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PRINCIPIOS, ORGANIZACION Y
FUNCIONAMIENTO DEL RMI
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Gráfico 1. Los gastos
edad o de las minusvalías, como lo son
de la protección social las prestaciones de la ayuda social, sino
de una prestación general sin esfuerzo
contributivo, a la inversa de la mayor
parte de las prestaciones de la Seguridad
Social.
Tampoco se trata de una prestación de
acción social que beneficiara al mismo
tiempo a los pobres y a quienes no lo son.
El RMI pretende actuar sobre la pobreza
consolidada. Presenta la particularidad de
estar destinada sólo a las personas cuyos
escasos recursos conllevan una situación
de pobreza socialmente reconocida. Por
último, el ingreso del RMI se acompaña
de la firma de un contrato de inserción
que compromete tanto a los particulares
como a la comunidad.
(D
Riesgos diversos: Corresponden a la protección
social de ciertos sectores precarizados de la 1.3. La creación de un derecho a
población. Desde 1989 comprende, en particu-
lar, los gastos del RMI. la inserción
*) Los gastos de la protección social en 1994
alcanzaron un montante estimado de 2,588 La inserción social y profesional de los
billones de francos, es decir, un 35,1% del PIB. beneficiarios del RMI constituye un impe-
En 1994, las prestaciones sociales por habitante
aumentaron en un 2,7% (y en un 5,7% en 1993). rativo nacional. Pero, aun si la sociedad
En Francia, las cotizaciones sociales represen- está obligada a actuar, mantiene la posi-
tan más del 45% de las deducciones obligato- bilidad de circunscribir este compromiso
rias. en los límites compatibles con los recur-
**) Fuentes: Presupuestos del Estado, Presupues- sos que estima poderle dedicar. La comu-
tos de la Protección Social, Eurostat.
nidad tiene la obligación de hacer algo,
pero no de hacer «todo lo que sea nece-
sario».
1.2. El RMI es un derecho El legislador ha rechazado definir lo
con un objetivo determinado que debe ser la inserción social y profe-
sional. La finalidad general de la inserción
El RMI es una prestación social desti- no ha sido compartimentada en objetivos
nada a las personas más desfavorecidas de obligado cumplimiento. Ello permite a
al objeto de favorecer su inserción. Impli- los agentes que ejecutan la integración
ca tres aspectos fundamentales: proponer acciones de varios tipos, pero
1. un ingreso económico en ocasiones también puede forzarles a ceder a las con-
acumulable a otros recursos de activi- cepciones normativas de los centros de
dad o de transferencia; decisión locales.
2. un conjunto de derechos sociales que Es también necesario constatar que
permite, entre otras cosas, afiliar al existen ciertas contradicciones entre la
beneficiario y a su familia en la Seguri- adaptabilidad de las respuestas a las
dad Social (sanidad, ayudas para necesidades detectadas y el principio de
vivienda social...); la igualdad del tratamiento sobre el con-
junto del territorio. De ello resultan desi-
3. un contrato de inserción dirigido a la gualdades en la ejecución, la accesibilidad
integración social y profesional del y, por tanto, la efectividad del derecho a la
beneficiario y de su familia. inserción.
Esta prestación multidimensional está Las acciones de inserción para los
destinada a las personas más desfavoreci- beneficiarios del RMI deben articularse
das que el legislador inicialmente definió con el resto de los dispositivos de inser-
como aquellas que disponen de recursos ción en materia de acceso al alojamiento
inferiores a 2.000 francos al mes por uni- de los más desfavorecidos, de lucha con-
dad de consumo, según una escala de tra el paro de larga duración, etc. En efec-
unidades de consumo previamente esta- to, el beneficiario del RMI es a menudo un
blecida. parado de larga duración con problemas
No se trata pues de una prestación de vivienda y de salud...
especializada, por ejemplo, en razón de la
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2. LAS POLITICAS DE INSERCION gitanos (áreas de albergue para nóma-
das), jóvenes con dificultades, ex-colonos
argelinos y sus descendientes, o mujeres
2.1. ¿Qué tipo de territorialización mayores solas sin hijos.
