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¿QUÉ PASA CON LA PROSTITUCIÓN DE LAS MUJERES?

Algunas reflexiones desde un discurso de los derechos


María Luisa Maqueda Abreu
Catedrática de Derecho Penal
Universidad de Granada
¿QuÉ PASA CON LA PROSTITUCIÓN DE LAS MUJERES?
¿QuÉ PASA CON LA PROSTITUCIÓN DE LAS MUJERES?

A MODO DE RESUMEN* ideológico de signo abolicionista que, en nombre de la


igualdad y de la dignidad de la mujer, confundía bajo una
Hace unos pocos años se promovió en el Congreso de
sola voz la prostitución voluntaria y la coercitiva,
los Diputados un importante debate acerca de la
cualquier migración autónoma y la trata sexual de
situación de la prostitución en el Estado español. La
personas. Todas eran consideradas atentatorias de los
iniciativa pretendía revisar el vacío legal existente en
derechos humanos de las mujeres y todas compartían su
relación al trabajo sexual y denunciar la invisibilidad de
condición de prácticas ética y jurídicamente intolerables.
las personas que lo ejercen y su vulnerabilidad en una
sociedad que no quiere reconocer su existencia. Se A partir de ese momento, se han desarrollado en el Estado
proponía la regulación de esa actividad, dándoles a ellas español numerosas estrategias institucionales que tienen
el control real de su propio cuerpo y reconociendo su como signo común el acoso y la discriminación
libre ejercicio, con los derechos y deberes que le son sistemática de las trabajadoras del sexo, especialmente de
inherentes. En estos términos quedó planteada la las extranjeras y de las que captan a sus clientes en las
propuesta parlamentaria de regulación del trabajo sexual calles, parques y polígonos de las ciudades, que
y abierto el debate que duró algo más de un año. obviamente son las más visibles y las más vulnerables.
Hacia ellas hay un creciente hostigamiento policial y se
En junio de 2007 se publicaba el informe resultante de ese
están generalizando las ordenanzas municipales que
debate desde la Comisión Mixta de Derechos de la Mujer
persiguen a los clientes y que sancionan económicamente
y sus conclusiones eran abiertamente contrarias a
la prostitución que se ejerce en el espacio público. En
cualquier posibilidad de regularización. El discurso de
muchas ciudades, los insultos, las amenazas y las multas
los derechos se vio desplazado por un discurso
* El texto de este epígrafe fue asumido en 2010 por la Plataforma por una Justicia garantista y no discriminatoria de los derechos de l@s trabajador@s del sexo
están a la orden del día, incrementando el estigma, la
pobreza y la exclusión social de las trabajadoras
sexuales. Las detenciones arbitrarias y la aplicación –
“negociada”- de medidas de expulsión cuando se trata
de mujeres extranjeras, completan este panorama
desolador.
¿QuÉ PASA CON LA PROSTITUCIÓN DE LAS MUJERES?

