empresas»56.
subordinado que actúa de manera completamente responsable es totalmente
imposible» 5 2. La opinión es sostenida con argumentos de psicología social, Por último, el tercer obstáculo se refiere a la organización formal de las
sociología y sociología de la organización que concurrirían acumulativa­ grandes empresas. En este punto ROTSCH se apoya en autores como N. LUH­
mente en la configuración de la vida empresarial. Entre los argumentos jurí­ MANN57, U. BEcK58 y J. HABERMAS59• Sobre la base de estos autores explica que
dicos señala ROTSCH en primer lugar que en la empresa no cabría apreciar «La estructura de las grandes empresas modernas ya no tiene nada en común
la fungibilidad del ejecutor de la orden, que sería el fundamento del dominio con la estructura piramidal visible del clásico modelo burocrático. En lugar
del hecho en los aparatos organizados de poder, pues el número de personas de este clásico sistema de estructuración jerárquica ha aparecido hace tiempo
dispuesta a realizar el hecho es reducido. En segundo lugar, se piensa que la una moderna estructu� organizativa de innumerables subsistemas empresa­
situación no es equivalente a la de la anti gua DÚR, en la que los soldados riales que se corr�spo�den con l_as numerosas ac�vid��es de la em�res'!ó con
_
cumplían órdenes de disparar para evitar las fugas de ciudadanos que que­ diversos y compleJOS mveles de sistemas de coordinac1on y delegac1on» . De
esta comprobación sociológica deduce ROTSCH para el derecho penal que la
rían abandonar el territorio de aquel Estado, porque se trata de una actividad
complejidad de la estructura de delegaciones y ámbitos internos de responsa­
que no tiene lugar en un espacio y un tiempo limitado. Por el contrario, se
bilidad diferenciados determina una reducción de la información y de la
trata de «procesos sistémicos, en los que grandes riesgos todavía desconoci­
posibilidad de dirección efectiva de la cúpula de la organi �ción. «Si se to­
dos se realizan de pronto en resultados cuya lesividad era también descono­
man en serio estas particularidades la figura del autor <letras del autor en
cida». Por lo tanto, el número de personas que participan será incalculable,
el ámbito de las grandes empresas económicas habrá perdido también su
lo que debería impedir -concluye ROTSCH- la aplicación de la figura del
justificación político-criminal» 61.
autor detrás del autor en el ámbito empresarial. i
La tesis de ROTSCH pone de manifiesto, sin duda, las dificultades genera­
A partir de aquí son señalados tres obstáculos que impedirían trasladar les de la aplicación práctica de la teoría del autor detrás del autor en el
la figura del autor detrás del autor a las estructuras organizativas económicas. ámbito empresarial. Sin embargo, muy probablemente, estas dificultades no
El primero, apoyado en el concepto de «macrocriminalidad» de Herbert
JAGER, referido al carácter �olectivo de la actuación, es decir, a un fenómeno·. 53. lbidem, pg. 494.
54. Jbidern.
en el que «la acción individual no es pensable como un hecho aislado y 55. C.Onfr. U. BECK, Die Iüsikcgesellschaft, 1986; de1 mismo: Gegrmgifte-Die o-rgarnz.ierte Unve-
como un suceso puntual, sino sólo como parte de un conjunto de acciones rantuxmlichkeit, 1988.
colectivas, que expresa un marco de condiciones que no puede ser mental- 56. Nota 51, pg. 494.
57. Funlúúmen und Folgmfarmaler Organizatumen, 4' edición, 1995.
58. Gegcngiftcn, citado nota 55.
50. STRATENWEIITH/KUHU'.N, Strafrecht-AT, I, 5ª edición, 2004, pgs. 282 y ss. 59. Die T1eUe Unübemchtlichkeit, 5ª edición, 1991.
51. K. KüHL, Strafechi, 4ª edición, 2002, pg. 792. 60. To. RoTscH, loe. cit., pg. 494.
52. NStZ 1998, pgs. 491 y ss. (493). 61. lbidem, pg. 495.

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E. BAQGALUPO: Compliance y Derecho Penal ______ _ _______ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...

deberían ser consideradas como impedimentos generales e insuperables a ducción y fa comercialización de productos en el marco de los fines sociales
priari. No obstante, será preciso tenerlas en cuenta para analizar situaciones de una sociedad de responsabilidad limitada son -también penalmente- im­
concretas en cada caso. putables a sus directivos (Geschaftsführer) como actuación propia. Ellos respon­
Desde otro punto de vista SCHÜNEMANN ha rechazado también la posibili­ den por eventuales consecuencias dañosas desde el punto de vista del delito
dad de responsabilizar a los directivos como autores mediatos del delito co­ activo» 65 • Distinto es el supuesto, explica el BGH en esa sentencia, en el que
metido por el subordinado en la ejecución de sus instrucciones con base en los productos ya habían llegado al comercio, pero todavía no habían sido
la tesis del dominio de un aparato organizado de poder. Como gran parte adquiridos por los consumidores. En esta situación los directivos responde­
de la teoría, ScHÜNEMANN piensa que la teoría de los aparatos organizados de rán por las lesiones producidas por la aplicación de los principios de los
poder no debería conducir a la autoría mediata, sino a la coautoría o a la delitos (impropios) de omisión66.
inducción incluso en los crímenes de Estado62. Entiende que «para la autoría La teoría ha realizado varias interpretaciones de este pasaje de la senten­
mediata por utilización de un aparato organizado de poder se debería exigir cia: se ha considerado que el BGH ha dado el primer paso para calificar las
una supremacía considerable del hombre de atrás y, por eso, no sólo ( ... ) actividades empresariales como colectivas67; que el BGH admite una ficción
que la organización se aparte del derecho, sino también que [ esa suprema­ de la acción68 ; o que el BGH ha aceptado la capacidad de acción de las
cía] esté basada en un sistema de ejercicio de coacción (lo que quizás ya esté personas jurídicas69 • Asimismo se planteó también la cuestión de si la impu­
implícito en el concepto de "aparato de poder"). De lo contrario, por ejem­ tación a los directivos de la empresa tenía su fundamento en un nuevo (y
plo, no sería justo aceptar el dominio del hecho superior del hombre de revolucionario) concepto de acción 70.
atrás en una organización que dentro de un Estado de Derecho financia
Estas críticas son probablemente exageradas. En efecto, la afirmación
ilegalmente partidos políticos, cuando el hombre de delante tiene la posibili­
del BGH se refiere claramente a una reunión de los administradores que
dad de de rechazar las pretensiones injustas que se le formulan» 63 .
tuvo lugar el 12 mayo 1981, en la que se informaron de los casos de lesiones
En suma: la autoría o la coautoría y en su caso la inducción del que obra y en la que decidieron no retirar los productos del mercado ni emprender
detrás del autor responsable es en general posible en el ámbito empresarial, una acción de esclarecimiento de los consumidores mientras la investigacio­
aunque es preciso comprobar en cada caso el grado de intervención, la inten­ nes pendientes no confirmaran una «auténtica falla del producto» o un
sidad de la dirección y el conocimiento del directivo o administrador. Corno «riesgo demostrable para el consumo» 71. En este contexto, la decisión del
regla general se debería considerar que el directivo o el administrador que BGH, al considerar que mantener el producto en el mercado, con conoci­
ha ordenado la realización de una determinada acción con conocimiento miento de los daños que se denunciaban, era una acción positiva de los
del peligro de la comisión del delito, sin tomar medidas especiales de preven:. acusados no parece basada en un _nuevo concepto de acción. Cierto es que
ción para evitarlo podrá ser considerado coautor o, en su caso, inductor del la frase de la sentencia que imputa a los administradores como acción propia
delito cometido por el subordinado. la producción y comercialización de los productos producidos por una socie­
dad de responsabilidad limitada es, muy probablemente, poco afortunada y
quizás innecesaria, pero también, por estas· mismas razones, carente de la
V. ¿CONCEPTO DE «ACCIÓN COLECTIVA» Y CONCEPTO «FUNCIONAL»
DE AUTOR? 65. Ibídem, pg. 114.
66. Ibídem..
En la conocida sentencia del efecto tóxico de un producto de 1990 (caso: 67. Th. RoTSCH, Wistra, 1999, pgs. 321 y ss.
del Lederspray) 64 el Tribunal Supremo Federal alemán consideró que «la pro- 68. BoscH, Organistionsverschulden in Unternehmen, 2002, pg. 132 (citado por Sa-rúm:MANN).
69. REINE, Strafrechtliche Verantwortlichkeit von Unternehmen, 1995, pg. 153 (citado
por So-rúNEMANN). HEINE estima que en verdad se trata de un concepto funcional de autor
62. Loe. cit., pg. 6; confr. también sobre esta cuestión: E. BACIGALUPO, en Homenaje al
aplicado por primera vez por el Tribunal Supremo de Holanda en el caso del alambre
Profesor Carlos Lascano (Córdoba, Argentina), en prensa.
63. Loe. cit., pg. 7. de púas (Stache/,draht-Fall), y que sido difundido también en Bélgica y en la Comisión
64. EBGHSt, 37, 106 y ss. La problemática de este caso coincide en gran medida con la de la Unión Europea en relación al derecho de la competencia.
del caso del «síndrome tóxico» o del «aceite de colza» resuelto en la srs de 23 abril
70. Confr. B. SCl-rúNEMANN, La responsabilidad penal de las empresas y sus órganos, citado supra
nota 2.
1992.
71. BGHSt, 37, 114.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...

trascendencia que le fue asignada. SCHÜNEMANN, po r su parte , considera erró­ dual, de la persona física y su influen cia en el mundo mediante movinúe�tos
la tesi s del �GH, pues en tiende que de esta manera se adopta un con­
nea
corp orale s ; lo único q ue en esta concepción queda abierto y ha estado suJeto
cepto de a utor aJeno a la ley, pues ésta no parte de un conce pto sistémico a cambios con el paso del tiempo, es si es te movinúe nto corpo ral debe ser
de acció n y autor72• considerado desde una perspectiva causal, final , social o personal» 77-
Este concepto sistémico de autor merece una consideració n más de tenida. P or otra
parte, tampoco resulta plausible considerar que las conclusio­
Ha s ido propuesto por E.:J. LAMPE, qtú en ha des arro llado una teoría de la nes sobre la responsabilidad en el ámbi to de una organización de ilicitud
res ponsabilidad dentro s istemas j urídico-penal mente ilícitos (strafrechtliche sist énúca por los hechos punibles de los dependientes o subo rdinad os ten gan
Unrechtssysteme?3, que deriva, bajo ciertas condiciones, la res ponsabilidad por apoy o en la no rma que es table ce la responsabilidad del representante que
l os hech?s pum bl es de la empresa directamente a los directivos, en una clara actúa en nombre de otro. El art. 31 CP sólo tiene la función de exten der al
tendencia a establecer un con cepto de responsabilidad co lectiva. LAMPE representante o adminis trador los element os típicos d e la autoría que no
afirma en este sen tido q ue «cuando la estructura organizativa . de una em­ concurren en el autor, pero que ostenta el representado. Extraer de allí una
pres a facilita hech os punibles de sus componentes, p. ej. cuando la empr esa responsabilidad por el s istema de ilici tud d el ente en el que se ejercen fun cio­
_
despnda los c�ntroles, exclu y e la responsabilidad i ndividual , la limita o la nes dire ctivas no pue de ser cu bi erto por el te xto d el art. 31 CP.
encub _ re, consutuy e un ilíci to si st émico» 74• «La responsabilidad jurídico-pe­ Dentro de esta problemática de be ser también tratada la cues tión de la
n� uene q ue al canzar [ en tal caso ] a los miembros de un a empresa econó­
individualización de las posiciones individual es de los eventuales responsa­
rruca, cuand? s1:1 �ctuació n ha acuñado en general la filosofía de la empresa
_ bl es en la organización de la emp resa. En este sentido. es formu lada la pre­
o acutudes m�ividuales de la empres a» ( ...) o «me jor dicho, respo nsables
gunta sobre s i todos los administradores deben ser res ponsabilizad os por el
son aquell os rruembros d e la empresa, q ue, gracias a su pos ición en la misma, _
deli to cometido mediante un a decis ió n colegiada o s i, por el contrano cabe
est �an llamad� s a acuñar el espíritu de ella y -se a en general o en se ct o res 78
individu alizar sus respe ctivas posiciones . La cues tió n ha s ido objeto de dis­
paruculares- a imponerlo, si fuera necesario, contra las eventuales resisten­
cusió n en Italia despu és de la entrada en vigor del Codice Civile ( 1942). En
cias, es de cir : a resguardarl o de infiltraci ones delictivas ( res ponsabilidad de
aquel tiemp o y «baj o la sugestión de la ideo logía corp orativ�»79 fue elab�rad�
gar ante)» 75.
la teo ría del «delito colegial» ( reato colegial e), basado e n la idea de la sohdan­
La conclusión es que «a los miembros de una empres a mercantil crimi­ dad de la resp ons abilidad civil, fuertemen te criticada por diversos autores ,. ªº

� al mente poco resiste nte debe serles atribuida una responsabilidad por el
sistema, en tanto �cu pen u na pos ición directiva y sean compe tentes r especto 77. Loe. cit., nota 13, pg. 5.
_ _ 78. Confr. E. Musco, Drritto Pena/e Societario, 1999, pgs. 30 y ss.
de una fil os��ª cnmi� ogen a o de l déficit de organización en la empresa» 76•
79. lbidem, pgs. 30 y ss. (nota 45). . . . . . . _
Esta con clusion te ��na su fundamento, según LAMPE, en la no rma que esta­ 80. Confr. E. Musco, loe. cit., pg. 31 (nota 45, con ma yores md1c ac1ones b1bhográficas);
blece_ la res pons abilidad del que actúa en nombre de otro (DStGB, § 14; de l mismo: La societa pe r azioni nell a disciplin a penalistic a, en CoLOMBO /P<:>RT�,
eqwval ente al art. 31 CP). P resupuesto suficient e para esta respon�abilidad Trattato delle societa per azioni, vo l. IX, tomo I, pg. 233; F. ANrousa, Manuak di dmtto
por hechos p unibl es de los su bordinad os o dependientes , concluy e la tesis penale, Leggi wmplementari, 11 • edición 1?99, p_gs. 76 y ss. El �p�yo lega l de la figura
de l delito co legial era el art. 2392 C. C1v. Italiano: :•L�s administ-r_�. deben cump lir
de LAMPE, es la comisió n por é stos de un hecho por l o menos imprudente. los deberes que le son impuestos por la ley y por e l acto constitutivo con la diligencia del mandata­
La crítica de este concepto basada en su falta de sustento legal es co­ ·rw {art. 1710: "diligencia de l bwm padre de fa milia"] y son solidariamente responsables frente
a la sociedad de los daños derivados de la inobservancia de tales deberes, a menos que se tra te
rr ecta. Es claro q ue -co mo dice SCHÜNEMANN- la compatibilidad de estos de atribucúmes propias del comité ejecutivo o de u?1° o más ad�nistradores. En todo caso, los
conceptos con e l § 25 DStGB ( o, es posibl e agre gar, con el art. 28 CP), no · admlnistradares son solidariamente responsables si no han vigilado en general el des arrollo de
es sostenible. E s tas dispo sici ones se basan en «la clásica o rien tació n indivi- la gestián O si, est ando en conocimiento de actos prejudiciales no �n hecho cuanto po�ían para
impedir el cumplimiento, e liminar o atenuar las consec� danosas. La responsabilidad por
72. Loe. cit., nota 13. los actos u omisiones de los administradores no se extiende a aquellos que, sin culpa, hayan
73. ZStW 106 [1994], pgs. 683 y SS. hecho constar sin demora su aposición en el libro de actas de las deliberaciones de l consejo,
74. lbidem, pg. 734. dando inmediatamente conocimiento al presidente de la sindica tura". Una norm a similar
75. lbidem, pg. 733. contiene el art. 237 de la LSC (RDL 1/2010): "Todos los miembros de l órgano de adminis­
76. lbidem, pg. 744. tración que h� adoptado el acuerdo o realizadc e l acto lesi:'º
�?n solidariamente,
s alvo que prueben que, no habiendo intervenido en su adopción y l!Jecu.czon, desconocían su
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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal _______________ __________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos ...

por su incompatibilidad con el principio personal de la responsabilidad cuentemente, la ausencia, la renuncia o la administración virtual constituyen
penal. infracciones del deber de garante cuando la omisión en la toma de decisio­
En particular son tratadas las cuestiones81 que presentan la ausencia del nes no impide una lesión de los intereses sociales que incumbe al miembro
miembro del consejo de administración en el acto del consejo que pueda del consejo.
generar responsabilidad penal, la dimisión y el caso de los llamados adminis­ En la citada STS de 23 abril 1992 el Tribunal Supremo hizo consideracio­
tradores o directivos virtuale/32 . En los tres casos tienen especial aplicación nes referentes al alcance del deber de garante de los administradores en
las reglas de los delitos de omisión. En la medida en la que se trata de com­ relación al sistema organizativo de la empresa. Se sostuvo, en este sentido,
portamientos que facilitan, sin oposición, la acción de los otros miembros que el socio administrador y jefe inmediato de los almacenes y de la factoría
del consejo de administración o de la administración colegiada, cabe pregun­ era garante respecto de los bienes jurídicos que pudieran ser afectados por
tarse si esas formas de omitir tomar parte en las decisiones exime de las la acción de otros socios y que «la fundamentación del deber de actuar no
responsabilidades que corresponden a los garantes. ofrecerá ninguna dificultad, cuando el peli gro contrario al deber haya sido
creado por un acto imputable a la persona jurídica de la que se es administra­
. En' principio, todo el que ocupa una posición dentro de un órgano di­ dor» 85. Debe quedar claro que los administradores no responden por accio­
.
recuvo es garante frente a los peligros materiales derivados de la actividad nes de otros, sino, en todo caso por su propia omisión antijurídica y culpable.
empresarial (lesión del medio ambiente, responsabilidad por productos) o
frente a los peligros personales derivados del personal de la empresa que ame­ También se señaló que los administradores de empresas, que comercian
83 con productos peligrosos, no son sólo garantes de los riesgos pertenecientes
?acen el interés social o bienes de terceros . La posición de garante, no sólo
1m pone un deber de vigilancia de la legalidad de la actuación del órgano y a su propio ámbito de competencia administrativa, sino que son también
_ garantes de todos los peligros, normales o no, que sean consecuencia de la
cwdado del patrimonio social, sino también de evitar los daños que la actua­
ción de la empresa pueda generar para los socios y para terceros, que el actividad de la sociedad86. La responsabilidad, es sobreabundante decirlo,
administrador debe ejercer cuando los bienes que debe proteger se encuen­ requiere el dolo propio de los delitos de omisión87 y este exige, entre otros
tran en peligro. Esta posición de garante surge del deber de diligencia y de elementos que son señalados en esta sentencia, que el omitente haya cono­
lealtad que establecen los arts. 225 y 226 LSC y no es renunciable unilateral­ cido «su posición real en el desenvolvimiento» de la actividad comercial.
mente cuando existe un peligro para bienes de la empresa, ni su efecto obli­ El deber de garante admite límites derivados de la organización de la
gante depende de la sola voluntad de cumplir o no con el deber de garante. división del trabajo. Sin embargo, esos líuútes sólo regirán en grandes organi­
zaciones, en las que no sea posible el control por cada administrador de
La posición de garante de los directivos es, por lo tanto, inherente a la
todos los riesgos generados por la: empresa o a los que la empresa esté ex­
responsabilidad para la que han sido designados. La ausencia, la dimisión
puesta. Por lo tanto, el administrador de una empresa de reducidas dimensio­
sin más en situaciones de peligro para la empresa así como el ejercicio sólo
nes, mínimo personal y organizativamente simple, como la implicada en el
nominal de la posición directiva (virtual) no excluyen la posición ch: garante.
caso de la STS de 23 abril 1992, los administradores no pudieron ampararse
Como dice la STS de 23 abril 1992 (caso del síndrome tóxico o del aceite de
en una división de ámbitos de competencia que no les impedía conocer el
colza): los alcances del deber de garantía, inclusive los que provienen de la
peligro de las acciones de los demás socios.
libre aceptación, «dependen de la ley que los impone y no de la voluntad de
aceptarlos limitadamente de aquel al que tales deberes incumben» 8 4. Conse- Como se ve, los principios establecidos por la STS de 23 abril 1992 no
pueden ser entendidos abstractamente y aplicados a todo tipo de organiza­
existencia o, conociéndola, hicieron todo lo conveniente para evitar el daño o, al menos, se ción de empresas, dado que fueron enunciados en relación con una sociedad
<Yfrusierrm expresamente a aquél'». anónima «de la que sólo formaban parte tres socios con partes iguales de
81. Confr. E. Musco, loe. cit., pgs. 37 y ss.
82. Especialmente imponantes, señala Musco, loe. cit. en los casos del BANCO AMBROSIANO capital, que a la vez trabajaban en la misma y participaban de las ganancias
(Sentencia del Tribunal de Milán, de 16 abril 1992) y R.Jzzou (Sentencia de la Corte
de Apelación de Milán, de 13 abril 1993). 85. F. 32.
83. Confr. K. TnmE.MANN, loe. cit., pgs. 101 y ss. 86. Ibidem.
84. F. 32.c). 87. Confr. E. BACIGALUPO, Principios de Derecho Penal, 4• edición, 1997, pg. 412.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________
__________ 3. El derecho penal en el ámbito de protección de riesgos...
también en partes iguales» 88 . Con esa referencia es que se afirma en la sen­ ción a un acuerdo social perjudicial para la sociedad adoptado en un consejo
tencia que «la obligación de control de calidad de los productos incumbe a de administración está formado por tres miembros en el que los tres han
todos los socios», p ues, en ese caso, la sociedad anónima no era más que la votado favorablemente la decisión; si suprimimos sucesivamente la acción de
forma exterior de la actividad comercial asociada, y por ello «no modifi­ cada votante, el acuerdo social no desaparecerá, pues de todos modos el
ca(ba) en modo alguno la posición de garante de los que ejercen dicha
acuerdo habría sido adoptado por los otros dos. Consecuencia: ninguno de
actividad»89 . Parece claro, por lo tanto, que en grandes empresas donde la los tres votos sería causal del acuerdo social. Esta solución sería absurda y
división del trabajo, la descentralización de funciones y la delegación de las por ello no debe sorprender que en la teoría todos posrulen la afirmación
mismas alcanza una notoria complejidad, los principios establecidos en la de la causalidad, aunque con diversas fundamentaciones.
STS de 23 abril 1992 deben ser adecuadamente modulados. Dicho de otra
manera: una correcta interpretación de esta sentencia impone q ue los alcan­ Por otro lado, aplicando el criterio de la teoría de la conditio sine qua
ces de la posición de garante de los administradores deba ser analizada y non, si los miembros del consejo votaran sucesivamente, una vez que hubie­

