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PROCESO DE HABEAS CORPUS

1. DEFINICION

El proceso de Habeas Corpus está previsto en el artículo 200, inciso 1 de la

Constitución, y en el Título II del Código Procesal Constitucional, procede

ante la acción u omisión, por parte de cualquier autoridad, funcionario o

persona, que vulnera o amenaza la libertad individual o los derechos

constitucionales conexos como son:

 El derecho a no ser objeto de desaparición forzada

 A no ser sometido a tortura o tratos inhumanos o humillantes, etc.

Ahora bien el proceso de habeas corpus como señala:

 Luis Alberto Huerta Guerrero – Libertad Personal y Habeas Corpus (LIMA)

Comisión Andina de Juristas, 2013, PAG. 47 – “Es una institución cuyo

objetivo consiste en proteger la libertad personal, independientemente de la

denominación que recibe el hecho cuestionado (detención, arresto, prisión,

secuestro, desaparición forzada, etc.)

 Constitución de 1993 “Procede contra cualquier autoridad, funcionario o

persona, por cualquier acción u omisión que implique una amenaza o

violación de la libertad personal”.

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Dicha acción de garantía es básicamente un proceso de resguardo y tutela

de la libertad personal en sentido lato. En puridad representa la defensa de

aquello que los antiguos romanos denominaban Ius Movendi Et Ambulandi

o los anglosajones consignaban como Power Of Locomation.

2. ETIMOLOGIA Y CONCEPTO

La institución procesal del habeas corpus deriva de dos voces latinas

“HABEAS” que significa tener y “CORPUS” que es cuerpo; conjugadas

ambas palabras significarían tener corporalmente a una persona.

El destacado maestro Domingo García Belaunde refiere “Es una acción en

garantía de la libertad personal frente al poder público, cuando este la afecta

en alguna forma y siempre que la afectación implique una ilegalidad.

El gran constitucionalista German Bidart Campos, ahora fallecido, indicaba:

“El habeas corpus es la garantía tradicional que, como acción, tutela la

libertad física o corporal o de locomoción a través de un procedimiento

judicial sumario. Al decir que el habeas corpus protege la libertad física,

queremos significar que es la garantía deparada contra actos que privan de

esa libertad o la restringen sin causa o sin formas legales”.

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El habeas corpus es un proceso constitucional de tipo cognoscitivo que

tiende hacer respetar la libertad personal, que en su origen estaba dirigido

contra los abusos de poder de autoridades; sin embargo, hoy en día los

abusos de poder no solo provienen de autoridades sino también de

particulares que ostentan algún tipo de poder.

En algunas constituciones latino-américas como Guatemala de 1985 y

Honduras de 1982 prefieren denominar al Habeas Corpus como la garantía

de Exhibición Personal, existiendo coincidencia en el cono de derechos de

naturaleza individual que protege mediante este mecanismo procesal.

3. OBJETO

El proceso constitucional de Habeas Corpus protege la libertad individual o

derechos conexos (libertad personal, física y ambulatoria) su objeto o

finalidad última es reponer las cosas al estado anterior a la amenaza o

violación del derecho constitucional.

Claro está que la amenaza o violación de derecho constitucional tienen un

responsable, pero el objeto del Habeas Corpus no es precisamente realizar

una función punitiva, posteriormente ello se hará efectivo en la vía penal,

sino lo que le interesa al Habeas Corpus es que no se siga violando o impedir

que la amenaza de violación se haga efectiva del derecho constitucional

(libertad personal y conexos).

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4. CARACTERISTICAS

 Sumarísimo: En el Habeas Corpus se reclama un derecho individual

(libertad personal y conexos) es necesario que la solución al pedido sea

rápida, a fin de proteger a los derechos constitucionales de las personas.

 Concreto: No se discute la existencia del derecho sino los actos que

amenazan o lesionan el derecho constitucional que tiene una persona, tal

como lo afirma Rafael Bielsa.

 No Formalista: Entendido como un proceso que sea regido en sus normas,

esto es, formalista, por el contrario las normas procesales deben ser flexibles

dada la naturaleza de los derechos cuya tutela se exige.

5. TIPOS DE HABEAS CORPUS

La doctrina ha elaborado la tipología de los diferentes Habeas Corpus que

pueden presentarse, claro está, que todos ellos se encuentran dirigidos a

controlar el respeto a la vida e integridad de la persona.

Al tratar el tema del proceso constitucional de Habeas Corpus

necesariamente debemos de tener en cuenta los efectos, pues el mismo puede

ser reparador cuando remedia la violación ya consumada, en cambio, es

preventivo si se pretende evitar la violación o agresión (amenaza).

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1) HABEAS CORPUS REPARADOR.- Conocido como habeas

corpus principal, clásico o tradicional, se presenta como la privación

de la libertad física es arbitraria, ya sea que provenga por mandato

judicial expedida por los jueces en general, orden policial, omisión

en dar libertad a un sentenciado que cumplió su pena o disponer sin

las formalidades de ley el internamiento en centro psiquiátrico de una

persona.

Este es el tradicional habeas corpus que se conoce, el mismo que

procederá cuando no la detención no se ha producido en estado de

flagrancia. En puridad, el habeas corpus reparador representa

modalidad clásica o inicial destinada a promover la reposición de la

libertad de una persona indebidamente detenida.

2) HABEAS CORPUS RESTRINGIDO.- Llamado también

accesorio o limitado, cuando la libertad física o de locomoción es

objeto de perturbaciones o incomodidades o molestias para su

desarrollo normal, no para atender supuestos de detención arbitraria

(o de su amenaza) lo cual constituye una limitación al

desplazamiento.

Como ejemplo podemos mencionar las rejas que se colocan en las

calles, el seguimiento de personas para cobros, citaciones policiales

dictadas injustificadamente, vigilancia domiciliaria injustificada,

5
impedimento al ingreso de algún establecimiento público o privado,

entre otros.

3) HABEAS CORPUS CORRECTIVO.- Mediante el cual se

determina la razonabilidad y proporcionalidad de las limitaciones

impuestas a las personas recluidas en establecimiento a

penitenciarios, centros de readaptación juvenil y centros de salud.

Actuaria para subsanar la agravación de las limitaciones legalmente

seguimientos.

En efecto, en el caso Alejandro Rodríguez Medrano vs. La

Presidencia del Instituto Nacional Penitenciario y otro (Exp. N° 726-

2012-HC/TC), el tribunal constitucional señalo que: “mediante este

medio procesal puede efectuarse el control constitucional de las

condiciones en las que se desarrolla la restricción del ejercicio de la

libertad individual, en todos aquellos casos en que este se haya

decretado judicialmente” Así, procede ante la amenaza o acto lesivo

del derecho a la vida, la integridad física y psicológica, o del derecho

a la salud de los reclusos o persona que se encuentran bajo una

especial relación de sujeción internados en establecimientos de

tratamientos públicos o privados (tal el caso de personas internadas

en centros de rehabilitación y de menores, en internados

estudiantiles, etc.).

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Igualmente, es idóneo en los casos en que por acción u omisión,

importen violación o amenaza del derecho al trato digno o se

produzcan tratos inhumanos o degradantes. Es también admisible la

presentación de esta modalidades n los casos de arbitraria restricción

del derecho de visita familiar a los reclusos; de ilegitimidad del

traslado de un recluso de un establecimiento penitenciario a otro; y

por la determinación penitenciaria de cohabitación en un mismo

ambiente de reos en cárcel de procesados y condenados

4) HABEAS CORPUS PREVENTIVO.- Se presenta cuando existe

una amenaza cierta e inminente a la privación de la libertad. El

mismo que puede tener dos modalidades:

 Habeas Corpus Principal: Que opera ante la amenaza de detención

 Habeas Corpus Restringido: Como el riesgo a sufrir restricciones

menores como seguimientos.

En efecto en el caso de Patricia Garrido Arcentales y otro contra el

capital PNP Henry Huertas (Exp. N° 399-96-HC/TC), el Tribunal

Constitucional preciso: “Que, en cuanto a las llamadas telefónicas a

través de las cuales se amenazaría con detener a los recurrentes,

según afirman, este Tribunal considera que no se han dado los

supuestos para que se configure una situación que constituya

amenaza a la libertad personal que haga procedente al acción de

Habeas Corpus, es decir, tal como la consagra el Art. 4 de la Ley N°

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25398, se necesita que esta sea cierta y de inminente realización; se

requiere que la amenaza sea como conocida como verdadera, segura

e indubitable, que se manifieste con actos o palabras que no deje duda

alguna de su ejecución y propósito y eminente y posible esto es, que

no deje duda sobre su ejecución en plazo inmediato y previsible”.

5) HABEAS CORPUS TRASLATIVO.- También conocido como

habeas corpus de PRONTO DESPACHO, procede cuando cumplido

el plazo para que se resuelva un proceso penal, la judicatura no

cumple con resolverlo y mantiene con detención a una persona,

también contra otras violaciones al debido proceso. Cesar Landa

Arroyo, Teoría del Derecho Procesal Constitucional, Editorial

Palestra, Lima 2003, Pág. 116, refiere que en este caso “Se busca

proteger la libertad o condición jurídica del status de la libertad de

los procesados, afectados por la burocracias judiciales.

En efecto, en el caso Ernesto Fuentes Cano Vs. Vigésimo Cuarto

Juzgado Penal De Lima (Exp. N° 110-99-Hc-Tc), El Tribunal

Constitucional textualmente señalo lo siguiente: “ Que, el tercer

párrafo del Art, 9 del pacto internacional de derechos civiles y

políticos, aprobado mediante Decreto Ley N° 22128, dispone que

toda persona detenida o presa a causa de una infracción penal tiene

derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable y, en el caso de

autos se inicia el proceso en marzo de 1993, y en diciembre de 1997

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se encontraba en el estado de instrucción, por haber sido ampliada

esta ; y el hecho de no hacérsele completado la instrucción no

justifica que se mantenga privada de su libertad a una persona que ya

lo había estado por más de veinte meses, no dándole cumplimiento

así el artículo 137° del código procesal penal, en caso de efectivizarse

esta nueva orden de captura.

6) HABEAS CORPUS INSTRUCTIVO.- Es utilizado cuando no sea

posible ubicar el paradero de una persona detenida, con la finalidad

de garantizar la libertad y la integridad personal, sino, también

asegurar el derecho a la vida.

7) HABEAS CORPUS INNOVATIVO.- La intervención de la

judicatura es que no se repitan nuevos hechos que limiten al derecho

de libertad física del justiciable, pese a que ya ceso la amenaza o la

violación de la libertad personal que dio origen al habeas corpus

planteado.

Al respecto, Domingo García Belaunde [Construcción Y Política,

Eddili, Lima 1991, Pág. 148], expresa que dicha acción de garantía

“Debe interponerse contra la amenaza y la violación de este derecho,

aun cuando este derecho, aun cuando este ya hubiera sido

consumado”. Asimismo, Cesar Landa Arroyo [tribunal

constitucional, estado democrático, editorial palestra, lima 2003,

9
pág. 193], acota que “A pesar de haber cesado la violación de la

libertad individual, sería legítimo que se plantee un habeas corpus

innovativo, siempre que el afectado no vea restringida a futuro su

libertad y derechos conexos”.

