Juventud
en América Latina
Introducción
Mirar a los adolescentes y jóvenes desde el mundo adulto, implica correr el
riesgo de equivocarse o malinterpretar signos y símbolos cuyos significados
cambian (y han cambiado), por los acontecimientos históricos y sociales que
llenan las distancias entre “nuestra juventud” y la época actual.
Pero esta mirada es la de un adulto que ha asumido un compromiso con este
grupo poblacional y cuyo interés es analizar las situaciones con perspectiva
honesta y crítica, para contribuir, junto con los adolescentes y jóvenes, a
construir nuevas realidades en un mundo donde convivimos seres humanos de
diferentes edades, sexos, etnias, opciones y en el cual los cambios que se
producen (seamos o no conscientes de que acontecen y conozcamos o no la
naturaleza de los mismos), nos afectan a todos de una u otra manera.
Varios de los aspectos que analizamos en este artículo han sido tratados y
discutidos con amplitud por otros autores en este volumen.
24 Adolescencia y juventud en América Latina
Consideraciones previas
Abordar el tema de viejos y nuevos desafíos para los adolescentes y jóvenes
al inicio de este milenio implica tomar en consideración varios aspectos antes
de introducirse en el tema mismo.
¿A cuáles adolescentes y jóvenes nos referimos? Los retos y desafíos que
analizaremos difieren para los diversos grupos de adolescentes y jóvenes
(“las juventudes”) que comienzan el milenio con variados niveles de
exclusión social y de “capital cultural”. Por ende se tendrá en cuenta esta
variable al igual que la de género para pesar la importancia relativa de los
retos y desafíos para cada grupo (empobrecidos, indígenas, migrantes,
rurales, mujeres y varones, etc.).
Las diferentes circunstancias históricas, políticas y sociales en que los
adolescentes y jóvenes crecen y se desarrollan. Es bien conocido el
hecho de que a pesar de las semejanzas que existen entre los países de
América Latina, se encuentran también grandes diferencias en los
procesos sociales que viven nuestros países, así como las variantes que
existen en los distintos (y distantes) ámbitos geográficos y sociales
dentro de cada país.
El objetivo con el que analizamos los retos y desafíos es el del desarrollo
humano de los adolescentes y jóvenes.i Esto significa el logro del
desarrollo de las potencialidades físicas, espirituales, creativas y
sociales, con pleno disfrute de los derechos de ciudadanía, en una
sociedad solidaria y equitativa, en armonía con la naturaleza.
La participación social de adolescentes y jóvenes. La participación en el
análisis, toma de decisiones y las acciones que se derivan de ellas es
derecho inalienable de ciudadanía de adolescentes y jóvenes, dados sus
conocimientos y capacidades para hacerlo. Esto necesariamente debe
acompañarse de las acciones que son responsabilidad del Estado y sus
instituciones, de acciones de la sociedad civil (gremios, iglesias,
organizaciones comunitarias, organizaciones no gubernamentales) y de
la comunidad internacional interesada en apoyar esta participación.
Que estos retos y desafíos se establecen a partir de una “mirada o visión”
de adulto y deberán ser discutidos con los adolescentes y jóvenes para
llegar a consensos intergeneracionales e intrageneracionales.
Solum Donas Burak 25
Retos y desafíos
Hemos agrupado los retos y desafíos en seis diferentes áreas, con fines de
análisis y obviamente existen entre ellas múltiples vínculos así como entre los
diferentes componentes de cada una de estas áreas.
Desafíos políticos y de ciudadanía
-Reconocimiento político social de la existencia del grupo
-Reconocimiento de la ciudadanía
-Reconocimiento de la diversidad
-Necesidad de una política social específica para el grupo
Desafíos de la exclusión
-Participación social y en salud
-Deprivación educativa y cultural
-Deprivación económica
-Desempleo y carencia de seguridad social
-Carencias de legislación
-Deprivación recreativa
-Carencias en la atención integral de la salud
Desafíos de la inclusión
-Visión peyorativa estigmatizante
-Consumidores y fomentadores de consumo
-Como actores y objeto de violencia
-Formas diversas de explotación y abuso
Desafíos en el ámbito de los valores
-¿Cuál pérdida?