se precisa para una ejecución eficaz
de las políticas de inserción? El Estado mantiene así su presencia en
los campos en los que las comunidades
La creación del RMI ha sido considera- locales se habían atribuido lo esencial de
da como el retorno del Estado al campo sus competencias: vacaciones para los
de la acción social, un ámbito que había jóvenes de los suburbios (operaciones
sido ampliamente descentralizado años «anti-verano caliente» convertidas en
atrás. operaciones de prevención de cara al
verano); oferta de equipamientos sociales
para la lucha contra la delincuencia, el fra-
2.1.7. La extensión de la exclusión caso escolar y la marginación juvenil
obliga al Estado a retomar el (empresas intermediarias convertidas en
campo de lo social empresas de inserción, iniciativas loca-
les...); primeras campañas invernales con-
En las décadas de los 60 y los 70, el tra la pobreza y la precariedad, etc.
objetivo declarado de las políticas de
acción social dirigidas por el Estado era el La función del Estado consiste no tanto
de integrar a los sectores pobres y margi- en seleccionar poblaciones y realizar un
nales de la población en la sociedad del seguimiento global, sino en garantizar la
crecimiento y el de reducir las desigualda- realización de las funciones que las comu-
des sociales. La pobreza y la marginalidad nidades locales no aseguran. El Estado
son contempladas como fenómenos resi- desea contractualizar sus intervenciones
duales. Así, se habla en la época de reha- con las colectividades locales. Quiere
bilitación del habitat insalubre, de ciuda- impulsar la producción de bienes dedica-
des de tránsito, de pobreza... dos a la inserción pero desea, después de
una importante inversión no sólo finan-
En la medida que la acción social tiene ciera, ver que las comunidades locales le
como objeto impulsar la movilidad social, sustituyen por completo.
está también destinada a los trabajadores
de las capas salariales bajas. Desde 1962 Este periodo, que se consideraba iba a
hasta 1980, los planes de desarrollo eco- ser provisional antes de la completa trans-
nómico y social y sus 25 programas de ferencia a las comunidades locales, se
acción prioritaria determinan cinco pobla- convirtió de hecho en un periodo transito-
ciones diana: las familias, los jóvenes, las rio hacia el retorno del Estado bajo formas
personas ancianas, las personas con dis- renovadas. Permitió, además, a la admi-
capacidad y los inmigrantes. nistración social del Estado aprender a
La cuestión del mantenimiento de la trabajar en colaboración con las asocia-
intervención del Estado bajo la forma de ciones, los ayuntamientos, los organis-
acciones sociales se plantea en 1984 con mos sociales (CAF, CPAM) y el resto de las
la transferencia a los departamentos de administraciones del Estado.
los aspectos esenciales de la ayuda social La Administración se encontró enton-
y el servicio social. ¿A qué obedece —se ces con que era incapaz de desarrollar
argumenta entonces— el mantenerse en todos los servicios, tal y como lo hacía
un sector en el que se supone que ya ac- con anterioridad, debido a que sus traba-
túan las comunidades locales?, ¿no es jadores sociales habían sido casi comple-
suficiente con controlar su legalidad?, ¿no tamente transferidos a los Servicios
sería acaso más conveniente que la admi- Sociales de los departamentos. En conse-
nistración social del Estado se concentra- cuencia, el Estado asumió el pilotaje
ra sobre el núcleo duro, es decir, la ges- estratégico, «haciendo hacer» a las aso-
tión de los gastos de sanidad y la ciaciones del sector con las que existía
planificación sanitaria? una colaboración natural y que se dedica-
Igualmente, en los primeros años de ron a la gestión de centros de acogida y
descentralización, la administración sani- readaptación social (CHRS), empresas de
taria y social del Estado concentra su inserción, etc. La Administración social y
acción social sobre poblaciones diana sanitaria del Estado pasó así del «hacerlo
específicas, impropiamente llamadas todo solos» al «ayudar a hacer».