8) HABEAS CORPUS CONEXO.- Cuando el derecho reclamado

guarda relación o conexión con la libertad física o de locomoción.

Tales como la restricción del derecho a ser asistido por un abogado

defensor libremente elegido desde que una persona es citada o

detenida; o de ser obligado; a prestar juramento; o compelido a

declarar o reconocer culpabilidad contra uno mismo, o contraer la

conyugue, etc. Previstos en el Art. 3 de la Constitución-entroncados

con la libertad con la libertad física o de locomoción puedan ser

resguardadas.

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CAPÍTULO I

DERECHOS PROTEGIDOS

Artículo 25.- Derechos protegidos

Procede el hábeas corpus ante la acción u omisión que amenace o

vulnere los siguientes derechos que, enunciativamente, conforman la

libertad individual.

Este artículo presenta una numeración enunciativa de los derechos

que protege el habeas corpus, entonces no constituye un grupo

cerrado de derechos que se pueden proteger mediante este

mecanismo, sino que se pueden ir incorporando otros que tengan

simular naturaleza.

1.- La integridad personal, y el derecho a no ser sometido

a tortura o tratos inhumanos o humillantes, ni violentado

para obtener declaraciones.

Es numeral tiene relaciona la protección física y psicológica

de la persona, a que ninguna persona pueda menos cavarse su

identidad corporal, menos aun de ser sometido a torturas o

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tratos humillantes y desde luego ser violentado para obtener

declaraciones.

Un hecho que con bastante regularidad se presenta en los

procesos penales es el referido a que los procesados refieren

que las declaraciones inculpatorias prestadas a nivel policial

han sido producto de violencia, y cuando no sometidos a

tratos inhumanos o humillantes; sin embargo, en muy pocos

casos se ha probado que ello fuera así; entonces, este derecho

se ha convertido en mayoría de los casos en un argumento de

tratar de evadir la responsabilidad penal, más aún, si en las

declaraciones aparece la intervención del Ministerio Publico,

queda perfectamente delineado que estos hechos deben ser

puestos de inmediato en conocimiento de la judicatura para

evitar que se produzcan excesos y no pasar después a

constituir argumentos de defensa.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 803-2003-HC/TC

LIMA 30-11-2004

Antecedentes

12
El recurrente con fecha 30 de enero 2003 interpone acción de habeas corpus

contra la tercera sala Penal de la Corte Superior de Arequipa, integrada por

los señores vocales, por violación a su derecho constitucional a la libertad

personal. Requiere que al sala emplazada le revoca el beneficio penitenciario

de semi libertad que le fuera concedido por el tercer juzgado Penal de Lima

en el Procesal Penal N° 72-896 seguido en su contra, aduce que la emplazada

arbitrariamente dispuso que cumpla con el integro de la pena revocada de

tres años la que comienza a correr desde el 28 de octubre de 2002 y vence 27

de octubre de 2005 asimismo que ilegalmente la accionada dispuso que a

partir de esta última se empieza a cumplirla segunda pena por la que se

encuentra recluido. Finalmente, alega que la acumulación aritmética de las

penas impuestas lesiona su derecho a la libertad individual.

FUNDAMENTOS

Por consiguiente, la aplicación sucesiva de penas al demandante ha sido

dictada con arreglo al artículo 2°, inciso 24 literal b) de la constitución, que

establece que los límites del derecho a la libertad deben sujetarse a los

procedimientos, causas y condiciones previstas en la ley, en consecuencia,

no se acredita la vulneración constitucional que sustenta la demanda.

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda.

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2.- El derecho a no ser obligado a prestar juramento ni

compelido a declarar o reconocer culpabilidad contra sí

mismo, contra su cónyuge, o sus parientes dentro del cuarto

grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Es un principio elemental la defensa de toda persona,

entendida como la protección con la que cada individuo cuida

su integridad física, y es en ese sentido que toda persona en

el proceso penal tiene el derecho a ser considerado inocente

hasta que el estado no demuestre la responsabilidad del

mismo, deviniendo en un acto nulo y violario del derecho a

la persona a que se obligue a prestar juramento para reconocer

su culpabilidad, su conyugue y parientes dentro del cuarto

grado de consanguinidad o segundo de afinidad.

Es un proceso penal obligatoriamente si se quiere que

declaren los parientes de un procesado deberá hacérseles

presentes la libertad de declarar si lo desean; en caso de

hacerlo no pueden ser sometidos a juramento, hacerlo

equivaldría no solo lesionar el derecho fundamental sino

recibir una declaración invalida para efectos probatorias.

3.-El derecho a no ser exiliado o desterrado o confinado

sino por sentencia firme.

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El exilio se da cuando aún ciudadano se le separa de su hogar

y territorio en que reside, el derecho es comentario se refiere

cuando es aplicado como pena restrictiva de la libertad en el

caso de nacionales en el crédito de rebelión y la que el código

penal denomina como expatriación.

4.- El derecho a no ser expatriado ni separado del lugar

de residencia sino por mandato judicial o por aplicación

de la Ley de Extranjería.

Este inciso complementa al anterior, pero se refiere a la pena

accesoria aplicada a los extranjeros a la que el código penal

denomina expulsión.

Tanto la expatriación como la expulsión se ejecutaran

después de cumplida la pena principal.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 3966-2004-HC/TC

Lima 3-3-2005

Antecedentes

Con fecha 30 de diciembre de 2003, el recurrente interpone demanda de

hábeas corpus a favor de don Enrique José Benavides Morales, contra la

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Jueza del Quinto Juzgado Penal Especial de Lima, el Fiscal Adjunto

Supremo de la Primera Fiscalía Suprema en lo Penal, los magistrados de la

Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia y los miembros

integrantes de la Comisión de Extradición Activa, solicitando que se ordene

la suspensión del trámite de extradición activa del beneficiario y, en

consecuencia, se oficie al Ministerio de Relaciones Exteriores a efectos de

que el cuaderno de extradición no sea remitido a la República Federal de

Alemania; o, en todo caso, se disponga el inmediato cese de la amenaza de

violación a su libertad individual, ordenando que el gobierno peruano

revoque la solicitud de extradición acordada.

Delimitación Del Petitorio

El objeto de la demanda es que se disponga la suspensión del trámite de

extradición activa del beneficiario y que se oficie al Ministerio de Relaciones

Exteriores a efectos que el cuaderno de extradición no sea remitido a la

República Federal de Alemania, en donde se encuentra detenido el

beneficiario o, en todo caso, se disponga el inmediato cese de la amenaza de

violación a su libertad individual, ordenando que el gobierno peruano

revoque la solicitud de extradición acordada.

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.

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5.- El derecho del extranjero, a quien se ha concedido

asilo político, de no ser expulsado al país cuyo gobierno lo

persigue, o en ningún caso si peligrase su libertad o

seguridad por el hecho de ser expulsado.

Este derecho se encuentra reconocido por el artículo

36°Constitucion Política, que consisten en la protección que

otorga un Estado a un ciudadano extranjero que es perseguido

por razones políticas.

El asilo se divide en diplomático (otorgado en la embajadas)

y territorial (en el territorio).por razones de derechos

humanos no se puede entregar al Estado que lo persigue a la

persona extranjera que obtenido asilo político; y en ningún

caso si peligrase su libertad y seguridad, norma que es

consecuente con la protección de los derechos fundamentales

de la persona.

6.- El derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes

a ingresar, transitar o salir del territorio nacional, salvo

mandato judicial o aplicación de la Ley de Extranjería o de

Sanidad.

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Obviamente el derecho de transitar es ilimitado, salvo que

exista un mandato judicial que limite el derecho

(impedimento de salida país, prohibición de ausentarse de

lugar de residencia); asimismo, por razones de salud pública

puede restringirse el ingreso o salida de las personas que se

presuma puedan ocasionar daños en la salud de los demás.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 3247-2004-HC/TC

Lima, 24-11-2014

Antecedentes

Con fecha 18 de agosto de 2004 el recurrente interpone acción de hábeas

corpus contra Edgar Barrón Vargas y Machie Ebisui de Barrón. Manifiesta

que los emplazados impiden su ingreso y circulación por una carretera

afirmada que conduce a la mina de su propiedad, que se encuentra en la

Concesión Minera Giovanna Hermosa; que dicha carretera pertenece a la

Red Vial Nacional, ubicada en el Km 14 de la Autopista Callao – Ventanilla,

hoy avenida Néstor Gambeta, distrito del Callao; que cuando ingresaba al

terreno eriazo de su propiedad, los emplazados, provistos de palos y perros,

en compañía de ocho personas, le impidieron el libre tránsito, situación que

hasta la fecha persiste, transgrediendo con ello su derecho constitucional a

transitar libremente.

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Fundamentos

En este orden de ideas, el emplazado propietario se encuentra obligado a

respetar tal gravamen, es decir, a permitir el libre paso de terceros por la

trocha carrozable denominada Av. Néstor Gambeta, sin impedir su uso, toda

vez que esta es una limitación legal al ejercicio de su derecho de propiedad,

en tanto que el libre tránsito por el predio sirviente es una facultad legal

conferida al accionante.

Por consiguiente, queda acreditada la afectación del derecho constitucional

del accionante, pues al impedírsele que transite libremente por la vía que da

acceso al denuncio minero de su propiedad, se está restringiendo su derecho

a transitar libremente por el territorio nacional, tal como lo señala el inciso

11), artículo 2°, de la Constitución.

Sin que lo expuesto constituya pronunciamiento respecto a la validez o

invalidez de la Resolución Ministerial que integra la trocha carrozable a la

Red Vial Nacional, conviene precisar que no le corresponde a este Colegiado

emitir pronunciamiento sobre la validez de dicho acto.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le

confiere la Constitución Política del Perú.

HA RESUELTO

Declarar FUNDADA la demanda.

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7.- El derecho a no ser detenido sino por mandato escrito

y motivado del Juez, o por las autoridades policiales en

caso de flagrante delito; o si ha sido detenido, a ser puesto

dentro de las 24 horas o en el término de la distancia, a

disposición del juzgado que corresponda, de acuerdo con

el acápite “f” del inciso 24) del artículo 2 de la

Constitución sin perjuicio de las excepciones que en él se

consignan.

Constituyen los casos más recurrentes en este tipo de proceso

constitucional.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 3914-2004-HC/TC

Lima, 29-12-2004

Antecedentes

1. Demanda

Con fecha 13 de agosto de 2004, el recurrente interpone acción de hábeas

corpus a favor de don Florencio Tomateo Espinoza contra el Cuadragésimo

Segundo Juzgado de Instrucción de Lima, Secretaria Carmen Velásquez,

Exp. N.° 273-2002, alegando la vulneración de su libertad personal, por la

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emisión de una arbitraria orden de captura en contra del favorecido, la cual

fue ejecutada por la autoridad policial el 24 de julio de 2004. Aduce que

cuando el beneficiario se presentó a la dependencia policial de manera

voluntaria a fin de esclarecer la denuncia en su contra, no se le permitió

realizar su descargo de ley a través de su declaración instructiva, tomándole

únicamente sus generales de ley, demostrando este hecho una clara

afectación de la presunción de inocencia y del derecho a la defensa.

