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UNIDAD | DEONTOLOGIA PROFESIONAL; DEFINIGION DE DEONTOLOGIA, PROFESIONAL. Deontologia: Sogin Battaglia “aquella parte de Ia filosofia que trata del origen, la naturaleza y el fin del deber”, en contraposicion de a la Ontologi naturaleza, el origen y el fin del ser”. Etimolbgicamente del Griegb. es la Ciencia del Deber y se refiere a los deberes que corresponden a determinadas situaciones sociales. Aplicata a las ‘profesiones intelectuales de antiguo otigen historico, la deontologia desigria el conjunto de las reglas y principios que rigen determinadas conductas del profagional, Es on sustancia una especie de urbanidad del profesional. Su caracter ético $e evidericia mayor en las. profesiones con transfondo humanitario, como el arte forense (Abogados) y el arte niédico. la Deontologia profesional. se refiere a ceterminadas ‘especies dé actividad laboral intelectual, por lo demas, .desenvueltas an régimen de autonomla, Los preceptos deontolégicos més temoios pertenecen. al sector del arte médico, pero también. fa deontologia forense data de antiguo: En su Contenido las normas deontolégicas se caracteriztin: © ‘Por la redundancla de contenidos finalistas e Instrumentales, frecuentemente curre on olvas muchas estegorias denormas. ‘Tienen un cardcter preferentemente ético y presentan puntos de contacto con las normas de la costumbre. Tiendlen a transformarse en normas. Juridicas, ‘Su contenido moralista no autoriza, sin embargo a considerarlas como riormas de ‘cardcter moral, Ejemplo el legislador que elabora leyes se remite a conceptos deontolégicos y para -elaborarlos utiliza criterias extrajurldicos, . En Iasi profesiones Intelectuales reguladas Por él legislador o como funciones piblicas (notario 0 agente de cambio) las reglas de deontologia tienen gran importancia respecto a dicha funcién social De manera general todo Comportamiento del profesional que no tenga un cardcter Imerament {éorico, pro que est vinculado de cuelquier forma alejaricio de la profesion entra ef el Ambito dela normativa deontolégica. ‘Abog, Gerardo R. Lopez Armine de los Angeles Canteros En consecuencia, incluso la vida privada del profesional puede ser tomada en consideracion. Por lo demas es sabido es que las leyes profesionales exigen como condicién para conceder la inscripcidn colegial el requisito de buena conducta (profesionat y civica), que ha de ser estimada discrecionalmente por el Consejo del Orden o Colegio (para los Abogados las leyes forenses requieren expresamente “una conducta distinguidisima e inmaculada. Deontologia profesional segiin definiciones elaboradas por la doctrina tienden a configurarla como un conjunto de reglas de comportamiento basadas en la costumbre profesional y subrayan su cardcter moral. Limitandose a considerarla bajo el aspecto ético. Por un lado no siempre es posible incluir las reglas deontolégicas entre las meramente morales, y, por otro, no es siempre facil o posible clasificarlas en lagunas de las categorias juridicas tradicionales, puesto que muchas presentan un caracter intrinseco de oxtrajuridicidad, SU CARACTER ESPIRITU, La Dedntologia ha sido también constderada, desde mas alla de un estricto punto de vista moral, desde una perspectiva religiosa, especialmente con respecto a algunas confesiones (la catdlica, la protestante) en relacién con algunos problemas de conciencia que surgen con ocasi6n del ejercicio profesional. Se ha dicho con justicia que la caracteristica mas notoria de fa deontologia es su espiritualidad y se evidencia especialmente en una concepcion religiosa de la existencia; pero las mormas deontolégicas se dirigen indistintamente a cualquier sujeto, eeralcinn, i sus persondles orientaciones ideoldgicas (raliginn2s, palifinan filnaAt: que dichas reglas se refieren normalmente a la moral comin, es decir, ala moral usual en un daterminada lugar y momento histérico, si bien permanecen ancladas en algunos principios deontolégicos universales e irreversibles. Ciertamente, fa moral usual, una vez {ransfundida en reglas deontoldgicas, se aplica en muchos aspectos que con criterlos mas. definidos y més rigurosos. De hecho la deontologia describe las mejores dotes morales que presumiblemente posee un tipo ideal de buen profesional, del que exalta por encima de todo suseiitda moral de pertenencta’a fa comunidad general y a la sectorial de la profesion y exige bu autoresponsailidad en relacion ala func que desarlia, La deontalagls problemas de la conciencia, que se . resuelven en términos: diferentes ‘0 antiéticos a los de la moral réligiosa. DEONTOLOGIA JURIDICA - Gerardo R.Lépez - Armine de los Angeles Canteros Segiin la moral catGlica, las profesiones se consideran como un servicio que se rinde al hombre y como. misién se incluye en el designio divino como cumplimiento de un deber. Segin fa moral usual (que se corigura como: un concepto complejo en el que Gonfluyen varios componentes, desde las regles de la costumbre a los princpios de la religion dominante y de las ideologies mas dundidas) y tenlendo en cuenta las interelaciones con el derecho posivo, También basado en la moral, la deontologia parece, asumir una posici6n intermedia, ampliamente Influida como asta Por las reglae de la costumbee, pero siempre profundamente sensible a las exigencias humanas y a la funcion social de la profesion MORAL PROFESIONAL EN GENERAL, El concepto de moral se ha especificado y perfilado de vatias formas, Se habla, en efecto, de una moral burguesa, de una moral manxista, de una moral laica, etc, A ello se ha afiadidd un concepto de moral profesional referido, 2n general, a cualquier profesion, pero este mismo concepto se ha especificado posteriormente configuréndose-una moral singular Para cada tipo de profesin. Asi mismo tendriamos una moral del médico, otra de! Abogado, otra del farmacéutico, otra del Notario, etc. Y se ha ido ain mas eins, en cuanto que en.el mismo ambito de una profesién se han vuelto a distinguir varias especificaciones de la moral que a ella se refiere, Habrfa, pues, una moral del médico ginecdlogo que se diferenciarfa en algunos fasgos de la del médico intermista, Analogamente se llegaria a individualizar una moral del Abogado penalista que, en Parte, diferiria de la del Abogado mercantilista. No obstante, la deontologia de una determinada profesién no puede ser concebida de m4s que unitariamente, salvo algunas adaptaciones marginales que en ‘ovasiones exige la espocializacion profesional. EL “ETHOS” ESPECIFICN REOEFEINNAY PAM EePErIA: PEFEPEMAIA AL ADTE FORENSE, Hace poco se ha hablado de la existencia de un espectfico ethos profesional que propio de cada grupo profesional Y Que consistiria en la cutura profesional de Personas que se conducen moralmente, desarrollada en el Seno del g-upo mismo mediante el cumplimiento de sus obligaciones. Este Concepto que parece Imitado por su esencia a la cultura brofesional ha sido mejor esclarecdo después y se la ha diferenciado del cdg ético, de la ética y de la moralidad del profesional, DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo R. Lopez. Armine de los Angeles Canteros Se ha precisado que comprende aquellos comportamientos que caracterizan a una cultura o un grupo profesional, en cuanto que éste promueve un tipo de conducta sometido a ciertos valores o a cierta jerarquia de valores (de este modo se conducirlan los sacerdotes, los abogados, los jueces, -los médicos, etc,). Se afiade que hablar de ethos implica un concepto de pertenencia a una determinada profesion entendida ‘como vocacién, en el sentido de servicio imprescriptible para la comunidad, que persigue el logro de unos valores mas que la consecucién de un beneficio econdmico. Y mientras que el cédigo ético tiende a promover y a garantizar el ethos, la moralidad del profesional, es por el contrario, la realizacion subjetiva y personal de la insercién de aquel en la profesion. Hemos referido con la mayor fidelidad. posible la concepciér de HARING, alguno de cuyos aspectos es importante, tal como la pertenencia de una profesién como vocaclén, como servicio a la comunidad, como “instrumento para la realizacion de valores mas que ganancias”, si bien, expuestos de una manera abstracta, encuentran oscasa aplicacion en la practica, mientras que otras de sus afirmaciones nos dejan perplejos. El ethos profesional no coincide con la cultura profesional sino en parte, habida cuenta de la amplia extensiOn de esta ultima. En cuanto al tipo de actitud o vecacién de la profesional respecto a cierlos valores que se deriva de la profesiOn, ol mismo se basa exclusivamente én el ethos, sino que hunde sus raices en una serie de elementos subjelivos y objetivos (sociales) - Debe destacarse que la deontologia, aun inspirandose en los valores de la moral usual, no ignora ni descuida las exigencias concretas del grupo profesional e incluso del mismo profesional individualmente considerado, El grupo asume los caracteres de la Gemeinschaft y se presenta desde el punto de vista socio ~ juridico como un ordenamiento ~ institucion cuya normativa interna se adeoua a los principios de la deontologia- Sacando las ultimas consecuencias de la concepcién de HARING se podria llegar (como efectivamente se ha llegado por otro camino) a configurar una moral profesional tipica, separada de la comin y situada en un plano de superioridad respecto a ella. En efecto, con la relacién a la ética forense se ha sostenido recientemente que el abogado tiene el privilagio de poder comportatse con su asistido segin los dictémenes de una ética superior, informada por los principios de absoluta confianza en el projimo y absoluto respeto a su personalidad. Sin embargo no es posible, en nuestra opinion, configurar una more superior 0 excepcional para una determinada categoria de personas por el solo hecho de que ejercen cierta profesi6n (la forense) que les impulsa a comprometerse con su propia conciencia (como en 4 DEONTOLOGIA JURIDICA, ine de ios Angeles Canteros la defensa penal de un reo confeso cuya inocencia se quiere sostener). La deontologia no ‘apela ni recurre a ampararse en una moral como ésta, que podtla calificarse, por el Contrario deteriorada 0 maquiavélica, sino que sermanece siemipre anctada en los Principios fundamentals derivados de la tradicion, que estan Intimamente ligados a la ‘moral usual.~ En recientes congresos forenses se ha afirmado que la ética profesional es fruto de una obra diutumna de autocontrol y de autolimitacién que proviene de los mejores profesionales dol grupo y que es asumida por la generalidad de los miembros del mismo como norma moral. Y se ha afiadido ‘que las reglas deontoldgicas sirven como directrices, pero que después son el corazén y el sentimiento los que se erigen en fundamento de su aplicacién Evidentemente, en este intento de definicion de la deontologia se ha recurrido a un criterio unilateral y subjetivo que, aunque tiene algin punto de verdad, es insuficiente para escribir el fenémeno que se quiere definir. No basta, en efecto, que algunos (los mejores) ejerzan un control sobre si mismos para que de ello se extraigan reglas generales de conducta, Ain de acuerdo con la definicion de éstas diltimas como directrices, no se puede excluir que constituyen también normas preceptivas. Finalmente, invocar el coraz6n yel sentimiento tiene cierto sabor tedrico.- En los mismos congresos se ha afirmado igualmente que la tradicién no ha pretendido asignar.al abogado rigidos limites morales, sino que le ha obligato a acreditarse ante la opinion piblica, y también ante los tribunales en interés a su cliente, Como verdadero {uchador por el derecho, ‘seguro de su probided civica y decoro personal y adaptado a las exigencias del tiempo presente. Tempoco esta opinion puede quedar sin criticas en orden a su posibiismo, El citado crédito ante el piblico y los jueces no Consfituye la finalidad de la deontologia, sino que es efecto de los compartamientos que se inspiran. en ella, mientras que el adecuarse a las exigencias del momento encontrar’ siempre ls limites insalvables establecidos por la deantologia.- LAVOGACION PROFESIONAL, Accte cle lamer En las mismas sesiones congresuales se ha discuido en forno a las relaciones entre la deontologia, ef aspecto humanista de la’ profesion y la llamada vocacion profesional; Et congepto de vocacién profesional ha sido vivamente contestado. Se ha dicho que puede ser reducido a un juego de palabras o una verdadera hipocresta o bien, cuando menos, a un simple estado de animo (Stimung). Como es sabido, los socidlogos han estudiado ampliamente su origen y su fundamento sin llegar a conclusiones concretas, Salvo Poquisimos casos excepcionales en los que ef profesional quiere efectiva y decididamente Cumplir'el papel de apéstol o de misionero, impulsado por motives de orden teligioso, filos6fico © social, la llamada vocacion profesional es generalmente un ‘concepto vacio de DecWecyxe ce 1 dLwch? esprnwal O cemrera par Ack coger. 5 DEONTOLOGIA JURIDICA contenido, Mas bien podria interpretarse como una especial aptitud espiritual para desempefiar una actividad intelectual (artistica, profesional 0 politica) con preferencia a otras. En el sector de las profesiones, tal aplitud: se adquiere por la regia general ex post, 8 decit, después de alguna experiencia profesional feliz que ilusiona al que la realiza, le produce satisfaccion (un ejemplo de “dicha en el trabajo”) y le afirma en la competencia frente a sus colegas. O bien es consecuencia de singulares condiciones subjetivas y objetivas, las primeras con relacién al entorno familiar especialmente (asi el hijo de un abogado bien asentado en el campo profesional se inclina a menudo a seguir la misma profesign del padre, pero probablemente mas por consideraciones utiltaristas que por vocacidn adquirida en virlud de lo que Ie rodea), El concepto de aptitud profesional (que preferimos utilizar on vez del vocact6n) se presta & ser considerado desde varios puntos de vista. Normalmente constituye una integracion de! concepto de capacidad laboral y se manifiesta en sus aplicaciones précticas, por la pasion, el entusiasmo y la facilidad con que el sujeto acierta a resolver los problemas profesionales (tecnico y humanos) de una deferminada profesion, por lo que ésta parece que le es verdaderamente congénita. Lommismo puede decirse_ también para la profesion de abogado, tanto mas en cuanto que ésta se perfila esencialmente como un arte y, por ello, apremia los valores humanos del sujeto. Que después éste sea cl interprete fiel de las reglas deontologicas ya es otra cuestion. Estas estén situadas por encima de las condiciones subjetivas del individuo, hacen referencia a modelos abstractos de comportamiento a los que el individuo debe adecuarse de buena o mala gana, prescindiendo de sus inclinaciones personales. LA_ENSENANZA DE DEONTOLOGIA JURIDICA DE LAS FACULTADES DE DERECHO.- El problema de la ensefianza de la deontologta forense a los estudiantes de las Faoultades de Derecho se sitiia en la perspectiva de la necesidad de completar los cursos de Derecho impartides en dichas Facultades, tendentes a proporcionar a los estudiantes la formacion profesional indispensables para el ejercicio de la abogacta, Ciertamente, la enseftanza de la deontologia viene factlitada por la posesién de dores morales perfeccionada y definidas por la insercion de un Ambito social, familiar 0 profesional, y os consideracion a esta situacién como mejores frutos puede dar. No siempre necesariamente, las doles morales que un:individuo posee son suficientes para garantizar su correcto comportamiento con ocasién del ejercicio de la actividad profesional, dado que dicho comportamiento, en sus diversas y numerosas manifostaciones, no siempre puede realizarse en base a la sola posesiin de dotes morales, si dichas manifestaciones son ignoradas. Por tales manifestaciones queremos aludir a las especificas regias y normas deontolégicas 6 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abos. Gerardo R. Lépez- Armine de os Angeles Canteros inherentes a una determinada profesi6n, cuya aplicacion viene faciltada evidentemente por la posesi6n de dotes morales, pero que, de cualquier manera, es también obligada si tales dotes no se poseen o si existen en escasa medida en el inleresado. Por tanto, es necesario ensefiar la deontologia a los jovenes durante su permanencia en las aulas universitarias (como actualmente se hace en las Facullades de IVedicina, através de la especialidad de Medicina legal). Refirisndose especialmente a la profesién de abogado, sabemos que hoy el acceso a las facullades de Derecho es bastante mas facil que en otros tiempos. Puede acceder a ellas no solo los que ha cursado los estudios clisicos (y que se presume que estan en posestén de un cierto grado de cultura humenista), sino también los que provienen de Institutos de ensefianza cientifica, 0 sea, los que estén dotados de un tipo de cultura diferente. Afiadase a ello que la liberalizacién de los planes de estudics de Facultades universitarias {Y, por tanto, tambien de las juridicas) deja al estudiante en libertad de seguir la orientacion cientifica que mas le convenga y que puede estar bastante distanciada de la investigacion filoséfica, historica y humanistica, aunque persiga las mas aceptables finalidades de orden cultural; De ahi se deduce la necesidad de ensefianza de la deontologia profesional en el recinto universitario, eventualmente perfeccionable con ocasion del desempefio de la pasantia, Parece icito afirmar que tal ensefianza es especialtrente conveniente en las Facultades de Derecho, habida cuenta que la deontologia se presenta como un corpus normativo interrelacionado con el ordenamiento juridico y que, en relacién con las finalidades que se Propone, llega a vincularse a otras materias (la Filosofia del Derecho, la Teorla General de! Derecho, el Derecho Procosal y el Derecho del Trabajo), contribuyendo con ellas a una més completa formacion del estudiante de Derecho. Una Investigacion sociologica realizada recientementé sobre el comportamiento de los abogados Italianos ha puesto de relieve, en base a ciudades estedisticas, la patologia de dicho comportamiento con relacién a los clientes del abogado, a sus colegas y alos jueces, @videnciando una serie de inconvenientes y males a los que procede poner de adecuado remedio, Ahora bien, la ensefianza de la deontologia constituye ciertamente uno de los femedios que es licito proponer con ocasién de la reforma en curso.de los estudios universitarios. En los recientes congresos forenses se ha reconocido también, si bien con alguna oposicidn, que los jovenes abogados, a causa de su inexperiencia, violan a menudo de buena fe, las reglas deontoldgicas por la simple razon de que las desconocen, hasta tal punto que en no pocos procedimientos disciplinarios promovidos por causa de 7 DEONTOLOGIA JURIDICA, = ‘Abog, Gerardo R.Lépez Armine de los Angeles Canteros incorrecciones, abusos 0 falta de cumplimiento de los deberes profesionales, la juventud y la inexperiencia del inculpado ha sido considerada como eximente o atenuante. La ensefianza de la deontologia debe convertirse en obligatoria también durante la pasantia, a cargo del titular del despacho en que aquella se reeliza, punto sobre el cual deborla proveer la nueva ley forense. DEONTOLOG{A JURIDICA___ See eee an eee See ‘Avos. Gerardo R.LGpez- Armine de los Angeles Cantaros UNIDAD I EL ARTE FORENSE. EL ARTE FORENSE Y SUS VALORES HUMANOS: El ejercicio de la profesidn forense, la cual puede valorarge no sélo desde el punto de vista de la tecnica juridica, sino también desde el doble del aspecto humanista y humanitario, supone desde este iltimo punto de vista una ser de comportamiento ingpirado en un célido senticty de humanidad, de comprensién, de solidaridad ‘social, ‘que comprende todos los valores del espiritu, Por eso se exige del abogado, ademas de una adecuada preparaci6n técnica, la posesiin de una vasta culture hum: z, asi como la predisposicién al aprendizaje de cualquier otra clencia, siquiera en Sintesis;o en su expresi6n divulgadora, de manera que pueda adaptarse con facilidad a los mas variados aspectos de la actividad de la defensa, Clertamente,. todas estas doles se refieren a un modelo abstracto de buen abogado; en la practica pueden estar Presentes de una forma completa o parcial, en un grado mas 0 ménos elevado, Es especialmente en base a la realizacién de los valores del espiritu por lo que el ejercicio de ta ahagaria en ennwlerta en un arte, Basta pensar en | papel que estos valores juegan en los contactos que el abogado mantiene con su cliente: escucharlo con paciencia, con atencién, con Comprensi6n de sve decors: mataren an r para descubrir su personalidad; intentar comprender no s6lo los motives inmediatos, sino los moviles mas o menos remotos del comportamiento, cuyas consecuencias le han llevado ante los tribunales o fe han inducido a recurrir al consejo del Jurista; conocer la posicion y las reacciones previsibles de la parte contraria y, en todo caso, Colocarse por encima del debate y “separarsa” ic é del mismo litigante, al efecto de no crear una excesiva carga emotiva en el propio frrhaig les yen @l resultado del pleito; he aqui un Conjunto de obligaciones que exige la posesién de dotes espirituales elevadas al grado mayima, Y aun més, puesto que el abogado, en cualquier momento de su asistencia, ademas de su Propio distanciamiento, intentaré también realizar el distanciamiento del cliente del litigio, de su egoismo, de ta vision unilateral y a menudo errénea que aquél tiene de propio interés o de su propia situacién en orden ala controversia © al asunto de que se trate. fo sfenenr 9 da nn hora mncitar sin intorka meesenat an las viclsitud DEONTOLOGIA JURIDICA, Esta es la delicada, compleja tarea del abogado que poniéndose en la piel de su cliente y sabedor de que su obligacién es tutelar los intereses de éste, deberd iluminarle objetivamente, confrontindole con fa realidad, a través de una evaluaci6n imparcial de los pros y los contras de la que extraera, en la medida de lo posible, las consecuencias sobre e! desarrollo eventual y el resultado posible del litigio o det asunto. Arle forense, pues, implica la posesién de cualidades t&cnicas y morales y que permite atemperar el interés del cliente objetivamente considerado en el marco de los intereses superiores de la colectividad. El examen de los problemas expuestos por el cliente no se hace solamente entonces desde ¢l estricto punto de vista de la tecnica Juridica, sino sobre la base de una valoracién bastante mas amplia del interés del asistido, precedida de una obra de Introspeccién psicolégica de su personalidad, de la Ponderaci6n exacta de sus situacién patrimonial, moral y social, realizada no sélo tanto como profesional, sino de hombre a hombre. Arle forense y no apostolado o misién evangélica, incluso si en ocasiones este arte presenta caracteres de ello. Otra cosa es la vocacién de apostolado, que rarisimamente se encuentra en el sector profesional considerado; por el contrario, estamos ante un verdadero arte cuando el ahogado obra como si fuese un médico que cura las Hagas y al mismo tiempo también el alma del paciente, actuando é| mismo como una medicina. Are, cuando el abogado soporta los desahogos , a menudo prolijos e inacabables, del cliente, actuando como catalizador del stress que perturba al cliente; sujeto pasivo de una desvarga psicolégica a la que debe seguir una adecuada terapia basada cn las dotes de comprensién, de humanidad, de sapiencia juridica y de politica detallista del abogado. Escuchar con paciencie 2! cliente, porn stambiin creer toda In nue dice? Algin autor lo afirria a nuestro parecer es suficiente que el abogado se limite a tomar nota de cunntn 2a refinra, ansrta da ealeccionar lo nua sarece cierto de lo que parece falso, teniendo en cuenta la tevadura mental y cultural del asistido y juzgarlo, conservando en el fondo de su pensamiento tal juicio y reservandose el aceptar o no el encargo. Desarrollaremos mas adelante este problema, que, a veces, es verdaderamente angustioso, especialmente cuando se trata de asuntos penales; por ejemplo, si se ha de defender a un reo confeso. En estas y otras ocasioncs eormtonta om eres pore ol dafanenr tina sitacién da tension psiquica embatazosa, Un abogado que se precie de tener, como otra parte es su deber, una conducts “intinguidisima 9 fnmsculada”, al asumir la defensa del inculpado Adebera mentir para sostener a toda costa su inocencia? 10 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog. Gerardo R, Lopez - Armine de los El abogado sabe que el inculpado es una persona humana que ha errado, pero gPor qué motivos?, zen que condiciones psiquicas? ,por qué moviles proximos o remotos? Sabe el aparato judiciat no funciona siempre con exactitud, que la aplicacion de las leyes puede ser equivocada, que su colaboracion a la administracion de Justicia deba tender ala consecucion de una justicia sustancial y no simplemente formal; sabe también que hay muchos modos de actuarla sin descender a humillantes compromisos con su Propia conciencia. Cierfo que no seré fécil encontrar la linea de defensa ideal, pero la experiencia profesional, confortada por los princitios de la deontologia sera un auxiliar precioso para evitar la transformacion de lo que debe ser la exprasién del arte forense en un oficio en cuyo ejercicio no se observen tantas suillezas. Es verdad que el abogado, sobre todo el abogado penalista, en cuanto que se halla en la parte opuesta a aquélla en que encuentra el acusador piiblico y fa acusacién civil, no puede olvidar su funcién de defensor, pero tampoco puede olvidar la de colaborador del juez en la busqueda de la verdad procesal, en el control de la aplicacién correcta de la verdad procesal, en el control de la aplicacion correcta de fa ley, en investigar si exieton atonuantas, al tag nrushas nracentacias son verdaderas, si existen otras mas favorables a él, si, en definitiva, existen destellos de luz que permitan entrever una Sentencia humanamente aceptable, ademas juricicamenta intachable. Para desempefiar estas obligaciones esta claro que ciencia y arte deben proceder unidas, La deontologia ha forjado la maxima que el abogado debe defender incluso al culpable, pero le ha reconocido el derecho a desempefiar su trabajo con plena autonomia e independencia, sin que ello salga perjudicada su dignidad profesional. LA ADMINISTRAGION DEL CLIENTE. é También entra en la esfera la funcion del abogedo como colaborador de la justicia la actividad de amigable composicion de la litis. Tal actividad se aplica ante todo al estudio de la causa, a la valoracién de los pros y los Contras, ala consideracién objetiva del interés del Cliente con relacién al riesgo que afrontaria si insistiese en la controversia, Finalmente en la accién de persuasion del ciante con relasion al siesgo que atontaria si insistiese en la controversia y finalmente en la accion de persuasion del cliente, al que se ha de sefialar las ventajas y los inconvenientes Correspondientes y, llegado el caso, la controversia de proceder a una amigable composizion, si bien ello puede ‘suponer algdn Sacriicio compensado por lo demas por la renovada tranquilided interior que deriva del hecho de no verse envuelto ya en un Procedimiento judicial. Se realiza de este modo la llamada “administracion" del cliente (Behandlung, maniement), configurada por Candian, como {0 contrario a la incomprensi6n de! ‘sujeto asistido. u DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo R, |.