Por tal razón, esta totalidad compleja que constituye la realidad agraria es campo de
investigación para un conjunto de disciplinas científicas, tanto diversas ciencias naturales
como distintas ciencias sociales. Ninguna de ellas, por sí misma, podría dar cuenta de esa
totalidad compleja, aunque cada una aporta a su conocimiento desde una perspectiva pecu-
liar. Entre las ciencias sociales que contribuyen a tal conocimiento, encontramos a la Socio-
logía y, más particularmente, a la Sociología Rural y a la Sociología Agraria como ramas
especializadas de aquélla.
El carácter que pueden asumir las relaciones sociales es muy variado, por ejemplo,
pueden ser de: autoridad (mando-obediencia), conflicto, cooperación o asociación, compe-
tencia, dominación-subordinación, intercambio, parentesco, afinidad, afectivas, entre otros.
(*)
Versión corregida y aumentada (4.0), de la ficha de igual denominación.
Agosto de 2014.
1
El contexto histórico en el que surge y configura la Sociología como disciplina científica, está signa-
do por las consecuencias de la Revolución Industrial y Revolución Francesa y abarca los esfuerzos
teóricos para comprender y explicar esas transformaciones sociales.
1
En la vida cotidiana se establecen un sinnúmero de interacciones entre los indivi-
duos, entre los individuos y los grupos y entre los grupos; estas múltiples relaciones son
variadas y componen una trama o red de interacciones organizadas donde se sustenta la
vida de una sociedad. Más aún, la sociedad misma puede ser entendida como esa trama
total de relaciones sociales.
Esta trama o red de relaciones sociales está organizada de alguna manera y como
resultado del cúmulo histórico de esas interacciones. Dicha interacción no se da al azar,
sino que existen determinados mecanismos que regulan ese intercambio de acciones entre
los actores sociales (individuales o colectivos). Los tipos de relaciones recurrentes, reitera-
das, dan lugar a la existencia de comportamientos, conductas, acciones humanas instituidas
colectivamente. De esta manera, permanentemente está en vías de construcción un orden
social en expansión, unas estructuras e instituciones sociales en continuidad y cambio.
2
urbanización de la mano de obra, de difusión de innovaciones tecnológicas en las unidades
productivas, etc.
1.- el campo de los estudios sobre los actores sociales de la producción agra-
ria, sea que constituyan parte de la población rural o de la población urbana,
vistos en perspectiva histórica y a través de sus relaciones laborales, econó-
micas y sociales en general. Esto supone también, las relaciones que sostie-
nen con los actores sociales no agrarios.
3.- el campo del desarrollo rural y agropecuario y, por lo tanto, del desarrollo
en general, ya sea en su devenir histórico, ya sea en relación a su futuro pro-
bable y su planificación.
El conocimiento del sentido común es el que compartimos con otros en las prácticas
ordinarias y auto-evidentes de la vida cotidiana. Es un conocimiento tácito que nos permite
enfrentar la vida cotidiana y la interacción con los otros y que hemos adquirido, impercepti-
blemente, en relación y mediante la relación con otros seres humanos desde nuestra prime-
ra infancia. Ese conocimiento dependerá lógicamente, de las vinculaciones interpersonales
que podamos sostener, según la posición que ocupemos en el entramado total de relaciones
sociales en unas particulares coordenadas de tiempo y espacio.
La forma de producción del conocimiento del sentido común supone una construc-
ción social histórica que comprende innumerables creencias, prejuicios, interpretaciones
pre-científicas o cuasi-científicas de la realidad, pero también, muchas veces, incluye cono-
cimiento que es el resultado de la investigación científica. Es decir, no siempre el conoci-
miento del sentido común es contradictorio con el conocimiento científico. Existe una dialéc-
tica entre ambos tipos de conocimiento: por un lado, la divulgación del conocimiento científi-
co provoca alteraciones y contribuciones al conocimiento del sentido común, por otro, las
concepciones del sentido común sobre la realidad, en tanto percepciones intersubjetivas
2
La Sociología Rural se constituye como rama de la Sociología muy tempranamente y con anteriori-
dad a lo que hoy se denomina Sociología Agraria. En la actualidad, muchas veces se utilizan indistin-
tamente dichos términos en razón de la gran superposición temática de ambas. Como se señala más
adelante, lo rural y lo agrario no coinciden exactamente.