2. Declaraciones indagatorias

Con fecha 13 de agosto del 2004, en su declaración indagatoria el favorecido

alega desconocer si sus familiares han interpuesto recurso de apelación

contra el mandato de detención, y afirma que no le tomó su declaración

instructiva por existir una huelga general de trabajadores del Poder Judicial.

Con fecha similar, en la declaración indagatoria tomada a la señora Yolanda

Gallegos, jueza del Cuadragésimo Segundo Juzgado Penal de Lima, ésta

alega que el accionante fue puesto a su disposición por el Cuarto Juzgado de

Procesos en Reserva de Lima el 26 de julio de 2004, por tener una orden de

captura, para que su juzgado determine la apertura del proceso que se le sigue

por delito contra la libertad – violación de la libertad sexual, con el

consecuente mandato de detención, y pese a que todo el proceso se ha

paralizado por el problema de la huelga de los trabajadores del Poder

Judicial, ha reprogramado la fecha de la continuación de la declaración

instructiva, según resolución emitida el 12 de agosto de dicho año.

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1. Contestación de la demanda

Con fecha 16 de agosto del 2004, el Procurador Adjunto a cargo de

las asuntos judiciales del Poder Judicial se apersona al proceso

solicitando que se declare de improcedente la demanda, por tratarse

el cuestionado de un proceso regular, en el cual el hábeas corpus no

puede ser eficaz.

2. Resolución de primera instancia

Con fecha 16 de agosto de 2004, el Cuadragésimo Sexto Juzgado

Penal de Lima declaró improcedente la demanda, argumentando que

la detención del accionante se realizó en virtud de un mandato de

detención expedido en un proceso regular, por su condición de No

Habido en la etapa policial.

3. Resolución de segunda instancia

Con fecha 13 de septiembre de 2004, la Sexta Sala Especializada en

lo Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de

Justicia de Lima, revocando la apelada, declaró infundada la

demanda, por fundamentos similares, e insistiendo en que se ha

respetado el debido proceso, por lo que el proceso debe considerarse

regular, y por ende, el derecho a la libertad personal no se ha

vulnerado.

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FUNDAMENTOS

1. La limitación del derecho a la libertad personal

Por lo expuesto, la supuesta afectación a la libertad personal del

demandante se sustenta en una actuación judicial sustentada en un

mandato judicial perfectamente permisible a la luz de las normas

constitucionales. En la Norma Suprema (artículo 2° inciso 24,

acápites “b” y “f” se señala que: “no se permite forma alguna de

restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos por la

ley”, y dentro de estos se señala que “nadie puede ser detenido sino

por mandamiento escrito y motivado del Juez o por las autoridades

policiales en caso de flagrante delito”.

En tal sentido, debe precisarse que el mandato de detención se emitió

dentro de un proceso judicial regular, por ser el favorecido objeto de

una acusación fiscal por el delito contra la libertad – violación de la

libertad sexual, acusación que puede ser materia de impugnación a

través de los recursos que en el proceso penal se otorgan a los

acusados. Por tanto, no hay afectación alguna a la libertad personal

del recurrente, y menos aún de la presunción de inocencia, por esta

garantía limitada en el caso de un mandamiento judicial de detención.

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2. La validez del proceso constitucional del Hábeas Corpus

El Código Procesal Constitucional, en su artículo 25°, precisa que

el hábeas corpus puede incoarse cuando se vulnera o amenaza la

libertad individual, pero se declarará improcedente en caso de que

el proceso judicial haya sido realizado de manera regular.

Justamente esta regularidad del hecho se advierte en el presente

caso, pues el mandato de detención fue expedido en virtud de las

pruebas y el grado de convicción del órgano judicial.

FALLO

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la

autoridad que le confiere la Constitución Política del Perú.

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la acción de hábeas corpus de autos.

8.- El derecho a decidir voluntariamente prestar el

servicio militar, conforme a la ley de la materia.

Anteriormente se producían las famosas levas, que consistían

en el reclutamiento realizado por fuerza de jóvenes en edad

del realizar el servicio militar; asimismo, todo joven se

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encontraba obligado a prestar dicho servicio militar.

Situación que ha cambiado con la ley N° 27178 que ahora da

la facultad para elegir si el joven desea realizar servicio

militar, eso gracias a la intervención de la Defensoría del

Pueblo.

Ley del Servicio Militar N° 27178

Articulo 6.- De la prohibición del reclutamiento forzoso

Queda prohibido el reclutamiento forzoso como

procedimiento de captación de personal para ser incorporado

al servicio en el activo.

9.- El derecho a no ser detenido por deudas.

Constituye un derecho fundamental en que la persona no

puede ser detenida por deudas; sin embargo, la excepción se

encuentra en el caso de alimentos, que llevado el proceso

correspondiente el obligado rehúye al pago de las mismas,

razón por la cual, en el proceso penal por omisión a la

asistencia familiar el Juez Penal puede ordenar la detención

del obligado.

JURISPRUDENCIA

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EXP. N° 3544-2004-HC/TC

Antecedentes

Con fecha 21 de mayo de 2004, el recurrente interpone acción de hábeas

corpus contra el titular del Decimonoveno Juzgado Laboral de Lima, doctor

Sandro Alberto Núñez de Paz; la titular a cargo del Decimocuarto Juzgado

Penal de Lima, doctora Claudia Almenara Álvarez; y la titular a cargo del

Tercer Juzgado Penal para Procesos en Reserva, doctora Sonia Pacora

Portilla. Manifiesta que mediante orden judicial se ordenó a la empresa

Fuerzas Especiales de Resguardo, Seguridad y Apoyo Delta S.A., de la que

es Gerente General, el pago de los beneficios sociales de don Teobaldo Lima

Quispe Huamán y que, ante el impago de los mismos, el titular del

Decimonoveno Juzgado Laboral de Lima lo denunció por el delito de

violación a la libertad de trabajo, iniciándosele proceso ante el Decimocuarto

Juzgado Penal de Lima. Asimismo, señala que la Juez a cargo del Tercer

Juzgado Penal para Procesos en Reserva ordenó su inmediata ubicación y

captura. Alega que tales hechos vulneran el principio de legalidad penal,

reconocido en el artículo 2, inciso 24, literal “d”, de la Constitución Política,

puesto que el delito que se le atribuye, tipificado en el artículo 168 del Código

Penal, sanciona a quien “incumple resoluciones dictadas por la autoridad

competente”, encontrándose excluida de ello la “autoridad jurisdiccional”.

Agrega que tal supuesto solo es aplicable en materia de violación de libertad

de trabajo, y no en el caso de deudas o de obligaciones de dar sumas de dinero

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dispuestas por el Poder Judicial, por lo que, a su juicio, también se ha violado

la prohibición constitucional de la prisión por deudas.

Realizada la investigación sumaria, la titular del Decimocuarto Juzgado

Penal de Lima sostiene que no constituye violación o amenaza de violación

de derechos constitucionales abrir instrucción contra una persona

previamente denunciada por el Ministerio Público. Por su parte, la titular del

Tercer Juzgado Penal para Procesos en Reserva manifiesta que el accionante

fue declarado reo ausente en el proceso seguido en su contra por el delito

contra la libertad de trabajo ante el Decimocuarto Juzgado Penal de Lima,

derivándose los actuados a su despacho a efectos de que dispusiera su

ubicación y captura.

El Trigésimo Sexto Juzgado Penal de Lima, con fecha 2 de junio de 2004,

declara improcedente la demanda, por considerar que, de conformidad con

el inciso 2) del artículo 6° de la Ley N.º 23506, no proceden las acciones de

garantía contra resoluciones judiciales emanadas de procedimiento regular.

La recurrida confirma la apelada estimando que la calificación del delito no

es materia que pueda ser dilucidada en un proceso constitucional, pues ello

es competencia exclusiva de la justicia ordinaria.

FUNDAMENTOS

27
1. Sin ingresar a evaluar el fondo de la controversia, este Tribunal considera

que debe desestimarse, por prematura, la demanda. En efecto, conforme

se ha acreditado de autos, el recurrente ha alegado la excepción de

naturaleza de acción, la misma que, después de haberse declarado

infundada, fue apelada, no advirtiéndose en autos que el recurso haya

sido resuelto. Por lo demás, tampoco se ha acreditado que exista una

sentencia condenatoria que tenga la condición de firme.

2. Respecto de la alegada violación de la interdicción de la prisión por

deudas, este Colegiado considera que si bien el artículo 2, inciso 24,

literal “c”, de la Constitución Política vigente establece como uno de los

contenidos constitucionalmente garantizados de la libertad y seguridad

personales, que “no hay prisión por deudas”, lo que garantiza al

ciudadano frente a privaciones de la libertad individual por

incumplimiento de obligaciones cuyo origen sea de carácter civil, en el

presente caso, la resolución judicial que ordena la ubicación y captura del

accionante no se funda en el incumplimiento de pago, sino en su

condición de reo contumaz.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que

le confiere la Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda.

28
10.-El derecho a no ser privado del documento

nacional de identidad, así como de obtener el

pasaporte o su renovación dentro o fuera de la

República.

Toda persona tiene el derecho a la identificación, razón por

la cual no se le puede privar del único documento que acredita

su personalidad como el documento nacional de identidad,

digo único, porque mediante este se realiza todos los actos

privados y públicos de la persona.

11.- El derecho a no ser incomunicado sino en los casos

establecidos por el literal “g” del inciso 24) del artículo 2

de la Constitución.

El facultando para disponer la incomunicación de una

persona es el Juez en el correspondiente proceso penal,

siempre y cuando sea necesario para el esclarecimiento de un

delito y por tiempo limitado, norma que se encuentra su

desarrollo en el actual Código de Procedimientos Penales.

29
12.- El derecho a ser asistido por un abogado defensor

libremente elegido desde que se es citado o detenido por

la autoridad policial u otra, sin excepción.

Constituye un derecho no solo tomar conocimiento de los

hechos que se imputan sino también ser asistido por abogado

de su elección, en caso que la persona carezca de medios

económicos el estado le proporciona a dicho profesional, que

es el defensor de oficio, claro está, que esta facilidad se

presenta en el ámbito penal. En el desarrollo de los procesos

penales se ha apreciado que como una maniobra dilatoria que

el defensor designado inasiste a las audiencias, postergando

las mismas, situación que puede ser corregida con el

nombramiento del defensor de oficio, en caso que se

evidencia una maniobra dilatoria.

Este derecho en caso que se vulnere debe ser protegido por el

Habeas Corpus conexo.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 2028-2004-HC/TC

Arequipa, 5-7 -2014

Antecedentes

30
La accionante, con fecha 8 de marzo de 2004, interpone hábeas corpus contra

el Juez del Octavo Juzgado Penal Colectivo con Reos en Cárcel de Arequipa, don

Carlos Mendoza Banda, sosteniendo que es procesada por el delito de terrorismo

(Expediente N° 2181-2003), y que desde el 12 de enero de 2004 ha presentado

recursos ante el Juzgado Penal demandado que no han sido admitidos por carecer

de firma de letrado, hecho que vulnera el derecho constitucional de defensa,

reconocido en el artículo 139°, inciso 14) de la Constitución Política del Perú.