La salvaguarda de la ley y el orden es la consigna de las


nuevas políticas normalizadoras que se manifiestan en
ese control exhaustivo del espacio público y de la
inmigración ilegal. Tratándose de mujeres, el vector de
opresión y persecución tenía que venir representado,
una vez más, por la sexualidad. Es su comportamiento
desviado en el ejercicio de una sexualidad “ilegítima”, el
que las hace indeseables o peligrosas o, simplemente,
propicias a ser víctimas de un potente sistema
sancionatorio de carácter social y legal. Hay toda una
suma de prejuicios morales, de clase, colonialistas y de
género que favorecen esa afirmación de una sexualidad
marginal y estigmatizada, que es la que opera aquí como
justificación de la exclusión y de la negatividad que
Fotografía: Geovanny Gutiérrez arrastra el trabajo del sexo. La total vulnerabilidad frente
al estado de un grupo social que está siendo
constantemente cuestionado, permanentemente bajo
control y, por tanto, socialmente precario funciona como
garantía segura de su victimización.
LAS VOCES QUE SE CONFUNDEN BAJO EL muy útil al abolicionismo para mantenerlas al margen. Con
ABOLICIONISMO su victimización se las hacía agentes involuntarios de su
propia historia.
En sus orígenes la ideología abolicionista se propuso
abolir la reglamentación estatal de la prostitución, Pero la ideología abolicionista no podía olvidarse de sus
vigente en casi todo el mundo a partir de la segunda transgresiones al orden moral establecido. Las nuevas
mitad del siglo diecinueve. De ahí toma su nombre y su empresarias morales debían velar por su salvaguarda y la
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historia, que es inseparable de los primeros movimientos misma hermandad entre mujeres quedó marcada, desde el
feministas que se desarrollaron en Europa. principio, por un discurso fuertemente disciplinario: “las
hermanas mayores del mundo queremos la oportunidad
La primera Federación abolicionista, liderada por
de proteger a las hermanas pequeñas y más débiles,
Josephine Butler y su movimiento nutrido de mujeres
rodeándolas de las leyes adecuadas para que las
respetables de clase media, veía en la tolerancia estatal
obedezcan para su propio bien” (DuBois y Gordon). Se
de la prostitución –propia del reglamentarismo- una
habían sentado las bases para una supuesta solidaridad
estrategia que condenaba a las prostitutas a una vida de
entre mujeres que aparecía regida por leyes de obediencia
pecado que las estigmatizaba y las hacía esclavas de la
y discriminación. Son la esencia del abolicionismo: mitad
sexualidad y del vicio masculinos. Su liberación se
tutela, mitad prohibición.
proclamaba en nombre de la moral y de un patrón único
de castidad que concebía la prostitución como una Desde entonces las políticas abolicionistas están
envilecida alternativa sexualizada a la feminidad materna contagiadas de esa dualidad –mujer víctima/mujer
y doméstica. Las prostitutas eran la “otra” degradada desviada– que sigue presente en un sector del
(Walkovitz), mujeres “caídas” que iban a ensayar por pensamiento feminista y en el lenguaje de las leyes.
primera vez, bajo el feminismo incipiente, su
En cuanto a esto último, el ejemplo español es muy
reconocimiento como víctimas vulnerables cuya opción
significativo. Una vez abandonado el reglamentarismo
por el trabajo sexual debía explicarse por el efecto de
existente en torno a la prostitución con el cierre de las
patologías o situaciones económicas extremas o bien, de
mancebías y casas de tolerancia y definitivamente
su debilidad psíquica, su inmadurez y su fragilidad ante
implantado el abolicionismo hacia los años sesenta del
engaños y presiones (Juliano). Un pretexto que resultó
pasado siglo, nuestro país se hizo también
prohibicionista. Al mismo tiempo que la prostitución era vulnerados. Y es que las políticas estatales son tanto
declarada legalmente tráfico ilícito por virtud de un más eficaces cuanto menores son los recursos de poder
“interés moral social” en velar por la dignidad de la de que disponen sus destinatarios. Estoy pensando en
mujer, se desarrolló un fuerte impulso criminalizador que políticas de control de la inmigración claramente
alcanzó a las mujeres que ejercían la prostitución: restrictivas de los derechos de las mujeres extranjeras,
podían ser detenidas hasta quince días en los calabozos por ejemplo, en cuanto a un insidioso acoso policial,
sin cargo alguno; o llevadas a una prisión especial o a un frecuentes detenciones o una generalizada aplicación
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reformatorio a cargo del Patronato de Protección de la de medidas de expulsión. Varios estudios en el contexto
Mujer para su “redención”; o ser acusadas de delito de español nos dan cuenta de experiencias de redadas
escándalo público; o, por último, ser privadas de libertad policiales en la calle o en clubes bajo el pretexto de
como sujetos presuntamente peligrosos por la Ley de detener a proxenetas y chulos supuestamente
Vagos y Maleantes primero y más tarde por la Ley de sospechosos de explotación sexual y quienes resultan
Peligrosidad y Rehabilitación Social de 1970, que estaría detenidas y expulsadas son las supuestas “víctimas”:
en vigor durante veinte años más (Nicolás). doblemente víctimas, por cierto, según el abolicionismo
oficial, de la explotación sexual y de las redes migratorias
Hoy su situación legal no ha cambiado sustancialmente.
que, sin embargo, son tratadas como culpables en virtud
El Código penal protege supuestamente a las mujeres en
de su entrada al país “ilegalmente” o de permanecer en él
prostitución, aún si la deciden en libertad, cuando
“irregularmente” (Casal y Mestre).
castiga a los que se lucran con ella (art. 188,2º CP) pero,
al mismo tiempo, existe un amplio espacio disciplinario Llama la atención que estos excesos prohibicionistas no
para combatir su ejercicio más visible, el que se realiza sean combatidos por el feminismo abolicionista en su
en las calles. Bajo el pretexto de salvaguardar el orden afán por garantizar, a toda costa, la obediencia a un orden
público, las nuevas Ordenanzas Municipales sancionan sexual que debe permanecer incuestionado. A su
con multas a prostitutas y clientes implicados en indiferencia ante los problemas humanos de las
cualquier negociación sexual. Tratándose de prostitutas y de insolidaridad con su lucha se refería
inmigrantes ilegales, el discurso oficial se hace aún más hace unos años Mathieu, cuando denunciaba el
confuso porque invoca la supuesta protección de unos importante cambio de actitud que este movimiento había
derechos que son, a la postre, los que resultan mostrado ante dos acontecimientos similares
protagonizados por trabajadoras sexuales y sucedidos
en Francia con veintisiete años de distancia: la
ocupación de iglesias de Lyon en 1975 en protesta por la
represión policial y en favor de sus derechos sociales y
las movilizaciones de 2002 en contra del proyecto de ley
Sarkozy sobre la criminalización de actitudes
meramente pasivas en el ejercicio de la prostitución en la
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calle y la política de expulsión de las prostitutas