3
compartidas de la realidad, proporcionan orientaciones sugestivas para la investigación cien-
tífica.
Las realidades que como disciplina científica investiga la Sociología, son las mismas
que ya han sido nombradas, consideradas e interpretadas por los propios actores sociales
en su vida cotidiana y sobre las que tienen un conocimiento de sentido común. Por lo tanto,
es frecuente que surjan visiones contrapuestas de las mismas realidades. Tratándose de la
realidad agraria
3
En este punto seguimos a CEPAL (1979).
4
cambios en la estructura productiva producen consecuencias diferenciales para
los distintos grupos sociales que participan de la actividad agraria. De aquí se
deriva el especial interés analítico del enfoque sociológico por la diferenciación
social y los procesos que la determinan.
d) Ni lo rural, ni lo agrario, son mecánicamente identificables con lo "tradicional",
entendiendo lo tradicional como atrasado, resistente al cambio y, en general y
despectivamente, como algo indeseable. Las economías agrarias y las socieda-
des rurales han atravesado diversos momentos históricos, pudiéndose reconocer
en cada uno de ellos tanto fuerzas conservadoras como fuerzas modernizado-
ras. Así, la sociedad rural en muchas ocasiones podría caracterizarse como
"moderna". Debe evitarse, pues, identificar lo moderno con lo urbano y lo tradi-
cional con lo rural.
e) Los sujetos son estratégicos, antes que pasivos. Deberían desecharse los su-
puestos ligados a la idea de la pasividad de los campesinos, los productores y
demás actores sociales. “La llamada pasividad es normalmente una de las for-
mas que asume la adaptación que, en su fondo, es tan activa como cualquier
otra; o, si se quiere, la supuesta pasividad es normalmente una estrategia que
adoptan determinados grupos” (CEPAL, 1979).
Hasta ahora hemos hecho referencia a la Sociología Agraria en relación con la “acti-
vidad agraria” y sugerido que la Sociología Rural como referida al “medio rural”. Para abor-
dar los tres campos de estudio indicados en la sección anterior, es conveniente realizar al-
gunas precisiones previas. Conceptualmente, al menos, "rural" y "agrario" no son intercam-
biables aunque, empíricamente, puedan coincidir en gran medida. Nos hemos referido, va-
rias veces ya, a "medio rural" y a "actividad agraria". Ambas expresiones nos proporcionan
una clara orientación hacia el significado de aquellos términos.
Nótese que "rural" adjetiva a "medio". Efectivamente, "rural" es antes que nada una
categoría espacial y geográfica. Por oposición a lo urbano, lo rural se refiere a las localida-
des geográficas donde el tamaño y la densidad de la población son relativamente pequeños.
Por otra parte, "agraria" adjetiva a "actividad". Lo agrario se refiere a la producción de la tie-
rra, es decir a ocupaciones productivas que requieren tierra.
4
Dados los objetivos de nuestro curso, desarrollaremos contenidos propios de la Sociología Agraria,
habrá de interesarnos lo rural en tanto agrario.
5
Lo rural y lo urbano son categorías que se refieren a realidades históricamente cam-
biantes. De allí algunas de las dificultades para su caracterización. De todas formas, lo rural
y lo urbano deben ser comprendidos en el dinamismo singular y contradictorio de sus trans-
formaciones históricas.
Parece más apropiado que una visión dicotómica, quizá, analizar la diversidad de
situaciones y la trama de relaciones entre la población dispersa, los pequeños conglomera-
dos, los centros intermedios y las grandes metrópolis. Esta diversidad y trama de relaciones
parece, más bien, el resultado de un proceso de estructuración espacial único y expresión
de una forma de organización espacial de las actividades que favorece o desfavorece en
determinados casos la mayor o menor concentración y complementación de dichas activida-
des y de la población.