épez - Armine de los Angeles Canteros En el extremo opuesto se halla la defensa del cliente a pesar suyo cuando este por injustificada apatia e indiferencia esta dispuesto a renunciar a un derecho que le pertenece, En este caso el abogado se comporta, mas que como abogado, como amigo, naturalmente a condiciin de que no esté animado por un motivo uilitarista (jel aumento de fa minutal) Contrario a los principios deontolégicos. El caracter humanista de la abogacia, basado en las cualidades espirituales de quien la ejerce, se integra en el singular concepto de nobleza del arte forense de que hablan De Nicola y Zanardelli, es decir, de una nobleza que esta en funcion del desinterés, que se deduce ’en la paciencia en los contactos con el cliente, con el juez, con los funcionarios de los servicios piblicos y de todo comportarniento de ese “ministerio", que esté por encima del trabajo colidiano. LA SOLEDAD DEL ABOGADO EN LA CONVIVENCIA HUMANA Y EN EL TRABAJO EN Maxima de ética universal interpenetran los preceptos deontolégicos dirigidos a regular e! comportamiento del abogado con los hombres bien en las relaciones con su cliente, bien cn las ‘elaciones con la parte contraria y con los terceros. COLLIGNON ha puesto de relieve dos de ellos; "No hagas a los demas lo que no quisieras que te fuese hecho a ti mismo’y “haz por los demas lo que quisieras que los demas hicieran por ti". Estos Preceptos desarrollan todo su valor con ocasién de los contactos humanos del abogado, cuando: éste se encuentra frente a frente con el cliente 0 con cualquier implicado en la causa, cuando debe elegir el camino @ seguir obedeciendo exclusivamente a su propia conciencia. Este estad0 de animo se manifiesta en lo que GARGON ha definido como ta ‘soledad de! abogado”, concepto que se une al tradicional individualismo que ha caracterizado hasta nuestros dias el-ejercicio de la profesion forense, pero que hoy esta superado en parte por el trabajo en equipo y por la forma de desempefiar la actividad profesional en sociedad 0 asociacién entre abogados para el ejercicio de la profesion comin. Este régimen de soledad o de individualismo puede encontrarse todavia sin embargo, incluso en las mas evolucionadas formas del ejercicio profesional, las cuales no excluyen de hecho la autorresponsabilidad del profesional. Se ha escrito que un esmerado control de si mismo constituye 1a contrapartida de esta llamada solédad y convierte al abogado en Unico arbitro de sus deberes, sin que ello suponga, sin embargo, que permanezca insensible en les preocupaciones y a los problemas de su cliente. DEONTOLOGIA JURIDICA. EAA AAS aeaen ee a eee ‘Abog, Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros Ciertamente el abogado debs basarse siempre en sus propias fuerzas y en su capacidad profesional, incluso si se encuentra inserto en un equipo de trabajo, al que contibuira con su preparacién de fa que solo él es responsable. DIFERENTES ESPECIES DE TEMPERAMENTO DE LOS ABOGADOS. Las cualidades humanas de! abogado son, como es obvio, elementos imprescindibles de su personalidad y se traducen de varias maneras en el desarrollo de la actividad profesional. De ello resulta un cuadro lleno de luces y de sombras en el que la persona del ‘abogado emerge con sus virtudes y defectos se individualiza bajo estos dos aspectos, CANDIAN ha disefiado un vivo bosquejo y vale la pena relatarlo brevemente. Este autor ha diferenciado al abogado “atrabiliario” escorbitico y permanentemente irritado; al lleno de autosuficiencia y persuadido de que es el Gnico depositario de la verdad juridica, ta ‘vestal del derecho"; al fraudulento, del que es preciso desconfiar, y al condescendiente, dispuesto a desconfiar, y al condescendiente, dispuesto a renunciar a una excepcin procesal para favorecer al colega distraido con la pretension de obtener de éste un trato de reciprocidad en la primera ocasion, y, finalmente, al abocado “atérmico’, frio, sul, distant y probablemente mal colega. Existe también el “superhombre invencible’, que se comporta ‘como contrario inmodesto y prepotente. Finalmente CANDIAN pasa a tratar los rasgos de otros fipos o temperamentos de abogados en atencién a sus dotes de iniciativa personal en el desempefio de su actividad profesional. Asi, distingue ai abogado “intervencionista’ del que se pertilan algunos subtipos, como el intervencionista habitual (jel peor de todos!) y el ocasional y opuestamente al no intervencionista, es decir, al neutralista y, junto a él, al “pseudoneutralista’, ‘Aeste’ complejo cuadro, pintado magistralmente con sutil ironta, se puede oponer otro de distinto y mas agradable colorido, pues, si bien sus sujetos noson muy numerosos, Debemos dar fe de que existe el abogado entusiasta de su profesién, enamorado de la causa:y de las cuestiones juridicas inherentes a ella, de las que habla con todos sus colegas; existe el abogado altruista, dispuesto a renunciar de buen grado a sus honorarios en los casos “pladosos", existe también el abogado fraternal, que ayuda al colega inexperto © imposibilitado, Existe, por tanto, en e! mundo de la profesién forense toda una humanidad en la que se mueve un microcosmos de pasiones, de ideales, de intereses de sentimientos distintos, que se sintetiza en la persona de un hombre que iene el deber de asistir, defender y sostener a otro hombre que se encuentra en condiciones de necesidad y que se. forzado a reclamar su ayuda; o bien, a asistir a otro hombre que se encuentra en condiciones.de necesidad y que se ve forzado a raclamar su ayuda; o bien , a asistir a otro sujeto’ cualquiera (una entidad, una empresa, una sociedad) cuyos intereses deben ser igualmente tutelados 13 DEONTOLOGIA JURIDICA _ “Abog, Gerardo R. Léper - Amine de los Angeles Canteros En todo.caso, el abogado tiende a realizar dentro de sus posibilidacies una justicia material, superior a la formal, sirviéndose de los instrumentos mas diversos en relacién con su personalidad y con su temperament. De aqui que el arte forense se manifiesta con formas poliédricas, pero todas ellas impregnadas de humanidad El temporamento congenito del abogado puede ser corregido y educado debidamente por 4 misirio mediante un esfuerzo interior, con el fin de adecuarlos a tos principios éticos y a fas raglas de la deontologia. Antes de pasar a tratar esa materia (sobre la cual véase Infra; Capitulo IV y siguientes) puede ser interesante aprehender el vinculo que existe entre ella constitutive del abogado. Tal vinculo se expresa en la dedicacion a la profesion (0 ‘consagracion a la profesion misma), que no debe confundirse con la dedicacién al cliente; en la sinceridad hacia si mismo y con los teroeros (que no excluye ta discrecion); en el autocontrol, tanto en las situaciones profesionales como en las privadas; en la prudencia, que es‘enemiga de la temeridad, pero también de la excesiva medrosidad. ZANARDELL, en sus "Discorai" sobre la abogacia hace referencia a la tendencia hacia lo justo y no hacia lo iti, ala afabilidad y a la paciencia con los clientes y a la cortesta con los adversarios. LAFUNGION SOCIAL DE LA PROFESION FORENSE, Socidlogos y juristas estan de acuerdo en admitir que la abogacia cumple una funcion social de notable importancia, El legislador configura genéricamente ta profesion forense como servicio de necesidad piblica y como ministerio, funcion y colaboracion a la administracion de justicia, Esta funcion social se explicita sobre todo a través de una obra de mediacion entre el que juzga y ol que es juzgado, entre intereses contrapuestos de todo tipo, susceplibles de ser considerados desde distintos puntos de vista (econdmicos. Sociales, éticos). Esta mediaéion se actiia fundamentalmente permitiendo al ciudadano ejercitar un derecho fundamental de libertad, cual es el derecho a la defensa, pero también permitiendo, a través del contacto humano que establece entre abogado y cliente eventual amigable composicién de la controversia o del conflicto de intereses. La profesibn forense cobra también relieve, siempre desde un punto de vista social, como dosarrollo de una actividad laboral que permite el mantenimionto del profesional y de su familia. La funci6n social de la abogacia se perfila desde ol punto de vista ético- juridico por telaci6n al contenido del articulo 12 de la vigente ley forense. El apartado 1° establece que “los abogado y procuradores deben desempefiar su ministerio con dignidad y decoro, como conviene a la gravedad de’ las funciones que estan llamados a desempefiar en la administracion de la justicia”. DEONTOLOGIA JURIDICA. ‘bog, Gerardo imine de los Angeles Centeros La remision que el legislador opera a los conceptos de claro origen deontolégico de dignidad y decoro y su yuxtaposioion al concepto de funcibn ejercida en la administracion de Ia justicia, como se confirma en la formula del juramento del apartado 3° de dicho articulo.(y del siguiente), institucionaliza la funcién social de la abogacia y pone de relieve su espititu y eticidad, La formula del juramento, aparte de efectuar una remision a los,conceptos de lealtad, honor y diligencia, especialmente relevantes desde el punto de vistade la deontologia, descubre el fin Ultimo de Ja profesion forense, la cual, como dice el legistador, debe ser ejercitada “por los fines dé la justicia y por los intereses superiores de la nacién”. Esta claro que la funcion social de dicha profesior, tal como viene definida en atencion a las notas anteriores, no puede, dejar de influenciar los comportamientos del abogado entendidos segtin la deontologia, Por tanto, los vinculos entre la citada funcion y la ética profesional parecen estrechos que pueden decirse que entre una y otra se verifica un proceso de osmosis. Se ha dicho que la abogacia no puede cumplir plenamente su funcién sino en régimen de completa libertad. Esta afirmacion debe ser interpretada en relacion a la rapida evolucion de aquella funcion en los iltimos afios. De hecho, hoy su ejercicio se realiza, a parte de la manera tradicional, basada en una concepcion individualista de la profesion y en el presupuesto de la mas amplia libertad independencia profesional, también de modos diferentes, al menos en parte, tal como en las asesorias juridicas organizadas, existentes junto a grandes organismos piblicos o privados y en las que surge la figura del abogado - empleado, o bien en el trabajo en equipo, 0 en asociaciones o sociedades de abogados para el ejercicio en comin de la profesiOn. Estas nuevas formas del arte forense pueden modificar, al menos en parte, incluso algunas reglas de comportamiento establecidas ya por la deontologia en atencion a fas nuevas exigencias de una actividad intelectual que va desindividualizandose. ‘Quizés se pudiera constatar alteraciones mas sensibles todavia en un eventual regimen de socializaci6n de la profesién misma, a ejemplo de lo que ha sucadido en el campo del arle médico, pero sin perjuicio del ejercicio tradicional o de otros medios de ser de la profesion. Como es sabido, los médicos pueden aclualmente ejercer su profesion bien en régimen dé __ libertad, bien como empleador (y en cierlos cascs como funcionarios dé entes piiblicos) bien, finalmente, en régimen de socializacion. Esto ultimo se desarrolla a nivel de prevision © mutuialista, pero mafiana lo sera al nivel de un sistema general de tutela de la salud establacido dentro de un sistema de seguridad social. Este experimento de socializacion de la profesion médica, si bien no ha dado resuitados muy brillantes, ha confirmado, sin embargo, las dotes de adaptabilidad y elasticidad: de la profesidn libre intelectual tradicionalmente concebida. 15 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo R. Lopez ~ Armine de los Angeles Canteros Demostrando sus posibilidades de adecuacion a las nuevas exigencias del contexto social y dando vida, ademas, a un tipo.de deontologia llamada mutualista, que, si bien derivada del tronco Gnico originario de la deontologia médica tradicional y unida intrinsecamente a ésta, presenta algunos aspecios nuevos y originales.~ Guidndonos por el ejemplo que acabamos de recordar, y habida cuenta de las naturales diferencias, se podria intentar trazar las lineas de un particular modo de @jercicio de la profesion forense como abogacia socializada, operante en determinados sectores (proteccion gratuita para los insolventes y pata los trabajadores en relacin con las materas de prevision y de trabajo que le: afectan, funciones especiales de tutela de menores, de incapaces, defensa de oficio en materia penal, etc.) Correlativamente, también seria posible diferenciar unas reglas deontoldgicas especiales que se adaptasen a este modo de ser de la profesién forense. Probablemente, como ha ocurrido con el ejercicio de la medicina mutualista, esto afectaré al concepto del “arte forense” pero 2no puede suceder por el contrario que la misma deontologia eleve también a un plano mas alto y espiritual estas expresiones modernas de la abogacta? De mas ardua solucién se presenta el problema de la deontologia referida a la figura del abofado-funcionario, No nos referimos al cuerpo juridico de la abogacia del Estado. Los abogados del Estado son funcionarios publicos que revisten la calificacién de funcionarios que defienden los intereses del Estado cuando este es parte de un juicio. ‘También a estos abogados se imponen los deberes generales do fa deontologia forense con las: naturales adaptaciones a su situacién. Por el contrario, el abogado funcionario {también empleado del Estado) realiza tareas diferentes, en cuanto que actua en el interés del Estado en relacién con controversias intersubjetivas que se entablan entre ciudadanos particulares 0 como defensor de oficio en las causas penales. Estas tareas varian segtin la legislacion, que en algunos paises contempla esta figura de defensor en el cuadro del ordenarhiento juridico y de la orientacion ideoldgica y politica del Estado en que rige dicha legislaci6n. También para el abogado funcionario se plantea el problema de ajustar su comportamiento a la deontologia, sin que la deoniologia tradicional pueda dejar de suftir alteracidnes, como, por ejemplo, a propésito de los principios generales del desinterés, de la libertad e independencia de la profesi6n, de la informacion y algun otro. DEONTOLOGia JuRIDICA, SsssSSSSEESEsSeeeeeehoniesnieeeeeeoeees ‘Abog. Gerardo R, Lopez - Armine de los Angeles Canteros ASPECTOS JURIDICOS DE LA PROFESION DE ABOGADOS.; CAPITULO I ARTICULO 87 Y SIGUIENTES DEL ¢.0. El principal personaje al que se dirige la deontolegia es, naturalmente, et abogado, Nos abstenemos de entrar fuera de lugar en los diferentes aspects de su configuracién Juridica, siendo suficiente una remisién a las nummerosas obras que se han ocupado de esta materia; Sin embargo, no podemos dejar de recordar al menos que los aspectos juridicos de la profesion de abofado se asimilan bastante a menudo de los deontoldgicos. Basta considerar para obtener la inscripcién en el registro colegial es necesario poser dotes morales indiscutibles (la conducta ‘distinguidisima ¢ inmaculada” requerida por el Ar. 17 de la ley forense) y que tales dotes deben mantener integras incluso cuando conste su pertenencia al grupo profesional organizado, Ademas, la misma ley forense exige, como ya se ha recordado mas arriba, que el abogedo debe proceder en el ejercicio de su ‘ministerio’ son “dignidad, decoro, lealtad, honor y diligencia’, esto es, en sustancia, en la medida de los principios generales de la ética forense. El articulo 8 del proyecto de Gonella de Ley forense exige “pulcra integridad y constante decoro en su conducta en el ejercicio de la profesion, asi como una vida privada tal que no se derive de ella descrédito para la dignidad en el Orden forense". El inmediato articulo 9 establece que la profesion debe ser ejercida “con probidad, dignidad, diligencia, lealtad y discrecion y con espiritu de compaterismo"” Baste, finalmente, considerar que el abogado tiene ante todo el deber de convertir la norma juridica abstracta en concreta, aplicéndola al caso singular y tratando de adecuar del mejor modo posible al supuesto de hecho el abstracto modelo de la ley, dentro de los limites establecidos por los principios lo intereses y velcres consagrados en el sistema para la Salvaguarda y la defensa de los derechos del hombre y la restauracion del orden juridico quebrantado o que se trata de quebrantar, DE LOS ABOGADOS Y PROCURADORES Art. 87 Toda persona fisica capaz puede gestonar personalmente en juicio, bao pattcinio de abogado, Sus proplos derechos y los de sus hijos menores, cuya representacion tenga. Fuera de estos casos quien quiera comparecer ante los Juzgados y Tribunales de la RepUblica debe hacerse representar por procuradores 0 abogados maticulados. Art 88. Los Jugces y Trbunales no darn curso a fos escitos que se presentaren sin cumplir este equisiio; Quedan exceptuadas las actuaciones ante la Justicia de Paz y las del recurso de Habeas Corpus, y de Amparo, y oros casos establecidos por leyes especiales, Art. 89.-Para eercer la abogecia ante Juaces y Tribunales se requier: a) tito de abogado expedido por una Universidad Naciona,o extranjere debidamenterevaidado;y 5) mayorta de edad, honorabilidad y buena conducta debidemente ustiicadas. DEONTOLOGIA JURIDICA. po ‘Abog. Gerardo R. L6per ~ Armine de los Angeles Canteros Art, 90. Para ejercer la procuracion juicial se requlee titulo de procurador juicial o notario expedido por tuna Universidad Nacional o extranjera, debidamente, revalidado, 0 haber estado matriculado con anterioridad a este Codigo 0 haber desempefiado con buena conduct el cargo de Seoretario de Juzgado, de Primera Instancia o de un Tribunal, cuando menos doé aos. Art. 81. A més de los requisitos exigidos en los aticulos anteriores, os abogados y procuradores deberén estar insciptos en el fibro de mairicula, y haber prestado juramento ante la Corte Suprema de Justicia. Esta inscripcion es de carécter permanente y solo podra ser casada o anulada en los casos y en la forma previstos'en este Codigo. ‘Art, 82. En la solitud de inscripcién, el abogado o procurador manifestara bajo juramento que no lo afectan las incompatiiidades previstas por este Cdigo para el elercico de la profasion. Art. 93.- Cumpldos los requisitos enunciados, la Corte Suprema de Justicia, previo examen de los documentos presentados, concederé o denegara la inscripcion dentro de los ocho dias. Transcurrido este plazo sin que fa Corte se pronuncie: se reputaré inscripo en la matricula al profesional. Contra la Resolucion denegatoria, que debe ser fundada, corresponderd al recurso do reposicién. Concedida la inscripcin se fara dias y hora para que el recurrente preste juramento de ley ante! Presidente o un Miembro, Art 94.-La Corte Suprema de Justicia casard o anularé la matricula del abogado o procurador por mala Conducta, faltas graves en el ejercicio de la profesion, incapacidad ficica o mental inhablitante ebidamente comprobada, 0 por condena judicial que importe Inhabiltacién para el ejercicio de ta profesion, o por la existencia de alguna de las incompatibilidades prevstas en ast Cigo. El procedimiento para la casacion de la matrcula sera el establecido por la lay para el enjulciamionto do mmagistrados judicales, sin perjuicio de la suspension del abogado 0 procuradr en el ejercicio de su profesién durante la substanciacion, cuando mediaren presunciones graves. Art. 95= Los. abogados y procuradores tienen el derecho de cobrar honoratios por sus servicios profesionales en la forma que determinen las disposiciones legals respctivas. ‘Art. 98.- Los atogados y procuradores responderan a sus mandantes de los perjucios que les causarén por fata, descuido, negligencia o infdlidad en el desampeto de su mandato, INCOMPATIBILIDADES Art. 97.- El elercicio de la profesion de abogado o procurador es incompatible con la calidad de funcionario pUblico dependiente del Poder Ejecutivo © Judicial, 0 miembro de las Fuerzas Armadas y Policiales en servicio activo. Esta prohibicién no rige: ‘a. cuarido se trate de asuntos propios 0 de sus padres, esposas, hjos menores de edad, 0 personas bajo su tutela o curetela, b. para el eercicio de ta docencia; y, 6. para los asesores juridicos del Poder Ejecutvo y de entidades autinomas 0 autérquicas, y para los abogados incorporedos al Serviio-de la Justicia Militar. No podran matricularse como abogado quienes ejercen la profesién de Notario y Escribano Pablico. Art. 98.- Las incompatibilidades previstas en este Codigo que afecten a los abogados y procuradores, podran ser denunciadas al magistrado de la causa por las partes, quien despuds de ofr al afectado elevara a denuncia a la Corte Suprema de Justia a los efectos que hubiere lugar. 18 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Avmine de los Angeles Canteros UNIDAD It LANORMACION DEONTOLOGICA DE LA PROFESION FORENS! EL PROBLEMA DE LA CODIFICAGION DE LAS NORMAS DEONTOLOGICAS. Se discute si es oportuno proceder a la codificacion de las normas deontolégicas. Este problema se ha tomado en consideracion en algunos sectores profesionales y-se ha resuélto, positivamente, en nuestro pais, s6lo por el de los médicos-en virlud de una disposicion especial contenida en su ordenamiento (Art. 36 del D.P.R. de 5 de abril de 1950 nlimero-221). Por lo que respecta a la profesion forense, existen algunas colecciones de principios, reglas y sugerencias en materia deontologica elaboradas separadamente por algun Consejo del Orden ¢ incluso por particulares (sobre la naturaleza juridica de las que proceden de los Consejos, las normas de la deonto ogia forense y su naturaleza juridica). Contra la codificacion se ha opuésto que corre el riesgo de cristalizar principios y reglas Telativos a comportamientos que exigen, por el contrario, una gran elasticidad de autodeterminacion, En efecto, la deontologia, si bisn esta anclada en las exigencias de la vida profesional seré también directamente unida a la moral, usual, la cual es mutable y varia segin las circunstancias. Tal situacion no mpide, por otra parte, que se puedan determinar unos puntos firmes de referencia a los que adeouar el propio comportamiento segiin las necesidades del caso, Se ha objetado también que al atribuir al ente profesional la obligacion de dictar normas en materia de deon‘ologia profesional, se corre el riesgo de dar lugar a abusos 0 laqunas. A respecto se debe distinguir el problema de la cancesidn al ente profesional del poder normativo en el campo deontoldgico de aquel otro de la codificacion de las costumbres, usos y tradiciones ya consolidadas. E| problema es de técnica’ juridica y queda resuelto si se tiene presente la exigencia de proceder democraticamente a la formulacién de las normas que regulan aspectos nuevos de fa vida profesional, mientras que para las demas se ha de seguir ol normal procedimiento de verificacion.- La colaboracion de los ordenes periféricos y la coordinacion de su actividad por parte del 6rgano:profesional central (el Consejo Nacional foranse) pociria product buenos resultados cara a la elaboracion de un cédigo semejante. Por otra parte, segin algunos, la codificacién seria inoportuna porque, en su opinion, Ja deontolagia se preocupa sustancialmente de reprimir la competencia profesional y de tutelar Unilateralmente a los inscriptos en el registra colegial. DEONTOLOGIAJURIDICA__— ‘Abog. Gerardo R, Lépez- Armine de los Angeles Canteros Seguin otros, la codificacion ofuscaria a la libertad profesional haciendo inmutables cierfos comportamientos que, por el contrario, deben adecuarse elasticamente a las exigencias cambiantes del entorno social, aun otros han afirmado que no hay ninguna necesidad de un cédigo ético porque son mas que suficientes las dotes morales innatas que se expresan en la conciencia profesional; se ha criticado también la misma expresion de “cédigo deontolégico” sugiriéndose otra terminologia diferente; en fin, se ha objetado que la codificacién puede suponer el relajamiento del sentido de autorresponsabilidad de} profesional y obstaculza los esfuerzos que éste hace para adecuerse a la élica profesionel, aparté:de que constituye un acto de desconfianza hacia los jovenes y, en general, hacia ‘aquellos que por primera vez, emprenden el ejercicio de la profesién. Las objeciones que acabamos de sefialar, aunque contienen una parte de verdad, no deben sobrevalorarse. El problema, a nuestro entender, se plantea en el plano de la \écnica legislativa y se resueive positivamente por una evidente exigencia de certeza y de publicidad, No se trata de desconfianza hacia los jévenes o, en general, hacia los colegiados sino de ensefiarles lo que no saben, de clarificar y hacer cierto lo que les puede. parecer oscuro o incierto, de hacer ostensible a todos, el modo mas claro, los principios y las reglas de la deontologia de la categoria profesional de que més claro y sencillo y con suficiente elasticidad. Asi se podré realizar su adecuacion a situaciones vinculadas no rigidamente a un determinado tipo de comportamiento. Por otra parte, el ente profesional puede intervenir siempre en el momento oportuno para revisar la norma, teniendo en cuenta: tas eventuales variaciones sobrevenidas en las condiciones de ejercicio de la profesion que exijan una modificacion correlativa de los criterios de conducta del profesional. Hay que aitadir que la norma codificada, al indicar con claridad los parametros de comportamiento, hace comprender también al interesado que su violacion comporta la imposicién de sanciones disciplinarias con cardcter juridico. La codificacién por tanto, subraya la eficacia intimidadora del precepto, garantiza su certeza y realiza su publicidad, Qué decir, finaimente, de los especiales y marginales deberes de conduata que, por set de detalle, escapan al conocimiento de los no iniciados? De hecho, la deontologia no se agota en la proposicién de principios generales, sino que esta constituida también por humerosas reglas de detalle cuyo conocimiento no puede presumirse ni siquiera en aquellos sujetos mas rigurosamente respetuosos de los preceptos de la ética y de las reglas de la costumbre, ya que solamente tras un largo periodo de experiencia pueden llegar conocerse. Es evidente, por tanto, la exigencia de publicidad de tales normas, especialmente para los mas jOvenes. Y no cabe ni siquiera oponer que tales reglas son susceplibles de mutaciones {Y que por ello no seria oportuna la codificacién) porque, como ya se ha dicho, el ente profesional puede siempre intervenir para adecuarlas a las exigencias cambiantes., «0 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog, Serardo R. Lopez Armine da los Angeles Canteros LAS NORMAS DE LA DEONTOLOGIA JURIDICA FORENSE Y SU _NATURALEZA . SURIDICA. El problema de fa juridicidad de tas normas deontolégicas se ha planteado y resuelto de varias maneras. Quienes contestan su juridicidad se basan en una observacién elemental, al constatar que aquellas no provienen del Estado, sino del ordenamiento profesional. Por el contrario, otros, remitiéndose a la intrinseca juricicidad de este Ultimo (considerado como: institucion u ordenamiento juridico particular), 0 recurriendo a la teorla del hecho normativo, llegan a conclusiones opuestas. Sin extendernos sobre estos graves problemas de teoria generat de derecho, es suficiente recordar que hey quien propone una nocién de derecho comprensiva también de las normas que se suelen definir como consuetudinarias y ~ convencionales, cuya juridicidad se niega de ordinerio, pero sin una verdadera razon que * justifique tal negacion y hay también quien sostiene la intrinseca juridicidad de todo ordenamiento jurldico, incluso si es especial. Ahora bien, si es cierto que el ordenamiénto profesional es una institucién en sentido técnico juridico, reconocida por el Estado, que en sus leyes hace una remision expresa a criterios y concepios de naturaleza deontolégica (como diremos detalladamente dentro de poco) dejando al ente profesional la tarea de concretarlos para la valoracién (discrecional) de los comportamientos del profesional no solo tiene el poder de enjuiciar y reprimir los comportamientos realizado lesivos a sus fines institucionales; sino también el de sacar a la luz y hacer publico, previa verificacion, los criterio’ y las normas que presiden tales comportamientos, Bajo este aspecto no se puede negar, no ya sdlc la intrinseca juridicidad de tales normas, sino tampoco su juridicidad forrial y sustancial segiin el ordenamiento juridico general. En cuanto al intento de clasificacion de las normas deontolégica mediante su insercién su Insercidn en las categorias juridicas tradicionales, es necesario considerarlas en relacion a su origen. Limitando a nuestra investigacién al sector de la profesion forense, podemos sefialar @) Si se somete a examen él sistema acogido por el legislador en las leyes profesionales y, en particular, en las que regulan la profesion forense es facil que, a través de la remision a conceptos y parametros de naturaleza deontoldgica una eventual normacién interna profesional puede ser, o bien reconocedora de una realidad normativa que ya existe (la llamada codificacion de las tradiciones), o bier creadora de normas de comportamientos que son requeridas por las nuevas exigencias de la vida profesional modema, Et problema-de normacion interna se resuelve en atencion a los principios generales y, por tanto, en base a su poder institucional de atoorganizacion y de autogobierno, s! ente profesional puede emanar reglamentos internos administrativos de contenido Gegntoldgico, cuya eficacia esta obviarnente Imitada a Ios inscripins en el registro cuyo a DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abo. Gerardo R. Lépez~ Arrine de los Angeles Canteros contenido no puede contradecir los principios generales del ordenamiento juridico y las hormas primarias del Estado. b) En cuanto al mismo problema observado de iure condendo, en los diferentes proyecios de ley forense, se nota una importante laguna al respecto. El proyecto Gonella se limita a confirmar que, tanto los Ordenes periféricos como el Consojo Nacional Forense, son persona juridicas de derecho piiblico que ejercitan entre otras, la funci6n disciplinaria, Al Consejo nacional le esta permitido tan s6lo el ejercicio de un limitado poder reglamentario con el fin de ordenar su propio funcionamiento intemo. Seria conveniente, que por el contrario, a ejemplo de lo que dispone el ordenamiento profesional de los médioos (oft. Art. 35. D.P.R. de’5 de Abril de 1950, numero 221), también a los Ordenes forenses les fuese alribuido expresamente el poder de emanar reglamentos intemos, ‘con una eventual prevision especifica de las materias a regular (y, por tanto, también de ladeontologica) que deberia ser aprobado por Decreto del ministro de Justicia. La parte delicada en el proyecto Gonella a las sancione disciplinarias no presenta novedades reforma del sistema sancionatorio reviste en una nueva regulacién de la profesion, habida cuenta de la vinculacion que existe en este punto entre el ordenamiento general y él particular de ta profesion. A este respecto, la vigente ley forense se refiore a conceptos pertenecientes a la deontologia (cfr. Arts. 12, 14, 17 y 38 DPR. de 27 de noviembre de 1933, numero 1578), tales como a los “abusos y feltas en el ejercicio de la profesion” y a la “dignidad y al decoro de la profesién’, asi como a la “lealtad, honor y diligencia’ con que el abogado debe ejercitar su ministerio. La nueva ley forense deberia extender el contenido de esta normativa, ampliandolo cabalmente 2 los comportamientos que se refieren a nuevas formas de ejercicio profesional (como los despachos asociados y las sooledades de profesionales y teniendo en cuenta también las ralaciones profesionales internacionales). La dostrina tradicional, frente al fenomeno normativo deontolégico, da aun primacia alos conceptos de costumbre y de uso normative que, naturalmente, no agotan toda la materia. No basta con poner de relieve el necesario caracter de souplesse de las normas deontolégices, ni limitarse a afirmar, como hace GASPARRI que las mismas no son vinculantes en sentido propio, sino que actian como criterios directivos que contienen ‘indicaciones’, opinion que no encontramos aceptable, al menos in toto, puesto que muchas de estas normas contienen drdenes concretas y dotalladas. Lo que ‘en nuestra opinion debe subrayarse en el sistema de interrelaciones que se producen tantra el ordanamiento juridico general y el particular profesional con el que se da vida a un corpus normativo deontolégico juridicamente relevante que es susceptible a extender su eficacia incluso a ciertas vicisitudes de la vida privada del profesional, interpenetrandose también segin los casos y las circunstancias con reglas de la costumbre (de cortesia convencionales e incluso de etiqueta y de ne DEONTOLOGIA JURIDICA, aie ‘Alog, Gerardo R. \6pex- rine de los Angeles Canteros integrando, de diversas formas, en la ley profesional el tema de los comportamientos no técnicos del profesional Esta: compleja situacion hace dificil fa catalogacién de’ las normes susodichas, Se odrlan incluir‘en ta muy amplia y elastica categoria de las llamadas reglas sociales o en [a igualmente flexible de las normes internas,-o, quiz mejor entre los reglamentos administrativos internos. DESTINATARIO Y EFICACIA DE_NORMAS DEONTOLOGI Los destinatarios de la normativa deontolégica son solamente los inscritos en el registro Profesional. Quedan, pues, excluidos de ella sus clientes. La eficacia de tales normas depende, ante todo, de su naturaleza (legal, consuetudinaria o profesional). Por ejemplo, el Precepto del apartado 2° del Art. 2233 del Codigo Civil (en base al cual la retribucion debida al profesional debe ser adecuada también al “decoro del profesién’) tiene eficacia general ¢ Inderogable a causa de la naturaleza imperativa ds la norma primaria en que se contione, Por el contrario, las normas internas dictadas Por e! ente profesional que, como se ha dicho limitas su eficacia a los inscritos en el registro profesional, son coercitivas indirectamente a través de la posibilidad de irrogacion de sanciones disciplinarias, Las normas no escritas, en cuanto que estén consolidadas como costumbre o uso normativo profesional, gozan de.una misma coercibilidad, pero derivan su eficacia en la Previsién hecha pore legislador en el Art. 1° dela Disposiciénpreliminar del Cédigo Civil, RELAGIONES ENTRE EL _ORDENAMIENTO. JURIDICO ESTATAL Y EL i EXTRAORDINARIO PROFESIONAL, El ejercicio de la profesién forense, la estructura y el funcionamignto de los respeetivos ryattos profesionaies estén regulados por los Arts, 2229 y siguientes del Cédigo Civil y Por las leyes profesionates: Disposicién preliminar Resolucion 27 de noviembre de 1933, nimero 1578, ley de 22 de enero de 1934, nimero 36, Real Decreto de 22 de enero de 1943, ntimero 37 y otras disposiciones intermedias hasta la ultima ley de 17 de febrero de 1971, numero 91, que modifica e! régimen de las sanciones Gisciplinarias. Se