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EL MODELO FRANCES:

PRINCIPIOS, ORGANIZACION Y
FUNCIONAMIENTO DEL RMI

El RMI, como el resto de los dispositi- consiguiente, el problema no se refiere al


vos de inserción que lo complementan, reconocimiento de los derechos, sino a su
puede describirse en función de tres ejes: efectividad.
1. El desarrollo de los derechos de las Antes de presentar el RMI y de hacer
personas con dificultades sociales, en un balance crítico de su funcionamiento,
la línea de la tradición republicana de conviene resituarlo en el marco del com-
1789 y de la legislación de la Seguri- plejo sistema de protección social fran-
dad Social del siglo XX. cés.
2. El desarrollo de tentativas voluntaris-
tas para favorecer a las personas vícti-
mas de la exclusión, de carácter multi- 1.1. La función del RMI en el sistema de
dimensional debido a la ejecución de protección social francés
políticas de inserción y al desarrollo
social y local. El sistema de protección social francés
se apoya sobre tres pilares que, paradóji-
3. La promoción de un modelo de inter- camente, se oponen y se complementan
cambio contractual entre la sociedad y al mismo tiempo:
el usuario, cuyas ambigüedades per-
miten diversos resultados para los a) la ayuda social,
diferentes actores. b) la seguridad social,
c) la acción social.
1. EL DESARROLLO DE LOS DERECHOS
La ayuda social transferida a los depar-
SOCIALES
tamentos —las ayudas a los ancianos, a la
«El socorro público es una deuda infancia y a las personas con discapaci-
sagrada. La sociedad debe garantizar la dad, con la excepción de los Centros de
subsistencia a los ciudadanos desdicha- Ayuda para el Trabajo— es un derecho
dos, bien sea procurándoles un trabajo, que se apoya en los siguientes principios:
bien sea asegurando los medios de sub- 1. se trata de un derecho subjetivo basa-
sistencia a aquellos que no están en situa- do en la valoración de cada situación
ción de trabajar». Declaración de los personal;
Derechos del Hombre y del Ciudadano de
1793. 2. el acceso a la ayuda social no es auto-
mático, de manera que el beneficiario
El preámbulo de la Constitución de de la misma debe demostrar un estado
1946, retomado por la actual Constitución de necesidad sometido a la evaluación
de la V República, reconoce una serie de y a la apreciación de las administracio-
derechos sociales como el derecho al tra- nes territoriales que financian las pres-
bajo o el derecho a la salud... Las grandes taciones;
leyes sociales votadas después de la del
RMI a principios de los años 90 supusie- 3. se trata de un derecho subsidiario que
ron la creación o la reafirmación de esos no se activa hasta que otras formas de
derechos sociales: derecho a la cualifica- ayuda, en particular la solidaridad
ción, derecho al alojamiento, derecho al familiar, se demuestran incapaces;
acceso a la atención sanitaria, derecho al 4. en la medida que se trata de un dere-
abastecimiento de un mínimo de energía cho individual, que puede ser reclama-
(gas, electricidad), etc. En Francia, por do ante las instancias jurisdiccionales
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en el caso de que su solicitud sea ausencia de una necesidad comprobada
desestimada, la ayuda social supone de atención, y ha permitido la admisión
una obligación para la comunidad, un del conjunto de la unidad familiar por un
gasto social para el que es preciso con- año, lo que constituye un derecho objeti-
tar con la necesaria financiación. vo al acceso a la atención.
Por el contrario, la Seguridad Social Finalmente, el RMI ha venido a «mez-
supone un derecho objetivo para todos clar» estas tres lógicas reconociendo un
los asegurados en virtud de sus cotizacio- derecho a un ingreso diferencial que tiene
nes. El acceso a las prestaciones de la muchas de las características del derecho
Seguridad Social es automático para los a la ayuda social, extendiendo un derecho
contribuyentes al sistema y las personas a derivado importante como la cobertura
su cargo, de manera que los riesgos del seguro de enfermedad a través del
cubiertos (enfermedad, accidentes de tra- seguro personal, e instituyendo un dere-
bajo, hospitalización, cargas familiares, cho a la inserción que impone a la comu-
jubilaciones) puedan ser afrontados. Si nidad la obligación de crear una oferta de
bien se basa en una lógica aseguradora, integración. También en el marco del RMI,
apoyada fundamentalmente en las contri- la acción social pierde su carácter faculta-
buciones económicas abonadas bajo la tivo y adquiere la obligación de procurar a
forma de cotizaciones deducidas de los los beneficiarios de ese ingreso una ofer-
salarios, la lógica de la solidaridad tam- ta adaptada a sus necesidades.