Cualquier interés por intervenir en una situación agropecuaria con acciones que
promuevan cambios o transformaciones en ella, necesariamente exige un conocimiento ex-
haustivo de esa realidad. La totalidad compleja de elementos de orden natural y social que
constituye el mundo de la producción agropecuaria, más la exigencia de adoptar una pers-
pectiva sociológica, nos lleva a la necesidad de discriminar los elementos componentes
esenciales de tales fenómenos, para lo cual adoptaremos el concepto de estructura agraria.
5
Estos procesos que han ido desdibujando los límites precisos entre lo rural y lo urbano, han sido los
que han promovido la conformación de la Sociología Agraria como especialidad.
6
Por estructura entendemos una totalidad de partes interrelacionadas. Como partes de esa totalidad
pueden existir otras estructuras que en relación a la primera son subestructuras, pero en sí mismas
son otras totalidades de partes interrelacionadas.
7
El esquema que se presenta, si bien tiene fundamentos teóricos aceptables, puede resultar un tanto
arbitrario en algunos aspectos. Debe destacarse, por lo tanto, que su finalidad es especialmente di-
dáctica.
8
Alguien podría señalar que la Sociología no debe inmiscuirse en temas económicos o agronómicos
y limitarse sólo a la estructura social. Ciertamente el interés sociológico se centra en la estructura
6
En el estudio de la estructura agraria deberán agregarse a la configuración interna de
elementos, las articulaciones que la totalidad estructural y/o sus componentes mantienen
con otras estructuras (agrarias o no) de orden regional o nacional. Ello permitirá visualizar
los flujos de entrada y salida, sea de bienes y servicios, sea de agentes sociales, como así
también la trama de relaciones sociales que se establecen intra y extra estructura agraria.
Con ESTRUCTURA SOCIAL nos referimos, antes que nada, a los actores sociales
que participan de ella, es decir, al elemento humano, a los sujetos o agentes sociales, sean
individuos o colectivos (grupos). También queremos implicar al tramado de las relaciones
sociales a través de las cuales, los actores sociales, van conformando la dinámica social y
creando y transformando la cultura (material e inmaterial). Por su parte, la referencia a la
dinámica social nos remite a los distintos procesos sociales que se desenvuelven en la
estructura agraria 9.
Una de las cuestiones prioritarias será identificar a los actores sociales más significa-
tivos de la estructura social. Los actores sociales colectivos (grupos) encontrarán bases pa-
ra su formación en distintos aspectos: en el sistema de estratificación social (estratos socia-
les, clases sociales, sectores sociales), en el parentesco (grupos familiares), en las afinida-
des e intereses compartidos (asociaciones rurales, cooperativas, otros grupos secundarios),
en los aspectos demográficos (grupos de edad, sexo, etc.), entre otros.
Quiénes producen, qué y cómo producen, para qué y para quienes producen, defi-
nen las características de la ESTRUCTURA ECONÓMICO-PRODUCTIVA. Así, son espe-
cialmente importantes los recursos productivos disponibles y su combinación, como los re-
sultados que provocan. Estos elementos nos permitirán establecer las distintas formas y
tipos de explotación que -como veremos- son de gran relevancia para la comprensión de las
características de la estructura social.
social, sin embargo, este objetivo no puede lograrse cabalmente sin considerar los restantes elemen-
tos componentes de la estructura agraria en sus relaciones con la estructura social. La forma de in-
teresarse del sociólogo por elementos "no sociales" está siempre en función de comprender lo social.
Del mismo modo, muchos aspectos económico-productivos y agronómicos no podrán entenderse
aislados de la estructura social.
9
El término “estructura social” tiene distintos significados en la literatura sociológica. A nuestros fines
expositivos conviene el utilizado por G.Germani en Estructura social de la Argentina, Ediciones Solar,
Bs.As., 1987, Cap.I “Introducción”.
7
a la actividad agraria y a la población rural. Consecuentemente, muchas de las transforma-
ciones de la estructura agraria deberían comprenderse a partir del papel jugado por el Esta-
do.
Estructura Agraria
Procesos históricos de conformación de la Estructura Agraria
A
G
R
Estructura Estructura
Económico-Productiva O
Tenencia de la Tierra
Ind. de I
Insumos N
Sect. fi- D
nanc. y U
de servi- S
cios T
Estructura Social R
Actores individuales
I
y colectivos
A
10
El estudio de la diferenciación y asimetría en la estructura social constituye un capítulo central de la
Sociología y, en algunos contextos teóricos, se identifica como el estudio de la estratificación social.
