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Del tiempo de Perón Javier Prado

DEL
TIEMPO
DE
PERON

1
Prado, Javier
Del tiempo de Perón. - 1a ed. - Trelew : el autor, 2011.
213 p. ; 23x16 cm.

ISBN 978-987-33-0463-7

1. Historia Política Argentina. I. Título.


CDD 320.982

Fecha de catalogación: 11/04/2011

2
Del tiempo de Perón Javier Prado

DEL
TIEMPO
DE
PERON
jAVIER PRADO

Edición independiente
Trelew - Chubut
2011

3
Dedico este libro a Amelia, mamá, Mari, Anahí y sobrinos.
Agradezco a la Biblioteca Popular “Raúl Scalabrini Ortiz” y a la Biblioteca Popular
“Agustín Álvarez”.
Agradezco a todos los que me alentaron siempre y que están dispuestos a facilitar las
cosas.
Y también les “agradezco” a los que están en la otra vereda, porque con sus actitudes
me confirmaron que estoy en el camino correcto.

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Del tiempo de Perón Javier Prado

"Quien no tiene más que un momento para vivir,


no tiene nada que disimular"
Quinault1

“Del tiempo de Perón”

“No se ha dado usted cuenta todavía de que si la gente lee, es porque espera
encontrar la verdad en los libros. Y lo más que puede encontrarse en un libro es
la verdad del autor, no la verdad de todos los hombres. Y esa verdad es relativa...
esa verdad es tan chiquita... que es necesario leer muchos libros para aprender
a despreciarlos (…) Si usted conociera los entretelones de la literatura, se daría
cuenta de que el escritor es un señor que tiene el oficio de escribir, como otro de
fabricar casas. Nada más. Lo que lo diferencia del fabricante de casas, es que los
libros no son tan útiles como las casas, y después... después que el fabricante de
casas no es tan vanidoso como el escritor”
Roberto Arlt2.

La historia como ciencia es inofensiva; como herramienta política es poderosa.


Me interesa más esta última condición y, partiendo de ella, este trabajo y los
anteriores que he escrito buscan la revalorización del peronismo, construcción
popular que, aún con sus contradicciones y carencias, representa (en el trazo
grueso) los intereses de las mayorías populares. Sin ligar pasado y presente la
historia se transforma solo en una mirada atrás y deja a un lado su valor como
instrumento político actual. Por eso, el rescate del peronismo (en sus mejores
aspectos) busca demostrar que las bases fundamentales de ese fenómeno
político se mantienen vigentes a causa de haberse interrumpido su concreción,
por las injusticias sociales que todavía subsisten, o por haberse destruido sus
obras a lo largo de la historia (muchas veces desde adentro). Esta consideración
favorable del peronismo tiene por objetivo apoyar todas las políticas que en esa
línea se sigan adelante, teniendo en cuenta los cambios de época, pero siendo
parte de un tronco ideológico que se mantenga leal a las bases fundamentales
de las ideas rescatadas por las grandes mayorías. En el mismo sentido, pienso
al peronismo como la construcción social y política más avanzada que nuestro
pueblo ha logrado plasmar. Hago referencia a esto contestando los argumentos
de aquellos que hablan del peronismo como algo externo al pueblo. Muchas
veces, se critica al peronismo por sus carencias, como si fuera un obstáculo

1 De la ópera Atys, citado en “Manuscrito hallado en una botella”, Edgar Allan Poe, Cuentos, Debolsillo,
Buenos Aires, 2009, p. 667.
5
2 Aguafuertes porteñas, Hyspamerica, Buenos Aires, 1933, p. 226
que impide llegar a instancias más avanzadas, cuando justamente el peronismo
es lo más avanzado que políticamente el pueblo ha podido construir. Algunos
analistas piensan al peronismo como algo surgido del espacio exterior que se
ha instalado entre el pueblo y sus "teorías", en vez de ver al peronismo como
el producto del avance político y social del pueblo en su devenir histórico.
En todo caso, se podría pensar al peronismo como un momento en la larga
marcha histórica del pueblo argentino. El peronismo es más que un partido
político. Se ha transformado en un fenómeno social, una cultura, un costado
contundente, un rasgo de identidad del pueblo argentino. No pensándolo como
una totalidad, sino como parte importantísima de la construcción social de
nuestro pueblo.
Este libro toma el período de 1943/55 como eje central, ya que en esa etapa
se forma y se consolida el peronismo a partir del avance político de la clase
obrera y la identificación de los trabajadores con las políticas desarrolladas en
ese lapso. Sin embargo, resulta necesario conocer el "antes"para comprender
el desarrollo de las fuerzas políticas y los cambios sociales posteriores. Y
también una especie de "después" (caído el gobierno de Perón por el golpe
de Estado), ya que la persecusión y las proscripciones políticas contra el
movimiento mayoritario también influirán en la consolidación de la identidad
peronista y en la aparición de nuevos actores sociales en la política. Pero
además de todo esto, al hacer referencia al "tiempo de Perón", este excede
los marcos temporales de su gobierno y se trasladan hasta el presente, por
la gravitación que ha tenido el peronismo en la vida política argentina, aún
después de fallecido Perón. En todo caso, el ex presidente es un emergente de
un profundo proceso político y social y por eso el movimiento que lideró logró
sobrevivirlo hasta hoy.
Este libro también está basado en entrevistas (al igual que “Aquí están estos
son los muchachos de Perón”3). La historia oral sigue siendo una de mis
vertientes preferidas. Lo diferente respecto del anterior trabajo es que aquí
no hay entrevistas “solamente” a militantes peronistas. Si bien la mayoría
de las entrevistas tienen que ver con militantes y simpatizantes peronistas,
estos no pertenecen a las primeras líneas, sino que mayoritariamente se trata
de simpatizantes y militantes a nivel popular. Igualmente realicé algunas
entrevistas a quienes vivieron el período 1945/55 sin filiación partidaria. Otro
elemento nuevo es que logré testimonios de personas que llegaron a ocupar
una banca en el congreso o alguna concejalía representando al peronismo. De
6
3 2007, Trelew, edición independiente
Del tiempo de Perón Javier Prado

todas formas, aun en los casos de los entrevistados que ocuparon una banca,
no se trata de personalidades de la primera línea de gobierno, sino de hombres
y mujeres que tuvieron ocasionalmente un cargo político, pero que podían
responder desde un lugar de menor exposición mediática y que no tenían puesto
el “cassette” y que encarnaron un novedoso proceso de inclusión (política,
social y económicamente). El rescate de la memoria popular es un aporte al
conocimiento de la Historia, para comprender más los procesos sociales y las
identidades políticas de nuestra sociedad. Una de las entrevistadas decía:
“Cuando yo era chica que iba a la escuela nos enseñaban que Rosas
fue un diablo. Que le ponían con cola los moños en la cabeza a las
mujeres…Que les pegaban, que las hacían morir de susto. Y sin
embargo, después, mirá como ha cambiado todo. Por eso digo que la
historia va cambiando”4.
Esa frase “la historia va cambiando”, tiene que ver con que la historia
está siendo ahora contada de otro modo, del lado de las mayorías. Ya hace
muchos años otros historiadores y polemistas, con mucho más talento,
habían emprendido un combate historiográfico y contra el poder mediático.
Por eso esas palabras, tan sencillas, “la historia va cambiando”, reflejan los
enfoques alternativos, desde otro lado y no solo desde el poderoso aparato
editorial o ideológico de los sectores antipopulares. Sobran los ejemplos en
nuestra historia sobre los silencios, ocultamientos y difamaciones levantadas
en contra de las mayorías y de sus representantes. Cuando al hablar de los
grandes movimientos populares, solo se escriben las carencias y los errores,
se están callando los aciertos y las virtudes. Y callar, es otra forma de decir.
No quiero dejar de hacer algunas consideraciones acerca de la “previa” de
este trabajo. Cada vez que empiezo a escribir me vuelvo a cruzar con las
mismas dificultades y dudas de siempre. Las dificultades tienen que ver con
las posibilidades materiales de llevar esto adelante. Las dudas se apoyan en
preguntas cómo “¿podré expresar claramente lo que pienso?”, “¿quedará
fielmente reflejado lo que dicen y piensan los entrevistados?”. También
me preguntaba qué vuelta de tuerca encontrarle a estos testimonios para
presentarlos de manera diferente respecto de mis anteriores trabajos. Y
además consideraba el punto, no menos importante, de las sensaciones que
producen en uno (en mí en este caso) los testimonios de los entrevistados.
Es decir: ciertas veces algunos comentarios me provocaron malestar, porque
leía en ellos una contradicción importante del entrevistado entre su pasado
7
4 Adela Ortigosa
y su presente. No soy psicólogo, pero comprendí que lo que se vivió y se
percibió hace tantos años, se vio y se percibió desde una perspectiva que no
es la actual. El entrevistado era parte de la “foto” de ese momento. La imagen
quedó casi intacta, pero el protagonista de la imagen no. Se produce entonces
una extraña situación: el testimonio es interesante aunque el entrevistado
parezca desconectado de lo que está diciendo. Pero la búsqueda de coherencia
perpetua es paranoia de bajo presupuesto.
Otro punto ¿interesante? para tratar es el del “método”…Las entrevistas
fueron hechas escapando cuanto fue posible del lenguaje ¿académico?...Pero
esto no por una cuestión de “adaptarse” al entrevistado, sino porque yo mismo
no pertenezco al negocio. Me resulta inevitable manifestar mi rechazo a la
pose a la que recurren muchos “profesionales” del negocio de la historia. Sus
recurrentes mañas, su lenguaje acartonado, su vocación de secta, sus ritos,
su apariencia, su pretendida pertenencia al pueblo cuando indudablemente
ostentan un nivel económico que no hace más que perpetuar las injusticias
sobre las que después escriben y, sobre todo, su pretendida “coherencia”,
desmentida por la contradicción fundamental que se da entre su discurso y
sus billeteras.
Varias de las entrevistas fueron hechas telefónicamente, ante el dato de alguien
que podía aportarme algo interesante, pero que se hallaba a mucha distancia. La
entrevista telefónica presenta algunas dificultades. El entrevistado suele sentir
un poco de desconfianza ante un llamado inesperado, de alguien desconocido,
que está a una enorme distancia y que le pregunta por cosas vividas hace
muchos años. En cierta forma, en la investigación histórica o en el periodismo,
toda entrevista es una forma de “robo” al entrevistado. Los historiadores nos
apropiamos de un pedazo de sus vidas, de su memoria y cuando ese “robo”
se “perpetra” por teléfono es mucho más dificultoso establecer una conexión
con esa persona, ya que uno carece del contacto visual y entonces uno pierde
oportunidad de valorar los gestos, algunas emociones y demás cosas que
rodean una charla cara a cara...y el entrevistado también se ve impedido
de estas cosas. Y no faltan (encima) las miradas sobradoras de quienes
disponiendo de muchos billetes jamás hacen nada, pero se agitan cuestionando
la validez de una investigación hecha a distancia; personas que si tuvieran la
oportunidad de entrevistar a San Martín por chat, dejarían pasar la ocasión
con tal de aferrarse a sus biblias metodológicas. Esa postura anti tecnológica
puede parecer simpática y romántica, pero cuando se intensifica bordea lo
8 reaccionario. Si el contacto personal es “todo”, estaríamos proclamando
un retorno perpetuo al pasado (de igual manera habrán criticado al primer
Del tiempo de Perón Javier Prado

