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una respuesta inflamatoria a toxinas inhaladas, a menudo el humo del cigarrillo. La deficiencia
de alfa-1 antitripsina y varias exposiciones ocupacionales son causas menos comunes en los no
fumadores. Los síntomas consisten en tos productiva y disnea que se va desarrollando en el
transcurso de años; signos usuales son la disminución de los ruidos respiratorios, una fase
espiratoria de la respiración prolongada y sibilancias. Los casos graves pueden complicarse por
pérdida de peso, neumotórax, episodios agudos frecuentes de descompensación, insuficiencia
cardíaca derecha y/o insuficiencia respiratoria aguda o crónica. El diagnóstico se basa en la
anamnesis, el examen físico, la radiografía de tórax y las pruebas de la función pulmonar. El
tratamiento consiste en broncodilatadores, corticoides y, cuando es necesario, oxígeno y
antibióticos. Cerca del 50% de los pacientes con EPOC grave fallece en el transcurso de los 10
años del diagnóstico.
La EPOC incluye
La bronquitis obstructiva crónica es una bronquitis crónica con obstrucción del flujo de aire. La
bronquitis crónica se define como tos productiva la mayoría de los días de la semana durante al
menos 3 meses de duración total en 2 años sucesivos. La bronquitis crónica se convierte en una
bronquitis obstructiva crónica si aparece evidencia espirométrica de obstrucción del flujo de
aire. La bronquitis asmática crónica es una enfermedad similar que se superpone, caracterizada
por tos productiva crónica, sibilancias y obstrucción al flujo de aire parcialmente reversible;
aparece sobre todo en fumadores con antecedentes de asma. En algunos casos, la distinción
entre bronquitis obstructiva crónica y bronquitis asmática crónica es poco clara y puede
denominarse síndrome de superposición de asma EPOC (AOC).
El enfisema es la destrucción del parénquima pulmonar que conduce a la pérdida del retroceso
elástico y de los tabiques alveolares y la tracción radial de la vía aérea, que aumenta la tendencia
al colapso de la vía aérea. A continuación se produce la hiperinsuflación pulmonar, la limitación
al flujo de aire y el atrapamiento de aire. Los espacios aéreos se agrandan y pueden, por último,
aparecer vesículas enfisematosas o bullas.
Fisiopatología
Inflamación
Las exposiciones inhalatorias pueden desencadenar una respuesta inflamatoria en las vías
aéreas y los alvéolos que lleva a la enfermedad en personas genéticamente susceptibles. Se
considera que este proceso está mediado por el aumento de la actividad de proteasa y una
disminución de la actividad de antiproteasa. Las proteasas pulmonares, como la elastasa de los
neutrófilos, las metaloproteinasas de la matriz y las catepsinas, degradan la elastina y el tejido
conectivo en el proceso normal de reparación tisular. Su actividad está normalmente
contrarrestada por las antiproteasas, como la alfa-1 antitripsina, el inhibidor de la
leucoproteinasa derivada del epiteilo de la vía aérea, la elafina y el inhibidor tisular de la
metaloproteinasa de la matriz. En pacientes con EPOC, los neutrófilos activados y otras células
inflamatorias liberan proteasas como parte del proceso inflamatorio; la actividad de proteasa
excede la actividad de antiproteasa y esto da por resultado la destrucción y la hipersecreción de
moco.
Infección
Las infecciones respiratorias (a la que los pacientes con EPOC están propensos) pueden
amplificar la progresión de la destrucción pulmonar.
Las bacterias, sobre todo el Haemophilus influenzae, colonizan las vías aéreas inferiores en cerca
del 30% de los pacientes con EPOC. En aquellos afectados en forma más grave (p. ej., con
hospitalizaciones anteriores), es frecuente la colonización con Pseudomonas aeruginosa u otras
bacterias gramnegativas. El tabaquismo y la obstrucción del flujo de aire pueden llevar al
deterioro de la eliminación del moco en las vías aéreas inferiores, que predispone a la infección.
Los episodios repetidos de infección aumenta la magnitud de la inflamación que acelera la
progresión de la enfermedad. Sin embargo, no hay datos acerca de que el uso de antibióticos a
largo plazo reduzca la velocidad de la progresión de la EPOC.