-Cultura del consumo y consumo de cultura
-Cultura del riesgo
-Cultura del placer
-Cultura del cuerpo
-Ganadores y perdedores
-Relaciones entre los géneros
-Ecología
-La maquinaria de la violencia
-Aceptación tecnológica
-Manejo de la sexualidad/genitalidad
-Virtualidad, velocidad y drogas
26 Adolescencia y juventud en América Latina
Desafíos de la exclusión
Exclusión de la participación social
Las opciones de participación social y en salud de los adolescentes y
jóvenes son muy limitadas.
Solum Donas Burak 27
geográficas que existen para un alto porcentaje del grupo para ir a los centros
urbanos donde se dan este tipo de manifestaciones. El otro polo es el escaso
acceso a manifestarse culturalmente nuevamente debido a la carencia de
opciones de centros de enseñanza de artes y los escasos recursos económicos
para poder expresar sus necesidades y habilidades creativas en este campo.
Exclusión económica
Los adolescentes y jóvenes comparten con los otros miembros de sus
familias, los perjuicios de los niveles de pobreza relativa y absoluta que han ido
en aumento (en la profundización de la pobreza y el número de pobres) en las
últimas décadas en América Latina (CEPAL). Este fenómeno se agrava cuando
el adolescente, como parte de su proceso de desarrollo autonómico, pretende
salir a vivir fuera de su hogar de origen y no logra obtener un nivel salarial que
le permita cumplir con esta tarea básica de los jóvenes: formar una núcleo
familiar independiente. Esto muchas veces le obliga a continuar viviendo bajo
el mismo techo de sus progenitores transformándose en lo que G. Rama ha
dado en llamar los adolescentes independientes dependientes. Este fenómeno
es particularmente grave para las adolescentes y jóvenes mujeres que migran de
las áreas rurales a las áreas urbanas en los países que aún tienen altos niveles
de ruralidad.
Exclusión legal
Si bien la aprobación de las leyes de protección del menor (que incluyen en
los países a los adolescentes hasta los 18 años de edad) trae nuevas esperanzas
Solum Donas Burak 29
legales para esta porción del grupo, la implementación de estas leyes se está
realizando en forma muy lenta en la mayoría de los países y con grandes
restricciones por la preponderancia de la visión adultocéntrica. Para el grupo
mayor de 18 años las leyes que han surgido son básicamente de orden punitivo,
en función de la “necesaria protección social” ante el auge de las tasas
delictivas de grupos juveniles.
Exclusión recreativa
Los adolescentes y jóvenes, al igual que el resto de la población, necesitan
para su salud física y mental tener múltiples opciones de recreación y poder
disfrutar del “placer en el uso del ocio”. Las oportunidades que tienen los
jóvenes en el ámbito de la recreación física, cultural y espiritual, son escasas, en
especial para la población rural y marginal. En general en la mayoría de nuestros
países no existen políticas, ni programas específicos en esta área de necesidades.
Así vemos con cierto nivel de tristeza los adolescentes y jóvenes sentados frente
a sus televisores (promedio de 4 horas diarias para la mayoría de los adolescentes),
o vagando por las calles o los “malles”, invadidos por el tedio, que los deprime y
conduce a múltiples conductas de riesgo (violencia, consumo de alcohol y drogas,
“pérdida de tiempo vital” de aprendizaje y de recreación placentera.