tipo que en vez de transmitir sus ideas mediante la oratoria decidió un día
escribirlas)…O sea que el “medio” se convierte en el “fin”. Están quienes
critican al libro electrónico por ser electrónico y prefieren el libro impreso por
ser impreso. Un día va a aparecer alguien que esté en contra del libro impreso
con máquinas y postule la superioridad del manuscrito original en papel; y a
ese seguramente lo criticará el fanático de la escritura en tablas de arcilla…
En cuestiones de gustos, puede ser que una carta en papel sea más cómoda de
leer que un correo electrónico, pero su validez comunicacional es la misma.
Lo más cómico de esto es que quienes cuestionan las nuevas herramientas
tecnológicas no tienen ningún problema en dar por “cierto” los garabatos en
una piedra encontrada a 15.000 kilómetros de distancia y descifrada por un
desconocido, siempre que sea “científico”….
Una de las dificultades de la entrevistas, en general, se centra en la “veracidad”
de los testimonios logrados, un punto sumamente abordado ya. Puedo reiterar
que lo más interesante es ver qué refleja el entrevistado del período en cuestión
y no la puntillosa lista de nombres y fechas, ya que esa tarea es del historiador.
En los testimonios brindados por los entrevistados se tornan muy interesantes
además de los hechos puntuales, vividos y recordados, el reflejo que brindan
del proceso político y social.
Por eso respecto del objetivo (más allá del objetivo general: explorar y analizar
el peronismo a partir de los testimonios de simpatizantes) está también presente
el hecho de observar cuál es la interpretación que el entrevistado hace del
período vivido y cual es su valoración hoy; cuáles han sido los procesos que
han determinado la construcción de una ideología; los aspectos sociológicos y
otras cuestiones referidas a los procesos del ¿imaginario? personal y colectivo.
Algo de esto tal vez sea tarea del sociólogo (careciendo, el que escribe, de ese
título habilitante), pero busco dar algunas aproximaciones desde otro ángulo
(la historia). Los aspectos principales para destacar de todo el proceso histórico
peronista son dos. En primer término: la inclusión política (“ciudadana”,
si lo prefieren), lo que se produce por varios medios: elecciones limpias,
incorporación de la mujer al sufragio, pleno empleo, obras públicas, acceso a
la vivienda, derechos laborales, movilidad social ascendente, entre otros; y en
segundo lugar el proceso de liberación nacional, al que podemos ver como la
“inclusión” de Argentina en el grupo de países autónomos e independientes.
Como decía, la presentación de estos testimonios, el contexto y el análisis
sobre los mismos debían ofrecer algo diferente respecto del anterior trabajo
de similares características, por lo tanto, no entraré en detalles sobre hechos 9
puntuales ya señalados anteriormente, aunque si haré referencia a aquellos
que por ser marcas importantes en la historia (y porque no todos los lectores
los conocen a fondo), merecen una introducción. Si bien en la presentación de
los testimonios logrados hay una cierta cronología, también busqué ordenar
las entrevistas por sus aspectos conceptuales, es decir: por los temas a los que
los entrevistados hacían referencia.
En esta ocasión, más allá de mi intervención para presentar estos testimonios,
traté de contextualizarlos de manera sencilla, por lo que no abundaré en datos
complementarios ya tratados en mis trabajos previos y solamente remarcaré
mis interpretaciones y conclusiones.
Busco también que estos testimonios generen en el lector algunas reflexiones y
cuestionamientos. Creo importante dejar en claro mis opiniones y conclusiones,
pero también creo que es fundamental en un trabajo de este tipo dejar hablar
al entrevistado. Es decir; lo importante en este trabajo son los testimonios
encontrados, y ellos merecen el mayor espacio; de lo contrario caería este
libro en el error de algunos programas televisivos en donde el conductor habla
más que el entrevistado.
No quiero dejar de decir que este es un trabajo parcial, subjetivo y tendencioso,
pero argumentado.
Finalmente, quisiera hacer una breve referencia a uno de los aspectos siempre
muy “tratados” cada vez que se escribe, habla o se piensa sobre el peronismo.
Es el tema de las “sensaciones” o “sentimientos” o la “emoción”, conceptos
casi siempre utilizados para desacreditar una idea o elección política. Sobre
esto, solamente (y para molestar) diré que las sensaciones no necesitan respaldo
documental. Aunque no faltará quien a un enamorado le exija la presentación
de papeles que acrediten sus sentimientos...
Los testimonios son de personas de varios puntos del país: Tierra del Fuego,
Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Santa Fe, Tucumán, Santiago del
Estero, Chaco, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Capital Federal.
Brevemente diré cómo está organizada la presentación de este trabajo,
recordando que en todas las secciones se encuentran los testimonios de testigos
de la época. Los capítulos son:
Antes de Perón, donde se refleja la situación política, económica y social
previa a la conformación del peronismo. La década infame, con su carga de
corrupción, privilegios y entrega, deja a los sectores más humildes en absoluta
desprotección y privado de derechos. Hay recuerdos de la vida cotidiana que
dan una idea aproximada de cómo era la época.
10 En Peronismo, se aborda el proceso de formación del peronismo a partir
de la relación entre los trabajadores y ese coronel a cargo de la secretaría
Del tiempo de Perón Javier Prado

de Trabajo y Previsión desde 1943. Los recuerdos del 17 de octubre,


qué sucedió con Evita en esa semana del ‘45, las elecciones y el accionar
proselitista. Los entrevistados van contando como se acercaron a la política,
su identificación con Perón y cómo se vuelcan a militar en el peronismo. Se
trata la incorporación política de amplios sectores sociales que logra colocar
en el congreso a trabajadores. Este capítulo aborda además las vivencias en la
militancia y el crecimiento del partido y, fundamentalmente, del movimiento.
La participación de las mujeres, la formación del Partido Peronista Femenino,
el accionar de las Delegadas Censistas y el rol de las Unidades Básicas y la
formación de cuadros políticos en todo el país y la incorporación de equipos
técnicos al gobierno.
Peronismo y obras, es el capítulo en el cual los entrevistados cuentan las
realizaciones concretas disfrutadas durante el período tratado. Los planes
quinquenales, las mejoras laborales, las viviendas, la educación y la creación
de escuelas, el turismo social, el papel de la Fundación “Eva Perón”, los
campeonatos infantiles, los planes sanitarios, la justicia social en el ámbito
rural, el ferrocarril. Finalmente, en este capítulo se trata la situación de los
Territorios Nacionales, su representación en el congreso por Delegados y su
provincialización.
En Así era Perón y en Evita, los testimonios hablan acerca del trato personal
que han tenido los entrevistados con Perón y Evita y de la impresión que
causaban en ellos.
Un pueblo feliz habla acerca de las fiestas del trabajo realizadas los Primero
de Mayo donde el presidente exponía su acción de gobierno y los trabajadores
elegían a su reina. También aquí hay interesantes testimonios de dos reinas del
trabajo (una regional y la otra nacional) que rememoran sus vivencias en esos
actos del Día del Trabajo.
Postales de la época peronista, es el tramo del libro en donde los entrevistados
hablan de la vida cotidiana, de lo que se escuchaba en la radio. Hay quien
cuenta de la cercanía a funcionarios del gobierno y el final de Juan Duarte.
Habla alguien que fue ahijado del presidente Perón, las diversiones de aquellos
años y cosas de la vida familiar que quedaron marcadas para siempre con la
impronta del peronismo.
La oposición y la caída del peronismo, es la parte en la que se tratan los
testimonios sobre la relación con los otros partidos y los hechos más graves
producidos por los golpistas: el intento de golpe de Menéndez en 1951, los
atentados de abril de 1953, el bombardeo de Plaza de Mayo de 1955, el golpe 11
y la caída del peronismo en septiembre de ese mismo año.
Caída del peronismo. Represión y resistencia es el capítulo donde los
testimonios hablan de la proscripción del peronismo y las primeras acciones
de resistencia. La cárcel y la militancia clandestina.
Regreso y partida de Perón es el tramo en donde los entrevistados hablan
brevemente del tercer gobierno peronista y de la muerte de Perón.
Historia y presente cierra este libro con algunas conclusiones.

Quiero agradecer a todos los entrevistados, que generosamente me confiaron


sus recuerdos y dedicaron un tiempo a charlar conmigo.

Vicente Accorinti (1930, ferroviario, Trelew).


Adela Ortigosa (1932, Trevelin, Chubut; reina del trabajo de la región sur,
1949; actualmente en San Juan).
EP (1926, Córdoba; ferroviario, actualmente en Trelew).
Adelina Paolucci (1922, Santiago del Estero, militante).
Américo Rada Alé (1936, ferroviario, militante, Neuquén).
Arsenio Martínez (1918, ferroviario y fundador del Partido Peronista en
Carmen de Patagones).
Carlos Ferreyra (1934, simpatizante, General Arenales).
Carlos Ritchie (1932, tornero, albañil, Trelew, Chubut).
Celestino Sagaseta (1929, Neuquén, ferroviario, militante).
Edgar Antonio Zapata (1930, maestro, senador provincial en Santa Fe).
Esther Fadul (1914, primera delegada al Congreso Nacional por Tierra del
Fuego; en Mar del Plata al momento de la entrevista).
Esther Reitober (1924, Entre Ríos, militante).
Gerónima Ramos (1932, Cañuelas, Buenos Aires, militante).
Harold Evans (1924, Gaiman, Chubut; simpatizante).
Heraclia Arrúa (1929, Entre Ríos, militante).
Honoria Aureliana Chévez (1913, Campana, Buenos Aires; militante.
Agradezco a Aurora Pedreira por su colaboración para esta
entrevista).
Honorio Zariaga (1918, Oratorio Morante, Santa Fe; chofer, empleado,
comerciante).
Idalia (1930, Neuquén; docente, militante).
Luis Novara (1916, Bolívar, Buenos Aires, militante).
Elena Paiva (1938, Corrientes; integró la U.E.S.).
12 María Angélica Senra (1932, Buenos Aires, jubilada, trabajó en la Quinta de
Olivos)
Del tiempo de Perón Javier Prado