Los espacios alveolares agrandados a veces se consolidan en bullas, definidas como espacios
aéreos ≥ 1 cm de diámetro. Las bullas pueden estar completamente vacías o presentar bandas
de tejido pulmonar que las atraviesa en áreas de enfisema localmente intensas; en ocasiones,
ocupan todo el hemitórax. Estos cambios conducen a la pérdida del retroceso elástico y a la
hiperinsuflación pulmonar.
Complicaciones
Además de la limitación al flujo de aire y a veces la insuficiencia respiratoria, las complicaciones
incluyen
Hipertensión pulmonar
Infección respiratoria
La hipoxemia crónica aumenta el tono vascular pulmonar que, si es difuso, causa hipertensión
pulmonar y cardiopatía pulmonar. El aumento en la presión vascular pulmonar puede ser aún
mayor por la destrucción del lecho capilar pulmonar debido al daño de los tabiques alveolares.
Las infecciones respiratorias virales o bacterianas son frecuentes entre los pacientes con EPOC y
causan un gran porcentaje de exacerbaciones agudas. En la actualidad, se considera que las
infecciones bacterianas agudas se deben al contagio de cepas nuevas de bacterias en lugar del
sobrecrecimiento de las que ya estaban colonizando.
Puede haber pérdida de peso, quizás en respuesta al menor aporte calórico o a los niveles
aumentados de factor de necrosis tumoral (TNF)-alfa circulante.
Otros trastornos coexistentes o que se presentan como complicación que afectan en forma
adversa la calidad de vida y la supervivencia son la osteoporosis, la depresión, la ansiedad, las
coronariopatías, el cáncer de pulmón y otros cánceres, la atrofia muscular y el reflujo
gastroesofágico. No está claro en qué medida estos trastornos son consecuencias de la EPOC, el
tabaquismo y la inflamación sistémica acompañante.
Signos y síntomas
La tos productiva suele ser el síntoma inicial, que aparece entre fumadores en la quinta y la
sexta década de vida.
La disnea, que es progresiva, persistente, durante el ejercicio o que empeora con las
infecciones respiratorias, aparece cuando los pacientes están en la sexta o la séptima década de
vida.
Los síntomas suelen progresar rápidamente en aquellos que siguen fumando y en los que tienen
una mayor exposición al tabaco durante toda su vida. La cefalea matinal aparece en la
enfermedad más avanzada e indica hipercapnia o hipoxemia nocturna.
Los signos de enfermedad avanzada incluyen la respiración con labios fruncidos, el uso de los
músculos respiratorios accesorios, el desplazamiento paradójico hacia adentro de los espacios
intercostales inferiores durante la inspiración (signo de Hoover) y la cianosis. Los signos del cor
pulmonale son la distensión de las venas del cuello, el desdoblamiento del segundo ruido
cardíaco con acentuación del componente pulmonar, la insuficiencia tricuspídea y el edema
periférico. La sobrecarga del ventriculo derecho raro en la EPOC porque los pulmones están
hiperinsuflados.
Exacerbaciones agudas
Las exacerbaciones agudas aparecen esporádicamente durante la evolución de la EPOC y están
precedidas por un aumento de la gravedad de los síntomas. La causa específica de cualquier
exacerbación es casi siempre imposible de determinar, si bien las exacerbaciones a menudo se
atribuyen a infecciones respiratorias de las vías aéreas superiores virales, a una bronquitis
bacteriana aguda o a la exposición a irritantes respiratorios. A medida que la EPOC progresa, las
exacerbaciones agudas tienden a ser más frecuentes y promedian cerca de 1 a 3 episodios/año.
Diagnóstico
Radiografía de tórax
El diagnóstico está sugerido por los antecedentes, el examen físico y los estudios por la imagen
del tórax, y se confirma por las pruebas de la función pulmonar. Síntomas similares pueden ser
causados por el asma, la insuficiencia cardíaca y las bronquiectasias (ver Diagnósticos
diferenciales de la EPOC). A veces, la EPOC y el asma son fáciles de confundir y pueden
superponerse (síndrome conocido como asma-EPOC o SAOC).
