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El aprendizaje de las matemáticas se ha considerado clásicamente como

un aprendizaje “instrumental” básico y fundamental junto con la


lectoescritura, ya que están implicados procesos perceptivos, lingüísticos,
de razonamiento, mnésicos, presentativos y simbólicos. Se la ha
considerado así porque ambas materias son las que le ofrecen al alumno
las habilidades (numéricas y lingüísticas) necesarias para codifica y
decodificar los símbolos gráficos, y le permiten construir los fundamentos
sobre los que se basa el aprendizaje del resto de las áreas del currículo.

En el campo concreto de las matemáticas, están presentes en la vida


cotidiana de los alumnos, las situciones en las que es necesario la
resolución de problemas como las relativas al presupuesto familiar, la
compra de alimentos para la familia, los horarios, las competiciones
deportivas y otros eventos sociales en los que son habituales los
conceptos de número, medida del tiempo, cálculo de operaciones, entre
otros contenidos matemáticos.

Por otra parte, el aprendizaje de las matemáticas en la escuela ha


resultado arduo y plagado de dificultades para muchos alumnos,
produciéndose cierta animadversión o rechazo hacia la materia y, como
consecuencia un elevado fracaso escolar en esta área del currículo, tanto
en la Educación Primaria como en la Educación Secundaria Obligatoria.
La prevalencia del fracaso ha sido tal, que tópicamente se ha creado una
opinión generalizada en torno a la dificultad intrínseca de los contenidos
matemáticos, y a la también tópica expresión de “es que yo no sirvo para
las matemáticas”, como una manifestación autodevaluativa de las
capacidades personales en este desempeño curricular, cuando en
realidad las causas del fracaso matemático pudieran encontrarse en una
carencia de habilidades algorítmicas, heurísticas, procedimentales… que
nunca hayan podido ser enseñadas/aprendidas adecuadamente, más que
la propia limitación intelectual para ello.

La realidad de las aulas pone en evidencia que existe un grupo de alumnos


que no aprende las matemáticas o comete errores importantes, que
producen alarma curricular, a pesar del esfuerzo docente por que ello no
ocurra, y a pesar de las medidas para el tratamiento de la diversidad que
el profesor pone en práctica.

No obstante, en los últimos años se está produciendo un renovado interés


en la comunidad educativa por abordar los problemas de aprendizaje de
las matemáticas. Así, por ejemplo, se están conociendo cuáles son las
demandas cognitivas para el procesamiento de la información que la
actividad matemática exige para su exitosa resolución. A su vez, las
estrategias de aprendizaje de los alumnos, en la medida en que éstos
puedan verbalizarlas o el profesor pueda observarlas y/o inferirlas, están
contribuyendo a adoptar respuestas educativas más ajustadas a las
necesidades de aprendizaje de los alumnos.

Conceptualización y definiciones
Con respecto al término discalculia existe cierta maraña lingüística.
Etimológicamente discalculia significa alteración de la capacidad de
cálculo. La DSM-IV la define como “Dificultades de aprendizaje específicas
de las matemáticas sin otros problemas asociados”. El modelo cognitivo la
define como dificultades significativas en el desarrollo de las habilidades
relacionadas con las matemáticas.

Caracterizan estas dificultades las siguientes notas:

 No debe asociarse con el retraso mental.


 No guarda ninguna relación con deficiencias en la escolarización.
 No guarda relación con los déficits visuales o auditivos.

Son numeras las definiciones que sobre el término discalculia existen:

 “Un trastorno parcial de la capacidad de manejar símbolos


aritméticos y hacer cálculos matemáticos” (Miranda, 1988).
 “En el niño, la discalculia existe como entidad, a la manera de las
acalculias halladas en el adulto. Atañe a la función de cálculo en su
conjunto, es decir, tanto a la noción de número como a la ordenación
y seriación del mismo” (Hasaerts van Geertruyden).
 “Dificultades aisladas para realizar operaciones aritméticas simples
o complejas y un deterioro de la orientación en la secuencia de
números y sus fracciones” (Gerstmann, 1959).

Incidencia
La incidencia de la discalcuia es variable, en función de las diferentes
poblaciones, aunque, según la DSM-IV se estima que un 1% tiene
problemas de cálculo que se evidencian en 2º y 3º curso de Educación
Primaria.
Más del 6% de la población en edad escolar presentan dificultades en el
aprendizaje de las matemáticas. Por otra parte, el 66,5% de los alumnos
atendidos en el aula de apoyo en la Educación Secundaria lo son por este
tipo de dificultades.