defini � según las características organizativas de cada empresa. ran votado afirmativamente los necesarios para formar la mayoría, todos los
votantes que lo hagan a partir de ese momento ya no serían causales del
acuerdo social94. En la teoría y en la jurisprudencia (alemana e italiana) se
VI. PROBLEMAS ESPECIALES DE lAS DECISIONES COLEGIADAS ofrecen diversos criterios para solu cionar estos casos.
Las decisiones colegiadas generan al menos otros dos problemas : la lla­ También en este punto es interesante la jurisprudencia alemana y la
mada cuestion de la «causalidad» y la de las exigencias imp uestas por la crítica a la qu e ésta ha sido sometida por la teoría. El BGH (Tribunal Su­
posición de garante para el cumplimiento del deber00• premo Federal alemán) ha estimado posible resolver esta cuestión sin refe­
La cuestión de la relación de causalidad entre la emisión del voto y el perjuicio rirse al problema cau sal, recurriendo a los principios de la coautoría (omi­
siva). En u n caso en el qu e no cabía excluir qu e el cumplimiento del deber
producido par la ejecución del acuerdo social para la sociedad o para terceros s urge
de la aplicación de los criterios generales para la comprobación de la rela­ por parte de cada administrador hubiera conducido a la decisión jurídica­
ción causal9 1. Entre ellos es mayoritario el que se expresa en la fórmula de mente correcta 95, decidió que «las contribu ciones omisivas al hecho realiza­
das por cada uno son impu tables a los demás», dado que todos los partícipes
la teoría de la equivalencia de las condiciones92 (teoría de la conditio sine qua non).
De acuerdo con esta teoría será causal de un resultado toda condición que, eran coautores. Esta solución es criticada probablemente de manera uná­
si fuera suprimida mentalmente, determinaría la eliminación de ese resul­ nime, pu es es considerada un círculo vicioso, en la medida en que para
tado93. X da una dosis de veneno a Z, que muere; si X no hubiera dado. afirmar la coa utoría es previamente preciso comprobar la causalidad de
veneno a Z, éste no hubiera muerto, luego la acción de X es causal de la cada aportación96•
muerte de Z. A partir de esta fórmula, considerando individualmente el voto En la teoría se estima que el problema tiene solución adecuada en el
de cada miembro de un consejo de administración q ue decide ponmayoría, ámbito de la causalidad, aunque corrigiendo la fórmula de la teoría de la
ningún votante sería causal de l as consecuencias de la decisión, dado que conditio sine qua non. Las opiniones se dividen.
suprimida mentalmente s u acción (la emisión del voto), la decisión y sus Por un lado se piensa que en las decisiones colegiadas se trata de un
consecuencias no desaparecerían, p ues, de todos modos, el acuerdo habría su puesto de causalidad alternativd37, es decir: causales del resultado son tod�s
adquirido vigencia por el" voto de la mayoría. Ejemplifi cando: supongamos las condiciones (la participación en la decisión mediante voto) que, alternau­
que queremos comprobar la causalidad del voto de cada consejero· en rela- vamente suprimid as, no determinan la eliminación del resultado. Dicho de
88. F. 46.
89. Ibidem. 94. En estos casos se reproduce la situación del conocido caso práctico de las ejercitacio­
90. Confr. K. TIEDEMANN, Wirtschajtsstrajruht, 2ª edición, 2007, pg. 97. nes universitarias en el que dos personas, ignorando cada un<:> la acción del otro, �
.91. Confr. sobre las teorías de la causalidad: L. J1Mtm:z DE AsúA, Tratado de mismo tiempo ponen en la comida de un tercero, al que quieren matar, una dosis
Dm!clw Penal, mortal de veneno.
tomo III, 4ª edición, 1963, pgs. 510 y ss.
95. BGHSt, 37, 106 y ss. (129).
Confr. c. RoxIN, loe. cit., pg. 300; K. TIEDEMANN, loe. cit., pg. 99.
ª
92. Confr., por todos, C. RoXIN, Strafrecht, AT, 1, 3 edición 1997, pg. 295. 96.
93. Esta fórmula es objeto de diversas críticas. Confr. C. Roxm, ibidem, pgs. 296 y ss. 97. Confr. Kr. KüHL, Strafrecht, AT, 4ª edición, 2002, pg. 31; U. K!NnHAUSER, loe. cit., pg. 92.
42
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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________

derecho penal como alternativa a la tradicional racionalidad insttumental.


Pero, en todo caso, es en este contexto, en el que otros piensan que la situa­
ción actual de las ciencias sociales se caracteriza por una separación del cono­
cimiento empírico y normativo que puede ser eludida 187 , en el que cada vez
es mayor la aceptación de la tearía de la prevención general positiva188 , que en­ 6
tiende la pena como ratificación de la vigencia de la nonna infringí.da que establece
el modelo orientador de contactos sociales1 89 •
No existe una total coincidencia con esta visión de la prevención general
La prevención de la responsabilidad penal y
positiva, en la que los efectos de la pena de carácter psicológico individual o administrativa de las personas jurídicas y los
social no entran en consideración190. HAssEMER, por ejemplo, considera que
la teoría de la prevención ·general positiva sólo puede ser un fundamento
programas de compliance 192
adecuado de la pena en un contexto científico-social, en el que todavía no
es claro, entiende, en ninguna teoría de la pena y tampoco en la de la preven­
ción general positiva, de qué manera la amenaza penal y la ejecución penal
«actúan como ejemplo y modelo de control social» 191 •
(Sobre el art. 31 bis del Código Penal)
Aquí no es posible concluir definitivamente cuál de estas visiones es
preferible. Simplemente quisiera destacar que probablemente no es necesa­
rio que la teoría de la pena determine necesariamente el sujeto del derecho l. MÁS ALIÁ DE LA DISCUSIÓN TEÓRICA
penal y que, en todo caso, no es necesario, dentro del nuevo panorama que Más allá de la problemática teórica todavía viva193 , la responsabilidad
ofrece la discusión sobre la teoría de la pena, establecer una relación entre penal de las personas jurídicas será una realidad generalizada tarde o tem­
la pena y voluntad natural. De un sujeto psico-fisico. Dicho brevemente: el prano en el derecho penal europeo continental y probablemente también
discurso sobre la responsabilidad penal de las personas jurídicas se debería en el derecho penal latinoamericano 194• La reciente reforma del Código Pe­
retomar en el punto en el que lo dejó KEI.SEN. nal (LO 5/2010, de 22 de junio) actualiza la discusión al respecto, pues
introduce un art. 31.bis en el mismo, que establece la responsabilidad penal
de las personas jurídicas. Las exigencias comunitarias que aparecen en la
Exposición de Motivos ponen de qianifiesto que España estaba obligada a
introducir la responsabilidad penal de las personas jurídicas para ciertos deli­
tos en su ordenamiento jurídico.
En E4ropa195 la responsabilidad penal de las personas jurídicas se ha
difundido rápidamente desde fines del siglo pasado, especialmente después

192. Versión corregida y aumentada del artículo publicado en La Ley, Madrid, de 9 julio
2010.
193. Confr. Silvina BACIGALUPO, La respqnsabilidad penal de las P=onasjuridicas, 1998; Carlos
GóMEZ:JARA DIEZ, La culpabiüdad penal de la empresa, 2005; José Miguel ZUGALDIA Esr1-
NAR, La responsabilidad penal de empresas, fundaciones y asociaciones, 2008. E. BACIGALUPO,
Informe para la Comisión Redacotra del Corpus Iuris para la protección de los intere­
187. N. LUHMANN, loe. cit., pg. 343. ses Financieros de la CCE (1994), recogido en E. BACIGALUPO (Dir.), Curso de Derecho
188. Con ciertas diferencias: W. HASSEMER, StGB, pgs. 1429 y ss. Penal Económico, 2 ª edición, 2005, pgs. 61 y ss.
189. Ver:JAKOBS, Strafrecht, AT, 2ª ed., 1991, pg. 5. También U. KlNDHEUSE.R. 194. Ejemplo al respecto es la Ley chilena núm. 20.393 de 2009.
190. Ver: G. STRATENWEKn-1, loe. cit., pg. 1 7. 195. Sobre la situación europea en lo concerniente a la responsabilidad de las personas
191. W. HASSEMER, Einfiihro:ng, ciL, pg. 298. jurídicas a fines del siglo pasado ver: E. BACIGALUPO, loe. cit. nota 2.

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E. BACJGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________ _ _ _____ ______________ 6. La prevención de la responsabilidad penal...

de haber sido regulada en el Corpus Iurís (1997/2000) para la Protección de de 23 de noviembre de 2009 , ya había sido señalado y ahora lo reitera el
200

los Intereses Financieros de la UE (art. 14). Actualmente prevén la responsa­ texto legal aprobado de la LO 5/2010 que «son numerosos los instrumentos
bilidad penal de las personas juridicas los Códigos Penales de: Bélgica, art.. 5 internacionales (Convenios, Decisiones Marco, etc.) que demandaban una
(introducido por la ley de 4 mayo 1999), Dinamarca,§ 25, Eslovenia, art. 33, respuesta clara para las personas jurídicas, sobre todo en aquellas figuras
Francia, art. 121-2 y ss., Finlandia, cap. 5, § 8, Partugal, art. 11, Suecia, cap. 36, delictivas donde la posible intervención de las mismas se hace más evidente
§ 7 y Suiza, art. 102 (introducido por la Ley de 16 diciembre 2002). En (corrupción en el sector privado, en las transacciones comerciales internacio­
Holanda la responsabilidad penal de las personas juridicas fue introducida nales, pornografia, prostitución infantil, trata de seres humanos, blanqueo
por el art. 15 de Ley sobre hechos punibles económicos (WED) de 1950 y de capitales, inmigración ilegal, ataques a sistemas informáticos ... ) » . 201

en Austria mediante la ley de 23 diciembre 2005.


La innovación es relativa. El Código Penal vigente, ya prevé en su art.
Alemania, Italia y la UE aplican a las personas juridicas sanciones adminis­ 129 una regulación que podría ser considerada como una responsabilidad
trativas, que, en su caso, pueden llegar a tener tanta gravedad como las penas penal (accesoria) de las personas juridicas respecto de los hechos punibles
pecup.iarias del derecho penal. de sus órganos 02. Pero, la solución del Código vigente en esta materia es
2

En todo caso, una vez admitida la responsabilidad de las personas juridi­ claramente insatisfactoria, puesto que si bien existe un catálogo de sanciones
cas en el derecho sancionador administrativo, es claro que no existen razones para las personas juridicas, falta una norma que establezca los presupuestos
de peso para excluirla en el derecho penal. En este sentido, es preciso tener generales para imputar a las mismas, determinados hechos punibles de sus
presente que no existe una diferencia esencial entre ambos sistemas sancio­ administradores y representantes. Por otra parte se percibe en el Legislador
nadores, que entre las sanciones administrativas y las penales para las perso­ una cierta confusión de la responsabilidad de las personas jurídicas y la cues­
nas juridicas sólo existe -y no siempre- una diferencia cuantitativa, así como tión de la responsabilidad por la actuación en nombre de otro, que son
que los principios generales del derecho penal (principios de legalidad, cul­ problemas distintos y nada tienen que ver entre sí2º3•
pabilidad y proporcionalidad) -como lo tienen establecido el Tribunal Su­ Esta confusión de conceptos se pone de manifiesto por el lugar sistemá­
premo y el Tribunal Constitucional196- son de amplia aplicación en el dere­ tico en el que se inserta la reforma. La Ley de Reformas viene a completar
cho sancionador administrativo 197. Especialmente es de destacar que tanto el sistema mediante un nuevo art. 31.bis (situado a continuación del art. 31,
la estructura de las normas de uno y otro subsistema (administrativo y pe­ que prevé la actuación en nombre de otro) en el que se establecen las condi­
nal) 198, como el sistema de imputación que rige en ambos tienen idénticas ciones de la responsabilidad penal de las personas juridicas por el hecho
caracteristicas. En ambos se opera, además, con las categorías de la tipicidad, punible. De acuerdo con ello el hecho punible imputable a la persona jurí­
la justificación o antijuridicidad y la culpabilidad 199 y en ambos ámbitos. es dica tiene que haber sido cometido por sus representantes o por personas
necesaria la individualización de las consecuencias juridicas aplicables sobre individuales sometidas a la autoridad de ellos, en su nombre, por su cuenta
la base del principio de proporcionalidad. o en provecho de la misma y haber sido posibilitado por el incumplimiento
de los deberes de dirección y supervisión correspondientes a la persona jurí-
11. IALO 5/2010
Sanciones administrativas, 1989, pgs. 73 y ss., con amplia consideración de la doctrina
En la Exposición de Motivos del Proyecto de Reformas al Código Penal ..italiana al respecto. ·
200. Boletín Oficial de las Cones Generales, Congreso de los Diputados, de 27 noviembre
196. Confr. SSTC 18/1981; de 4 noviembre 1980 y de 14junio 1989, entre otras. 2009.
197. Aunque el Tribunal Constitucional no ha explicado y, probablemente, no sea expli­ 201. Entre los actos internacionales a los que se refiere la Exposición de Motivos son de
cable, en qué consisten los «matices,. con los que los principios del derecho penal destacar: la Convención para la Protección de los Intereses Financieros de la CE
sean aplicables al derecho sancionador administrativo, lo cieno es que el matiz no (1995), Protocolo primero (27 septiembre 1996), la Convención relativa a la lucha
puede significar nunca la anulación de alguno de los principios. contra la corrupción de funcionarios de la CE o de los EE MM (26 mayo 1997),
198. Se trata de normas de programación condicional (si p [presupuesto], entonces e Convención de la OCDE sobre la corrupción de oficiales públicos extranjeros en las
[consecuencia]); ver: N. LUHMANN, Zweckbegriff und Systemrationalitát, 1973, pgs. 257 operaciones económicas internacionales (17 diciembre 1997).
y SS. 202. Confr. J. M. ZuGALDIA, en PoderJudicia� 46, 1997, pgs. 327 y ss.
199. Confr. SSTS (3ª) de 17 diciembre 1988 y de 16 marzo 1988; en la doctrina: A. NIETO, 203. No se explica por qué el art. 129 CP dice: «sin perjuicio de lo establecido en el art.
Derecho Sanci.onador Administrativo, 2ª edición, 1994, pgs. 168 y ss.; J. SuAY RINcóN, 3h.

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Pena[ _________________ -------------- 6. La prevención de la responsabilidad penal...