«públicos-Estado», debido a que no repre- Algunos años después de la descentra-
sentan a grupos de presión electoralmen- lización, en tanto que las exclusiones se
te interesantes para los políticos locales. extienden, el Estado constata el débil com-
Se trata de personas sin domicilio fijo. promiso de los cargos electos regionales
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que en Francia son, como consecuencia centros comunitarios de acción social
del modo de elección y del establecimien- (CCAS) y la sociedad civil a través de sus
to de las circunscripciones electorales asociaciones. Esta colaboración no puede
regionales, de extracción mayoritariamen- ser articulada por la vía del decreto, y nin-
te rural, mientras que los problemas socia- guno de los agentes que en ella intervie-
les se concentran en las ciudades. nen tiene en sus manos todas las claves
En Francia los ayuntamientos son para hacer frente al problema de la exclu-
demasiado numerosos para poder erigir- sión.
se en interlocutores del Estado y carecen Se hace necesario considerar la proble-
de todos los medios necesarios para mática de las personas con dificultades
desarrollar una acción social eficaz. Las sociales a través del conjunto de sus nece-
experiencias de las comisiones locales sidades y de sus características individua-
de prevención de la delincuencia (CLPD), les, y no en función de su pertenencia a
de los proyectos locales, de los fondos una categoría determinada o a una nece-
locales de ayuda a los jóvenes (FAJ) son sidad circunscrita a una deficiencia parti-
interesantes, pero no se ejecutan nece- cular. Se trata de coordinar, a partir de
sariamente en l as localidades cuyos una lógica territorial, acciones muy a
indicadores sociales son más alarman- menudo concebidas en función de una
tes. lógica sectorial: empleo-formación, ayuda
El Estado debe pues volver. Pero no social, política económica, cultura, sani-
puede hacerlo dando marcha atrás, dado dad, etc. Para poder ser superados, los
que ha perdido parte de sus medios y de desafíos de la inserción exigen una des-
sus prerrogativas en el proceso de des- compartimentación y una transversalidad
centralización y que ha renunciado en de las diversas acciones que se pretenden
consecuencia a ser omnipresente. El Esta- ejecutar. Y para ello, es preciso organizar
do providencia cede su sitio al Estado el trabajo a través de redes a escalas ope-
modesto, que es ahora un Estado recorta- rativas y funcionales.
do. Igualmente, el Estado impulsa y crea
dispositivos institucionales: consejos
departamentales de inserción (CDI), con-
2.1.2. La ejecución por parte sejos departamentales de habitat (CDH),
del Estado de nuevas políticas consejos departamentales de prevención
de inserción de la delincuencia (CDPD)... y financieros:
RMI, fondos de solidaridad para el aloja-
Si el Estado providencia se había crea- miento (FSL), fondos departamentales de
do una obligación social dirigida a la ayuda a los jóvenes (FDAJ), que cogestio-
reducción de las desigualdades sociales y na con las colectividades territoriales, las
a la promoción de la igualdad, hoy, perio- asociaciones y diversos organismos.
do de crisis obliga, este compromiso
social se limita al tratamiento de la exclu- El Estado pretende muy especialmente
sión. A partir de ciertos mínimos, el Esta- implicar y asociar a las colectividades
do se ve obligado a intervenir y a movili- territoriales en torno a tareas de interés
zar las comunidades locales y los nacional y a sus funciones de solidaridad
diferentes organismos. nacional. Es preciso establecer entre las
diferentes escalas posibles (la región, el
Frente al incremento de las exclusio- departamento, el ayuntamiento, el sindi-
nes, el Estado impulsa la movilización del cato intermunicipal, las cuencas de
conjunto de los agentes y entidades de la empleo, las diferentes entidades sectoria-
sociedad civil (asociaciones, instituciones les), el nivel más eficaz para la ejecución
territoriales, entidades de seguridad de las políticas de inserción.