bién está presente desde el momento en Al igual que los Tres Mosqueteros eran
que las prestaciones ofrecidas a los ase- en realidad cuatro, hay que añadir un
gurados no dependen del montante de las cuarto pilar al sistema de protección fran-
cotizaciones previamente abonadas. cés: el seguro de desempleo, financiado
Por último, la acción social completa por las cotizaciones de los asalariados y
estas obligaciones legales y ofrece nue- empresas y por la política de formación
vas respuestas a las necesidades antes de profesional...
que las citadas respuestas sean institucio- De los dos billones del presupuesto
nalizadas por vía legislativa y reglamenta- social de la nación, es decir, la suma de
ria. La acción social ha existido siempre y los diferentes presupuestos sociales, la
su función ha sido la de complementar la ayuda social asciende a cerca de 70.000
ayuda social y la seguridad social. Aun- millones, el seguro de desempleo y la for-
que no es responsabilidad de ninguna ins- mación profesional a unos 115.000 millo-
titución concreta, pues es aplicada por el nes, y la acción social a unos 10.000 millo-
Estado, los ayuntamientos, los departa- nes. Dado que en 1996 el Estado aportó
mentos y los organismos de la seguridad para ios ingresos del RMI alrededor de
social, responde siempre a los mismos 23.000 millones, además de los 4.600
principios: aportados por los departamentos para la
1. es consecuencia de un impulso político financiación de las acciones de inserción,
y de cierto voluntarismo, lo que supo- es evidente la importancia del presupuesto
ne un grado de discreccionalidad por de la seguridad social (salud, jubilaciones,
parte de los poderes públicos; ingresos familiares) en comparación con
el resto de los componentes de la pro-
2. responde, más que a las demandas tección social. En ese sentido, un estudio
individuales, a la necesidad de ofrecer del CERC ha evaluado en 180.000 millones
sobre un territorio y a sus habitantes de francos las prestaciones abonadas a
una oferta socializada de bienes; las unidades familiares por la Seguridad
3. su financiación no es obligatoria y no Social y al objeto de impedir que caigan
hay ninguna garantía respecto a la per- en la pobreza. Sin la Seguridad Social,
sistencia de las acciones. habría 13 millones más de pobres en
De forma simplificada, se podría decir Francia.
que mientras la ayuda social se conside- El aumento del número de beneficia-
raba como destinada a la persona asisti- rios del RMI durante los últimos años tien-
da, la Seguridad Social operaba en solida- de a provocar el incremento del paro y la
ridad con la persona trabajadora víctima reducción del montante y la duración de
de un riesgo en la vida, y la acción social las indemnizaciones. El seguro de desem-
pretendía convertir a la persona en agen- pleo y la Seguridad Social operan como
te de su desarrollo. diques de contención de la pobreza. Si
Estas tres lógicas, antes bien delimita- esos diques se saturan y su capacidad de
das, se solapan ahora parcialmente. Por admisión se reduce, los beneficiarios se
ejemplo, la reforma de la asistencia médi- desplazarán hacia el RMI, nueva última
ca de 1992 ha extendido este derecho en red de seguridad.

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Gráfico 1. Los gastos
edad o de las minusvalías, como lo son
de la protección social las prestaciones de la ayuda social, sino
de una prestación general sin esfuerzo
contributivo, a la inversa de la mayor
parte de las prestaciones de la Seguridad
Social.
Tampoco se trata de una prestación de
acción social que beneficiara al mismo
tiempo a los pobres y a quienes no lo son.
El RMI pretende actuar sobre la pobreza
consolidada. Presenta la particularidad de
estar destinada sólo a las personas cuyos
escasos recursos conllevan una situación
de pobreza socialmente reconocida. Por
último, el ingreso del RMI se acompaña
de la firma de un contrato de inserción
que compromete tanto a los particulares
como a la comunidad.

(D
Riesgos diversos: Corresponden a la protección
social de ciertos sectores precarizados de la 1.3. La creación de un derecho a
población. Desde 1989 comprende, en particu-
lar, los gastos del RMI. la inserción
*) Los gastos de la protección social en 1994
alcanzaron un montante estimado de 2,588 La inserción social y profesional de los
billones de francos, es decir, un 35,1% del PIB. beneficiarios del RMI constituye un impe-
En 1994, las prestaciones sociales por habitante
aumentaron en un 2,7% (y en un 5,7% en 1993). rativo nacional. Pero, aun si la sociedad
En Francia, las cotizaciones sociales represen- está obligada a actuar, mantiene la posi-
tan más del 45% de las deducciones obligato- bilidad de circunscribir este compromiso
rias. en los límites compatibles con los recur-
**) Fuentes: Presupuestos del Estado, Presupues- sos que estima poderle dedicar. La comu-
tos de la Protección Social, Eurostat.
nidad tiene la obligación de hacer algo,
pero no de hacer «todo lo que sea nece-
sario».