María Urbelina Tejada (1922, San Juan, diputada en el segundo gobierno de


Perón)
Nélida María Ferreira (1933, Río Cuarto, Córdoba, reina nacional del trabajo
1953)
Olga Montenegro (1932, La Banda, Santiago del Estero, militante)
Onofre Briz de Sánchez (1928, Chaco, delegada de Evita en el peronismo
femenino, diputada en 1983)
Orlando Ludovico Parolín (1924, delegado territorial por Santa Cruz en 1954)
René Hechem (1923, Río Negro, Delegado territorial en 1954)
Ricardo C. Victores (1924, chofer)
Romualdo Cobo (1926, Trelew, simpatizante, trabajó en Agua y Energía)
Saúl Antonio Silva (1948, Epuyén, Chubut, participó en los campeonatos
Evita)
SG (1938, docente)
Piero Piazzale (1944, enmarcador)
Elena Sosa (1944, enmarcadora)
Héctor Rodolfo Romero Cruz (1925 – 2010, Tucumán, ferroviario, militante)
Víctor Manuel Pérez (1935, Río Pico, Chubut, participó en los campeonatos
Evita)
Zulema Vaquero Temprano (1930, militante)
Ángel Paiva (1935, Corrientes, simpatizante, remisero)
Ezio Roberto Paronzini (1942, simpatizante)

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Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 1
Antes de Perón

En estos testimonios sobre los tiempos previos a la formación del peronismo,


se reflejan las carencias materiales de los sectores populares; el predominio
político conservador y la nula legislación laboral que dejaba a los obreros
desprotegidos ante la prepotencia patronal. Eran los tiempos del fraude
electoral y de la entrega del patrimonio nacional a manos del poderío
extranjero (Inglaterra en primer lugar y Estados Unidos luego). Por otra parte,
se traslucen vivencias de la vida cotidiana que reflejan la realidad doméstica
de aquellos tiempos. Había, además, un descreimiento en “la política” a causa
de la situación de fraude.

En la Patagonia
Recordemos que las actuales provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut,
Santa Cruz y Tierra del Fuego, eran territorios nacionales, ya que no reunían
los requisitos de población para ser consideradas provincias. En el norte del
país, también había otros territorios en la misma situación. En el caso de
Chubut y Santa Cruz, la división política de su territorio era distinta, ya que la
zona sur de Chubut y la norte de Santa Cruz comprendían la zona militar de
Comodoro Rivadavia. En tanto, en la zona cordillerana:
“mi madre era de apellido Catalina Cadagán...su primer marido era
Toribio Jaramillo y fueron uno de los primeros pobladores de Río Pico.
Y en Río Pico lo único que ha quedado de ellos es el río Jaramillo…
porque el campo que tenían, le sacaron esa parte para el pueblo de Río
Pico…pero lo único que dejaron fue el río, que no lo van a poder sacar,
y le pusieron río Jaramillo (…) Yo iba a la escuela. Teníamos una
quinta, cosechábamos verduras, en el verano. Acá (Esquel) se hacía
todo en verano. En el invierno, como los topos, se comía lo que se
guardaba (…) pero en el verano yo llevaba la fruta, la verdura, y mi
vieja era muy buscavidas, nos hacía la ropa. El primer marido tenía
mucho capital. Mi viejo no, porque mi viejo era un laburante y después
cuando se vieron mal, se vino acá, a Esquel, año ‘37. Fui todo el
primario acá. La gente encaraba la tierra y juntaba para el invierno.
Esquel era de novela. Calcule que los camiones eran contados. Los
Paredes, que fueron los primeros que tenían camiones, los Aguad, con
camiones más viejos… y no había coches casi. Mi mujer nació en Río 15
Pico, a 60 kilómetros de Esquel y el tío de ella, Otiaga, era el primer
taxi en Esquel. Estaba el Regimiento 21 y yo digo “¿cómo trabaja de
taxi?”, claro, con los soldados. Porque los soldados los traían todos de
Buenos Aires, la mayoría. Y el ejército dio mucho, mucho. Este fue
un pueblo raro (…) A la mañana antes de irme a la escuela, ¿sabe a lo
que me mandaba mi vieja? Me mandaba a los hoteles. Había en ese
tiempo como 5 o 6 hoteles. Me los recuerdo todos. Yo ya tenía dos o tres
hoteles fijos que me pedían verduras, cebollas, lechuga, todo eso…Y
yo antes de ir a la escuela (iba) con mis dos canastitas (…) llevaba la
verdura. Volvía; mi vieja, si había café me daba y a la escuela. Salía
de la escuela, me iba a la imprenta o sea a la librería de Feldman5.
La señora me quería un montón, porque le hacía todos los mandados,
vendía revistas en los hoteles cuando llegaban, no me acuerdo si eran
dos veces por semana…Me mandaban a cobrar los edictos que salían
en el diario, que publicaban. Así que me conocía todo, me solía mandar
al banco. Conocía a todos los abogados, los escribanos que se habían
instalado en Esquel…Siempre anduve entre gente, esa fue mi escuela”6.
Antes de que se estableciera una legislación laboral que protegiera a los peones,
la vida de trabajo en el campo era durísima. Los patrones no se preocupaban
demasiado por el bienestar de sus trabajadores rurales.
“Y antes acá, en estos campos, lo que es la oveja, todo eso, (a) los
tipos (porque yo lo viví) los conocía. Los que tenían (los dueños de
los campos, o los encargados) se venían en el invierno a los hoteles,
acá y dejaban a los peones, que vivan debajo de una mata, que se las
aguanten…yo conocí todas esas épocas… y conocí a los tipos, todos
los personajes que pasaban. Y mi cabecita ya funcionaba, porque tuve
la suerte…yo fui detallista, me gustaba ver todo…Me calan los huesos
las injusticias. Yo siempre estoy de lado del de abajo. El de arriba, ese
se defiende solo, decía Evita”7.
Un testimonio de la zona de Río Negro refleja este panorama, mostrando
cuales eran las opciones políticas de entonces:
“En realidad, nosotros somos de origen libanés. Y en mi casa eran
demócratas8, pero amplios, en su máxima expresión y no se obligaba
dentro de la familia a adoptar una posición ideológica determinada. En
5 Luis Feldman Josin (1910 - 1971), periodista, director de los diarios Esquel (Esquel) y Jornada (Trelew)
6 Víctor Pérez (nacido en 1935)
7 Víctor Pérez
16
8 Se refiere a que eran democráticos, no confundir con el partido conservador que utilizaba el término en
su denominación.
Del tiempo de Perón Javier Prado

realidad en mi familia eran radicales alvearistas9 y los tres hermanos


nos inclinamos por el peronismo sin que mediara absolutamente ningún
inconveniente sobre el particular… Yo creo que viene de cuna, porque
en mi casa se ayudaba mucho a la gente humilde y cuando yo me inicié
en salud pública (el primer día hábil de 1946), ya antes estuve en salud
pública, pero en forma ad honorem, tratando de resolver los problemas
administrativos del hospital local de la localidad de donde yo nací, que
fue en la localidad de general Conesa. Entonces nuestra misión era muy
cercana a los postulados doctrinarios nuevos de lo que encarnaba el
general Perón y eso lo he conservado durante toda mi vida a pesar de
todos los avatares que hubieron entre el ‘46 y al año 2010 inclusive (…)
¿Estudios primarios? En Río Negro, si. (En) la escuela Nº 9, de General
Conesa… No existía el secundario en general Conesa. En esa época se
iban conformando los grados a medida de la necesidad de los padres,
que es lo que hacían en mi casa. En aquella época por el ‘30, ‘32, tenía
hasta tercer grado la escuela. Y después, en mi casa se ocuparon de
gestionar, ante la Inspección escolar, otro año más y al otro año, otro
año más y así sucesivamente. Nosotros finalizamos el ciclo de seis años
primario y empezamos el primer año en la misma escuela primaria”10.
La crisis económica del año 1929 a nivel mundial repercutió en Argentina
a causa de la retracción de Europa sobre sí misma. Nuestro país, como
agroexportador, dependía de las compras de Gran Bretaña. Si bien Yrigoyen
había redistribuido la renta agraria sobre una base más amplia de la población,
la industrialización como plan estratégico estaba lejos todavía. Yrigoyen
realizó un gran defensa del interés nacional y fue por sus aciertos y no por sus
errores que pasó a ser un líder popular, pero el golpe de 1930 que lo derrocó
fue fogoneado por la oligarquía y, apoyado desde el exterior, acabó con el
reparto de la renta e intensificó la crisis que ya se venía viviendo a causa de
aquella caída de la bolsa de Nueva York del ‘29. El poder fue asumido por el
general Uriburu en primer término y luego pasó a manos del general Justo,
quien sería el encargado de montar una gigantesca maquinaria al servicio del
fraude electoral. La idea era prohibir el accionar del yrigoyenismo y entrar
en negociaciones espurias con el ala alvearista del radicalismo para simular
una ficción de democracia. Ante la política proteccionista de Inglaterra que

9 El ala liberal del radicalismo, opuesta a Yrigoyen. El sector de Alvear se prestó al fraude electoral
durante la década infame.
17
10 René Hechem (nacido en 1923)
redujo la cuota de compra de carnes argentinas, la oligarquía vacuna no dudó
un instante y se arrojó en brazos del imperialismo británico con tal de salvar
sus ventas y prolongar su alto nivel de vida a costa de un pueblo hambreado.
Todos los resortes económicos se pusieron en manos del imperialismo
británico, todo ello rubricado por el vergonzoso pacto Roca – Runciman, en
donde hasta la política monetaria, el crédito y la emisión de moneda quedaron
bajo el poder extranjero.
“En realidad antes, en el ‘32, ya la famosa crisis total en el mundo nos
golpeó también a nosotros. Nosotros teníamos un negocio de “ramos
generales”, tienda, y tuvimos que cerrar en el año ‘32 con toda la
mercadería dentro del local. Una oveja costaba un peso, pero no lo tenía
la gente…Pero pasaron los años y gracias a Dios alguien pensó con
criterio, que falta hoy en estos momentos, y se elaboró el primer Plan
Quinquenal”11.
La desprotección del trabajador rural era tan grande que los patrones llegaban
a tomarse la libertad de pagar los salarios con su propia moneda, “acuñada”
por ellos. En los grandes establecimientos agrícolaganaderos o en los ingenios
azucareros el trabajador rural sufría la doble explotación: laboral y comercial,
ya que no solo cobraba salarios de hambre, sino que además estos eran pagados
con monedas hechas por los propios patrones para que solo se pudieran
gastar en los almacenes de “ramos generales” de su propiedad, adonde los
trabajadores pagaban precios inflados.