Tabla
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Los trastornos sistémicos que tienen un componente de limitación al flujo de aire pueden sugerir
EPOC; incluyen infección por HIV, abuso de drogas IV (sobre todo cocaína y anfetaminas),
sarcoidosis, síndrome de Sjögren, bronquiolitis obliterante, linfoangioleiomiomatosis y
granuloma eosinofílico. La EPOC se puede diferenciar de las enfermedades pulmonares
intersticiales (EPI) por los estudios de diagnóstico por imágenes del tórax, que muestran
aumento de la trama intersticial en las EPI, y por pruebas de la función pulmonar, que muestran
un defecto ventilatorio restrictivo en lugar de un defecto ventilatorio obstructivo. En algunos
pacientes, la EPOC y la EPI coexisten (fibrosis pulmonar y enfisema combinados [CFPE]), con
volúmenes pulmonares relativamente preservados, pero el intercambio de gases está
gravemente deteriorado.
VEF1: volumen de aire espirado con fuerza durante el primer segundo después de realizar una
inspiración completa
Capacidad vital forzada (CVF): volumen total de aire espirado con fuerza máxima
Las reducciones de VEF1, CVF y la relación de VEF1/CVF son las características distintivas de la
limitación al flujo de aire. Las curvas de flujo-volumen muestran un patrón cóncavo en el trazado
espiratorio (ver figura Curvas de flujo-volumen.). Hay dos vías básicas por las cuales la EPOC
puede desarrollarse y manifestarse con síntomas en etapas posteriores de la vida. En el primero,
los pacientes pueden tener una función pulmonar normal en la adultez temprana, que es
seguida por un aumento en el VEF1 (aproximadamente ≥ 60 mL/año). Con la segunda vía, los
pacientes tienen una función pulmonar deteriorada en la adultez temprana, a menudo asociada
con asma u otra enfermedad respiratoria infantil. En estos pacientes, la EPOC puede presentarse
con una disminución normal de VEF1 relacionada con la edad (aproximadamente 30 mL/año).
Aunque este modelo de 2 vías es conceptualmente útil, es posible una amplia gama de
trayectorias individuales (1). Cuando el VEF1 disminuye por debajo de 1 L, los pacientes
presentan disnea con las actividades de la vida cotidiana (aunque la disnea se relaciona más con
el grado de hiperinsuflación dinámica [hiperinsuflación progresiva debido a la exhalación
incompleta] que con el grado de limitación al flujo de aire). Cuando el VEF1 cae por debajo de
0,8 L, los pacientes tienen riesgo de hipoxemia, hipercapnia y cardiopatía pulmonar.
La disminución de la DLco es inespecífica y está reducida en otros trastornos que afectan el lecho
vascular pulmonar, como enfermedad pulmonar intersticial, pero pueden ayudar a distinguir el
enfisema del asma, en la que la DLco es normal o está elevada.
Tabla
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Tabla
La radiografía de tórax puede mostrar hallazgos característicos. En los pacientes con enfisema,
los cambios pueden incluir hiperinsuflación pulmonar manifestada por diafragma aplanado (es
decir, aumento del ángulo formado por el esternón y el diafragma anterior en la proyección
lateral del valor normal de 45° hasta > 90°), disminución rápida de los vasos sanguíneos hiliares y
bullas (es decir, zonas radiotransparentes > 1 cm rodeadas por sombras curvas del grosor de un
cabello). Otros hallazgos típicos son el ensanchamiento de los espacios aéreos retroesternales y
una sombra cardíaca estrechada. Los cambios enfisematosos que se producen sobre todo en las
bases pulmonares sugieren deficiencia de alfa-1 antitripsina. Los pulmones pueden parecer
normales o presentar un aumento de la transparencia secundaria a la pérdida de parénquima.
En los pacientes con bronquitis obstructiva crónica, las radiografías de tórax pueden ser
normales o mostrar aumento de las marcas broncovasculares en ambas bases como
consecuencia del engrosamiento de la pared bronquial.
Con autorización del editor. De Barnes P. En Bone's Atlas of Pulmonary and Critical Care
Medicine. Publicado por J Crapo. Philadelphia, Current Medicine, 2005.
Los hilios prominentes sugieren la presencia de arterias pulmonares centrales grandes que
pueden indicar hipertensión pulmonar. El agrandamiento ventricular derecho que aparece en el
cor pulmonale puede estar enmascarado por la hiperinsuflación pulmonar o manifestarse como
invasión de la sombra cardíaca en el espacio retroesternal o por el ensanchamiento de la sombra
cardíaca transversa respecto de las radiografías de tórax anteriores.