1.2. El RMI es un derecho El legislador ha rechazado definir lo
con un objetivo determinado que debe ser la inserción social y profe-
sional. La finalidad general de la inserción
El RMI es una prestación social desti- no ha sido compartimentada en objetivos
nada a las personas más desfavorecidas de obligado cumplimiento. Ello permite a
al objeto de favorecer su inserción. Impli- los agentes que ejecutan la integración
ca tres aspectos fundamentales: proponer acciones de varios tipos, pero
1. un ingreso económico en ocasiones también puede forzarles a ceder a las con-
acumulable a otros recursos de activi- cepciones normativas de los centros de
dad o de transferencia; decisión locales.
2. un conjunto de derechos sociales que Es también necesario constatar que
permite, entre otras cosas, afiliar al existen ciertas contradicciones entre la
beneficiario y a su familia en la Seguri- adaptabilidad de las respuestas a las
dad Social (sanidad, ayudas para necesidades detectadas y el principio de
vivienda social...); la igualdad del tratamiento sobre el con-
junto del territorio. De ello resultan desi-
3. un contrato de inserción dirigido a la gualdades en la ejecución, la accesibilidad
integración social y profesional del y, por tanto, la efectividad del derecho a la
beneficiario y de su familia. inserción.
Esta prestación multidimensional está Las acciones de inserción para los
destinada a las personas más desfavoreci- beneficiarios del RMI deben articularse
das que el legislador inicialmente definió con el resto de los dispositivos de inser-
como aquellas que disponen de recursos ción en materia de acceso al alojamiento
inferiores a 2.000 francos al mes por uni- de los más desfavorecidos, de lucha con-
dad de consumo, según una escala de tra el paro de larga duración, etc. En efec-
unidades de consumo previamente esta- to, el beneficiario del RMI es a menudo un
blecida. parado de larga duración con problemas
No se trata pues de una prestación de vivienda y de salud...
especializada, por ejemplo, en razón de la
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2. LAS POLITICAS DE INSERCION gitanos (áreas de albergue para nóma-
das), jóvenes con dificultades, ex-colonos
argelinos y sus descendientes, o mujeres
2.1. ¿Qué tipo de territorialización mayores solas sin hijos.
se precisa para una ejecución eficaz
de las políticas de inserción? El Estado mantiene así su presencia en
los campos en los que las comunidades
La creación del RMI ha sido considera- locales se habían atribuido lo esencial de
da como el retorno del Estado al campo sus competencias: vacaciones para los
de la acción social, un ámbito que había jóvenes de los suburbios (operaciones
sido ampliamente descentralizado años «anti-verano caliente» convertidas en
atrás. operaciones de prevención de cara al
verano); oferta de equipamientos sociales
para la lucha contra la delincuencia, el fra-
2.1.7. La extensión de la exclusión caso escolar y la marginación juvenil
obliga al Estado a retomar el (empresas intermediarias convertidas en
campo de lo social empresas de inserción, iniciativas loca-
les...); primeras campañas invernales con-
En las décadas de los 60 y los 70, el tra la pobreza y la precariedad, etc.
objetivo declarado de las políticas de
acción social dirigidas por el Estado era el La función del Estado consiste no tanto
de integrar a los sectores pobres y margi- en seleccionar poblaciones y realizar un
nales de la población en la sociedad del seguimiento global, sino en garantizar la
crecimiento y el de reducir las desigualda- realización de las funciones que las comu-
des sociales. La pobreza y la marginalidad nidades locales no aseguran. El Estado
son contempladas como fenómenos resi- desea contractualizar sus intervenciones
duales. Así, se habla en la época de reha- con las colectividades locales. Quiere
bilitación del habitat insalubre, de ciuda- impulsar la producción de bienes dedica-
des de tránsito, de pobreza... dos a la inserción pero desea, después de
una importante inversión no sólo finan-
En la medida que la acción social tiene ciera, ver que las comunidades locales le
como objeto impulsar la movilidad social, sustituyen por completo.
