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¿De dónde salen los números?

Todas las personas hemos utilizado números de alguna manera, hemos lidiado con
cuentas, valores, datos, fórmulas, pero, ¿de dónde sale todo eso? ¿quiénes inventaron los
números? o ¿cómo los inventaron? ¿pueden nuestros números ser incorrectos? ¿y si
usáramos otros números?
En las siguientes líneas voy a tratar de dar respuestas -al menos parciales- a estas
preguntas, con mayor énfasis en el cómo que en el quién. Les voy a platicar sobre los
verdaderos cimientos de las matemáticas: sus fundamentos. Y es que si les confiamos tanto
a las matemáticas deben de estar muy bien fundamentadas, pero poco se habla sobre eso.

Replanteemos entonces la pregunta inicial -¿de dónde salen los números?- más
precisamente: ¿cómo puedes fundamentar la existencia de los números? ¿cómo puedes,
partiendo de la nada, construir los números? ¿por dónde empezar?

Por ​empezar​ me refiero a comenzar a construir un lenguaje lógico que funcione. Un


lenguaje que pueda discernir la veracidad o falsedad de los enunciados propios del lenguaje
sin contradicciones. La construcción de un sistema lógico así es bastante trabajoso, pero
usemos esa misma idea para construir únicamente los números.

El primer paso en la construcción de un sistema lógico son los axiomas --el verdadero
origen. Estos son verdades evidentes, las más primitivas pero universales cosas que
debemos de creer. Son como dogmas de fe, enunciados que asumimos verdaderos sin
peros.
Los axiomas que fundamentan las matemáticas están hechos para conjuntos --sí, los
mismos conjuntos que todos estudiamos usando diagramas de Venn. Se llaman “Teoría
axiomática de Zermelo-Fraenkel”, introducida por los alemanes Ernst Zermelo y Abraham
Fraenkel, basados en ideas previamente exploradas por Georg Cantor y Richard Dedekind.

Con los primeros primeros de estos axiomas ya podemos construir una infinidad de
números:
1. Existe un conjunto.
2. Si dos conjuntos tienen los mismos elementos entonces son iguales.
3. Si tienes dos conjuntos puedes formar un tercer conjunto que contenga a los
elementos de los dos conjuntos dados.
Entonces, al asumir que existe un conjunto, puedo hablar de él y jugar con él. Puedo pensar
que ese conjunto es un conjunto vacío ∅, pues no hemos asumido más cosa que existe un
conjunto. No hemos asumido que existan más elementos que puedan estar contenidos en el
conjunto que ya sabemos que sí existe.
Digamos entonces que ese conjunto vacío ∅ ​es ​el número 0. Definámoslo así, éste es “el
primer número”. Posteriormente definimos al número 1 como el conjunto que tiene un
elemento, ese elemento que ya sabemos que existe: el cero o conjunto vacío. De manera
que el número 1 es el conjunto {∅}. Perfecto, ya tenemos dos números, el 0 y el 1, luego
entonces podemos definir al número 2 como el conjunto {∅, {∅}} que tiene esos dos
elementos que acabamos de construir, y así sucesivamente podemos definir a todos los
números que siguen.
0=∅
1 = {0} = {∅}
2 = {0,1} = {∅,{∅}}
3 = {0, 1, 2} = {∅, {∅}, {∅,{∅}}}
4 = {0, 1, 2, 3} = {∅, {∅}, {∅,{∅}}, {∅, {∅,{∅}}}}
5 = {0, 1, 2, 3, 4} = {∅, {∅}, {∅,{∅}}, {∅, {∅,{∅}}}, {∅, {∅, {∅,{∅}}}}}
6 = {0, 1, 2, 3, 4, 5} = {∅, {∅}, {∅,{∅}}, {∅, {∅,{∅}}}, {∅, {∅, {∅,{∅}}}}, {∅, {∅, {∅, {∅,{∅}}}}}

Entonces hemos definido a los números como conjuntos que tiene tal número de elementos.
En esta construcción, no supusimos la existencia de ningún otra cosa más que los propios
números que estuvimos definiendo.

Esto nos permite definir todos y cada uno de los número (naturales). Sin embargo, es
necesario axiomatizar la existencia de un conjunto que contenga a todos estos números,
pues no se puede probar su existencia a partir de los tres axiomas previamente
mencionados.
4. Existe un conjunto infinito.

Ahora bien, llamemos ​N ​a ese conjunto que tiene a todos los números naturales. Podemos
sumar cualesquiera dos de los elementos de ese conjunto (cualesquiera dos números) y
obtendremos un tercer elemento de ese conjunto. Pero si los restamos no necesariamente
es así, pues 3 - 5 = -2 no es un elemento de ​N​. De manera que los números de ​N ​no son
suficientes para hacer las operaciones que necesitamos.

Definimos entonces el conjunto de los números enteros ​Z ​como la unión de ​N ​con el


conjunto ​M ​= { -1 x n: n ∈ ​N​ }. De manera que ​Z ​es el conjunto de números enteros tanto
positivos como negativos.

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