La época en el norte y centro del país: Tucumán, Santa Fe y Córdoba


Este militante recuerda aquellos años en Tucumán:
“Mi padre siempre solía decir que si yo me metía en política alguna
vez nunca me meta con “los cascarudos”, que eran los conservadores,
porque eran gente muy mala (…) él trabajaba antes en ingenios, de
carrusero, arreglaba las ruedas de los carros del cañero que había aquí
en Tucumán y les pagaban el trabajo con las monedas de cobre (…)
Yo sabía tener guardadas esas moneditas que le han dado a mi padre:
“Guárdelas hijo, para que usted vea lo que era, con que nos pagaban
el trabajo”, fue cuando se iniciaron los talleres de Tafí Viejo12 y él se
vino a trabajar acá y él las tenía guardadas esas moneditas. Con eso
le pagaban en el campo y tenía que sacar la mercadería de la misma
18 11 René Hechem
12 Talleres ferroviarios
Del tiempo de Perón Javier Prado

proveeduría que daba el Ingenio, que era del mismo dueño. Todo salía
(como decía mi padre) de la misma lonja”13.
Un panorama bastante similar es el que se vivía en Oratorio Morante
(Provincia de Santa Fe). El día a día de los grandes y niños en las zonas rurales
transcurría con sumas dificultades para los trabajadores y sus familias, y así
lo cuenta Honorio:
“Iba al colegio yo ahí. Iba dos kilómetros y medio de a pie. Llegábamos a
clase, entrábamos a la clase y cuando salíamos al recreo nos hacían aprender
botánica. Y después venía a la chacra, dos kilómetros y medio de a pie.
Llegábamos, nos comíamos un puchero de cerdo. Enganchábamos la maleta, a
juntar maíz hasta la noche y en la noche comíamos un guiso también de cerdo
y recién hacíamos los deberes”14.
Es interesante lo señalado por el siguiente entrevistado, quien marca que
cuando comienza a escucharse el nombre de Perón, en Córdoba, al principio
hubo cierta desconfianza y a la gente de la zona.
“No le gustaba. No le gustaba para nada lo que ocurría, porque
teníamos un período de pasividad, que las cosas se desarrollaban sin la
participación del pueblo. Cuando entra a participar el pueblo entonces
todos estaban medio asustados. Pero, cuando se entra a afianzar con
buenos principios y con buenas obras y con buenas realizaciones
entonces la gente empezó a entrar”15.
La desconfianza inicial, probablemente, tuvo que ver con que las fuerzas
armadas se habían convertido en instrumento de la elite política y económica
para asfixiar al pueblo. Uriburu desde el nacionalismo oligárquico (curioso
nacionalismo que temía a los inmigrantes si eran trabajadores, pero toleraba
a los extranjeros ricos, gerentes de las multinacionales) y Justo desde el
liberalismo conservador (liberal en lo económico y conservador en lo político)
coronaban la traición de las fuerzas armadas, sin olvidar que ya en 1919 y
1921 las fuerzas de represión habían producido dos grandes masacres contra
los trabajadores. Por eso es comprensible que, en un comienzo, el pueblo
trabajador desconfiara de ese coronel instalado en una modesta oficina que
empezaba a tener trato directo atendiendo reclamos e instrumentando medidas
que favorecían al obrero. Hasta ese momento, 1943, en las zonas rurales se
vivía una gran injusticia social, explotación laboral, carencia de leyes que

13 Héctor Rodolfo “Toto” Romero Cruz (1925 – 2010)


14 Honorio Zariaga (nacido en 1918)
19
15 EP (nacido en 1926)
protegieran al trabajador y falta de acceso a la educación. Es cierto que muchos
proyectos presentados por el socialismo ya habían abordado los problemas
laborales, pero esos proyectos estaban archivados o nunca eran aplicados.
Por eso el peronismo causó el impacto que causó, porque concretó en hechos
reales y contundentes aquellas aspiraciones que nunca pasaban del papel.

La situación en la provincia de Buenos Aires: Cañuelas, General Arenales


y Carmen de Patagones
Las posibilidades de progreso eran muy limitadas para el trabajador o el
pequeño productor rural. De modo que, por la zona de Cañuelas:
“Primero y principal: yo vengo de una familia muy humilde. Mi padre
era inmigrante. Mi madre criolla. Mi padre era español, era asturiano.
Se radicaron acá. Nacimos dos hermanas. Seguimos luchando en la
vida como gente clase más bien baja, que media. En aquel entonces
no existía la media, eras baja o eras poderoso. Nací en Cañuelas. Yo
me crié en zona rural, porque ya después mis padres se vinieron de
este otro lado de Cañuelas16. Hice la escuela en el campo hasta tercer
grado, porque en aquel entonces no había más que hasta tercer grado,
sino después te tenías que venir acá, cerca de Cañuelas, que había hasta
sexto”17.
Los arrendamientos eran muy altos y generalmente el pequeño productor caía
en desgracia trabajando en vano:
“La gente pobre terminaba fundida porque si tenían unas vaquitas o
algo, a la larga los comía el alquiler, no podía. Los dueños siempre
fueron el capitalismo, no nos podemos engañar”18.
Por entonces, en General Arenales:
“Vivíamos en un ranchito. Éramos cinco hermanos, mi papá y mi
mamá. Y bueno, mi padre salía y vendía verduras, hacía de mozo por
ahí. Y en la escuela, yo me cambiaba de guardapolvos con un hermano
que iba en horario diferente y estábamos ahí condenados. No sabíamos
que iba a pasar porque en ese tiempo uno todavía era chico, no tenía
noción de las injusticias que estábamos viviendo, pero las estábamos
viviendo. Nunca nuestros padres nos recomendaron ni pedir, ni robar.
Era un pecado en ese tiempo, por más pobre que fueras, tener que pedir

16 A la zona urbanizada, el pueblo


20 17 Gerónima Ramos (nacida en 1932)
18 Gerónima Ramos
Del tiempo de Perón Javier Prado

o robar. (Arenales era) una zona totalmente rural, un pueblo rural,


al que se llegaba por camino de tierra o por el ferrocarril (…) malas
comunicaciones telefónicas, los diarios llegaban una o dos veces por
semana. Era una vida diferente, una vida del interior. Me quedé acá
porque justo la gente del peronismo funda el primer colegio secundario
del que yo fui uno de los primeros egresados”19.
En tanto, en la zona de Carmen de Patagones, la década infame transcurría en
estos términos:
“todos decimos “somos peronistas”, pero no le enseñamos a la
juventud o a la nueva gente por qué somos peronistas. Eso es lo que hay
que enseñar, por qué somos peronistas (…) Usted sabe que en el país
mandaba el radicalismo y la gente conservadora. Se hacían fraude entre
ellos mismos (…) Se metían el perro entre ellos mismos. Así que esa
era una época dura, porque los que queríamos llegar a votar…la gente
joven, que votábamos por primera vez, llegábamos el día de la elección
a los cuartos y nos firmaban la libreta y “bueno che, ya votaste”… y
el voto lo ponían ellos…los fiscales, los presidentes de mesa…Era una
época dura, pero quiero darle los elementos que cuando Perón vino,
cuando Perón llegó al gobierno, la época del país era bastante mala”20.

Fraude, explotación y miseria


Los conservadores actuales, del estilo Aguinis (o los repetidores de argumentos
similares, como Carrió), suelen quejarse de los gobiernos populares (Yrigoyen,
Perón) recitando el mito de la Argentina que estaba entre los “8 primeros
países del mundo” y que fue “arruinada” cuando surgieron los “populismos”.
El primero de esos “populismos” fue el de Yrigoyen, quien fue derrocado para
lograr la restauración conservadora, inaugurando la década infame.
“Yo siendo niño, presencié el robo de urnas en un acto eleccionario.
Yo estaba con mi papá, que se estaban realizando las elecciones en
la comuna y ya terminaban las elecciones. Llegó un grupo armado
y se llevó las elecciones. Eran los conservadores que se llevaban las
urnas, después las abrían ahí y te decían “ganó tal”. Era la época pre
revolución del ‘43 eso ya era común. Se reía la gente”21.
Testimonios de este tipo desarman el mito y el discurso conservador. En

19 Carlos Ferreyra (nacido en 1934)


20 Arsenio Martínez (nacido en 1918)
21
21 Edgar Zapata (nacido en 1930)
realidad, la que estaba entre las primeras “8 del mundo” era la elite dirigente,
compuesta por terratenientes y gente ligada al negocio de la exportación de
carnes; mientras el pueblo se hallaba privado de derechos políticos y sociales.
La dependencia económica argentina era una constante hasta esos tiempos.
“Las empresas eléctricas, las empresas de agua, las empresas de
aviación, de navegación, los puertos, todo, era todo extranjero, nacional
no había nada. Nacionalizó Perón cuando asumió como presidente.
Perón siguió haciendo negocios con todo el mundo, pero Perón les dijo
a los gobiernos extranjeros “vamos a seguir haciendo negocios, pero
los vamos a hacer acá, en el país. Vamos a hacer el negocio acá y
vamos a poner el precio nosotros, no lo van a poner ustedes”. Porque
de acá, en aquella época, se llevaban de todo. Como se llevan ahora,
porque abastecemos a los mejores países del mundo. En esa época
también, se llevaban todo, pero nos pagaban lo que ellos querían. Y ahí
estaba la explotación de los terratenientes que tenían miles de hectáreas
y las explotaban, pero todos los chacareros que vivían adentro ganaban
monedas, la comida ganaban. Cuando vino Perón no. Inscribieron
muchas leyes que no teníamos. Usted sabe que acá, la mayoría de la
gente trabajaba 12 horas. Perón puso la ley de 8 horas (después algunos
gobiernos pusieron 7 horas), pero quiero decir que hasta esa época
se trabajaba 12 horas por día. Se pagaba el sueldo y nada más. Ahora
trabajan una hora más y le pagan las extras. Ahora es muy distinto, ha
cambiado todo. El país cambió. La mayoría de las empresas eran todas
extranjeras, de gobiernos extranjeros o empresas extranjeras. Inglesas,
francesas, alemanas, como el ferrocarril. Perón compró el ferrocarril,
pagó lo que se tenía que pagar y nos quedamos el ferrocarril. Y como el
ferrocarril, las otras empresas que después, algunos gobiernos militares,
las volvieron a negociar y a entregar otra vez a algunas empresas,
dejando nuevamente a los capitales extranjeros. Está bien que el capital
extranjero venga y ponga, pero que explotemos las cosas como tienen
que ser, que es lo que puso Perón. Perón creó muchas leyes para los
obreros. Analizó la situación del país en enfermedades, en medicina y
en escuelas, universidades, prácticamente movilizó, dio vuelta al país.
Cambió todo”22.
Un buen análisis del proceso social y económico que se iniciaría con el
peronismo, sin necesidad de adornos librescos, sino basándose en la propia
22
22 Arsenio Martínez
Del tiempo de Perón Javier Prado

