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UNIDAD 6

FINES Y JUSTIFICACIÓN DEL ESTADO.


3.1 IMPORTANCIA DE LA EXISTENCIA DEL ESTADO.

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Estructura del estado


3.2 ¿TIENE FINES EL ESTADO?

Ninguna institución humana puede carecer de un fin. Cuantas veces se agruparon


los hombres en sociedad, hay un “bien común” que ordena que los medios hacia él
y que se instaura como finalidad.

Santo tomas acuño una formula de gran valor de la “sociedad civil” o comunidad
política, anima la actividad de su gobierno y da sentido a la ley como instrumento
de la acción del poder y del orden político. El bien común se presenta como un eje
común alrededor del cual se agrupan y resuelven todos los problemas de la vida
política.

Es imposible que el individuo se consagre a fines que no son suyos, y si han de


tener sentido los fines del Estado, será preciso que a la vez sean fines del individuo

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Quienes viven son únicamente los individuos y consiguientemente la colectividad


tendrá que ser solo un instrumento, un medio para la realización de los supremos
valores de la personalidad individual.

El estado no es un fin en sí, posee fines. Mismos que podrán superar al estudio de
una formalista teoría del Estado, pero de ninguna manera la filosofía del Estado y
una filosofía del Derecho. El orden político deberá tender a procurar, directa o
indirectamente, todos aquellos bienes materiales, culturales, morales y religiosos
que permitan el desarrollo de la persona humana.
El bien común significa, la forma que adopta el bien humano en cuanto el hombre
vive en comunidad. La justicia en su forma: el bien humano personal y social. Este
podría ser particular o publico según que se relacione de manera inmediata con
interés particulares o con interés público. El bien publico es, de manera inmediata,
el bien del publico en general, en su diversidad y complejidad, sin acepción de
individuos o grupos.

Elementos del bien público:

1. El orden y la paz. Para proscribir la violencia en todas sus formas


es menester que existan una institución de fuerza pública
y una institución de justicia (los tribunales) que realicen
el sistema jurídico.

2. Coordinación de intereses. El orden estatal guiado por la justicia,


no es el bien concreto de nadie. Pero si es cierto que el bien público no realiza
el bien propio, no es menos cierto que lo favorece al
procurar a cada quien el medio de conservar, de adquirir o de
mejorar su bien particular.

Al bien del Estado mismo es legítimo satisfacerlo, pero no agota la


finalidad de la institución estatal. El Estado es un instrumento v como
tal debe comportarse. '
Más allá del bien común nacional está el bien común de la humanidad. La
unidad de origen y destino de la especie humana y el sentido de
la solidaridad, superan la egoísta posición de un orden estatal exclusivo.
Por fortuna, el bien nacional el bien internacional no se excluyen, sino
que pueden y deben armonizarse.
La paz, la virtud para el alma, la cultura y la abundancia necesaria para el
mantenimiento y desenvolvimiento de nuestra vida corporal, son los cuatro fines
positivos que ha de cumplir la acción de gobierno para realizar el bien común. El
hombre requiere del Estado. En absoluto no es el hombre para el Estado, sino el
Estado para el hombre; pero el hombre debe trabajar y sacrificarse tanto cuanto 10
requiera la existencia y el perfeccionamiento del Estado, bajo la pena de que muera
éste y también el hombre mismo. Y en ese sentido relativo y limitado, también es el
hombre para el Estado.

Teoría del Estado, Fundamentos de la filosofía política, Agustín Basave Fernández del Valle, pp 80,
Decima Edición, Editorial Trillas, México, 2002

3.3 JUSTIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DEL ESTADO.

la justificación del Estado como institución: el Estado está justificado como


representa la organización necesaria para asegurar el derecho en una determinada
etapa de su evolución. Al hablar aquí de derechos nos referimos, en primer término,
a los principios morales del derecho que constituyen la base de las normas jurídicas
positivas. Es inmanente a todos estos principios, cuya validez ideal ha de ser
supuesta, la exigencia de una validez social. Tan sólo como algo que es a la vez
ser y deber ser tiene, en general, un sentido el deber ser de tales principios del
derecho; no se contentan con poseer una validez de carácter ideal, absoluto, sino
que aspiran a operar también como preceptos jurídicos positivos hasta donde sea
posible. Para ello preciso que los principios generales del derecho, como se
contienen

La seguridad jurídica y la juridicidad pueden entrar en conflicto, y es cabalmente


esta relación polémica la que plantea la problemática sustancial de la justificación
del Estado concreto. La teoría del Estado tiene que dejar a la filosofía del derecho
la cuestión de si los principios éticos del derecho se pueden referir únicamente a un
sentimiento jurídico inmediato o si pueden derivarse, con certidumbre objetiva, de
una ley jurídica o suprema que quepa formular racionalmente; y asimismo le dejará
los difíciles problemas de si existen, y en qué sentido, principios jurídicos
apriorísticos, qué principios jurídicos tienen validez general y cuáles dependen del
círculo de cultura correspondiente. En una teoría del Estado que tenga

carácter de ciencia de la realidad hay que dar por admitido, sin embargo, que existen
tales principios éticos del derecho que forman la base de justificación del Estado y
del derecho positivo. Diferenciar claramente esos principios de las ideologías
sociales de legitimación, siempre muy numerosas, por su pretensión de validez
general para todos los miembros del Estado; y esta pretensión de validez, además,
si no es absolutamente universal, no obstante, siempre aspira a extenderse fuera
del Estado. PAG 195

Heller, Hermann. Teoría del Estado, FCE - Fondo de Cultura Económica, 2010.
Jellinek, de acuerdo con su doctrina positivista, de acuerdo con su

posición afiliada a esta corriente, considera la posición di, la filosofía

tradicional irrelevante o inadecuada para tratar este problema de la

justificación del Estado, pues dice que la filosofía tradicional simplemente

estudia el Estado desde un punto de vista especulativo. Naturalmente,

de acuerdo con su horror a la Metafísica, Jellinek descarta

que pueda estudiarse el Estado, en la forma que lo hace la filosofía

tradicional. Dice Jellinek que, desde el punto de vista positivo, los

tratadistas del Derecho Público incluso llegan a ignorar este problema,

porque consideran que la existencia histórica del Estado basta

para justificarlo.

LIBRO DE PORRUA 424

El argumento que justifica la existencia del Estado está sujeto a explicaciones


teóricas sobre el fin último del mismo; es decir, cuáles son los incentivos que hacen
posible la obediencia civil, sin incluir el temor a que el Estado haga cumplir la ley por
medio de la fuerza .

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3.4 DEBATE SOBRE EL ROL SOCIAL DEL ESTADO EN LA SOCIEDAD
CONTEMPORÁNEA.

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