Introducción

En la mañana del 11 septiembre 2001 la gente que vino a trabajar a las Torres del Centro
Mundial del Comercio en la ciudad de Nueva York no tenían ni idea de lo que estaba por
suceder, aviones se estrellaron contra los rascacielos, si ellos hubieran sabido –¿cree usted
que alguno de ellos habrían estado ahí?

Supongamos que usted está preparando para caminar a través de la selva del Oriente
ecuatoriano, emprende su viaje y de alguna manera alguien le advierte y le dice: usted
tiene millares de minas escondidas en él monte, al momento que usted entra a la selva no
sabe a qué hora va a estallar una de ellas, también está infestado de serpientes venenosas,
el lugar es pantanoso y se podría encontrar con insectos que le pueden producir una
enfermedad. ¿Iría usted allí? ¿Estaría usted agradecido por la advertencia o no?

Yo pienso que sería una irresponsabilidad y una necedad terrible que sabiendo lo que iba
a ocurrir el 11 de septiembre la gente acudiría a ese lugar.
Sería una insensibilidad que sabiendo que la selva esta con minas, y serpientes e insectos
venenosos a entrarse en ese lugar.

Hay casos donde las advertencias son claras y enfáticas, pero lamentablemente el ser
humano hace caso omiso, pensando equivocadamente que no le sucederá nada. Como es
el caso del cigarrillo, el alcohol, las drogas, o aún en cosas más sencillas, cuando el
médico le dice: no consuma mucha azúcar, no mucha sal, no café etc. pero muchas veces
decimos, no pasa nada --- todo el mundo lo hace, --- un poquito no hace daño.

Hacer caso a las advertencias puede salvarle la vida. De allí el tema de esta mañana.

EL 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,1 sacudió a una isla situada al

noroeste de Sumatra (Indonesia). Quienes estaban en la costa vieron que el mar se retiraba
más de lo normal. Inmediatamente, todo el mundo echó a correr hacia las colinas,
gritando: “tsunami, tsunami”. En menos de treinta minutos, aparecieron olas gigantescas
que golpearon la costa, destruyendo casi todas las casas y aldeas.

De los 78 mil habitantes de la isla, solo murieron siete. ¿Por qué tan pocos?* Un refrán
conocido entre los isleños dice: “Si hay un temblor y ves que el mar se aleja, corre a las
colinas, que pronto con fuerza regresa”. Los habitantes de esta isla habían aprendido de
sus antepasados a reconocer que se acercaba un tsunami al observar los cambios en el
mar. Hacer caso a las señales de advertencia les salvó la vida.

En tiempos bíblicos, Dios advirtió en varias ocasiones que castigaría a los que
desobedecían aun sabiendo sus normas. En todos los casos, nuestro Padre Celestial avisó
con suficiente antelación de la llegada de estas “circunstancias” y les dijo a los afectados
qué cambios debían hacer para agradarle. A fin de animarlos a actuar de la manera
correcta, a menudo se valió de sus siervos leales en la Tierra para que anunciaran sus
sentencias y le transmitieran a la gente la necesidad de actuar con urgencia.
Amós 3:7. ¡Dios nunca hace nada sin comunicarlo a sus profetas!
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Uno de esos siervos fieles fue Noé. Por años, advirtió con valentía a las personas
inmorales y violentas de esos días. Les anuncio que se acercaba un Diluvio universal.
También les dijo lo que debían hacer para sobrevivir. Pese a la persistencia de Noé, sus
contemporáneos mostraron una grave falta de fe y no hicieron caso al mensaje de
advertencia que el Dios divino le encargo a Noé. Como consecuencia, murieron cuando
“vino el Diluvio y los barrió a todos”.
Ellos No pudieron decir que Dios no los había advertido.

He. 11:7 dice: Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no
se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al
mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.

En otras ocasiones, Jehová avisó a la gente poco antes de que se desatara su castigo. Se
aseguró de dar suficiente tiempo para que las personas actuaran. Así lo hizo durante las
diez plagas de Egipto. Y antes de la décima plaga. Ellos fueron advertidos, pero
imprudentes, no hicieron nada. Por tal razón, vieron morir a sus primogénitos. ¡Qué triste
verdad! (Éx. 11:4-10; 12:29).

Este mensaje de advertencia también le llegó a Lot, y le dijo “Levantaos, salid de este
lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad”. Génesis 7:1; 19:14. Lot se puso bajo la
custodia de los mensajeros celestiales y se salvó. Cuando llovió fuego del cielo y se
destruyeron dos ciudades- Sodoma y Gomorra.