experiencia vivida,
“pero ya había un movimiento general en el país, que estaba bastante
feo el asunto. Porque vio que en esa época, que vino Perón, el
chacarero era explotado por grupos minoritarios. Terratenientes que
tenían tierras, pero las tierras…. tenía un tipo ahí, lo hacía trabajar y le
daba un porcentaje de lo que cosechaba al que trabajaba la tierra, ¿las
condiciones de los peones para trabajar? Como siempre fue el campo:
muy pobre. Como es actualmente. Todavía se explota, al obrero del
campo se explota como….miserablemente, malísimamente. Así que en
esa época, peor, porque un peón ganaba 10 pesos, 15 pesos por mes.
Una vez por semana le llevaban la galleta, la yerba para contenerlo
dentro del campo”23.
Respecto del almacén de “Ramos Generales” este hombre nos dice:
“Si, si. En cada pueblo. Tenemos 6 pueblos de acá (Carmen de Patagones)
hasta Luro: (Cardenal) Cagliero, Casares, Stroeder, Villalonga, Juan
Pradere, San Blas, todo eso, por la costa del mar (…) La mayoría (de los
almacenes) era de gente que explotaba…extranjeros, turcos, muchos
turcos, gente grande…Bueno, en los pueblos grandes (Villalonga,
Stroeder) si, los dueños de los campos tenían en el pueblo panadería,
almacén”24.
En muchas ocasiones el almacén de Ramos Generales operaba como cierre del
círculo del dinero dentro del mundo rural. En varios lugares el peón cobraba
sus salarios magros en vales y compraba lo necesario para su subsistencia en
el almacén propiedad del patrón a precios imposibles.

23 Arsenio Martínez
23
24 Arsenio Martínez
24
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 2
Peronismo

Hacia 1943 el sistema de fraude electoral ahogaba por completo a las mayorías.
El contubernio conformado por radicales alvearistas y conservadores,
acompañados por la fuga mental de socialistas, comunistas y nacionalistas
de derecha, dejaba sin voz ni voto a las masas populares que habían quedado
huérfanas de liderazgos tras la muerte de Yrigoyen, en 1933. Para las elecciones
de 1944 se hablaba de Robustiano Patrón Costas, el empresario salteño, como
sucesor de Castillo y continuación del fraude.
Económicamente, Argentina se hallaba encadenada a Gran Bretaña. Todos los
resortes de la economía estaban puestos al servicio del imperialismo británico
y sus socios locales: la oligarquía terrateniente y la elite política gobernante.
La crisis social y política hizo que dentro del ejército se generara un temor
creciente ante la posibilidad de un movimiento revolucionario del tipo
“comunista”, típicos temores de las filas castrenses. Sin embargo los partidos
seudo obreros y todo el resto del arco político estaban más preocupados por
la guerra entre imperios que se desarrollaba en Europa, que por el asfixiante
clima de fraude y entrega económica que azotaba a la Argentina.
El 4 de junio de 1943 un sector del ejército dio el golpe de Estado que puso fin a
la década infame. “En realidad, de otra manera no podía concluir ese cúmulo
de desaciertos, de medidas contra el pueblo, de mala política nacional que
se venía produciendo (…) las causas del actual desorden, de la inmoralidad
reinante, del desenfreno en que el país se hallaba sumido, no deben buscarse
en motivos superficiales ni tampoco atribuirse a vagos fantasmas los males que
todos estamos sufriendo. Es el exceso de ambición de la oligarquía insensible
al bienestar social”25. Sin embargo, las múltiples ideas que convivían
dentro del ejército hicieron que el gobierno tomara medidas contradictorias.
Por un lado estaban quienes temían una intensificación de la protesta y al
comunismo, por otro lado estaban los militares liberales (simpatizantes de los
“aliados” en la guerra europea), más allá los germanófilos simpatizantes del
“eje” en la contienda armada europea y por otro lado un grupo de generales
de orientación popular. De manera que a las positivas medidas económicas le
seguían obtusas disposiciones en lo político.
“Mi viejo, mi vieja, todos (peronistas). Mi viejo fue uno de los primeros
que salieron a pintar con cal “Perón – Quijano” (…) Cuando se produce
25
25 El Litoral, 5/6/1943, p. 4
la revolución del ‘43, 4 de junio, empiezan a hacerse pequeños grupos
de radicales, empiezan a acompañar todo el proceso revolucionario…
es decir (a) Farrell, Ramírez, (a) todos los que fueron presidentes de
la época que se había hecho la revolución. Además eran contrarios a
un conservadorismo que había venido gobernando durante tiempo el
país. Eran radicales; radicales, que sufrían las consecuencias del fraude
electoral, que no participaban de la vida política, no podían llegar al
poder, habían fracasado en intentos de participar en elecciones….y se
dio ese cambio que se estaba dando en el país y termina con la llegada
de Perón. Ellos acompañaron al golpe de estado ese, desde el principio.
Empiezan a tener contacto entre ellos, con grupos que venían de otro lado.
Los contactos se dieron en ese momento que se estaba armando todo,
que se empezó a conocer a Perón antes de que fuera presidente. Perón
tuvo una activa participación en todo el movimiento revolucionario de
ese entonces. Y bueno, lo acompañaron y de ahí ellos se incorporaron
después al partido peronista, pero venían de origen radical (…) Mi
padre era radical y toda la gente que entró con él venía de los radicales
que absorbió el peronismo. Pero el venía del radicalismo”26.
Como se ve, el peronismo se irá nutriendo de hombres y mujeres provenientes
de diferentes expresiones políticas.
Dentro del gobierno surgido del golpe se hallaba el coronel Juan Domingo
Perón, que se hizo cargo del modesto Departamento de Trabajo, una olvidada
oficina sin estructura ni presupuesto importante. Tras asumir cargo en esa
oficina, Perón buscó darle un rango más importante y por eso se transformó
en Secretaría. Perón advertía que el avance de los trabajadores era imposible
de ignorar. Dentro de su formación militar y sin ser un revolucionario de
izquierda, Perón buscó los caminos para encontrarse con las grandes mayorías
y fue sin dudas un nacionalista popular. Las masas trabajadoras haciendo
camino en la historia, provocaron que Perón fuera el emergente de todo un
proceso político y social. El coronel advertía que había una gran cantidad de
necesidades insatisfechas en el mundo del trabajo y buscó conocer de lleno
las inquietudes de los trabajadores desde su puesto. No solo llegaba el tiempo
de liberación para las masas de las cadenas políticas, económicas y sociales,
sino de liberar al país en su conjunto del sometimiento al capital imperialista
que estrangulaba su desarrollo. “El estado intervendrá en la solución de los
problemas gremiales, Dijo el Cnel. Perón (…) deben ser atendidos los que
26
26 Carlos Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado

sufren y trabajan amasando con su labor la grandeza de la patria”27. Perón


dispuso una serie de medidas favorables a los trabajadores y modificó la forma
de trato con los obreros, atendiéndolos personalmente. El ascenso de Perón
como Secretario de Trabajo y Previsión le fue generando el afecto y la adhesión
de los obreros, la desconfianza de sus propios camaradas y el rechazo de los
sectores tradicionalmente enemigos del pueblo. A estos últimos se sumaron
los partidos políticos de entonces, que eran parte de una idea “liberal” de la
política donde las masas populares no tenían ningún lugar.
Otra militante recuerda como fue que se acercó a la participación política:
“En el caso mío fue una pasión. ¿Sabe cómo fue? Yo tenía 13 años y
estaba cursando el séptimo grado en la escuela Nº 1 del Centenario, de
Paraná, a dos cuadras de mi casa (fui todos los años a la “Centenario” y
mis nietos fueron todos a la “Centenario”), cuando pasan Perón y Farell
parados en una camioneta por avenida Rivadavia. Y todos los alumnos
salimos a la calle. Entonces todo era la locura ver un presidente o un
vicepresidente y todo con la simpatía que tenían ellos; para la capital de
una provincia era importante. Nosotros como alumnos estábamos en el
último año de la primaria…Fue importante. Para mí fue determinante”28.
“El general Farell fue rodeado por el pueblo que no respetó controles ni
vigilancia en su afán de acercarse al primer magistrado que venía a conocer
de cerca los problemas de esta provincia, como lo hizo ya con otras. Con el fin
de preparar los proyectos pertinentes para su solución (…) Desde las primeras
horas del día se advertía en las calles céntricas el movimiento preliminar de las
grandes fiestas. A las 8 empezaron a congregarse los alumnos en las escuelas
y pasaban las tropas a tomar posiciones en el recorrido que haría la comitiva
oficial (…) El primer mandatario con el coronel Perón y el interventor federal
poco después de abandonar el “Ciudad de Buenos Aires””29.
“Cuando Perón empezó a actuar, lo primero que fue es apoyar a la clase
trabajadora, porque la clase trabajadora estaba muy…mejor dicho, casi
no existía. Perón empezó ahí, como fue en toda la república Argentina,
porque Perón siempre recibió el apoyo de los trabajadores”30.
Las primeras disposiciones del coronel, desde la Secretaría de Trabajo y
Previsión Social, fueron bien recibidas por los trabajadores:

27 El Litoral 2/12/1943, p. 3
28 Heraclia Arrúa de Larrondo (nacida en 1929)
29 El Litoral, 17/06/1944
27
30 Celestino Sagaseta (nacido en 1929)
“Después de las revoluciones militares…ahí ya arrancó el movimiento,
que ya venía gestando…la gestión en la parte obrera y todo eso estando
la revolución que después terminó con el golpe, cuando lo metieron
preso a Perón. Claro, entonces ya ahí arranca, más o menos, el
movimiento”31.
Poco a poco los conflictos gremiales empezaron a resolverse a favor de los
trabajadores. Perón buscó rodearse de dirigentes gremiales que ya venían
actuando, entre ellos, Atilio Bramuglia y Ángel Borlenghi, ambos ligados
al socialismo. Sin dudas, una de las medidas más importantes fue la que se
sancionó el 8 de octubre de 1944 y que se dio a conocer una semana más tarde:
el Estatuto del Peón Rural:
“yo fui estudiante de agronomía y cuando salió el Estatuto del Peón
hemos hablado con los profesores y con todos y ahí empezamos a
darnos cuenta de que era una medida que beneficiaba al hombre de
trabajo. Porque especialmente el peón de campo, era el tipo o era el
trabajo más desvalido que había, más abandonado. Estaba abusado por
los patrones”32.
La sanción del Estatuto marcó un punto de no retorno para la situación de
los trabajadores rurales y, por otro lado, generó el odio acelerado de los
terratenientes y sectores patronales que veían amenazadas sus fabulosas
ganancias y su poder político y social: “Art. 16 – Los obreros que deban
realizar trabajos a la intemperie, deberán ser provistos, por cuenta del patrón,
de trajes y calzado adecuados que los protejan contra la lluvia y el barro.
Art. 17 – Los trabajos de ordeñe y apoyo deberán realizarse bajo tinglados
construidos con cualquier clase de material que pongan a cubierto al obrero,
durante el trabajo, de la lluvia y el viento. La construcción de tales reparos
incumbe al dueño del tambo”33.
“La primera vez que escuché el nombre de Perón, tendría yo 10
u 11 años, (fue) en la boca de mi padre. Porque a pesar de que era
español, le gustó la forma de ser del General en aquel momento, que
recién asomaba el nombre de Perón. Y yo me quedé con esas ideas.
Conversábamos mucho con mi padre y mi madre sobre política, porque
era medio politiquero mi viejo (…) Primero se empezaron a juntar
grupos de vecinos (…) se volcaron para el radicalismo algunos, otros