social) para llevar a cabo acciones socia-
les y equilibrar el déficit de la oferta en El Informe Nacional de Evaluación del
materia de inserción. Igualmente, las polí- RMI subrayaba en 1992 la débil implica-
ticas de inserción se multiplican y al ción de numerosos departamentos en el
mismo tiempo se complejizan: créditos aspecto de inserción del RMI. Se puede
para la formación, desarrollo social urba- constatar que las entidades colaboradoras
no (DSU), prevención de la delincuencia, se movilizan más fácilmente a escalas
RMI, alojamiento de los más desfavoreci- infradepartamentales como ayuntamien-
dos... tos o cuencas de empleo. De hecho,
numerosos dispositivos han sido concebi-
La puesta en práctica de estas políticas dos y experimentados previamente a
de inserción impone una colaboración escala municipal antes de ser generaliza-
entre el Estado, los consejos generales y dos. Es, en especial, el caso de los fondos
regionales, los ayuntamientos con sus de ayuda para los jóvenes y los planes de
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ayuda para el alojamiento de los mas des- en la medida que los sindicatos no han
favorecidos, sin olvidar los complementos sido capaces de hacerlo. Pero el movi-
locales de recursos (CLR), «antepasado» miento de parados, que podría ampliarse
directo del RMI. al conjunto de los excluidos, está todavía
en fase embrionaria: las asociaciones son
Mientras tanto, la generalización de
escasas y débiles, el movimiento de crea-
estas experiencias entraña un cambio de
ción de casas de parados es sectario, y el
escala territorial. Además, la colaboración
nuevo movimiento «Actuar contra el
entre el Estado y los ayuntamientos se
paro» intenta enfrentarse al desafío...
convierte en una colaboración obligada
entre el Estado y los departamentos. En Por su parte, las asociaciones de bene-
efecto, el considerable número de ayunta- ficiarios del RMI son frágiles, poco nume-
mientos que existe en Francia, muchos de rosas y de existencia generalmente breve.
los cuales son pequeños y carecen de Las asociaciones caritativas, humanitarias
medios, por una parte, y la rivalidad entre y de solidaridad tienen la pretensión de
los departamentos y los grandes ayunta- representar a los excluidos, pero han de
mientos de las capitales de esos departa- evitar el peligro de instrumentación por
mentos, con una gran población y poten- los diferentes poderes públicos que las
tes Centros Comunitarios de Acción financian.
Social por otra, sumado a las incoheren-
Constatando, por una parte, la débil
cias y a la falta de legitimidad democráti-
movilización hacia la inserción en el
ca de las circunscripciones infra-departa-
marco estricto de los PDI, e intentando,
mentales, explican por qué se eligió
por otra parte, evitar acciones que puedan
finalmente a los departamentos para lle-
suponer un riesgo de confinamiento de
var a cabo estas políticas de inserción en
los beneficiarios del RMI en guettos, la
co-responsabilidad con el Estado.
delegación interministerial del RMI
Como conclusión de este apartado, se (DIRMI) optó por la apertura a los benefi-
debe destacar que el Estado es el garante ciarios del RMI de planes de lucha contra
de la cohesión social y que no puede en el paro de larga duración impulsados por
consecuencia limitarse al «dejar hacer». el Estado. En consecuencia, se reservaron
Es igualmente importante señalar que los cuotas para los beneficiarios del RMI en
dos principios fundadores de la descen- los programas gestionados por el Estado
tralización, paquete de competencias y fin como los contratos de empleo-solidari-
de las financiaciones cruzadas, han tenido dad, (CES), los CES consolidados o las
que ser dispuestas a causa de una obliga- prácticas de inserción y formación en el
ción de solidaridad nacional. Las palabras empleo. Los beneficiarios del RMI son
clave del regreso del Estado al campo considerados como destinatarios priorita-
social serán pues el partenariado, la rios de los programas del Estado, de la
corresponsabilidad, la cogestión, la cofi- misma forma que los parados de larga
nanciación... duración de más de 50 años o los parados
de muy larga duración. El Estado estima
que consagra a través de esta vía indirec-
2.2. El «culto» al partenariado ta más créditos a la inserción de los bene-
ficiarios del RMI que los consejos genera-
Los programas departamentales y les.