dica misma. La responsabilidad penal de la persona jurídica no excluye la texto son contempladas dos categorías de autores individuales: (a) los admi­
del representante, ni la de éste elimina la de la personajurídica. nistradores y empleados con facultades de obligar a la personajurídica, cuyos
hechos punibles serían imputables a la personajurídica, y (b) los que estén
En la Exposición de Motivos de la Ley se dice al respecto «haber optado
por establecer una doble vía» (VII), considerando que la «imputación de sometidos a la autoridad de los mismos, por cuyos hechos también respon­
infracciones propiciadas por no haber ejercido la personajurídica el debido derá la persona jurídica, si éstos «han podido realizar los hechos por no
control sobre los que ostentan dicho poder de representación» es un título haberse ejercido sobre ellos el debido control» (art. 31.bis).
independiente de imputación, cuando, en realidad, debería ser una condi­ Esta distinción de los autores individuales, que pueden generar respon­
ción general de la punibilidad de la personajurídica. El texto legal mezcla, sabilidad de las personas jurídicas en dos categorías diversas en el apartado
por lo tanto, de manera poco clara el llamado «modelo de la imputación», ba­ 1 del art. 31.bis CP,'es, en realidad, innecesaria y no parece acertada2º7 • En
sado en la atribución directa a la persona jurídica del hecho punible de efecto, de esta forma la ley parece entender que la ausencia del debido con­
los administradores y representantes204 , con el modelo de la «culpabilidad de trol sólo sería un requisito para el caso de los delitos cometidos por personas
organización» que requiere para la legitimación de las sanciones penales a que hayan actuado a las órdenes de los administradores y sin poderes de
las personas jurídicas la comprobación de un déficit organizativo que haya representación, pues en el segundo párrafo se omite mencionar a los que
posibilitado la comisión del delito de los órganos, equivalente a la culpabili­ hayan actuado «en nombre» de la personajurídica, es decir en su representa­
dad de las personas individuales en la forma de una «culpabilidad de organiza­ ción. Dicho de otra manera, parecería que el déficit de organización habría
ción»205 . El concepto de culpabilidad de organización guarda cierta relación sido establecido como presupuesto de la punibilidad de las personasjurídicas
con el de «buen ciudadano cmporativo» del derecho noneamericano, enten­ sólo para el caso de la infracción de deberes de vigilancia de los administra­
dido como «corporación que cumple con el derecho» es decir, «que ha insti­ dores: sobre sus subordinados. Pero, si esto fuera así, en la hipótesis de la
tucionalizado una cultura corporativa de cumplimiento con el derecho»206• responsabilidad de los administradores se habría renunciado al déficit de
organización como presupuesto de la punibilidad de la persona jurídica y
Pero, en realidad, el Legislador no ha optado por una «doble vía», en el como elemento legitimador de la misma. En realidad, el déficit de organiza­
sentido de doble sistema de responsabilidad de las personas jurídicas, sino ción debe ser también un presupuesto de la responsabilidad de la persona
por un sistema de doble autoría de los hechos imputables a la persona jurídica. En jurídica en todos los casos, es decir, también cuando lo delitos que se le
el párrafo segundo del art. 31.bis.l la descripción de los autores mencionados imputan hayan sido cometidos por personas que tienen poderes de repre­
en el párrafo primero (representantes legales, administradores, empleados sentación.
con facultades de obligar a la persona jurídica) es reemplazada por otra
Por otra pane, la ley es criticable en tanto omite establecer una norma
referida a los que hayan obrado «estando sometidos a la autoridad de la:s
que sancione , independientementé de la responsabilidad de la personajurí­
personas físicas mencionadas en el párrafo anterior». De esta manera en el
dica, la infracción de los deberes de vigilancia de los administradores, como
un supuesto de responsabilidad individual de estos, por ejemplo, según el
204. Este punto de vista es admitido, al menos, en las jurisprudencias alemaila y francesa
así como en la UE. Confr. K TrEDE.MANN, Wirtsehaftsstrafreeht, AT, 2ª edición, 2007, modelo de la Ley de Infracciones de Orden (OWiG) alemana (§ 130) y del
pgs. 136 y SS. Cmpus Juris para la Protección de los Intereses Financieros de la UE (art. 13
205. Confr. K. TtE.DEMANN, nota anterior; S. BACJGALUPO, loe. cit., pgs. 1567 ss. (193 y ss.); [versión 1997], art. 12 [versión 2000]) 2º8• Las infracciones individuales de
C. GóMEZ:JARA DíEz, loe. cit.; U. SIEBER, en Festschrift f. Tiedemann, pgs. 449 y ss.; J.
los deberes de vigilancia dé los administradores no deberían, en principio,
M. ZuGALDlA, La responsabilidad penal de empresas, fundaciones y asociaciones, 2008, pgs.
277 y ss. Esta tesis ha sido expresamente receptada por la Ley italiana núm. 231, de dar lugar, sin más, a la responsabilidad penal de las personasjurídicas2º9•
8 junio 2001 y por la Ley chilena nº 20393, en vigor desde 2 diciembre 2009. Este
modelo aparece con claridad en el art. 102.2 del Código Penal Suizo referido a la 207. La distinción es ajena completamente al§ 30 de la OWiG alemana, que actualmente,
«responsabilidad de la empresa»: respecto de determinados delitos la responsabili­ después de las reformas de 1994 y 2002, equipara a los órganos de las personas
dad penal de la empresa dependerá de que «a la empresa le sea reprochable no jurídicas a «otras personas responsables que obran para la dirección de la empresa».
haber adoptado las medidas organizativas necesarias y exigibles para impedir el 208. Confr. al respecto del Corpus luris: E. BACIGALUPO, en B. HusER (editora), Das Corpus
hecho punible». lu-ris als Grundlage eines Europiiisehen Strajrechts, 2000, pgs. 129 y ss. (139 y ss.). En el
206. Confr. C. GóMEz:JARA DíEz, loe. cit., pgs. 249 y ss., con mayores indicaciones bibliográ­ mismo sentido una de las alternativas típicas del § 357 del CP alemán.
ficas; K TIE.DEMANN, loe. cit., nota 9. 209. Ejemplo en este sentido es la Ley italiana núm. 231, de 8 junio 2001, art. 7.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Pen al _________________
_______________ 6. La prevención de 1-a responsabilidad penal...
Sin perjuicio de lo anterior, la ley omite también considerar que la res­
la personajuridica, referido a todos los hechos de los representantes o de
ponsabilidad penal de las personas juridicas está íntimamente vinculada a la
quienes actúen por cuenta de ella por los que la persona jurídica puede
prevención de la conupción y que, dada ia transnacionalidad de este fenó­
ser responsabilizada.
meno, se requiere adoptar normas específicas sobre la competencia de los
tribunales para los hechos cometidos por administradores o representantes Normas para la prevención de hechos ilícitos de esta naturaleza, es decir
en el extranjero 210 • a cargo de las personas jurídicas, no son desconocidas en nuestro ordena­
miento jurídico. Se encuentran ya, por ejemplo, en la Ley 19/1993 de medi­
En suma, el art. 31.bis introducido en el Código Penal ya no se corres­
das de prevención del blanqueo de capitales y en el art. 84.ter Ley 24/1988
ponde con el estado de las legislaciones más avanzadas en esta materia. Hu­
del Mercado de Valores y en el proyecto de Directiva comunitaria de 10 julio
biera sido conveniente, por tales razones, que en el t.ránrite parlamentario
2007 (Solvency II), mediante la que se extienden al ámbito de los seguros
se hubiera corregido esta superposición de modelos y se hubiera optado
normas ya existentes respecto de bancos y otras entidades financieras. Allí se
claramente por el modelo de la culpabilidad de organización, separando a
prevé exigir a las empresas contar con una <función de permanente vigilancia
la vez eJ supuesto de infracción de los deberes de vigilancia de los administra­
de las exigencias legales». También el Código Unificado de Buen Gobierno de
dores. Pero, como esto no ha ocurrido, siempre sería posible entender que
las Sociedades Cotizadas (CNMV) expresa la misma idea al recomendar que
en el supuesto de los hechos de sus representantes legales, administradores
«la supervisión del cumplimiento de los códigos internos de conducta y de
o empleados que obren en nombre o por cuenta de la misma, el requisito
las reglas de gobierno corporativo se atribuya al Comité de Auditoría. a la
legitimante de la culpabilidad de organización está implícito.
Comisión de nombramientos, o, si existieran de forma separada, a las Comi­
El apartado 4 art. 31.bis de la LO 5/2010 prevé un régimen específico siones. de Cumplimento o de Gobierno Corporativo» (R 45).
de circunstancias atenuantes para las personas jurídicas. Junto a las genéricas
De hecho no pocas empresas en Europa y en EE UU han adoptado
atenuantes de confesión (por medio de sus representantes) y a la reparación
normas similares a través de códigos éticos, de conducta o de integridad que defi­
o disminución del daño, han sido previstas dos de gran sign ificación para
nen como «programas de cumplimiento legal» (compliance-programme). Estos pro­
entender el régimen de responsabilidad penal al que se somete a las personas
gramas son consecuencia del creciente reclamo de medidas éticas en los
jurídicas: la colaboración en la investigación del hecho mediante la aporta­
negocios y tienden a impedir la comisión de hechos punibles o sancionables
ción de pruebas y el establecimiento de medidas de prevención para el fu­
administrativamente (abuso de información privilegiada, conupción, inclu­
turo. Ambas serán especialmente consideradas más bajo.
yendo la conupción entre particulares del nuevo art. 286.bis.l del Proyecto,
lavado de dinero, delitos fiscales, fraudes de subvenciones, delitos contra el
ill. CULPABil.IDAD DE ORGANIZACIÓN COMO PRESUPUESTO LEGITI� medio ambiente, o infracciones coIJ,tra la competencia). Mediante tales pro­
MANTE DE 1A PENA grama se procura establecer un alto grado de transparencia en la gestión y
En todo caso, y sin perjuicio de la aclaración dogmática del modelo proteger no sólo intereses de la empresa, sino también los de terceros contra­
legal, lo cierto es que el nuevo art. 31.bis del Código Penal requerirá, en la tantes, los consumidores e incluso sociales211 .
medida en la que la culpabilidad de organización debe ser un presupuesto En el caso de las personas jurídicas, por lo tanto, el art. 31.bis tiene el
general de la responsabilidad de las personas jurídicas, que éstas organicen, efect(!) de atribuir a las empresas una participación activa en la prevención­
para la prevención de su eventual responsabilidad penal, un sistema. de control del delito mediante un sistema de control que deben ejercer los directivos
interno de juridicidad de la actuación de los órganos y de las personas a ellos sobre sus subordinados y que la empresa misma debería organizar en su
subordinadas. En este modelo la existencia de sistemas de control interno y propio sistema administrativo.
prevención así como la infracción de los deberes de supervisión y control
debería ser considerado como un elemento de la estructura organizativa de
IV. LOS MODELOS SUIZO E ITALIANO
210. Confr. al respecto: Ley italiana núm. 231, art. 4. Ver también las consideraciones al Un inadecuado sistema preventivo de la comisión de delitos debería ser,
respecto de la sentencia del BHGSt en el caso Siemens en E. BACIGALUPO, en LA Ley,
diario del 1 diciembre 2009.
211. Confr. U. SIEBER, loe. cit., pgs. 454 y ss.

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por lo tanto, un presupuesto de la responsabilidad penal de las personas nes de información en relación al orgacismo competente para vigilar el fun­
jurídicas. Las características de un sistema de prevención interno de las em­ cionamiento y la observancia de los modelos; e introducir un sistema discipli­
presas han sido descritas tanto en los derechos positivos como en la teoría. nario idóneo para sancionar la falta de respeto de las medidas indicadas en
Estudios recientes demuestran que el tema de la conducción ética de las el modelo.
empresas ya ha adquirido una considerable importancia; una demostración Estos modelos de organización «pueden ser adoptados sobre la base có­
de ello es el hecho de que el 85% de los bancos europeos han establecido
digos de comportamiento redactados por asociaciones representativas de los
actualmente amplias normativas sobre conductas adecuadas a derecho y di­ entes, que garanticen las exigencias señaladas, comunicados al Ministerio de
rectivas de compliance212 y que las empresas comienzan a establecer contra­ Justicia, el que, de acuerdo con los Ministerios competentes, podrá formular
tos de reconocimiento recíproco de sus códigos de conducta. observaciones sobre la idoneidad de los modelos para prevenir los delitos»
En el derecho europeo sobresale en este sentido el Código P enal suizo (art. 6.3).
(art. 102.2 CP, introducido por la Ley de 13 diciembre 2002), que condiciona
Similar a la ley italiana es la ley chilena núm. 20393, que también condi­
la responsabilidad de ciertos delitos a que le sea reprochable a la empresa
ciona la responsabilidad al cumplimiento de los deberes de dirección y super­
haber omitido medidas organizativas (que la ley no especifica) para prevenir
visión y a que «la persona jurídica hubiere adoptado e implementado mode­
tales delitos y la ley italiana núm. 231 ya mencionada213, cuyo art. 6 establece,
los de organización, administración y supervisión para prevenir delitos como
a diferencia del Código suizo, «los criterios de organización del ente» y que la
el cometido».
persona jurídica no responderá por los delitos cometidos por sus administra­
dores, directivos o representantes y sus subordinados en su beneficio o por En este sentido la ley prevé la designación de un encargado de preven­
su cuenta, si se comprueba una adecuada organización preventiva, es decir, ción (complianctrofjicerf 14, al que dota de autonomía respecto de la adminis­
si la persona jurídica adoptó «modelos de organización y de gestión idóneos tración de la persona jurídica, de sus dueños, de sus socios, de sus accionistas
para prevenir delitos de la especie de los cometidos» [arL 6.1.a)], si ha con­ o de sus controladores (art. 4.1), y la posibilidad de las personas jurídicas de
fiado la vigilancia del funcionamiento y la observancia del modelo «a un obtener una «certificación de la adopción e implementación de su modelo
organismo del ente dotado de poderes autónomos de iniciativa y de control" de prevención de los delitos y su supervisión a fin de detectar y corregir sus
[art. 6.1.b)] y si «las personas han cometido el delito eludiendo fraudulenta­ fallas, así como actualizarlo de acuerdo con el cambio de circunstancias de
mente los modelos de organización y gestión». Estos modelos deben prever, la respectiva entidad» [art. 4.4.a)]. Estos certificados «podrán ser expedidos
«en relación a la naturaleza y a la dimensión de la organización así como a por empresas de auditoría externa, sociedades clasificadoras de riesgos u
la actividad desarrollada, medidas idóneas para garantizar el desarrollo de la otras entidades registradas ante la Superintendencia de Valores y Seguros»,
actividad en el respeto a la ley y para descubrir y eliminar oportunamente de acuerdo con una reglamentación que se dictará [art.4.4.b)].
situaciones de riesgo» (arL 7.3).
Asimismo los modelos de organización preventiva deben respónder a las V. CONSECUENCIAS DOGMÁTICAS EN EL DERECHO ESPAÑOL
exigencias previstas en el arL 6.2 de la Ley, que regula la extensión de los
poderes delegados al organismo de control. En este sentido se establece que Las consecuencias que dogmáticamente quepa derivar del ejercicio serio
tales poderes deben: (a) permitir individualizar la actividad en la que pueden de tales controles sobre la responsabilidad penal de la persona jurídica cons­
ser cometidos los delitos; (b) prever protocolos específicos dirigidos.a progr,a­ tituyen un punto central de la aplicación del modelo de la culpabilidad de
mar la formación y la actuación de las decisiones del ente en relación a los
delitos a prevenir; (c) individualizar la modalidad de gestión de los recursos 214. Esta figura ya ha sido considerada en la jurisprudencia alemana. En la sentencia de
17 julio 2009 la Sala 5• del Tribunal Supremo Federal se ha considerado la cuestión
financieros idóneos para impedir la comisión de delitos; (d) prever obligado- de la posición de garante del encargado del departamento de revisión interna de
una empresa respecto de manifiestas irregularidades de la facturación en perjuicio
212 . Steria Munnert Consulting, Organisatwnssicherheit europiiischerBanken, citado según CCZ de los deudores. Ver también: J. BúRKLE, en CCZ, 1/2010, pg. 4, sobre los límites de
(Corporate Compliance Zeitschrift/Zeitschrift zur Haftungsvermeidung im Unte­ la posición de garante del responsable del programa de prevención en relación con
nehmen, 1/2010, p. VII). la citada sentencia. Sobre la responsabilidad civil de los agentes de compliance ver: V.
213. Confr. A. PREslITil/A. BERNASCONI/C. FIORJO, La responsabilita degli enti, 2008. RIEBLE, en CCZ, 1/2010, pgs. 1 y ss.

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organización. Tanto en la ley italiana núm. 231, art. 6, como en la ley chilena El argumento de que esta consecuencia sólo sería válida si estuviera ex­
núm. 20393 , art. 3°, que la sigue en líneas generales, se excluye expresamente presaxnente establecida en él derecho positivo, como ocurre en Suiza, en
la responsabilidad de las personas jurídicas cuando se hayan cumplido las Italia y en los EE UU218, no toma en cuenta que la culpabilidad de organiza­
exigencias del modelo de prevención que imponen a las personas jurídicas. ción tiene una función legitimante de la pena o de la sanción y que por ello
Una norma similar no existe en el derecho alemán, donde, por el -con­ opera como un presupuesto necesario de las mismas y estará implícito en
trario, se postula que el cumplimiento de los deberes de supervisión y cui­ toda legislación que se apoye en el principio de culpabilidad.
dado de los planes preventivos sólo adquiere relevancia en el momento de La tesis que venimos sosteniendo encuentra un significativo punto de
la individualización de la sanción dentro de la líneas que establece el § 17 apoyo en el nuevo texto del art. 31.bis.d), incorporado al Código Penal por
2 la LO 5/2010. Esa disposición ha introducido como circunstancia atenuante
OWiG 1s.
«haber establecido, antes del comienzo del juicio vral, medidas eficaces para prevenir y
La situación española no es diferente de la alemana, dado que tampoco
descubrir los delitos que en el futuro pudieran cometerse con los medios o bajo la
existe una norma que regule los programas y protocolos de prevención ni
cobertura de la persona jurídica». Se trata, como lo dice expresamente el texto,
los efectos del cumplimiento de los mismos sobre la responsabilidad de las
de una norma referente a programas preventivos para el futuro, que, en principio
personas jurídicas. En su informe sobre el Proyecto de 15 de enero de 2007,
no afectan, a la culpabilidad de organización por el delito cometido y que,
el Consejo General del Poder Judicial sugirió introducir un precepto similar
en todo caso, podrían ser considerados como una compensación post facto de
al del art. 6 de la ley italiana antes citada.
la culpabilidad de organización mediante un actus contrarius. Esta disposición,
El legislador introdujo una norma de la amplitud del art. 6 de la ley por l� tanto, nada modifica respecto de la consideración que se deba dar a
italiana. Pero, si se parte de que la culpabilidad de organización216 es un los programas de compliance ya existentes antes de la comisión del delito,
elemento legitimante de la responsabilidad penal de las personas jurídicas y respecto de los cuales la Ley guarda silencio. Es claro que si la implantación
de que, por lo tanto, constituye un presupuesto ineludible de cualquier legis­ de programas preventivos para el futuro puede atenuar la pena de la persona
lación sobre esta materia, la falta de culpabilidad deberá ser considerada jurídica, su existencia antes de la comisión del delito puede excluir la culpa­
como una circunstancia excluyente de la responsabilidad. Si, además, exis­ bilidad de organización. En verdad, no existe ninguna razón para justificar
tían en el texto proyectado puntos de apoyo, que no son débiles, para soste­ que quien antes de la comisión del delito imputable a la persona jurídica
ner que el legislador no es ajeno a la idea de la culpabilidad de organización, haya tenido un adecuado programa de compliance que permita distanciarla
es evidente que la imputación del delito a la persona jurídica sólo será legí­ del hecho de sus administradores se encuentre en peor posición que quien
tima si se comprueba dicha culpabilidad de organización217, es decir que sólo promete tenerlo en el futuro.
los responsables individuales eludieron indebidamente los controles internos
de legalidad.
VI. RASGOS BÁSICOS DEL SISTEMA DE COMPLIANCE
La tesis que limita los efectos de un adecuado programa d¿· prevención La Ley 5/2010 no ha establecido los rasgos básicos del modelo del sis­
de riesgos al ámbito de la individualización de la sanción, es en un cierto tema preventivo y su organización. Sólo indica que el sistema debe contar
sentido inconsecuente con el principio de culpabilidad. Parece claro que si con .'«medidas eficaces para prevenir y descubrir» los delitos que pudieran
el programa preventivo puede ser considerado para atenuar o agravar la ser cometidos con los «medios o bajo la cobertura de.la persona jurídica». Si
sanción media imponible por el delito imputable a la persona jurídicá-, la · bien esta referencia al programa de compliance se vincula a la prevención
comprobada ausencia de culpabilidad de organización debería excluir la de los hechos futuros y a la aplicación de la atenuante prevista en el núm.
pena o sanción. 4.d) del art. 31.bis CP, es obvio que el programa de compliance relevante a
los efectos de la culpabilidad de organización tendrá que tener los mismos
215. Confr. U. SIEBER, en Festschriftf Tudemann, 2008, pgs. 471 y ss. El§ 17 OWiG establece
los criterios generales de individualización de las sanciones administrativas. objetivos. Por lo tanto, es necesario indagar cuáles deben ser las característi­
216. Confr. K TIEDEMANN, en NJW, 1988, pgs. 1169 y SS. cas mínimas de un sistema de control interno de supervisión y cwnplimiento
217. En el mismo sentido J. M. ZuGALoiA, kx. cit., pgs. 224 y ss., que también apoya la tesis
del Informe del CGPJ (kx. cit., pg. 287). 218. Confr. U. SIEBER, kx. cit., pgs. 471 y ss., 473.

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Pen a[ ________________ ______________ 6. La preven ción de la responsabilidad penal...

para prevenir y descubrir delitos que puedan ser cometidos o que respectiva­ En este contexto cabe la pregunta por la obligatoriedad del sistema de com­
mente hayan sido cometidos al amparo de la persona jurídica. pliance. La cuestión tiene relación con el principio que rige el CUBG: cumplir
En la teoría219 se considera que los Consejos de Administración deben 0 explicar. Es decir: el incumplimiento de las recomendaciones del CUBG no
cuidar que la empresa y sus órganos se desenvuelvan en consonancia con el debe generar por sí rnismo ninguna responsabilidad, si existen buenas razo­
derecho vigente y que esta función es a la que se refiere el concepto de nes que lo justifiquen. Sin embargo, el art. 99.e) .bis LMV califica como infrac­
«carporate compliance». Pero, se agrega, «carporate compliance no es sólo el deber ción muy grave «presentar [la empresa sometida a supervisión] deficiencias
trivial de observar los mandatos jurídicos (deber de legalidad), sino -en el de organización adlllinistrativa y contable o en los procedimientos de control
derecho de sociedades- el deber de instaurar un departamento especial de interno, incluidos los relativos a la gestión de riesgos, cuando tales deficien­
control y de vigilancia así como los procedirnientos especiales en la empresa cias pongan en peligro la solvencia o la viabilidad de la entidad o del grupo
que aseguren la observancia de los mandatos jurídicos». En este sentido se consolidado o conglomerado financiero». De esta disposición es posible de­
entiende que los elementos de un sistema de «carporate compliance» son: «un ducir que, sin perjuicio de las explicaciones que perlllite el CUBG para no
análisis de los riesgos jurídicos; la declaración del Consejo de Adlllinistración cumplir, en general, sus recomendaciones, la LMV establece un deber jurí­
d.e actuar en el futuro contra deterlllinadas irregularidades (mission statement); dico, reforzado con la amenaza de sanción (art. 102 LMV), para las deficien­
una organización, es decir un departamento propio de compliance y el nom­ cias de los sistemas de gestión y control interno de riesgos, cuyas líneas bási­
bramiento de un comisionado de compliance; la comunicación de conoci­ cas se encuentran en dicho CUBG.
mientos jurídicos en la empresa (p. ej. mediante cursos y circulares) y la
El sistema de control de riesgos previsto por el CUBG debería estar
documentación de las medidas adoptadas y de las irregularidades jurídicas
descubiertas». «El sistema de coporate compliance -concluye KINDLER- se instala localizado entre las competencias de las comisiones de cumplimiento y de
en interés de la propia empresa, no en interés de terceros o del público». contrÓl interno a las que se refieren las recomendaciones 44 y 45 del CUBG
de las Sociedades Cotizadas y debe prever un «mecanismo que perlllita a los
En el derecho español22º las bases legales de este sistema se encuentran empleados comunicar, de forma confidencial y, si se considera apropiado,
en la Ley del Mercado de Valores [art. 116.4.d)] y en el Código de Buen anónima las irregularidades de especial trascendencia, especialmente finan­
Gobierno de las Sociedades Cotizadas. El art. 116.4.d) de la LMV establece cieras y contables, que adviertan en el seno de la empresa» [R 50, 1°.d)] 222 .
que en el informe anual de las sociedades anónimas cotizadas deberán hacer
La organización del sistema preventivo debería tener, además, un responsa­
público anualmente un informe de gobierno corporativo, en el que deberá
ble (compliance-officer) dentro de un departamento especializado. Sus funcio­
constar «el sistema de control de riesgos». El Código Unificado de Buen Gobierno
nes básicas son la de vigilancia, asesoramiento, advertencia y de evaluación de los
(CUBG), por su parte, establece en su recomendación núm. 49 que la polí­
riesgos legales de gestión22 3, que no sólo deben alcanzar al cumplimiento de la
tica de control de riesgos deberá identificar «al menos los distintos tipos de
riesgos a los que se enfrenta la sociedad», señalando entre ellos a los riesgos ley y los reglamentos, sino también a las directivas y principios éticos internos
legales, y reseñar «las medidas previstas para rnitigar el impacto de los riesgos y a los standars de conducta internacionales224.
identificados, en caso de que llegaran a materializarse» 221 . La función de vigilancia tiene una especial importancia respecto de la
prevencióh y supervisión de conductas que pueden dar lugar a un número
219. Las siguientes citas textuales corresponden al Thesenpapier presentado por el Prof. considerable de delitos. Especialmente en la corrupción entre particulares,
que la LO 5/2010 propone incorporar como art. 286.bis CP, en la prevención
P. KlNDLER en el ler. Congreso sobre Compliance de la Universidad de Augsburg
(República Federal de Alemania), 3 y 4 de diciembre de 2010. Confr. también:
GRürzNER/jAKOB, Compliance von A-Z, 2010, pg. 47. .. de los negocios prohibidos al insider (art. 285 CP), así como en los demás
220. En el derecho de sociedades español sólo existe una descripción global de las obliga­ delitos relativos al mercado y a los consumidores (art. 288 CP), en el blan­
ciones jurídicas de los administradores en el art. 127 LSA mediante la cláusula gene­ queo de capitales (arts. 301 y 302.bis CP), en los delitos fiscales (art. 310.bis
ral de «la diligencia de un ordenado empresario y de un representante leal» y la
imposición de un deber de información sobre la «marcha de la sociedad». Estos CP), en los delitos contra la ordenación del territorio y el urbanismo (arts.
conceptos tienen un extenso desarrollo en el § 93 de la AktG (Ley alemana de 327 y 328.4 CP), en los delitos contra el medio ambiente (art. 343.3 CP), en
Sociedades Anónimas).
221. El texto, al referirse a la materialización de los riesgos en resultados lesivos, da la 222. De esa manera se institucionaliza el whistWJlower de los derechos anglosajones.
sensación de haber sido fundamentado más en un «criterio de reparación» que en 223. Confr. J. BúRKLE, en CCZ, 2/2008, pgs. 50 y ss.
un «criterio de prevención». 224. Conf. T. BROUWER, en CCZ, 5/2009, pgs. 160 y ss.

