1. Los rumores se originan en las relaciones de información y comunicación de los
ámbitos privado y público de la vida social. 2. La relevancia de los rumores oscila en cada época histórica concreta en función de la mayor o menor apertura a la información sobre el ámbito público. 3. Los orígenes del rumor se vinculan con el auge de las leyendas, las historias de la corte y luego el sensacionalismo periodístico. 4. La hipermediación financiera en la economía y la conexión virtual, a través de las redes tecnosociales, favorecen actualmente la circulación y eficacia inmediata de los rumores. 5. Los rumores obedecen a diferentes motivaciones que suele ser la suma o el promedio de las inquietudes personales en una sociedad determinada. 6. La dominancia de los medios masivos de comunicación favorecen la propagación exponencial de rumores, determinando en gran medida la transformación de la noticia periodística. 7. Los rumores son, al mismo tiempo, un mecanismo de defensa de grupos sociales y culturales y un dispositivo de estigmatización ofensiva frente a otros grupos. 8. La hegemonía de la información oficiosa o rumorosa en los ámbitos públicos refuerza la vigencia de la chismografía en los ámbitos cotidianos y privados, mediante la legitimación de su representación mediática. 9. La sistematización espacial y temporal de los rumores a través de la saturación y masividad organizan una “campaña”. 10. El sistema político y económico contemporáneo, en un escenario de guerra electoral o comercial permanente, revalorizan los dispositivos clásicos de la “guerra psicológica”, como la fase superior del funcionamiento de los rumores en la sociedad