Pruebas auxiliares
Las concentraciones de alfa-1-antitripsina deben medirse en los pacientes < 50 años con EPOC
sintomática y en no fumadores de cualquier edad con EPOC para detectar si existe deficiencia de
alfa-1-antitripsina. Otras indicaciones de posible deficiencia de alfa-1 antitripsina incluyen el
antecedente familiar de EPOC prematura o de enfermedad hepática inexplicable, distribución
del enfisema en el lóbulo inferior y EPOC asociada con vasculitis y anticuerpos
anticitoplasmáticos de neutrófilo (ANCA) positivos. Si las concentraciones de alfa-1 antitripsina
son bajas, el diagnóstico debe ser confirmado mediante pruebas genéticas para establecer el
fenotipo de la alfa-1 antitripsina.
El ECG, que con frecuencia se realiza para descartar causas cardíacas de la disnea, de modo
característico muestra un voltaje bajo difuso del complejo QRS con un eje cardíaco vertical
causado por hiperinsuflación pulmonar y aumento del voltaje de la onda P o desplazamientos
del vector de la onda P causada por el agrandamiento de la aurícula derecha en pacientes con
enfisema avanzado. Los hallazgos de hipertrofia ventricular derecha incluyen una onda R o R′ tan
alta o más que la onda S en la derivación V1, una onda R más pequeña que la onda S en la
derivación V6, la desviación del eje hacia la derecha > 110° sin bloqueo de la rama derecha del
haz o alguna combinación. La taquicardia auricular multifocal, una arritmia que puede
acompañar a la EPOC, se manifiesta como taquiarritmia con ondas P polimorfas e intervalos PR
variables.
El hemograma completo tiene poco valor diagnóstico en la evaluación de la EPOC, pero puede
mostrar eritrocitemia (hematocrito > 48%) si el paciente presenta hipoxemia crónica. Los
pacientes con anemia (por razones distintas de la EPOC) presentan una disnea
desproporcionadamente intensa.
Los electrolitos séricos son de poco valor, pero pueden mostrar un nivel elevado de bicarbonato
si los pacientes tienen hipercapnia crónica.
Los pacientes con exacerbaciones agudas suelen tener combinaciones de aumento de la tos, el
esputo, la disnea y el esfuerzo respiratorio, como también baja saturación de oxígeno en la
oximetría de pulso, sudoración, taquicardia, ansiedad y cianosis. Los pacientes con
exacerbaciones acompañadas por retención de dióxido de carbono pueden presentar letargo o
somnolencia, un aspecto muy diferente.
A todos los pacientes que requieren internación por una exacerbación aguda se les deben hacer
pruebas (p. ej., tomar una muestra para determinar gases en sangre arterial) a fin de cuantificar
la hipoxemia y la hipercapnia. La hipercapnia puede existir sin la hipoxemia.
A menudo, se realiza una radiografía de tórax para controlar la neumonía o el neumotórax. Muy
rara vez, entre los pacientes que reciben corticoides sistémicos por períodos prolongados, los
infiltrados pueden representar una neumonía por Aspergillus.
Pronóstico
La intensidad de la obstrucción de las vías aéreas predice la supervivencia de los pacientes con
EPOC. La tasa de mortalidad en pacientes con un VEF1 ≥ 50% del valor esperado es levemente
mayor que el de la población general. Si el VEF1 es de 0,75 a 1,25 L, la supervivencia a los 5 años
es de cerca del 40 al 60%; si es < 0,75 L, es de cerca del 30 al 40%.
Es posible realizar una predicción más exacta del riesgo de muerte mediante la medición
simultánea del índice de masa corporal (B), el grado de obstrucción del flujo de aire (O, que es el
VEF1), la disnea (D, que se mide usando el Modified British Medical Research Council [mMRC]
Questionnaire—ver Medición de la ausencia de respiración utilizando el Cuestionario modificado
del British Medical Research Council (mMRC)) y la capacidad para el ejercicio (E, que se mide con
una prueba de marcha durante 6 minutos); esto es el índice BODE. Asimismo, la vejez, la
cardiopatía, la anemia, la taquicardia en reposo, la hipercapnia y la hipoxemia disminuyen la
supervivencia, mientras que una respuesta significativa a los broncodilatadores predice una
mejor supervivencia. Los factores de riesgo de muerte en los pacientes con exacerbación aguda
que requieren hospitalización incluyen la edad avanzada, el aumento de la Paco2 y el uso de
corticoides orales para el mantenimiento. (Los detalles para calcular el índice BODE están
disponibles en Medical Criteria.)