locales de inserción se articulan a través De la misma forma, los fondos de
del consenso de los diferentes agentes acción social para la integración de los
implicados (Estado, colectivos territoria- inmigrantes (FAS), un servicio público del
les, organismos de la Seguridad Social, Estado organizado en delegaciones regio-
asociaciones...) en el marco de los Conse- nales, fue invitado a desarrollar acciones
jos Departamentales de Inserción (CDI) y dirigidas a los beneficiarios del RMI.
de las Comisiones Locales de Inserción
(CLI). Se ejecutan a través de la cogestión Dados los medios del Estado en mate-
del prefecto representante del Estado y el ria de política económica, de alojamiento,
presidente del Consejo General. de salud pública o de formación y empleo,
no sería extraño que le fuera confiada la
Es obligado constatar que en este gestión estratégica de la inserción de los
esquema de partenariado obligado falta el beneficiarios del RMI y de los colectivos
principal agente, los propios excluidos, cercanos, como los parados de larga
que carecen de voz al no haber constitui- duración. Pero como ya hemos señalado,
do, hasta la fecha, un movimiento social el Estado no tiene todas las cartas y el
organizado. A partir del incremento del hecho de dirigir la ejecución no significa
paro, los parados han intentado constituir que pueda ser llevada a cabo sin el con-
un movimiento social que les represente, curso del resto de los interlocutores.
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3. UN CONTRATO AMBIGUO QUE El mantenimiento y el desarrollo de la
DA PIE A MUY DIFERENTES exclusión obliga a discutir la oportunidad
RESULTADOS del singular énfasis que se pone en el
aspecto educativo de cara a la inserción,
así como de reservar el I del RMI a una
3.1. Naturaleza del contrato de inserción parte de sus beneficiarios.
del RMI
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te dotados para desarrollar todo tipo red de interlocutores y de contribuir a la
de actividades y pueden ser omnicom- emergencia de una oferta de inserción.
petentes. Habrá que desarrollar, final-
mente, las consecuencias relativas a Para concluir, conviene poner las cosas
estatutos, convenios y normativas que en su sitio. La reducción de la fractura
de este cambio se deriven. social (término ya consagrado) no es una
cuestión de sofisticación de técnicas de
Asumir estas responsabilidades en acciones administrativas y sociales que se
materia de gestión de la formación de los intenta justificar con cierta retórica sobre
trabajadores sociales no significa ignorar la complejidad, sino la base en la que se
a los interlocutores sociales como los apoya la cuestión crucial del proyecto de
empleadores públicos (comunidades sociedad al que aspiramos.
locales y establecimientos públicos) y pri-
vados (asociaciones), las organizaciones Además, el éxito de la inserción estará
sindicales y profesionales, etc., sino, al predeterminado por decisivas opciones
contrario, asociarlos a la expresión de las macroeconómicas y sociales. Sin ellas,
necesidades y al establecimiento de los los actores y los interlocutores de las polí-
objetivos de la formación. En el caso en el ticas de inserción se arriesgan al agota-
que el consenso no sea posible, el arbitraje miento y al desánimo, fase previa a la
corresponde al Estado, quein debe evitar deserción, o a la esquizofrenia. Esta últi-
que los dispositivos se segmenten, que ma consiste en autoalienarse olvidando
la crisis de legitimidad se acentúe y que que sus prácticas y sus experiencias están
los conflictos se hagan permanentes. confinadas al ámbito microsocial y que no
pueden ser extendidas y generalizadas,
La coordinación de la inserción debe pues la sociedad ha optado, ciertamente
apoyarse en unos trabajadores sociales de una manera más implícita que explíci-
que han de poder beneficiarse de una for- ta, por gestionar la exclusión más que por
mación superior en materia de desarrollo vencerla afrontándola de forma global.
de proyectos sociales y de ingeniería
social que les haga capaces de animar la JEAN PIERRE HARDY
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