Desafíos de la inclusión
Estar incluido da en el inicio una aparente tranquilidad y un sentimiento
positivo, ya que parece decir que estoy siendo tenido en cuenta, estoy con otros,
algo de todo esto me va a beneficiar y quizás pertenecer, pero esta inclusión de
la que vamos a hablar no surge necesariamente de un deseo o un esfuerzo
personal o de haberlo solicitado, más bien adquiere el significado de que he
(hemos) sido incluidos (somos objetos de) en diversas situaciones, muchas de
las cuales la mayoría de las veces pasan desapercibidas, no nos damos cuenta
de que nos están pasando o nos han pasado o nos pasarán ya que la forma (las
estrategias usadas para incluirnos) son las más de las veces sutiles y además nos
hacen sentir alienadamente felices.
Visión peyorativa estigmatizante
La sociedad contemporánea ha ido desarrollando en las últimas décadas una
visión negativa general de los adolescentes y jóvenes (“son pandilleros
ladrones”, “son drogos”, “irrespetuosos”, “se embarazan irresponsablemente”,
“nada bueno puede esperarse de ellos”) se les culpa con una facilidad deplorable
de sucesos negativos (que también existen) en los que participan un muy bajo
porcentaje del grupo y se generaliza con extremo irrespeto e impunidad a todo
el grupo estigmatizándolo. En esa red peyorativa de los adultos (y también de
un grupo de adolescentes y jóvenes), caen “todos” por igual.
A esta visión han contribuido muy eficazmente los medios masivos de
comunicación, tanto la prensa, la radio y la televisión, que se encargan de
mostrar con saña las “maldades” de los adolescentes y jóvenes, minando las
capacidades y las acciones positivas que desarrolla la mayoría del grupo, porque
el crimen y la violencia “venden” y se hace un uso indiscriminado de este tipo
de información exagerando su frecuencia y gravedad en los distintos medios.
Solum Donas Burak 31
Sexualidad y genitalidad
Grandes cambios ha habido en las últimas décadas en relación con los
valores de la vida sexual y reproductiva de adolescentes y jóvenes. Determinada
por múltiples factores (las incipientes cambios en el concepto de masculinidad
y feminidad y los nuevos roles en cuanto a paternidad/maternidad, el mayor
conocimiento y acceso a anticonceptivos y viejas y nuevas técnicas abortivas,
más información sobre sexualidad y relaciones sexuales, más exposición a
erotización en la televisión y videos pornográficos), la edad promedio de inicio
de las relaciones físicas y sexuales ha disminuido, en la mayoría de los países
de América Latina, el uso de anticonceptivos aunque ha aumentado, aún un alto
porcentaje de jóvenes no los usan en sus relaciones sexuales, consumen drogas
Solum Donas Burak 35
El valor de lo ecológico
Este es un valor altamente positivo que se ha ido incorporando entre
nuestros adolescentes y jóvenes. El cuidado de la naturaleza, el logro de un
mejor vínculo Hombre-Ambiente, la conservación, la reducción de la polución,
el reciclaje, se han ido incorporando (a pesar de que la maquinaria industrial y
económica continúa con su labor predadora apocalíptica), en el sentir y actuar
de nuestros adolescentes y jóvenes.
Desafíos de la (in)equidad
El logro de la equidad (equidades) en las múltiples facetas en que la
desigualdad está presente, constituye el más importante de los desafíos que
enfrenta la humanidad y en particular la población adolescente y juvenil. Estos
logros son fundamentales si nuestro objetivo es, como lo señalamos al inicio,
el desarrollo humano de adolescentes y jóvenes y que, a través del ejercicio
pleno de la ciudadanía se transformen en eje fundamental del desarrollo de
nuestras sociedades.
Inequidades como la de adolescentes y jóvenes empobrecidos, en relación
con los no empobrecidos, (usando aquí el término de empobrecidos de acuerdo
con Gallardo, H: Pobre designa un estado, empobrecido refiere a un proceso
que contextualiza e historiza su carácter de producción social), el de las
inequidades de género y las estructuras reales y simbólicas que las determinan,
las inequidades entre los adolescentes de las áreas urbanas, los de las áreas
marginales y rurales, las inequidades específicas que sufren las diferentes
grupos étnicos en muchos de nuestros países (México, Guatemala, Bolivia,
Perú, Ecuador, entre otros), las inequidades que se refieren a las relaciones de
los adultos con adolescentes y jóvenes, las inequidades en educación,
empleo,salud y seguridad social .