Los pacientes con riesgo alto de muerte inminente son aquellos con pérdida de peso progresiva
e inexplicada o deterioro funcional grave (p. ej., los que presentan disnea en la casa al vestirse,
bañarse o comer). La mortalidad en la EPOC puede deberse a enfermedades intercurrentes más
que a la progresión del trastorno subyacente en pacientes que han dejado de fumar. En general,
la muerte es causada por insuficiencia respiratoria aguda, neumonía, cáncer de pulmón,
cardiopatía o embolia pulmonar.
Calculadora clínica:
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Tratamiento
Dejar de fumar
El tratamiento de la EPOC estable crónica tiene como objetivo prevenir las exacerbaciones y
mejorar la función pulmonar y física. Aliviar los síntomas rápidamente, sobre todo con
medicamentos beta-adrenérgicos de acción corta y disminuir las exacerbaciones con
corticosteroides inhalados, beta-adrenérgicos de acción prolongada, anticolinérgicos de acción
prolongada, o una combinación [ver Clasificación y tratamiento de la EPOC].
Cuando respira, sus pulmones se llenan de oxígeno. El oxígeno pasa a su sangre, que lo lleva a sus
órganos, como el corazón y el cerebro, que necesitan sangre rica en oxígeno para funcionar bien.
Las enfermedades que afectan su respiración pueden causar insuficiencia respiratoria. Estas
pueden afectar los músculos, nervios, huesos o tejidos que tienen que ver con la respiración. O
pueden afectar directamente a los pulmones. Estas afecciones incluyen:
Afecciones que afectan los nervios y músculos que controlan la respiración, como esclerosis
lateral amiotrófica, distrofia muscular, lesiones de la médula espinal y accidente cerebrovascular
Daño a los tejidos y costillas alrededor de los pulmones. Una lesión en el tórax puede causar
este problema
Lesiones por inhalación, como inhalación de humo (de incendios) o gases nocivos
Algunas personas que tienen insuficiencia respiratoria pueden tener mucho sueño o perder el
conocimiento. También pueden tener arritmia (latidos cardíacos irregulares). Es posible que
tenga estos síntomas si su cerebro y corazón no reciben suficiente oxígeno.
Su historia clínica
Oximetría de pulso: Utiliza un pequeño sensor que usa una luz para medir la cantidad de
oxígeno en su sangre. El sensor se coloca al final de su dedo o en su oreja
Una vez que se diagnostica insuficiencia respiratoria, su proveedor de salud buscará la causa. A
menudo, las pruebas incluyen una radiografía de tórax. Si su médico cree que puede tener
arritmia debido a la insuficiencia respiratoria, es posible que se someta a un electrocardiograma.
Esta es una prueba simple e indolora que detecta y registra la actividad eléctrica de su corazón.
Su causa
La insuficiencia respiratoria aguda puede ser una emergencia médica. Es posible que necesite
tratamiento en una unidad de cuidados intensivos de un hospital. La insuficiencia respiratoria
crónica a menudo se puede tratar en casa. Pero si su insuficiencia respiratoria crónica es grave,
es posible que necesite tratamiento en un centro de atención a largo plazo.
Uno de los objetivos principales del tratamiento es llevar oxígeno a los pulmones y otros órganos
y eliminar el dióxido de carbono de su cuerpo. Otro objetivo es tratar la causa de la afección. Los
tratamientos pueden incluir:
Terapia con oxígeno: Se realiza a través de una cánula nasal (dos pequeños tubos de plástico
que se introducen en las fosas nasales) o mediante una máscara que se coloca sobre la nariz y la
boca
Traqueotomía: es un orificio creado quirúrgicamente que atraviesa la parte frontal del cuello y
llega a la tráquea. Luego se coloca en el orificio un tubo respiratorio, también llamado cánula de
traqueotomía o tubo traqueal, para ayudarle a respirar
Ventilador: Máquina de respiración que sopla aire en sus pulmones. También saca el dióxido
de carbono de sus pulmones
Otros tratamientos respiratorios: Como ventilación con presión positiva no invasiva, que utiliza
una presión de aire moderada para mantener abiertas las vías respiratorias mientras duerme.