¿Sabe por qué motivo Dios siempre advierte antes de ejecutar su justo juicio? El apóstol
Pedro nos da la respuesta y nos deja saber cuándo dice en El Señor no retarda su promesa,
según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 2 P. 3:9.

HAGAMOS CASO DE LAS ADVERTENCIAS DE DIOS.

Hoy también todas las personas deben prestar atención a un mensaje urgente que se está
dando por todo el planeta. La Biblia advierte que se acerca un final, hay una advertencia
mucho mayor. Trágicamente terminara con la condenación del alma eternamente.

Cuando Jesús estuvo en la Tierra, señaló que: Como fue en los días de Noé, así también
será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en
casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó
a todos. Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban,
vendían, plantaban, edificaban; mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del
cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el día en que el Hijo del Hombre
se manifieste. Lucas 17:26-30

Se dice que la advertencia a la humanidad antes del diluvio duró 120 años y para entonces
muchos parecían estar con Dios, y parecían tener la razón, pobre Noé construyendo un
tremendo barco en tierra seca algo absurdo para la gente que no tiene fe ni cree en las
advertencias de Dios. Había gente de todas partes que llegaba a mirar ese gran
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monumento y todo mundo sabían del viejo loco que estaba haciendo algo que nunca antes
se había visto, sin embargo tan solo 8 se salvaron.

La advertencia del fin del mundo y de la Segunda Venida del Señor comenzó con Cristo
y los apóstoles, de tal manera que se han cumplido más de dos milenios, y como en los
días Noé aun hoy, la gente tampoco cree, porque siguen igual que en aquellos tiempos.

Eso demuestra que la paciencia de Dios se está agotando verdaderamente. Sería

interesante reflexionar sobre esto. El tiempo se está acabando. “Cristo viene pronto”
Esta frase se refiere a que Cristo Jesús volverá nuevamente y tomará consigo a los suyos
de entre los vivos y muertos. Él volverá por la novia que es la iglesia de Cristo para
llevarla a sus bodas.
El Ap. 19:7 dice: Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las
bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. La advertencia en este preciso instante
es que usted tiene que preparase. Esta es la primera advertencia, Que Cristo Viene
Pronto A Llevar A Su Iglesia.

La gran pregunta que debe nacer desde lo más sincero de su corazón es ¿Cómo hay
que prepararse? ¿Qué debo hacer?

La segunda advertencia que quiero darle mi amigo es la siguiente.

Generalmente todas las personas nos preparamos para nuestra vida terrenal, nos
enfocamos en tener todo lo necesario para morar en este mundo, pero lastimosamente se
nos olvida que Dios ha puesto eternidad en nosotros, es decir nuestra vida no termina acá
en este mundo material, en todo ser humano Dios ha puesto eternidad, aunque esta vida
terrenal va a terminar, su vida va a continuar eternamente – mi amigo.

La palabra de Dios nos declara que nosotros somos peregrinos en este mundo, vamos de
paso, vamos camino a la eternidad (Hebreos 11:13 / 1 Pedro 2:11)

La palabra de Dios nos recuerda que nuestro paso por este mundo es fugaz
comparado con la eternidad que nos espera:

El apóstol Santiago nos dice que la vida es como la neblina (Santiago 4:14)
El profeta Isaías nos dice que la vida es como la hierba y la flor del campo (Isaías 40:6-
7)
El adinerado Job nos dice que la vida es como la lanzadera del tejedor (Job 7:6)

Aun las personas mas ricas en este mundo, que tienen todo el dinero para vivir sus vidas
saludablemente, para pagar las mejores medicinas, para comprar la comida más saludable,
para pagar los mejores tratamientos médicos, para pagar los mejores procedimientos
rejuvenecedores, aun la vida de ellos es fugaz (Santiago 1:9-11)

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Un señor que tenía aproximadamente unos 45 años de edad le llamo a su amigo y le dijo
que le habían diagnosticado cáncer de próstata.
“El doctor me ha dado sólo seis meses de vida”, indicó. El amigo Le dijo que sentía mucho
escuchar esas noticias, y le prometió que oraría por él y su familia. Antes de despedirse,
añadió: “Pero ten en cuenta que puedo estar muerto antes que tú”. “Oh, ¿tienes cáncer
también?, preguntó.
“No”, respondió, “es sólo que NO tengo la seguridad de vivir ni siquiera un día, mucho
menos seis meses”. Y se despidieron.

Esta es la segunda advertencia mi amigo, ni siquiera sabemos si podremos acabar de vivir

este 29 de septiembre.

