Al hablar de la eutanasia, por su complejidad no solo abarca aspectos
jurídicos, médicos, culturales, económicos, sociales... sino que es imposible hablar de cada uno de ellos con objetividad. Hay que tomar métodos racionales del más alto nivel para su legislación y aplicación, para que pueda haber una regularización en este procedimiento.
Desde hace algunos años, el tema de la eutanasia se discute desde el ámbito
académico y legal en nuestro país. Ya hasta principios del 2008, con el esfuerzo de los legisladores, se promulgó la Ley de Voluntad Anticipada para el DF. Esto sirvió para que cualquier persona con capacidad de ejercicio pueda negarse a someterse a tratamientos médicos que prolonguen su vida, protegiendo su dignidad, cuando sea imposible mantener su vida de manera natural. Es muy importante que exista una ley que establezca toda claridad para el enfermo el rechazar tratamientos inútiles, además que los médicos tienen la obligación de respetar la decisión.
Es necesario conocer y analizar cuáles consecuencias trajo consigo esta ley
para determinar de una manera metodológica si la legalización de la eutanasia y su regularización son opciones viables para la sociedad en la que nos encontramos. No solo para una sociedad urbanizada, sino también a la población indígena en México, que por su desinformación son personas vulnerables a firmar documentos legales que desconocen por no saber leer o desconocer el español.
A nivel Federal, ya está aprobada la ortotanasia (eutanasia pasiva), pero es
necesario un estudio dirigido hacia los individuos de la sociedad para establecer una idea general de lo que podría ocurrir si la legislación de la aplicación de medicamentos con la intención primera de causar la muerte a petición del paciente (eutanasia activa) fuera un hecho. La cantidad de personas que considerarían darle fin a la vida de un familiar o a la suya con la asistencia de un médico para evitar la agonía de una muerte por alguna enfermedad terminal de la cuál no existe tratamiento eficiente para preservar la vida. Además, esto refleja el conflicto de las libertades de la autoridad y las personas, y hasta dónde llega las limitantes del primero como una fuente de verdad y del otro, sus responsabilidades de señalar fronteras a la libertad individual.