Otro tratamiento es una cama especial que se mueve hacia adelante y hacia atrás para ayudarlo
a inhalar y exhalar
Fluidos: A menudo por vía intravenosa para mejorar el flujo sanguíneo en todo el cuerpo.
También proporcionan nutrición
Vivir con insuficiencia respiratoria puede causar temor, ansiedad, depresión y estrés. La terapia
conversacional, los medicamentos y los grupos de apoyo pueden ayudarlo a sentirse mejor.
Los centros respiratorios se activan cuando reciben estímulos de una serie de receptores
periféricos(3), situados a los largo del cuerpo y que van a estar evaluando la situación
química, en sangre y tejidos. Los estímulos que recogen estos centros viajan a través del
nervio vago a la musculatura respiratoria y así se regula la respiración.
Los receptores fundamentales que van a transmitir información a los centros respiratorios
son:
Receptor adrenérgico
Complejo molecular que en las células del organismo recibe selectivamente la señal de la
adrenalina y noradrenalina, y responde transformándose en una respuesta celular
específica. Se clasifican en receptores alpha; (subdivididos en alfa-1 y alfa;-2) y receptores
beta (beta-1 y beta-2).
Los adrenoceptores alfa2 y beta2 están en contacto con las catecolaminas circulantes y
tienen, además, una localización presináptica en las terminaciones noradrenérgicas con
función inhibidora (alfa-2) o facilitadora (beta-2) de la liberación de noradrenalina. Existen
diversos fármacos que actúan sobre estos receptores, bien estimulando o bloqueando su
acción.
El síndrome de dificultad respiratoria aguda ocurre cuando se acumula líquido en los sacos
de aire elásticos y diminutos (alvéolos) de los pulmones. El líquido impide que los pulmones
se llenen con suficiente aire, por lo tanto, llega menos oxígeno al torrente sanguíneo. Esto
priva a los órganos del oxígeno que necesitan para funcionar.
Síntomas
Los signos y síntomas del síndrome de dificultad respiratoria aguda pueden variar en
intensidad, según la causa, la gravedad y si existe alguna enfermedad cardíaca o pulmonar
de fondo. Algunos de ellos son:
Causas
Bronquios, bronquíolos y alvéolos
Bronquíolos y alvéolos
Las causas no diagnosticadas más frecuentes del síndrome de dificultad respiratoria aguda
son las siguientes:
Neumonía grave. Por lo general, los casos graves de neumonía afectan los cinco lóbulos
pulmonares.
Lesiones en la cabeza, en el tórax u otra lesión importante. Los accidentes, como las caídas
o los accidentes automovilísticos, pueden dañar directamente los pulmones o la parte del
cerebro que controla la respiración.
Factores de riesgo
La mayoría de las personas que padecen síndrome de dificultad respiratoria aguda ya están
hospitalizados por otra afección, y muchos están gravemente enfermos. Tienes riesgo
especialmente si tienes una infección extendida en el torrente sanguíneo (septicemia).
Las personas que tienen antecedentes de alcoholismo crónico tienen un mayor riesgo de
padecer síndrome de dificultad respiratoria aguda. Estas personas son más propensas a
fallecer por síndrome de dificultad respiratoria aguda.
Complicaciones
Infecciones. Dado que el ventilador está unido directamente a un tubo que se inserta en la
tráquea, esto facilita la infección por gérmenes y más lesiones en los pulmones.
Gracias a las mejoras en los tratamientos, cada vez más personas sobreviven al síndrome de
dificultad respiratoria aguda. Sin embargo, muchos sobrevivientes sufren complicaciones
que pueden ser graves y quizás duraderos:
Problemas de memoria o para pensar con claridad. Los sedantes y los bajos niveles de
oxígeno en la sangre pueden provocar pérdida de memoria y problemas cognitivos después
del síndrome de dificultad respiratoria aguda. En algunos casos, los efectos pueden
disminuir con el tiempo, pero en otros, el daño puede ser permanente.