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la falsificación de tarjetas de crédito o débito o cheques de VIaJe (an. imputación es el mismo, lo cierto es que, admitida la responsabilidad penal
399.bis.l.2º párrafo CP). En todos ellos se prevé, además de la responsabili­ de las personas jurídicas, una distinción entre derecho penal y derecho san­
dad individual de los respectivos autores, la responsabilidad penal de la per­ cionador administrativo pierde toda razón de ser desde el punto de vista del
sona jurídica. asesoramiento. La culpabilidad de organización debe ser también presu­
Es sorprendente que entre los delitos imputables a la persona jurídica puesto de la aplicación de sanciones administrativas. Derecho penal y dere­
no se hayan incluido los delitos de falseamientos de cuentas anuales o de cho sancionador administrativo sólo constituyen dos ámbitos en los que se
informes económicos de los arts. 290 y 291 CP y el 282 bis225 CP, que son, por manifiesta la potestad punitiva única del Estado con distinta intensidad.
regla, delitos cometidos por los administradores por cuenta o en beneficio de Por lo tanto, la función de asesoramiento debe ir más allá del derecho
aquélla. Es claro, de cualquier manera, que los programas preventivos debe­ penal y debe ser extendida hasta las cuestiones relacionadas con la infracción
rán contener también una rama de vigilancia organizada en la forma de una de normas administrativas cuya sanción puede poner en peligro inclusive
auditoría contable. la existencia misma de la empresa, aunque no alcancen a fundamentar su
La función de asesoramiento se dirige a los directivos y a sus colaboradores responsabilidad penal por alguno de los delitos previstos en el Código Penal
a quienes debe proporcionar los conocimientos necesarios para el cumpli­ como imputables a personas jurídicas. Un ejemplo claro, entre tantos otros,
miento de las normas y reglamentos vigentes, así como a las directivas de de esta continuidad sistemática del derecho penal y del derecho sancionador
carácter ético establecidas por la empresa, cuya importancia preventiva no se adnúnistrativo son las disposiciones del art. 102.a) y d) de la Ley del Mercado
debe infravalorar. Actualm.ente se piensa que «la observancia de principios de Valores, el art. 85 de la Ley 35/2003, de Instituciones de inversiones colec­
éticos, que son la definición y transposición de una cultura empresarial que tivas, o las de los arts. 49 y 53 de la Ley 25/2005 de entidades de capital
se ha impuesto determinadas ideas comunes de valor, tiene ventajas para riesgo, que prevén tanto.la multa como la revocación de la autorización para
todos los partícipes» 226• operar de las empresas («comply or die»). La sinúlitud de estas sanciones admi­
El asesoramiento tjene especial importancia tanto en el ámbito de la res­ nistrativas con algunas de las penas previstas en el nuevo art. 33. 7 del Pro­
ponsabilidad penal individual de los directivos como en el de la responsabili­ yecto para las personas jurídicas es tan evidente que no es necesaria una
dad de la empresa. Respecto de los primeros un correcto asesoramiento mayor explicación.
puede se eficaz para sostener la alegación de un error de prohibición inevita­ El riesgo de gestión corresponde a los riesgos generales de las estrategias
ble (art. 14.3 CP). Aunque el error de prohibición del representante no de la empresa. La prevención de riesgos de responsabilidad normativa, por
excluirá por sí mismo la responsabilidad penal de la persona jurídica (art. el contrario, concluye con la valoración de estos riesgos, pero no se convierte
31.bis.3 CP), ésta podrá alegar haber asesorado seriamente a sus directivos en el centro de las decisiones de gestión. No obstante el riesgo de gestión
sobre el derecho que rige una determinada situación, no incurriendo, por empresarial debería tener en cuenta la garantía de un comportamiento em­
lo tanto, en una culpabilidad de organización. Tampoco será,_.de apreciar presarial conforme a la ley. De especial interés en este ámbito es la preven­
la culpabilidad de organización cuando sus administradores hayan eludido ción de corrnpción en el tráfico mercantil, que está recogido en el art.
indebidamente el asesoramiento sobre las reglas de la organización y la ges­
286.bis. CP. Cuestiones particularmente delicadas como los regalos, invitacio­
tión conforme a derecho227•
nes, etc., tendrán especial relevancia en este ámbito.
En la medida en l<!- que los principios constitucionales del derecho penal
rigen también para el derecho sancionador administrativo, aunque segúh la En suma: la aceptación de la responsabilidad penal de las personas jurí­
jurisprndencia constitucional con ciertos matices228, y en tanto el sistema de dicas por el legislador tendrá una indudable trascendencia sobre la organiza­
ción empresarial, porque las empresas deberán asumir privadamente una
225. Sobre este nuevo delito del Proyecto, que repite el del art. 290 CP y se superpone función preventiva, basada en códigos de conducta, programas de cumpli­
con el de estafa del art. 248 CP, ver: E. BACIGALUPO, en «Escritura Pública», Revista miento (compliance), en el asesoramiento y en la vigilancia de la legalidad de
tUl CG tUl Notariado, núm. 61/2010, pgs. 30/31.
226. T. RosBACH, en CCZ, 3/2008, pgs. 101 y ss. sus administradores y empleados. De esta forma los programas de prevención
227. Así el art. 6.1.c) de la ley italiana citada. beneficiarán a las empresas en la medida en la que red1,1cirá sensiblemente
228. Desde la STC de 18junio 1981. el riesgo de su propia responsabilidad.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ ______________ 6. La prevención de la responsabilidad penal...

VII. ESPECIAL CONSIDERACIÓN DE LA ATENUANTE DEL ART. En el marco de estas investigaciones internas será necesario considerar
31.BIS.4.B) CP la aplicación de las garantías procesales del art. 24 CE de los investigados.
Como ya se ha visto el art. 31.bis.4.b) CP prevé como circunstancia ate­
nuante la colaboración en la investigación del hecho aportando prnebas nue- VID, CONDICIONFS PARA LA APLICACIÓN DE LA ATENUANTE DEL
vas y decisivas para declarar la responsabilidad. ART. 31.BIS.4.D) CP
La eficacia de esta disposición, unida a la prevista en el mismo artículo, El contenido del deber de vigilancia, control y supervisión impuestas a
apartado 4.a), requiere que la persona jurídica disponga de la facultad de los administradores y directivos de las personas jurídicas que se derivan de
esclarecer hechos sospechosos que se produzcan en su interior, como suele ser admi­ la idea de culpabilidad de organización, son especialmente relevantes para
tido en los EE UU y en Alemania229. Esta facultad puede ser también dedu­ la interpretación de los requisitos del art. 31.bis.4.d) CP. Esta disposición
cida del derecho de defensa y a la prneba de la inexistencia de culpabilidad -como se vio- permite atenuar la pena imponible a la persona jurídica
de organización e incluso del art . 127 LSA, en tanto éste requiere que los cuando los directivos de la misma hayan «establecido, antes del comienzo
administradores actúen en sus cargos como «ordenados empresarios». Pero, del juicio oral, medidas eficaces para prevenir y descubrir los delitos que
la facultad de esclarecimiento de los hechos se deduce, sobre todo y muy en el futuro pudieran cometerse con los medios o bajo la cobertura de la
especialmente, del mismo art. 31 bis CP, que al establecer la «atenuante de persona jurídica».
wmpliance para el futuro» [apartado 4.d)] indica que el sistema preventivo que Se trata de una atenuante basada en la idea de compensación (parcial)
puede dar lugar a la aplicación de esa atenuante debe contener «medidas de la culpabilidad de organización que permitió la comisión del delito impu­
eficaces para prevenir y descubrir los delitos». Es evidente que el descubri­ table a la persona jurídica. Desde el punto de vista práctico la mayor dificul­
miento de los delitos requiere una actividad de vigilancia y un procedimiento tad que encontrarán los tribunales es la de realizar un juicio sobre la eficacia
de investigación previo a la comprobación de la existencia del delito y que a de las medidas del programa preven tivo ofrecido. El legislador ha considerado
ello se refiere la Recomendación núm. 50.d) del CUBG cuando señala que acertadamente que un programa de compliance para el futuro sólo puede ser
es preciso contemplar en la política de control y gestión de riesgos «un meca­ presentado hasta la apertura del juicio, pues sólo de esa manera podrá ser
nismo (quiere decir: un procedimiento) que pennita a los empleados comu­ objeto del mismo y valorado para la individualización de la pena.
nicar de forma confidencial y, si se considera apropiado, anónima las irregu­
En principio, esta atenuante diffcilmente podrá ser aplicada sin una
laridades de potencial trascendencia, especialmente financieras contables,
prueba pericial al respecto, dado que el juicio que requiere no es exclusiva­
que adviertan en el seno de la empresa». Estas denuncias deberán ser investi­ mente jurídico. El objeto de esta prueba es el mismo que la requerida para
gadas internamente, si lo que se persigue es reunir medios de prueba que acreditar la no reprochabilidad de la organización, es decir la no culpabili­
puedan ser aportados para reducir la eventual responsabilidad de la persona dad de organización. La única diferencia radica en la perspectiva temporal:
jurídica mediante la aplicación del art. 31.bis.4.a) y b) CP. i·
la pericial para acreditar la ausencia de culpabilidad de organización se re­
Las investigaciones internas pueden ser llevadas a cabo por un órgano fiere a un sistema ya existente antes de la comisión del delito imputable a la
interno o mediante la contratación de profesionales externos. U na u otra persona jurídica; la destinada a evaluar el sistema de prevención futuro que
alternativa depende, por regla, de una ponderación de los costos, entre los fundamentaria la aplicación de la atenuante se refiere a un programa de
que es conveniente incluir el costo de la responsabilidad en sí misma. compliance que todavía no ha sido puesto en funcionamiento.
Por lo tanto, sea que se trate de acreditar la corrección del sistema exis­
229. Confr. GóRUNc/lNDERST/BANNENBERC, Compliance, 2010, pgs. 449 y ss. Ver también:]. tente o del sistema de prevención futuro, la prueba pericial sobre el pro­
WACNER, en CCZ, 1/2009, pgs. 8 y ss., con especiales referencias al derecho norteame­
ricano, donde existe también la posibilidad de atenuar la sanción (o incluso de grama de compliance y su eficacia deberá ser ofrecida en forma, en el mo­
renunciar a ella) con fundamento en este tipo de colaboración (U.S. Sentencing mento procesal oportuno.
Commissíon's Guidelines for the sentencing of organizations, de 1 noviembre 1991);
al respecto: WEBB/TARUN/MOLO, Co-rporate Interna! Investigatúms, 2007, citado por J. La materia de la prevención de la responsabilidad penal y administrativa
WACNER). de las empresas no ha sido aún incorporada al objeto de las investigaciones

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal _______ _ _ _ _ ____ _____________ 6. La prevención de la responsabilidad penal...

dogmáticas del derecho penal de la empresa230• No obstante, la realización día haya sido confiada a un organismo del ente dotado de poderes autóno­
de la pericia requerirá profundos conocimientos dogmáticos del derecho mos de iniciativa y de control [art. 6.1.b)].
penal y, consecuentemente, en su práctica tendrán que participar juristas También pueden ser tomados como referencia los criterios expuesto por
especializados, dificilmente podrá prescindir de otros conocimientos, tales
el IDW (lnstitut der Wirtschaftsprüfer in Deutschland e. V.) en el Proyecto Com­
como los de organización empresarial, sociológicos, psicológicos y referentes ·
pliance-Prüfungsstandar (EPS 980) 232• Aunque se refiera a las empresas audi­
al efecto disuasivo e incentivador de las medidas previstas en el programa231 _
toras en primera línea, sus conceptos pueden ser extendidos a otro tipo de
Por estas razones esta prueba pericial debería ser realizada, en principio, por
empresas.
más de un perito. Los casos que se vayan presentando en la práctica permiti­
rán elaborar de una manera más precisa la configuración de esta prueba. En el EPS 980 están descritos los elementos fundamentales del sistema
de gestión de compliance (Compliance Management System), mediante los si­
Por ahora sólo es posible establecer un primer marco de líneas básicas
guientes elementos, aquí resumidamente expuestos: a) Cultura de cumpli­
del análisis judicial respecto del modelo de organización y gestión adecuado mientu. que se manifiesta en la existencia de códigos de integridad del com­
para_ prevenir la comisión de delitos, basado en los principios organizativos portamiento, asunción expresa de esos principios por parte de los
h oy corrientemente aceptados para el establecimiento de sistemas de vigilan­ representantes legales y directivos, con comunicación a los empleados y tra­
_
cia y control, como los recomendados en el CUBG. Entre éstos se encuentran bajadores, cursos de información y esclarecimiento sobre el derecho vigente
los desarrollados por organizaciones reconocidas en la materia y las grandes y la aplicación de las reglas de integridad para los empleados y trabajadores
líneas expuestas al respecto por leyes reguladoras, cuando las hubiere. En así como un sistema de sanciones para su incumplimiento b) Fines de cumpli­
todo caso, es preciso subrayar, no se trata sólo de comprobar la existencia mientu. donde se establezca el grado de seguridad con el que deben ser impe­
abstracta de un sistema reglamentado, sino de verificar su eficacia. Por lo didas las infracciones de. las reglas de sistema de compliance; c) Organización
tanto, los peritos también tendrán que evaluar la forma y el modo de su de compliance:. en la que estén determinados las funciones y responsabilidades
ejecución en el ámbito de la empresa. dentro del sistema de compliance, con la designación de encargados de esa
En este sentido son de destacar, en primer lugar, las exigencias referen­ función o de una comisión especial provista de los medios necesarios para
tes al modelo organizativo empresarial impuestas por el art. 6.2 del Decreto el cumplimiento de esas funciones; d) Individualización de riesgos, previendo
legislativo italiano núm. 231, de 8 junio 2001. Ciertamente no se trata de una criterios para la valoración de los mismos y su pronto reconocimiento; e)
norma vigente en España, pero proporciona criterios generales aplicables Programa de compliance:. donde estén recogidos los principios y medidas ten­
con independencia de su obligatoriedad jurídica. De conformidad con esa dentes a la limitación de riesgos y a orientar comportamientos conformes a
disposición el modelo organizativo de prevención debe: a) individualizar la derecho de los directivos y del pers«;>nal; f) Comunicación al personal afectado
actividad en cuyo ámbito pueden ser cometidos delitos; b) prever protocolos en cada ámbito de las reglas que deben ser observadas así como el estableci­
específicos dirigidos a programar la formación y ejecución de las decisiones miento de deberes de información de los riesgos de cumplimiento a las ins­
del ente en relación a los delitos que se quieren prevenir; c) ihdividualizar tancias competentes de la empresa; g) Vigilancia y corrección: mediante la im­
la modalidad de gestión de los recursos financieros idóneos para impedir la plantación de medidas de supervisión y vigilancia y procedimientos de
comisión de delitos; d) prever obligaciones de información en relación al revisi?n interna que pueden conducir, en caso de comprobación de infrac­
organismo encargado de vigilar el funcionamiento y la observancia de los ciones a la resolución de contratos con terceros o del contrato de trabajo; el
modelos; y e) establecer un sistema disciplinario idóneo para sancionar el sistema de vigilancia debe ser periódicamente revisado y, en su caso,
incumplimiento de las medidas indicadas en el modelo. corregido.

Asimismo la ley italiana requiere que la función de vigilancia del funcio­ También constituyen W1a adecuada orientación las «Sentencing Guideli­
namiento y la observancia del modelo organizativo y de cuidar su puesta al nes» (USSG) de la USA Sentencing Commission de 1991, considerablemente más
rigurosas a partir de 2004, como consecuencia de los escándalos de Enron,
230. Con.fr. E. BACIGALUPO, en Zeitschrift für internationale Strafechtsdogmatik (ZIS), en WorldCom y otros, que contienen un capítulo octavo dedicado a la individua-
prensa.
231. Confr. U. SIEBER, Fest. f. Tiedemann, 2008, pg. 449. 232. Confr. expuesto según B. GóKTZ, en CCZ, 5/2010, pgs. 127 y ss.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Pen al _______ _ _ _ _____ ______________ 6. La prevención de la responsabilidad penal...