8
Las más simples diferencias -sean biológicas o de otro tipo- entre grupos o personas
se pueden tornar desigualdades sociales, en virtud de un orden social que las convierte en
tales. Así, las desigualdades sociales se expresan en la asimétrica distribución de bienes y
servicios, derechos y obligaciones, poder y prestigio.
El análisis de las formas y tipos de explotación agropecuaria es uno de los ejes cen-
trales para caracterizar y explicar la naturaleza de la estructura social agraria y su dinámica.
En tanto y en cuanto los distintos tipos de unidades productivas presuponen la existencia de
diversos grupos y sectores sociales de características igualmente diferenciadas, permiten
establecer una parte muy importante de la matriz de la estructura social agraria.
11
Suele decirse que las oportunidades específicas de obtener un valor determinado se pueden expli-
car en función de la riqueza, el prestigio y el poder. Los tres factores están interrelacionados y su
importancia relativa es históricamente variable. En las sociedades contemporáneas la importancia de
la riqueza parece ser bastante decisiva. La riqueza es determinante de la situación de clase y se ma-
nifiesta a través de los ingresos y del capital; ingresos y capital, a su vez, se deben relacionar con la
ocupación y la propiedad.
12
Cosas Dichas, Gedisa, Barcelona, 1993, p. 131. Pierre Bourdieu, sociólogo francés contemporáneo
nacido en 1930, ha alcanzado gran notoriedad por sus aportes a la teoría sociológica actual.
9
Una aproximación a los actores sociales en el agro:
los Tipos Sociales Agrarios (TSA)
¿Cómo ha de entenderse qué es un tipo? Cada uno de los tipos que conforman una
tipología puede ser definido como una construcción conceptual que selecciona, abstrae,
combina y -en ocasiones- enfatiza deliberadamente un conjunto de variables (criterios con
referentes empíricos) que sirve de base para la comparación de casos empíricos. Así, pues,
el tipo es, esencialmente, un recurso de investigación construido -más que para describir-
para comparar, explicar y predecir. El tipo es una simplificación de lo concreto; por lo tanto,
los casos empíricos que se estudien a la luz del tipo, se ajustarán en mayor o menor grado
al mismo. El tipo recorta lo que se considera teóricamente significativo de la realidad que se
analiza. El tipo sirve no sólo para ordenar las observaciones que deben realizarse en el cur-
so de la investigación, sino también, para que los acontecimientos concretos puedan compa-
rarse y comprenderse dentro de un sistema de categorías generales en las que los tipos se
incluyen, es decir, permiten vincular tales acontecimientos concretos con la teoría disponi-
ble. (Cfr. MC. KINNEY, J.C., 1968).
13
Debe tenerse en cuenta que la unidad de análisis antes que el individuo, es el grupo familiar. Nues-
tras unidades de análisis tampoco son las explotaciones, aunque nos sirvamos de ellas para definir a
los TSA. En todo lo que se refiere a los TSA seguimos a CARACCIOLO, Mercedes y otros (1981).
10
El TSA Asalariado (o Trabajador) incluye a aquellos agentes socioeconómicos que
aportan exclusivamente el factor trabajo. En esta medida se refiere a trabajadores depen-
dientes. En tanto no disponen de capital, dependen de otros agentes para trabajar.
Sin embargo, es conveniente tener en cuenta que existen distintas calidades de tra-
bajo que debemos distinguir. En primera instancia, dos tipos que resultan relevantes desde
el punto de vista conceptual y en la realidad, son: el trabajo directamente productivo y el
trabajo indirectamente productivo.
El trabajo directamente productivo que puede ser más o menos calificado, es el tra-
bajo humano que se aplica en los procesos productivos en sentido estricto, es decir, sobre
la tierra, plantas, animales o en las tareas de mantenimiento o reparación de instalaciones,
máquinas, equipos y herramientas.
El carácter permanente o transitorio con que se aporta el trabajo, puede implicar una
diferenciación social significativa, particularmente tratándose de asalariados que realizan el
trabajo directamente productivo y más, especialmente aún, cuando se trata de trabajo poco
calificado.