31 Arsenio Martínez
28 32 Orlando Ludovico Parolín (nacido en 1924)
33 El Litoral 14/10/1944, p. 4
Del tiempo de Perón Javier Prado

quedaron con el peronismo (…) los contrarios al peronismo siempre fue


la oligarquía. No nos vamos a engañar. Fue la clase alta. Fueron todos
los que siempre quisieron ponernos la pata a las clases medias y a las
más bajas para liquidarnos y sigue siendo ahora”34.
De modo sencillo, pero contundente, esta militante resume el proceso histórico
argentino. En la práctica verifica la explotación laboral y la dominación
política que el sector de mayor poder económico ejercía sobre la inmensa
mayoría y deja establecido que perdura (con los avances y retrocesos de la
clase obrera) la situación de conflicto en el enfrentamiento emancipación
contra dominación. Al establecer un paralelismo entre aquella oligarquía y la
actual, esta militante expresa de forma sencilla la situación de enfrentamiento
social que se da históricamente entre las clases, y se puede entrever también
como los sectores medios y bajos encuentran alianzas (transitorias) en su
lucha contra el opresor más fuerte.
La relación de Perón con los obreros se iba fortaleciendo, no sólo por la
mediación favorable en los conflictos laborales, sino por el contacto personal
que Perón mantenía con las asociaciones sindicales:
“no se olvide que justamente que cuando el coronel Perón es confinado
en la isla Martín García y se decide una huelga revolucionaria, el que
decide, el voto que decide la huelga revolucionaria (fue al otro día del
17) es el voto de la Unión Ferroviaria. Y el que lo declara “Primer
trabajador” al coronel Perón es el congreso de la Unión Ferroviaria
de 1944, en el congreso famoso de Rosario a moción de don (José)
Doménech, que era socialista”35.
El sector ferroviario fue uno de los pilares fuertes del accionar peronista,
teniendo en cuenta la importancia del ferrocarril y las políticas organizativas
que se llevaron adelante a partir del mandato de Perón. Por otro lado, era la
rama sindicalizada más importante.

El 17 de Octubre en la memoria
Perón fue ocupando diversos cargos en el gobierno surgido del golpe de
Estado. Como vimos, al principio se ubicó en el modesto Departamento de
Trabajo, que pasó a llamarse Secretaría de Trabajo y Previsión. Perón fue
designado Ministro de Guerra y luego vicepresidente (reteniendo su cargo en
Trabajo y Previsión). Su buena relación con los trabajadores se cimentó en las

34 Gerónima Ramos
29
35 Américo Rada Alé (nacido en 1936)
resoluciones favorables hacia los obreros y en el tratamiento directo de los
conflictos laborales. La figura del coronel seguía creciendo dentro del gobierno
(y con él su grupo más cercano), pero también iba creciendo la desconfianza
de algunos de sus camaradas, asustados de las prácticas “comunizantes” del
coronel.
Por otro lado, los partidos políticos del momento estaban más preocupados por
la guerra interimperialista que sacudía a Europa que por los conflictos internos
y perdían predicamento entre los sectores populares que tenían necesidades
inmediatas y concretas. Muchas de las carencias de los trabajadores se debían
a las prácticas de explotación que el imperialismo británico desarrollaba en
nuestro país, pero los partidos tradicionales callaban sus críticas a Inglaterra,
pues esta representaba para ellos la causa de la “libertad” y la “democracia”
en la guerra europea. Un miembro de la futura Unión Democrática, decía: “el
gobierno norteamericano defiende la libertad y la independencia de todos
los pueblos”36. Los sectores que habían sido socios y testigos silenciosos
del fraude en la década infame, se agitaban pidiendo la entrega del gobierno
a la Corte Suprema y una convocatoria a elecciones. Sin embargo, todo el
pensamiento político evitaba mencionar la situación de sometimiento en la
que se hallaba Argentina respecto de Inglaterra y en cambio se ponían todos
los esfuerzos en involucrar a nuestro país en la Guerra Mundial que se daba
entonces. La negativa del gobierno a sumarse al conflicto internacional le
valió las sospechas de Estados Unidos y dio pie a la oposición para decir
que el gobierno era “nazi” (aunque a Inglaterra le convenía la neutralidad
para poder seguir abasteciéndose de carnes sin que los barcos argentinos
fueran tocados). Más allá de algunas posiciones reaccionarias que había
dentro del gobierno (y de la sociedad en general), la acusación de “nazi” era
injustificada, pero era una forma de nuclear a las clases medias y altas, a los
sectores oligárquicos y al conservadorismo en contra del accionar de Perón a
favor de los trabajadores. De esa manera, envolviéndose en la bandera de la
“libertad”, los partidos tradicionales combatían a los sectores populares que
iban entrando poco a poco en escena. Querían desprestigiar a Perón frente a
los trabajadores y desprestigiar a los trabajadores frente a las clases medias.
Perón pasó a ser el enemigo número uno de las dirigencias burocratizadas.
La derrota inminente de Alemania y sus socios fue tomada como una victoria
propia por la oposición local, y la naciente Unión Democrática (donde se
reunían todos los partidos liberales) aumentó su presión buscando no sólo el
30
36 Jorge A. Ramos. Breve historia de las izquierdas en la Argentina. Tomo II, Claridad, Buenos Aires,
1990, p. 102
Del tiempo de Perón Javier Prado

llamado a elecciones, sino la destitución de Perón de todos sus cargos y que se


prohibiera participar políticamente a los funcionarios del gobierno.
Con la derrota de la Alemania nazi y el triunfo de los aliados, la “sospechosa”
neutralidad de Argentina mantenida por el gobierno (pero que venía desde la
época de Yrigoyen y había sido mantenida también por Ortiz y Castillo) se
tradujo en una declaración de guerra de último momento. Esto irritó a muchos
“nacionalistas”: “para algunos nacionalistas, Perón era excesivamente
democrático y estaba demasiado comprometido con un gobierno popular,
dirección que no consideraban adecuada para el Estado argentino”37. La
situación interna era de gran ebullición. De “izquierda” a derecha, crecía la
oposición a las acciones del coronel. Por otra parte, las positivas medidas
económicas y laborales del gobierno chocaban con las disposiciones
reaccionarias que limitaban la actividad política y la libertad de expresión.
Por su parte, los grupos patronales del campo y la ciudad veían con espanto
el aumento de los beneficios sociales que se estaban dando en ese momento y
empujaban con todas sus fuerzas para una salida electoral, previa entrega del
gobierno a la Corte Suprema. Empezaron a delimitarse dos grandes campos.
De un lado todos los partidos políticos (todos liberales en esa época) y del
otro los trabajadores y las clases sociales más bajas que apoyaban la figura de
Perón.
A principios de octubre Perón fue muy presionado, renunció a sus cargos y
fue detenido y trasladado a la Isla Martín García. La noticia de su detención
conmovió al país y pronto se iniciaron las manifestaciones pidiendo su
libertad. Comenzaron a darse una serie de deliberaciones en el mundo del
trabajo ya que los obreros presentían (con justa razón) que sus conquistas
laborales peligraban si caía el hombre que las había apoyado y concretado. La
C.G.T. convocó a una reunión de sus máximas autoridades y estas resolvieron
declarar una huelga para el día 18, sin embargo las bases superaron en velocidad
a la dirigencia gremial. Es así que se produce un fenomenal movimiento
popular que rescatará de su prisión a Perón, exigiendo su presencia en Plaza
de Mayo. El movimiento que liberó a Perón y lo consagró como líder popular
para siempre, tuvo lugar aquel 17 de octubre de 1945. Fue un cimbronazo
para todos los sectores sociales y en todo el país, tanto en las provincias más
pobladas como en los territorios nacionales de entonces, como en Santa Cruz
o en Chubut:
31
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Rock, Deutsch, Rapalo, Dolkhart, Lvovich, Walter, Senkman, Lewis. La derecha argentina, Vergara
Editor, Avellaneda, 2001, p. 266
“Yo justo estaba en el servicio militar en el año ‘45 y me habían dado la
licencia, me habían dado de baja el 15 de octubre y estábamos esperando
allá el colectivo para irnos cuando apareció ese levantamiento del 17
de octubre, cuando a Perón lo habían llevado preso y que se levantó
todo el pueblo de Buenos Aires pidiendo su libertad. En ese tiempo nos
volvieron a reincorporar y estuvimos un día más o dos y nos volvieron
a dar la baja. Ya se había apaciguado todo ese problema en Buenos
Aires y nos hacían hacer guardia en la ruta 3, por si podíamos ver algún
movimiento raro y todo eso. Era la consigna que teníamos. Después
volví a mi casa, y al año siguiente creo que era que ya me afilié al
partido38. Acá, en Gaiman había una Unidad Básica, que le decían. Y yo
tenía el carné número 6 (…) En ese momento cuando estaba de soldado
siempre sentía hablar del coronel Perón, en aquella época. Perón en ese
tiempo era de Trabajo y Previsión. Y ahí, en Trabajo y Previsión, fue que
hizo su gran campaña defendiendo a los obreros. De ahí fue juntando
los votos para el momento que hubo elecciones (…) Los galeses estaban
muy en contra de que se los obligara a pagar la jubilación”39.
La referencia a los galeses tiene que ver con los chacareros y productores, de
la colectividad, radicados en Gaiman (siendo el propio entrevistado parte de
la comunidad). De manera que por la zona de Chubut, tan lejos de la Capital
Federal, también comienza a gestarse la organización política de Perón:
“El nombre de Perón, enseguida (se sintió) por todos lados. Cuando
fue la revolución del ‘45. No fui fanático, ni nada por el estilo, pero
simpatizaba. Por lo menos se veía algo. Una iniciación de política,
porque antes estaban muy cerrados (…) Los que gobernaban eran los
radicales. Después el peronismo empezó a surgir, a levantarse. Después
vino Eva Perón, ella pone el voto femenino. Y ahí fue donde se hicieron
grandes (…) Había un representante del gobierno, que habían puesto
ellos en una oficina, entonces nos mandaban ahí. Y ahí se fue armando
el peronismo”40.
Cuando este militante dice “por lo menos se veía algo, una iniciación de
política”, hace referencia a que el pueblo retorna al escenario y recupera un
peso político importante. Las masas populares convergieron en la Plaza de
Mayo aquel 17 de octubre de 1945 exigiendo la libertad de Perón, provenían