Realizada la investigación sumaria, el Juez emplazado rinde su declaración

explicativa negando los cargos.

El Quinto Juzgado Especializado en lo Penal de Arequipa, con fecha 11 de

marzo de 2004, declaró fundada la demanda, por estimar que el texto del artículo

8°.2 de la Convención Americana de Derechos Humanos establece el derecho del

inculpado a defenderse personalmente o a ser asistido por un defensor de su

elección.

La recurrida revoca la apelada y, reformándola, declara improcedente la

demanda, por considerar que la doble dimensión (formal y material) que conforma

el derecho de defensa solamente puede ser ejercida por el inculpado, como un todo,

cuando éste a la vez tiene la condición de abogado, debidamente capacitado y

habilitado conforme a la ley; por consiguiente, está facultado a defenderse

personalmente.

31
FUNDAMENTOS

1. Delimitación del petitorio

a) El objeto de la demanda es que se tutele el derecho de defensa de la accionante,

alegando que en la causa penal que se le sigue ha presentado diversos recursos

que han sido rechazados por carecer de firma de letrado.

2. Materia de controversia constitucional: El derecho de defensa

b) La Constitución Política del Perú, en su artículo 139°, inciso 14), reconoce el

derecho de defensa. El Tribunal Constitucional considera que el principio de no

ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso, constituye una

de las condiciones indispensables para que un proceso judicial sea realizado con

arreglo al debido proceso.

c) El ejercicio del derecho de defensa, de especial relevancia en el proceso penal,

tiene una doble dimensión: una material, referida al derecho del imputado de

ejercer su propia defensa desde el mismo instante en que toma conocimiento de

que se le atribuye la comisión de determinado hecho delictivo; y otra formal, lo

que supone el derecho a una defensa técnica, esto es, al asesoramiento y

patrocinio de un abogado defensor durante todo el tiempo que dure el proceso.

Ambas dimensiones del derecho de defensa forman parte del contenido

constitucionalmente protegido del derecho en referencia. En ambos casos, se

garantiza el derecho a no ser postrado a un estado de indefensión.

32
d) Al respecto, en casos análogos al de autos, el Tribunal Constitucional ha

afirmado anteriormente (Expediente N.° 1323-2002-HC/TC), que ambas

dimensiones del derecho de defensa pueden ser ejercidas por un abogado que, al

mismo tiempo, es procesado. Para ello, es preciso que el letrado esté

debidamente capacitado y habilitado conforme a ley; y, en particular, que no esté

comprendido en ninguno de los impedimentos previstos en los artículos 285°,

286° y 287° del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

e) En otras palabras, reconocer el ejercicio del derecho de defensa en forma

integral, a un procesado que no ostenta la calidad de abogado, implicaría

someterlo a un estado de indefensión por ausencia de una asistencia letrada,

versada en el conocimiento del Derecho y de la técnica de los procedimientos

legales, situación que, además, quebranta el principio de igualdad de armas o

igualdad procesal de las partes.

f) Por lo expuesto, no se ha vulnerado el derecho constitucional invocado en la

demanda, puesto que la demandante puede ejercer personalmente su defensa en

los momentos procesales que le garantiza la ley penal de la materia, sin perjuicio

de ser asistida por un abogado de su elección, o en todo caso, contar con un

defensor de oficio asignado por el Estado.

33
g) Siendo así, las resoluciones judiciales que resolvieron negativamente

las peticiones en que la demandante ejerce su autodefensa, no resultan contrarias

a la ley, ni son incompatibles con las normas constitucionales de la materia.

Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que

le confiere la Constitución Política del Perú,

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus.

13.- El derecho a retirar la vigilancia del domicilio y a

suspender el seguimiento policial, cuando resulten

arbitrarios o injustificados.

Este derecho puede ser protegido por el Habeas Corpus

restringido que tiende a eliminar las perturbaciones o

molestias al derecho a la libertad de locomoción.

El derecho en comentario puede resultar arbitrario o

injustificado cuando no es razonable de la comisión de un

delito, si le está permitido a la policía efectuar los mismos,

considero que ello es posible, no obstante, es necesario

34
evaluar la razonabilidad y proporcionalidad de la misma en

caso en concreto.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 2648-2003-HC/TC

Lima, 29-11-2014

Antecedentes

Con fecha 18 de junio de 2003, los recurrentes Freddy Horacio Ara Ara y Felipe

Santiago Miranda Limache interponen acción de hábeas corpus contra el Procurador

Anticorrupción de Tacna, César Augusto Raffo Palza, y contra el Presidente de la

Asociación de Residentes del Distrito de Estique Pampa, César Rivera Montálico,

con el objeto que cese la afectación de su derecho a la libertad, que se respete la

inviolabilidad de su domicilio y se suspenda el seguimiento policial que se le aplica

a ambos. Alegan que los accionados emitieron declaraciones en todos los medios de

comunicación con el propósito de amedrentarlos, restringiéndoles su derecho

constitucional de elegir libremente el lugar de su residencia; también que se refieren

a ellos como “golondrinos” que variaron su domicilio real, a efectos de influir en los

comicios electorales. Finalmente, aducen que los accionados arbitrariamente han

solicitado información sobre ellos a la Reniec, y que han dispuesto constatación y

vigilancia policial en sus domicilios, excesos que lesionan sus derechos

constitucionales.

35
Realizada la investigación sumaria, los accionantes se ratifican en el contenido

de su demanda; alegando que los emplazados al referirse a ellos, en declaraciones

que como autoridades rinden en los medios de comunicación, los tratan como si

fueran culpables, sin tomar en cuenta la presunción de inocencia, lo cual atenta

contra su derecho a elegir libremente el lugar de su residencia, así como vulnera la

inviolabilidad de su domicilio y restringe su libertad ambulatoria. En tanto que los

emplazados no rinden sus declaraciones indagatorias pese a estar válidamente

notificados, a fojas 41/44.

El Juzgado Mixto de Tarata, con fecha 14 de mayo de 2004, declaró infundada

la demanda por considerar que no se ha acreditado, ni probado, la agresión de los

derechos constitucionales invocados.

La recurrida confirmó la apelada por los mismos argumentos.

FUNDAMENTOS

1. Los accionantes recurren al hábeas corpus para buscar tutela a su derecho de elegir

libremente su lugar de residencia, que consideran vulnerado por las declaraciones

periodísticas radiales y escritas vertidas por los emplazados en ejercicio de sus

cargos; a las cuales les atribuyen fines persecutorios.

2. El hábeas corpus es un mecanismo procesal específico de tutela de la libertad y

seguridad personales, y de derechos conexos, que se considera restringido –de

acuerdo a la doctrina- cuando se produce una continua y pertinaz limitación de la

36
libertad y seguridad personal, como es la restricción a la libertad de tránsito realizada

por un particular o autoridad, el seguimiento policial, las reiteradas citaciones de la

autoridad policial o las permanentes retenciones por control migratorio, buscándose

el cese de la afectación continua.

3. Del estudio de autos se advierte que, ante la proximidad del proceso electoral, que

culminara con el sufragio de fecha 17 de noviembre de 2002, muchos ciudadanos

efectuaron cambios domiciliarios masivos hacia la localidad de Estique Pampa y

Tarucachi; lo cual fue considerado por los accionados como la exteriorización de

voluntad de los votantes destinados a influenciar en los referidos comicios,

conforme lo expresaron en sus declaraciones periodísticas, que obran de fojas 78 a

84 de autos.

En tal sentido, no se acredita que las declaraciones vertidas por éstos a los medios

periodísticos lesionen la libertad locomotora o impidan el derecho al libre tránsito

de los accionantes, o que éstas transgredan su derecho a elegir libremente el lugar

de su residencia, el cual es ejercido por ambos en forma irrestricta, conforme se

acredita en la demanda como domicilio real la Calle Central N. º 57 del Distrito de

Estique Pampa. En consecuencia, este Colegiado estima que, al no acreditarse la

vulneración constitucional que sustenta la demanda, resulta de aplicación el artículo

2. º contrarius censu de la Ley de Hábeas Corpus y Amparo N.º 23506.

Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad

que le confiere la Constitución Política del Perú,

37
HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la acción de hábeas corpus.

14.- El derecho a la excarcelación de un procesado o

condenado, cuya libertad haya sido declarada por el juez.

Este derecho tiene que ver con la libertad declarada por el

juez, que ante ello no se proceda a la libertad del procesado o

condenado, obviamente se trata de una conducta renuente en

dar cumplimiento a un mandato judicial.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 549-2004-HC/TC

Lima, 21-1-2005

Antecedentes

La recurrente, con fecha 10 de setiembre de 2003, interpone acción de hábeas

corpus a favor de su patrocinado Manuel Rubén Moura García, contra los

vocales de la Segunda Sala Penal Para Procesos con Reos en Cárcel de la Corte

Superior de Justicia de Lima, integrada por Biaggi, Izaga y Saquicuray, con el

objeto que se ordene la inmediata libertad del beneficiario, por exceso de

detención. Aduce que el favorecido fue detenido el día 18 de febrero de 2003 en

38
la ciudad de Tarapoto, e internado el 20 de marzo del mismo año en el

Establecimiento Penal Miguel Castro Castro, sin que a la fecha se le haya

juzgado de conformidad al artículo 321.º del Código de Procedimientos Penales;

por lo que solicita su excarcelación, dado que tanto la detención indefinida que

lo aqueja como el proceso penal sin duración determinada que se le sigue,

transgreden sus derechos constitucionales a la libertad individual y al debido

proceso en el extremo de ser juzgado en un plazo razonable.

Alega que contra el beneficiario se dictó mandato de detención y que, al haber

transcurrido 50 meses sin haberse expedido sentencia, este Tribunal dispuso su

libertad mediante pronunciamiento recaído en el Expediente N.º 961-2000-HC;

siendo excarcelado con fecha 19 de enero de 2001. Alega, también, que luego su

patrocinado, en calidad de reo libre, asistió a las audiencias públicas señaladas

por la sala emplazada hasta la fecha de lectura de sentencia, diligencia judicial a

la cual no pudo concurrir por encontrarse mal de salud, pero que éste, luego,

solicitó se señale nueva fecha para dicha diligencia, el cual fue denegado.

Finalmente, alega que el favorecido ya tenía la condición de reo libre por

resolución expedida por el Tribunal Constitucional, y que, al no existir mandato

de detención definitiva dictado en su contra, dicha condición jurídica aún

subsiste, por lo que su detención ha devenido en arbitraria e ilegal.

FUNDAMENTOS

1. La accionante solicita que se ordene la inmediata excarcelación del favorecido

porque considera que su tardío juzgamiento, pese a tratarse de un proceso

39
reservado, sumado al hecho de que no se haya expedido sentencia, lesiona sus

derechos constitucionales. En tal sentido, el derecho que se alega como

vulnerado es el de no juzgado dentro de un plazo razonable.

DELIMITACIÓN DEL PETITORIO

2. Del contenido de la demanda se infiere un doble petitorio: primero, solicita un

pronunciamiento sobre una supuesta vulneración al debido proceso en el

extremo de tramitación in limite del proceso penal seguido en su contra; y

segundo, un pronunciamiento respecto de una presunta detención arbitraria sin

previo mandato judicial.

El derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas

3. En relación al derecho a ser juzgado sin dilaciones indebidas, este Tribunal

considera pertinente recordar que el derecho a que una persona sea juzgada

dentro de un plazo razonable no se encuentra expresamente contemplado en la

Constitución. Sin embargo, se trata de un derecho que coadyuva el pleno respeto

de los principios de proporcionalidad, razonabilidad, subsidiariedad, necesidad,

provisionalidad y excepcionalidad, que debe guardar la duración de un proceso

para ser reconocido como constitucional. Se trata, propiamente, de una

manifestación implícita del derecho al debido proceso y la tutela judicial

efectiva reconocida en la Carta Fundamental (artículo 139 3 de la

40
Constitución) y, en tal medida, se funda en el respeto a la dignidad de la persona

humana.

Es necesario precisar que el derecho a la razonabilidad del plazo de la prisión

preventiva es distinto –tanto en su contenido como en sus presupuestos– del

derecho a la razonabilidad del plazo del proceso en su totalidad, al que hace

alusión el artículo 8°1 de la Convención Americana.

4. Por lo demás, la interpretación que permite a este Tribunal reconocer la

existencia implícita del referido derecho en la Constitución, se encuentra

plenamente respaldada por su Cuarta Disposición Final y Transitoria, que exige

que las normas relativas a los derechos y las libertades que la Constitución

reconoce se interpreten de conformidad con los tratados sobre derechos

humanos ratificados por el Perú.

5. Al respecto, debe señalarse que existen diversos tratados en materia de

derechos humanos, ratificados por el Estado, que sí reconocen expresamente este

derecho. Tal es el caso del artículo 9°3 del Pacto Internacional de Derechos

Civiles y Políticos, que establece que “toda persona detenida tendrá derecho a

ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad”. Por su parte,

el artículo 7°5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, reconoce

el derecho de “toda persona detenida o retenida a ser juzgada dentro de un plazo

razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe el proceso”.

41
Según el artículo 9.4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

"Toda persona que sea privada de libertad en virtud de detención o prisión

tendrá derecho a recurrir ante un tribunal, a fin de que éste decida a la brevedad

posible sobre la legalidad de su prisión y ordene su libertad si la prisión fuera

ilegal".

A mayor abundamiento, el artículo 8.1 de la Convención establece que:

Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y

dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,

independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en

la sustanciación de cualquier acusación penal formulaba contra ella,

o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,

laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

5. En tal sentido, el principio de “plazo razonable” al que hacen referencia los

artículos 7.5 y 8.1 de la Convención Americana, tiene como finalidad impedir

que los acusados permanezcan largo tiempo bajo acusación y asegurar que ésta

se decida prontamente.

6. En consecuencia, el derecho a que el proceso tenga un límite temporal entre su

inicio y fin, forma parte del núcleo mínimo de derechos reconocido por el

sistema internacional de protección de los derechos humanos, y, por tanto, no

puede ser desconocido.

42
Esta sentencia se ocupa sólo del segundo de los referidos derechos, es decir,

del derecho de toda persona a ser juzgada dentro de un plazo razonable, esto

es, el derecho de todo justiciable de no padecer dilaciones indebidas, o, dicho

de otro modo, la obligación del Estado de proveer recursos judiciales efectivos.

Razonabilidad de la duración de un proceso penal

7. Es evidente la imposibilidad de que en abstracto se establezca un único plazo a

partir del cual la tramitación de un proceso pueda reputarse como irrazonable.

Ello implicaría asignar a los procesos penales una uniformidad objetiva e

incontrovertida, supuesto que es precisamente ajeno a la grave y delicada tarea

que conlleva merituar la eventual responsabilidad penal de cada uno de los

individuos acusados de la comisión de un ilícito.

8. Este criterio es compartido, por ejemplo, por el Tribunal Europeo de Derechos

Humanos (TEDH), al referir que “el plazo razonable (...) no puede traducirse en

un número fijo de días, semanas, meses o años, o en varios períodos dependiendo

de la gravedad del delito" (Caso Stogmuller. Sentencia del 10 de noviembre de

1969, párrafo 4).

En tal sentido, para determinar si dicha razonabilidad ha sido rebasada, es preciso

atenerse a las específicas circunstancias de cada caso concreto.

43
9. Sin embargo, la imposibilidad de establecer un plazo único e inequívoco para

evaluar la razonabilidad o irrazonabilidad del tiempo de duración de un proceso,

no impide el establecimiento de criterios o pautas que, aplicadas a cada situación

específica, permitan al juez constitucional determinar la afectación del derecho

constitucional a ser juzgado más allá del tiempo razonablemente necesario. A

continuación, el Tribunal procede a desarrollar los referidos criterios.

Criterios de evaluación para determinar la razonabilidad

10. Sobre este tema, la Corte Interamericana, siguiendo el criterio expuesto por el

Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ha señalado que “se debe tomar en

cuenta tres elementos para determinar la razonabilidad del plazo en el cual se

desarrolla el proceso: a) la complejidad del asunto, b) la actividad procesal del

interesado y c) la conducta de las autoridades judiciales” (Sentencia de la CIDH,

Caso Suárez Rosero, de 12 de noviembre de 1997, fund. 72).

a) La complejidad del asunto

11. En relación a la complejidad del asunto, este Tribunal considera pertinente

recordar, tal como lo hiciera en la sentencia recaída en el caso Berrocal

Prudencio (Expediente N°. 2915-2004-HC/TCL ), que para valorar la

complejidad de un caso es menester tomar en consideración factores tales como

44
la naturaleza y gravedad del delito, los hechos investigados, los alcances de la

actividad probatoria para el esclarecimiento de los eventos, la pluralidad de

agraviados o inculpados, o algún otro elemento que permita concluir, con un

alto grado de objetividad, que la dilucidación de una determinada causa resulta

particularmente complicada y difícil.

b) Actividad procesal del interesado

12. En lo que respecta a la valoración de la actividad procesal del procesado, a

efectos de determinar la razonabilidad del plazo, es preciso distinguir el uso

regular de los medios procesales que la ley prevé y la falta de cooperación

mediante la pasividad absoluta del imputado (muestras ambas del ejercicio

legítimo de los derechos que el Estado Constitucional permite), de la

denominada “defensa obstruccionista” (signo inequívoco de la mala fe del

procesado y, consecuentemente, recurso repudiado por el orden constitucional).

En consecuencia, “La demora sólo puede ser imputable al acusado si éste ha

abusado de su derecho a utilizar los resortes procesales disponibles, con la

intención de atrasar el procedimiento” (Informe N.° 64/99, Caso 11.778, Ruth

Del Rosario Garcés Valladares. Ecuador, 13 de abril de 1999. Asimismo, Caso

Wemhoff, TEDH, párrafo 2; y Caso Neumeister, TEDH, párrafo 2).

13. En reiterada jurisprudencia este Colegiado ( Caso Bozzo Rotondo Expediente

N°. 0376-2003-HC/TC, FJ. 9 C) ha sostenido que “[s]i bien todo procesado

45
goza del derecho fundamental a la no autoincriminación, una de cuyas

manifestaciones incluso autoriza al inculpado a guardar un absoluto silencio y

la más imperturbable pasividad durante el proceso, en el correcto supuesto de

que debe ser la parte acusatoria la encargada de desvanecer la inocencia

presunta, ello no le autoriza para que mediante actos positivos se desvíe el

camino del aparato estatal en la búsqueda de la verdad dentro del proceso”.

En este orden de ideas, podría merituarse como defensa obstruccionista todas

aquellas conductas intencionalmente dirigidas a obstaculizar la celeridad del

proceso, sea la interposición de recursos que, desde su origen y de manera

manifiesta, se encontraban condenados a la desestimación, sea las constantes y

premeditadas faltas a la verdad que desvíen el adecuado curso de las

investigaciones, entre otros. En todo caso, corresponde al juez penal demostrar

la conducta obstruccionista del procesado.

c) Actuación de los órganos judiciales: PRIORIDAD Y DILIGENCIA

DEBIDA

14. En relación a la actuación de los órganos judiciales, este Tribunal, en reiterada

jurisprudencia (Caso Berrocal Prudencio Expediente N°. 2915-2004-HC/TC),

ha sostenido que será preciso evaluar el grado de celeridad con el que se ha

tramitado el proceso, sin perder de vista en ningún momento el especial celo

que es exigible a todo juez encargado de dilucidar una causa en la que se

encuentra un individuo privado de su libertad. En tal sentido, serían

46
especialmente censurables, por ejemplo, la demora en la tramitación y

resolución de los recursos contra las decisiones que imponen o mantienen la

detención preventiva; las indebidas e injustificadas acumulaciones o

desacumulaciones de procesos; o, como estableciera el TEDH, los repetidos

cambios de juez instructor, la tardanza en la presentación de un peritaje o en la

realización de una diligencia en general (Caso Clooth, párrafo 45).

15. En cuanto a la duración in limite del proceso penal, que invoca el accionante,

de autos se advierte que el actor es procesado por los delitos de tráfico ilícito

de drogas y peligro común, en la modalidad de tenencia ilegal de armas,

Expediente N°1826-2000, en el cual se dictara mandato de detención; siendo

excarcelado al declararse fundado el hábeas corpus interpuesto por exceso de

detención. Concurriendo, luego, en forma continua, durante más de un año, a

las audiencias públicas de su juzgamiento, iniciado el 15 de junio de 2001,

hasta, inclusive, el día 8 de julio de 2002, fecha en la cual se le notifica su

concurrencia obligatoria a la diligencia de lectura de sentencia, bajo

apercibimiento de revocarse la libertad que viene gozando, conforme se acredita

de las Actas de Audiencia que en copias certificadas obran en autos de fojas

140 a fojas 157.

16. No obstante ello, enterado que el representante del Ministerio Público durante

su requisitoria oral solicitó que se le impusiera la pena de cadena perpetua, no

concurre a dicha diligencia señalada para el día 11 de julio de 2002, aduciendo,

mediante un certificado médico, padecer de enterocolitis aguda, el cual, en

47
aplicación del artículo 321.º del Código de Procedimientos Penales, es resuelto

inmediatamente siendo declarado reo contumaz a solicitud fiscal, reservándose

su juzgamiento y disponiéndose su captura, conforme se acredita de autos de

fojas 201 a fojas 203.

De lo cual se colige que la sala accionada, al disponer la reserva del proceso en

lo que respecta al accionante, respetó el principio constitucional de no ser

condenado en ausencia, enunciado en el artículo 139º inc. 14 de la norma

fundamental.

17. Por consiguiente, está acreditado que las dilaciones indebidas del proceso penal

no son imputables a la negligencia del Colegiado que conoce del proceso, sino

que la demora es atribuible al accionante, quien abusando de su derecho a

utilizar los resortes procesales disponibles, con la intención de atrasar la

imposición de la su condena, no concurre a la diligencia de lectura de

sentencia.