extranjeras. Nos cuenta la autora que, frente a la posición
que adoptó el feminismo de entonces, de apoyo a las
trabajadoras sexuales en una campaña solidaria por “la
causa general de las mujeres”, el de hoy renunció a esa
alianza contra la represión estatal por considerar que
podía entenderse como “una empresa de legitimación de
la actividad de la prostitución”. Y concluye Mathieu:
“mientras que las feministas abolicionistas y las
militantes de los derechos de las trabajadoras sexuales
se enfrentaban, el Parlamento votaba la ley de seguridad
interior que preveía una pena de prisión de dos meses y
una dura multa por las referidas conductas”. El viejo lema
de la campaña de 1975, “nos enfants ne veulen pas que
leurs mères aillent en prison”, no sirvió esta vez para Fotografía: Geovanny Gutiérrez

nada.

Seguramente merece la pena detenerse en analizar ese


inquebrantable ideario feminista.
LA DUALIDAD MUJER VÍCTIMA/MUJER DESVIADA EN la categoría de objeto. El sexo que el cliente compra
EL DISCURSO FEMINISTA ABOLICIONISTA. transforma necesariamente su cuerpo en un instrumento
para el uso de los hombres. Este intercambio mercantil
A medida que el viejo argumento de la inmoralidad iba
trastorna violentamente la personalidad de la mujer y
perdiendo toda su fuerza social con las
destruye en ella el sentido de su valor. Por ello es un
transformaciones en la ideología y en la cultura de los
atentado a la dignidad de las mujeres y constituye una
tiempos –la liberación sexual, en particular-, se fue
forma de violencia sexual”.
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imponiendo en el pensamiento feminista abolicionista un