El modelo cognitivo
El modelo cognitivo no conceptualiza el término discalculia como tal, sino
que realiza un análisis de los procesos mentales intervienientes en el
cálculo. Son procesos cognitivos que subyacen a la ejecución matemática,
o expresado de otro modo, son las demandas cognitivas que implica y las
estrategias (formas de procesar información) que usan los niños para
responder a ellas. En el caso de los niños con DA en aritmética presentan
un menos nivel de estructuración cognitiva, y un retraso en desarrollar
ciertas operaciones concretas.

El modelo cognitivo se estructura en tres sistemas o módulos


funcionalmente distintos:

Sistema de comprensión del número

Son los mecanismos para convertir diferentes formas superficiales de un


número en un formato abstracto común: 2, II, dos…

Sistema de comprensión del cálculo

Son los mecanismos requeridos específicamente para realizar las


operaciones aritméticas. Incluye:

 Las representaciones conceptuales.


 El recuerdo de las combinaciones aritméticas básicas y sus
correspondientes reglas.
 Los algoritmos o procedimientos/rutinas para operar.

Sistema de producción del número

Recibe el output o resultante del procesamiento de los sistemas anteriores.


Estos módulos se entienden como mecanismos mentales que infieren las
rutinas de pensamiento que se realizan cuando se calcula con los
números.
El modelo cognitivo atribuye las causas de las dificultades en el
aprendizaje de las matemáticas a alteraciones neurológicas cuando se
trata de las discalculias adquiridas (recuérdese la clasificación de las
dislexias y las disgrafías en este modelo). En general, se producen fallos
en:

 La memoria.
 La atención.
 La actividad preceptivo-motora.
 Las habilidades verbales.
 Fallos estratégicos.
 Falta de conciencia de los pasos a seguir.
 Falta de mostagdgdsdgtivación.
 Dificultades en la lectura y en escritura.
 Lentitud de respuestas.

El modelo neuropsicológico
Inicialmente el término discalculia procede del ámbito neurológico como
consecuencia de las lesiones cerebrales y ha sido hasta fechas recientes
una denominación no exenta de tintes médicos, alejados de un enfoque
pedagógico de la dificultad matemática.

Realicemos una clarificación de términos preliminar.

Acalculia

Es un trastorno relacionado con la aritmética, adquirido tras una lesión


cerebral, habida cuenta de que las habilidades matemáticas ya existían
con anterioridad a dicha lesión. Se subdivide en:

 Primaria o verdadera anaritmética: es un trastorno del cálculo puro


unido a lesión cerebral, que no tiene relación con alteraciones del
lenguaje o del razonamiento, y que se da en un porcentaje pequeño
de casos.
 Acalculia secundaria: va asociada a otras alteraciones de base
verbal, espacio-temporal o de razonamiento y se pueden
subclasificar en dos tipos:
 Afásica (no lectura de cifras).
 Alexia/agrafía: no escritura de cifras.
Discalculia

Es un trastorno de tipo evolutivo o de desarrollo de la maduración de las


habilidades matemáticas. Se manifiesta con errores en:

 La comprensión del valor de los números.


 El conteo de los números.
 En la compilación y en la solución de problemas verbales.
 Los símbolos numéricos.
 La escasa memoria auditiva.
 La incapacidad para reconocer los signos operativos.

El síndrome de Gerstman

Constituye un término intermedio entre los dos anteriores y se caracteriza


por cuatro síntomas principales:

 Desorientación derecha-izquierda.
 Agnosia digital (no pueden contar los números con la mano).
 Agrafía.
 Acalculia (adquirida).

Estos síntomas derivan en una dificultad manifiesta en la realización de


tareas matemáticas. Puede darse en adultos con lesión cerebral y en niños
que no teniendo tal lesión manifiestan dichos síntomas. Gertsman señaló
la existencia de una lesión en la región parietooccipital izquierda.

De acuerdo con el modelo neuropsicológico, se establece incluso, una


clasificación más compleja, de acuerdo con los contenidos matemáticos
que se ven afectados en su aprendizaje:

 Discalculia verbal: dificultades en la comprensión de los conceptos


matemáticos presentados oralmente.
 Discalculia pratognósica: dificultades para comprara, manipular
objetos matemáticos, enumerar…
 Discalculia léxica: dificultades para leer símbolos matemáticos y
números.
 Discalculia gráfica: dificultades para la escritura de números al
dictado o incluso en la copia de los mismos.
 Discalculia ideognóstica: dificultades para hacer operaciones
mentales, para entender conceptos matemáticos y sus relaciones.
 Discalculia operacional: dificultades para la ejecución de
operaciones matemáticas.

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