Del derecho a la libertad individual

18. En cuanto a la presunta detención arbitraria invocada, del examen de la

resolución, que obra a fojas 165 de autos, se advierte que no existen elementos

de convicción que permitan aseverar que el mandato de detención se haya

dictado en forma subjetiva, arbitraria e inconstitucional. Antes bien, ésta, al

48
disponer su internamiento en un establecimiento penal, se adecuó a las

condiciones legales que establece el artículo 135° del Código Procesal Penal.

Esto es, prognosis de pena, peligro procesal y suficiencia probatoria.

Tanto más, si, conforme refiere la cuestionada, el Colegiado, al advertir de

autos la existencia de elementos de prueba que vinculan al actor con los hechos

imputados, asimismo, que la sanción a imponerse superaría los cuatro años de

pena privativa de libertad y la evidenciada actitud de evadir la acción de la

justicia demostrada en anterior oportunidad, procedió a dictar la medida. De lo

cual se colige que los criterios que sustentan la detención y el posterior

internamiento del accionante, en un establecimiento penal, son legítimos. En

consecuencia, el demandante se encuentra detenido por mandamiento escrito y

motivado del juez.

Por los fundamentos expuestos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que

le confiere Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda.

A. El derecho a que se observe el trámite correspondiente

cuando se trate del procedimiento o detención de las

personas, a que se refiere el artículo 99 de la Constitución.

49
Nuestra carta política contiene procedimientos de acusación

constitucional:

El antejuicio político

Constituye un beneficio a que tiene derecho el presidente de

la república, los congresistas, los ministros de estado, los

miembros del tribunal constitucional los miembros del

consejo nacional de la magistratura, los vocales de la corte

suprema, los fiscales supremos, el defensor del pueblo y el

controlador general de la república, de no ser procesados por

los tribunales ordinarios, si previamente no han sido

sometidos a un procedimiento previamente regulado ante el

congreso, donde se los hechos que se imputan tienen

contenido penal, esto es, que se les reputa una

responsabilidad penal.

El juicio político

Es la sanción política contra los altos funcionarios del estado

por responsabilidades políticas que cometan el ejercicio de

50
sus funciones, en lo que se denomina acusación

constitucional.

El artículo es comentario tiene que ver con el antejuicio

constitucional; asimismo se ha legislado sobre materia de la

manera siguiente:

Articulo 1.- titular de la investigación preliminar

El fiscal de la nación puede realizar investigaciones

preliminares al procedimiento de acusación constitucional

por la presunta comisión de delitos de función atribuidos a

funcionarios del estado comprendidos en el Artículo 99 de la

constitución.

El plazo de la investigación preliminar no excederá de 60

(sesenta) días naturales. En caso de encontrar evidencias o

indicios razonables de la comisión de los delitos a que se

refiere el párrafo procedente, el Fiscal de la Nación formula

la denuncia constitucional correspondiente, adjuntando copia

autentica de los actuados en dicha investigación.

Artículo 2.- Medidas limitativas de derecho

51
Los funcionarios del Estado comprendidos en el Artículo 99

de la Constitución pueden ser objeto de las medidas

limitativas de derechos previstas en la Ley N° 27379. Esta

disposición no es aplicable a los funcionarios mencionados

en el primer párrafo del Artículo 93 de la Constitución.

Están excluidas de las medidas limitativas de derechos las

previstas en el Artículo 143 del código procesal penal, así

como las establecidas en el Artículo 2 de la Ley N° 27379 en

su inciso 1) y el impedimento de salir de la localidad en donde

domicilie o del lugar que se le fije previsto en su inciso 2).

El fiscal de la nación solicita la aplicación de las medidas

limitativas de derechos al vocal titular menos antiguo de la

sala penal de la corte suprema, el cual puede concederlas

mediante resolución motivada. Así mismo, puede pedir el

levantamiento del secreto bancario y la reserva tributaria sin

requerir autorización judicial.

Las subcomisiones investigadoras designadas por la

comisión permanente, esta última o el pleno del congreso,

según corresponda, pueden requerir al vocal titular menos

antiguo de la sala penal de la corte suprema la cesación,

modificación o imposición de las medidas limitativas

52
indicadas en el presente artículo, desde el inicio del

procedimiento de acusación constitucional y hasta que se

comunique al fiscal de la nación la resolución del congreso

que pone fin al procedimiento de acusación constitucional.

En caso de resolución acusatoria de contenido penal aprobada

por el congreso, la vigencia de dichas medidas se mantiene

hasta 30 (treinta) días naturales después de publicada la

resolución acusatoria.

JURISPRUDENCIA

EXP. N° 1011-2000-HC/TC

Lima, 18-01-2001

Antecedentes

El accionante interpone acción de hábeas corpus a favor de don Franciso Javier

Errázuriz Talavera, contra doña Nilda Egocheaga Ferrel, Jueza del Trigésimo

Cuarto Juzgado Especializado en lo Penal de Lima, ante la amenaza de la libertad

individual al haber dictado un Auto de Apertura de Instrucción contra el

beneficiario, no obstante asistirle la prerrogativa de inmunidad parlamentaria

como Senador de la República de Chile. Afirma que dicha prerrogativa configura

un impedimento procesal para la apertura de instrucción penal y que su

inobservancia conculca los principios del debido proceso jurisdiccional y el que

53
ninguna persona puede ser sometida a procedimiento distinto a los previamente

preestablecidos por ley, así como el derecho de defensa

La emplazada manifiesta que sólo los Jefes de Estado y Agentes Diplomáticos

están exentos de las leyes peruanas, conforme a los artículos 297º y 298º del

Código de Bustamante, y que su inmunidad es diferente a la inmunidad

parlamentaria; que el antejuicio "únicamente es aplicable a los congresistas

peruanos"; que el artículo 343º del citado código es una excepción, y, que, según

el artículo 10º del Código Penal, las prerrogativas de ciertas personas por su

función o cargo, deben de estar taxativamente previstas.

El Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público, a

fojas cuarenta, con fecha veinticinco de abril de dos mil, declaró improcedente la

acción de hábeas corpus, por considerar que sólo los Jefes de Estado y los

Agentes Diplomáticos están exentos de las leyes peruanas por motivos de

función, y que la inmunidad de éstos es diferente a la inmunidad parlamentaria;

que el antejuicio es sólo aplicable a congresistas peruanos; que el artículo 10º del

Código Penal establece que las prerrogativas deben estar taxativamente previstas

en las leyes o los tratados internacionales, no existiendo ninguno aplicable al

54
beneficiario, y, que, tratándose de un proceso penal en curso, las anomalías deben

resolverse dentro del mismo proceso.

FALLA

REVOCANDO la recurrida, que, confirmando la apelada, declaró improcedente

la demanda, y, reformándola, declara FUNDADA la acción de hábeas corpus; en

consecuencia, dispone se deje sin efecto el auto apertorio de instrucción en el

extremo que comprende a don Francisco Javier Errázuriz Talavera, Senador de

la República de Chile, como presunto responsable penal en el proceso signado

con el Expediente N.° 724-99, seguido ante el Trigésimo Cuarto Juzgado

Especializado Penal de Lima; ordena así mismo, se deje sin efecto toda medida

restrictiva de su libertad que dentro del proceso mencionado se haya dictado en

su contra, no siendo de aplicación el artículo 11° de la Ley N.° 23506. Dispone

la notificación a las partes, su publicación en el diario oficial El Peruano y la

devolución de los actuados.

15.-El derecho a no ser objeto de una desaparición

forzada.

El derecho a no objeto de desaparición forzosa debe

protegerse mediante el Habeas Corpus instructivo, mediante

55
el juez constitucional debe agotar los medios para ubicar a la

persona desaparecida.

16.- El derecho del detenido o recluso a no ser objeto de

un tratamiento carente de razonabilidad y

proporcionalidad, respecto de la forma y condiciones en

que cumple el mandato de detención o la pena.

También procede el hábeas corpus en defensa de los derechos

constitucionales conexos con la libertad individual,

especialmente cuando se trata del debido proceso y la

inviolabilidad del domicilio

Como ya se ha mencionado no se trata de una lista cerrada de

derechos susceptibles de ser protegidos por el proceso de

Habeas Corpus.

JURISPRUDENCIA

EXP. N°1790-2005-PHC/TC

Antecedentes

Con fecha 22 de diciembre de 2004, el recurrente interpone proceso

constitucional de hábeas corpus a favor de don Alan Michael Azizolahoff Gate,

contra el titular del Vigésimo Primer Juzgado Penal Especializado de Lima,

56
solicitando que se declare nula y sin efecto la orden de impedimento de salida del

país dictada en su contra con fecha 8 de julio de 2004, debiendo oficiar de tal

decisión a la División de Requisitorias de la Policía Judicial. Refiere que mediante

auto Apertorio del 17 de mayo de 2004 se le inició un proceso penal en el juzgado

denunciado, por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud – homicidio culposo,

en agravio de Maritza del Pilar Alfaro Melchiore y otros, habiéndose dictado

mandato de comparecencia restringida. Agrega que en dicho proceso el juez

denunciado, a solicitud de la parte civil, dictó medida cautelar de carácter personal

de impedimento de salida del país contra el beneficiario, por considerar que existía

el peligro de sustraerse a la acción de la justicia, debido a que, si bien había rendido

su declaración instructiva, lo hizo en segunda ocasión, además de no haber asistido

a las citaciones que se le hicieron en la investigación efectuada por el Congreso de

la República a consecuencia de los trágicos sucesos acontecidos en la discoteca

Utopía. De otro lado, sostiene que dicha resolución vulnera los derechos

constitucionales del beneficiario al libre tránsito, al debido proceso y la tutela

jurisdiccional, pues el mencionado juez ordenó el impedimento de salida del

beneficiario a pesar de haber sido recusado previamente por su abogado el día 2 de

julio de 2004, sin tener en cuenta que en dicha fecha se encontraba vigente el artículo

34.º del Código de Procedimientos Penales, modificado por la Ley N.º 27652, que

taxativamente señalaba las diligencias judiciales que el juez recusado estaba

autorizado a realizar, entre las cuales no se encontraba la de emitir pronunciamiento

sobre el petitorio de una medida cautelar de naturaleza procesal, como es el

impedimento de salida.

57
FUNDAMENTOS

1. La demanda tiene por objeto que se deje sin efecto la resolución judicial de fecha

8 de julio de 2004, que dictó impedimento de salida del país contra el

beneficiario del presente proceso constitucional.

Materia sujeta a análisis constitucional

2. En la presente resolución, este Colegiado debe llegar a determinar si la

resolución judicial que dispuso la medida de impedimento de salida del país en

contra del beneficiario ha vulnerado su derecho constitucional a la tutela

procesal efectiva y afectado su libertad individual.

Análisis del acto lesivo materia de controversia constitucional

3. En cuanto al fondo del asunto controvertido, se aprecia de lo actuado que al

beneficiario se le inició un proceso penal ante el Vigésimo Primer Juzgado Penal

Especializado de Lima, por el delito contra la vida, el cuerpo y la salud –

homicidio culposo, en agravio de Maritza del Pilar Alfaro Melchiore y otros,

víctimas de los lamentables sucesos acontecidos en la discoteca Utopía el 20 de

julio de 2002, habiéndose dictado en su contra mandato de comparecencia

restringida, mediante auto de apertura de instrucción del 17 de mayo de 2004.