38 Peronista
32 39 Harold Evans (nacido en 1924)
40 Romualdo Cobo (nacido en 1926)
Del tiempo de Perón Javier Prado

de diferentes puntos del gran Buenos Aires y del interior del país:
“El 17 de octubre, yo me acuerdo que hacía poquito que estábamos
en Buenos Aires, recuerdo que fuimos con un grupo (yo estaba de
empleada) al Hospital Militar. Porque nos habían dicho que el General
estaba internado en el Hospital Militar. No, mentira, era que ya lo
habían detenido y lo habían mandado a la isla Martín García. Entonces
yo me acuerdo que llegué a mi casa y lloraba y decía “¿cómo el pueblo
no sale a defender al General41?, yo no puedo hacer nada, soy tan
pequeña, no puedo hacer nada por los trabajadores”. Yo lloraba así. Sin
embargo se dio. Qué cosa maravillosa cuando habló esa noche. Yo en la
plaza no estuve, pero escuché por radio (…) Mi papá, mi mamá, todos
(peronistas). De hecho, ellos fueron los que más quisieron que entrara
en la política. Porque yo no quería ser ¿por qué? Porque mi vocación
era la música. Yo estudiaba mucho el piano. Yo quería ser concertista
de piano. Entonces yo dije “no, la política no, porque la política es
absorbente y yo voy a tener que cerrar el piano” y fue así. Yo tuve que
cerrar el piano. Porque en la música uno tiene que estar constantemente
ensayando sobre el instrumento y más en el piano, que es muy difícil.
Me decían ellos “a lo mejor se te abre un porvenir”… “¿qué se me
puede abrir un porvenir?”, porque lo que menos pensaba yo era que
iba a tener un cargo político. Me gustaba mucho Perón por su acción
social, que se ocupaba de los que nada tienen, se ocupaba de los sin voz,
entonces yo simpatizaba con el General, con su doctrina, pero que yo
iba a actuar en política, ni me pasó por la cabeza”42.
Es interesante el siguiente testimonio acerca de aquella jornada, cuando algunos
“historiadores” se quejan de la falta de “espontaneidad” del movimiento:
“Y ahí me hice peronista de muy chico. Porque el peronismo nació
solo. Porque la gente de las fábricas estaban cansados. Muy cansados
estaban. Y un día…la gente saca a Perón de Martín García, cierto. Y
la gente salió de CAME y salió de acá, de Pavón y salió de Florencio
Varela. Salió como en caravana, sin haber comunicación, nada (…)
Pero como si hubiese sido invitada. Y no era invitada. Fue un boom…Y
se subía arriba de los tranvías, arriba de los techos de los tranvías y
hasta que a Perón lo sacaron de Martín García. (Yo) Vivía en Villa del
Parque (zona) media bacana. Yo tenía ahí a mi abuela y a una tía mía.
Cuando yo me hice peronista, mucha gente de arriba no quería que
33
41 Aún era coronel en ese entonces
42 María Urbelina Tejada (nacida en 1922)
fuera peronista. Era “mala gente”…Así se catalogaba al peronismo
(…) ahí fue cuando lo mandaron a Perón un tiempo a Martín García y
el pueblo lo sacó de prepo, sin derrame de sangre, sin nada (…) Arrancó
de Avellaneda más o menos y de todas partes de donde había pueblos
trabajadores. Después, de la calle Pavón, de ahí de Avellaneda, había un
montón de fábricas. Estaba CAME, Frigorífico La Negra, y otras (…) el
que no era peronista en mi casa…no era persona bien vista (…) A mí las
ideas de Perón me gustaban y mucho. Nunca tuve que pedir nada. Ni a
Perón, ni al gobierno, ni nada”43.
El movimiento favorable a Perón tuvo un centro importante en la provincia de
Tucumán, donde los trabajadores de la caña de azúcar fueron de los primeros
en manifestarse, pero no los únicos:
“El 17 de octubre del ‘45, tenía 20 años cuando se produce el famoso
día de la Lealtad, que lo sacan a Perón de la Isla Martín García. Eva
Perón, mejor dicho, fue la que reunió a todos los obreros de la república,
porque cuando a mí me comunican cerca de las 6 de la tarde, el jefe que
yo tenía me dice “pendejo, buscate en qué vas a regresar a tu casa
en Tafí Viejo, porque han parado todo el mundo por Perón. Quieren
a Perón en la Plaza de Mayo”. Lógicamente que uno simpatizaba,
pero no estaba ligado directamente porque yo de política no entendía la
verdad un carajo. No entendía porque era un pendejo, uno más buscaba
las cosas de diversión, pero ya había un entusiasmo casi político por
lo que era Perón, por la figura de Perón que se engrandecía día a día y
eso le fastidió a muchos militares que no querían que Perón sobresalga
de esa manera y lo metieron preso en la (isla) Martín García (…) y los
obreros de Avellaneda salieron a la calle y todo eso se escuchaba por
radio o por los diarios. Había diarios que publicaban las cosas esas. Era
lo único que uno se podía enterar, no había televisión, todavía en esa
época para acá, para Tucumán”44.
Finalmente Perón fue liberado y su presencia en el balcón de la Casa Rosada
hizo estallar al pueblo en una memorable ovación. El pueblo había escrito
la más maravillosa página de su historia política. Sin embargo de una punta
a la otra del arco “ideológico” continuaba la ceguera: “El malón peronista-
con protección y asesoramiento policial- que azotó al país ha provocado
rápidamente- por su gravedad- la exteriorización del repudio popular de
34 43 Carlos Ritchie (nacido en 1932, )
44 Romero Cruz
Del tiempo de Perón Javier Prado

todos los sectores de la República en millares de protestas (...) Se plantea


así para los militantes de nuestro Partido una serie de tareas que, para
mayor claridad, hemos agrupado en dos rangos: higienización democrática
y clarificación política. Es decir, por un lado, barrer con el peronismo y todo
aquello que de alguna manera sea su expresión; por el otro, llevar adelante
una campaña de esclarecimiento de los problemas nacionales, la forma de
resolverlos y explicar ante las amplias masas de nuestro pueblo, más aun
que lo hecho hasta hoy, lo que la demagogia peronista representa”45. Desde
las “cátedras” universitarias llovían críticas para el pueblo: “El hecho que ha
causado más honda sorpresa ha sido la aparición de una masa sensible a los
halagos de la demagogia y dispuesta a seguir a un caudillo”46.
Después de las jornadas de octubre, comenzó aceleradamente la carrera
electoral. La fecha de elecciones fue fijada para el 24 de febrero de 1946
(aunque primero se había considerado la fecha del mes de abril). La
candidatura de Perón era un hecho, aunque desde la oposición al gobierno
se calificara a Perón como el candidato “imposible”. Enfrente se hallaba la
Unión Democrática, conformada por radicales, comunistas, socialistas y
(desde las sombras) por el conservadorismo. Esta coalición era apoyada por
toda la prensa y el aparato de la “inteligencia”, los sectores económicos más
poderosos (Sociedad Rural, grandes exportadores y los grandes propietarios).

Evita y el 17 de Octubre
Mucho se ha dicho sobre el papel de Evita en aquellos días. Es indudable que
Evita fue una mujer excepcional y que su figura dejó una profunda huella en
la historia política, pero en aquellos días de octubre poco podía hacer Eva
Duarte (aun no estaba casada con Perón) por la libertad del coronel, ya que
su inserción en el mundo laboral era escasa y no tenía contacto directo con
dirigentes gremiales y políticos. Resulta interesante el testimonio de quien ya
tenía un contacto con gente cercana a Perón y que cuenta cual fue la situación
de aquellos días:
“Los medios decían que Evita había estado escondida en la casa de
Perón los días del 17 de octubre. Mentira. Estaba acá47. Andaba yo
manejándola, la traje a casa”48.
45 Maristella Svampa. El dilema argentino: civilización o barbarie. El cielo por asalto-Imago Mundi,
1994, p. 253
46 José Luis Romero. La experiencia argentina, Fondo de Cultura Económica, B. Aires, 1989, p. VII
47 San Nicolás
35
48 Honorio Zariaga
Honorio Zariaga trabajaba para un hombre que se ligará a Perón a partir de
1943:
“había venido la crisis del ‘30. Mi padre tenía chacra en la estancia de
Román Alfredo Subiza, en Oratorio Morante, Provincia de Santa Fe.
Entonces, cuando vino la crisis, yo le pedí trabajo al doctor Román
Alfredo Subiza y me dio para que yo plantara plantas e hiciera trabajos
en la estancia, pero a los 15 días me dejó de encargado de la estancia.
Eso fue en 1938 y después yo seguí trabajando en los campos de él,
porque él tenía cinco o seis estancias, entonces seguí trabajando con él
hasta que llegó que Perón lo hizo intendente de San Nicolás”49.
Pero ¿quién era Román Subiza? Era un abogado (también fue profesor
universitario) nacido en San Nicolás, en 1913. Luego del golpe del ‘43 fue
designado comisionado municipal en San Nicolás (Buenos Aires) por el
interventor en la provincia de Buenos Aires, Juan Atilio Bramuglia.
“Entonces él me llevó a mí, porque como yo le servía de custodia,
aparte le manejaba el coche, porque Perón lo quería tener a él en
Buenos Aires. Era intendente acá en San Nicolás. Me nombró a mí
en la intendencia para irse junto conmigo a Buenos Aires. En Buenos
Aires en la calle Sánchez de Bustamante, barrio Abasto, alquilaron con
Juan Duarte, Hugo Saldías y Román Alfredo Subiza, un departamento.
En Bustamante al 660, donde yo le manejaba el coche y le atendía el
teléfono. Y hacía como dos o tres meses que estábamos allá cuando
viene que ocurre en la mañana (que) ellos se fueron del departamento
con la voituré de Juan Duarte (de dos colores, que era una Ford modelo
‘37, abajo azul y arriba un celeste verdoso) a hablar con Perón. Ahora,
justo que ellos estaban reunidos le avisan a Perón que se escape, que
lo van a detener. Entonces Subiza le ofrece la estancia a Perón, pero
ellos después salen todos en caravana disparando50 de ahí porque
los venían a llevar presos. Entonces Subiza, cuando van bajando del
edificio había un jarrón y esconde la pistola ahí y salen y toman la
voituré y salen escapando, detrás de la caravana de los coches que se
iban, de la gente que estaba junto con Perón reunida. Entonces a las dos
cuadras Subiza le dice a Juan Duarte “doblá, o lo siguen a Perón o nos
siguen a nosotros”. Y doblaron, pero ellos se fueron hasta cerca de San
Martín, y abandonaron la voituré y se agarraron el (tranvía) Lacroze y
36 49 Honorio Zariaga
50 Escapando
Del tiempo de Perón Javier Prado