deben afiadir los articulos 88 y89 del Codigo Procesal Civil ¥ algunas otras disposiciones del Codigo Rituario, En la ley forense de 1933 se hallan comisiones a frincipios y concaptos de la deontologia profesional. El articulo 8° contiene la formula del juramento que ha de prestarse por los que se Inscriben en el registro, la cual hace feferencia a “deberes profesionales" que deben ‘cumplitse con “ealtad, honor y dligoncie’. El articulo 12 prescribe que los abogados y Procuradores deben cumplir su ‘ministerio" con “dgnidad y decor” como conviene a la importancia de la funcién que estén lamadios a ejercitar en interés do la justicia, 23 DEONTOLOGIA JURIDICA_____ Hie fora ‘Aboe. Gerardo R,Lépez. Armine de los Angeles Canteros EI articulo 14 establece que los Consejos del Orden velan por el ‘decoro” de los profesionales. El articulo 38 declara susceptibles de sanciones disciplinarias a los colegiados “que se hagan culpables de abusos y faltas en el ejercicio dé la profesin 0 de cualquier tipo de actos no conformes a la dignidad y el decoro profesional”. EI articulo 41 (sustituido por la ley de 17 de febrero de 1971, némero 91) reza textualmente: "La expulsion se pronunclard contra el abogado o procurador que de cualquier forma haya ‘comprometidé con su conducta la propia reputacidn y la dignidad de la clase forense’. También el articulo 40 (modificado por la ley nimero 91 citada) alude “faltas cometidas merecedoras de sanciones", es decir, se remite a un concepto de falta que alcanza relieve, ‘como en las normas precedentes, en cuanto que constituye intemperancia a los deberes profesionales considerados ya bajo el aspecto deontolégico, ya bajo el técnico. El articulo 35 apartado 2° del Real Decreto ~ ley de 22 de enero de 1934, nimero 37, prescribe que en las demandas de inscripci6n en el registro de procuradores los aspirantes deben declarar, “bajo su honor" que no se hallan en condiciones de incompatibilidad, entre otras cosas. También en esta norma se insiste sobre el concepto de honor (como en el Art. 8 de la ley de 1933) que tiene evidentemente una relevancia espacial desde el punto de vista deontologico. Naturalmente el legislador no podra descender a detalles ni dar definiciones de comportamientos profesionales élicamente reprobables y por eso era indispensable una remisi6n a la deontologia. Esta constituye la llave maestra para la aplicacion conereta de la norma con vistas al mantenimiento de la correccién de las relaciones profesionales, garantizada por la imposicién de sanciones disciplinarias, expresamente previstas y catalogadas por el legislador, pero impuestas en los casos concretos por el ente profesional con criterio discrecional en base a los principios y a las reglas de deontologia. De tales sanciones derivan, como sabemos, consecuencias juridicas de gran relieve, ya sean en el émbito estatal, como en el del ente y en el del grupo profesional. Este complejo cuadro viene a demostrar las reciprocas interrelaciones entre el ordenamiento profesional y él ordenamiento estatal. Ademas, el Estado se reserva el derecho de velar por la forma en que el ente profesional funciona para el cumplimiento de sus fines insfitucionales y, por tanto, indirectamente también sobre como se comporta el profesional en cuanto tal, sin interferir por los demas en su conducta técnica. También la Autoridad judicial debe conformarse a las reglas de la deontologia, al formar éstas parte de las nociones de experiencia comin. En cuanto a la expresin “actos no conformes a la dignidad y el decor profesional’, la misma debe ser interpretada en su sentido mas ampli. Naturalmente, tales hechos deben ser imputables, pero es suficlente comprobar la consciencia y la voluntariedad de la conducta sancionable disciplinariarente, i 7 2 ‘Abog Gerardo R. Léper-Armine de los Angeles Centeros Queda confirmada, por tanto, del modo més claro la vinculacion entre las normas de derecho objetivo y las deontol6gicas que imponen determinados comportamientos. Esta vinculacion se manifiesta bajo dos aspectos principales. El primero viene constituido por la funcién que desempefia la remision realizada por el legislador a criterios, conceptos Y principios de la deontologia que juegan un papel integrador y auxiliar con relacion a la ley. Por otra parte, este fendmeno es bastante frecuente también en otros sectores. Baste pensar en Ia relevancia juridica de los usos normativos que se presentan como fuentes auxiliares en las materias que falta una detallada regulaciOn legislativa, mientras aquellas tienen eficacia tan solo si se invocan expresamente. El segundo aspecto de la citada vinculaci6n esta constituido por el régimen de las sanciones, que, como se ha visto, asumen una relevancia juridica gracias al ordenamiento estatal, si bien son impuestas por el ente profesional discrecionalmente y en base a criterios extrajuridicos, De hecho se explicitan los efectos juridicos de algunas de elias, como la suspension en el ejercicio de la profesion o expulsion. Estas disposiciones inciden en el ejercicio de un derecho garantizado constitucionalmente (el derecho a desempefiar la propia actividad profesional; art. 4° de. la Constitucion). He aqui, pues, normas y disposiciones de naluraleza metajuridica que producen efectos juridicamente relevantes. La susodicha vinculacion entre los dos ordenamientos es deducible también por ofa via, El atticulo 2° de la Constituoi6n sanciona un principio de solidaridad social que opera también en las relaciones quien ejerce la abogacia, ya que éste tiene el deber de prestar su trabajo profesional a quien sea, y éste tiene el deber de prestar su trabajo profesional a quien sea, y esta expresamente obligado a ello cuando es nombrado defensor de oficio; en el articulo 4° se afirma el principio del derecho-deber al trabajo con ol fin de desarrollar una actividad © funcién que colabore al progreso material y esviriual de la sociedad. De la combinacion de estas dos normas puede deducirse que quien ha efectuado una eleccion profesional Solicitando su inscripcién en el registro de abogados 0 de los procuradores y ejerce, efectivamente, la profesion, no puede — por logica coherencia — ejercerta de otro modo que en armonia con la funcién social que a ella se atribuye, en relacién con los fines ético- solidarios indicados en la Constitucion y con el cumplimiento de las leyes del Estado, que, como se ha visto, se vinculan también a la deontologla profasional, LOS ARTICULOS 183 y 185 DEL CODIGO PENAL (PREVARICATO) CODIGO VIEJO DEROGADO 25 DEONTOLOGIA JURIDICA, =e UNIDAD IV LOS PRINGIPIOS FUNDAMENTALES DE LA DEONTOLOGIA: 1. Obra segiin ciencia y conciencia; 2. El principio de ta probiciad profesional: PRINGIPIOS LINIVERSALES Y PRINGIPIOS SECTORIALES DE A DEONTOLOGIA. La deontologia profesional se caracteriza por la presencia de dos prinoipios de muy amplio alcance, que son aplicables a todas las profesiones intelectuales libres y se refieren a multiples manifestaciones del comportamiento no técnico del profesional. De gran elasticidad de contenido, su interpretacion y aplicacién es asimismo eldstica, El primero se traduce en un imperative de categorico que condensa en ta fase “Obra segiin ciencia y conciencia’ el segunde es el de la probidad profesional. Uno y otro, por su amplitud y generalidad, pueden configurarse como principios deontolégicos universales. Justo a ellos existen otros que, aunque tienen un contenido bastante amplio, no alcanzan las dimensiones de los dos primeros y, si bien son en parte comunes a varias profesiones, asumen aspectos particulares cuando van referidos a cada una de ellas, especialmente en la relaci6n a la funcién sooial de la actividad tomada en consideracién, por lo que podrlan denominarse principio s generales sectoriales de la deontologia profesional (por ejemplo, en el sector forense, el principio de correccién que; aunque tiene una base comin con el de otros sectores profesionales, presenta caracteres particulares con respecto al ejercicio del arte forense, y lo mismo puede decirse de los principios de colegialidad, de reserva y otros mas).- Eslos limos son, pues, principios generales caractetizados por su sectorialidad y presentan obviamente un contenido especifico mas restringido que el de los liamados universales. Hay finalmente unos cuantos principios generales que tienen la caracteristica de ser tipicos o exclusivos de una determinada profesion. Por ejemplo, el principio de lealtad procesal es exclusivo de la profesion forense. Sobre la terminologia seflalada mas arriba no existe unanimidad de puntos de vista. Algunos hablan indistintamente de "deberes generales deontoldgicos’, pero es sabido que el deber deriva de la imposicién de un precepto, que puede asumir formas y contenidos varios. 26 DEONTOLOGIA JURIDICA, oe pee ‘Abos. Gerardo R. Lépez~ Armine de los Angeles Cantaros Otros hablan de ‘reglas deontoldgicas”, pero esta expresiOn tiene un contenido mas Conerato respecto de lo que supone el principio (universal o general). En fin, hay quien usa los términos de “virectiva’ 0 de “criterio indicativo’, pero, el primero tiene un significado bastante preciso y el segundo, aunque més generico y deja més amplios mérganes de discrecionalidad, no coincide con el concepto de “principio”. De cualquier forma, todos estan de acuerdo en atribuir a estas distintes formulas una notable slasticidad de Contenido, que deja amplios margenes a la autodeterminacion del interesado segiin las circunstancias en que éste se encuentre en cada ocasion, En el campo deontoldgico es sintomatico el hechc de que un mismo comportamiento pueda incidir en el ambito de varios prineipios diferentes. Por ejemplo, se considera que infinge, al mismo tiempo, los principios de probidad, de dignided y de correccién el abogado que retiene indebidamente una cantidad que pertenece a su cliente; constituye violacion de los principios de colegialidad, dignidad y correccion a competencia desleal entre colegas, et, Pr tanto, los principios deontologicos no son graduables segin una jerarquia precisa y los confines entre uno y otro no son mas precisos ain, Todos ellos estén profundamente enraizados en la tradicion profesional y en la costumbre general y se adecian a los valores de la moral usual, por lo que son susceptibles de oscilaciones. En la praxis profesional Televante para la deontologia se manifiesta asi un fendmeno da ‘Osmosis en virtud del cual Se Verifica un continuo intercambio enire la moral usual y las reglas de la costumbre, de un lado, y las exigencias de la practica profesional, de otro. OBRA SEGUN CIENCIA Y CONSGIENCIA, Examinemos ante todo el principio deontoldgico de alcance universal all que nos hemos ‘eferido un poco mas arriba: Obra segiin ciencia Y conciencia, Se le puede definir comno un “principio cuadro" o “principio marco” Porque en su ambito pueden confluir todos los comportamientos del profesional. Mientras que no existon grandes difcultades para oxplicar el concepto de ‘ciencia’ que va referido al ejercicio, efectivo 0 potencial de la profesion, segin las reglas técnicas, doctrinas cientificas y expetioncies @ Investigaciones que se refieren al respecto técnico de la prestacién profesional, por el contrario, la individualiz. del concepto de “conciencia’ o+ece una mayor dificultad, aunque esté especiticada con el calificativo “profesional, Prescindiendo de las discusiones que sobre el concepto de conciencia se tienen lugar en los campos de filsofia, de la psicologia y de la religién, resulta indispensable su vinculacion con el de ética profesional a DEONTOLOGIA JURIDICA La conciencia profesional no se separa tampoco del conocimiento y, por tanto, de la autorresponsabilidad del profesional. Este, ciertamente, debe actuar no sdlo con rigurosa atenci6n a las normas técnicas, sino también con conocimiento de todas las consecuencias que derivan de su aplicacién, incluso hasta mas alla de los limites de la relacion profesional, teniendo en cuenta el interés individual del cliente y el general de la colectividad en relacién a la funci6n social desarrollada por la profesién El concepto de conciencia profesional, sumariamente esbozado y, por tanto, todavia genérico, es susceptible de constituir un parametro de orientacién para le comportamiento del profesional, necesariamente ajustado a la moral usual en el marco del ordenamiento sectorial de la profesi6n y el ordenamiento juridico general del Estado. Ciertamente, dicho principio comporta notables margenes de elasticidad en relacidn al tiernpo, al entorno social y a la misma personalidad del profesional, aunque no sean tolerables excesivas oscilaciones. Se trata de un parametro objetivo que se configura en relacion a un tipo ideal ‘0 abstracto de profesional que posee dotes morales y técnicas normales para el ejercicio de la profesién (y especialidad) en cuestion. Como es sabido, segiin KANT, la conciencia es la funcién unificadora del proceso cognitive. A nosotros nos interesa el concepto de conciencia instrumentalmente, al objeto de poner en manifiesto el conocimiento y la voluntariedad de una eleccién entre varios actos profesionales posibles y también entre varios comportamientos de orden ético-social deontolégicamente relevantes que es necesario o conveniente realizar en el ejercicio de la profesion. A nuestro propdsito en base al cual, como se ha afirmado, la conciencia adquiere su cardcter propio a través de la existencia de una decision personal que se explicita en relacién con un juicio de valor y en la valoracién de los medios que se le ofrecen. Esté juicio, estos medios se refieren a las categorias de los actos y de los comportamiantos profasionales que,’ siendo voluntario, libres y consclentes pueden considerarse expresion de la conciencia del profesional e imputable a él.- El concepto de conciencia profesional no se limita al aspecto voluntarista. Fl profesional no s6lo quiere actuar como sabe que puede actuar, sino que acttia cle un determinado modo que ha escogido de antemano conformandose a un imperativo ético, que tiene en cuenta el interés del cliente y el interés general. Este imperativo es expresién de su conciencia profesional que adquiere relevancia como valor individual relacionada con valores universales que vienen después referidos a los conceptos de profesién, de competencia, de dignidad, de autorresponsabilidad personal- Porto que resnecta la nrofesidn fnranse y hahicla cnenta de su funcidn social ast como de los valores individuales y colectivos que comporta, no es aventurado decir quela misma exige la posesién de una conciencia profesional muy afinada No povas criticas se han hecho al imperativo del que hemos hablado mas arriba segiin ciencia y conciencia 28 DEONTOLOGIA JURIDICA, ~ Abog, Gerardo R. Lépez~ Armine de los Angeles Canteros Entre otras se ha lamentado su excesiva generosidad, por lo que se correrla el riesgo de hacer practicamente inoperante ol precepto; Se puede contestar, sin embargo, que no se trata tanto de genericidad (aun reconociendo fa elasticidad del concepto de conciencia), sino mas bien, si nos referimos. a la formacion técnica del precepto, de abstraccion y generalidad, caracteres que son los propios de los principios generales del derecho y de la moral, los cuales, llegado el caso, se adecuan a los caracteres de eficidad de aquel precepto cuya maleabilidad, por los demas, viene contenida y limitada por la referencia al concepto ciencia La deontologia toma en consideracion la conciencia del profesional en cuanto que persona humana inserta en el complejo social y subraya la exigencia del conocimiento que aquel debe tener de los valores esenciales de su profesion, pero también de los subjetivos (referido a si mismo, al cliente, a los terceros con quienes entra en contacto) y de los de la colectividad general. Sin embargo, en casos excepcionales, la deontobgia permite introducir dispensas a este principio. En cuanto al nexo que necesariamente debe existir entre ciencia y conciencia, aun teniendo en cuenta que los términos de valoracion de una y otra son diferentes, no puede objetarse que entre ambas juega el conocimiento que el profesional debe tener de los valores esenciales de su profesién, tanto en el aspacto tecnico, como social y humano, La conciencia se pone de relieve, por tanto, bajo este doble aspecto, si bien el papel prioritario queda confiado a los valores espirituales, por lo de aquella, pueda considerarse la base ‘sobre la que se ‘establece Ia calificacion laboral de orden moral del profesional, que es tanto mas relevante en aquella profesiones que, como la forense o la médica, impregnan la personalidad humana del deudor de las prestacicnes intelectuales. A pesar de todo lo que de vaga y eldtica pueda tener el eoncepto deontolégico de conciencia, la referencia al mismo tiene una evidente finalidad ético-social y pone de manifiesto la necesidad de los comportamientos inspirados en la ética profesional, referidos a un imperativo de moral universal. I principio “Obra segiin clencia y conciencia” esta enunciado formalmente en el Codigo Italiano de Geitologia médica, pero también es deducible de la tradicion y de los usos en el sector de la profesion forense. Sobre todo, se impone por su caracter profundamente humano, que es inherente a esta profesion. 29 DEONTOLOGIA JURIDICA. ‘Abog. Gerardo R, Lopez - Armine de los Angeles Canteros EL PRINCIPIO DE PROBIDAD PROFESIONAL. El principio de “probidad profesional" se integra en el concepto general de probidad (honestidad) y tiene caracter universal para la deontologia, es decir, se aplica a todas las profesiones intelectuales libres. La adjetivacion “profesional” que se afiade al término “probidad” atribuye a este principio un significado particular que se debe a la referencia de concepto general de probidad (u honestidad), en su acepcion mas comin, ala naturaleza y ala funcion social de la profesion que se trate y de que también constituye un limite. Puede considerarse como una manifestacion singular de aquel concepto universal *honeste vivere” que procede del derecho romano. También el legislador ha hecho expresa la probidad del abogado a propésito de su conducta procesal El deber de comprobarse de conformidad con el principio de probidad profesional es, para el abogado, consustancial a la obligacién que le impone la ley forense de observar constantemente una conducta “distinguidisima e inmaculada’ , que es condicion para su inscripci6n y permanencia en el registro profesional y constituye el presupuesto ético- juridico del ejercicio del arte forense.- EI principio de probidad profesional, a causa de la amplitud de su contenido, se extiende a veces también a la conducta privada del profesional. De hecho, esta puede repercutir de manera indirecta, en relacién con determinadas manifestaciones, sobre la reputacin porsonal del profesional, asi cuando, por ejemplo, el abogado contrae deudas con terceros y no les paga, 0 emite letras de cambio y deja que sean protestadas. Esta conducta lesiona no sélo la reputacién personal del profesional, sino también el prestigio de la categoria profesional entera puede justificar ta intervencién del Consejo del Orden con caracter disciplinario. \nfringen, ademas, el principio de probidad los abusos, faltas @ incorrecciones que provocan tal intervencin. Precisamente a causa de la elasticidad del concepto de probidad, entendido, bien en sentido universal, bien con especial relacion a una determinada profesion (por lo que es posible distinguir una probidad profesional de! médico, que se diferencia por ciertos caracteres vinculados a la naturaleza tecnica de la profesion de la probidad profesional de! abogado, del ingeniero, del contable, etc.) so puede ver una base comin en la honestidad de los comportamientos del profesional, sin perjuicio de la variedad de aspectos secundarios segin la categoria profesional considerada. DEONTOLOGIa JuRIDICA. ~Akog, Gerardo R. Lopez Armine los Angeles Canteros UNIDAD V LOS PRINCIPIOS DE INDEPENDENCIA Y LIBERTAD PROFESIONAL: EL PRINGIPIO DE LA INDEPENDENCIA PROFESIONAL, Después de haber sefialado los principios generales de la deontologia pasamos ahora a &xaminar los principlos generales sectoriales, con referencia especial a la profesion forense, comenzando por aquellos que se refieren a la indepandencia y a la libertad yasus Clercicios, os cuales aunque presentan rasgos de afinidad, son auténomos entre si. El principio de independencia Profesional no tiene solamente relieve deontolégico. De hecho, la independencia de la profesion se configura juridicamente como uno de los hienes Materiales de que es titular el ente Profesional, que ha sido dotado del poder-deber de salvaguarda. Referido a la Profesion forense, a concepto de Independencia se entiende Como ausencia de toda forma de injerencia, de interferencia, de vinculos y de presiones cualquiera que sean provenientes del exterior y que tiendan a influenciar, desviar o distorsionar la accion del ente profesional para la consecucién de sus fines institucionales ¥ la actividad desempettada por los colegiados en el ejercicio de su profesion. Tales intromisiones son ilicitas, prescindiendo de toda valoracion cle las finalidades por las que se originan. En realidad, todo intento de violacion de la Independencia de la profesion ‘compromete su misma funcién social, Los consejos del orden y el consejo nacional forense tienen 61 poder-deber de vigilar yde intervenir para la salvaguardia de la independensia profesional. Este bien no debe de ser Comprometido ni siquiera por eventuales intervenciones o interferencias de los sindicatos forenses, constituidos al amparo del articulo 39 de la constitucién en base al principio de Ibertad sindical, en el caso de que aquellos quiseran arrogase atibuciones que son de la exclusiva competencia del ente Profesional de derecho publico, De hecho, la coexistencia de rdenes profesionales ¥ de sindicatos pueden dar lugar (como ha ocurrido en ciertos 2808) a conflctos de competencia en relacién con el ejercicio de sus respectivas atribuciones; pero es claro: que el sindicato no pueda invadir el GAMO reservar al consaio del orden, porque violaria el principio de independencia profesional Naturalmente, también los Gomportamientos del abogado deben adecuarse al respeto a dicho pincsio en cuyo mito se perfta un deer de colaboracon con el orden que debe expresarse en comportamientos activos o pasivos. 31 DEONTOLOGIA JURIDICA. Entre los primeros: mantenerse en un plano de perfecta objetividad en el cumplimiento de las prestaciones profesionales, sin ceder a presiones de terceros o del mismo cliente; la cooperacion con el consejo del orden en relacidn a ta directrices o instrucciones que dicte para salvaguardar la independencia de la profesién. Entre los segundos: La omision de los comportamientos lesivos indicados mas arriba. Los deberes asignados al abogado con tal fin exigen en el la posesion de dotes morales particularmente solidas para poder resistir las lisonjas y las amenazas de terceros que son’a menudos personajes poderosos o grupos de presion importantes. LA INDEPENDENCIA PROFESIONAL Y SU EVENTUAL TUTELA A TRAVES DE LA LLAMADA HUELGA DE ABOGADOS. La independencia de fa profesion puede ser tutelada o comprometida de muy diversas formas. Se ha discutido si el ejercicio del derecho de huelga por los abogados (una vez admitidos que sea licito expresarse de esta manera) puede ser un medio para reforzar la independencia de la profesion o si, en cambio, es un instrumento que oprime y viola dicha independencia. Ante todo se debe hacer una distincién previa. Para los abogados profesionales libres no es correcto hablar de derecho de huelga y la raz6n de ello es totalmente evidente. El abstenerse de participar en las audiencias y el cierre de los despachos podra considerarse ‘en todo caso como una manifestacion colectiva de protesta de caracter politico tendente a ejercer una profesion sobre los organos de gobiernos 0 sobre el parlamento para obtener una determinada disposicion relativa al ordenamiento profesional 0 al ejercicio de la profesin. La falta de prestacién de la actividad profesional, por lo que respecta al cliente que tiene un procedimiento en curso u otras acciones a llevar a cabo con el concurso del abogado, podra dar lugar a responsabilidad civil de este ultimo segin el derecho comin. Por contra, por lo que se refiere a los abogados empleados, que trabajan en la asesoria juridica organizada al servicio de entes pitblicos o privados, puesto que son trahajadores subordinados que realizan su trabajo bajo la dependencia y direccién de un empresario, no se ve razon alguna para negarles el derecho de huelga, siempre que lo ejerciten en tutela de un interés profesional y que la huelga sea proclamada legalmente. Desde el punto de vista general, y; por tanto, von relacién a ambas categorias de abogados, se ha discutido si es legitimo el rechazo de la prestacion de su actividad cuando estan ejerciendo un servicio de necesidad publica 0 cuando son defensores de oficio en procesos penales 0 en procedimiontos civiles a favor de individuos que gozan del beneficio de pobreza. 32 DEONTOLOGIA JURIDICA__ ‘Abog. Gerardo R. Lopez Armine delos Angeles Canteros El problema versa sobre la necesidad 0 esencialidad de la funcién del procurador o del defensor, pero se plantea de manera diferente en el plano juridico y en el deontologico. En el primero, el problema se funde con el de la huelga de los empleados pblicos y quarda ‘elacion con la esencialidad del servicio que presta en cada caso; en el segundo, por e! contrario, predominan los imperativos éticos y en particular el principio del desinterés con relaci6n al cliente, que puede salir perjudicado por la abstraccién de la actividad forense, asi como los principios de lealtad y probidad. También el principio del decoro y de la dignidad profesional podrian ser dafiados si el abogado participase en manifestaciones callejoras 0 desordenadas. Recordemos que el arma de la huelga no tiende a tutelar un interés individual sino el interés colectivo de un sector, En nuestro caso, este interés colectivo choca con el interés general al funcionamiento normal y regular de la administracion de justicia, de la que of abogado es colaborador necesario. Planteado asi el problema, su solucion es bastante sitnple, pero se objeta que la llamada huelga de los abogados tionde efectivamente @ hacer més eficiente el serviclo que los propios abogados prestan a la administracion de justicia y, par tanto, concierne al interés general. A ellos s2 replica, sin embargo, que para hacer funcioner mejor la justicia se la paraliza (aunque sea momenténeamente, pero con consecuencia que pueden ser gravisima). Desde el punto de vista de la deontologia el problema se puede plantear con relacion al principio del desinterés, especialmente cuando el abogado le han sido asignadas causas ue versan sobre fos derectios fundamentales de ta persone que podran ser perjudicados, quiz imemediablemente, por la ausencia de prestacion profesional, Pero puede ser planteado también desde el punto de vista de otros principios, tales como los de independencia y del prestigio de la profesion. Si los motivos de la llamada huelga se refieren a la propia funcién social de la profesion, cuya eficacia podria verse comprometida sino se actuasen ciertos remedios (en vista de lo cual se quiere efectuar la manifestacion llamada huelga), podriamos abrigar dudas frente a una orientacion negativa de la deontologia. Cierto es que hay quien sigue dudando de la eficacia del recurso a la huelga forense. Por otra parte, no tienen consistencia las objeciones de aquellos que rechazan la huelga de abogados porque ello le sittia al mismo rivel que los trabajadores manuales. Como’ puede verse, ni siquiera el recurso a la deontologia permite dar una respuesta Segura a estas preguntas. No se puede nagar, sin embargo, que debiendo plantear el Problema desde un punto de vista ético en vez del econdrnico o econdmico-social como hacen los sindicatos, tienen primacia los valores espirituales de la Profesion, que invitan a buscar otros remedios para la. solucion de los problemas genorales por lo que se pretendiera recurrir a la huelga, 33 DEONTOLOGIA JURIDICA. i. Gerardo R. le los Angeles Canteros Quiza con menores dificultades se podria acceder a la solucién contraria en el caso de las teivindicaciones de caracter econdmico o estrictamente profesional exigidas por los sindicatos de abogados empleados dejando siempre @ salvo de tomar todas las precauciones necesarias e interés del cliente para impedir la preseripcion de plazos derechos. EL PRINCIPIO DE LIBERTAD PROFESIONAL. El principio de libertad profesional, aunque presta afinidades con el de independencia, de! que acabamos de hablar, se diferencia de el en cuanto que se refiere a la libertad de autodeterminacién del profesional en orden a su conducta en ol ejercicio de ta profesion no solo desde un punto de vista técnico, sino también con relacion a los comportamientos que complementan a los técnicos. Mientras que el principio de independencia supone sobre todo una garantta det ente profesional y del profesional individualmente considerado frente a intromisiones arbitrarias de terceros; el principio de libertad, en su aspecto deontologico, concieme en particular al comportamiento del abogado con relacién a su cliente y fiends a atemperar las exigencias de las normas del arte forense con el interés del asistido y con la dignidad profesional de quien lo asiste. Ast, la libertad de autodeterminacion en tomo ala conducta técnica a seguir en relacion con el imperativo “obra segtin ciencia y conciencia’ y encuentra limitaciones que solo la deontologia puede sugerir. Por ejemplo, entre dos procedimientos a escoger, ambos abocados a un mismo resultados, se deberé elegir al menos costoso y mas rapido (dejando a salvo algunas excapoiones que a veces parecen iustiicadas); la libertad de aceptar un cargo en determinadas condiciones en vez de otras mejores, cuando Intervengan razones de socialidad, de conveniencia, de amistad, ote.; la libertad de palabra de defensa en los informes y en los esoritos profesionales; La organizecién del despacho y del modo en que se realizan las prestaciones (los locales, el horario de consulta con la clientela y su aceptacién, etc.); en fin, también la libertad de attodeteminacén en la condutapivada, sto que est pueda inf en cualquier forma en el decoro y ot prestigio de la profesior LA OBLIGAGION DEL PROCURADOR DE PRESTAR SUS SERVICIOS. El principio de libertad profesional encuentra una serie de limitaciones especiales por lo que se refiere a la aceptacion del encargo. Aparte de la hipdtesis de la defensa de ofcio, de la que hablaremos dentro de poco, se puede afirmar en lineas generales que el abagado asta ohligado siempre a asistr al cliente que se dirige a él, Salvo que exista una Justa causa de rechazo. A este respacto debe recotdarse el contenido preciso det articulo 11 de la ley forense redactada ast 34 DEONTOLOGIA JURIDICAL ‘Abog. Gerardo R. pez - Armine de los Angeles Canteros “El procurador no puede, sin motivo justificado, denegar sus servicios’. Adviértase que tal norma se refiere al procurador y no al abogado (mas arriba hemos usado este termino en sentido genérico, como hemos hecho hasta aqul y como seguiremos haciendo) que él mismo