está también destinada a los trabajadores
de las capas salariales bajas. Desde 1962 Este periodo, que se consideraba iba a
hasta 1980, los planes de desarrollo eco- ser provisional antes de la completa trans-
nómico y social y sus 25 programas de ferencia a las comunidades locales, se
acción prioritaria determinan cinco pobla- convirtió de hecho en un periodo transito-
ciones diana: las familias, los jóvenes, las rio hacia el retorno del Estado bajo formas
personas ancianas, las personas con dis- renovadas. Permitió, además, a la admi-
capacidad y los inmigrantes. nistración social del Estado aprender a
La cuestión del mantenimiento de la trabajar en colaboración con las asocia-
intervención del Estado bajo la forma de ciones, los ayuntamientos, los organis-
acciones sociales se plantea en 1984 con mos sociales (CAF, CPAM) y el resto de las
la transferencia a los departamentos de administraciones del Estado.
los aspectos esenciales de la ayuda social La Administración se encontró enton-
y el servicio social. ¿A qué obedece —se ces con que era incapaz de desarrollar
argumenta entonces— el mantenerse en todos los servicios, tal y como lo hacía
un sector en el que se supone que ya ac- con anterioridad, debido a que sus traba-
túan las comunidades locales?, ¿no es jadores sociales habían sido casi comple-
suficiente con controlar su legalidad?, ¿no tamente transferidos a los Servicios
sería acaso más conveniente que la admi- Sociales de los departamentos. En conse-
nistración social del Estado se concentra- cuencia, el Estado asumió el pilotaje
ra sobre el núcleo duro, es decir, la ges- estratégico, «haciendo hacer» a las aso-
tión de los gastos de sanidad y la ciaciones del sector con las que existía
planificación sanitaria? una colaboración natural y que se dedica-
Igualmente, en los primeros años de ron a la gestión de centros de acogida y
descentralización, la administración sani- readaptación social (CHRS), empresas de
taria y social del Estado concentra su inserción, etc. La Administración social y
acción social sobre poblaciones diana sanitaria del Estado pasó así del «hacerlo
específicas, impropiamente llamadas todo solos» al «ayudar a hacer».
«públicos-Estado», debido a que no repre- Algunos años después de la descentra-
sentan a grupos de presión electoralmen- lización, en tanto que las exclusiones se
te interesantes para los políticos locales. extienden, el Estado constata el débil com-
Se trata de personas sin domicilio fijo. promiso de los cargos electos regionales
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que en Francia son, como consecuencia centros comunitarios de acción social
del modo de elección y del establecimien- (CCAS) y la sociedad civil a través de sus
to de las circunscripciones electorales asociaciones. Esta colaboración no puede
regionales, de extracción mayoritariamen- ser articulada por la vía del decreto, y nin-
te rural, mientras que los problemas socia- guno de los agentes que en ella intervie-
les se concentran en las ciudades. nen tiene en sus manos todas las claves
En Francia los ayuntamientos son para hacer frente al problema de la exclu-
demasiado numerosos para poder erigir- sión.
se en interlocutores del Estado y carecen Se hace necesario considerar la proble-
de todos los medios necesarios para mática de las personas con dificultades
desarrollar una acción social eficaz. Las sociales a través del conjunto de sus nece-
experiencias de las comisiones locales sidades y de sus características individua-
de prevención de la delincuencia (CLPD), les, y no en función de su pertenencia a
de los proyectos locales, de los fondos una categoría determinada o a una nece-
locales de ayuda a los jóvenes (FAJ) son sidad circunscrita a una deficiencia parti-
interesantes, pero no se ejecutan nece- cular. Se trata de coordinar, a partir de
sariamente en l as localidades cuyos una lógica territorial, acciones muy a
indicadores sociales son más alarman- menudo concebidas en función de una
tes. lógica sectorial: empleo-formación, ayuda
El Estado debe pues volver. Pero no social, política económica, cultura, sani-
puede hacerlo dando marcha atrás, dado dad, etc. Para poder ser superados, los
que ha perdido parte de sus medios y de desafíos de la inserción exigen una des-
sus prerrogativas en el proceso de des- compartimentación y una transversalidad
centralización y que ha renunciado en de las diversas acciones que se pretenden
consecuencia a ser omnipresente. El Esta- ejecutar. Y para ello, es preciso organizar
do providencia cede su sitio al Estado el trabajo a través de redes a escalas ope-
modesto, que es ahora un Estado recorta- rativas y funcionales.