lización de sanciones para las personas jurídicas233• Es probable que estas damental en la construcción de un sistema de compliance» 236, suele ser vin­
Guidelines haya sido la inspiradora de la atenuante del art. 31.bis.4.d) CP, así culado a la Sarbanes-Oxley-Act norteamericana de 2002237. Esta ley tiene la
como del modelo organizativo de la ley italiana, pues en ellas se prevé la finalidad de reforzar la protección de los inversores y obliga a las sociedades
posible atenuación de las sanciones cuando la empresa disponga de un pro­ cotizadas a descubrir rápidamente irregularidades en materia contable, ban­
grama efectivo de prevención y descubrimiento de infracciones. caria y delitos económicos en general238. En esta dirección la ley impone la
En las Sen tencing Guidelines se describe un sistema organizativo que garan­ instalación de supervisión y control internos en las empresas para mejorar la
tice el cuidado exigible ( «due diligence») necesario para impedir infracciones en transparencia y confiabilidad de los informes financieros de las empresas en
el ámbito de la empresa. Los puntos centrales han sido resumidos de la el mercado estadounidense de capitales. En estos códigos son definidos los
siguiente manera234: (a) La existencia de standards de conducta y directivas principios éticos y los deberes a los que se auto-obliga la empresa en el trato
de actuación; (b) Medidas de vigilancia encomendadas a personas que deben con sus directivos y dependientes así como con sus clientes y demás terceros
llevarlas a cabo; (c) Exigencias para los directivos de no recibir pagos de con los que desarrolla su actividad239• Sus reglas son, por lo general amplias.
quienes se sabe o se debe saber que tienen tendencias criminales; (d) Comu­
El contenido mínimo de un código de conducta debería abarcar las
nicación efectiva, incluso mediante publicaciones, y formación mediante cur­
sos de los responsables de las áreas de riesgo; (e) Supervisión y procedimien­ siguientes materias240: a) Exclusión de conflictos de intereses; b) corrup­
ción/estafa/defraudaciones, c) derecho de la competencia, d) observancia
tos de revisión, incluyendo un régimen de denuncias, en su caso anónimas;
de derecho humanos,e) ética y protección contra la discriminación, f) con­
(f) sistema de sanciones; (g) Persecución, esclarecimiento y descubrimiento
de los casos sospechosos mediante las medidas adecuadas y corrección de los fidencialidad y protección de datos, g) corrección de de la contabilidad y
programas existentes. facturación y derecho fiscal, h) seguridad de la disponibilidad, integridad,
autenticidad y confidencialidad de las informaciones,j) cumplimiento de las
Para la comprobación y evaluación de estos elementos del programa de exigencias de protección del medio ambiente y de la salud,k) regulación de
compliance y para constatar la eficacia de su ejecución los peritos deberían las denuncias internas de irregularidades (whistleblowing).
realizar diversas operaciones235 entre las que son recomendables, por lo me­
nos, las siguientes: entrevistas informativas con los administradores y respon­
sables del sistema de vigilancia y supervisión para comprobar los puntos débi­ X. ¿RESPONSABILIDAD PENAL DE LOS ADMINISTRADORES POR EL IN­
les del sistema; entrevistas informativas con los responsables de la revisión CUMPLIMIENTO DE LOS DEBERES DE VIGILANCIA Y SUPERVISIÓN?
interna para evaluar sus métodos de trabajo; estudio de la documentación
pertinente de las actividades realizadas y de las informaciones transmitidas a Particularmente significativos serán en la práctica los problemas de la
los responsables de las distintas áreas de trabajo; observación de las activida­ responsabilidad de los administradares ,y órganos competen tes para el ejercicio del con­
des de los responsables y colaboradores de sistema de revisión y de las medi­ trol y de la vigilancia sobre sus subordinados que no hayan ejercido el debido
das para el descubrimiento de hechos punibles. control sobre las personas que estuvieran sometidas a su autoridad. Se trata
Con estos elementos los peritos deberán presentar una evaluación refe­ claramente de una omisión respecto de la cual cabe preguntarse por su rele­
rente a la eficacia que corresponde atribuir al sistema preventivo. No forma vancia penal, pues «en el ámbito de compliance se trata en primera línea de
parte del dictamen de los peritos la cuestión jurídica de si es aplicable la la evitación de una responsabilidad por omisión. Una infracción de los debe-
atenuante del art. 31.bis.4.d) CP.
236. GóRLING/INDERST/BANNENBF.RG, Compliance, 2010, pg. 105, núm. 12. Confr. también
A. MENGEL, en Christoph HAuSCHKA, loe. cit.,Corporate Compliance-Handbuch der haftung­
IX. SOBRE LOS CÓDIGOS DE CONDUCTA svermaeidung im Unternehmen, 2ª edición, 2010, pg. 105, núm. 12
237. Aplicable extraterritorialmente las filiales de empresas que cotizan en los EE UU,
El origen de los códigos de conducta, presentados como «la piedra fun- que contiene sanciones civiles y penales; confr. J DETZNER, en Derecho de los negocios,
núm. 234/2010, con mayor información sobre leyes de los EE UU con sanciones
233. Confr. Chr. HAuscttKA, en el mismo, Corporate Compliance, 2ª edición, 2010, pgs. 22 y civiles y penales también aplicables extraterritorialmente.
SS. 238. Confr. GóRLING/INDERSr/BANNENBERG, Compliance, 2010, pg. 104.
234. Jbidem,pgs. 23 y SS. 239. Confr. GRÜTZNER/JAKOB, loe. cit., pg. 45.
235. Confr. B. Gó!{fZ, loe. cit., nota 67, pg. 130. 240. Confr. GóRLING/INDERST/BANNENBERG, loe. cit., pgs. 106 y SS., 665.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Pena[ ______ _ _ _ _ _ _ _ _ _


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res de supervisión, organización, información y control tiene lugar por regla gene� de garante de los administradores (chef d'entrepris�/�ad of business/-����#
por la insuficiente observancia de tales deberes» 241• GeschiiftsherrJ45 o personas encargadas de la toma de dec1s1ones en la em- =W
Como hemos señalado el Código Penal no prevé un tipo especial que presa. En el derecho vigente en España la posición de garante de los directi- _. .
incrimine la infracción del deber de vigilancia, dolosa o imprudente, del vos de empresas respecto de l a acruación conforme a derecho de la empresa
empresario o de los órganos de la empresa a los que incumben dichos debe­ puede ser fundamentada en el conjunto de las disposiciones que rigen la
res. La decisión del legislador tiene como consecuencia un régimen de res­ actividad empresarial y en el CUBG246• Se trata de un deber de prevenir de
ponsabilidad para los administradores o representantes, que hayan omitido manera segura los peligros que surgen de la propia organización 247, que no
tomar las medidas de control y vigilancia que se convierte, a través de los sólo se refieren a los que afecten a personas o cosas de manera directa, sino
arts. 27 y ss. CP, en accesoria de la responsabilidad del autor individual del también a los que afectan al orden juridico que las protege.
delito imputable a la persona jurídica. El resultado es notablemente más La relevancia de la infracción por omisión de los deberes de control y
riguroso que si se hubiera previsto un tipo especial semejante al del art. 12 vigilancia tendrá que ser, por lo tanto, considerada desde la perspectiva del
del Cqrpus luris para la protección de los intereses financieros de la UE o art. 11 CP (comisión por omisión) y podrá constituir una participación omi­
al del § 130 OWiG (Ley alemana de contravenciones del orden). Ambas siva, por regla en un delito activo y excepcionalmente de omisión248. Al res­
disposiciones contienen un tipo propio de omisión242y una pena de multa de hasta pecto la doctrina ha elaborado diversas respuestas sobre la participación omi­
dos millones de euros. De esta manera la conducta del administrador que in­ siva en un delito activa249, que deben ser consideras en primer término. Como
fringe los deberes de control y vigilancia, quedaría fuera del ámbito de aplica­ es obvio, toda participación requiere que el partícipe haya obrado con dolo,
ción de las reglas de la participación de los arts. 27 y ss. CP y dejaría de es decir con el conocimiento del peligro concreto de la comisión del delito
ser accesoria de la del autor del delito, dando lugar a una responsabilidad por parte del dependiente o subordinado 250•
autónoma, con una pena específica, independiente de la pena prevista para
Por un lado se sostiene que, dada la posición de garante del omitente
el autor del delito imputable a la persona juridica. En el marco de la partici­
sólo cabe calificar esta conducta como ( co) autoria por omisión del hecho
pación, la infracción de los deberes de vigilancia y supervisión tendria que
cometido por el subordinado y que, en general, la distinción de distintas
ser considerada como accesoria del hecho principal y podrá conllevar penas
de privación de libertad, cuando el hecho del subordinado sea punible con
B<Yrrl<E, Haftung aus Nichtverhütung von Straftaten in Wirtschaftsunternehmen de lege lata,
esa pena. Por ejemplo: el administrador, que haya incumplido sus obligacio­ 1993.
nes del debido control de sus subordinados, podria ser punible con prisión 245. Confr. Corpus Iuris 2000, art. 12.
de seis meses a cuatro años por el delito de corrupción del art. 286.bis CP 246. Confr. K. TIEDEMANN, Wirtschaftsstrafrecht, 2ª edición, 2007, pgs. 101 y ss.
que hubiera favorecido con su omisión243• Por el contrario, si se hubiera 247. Confr. G. jAKOBS, Strafrecht, AT, 2ª e9ición, 1991, pgs. 802 y ss.
248. S. MIR PuIG, Derecho Penal, PG, 7ª edición, 2004, pg. 385; el mismo en notas a la
previsto un tipo independiente, probablemente con una pena de multa de traducción del Tratado de Derecho Penal,-PG de H.-H. jESCHECK, 1981, t. 2 ª pg. 884,
cierta importancia y/o de inhabilitación, la pena de los administr�dores seria considera que la doctrina española comparte los puntos de vista de JESCHECK en
independiente de la de los autores del delito y no deberla ser tan rigurosa. relación a las cuestiones de la participación omisiva, donde son tratados los proble­
mas de la participación por omisión. En general tal afirmación es correcta. Sin
La posición de garante de los directivos de una organización empresarial, por la embargo, no faltan matices respecto de las tesis de jESCHECK que no se deberían
que a éstos incumbe garantizar un desarrollo de tales actividades conforme .·desatender. Ver también: F. MUÑoz CoNDE/M. GARCÍA ARAN, Derecho penal PG, 1993,
a derecho vigilando y controlando la actividad de sus subordinados no es pgs. 386 y ss.; J. SILVA SANCHEZ, en CPC, 1989, pgs. 385 y ss.
249. Confr. el resumen de las diversas posiciones en U. KrNDHÁUSER, Strafgesetúntch, 3 ª
totalmente clara 244• Sin embargo, es creciente la tendencia a admitir el deber edición, 2006, previo a los §§25-31, núm. 48 y ss.
250. En algunas sentencias de la Sala de lo P enal del Tribunal Supremo se ha recurrido
241. Confr. Th. Rarsctt, en FS f Erich Samson, 2008, pgs. 141 y ss. (152). a la llamada «ign orancia deliberada», reemplazando de hecho la prueba del dolo
242. Confr. E. BACIGALUPO, en B. HUBER (editora), Das Corpus Iuris als Gru.ndlage eines -al menos en la forma en la que esta noción ha sido aplicada- por una antigua
Europiiischen Strafechts, 1999, pgs. 129 y ss. [133 y ss.], P. CRAMER, en Krarlsruhe-Kom­ presunción de dolo, difícilmente compatible con el principio de culpabilidad. Críti­
mentar OWiG, §130, núm. 18, con mayores indicaciones bibliográficas. camente al respecto: R RAGUÉS y VALU.S, La ignorancia deliberada en derecho penal,
243. Ello sin perjuicio de que en el caso concreto quepa aplicar los arts. 29 y 63 CP, que 2007. Sobre la cuestión de de la relevancia del «willful blindnis» en el derecho penal
permiten aplicar la pena inferior en grado. económico y en especial en la participación en los delitos de los dependientes ver:
244. Confr. LACKNER/KúHL, StGB, 25ª edición, 2004, §13, núm. 14. Confr. también: W. A. ScHEMMEL/C. KrRCH-HEIM, en CCZ, 3/2008, pgs. 96 y ss.

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E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Pen a[ _________________ ______________ 6. La prevención de la respo-nsahilida,d penal. ..

formas de participación no son pertinentes en los delitos de omisión25 1. Es considerado sólo como un cómplice del art. 29 CP. La cuestión no puede ser
decir el administrador que no impidió la comisión del delito será también resuelta con un criterio general y requerirá un juicio referido a cada caso.
autor del mismo delito por omisión, naturalmente si obró dolosamente. Si La doctrina mayoritaria admite también la participación omisiva en delitos
su omisión sólo fuera imprudente y el delito no admite esta forma de comi­ de omisión (p. ej.: el administrador que omite el debido control y la vigilancia
sión la omisión será impune252. de la actividad de sus dependientes subordinados que omiten cumplir con
Desde otro punto de vista, partiendo de la teoria del dominio del hecho, disposiciones protectoras del medio ambiente). En estos supuestos, en los
se afirma que el que ha incumplido los deberes de control y vigilancia que que la cooperación se concreta mediante la omisión de un deber de control
posibilitaron el delito imputable a la persona juridica sólo seria partícipe y vigilancia, es admitida la cooperación (necesaria o no según el caso) del
(cooperador necesario o cómplice, arts. 28 y 29 CP), dado que, carece del garante al que incumbe la vigilancia25 7.
dominio del hecho necesario para la (co)autoria. El deber de garante obliga, en principio, a los administradores, titulares,
La cooperación (sea necesaria o simplemente favorecedora) es también órganos individuales o colegiados y a los representantes legales de las perso­
admitj.da en la teoria253. La cuestión de si es aplicable el art. 28 o 29 CP nas juridicas «básicamente a adoptar medidas de organización practicables y
dependerá de una ponderación de las circunstancias del caso. exigibles, sin que éstas tengan que haber sido prescritas por agencias estata­
El principal problema práctico señalado por la teoría moderna, de todos les, respecto de de la organización de la empresa en sus ámbitos de respon­
modos, será la distinción entre coautoria y cooperación (participación nece­ sabilidad» 258.
saria y complicidad) del administrador o del representante en el hecho co­ El deber de garantía es, en general, delegabley el deber de garante especí­
metido por su falta de control y de vigilancia. La cuestión se relaciona con fico de vigilancia y supervisión de los directivos y administradores también lo
la equivalencia de la omisión con la acción positiva, es decir con el problema es dé acuerdo con las reglas generales259. La delegación está expresamente
de la equivalencia de la omisión con la contribución activa al delito de autor, prevista en la LSA, art. 141, con el límite allí previsto respecto de la rendición
establecida en el art. 11 CP254. Al respecto la fórmula propuesta por JAKOBS de cuentas y la presentación de balances. Esta autorización de la delegación
resulta _razonable. Dice jAKOBS: «Para la delimitación prácticamente impor­ tiene también efectos en el ámbito del derecho penal260. En la práctica actual
tante de coautoria y participación accesoria es preciso atender a si los intervi­ de las empresas suele ser delegado en un órgano (individual o pluripersonal)
nientes en el suceso, que corresponden al círculo organizativo del autor de especialmente competente para las tareas de com pliance y de revisión interna
la omisión, tienen por lo menos igual valor que la aportación del autor prin­ ( oficial de complianct?61) •
cipal para la configuración del hecho» 255. Bajo estas condiciones será de
apreciar coautoria o, lo que es lo mismo participación necesaria {arL BACIGALUPO, Principio de Derecho Penal, PG, 4• edición, 1997, pg. 388) entre aportacio­
nes en la fase de preparación (participación necesaria) y en la ejecución (coautoría).
28.(2).b)], cuando la omisión tenga la misma relevancia que la acción posi­ En general, lo correcto es la asimilación de participación necesaria y coautoría: en
tiva256. Si por el contrario no se da esta equivalencia el omitente deberia ser este sentido también G. QUI!'ITERO OLIVARES, en el mismo (Director), Comentarios al
Nueuo Código Penal, 1996, pg. 307.
251. Confr. Arrnin KAUFMANN, Die Dogmatik der Unterlassungsdelikte, 1959, pgs. 186 y ss. y 257. Confr. ScHóNKE/ScHRóDF.R/CRAMF.R/HEINE, StGB Kommentar; 26ª edición, 2001, notas
291 y ss.; E. BACIGALUPO, Delitos impropios de omisión, 1970, 2• edición, 2005, pgs. 171 previas a los§§ 25 y ss. núm. llO.
y SS. 258. P. CRAMER, en K. BOl-ITONG (editor), Karlsru.her Kommentar; 1989, § 130, núm. 47 y ss.
252. Sólo está prevista la responsabilidad penal de la persona jurídica por hechos puni­ (48).
bles imprudentes de sus administradores o representantes en el blanqueo de capita­ 259. Confr. G. JAKOBS, Strafrecht, AT, 2• edición, 1991 pg. 803 (núm. 31); J. A. LA.scuRAíN
les (art. 301.3), medioambiente (art. 331) y en las emisiones de materiales y radi�cio­ SÁNCHEZ, Los delitos de omisión: fundamento de los deberes de garantía, 2002, pgs. 120 y ss.
nes ionizantes (art. 344). 260. Confr. STS de 26 marzo 1994, F. segundo: «No es humanamente posible que quienes
253. Confr. K. KOHL, StTajrecht, 4• edición, pgs. 871, núm. 79 y ss.: jESCHECK/WEIGEND, deben ejercer una posición de garante, que requiere, por su naturaleza, una distri­
Lehrbuch des StTafrechts, 5• edición, 1996, pg. 696. Ver también: STRATENWEIITH/KuHLEN, bución de funciones, puedan realizar personalmente todas las operaciones necesa­
Strafrecht I- AT, 5• edición, 2004, pgs. 364 y ss. rias para el cumplimiento del deber. Por ello el ordenamiento jurídico reconoce
254. Confr. E. BACXGALUPO, Delitos impropios de omisión, 2• edición, 2005. valor exonerante de la responsabilidad a la delegación de la posición de garante,
255. Strafrecht, AT, 2• edición, 1991, pgs. 845 y ss. Confr. también sobre esta problemática: cuandq tal delegación se efectúa en personas capacitadas para la función y que
E. BACIGALUPO, Principios de Derecho Penal, PG, 4• edición, 1997, pgs. 413 y ss. disponen de los medios necesarios para la ejecución de los cometidos que corres­
256. Coautoría y participación necesaria no son dos categorías diferentes en los delitos ponden al deber de actuar».
de omisión. En éstos, no cabe diferenciar, como en los delitos activos (confr. E. 261. La competencia del oficial de compliance se extiende por lo general a «la implemen-

102 103
E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal------�--------- _______________ 6. La prevención de la responsabilidad penal. ..

La designación por el consejo de administración de un compliance officer función de vigilancia del sistema han sido elaborados criterios para ayudar
267
o la instalación de un departamento de revisión interna, en la forma en la en la tarea de comprobación de su correcto funcionamiento •
que ello está previsto en la R 49 del CUBG, constituye una necesidad práctica
Según el proyecto de comprobación de standars de compliance del IDW
impuesta por la complejidad organizativa de las empresas modernas y re­
(lnstitut Wirtschaftsprüfer in Deutschland) el CMS debe ser referido a ciertos
quiere delegación de los deberes de garantía que le corresponden al consejo
ámbitos jurídicos que allí son enumerados: a) derecho de la competencia, b)
de administración. El fundamento de esta delegación es la imprescindible
anticorrupción, c) derecho bursátil, especialmente al abuso de información
división del trabajo que caracteriza la organización empresarial. Una ade­
privilegiada, d) normas de buen gobierno, e) blanqueo de dinero, f) precios
cuada organización debería tener una «cadena de supervisiones con deberes
compensatorios, g) derecho del medio ambiente, h) derecho económico ex­
de acción en el nivel más bajo, deberes de dirección y control en nivel medio
tranjero y control de exportaciones, i) derecho fiscal extranjero, j) protec­
y deberes de organización en el nivel más alto» 262 •
ción de datos y de seguridad de los datos, k) igualdad, l) derecho aduanero,
Pero, de todos modos, la delegación no eliminará totalmente la respon­ m) derecho de patentes, n) responsabilidad por productos, o) licitaciones y
sabili�d de los miembros del consejo de administración y sus miembros, adjudicaciones, p) pago de comisiones, q) seguridad en el trabajo y seguri­
pues, las obligaciones de supervisión y de control permanecen siempre en el dad técnica.
consejo y sus miembros. Con otras palabras: «la delegación no interrumpe la
responsabilidad» 263 del obligado originario, sino que la modifica. Como elementos básicos del CMS se señalan asimismo: a) la cultura de
En este sentido es relevante la culpa in eligendo, es decir la que impone compliance, b) objetivos de compliance, c) organización de compliance, d)
una cuidadosa elección de la o de las personas encargadas de la vigilancia. identificación de riesgos, e) programa de compliance, f) comunicación, g)
«Constituye un defecto organizativo que las personas empleadas para la vigi­ sistema de supervisión y mejoramiento. Un sistema disciplinario que incluya,
lancia no están en condiciones de llevarla a cabo» 264• en su caso, sanciones internas puede ser considerado necesario en los casos
de reincidencia268•
La delegación impone al que delega, además, la «supervisión y el control
del buen funcionamiento de las actividades delegadas y deberes de dirección, Como se ve se trata de una materia y de nna práctica nueva respecto de
coordinación y organización» del control y la vigilancia265• la que no se cuenta todavía, al menos en España con una casuística suficien­
La organización de la delegación en grandes empresas requiere un sis­ temente rica como para elaborar principios generales de aplicación segura.
tema de distribución de responsabilidades y ámbitos de competencia. El con­ El desarrollo de la problemática y sobre todo las decisiones de los tribunales
junto de los principios y medidas de una empresa que tiende a asegurar un en estas cuestiones permitirán conformar un cuerpo de doctrina que por
comportamiento conforme a la ley de sus representantes legales, empleados ahora sólo es incipiente y que se basa, sobre todo en la experiencia de los
y demás colaboradores así como de terceros, p. ej. de sus asesores constituye países que han practicado esta nue�a regulación de la actividad empresarial.
el llamado Compliance Management System (CSM). La vigilancia y el control del
funcionamiento de este sistema forman parte de los deberes de la dirección
de la empresa que ha delegado su ejecución266• Para el cumplimiento de esta XI. BREVE CONSIDERACIÓN SOBRE LOS CÓDIGOS DE CONDUCTA

tación, supervisión, desarrollo y documentación del sistema de gestión de com­ JJna consideración especial merecen los códigos de conducta o de ética, que
pliance» (GRÜTZNER/JAKOB, Compliance von A-Z, 2010, pg. 47.) tienen la finalidad de orientar comportamientos adecuados a derecho de los
262. Confr. D. BoCK, loe. cit., nota 42, pg. 166. integrantes de los diversos niveles de actuación dentro de la empresa. Estos
263. P. CRAMER, en K. BOUJONG, Karl,sru.her Kam.mentar OWiG, § 130, núm. 48.
264. D. BoCK., lec. cil., nota 42, pg. 166. códigos son considerados como «la piedra fundamental de la construcción
265. Ibidem.
266. Confr. en general sobre la delegación de deberes jurídicos en el ámbito empresarial: 267. El IDW (lnstitut der Wirtschaftspu.fer in Deutschland e. V.) ha publicado el 11 marzo
A. Af.ESSANDRI, en C. PEDRAZZI/A. Af.ESSANDRI/L. FOFFANI/S.SEMINARA/G. SPAGNUOLO, 2010 un proyecto de «Principios de comprobación de un CPS» (Compliance-Prü­
Manuaie di diritto penal dell'impresa, 1998, pgs. 71 y ss.; P. CRAMER, lec. cit., nota 38, § fungsstandart [IDW EPS 980]) para asegurar un mejoramiento continuo del sistema;
130,9; K. TIF.DEMANN, lec. cit., nota 43, pgs. 132 y ss.; F. G. ScHMIDT-HussoN, en Chr. confr. B. Górtz, en CCZ, 4/2010, pgs. 127 y ss.
HAuSCHKA, Corporate Compliance., 2ª edición, 2010, pgs. 116 y ss.; G. JAKOBS, Strafecht, 268. Confr. Chr. E. HAUSOiKA., Curporate Cam.pliance, Handbuch de Hajtv.ngsvermeidv.ng in
AT, 2ª edición, 1991, pgs. 803 y ss. (núm. 31). Unternehmen, 2ª edición, 2010, pg. 111.