Circulación mayor: es el recorrido que efectúa la sangre oxigenada (representada con color
rojo) que sale del ventrículo izquierdo del corazón y que, por la arteria aorta llega a todas
las células del cuerpo, donde se realiza el intercambio gaseoso celular o tisular: deja el O2
que transporta y se carga con el dióxido de carbono, por lo que se convierte en sangre
carboxigenada (representada con color azul). Esta sangre con CO2 regresa por las venas
cavas superior e inferior a la aurícula derecha del corazón.
Circulación menor: es el recorrido que efectúa la sangre carboxigenada que sale del
ventrículo derecho del corazón y que, por la arteria pulmonar, llega a los pulmones donde se
realiza el intercambio gaseoso alveolar o hematosis: deja el CO2 y fija el O2. Esta sangre
oxigenada regresa por las venas pulmonares a la aurícula izquierda del corazón.
Sistema Respiratorio:
Vía Nasal
Consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada del aire, el cual se
humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras
llamadas cornetes.
Faringe
Es un conducto muscular, membranoso que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías
aéreas inferiores, mide 14 centímetros.
Epiglotis
Es una tapa que impide que los alimentos entren en la laringe y en la tráquea al tragar.
También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe.
Laringe
Es un conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el
paso de aire hacia la tráquea y los pulmones y se cierra para no permitir el paso de comida
durante la deglución si la propia no la ha deseado y tiene la función de órgano fonador, es
decir, produce el sonido.
Tráquea
Brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.
Bronquio:
Bronquiolo
Conduce el aire que va desde los bronquios pasando por los bronquiolos y terminando en
los alvéolos.
Alvéolo
Pulmones
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los
alvéolos están en estrecho contacto con capilares.
Músculos intercostales
Músculo estriado que separa la cavidad toráxica (pulmones, mediastino, etc.) de la cavidad
abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.). Interviene en la respiración, descendiendo la
presión dentro de la cavidad toráxica y aumentando el volumen durante la inhalación y
aumentando la presión y disminuyendo el volumen durante la exhalación. Este proceso se
lleva a cabo, principalmente, mediante la contracción y relajación del diafragma.
Cartílago tiroides:
es el más grande de los nueve cartílagos que forman el esqueleto de la laringe, la estructura
de cartílago que conforma la tráquea que contiene la laringe
Sistema de conducción:
Sistema de intercambio
: conductos y los sacos alveolares. El espacio muerto anatómico, o zona no respiratoria (no
hay intercambios gaseosos) del árbol bronquial incluye las 16 primeras generaciones
bronquiales, siendo su volumen de unos 150 ml
El Neumocito tipo I:
es una célula delgada que se extiende a lo largo del alvéolo con el fin de aumentar su
exposición para el intercambio gaseoso, ocupando el 95% de la superficie alveolar. Son las
células más sensibles a los efectos tóxicos y no pueden replicarse (son irremplazables).
Pulmones:
Son dos órganos esponjosos situados en la caja torácica, separados entre sí por un espacio
denominado mediastino. El pulmón derecho posee tres lóbulos y el izquierdo, más pequeño
por la situación del corazón en la caja torácica, sólo dos. En la cara mediastínica se
encuentra el hilio, abertura por donde penetran los vasos sanguíneos y linfáticos, los
bronquios y las fibras nerviosas. Cada pulmón está rodeado por dos membranas,
denominadas pleuras, entre las que hay un espacio virtual denominado cavidad pleural. La
respiración es un proceso cíclico que consta de dos fases: inspiración (inhalación de aire) y
espiración (exhalación).
CARINA.
Cresta en la base de la tráquea que separa las aberturas derecha e izquierda de los
bronquios principales (conductos grandes de vías respiratorias que van desde la tráquea
hasta los pulmones). También se llama carina de la tráquea.
La língula es la porción inferior del lóbulo superior del pulmón izquierdo. Esta parte del
pulmón recibe el aire a través del "bronquio lingular" (que es una subdivisión de los
bronquios secundarios). Pero la língula designa también una pequeña excrecencia ósea que
proviene del ala grande del esfenoides (hueso craneal que se articula especialmente con el
occipital por detrás y con ciertos huesos de la cara por delante) y que divide en dos
compartimentos el orificio anterior (un agujero que se sitúa entre la roca del hueso
temporal -que participa en la constitución de la sién- y el esfenoides).