do. Igualmente, el Estado impulsa y crea
dispositivos institucionales: consejos
departamentales de inserción (CDI), con-
2.1.2. La ejecución por parte sejos departamentales de habitat (CDH),
del Estado de nuevas políticas consejos departamentales de prevención
de inserción de la delincuencia (CDPD)... y financieros:
RMI, fondos de solidaridad para el aloja-
Si el Estado providencia se había crea- miento (FSL), fondos departamentales de
do una obligación social dirigida a la ayuda a los jóvenes (FDAJ), que cogestio-
reducción de las desigualdades sociales y na con las colectividades territoriales, las
a la promoción de la igualdad, hoy, perio- asociaciones y diversos organismos.
do de crisis obliga, este compromiso
social se limita al tratamiento de la exclu- El Estado pretende muy especialmente
sión. A partir de ciertos mínimos, el Esta- implicar y asociar a las colectividades
do se ve obligado a intervenir y a movili- territoriales en torno a tareas de interés
zar las comunidades locales y los nacional y a sus funciones de solidaridad
diferentes organismos. nacional. Es preciso establecer entre las
diferentes escalas posibles (la región, el
Frente al incremento de las exclusio- departamento, el ayuntamiento, el sindi-
nes, el Estado impulsa la movilización del cato intermunicipal, las cuencas de
conjunto de los agentes y entidades de la empleo, las diferentes entidades sectoria-
sociedad civil (asociaciones, instituciones les), el nivel más eficaz para la ejecución
territoriales, entidades de seguridad de las políticas de inserción.
social) para llevar a cabo acciones socia-
les y equilibrar el déficit de la oferta en El Informe Nacional de Evaluación del
materia de inserción. Igualmente, las polí- RMI subrayaba en 1992 la débil implica-
ticas de inserción se multiplican y al ción de numerosos departamentos en el
mismo tiempo se complejizan: créditos aspecto de inserción del RMI. Se puede
para la formación, desarrollo social urba- constatar que las entidades colaboradoras
no (DSU), prevención de la delincuencia, se movilizan más fácilmente a escalas
RMI, alojamiento de los más desfavoreci- infradepartamentales como ayuntamien-
dos... tos o cuencas de empleo. De hecho,
numerosos dispositivos han sido concebi-
La puesta en práctica de estas políticas dos y experimentados previamente a
de inserción impone una colaboración escala municipal antes de ser generaliza-
entre el Estado, los consejos generales y dos. Es, en especial, el caso de los fondos
regionales, los ayuntamientos con sus de ayuda para los jóvenes y los planes de
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ayuda para el alojamiento de los mas des- en la medida que los sindicatos no han
favorecidos, sin olvidar los complementos sido capaces de hacerlo. Pero el movi-
locales de recursos (CLR), «antepasado» miento de parados, que podría ampliarse
directo del RMI. al conjunto de los excluidos, está todavía
en fase embrionaria: las asociaciones son
Mientras tanto, la generalización de
escasas y débiles, el movimiento de crea-
estas experiencias entraña un cambio de
ción de casas de parados es sectario, y el
escala territorial. Además, la colaboración
nuevo movimiento «Actuar contra el
entre el Estado y los ayuntamientos se
paro» intenta enfrentarse al desafío...
convierte en una colaboración obligada
entre el Estado y los departamentos. En Por su parte, las asociaciones de bene-
efecto, el considerable número de ayunta- ficiarios del RMI son frágiles, poco nume-
mientos que existe en Francia, muchos de rosas y de existencia generalmente breve.
los cuales son pequeños y carecen de Las asociaciones caritativas, humanitarias
medios, por una parte, y la rivalidad entre y de solidaridad tienen la pretensión de
los departamentos y los grandes ayunta- representar a los excluidos, pero han de
mientos de las capitales de esos departa- evitar el peligro de instrumentación por
mentos, con una gran población y poten- los diferentes poderes públicos que las
tes Centros Comunitarios de Acción financian.