nuevo paradigma enemigo de la prostitución: el de la La consecuencia obligada de este discurso victimista
violencia de género. En una primera Reunión celebrada sobre la mujer, tenía que ser la negación de cualquier
en Madrid en los años ochenta acerca de las causas forma de prostitución libre y la prohibición del derecho a
socioculturales de la prostitución y estrategias contra el prostituirse: “la prostitución, concluían los Expertos, no
proxenetismo y la explotación sexual de las mujeres, se puede existir como derecho, pues usurpa y niega otros
inició en nuestro país ese proceso de identificación de la derechos humanos reconocidos a la mujer: derechos a la
prostitución como “violencia sexista”. A juicio de los dignidad humana, a la integridad corporal, a los bienes
Expertos presentes en ese evento, la prostitución debía físico y mental. La prostitución niega la igualdad y
ser articulada a partir de las dos nociones que constituye una grave discriminación sexual. La
garantizaban el estatus de víctima de las prostitutas: de prostitución promueve el racismo y el sexismo por medio
una parte, el “concepto del patriarcado” y de poder de estereotipos que afianzan la explotación sexual de las
masculino atentatorio de la dignidad y la integridad de las mujeres, todo lo cual evidencia la imposibilidad de
mujeres y, de otra, el de “la estratificación social”, subordinar la indemnidad de esos derechos a la
definido a partir de dos claves importantes, la noción de instrumentalidad de una elección individual”. En esta
pobreza (diferencias de clase, división sexual del trabajo última afirmación se encontraba ya el origen de la
…) y de fragilidad femeninas (resultado de carencia desviación que se atribuye a quienes se deciden a favor del
afectivas o de violencias físicas y sexuales vividas en la trabajo sexual. Se trata de un nuevo discurso moral, que se
infancia). En la prostitución, afirmaban, “el cuerpo de la expresa en términos de defensa de la igualdad y de los
mujer se asimila a una mercancía y la mujer es rebajada a derechos humanos, y que hace responsables a las
trabajadoras sexuales de una especie de traición al La clave se encuentra en una determinada perspectiva de
género. Una afrenta a las otras mujeres por despreciar el género. Conforme a ella, la prostitución se considera parte
orden sexual establecido: “la prostitución atenta contra del ejercicio de la ley del derecho sexual masculino, uno de
la integridad de la identidad femenina y socava la propia los modos en que los varones se aseguran el acceso al
estima de las mujeres, afecta a la mujer en su conjunto, cuerpo de las mujeres y obtienen reconocimiento público
afianzando la idea de que la mujer es un objeto, como amos sexuales de las mujeres (Barry). Por ello, su
rebajando su condición humana y consolidando la defensa como liberación sexual humana se interpreta como
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inferioridad de la condición femenina en todo el mundo”. defensa no sólo de la fuerza y del terrorismo sexual, sino de
la subordinación de las mujeres (Mackinnon).
Este planteamiento, tan expresivo del carácter
coercitivo del estigma que se asocia al trabajo sexual y Esa llamada al esencialismo femenino y a la sacralización
de su efecto expansivo (Osborne), ha estado presente de la sexualidad de la mujer impide valorar datos tan
en los debates que se iniciaron en 2006 en torno a la relevantes como la existencia de un importante sector de la
situación de la prostitución en el Estado español y se ha prostitución masculina o transexual en aumento, o la
convertido en la posición oficial del feminismo. A partir búsqueda de placer sexual o la obtención de dinero como
de él, las trabajadoras del sexo no sólo deben asumir la valores defendibles, e incluso reivindicables y confunde la
devaluación que se les impone –de personas a cosas, a libertad sexual con un contrato de subordinación o de
mercancías susceptibles de venta o arriendo- sino, esclavitud.
además, su responsabilidad por la devaluación de su
No es de extrañar que, bajo estos presupuestos
género. Es el signo característico de las ideologías
ideológicos, se confundan tan a menudo prostitución y
discriminatorias que sirven para rotular a las personas
trata, cuando quienes prestan los servicios sexuales son
sancionadas como distintas e inferiores en razón a la
inmigrantes. A la vulnerabilidad simbólica que arrastra el
defensa de una determinada norma, legitimando
género –mujeres “debilitadas” por abusos en la infancia,
opciones de control siempre excluyentes (Juliano).
mujeres “inocentes y sumisas”-, se asocian ahora otras
Aquí, el mensaje normativo es claro y tiene un fuerte
desvalorizaciones por razones de etnia –mujeres
efecto pedagógico: la sociedad debe oponerse al sexo
“atrasadas e ignorantes” - o económicas – mujeres “pobres
por dinero porque es el símbolo de la opresión patriarcal
y sin recursos”, que favorecen su victimización (Agustín).
y de la objetivación y victimización femeninas.
Los medios de comunicación y muchos informes
“bienintencionados” contribuyen a esa “mirada colonial”
que pone en marcha todo un dispositivo tutelar que les
perjudica, porque su efecto es el control y la opresión
estatal.

Son, parece, males menores para el feminismo


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abolicionista. En su afán por erradicar la violencia de


género que se asocia al sexo por dinero –léase prostitución
y todo lo que tenga que ver con ella- olvidan la premura de
una ciudadanía laboral para las mujeres en nuestro mundo
globalizado. La vieja idea de salvación, de rehabilitación -
para borrar el signo de la degradación- sustituye al
necesario empoderamiento de las trabajadoras sexuales
para decidir el rumbo de sus vidas. En definitiva, por
defender a la Mujer (en mayúscula) sacrifican a las mujeres
concretas (Molina), negándoles el reconocimiento de su
libertad para prostituirse –y, desde luego, para emigrar con
ese fin-, criminalizando su entorno en aras de una
protección que nadie les demanda. Ellas menos que nadie.
Porque el precio es el estigma y la exclusión social.

A cambio se impone una visión trafiquista que simplifica la


realidad en una suerte de dicotomía entre malos y buenos:
de una parte, las mafias criminales que engañan y
explotan; de otra, las inocentes víctimas, presas del
Fotografía: Geovanny Gutiérrez
engaño y la explotación. No se admite prueba en contrario,
ni de lo uno ni de lo otro porque se trata de una estrategia
interesada. Bajo ella se silencian las raíces económicas, gubernamentales, en torno a una industria fuertemente
legales, sociales y políticas de una inmigración legítima organizada y de enorme magnitud en la economía mundial
que buscan ser ocultadas a toda costa. Las verdaderas (Lean Lim). La regulación de la prostitución contribuye a
perdedoras son las mujeres que quedan a merced de visibilizarlos y a perseguirlos. Su desregulación –y más
mitos populares –como “esclavas sexuales” -y de la falta aún la criminalización de su entorno- los oculta como
de reconocimiento de su autonomía y capacidad de parte de la economía sumergida y los hace resistentes a
decisión (Doezema). cualquier forma de control, financiero o penal,
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favoreciendo un imparable enriquecimiento ilegal de esa


