Con anterioridad a la Constitución Política de 1979 se carecía de
una base jurídica fundamental en relación con el medioambiente, no obstante que desde tiempo atrás el país estaba comprometido con diversos instrumentos jurídicos internacionales que directa o indirectamente concernían a los asuntos ambientales y de los recursos naturales, nos dice Pierre Foy Valencia (2001):