Social por otra, sumado a las incoheren-
Constatando, por una parte, la débil
cias y a la falta de legitimidad democráti-
movilización hacia la inserción en el
ca de las circunscripciones infra-departa-
marco estricto de los PDI, e intentando,
mentales, explican por qué se eligió
por otra parte, evitar acciones que puedan
finalmente a los departamentos para lle-
suponer un riesgo de confinamiento de
var a cabo estas políticas de inserción en
los beneficiarios del RMI en guettos, la
co-responsabilidad con el Estado.
delegación interministerial del RMI
Como conclusión de este apartado, se (DIRMI) optó por la apertura a los benefi-
debe destacar que el Estado es el garante ciarios del RMI de planes de lucha contra
de la cohesión social y que no puede en el paro de larga duración impulsados por
consecuencia limitarse al «dejar hacer». el Estado. En consecuencia, se reservaron
Es igualmente importante señalar que los cuotas para los beneficiarios del RMI en
dos principios fundadores de la descen- los programas gestionados por el Estado
tralización, paquete de competencias y fin como los contratos de empleo-solidari-
de las financiaciones cruzadas, han tenido dad, (CES), los CES consolidados o las
que ser dispuestas a causa de una obliga- prácticas de inserción y formación en el
ción de solidaridad nacional. Las palabras empleo. Los beneficiarios del RMI son
clave del regreso del Estado al campo considerados como destinatarios priorita-
social serán pues el partenariado, la rios de los programas del Estado, de la
corresponsabilidad, la cogestión, la cofi- misma forma que los parados de larga
nanciación... duración de más de 50 años o los parados
de muy larga duración. El Estado estima
que consagra a través de esta vía indirec-
2.2. El «culto» al partenariado ta más créditos a la inserción de los bene-
ficiarios del RMI que los consejos genera-
Los programas departamentales y les.
locales de inserción se articulan a través De la misma forma, los fondos de
del consenso de los diferentes agentes acción social para la integración de los
implicados (Estado, colectivos territoria- inmigrantes (FAS), un servicio público del
les, organismos de la Seguridad Social, Estado organizado en delegaciones regio-
asociaciones...) en el marco de los Conse- nales, fue invitado a desarrollar acciones
jos Departamentales de Inserción (CDI) y dirigidas a los beneficiarios del RMI.
de las Comisiones Locales de Inserción
(CLI). Se ejecutan a través de la cogestión Dados los medios del Estado en mate-
del prefecto representante del Estado y el ria de política económica, de alojamiento,
presidente del Consejo General. de salud pública o de formación y empleo,
no sería extraño que le fuera confiada la
Es obligado constatar que en este gestión estratégica de la inserción de los
esquema de partenariado obligado falta el beneficiarios del RMI y de los colectivos
principal agente, los propios excluidos, cercanos, como los parados de larga
que carecen de voz al no haber constitui- duración. Pero como ya hemos señalado,
do, hasta la fecha, un movimiento social el Estado no tiene todas las cartas y el
organizado. A partir del incremento del hecho de dirigir la ejecución no significa
paro, los parados han intentado constituir que pueda ser llevada a cabo sin el con-
un movimiento social que les represente, curso del resto de los interlocutores.
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3. UN CONTRATO AMBIGUO QUE El mantenimiento y el desarrollo de la
DA PIE A MUY DIFERENTES exclusión obliga a discutir la oportunidad
RESULTADOS del singular énfasis que se pone en el
aspecto educativo de cara a la inserción,
así como de reservar el I del RMI a una
3.1. Naturaleza del contrato de inserción parte de sus beneficiarios.
del RMI

El compromiso del beneficiario no es


una contrapartida del ingreso, sino una 3.2. Elementos para un balance
condición. El contrato incide más en una de la faceta de inserción del RMI
obligación de medios que de resultados.
El contenido del contrato de inserción El RMI ha permitido la realización de
puede ser muy diverso e incidir sobre avances importantes en materia de acce-
diferentes aspectos de manera simultánea so a la atención. Tanto los ingresos como
o escalonada en el tiempo: salud, econo- las acciones de inserción social permiten
mía, resocialización, formación y cualifica- la resocialización y la reestructuración de
ción, solidaridad local... la identidad de los beneficiarios.
Como ya se ha dicho (cf: supra), la Ha contribuido también al desarrollo y
inserción no ha sido definida en objetivos a la sofisticación de los productos y las
y sub objetivos, lo que posibilita a los herramientas de inserción: remediación
actores de la inserción la posibilidad de cognitiva, inserción por lo económico...
innovar y de experimentar, a condición de Así mismo, ha favorecido avances de tipo
que las comisiones locales que validan los pedagógico: pedagogía inductiva, articu-
contratos de inserción no tengan concep- lación e incluso integración entre las acti-
ciones firmes y normativas de lo que debe vidad productiva y la formativa...
ser la inserción.