14
Siempre hacemos referencia, en este caso, al capital productivo, es decir, el capital real, bienes de
capital o medios de producción. Se presenta bajo distintas formas: instalaciones agropecuarias, mejo-
ramiento del suelo, máquinas y herramientas, plantaciones, animales, insumos (semillas, agroquími-
cos, etc.) y otros. No pensamos en el capital-dinero. Este pudo ser capital de adquisición antes de
transformarse en capital productivo. El capital-dinero como capital de adquisición puede remitir al
propio productor o agentes financieros. Téngase en cuenta que los resultados físicos del proceso
productivo (trigo cosechado, animales terminados, etc.), generalmente constituyen bienes que vuel-
ven a transformarse, por ejemplo a través de su venta, en capital-dinero.
11
consideraciones y combinación de factores aportados 15, ya nos hablan de la existencia de
una gran variedad de tipos de productores.
Nuestro interés va a estar centrado ahora en los TSA de productores y para su dis-
tinción entrarán en juego la consideración de múltiples variables y no sólo la disponibilidad
de un factor productivo.
Por otro, podemos preguntarnos los resultados, en el largo plazo, que puede generar
la unidad productiva que dirige el productor, específicamente, por la obtención o no de bene-
ficios económicos, lo que seguramente puede incidir en la viabilidad o continuidad de esas
unidades y sus productores.
Organización social
del trabajo directamente productivo
Familiar Extrafamiliar
15
El factor definitorio del TSA el factor K (capital), basta que aporte este factor para calificarlo como
tal. Las combinaciones podrían ser: tierra y capital (T+K), capital y trabajo (K+L), tierra y trabajo
(T+L), tierra, capital y trabajo (T+K+L).
16
Lógicamente, el manejo gerencial es inherente a la función de productor, aún cuando en parte, a
veces, las delegue en otros agentes que pueden ser asalariados o a través de la contratación se ser-
vicios profesionales.
12
* TSA PRODUCTOR CAMPESINO O MINIFUNDISTA
13
VARIABLES
ESTRUCTURALES
VARIABLES
INTERVINIENTES
ESTRATEGIAS
PRODUCTIVAS
RESULTADOS SOCIO-
ECONÓMICOS
17
Téngase en cuenta que la posibilidad de acceder a los recursos productivos está condicionada por
la posición en la estructura social vigente. Cuando las posibilidades de movilidad social son relati-
vamente cerradas, las condiciones de los distintos actores sociales tienden a preservarse dentro de
cada generación y a reproducirse en la subsiguiente y con ello la capacidad de acceder a los recur-
sos productivos. Recuérdese que por movilidad social se entiende el pasaje de una posición a otra de
la estructura social.
18
Esta variable es determinante para considerar si un establecimiento es familiar o empresarial. Se
debe advertir que existen diversos usos de la expresión “familiar”. Aquí se utiliza en el significado que
le otorga la Sociología Agraria. Por lo tanto, no es una referencia a la propiedad de la explotación
(tierra y/o capital) y no debe confundirse con “empresa familiar”.
14
3.- Disponibilidad de ingresos extraprediales.
4.- Historia ocupacional del productor. (Experiencias personales y familiares respecto
del trabajo; ocupación del padre).
5.- Educación e información técnico-económica del productor. (Nivel educativo, cana-
les y nivel de información).
6.- Actitudes del productor hacia el cambio y la innovación y hacia la participación
social. Normas y valores referidos a la actividad productiva.