articulo 11 define las misiones del procurador como “servicios” aludiendo evidentemente a los casos en que la represertacion en juicio por el procurador es Tequerida por la ley. En cuanto al justificado motivo de rechazo, el mismo se deja a la discrecién del procurador, pero no a su arbitrio, y, por tanto, sera enjuiciable segin los principios deontologicos. EI control de los motivos de:rechazo podra ser efectuado por e! Consejo de Orden a instancia-del interesado y eventualmente podra ser el origen de un procedimiento disciplinario, El procurador puede actuar también como abogado, en cuyo caso el citado articulo 11 se aplica solamente por lo que concierne a las furciones procuratorias desde un punto de vista deontologico se debe, sin embargo, confirmar la regla mas arriba enunciada, es decir, que tanto los procuradores, como los abogados, como los inscritos en el registro de los, patrocinadores tienen el deber de asistir a quien quiera se dirja a ellos para cualquier asunto 0 causa que entre dentro de su competencia profesional, salvo que haya una justa causa de rethazo. Sino se trata de funciones de patrocinio exigidas por la ley en los casos. que la parte no puede presentarse en juicio persanalmente, la intervencion det Consejo de Orden con el fin de controlar los mofivos de rechazo deberd llevarse a cabo con criterios mas amplios y aplicarse solamente en los casos de mayor gravedad a discrecion del consejo, cuando se constate una eventual infraccion det decoro y del prestigio de la profesion, OTRAS LIMITACIONES. LA DEFENSA DE OFICIO. Los motivos de rechazos de asuncién del encargo relevante a los efectos de su justificacion segtin los principios de fa deontologia forense scn, naturalmente, muy numerosos. La regla general es a remisidn al sentido de responsabilidad, de compresion y de solidaridad social del abogado. Por ejemplo, la posasién de una preparacién técnica adecuada es requisito previo para la aceptacion de un encargo que sugonga la resolucién de problemas juridicos: de especial dificullad y, por tanto, el jurista no debera asumir con ligereza encargos gravosos que no esté seguro de poder resolver. incluso en el caso de designacion de oficio de un defensor en un proceso penal o en un Juicio civil cuando exista el beneficio de pobreza, el abogado pueda alegar una justa causa de rechazo, pero debe considerarse que la valoracion de la misma que se haga por él juez © por la comisiOn del patrocinio gratuito debe inspirarse en criterios mas rigurosos que los utilizables por e! Consejo del Orden. DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros Bajo el aspecto deontoldgico, en armonia con cuanto se ha afirmado en las paginas precedentes, es claro que en los casos susodichos a la facultad discrecional que se deja al abogado para la valoracion de fa causa de rechazo tiene limites bastantes rigurosos, aunque no uniformes, en consideracion a las situaciones concrelas en que se hayan producido la designacién de oficio. Es init afadir que el rechazo injustificado de asistencia infringe el principio general de solidaridad, que opera en mayor media con relaoion a las profesiones declaradas servicios de necesidad piiblica (como la forense: articulo 359 del cédigo penal) para aquellos que las han elegido al inscribirse en el correspondiente registro y que las ejercitan de hecho. No deja de tener importancia observar que en la circunstancia que se han sefialado mas arriba aflora el sentido de responsabilidad del abogado y sus sensibilidad profesional, prescindiendo de consideraciones de naturaleza utilitarista, Ciertamente, el cliente puede set un pobre hombre en todos ‘los sentidos, pero siempre es una persona humana, un semejante que necesita ser atendido. Cierto es que, si por un lado urge la exigencia de la necesidad de la defensa, por otro lado rigen también los principios que amparan la libertad profesional, el decoro y la dignidad de la profesién, por lo que es necesario conciltar equitativamente estas dos exigencias, habida cuenta de la naturaleza del objeto del encargo, de la situacion personal del asistido y de las condiciones subjetivas del abogado. CASOS DE CONCIENCIA EL CLIENTE DE MALA FE. Sobre el tema que estamos tratando la casuistica es rica en mafices y en episodios, que dan lugar a la aparicion de conflicios de conciencla y a penosas y embarazosas situaciones. ,Qué hacer cuando el cliente que solcita la asistencia del abogado pretende adusir en su defensa testimonios mendaces o documentos falsos? Se ha de aceptar 0 rechazar el encargo cuando el cliente pretende hacer falsas declaraciones ante el juez 0 sinventar ingeniosos expedientes para engaflar al consejo técnico? gPodra el abogado sostener de buena fe la inocencia del cliente acusado de un dalito grave cuando éste, confiando en el respato al secrelo profesional, le ha confiado que es el autor de la infraccion? Y, Como deberd comportarse el abogado que es requerido para la defensa del que esta acusado de un delito aberrante que ha ofendido violentamente la moral usual suscitando la Indignaci6n general y manifestaciones de protesta popular? He aqui algunas de las muchas interrogantes que hacen surgir espinosos problemas de conciencias. En estos casos no se tratan de invocar, como justificacién det trabajo del abogado que quiere defender a toda costa a su asistido, el amparo de una moral superior, ni de parangonar al abogado con el superhombre de Nietsche como para intentar superar elegantemente situaciones embarazosas, sino que mas bien deberia hablarse ve una moral deteriorada con relacion al profesional que, por el hecho do no perder a un ciate ni unos sustanciosos 36 DEONTOLOGIAtURIDICA ‘Abog: Gerardo it, Lépex- Armine de los Angeles Centers honorarios, se rebaja a comprorneterse con su propia conciencia y a colaborar con el cliente en una torluosa defensa en base a la cual triunfaria la injusticia. Tampoco Pensamos que el abogado debe creer ciegamente todo fo que le dice el clients, porque, a un admitiendo la buena fe de éste ultimo, puede relatar los hechos con inexactitudes o afiadir por su cuenta valoraciones equivocadas o falsas, Una buena medida es que el abogado escuche y tome nota de cuanto se le expone, evitando en un primer momento emitir un juicio cualquiera y esperando a verificar lo que se la ha referido, A menudo el Cliente actia de mala fe y oculta la verdad a su defensor (el lector recordara lo que deca ef doctor Azzeccargabugli al pobre Renzo), Protestando por considerarse inocente o victima, Suponiendo que et abogado pondréi mayor calor y celo en su defensa, lo que casi siempre es erréneo, Gierto que no es facil dar una respuesta unitaria y satistacioria a las interrogantes formuladas mas arriba. Sin embargo, no podemos estar de acuerdo con el aforismo, que Gon cierto cinismo tian propuesto ls franceses: ‘Tout se pleide’, Es verdad que el Estado garantize a todos el derecho a la defensa (art. 24, paragrafo 2 de la Constitucion: "La defensa es un derecho inviolable en cualquier estado y fase del procedimiento’) sin ninguna distincion Subjetiva ni objetiva y asimismo es verdad que la -deontologia confirma, como una maxima, este principio, pero adviértase que lo que se discute no es el derecho a ser defendido Por el abogado, sino mas bien el modo de asumir ¥ 9 ejercer la defensa, Por tanto, el abogado debe conformarse a los principios universales y generales de la deontologia, actuando un sislema de defensa que se inspire én el obrar segtin cisncia y conciencia y en los principios de probidad profesional y de dlligencia, con ol fin de que pueda realizarse en el caso concreto una justicia sustancial, « Por ello, incluso en el casu de defensa del acusado de un delito aberrante el abogado (de Confianza 0 de oficio) debera proceder honasta’ y diligentemente, aun con mayor honestidad y diligencia (si es posible) que en otros supuestos diferentes, Como es sabido, la elaboracion del plan de defensa se realiza iuxta alegata et probata. El acusado no esta obligado a decir fa verdad, puede negerse a responder al intertogatorio y Puede hacer al juez las declaraciones que le parezcan oportunas, asumiendo, -Raturalmente, la responsabilidad -de su comportaniento, Por contra, el abogado no debe Ser un mero instrumento de su cliente ni tampoco vincularse o ser Corresponsable por la linea de conducta procesal mantenida voluntariamente Por aquel, que es libre de compartir ono, MANZINI ha afirmado que el defensor debe pedir la absolucion del inculpado (aunque sepa que es culpable) cuando las pruebas practicadas en el proceso estén a su favor. Asi se Supera el caso de conciencia y queda intacto e! secreto profesional, DEONTOLOGIA, JURIDICA__ ee ‘Abog. Gerardo. Lépex~ Armine de los Angeles Cantaros No olvidernos, sin embargo, que el mismo MANZINI ha declaredo como Principio basico que “el defensor no es el Patrocinador de la delincuencia, sino del derecho Y de Ia justicia, €n cuanto que pueden ser infringidos en la Persona del acusado”. (a libertad de defensa desde «| Punto de vista técnico es amplisima. No va contra la Geontolagia et abogado que sostiens una tosis Juridica de la que no esté convencido Personalmente, Pero ha hecho demostracion pitblica de tal conviccién (en especial si ha escrito en revista u otras publicaciones), entonces, por coherencia, no parece licito que pueda sostener lo contrario, a menos que exprese a través de las mismas formas de Publicidad y con argumentos cientficos objetivos la mutacion de su pensamiento, a fin de U8 No parezca que tal cambio de ruta se ha producido s6lo Por el interés del cliente, lo que Perjudicaria su prestigio personal y el decoro de la profesion, SI por el contrario el abogado no quiere sostener una {esis juridica que no comparte (y ésta eslainica que puede oponerse en el caso Conerelo), entonces no le queda mas remedio que rechazar el encargo, EL _ABOGADO FRENTE A LA GAUSA INJUSTA FRENTE A LA LEY INJUSTA O INICUA. 2 deontologiaforense est lamade a resolver grandes problemas cuando el cliente pide al atogado que le asista en una causa que se considera injusta or relaoién al resultado inusto que se pretende conseguir, o cuando se rata de aplicar une Ley considerada injusta © inicua en un determinado proceso o asunto. Conviene precisar ue, por lo que respecta a '2 causa oligo injusto, el concepto de injusticia debe entendorse dela un punto de vista Sustanclal y no formal. Lainustci hay que encontrata en la fnaliad ila 0 inmoral quo 6l Iigante se propone alcanzar sirviéndose de normas legales que por si misma no son injustas, 0 bien cuando recurre a medios de prueba (docurnentos, testimonios, pruebas Periciales) falsos. Estos ltgios inustos, incluso si las pretensions del litigante de mala fe Son desestimadas, se resuelven siempre con datio para la parte contaria que se ve obligada a sufragar las costas de la'causa y los honoravios de su detongor (cuyo reembolso | abogado deberé, pues, rechazar encargos de este tipo. Si el cllente pretende hacer oir &n juicio en su propia defensa a testigos que van a declarar en falso {y el abogado conoce esa circunstancia). DEONTOLOGIA JuRIDICA, SEE ‘Nog, Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros Se ha considerado que el defensor no debe opcnerse a ello, en base a que no es posible excluir a priori la posibilidad de que dichos testigos se arrepientan y digan la verdad en el Lillimo momento. De cualquier forma, si la iniciativa procede del cliente, no parece que el ebogado contraiga una responsabilidad moral ni que, por otra parte, pueda impedir al testigo decir lo que quiera. El comportamiento que le esté prohibido es el de animar o sugerir a su cliente la utilizacion de tales medios. Al contrario, debera disuadirlo secordandole las responsabilidades penales que el falso testigo y el cliente mismo pueden contra él (arts, 332 y 377 del Cod. Pen.). “ No es infrecuente el caso del que el cliente quiera emprender un litigio absolutamente Gesprovisto de fundamento. Al abogado le incumbe entonces el deber do rectificar los errores en que haya caido su cliente, que no conoce las reglas del Derecho; pero si éste insiste, deberd rechazar el encargo. Evidentemente priman en este sentido los principios de probidad y dignidad profesional. El problema es distinto cuando el éxito del litizio a promover es incierto, incluso si las posibilidedes de un buen resultado son escasisimas. En todo caso, es regla general que el abogado no debe meter lefia al fuego de a Iitigissidad. Por ello debe Teprobarse el doloso Sistema de iniciar un litigio que se sabe temerario o injuste 0 desprovisto de fundamento, especulando con la medrosidad de la parle conttaria para inducirla a sujetarse a pactos oa hacer una transaccion. Desgraciadamente hay abogados que se prestan a hacer notificar una citacion fundada en motivos falsos, sin inscribir después la causa en el registro (aunque fa inscripcién podria ser hecha ex adverso), con la recdndita esperanza de que el adversario seda al menos en algiin punto. Por lo que concieme al problema de las causas ‘undadas en una Ley considerada injusta 0 una Ley inicua, conviene distinguir las dos hip6tesis,- Generalmente se considera injusta una Ley qua opera una discriminacion de trato entre Sujetos que, en relacién con ta sustancial igualdad de la situacion juridica en que se hallan, dleberén tener el mismo tralo o bien un tralo semejante en base al principio de igualdad Por el contrario, se considera inicua la Ley que viola los derechos fundamentales de la persona humana (por ejemplo, las Leyes sobre la disriminacion racial). Como es sebido, Se discule vivamente a este respecto sobre la iniculdad de las Leyes que sancionan la liberacion del aborto no terapéutico y de tos proyectos de Ley en tomo ala llamada muerte piadosa (eutanasia). Olras hipotesis menos draméticas surgen a propésito de casos partiulares que ponen en dudas al abogado escrupuloso, Piense en las acciones meramente perturbadoras fundadas €n rigurosa interpretacion de normas legales (ya CICERON afirmaba que el simmum ius Constityye summa iniuria), en los Iitgios emprendidos en base a pruebas equivocas, 39 DEONTOLOGIA JURIDICA, s Canteros aunque no falsas, y en otros supuestos. En estos y semejantes casos surge un conflicto entre él principio de libertad profesional (que hemos visto sujeto a tantas limitaciones) y el deber del abogado como cotaborador a la administracién de justicta de hacer efectiva ta finalidad social de la profesion forense. Naturalmente, el problema més espinoso es el de sefialar con exactitud la intrinseca injusticia del ltigio 0 fa inicuidad de la Ley, problema que no compete resolver a la deontologia, puesto que se precisa acudir a la asistencia de otras ciencias (morales, {uridicas, fllos6ficas y sociolbgicas). Desde el punto de vista de ta deontologta no queda sino remitirse al principio universal de obrar segin clencia y conclencia, haciendo espectal hincapié en el concepto de la conciencia. De esta manera el problema se subjetiviza, El abogado catélico practicante orientaré su comportamiento adecudndose a los preceptos de la religion catblica sobre el punto en cuestion; el abogado laico 0 alao 0 el que se inspira en ‘amoral maniista probablemente tendré un comportamiento diferente. Se ha discutido sobre el comportamiento que debetia observat un abogado catélico frente a una poticién de’ asistencia legal para obtener la dlsolucién de un matrimonio concordatorio segin en fo dispuesto en a Ley N° 898, de 1 de diciembre de 1970. Los moralistas catblicos consideran en general que debera rehusar ef encargo, aunque alguno introduce distinciones segin los diversos aspectos que cada supuesto de hecho presenta. En primer lugar se invoca el principio de la eliminacion pacifica de la controversia y ast ta intervencion del abogado, si concluye felizmente, obtendré el resultado opuesto, es decir, cimentar un matrimonio vacilante. De otra parte, se debe distinguir de un matrimonio colebrado regularmente o si adolece de algun vicio de nulidad. Por lo que respecta a la eventual aprobacion de una Ley que liberalice las précticas abortivas, el comportamianto del abogado catblico se inspiraré en los preceptos del Magisterio de la Iglesia, netamente contrarios a tales practicas. En todo caso, la deontologia forense no toma posicién sobre este punto, sino que deja al abogado en libertad de comportarse segin sus propias convicciones personales. A pesar de todo, siempre es valido el principio universal de la deontologia profesional: “Obra seguin ciencla y conciencia’. La remision al concepto de ciencia, como ya hemos dicho es intrinsecamente subjetiva, si ligada a parémetros generales. En los casos seftalados el deber de obrar segiin la conciancia no excluye la aplicacién del principio de probidad y correcci6n, por lo que el abogado se encuentra ante una compleja normativa, que le puede permitir, alendiendo a las cirounstancias del caso, asumir también comporlamientos de compromiso.- 40 DEONTOLOGfaJURIpIcA bog. Gerardo R. Lopez - Nrmine de los Angeles Canteros A este respecto se puede recordar que el atticulo 9 de la compilacion de las reglas deontologioas del foro de Parlamiento prescribe que “En todo acto profesional el abogado debe comportarse no s6lo segin su conciencia, sino también de manera correcta, en tutela de su honorabilidad y de la clase (rectius: de la categoria profesional) a que pertenece”. A voces ol planteamionto de tos problemas ciados se modifica desvidndose hacia el Ambito procedimental 0 moramente técnico. De hecho, pueden intervenir perdones o amnistias, el acusado puede ser absuelto por insuficiencta de pruebas, la causa podria estar_mal planteada por motivos de incompetencia, etc. Esta variopinta casuistica contribuye a ser menos dificil la solucion de las cuestiones perfladas més arriba LAVERACIDAD DE LAS PRUEBAS. En cuanto a la constatacion de la ilegitimidad de las pruebas oftecidas por el cliente, en el mismo Codigo Palermitano se afirma (art 7) que no se exige al defensor una “investigacion ética” sobre tales hechos y pruebas. Pero si éstas aparecen ictu oculi como falsas, el abogado puede negarse a servitse de ellas y, en tllima instancia, deberé renunciar al mandato, sin petjudicar por ello fos intereses de su asistido. En nuestra opinion el defensor tiene el deber de controlar, objetivamente la seriedad, ‘moralidad y pertinencia de les pruebas que se le proporcionan, investigacion que a menudo es bastante delicada y dificil, circunstancia que hay que tener en cuenta al velorar la Conducta del abogado. En resumen, frente a pruebas falsas el abogado tiene el deber de rechazarlas, absteniéndose de colaborar con el cliente en este punto. Por lo demés, baste Fecordar el principio de lealtad sancionado por el articulo 88 del Cédigo Procesal Civil Sobre el mismo tema también, GARCON ha afirmado que el abogado conoce solamente la version de una de las partes y que, por tanto, basta que su conciencia esté tranqulla y que Grea en lo que hace, Segiin esta opinion, e! cbogado se eleva a la categoria de juez inapslable de si mismo. Aftade el autor cilado que en estas circunstancias el defensor no debe andarse con sutilazas, aunque tampoco debe engaiar a nadie, y, sie quedan dudas, Podra exponerlas ante el juez. También recuerda el pasaje De Oratore en que CICERON que nada més es salir el cliente el mismo se pone en la piel dela parte contraria y en la del Juez. Ahora bien, existe una cierta contradiccion entre esta tiltima cita y la afirmacion antes expuesta. La regia sugerida por CICERON es éptima, porque permite proceder a una valoracion objetiva del problema que Preocupa al cliente y sacar las oportunas conclusiones, al DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog. Gerardo R. Lépez ~Armine de los Angeles Canteros No siempre es cierto que el abogado escuche una sola versién de los hechos, porque tienen distintas formas de oir la versién de la parte contraria bien casi siempre consique verificar de cualquier forma la veracidad de las declaraciones que se le hacen. Nos parece ‘equivoco el consejo de GARCON da al abogado de no andarse con sutilezas (ruser), consejo que se contradice con lo que el mismo autor afirma poco antes sobre la sinceridad del abogado y su posicisn de soledad (0 del individualismo), que exige un ~estricto control de si mismo y exhorla la propia autorresponsabilidad ~ PEINADOR NAVARRO aun confirmando la prohibicion general establecida para el abogado de emplear medios deshonestos admite la posibilidad de ooultar lo que perjudica al inculpado, porque ~como el mismo dice- la labor del abogado es hacer de defensor yno de acusador. Sin embargo, recomienda prudencia para evitar que sea considerado responsable un tercero inocente. Permitasenos observar que si el callar es licito (nos referimos a un comportamiento meramente pasivo), no es licit, en cambio, ocultar la verdad a través de un comportamiento activo que, a fin de cuentas, persigue el efecto de engafiar al juez. El viejo aforismo nemo tenetur edere contra se es todavia aceptable incluso si se considera superada la concentracién tradicional del proceso como un hecho de guerra, Para orientar al abogado a escoger la mejor solucion de los supuestos indicados pueden invocarse los principios de probidad y lealtad (procesal, ex art. 88 del Cédigo Procesal Civil y extraprocesal o meramente deontolégico).- EL LITIGIO DE FONDO POLITICO. Por titimo no podemos dejar de recordar que el supuesto de hecho objeto de un proceso penal 0 de una causa civil puede tener ciertos casos un trasfondo politico en el sentido de quo so presta a una especulacién politica (inexactamente se habla de proceso politico), y, por tanto, el defensor sogin su personal orientacién ideolbgica, puede ser compelido a aprovecharse de la ocasién para hacer propaganda politica o labor de proselitismo. Esté claro que, por el contrario, debe mantenerse absolutamente objetivo, distanctado del litigio de las presiones polliicas que ol casa comporta, en armonia con el principio de Independencia profesional y para sar coherente con su dignidad profesional, Deberd tener también, el valor de rechazar las intromisiones y presunciones illcitas de los grupos u hombres politicos, solicitando, llegando e! caso, la intervencion del Consejo de Orden 42 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abos. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros: También puede ocurrir que en determinadas stuaciones ambientales el abogado deba mostrar no solo valor moral, sino incluso fisico. Asi defendard no s6lo a su representado, sino también la misma independencia profesional. Como es sabido, e! articulo 39 de fa Ley forense (conforme a cuanto disponian las leyes precedentes de 1874 y 1926) prescribe que ‘los discursos, los eoritos y, en general, los actos politicos no pueden ser objeto de un procedimiento disciplinario salvo en los casos que se constituyan una manifestacién de actividad contraria a los intereses de la Nacidn La bitima frase de este articulo se explica, por otra parte, con relacién al ordenamiento Politi del Estado corporativo bajo cuyo dominio fue promulgada la norma, De ahi que la Susodicha disposici6n parezca hoy de bastante dificil de aplicacién en consideracion al Principio, garantizedo constitucionalmente, dé fa libertad de pansamiento y de manifestacion del propio credo politica y, por tanto, a causa de la delicadeza de la valoracion hecha desde un aspecto meramente politico por encima de los contrastes de Ideologies, En cuanto al articulo.39 citado, el mismo Consejo ha afirmado que tal norma deber ser entendida en el sentido de que los actos y los escrites politicos aludidos han de expresarse en su debido momento ha afiadido que una apreciacién politica no es nunca antiuridica en si y por si en un régimen de libertad, aunque se mantenga en el Ambito de los contrastes politicos incluso si expresa un decidio disenso respecto de la tendencia- dominante y especialmente si expresa un disenso respecto de la accion del Gobierno, 43 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘bog. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros UNIDAD VI EL PRINGIPIO DE DIGNIDAD Y DECO! PROFESIONAL: CONSIDERACION UNITARIA DEL PRINCIPIO DE DIGNIDAD _Y__DECORO PROFESIONAL. LA REPUTACION PERSONAL Y EL PRESTIGIO DE LA PROFESION. El principio de la dignidad y el decoro profesional, puede ser considerado unitariamente, si bien los conceptos de dignidad y da decoro no coinciden perfectamente entre si. El citado principio tiende a orientar al abogado en su conducta profesional y privada, con el fin de que no resulte dafiada su reputacion personal, asi como para que no disminuya por reflejo el prestigio de la profesién considerada abstractamente y el decoro que de ella se deriva para todos los profesionales inscritos en el registro. En algunas colecciones de reglas deontologicas forenses se adoptan a este respocto expresiones enfaticas 0 retoricas. El mismo legislador ha recurride a los conceptos de decoro y de dignidad profesional en los articulos 12, 14 y 38 del Real Decreto Ley ntimero 1.578, de 1933 y en el arliculo 2233 apartado 2 del Cédigo Civil, remitiéndose, por tanto, al contenido de la deontologia forense atribuye a esos conceptos. Semejante a ollos es concepto de honor profesional, que es una especificacién del honor y de la reputacién profesional; otro tanto puede decirse del de prestigio profesional; otro tanto puede decirse del prestigio profesional, que refleja ta especial estimacién que se reconoce por la generalidad de los ciudadanos a un determinado profesional a causa de sus dotes de capacidad y moralidad profesional y civica y de Su consiguiente consolidacién en el campo profesional. A ello corresponden sentimientos de respeto, consideraci6n y estima por parte de colegas, de los jueces y terceros. Los comportamientos de indecorosidad e indignidad profesional han sido valorados do manera diversa por la jurisprudencia de cada Consejo de Orden. Incluso se pone de relieve la conducta privada, asi como et aseo personal, la decencia y ta limpieza del traje y los locales del despacho, el mantenerse al dia cientificamente, etc. No debe considerarse que de esta forma se limite excesivamente e! derecho de libertad del individuo. Solo la esfera de Intimidad privada y familiar del profesional queda intangible, a menos que clertos acontecimientos intimos tleguen a ser de dominio piblico y por su intrinseca naturaleza, sean susceptibles de daftar el prestigio profesional. 44 DEONTOLOGIA JURIDICA_ pee 7 ‘Aboe Gerardo R. Lapea Armine de los Angeles Canteros En esta materia las roglas de la costumbre se aftaden a las de la deontologia y a tas de Ja moral usual, pero los comportamientos del abogado se valoran con mayor rigor en su aspecto profesional.- RELEVANCIA DE LA CONDUCTA PRIVADA Y LA CASUISTICA, Como se ha visto, también la conducta privada del abogado puede tener relevancia para la deontologia, a condicion de que la misma llegue a disminuir el prestigio de la profesi6n, El Consejo de Orden, que tiene el deber profesional, entre otros, de vigilar la conducta de los inscritos en el registro, no pueden quedar insensible frente a comportamientos incorrectos de la vida privada que afecten a la condicion antedicha ¥, Por tanto, puede exhortar al profesional a entrar en los limites de la correccién y, llegado el caso, poner en marcha un procedimiento disciplinario, pero con facultades de investigacién restringidas. Por otra parte, la praxis no registra intervenciones muy Mlamativas, por cuanto que el deber de observar una conducta “distinguidisima ¢ inmaculada’ (art.12 de la Ley forense) debe ser aplicado con maxima severidad. A titulo de ejemplo, recordemos que han sido considerados lesivos de tal conducta; haberse comportado equivocamente (mediante silencios, reservas mentales, mentiras) con el objeto de diferir el pago de una deuda garantizada con letra de cambio; haber indicado con un letrero situado en el exterior de un edificio y haber usado papel con cabecera en la que se inclula incluso niéimero telefonico falso al objeto de sefalar un despacho juridico no existente on la realidad; haber dejado sin pagar plazos de la compra de un objeto, haber sufrido la pignoracién de los muebles del despacho y no haber dado al Consejo de Orden las explicaciones requeridas; haber usado el titulo de abogado sin estar inscrito en et correspondiente registro, haber firmado una transaccién, finiquitandola en nombre del cliente previo ingreso de las sumas Correspondientes, etc, La reputacion del profesional es un bien que se defiende y se custodia celosamente. De hecho se ha decidido que el profesional acusado por la prensa local de acciones infamantes (aunque concieman exclusivamente a su vida privada) tiene el deber de reaccionar en defensa de su propia reputacién y del decoro’ profesional. Una vez afirmado el principio que también 1a conducta privada del abogado es ‘susceptible de dafiar el prestigio de la profesion cuando los hechos que se le imputan se presten en la estimaci6n del piiblico a extorsiones y a generalizaciones en perjuicio de todos los colegas; 45 DEONTOLOGIA JuRIDICA, pee Abog. Gerardo R. L6pez - Armine de los Angeles Canteros Se ha decidido, sin embargo, que las investigaciones sobre tales hechos no deben llevarse a cabo con excesivo rigor, ni se debe penetrar en ia intimidad de fa vida doméstica, a menos que trasluzcan al exterior reverberaciones que Weguen a conocimiento de la colectividad. - Se ha llegado a considerar reprensible la vida privada en clertos casos, a pesar de que los hechos incriminados no habian sido configurados como delito por sentencia de la autoridad judicial, lo que confirma la independencia del juicio disciplinarlo respecto del penal, y asi se ha procedido también en via disciplinaria contra un abogado que ya habla sido condenado por sentencia dictada en juicio en hase a un delito culposo. Ha sido considerado lesivo |a buena conducta de haber hecho distribuir pasquines ofensivos a la religin del Estado. No faltan supuestos de clemencia. Por ejemplo, una leve remota condena a pena pecuniaria por emisién de cheques sin fondos no ha sido considerada suficiente para hacer perder el requisito de la buena conducta, puesto que resultaba probada la posterior conducta ejemplar y la limpia personalidad del abogado. También la violacién de las relaciones del compaficrismo puede dafar el principio del decoro e incluso la falta de contra los deberes profesionales de cardcter técnico, como, por ejemplo, haber dejado transcurtir iniitilmente el plazo para interponer recurso contra una sentencla de primer grado, no haber informado al cliente sobre la marcha de la causa, o haberle proporcionado informaciones falsas y haber desempefiado ta actividad profesional libre en estado de verdadera subordinacién con respecto a terceros.- LA AUTOPROPAGANDA Y LA PUBLICIDAD. La publicidad que el abogado hace de si mismo se considera tradicionalmente inconveniente e indecorosa. En épocas bastante proximas a la nuestra se castigaba disciplinariamente con un rigor que hoy puede parecernos excesivo. Ante todo es un problema de limites de medida. No obstante, conviene que nos entendamos previamente sobre el contenido del término “publicidad’, porque una cosa es hacer pilblico (es decir, ostensible al piblico en formas licitas y decorosas) el propio nombre, con las cualificaciones profesionales adquiridas y con las indicuciones indispensables para la individualizacion del despacho, etc., y otta cosa es, por el contrario, “hacerse Publicidad” en sentido comercial, es decir, autoanunciarse sirviéndose de sistemas publicitarios ulilizados en el comnercio o andlogos a éstos.