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Española como la acción de «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias».1 Desde
el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor acerca de una obra artística o
intelectual de cualquier tipo, en la que se incurre cuando se presenta una obra ajena como propia u
original.
Así pues, una persona comete plagio si copia o imita algo que no le pertenece y se hace pasar por
el autor de ello sin su autorización. En el caso de documentos escritos, por ejemplo, se tipifica este
delito cuando, sin uso de comillas o sin indicar explícitamente el origen, ni citar la fuente original de
la información, se incluye una idea, un párrafo, una frase ajena, una fotografía o la obra completa.
Esto constituye específicamente una violación a la paternidad de la obra, considerada dentro del
marco de los derechos morales.
Índice
1Etimología
2Propiedad intelectual
3Historia
o 3.1Versión ampliada y traducida de esta cita
o 3.2Idea primigenia
4Sanciones
o 4.1Ámbito académico
o 4.2Periodismo
5Autoplagio
6Recursos para luchar contra el plagio
7Véase también
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
Etimología[editar]
El término plagio deriva del latín plagiārius: «secuestrador», equivalente a plagium: «secuestro»,
que contiene el latín plaga: «trampa», «red», basada en la raíz indoeuropea *-plak: «tejer». Véase,
por ejemplo, en griego: plekein; en latín: plectere, donde ambos significan «tejer».2 Otras versiones
de la raíz son: del griego πλάγιος: oblicuo (como en los minerales denominados plagioclasas),3
engañoso.4
De este modo en el derecho penal romano se calificó como plagio al hecho de secuestrar y luego
vender como esclavos a los libertos e incluso a personas que eran consideradas en ese mismo
derecho como libres por nacimiento (por ejemplo ciudadanos y mujeres libres), véase en tal
caso trata de personas.
En un sentido más amplio, generalmente se denomina plagio a:
1. Logotipos
2. Colores
3. Formas
4. Frases
El uso de un mismo argumento en diferentes obras, expresadas de manera original, no constituye
plagio, ya que el derecho de autor no cubre las ideas en sí, sino únicamente su modo de expresión.5
Propiedad intelectual[editar]
La denominada propiedad intelectual6 es una colección de marcos jurídicos diferentes mediante los
cuales se protegen los intereses de autores e inventores en relación con obras creativas, ya sean
expresiones de ideas, como en el caso del derecho de autor, o aplicaciones prácticas e industriales
de ideas, como cuando se trata de patentes. Según la legislación de cada país, el castigo por este
tipo de infracción puede ser una sanción penal o una pena económica y obligación
de indemnizar por daños y perjuicios. Casi ningún país se define el término de «plagio» en sus
leyes de propiedad intelectual, por ser un concepto de origen no legal, sin embargo, algunos países
como España, sí que lo utilizan en sus normas reguladoras del derecho de autor, por ejemplo al
regular en el Código Penal los delitos contra la propiedad intelectual.7
Historia[editar]
A pesar de que en todas las épocas de la literatura escrita se han esgrimido acusaciones de plagio,
utilizado con el sentido actual el término plagiario aparece por vez primera en escritos del
poeta Marcial (siglo I d. C.). Antaño, mediante este vocablo se hacía referencia al delito en el que
incurría el secuestrador o ladrón de niños y de esclavos –acepción conservada parcialmente en el
español de América–, así como de ganado.8 En la historia de la literatura se atribuye a Marcial la
creación de este sentido. En uno de sus epigramas lamenta que otro autor haya adaptado sus
obras y que estén en servidumbre:
Te encomiendo, Quinciano, mis libritos. Si es que puedo llamar míos los que recita un poeta amigo tuyo. Si ellos se quejan de su dolorosa
esclavitud, acude en su ayuda por entero. Y cuando aquél se proclame su dueño, di que son míos y que han sido liberados. Si lo dices bien
alto tres o cuatro veces, harás que se avergüence el plagiario.
Marcial, Epigrama LII
El término pasa a las lenguas vernáculas alrededor del siglo XVI y se consolida simultáneamente a
la gestación de la figura del autor moderno. En el siglo XIX, la progresiva protección jurídica
otorgada a la creación intelectual convertirá el plagio en delito, y por lo tanto lo hará susceptible de
ser juzgado en un tribunal, no únicamente, como hasta entonces, por la crítica y la historia literarias.
Los buenos artistas copian; los grandes, roban.
Pablo Picasso
Idea primigenia[editar]
La idea de simbolizar el plagio mediante una corneja
desplumada provino de una fábula de Esopo, que se resume
así:11
El supremo dios heleno Zeus convocó a todas las aves para
proclamar a una como la soberana. Fijó la fecha del concurso
para elegir a la más hermosa. Todas acudieron a la vera de un
río para acicalarse. Al percatarse la corneja de que era la más
fea, recogió las coloridas plumas que se desprendían de sus
competidoras y las sobrepuso a las propias. El resultado fue
deslumbrante: el ave más agraciada jamás vista.
Zeus quedó estupefacto del esplendoroso plumaje de
este córvido. En el momento crítico de la selección, cuando la
deidad máxima estaba a un átimo de emitir su veredicto y –en
virtud de tan impactante beldad– de concederle su título de
realeza, los otros pájaros, indignados por el engaño, le
arrancaron las plumas correspondientes a cada uno. En
consecuencia, desplumada de lo ajeno, la corneja,
simplemente corneja se quedó.
Un refrán similar reza así: «la mona, aunque se vista de seda,
mona se queda».
Por lo tanto, de larga data, al plagiario (o a la plagiaria) de
obras, principalmente de las literarias, se le caracteriza
mediante una corneja desplumada.
Sanciones[editar]
Ámbito académico[editar]
Muchos estudiantes se sienten presionados para completar
sus trabajos bien y rápidamente. Dada la accesibilidad de las
nuevas tecnologías (Internet en particular) pueden plagiar
mediante copia y transcripción de información de otras fuentes.
Los profesores detectan fácilmente esta modalidad de plagio,
por varias razones:
Periodismo[editar]
Dado que el principal valor del periodismo es la confianza
pública, si un profesional de esta actividad no logra reconocer
honestamente sus fuentes socava la integridad del periódico o
medio en que trabaje, así como su propia credibilidad. A
menudo, a periodistas acusados de plagio se les ha
suspendido de sus tareas inherentes mientras la agencia de
noticias investiga los cargos.18
Autoplagio[editar]
Existen sospechas de que numerosos trabajos científicos
publicados en revistas científicas sean copia total o parcial de
artículos anteriores, publicados por otros o por el mismo
autor (autoplagio), con el pretexto de aportar nuevos
resultados. En enero de 2008 la prestigiosa
revista Nature publicó un trabajo de M. Errami y colaboradores
donde desarrollaron un programa informático titulado
eTBLAST para buscar entre las publicaciones científicas
similaridades de texto y encontrar así artículos supuestamente
copiados.19 En la base de datos, que los propios autores
denominaron Déjà vu, en junio de 2009 quedan recogidos
74 790 pares de trabajos científicos de gran similaridad, lo cual
podría indicar que se trata de trabajos no originales.20