Corresponderá un esfuerzo conjunto de adultos específicamente interesados
en adolescencia y juventud, de los políticos, de la sociedad civil y sin duda de
una manera fundamental la participación activa y permanente de los
adolescentes y jóvenes organizados, tanto en el planteamiento de los problemas
y sus soluciones como en la ejecución de las políticas, planes, programas y
proyectos que surjan para ir reduciendo esas inequidades.
38 Adolescencia y juventud en América Latina
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Nota
1 Valorar un valor: importancia relativa que se da a un valor sea por diferentes grupos de edad,
sexo, épocas históricas, etc.
2
Juventud:
una aproximación conceptual
Mario Margulis
Un significante complejo
A primera vista, la noción de juventud se presenta como una categoría
vinculada con la edad y por tanto remite a la biología, al estado y las
capacidades del cuerpo: parecería invocar al reino de la naturaleza. Sin
embargo, y por poco que se profundice, la significación de "juventud" se revela
como sumamente compleja, proclive a las ambigüedades y simplificaciones.
"Juventud" convoca a un marco de significaciones superpuestas, elaboradas
históricamente, que refleja en el proceso social de construcción de su sentido la
complicada trama de situaciones sociales, actores y escenarios que dan cuenta
de un sujeto difícil de aprehender.
La noción de juventud, en la medida en que remite a un colectivo
extremadamente susceptible a los cambios históricos, a sectores siempre
nuevos, siempre cambiantes, a una condición que atraviesa géneros, etnias y
capas sociales, no puede ser definida con un enfoque positivista, como si fuera
una entidad acabada y preparada para ser considerada foco objetivo de una
relación de conocimiento. Por lo contrario, "juventud" como concepto útil,
debe contener entre sus capas de sentido las condiciones históricas que
determinan su especificidad en cuanto objeto de estudio.
42 Adolescencia y juventud en América Latina
La moratoria social
A lo largo de este capítulo trataremos de reconstruir el significado social de
la condición de juventud, procurando dar cuenta de las distintas variables que
inciden y están presentes en el espesor de este concepto.
Entre los intentos de precisar el concepto "juventud" puede mencionarse un
primer esfuerzo por incorporar la diversidad social. Se trata de planteos ligados
con la llamada "moratoria social", que si bien insuficientes, tienen el mérito de
comenzar a tratar "juventud" como categoría histórica y no meramente
biológica.
La noción de "moratoria social" alude a un plazo concedido a cierta clase de
jóvenes, que les permite gozar de una menor exigencia mientras completan su
instrucción y alcanzan su madurez social y económica. Es un período de
permisividad, una especie de estado de gracia, una etapa de relativa
indulgencia, en que no les son aplicadas con todo su rigor las presiones y
exigencias que pesan sobre las personas adultas. La moratoria tiene referencias
históricas y sociales: en el siglo XVIII comienza a perfilarse cierto sector
juvenil como una capa social que goza de algunos privilegios, y poco a poco,
pero sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, se propicia la
prolongación en el período dedicado a la educación de los jóvenes -en un
principio casi exclusivamente a los varones-, pertenecientes a familias
relativamente acomodadas. La moratoria tiene que ver con la necesidad de
ampliar el período de aprendizaje, y por ende refiere sobre todo a la condición
de estudiante. Es una etapa que media entre la maduración física y la madurez
social y no alcanza a la totalidad de la población de cierta edad: remite sobre
todo a las clases medias y altas cuyos hijos, en proporción creciente, se fueron
incorporando a estudios universitarios, incluyendo, en épocas más próximas, la
demanda de estudios de posgrado, cada vez más prolongados.