- Sobre este problema, aqui solamente pergefiado, ha intervenico incluso el Supremo Colegio.~ 46 ‘Abog, Gerardo R. Lépez- Armine de los Angeles Canteros Entre la varia y abundante casuistica existente, recordemos que ha sido sancionado disciplinariamente et abogado que hecho publicar en los anuncios econémicos de un diario una inscripcién redactada asi: “Abogado casacionista defiende causas ante Corte Casacién, Corte Conti, Consejo de Estado, causas separacidn, alimentos, herencias". La diccion de esta inscripcién no parece indecorosa de por si y ademas respondia a la verdad. La indecorosidad ha sido estimada (con criterio algo riguroso) en el hecho de que figuraba en los anuncios econdmiccs (aunque no sabemos si estaba incluido en laribrica “Ofertas de trabajo”). En las colecciones de deontologia forense se enuncia el principio de que en ningan ‘caso puede el abogado recurrir a la publicidad directa o indirecta y que, por tanto, no puede publicar avisos o inserciones ni ofrecer su trabajo personal ni permitir que su nombre figure en comunicaciones © circulares publicitarias ni, en definitiva, valerse de medios de propaganda de cualquier género, En esta enunciacién el concepto de publicidad se entiende en el sentido comercial, 0 sea, propagandistico. De hecho se ha Feconocido que lo que dafia el decoro profesional es cl carécter propagandistico de insercion, Por otro lado, en nuestra opinién, tal cardcter no se presume necesariamente en todas y en cualquier otra parte, En realidad, es preciso controlar no sdlo la forma exterior de la publicacion (tamafio de los caracteres impresos, encuadramiento, colocacién en el contexto general del periédico, etc.), sino tambien, y sobre todo, su contenido que debe estar redactado en términos de absoluta objetividad y seriedad y ser lo més sintético posibl Lajurisprudencia del Consejo Nacional Forense se caracteriza por un notable rigor. Asi, se ha considerado indecorosa toda forma de publicidad por medio de ta imprenta, tal como la insercién de notas en los “aviso econémicos” de los diarios ¢ incluso de difusion de circulares impresas. Con mayor razon ha sido declarada ilfcita la publicacién en los periédicos de vistosos anuncios con caracter publicitario. También el envio de cartas circulares mecanografiadas conteniendo ofertas de prestaciones profesionales ha sido considerado lesivo el decoro y de la dignidad profesional- En cuanto a la lapida que indica la ubicacién del despacho juridico se ha considerado llicito el caso de la expresion “Despacho de abogado” cuando el titular no esté inscrito en el registro de los abogados, La constitucién y la propaganda de una sociedad denominada “Despacho juridico de asistencia para siniestros”, en la que 47 DEONTOLOGIA JURIDICA sasniniis — Abog. Gerardo R. L5pez - Armine de los Angeles Canteros participaba un socio no inscrito en los registros forenses, ha dado lugar a la persecucion en via disciplinaria contra el abogado que habia participado en ella.- Por el contrario no se ha considerado lesivo del principio de dignidad y decoro profesional el hecho de haber enviado numerosos Consejos de Orden una circular impresa solicitando la atribucion de encargos. Tampoco ha side considerado indecoroso el cumplimiento del abogado que ha propagado numerosos extractos de una revista juridica que contenian un comentario suyo a una sentencia, a lo que se afiadia una amplia blografia de! autor del comentario- En cambio, se ha encontrado licita la instalacién en las ventanas del despacho de dos grandes rdtulos que indicaban la ubicacién de dicho despacho, asi como haber usado papel con encabezamiento en el que, contrariamente a la realidad, se sefialaban la presencia en el despacho de abogados especializados en derecho administrativo, penal, tributario y matrimonial. Las colecciones de normas deontologicas forenses son generalmente bastante sobrias sobre estos problemas, que no se affontan de manera especifica. |.os Cédigos de Padua y Pistoia (Art. 7) se limitan a decir que el abogado debe seftalar su cualidad con claridad indicando tan s6lo los titulos profesionales que le corresponden estrictamente, de manera que se evite todo equivoco. A propésito de la autopropaganda, comentarios 0 relaciones de procesos en los que haya intervenido el abogado y contra la promocion de entrevistas con objeto de hacerse publicidad directa o indirectamente. En cuanto a la practica, bastante difundida, anteponer o afiadir al titulo de abogado el de profesor, se ha sugerido que este Ultimo debe ser especificado con Ia indicacién de la materia que ‘se ensefia. Salvo que se trate de un docente universitario en materias juridicas.- OBSERVAGIONES GRITICAS EN TORNO AL VIGOR CON QUE SE PROHIBE LA PUBLICIDAD. Como se ha visto, por la orientacion de la jurisprudencia mencionada mas arriba, entre los diferentes comportamientos de indecorosidad profesional uno de los més macroscépicos fs el que concierne a la autopropaganda realizada mediante formas inconvenientes de publicidad por el directamente interesado 0 por terceros requerido por él, o de cualquier forma compelida a hacetlo, Este problema siempre ha figurado en el orden del dia de los 48 DEONTOLOGIA JURIDICA__ ‘Abo. Gerardo R. Lope2-- Armine de fos Ang. Fos, congresos forenses y ha sido discutido ampliamente por la doctrina. Creemos que vale la ena profundizar algunos de sus aspectos y someter a revision ciertas orientaciones que hoy quizé puedan parecer excesivas 0 inactuales- Como se ha advertido en las paginas precedentas, es necesario dejar bien diferenciados los conceptos de publicidad y de anuncio y el mismo conoepto de publicidad debe ser entendido, no en sentido propagandistico, sino como manifestacion al ptiblico de noticias absolutamente objetivas, expuestas de manera seria y decorosa, relativas a la posicion profesional del que ejerce la profesion forense, a la ubicacién del despacho, y a todo lo demés que pueda intereser a la eventual clientela. El anuncio es una cosa completamente diferente se haya orientado hacia formas de publicidad (en el sentido expuesto) que por su Contenido recuerden aquel dolus bonus al que recurrian también los comerciantes de la antigua Roma y que en las fuentes se considera licito. En cambio, no debe considerarse asi a la luz de los principios de la deontologia indcados més arriba, Queda Por resolver, de todas formas, el problema: de la necesatia, si bien seria y decorosamente tealizada, publicidad de! abogado. Creemos que en adelante no debertan continuar rigiendo los rigurosos criterias adoptados en esta materia en el siglo pasado. Lo que importa es que ol ‘abogado se haga conocer con la mayor objetividad, sin generar equivocos 0 incerlidumbres. y sin dafiar el decoro profesional. Sintetizar las indicaciones que vayan a hacerse publicas es ciertamente importante, pero no siempre facil de realizar. la superabundancia de Indicaciones podra ser caliicada como manifestacion de mal gusto y quiz podrd ser caiificada como manifestacion de mal gusto y quizé podra hacer sonreir, con cierto sarcasmo, y hasta ser contraproducente a los afectos de adquisicion de clientela, pero éstas son consecuencias que recaen sobre Jos hombros del inlerasado. Lo importante es ue por e! mal gusto no se caiga en el ridiculo, porque ello pueds datiar el prestigia ce la profesiOn. Es necesario, pues, sentido de la medida y siempre es valido el éureo lama “est ‘modus in rebus”,- Una forma de publicidad objetiva, seria y decorosa es indispensable para que se den a conocer, a la posible olientela, los jovenes abogados y los que se tasladan de un colegio otro en circunscripciones distintas.- Se ha lamentado la disparidad de trato, bajo el aspecto deontolégico, ente la publicidad realizada por los médicos (que se considera iicita y se practica ampliamente en los Peribdios) y la de los abogados que, en cambio, se considera iliita, Somos de la opinion de que, observadas las condiciones de forma y de contenido antes sefialadas, también los Juristas puedan hacer conocer al publico dénde esta situado Su despacho profesional, cual 8 Su especializacion, etc., sirviéndose de los diatios. Y a este Fespecto se podria sugerir el 49 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Nbog. Gerardo R. Lbper- Armine de os Angeles Canteros hacer aprobar previamente por el Consejo de Orden el texto de ta insercién, fo que conferiria una garantia de objetividad y de seriedad a estas formas de publicidad.~ La utiidad de estas inserciones se basa, no sélo en él interés evidente del profesional, sino también en el interés que tiene el piiblico en conocer rapida y exactamente la especializacion profesional y los demas elementos caracteristicos de un abogado para ponerse en contacto con el profesional més apto para resolver sus problemas conorotos. El crecido niimero de las relaciones comerciales internacionales, el surgimiento de nuevos problemas juridicos regulados por una legislacién cadtica y fecundisima, la difusion de numerosas ramas de especializacién también en el sector de la profesién forense, el trabajo en equipo, etc., ponen en apuros al cliente que no sabe orientarse. Raramente recurre para informarse al Consejo del Orden y, de otra parte, sabido es que los Consejos son lentisimos en atenderle, mientras que el proceder con calma. Concluyendo, somos de la opinién de que el problema de la publicidad forense sea examinado de nuevo y resuelto con criterios més adecuados a la evoluoién de la profesion y a las complejas modificaciones de las condiciones socioecondmicas del mundo modemo.- EL ACAPARAMIENTO DE LA CLIENTELA. El principio de decoro y de la dignidad profesional se infringe graverente mediante una serie de comportamientos que se resumen en la expresion “acaparamiento de la clientele". Se trata de un fendmeno bastante difundido que presenta aspectos poco edificantes 0 francamente desagradables. Sabernos de abogados que se ditigen personalmente a los hospitales piblicos 0 a los ambulatorios de las mutuas (0 que mandan alli a sus propios emisarios) para conversar con los accidentados (por accidente de circulacién o de trabejo) Ofteciendo sus servicios profesionales y aprovechéndose del estado de confusion y de depresion psiquica en que se hayan estos desgraclados para negociar la cesion de la presumible indemnizacion, ofraciendo empréstitos a restituir una vez vencida la causa con cargo ala indemnizacién y pretendiendo un interés elevado.~ Anélogamente merecer reprobacién el abogado que se sirve de “cazadores” a sueldo para alraer clientes a su despacho, Estos hombres son, a menudo, empleados de entes piblicos (enfermeros de hospitales, guardias de prisiones, oficiales y empleados judiciales). Naturalmente el abogado esté libre de mancha si no hay de por medio ningin acuerdo con el “cazador’, en el caso de que éste espontineamente y sin compensacién, haya sugerido al interesado el nombre de un jurista para la resolucién de sus asuntos.- a procuracién de la clientela puede efectuarse también a través de la competencia desleal con relacién a los colegas 0 a través de formas incorrectas de publicidad en los periddicos 0.con otros medios de comunicacién social 50 DEONTOLOGIA JURIDICA__ eS "Abog, Gerardo K. Lépez -Armine de los Angeles Canteros 51 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog, Gerardo R. Lopez Armine de los Angeles Canteros UNIDAD Vit LOS PRINCIPIOS DE DILIGENCIA Y CORRECCION Y DESINTERES: LA DILIGENCIA camo CARACTERISTICA DEL. CUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACION GONTRAGTUAL Y DE LOS DEBERES DE COMPORTAMIENTO SEGUN LA DEONTOLOGIA.- El principio de diligencia es ambivalente, porque tiene relevancia tanto desde el punto de vista juridico en relacién con fo que dispone el aparlado 2° del articulo 1.176 del Codigo Civil, como caracteristica del cumplimianto de las obligaciones inherentes al ejercicio de la actividad profesional, como bajo un aspecto deontolbgico referido a la caracteristica de los Comportamientos profesionales que caen dentro del ambito de la deontologia forense. Desde ambos puntos de vista la valoracién de la diligencia del abogado no puede prescindir de la consideracién del concept intrinseco de diligenota como cualidad subjetiva del deudor, objetivada por relaci6n a un tipo de ideal de buen deudor en el sector particular de la actividad que consideramos. Se toma, pues, en consideracién la tendencia de la voluntad del deudor dirigida a ejecutar “exactamente’ la prestacion debida (art. 1218 del 6d. Civ.), pero también a ejecutarla del mejor modo posible ‘segiin ciencia y conciencia’ en relacion a la fundacion social desarrollada por la profesion.- Como es sabido, en el concepio. intrinseco de dlligencia se distinguen varios aspectos 0 actitudes penales, que son la premura, él colo, el interés, la ascrupulosidad, el cuidado, la alencién y otfos que afloren de cuando en cuando bien en la ejecucién técnica de las prestaciones, bien en todos los comportamiantos que la rodean, que son del dominio de la deontologia y que adquieren relevancia sobre todo en las obligaciones de hacer (0 de servicios) que en el sector del arte forense constituyen prioritariamente el objeto del contrato de prestacién de obra intelectual. Prescindiendo de la configuracion de las obligaciones de servicio y de resultado y de las de mera diligencia o prudencia, parece que la valoraci6n del comportamiento del profesional (en nuestro ‘caso un modelo de buen abogado también, si tenemos en cuenta las espectalizaciones, de buen penalista, de buen civiista, etc,), aun debiondo hacerse unitariamente, no puede excluir la referencia a la feglas deontolégices de comportamiento, incluso con retacién al principio de ta integracién legal del contrato. 52. DEONTOLOGIA JURIDICA, es “Abog Gefardo R.LiperArmine de fos Angeles Canteros Por tanto, el criterio juridico y el deontolagico confluyen en la referencia a un tipo ideal de buen abogado que no es solo capaz tecnicamente, sino también honesto, corresto, leal, reservado y coloso de la proteccién de fos intereses del cliente.- LANEGLIGENCIA. Los comportamientos contrarios aa diligencia se consideran negligentes, es decir, culposa (segun el Derecho), pero se concretan de manera distinta, incluso en su aspecto voluntarista, por la deontologia y en consecuencia se sanciona de forma distinta en via disciplinaria. Por ejemplo, ha sido declarado negligente el abogado que mantuvo durante mucho tiempo y sin rendir cuentas de ello crandes sumas que el cliente le habia consignado para que las entregase a la parte contraria, pero el mismo comportamiento ha sido considerado en otros supuestos semejantes lesivo de los principios de probidad, de dignidad profesional y de correccion.— Sabemos que el cumiplimiento inadecuado de las obligaciones puede ser atribuido no solo a una deficiente preparacién técnica, sino también a descuido, desatencién, o falta de preocupacion, es decir, en sustancia, a negligercia considerada con culpa leve. Lo que confirma que obligaciones juridicas y deberes ceontolégicos van a menudo intimamente ligados a los comportamientos técnicos que tienen su base en el contrato. Por ejemplo, el haber dejado trascurrir el plazo’perentorio prescrito para la interposicién de un recurso administrativo no solamente importa desde un punto de vista técnico, sino también desde el deontolégico. Pero es, especialmente bajo este ultimo aspecto cuando se toman en consideracion otros comportamientos, tales como la omision de noticias sobre el estado de la causa al colega que reside fuera det lugar donde se lleva y del que se es procurador en un determinado sitio; el haberse olvidado de presentarse a una audiencia, provocando asi fa conclusién del procedimiento en virtud del Art. 309 del Cédigo Procesal Civil, y el hacerse inencontrable, no frecuentando el despacho durante largo tiempo y sin dar noticias de si. El ponerse al dia cientificarnente entra el deber de diligencia, aunque se conforma también a los de dignidad y decoro profesioral, De hecho el abogado que ignora la evolucion doctrinal, legislativa y jurisprudencial no solo dafia su propia reputacion, sino, también el prestigio de fa categor‘a profesional, En la valoracion de la diligencia del profesional libre y de su negiigencia se debe tener en cuenta la culpa leve, que concuire en la aceplacion no ponderada o hecha con excesiva ligereza de un encargo profesional de dificil currplimiento y que las modestas capacidades profesionales del abogado no pemiten desarrollar. DEONTOLOGIA JURIDICA ‘bog, Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteras En este supuesto, a una responsabilidad precontractual se une la violacion del principio deontologico de diligencia, que comporta a su vez una responsabilidad disciplinaria con telacién al ente profesional. OBLIGACION JURIDICA Y DEBER DEONTOLOGICO DE GORRECCION.- El principio de correccién presenta un contenido bastante amplio. Ofrece cierta analogia con la obligacion de correccién: prevista en el art. 1.175 del Codigo Civil y con el’ de correccién profesional del articulo 2.898, nimero 3, del mismo Cédigo que regula la Correccion en las relaciones de los trabejadores del sector econémico y la competencia desleal.- ‘ Desde un punto dé vista deontolégico fa corecclin profesional se especifica en una compleja serie de comportamientos inspirados en los usos profesionales, en la tradicién y en las raglas de la costumbre por lo que respecta especialmente a los contactos que los abogados mantianen con los clientes, con los colegas y con terceros, y que deben caracterizarse por su seriedad, discrecion, reserva, cortesta, honestidad y rectitud moral En las colecciones de reglas de deontologia forense ya recordadas el principio de corraccion aparece formulado en términos muy genéricos. En el citado Codigo forense de los Ordenes de Lombardia y en el Palormo se establece que la conducta del abogado debe caraoterizarse, también exteriormente, por su correccién, incluso fuera del ejervicio profesional. En el Codigo lombardo se hace referencia, a este respecto, a comportamientos caracterizados por cordialidad y la lealtad, y se subraya la circunstancia de que el abogado debe demostrar y tratar de merécer la conflanza reciproca respetando la palabra dada y usando la maxima cortesta. En otros Cédigos tal principio queda restringido a las Telaciones entre colegas. En el de VIBO VALENTIA (art. IX) se declara que comete incorreccion grave el abogado que, con conocimiento del impedimento momentaneo y justcado del colega adversatio, se aprovecha de ello para pefjucicarle en su patrocinio, 0 bien hace uso en julcio de escritos de caracter reservado o de informaciones confidenciales provenientes de dicho colega.- CASUISTICA SOBRE EL TEMA DEL DEBER DE CORRE La casulstica es bastante variada en el tema de la correceion profesional. Extraemos de la jurisprudencia disciplinaria algunos supuestos caracteristicos.- 34 DEONTOLOGIA JURIDICA_ ‘Abog. Gerardo R, Lépex- Armine de los Angeles Canteros Se ha decidido que viola el deber de correcclén el abogado que aprovechandose de su posicion de prestigio social y piblico, o sirviendo encubiertamente de servicios piblicos, trata de procurarse clientela 0 de anunciar su propio despacho, Igualmente, el abogado que incluye el rollo de la causa, antes de la audiencia, a las partes y sin conocimiento del colega adversario un nuevo documento desconocido por este ultimo. Se ha calificado como aclo de incorreccién profesional conceder ertrevistas a los diarios sobre supuestos procesales en los que esté interesado el entrevistado. También algunas vieisitudes en la vida privada del jurista adquieren relevancia como incorreccién y, asi, contraer deudas a base de letras de cambio que después son protestadas (hemos recordado ya este supuesto como lesivo de otro principio deontol6gico).- Por otta parte, se consideran incorrectos los comportamientos de! que usa ilegitmamente el titulo de abogado prescindiendo ahora del iliito penal perseguible en virtud del articulo 348 del Cédigo Penal, del abogado que profiere expresiones irrespetuosas hacia un imiembro del Consejo del Orden que le habla perdido que diese aclaraciones al Consejo o que ofende a un magistrado, Reviste especial gravedad desde el punto de vista de la incorreocién, el acaperamiento de la clientela que, como sabernos, es también lesivo del principio de dignidad y de decoro profesional. Dejamos de mencionar ottos casos singulares, puesto que consideramos suficiente la lista que hemos relatado.- LA CORRECCION GON EL CLIENTE EN PARTICULAR. La mayor parte de las decisiones disciplinarias que reprimen los comportamientos incorrectos de! abogado se refieren a las relaciones entre colegas y con menor frecuencia a las relaciones con la clientela. Por fo que se refiere a los primeros, preferimos remitir al lector mas adelante, al capitulo X, donde tratamos de los deberes de colegialidad, puesto que son bastante estrechos los vinculos entre el principio de correccion y el de colegialidad. Por cuanto concierne a las relaciones con la clientela, debemos subrayar la particular gravedad de los comportamientos incorrectos del abogado, porque este se aprovecha de su posicion de superioridad respecto del cliente, que desconoce las reglas del derecho y las de la deontologia y; Por tanto, se convierte més facilmente on victma de la poca seriedad y de la inoorreccion de su patrocinador. EI cliente puede ser embaucado por su abogado, que con comportamientos incorrectos se expone a caer bajo las sanciones no solo del ente profesional, sino también del Cédigo Penal. Comportamiento gravemente incorrecto {y por ello prohibido expresamente en el Art. 2.233, apartado 3° del Cod. Civ.) es la estipulacion del pacto de cuota litis, Adviértase que para perfeccionar este ilicito es suficiente el solo 38 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo R. Lbpez -Armine de lor Angeles Canterae hecho de realizar la estipulacion, incluso si ello no tiene después ninguna consecuencia. Se ha sancionado por incorreccién al abogado que instigd a su cliente falsificar la firma de su padre para cobrar de una compafifa de seguros una indemnizacién que le correspondia; al que retuvo su mas pertenecientes al cliente, entregdndole a cambio cheques sin fondos y efectos cambiarios protestados mas tarde al que concurre a realizar a sabiendas un acto viciado de nulidad absoluta. Se sentencid la expulsion frente a un abogado que en una reunion de gran importancia en si despacho arrancé con destreza de manos dol cliente cheques en circulacién reteniendo algunos a cuenta de sus honorarios, y que, ademas, abuso de poder en blanco que fe fue entregado por su cliente. Este ultimo caso se une a las numerosas manifestaciones de incorrecaién que vienen provocadas por la sacra auri fames, como, por ejemplo, las. excesivas presiones 0 amenazas para conseguir los honorarios; la peticién de una compensacién por prestaciones ya pagadas por la parte contraria; retenet sumas del cliente s cuenta de los honorarios todavia no liquidados; apoderarse de sumas del deudor ojecutado y restituirlas tan sélo después de un proceso por aproplacién indebida; haber énviado al codefensor una suma menor de la recibida para transmitit a éste y no haber indicado al cliente en la minuta los anticipos recibidos, dando informaciones inexactas al Consejo de Orden cuando éste lo requirid; promover mucho juicios ejecutivos para recuperar los honorarios cuando habria bastado con uno sélo.- Se dictd fa expulsion contra el abogado que habia retenido sumas y objetos de valor de propiedad del cliente, solo parcialmente restituidos, y que habia cometido otros abusos; también por haber pretendido honorarios exagerados y por haber obtenido del cliente un préstamo garantizado con tetra de cambio que, a su vencimiento, result impagada, asi como por no haber empleado como se acordé una importante suma recibida del cliente a titulo de anticipo por gastos, habiéndola utilizado en su propio provecho. Recordemos, por liltimo, que se ha considerado lesivo del principio de incorraccién el comportamiento ofensivo del abogado (hacia su cliente el principio de dignidad).- A INCORRECCION GRAVE Y.LA CONSIGUIENTE EXPULSION. Como se ha visto, el principio de correacién tiene ocasion de manifestarse especialmente en las relaciones entre los colegas. Alguntos supuestos tiene especial gravedad, como el tomar contacto directamente con la parte conttaria si advert al colega adversario o sin tener su autorizacion. Se comporta incorrectamente el abogado no informa a su colega sobre los puntos acordados, el que actita en juicio sustituyendo de hecho a un colega que ha sido expulsado del colegio e ignorando completamente el contenido del proceso, el que mantiene sus rolaciones con ef cliente no de un modo directo, sino sirviéndose de terceros, y él que provoca la proliferacion arificial de causas (dicotomia) con el solo fin de incrementar la minuta- _ DEONTOLOGIA JURIDICA_____ Un supuesto especial, que consideramos que toy esta fuera de lo corriente, ha sido recordado por CALAMANDREl, que opina que, por el deber de correccion y de dignidad profesional, el abogado que’ ha sido injuriado por la parte contraria esta obligado a no recutrr a vias caballerescas para tutelar su honor. Creemos interesante sefialar ahora algunos casos de comportamiento incorrect que ha provocado la expulsion en virtud del articulo 2 de la ley de 17 de febrero de 1971, numero 91. Como es sabido, el articulo 4 de la misma Ley distingue [a cancelacion de la inscripcion en el registro de la decision de expulsi6n, que comporta en el plano moral las més graves consecuencias de desestima y de reprobacién social. Los comportamientos que permiten esta Ultima sancion deben ser de tal gravedad que hagan incompatible la permanencia en el registro y la continuacién de la actividad forense. También la autoridad judicial se ha ‘ocupado de esta materia, El Supremo Colegio, en sentencia de 11 de abril 1959, nimero 1.070, ha afirmado que no esta en contradiccion con el articulo 4 de la Constitucién (donde se consagra el principio de derecho al trabajo) la disposicion de la Ley forense que impone la expulsi6n del profesional que con su condusta ha comprometido su reputacion y la dignidad de-la clase forense, con lo que vino a perder el requisito de la conducta distinguidisima e inmaculada que condiciona su inscripcion y permanencia en el registro. En la misma sentencia se precisa, entre otras cosas, que la violacién de las reglas deontologicas debe ser consciente y voluntara, incluso si los efactos de la conducta del agente no fueron previstos y queridos por él.- la Corte de Casacion, Secciones Unidas, ha decidido tambitn que puede constituir Violacion de la citada disposicién de la ley profesional, a causa de la amplitud de la expresién “de cualquier forma’ alli contenida. Todo acto o acontecimiento, siempre que sea idéneo para revelar una actitud moral profesional contraria a su reputacidn y a la dignidad de la clase forense. En otra ocasion, el Supremo Colegio ha considerado bien aplicada fa sancidn de la expulsién de un abogado que habia cometido una falsificacion de documento privado.- El Consejo Nacional forense se ha pronunciado muchas veces sobre supuestos en los que el comportamiento del abogado ha sido juzgado gravemente lesivo del principio de correccién y merecedor de la pena de expulsion. He aqui algunos casos en los que la incorreccién resulta de varios comportamientos distintos entre si, ya que en general la decision de expulsion se toma en consideracion a supuestos complejos: a) No haber inscrito la causa en él registro y haber proporcionado falsas noticias sobre Su pretendido desarrollo, dejando transcurrir un plazo de prescripcién, asi como haber retenido sumas y objelos preciosos de propiedad del cliente, no haber rendido 57 DEONTOLOGIA JURIDICA__— ‘Abog. Gerardo B. Léped -Armine de los Angeles Canteres cuentas a éste y haber restituido sdlo en parte las sumas ingresadas por terceros para el cliente; Haberse apropiado de sumas del cliente, haber suftido un proceso penal (cancelado Por amnistia) y haber reclamado honorarios sin tener en cuenta los anticipos recibidos; Haber rectamado honorarios exagerados y obtenido un préstamo del cliente con la gatantia de un efecto cambiario no retirado, haberse apropiedo de una importante suma de dinero destinada a llevar un asunto que nunca se cumplié, no haber depositado el rollo de la causa y la rendicién de cuentas y no haber dado las aclaraciones requeridas al Consejo del Orden; Haber abandonado la defensa en juicio penal sin justa causa, haberse apropiado de sumas del cliente, ademas de haber asumido diversas deudas, haber presentado minutas con honoratios exagerados para compensar dichas deudas, haber dado informaciones falsas sobre la marcha de la causa, no haber restituido los anticipos y haber usado el titulo de abogado sin estar inscrito en el registro correspondiente.- €) Haberse presentado, tras de muy pocos dias de la cancelacién por amnistia de un Proceso. contra su cliente, en el domicilio de la persona ofendida por éste, animandole a promover acciones por dafios contra su propio cliente y haciéndose acompafiar con tal propésito de un colega previamente instruido sobre el caso, Percibiendo una recompensacion por tal actividad, asi como por no haber entregado al ofendido el montante del resarcimiento de los dafios, = 0) d) ATENUANTES Y EXIMIENTES a relacion de los casos de grave incorreccién podria continuar, pero preferimos detenemos en este punto para sefialar, en cambio, algunos supuestos en fos que se tomd fen consideracién la posibilidad de imponer la expulsion, cosa que se excluyd después al tenerse en cuenta'las especiales condiciones subjetivas que concurrian en el imputado como atenuantes de la gravedad de su conducta, Esta orientaclbn de la jurisprudencia det Consejo nacional forense, si por un lado confirma la elasticidad de los criterios decisorios en relacién con la personalidad del inculpado, aunque también con relacion a citcunstancias objetivas exteriores que: influencian fuerterente tal personalidad, no puede dejar indiferente a quien se ponga a meditar sobre la funcidn disciplinaria que desempefta @l ente profesional; sobre todo, no debe interpretarse como un relajamiento que pudiera comprometer la eficiencia de los principios éticojuridico de ta deontologia y de la legistacion profesional quo informan los caracteres esenciales y la funcién de la profesion forense. DEONTOLOGIA JURIDICA. Los supuestos que creemos interesante recorcar en relacién a lo que acabamos de exponer son las siguientes: a) Se ha excluido la dectaracion de expulsion y se le ha sustituido por la de suspension en el ejercicio de la profesion durante un afio en consideracién la circunstancia de que las faltas alribuibles al inculpado fueron comelidas en un periodo turbulento y alormentado de su existencia, que era consecuencia de una enfermedad debida a un trauma cerebral.