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Introducción:

Las economías bananeras y mineras tuvieron un profundo impacto en la historia y formación


de las naciones centroamericanas. Su impacto no se redujo únicamente al área económica
pues estas tuvieron un papel importante en la formación de la identidad nacional y las
relaciones entre los diferentes países.

La United Fruit Company, UFCO por sus siglas en inglés, tuvo un fuerte peso en la historia de
las naciones centroamericanas. Dirigida por Minor Keith, y con sedes en casi toda
Centroamérica, fue conocida como un sinónimo de explotación y corrupción. Su economía se
basaba en el sistema de enclave, pues no solo controlaba la mayor parte de la producción
bananera sino también el ferrocarril (principal medio para la exportación) y los comisariatos
donde los empleados adquirían muchos de los productos necesarios para la subsistencia.

En Costa Rica, muchas de las reformas sociales vigentes actualmente, surgieron de esta época.
Los trabajadores se movilizaron para hacer valer sus derechos y mejorar sus condiciones
laborales.

La minería también ocupó un importante papel en la historia Centroamérica pero esta, en


cuanto a los estudios realizados, tiende a ser ignorada o tratada de manera superficial, siendo
opacada por el cultivo de productos como el café y el banano. Pero no por ello se debe pensar
que no tuvo ninguna relevancia en el desarrollo económico de los países centroamericanos, su
papel fue dinámico.

Desarrollo:

Enclave bananero:

Fue en la época del siglo XX, cuando se contaban con las condiciones tecnológicas y
organizativas necesarias fue que la exportación de bananas comenzó a hacerse en gran escala.
De los cinco países que formaron parte de la antigua Federación, El Salvador fue el único país
donde no se cultivó banano para la exportación al no ser considerado un negocio rentable. La
producción avanzó con mayor rapidez en Honduras y Costa Rica.

La United Fruit Company no era la única compañía relacionada con la industria bananera pero
sí la más grande y la más influyente. Hubo pequeñas plantaciones pero la mayoría de estas
fueron absorbidas por la United Fruit Company o tuvieron que ajustarse a sus reglas al no
tener las capacidades para competir en el mercado global. Esto incluía a quienes vendían sus
productos y la manera en que serían pagados.

La deuda tuvo una gran importancia dentro de la economía del banano y en la economía en
general. Fue la deuda lo que le permitió a los países centroamericanos entrar al mercado
global. Los prestamistas eran quienes imponían las reglas del mercado y los deudores quienes
tenían que adaptarse a las mismas.

La relación de endeudamiento toma diferentes facetas y formas varias donde los préstamos
directos concedidos por compañías, ya fuera para la construcción específica, siendo la
finalización del ferrocarril un ejemplo, o cubrir una necesidad inmediata e inclusive la
delegación de la potestad para gestionar préstamos externos a nombre del gobierno a algún
representante de dichas empresas.

La construcción del ferrocarril fue el mayor negocio de Minor Keith en Centroamerica, las
plantaciones bananeras fueron un negocio extra que surgió de las concesiones de tierras que
hizo el Estado a modo de pago. Esto se hizo mediante el contrato Soto-Keith. Un aspecto que
fortalecía la autonomía de la United Fruit Company era su ubicación.

Les alquilaba tierra y adelantaba dinero; y si poseían tierra, simplemente les facilitaba el dinero
que necesitaban para levantar la plantación bananera; pero, en todo caso, obligándolos a
firmar leoninos contratos redactados por los propios abogados de la Compañía, según los
cuales esos finqueros particulares quedaban comprometidos a vender su banano
exclusivamente a la United Fruit Company, a un ínfimo precio señalado por racimo recibido
(óigase bien: por racimo re-ci-bi-do), menos un porcentaje que les rebajaba en cada racimo
como abono a la deuda contraída. (Fallas, 2010)

(mamita yunai, página 231)

Al encontrarse en el Caribe, lugar donde se construyó el ferrocarril, se le dificultaba al Estado


monitorear sus operaciones. Pero hubo otro motivo por el que la plantación bananera explotó
a sus trabajadores durante un largo tiempo: el fraude. Muchas veces esté fue realizado de
maneras poco sutiles. Aunque los indígenas contaban con derecho al voto no todos contaban
con el conocimiento para poder votar y que su voto no fuera inválido. Estampillas pegadas en
el lugar incorrecto era una de las razones por los que los votos perdían validez.

—Bueno, señores, allí viene Juan Motawa otra vez; ¿seráJuan Motawa o será su hermano
gemelo?... ¿Y el “cuñao”?, ¡allí está el gran bandido arrugando otra cédula y agazapándose
entre los demás!... ¡Ah, no, no, señores! —exclamé, comenzando a perder la paciencia—. ¡Esto
sí que ya es el colmo del relajo!: ¡el señor “comisario” va a votar otra vez y ni siquiera tiene
gracia pa’ quitarse el chonete y dejar la rialera a un lao!

(Fallas, 2010) (Mamita yunai, página 58).

De dicha actividad económica el Estado vio pocas ganancias. Los beneficios que recibía el país
en donde se encontraban las plantaciones se reducía al empleo que generaba, con condiciones
laborales de explotación, y los pocos impuestos que eran recaudados. Las pérdidas fueron
mayores. La United Fruit explotó las tierras y a sus habitantes hasta que el negocio dejó de
parecer rentable y en ese momento partieron en busca de nuevos terrenos para conquistar.