104 105
E. BACTGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________

de un sistema de compliance» 269. El origen de los códigos de conducta suele


ser vinculado a la Sarbanes-Oxley-Act norteamericana de 2002270, que para la
protección de los inversores obliga a las sociedades cotizadas a descubrir
rápidamente irregularidades materia contable, bancaria y de criminalidad
económica en general271 , imponiendo la instalación de supervisión y control 7
internos en las empresas para mejorar la transparencia y la confiabilidad de
los informes financieros de las empresas en el mercado estadounidense de
capitales. En estos códigos son definidos los principios éticos y los deberes a El perjuicio patrimonial en el delito de
los que se auto-obliga la empresa en el trato con sus directivos y dependientes
así como con sus clientes y demás terceros con los que desarrolla su activi-
administración desleal
dad272 . Sus reglas son, por lo general, amplias .

_El contenido mínimo de un código de conducta debería abarcar las


siguientes materias273: a) exclusión de conflictos de intereses, b) conupción/
estafa/defraudaciones, e) derecho de la competencia, d) observancia de de­ (Sobre la reciente jurisprudencia alemana en los casosKanther/We­
rechos humanos, e) ética y protección contra la discriminación, f) confiden­ yrauchySiemens-KWU)
cialidad y protección de datos, g) correcta contabilización y facturación y
derecho fiscal, h) protección contra el abuso de información privilegiada, i) El delito de administración desleal tiene especial importancia en la situa­
seguridad de la disponibilidad, integridad, autenticidad y confidencialidad ción critica de la economía que se vive en Europa. La jurisprudencia del TS
de las informaciones, j) cumplimiento de las exigencias de protección del de España y la alemana· son abundantes en este punto y se relacionan con
medio ambiente y de la salud, k) regulación de l as denuncias internas de grandes escándalos ocurridos en importantes sociedades anónimas, entre
irregularidades (whistlebwwingf-74. ellas algun os bancos. Schünemann ha sostenido, en octubre de 2009, en una
conferencia en la Universidad de Chile que el robo es el delito característico
La i �racción de las normas contenidas en los códigos de conducta por de la sociedad preindustrial, el hurto el que se corresponde con la sociedad
_
los admm 1stradores de hecho o de derecho puede constituir el «abuso de
industrial y el de administración desleal o fraudulenta. es el delito propio de
funciones propias del cargo» requerido por el art. 295 CP y como exceso de /,os sociedad industrial post-moderna, caracterizada por una forma de organiza­
poderes de administración relevantes para la aplicación del art. 252 CP. ción empresarial en la que los capitales aportados por los socios está comple­
tamente en manos de órganos encargados de su administración.

I
Un ejemplo de la importancia cualitativa del delito de administración
desleal se percibe en la jurisprudencia alemana reciente. L as sentencias de
269. GóRUNG/INDERST/BANNENBERG, loe. cit., pg. 105, núm. 12. Confr. también A. MENGEL la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Federal alemán (BGHSt) de 18
en Christoph E. HAUSCHKA, loe. cit., nota 64, pgs. 306 y ss. octubre 2006 (caso Kanther/Weyrauch) 275 y de 29 agosto 2008 (caso Siemens­
270. Aplicable extraterritorialmente a las filiales de empresas que cotizan en ·EE .UU. 276 han definido el perjuicio patrimonial de la adrrúnistración desleal
Confr.J. DETZNER, en Derecho de los Negocios, núm. 234/2010, con mayor inform ación KWU)
sobre leyes de los EE UU con sanciones civiles y penales aplicables extraterritorial-· en el derecho alemán de tal manera que la utilización de los fondos manteni­
mente a empresas. dos en caj as negras, fuera del control de los órganos societarios competentes,
271. Confr. GóRLING/INDERSr/BANNENBERG, Cbmpliance, 2010, pg. 104. ya constituye un daño patrimonial definitivo, sin perjuicio del propósito de
272. Confr. GRÜTZNER/jAKOB, loe. cit., pg. 45.
273. Confr. el listado y desarrollo de las materias en GóRUNc/lNDERSr /BANNl?.NBERG • loe.
los administradores de utilizar los fondos sólo en favor de los intereses del
cit., pgs. 106 y SS., 655.
274. Los códigos de conducta suelen ser hechos públicos en las páginas Web de las em­ 275. NStZ 2007, pgs. 583 y ss.
presas. 276. CCZ- 7-eüschrift zur Hajtungsvermeidung in Untemehmen, 1/2009, pgs. 38 y ss.

106 107
E. BAC/GALUPO: Compliance y Derecho Pena l ________________ __________ 7. El perjuicio patrimonial en el delito de administración...

ente administrado e incluso cuando de esa manera se hayan obtenido bene­ intento de darle una solución legislativa a los problemas de la administra­
ficios patrimoniales para dicho ente administrado. ción desleal.
Cabe preguntarse si los conceptos desarrollados por estas sentencias se­ Lajurisprudencia279 se ha inclinado en su interpretación del art. 252 CP
rían aplicables en el derecho argentino o español, dada la cercaníá de las por distinguir la apropiación de cosas de la administración desleal de dinero,
legislaciones y de los conceptos dogmáticos jurisprudenciales para su aplica­ adoptando respecto de esta última alternativa típica el modelo de la adminis­
ción. Eventualmente se podría pensar también en la aplicación de este con­ tración desleal (de dinero) que limita el delito al llamado «tipo del abuso»280
cepto de perjuicio patrimonial en otros derechos europeos, dado que el de­ (de las facultades de disposición acordadas al administrador), recogida en
lito de administración desleal podría ser considerado como un auténtico una tradición interpretativa de este delito de más de un siglo. En efecto, los
«delito europeo»277 . Aclarar esta cuestión es la finalidad de este artículo. precedentes se basan en la definición de administración desleal que puede
ser ejemplificada con la expuesta por Karl BINDING28 1 en 1902: «Comete ad­
El delito de administración desleal tiene en el derecho español vigente ministración desleal el administrador que perjudica de manera dolosa y anti­
un<!: defectuosa regulación en el art. 295 CP, que se superpone, al menos en jurídica el patrimonio ajeno que está llamado a administrar o proteger me­
. parte, con la alternativa típica del de la «distracción de dinero» del art. 252 diante el abuso de la posición de poder que le reconoce la ley». Esta
CP. La jurisprudencia ha intentado armonizar ambas disposiciones dentro de concepción del delito es cercana al del § 153 del Código Penal austriaco y al
las posibilidades que le penniten los textos respectivos. En diversas sentencias del art. 159 del Código Penal suizo. Pero se diferencia de la que inspira el §
el Tribunal Supremo ha perfilado una interpretación restrictiva de la ampli­ 266 del Código Penal alemán, dado que éste contiene además del tipo del
tud del texto del art. 252 CP y definido sus contornos sobre la idea básica abuso, un segundo tipo de la infidelidad, en el que la acdón típica es definida
del abuso de los poderes de disposición y administración del dinero confiado como· «la conducta del autor, en el círculo de sus deberes respecto de las
al administrador. El ámbito de aplicación del art. 295 CP no ha sido hasta relaciones internas [entre el administrado y el administrador], que no resulta
ahora definitivamente aclarado278 • cubierta por su autorización de actuar» 28 2. Ocasionalmente en la teoría se
ha admitido que el art. 295 CP contiene un tipo de la infidelidad consistente
En los proyectos legislativos de refonnas del Código Penal y en las refor­ en «disponer fraudulentamente de los bienes de la sociedad» 283 •
mas por éste sufridas desde su promulgación en 1995, que no son pocos, y
que han afectado a gran parte del texto originario del Código Penal vigente, En todo caso , el tipo de la administración desleal, sea en la variante del
art. 252, sea en la variante del art. 295 CP, requiere un perjuicio patrimonial.
se ha manifestado una clara indiferencia de los responsables de la legislación
El texto del art. 295 se refiere a «perjuicio económicamente evaluable»; el
respecto de la situación jurisprudencia!, dado que no se ha hecho ningún
del art. 252 sólo menciona el «perjuicio», que en la variedad de la distracción
Aunque las configuraciones del tipo penal tienen algunas diferencias la administra­
de dinero sólo puede ser patrimonial. En ambos casos se trata de perjuicios
277.
ción desleal está recogida en los códigos penales europeos: Código Penal Alemán, § que pueden ser expresados en una suma de dinero 284• En la doctrina espa-
266; Código Penal Austriaco,§ 153; Código Penal Belga, an. 491; C9digo Penal Eslo-­
veno, art. 220; Código Penal Finlandés, Cap. 28, § 4.3.; Código Penal Francés, an. 314- 279. Confr. la relaciónjurisprudencial en: E. BAOGALUPO, Falsedad documental, estafa y admi-
1; Código Penal Griego, art. 390; Código Penal Polaco, an. 296; Código Penal Noruego, nistración desleal, 2007, pgs. 220 y ss.
§§ 275, 276; Código Penal Sueco, Cap. 10, §§ 5 y 6; Código Penal Suizo, an. 159. 280. Confr. entre otras STS 841/2006.
Incluso en el derecho italiano, donde no existe un tipo penal expreso, es reconocido 281. Lehrbuch de Gemeinen Déutschen Strafrechts, BT I, 1902, pg. 396.
el problema y la necesidad de la intervención penal en los supuestos de administra­ 282. U. KlNDHAUSER, LPK-StGB, 3ª edición, 2006, § 266, núm. 70.
ción desleal: confr. L. FOFFANI, Infedelta patrimcmiale e conjlitto d'interessi nella gestione. 283. Confr. E. BACIGALUPO' en E. BACIGALUPO (director). Curso. de Derecho Penal Económico,
d'impresa, 1997. 2ª edición, 2005, pgs. 415 y ss. (427].
278. Confr. A PREGO DE ÜLIVF.R YTOLNAR, en La Ley, diario del 20 febrero 2009, pg. l, que 284. En verdad todo perjuicio podría ser expresado en una suma de dinero (incluso el
sostiene que los tipos de los arts. 252 y 295 CP se diferencian en que en el primero daño moral), pero lo que se quiere resaltar con esta formulación del concepto de
el administrador excede los límites del poder conferido y en el segundo contrae perjuicio patrimonial es la diferencia entre daño patrimonial y daño de la propiedad
obligaciones perjudiciales o dispone fraudulentamente de los bienes de la sociedad. (de cosas), que con frecuencia no se distingue suficientemente, como consecuencia
E.sta línea .argumental ofrece la ventaja de clarificar las diversas hipótesis típicas, de una interpretación poco precisa del título XIII del Lº 11 del CP, agravada por la
aunque puede ser discutible -pese al esfuerzo argumental del autor- que el adminis­ inclusión en la rúbrica del titulo de los delitos «socioeconómicos», que, sistemática­
trador que contrae obligaciones con «abuso de las funciones de su carp obre dentro mente, no deberían haber sido incluidos dentro de ese título. La falta de claridad
de las facultades que le han sido acordadas y no infrinja los límites de su actuación. del legislador es palpable: en el CP 1973 los delitos del título XIII se design aban

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E. BACJGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ __________ 7. El perjuicw patrimon ial en el delito de administración...

ñola la diferente caracterización del resultado en el texto de los arts. 252 y Wl concepto de perjuicio patrimonial específico de la administración desleal
295 CP no parece haber sido considerada esencial 28 5. El concepto de perjui­ q ue muy probablemente ya no permitiría afirmar que el perjuicio patrimo­
cio patrimonial ha sido considerado en la doctrina como coincidente con el nial debe ser entendido en la administración desleal de la misma manera
de la estafa (art. 248.1 CP)286, es decir, que «será de apreciar cuando la que en la estafa, es decir mediante el saldo perjudicial para el titular del
disposición patrimonial haya determinado en forma directa una disminución patrimonio resultante de la comparación del patrimonio antes y después de
del patrimonio no compensada por un beneficio equivalente» 287 (frrincipio la disposición patrimonial.
del saúlá288 ).
Por lo menos con la concepción de perjuicio patrimonial adoptada en
La situación argentina no es diferente en lo concerniente al daño patri­ las recientes sentencias del BGHSt parece dificil mantener el principio del
monial. Tanto en el art. 173.2º , como el art. 173.7º se requiere un perjuicio saldo, dado que en las sentencias comentadas se entiende como perjuicio
patrimonial. Da igual que el daño sea para obtener un beneficio indebido patrimonial haber eludido el procedimiento estatutario de la sociedad para
para el administrador o un tercero ( tipo de la infidelidad) o que se derive disponer, sin los controles correspondientes de fondos de la misma, incluso
de h�ber obligado abusivamente al administrado ( tipo del abuso). cuando el autor haya querido actuar en beneficio del patrimonio adminis­
La reciente jurisprudencia alemana sobre el delito de administración trado o cuando inclusive lo haya conseguido. Este punto de vista, de todos
desleal [Untreue, § 266 StGB = Código Penal, del que se ha tomado casi modos, no es nuevo en la jurisprudencia alemana , pues un concepto seme­
literalmente el art. 173.7º CP arg.] recoge criterios ya expuestos en la teoría jante había empleado el BGH291 , siguiendo la línea del RGSt292 (Tribunal
respecto de ciertas modalidades de la acción 289, particularmente en lo con­ del Imperio, anterior a 1945) en relación al desvío de fondos públicos por
cerniente a las llamadas «cajas negras»290 o contabilidades «B» y formulado parte de funcionarios fuera del orden que rige el gasto autorizado en el
presupuesto293 • La utilización de los fondos públicos en interés del Estado
como «Delitos contra la propiedad». En 1995, sin ninguna explicación, se los convirtió sólo sería una reparación irrelevante desde el punto de vista de la tipici­
en delitos contra el patrimonio. Una clara diferenciación dogmáóca en:J. M. ZUGALDíA dad294. Probablemente esas decisiones hayan sido una primera manifestación
ESPINAR, Delitos contra la propiedad y el patrimonio, 1988. También se han propuesto
distinciones, que en general, no se basan en una diferencia tan clara entre la propie­ de cierta transferencia de las categorías de los delitos de funcionarios al ám­
dad y el patrimonio (confr. p. ej.: G. QUINTERO OLIVARES, en Comentarios al Nuevo bito de la administración societaria, manifestadas hoy notoriamente en los
Código Penal, 1996, pgs. 1087 y ss.; también M. PÉREZMANZANO, en MiguelBAJO FERNÁN­ delitos de cormpción en el sector privado, que se percibe, p. ej. en los §§
DEZ, Compendio de Derecho Penal (P. E.), II, 1998, pg. 451 y ss. y C. SuÁREz GoNZÁLEZ, en 299 y ss. del CP alemán (corrupción en el tráfico mercantil)295 .
G. R MoURuu.o/AJoRcEBARREIRO, Comentarios al CódigoPena4 1997, pg. 674), pero
que son demostrativas del problema que genera la legislación en este punto. 11
285. No obstante, ver c. SuAREz GóNZÁl.EZ, en RooRiGUEZ MOURULLO/JORGE BARREIRO, ex­
cluye del art. 295 CP los casos en los que el administrador no haya perseguido un En el caso «Kanter/Weyrauch» 296
_ la sentencia del BGHSt decidió que los
interés material o económico; en igual sentido]. GARCÍA DE ENTERRIA, Los delitos societa­
rios, 1996, pgs. 93 y ss. El texto legal no ofrece ningún punto de apoyo para este ción de cajas negras como «puesta en peligro del patrimonio relevante a los efectos
punto de vista, que es, por lo tanto, difícilmente sostenible, dado s,ue el carácter de la administración desleal».
criminal de la acción no surge de la finalidad del autor, sino del perjuicio que causa. 291. GA 1956 154,155 (citado por T!EDEMANN, loe. cit.)
286. lb. idem. núm. 75. En el mismo sentido: LACKNER/KüHL, StGB, 25 edición, § 266, 292. RGSt 71, 155, 157; 73, 283. (citado por TIEDEMANN, loe. cit.)
núm. 17. Probablemente también P. FARALDO CABANA, Los delitos societarios, 2000, pg. 293. Estas decisiones pueden ser comparativamente relevantes en el derecho español, en
347. el que la administración desleal de funcionarios da lugar al delito de malversación
287. E. BACIGALUPO, loe. cit., pg. 175; F. MUÑoz CoNDE, Dern:ho Penal, PE, 12 ª edición, 1999, del art. 433 CP.
pg. 412; M. PtRu MANZANO, en M. BAJO FERNÁNDEZ, Compendio de Derecho Pena4 PE, 294. K. TIEDEMANN, loe. cit., núm. 98.
1998, pg. 451; c. SuAREz GoNZÁLES, en G. RooRiGUEZ MOURULLO/ A JORGE BARREIR0, 295. Ver especialmente: UE, Decisión Marco 2003/568 del Consejo, de 22 de julio de
Comentarios al Código Pena4 1997, pg. 710; J. VALLE MUÑIZ, en G. QUINI"ERO OLIVARES, 2003, pendiente de transposición en el derecho español. Asimismo: Convenios Civil
Comentarios al Código Penal, 1996, pg. 1133. Confr. también entre tantos otros: � y Penal contra la corrupción del Consejo de Europa.
TIEDEMANN, en LK StGB, 10 ª edición, 1979, § 266, núm. 90. l .; LAcKNER/KüHL, loe. cit. 296. El BGHSt consideró previamente la cuestión de la imparcialidad de un juez miem­
288. U. K!NDHAUSER, loe. cit. § 263, núm. 168 y SS. bro del partido político perjudicado, diciendo que un juez no debe ser considerado
289. Confr. B. ScHÜNEMANN, Organuntreue, 2004, pg. 63. perjudicado por una administración desleal, en el sentido del § 22.1 StPO, y por lo
290. Confr. K. TIBDEMANN, loe. cit., núm. 98, con mayor información bibliográfica, donde tanto excluido del dictado de la sentencia, por el hecho de que el delito patrimonial
señala que la jurisprudencia no era uniforme y que se refería fundamentalmente a acusado se haya dirigido contra un partido político organizado como asociación sin
la infidelidad de funcionarios respecto de gastos públicos, considerando la forma- capacidad jurídica de la que dicho juez es miembro.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal-------�-----­ __________ 7. El per:juicio patrimonial en el delito de administración...