- La misma decision se adopt contra un joven abogado, habida cuenta de su inexperiencia y de su posibilidad de enmendarse con el tiempo (estaba acusado de negligencia, de emisin de cheques sin fondos, de haber dado informacién falsas sobre la marcha de la causa, etc.).~ Andlogamente, se decidid que no habia lugar a sentenciar la expulsion dado que el ilicito cometido no era expresion de una indignidad inenmendable y consustancial, sino era consecuencia de un error singular, si bien grave e inexcusable, que habia trastomado la personalidad del inculpado y provocado en 6 un desbarajuste ruinoso (en el caso det abogado que habia concertado oscuros asunios con su cliente, habia emitido cheques sin fondos y habia estipulado prostamos con personas insolventes sirviéndose del dinero de sus clientes, etc.) (decision que nos deja un tanto perplejos).- s 2 2 Se excluyd la declaracion de expulsion y fue sustituido por la de cancélacién en el Tegistro frente a un abogado que cometid sisteméticos incumplimientos. contractuales sufriendo actos efecutives, omnitié el pago del alquiler de su despacho y dio promesas de venta de apartamentos cuya disponibilidad forense observ que se trataba de torpes especulaciones realizadas sin mala fe.- * ELPRINCIPIO DEL DESINTERE! El principio del desinterds es ciertamente uno de los mas caracteristicos de la deontologia forense. Inspira los comportamientos del abogado en virtud de un imperativo categérico de orden ético caracterizado por su especial rigor, en cuanto que impone el profesional el Sacrificio de sus inlereses y aspiraciones persorales, incluso si son legitimos y honestos, frente al interés del cliente y al superior de la colectividad general. El concepto mismo de "servicio de piiblica necesidad’ referido a la profesion forense del artioulo 369 del Codigo Penal, y la transposiciin de dicho concepto de servicio al de funcion publica en determinadas ocasiones {como sefiala la doctrina predominante a propésito de la defensa de oficio) pone en evidencia que la actividad forense debe desarrollarse de tal modo que los intereses personales del abogado quedan separados de 59 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog, Gerardo R. Lépez~ Armine de los Angeles Canteros toda consideracion egolsta, con el fin de realizar la funcidn social de la profesion. Por ello, el principio del desinterés presupone, por un lado, la independencia y la libertad profesional, y, por otro lado, la presencia en el abogado de dotes morales solidisimas, que sé manifiestan — pero que no se agotan — en la conducta “distinguidisima e inmaculada” que condiciona la inscripcion y la permanencia en el registro profesional.- Obviamente, el principio del desinterés se une a los de probidad, dignidad y decoro profesional. El abogado debe dedicarse por completo a su cliente (el deber dévournement de los franceses) colocdndose, por encima de la lis, pero también por encima de sus Propios intereses personales y de sus propios sentimientos, hasta el limite consentido por el honor y por la dignidad profesional. Y ello porque, como se ha dicho, tos clientes son todos iguales, es decir, que se debe prescindir de su clase social y de su condicion econémica, y porque no existen causas grandes ni pequefias, debiendo ser levadas todas con el mismo calo y diigencia.- El principio de! desinterés encuentra también su expresion en elgunas disposiciones legales, como la prohibiciOn del pacto de cuota lis (art. 2.233, apartado 3° del Codigo Civil) la delictuosidad de la representacion infiel y de otras infdelidades dol abogado (arts. 380 y 981 del Céd. Penal). Se supone a contrariis el deber de hacer todo lo que es licito y posible para la mejor tutela del interés del cliente y, entre otras cosas, cumplir personalmente el encargo asumido (salvo las excepciones, previstas ene el Art. 2.332 del Céd. Civ.), no abandonar al cliente sin justa causa y sin causarle perjuicios (art. 2.237, apartado 2 del Céd. Civ). este conjunto de disposiciones legislatives confirma ta slasticidad de contenido del principio de! desinterés y al mismo tiempo la vinculacién existente entre la normativa deontolbgica y la estatal Afirma CREMIEU que el ejercicio de la profesion forense exige independencia y desinterds ¥ que, por tanto, es incompatible con todo estado de subordinacién y con el espiritu de lucro. Ciertamente, el desinterés de! abogado puede ser entendido en varios sentidos, ante todo como falta de interés en el Iiigio 0 en el asunto, ya desde el punto de vista de la ejecucion técnica, ya desde el punto de vista de la especulacién. A éste Ultimo respecto se debe poner de relieve que el abogado no esté llamado a prestar su trabajo gratuitamente, pues el contrato de obra intelectual es por su naturaleza onerosos. Por otra parte, no puede admitirse que el abogado quede completamente vinculado a las exigenclas del interés del cliente, porque la tutela de aquél se realiza objetivamente, relacion a la funcién social que caracteriza a la profesiOn forense. A la luz de estas consideraciones esté claro que el principio del desinterés es complejo y puede considerarse tanto desde la posicién del abogado como desde la del cliente. o DEONTOLOGIA JURIDICA_ ‘Rice, Gerardo R. LBpez- Armin de los Angeles Canteros problema de la posicion “desinteresada’ de! abogado aparece también cuando éste asume la posicion del abogado - empleado o cuando es parte del llamado contrato de clientela a favor de un Gnico cliente, En el primer caso, ya sabemos que la subordinacion del empleo exige que el trabajador colabore con el empresaio para la consecucion del interés de este Ultimo, pero tambien sabemos que si el objeto de la relacién de trabajo es la prestacion de labores intelectuales de naturaleza esencialmente técnica (como, en nuestro caso, las del abogado) la subordinaci6n resulta bastante detilitada y queda continada al plano de las relaciones jerérquicas. Por tanto, queda intasto en su sustancia el principio del desinterés cuando se aplica a la relacion de trabajo de! atogado-empleado, dado que el profesional permanece de todas formas separada del Iiigio y al mismo tiempo. A causa de la funcién social de la profesion ‘orense (en modo alguno afectada por el desarrollo de la profesién en régimen de empleo), independiienternente también respecto a los intereses objetivos do la empresa y del sujeto empresario. Y éste es un ente de derecho Piblico, entonces se produciré una confluencia de interés de naturaleza publica. En el caso del contralo de clientela no se puede hablar de la rolacién de subordinacion y por tanto, el principio del desinterés no sufrelimitaciones de este tipo.- LA_INCLINACION DE LA DEONTOLOGIA FORENSE HACIA LA AMIGABLE COMPOSICION DEL LITIGIO. En cuanto que inspirador del distanciamiento del defensor del titigio el susodicho principio puede considerarse como la matriz de uno de los més importantes criterios informadores de la conducta del abogado por lo que concieme a su funcién en el proceso. Queremos aludir a su deber de intentar constantemente le amigable composicion de la litis, como se deduce de la deontologta forense y como también se subraya en las coleociones de reglas Geontolagicas. Se ha dicho que el ltigio corresponde, al menos de hecho, una especie de guerra establecida entre el actor y el demandedo y por desgracia no siempre con armas corteses. El hecho mismo de la contienda cue se realiza en el proceso y el propio desarrollo procesal, aparte de constituir un trauma psiquico para las pertes Itigantes, Contribuyen a disminuir sus valores éticos, incrementando el fenomeno de la litigiosidad, y Constituyen un gasto inutil no sélo para las partes, sino también para el Estado, por no decir Olras cosas. Por todos estos motivos, relevantes desde el punto de vista social y econdmico, se debe admitir que el ltigio, aunque se lleve @ cabo con la maxima objetividad y caballerosidad posible, intentando restablecer el acuerdo entre las partes a través de la Composicién de sus intereses contradictorios. A tal efecto, un entendimiento amistoso o una transaccién razonable puede eliminar la materia contenciosa, Los intentos de. 61 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abor. Gerardo R. Lopez Armine de los Angeles Canteros conciliacion que el abogado debe procurar apenas se vea su posibilidad, responden a una indicacion bien de la moral usual, bien de exigencias sociales, o bien de la deontologia forense, que se orienta claramente en esta direccién. Para conseguir la amigable ‘composicion de la litis el abogado debera renunciar casi siempre a su interés personal {econdmico o moral), directamente ligado al desarrollo del proceso (no tendra los honorarios que derivan de un litigio largo, no se realzara su reputacion profesional por la eventual acogida por parte del juez de una brillante teséis defensiva, etc.). Esta pérdida, efectiva o potencial, de actividad profesional constituye ciertamente un dafio y un sacrificio para el abogado, que, sin embargo, esta llamado a soportarla por obediencia al principio de desinterés.- Es inutil decir la solucion amigable del litigio no debera perjudicar los intereses del cliente, es decir, que no debera realizarse en perjuicio de una de las partes y en beneficio exclusiva de la otra. Por lo demas, la adopci6n de la formula de transaccion puede salvaguardar los reciprocos intereses de las partes, incluso si a cada una de ellas se le exige un cierto sacrificio (aliquid datum, aliquid retentum), sacrificio relativo, porque, desde una perspectiva integral de los intereses del cliente, acaba por ser apreciable y coriveniente en definitiva, en cuanto que elimina dafios mayores (el riesgo del litigio y los gastos correspondientes), mientras que ofrece tranquilidad y clarifica las relaciones entre as partes con una solucion mas grata, puesto que no se impone desde arriba por sentencia. Naturalmente, fa composicion amigable de la litis se subordina a la existencia de un acuerdo libre y ‘consciente entre las partes y por ello no puede ser impuesta por sus abogados, cuya tarea se limita a llevar a cabo una labor de persuasion del modo mas eficaz posible e incluso con un eventual sactificio econdmico mediante una reduccion de sus honorarios.- Que después, en iiltimo término, el ideal de justicia se realice siempre del mejor modo a través de la sentencia del juez o a través de la amigable composici6n entre las partes, es ya otro problema. Todos saben que el concepto abstracto de justicia es fragil y que la justicia de los hombres nunca es perfecta, porque no llega nunca a satisfacer completamente los intereses contradictorios de que se trate. Por lo demas, puede convenirse, invocando un criterio utilitarista, en que las partes litigantes, honestamente aconsejadas por sus defensores, son los mejores jueces de sus propios intereses, ya que los valoran en atencion a criterios subjetivos que ningin juez podrla adoptar.- 62 DEONTOLOGIA JURIDICA. UNIDAD Vill LOS PRINGIPIOS DE INFORMACION Y DE RESERVA: EL PRINGIPIO DE INFORMACION Y EL CONSENTIMIENTO DEL GLIENTE. EI principio de informacion se refiere al deber deontolégico relevante que tiene e! abogado de poner en conocimiento del cliente, y eventualmente los colegas interesados, las noticias que se refieran a la controversia cuyo patrocinio le ha sido confiedlo 0 al asunto que se le ha encargado llevar, En particular, el abogado deberd informar sumariamente al cliente de las orientaciones de la dootrina y la jurisprudencia relativas a los problemas de derecho que se plantean en la controversia para hacerle conocedor cle las posibilidades de éxito o fracaso, aunque sea parcial y, por tanto, de los riesgos y de los gastos que supone, con el ‘in consciente para el inicio o Ia continuacion de las actuaciones legales. Lo mismo puede decirse por lo que se refiere a los asuntos extrajudiciales.- El principio de informacion es aplicable también en lo que tooa at abogado mismo, como carga de autoinformacion. Asi, debera pedir al cliente toda noticia, dato o documento Util para la defensa de sus intereses y, eventualmente, debera informarse ante terceros, entes piblicos o privados, ya para controlar la veracidad de cuanto te ha sido referido por el cliente, ya para completar, sus informaciones, ya, finalmente, para decidir si va a aceptar el encargo que se le ofrece.- Desde el punto de vista juridico se puede hablar de la carga de informaci6n, en los sentidos ya sefialados, que el abogado tiene los contactos precontractuales (en los que el abogado debe comportarse con buena fe) y en el desempefio del encargo como un elemento normal del mismo. Segin la deontologia, en tales supuestos el abogaco debe comportarse con discrecion, reserva y diligencia, teniendo en cuenta la personalidad del cliente yla naluraleza, a menudo intima, del objeto de la relacion profesional. Cuando el litigio se desenvuelve frente a una parte contraria que, a su vez, esta asistida por un defensor, el principio de informacion tiene determinados efectos respecto de las relaciones que se establecen con el abogado adversario y, bajo este aspecto, presenta alguna semejanza con el principio de colegialidad.- La Informacién es la relacién con ef cliente que tiene el lugar con cardcter previo a la Controversia es de gran importancia en orden ¢ la génesis del consentimiento del cliente y del propio abogado por lo que se refiere a la atribucién y a la aceptacién del encargo. 3 DEONTOLOGIA JURIDICA, i : ‘Nog. Gerardo R. Lope2 ~ Armine de los Angeles Canteros Como fécilmente que debe ser concluyente, claro y explicito al ilurninar al cliente sobre los diversos puntos que pueden determinar la orientacion de su voluntad. Entre otras cosas, no debera excluir !a eventualidad de una transaccién y, llegando también a ilustrar el problema desde el punto de vista procesal, debe sacar a luz las dificultades tecnicas (ast existen) y las consecuenclas, inclusive fiscales, de una determinada conclusion judicial del litigio, aunque sin pretender impartir al cliente, que es un profano, lecciones de Derecho.- No siempre es facil arrancar la verdad al cliente, ya a causa de sus cualidades mentales y del grado de cultura que posee, ya porque no es raro encontrar clientes de mala fe que intentan ocultar o desfigurar la verdad y hacerse pasar por inocentes o por victimas esperando obtener una defensa mas apasionada y mas celosa. Por ello, el abogado trataré de conocer la verdad con la mayor exactitud posible, a través de una labor delicada y dificil de exploracién de introspeccién psicolégica. Una vez que ta ha alcanzedo, su tarea es exponer al cliente con la maxima objetividad su opinion sobre las posibilidades de éxito o fracaso del litigio 0 del asunto de quo, es decir, el riesgo al que se expone y todas sus consecuencias, El abogado, si es requerido a ello, puede también dar su consejo desapasionado sobre lo que debe hacerse, prescindiendo del encargo (sobre este punto, ‘nos remitimos a lo que hemos dicho del pringipio det desinterés).- El principio de informacion desarrolla su eficacia también durante la tramitacion del litigio y ‘en su fase conclusiva. El abogado esta llamado a informar diligentemente y a su debido tiempo a su asistido sobre las vicisitudes de la controversia, con mayor premura y atencion cuando el mismo cliente sea sujeto active de determinadas vicisitudes procesales (por ejemplo, cuando debe responder a un interrogatorlo o prestar juramento, o sujetarse a una investigacién policial, o efectuar un reconocimiento de cosas, etc.). ‘Ademas del mandato de representacién en juicio (que puede asumir diversas formas), por lo general el cliente confiere un mandato genérico verbal se presume referido a todas las prestaciones que el caso (no solo procesal) exige para la mejor tutela de sus intereses. Si durante el transcurso de la causa la situacion procesal o material se modifica notoriamente respecto a la partida, conviene pair la renovacién del consentimiento del cliente.- Por lo que se refiere a ta informacion al colega adversario, Ja misma es obligatoria deontolégicamente en ciertas circunstancias, como en el caso de aplazamienio de oficio de la causa si no se dispone en presencia de ambos defensores.- EL CONTENIDO DE LA INFORMACION, A\| proceder a informar al cliente, el abogado no esta obligado a requerir su consentimiento sobre la tinea de conducta técnica a seguir, pues esta dotado a este respecto de una amplia facultad discrecional, si bien vinculada a las reglas del arte y al fin espectfico que et lionte se propone conseguir. Sin embargo, se deben tener en cuenta las instrucciones del 64 DeonrotogiasuripicA___ “Abog. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros cliente, siempre que no perjudiquen la reputacién profesional del abogado. Es obligato, segiin la deontologia, aconsejar la solucion mas sencilla, mas breve y menos costosa, asi como instruir al cliente sobre el comportamiento correcto que debe observar ante el juez y ante la parte contraria.- En cuanto al fondo del asunto y a sus vicisitudes procesales, ‘las informaciones se caracterizan por la mayor cautela, a fin de impetir al cliente, profano en estas cuestiones juridicas, que pueda inmiscuirse en problemas técnicos que no son de su incumbencia. Alguien ha sefialado que no se deben dar al cliente informaciones que le ofrezcan la posibilidad de realizar una conducta injusta (por ejemplo, indicarle la eventualidad de una apelaci6n con objeto meramente aplazatorio o advertirle de la proxima emanacin de un mandato de captura, por lo que aquél intentari hacerse inencontrable). Ciertamente, el cliente podré recoger las mismas informaciones por otros medios y, en consecuencia autodeterminarse libremente, Se aftade que el abogado no debe comunicar las ” informaciones de pasillo reservadas, que se adquieren aulomaticamente frecuentando las secretarias de los tribunales, y menos aun en aquellos casos on que la transmision se considera delito.- Por diltimo, el deber de informacion opera con la misma extension también en relacion con el ente profesional; por ejemplo, en caso de requerimientos explicitos de informacion o en otras circunstancias, en base al principio de la necesaria colaboracién del colegio en las iniciativas y en |a actividad institucional y del ents profesional.- EL PRINCIPIO DE RESERVA EI principio de reserva no s6lo impone al abogado mantener un secreto todo de cualquier forma ha llegado a su conocimiento con ocasiin del desemperio del encargo profesional que-el cliente le confirid, sino que le impone también observar una conducta inspirada en la discrecion y reserva absoluta, bien en los contactos directos con su cliente, bien con sus familiares y causahabientes, a cuanto tiene que ver con las viclsitudes de la controversia 0 del asunto, sino que se extiende a cualquier otra circunstancia en la que los citados sujetos estén directa 0 indirectamente implicados. Por ello, desde un punto de vista deontoldgico, el deber de reserva presenta un contenido mas amplio de! que normalmente se atribuye a la obligacién de mantener el secreto profesional, segiin el articulo 622 del Codigo Penal. Esta serie de comportamientos obligatorios de diverso contenido (positivo y negativo) deriva de la especial situacién de necesidad sn que se encuentra el cliente, que ha de desvelar al abogado sus infimas y delicades situaciones ligadas al encargo profesional, y de la consiguiente exigencia de que aquél tenga confianza en su patrocinador guardard celosamente las noticias y los objetos que se le confian en tale circunstancias. Por su parte, su abogado se halla en situacién de adquirir con facilidad noticias de caracter reservado que pertenecen a la esfera de intimidad privada de su asistido. Es de interés 65 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog. Gerardo R. Lopez —Armine de los Angeles Canteros general, que se vincula a la exigencia de funcionalidad de \a profesién forense, que el abogado debe observar comportamientos de estricta reserva sobre estas vicisitudes intimas del cliente, puesto que el Estado esta llamado a tutelar la funcionalidad de ta profesion garantizando a todo ciudadano la libertad de poder desenvolverse con plena confianza y sin ninguna preocupacion ante su abogado (tanto mas cuanto que la Ley obliga en muchos casos a recurrir 4 su patrocinio), con plena seguridad de que éste mantendra en secreto lo que se le confie 0 lo que llegue a su conocimiento de cualquier forma con ocasion del desemperio del mandato- Es evidente que en esta materia las reglas de la deontologia profesional tiene un contenido mas amplio que las de la Ley, ya que estan profundamente impregnadas de las reglas de la costumbre y de la moral usual.- Algunas colecciones de deontologia forense se timitan a sancionar juridicamente un deber de reserva, remitiéndose al significado que este vocablo encierra segun el lenguaje comin y también, en nuostra opinion, al concepto de right of privagy (si se admite que sea juridicamente relevante).. Tampoco se excluye su reflejo contractual, porque se debe presumir que el cliente, al asignar el encargo al abogado, se confia a su direccion y reserva.- Se ha observado que las confidencias que el cliente hace a.sv abogado sirven para la defensa y estan destinadas a ser divulgadas, observacion que no es del todo cierta, porque el abogado tiene el deber de distinguir lo que conveniente o posible de utilizar en la labor de defensa de aquello que, en cambio, debe permanecer en secreto. Se podria mas bien decir que el principio de informacion, que se apoya sobre una base completamente diferente, pero, considerandolo bien, la contradiccin no existe, porque este Ultimo principio se refiere al conocimiento de noticias; de hechos, de cosas y de circunstancias que sirven.a la tarea de defensa, mientras que las noticias que se dan al cliente sobre la marcha de la causa quedan confinadas entre abogado y asistido, De cualquier forma, la regla general es la conservacién del secreto sobre todo con relacion a terceros, pero la solucion debe buscarse en cada caso cuando se trate de utilizar las noticias obtenidas de la forma que sea, con él fin de tutelar del mejor modo posible el interés del cliente.- RESERVA Y SEGRETO PROFESIONAL, Entre fa regulacion juridica del secreto profesional y el principio deontologico de reserva oxiston vinculos estrechos, Basta pensar en el concepto de justa causa de revetacidn det secreto adoptado por el legislator y referiio al deber de ética profesional de comportarse con reserva, 0 bien considerar punible (penal y disciplinariaments) la violact6n del seoreto, “6 DEONTOLOGIA JURIDICA, yrdo R. Lopez ine de los Angeles Canteros, ademés de por dolo, por inobservancia de las reglas deontolagicas en cuanto estas estén comprendidas en los “reglamentos y disciplinas” que sefiala el articulo 43 del Codigo Penal. Naturalmente, no es posible trasladar en bloque el plano deontol6gico toda la problematica sobre esta materia que sido objeto de debate ertre los juristas. Sin embargo, somos de la opinién de que los conceptos de justa causa de revelacibn de! secreto, de disciplina y de orden de la autoridad piblica de revelar el secreto no pueden dejar de desplegar su eficacia también para el deontologo. Por el contrario, a aulorizacion de revelar el secreto dada por el propio cliente no es suficiente para hacer licita tal revelacion, de hecho, ef cliente, titular del secreto, no esta vinculado por ningén deber de reserva, pero el abogado sl. Por tanto, no parece valida la consideracion de que el permiso de revelacian concedido por el cliente equivalga a la justa causa del Articulo 622 del Codigo Penal. Se debe, pues, concluir que el caso sefialado prevalece el interes general a la conservacion del secreto.- Diferente es la hipdtesis de que el cliente confiera al abogado mandato expreso de revelar el secreto a determinadas personas. Entonces sera conveniente que el abogado se haga entregar al efecto un escrito de autorizacion.- Se ha preguntado si es licita la autorizacion a revelar el secreto dada por el Consejo del Orden a demanda expresa del jurista interesado. Es necesario distinguir si se trata de un caso personal individualizado o si la autorizacion tiene un contenido genérico. Nosotros nos inclinamos por la respuesta negativa en el primer caso, En cambio, en el segundo caso se deberd distinguir si se trata de supuestos que ocurren frecuentemente o si los motives que estan en la base de la revelacion a permitir tiene un valor social. Se ha invocado también el estado de necesidad (art. 54 apartado 1° del Cad. Pen.) para legitimar la dispensa de la obligacion de mantener el secreto, cuando existe la necesidad inderogable a salvarse a si mismo o a otros de un peligro actual, no eliminable de otro modo y no provocado, de dafio grave, a las persona, Parece que esta norma puede ser invocada a motivos de naturaleza social, si bien desde un punto de vista meramente ético laeximente del estado de necesidad no esta litre de criticas.- Se ha considerado justa causa de revelacién del secreto profesional la que se realiza indirectamente con ocasion de la presentacion de la minuta al juez o al Consejo del Orden con el fin de liquidarla, asi como la necesidad del profesional de defenderse a si mismo de una grave acusacion que pudiera dafiar su honor y su reputacion - Es inutil subrayar que mientras en virtud del articulo 622 del Codigo Penal la existencia de un dafio derivado de la revelacién del secrets se considera como condicion objetivo de o7 DEONTOLOGIA JURIDICA Gerardo cles Canteros ‘punibilidad, por el contrario, en el plano deontologico la posibilidad de dafio no se configura como condicién sine que non para entablar la accion disciplinaria, por lo que se puede considerarse que la violacion del principio de reserva existe in re ipsa, es decir, en el hecho mismo de la revelacién o del comportamiento ilcito.- Un aspecto especial del problema tratado mas arriba es el de la conservacion del secreto post mortem (det cliente). Somos de la opinion de que, incluso en este caso, en alencion al principio de reserva, el abogado esta obligado a comportarse con la mas estricla discrecién, especialmente cuando después de la muerte del cliente sobrevivan herederos interesados en la conservaci6n del secreto.- LA TRANSMISION DEL SECRETO. Delicados problemas surgen con ocasidn de la llamada “transmision del secreto", es decir, cuando las noticias reservadas deben ser comunicadas a otras personas interesadas igualmente en el desarrollo del asunto, por ejemplo, cuando el abogado elegido por el cliente, por razones diversas, es sustituido por otro, o cuando el juez nombra un consejero tecnico. En estos casos es evidente que el abogado que sustituye a su colega o el consejero técnico necesitan conocer de todos los extremos de la situaoién procesal o del problema a resolver y el abogado saliente puede confiarles las informaciones reservadas con requisito de que el cliente no se oponga a ello. Tal requisito puede ser desmentido directamente por el cliente con su prohibicion expresa, pero, en tal caso, se viene a plantear una situacién embarazosa para él. Recuérdese, de todas formas, que el desistimiento unilateral del profesional debe realizarse en base a justa causa y siempre que ho cause perjuicios al cliente (art. 2.337, apartado 3° del Cod. Civ.), Puede ocurrir que de la transmision no autorizada del seoreto se derive algin dafio, por lo que el abogado sallente debe proceder con mucha cautela.- Hemos seftalado ya que el principio de reserva no se agota en comportamientos negativos (callar), sino que se refiere también a comportamientos activos, que son los que deban observarse en cada circunstancia para salvaguardar la intimidad privada del cliente y de sus familiares y causahabientes. También debe mantenerse la reserva en especiales manifestaciones de la vida privada del profesional que puedan violar de cualquier forma el citado principio. Por ejemplo, deben evitarse las entrevistas con los periodistas o las llamadas conferencias de prensa en torno a procesos sonados que atraen la curiosidad y el interés del piblico. En tales ocasiones (que deontologicamente deben evitarse también por 68 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘bog. Gerardo R. Lopez -Armine de los Angeles Canteros. otros motivos, como el de la autopropaganda) el abogado se expone a violar el secreto profesional y a comportarse de manera contrariaa la prescripcion de reserva.- VARIAS HIPOTESIS DE COMPORTAMIENTOS DE RESERVA En dicha prescripcion entra el deber del abogado de tratar los asuntos profesionales en su despacho y no en lugares piblicos (en los cafés, en la calle...). Entra también en ella la prohibicion de tralar al cliente con excesiva confianza @ intimidad, Cierto es que tales manifestaciones de familiaridad son a veces el resultado natural de relaciones de profunda amistad 0 parentesco y que, en todo caso, facilitan la confianza del cliente hacia el abogado (es decir le predisponen a la sinceridad), pero que, no obstante, y excluidos los casos de amistad 0 parentesco, podrian autorizar al abogado servirse de ello para fines extrafios ala causa.- Esta claro también que los documentos o los objetos depositados on el despacho del abogado por razén de litigio 0 del asunto estén destinados a quedar cubierlos por el sooreto (cfr. Art. 341 del Cod. Proc, Penal), Existe, sin embargo, el peligro de que los empleados del despacho (mecandgrafos, mozos, seoretatios) tengan conogimiento de lo que debe quedar an secreto de oficio (art. 622 de! Cod. Pen.), pero el abogado titular del despacho podria responder personalmente por negligencia en la elecci6n o en la vigilancia (culpa in eligendo 0 culpa in vigilando) no sdlo desde el punto de vista civilista, sino también desde et deontolégico.- La obligacion de mantener el secreto no impids que el abogado pueda recurtir a ciertas argucias licitas con el fin de impedir dafios graves, que ‘Seguramente se producirian si se conservase el secreto en ciertas circunstancias,- En la puesta en marcha de tales argucias podré servirse incluso personal de su despacho, haturalmente bajo su responsabilidad. En tal caso se producirla una hipdlesis de transmision necesaria del secreto.- LA ABSTENCION DE PRESTAR TESTIMONIO, Una forma especial de tutela legislativa del secrato profesional es la facultad que se Goncede al abogado de abstenerse de atestiquar, sobre todo, lo que le fue confiado o que ha legado a su conocimiento por razon de desempefto de su actividad profesional (ars, 351 del Cod, Proc. Pen. Y 249 del Cod. Proc, Gwil). Notese que al abogado se le concede una facultad discrecional de abstenerse de alestiguar, facultad que la que puede Prevalecerse 0 no, En este punto es donde ertra en juego las reglas deontolégicas, De 9 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros ‘hecho, el abogado debera valorar los pros y los contras y, en consecuencia, en virtud de la ética profesional, deponer como testigo 0, por el'contrario, abstenerse invocando el secreto profesional, Naturalmente, debera tener en cuenta también el interés general de la recta administraci6n de la justicia, a la que colabora precisamente, Se encontrara, pues, frente a un conflict de intereses no siempre fécilmente resoluble. Retengamos en todo caso que, en consideraci6n al especial trato de favor concedido por el legislador al abogado, en garantia de la funcionalidad de la profesién forense, podran prevalecer mas facilmente los intereses del cliente en la de decisién de abstenerse de deponer.