intervalo que los poeras medievales llamaron amor. El espejo de Narciso es, en este sentido, el manantial de amor, la experiencia inaudita y fer" , de que la imagen es y no es nuestra imagen. Si se elimina el intervalo, si nos reconocemos sin habernos desconocido y amado -aunque sea por un instanteen la imagen, eso significa ya no poder amar, creernos dueños de la propia especie y coincidir con ella. Si se dilata indefinidamente el intervalo enrre la percepción y el reconocimiento, la imagen es inreriorizada como fantasma y el amor cae en la psicología. Los medievales llamaron a la especie íntentio, inrención. El término nombra la tensión interior (íntus tensío) de cada ser, que lo empuja a hacerse imagen, a comunicarse. La especie, en este sentido, no es otra cosa que la tensión, el amor con el cual cada ser se desea a sí mismo, desea perseverar en el propio ser, comunicarse a sí mismo. En la imagen, ser y desear, existencia y conato coinciden perfectamente. Amar a otro ser significa desear su especie; es decir, el deseo con que él desea perseverar en su ser. El ser especial es, en este senrido, el ser común o genérico y éste es algo así como la imagen o el rostro de la humanidad. La