Desde este punto de vista la juventud es un concepto relativamente reciente,
que reduce su alcance a cierta clase de jóvenes: aquellos que tienen los medios
económicos y la herencia cultural que les permite y orienta hacia los estudios,
lo que posterga su plena inserción en la actividad económica. La moratoria trae
consigo la postergación del matrimonio y del ingreso en la actividad económica
y está asociada con una definición implícita de juventud, que tiene su límite
superior, su techo, en la etapa en que la persona forma su propio hogar,
44 Adolescencia y juventud en América Latina
La diferenciación social
La moratoria es entonces un concepto que excluye de la condición de
juventud a un gran número de jóvenes: aquellos que económicamente no
poseen las características anteriormente descriptas y que tampoco, en el plano
de los signos, responden a la imagen del joven legítimo que los mass-media han
impuesto como portadora de los símbolos de juventud: bella, alegre,
despreocupada, deportiva y saludable, vistiendo las ropas a la moda y viviendo
romances y aventuras amorosas, ajena a la falta de dinero, al rigor cotidiano del
trabajo o las exigencias del hogar.
La frase que precede permite, por una parte, apreciar las limitaciones de las
definiciones de "juventud" centradas en la moratoria social, y por la otra
internarse en algunas de las complejidades a que nuestro concepto conduce. Si
la juventud tiene su límite superior en el momento en que el joven se inserta en
la actividad económica y se independiza del hogar de sus padres, iniciando su
propia familia, entonces quedarían fuera de esa categorización muchas
personas pertenecientes a sectores sociales de bajos ingresos, en los que no es
frecuente proseguir los estudios y, en cambio, se inicia a temprana edad la vida
laboral. También en esos sectores socioeconómicos se suelen iniciar uniones
conyugales con menos edad que entre los jóvenes de sectores medios y altos y,
asimismo, son numerosos los casos de maternidad adolescente entre las
mujeres, que con frecuencia carecen de pareja estable y permanecen en la casa
de sus padres.
Tomando en cuenta estas circunstancias, ¿debemos concluir que los
individuos involucrados dejarían de ser considerados jóvenes? ¿Son los factores
hasta ahora mencionados los únicos que determinan la condición de juventud?
Es aquí donde es conveniente introducir nuevos aspectos que surgen de una
deconstrucción del concepto "juventud" y que permiten afirmar que no se trata
de una condición limitada a ciertos sectores sociales, sino extendida a todos los
Solum Donas Burak 45
contraparte justa del trabajo o el estudio a los que se dedica gran parte de la
jornada. El tiempo libre es no culposo, tiempo para el goce y la distracción.
Pero el tiempo libre resultante del desempleo, de la no inserción, del no lugar
social, es tiempo vacío, tiempo sin rumbo ni destino. La moratoria social habla
de una juventud que dispone también de tiempo libre, tiempo que la sociedad
aprueba, avalando con indulgencia la libertad y relativa trasgresión propia de la
juventud dorada. Los jóvenes de las clases populares, y progresivamente
muchos provenientes de sectores medios, que no encuentran trabajo, no
estudian y no tienen dinero, disponen de mucho tiempo libre, pero se trata de
tiempo de otra naturaleza: es el tiempo penoso de la exclusión y del desprecio
hacia su energía y potencial creativo.
Si el joven se convierte en adulto cuando se independiza de su familia
consanguinea, forma su propia familia, obtiene su propia vivienda, se une o se
casa, tiene hijos y obtiene ingresos propios generalmente mediante un empleo,
profesión u oficio, debemos entonces considerar el ámbito extremadamente
móvil e incierto que hoy se presenta en la mayoría de las sociedades ante los
cambios en el plano del trabajo. El enorme desempleo y la escasa posibilidad de
conseguir una ubicación laboral para una cantidad muy grande de jóvenes, y por
ende el conflictivo tema que emana de la dudosa posibilidad de adquirir con
tales carencias una identidad social aceptada, pone en cuestión las condiciones
para su realización personal, en el plano social y en la vida familiar, en los
términos hasta ahora vigentes. En consecuencia la noción de adulto, límite
superior de "juventud", se coloca también en estado de indeterminación.