¿Cómo podemos entonces prepararnos para la eternidad? Veamos lo que nos enseña
la palabra de nuestro Dios:

Ya hemos dicho que Dios ha puesto eternidad en nuestros corazones, pero esa eternidad
tiene dos destinos diferentes, y cada persona tiene que decidir individualmente a donde
ira en la eternidad. (LUCAS 16:19-25)
Estas cosas que le estoy diciendo y lo que le voy a decir, parecerán sin sentido, tal vez
fuera de lógica, de pronto en su mente se encuentra en una batalla ahora mismo. Si creer
o no creer.

La pregunta más sabia en esta mañana de cada uno de nosotros debe ser. ¿Qué debo
hacer para estar preparado?

Para poder responder esa pregunta estudiaremos dos casos presentados en la biblia.

*En hechos 2:37-38…les dijeron a los apóstoles, Varones hermanos, ¿qué haremos?

*Hechos 16:30: el carcelero, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?

En el caso de Pedro: Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Y tres mil personas se bautizaron. Hechos 2:38-41.

En el caso del carcelero ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu
casa.
Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él,
tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se
bautizó él con todos los suyos. Hechos 16:30-33.

CONCLUSIÓN

Yo me puedo imaginar a Noé- Sus hijos, sus nueras y su amada esposa llevan décadas
colaborando con él en esa construcción. Ya han avanzado bastante, pero aún les queda un
poco de tiempo.
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La gente dice que están locos. Cuanto más terminada se ve el arca, más se ríen de él. La
sola idea de que pueda ocurrir una catástrofe de tales dimensiones les parece absurda, un
auténtico disparate. Ellos no entendieron cómo una familia podía desperdiciar su vida en
una tarea tan ridícula.

Jesucristo dijo que “no hicieron caso”, que estaban tan ocupados con los asuntos de la
vida diaria —en comer, beber y casarse y en divertirse — que no prestaron atención a
Noé (Mat. 24:37-39). Seguro que muchos se burlaron de él y su familia, y puede que hasta
lo amenazaran, llegaran a atacarlo con violencia, o incluso trataron de detener la
construcción.

Pero Noé recibió un mensaje más de parte de Dios: “Entra, tú y toda tu casa, en el
arca”.

¿Cómo reaccionaron las personas ante todo aquello? continuaron sin hacer caso, a pesar
de ver con sus propios ojos las numerosas pruebas de que Jehová bendecía a Noé y su
labor. Ni siquiera observar a los animales entrando a manadas en el arca les hizo
reaccionar.

Pero su actitud no debería sorprendernos, pues hoy pasa algo muy parecido. La gente
tampoco hace caso de la innegable evidencia de que vivimos en los últimos días de este
mundo.

La Biblia nos dice que una vez que Noé introdujo a su familia y los animales en el arca,
“Jehová cerró tras él la puerta”. Y el diluvio llego.

¿Existe un “arca” en la que podamos entrar, para ser salvados, del mismo modo que
Noé y su familia? ¡Para los que creen y tienen fe y anhelan vivir rectamente, la respuesta
es sí! --- Jesucristo es el arca venga a él….

Yo quiero hacerte una invitación ven entra en el arca - acércate a Jesucristo, abre tu
corazón a las advertencias, entrégale tu vida a él.

Lo único que usted tiene que hacer es acatar la advertencia sobre la venida de Jesús y la
muerte promisoria para el ser humano.
Así que le aconsejo en esta mañana, que hoy mismo empiece a preparar su vida para estos
dos eventos o acontecimientos, ya sea la venida del Señor o la muerte, ya que son
inevitables.

Déjeme darle una explicación bien clara con respecto a preparar su vida.

1.- Empiece hoy mismo entregándole su vida a Cristo.

2.- Puede recibir una corta explicación hoy mismo sobre el bautismo en el nombre de
Jesús para perdón de sus pecados. Y bautizarse lo más pronto. Mañana puede ser
demasiado tarde.

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3.- Recibir el Espíritu Santo, para que pueda vivir agradando a Dios en toda vuestra
manera de vivir.

4.- Congréguese con la iglesia, asita a una célula, o abra las puertas de su corazón y su
casa para que se convierta en puerta del cielo. Sométase al conocimiento de la palabra de
Dios, ya que la fe viene por el oír la palabra de Dios. Haga algo no se conforme como
los demás que no conocen la verdad de esta advertencia. …….

Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos. Hechos 4:12 12

Los líderes pueden acompañar a sus invitados a orar por ellos….