Posteriormente, con fecha 2 de julio de 2004, el beneficiario, a través de su

abogado, formula recusación contra el juez denunciado, la misma que es

rechazada con auto de fecha 5 de julio del mismo año. En la misma fecha, la

58
parte civil solicita el impedimento de salida del país del favorecido con el

presente proceso constitucional, pedido que es resuelto el 8 del mismo mes con

la resolución cuestionada.

4. De los hechos señalados en el fundamento precedente se desprende que el juez

denunciado efectivamente dictó la orden de impedimento del país cuestionada

cuando ya había sido recusado. Sin embargo, este Colegiado, para poder

determinar si dicha actuación se encuadra dentro del marco constitucional y

legal o si, a consecuencia de ella, se vulneraron los derechos a la tutela procesal

efectiva y la libertad de tránsito del procesado, considera necesario previamente

repasar los criterios vertidos sobre este derecho fundamental, integrante de la

libertad individual del beneficiario.

5. Conforme a lo establecido por este Tribunal en reiterada jurisprudencia (STC

1091-02-HC/TC y 2046-2003-HC/TC), todo derecho fundamental, como lo es

el de la libertad de tránsito, no constituye un derecho absoluto y ciertamente

tiene sus límites, pues así lo establece el artículo 2.°, inciso 11), de la

Constitución, que lo regula y también lo restringe o limita por razones de

sanidad, mandato judicial o por aplicación de la ley de extranjería. En tal

sentido, ningún derecho fundamental puede considerarse ilimitado en su

ejercicio, más aún cuando, en el presente caso, la medida cautelar impuesta al

accionante, como límite extrínseco, tiene su fundamento en la necesidad de

proteger o preservar otros bienes, valores o derechos constitucionales.

59
6. Asimismo, en la sentencia recaída en el Exp. N.º 2663-2003-HC/TC, este

Tribunal Constitucional señaló que el denominado hábeas corpus restringido se

emplea cuando la libertad física o de locomoción –como en el caso de autos– es

objeto de molestias, obstáculos, perturbaciones o incomodidades que, en los

hechos, configuran una seria restricción para su cabal ejercicio. Es decir, que, en

tales casos, pese a no privarse de la libertad al sujeto, “se lo limita en menor

grado”.

7. En ese sentido, el artículo 25.º, inciso 8), del Código Procesal Constitucional

señala que el hábeas corpus procede ante la acción u omisión que amenace o

vulnere el derecho de los nacionales o de los extranjeros residentes a ingresar,

transitar o salir del territorio nacional, salvo mandato judicial.

8. Al respecto, de conformidad con los artículos 33.° y 34.° del Código de

Procedimientos Penales, modificados por la Ley N.º 27652, vigente al momento

de ocurridos los hechos, mientras esté pendiente el incidente de recusación, el

juez emplazado puede actuar las siguientes diligencias:

 La inspección, por sí mismo, y con asistencia obligatoria de la persona que

desempeña el Ministerio Público y de peritos, si fuera necesario, del lugar

en que se cometió el delito; el reconocimiento e identificación de los efectos

de este.

60
 La incautación y el recojo de armas, instrumentos u objetos de cualquier

clase que tengan relación con el hecho que se investiga; la declaración

instructiva, con asistencia necesaria del defensor.

 La declaración de los testigos que deberá actuarse obligatoriamente en

presencia de la persona que desempeña el Ministerio Público.

 Las confrontaciones, los reconocimientos y la presentación de los informes

periciales, reservándose su ratificación y examen hasta que se resuelva el

incidente de recusación.

 Dictar la orden de detención o comparecencia, según el caso, y decretar la

medida de embargo sobre los bienes propios del inculpado que basten para

asegurar prudencialmente el pago de la reparación civil a que hubiere lugar,

mientras esté pendiente el incidente de recusación.

Asimismo, se dispone que el juez no podrá conceder libertad al inculpado

recusante sino después de estar resuelto dicho incidente.

9. Este Supremo Tribunal, en el contexto de una interpretación integradora de los

dispositivos constitucionales y legales antes señalados, no considera que las

disposiciones de los citados artículos del Código de Procedimientos Penales

contengan una prohibición para que un juez recusado, en tanto esté pendiente de

resolverse en forma definitiva dicho incidente, no pueda dictar una medida

cautelar de carácter personal, como lo es el impedimento de salida del país en

contra de un inculpado. Dicho impedimento de salida deberá ser dictado

atendiendo a la naturaleza de dicha medida y a las necesidades que existan al

61
interior de un proceso, las cuales pueden ir graduándose de acuerdo con su

desarrollo y/o al latente peligro procesal que evidencie que el procesado pueda

sustraerse a la acción de la justicia o perturbar la actividad probatoria. En ese

sentido, el juez, dentro de dicha graduación, puede llegar incluso a dictar la

orden de detención del acusado, máxima restricción a la libertad individual.

10. Por tanto, este Colegiado considera que la medida de impedimento de salida del

país impuesta al beneficiario es compatible con las formas de restricción a la

libertad individual previstas por la Constitución, y que en su otorgamiento no se

ha vulnerado su derecho a la tutela procesal efectiva.

HA RESUELTO

Declarar IMPROCEDENTE la demanda.

17.- También procede el habeas corpus en defensa de los

derechos constitucionales conexos con la libertad individual,

especialmente cuando se trata del debido proceso y la

inviolabilidad del domicilio.

Como ya se ha mencionado no se trata de una lista cerrada de

derechos susceptibles de ser protegidos por el proceso de

Habeas Corpus.

62
CAPÍTULO II

Procedimiento

Artículo 26.- Legitimación

La demanda puede ser interpuesta por la persona perjudicada o por cualquier

otra en su favor, sin necesidad de tener su representación. Tampoco requerirá

firma del letrado, tasa o alguna otra formalidad. También puede interponerla

la Defensoría del Pueblo.

La legitimidad entendida como el interés para obrar aunado con la capacidad

procesal para demandar, en el proceso constitucional de Habeas Corpus es

un concepto flexible, ya que permite que otras personas o entidades

diferentes al agraviado puedan plantear la demanda.

 Persona Directamente Perjudicada: La persona natural

directamente es la que por propio derecho puede plantear la denuncia

para iniciar el proceso constitucional de Habeas Corpus, nótese que

solo la persona natural es quien puede ser perjudicada y no la persona

jurídica, ello debido, a los derechos que se cautelan en el Habeas

Corpus tienen que ver con la protección de los derechos inherentes

63
de una persona física como son la libertad física, de locomoción y

otras.

 Tercera Persona a Favor de la Agraviada: Cuando la persona

directamente agraviada no se encuentra en la posibilidad física de

plantear el proceso Habeas Corpus puede realizarlo cualquier otra

persona sin necesidad de acreditar la representación de la afectada,

usualmente se presenta en caso de detenciones, donde el agraviado

se encuentra detenido.

 La Defensoría del Pueblo: Organismo constitucionalmente

autónomo facultado como defensor de los derechos fundamentales

ante la administración pública, esta es una atribución adicional a la

que le corresponde tener legitimidad para iniciar un proceso de

Habeas Corpus, claro está en defensa de los derechos fundamentales

de los ciudadanos.

Ausencia De Formalidades

Dada la naturaleza de los derechos que se cautelan la exigencia de

formalidades es mínima, no exigiéndose firma de letrado en la

demanda, pago de arancel judicial u otra no trascendental para el

proceso.

64
Artículo 27.- Demanda

La demanda puede presentarse por escrito o verbalmente, en forma

directa o por correo, a través de medios electrónicos de comunicación

u otro idóneo. Cuando se trata de una demanda verbal, se levanta acta

ante el Juez o Secretario, sin otra exigencia que la de suministrar una

sucinta relación de los hechos.

La forma en que se presenta la demanda de Habeas Corpus puede

ser:

 Por Escrito

Cuando la demanda se presenta por escrito debe indicarse en

que consiste la amenaza o violación del derecho

constitucional.

o Directamente presentando la demanda

o Remitir la demanda vía correo

o A través de los medios electrónicos (correo

electrónico o vía facsímil)

 Verbalmente

65
Cuando se formula demanda en forma verbal, el juez o

secretario, levantarán un acta donde consten en forma

concreta los hechos que motivan el petitorio.

Artículo 28.- Competencia

La demanda de hábeas corpus se interpone ante cualquier

Juez Penal, sin observar turnos.

La demanda de Habeas Corpus se interpone ante cualquier

Juez Penal, sin observar turnos; en caso de no existir este se

interpondrá ante el Juez Mixto.

Anteriormente cuando se trataba de una detención arbitraria

por orden judicial se interponía ante la Sala Penal Superior,

la misma que remitía la demanda al Juez Penal para que la

tramite y resuelva, este procedimiento era innecesario ya que

la intervención de la Sala Superior solo era para remitir el

expediente, como una mesa de partes, lo que evidentemente

era una distorsión a la celeridad de este tipo de proceso

constitucional.

66
Artículo 29.- Competencia del Juez de Paz

Cuando la afectación de la libertad individual se realice en

lugar distinto y lejano o de difícil acceso de aquel en que tiene

su sede el Juzgado donde se interpuso la demanda este dictará

orden perentoria e inmediata para que el Juez de Paz del

distrito en el que se encuentra el detenido cumpla en el día,

bajo responsabilidad, con hacer las verificaciones y ordenar

las medidas inmediatas para hacer cesar la afectación.

El código procesal constitucional ha mantenido esta norma

que se encontraba en la anterior legislación y que consiste en

que los lugares alejados y de difícil acceso del territorio

nacional, el Juez de Paz pueda ser habilitado por el Juez Penal

o Mixto para que, primero verifique si la persona que sería

favorecida con el Habeas Corpus se encuentra detenida; y,

segundo de comprobar la arbitrariedad dicte las medidas

necesarias e inmediatas para que cese la afectación al derecho

constitucional.

En lo que parecía que se trata de un exhorto, pero con

características muy especiales y sumarísimas.

Artículo 30.- Trámite en caso de detención arbitraria

67
Tratándose de cualquiera de las formas de detención

arbitraria y de afectación de la integridad personal, el Juez

resolverá de inmediato. Para ello podrá constituirse en el

lugar de los hechos, y verificada la detención indebida

ordenará en el mismo lugar la libertad del agraviado, dejando

constancia en el acta correspondiente y sin que sea necesario

notificar previamente al responsable de la agresión para que

cumpla la resolución judicial.

El Juez Penal resolverá de inmediato en los casos de

detención arbitraria y afectación de la libertad individual,

para ello se constituirá en el lugar de los hechos y verificada

la detención indebida ordenara en el mismo lugar la libertad

del agraviado, dejando constancia en el acta correspondiente

y sin que sea necesario notificar previamente al responsable

de la agresión para que cumpla la resolución judicial.

Se entiende también que la detención es arbitraria cuando se

dilata la liberación de un detenido, existiendo mandato

judicial para ponerlo en libertad.

Artículo 31.- Trámite en casos distintos

68
Cuando no se trate de una detención arbitraria ni de una

vulneración de la integridad personal, el Juez podrá

constituirse en el lugar de los hechos, o, de ser el caso, citar a

quien o quienes ejecutaron la violación, requiriéndoles

expliquen la razón que motivó la agresión, y resolverá de

plano en el término de un día natural, bajo responsabilidad.