Generación
Con este concepto se trata de incluir activamente en nuestro análisis los
procesos históricos y el ritmo de los cambios sociales y culturales. Generación
alude a las condiciones históricas, políticas, sociales, tecnológicas y culturales
de la época en que una nueva cohorte se incorpora a la sociedad. Cada
generación se socializa en la época en que le toca nacer y vivir: internaliza los
códigos de su tiempo y da cuenta del momento social y cultural en que cada
cohorte ingresa a un sector social determinado. En épocas de rápido cambio se
hacen claramente visibles las diferencias entre generaciones, que dificultan la
comunicación entre padres e hijos. Podría afirmarse que cada generación es
portadora de diferentes rasgos culturales, lo que vuelve inevitables los
obstáculos al diálogo.
Solum Donas Burak 47
Género
La edad no afecta por igual a hombres y mujeres. La mujer es especialmente
influida por los tiempos de la maternidad. Podría afirmarse que su reloj
biológico -vinculado sobre todo con los ciclos relativos a la reproducción y
procesados por condicionantes culturales y sociales- tiene ritmos y urgencias
que la diferencian.
Los límites temporales que la biología impone a la maternidad, entre la
menarca y el climaterio, hallan su expresión en las formas históricamente
construidas que estructuran las uniones y en las pautas culturales vinculadas
con la belleza, la seducción y la afectividad. Los tiempos relativos a la aptitud
física y social para la maternidad acotan la condición de juventud entre las
mujeres: operan sobre la seducción y la belleza, tienen que ver con el deseo,
con las emociones, los sentimientos y la energía necesaria para afrontar los
embarazos, los partos, la crianza y cuidado de los niños durante un período
prolongado.
Pero nuestra alusión a lo biológico no remite, tampoco en este caso, a la pura
naturaleza. Intervienen en el tema que estamos desarrollando, de modo
importante, aspectos relacionados con la diferenciación social, los
condicionamientos culturales y el avance de la tecnología. También es
importante destacar el plano histórico, ya que estos procesos han variado en
relación con generaciones anteriores. Son notorios los cambios que inciden de
modo muy importante en la situación, derechos, posibilidades y libertad de las
mujeres en las sociedades contemporáneas. Durante la segunda mitad del siglo
XX se acrecentó notablemente la inserción de la mujer en los procesos laborales
y aparecieron nuevos métodos anticonceptivos, que le brindaron un inédito
control sobre su cuerpo. Junto con esos cambios técnicos y sociales, la
transformación de los códigos que regulaban las conductas sexuales impactó
fuertemente en la cultura y a ello se sumó el avance en las luchas emancipatorias
que tienen su eje en el plano del género y en los derechos de la mujer.
Solum Donas Burak 49
Bibliografía
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Nota
1 Se ha elegido 1968 a título ilustrativo de los cambios experimentados desde entonces en el
protagonismo político de los jóvenes. El año 1968 refiere a un período que se recuerda en la
historia reciente por una serie de acontecimientos especialmente significativos. Los jóvenes,
asociados en movimientos colectivos, ganaron las calles y trascendieron en episodios
recordados: el Mayo Francés, la Primavera de Praga, Tlatelolco, el Cordobazo. También fueron
tiempos en que protagonizaron movimientos colectivos que trascendieron en el plano cultural,
social y político. Fue la época de los movimientos pacifistas y antidiscriminatorios, de
propuestas -que se denominaron- contraculturales y del Festival de Woodstock con su
sugerencia de goce ligero y apacible: "If you can't be with the one you love, love the one you
are with" ("Si no puedes estar con quien quieres, quiere a aquel con quien estas", cantado por
el cuarteto Crosby, Stills, Nash & Young en Woodstock y constituido en versículo de la Biblia
underground. Véase Uve Schmitt: "Una nación por tres días. Sonido y delirio en Woodstock" en
Uve Schultz: La fiesta. Alianza Editorial, Madrid 1994.)