responsables de la administración de un partido político �r?duc�1! un perjui­ concluye el BGH, «un peligro concreto del patrimonio del titular a la vista
cio en el sentido del § 266 I StGB (Código Penal, adrrumstrac1on desleal), del cual quepa contar con una próxima producción de una lesión defini­
cuando sustraen al control de los órganos competentes, en forma contraria tiva» 3º2 . Como se ve el criterio del BGH tiene como presupuesto una conside­
al deber y sin informarles de ello, valores patrimoniales mediante la apertura ración económica del patrimonio, según la cual el peligro concreto de los
de una cuenta fiduciaria, administrada como «caja negra», incluso cuando la bienes configura un menor valor del patrimonio.
utilización de los medios, soslayando los órganos estatutarios del partido, En la sentencia del caso «.Kanter/Weyrauch», ahora comentada, el Tribu­
debiera favorecer fines políticos o de otra especie según el leal saber y enten­ nal trató expresamente -como se verá- también las consecuencias de esta
der del autor. configuración del tipo objetivo en relación al dolo eventual en la administra­
Al respecto existía ya un precedente importante. El BGH se remitió en ción desleal.
esta decisión a la sentencia de 21 octubre 1994297 • En ella se trataba de un El caso considerado en la sentencia es el siguiente. En diciembre de
caso que según el derecho español sería constitutivo de delito de malversa­ 1984, el acusado K. un directivo de alto rango de la CDU Hessen y al mismo
ción, que en Alemania se rige por la administración desleal. Es claro que tiempo del partido federal CDU, con la cooperación de W transfirió a un
t:ambién en el derecho penal español la malversación es un supuesto especí­ fondo fiduciario en Suiza un total de 20, 8 millones de Marcos de la organiza­
fico de administración desleal298. En esta sentencia el BGH había sostenido ción partidaria del Land, no contabilizados en los libros de dicho partido.
que un perjuicio en el sentido del_ tipo de la i�fidelida¿ �ued� se� º<:asionado En tales acciones no obró con el propósito de beneficiarse, sino con la fina­
mediante la disposición de cantidades de dinero publico, mfringiendo las lidad de asegurar el dinero para objetivos partidarios de la CDU Hessen, ante
normas presupuestarias que atribuyen la competencia para ello a otras autori­ la proximidad de una reforma de la ley de partidos. No fue comisionado
dades. Respecto de la naturaleza del perjuicio el BGH había sostenido que
para ello por la dirección del partido ni ésta tomó una resolución al respecto.
«no en todo caso la infracción del derecho de disposición de otro ni la utiliza­
Luego de la entrada en· vigor de la ley en 1994 y, ante el posible endureci­
ción de los medios de manera contraria a su finalidad da lugar a un perjuicio
miento de las medidas de control, transfirió los bienes patrimoniales a una
patrimonial; lo decisivo es, si la acción del aut<:>r ha �odificado 1:3- atribució':1
_ fundación constituida en Lichtenstein, por él constituida, cuyo beneficiario
de los medios de tal manera que -en una cons1 derac1on econom1ca- el patrt­
era el partido del Land, lo que se mantuvo en secreto incluso en relación al
monio del titular haya sido disminuido» 299. En este sentido había sostenido
propio partido beneficiario. Los bienes fueron parcialmente transferidos al
el Tribunal que el perjuicio debe ser apreciado, obviamente, «allí donde l?s
partido del Land o a órganos vinculados al mismo, con ocultamiento de su
fondos públicos son destinados, mediante un incorrecto uso, a terceros, sin
procedencia. El acusado K no informó en 1995-1997 en la deliberación sobre
que de ello surja para el titular del patrimonio una ventaja econó�ca del
cuentas y presupuesto de la existencia del patrimonio de la fundación, que
mismo valor» 300 . En el caso del tomo 40, 287, no se habta producido una
pérdida cuantitativa del patrimonio, dado que los ª':1tores habían trans!erido representaba el quíntuplo del presupuesto oficial. Era consciente de las cuen­
tas no eran correctas y asumió que de esa manera el Partido Federal y el
fondos dentro de la administración del Estado. Sm embargo, el Tnbunal
agregó, que el perjuicio también es de apreci� cuando el aut� �� «�casio­ del Land se exponían a sanciones considerables según la ley de partidos.
nado una puesta en peligro del patrimonio eqmvalente a un peIJmao (m der Descubierto el hecho el Presidente del Parlamento Federal exigió al Partido
Form einer schadensgleichen Vermógensgefahrdung) » 301 . Esto presupone, la restitución de 35,85 millones de Marcos. Las posibilidades financieras del
Parti<;Io del Land se vieron considerablemente perjudicadas como consecuen­
297. BGHSt 40, 287 y SS. cia de la restitución.
298. Confr. J. LóPEZ BARJA DE QuIROGA, en Cuadernos de Derecho Judicia� 7(}-999, pgs., ! 11 / Como perjuicio patrimonial se consideró por el Tribunal de instancia
144, quien considera, con razón, innecesario un tipo de malversa�1<;>n. E? realidad,
sólo debería ser previsto un tipo agravado para el caso de la a�mistraa?:1 _ desleal (LG) en el sentido del § 266 I StGB303 el peligro de pérdida para el Partido
cometida por un funcionario público. Una �e�orma ei:i, este senudo_ requenna recon­
siderar las distintas disposiciones que el Codigo dedica a este dehto (arts. 432 y ss. crítica presupone un concepto jurídico de patrimonio; la jurisprudencia �omentada
CP). se refiere a un concepto económico-jurídico, en el que el estado de peligro de los
299. BGHSt 40, 295. bienes que componen el patrimonio determina una merma de su valor económico.
300. Ibídem. 302. lbidem, pg. 296.
301. Críticamente respecto de la jurisprudencia alemana en este punto: P. F� CA­ 303. Código Penal alemán:§ 266. Administmci6n desleaL (1) [i]El que abusa de las facultades
RANA, loe. cit., pg. 348, con mayores indicaciones sobre la bibliograña espanola. La que le han sicuJ conferidas por ley, por comisión de la auturidad o por un negocio juridico de

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E. BACIGALUPO: Campliance y Derecho Penal _________________ __________ 7. El perjuicio patrimonial en el delito de administración...

Federal de parte de la financiación estatal de 1994. Además también se consi­ de la administración desleal, en casos de esta especie, tiene que ser limitado
deró como perjuicio patrimonial el peligro concreto de que el Partido del de tal manera que el dolo eventual de un daño de peligro no sólo presu­
Land haya podido ser objeto de reclamo de una indemnización por parte ponga el conocimiento del autor de la posibilidad de producción del perjui­
del Partido Federal. Por último consideró perjuicio que el acusado disponía cio, sino, además, una aprobación de la realización del peligro, aunque sólo
de la caja negra según su leal saber y entender en forma oculta, limitando sea en la forma de conformarse con la producción del resultado que no
de tal manera la capacidad de disposición patrimonial del Partido del Land. desea. Sólo bajo estas condiciones la punibilidad por administración desleal,
En la sentencia han sido tratadas otras cuestiones. El BGH afirmó que el de manera más estrecha que hasta ahora, sería -dice el BGH- "inatacable
deber del administrador es administrar de acuerdo con las reglas estatutarias desde el punto de vista del Estado de Derecho el adelanto de la consumación
referentes a las competencias de los órganos de administración, concretadas del hecho ya al momento del peligro concreto del perjuicio patrimonial".
por el ente competente para establecerlas, en éste caso el congreso del par­ Por el contrario, el Landgericht (Tribunal de instancia) había supuesto que
tido. Consecuentemente, al ocultar las transferencias del quíntuplo del pre­ "la aceptación de los presupuestos de un peligro concreto es suficiente para
supuesto anual a las cuentas llamadas «C», sin informar a los órganos compe­ configurar también el elemento volitivo del dolo eventual de la administra­
tentes y sin su autorización, el acusado vulneró este deber. Es irrelevante ción desleal, inclusive cuando el autor quiere evitar la realización definitiva
al respecto que el autor haya pensado que actuaba en interés del partido del peligro y no lo aprueba expresamente"».
administrado, sea que el interés perseguido haya sido político o económico. Esta conclusión, dice la sentencia, se deriva del concepto de «peligro
El BGH aclara, de todos modos, que no sólo han sido afectadas las facul­ equivalente al daño», aceptado por la doctrina respecto de la estafa304, como
tades de disposición de los órganos estatutarios del partido, lo que por sí consecuencia de lo cual el delito ya se considera consumado en el caso, por
solo no sería suficiente para estimar la producción de perjuicio patrimonial, ejemplo, de sentencia condenatoria civil no firme.
sino que en el caso se dio la posibilidad concreta de una pérdida patrimonial Sin embargo, estima el BGH, que en la administración desleal la cues­
definitiva, no controlada por quienes tenían la responsabilidad de hacerlo. tión no es igual, desde el punto de vista del tipo subjetivo, que la de la estafa,
Dice la sentencia en este sentido: «La sustracción de valores patrimoniales puesto que el alcance del tipo de la estafa está limitado por la exigencia del
durante largo tiempo, ocultada a los órganos competentes del partido, utili­ «propósito de enriquecimiento» que, por el contrario, no es elemento de la
zados según el buen saber y entender y "mejor criterio" para favorecer los administración desleal. El concepto de dolo de la estafa, por lo tanto, genera­
fines que el acusado consideraba adecuados, disminuyó el valor económico ría en el delito de administración desleal problemas para distinguir la consu­
objetivo de lo que los autorizados para decidir sobre la disposición podían mación de la tentativa (en Alemania no punible en este delito) y en la aplica­
exigir y, de tal manera produjo un perjuicio patrimonial». ción de la administración desleal e·n los llamados negocios de riesgo.
La sentencia del caso «Kanther/Weyrauch» es particularmente interesante
El BGH estima necesario, por lo tanto, una limitación subjetiva de la admi­
en lo concerniente al dolo del delito de administración desleal. Con respecto
nistración desleal y considera, en tal sentido, que no es suficiente con el conoci­
al tipo subjetivo el BGH tuvo por acreditado el elemento cognitivo del dolo.
miento del peligro concreto de la posible producción del perjuicio, por lo
Sin embargo, estableció exigencias más estrictas en referencia al elemento
que �equiere que el autor, además de conocer el peligro concreto, haya apro­
volitivo con la finalidad de limitar el alcance del tipo penal. Dice en este
bado su realización, siendo suficiente al respecto que se haya conformado
sentido la sentencia que «según el parecer del Senado [Sala del BGH] el tipo
con la misma. Es discutible, de todas maneras, que esta definición del dolo
disponer de un patrimqnio ajeno o de contraer obligaciones en nombre de otro, o [ii]el que, sea más estrecha que la del dolo de la estafa, pues el que actúa pese a la
lesionando los deberes de percibir intereses patrimoniales ajenos que le incumben por ley, por
comisión de la autoridad, por un negocio jurídico o por una relación de confianza, perjudica 304. ScttóNKE/ScHRóDER/CRAMER, StGB, 26ª edición 2001: § 263 [estafa], comentario
a aquel cuyos intereses patrimoniales tiene confiados, será punible con prisión de hasta cinco núm. 143: «Un perjuicio patrimonial no es sólo la efectiva y comprobada disminu­
años o con multa. ción contable del patrimonio, sino, en ciertas circunstancias, también el mero peli­
(2) En casos· especialmente graves la pena será de uno a diez. años de prisión. gro concreto de los valores patrimoniales, cuando éstos, considerados económica­
(3) Los§§ 243 [agravantes del hurto], 247 [hurto doméstico] y 248.a [apropiación indeúida mente, significan un empeoramiento de la situación patrimonial actual». (Opinión
de cosas muebles de poco valar] rigen correspondientemente. dominante).

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E. BACTGALVPO: Compliance y Derecho Penal ______ _______ _
_ __________ 7. El perjuicio patrimonial en el delito de administración...

representación del peligro concreto que creará su acción, es porque, eviden­ También fue objeto de discusión en esta sentencia el carácter definitivo
temente, se conforma con la (eventual) producción del perjuicio305 . de la sustracción de los valores patrimoniales a los órganos de la sociedad,
que, por otra parte, no sólo constituiría un peligro de pérdida patrimonial,
m sino un perjuicio efectivamente producido. El ocultamiento a los órganos de
El caso Sieniens-K.WU no sólo se vincula con la administración desleal, la sociedad de los valores mantenidos en las cajas negras durante largo
sino también con el delito de corrupción intemacional306 . K. director de un tiempo es definitivo, porque los órganos de la sociedad no tuvieron acceso a
departamento comercial de la firma, y su asesor V sobornaron en el año 2000 ellos durante ese tiempo. «Que los fondos estén todavía en la caja, no es
a dos directivos de la empresa italiana ENEL, pagándoles millones de euros, comparable, dice el BGH, con los casos en los que el depositario de· 1a con­
para obtener para Siemens dos contratos por 132,5 millones de euros y 205,6 fianza mantiene recursos propios durante todo el tiempo disponibles para
millones de euros, con los que esta firma obtuvo una ganancia de 103, 8 compensar perjuicios causados por la acción contraria al deber. En el mante­
millones de euros, menos los impuestos correspondientes. Para la realización nimiento de una caja oculta, como ocurre en el presente caso, el depositario
de los pagos se utilizó un complejo de cuentas bancarias operadas en Llch­ de la confianza no tenía dispuestos sus propios medios patrimoniales para
tensteih a nombre de «firmas de buzón» (Briefkasten-Firmen), sólo conoci­ indemnizar, sino que eludía el control de su empleador sobre bienes de la
das por los acusados K y V, en las que se mantenían fondos de la empresa propiedad de éste, para emplearlos eludiendo el procedimiento correspon­
para ser destinados a «usos útiles» de la misma. Esas cuentas provenían de la diente en futuras ocasiones en probablemente ventajosas, pero a la vez
empresa KWU, adquirida años antes por Siemens. Los respectivos valores no riesgosas».
habían sido incorporados a la contabilidad de Siemens. IV
El BGHSt afirmó que «pertenece evidentemente al ámbito nuclear del La interpretación de� perjuicio patrimonial de la reciente jurisprudencia
deber de cuidado patrimonial de los acusados como a la dirección comercial alemana no está condicionada por especiales características del derecho ale­
del ámbito de negocios, revelar a su empleadora los valores patrimoniales en mán. Se podría pensar que ante la falta de claridad existente en lo concer­
sumas considerables que le pertenecen e introducirlos en su contabilidad». niente a un tipo de la deslealtad en el derecho vigente 308 , los casos analizados
Lo decisivo para apreciar la infracción de este deber no reside, estima el no deberían ser típicos. Sin embargo no parece que la respuesta sea tan
Tribunal Federal, en las disposiciones particulares de los fondos ocultos, sino sencilla, pues depende básicamente de si es aceptable que el concepto de
en la omisión de revelar los dineros mediante su correcta introducción en la daño patrimonial alcance también al peligro equivalente al perjuicio efectivo acep­
contabilidad de la firma y, por lo tanto, en una comisión por omisión según tado por el BGHSt como suficiente para configurar el perjuicio patrimonial
el § 13 StGB (análogo al art. 11 CP). del tipo de la estafa. Esta noción de perjuicio es explicable desde la perspec­
Subraya el BGHSt que «el hecho de que los valores patrimoniales hayan tiva del concepto económico del patrimonio, sea que se admita un concepto
sido mantenidos en cuentas ocultas para ser utilizados llegado el caso para puramente económico, jurídico-económico o personal de patrimonio. Gráfi­
sobornos a terceros y, por lo tanto, indirectamente en interés de la titular camente: es posible decir que los valores patrimoniales en peligro (p. ej.
del negocio, no elimina la infracción del deber». En este sentido es de tener afectados por una sentencia no firme) disminuyen el valor (económico) del
en cuenta que no se comprobó que el consejo de administración haya con­ conjunto del patrimonio309. «Económicamente, entre peligro y pérdida total
sentido expresa o tácitamente tales manejos, sino que, por el contrario, había no existe una diferencia cualitativa, sino sólo cuantitativa» 3 10. No obstante,
indicado expresamente a los acusados que la sociedad no autorizaba sobor-
nos para la obtención de contratos307 . 308. Confr. STS 1114/2006.
309. Confr. en la jurisprudencia alemana: BGHSt 33,244 (246], sentencia del 13 junio
1985: «El otorgamiento al acusado, fuertemente endeudado, de una tarjeta de cré­
305. Una posición probablemente cercana, aunque exigiendo un elemento subjetivo adi­ dito, que corporiza de la misma manera que una libreta de cheques un valor patri­
cional al dolo, sostiene C. MA!n1m:.z-BUJÁN PÉREZ, en TERRADILLos BASOCO (coord.), monial, puede constituir ya una puesta en peligro del patrimonio con la consecuen­
R.eforma Penal y delitos contra el orden socio-económico, 1996, pgs. 45 y ss. cia de la realización del elemento típico del perjuicio patrimonial en el sentido del
306. Art. 445 CP y art. 286 bis contenido en el Anteproyecto de LO de reformas del § 263 StGB»; 47, 160 (167] auto de 21 noviembre 2001, en términos similares y
Código Penal de 14 noviembre 2008. también respecto del abuso de tarjetas de crédito.
307. El Tribunal tuvo en consideración especialmente que el acusado K era responsable 310. U. KlNow.usER, llx. cit. § 263, núm. 186. Ver también: LAKNER/Küm., StGB, 25ª edi­
de la aplicación de preceptos de «compliance» sobre sobornos en su ámbito gerencial. ción, 2004, § 263, núm. 40; E. SAMSON, en SK StGB, § 263, núm. 166, criticando la

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal ________________ __________ 7. El perjuicio patrimonial en el delito de administración...

en la teoria se procura, con razón, reducir el ámbito de esta anticipación dor conforme al orden establecido en los estatutos y en la ley así como su
conceptual del perjuicio median te diversos criterios, sea para observar las derecho patrimonial a decidir sobre el uso del patrimonio 314 y, en este sen­
exigencias del principio de legalidad o para no sustraer al autor la posibilidad tido, la sustracción de fondos a los controles sociales estatutarios o legales
del desistirrúento311. Así se requiere que el sujeto pasivo, después de la dispo­ constituye un perjuicio económicamente evaluable a los socios y demás suje­
sición patrimonial, ya no pueda impedir la producción del resultado perjudi­ tos pasivos previstos en dicho tipo penal.
cial o que el perjuicio sea inminente porque ya es innecesaria la intervención Por el contrario, podría ser discutible la aplicación del criterio de la
del sujeto pasivo (criterio de proximidad el perjuicio)312. En todo caso, el jurisprudencia aleman a en el caso del art. 252 CP. Sin duda es posible enten­
peligro del perjuicio sólo será suficiente para la consumación cuando sea der que la sustracción de partes del patrimonio al control de los órganos de
posible sostener fundadamente que se trata de un peligro equivalente al per­ la sociedad constituye una distracción de dinero perjudicial para el patrimo­
juicio patrimonial. nio en la medida en la que no permite que los órgan os sociales dispongan
En el derecho español vigente este criterio ha sido aplicado expresa­ del mismo en la forma que prevén los estatutos. En la jurisprudencia315 se
m�nte por el legislador en la administración desleal de los funcionarios pú­ ha considerado que las formas de encubrir la distracción de dinero no exclu­
blicos, es decir: en el delito de malversación de caudales públicos del art. 433 yen la aplicación del art. 252 CP. En este sentido se sostuvo que «los adminis­
CP. No parece discutible que el empleo de fondos públicos para finalidades tradores de una sociedad que enajenan bienes de la misma, por precios clara­
no controlables por las autoridades competentes constituye un uso «ajeno a mente inferiores al que es posible obtener, haciéndolos adquirir por otra
la función pública de los caudales o efectos puestos a su cargo por razón sociedad o por sociedades que les pertenecen, para luego enajenar los mis­
de sus funciones» (art. 433 CP). Los tipos básicos no requieren un daño 0 mos bienes a terceros por el precio real y muy superior al pagado, distraen
entorpecimiento del servicio público. La circunstancia de que los arts. 433 dinero de la sociedad administrada en el sentido del art. 535 CP 1973». Desde
CP y 260 CP arg . no requieran ánimo de lucra3 1 3 refuerza la idea de configurar el punto de vista del perjuicio requerido por el tipo, concluye la sentencia,
el peligro de perjuicio patrimonial como elemento suficiente para definir la no existe ninguna diferencia en el caso en el que el autor o autores sustraigan
deslealtad del funcionario público administrador. el dinero de la caja o desvíen hacia sus cuentas bancarias dinero recibido por
una venta o que lo hayan recibido por operaciones simuladas y fraudulentas e
Esta interpretación debería ser perfectamente compatible con el art. 295 incumplan su deber especial omitiendo entregarlo a la sociedad adminis­
CP español y más aún con el art. 173.2° CP arg., dado que el mantenimiento trada3 16. No parece, sin embargo, que la jurisprudencia haya admitido de
de cajas negras fuera de la contabilidad, sin conocimiento de todos los órga­ esta manera que el peligro equivalente al daño permite ya afirmar la concu­
nos sociales de administración competentes, constituye, indudablemente, un rrencia del perjuicio patrimonial y que el eventual beneficio obtenido de
exceso de las facultades del administrador y, en tal sentido, constituirían una esta manera para la sociedad o patrimonio administrado, como sostiene la
disposición .fraudulenta de bienes de la sociedad en los términos del art. 295 CP y jurisprudencia aleman a, sólo sea relevante a los efectos de la responsabili­
un daño en el sentido del art. 173. 7º CP arg .. Es claro que la administración dad civil317.
desleal societaria del art. 295 CP y la del art. 173.7º CP arg. protegen el
Cabe ·probablemente hacer distinciones respecto de este último punto.
patrimonio social no sólo desde un punto de vista cuan titativo; también pro­
tegen la confian za de los socios en el ejercicio de los poderes del administra- Parece claro que el beneficio obtenido no excluya la tipicidad cuando el
dineto ha sido utilizado para obtener beneficios que provienen de un acto
aplicación que hace la jurisprudencia de la exigencia del carácter concreto del pelÍgro; ilícito (p. ej. soborno a funcionarios o entre particulares318) o man ifiesta-
ScHóNKE/SCHRóDER/CRAMER, StGB, 26ª edición, 2001, § 263, nº 144.
311. E. SAMSON, loe. cit., núm. 187. Es claro que una limitación de las posibilidades del 314. En estos casos, de todos modos no cabria excluir la aplicación del art. 290 CP.
desistimiento perjudicaría, sobre todo, al sujeto pasivo del delito. 315. Ver STS 834/2006.
312. E. SAMSON, loe. cit. En análogo sentido: liEFENDEHL, Vermi5gensgefahrdung und Exspektan­ 316. lbidem. F. 10º , in.fine.
zen, 1994, pg. 138. 317. En sentido similar: F. MUÑoz CoNDE, Derecho Pena� PE, 12ª edición 1999 pg. 970.
313. Es discutible que el art. 433 CP requiera un animus rem sibi habendi como sostiene B. 318. Aunque no esté todavía incluido del soborno en el tráfico mercantil en la ley penal
FEUOO SANCHEZ, en G. RooRfGUEZ MouRuuo/A JORGE BARRE!Ro, Comentarios al Código y ello impida la aplicación de penas criminales por este hecho, una interpretación
Pena� 1997, pg. 1154, dado que la malversación no se reduce en este supuesto a la conforme al derecho comunitario (como requiere la jurisprudencia del 1JCE en el
sustracción de cosas. caso «Pu.pino,,), impone considerar tales hechos como ilícitos.