Por el contrario, se constata un fracaso
En la literatura administrativa, la inser- en materia de acceso a la cualificación y al
ción ha sido sinónimo de formación y de empleo. Este fracaso nos conduce a inevi-
trabajo, luego trabajo y formación han tablemente a la cuestión de la búsqueda
sido disociados. Se podría en consecuen- del sentido de toda acción pública. En
cia considerar que, aunque no pueda efecto, ¿para qué mejorar la empleabili-
acceder a un trabajo, una persona en pro- dad en una sociedad que ya no crea los
ceso cuasi permanente de formación está suficientes empleos?, ¿no es ésa una
integrada. Hoy, la inserción constituye un forma de acentuar el sentimiento de inuti-
estado transitorio materializado entre la lidad social y de marginación duradera?
exclusión social y el trabajo... la disocia- La inserción es una cuestión social que no
ción que todavía opera entre trabajo y puede reducirse a un simple problema de
actividad va a confundir todavía más las adecuación de la formación o de los ins-
viejas referencias. trumentos pedagógicos. A falta de poder
resolver estas cuestiones que competen a
Sólo un 44% de los beneficiarios del toda la sociedad, los agentes del RMI
RMI tienen un contrato de inserción. Las deben elegir entre una inserción de-
acciones de autonomía social constituyen pendiente y alienada y una inserción con-
un 34% de las actividades inscritas en esos flictiva en el campo de la utilidad social.
contratos, los empleos asistidos y las prác-
ticas el 32%, y las acciones de inserción en
empresas el 33%, un 26% de las cuales son
acciones de ayuda a la búsqueda de 3.3. Las dificultades de los trabajadores
empleo. La tasa de inserción profesional sociales a la hora de elaborar los
se sitúa desde 1990 en torno al 25%. contratos de inserción ha revelado (y
no creado) la crisis del trabajo social
Conviene destacar la importante con-
tradicción entre la necesaria individualiza-
ción de los recorridos de inserción y la La eficacia de las políticas de inserción
presión político social para el tratamiento se apoya ampliamente en la movilización
en masa de la exclusión. De la misma de los trabajadores sociales. Sin embar-
forma, existe un problema de escala tem- go, numerosos informes de evaluación de
poral entre una obligación de resultados las políticas públicas han destacado la
rápidos en materia de inserción para evi- débil implicación de los trabajadores
tar perpetuar el dispositivo y la necesaria sociales en las políticas de inserción.
duración de los recorridos de inserción, En 1992, la Comisión Nacional de Eva-
habida cuenta de los efectos desestructu- luación del RMI puso en evidencia la
radores de la exclusión.
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ausencia de correlación entre las tareas Se ha hecho escaso uso de la capaci-
del contrato de inserción y las tareas del dad de los trabajadores sociales para la
personal social. Se plantea pues la cues- elaboración de proyectos de inserción, de
tión de la cualificación de los trabajadores lo que se deduce su sentimiento de estar
sociales. siendo despreciados por la tecnocracia.
Por el contrario, se les pide mucho más en
La función de acompañamiento del una situación económica desfavorable y
beneficiario del RMI está globalmente mal sin que la vaga finalidad de la inserción se
asegurada. Existe una voluntad de limitar
traduzca realmente en objetivos precisos
este acompañamiento a las acciones de
acompañados de medios adecuados para
autonomía social por encima de la forma- su realización. No se puede llamar a la
ción profesional. Sin embargo, el acom- implicación de los trabajadores sociales
pañamiento debe ser continuo y adaptado para acompañar a los beneficiarios del
a todos los recorridos y a todas las formas RMI y ejecutar una oferta de inserción, al
de inserción. Siempre según la Comisión
mismo tiempo que se les niega toda auto-
de Nacional de Evaluación del RMI, se ha
nomía profesional. Es, pues, necesario
esperado demasiado de los operadores reforzar y crear los espacios necesarios
de la cadena de inserción que precisa la para compartir sus experiencias y sus
inserción: diagnóstico, búsqueda de ins- reflexiones al objeto de aprovechar su
trumentos, montaje de operaciones, acce- competencia.
so al producto, seguimiento social, y
generalmente sólo son eficaces en el pri- Corresponde finalmente al Estado-
mer y el último eslabón. estratega, y por tanto al Ministerio de
Los trabajadores sociales deben ini- Asuntos Sociales y a sus servicios anexos
ciar, o proseguir, su revolución copernica- (DDASS-DRASS) reinvertir en el campo
na. En efecto, deben pasar de una lógica del trabajo social, lo que debe ir procedi-
puramente de ayuda personalizada, con do de:
lo que esto comporta de diálogo singular 1. Una reorganización de las profesiones
con el usuario y de toma en cuenta de «lo sociales dirigida a la adecuación entre
inefable», a una lógica de producción de las cualificaciones esperadas y la for-
bienes y de herramientas colectivas para mación. No corresponde a la forma-
la integración. Finalmente, deben estar en ción clásica la tarea de estructurar el
condiciones de gestionar la oferta de in- empleo, sino a la inversa, aunque es
serción. evidente que se trata de un proceso
No se trata de abandonar la primera interactivo.
