Importancia de un Plan de Carrera

Pensar en un Plan de Carrera, es considerar que un ámbito importante desde la

Gestión Humana está relacionada con el desarrollo profesional de las personas con alto

potencial, en tanto ello se haga desde la planificación de acciones relacionadas con la gestión

de personal, la formación, la rotación y la promoción. De ello se deriva que haya una cobertura

de la organización del puesto de trabajo donde el tiempo planificado se constituya en el

escenario para el mejoramiento continuo en los procesos que dotan a la dirección de un

sistema cuya gestión planificada desemboca en la estimulación del alto potencial de los

empleados.

Asimismo, es importante anotar que un Plan de carreras es la oportunidad para

entender en la organización que circunstancias como el cubrimiento de puestos clavo, las

personas de alto potencial, y la alta cualificación son la condición de posibilidad, existencia y

funcionamiento de una gestión efectiva y eficiente para el desarrollo de las competencias y los

procesos de auto sostenimiento. En este sentido, es necesario reconocer que la carrera

profesional como conjunto de comportamientos profesionales constituyen la trayectoria de

los sujetos en su vida laboral. De ahí que, el diseño de cada carrera este armonizado con las

demandas y ofertas que supone la realización de las acciones formativas y evaluativas que

orientan las prácticas laborales.

Teniendo en cuenta lo anterior, el Plan de carreras es importante porque permite

entender que los puestos clave o de alto riesgo, entendidos como los puestos de trabajo más

importantes para la organización conforman la base del funcionamiento y control de la

cotidianidad de la empresa. Por ello, es importante definir un adecuado Plan de carreras a fin
de identificar y desarrollar estrategias para que las personas con alto potencial estén

articuladas a los procesos neurálgicos de la empresa de una manera proactiva y efectiva.

Bajo esta consideración el Plan de Carreras es fundamental en tanto en su desarrollo

contempla cuatro grandes acciones mediante las cuales se engloba el ser, el hacer y el saber

mismo: la primera de ellas alude a la formación que se orienta a las exigencias mismas del

plan; la segunda enfatiza en los procesos de rotación por las distintas áreas a fin de entender

la complejidad profesional; la tercera está relacionada con la promoción como condición de

mejoramiento y estimulo al buen desempeño; la cuarta se concentra en el control periódico de

los resultados para garantizar un buen funcionamiento.

De lo anterior deriva, que el Plan de carreras como aspecto fundamental y necesario se

desarrolle definiendo las demandas y ofertas, contraste esas demandas y ofertas para diseñar,

finalmente las carreras y planifique las acciones que conducirán a un desarrollo integral. Para

que ese desarrollo integral se lleve a cabo, es imperativo reconocer que el Plan de Carreras se

lleva a cabo teniendo en cuenta que las demandas son definidas en el ámbito de los puestos de

trabajo clave para la organización a fin de identificar claramente quién y cómo se desarrolla el

trabajo en términos de eficacia, posibilidades futuras, formación, edad y antigüedad. Asunto

que va de la mano con un seguimiento formativo y potenciador para el mejoramiento

continuo.

Con esto se puede ver la necesidad ineludible de un Plan de Carreras, el cual responde

a las demandas que se producen a mediano y lago plazo, constituyéndose en una pieza clave

del éxito del sistema que contiene a la organización. Puesto que a través de sus acciones el

Plan de Carreras logra con su carácter restringido desarrollar aspectos sustanciales del

personal directivo y los puestos clave, en tanto articula los intereses y los proyectos que el

sistema requiere para no crear expectativas o frustraciones.

 Todo lo anterior desemboca en una reflexión de orden sustantivo que permite

entender que el Plan de Carreras es un espacio en el cual se pueden identificar las

potencialidades de las personas, se les puede hacer un acompañamiento desde la dimensión

de una evaluación formativa que tiene como principal objetivo delinear las relaciones entre lo

real, lo pensado y lo posible que en la organización se puede alcanzar, sin menoscabo de un

desarrollo amplio de las capacidades no sólo cognitivas, sino procedimentales y actitudinales

de cada sujeto.

Asimismo, es necesario reconocer que un Plan de Carrera es necesario, importante y

pertinente porque en a través de su definición y desarrollo la organización puede hacer

efectivas las acciones de mejoramiento continuo e instalar una cultura de calidad que supere

las acciones residuales que se gestan en la cotidianidad monótona a la que se expone una

organización. De tal modo que, el Plan sea la condición de partida y llegada para procesos en

los que se involucren no sólo las directivas sino también los empleados de toda la

organización.