- El abogado puede negarse a atestiguar incluso si el cliente la ha autorizado a presentarse para ello. De hecho, coherentemente con lo dicho mas arriba, en este supuesto el abogado queda también vinculado al principio de reserva y no puede sustraerse a las exigencias de discrecion, reserva y prudencia que caracterizan su profesién, mientras que el cliente no esta vinculado por estos deberes 0 por otros andlogos. Este podria querer, en un caso limite, su propio perjuicio autorizando a su abogado a atestiguar, pero el abogado no esta obligado a secundarle, porque su labor propia es tutelar el interés del cliente y no la de dafiarlo. Tampoco podria dectarar en su testimonio que no sabe nada o que no recuerda, si sabe 0 recuerda, porque antes de mentir puede prevalecerse de la facultad de abstencion.- UTILIZACION DE INFORMAGIONES RESERVADAS COMUNICADAS EX ADVERSO (REMISION). Recordemos, por iltimo, una especial manifestaciin del deber de reserva (que tiene relevancia también-a propésito de! deber de colegialidad) y que es la prohibicién establecida de hacer uso de verter, en juiclo, informaciones, corespondencia o documentos reservados comunicados amistosamente por el abogado de la parte contraria, © bien propuestas de caracter transaccional, para prevalerse de ellas con fines de defensa. Sin embargo, se ha decidido que tal deber no existe para las comunicasiones mantenidas por los representantes adversarios, que a causa de su contenido sean susceptibles de incidir en la situacion juridica de las partes. Tal decision puede producit cierta perplejidad, a menos que dichas comunicaciones se puedan calficar claramente como no reservadas.- DEONTOLOGIA JURIDICA Z ‘Abog. Gerardo R. Lépez - Armine de los Angeles Canteros UNIDAD Ix EL PRINCIPIO DE LA LEALTAD PROCESAL: EL_CONCEPTO DE LEALTAD. REFERIDO A LOS GOMPORTAMIENTOS DE LOS ABOGADOS. En nuestro ordenamiento juridico se toma en consideracion la obligacion genética de comportarse lealmente en materia contractual, desde el punto de vista de la buena fey de la correccion (arts. 1337, 1336, 1375 y 1.175 del Cédigo Civil), Estos dos conceptos constituyen un criterio de valoracion y de calificacion del comportamiento de las partes, pero para su individualizacion es posible recur también a las reglas de la deontologia, haturalmente cuando segtin esta ditima se exija un comportamiento caracterizado por estos. dos conceptos. Desde un punto de vista més general y meta juridico puede encontrarse un Geber de leeltad como regla de la costumbre, desprovisto de sancién juridica, pero que {iene una sancién ética no menos relevante en la desestima y-en la reprobacién de la Mmayorla de los miembros de la colectividad con respecto a los que no observan tales reglas. Desde un punto de vista socio-politico se podria considerar también que la lealtad @s una de tantas manifestaciones del deber de solidaridad que sefiala el articulo 12 de la Constitucién, pero donde el deber de lealtad asume una gran importancia es en el sector de las profesiones intelectuales libres y, €n particular, en la profesién forense, en donde se foma en consideracién, tanto por el derecho, somo Por la deontologia. Bajo este titimo aspecto, el principio de lealtad se une a otros principios genereles, como los de correccion, do reserva, de colegialidad, Practicamente se reffere a todos los comportamientos que el abogado suele tener en sus relaciones inter subjetivas Y que tienen un cierto nexo con el éercicio de la profesi6n, en armonia con el sentmiento de auto responsabilidad que resulta del deber de mantener la palabra dada, de obrar abiertamente, sin tortuosidades o 2quivocos, honestamente y respetando las regs del juego (far play) - En el sector del arte forense el principio de lealtad desempefia un notable papel, sobre todo &n las situaciones procesales, en las relaciones con colegas, con ls jueces, con el cliente ¥ Gon la parte contraria y con el mismo Orden grofesional. Como ya se ha advertido, tiene la relevancia en un doble aspecto: juridico Y deontolagico, pero en la base del primero es facil encontrar elementos de claro origen deontolagico,-- No debe excluirse tampoco un reflejo de caracter sociolégico con relacion ala pertenencia del abogado a un grupo social que se identifica en el Orden Y que tiene el caracter de n DEONTOLOGIA JURIDICA_ bp ine de los Angeles Canteros ‘comunidad (Gemeinschaft) cuyo miembros estén reciprocamente vinculados por deberes de lealtad, de fidelidad, de solidaridad y de camaraderta.- LOS COMPORTAMIENTOS SEGUN LEALTAD Y PROBIDAD DE LOS ARTS. 54, 52, 53 DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES Y 56 CODIGO PROCESAL DEL TRABAJO. Art. 56 del Cédigo Procesal Lahoral dice: Los litigantes deberan comportarse con lealtad y probidad durante el proceso. El Juez tendra la facultad para desestimar toda peticion o acto que implique dilatacion manifiesta del litigio 0 fuere superfiuo para ta proteccién eficaz de los intereses debatidos.- DESLEALTAD, DOLO PROCESAL., a SOBRE SI EL ARTICULO 51 DEL CPC, DERIVA DE LA OBLIGACION DE DECIR LA VERDAD. PROHIBICION DE USAR EXPRESIONES INCONVENIENTES U OFENSIVAS Cae dentro del deber de lealtad y probidad procesal el comportarse segiin las reglas de decoro, de la correccién y de ta buena educacién, bien en los contactos humanos con los colagas, con las partes Itigantes, con los jueces y con los funcionarios de las secretarias, bien en los escritos defensivos, en las alegaciones, en los informes orales y en las conclusiones, Con relacion a este ultimo ART. 31 DE LA LEY 4376/88" No procedera la regulacién de honorarios a favor del profesional 0 apoderado o patrocinante de la parte que hubiera incurrido en plus petitio manifiesta, declarada en la sentencia.- ‘Tampoco procedera la regulacion cuando por resolucion fundada del juez o tribunal califique de negligente la conducta observada por el profesional, 'o reputase de mala fe o que hubiese ejercido abusivamente los derechos. A los efectos de la regulacion no serén considerados los escritos 0 trabajos notoriamente inoficiosos,- 2 DEONTOLOGIA JURIDICA. ‘Abeg. Gerardo R, Lépez Armine de os Angeles Canteros UNIDAD X EL PRINCIPIO DE LA COLEGIALIDAD EL GRUPO PROFESIONAL CONSIDERADO DESDE UN PUNTO DE VISTA HISTORICO. Y.SOCIOLOGICO COMO UNA COMUNIDAD Y LOS DEBERES QUE PERTENECEN A 6 EI principio de colegialidad tiene origenes antiguos y se base tradiciones profundamente enraizades en la vida profesional. Presenta aspectos generales que son comunes a toda profesion libre intelectual y aspectos especiales que se refieren en concreto a cada profesion y que estén en funcion de su naturaleza especifica y de las caracteristicas especiales de su ejercicio. El concepto mismo ds colegialidad presupone la union de varias personas ligadas entre si por sus intereses comunes que, nuestro caso se refieren al ejercicio de la misma actividad profesional. Etimologicamente el término colegialidad también da idea de vinculo interno de estos sujetos, tanto mas si se relnen formalmente en una organizacion de base corporativa. No es facil establecer el contenido preciso del concepto de colegialidad y, por tanto, del deber del mismo riombre. Una investigacion de caracter sociologico e histérico podria sacarlo ala luz con bastante claridad, pero nosotros no debemos limitamos a unos cuantos catos. Historicamente, las corporaciones profesionales, varias'de las cuales (como las de los médicos, los abogados, los notarios, y otras mas (tienen origenes antiquisimos y nobles tradiciones, presentaban esquemas ‘organizativos de gran interés (baste recordar los estatutos de las corporaciones medievales de artes y oficios), A través de la evolucién de estas instituciones juridicas el nicleo fundamental de la corporacion quedé inalterado, mientras que cambiaron sus poderes, sus atribuciones y, en parte, sus finalidades. Estas dltimas son actualmente solo de caracter profesional. Los ordenamientos juridicos modernos han heredado, puede decirse, la regulacién estatutaria de estas corporaciones y la han adaptado a las exigencias del moderho Estado de Derecho, aun conservando ciertas reminiscencias de caracter socio- juridico, El grupo profesional resultante de los inscritos en el registro se organiza en al Orden que, segun consideran la doctrina y la jurisprudencia, es una institucién en sentido ‘tecnicojuridico (es decir, un ordenamiento juridico particular). Esta, bajo el aspecto sociolégico, presenta los rasgos de una comunidad necesaria (Gemeinschafl) cuyos miembros tienen intereses iguales, 0 comunes, que perseguir y que salvaguarda con el esfuerzo de todos, dado que el esfuerzo de unc solo seria ineficaz para conseguir tal fin, Tales intereses, aunque tienen cardcter sectorial o categorial, son relevantes también para el Estado a causa del reconocimiento que éste ha hecho de la funcion social de B DEONTOLOGIA JURIDICA ge ‘Abog. Gerardo R.Lope2 -Armine de los Angeles Canteros determinadas profesiones, que precisamente ha regulado con una legislacion especial caracterizada por esquemas uniformes.~ El grupo profesional organizado asume algunos caracteres de la Gemeinschaft y alguno otros de la Gesellschaft, segin la clasica distinclén introducida por TONNIES, En nuestra humilde opinién, prevalecen los de la Gemeinschaft en consideracién de la tradicién historica y al reconocimiento de facto y de iure de la funcién social ejercitada por las profesiones hoy juridicamente reguladas por el Estado de Derecho. Por ello esta claro que los miembros del grupo estén ligados entre si por un vinculo orgénico que les estimula y les obliga a tener determinados comportamientos homogéneos al objeto de salvaguardar el bien comin sectorial. Segun la tradicion tales comportamientos se caracterizan por los conceptos de fidelidad, lealtad, camaraderia, confianza reciproca y solidaridad, que pueden considerarse confluyentes en el concepto genérico de colegialidad. Los socidlogos ha puesto en evidencia el llamado sentimiento de colegialidad que se basa, a su vez, en el sentido de pertenencia a la Gemeinschaii, de cuyo espiritu (Geist) los miembros del grupo estan 0 deben estar imbuidos y al que estan llamados a adecuar sus comportamientos. Este sentido del deber, en cuanto que se pertenece al grupo, se denomina de varias formas (kamaraderie, confraterite, colegialidad), si bien con diversos matices de significado reciprocos de fidelidad, de lealtad, de solidaridad, de confianza, de respeto, de cortesia de estima y de ayuda mutua- Por lo que se refiere a la profesion forense, también ésta presenta estos caracteres otiginarios y por ello los inseritos en los registros de abogados y de procuradores y en él registro de patrocinadores, en ‘cuanto que pertenecen al grupo social cerrado cualificado por la funcién de la presién forense, estan llamados a comporlarse segiin el principio de la deontologia forense ha elaborado sobre la base de inveteradas tradiciones inspiradas en los conceptos mas arriba indicados y que se denomina comunmente principio de colegialidad.- Como es facil comprender, presenta notables puntos de contacto con el de lealtad (en particular si nos referimos a los comportamientos del abogado con ocasién de la celebracidn de los procesos judiciales y administrativos).- LOS VINCULOS DE COLEGIALIDAD SEGUN LA DEONTOLOGIA. Entre los miembros de las antiguas corporaciones profesionales existia una férrea cohesion, garantizada por el poder disciplinario enérgicamente ejarcitado por fa corporacion 4 DEONTOLOGIA JURIDICA ~ Roce. Gerardo R. Lépez~ Amine de los Angeles Canteras y que eventualmenie se ejecutaba por su brazo secular, por lo que se referia a los castigos corporales y a las penas de detencion. El poder disciplinario ejercitado hoy por los entes profesionales no es mas que un palido reflejo del de otro tiempo, pero también hoy, como entonces, las faltas contra el deber de colegialidad se castigan en via disciplinaria.- Las decisiones tomadas a que respecto por los Consejos del Orden y por el Consejo Nacional Forense ponen de manifiesto una casulstica variopinta y compleja que es imposible reducir a la unidad. La especificacion de lo que debe hacerse o no hacerse para conformarse al principio de colegialidad se obtiene teniendo presente la serie de deberes inherentes a la insercion en una comunidad que hemos mencionado un poco mas arriba. No,se debe considerarse el sentimiento de colegialidad con espititu faccioso o sectario y, por tanto, no puede invocarse para cubrir con cortinas de humo los comportamientos ilicitos de un colega por el solo hecho de que provengan de un colega, que ha de ser defendido a toda costa.- El principio de colegialidad se agota en e! Ambito de la categoria profesional, pero va més alla del Ambito de la actividad profesional tipica. Asi, el articulo 20 del Colegio Deontolégico Forense de LOMBARDIA sanciona “El abogado debe caracterizar toda su conducta, incluso fuera del ejercicio profesional, por la mas cordial lealtad y correccién frente a sus colegas, demostrando y tratando de merecer confianza reciproca, respetando la palabra dada y usando la maxima cortesia’.- Con la relacién a los miembros de los organos del ente profesional e! citado principio no pierde valor, pero su aplicacion se hace funcién de fa consecucién y la salvaguarda de los fines institucionales del ente, que son prioritarios en todo caso, Ciertamente, todos los inscritos en el registro estan llamados a colaborar reciprocamente en las tareas necesarias, para la consecucion de los fines comunes de la profesion.- El principio de colegialidad no impide que los jévenes abogados deban comportarse con respecto y deferencia frente a los colegiados ancianos, prescindiendo del grado de afirmacion profesional que cada uno haya adquirido, A su vez, los ancianos deberan ser ejemplo y guia para los jovenes, respecto de los que deberan comportarse amigablemente. La institucién de la pasantia impone a los titulares del estudio donde se realiza esa practica el convertirse en maestros de los pasentes tratarles con humanidad y comprension y completar la ensefienza de la practica profesional con la indicacion de las reglas deontolégicas, dando ellos mismos ejemplo de su aplicacion correcta en el ejercicio de la profesién.- EI principio de colegialidad esta ampliamente ‘mpregnado de un sentimiento solidario pero no siempre coincide con e! concepto de solidaridad. Por ejemplo, desempefia una labor solidaria el abogado que fuera del proceso sale espontaneamente en defensa de un colega 75 DEONTOLOGIA JURIDICA = ‘Abog. Gerardo R. Lépez Armine de los Angeles eros adversario de eventuales errores en que haya incurrido o en lo que vaya a incurtir, pero entra dentro de él si no se trata del colega adversario unas adelante hablaremos del abogado que se aprovecha del error en que ha caido su adversario.~ La solidaridad entre abogados se manifiesta en general fuera del proceso y se basa en la consideracién de la personalidad humana del colega, extendiéndose, llegado el caso, a sus parientes mas cercanos. La intervencién a favor de un colega afectado por la enfermedad 0 | infortunio se caracteriza por sentimientos de fraternidad, de amistad, de amor al projimo que se siente cercano también porque ejerce 1a misma profesion.- El sentimiento de colegialidad se.distingue por una relacion mas intima con él ejercicio de la profesién. Es expresiOn de él, por ejemplo, sustituir en una audiencia al colega enfermo o imposibilitado por cualquier causa, proporcionarle libros y revistas juridicas u ofrecerle sugerencias de caracter técnico para la resolucién de un proiblema juridico dificil, etc.~ COLEGIALIDAD Y_ENFRENTAMIENTOS EN EL EJERCICIO DE LA PROFESION FORENSE. El temperamento personal del abogado tiene ocasion de manifestarse claramente y a veces con exuberancia en las situaciones procesales y en las relaciones profesionales en general citando se enfrenta con colegas de temperamento semejante o contratio. El principio de colegialidad opera entonces como freno o correctivo. A menudo los debates entre las partes y sus abogados se desarrollan en un clima enrarecido por conflictos de intereses, agravados por enfrentamientos personales que casi siempre surgen entre los defensores, El propio legistador ha torado en cuenta esta realidad humana, como hemos visto a propésito de los Arts. 88 y 89 del Codigo Procesal Civil y 589 del Codigo Penal, normas que estan superadas en cierto sentido por ta deontologia forense y, en la préctica, por la posibilidad de intervencién del ente profesional en via disciplinaria.~ LA COMPETENCIA ENTRE COLEGAS. Hemos observado en las pAginas precedentes que los comportamientos del abogado caracterizados por un espititu de colegialidad son bastantes: variados € igualmente variados y a veces increibles son los supuestos que daban a aquélla. En este parégrafo llamamos la atencion sobre un comportamiento malicloso que constituye una grave ofensa al principio de colegialidad, cual es la competencia desleal entre colagas, que presenta como manifestaciones principales la swsreccin dolosa de clientes habitueles de un DEONTOLOGIA sURIDICA__ as ‘Abo. Gerardo R Lopez Armin de los Angeles Canteros determinado colega y la realizacién de hechos que provocan la desviacion de clientela con dafio a varios colegas, sobre todo en determinadas especialidades.- Se ha dicho por la doctrina si la competencia entre profesionales libres ejercitada con sistemas incorrectos debe cualificarse como competencia desleal, al igual que la que se realiza entre trabajadores del sector econdmico, o bien si debe calificarse como ilicita desde un punto de vista deontoldgico, prescindiendo de la posibilidad de aplicar por analogia el principio de correccion del articulo 2598, apartado 3°, de! Codigo Civil Efectivamente, se puede encontrar también en el sector profesional un fenomeno de desviacion de la clientela semejante al que tiene lugar en el sector econdmico, provocado por comportamientos incorrectos y maliciosos de los profesionales. Se trata de ver hasta que punto dichos comportamientos estan afectados de incorreccion malicia. Es sabido que la clientela es un bien fluciuante por natualeza. Corresponde al abogado saber conservarla, sin que pueda hipolecarla a su favor, Sin embargo, cae dentro del deber de colegialidad que el abogado al que se dirige po" primera vez un cliente debe indagar con discrecién si este habia tenido ocasion de servirse de otro colega para dicho asunto o para asuntos distintos, y es una buena regla de advertir al colega que le haya procedido que ha recibido un encargo de un antiguo cliente suyo, Puede ocurir tales precodentes y que le explique los motivos por los que ha preferido abandonar a su primer defensor. Pueden surgir situaciones bastante delicadas y quiza embarazosas para el nuevo defensor en relaoi6n con el otro, pero creemos que una actitud de sincerided y de confianza puede resoWverlas facilmente.- Realiza actos de competencia que nosotros llamariamos desleal el abogado que recurre a contactos personales directos con el cliente de un colega haciendo una labor de persuasion para que se sirva de su propio trabjo, levantando dudas sobre la capacidad profesional de Su colega 0, peor alin, arrojando descrédito sobre él, bien en orden a su conducta moral, bien con relacién a sus dotes profesionales. Desde un punto de vista mas general, es decir, refiriéndonos a comportamientos competenciales que no afectan a un sujeto determinado, recordemos que se utlizan arguclas de caracter ms o menos propagandistico (ilicitas por si mismas), como el envio de circulares impresas 0 mecanografiadas a clientes habituales de un determinado colega que goza de amplia reputacion y del favor de una numerosa clientela, poniendo de manifiesto determinades capacidades profesionales del que las envia, actividades especializadas que probablemente no habian sido muy cultivadas por el colega al que se trata de hacer la competencia.- 2ES LICITO APROVECHARSE DEL DESCUIDO DE UN COLEG) 7 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog. Gerardo R. Lips ine de tos Angeles Canteros Se discute si el aprovecharse del error o del descuido del colega ativersario para mejorar la posicin del cliente propio constituye un acto de violacion del principio de colegialidad. Es Necesario ante todo introducir una distincién entre descuido, que puede tener lugar de buena fe, a menudo por motivos de orden fisiolagico (como la faliga o las consecuencias de una enfermedad) y e! error sobre las normas juridicas, En este dlimo caso no deben existir dudas. Si el abogado errado, imputet sibi las consecuencias legales de su error (por ejemplo, una preclusion procesal por transcurso de los plazos). Por lo que se refiere ala distraccién es necesario una ulterior distincién. Si es resultado de la falta de atencion debida supone una negligencia, es decir, una culpa leve y como tal no se deberla perdonar, pero si se trata de una desatencién banal en la que cualquiera pueda caer entonces el comportamiento del abogado descuidado puede ser considerado desde un punto de vista deontolégico con mayor comprensién. Piénsese, por ejemplo, en el caso bastante frecuente de ausencia del abogado de una audiencia instructora por olvido o por error de anotacidn en la agenda del despacho. Le sera entonces facil al colega adversario mediante una llamada telefonica desde la seoretaria del juzgado. Pero puede haber complicaciones; Un testigo que haya venido de una lejana localidad para ser oldo y que no puede regresar para otra audiencia, a no ser que el juez expida un exhorto (que puede ser solicitado por el mismo abogado que present6 al testigo). EI interés del cliente se tutelara entonces no consintiendo ei aplazamiento de la audiencia, Por lo menos en lo que se refiere ala necesidad de oir al testigo de palabra- Seguin una practica no infrecuente en algunos ambientes forenses se suelen pasar por alto facilmente los descuidos leves y también los errores banales (que pueden incluirse también entre los descuidos) de! colega adversario, siompre quo ello no se derive un dafio irreparable para el cliente, tanto por razones de colegialidad y de solidaridad profesional cuanto por razones de utilidad, sobre la base de una situacién idéntica podria ocurrirle en el futuro al abogado que ahora renuncia a haber valer la excepcion que el descuido de su colega podria autorizar. Al obrar asi, él principio deontolégico de colegialidad se deriva de su fin natural y se transforma en una especie de compromiso uliltarista para perdonar por regla general los descuidos, No ocullamos, a pesar de todo, que circunstancias especiales, subjetivas y objetivas, siempre se prueben, que determinar la imposibilidad del abogado para cumplir puntualmente sus deberes, pueden justiicar una aotitud de benevolencia del abogado adversario frente a la desventura de un colega. La solucion, no siempre facil, do este dilema podria encontrarse en la valoracion objetiva del interés del cliente propio. En realidad, si éste no puede quedar perjudicado por una benévola concesidn que se pretende hacer a un colega descuidado 0 desafortunado, el abogado al que corresponda — ‘Ace. Gerardo R. Lopez Armine de los Angeles Canteros dicho problema podré actuar como mejor le parezca en relacion con las. diferentes circunstancias personales y del caso.- CASUISTICA La violacion del deber de colegialidad puede asumir otros muchos aspectos. La urisprudencia disciplinaria sobre este teria es bastante nutrida y de ella elegimos algunos casos interesantes.- Infringe el deber de colegialidad el abogado que se pone directamente en contacto con ta parte contraria y trate con ésta en eusencia de su abogado, o sin su previa autorizacion; el que no se presenta puntualmente a los acuerdos que establece con sus colegas 0 a las audiencias instructoras; el que no contesta con prontitud la correspondencia del abogado que a escribe y que tiene su domiciio en otto lugar; el que trata descortésmente a sus colegas; el que no ofrece condiciones decoroses en su despacho a los pasantes y a sus demas colaboradores y no les retribuye adecuadamente. Cuando, con el consejo de su cliente, se asocia a otro colega para la defensa, debera proceder de acuerdo con éste a una razonable distribucion de las tareas y no impartirie ordenes autoritariamente, Debera proporcioner un fondo conveniente para gastos al Procurador que reside fuera de su ciudad, respondiendo personalmente del pago de los honoratios que le correspondan.- El abogado encargado de actuar judicialmente contra un colega o de presentar denuncia Penal contra 6! esta obligado a:pedir la aprobacion previa del Presidente del Consejo de Orden y entonces opera con mayor rigor el deber de intentar la conciliacion amistosa- LA INFORMAGION A LOS COLEC Sabemos que el abogado debe informar a su cliente y a sus colegas del desarrollo del proceso, La informacion con respecto a los colegas entra evidentemente también en el deber de colegialidad. En caso de sustitucion del defensor por otro (lo que puede oourrir Por motivos varios, relativos al cliente o al pro‘esional), es obligado informar al abogado sustituto sobre el estado del proceso y de todas las circunstancias que lo rodean y que pueden ser files para la defensa de los intereses del cliente. Este deber de informacion podria afiadirse indirectamente al precepto sancionado por el apartado 3° del Cédigo Civil, que prescribe que la retirada del prestador de servicios debe efectuarse de modo que se eviten perjuicios al cliente. Han sido castigados disciplinariamente por haber observado comportamientos de insinceridad y de falta de compaferismo los abogados que han proporcionado 2 DEONTOLOG/AJURIDICA__— ‘Abog. Gerardo, Lépe-/mine de los Angeles Canteros Informaciones falsas sobre la materia del proceso a un colega adversario. Por el contrario, Se ha considerado licito el comportamiento del abogado que asistid a una persona en una controversia derivada de un contrato sin haber advertido previamente al colega que la habia asistido en la estipulacién de dicho contrato. Y tampoco fue culpado de violacién del deber de colegialidad el abogado que, por razones de urgencia, concreto directamente con la parte contraria una transaccién, si bien en presencia de amigos y parientes de ambas partes @ inmediatamente después se informd al colega no presonte. Igualmente se consideré licito el comportamiento del abogado que, temiendo que seria causa de perjuicio para su cliente el retraso de una subasta de bienes muebles, habia procedido a ella, no obstante la promesa hecha a un colega adversario de esperar a su regreso de las vacaciones y dado que no habla cuenta también de la conducta incorrecta de la parte contraria.~ En caso de sustitucion de un defensor por otro se ha considerado obligado para el que sustituye no solo advertir al colega que la ha precedido en el encargo, sino también asegurarse, segiin prevén algunos Cédigos deontolégicos de que le ha sido pagada la compensacion que se le debe. Esta toma de posicion puede dejamnos parplejos; cae dentro dol deber de colegialidad actuar con premura y celo a fin de que dichos honorarios se satisfagan efectivamente, cuando el abogado pida al abogado que lo sustituye que se tome tal interés.- LIMITES DEL DEBER DE COLEGIALIDAD. El principio de oolegialidad se aplica con serena objetividad, teniendo en cuenta que en todo caso debe realizarse la funci6n social de la profesion. En este sentido, la citada funcién opera como un limite al deber de colegialidad que, por lo demas, no puede justiticar comportamientos de complacencia o de connivencia con colegas que no estan legitimados para el ejercicio de la profesion 0 que, al ejercerla, se comportan de un modo incorrecto. Por tanto, el abogado deberd abstenerse de prestar de cualquier forma su nombre y su actividad a colegas que han sido expulsados 0 borrados del registro 0 suspendidos en él servicio de la profesion (incluso mediante disposicion cautelar). Deberd igualmente evitar encubrir con su propio nombre o ceder la utilzacion de su despacho 0 colaborar de cualquier manera a la realizacién de las actividades profesionales de agencias, oficinas, asociaciones y otros enfes como quiera que se lamen que de hecho se ocupan de aotividades afines a las que son de la competencia de tos despachos de abogados.- Se ha decidido que en el caso de proveder a continuar un procedimiento iniciado por un colega expulsado, el abogado encargado de sustituirlo debe evitar 80 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog. Gerardo rede los Angeles Canteros ART. 31 DE EY N° 1376/88 Art, 31°. - No procederdi la regulacién de honora‘ios en favor del profesional apoderado o Patrocinante de la parte que hubiera incurrido e7 plus petiio manifiesta, decterada en la Sentencia. Tampoco procederé la regulacién cuando por resolucién fundada, el Juez o Tribunal califique de negligente la conducta observada por el profesional, lo reputase litigante de mala fe © que hubiese ejercitado abusivamente los derechos. A los efectos de la regulacion no serén considerados los escritos o trabajos notoriamente inoficiosos. 81 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog, Gerardo R. Lopez ~Armine de los Angeles Canteros UNIDAD Xt LAS RELACIONES ENTRE ABOGADOS Y ENTRE CLIENTES: CONOCIMIENTO Y CONFIANZA RECIPROCAS. La relacion entre el abogado y cliente, puede considerarse desde varios puntos de vista Ante todo, desde el Jurfdico, respecto de los derechos y obligaciones que derivan para las partes del contrato de prestacién de obra intelectual. En segundo lugar, desde un punto de vista sociologico, respecto al comportamiento que las mismes partes observan con ocasion del desarrollo de la relacién profesional; en fin, desde un punto de vista deontoldgico, por lo que concierne al modo de actuar no técnico del abogado frente al cliente y en atencidn ala ética forense Es especialmente a éste respecto cuando salta a los ojes el carécter_ personal de la relacion profesional, a causa del contacto humano que tiene lugar entre las partes y a causa de la naturaleza del objeto del contrato de que se trata. Sabido es que la relacion que se establece entre el abogado y el cliente viene acotada por un caracter personal y fiducidiario, asi como por el hecho de que el cliente se confia a su patrocinador, debido sobre todo a la consideracién que el primero tiene de las dotes de capacidad de trabajo (técnicas y morales) del segundo. Conviene subrayar que el abogado no solo debe estar dotado de las cualidades técnicas, morales y dispositivas adecuadas a la profesién forense: y la especialidad eventualmente elegida, sino también de dotes de instrospeccion psicolégica, al electo de aprehender los aspectos mas recbnditos de la personalidad de su asistido, de los testigos, de los jueces y, en definitiva, de todos aquellos que de cualquier forma cumplen un papel en el desarrollo del proceso en el que asume la defensa de su dliente, Estas dotes son un instrumento precioso de conocimiento, que es de gran utilidad para la actividad técnica de la labor de defensa. Esta cinco que de los dos sujetos de la relacién profesional el abogado es el que tiene las redes en la mano y quien est destinado a desempetiar una funcién de arrastre en ésta telacion intersubjetiva, encontrandose el misrno, al.menos en teoria, en posicion de relativa superioridad respacto al cliente que, desconocedor de las regias juridicas, no conoce él ~ ambiente forense y judicial y sufre por lo general el trauma psiquico del litigio en el que se ve envuelto como actor, como demandado o como acusado. EL DEBER DE FIDELIDAD DEL ABOGADO. 