La resolución podrá notificarse al agraviado, así se

encontrare privado de su libertad. También puede notificarse

indistintamente a la persona que interpuso la demanda así

como a su abogado, si lo hubiere.

En casos distintos a la detención arbitraria o vulneración a la

integridad personal el juez tiene las siguientes opciones:

 Constituirse en el lugar de los hechos.

 Citar a quien ejecuto la violación para que explique la

razón de su proceder

En ambos casos resolverá en el plazo de un día.

La resolución final se podrá notificar al agraviado así se

encuentre detenido, es obvio que el derecho reclamado no

es el de detención arbitraria sino otro, o notificarse al

tercero que interpuso la demanda o al abogado que

patrocina la causa.
69
Artículo 32.- Trámite en caso de desaparición forzada

Sin perjuicio del trámite previsto en los artículos

anteriores, cuando se trate de la desaparición forzada de

una persona, si la autoridad, funcionario o persona

demandada no proporcionan elementos de juicio

satisfactorios sobre su paradero o destino, el Juez deberá

adoptar todas las medidas necesarias que conduzcan a su

hallazgo, pudiendo incluso comisionar a jueces del

Distrito Judicial donde se presuma que la persona pueda

estar detenida para que las practiquen. Asimismo, el Juez

dará aviso de la demanda de hábeas corpus al Ministerio

Público para que realice las investigaciones

correspondientes.

Si la agresión se imputa a algún miembro de la Policía

Nacional o de las Fuerzas Armadas, el juez solicitará,

además, a la autoridad superior del presunto agresor de la

zona en la cual la desaparición ha ocurrido, que informe

dentro del plazo de veinticuatro horas si es cierta o no la

vulneración de la libertad y proporcione el nombre de la

autoridad que la hubiere ordenado o ejecutado.

En este caso se aplica el denominado Habeas Corpus

Instructivo, cuando no es posible ubicar el paradero de

una persona detenida.

70
Sin perjuicio de que el Juez se constituya en el lugar de

los hechos o citar a quienes ejecutaron la violación, el

Juez debe adoptar las medidas necesarias cuando la

demandada no proporcione datos sobre el paradero del

desaparecido, incluso se puede comisionar a Juez de otro

Distrito Judicial para que se constituya en el lugar donde

se presuma que pueda estar detenida la persona;

asimismo, informa de la demanda al Ministerio Publico

para que realice las investigaciones pertinentes.

Artículo 33.- Normas especiales de procedimiento

Este proceso se somete además a las siguientes reglas:

1. No cabe recusación, salvo por el afectado o

quien actúe en su nombre.

No puede plantearse la recusación del Juez, salvo

el agraviado o quien actúa en su nombre.

La recusación constituye un apartamiento del Juez

por causales establecidas en el Código Procesal

Civil y de Procedimientos Penales.

Considero que en caso de impedimentos tampoco

el Juez puede apartarse del proceso, debido al

71
carácter de los derechos fundamentales que se

pide su protección.

2. No caben excusas de los jueces ni de los

secretarios.

Con el mismo argumento de la no procedencia de

la recusación, tampoco el Juez ni secretario

pueden excusarse de conocer y resolver el

conflicto planteado.

3. Los jueces deberán habilitar día y hora para la

realización de las actuaciones procesales.

Dado el carácter sumarísimo del proceso del Juez

debe habilitar día y hora para las actuaciones

judiciales, pudiendo realizarse en horas o días no

hábiles para el despacho judicial.

4. No interviene el Ministerio Público.

72
En el desarrollo del proceso constitucional de

Habeas Corpus no interviene el Ministerio

Publico ni como parte del proceso ni como

dictaminador.

Obviamente de lo que se trata es de exigir menos

actos que pese a su importancia podrían perjudicar

la rapidez de la decisión jurisdiccional

5. Se pueden presentar documentos cuyo mérito

apreciará el juez en cualquier estado del

proceso.

En si el proceso constitucional de Habeas Corpus

no tiene una etapa probatoria, por lo que, después

de presentada la demanda es factible presentar

nuevos documentos que tiendan acreditar la

violación del derecho constitucional.

6. El Juez o la Sala designará un defensor de

oficio al demandante, si lo pidiera.

73
A fin de proteger los derechos del demandante se

permite que se designe a un abogado de oficio

para el demandante.

7. Las actuaciones procesales son

improrrogables.

Las actuaciones judiciales no son prorrogables

dada la urgencia con la que se tiene que resolver

Artículo 34.- Contenido de sentencia fundada

La resolución que declara fundada la demanda de

hábeas corpus dispondrá alguna de las siguientes

medidas:

1) La puesta en libertad de la persona privada

arbitrariamente de este derecho;

2) Que continúe la situación de privación de libertad

de acuerdo con las disposiciones legales

aplicables al caso, pero si el Juez lo considerase

necesario, ordenará cambiar las condiciones de la

detención, sea en el mismo establecimiento o en

74
otro, o bajo la custodia de personas distintas de las

que hasta entonces la ejercían;

3) Que la persona privada de libertad sea puesta

inmediatamente a disposición del Juez

competente, si la agresión se produjo por haber

transcurrido el plazo legalmente establecido para

su detención;

4) Que cese el agravio producido, disponiendo las

medidas necesarias para evitar que el acto vuelva

a repetirse.

LIBERTAD INMEDIATA

Tratándose de una detención arbitraria establecida por

el Juez procede que se disponga la libertad inmediata

del detenido.

VARIACION DE CONDICIONES DE

DETENCION

En caso que la medida de detención se encuentre

dentro de los parámetros legales; sin embargo, las

condiciones de detención son inadecuadas podrá

exigirse el cambio de estas, que pueden darse en el

mismo centro penitenciario u otro.

En este tema tiene que ver con las condiciones en que

se sufre carcelería como el estado de salud, medidas


75
de protección de los internos, régimen de visitas de

familiares, entre otras.

PERSONA A DISPOSICION DE JUEZ

COMPETENTE

Si transcurrido el plazo legal de detención que es de

24 horas, salvo el caso de narcotráfico y terrorismo de

15 días, vencidos dichos plazos se la persona que se

le imputa un delito cuya detención deviene en

arbitraria al exceder los plazos de detención debe ser

puesta a disposición del Juez competente para que

determine su situación jurídica.

Considero que este es un aporte sustantivo que se

aprecia del Código Procesal Constitucional, pues

hasta antes de la vigencia del Código, el juez a

comprobar la detención arbitraria (arresto fuera de

plazos establecidos en la Carta Política) terminaba

ordenando la libertad de la persona detenida y con ello

la frustración de la administración de justicia, que por

un error en sus operadores terminaba liberando a

persona que habría cometido un delito; cuando lo

razonable es que sea puesta a disposición del juez

competente, quien evaluara su situación jurídica por

el hecho que se le imputa. Obviamente, si realizadas

76
las investigaciones policiales se determina que no se

encuentra incurso en ningún delito se tendrá que

disponer la libertad en forma inmediata.

MEDIDAS NECESARIAS PARA QUE NO SE

REPITA EL ACTO

El Juez aparte de disponer el cese del agravio también

debe adoptar las medidas necesarias para evitar

nuevamente al acto violatorio se produzca.

Artículo 35.- Apelación

Sólo es apelable la resolución que pone fin a la

instancia. El plazo para apelar es de dos días.

El artículo se refiere a que solamente es apelable la

resolución que pone fin a la instancia, lo cual implica

que las cuestiones interlocutorias que se presenten en

el desarrollo del proceso sumarísimo no serían

apelables, lo cual considero que no debiera ser así, en

todo caso, se debe recurrir al concepto apelación sin

efecto suspensivo y con la calidad de diferida, a fin

que cuando se apele de la sentencia también ahí se

revise las cuestiones interlocutorias surgidas en el

proceso constitucional, lo contrario significaría

generar una indefensión en las partes.

77
El plazo para apelar es de 2 días contados desde la

notificación de la resolución que pone fin a la

instancia.

Artículo 36.- Trámite de Apelación

Interpuesta la apelación el Juez elevará en el día los

autos al Superior, quien resolverá el proceso en el

plazo de cinco días bajo responsabilidad. A la vista de

la causa los abogados podrán informar.

RECURSOS IMPUGNATORIOS

La corte superior a través de la Sala Penal o Mixta,

según sea el caso, conoce los procesos de garantía en

segunda y última instancia, en vía de apelación.

Contra la resolución denegatoria que esta expide

procede el recurso de agravio constitucional ante el

Tribunal Constitucional.

a) Recurso de apelación

Solo es apelable la resolución que pone fin a

la instancia. El término para apelar es de dos

días hábiles.

Interpuesta la apelación al Juez elevara en el

día los autos al Superior, quien resolverá el

proceso en el plazo de cinco días bajo

78
responsabilidad. A la vista de la causa los

abogados podrán informar.

b) Recurso de agravio constitucional

Procede recurso de agravio constitucional

ante el Tribunal Constitucional, dentro del

plazo de diez días contados desde el día

siguiente de notificada la resolución.

Concedido el recurso, el presidente de la sala

remite al Tribunal Constitucional el

expediente dentro del plazo máximo de tres

días, más el término de la distancia, bajo

responsabilidad.

c) Recurso de queja

Contra la resolución que deniega el recurso de

agravio constitucional procede recurso de

queja. Este se interpone ante el Tribunal

79
Constitucional dentro del plazo de cinco días

siguientes a la notificación de la denegatoria.

Al escrito que contiene el recurso y su

fundamentación, se anexa copias de la

resolución recurrida y de la denegatoria,

certificadas por el abogado, salvo el caso de

proceso de Habeas Corpus. El recurso será

resuelto dentro de los diez días de recibo, sin

dar lugar a trámite. Si el Tribunal

Constitucional declara fundada la queja,

conoce también el recurso de agravio

constitucional, ordenando al Juez superior el

envío del expediente dentro del tercer día de

oficiado, bajo responsabilidad.

Fuentes de información

I. FUENTES BIBLIOGRAFICAS

Chaname Orbe, Raúl. Comentarios a la Constitución. Juristas editores.

Cuarta edición 2008.

80
Bernales Ballesteros, Enrique. La constitución de 1993 Análisis Comparado.

Rao editora. Quinta edición 1999.

Landa Arroyo, Cesar. Los procesos constitucionales en la jurisprudencia del

tribunal constitucional. 2010. PP. 513-532.

Ortecho Villena, Víctor. Teoría del derecho Procesal Constitucional. Lima,

Peru. Editorial Rodhas, 2005

LANDA ARROYO, César. Tribunal Constitucional y Estado Democrático.

Segunda Edición. Palestra Editores. Lima, 2003.

ORTECHO VILLENA, Víctor. Jurisdicción y Procesos Constitucionales.

Editorial Rodhas. Lima, 2002.

DÍAZ ZEGARRA, Walter. "Los Procesos Constitucionales". Palestra

Editores. Lima, 1999. 294 Páginas.

II. FUENTES ELECTRONICAS

Tribunal Constitucional: http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia.

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