lógica en beneficio de la segunda, sino de
2. La puesta a disposición del trabajo
evitar quedarse sólo en la primera, supe-
social de un marco de formación inter-
rándola y completándola con la segunda.
media y superior capaz de responder a
Ello no implica, en ningún caso, que se las nuevas necesidades en la materia,
confíe a los trabajadores sociales tareas es decir, la capacidad de coordinar y
imposibles que no corresponden a sus animar equipos de trabajo, la capaci-
competencias y técnicas profesionales dad de aplicar sus competencias para
sino a la organización económica y social. aumentar la oferta de inserción, la
Con el paso del tiempo, las políticas capacidad de dirigir programas y de
sociales sectoriales sobre poblaciones asumir las responsabilidades de la
determinadas en función de sus desven- dirección. Ello supone, más que una
tajas y deficiencias ha producido sus pro- mejor articulación entre formación ini-
pias instituciones y profesiones sociales. cial, formación superior y formación
Esta estratificación y esta balcanización continua, una revisión completa de la
han dado pie un verdadero mosaico de arquitectura de la formación. Las pro-
profesiones sociales. Con la crisis del tra- fesiones sociales son las únicas con
bajo social y las dificultades de recluta- una alta presencia en el nivel III del sis-
miento que entraña, encontramos en tema de formación, a pesar de un des-
todas las instituciones y en todos los dis- lizamiento en los últimos años hacia el
positivos trabajadores sociales contrata- nivel IV debido a la formación para la
dos en función de sus capacidades para asistencia domiciliaria, cuando debe-
actuar y no ya en función de su origen ría, como en el resto de los sectores,
profesional. Convendría pues romper con extenderse entre los niveles V a I con
una estratificación más relacionada con pasarelas para facilitar el paso entre
la historia que con las necesidades actua- los diferentes niveles. Ello precisa que
les y de operar en función de las cualifi- previamente se rompa con ese mito
caciones esperadas por y para los usua- según el cual todos los trabajadores
rios. sociales en conjunto están naturalmen-

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te dotados para desarrollar todo tipo red de interlocutores y de contribuir a la
de actividades y pueden ser omnicom- emergencia de una oferta de inserción.
petentes. Habrá que desarrollar, final-
mente, las consecuencias relativas a Para concluir, conviene poner las cosas
estatutos, convenios y normativas que en su sitio. La reducción de la fractura
de este cambio se deriven. social (término ya consagrado) no es una
cuestión de sofisticación de técnicas de
Asumir estas responsabilidades en acciones administrativas y sociales que se
materia de gestión de la formación de los intenta justificar con cierta retórica sobre
trabajadores sociales no significa ignorar la complejidad, sino la base en la que se
a los interlocutores sociales como los apoya la cuestión crucial del proyecto de
empleadores públicos (comunidades sociedad al que aspiramos.
locales y establecimientos públicos) y pri-
vados (asociaciones), las organizaciones Además, el éxito de la inserción estará
sindicales y profesionales, etc., sino, al predeterminado por decisivas opciones
contrario, asociarlos a la expresión de las macroeconómicas y sociales. Sin ellas,
necesidades y al establecimiento de los los actores y los interlocutores de las polí-
objetivos de la formación. En el caso en el ticas de inserción se arriesgan al agota-
que el consenso no sea posible, el arbitraje miento y al desánimo, fase previa a la
corresponde al Estado, quein debe evitar deserción, o a la esquizofrenia. Esta últi-
que los dispositivos se segmenten, que ma consiste en autoalienarse olvidando
la crisis de legitimidad se acentúe y que que sus prácticas y sus experiencias están
los conflictos se hagan permanentes. confinadas al ámbito microsocial y que no
pueden ser extendidas y generalizadas,
La coordinación de la inserción debe pues la sociedad ha optado, ciertamente
apoyarse en unos trabajadores sociales de una manera más implícita que explíci-
que han de poder beneficiarse de una for- ta, por gestionar la exclusión más que por
mación superior en materia de desarrollo vencerla afrontándola de forma global.
de proyectos sociales y de ingeniería
social que les haga capaces de animar la JEAN PIERRE HARDY

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