82 DEONTOLOGIA JURIDICA ~~ Abog. Gerardo R, Lopez -Armine de los Angeles Canteros Desde el punto de vista de la deontologia forense puede afirmarse la existencia de un deber de fidelidad del abogado, sobre lodo porque entre la normativa estatal (Cod. Civil, principaimente) la deontologica existen vinculos evidentes en la cuestion que examinamos; en segundo lugar, porque hay una estrecha relacibn entre el otorgamiento de la confianza del diente al ahogado y la dedicacién de este tltimo, con respecto de su asistido, en el marco de los deberes de probidad, reserva, correccién e informacidn; finalmente, porque la valoraci6n profesional que consideramos presenta, como sabemos, un cardcter humano y personal por excelencia. Se puede perflar pues, segiin la deontologta un deber de fidelidad que en la préctica tiene numerosas manifestaciones. A este respecto, se ha afirmado, entre otras cosas, que el abogado, no debe desenmascarar al acusado defendido por el, que miente al juez; que debe fijar sus conclusiones en base a lo que resulte del proceso y no en base a la confesion que ha recibido de su cliente; que no debe revelar al juez la verdad, incluso si su cliente acusa falsamente a un tercero del delito que estaba acusado, (abrigamos ciertas dudas sobre |a licitud de estos comportamientos). DIVERSAS APLICACIONES DEL PRINCIPIO DE INTERES BUENA FE. Como sabemos, uno de los principios de la deontologia forense en el del desinterés. En virtud del mismo, el abogado debe renunciar é toda ventaja de interés personal, moral 0 ‘econdmico que pueda derivarse directa 0 indiractamente de la aceptacion del encargo, De ello se deduce, entre olias cosas, que esta obligado a asistir a su cliente con el mismo grado de diligencia y con igual empefio moral, prescindiendo de su clase social, de sus condiciones econdmicas y de su clase 9 religion. Por ello debera mantener libre de toda tentacion la expectativa de la compensacién por la actividad prestada y la misma deontologia confirma la licttud de 1a pretension correspondiente, siempre que no sea exagerada o desproporcionada o pactada con violacion de la Ley. La abogacia no puede configurarse como un instrumento de enriquecimiento o de especulacién y por ello el allegado no debe subordinar la aceptacion del encargo a la previsién de la compensacion mas alta posible, ni hacer distingos entre las causas que le aseguran unos pingtie honorario y las causas de las que no obtiene mas que una modestisima remuneracion o que, en realidad, no le reportan nada o que, pero ain, pueden constituir una carga para el. CANDIAN advierte muy justamente que no existen causas grandes y causas pequefias, 83 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘Abog, Gerardo R. Lopez. Armine de los Angeles Canteros En la defensa de oficio y en el patrocinio gratuito la falta de compensacion no debe impedir al abogado comportarse con el empefio y la diligencia. debidos en cualquier otro procedimiento. ACTUALIZACION CIENTIFICA Y OTROS COMPORTAMIENTOS | OBLIGATORIOS CON RELACION AL CLIENTE BUENA FE ACTUALIZACION CIENTIFICA Y OTROS COMPORTAMIENTOS OBLIGATORIOS CON RELACION AL CLIENTE. Como sabemos, las relaciones inter subjetivas entre el abogado y el cliente deben caracterizarse por la buena de y también sabemos que este debe tener un doble origen; Legislativo y deontolégico. Un comportamiento caracterizado por este deber asi, como por los de correccion y dignidad, consiste en rechazar el encargo que parezca superior a las propias fuerzas. Sin embargo, con el consentimiento de su cliente, el abogado puede asociarse a un colega més experlo 0 a un especialista en la meteria en cuestion. La iniciativa de esta colaboracion entre colegas parle casi siempre del abogado y 4s obligatoria, segin la deontologia forense, s6lo si confluye en el interés del cliente y debe demostrarse el sentido de auto responsabilidad del abogado frente a complicaciones sobrevenidas en la tramitacion de la causa que le ha sido asignada, Distinta es la peticion de opiniones juridicas a abogados mas experlos 0 a profesorés universitatios de Derecho, tal como entra los médicos se recurre a la “consulta. Naturalmente el cliente debe conocer lodo esto, tanto mas cuanto que es 6! quien debe sufragar lo que cuesta. De acuerdo a la legislacion Civil, el profesional debe ejecutar “exactamente" y “diligentemente" su prestacién, en atencién a la naturaleza técnica de la misma, puesto que la inobservancia de estas obligaciones comportaria una disminucién de su reputacion profesional y desdoro para la profesion. Es evidente que, para asistir exacta y diligentemente y también escrupulosamento y en conciencia a su cliente, el abogado no puede ignorar la evoluci6n legistativa, doctrinal y jurisprudencial, pues en caso contrario Correria el riesgo de causar graves dafios al cliente y ofenderia su propio decoro y el prestigio de la profesion. Otro deber que os ambivalente en los sentidos antes expresados es ol de prestar personalmente los propios servicios profesionales, al menos en general y por fo que 84 DEONTOLOGIA JURIDICA, 108. Gerardo R. Lopez -Armine de tos Ang respecta al contenido esencial de la prestacibn. En realidad la relacion profesional de que se trata tiene naturoleza esenctalmente personal (se estipula intuitu personae) y fiduciaria, Elo confirma también, desde uri punto de vista meramente deontolégico, el deber de la prestacion personal, que evidencia un aspecto de deber de fidelidad. Se discute si el abogado, tiene el deber de aconsejar a su cliente (naturalmente cuando el objeto de la rolacion no es la emisién de un consejo 0, mas exaotamente, de un parecer pro veritalc). Podria admitirse que se trata de un deber inherente a la aceptacién del encargo, o bien que entra en ol principio de integracion legal del contrato, pero esta Gltima opinion nos deja perplejos ACEPTACION FORMAL DEL CARGO La aceptacidn del encargo debe ir precedida de un cuidadoso examen de Ia licitud, incluso desde un punto de vista moral, de! objeto de la controversia, o si se trata de un caso penal, de los motivos de defensa invocables honestamente. ‘Aqui nos limitamos subrayar que la aceptacién del encargo debe realizarse con mucha claridad por el abogado incluso si, como ocurre de ordinario, no se redacta un contrato por escrito, salvo la redaccién de poder “Ad litem’, segin férmulas estereotipas Lo que cuenta es que la aceptacién del encargo debe hacerse con conocimiento de las responsabilidades que derivan de ello. Por tanto, no es ficita ninguna reserva mental sino que el encargo debe ser cumplido persoralmente con la debida diligencia y segin los intereses contractuales en el marco de los comportamientos que son obligatorios en virtud de los principios y de las reglas de la deontologfa forense, en el interés del cliente yenel general. Como sabemos la relacién profesional “de quo", es esencialmente fiduciaria y el cliente pone lado su confianza en las dotes de capacidad de trabajo técnicas y morales del representante elegido, la deontologia estab ece que este no debe decepcionar esta confianza. Por tanto, el hecho de haber admitido la peticién de asistencia legal que le formulé un cliente obliga; al abogado a comoortarse con el espirity de dedicacién del que hemos hablado anteriormente y proceder al desempefio de la actividad necesaria seguin los principios y las reglas indicados mas arriba, La aceptacién del encargo, pues, es fuente de responsabilidades hacia el cliente, pero ‘también hacia uno mismo y hacia el gremio profesional, 85 DEONTOLOGIA JURIDICA, ‘bog. Gerardo R. Léper - Armnine delos Angeles Canteros. DESARROLLO DE LA RELACION Durante el desarrollo de la relacién operan plenamente los principios deontolégico generales ya comentados. A propdsito de la informacién recordamos que el cliente no sdlo debe ser informado de las vicisitudes del proceso, sitio que también debe ser advertide cuando éstas se hagan necesaria una modificacién de la linea de conducta originaria que se habia acordado tener en la causa. Eventualmerite debera ser renovado el congentimiento del dente. Cuando su participacién personal en los actos interlocutorios sea ordenada por el jvez, el abogado tiene el deber de instruir al cliente sobre las formalidades correspondientes, de asistirlo personalmente y llegado el caso, infundirle valor si se trata de una persona temierosa € impresionable. Es especialmente en estos casos cuando se manifiesta el caracter humano de la abogacis. Si el cliente ha entregado al abogado sumas que deben distribuirse de diversas formas © le ha dado anticipos sobre los gastos o el abogado ha ingresado de terceros sumas por cuenta del cliente y en casos semejantes, tiene ei deber de presentar periédicamente una rendicién de cuentas y consignar en seguida las sumas entregadas. En cuanto al deber de fidelidad, el mismo tiene ocasién de manifestarse de diversas formas durante el desarrollo de la relacién, en particular es importante la prohibicién de colusién con la parte contraria, que se une a otros comportamientos semejantes prohibidos por la ley. : El abogado no debe en ningun caso, imponer su voluntad al cliente, incluso si entiende que obra en su exclusivo interés. Ciertamente si se trata de problemas de mera técnica Juridica el abogado tiene razin en insistir e incluso en ser intransigente, por que en tal caso anda en juego no sélo el interés de sus asistido, sino también su propia dignidad profesional. En todo caso, frente a la oposicién rotunda del cliente no le queda mas que renunciar al mandato CESE DE LA RELACION La cesacién del encargo coincide normalmente con la finalizacién del asunto (emisién de una sentencia definitiva o eliminacién en cualquier forma de la materia contenciosa; conclusién 0 abandono del asunto etc.). E} encargo puede cesar también antes de tiempo por desistimiento unilateral de una de las partes de la relacién. El desistimiento del profesional ha de tener lugar, sin embargo, tan sdlo por justa causa ysin perjudicar al cliente. 86 DEONTOLOGIA JURIDICA ‘Abog, Gerardo R. Lépez~ Armine de los Angeles Canteras En cuanto a la Justa causa, ésta puede invocarse por el abogado también por motivos de orden ético; por ejemplo, si considera dafiado su honor profesional por la conducta irrespetuosa de su cliente 0 si sobrevienen circunstancias tales que hagan ilicito 0 inmoral el objeto de la relacién. C.P.P.Art. 64.- Cesacién de la representacién. La representacién de los apoderados cesa: a. por revocacién del mandato en el proceso. En este caso, el poderdante deberé comparecer por si 0 constituir nuevo apoderado sin necesidad de emplazamiento o citacién, so pena de continvarse el juicio en rebeldia. La sola presentacién del mandante sin pedir Feconocimiento de personeria, no revoca el poder; b. por renuncia, en cuyo caso el apoderado deberd, bajo pena de dafios y perjuicios, continuar con las gestiones hasta que hubiera vencido el plazo que el juez fijare al poderdante para reemplazarlo 0 comparecer por si. La fijacién del plazo se hard bajo apercibimiento de continuarse el juicio en rebeldia. La resolucién que asi lo disponga deberé notificarse por cédula enel domicilio real del mandante; . por haber cesado la personalidad con que litigaba el poderdante; d. por haber concluido la causa para la cual se le otorgé el poder; @. por muerte 0 _incapacidad sobreviniente del poderdante. En tales casos se suspenderd la tramitacién del proceso. El apoderedo seguiré en ejercicio por el plazo que le fije el juez, a su pedido. Cuando el fallecimiento o la incapacidad hubierellegado a conocimiento del _mandatario, éste ceberd hacerlo presente al juez o ‘tribunal dentro del plazo de diez dias, bajo pena de perder el derecho de cobrar los honorarios que se devengaren con posterioridad. En la misma sancién incurrirs el mandatario que omita denunciar el nombre y domicilio de los herederos, 0 del representante legal, silos conociere; y f. por muerte o inhabilidad del apoderado. En tales casos, se suspenderd la tramitacién del juicio y al Juez fijar8 al mandante un plazo para que comparezca por si o por nuevo apoderado, bajo apercibimiento de continvar el juicio en rebeldia, 87 DEONTOLOG{A JURIDICA__ ‘Abog. Gerardo R. Lpez - Armine de los Angeles Canteros UNIDAD XII LAS RELACIONES CON EL ENTE PROFESIONAL Y CON LOS MAGISTRADOS: LAS RELAGIONES CON EL ENTE PROFESIONAL EN GENERAL. Las relaciones que se establecen entre los inscriptos en al registro y el ente profesional se configuran por la doctrina como relaciones jerérquicas de subordinacién particular que se buscan en la inscripoién del profesional en un grupo comunitario organizado en el que el inscrito esume la cualidad de miembro organico ~ Estas relaciones tiene relevancia desde un triple punto de vista: el juridico, el sociol6gico y el deontol6gico. Bajo el primer aspecto, el legisladior so ha preocupado de dar a las relaciones que se desarrollan dentro del ordenamiento profesional el caréctet de democraticidad; bajo el segundo, los miembros del grupo contraen deberes de lealtad, fidelidad colaboracién, respeto mutuo y camaraderia, ya en base a la naturaleza institucional del grupo mismo al que le legislador ha dotado de personalidad; desde el tercer punto de vista, los propios miembros del grupo deben caracterizar sus comportamientos y, por tanto, sus relaciones reciprocas por los principios deontolégicos de correccién, colegialidad, lealtad y los demas que ya hemos mencionado, en base a fa tradicion y a los reglamentos intemos del ente (en caso de que existan) - Se ha observado que existe un deber de lealtad del colegiado hacia el ente profesional, deber que derivaria de la nocion misma de profesion organizada que prohibe todo comportamiento contrario a los intereses de la categoria. En virtud de ello estarlan prohibidas incluso las eriticas que presenten una version inexacta de los hechos o que sean contrarias a la buena fe y a la correccion profesional. No podemos dejar de resaltar que fa pertenencia al grupo no impide al profesional ejercitar todos los. derechos y libertades que corresponden a todo ciudadano, como el derecho de libertad, de expresion y opinion y, por tanto, el derecho de critica, tanto mas cuanto que el estatulo intemo de la profesion establecido en base a un esquema cuyas lineas maestras han sido elaboradas por el legislador, garantiza un régimen de libertades democraticas que permite, incluso en el plano de la jerarquia de las relaciones, el libre desarrollo de la personalidad del colegiado.- Dentro de este complejo cuadro, la deontologia forense desempefia un ‘papel equilibrador, por un lado, permite al inscrito el ejercicio de derechos como ciudadano que se ha incluido voluntariamente en un grupo profesional organizado; por otro lado, le exige la existencia y funcionlaidad del grupo mismo y que se traducen en deberes de colaboracién, La Critica honesta y objetiva puede entenderse también como colaboracion constructiva, Abog. Gerardo R. Lopez - Armine de los Angeles Canteros EL COLEGIO DE ABOGADOS DEL PARAGUAY. ESTATUTOS ESTATUTOS SOCIALES DE LA ASOCIACION DE MAGISTRADOS JUDICIALES | DENOMINACION, NATURALEZA Y DOMICILIO Art.1®.- La Asociacion de Magistrados Judiciaes del Paraguay, fundada el veinte y ‘ocho de febrero de mil novecientos cincuenta y ocho, es una entidad que nuclea a todos los Magistrados Judiciales de la Republica. (Mod. Introducida en Asamblea Gral. Ext. de fecha 10/08/2002) Art. 2°. El domicilio de la ASOCIACION es la ciudad de Asuncion, sin perjuicio de la facultad de la Comision Directiva de establecerlo en cualquier lugar del pais, de conformidad con estos Estatutos, ll DE LA COMPOSICION, LOS FINES Y OBJETIVOS Art 3°. La ASOCIACION esta constituida por todos los Magistrados Judiciales de la Reptilica de todos los fueros y grados, designados por los modos y mecanismos previstos en la Constitucion Nacional y las layes pertinentes. Art. 4°. Son fines y objetivos de LA ASOCIACION, los siguientes: a) representar a los asociados en la defensa de sus legitimos intereses gremiales; b) propender que los cargos en la Magistratura sean llenados por el sistema de ascensos, en los casos que hubiere lugar. en atencién a una buena administracién de justicia, y de acuerdo a una ley de carrera judicial; c) auspiciar el prog’eso de la legislacién en general acorde a las necesidades del pais y con miras al mejoramiento de la administracion de justicia; d) crear una biblioteca, proporcionar y divulgar estudics de interés juridico y forense; @) estrechar vinculos de camaraderla entre los asociados; f) mantener Telaciones de cooperacion y asistencia con entidades similares nacionales y extranjeras; g) representar a los asociados ante los organos correspondientes para la defensa de sus legitimos derechos, velando por el respeto a la dignidad de la Magistratura Judicial; h) promover fa investigacion cientifica, técnica y cultural en el Ambito del Derecho, apoyada con la tecnologia de la informacion y comunicacion a objeto de generar, impulsar y procurar el desarrollo y capacitacién profesional de sus asociados para beneficio del misino y del Poder Judicial; i) estimular debates, andlisis criticos e investigaciones cientificas, en cooperacién con los Organos judiciales, tendientes al mejoramiento de la Administracion de Justicia en la Republica; 89 DEONTOLOGIA JURIDICA, Abog. Gerardo R. Lépez - Armine de los Angeles Canteros ) organizer y mantener los servicios de informaciin documental, bibliografica referencial, estadisticas y académicas, a disposicion y para el desarrollo profesional de sus asociados y, al efecto, promover el acceso y participacion activa en redes y/o sistemas de informacion nacional e@ intemacional mediante convenios de coparticipacién y cooperacién; k) difundir, entre los asociados, informacién general y/o especifica de las actividades de la Asociacion; |) promover y organizar actividades, tales como: congresos, seminarios, simposios, talleres, cursos, etc., nacionales @ internacionales; m) propiciar la organizacion de un régimen de prevision, de mutualidad, de fondos de contingencia, de ahorro y de contratacién de seguro médico para los asociados; fi) auspiciar la institucion y promulgacién de un Estatuto del Magistrado Judicial; 0) gestionar ante los érganos superiores la promulgacién, modificacién o derogacién de Acordadas para la dinamizacién y el mejoramiento de la Administracién de Justicia lil- PROHIBIGIONES Art. 58- La ASOCIACION no podré comprometerse ni inmiscuirse en cuestiones politicas partidarias, religiosas, raciales 0 en cuestiones o intereses que ponga en riesgo la independencia de la misma y la de sus miembros. No se admitiran discriminacion de ningtin orden (politica, religiosa, racial, sexo, etc). Art. 6°.- La duracién de LA ASOCIACION sera por tiempo indefinido y subsistira en la medida que sea necesaria para la consecucin de sus fines. Art. 7°.- LA ASOCIACION podra disolverse por decisién de una Asamblea General Extraordinaria convocada a ese efecto, en votacion diracta dal 75% (setenta y cinco por ciento) de la totalidad de los socios activos que estén al dia en sus cuotas y compromisos con LA ASOCIACION. En caso de disolucién, Ja Asamblea decidird el destino del patrimonio, con preferencia a instituciones afines a su objetivo. OTROS COLEGIO © ASOCIACIONES DE PROFESIONALES EN EL INTERIOR DEL PAIS. 90 DEONTOLOGIA JURIDICA__ ‘Abog. Gerardo R. Lpee Arming de tos Angeles Canteros LAS RELACIONES CON LOS MAGISTRADO: Sobre las relaciones existentes entre los abogarlos y los magistrados hay una copiosa literatura que se refiere también a los problerras éticos de la actividad profesional y de la funcion de juez. Estas relaciones han sido consideradas desde distintos puntos de vista, segun la cualificacién profesional de! abogado y de! magistrado de que se trate. Por ello las opiniones expresadas de cuando en cuando no siempre coinciden. CARNELUTT! ha puesto de relieve agudamente no ya la utilidad, sino la necesidad del didlogo con el juez no combaten con armas iguales y que pcr ello la abogacla vive bajo el signo de la humillacion, Asi como el defensor debe saber controlarse en virtud del respeto debido al magistrado, este Ultimo, a su vez, debe saber excusar las eventuales salidas de tono del defensor. CARNELUTTI cancluye previniendo que el humanismo. de los jueces no es menos necesario que el de los abogados para el proceso, Los cédigos de deontologia forense afrontan el problema de estas relaciones con regla de carécter general que prescriben al abogado comportarse con corlesta, respeto, espiritu de colaboracion, prohibiondc toda adulacion servil y recomendando la exigencia de comportamientos andlogos por parte del magistrado. Entre otras cosas, se exhorta al abogado a refer! al Presidente del Consejo del Orden los eventuales abusos 0 comportamientos incorrectos comatidos por el juez en perjuicio de aquel En algunos cédigos se prescribe que debe evitarse mantener relaciones de familiarided y confianza con el magistrado, con el fin de obtener favores o preferencias 0 actitudes benévolas en los procedimientos en curso; se previene que ‘no debe empefiarse la palabra frente al juez sobre la verdad de los hechos expuestos por el cliente (salvo en el caso de que se disponga como testigo en la debida forma); se prohibe tratar directamente con el juez en ausencia del colega adversario, a menos que existan justas razones para ello, El abogado debe poner un cuidado especial cuando ditige criticas en sus intervenciones orales 0 en sus escritos (que en principios son, ademas de licitos — dejando de lado la correccidn de la forma — odligatorios) a las decisiones tomadas por el juez. En tales casos, el abogado deber& atenerse a estrictos criterios de objetividad, sin descender a personalizaciones y separando el problema juridico de que se trate del que ha redactado la disposicién criticada. 91 DEONTOLOGIA suRIDICA__ ‘Abog. Gerardo R. Lpez ~ Armine de los Angeles Canteros Recordemos, a estos efectos, qué se ha discutido en la doctrina sobre la licitud del llamado “comentario sobre una causa propia’, es decir, de una “nota” o de un escrito de caracter cientifico y con entonacién polémica o claramente critica publicado en una tevista juridica o en otro lugar y que contenga el comentario a una disposicién de! juez tomada en una causa en la que el redactor estricto actud como abogado de una de las partes, Como es sabido se trata de la practica bastante frecuente de las “notas jurisprudenciales” que de ordinario son redaotadas por estudiosos del derecho extrafios a la controversia objeto de la nota. La licitud de! comentario sobre causa propia no puede ponerse en duda, siempre que el contenido del escrito responda a criterios de objetividad cientifica y que las expresiones no dafien el honor del redactor de la disposicién o del cuerpo judicial o de la Magistratura en general. Entre otras cosas, se sefiala la conveniencia de que el autor de ta nota la haga publica solamente después del final del proceso en que realiza su labor de defensor.- Se ha propuesto otras reglas de comportamiento del abogado en sus relaciones con los jueces, tales como las siguientes: a) no incitar al juez a que haga mal uso de sus poderes, b) pedir dignamente encargos a la autoridad juridica (nominaciones de oficio, curatela, etc.), no como si se.pidiese limosna, silo como si se hiciese valer un derecho; c) no hacer reparar:al juez los errores en que haya caido cuando se tornan en ventajas para el cliente.- Esta Ultima solucién nos deja perplejos. En realidad la verdad podria aparecer mas tarde en el mismo procedimiento o en los tramites posteriores (y en tal caso con notorio dafio para el cliente). En todo caso, no podemos dejar que obrando asi, el abogado no cumpliria su deber como colaborador de la administracion de justicia. Por ef contrario no puede negarse la validez actual del viejo aforismo “nemo tenetur edere contra se” interpretandolo con una cierta amplitud, por lo que el silencio del defensor podria estar justificado en algunas circunstancias, Sin embargo, es necesario distinguir entre los diferentes tipos de error (imputable al juez). Si la equivocacién es macroscépica, el abogado debe hacerlo advertir con la mayor discrecion posible, bien por ol respeto obligado hacia el juez (al que perjudicarla ta publicidad del suceso), bien hacia el cliente, que podria no darse cuenta exactamente de la escrupulosidad de su defensor e interpretarla como una violacion del deber de asistencia. En cambio, si se trata de errores de poca monta, que no influyen sustancialmente en la posicion juridica del cliente, es preferible la regla del silencio.- 92 DEONTOLOGIAJURIDICA ‘bog. Gerardo R. Lopez ~ Armine de los Angeles Canteros EI principio de dignidad profesional rio impice que el abogado pueda valerse de Medios licitos 0 permitidos para lamar la atencién de los superiores jerdrquicos del magistrado sobre comportamiento de este Ultimo que sean contrarios no s6lo a las leyes y al ordenamiento judicial en relacién directa con su actuacién en el proceso o en funciones de oficio (siempre que no se prevean otros rernedios en los cddigos fituarios 0 en las disposiciones de caracter procesal), sino también a los principios usuales del buen vivir cuidando que regulan las relaciones: sociales por lo que respecta a la urbanidad que debe existir en los contactos entre el juez y el abogado, Por lo demas consideramos que antes de proceder en tal sentido es obligatorio interpelar al Presidente del Consejo de Orden.- En general, los Consejos de! Orden y el Consejo nacional forense al enjuiciar un comportamiento ofensivo hacia e! magistrado tienen en cuenta las circunstancias objetivas los moviles y la responsabilidad profesional del abogado con objeto de atenuar las sanciones disciplinarias.- LOS MANDAMIENTOS DEL ABOGADO. DECALOGO DE SAN IVO (1253-1303). LEI Abogado debe pedir ayuda a Dios en sus trabajos, pues Dios es el primer protector de la Justicia. | Ning Abogado aceptara la defensa de casos injustos, porque son emniciosos a la conciencia y al decoro profesional Ill, El Abogado no debe cargar al clients con gastos excesivos, IV. Ningiin Abogado debe utilizar, en el patrocinio de los casos que le sean Confiados, medios ilicitos 0 injustos. V. Debs tratar el caso de cada cliente como si fusse el suyo propio, VI. No debe evitar trabajo ni tiempo para obtener la victoria del caso que tenga encargado. Vil. Ningdn Abogado debe aceptar mas causas de las que el tiempo disponible le permite, Vill. El Abogado debe amar la Justicia y la honraclez, tanto como las nifias de Sus ojos. 93 DEONTOLOGIA JURIDICA__— ‘Abog. Gerardo R. Léper- Armine de los Angeles Canteros IX. La demora y la negligencia de un Abogado causan perjuicio al cliente y cuando eso acontece, debe indemnizarlo. X, Para hacer una buena defensa e! Abogado debe ser veridico, sincero y lagico, MANDAMIENTOS DEL ABOGADO - DE COUTURE NDA i Mi. Vil Vill. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serén cada dia un poco menos Abogado. Piensa, El Derecho se aprende estudiando, pero se ejarce pensando. Trabeja. La Abogacia es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia, Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el dia que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia Sé Ileal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti, Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo, Leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe onfiar en lo que tu le dices y que, en curanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que ti Ie invocas, Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya Ten paciencia. El tiempo so venga de Jas cosas que se hacen sin su colaboracion. Ten fo, Ten fe en ol Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en ta Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como Substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz, Olvida, La Abogacia es una lucha de pasiones, Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegarta un dia en que la vida seria imposible para fi. Coneluido e! combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota, Ama tu profesién. Trata de considerar la Abogacia de tal manera que el dia que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proporcionatle que sea Abogado. DEONTOLOGIA juRIDICA_ ‘Abog. Gerardo. Lopez - Armine de los Angeles Canteros DECALOGO DEL. ABOGADO ~ MANUEL. OSSORIO. |. Noppases por encima de un éstado de tu conciencia, Il. Noaceptes una conviccién qué no tengas, UWL. No te rindas ante a popularidad ni adules fa tanta IV. Piensa siempre que td eres para el clignte y no el cliente para t, V. No procures nunca en los ‘vibundles ser mas que los magistrates pero no consienlas ser menos. Vi. Ten fe en la razén que es fo que en general prevalece, Vil. Pon la moral por encima de las leyes. Vill. Aprecia como el mejor de los textos el sentido comin, IX. Procura la paz como el mayor de los triunfos. X. Busca siempre la Justicia por el carro deta sincera y sin otras armas que las de tu saber. LOS MANDAMIENTOS DEL JUEZ. 1. Se consciente que como Juez se te ha encomendado la funcion més elevada a la que un ser humano puede aspirar, como s juzgar a las personas, pues se te ha confiado su vida, sulibertad, su honor, su tranquiidad y su patimenio. Recuerda que tu conducta personal y funcional debe ser ejemplar, coherente con el proyecto de vida que e! servicio de justia y la sociedad esperan de fi, pues de ello depende la dignidad del cargo, que te ha sido encomendado. 3, No.Juzgues desde tu moral, tus costumbres ¢ tu forma de vida, preserva las que todos aciiten para vivir y seguir viendo en sociedad. 4, No-abdiques ante el poder, la popularided, la autoridad del cargo, que son pasejeros, busca tu legimidad en fa justcia, la probided y el respeto alos demas. 5. No penmitas que elementos politicos, sociales, econdmicos o de amistad te parton de la verdad y de la jusficia en tus decisiones, pues quien sucumbe ante ellos no morece el cargo. 6 No foe Que fa pasion clegue tu objetividad y tu razon, pues tus yerros no tendrén remedio en la conciencia de los justciables. 7. Piensa que fe debes aljusiciable noel ustcible at, pues en of viven tu hijo, tu cdnyuge, tuhetmano y tus padres. 8, No seas soberbi, se folerante con las ideas ajenas, respeta al justciable, af abogado, al servidor Judicial, a los magistrados de distinta jerarqulay alas demés personas como, como esperas que te respeten att 9, Busca siempre la justicia por el camino de la leallad, probidad, veracidad, legaidad, fequidad, independencia ¢.imparcialidad, con las herramientas de tu conciencia, moral, diligencia, decoro y sentido comin. 10. Procura la paz como el mayor de 40s trlunfos, se consciente que el impacto de tus ecisiones trasciende el caso conoretoe influyen en el comportamento social. 95

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