Pero al poco tiempo la tierra se cansó de dar bananos y ya el cacao no significó nada para los
yanquis. Entonces, estos levantaron sus rieles, destruyeron los puentes y, después de escupir
con desprecio sobre la tierra exhausta, se marcharon triunfalmente hacia otras tierras de
conquista. Se marcharon arruinando hasta a los criollos ingenuos que, creyendo poder medrar
a la sombra de la bota yanqui, habían plantado sus tiendas en la región. (Fallas, 2010)

(Mamita Yunai, página 75).


En el pliego se incluyeron, además, demandas en favor de los finqueros nacionales: fin de los
injustificados rechazos de fruta, mejores precios para su banano, etcétera. Sin embargo, todos
esos finqueros, desde el primer momento, se pronunciaron abiertamente contra la huelga, a
pesar de que muchos de ellos, en privado, hacían votos por el triunfo de los trabajadores. ¡Era
el temor de la poderosa empresa imperialista! (Fallas, 2010).

Los costarricenses cansados de la explotación laboral y del fraude decidieron intervenir de


otras formas. En esa época era común el desprestigio de la oposición etiquetándolo de
comunista, técnica utilizada para restarle valor a la causa que defendían y que incluso en la
actualidad sigue viéndose.

(…) pero más violenta todavía fue la campaña de difamación que desataron todos los
periódicos burgueses contra los huelguistas. (…). Según esos periódicos y esos periodistas, la
huelga había sido provocada por un grupo de audaces comunistas, de agitadores
profesionales; los comunistas, cumpliendo una orden directa de Moscú, mantenían la huelga
atemorizando a los trabajadores: los comunistas estaban interesados en provocar desórdenes
y, sobretodo, estaban interesados en perjudicar a las grandes empresas norteamericanas que
operaban en nuestro país; ¡era necesario que el Gobierno, procediendo energéticamente,
pusiera fin de una vez por todas a estos turbios y criminales manejos de los comunistas
criollos! (Fallas, 2010)

(Mamita yunai, página 238).

Muchas de las reformas laborales surgieron de esta época. Surgieron los sindicatos bananeros
y se lograron mejorar las condiciones laborales pero no fue algo sencillo.

La última etapa de la huelga bananera de 1934 fue violenta y de gran importancia para el
desarrollo posterior del movimiento revolucionario y antiimperialista costarricense, logró que
la United Fruit Company retrocediera y se afianzara el movimiento sindical en las bananeras.
Surgió la Federación de Trabajadores Bananeros del Atlántico. (Fallas, 2010)

Enclave minero:

La razón por la que se habla de un enclave minero es por el papel que tenía dentro de dicha
actividad económica el capital foráneo. No solo por el hecho de que de este dependía la
producción y la comercialización sino también por el control bajo el que se encontraba. La
minería requería de maquinaria compleja, técnicos especialistas y de grandes requerimientos
de capital para la extracción y el procesamiento del mineral, recursos con los que países como
Costa Rica no contaban.

Debido al costo de la actividad minera es que era común la exportación de productos en un


estado de semi-procesamiento. La infraestructura utilizada para dicha actividad era muy
específica, esto debido a que recursos como la energía eléctrica, medios de transporte y
comunicaciones no fueron aprovechados por otros sectores de la economía.

La mayoría de los ingresos obtenidos por la minería eran para los extranjeros que invirtieron
capital. La única ganancia que obtenía el país eran los salarios a los labradores, la mayoría no
especializados, y los impuestos recaudados por el gobierno.
El movimiento comercial responde a un patrón bien definido. Este respondería a un flujo de
exportaciones de materias primas de las regiones periféricas, ejemplo de ello es América
Latina, hacia países industriales como Estados Unidos, estos a su vez exportan productos
manufacturados y capital con dirección a las regiones periféricas, proceso mediante el cual se
inserta a estas regiones en la economía internacional capitalista.

Las compañías mineras se encontraban en constante búsqueda de mano obrera y para ello
presionaban al Estado. Esto se daba principalmente en países como Honduras donde había una
baja densidad en la población. Las empresas lo consideraban una amenaza al obligarles a bajar
la producción y alzar los salarios, motivo por el que solicitaron impulsar el trabajo forzado,
práctica que era común en lugares como Guatemala.

Conclusiones:

Aunque en la actualidad las condiciones laborales son mejores no se debe adquirir una actitud
pasiva. Como trabajador se tiene la obligación de velar por el cumplimiento de los derechos y
manifestarse cuando la situación lo requiera.

El capital extranjero es necesario para la economía pero también es necesario establecer


algunas limitaciones. Algo que tienen en común el enclave minero y bananero es que en
ambos casos se dieron demasiadas libertades o a las empresas extranjeras. De estos negocios
se obtuvieron grandes ganancias pero el país vio poco de esos beneficios, tanto los recursos
naturales como la fuerza obrera fueron explotados.

Bibliografía:

Trabajos citados
Fallas, C. L. (2010). Mamita Yunai. Costa Rica.

Historia del istmo Centroaméricana/Tomo II.

García, B (1997). Poder Político, interés bananero e identidad en Centroamérica.

Araya, C (1979). El enclave Minero en Centroamérica, 1880-1945: Un estudio de los casos de


Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

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