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Penal _____ __ _ _
_______

mente inmoral (al menos mientras el soborno en la actividad mercantil no


haya sido incluido en el Código Penal). _Es evidente que el acto ilícito genera
el peligro de tener que responder por él no sólo para los sujetos individuales
que lo cometen, sino también para la sociedad, y que esta consecuencia ya
no depende del sujeto pasivo. Este peligro de responsabilidad, como es obvio, 8
disminuye el valor económico del patrimonio.
Pero, cuando el beneficio logrado no provenga de actos por sí mismos
ilícitos o no genere peligros de responsabilidad normativa para el patrimonio
El delito de imposición de acuerdos sociales
administrado (p. ej. sanciones administrativas), la obtención del beneficio abusivos
vendría a demostrar que el peligro concreto no existió.
(Artículo 291 del Código Penal)
Por el contrario, cabria distinguir entre dinero distraído y perjuicio eco­
nómicamente evaluable. Ello permitiría suponer que el tipo del art. 252 CP
requiere, en la alternativa - típica de la administración desleal allí descrita,
que la distracción haya producido una pérdida efectiva de dinero y no sólo
un perjuicio económicamente evaluable, consistente en un peligro de perjui­
cio o una fxustración del derecho patrimonial de la sociedad a que sus órga­ 1
nos de administración sean los que efectivamente deciden sobre los bienes El art. 291 CP ha introducido un tipo penal en el derecho de sociedades,
de la misma. Por el contrario, a los efectos de la aplicación de la agravante estructurado sobre un concepto del derecho privado de contornos difusos:
del art. 250.6ª CP, la «especial gravedad, atendiendo al valor de la defrauda­ el abuso del derecho 319. Se trata de uña figura penal que no tiene paralelo
ción», no deberla prejuzgar el concepto de perjuicio patrimonial, dado que conocido en el derecho europeo y que tampoco se encuentra entre los arts.
el valor de la defraudación no sólo debe consistir en dinero en efectivo. 2621 y ss. del Código Civil italiano, que, muy probablemente, hayan sido la
_
Los intentos de racionalizar, dentro de lo posible, las relaciones entre fuente de inspiración del legislador español de 1995 en lo que concierne a
320
los tipos penales de la administración desleal del derecho vigente en el marco los llamados delitos societarios •
de un sistema dogmático moderno, nunca pueden ser totalmente satisfacto­ Este delito reabre una antigua discusión sobre las relaciones entre el
rios, toda vez que los textos legales son extremadamente imperfectos. En derecho penal y el derecho privado, que últimamente ha sido también re­
realidad, los nuevos problemas revelan la necesidad de actualizar y completar planteada en el marco del delito de administración desle��21- Tambi�n en
la legislación en esta materia. La armonización, tanto interna como externa el delito del art. 291 CP el derecho penal tiene una func1on accesona res­
(europea), no es una tarea ciclópea, dado que el derecho e�opeo _ ofrece pecto del derecho privado. La ley mercantil impone la � rohibición d� acuer­
modelos altamente elaborados. dos contrarios a la ley, a los estatutos y lesivos de los intereses sociales en

319. ••Confr. STS 654/2002; B. DELROSALBLASCO, en T. VJVESANfóN (coordinador), Comen­


tarios al Código Penal II, 1995, pg. 1425. _· _ . , . _ _
320. En el Código Civil italiano el art. 2636 sólo connene un� h1potes1s que n� esta
estructurada sobre el abuso del derecho, sino sobre el engano y que es denommada
«influencia ilícita sobre la asambl.ea,,, consistente «lUterminar a la _mayuría lU la asambl.e�
mediante actos simulados o .fraw:lulentos con el fin lU procurar para si o pa__ra otro un beneficio
injusto». La pena prevista es de reclusión de. seis mese_s a tres anos. En el derecho
alemán, en el que existen diversas normas que imponen 1nfo�ar sobre los derecho_s
de participación en el capital social, _en la WpHG (Ley de ntulos valores mercanu­
les) no existe una figura penal semeJante.
321. Cortl"r. B. ScH0NEMANN, Organuntm.i.e, Das Manne.smann-Vefahren als &empel?, 2004,
pgs. 21 y SS.

121
120
13

Responsabilidad penal de los administradores


concursales

l. La reforma de la legislación concursa! no tendrá probablemente una


gran incidencia en la est.Iuctura de los tipos penales de los arts. 259 y ss. CP
vigente. Ello es consecuencia de la est.Iuctura de los tipos penales, que sólo
en una mínima parte tienen referencias que deben ser completadas por la
ley concursa!. En el casó del art. 259 CP se trata de las autorizaciones legales
para el deudor respecto de actos de disposición patrimonial o generadores
de obligaciones destinados a pagar a uno o varios acreedores, preferentes o
no, con posposición del resto. Una compleja redacción, como se ve, para
decir algo tan simple como que será punible el deudor que realice pagos a
sus acreedores con alteración de la paridad legal. El texto, por lo demás, deja
inexplicablemente fuera del ámbito penal las enajenaciones que tengan otra
finalidad y que también sean perjudiciales para la masa de acreedores. En el
supuesto típico del art. 260 CP lo que importa es la relación de causalidad
entre la conducta del deudor y la producción de la crisis o la insolvencia que
es presupuesto de la declaración de la quiebra o concurso, es decir, cuestio­
nes que no dependen de la ley concursa!. Y en el tipo del art. 261 CP se trata
de Ja presentación de datos falsos relativos al estado contable, con el fin de
lo grar la declaración del concurso, una acción que tampoco depende de lo
previsto en la ley concursa!.
Es claro que esta legislación penal permanece anclada en las viejas con­
cepciones de los delitos de quiebra, que sólo contemplaba el interés de los
acreedores y no tenía suficientemente en cuenta la manera en la que estos
delitos afectan al sistema de créditos y, por lo tanto, en el interés público.
Figuras de singular importancia como la creación y ampliación de empresas
sin una base de capital adecuado, que es considerada como de especial im­
portancia en la fenomenología de esta especie de delincuencia, no han mere-

219
E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Pen al ________________ _____________ 13. R.esponsabilidad penal de los administradores...

cido la atención del legislador de 1995 (confr. K TIEDEMANN, «Wirtschaftsstra­ por «daños y perjuicios» causado tanto al deudor como a los acreedores. En
frecht und Wirtschaftskriminalitat», 2, BT, 1976, pgs. 72 y ss.). suma: son las ilicitudes las que pueden ser cometidas por falta de diligencia
y no la falta de diligencia sin consecuencias perjudiciales las que configuran
2. No obstante hay cuestiones que se plantean en los tipos penales ya
un presupuesto de la responsabilidad. Aquí se pone de manifiesto una clara
existentes en el código penal ajenos a los delitos de insolvencia respecto
distinción entre la responsabilidad civil del administrador y la penal del
de los cuales la nueva ley concursa! puede tener incidencia. Una cuestión
mismo, pues esta última sólo puede ser dolosa.
particularmente interesante de la confluencia de la ley concursa! y el derecho
penal es la referida a la responsabilidad legal de los administradores concur­ P ero, dejando ahora de lado la forma incorrecta en la que se han malen­
sales. Si se considera que el administrador concursa! es un administrador tendido las categorías técnico-jurídicas en la redacción de la ley concursa!,
designado judicialmente en aplicación de una ley y los arts. 35.1 y 36 de la lo cierto es que hechos de esta naturaleza podrían y, además deberían dar
nueva ley concursa} (LO 8/2003), aparecerá como ineludible la cuestión de lugar a una responsabilidad no sólo civil. Se trata de conductas que en mu­
la eventual responsabilidad penal de los administradores concursales desde chos casos deberían ser objeto de sanciones penales.
el punto de vista de los arts. 295 y 252 CP, es decir: por la administración El art. 40.2 de la Ley Concursa! establece, sin perjuicio de lo que dispone
desleal o fraudulenta. en su apartado tercero respecto de la intervención, que «en caso de concurso
3. La primera figura que debería tratarse en esta constelación de casos necesario se suspenderá el ejercicio por el deudor de las facultades de admi­
es la de la administración desleal societaria del art. 295 CP. La posibilidad de nistración y disposición sobre su patrimonio, siendo sustituido por los adminis­
que esta disposición sea aplicada a los administradores concursales resulta tradores concursales». Se deduce de esta norma que los administradores asu­
sugerida ya por el propio art. 35.1 LO 8/2003, donde se dice que los adminis­ mirán las facultades de administración y de disposición que sean normales,
tradores concursales y los auxiliares delegados desempeñarán su cargo con se debe entender, para la- «continuación de la acción profesional o empresa­
la «diligencia de ·un ordenado administrador y de un representante leal». rial que viniera ejerciendo el deudor», que considera el art. 44.1 de la Ley
P or otra parte, los administradores concursales son administradores de dere­ concursa!.
cho de una sociedad en el procedinriento concursa!, razón por la cual cum­
4. Como hemos señalado anteriormente hay dos disposiciones en la ley
plen las exigencias de los elementos típicos de la autoría del art. 295 CP. De
penal que pueden ser aplicables a los ilícitos cometidos en el ejercicio de
allí surge que cabe pensar en dos tipos de infracciones de los deberes en el
estas facultades. El delito de administración desleal societaria del art. 295 CP y el
ejercicio del cargo: deber de lealtad y deber de no perjudicar el patrimonio
tipo penal de administración desleal de dinero que la jurisprudencia estima
administrado. Una elemental coherencia debería fundamentar la responsabi­
incluido en el art. 252 del mismo código. Dicho sea al margen tampoco el
lidad de los administradores concursales, por lo tan to, en la infracción ele
Código P enal se puede considerar tecnicamente correcto en esta materia. La
cualquiera de esos deberes. P ero a pesar de lo simple que hubiera sido estruc­
duplicación poco clara de ambas figuras penales ya ha sido puesta de relieve
turar claramente la responsabilidad de los administradores concm;§ales en la
reiteradamente en la doctrina: qué razón existe para esta duplicación de
forma de la infracción de cualquiera de los dos deberes, el art. 36.1 LO 8/
figuras; qué razón existe para excluir la distracción de dinero de la adminis­
2003 recurre a una cláusula en la que distingue entre la infracción de deberes
tración desleal del art. 295; qué justifica la reducción de la pena del tipo del
legales de no perjudicar, por un lado, y la infracción de deberes de diligencia,
art. 295 respecto de la del art. 252 CP.
por otro. Esta oposición es conceptualmente falsa, pues no tiene en cuenta
que los deberes de diligencia determinan una de las formas de producción En primer lugar debemos tratar la posibilidad de la aplicación del delito
de daños o perjuicios y no una categoría autónoma de ilicitudes. Falta de de administración desleal societario del art. 295 CP. Este tipo penal sería de
diligencia se opone a voluntad, no a infracción del deber de no perjudicar. aplicación sólo en los casos de concurso de una de las sociedades que prevé
Una administración poco diligente no genera responsabilidad si no produce el art. 297 CP, es decir, de una cooperativa, caja de ahorros, mutua, entidad
ningún perjuicio. En otras palabras: sin infracción del deber de no perjudi­ financiera, o de crédito, fundación, sociedad mercantil u otra entidad de
car, no existe responsabilidad del administrador, pues del texto de la ley no análoga naturaleza, que para el cumplimiento de sus fines participe de modo
surge que el legislador haya pensado en infracciones de peligro. Al contrario: permanente en el mercado. Hasta ahora no se ha podido descubrir qué ra­
el art. 36 de la Ley Concursa! se refiere expresamente a una responsabilidad zón existe para que el sujeto pasivo de este delito quede linútado a los entes

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E. BACIGALUPO: Compliance y Derecho Pen al ________________ _____________ 13. Responsabilidad penal de los administradores...

colectivos que participen de modo permanente en el mercado, ni se ha po­ nóstico de si la medida en cuestión producirá ganancias o pérdidas está car­
dido saber cuáles son los que no participan en él. Pero este tema no puede gado de inseguridad». Es claro que si el deudor es un sujeto que realiza
ser abordado en este contexto. habitualmente este tipo de negocios y la declaración del concurso -como
Problemático podría ser si el administrador concursal da cumplimiento dice el art. 44.1 LC- «no intenumpirá la continuación de la actividad profe­
a las características típicas del autor, cuestión importante dado que se trata sional o empresarial que viniera ejerciendo el deudor», el administrador con­
el art. 295 CP contiene el tipo de un delito especial. Sin embargo, la cuestión cursa! se verá, en tal caso, frecuentemente confrontado con la realización de
no debería ofrecer dudas. Los administradores de derecho pueden haber operaciones riesgosas. En tales supuestos la consideración dependerá de las
sido designados directamente por contrato, por la ley o por acto de una circunstancias reinantes en el mercado en el momento de tomar la decisión.
autoridad. La calidad de administrador de derecho no . depende de quién Probablemente en �stas circunstancias los administradores concursales debe­
lo designe sino de que su designación y función esté prevista y regulada rían reducir el ámbito de su responsabilidad utilizando la posibilidad de soli­
formalmente por normas jurídicas. Consecuentemente, el administrador citar auxilio del juzgado que les concede el art. 43.1 LC, dado que la ley no
concursa! es un administradur de derecho, dado que su condición es consecuen­ establece la obligación de los administradores de solicitar autorización judi­
cia de una designación establecida en la ley y efectuada por una autoridad cial más que en el caso de enajenar o gravar bienes y derechos que integran
judicial. En este sentido, el administrador concursa! sustituye a los adminis­ la masa, dice el artículo mencionado, con cierta imprecisión terminológica
tradores sociales contractuales y puede ser autor no sólo del delito del art. (art. 43.2), ya que aquí emplea el término masa como conjunto de bienes
295 CP, sino también de cualquier otro delito societario (arts. 290 y ss.) del deudor.

Aclarado este punto, parece claro que no hay problemas desde el punto En, el tipo de la in.fidelidad se subsumirán todas las conductas lesivas del
de vista de la acción típica, pues en la medida en la que el administrador patrimonio que no se manifiesten a través de negocios jurídicos en los que se
concursa! está autorizado a disponer del patrimonio, es decir, de los bienes de contraen obligaciones, sino en un ejercicio de la administración de manera
la sociedad, es pensable que pueda hacerlo fraudulentamente. incompatible con el cuidado exigido por la conservación del patrimonio.
El art. 43.1 LC se refiere sólo a la conservación del patrimonio (también
En tanto puede contraer obligaciones (injustificadas) en nombre de la socie­ imprecisamente dice «intereses»). Pero, no se trata de mantener inalterado
dad, cabe imaginar que lo hagan causando un perjuicio económicamente el patrimonio, sino de no perder sus rendimientos posibles. Esto es lo que
evaluable a la sociedad (el texto del art. 295 CP dice socios, pero es evidente quiere decir «conservar del modo más conveniente los intereses del con­
que debe decir sociedad). curso». La apreciación de la infidelidad es altamente compleja. De especial
Estos excesos se subsumen bajo el llamado tipo del abuso, es decir la mo­ relevancia serán en el marco de este tipo las conductas omisivas y por consi­
dalidad típica consistente en abusar de las facultades de obligar al sujeto gtñente el art. 11 CP, el delito de administración desleal consiste en la pro­
administrado, en este caso al patrimonio de la persona, jurídica o natural ducción de un resultado, infringiendo un deber del autor. No se puede ex­
concursada. La cuestión de dónde comienza el ejercicio abusivo de las facul­ cluir que hayan sido las aplicaciones del tipo de la infidelidad las que
tades de contraer obli gaciones es delicada. No es posible establecer un límite generaron, sobre todo en Alemania, serias dudas sobre la compatibilidad de
formal y lineal. En cada obli gación se debe analizar, a partir del art. 43.1 esta figura con la exigencia de una descripción estricta de la conducta puni­
LC, si se trata de una obli gación necesaria para «conservar del modo más ble (lex certa), impuesta por el an. 25.1 CE. Estos reparos se pueden reducir
conveniente los intereses del concurso». En realidad se debería haber dicho en la medida en la que, en los casos de conductas omisivas la responsabilidad
los intereses de la masa, tal como ésta es definida en el an. 49 LC, es decir del omitente esté cubierta por el art. 11 CP.
el conjunto de los acreedores del deudor. [Es de hacer notar cierta confusión Tanto en lo que concierne al tipo del abuso como al tipo de la infideli­
conceptual del legislador: mientras en el an. 49 define la masa como el con­
dad el perjuicio económico es un elemento constitutivo del delito. Las expresio­
junto de acreedores, en el art. 43.2 la masa es considerada como el conjunto
nes «prejuicio económico» pueden configurar una noción de perjuicio con­
de bienes del deudor].
ceptualmente más amplia que el perjuicio patrimonial. El perjuicio
El juicio sobre el exceso es particularmente dificil, como se sabe en el patrimonial sería siempre un perjuicio económico, pero no el único perjuicio
caso de las llamadas operaciones de riesgo, en las que, como es sabido, «el pro- económico: podría haber perjuicios económicos que no sean estrictamente

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E. BAOGALUPO: Compliance y Derecho Penal------�----- ---
- _____________ 13. R.esponsabilidad penal de !,os administradores...

patrimoniales. La cuestión dependerá directamente del concepto de patri­ En tales casos no es necesario que se acredite dónde fue ingresado el dinero,
monio. Al menos desde la STS de 23 abril 1992 ( caso del síndrome tóxico) sino sólo que éste no ingresó, pues es esto lo que constituye el perjuicio.
la jurisprudencia opera con el concepto personal de patrimonio, de acuerdo con Tampoco es preciso que se acredite un propósito especial de perjudicar dis­
el cual los fines patrimoniales del sujeto pasivo forman parte también del tinto del dolo, como ocurre en los delitos de apropiación, en los que el delito
objeto de protección de los delitos patrimoniales, entre los cuales se deben requiere una distinción entre uso y apropiación. El tipo subjetivo quedará
incluir también los delitos societarios que requieren perjuicio patrimonial 0 completo cuando se pueda afirmar que el autor supo que desviaba el dinero,
económico. Admitida esta noción de patrimonio como objeto de protección es decir que lo sustraía a los controles normales, y que generaba un peligro
la diferencia entre perjuicio patrimonial y perjuicio económico carece de concreto de perjudicar al concurso. Dicho de otra manera: el uso del dinero
relevancia, pues toda perturbación de los fines patrimoniales del sujeto pa­ en operaciones ajenas al concurso es sufitj.ente para la realización del tipo.
sivo estará alcanzada por el objeto típico de protección. P or lo tanto, la sola esperanza de restituirlo no excluirá el dolo. El legislador
En este contexto adquiere significación la extensión que se dé al con­ no puede haber querido pennitir acciones colaterales de la administración
cepto <.le perjuicio. La jurisprudencia alemana considera que la puesta en peligro que puedan luego generar perjuicios definitivos difícilmente reparables.
del patrimonio es ya suficiente para la realización del tipo. Casos de simula­
ciones de negocios jurídicos que generan peligros de responsabilidad patri­
monial para el sujeto pasivo, por ejemplo, por la eventual obligación de asu­
mir sanciones fiscales o por la probable insolvencia del tercero al que se
otorgan avales, son considerados como delitos de administración desleal con­
sumados, aunque no se haya producido todavía el perjuicio y aunque las
eventuales reclamaciones judiciales puedan llegar a tener éxito.
5. El administrador concursa! puede incurrir también en el delito del
art. 252 CP. La inconsistencia técnica con la que se ha regulado la administra­
ción desleal, ha sido, en parte, paleada por la jurisprudencia, distinguiendo
en el texto del art. 252 CP. dos tipos penales, uno el tradicional delito de
apropiación indebida, que pertenece al género de los delitos de apropiación
de cosas ajenas, y por lo tanto un delito contra la propiedad, y otro el delito de
distracción de dinero y, en su caso, de activos patrimoniales, que· configura un
delito contra el patrimonio , que da lugar a una hipótesis de administración
desleal, consistente en perjudicar el patrimonio administrado desviando el
dinero percibido para el administrado. El destino del dinero desviado es
irrelevante, si el desvío produce perjuicio patrimonial. Es de suponer que al
facilitar la continuación de la actividad profesional o empresarial, que prevé
el art. 44 de la Ley Concursa!, el administrador tendrá que recibir pagos en
nombre del deudor y tendrá que darle el fin que corresponda pa:ta atender
a la «conservación de los intereses del concurso», que el art. 43 LC establece
como criterio regulador de la actividad del administrador concursa!.
En la medida en la que la administración está contemplada en el art.
252 CP como una de las relaciones que definen el carácter de autor del
delito, no se percibe ninguna dificultad que pueda impedir la aplicación de
este tipo penal a los casos en los que el administrador concursa! perciba
dinero en nombre del concurso y este dinero no sea ingresado en el mismo.

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