15
TIPOS SOCIALES AGRARIOS DE PRODUCTORES: Variables diferenciadoras
1 2 3 4 5 6 7 8 9
TIPO Disponibili- Disponibilidad Disponibili- Organización Racionalidad Poder de ne- Resultados Nivel Nivel
SOCIAL dad de de capital dad de mano social del económica gociación en económicos de de
tierra de obra trabajo directa- el mercado vida empleo
mente produc- de
tivo productos
CAMPESI- Capital escaso Maximizar el Nulo No hay benefi-
NO O Insuficiente en términos Excedente 19 Familiar 20 ingreso a cios. Ingresos Carencias Subempleo
MINIFUN- absolutos global escaso cercanos al sala- básicas encubierto
DISTA rio de subsis-
tencia
FAMILIAR Insuficiente Capital escaso Familiar o Maximizar el Escaso Hay beneficios Tiende al
CAPITALI- a en términos Adecuada Familiar comple- ingreso a menores al bene- Adecuado pleno
ZADO suficiente relativos a las mentada con global suficiente ficio medio de empleo
empresas extra-familiar a- las empresas
salariada
EMPRESA- Suficiente o El beneficio me-
RIO más que su- Adecuada Adecuada Extrafamiliar Maximizar el Suficiente dio es el máximo Adecuado Pleno em-
ficiente beneficio posible para la pleo
actividad
19
Dependiendo del ciclo vital de la familia.
20
Compatible con la contratación de mano de obra extrafamiliar en momentos de altos requerimientos como la cosecha.
14
Agentes socioeconómicos con inserción múltiple en la estructura económica
Hasta ahora hemos venido considerando Tipos Sociales Agrarios sobre el supuesto
que tienen una única inserción en la producción agraria en una misma unidad productiva y
que participan desde la posesión de uno o más factores productivos agrarios en sus distin-
tas combinaciones. Por otra parte, debemos recordar que los mismos no son meros agentes
económicos, son seres sociales integrales, en interacción con otros seres y su medio am-
biente físico y social, lo que nos debe poner de sobre aviso de los riesgos de reducir a los
sujetos a su mera dimensión económica.
Más allá del supuesto señalado, es muy frecuente encontrar agentes socioeconómi-
cos con inserciones agrarias múltiples (dos o más) y/o fuera del sector agropecuario. Estas
situaciones complejizan aún más las características de la estructura social agraria. El com-
portamiento de estos agentes tendría que tener en cuenta estas inserciones múltiples en la
economía.
Finalmente, podríamos examinar los casos de algunos agentes que desde afuera del
sector agrario venden servicios para la producción agropecuaria. Este podría ser el caso de
los contratistas de maquinaria agrícola puros, en realidad empresarios del sector servicios.
15
las sucesivas generaciones, de un Tipo Social Agrario a otro. El grado de cierre en esta mo-
vilidad y la posibilidad de diferenciación social hacia “arriba” o hacia “abajo” en la Estructura
Social Agraria, se relaciona directamente con los procesos sociales.
El desarrollo, en todo caso, hace referencia a ciertos cambios cualitativos, antes que
cuantitativos, de una sociedad y que se valoran positivos. Pero en definitiva, se refiere a las
personas que integran esa sociedad y a sus condiciones de vida. El desarrollo debería ser
entendido, más bien, como un proceso de expansión de las capacidades de los individuos,
de sus posibilidades, de sus derechos. Así pues, el desarrollo debe entenderse como la ex-
pansión de oportunidades vitales y la potenciación de las capacidades humanas necesarias
para aprovechar aquellas oportunidades.
16
emprendido como un proceso de cambio estructural que implique no solamente el creci-
miento productivo, sino también las transformaciones institucionales y la participación crea-
dora de toda la población.
Esto no significa que deba ignorarse la dimensión económica. Como afirma el Pro-
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo, “los adelantos a corto plazo en materia de
desarrollo humano son posibles, pero no serán sostenibles sin un mayor crecimiento eco-
nómico. A su vez, el crecimiento económico no es sostenible sin un desarrollo humano.”
Para que exista el desarrollo humano integral es necesario el crecimiento económico, pero
también la distribución equitativa del crecimiento a toda la población. La “teoría del derra-
me” 21, sostenida por los defensores y ejecutores de las políticas neoliberales, encierra un
“mecanicismo” o “automatismo” que en la práctica resulta engañoso ya que, en realidad, el
efecto distributivo de la riqueza debe garantizarse a través de políticas públicas activas.
BIBLIOGRAFÍA
21
La figura hace referencia a una pirámide de copas. Si se llena la copa superior, el líquido se derra-
mará hacia las copas inferiores que empezarán a llenarse.
22
Cfr. CEPAL (1979) y NEWBY, H., (1982).
17