industria a costa de las personas traficadas y explotadas.
ALGUNAS REFLEXIONES FINALES
No es un secreto que la criminalidad organizada obtiene
No es verdad que la regulación del trabajo sexual sus mayores beneficios en situaciones de clandestinidad
incremente el tráfico y la explotación y favorezca la y prohibición.
expansión de la industria del sexo. Es un tópico más que
No son mejores las consecuencias que se siguen de una
la realidad desmiente. Un estudio de 2005 sobre las
política abolicionista severa en cuanto al entorno más
políticas relativas a la prostitución en veinticinco Estados
próximo de la prostitución. Los informes más fiables que
miembros de la Unión Europea y su impacto sobre la trata
nos llegan del ejemplo abolicionista sueco, tan admirado
de seres humanos reconoce al modelo laboral de
por el oficialismo feminista de nuestro país, ponen de
reconocimiento de derechos un efecto minimizador del
manifiesto una realidad muy parecida: las trabajadoras del
daño y protector de las garantías de quienes se
sexo no desaparecen ni tampoco los proxenetas ni los
prostituyen. Es también la posición de la OIT: “Guste o
clientes pero se invisibilizan, las relaciones se
no, sea legal o no, la prostitución es una actividad
despersonalizan y cambian de lugar y de vías de contacto,
económica … y la misión de la OIT es mejorar las
haciendo más inseguras y más penosas las condiciones de
condiciones laborales y promover los derechos humanos
existencia de quienes prestan los servicios sexuales
de todos/a los/as trabajadores/as”
(Kulick y otros).
Lo que asegura la continuidad del mercado del sexo, hoy
Es el precio de la opresión. La respuesta no puede ser otra
crecientemente internacionalizado, es a cambio una
que la desrepresión y el reconocimiento de derechos como
compleja red de intereses creados, tanto privados como
exigencia ineludible de nuestro amenazado estado universal y bajo el restringido concepto de ciudadanía
social. impuesto en nuestras sociedades capitalistas que lo
¿Qué derechos?: derecho al trabajo y a unas supedita al mercado laboral formal, el reconocimiento
condiciones laborales dignas, garantías jurídicas de legal de la prostitución como trabajo permite acceder a los
protección frente a la patronal, inclusión en el Estatuto derechos sociales básicamente a las trabajadoras
de los Trabajadores, libertad de asociación y autónomas. Pero entiendo que es una estrategia, hoy por
sindicación, abolición del trabajo infantil, eliminación de hoy más realista, para la conquista de indispensables
la discriminación respecto al empleo, descansos derechos económicos y sociales. El recurso al Derecho es
semanales, horarios limitados, vacaciones pagadas, aquí útil, siquiera sea estratégicamente, para deconstruir
horas extraordinarias, plus de nocturnidad, protección su ilegitimidad en la exclusión de esos derechos básicos:
frente al despido, salud e higiene en el lugar de trabajo, para las prostitutas autóctonas y para las extranjeras
prevención de riesgos laborales y derecho a la seguridad porque, unas y otras, están fuera del concepto de
social con prestaciones tan importantes como ciudadanía, a merced de políticas neoliberales, cada vez
desempleo, incapacidad laboral temporal o permanente más invasivas, de contención y de control. Quedarse fuera
por enfermedad o jubilación (ESCODE). Es un dato de la lógica del derecho sólo atrae debilidad y continuismo
indicativo que dos sindicatos representativos del Estado en la desprotección de uno de los colectivos que más
español –CC.OO. y CGT-, lleven estas reivindicaciones desprotegidos están.
en sus programas.

Optar simplemente por la desrepresión, esto es, por


negar reconocimiento jurídico al trabajo sexual y
reivindicar para quienes lo realizan una libertad de
hecho, marcada por la resistencia a cualquier práctica
disciplinaria es, desde luego, sugestivo, todavía más si Texto: María Luisa Maqueda Abreu
Catedrática de Derecho Penal
se plantea como una vía posible para un proceso de Universidad de Granada
Fotografía: Geovanny Gutiérrez
emancipación femenina no excluyente para las
trabajadoras del sexo migrantes, como propone Covre.
Es cierto que, a falta de un estatuto de ciudadanía

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