anduvieron toda la noche escapando. Y yo estaba en el departamento


de Bustamante al 660 atendiendo el teléfono. Y esa noche me llamaron
toda la noche, no me dejaron dormir. Uno de los que más llamaba era
Pettinato (que creo que es el padre de Pettinato, ese que sabe estar en
la televisión), que después lo nombraron jefe de la cárcel de Las Heras.
A la mañana siguiente, medio mal dormido, porque el departamento
quedaba al fondo, a treinta metros, salgo hasta la vereda y para un Ford,
modelo 36, color azul, y baja Evita y me dice “Zariaga, dice su jefe que
nos lleve51 a la estancia de San Nicolás”. Ellos decían “la estancia de
San Nicolás”, pero era a 22 kilómetros de San Nicolás, en la provincia
de Santa Fe, Oratorio Morante se llamaba el pueblo donde estaba el
campo. Yo nací ahí, en esa estancia. Entonces le digo “si, suba, ahí
está el coche”. Yo estaba manejando el coche de la municipalidad de
San Nicolás, un Chevrolet 38, color bordó, chapa 1113. Y sube Evita
y me dice “no queremos pasar por campo de Mayo, porque nos van
a detener”. Y digo yo “seguimos derecho hasta Rivadavia y hacemos
un rodeo y salimos a la ruta 8”, y así hicimos. A las 9 más o menos
fue (minutos más, minutos menos, porque yo no anoté nada, pero sé
que era esa hora más o menos) salimos de Buenos Aires. Hicimos el
recorrido, hicimos todo el rodeo ese y fuimos a salir a la ruta 8 en
Parada Robles. Ahí, en Parada Robles, dice Evita “¿por qué no baja y
compra unos sándwiches Zariaga?”, y bajo y compro unos sándwiches
(y era para que comiera yo52). Y cuando llego arriba del coche me dice
“¿qué hacía usted Zariaga, antes?” y yo le digo “hacía dulce de leche,
hacía alambrados, trabajos rurales”. “Me parece que va a tener que
hacer dulce de leche de nuevo” responde con ironía Evita”53. Bueno,
y seguimos. Adonde había (Policía) Caminera, hacíamos un rodeo por
la tierra y salíamos otra vez a la ruta que va a Pergamino, la ruta 8. Y
así llegamos hasta Arrecifes. En Arrecifes tomamos un camino angosto
que va a Ramallo, y antes de llegar a Ramallo hay un camino que le
llaman el camino del Mutti y entonces tomamos ese camino, también
de tierra y salimos a la 188. Y por ahí, cuando habíamos salido a la 188,
explotamos una goma. Entonces Evita se baja, yo me bajo a cambiar
la goma y ella bajaba toda echa un cochino, por toda la tierra que

51 Es decir, a Evita y Juan Duarte


52 En Diario El Norte, de San Nicolás
37
53 http://www.diarioelnorte.com.ar/index.aspx?Titulos=1
entraba adentro, porque no tenía aire acondicionado el coche, en esa
época no había. Entonces la miraba yo a ella. Ella venía con un vestido
color crudo, el fondo crudo y un gris perla, clarito, medio amarronado,
estampado y con el cabello suelto, venía. Y le corrían surquitos de
transpiración con tierra, ella tenía el cutis que parecía una porcelana. Y
seguimos hasta la estancia. Llegamos a la estancia a las siete y media
de la tarde, en Oratorio Morante y Juan Duarte se va a una canilla, que
había en medio del patio, se pone los pies adentro de un fuentón y Evita
me pide a mí una lapicera, si le podía prestar, para hacer una carta al
padre confesor de ella. Entonces, yo le doy la lapicera, hace la carta, me
la da, pero como Perón estaba preso y yo andaba con el coche oficial, yo
me tenía que ir a San Nicolás. Y (los) dejé en la estancia, a ellos dos. Y
llevé la carta para mandársela al padre confesor. Cuando llego allá me
dicen “tenés que guardar el coche porque te lo pueden joder”. Guardo
el coche en la Asistencia Pública que tenía los garages ahí y estuve dos
días sin ir a la estancia porque a ella quedaron cuidándola las chicas de
un lechero que había en la estancia. La peinaban a Evita, esos dos días.
Y después se fue a San Nicolás el día 1654 y recibe una nota (por un tal
Armando Freschi, que era secretario de Trabajo acá en San Nicolás) de
Perón que le pide matrimonio”55.
Desde su prisión Perón le había escrito a Evita: “Solo cuando nos alejamos
de las personas queridas podemos medir el cariño. Desde el día que te dejé
allí, con el dolor más grande del mundo que puedas imaginar, no he podido
tranquilizar mi triste corazón. Hoy sé cuanto te quiero y que no puedo vivir
sin vos. Esta inmensa soledad está llena de tu recuerdo. Hoy he escrito a
Farell pidiéndoles que me acelere el retiro, en cuanto salga nos casamos y nos
iremos a cualquier parte a vivir tranquilos”56. En esa carta Perón le propone
a Evita ir a vivir a Chubut.
“Se la entregan a Evita que estaba ese día en San Nicolás y al otro día,
17 de octubre, ella se comunica con Perón. Y (Perón) le dice que se vaya
a la estancia otra vez, que él va a ir. Así que a la mañana, del 18 ya, a
la madrugada, viene Subiza y me dice “vamos a la estancia”. Vamos a
la estancia, llegamos. Estaba el comedor. Cuando entramos al comedor
venía Evita y dice “ese es el señor que me trajo”, le dice a Perón, para
54 De octubre de 1945
55 Honorio Zariaga
38
56 Norberto Galasso. Perón. Formación, ascenso y caída (1893-1955), tomo 1, Colihue, Buenos Aires,
2005, p. 314
Del tiempo de Perón Javier Prado

que me saludara, pero Subiza me dice: “mirá, estamos estorbando acá,


ellos son novios” (…) Entonces nos vamos al cenador, que quedaba
a treinta metros de la casa. En el salón había una glorieta que era con
rejas, arcadas y había mesas y sillas. Nos vamos con Subiza allá porque
dice “estamos estorbando acá”, porque como dijo Subiza, eran novios
ellos. Entonces nos vamos, nos sentamos ahí y a los diez minutos, más
o menos, viene Juan Duarte, el hermano de Evita y le dice a Subiza
“Ya le contestó al coronel, Eva”. Y le dice Subiza “¿qué le dijo?”, y le
dice…En la carta decía, según lo que ellos dijeron, que si ella se casaba
con él, se iban a vivir al sur y abandonaba a todos los seguidores. Ese
es el escrito que le había mandado Perón, pero ella le contestó que no
era necesario abandonar nada, que iban a luchar juntos, pero eso si: que
se casaban por la iglesia y por el civil. Así que el día 20 o 21 (yo no lo
anoté bien el día, pero creo que era uno de esos dos días), me dice Subiza
“andá a buscar a mi señora, que venga a saludar a Perón y Evita”.
Me fui a San Nicolás, Leandro Alem 114, y a la señora de Subiza le
digo “dice su esposo que vamos a la estancia porque quiere que ustedes
saluden a Evita y a Perón”. Y se vino con la hermana de ella, Mercedes,
y ella se llamaba Mahia, y nos fuimos para la estancia. Cuando pasamos
el puente de Figueredo, para la provincia de Santa Fe (que quedaba
más o menos de San Nicolás a 22 kilómetros) vemos venir el coche de
Perón. Perón venía en un sedan azul antiguo, manejando Perón, con
Evita adelante y Juan Duarte y Subiza atrás. Se bajan en la calle Real,
ahí. Se saludan con la señora de Subiza y nos venimos de vuelta a San
Nicolás, Leandro Alem 114 y se bajan ahí, se toman un refrigerio y de
ahí viene Perón de nuevo, toma el volante y se van. Y al otro día, el 22,
fueron y se casaron en Junín. La llevó a ella Perón, manejando él, con
Evita adelante, Juan Duarte atrás y Subiza atrás. Se fueron a Junín y se
casaron el día 22. Por eso digo que muchas de las cosas que han dicho
por ahí, todas no eran ciertas. Totalmente no eran ciertas, porque…si
yo andaba manejando con ella. Y de San Nicolás a Buenos Aires, en
esa época, por Pergamino, se hacía en seis horas, en menos no se podía
llegar, porque había muchas curvas y muchas vueltas, por que acá, las
rutas de la zona no había nada. Había que ir por esa ruta, la única. Por
eso le digo que ella estuvo: de la estancia a San Nicolás, de San Nicolás
a la estancia y ahí la cuidaron las chicas que todavía viven acá57 (…)
39
57 Serían dos hermanas de apellido Conches o Conchés
después decían en algunos medios que Evita no había trabajado y yo les
digo a ellos que también macaneaban, porque yo seguí viviendo en el
departamento ese que yo le dije, en Bustamante 660 (Capital Federal)
con Juan Duarte, Subiza y Hugo Saldías (de Ramallo, que era un
estudiante de medicina). Entonces, los sábados me decía Juan Duarte
a mí: “¿vamos a verla a Evita?” filmando una película en los estudios
San Miguel. (La) Pródiga se llamaba la película, Juan Carlos Míguez58
era el actor. Íbamos allá a verla y a ella (…) Por eso le digo que muchas
cosas de las que se dicen no fueron así. Esto que yo le digo es porque
anduve yo, todo el tiempo. Dos días pasó sin andar, porque no se iba
a ir a Buenos Aires y venír otra vez, en dos días, no podía. (…) y los
que lo cuidaban a Evita y a Perón acá, eran tres policías de acá, de San
Nicolás. Uno se llamaba Lucero, el otro se llamaba Sosa y el otro no
me acuerdo, pero eran tres los que lo cuidaban a Perón allá. La primer
noche que llegó allá Perón, yo me quedé casi toda la noche sin dormir,
porque no había camas. Yo me quería ir”59.
Hasta aquí el interesante testimonio de este hombre de Oratorio Morante que
aun hoy le relata a todo el que lo consulte, cómo fueron aquellos días yendo y
viniendo entre San Nicolás y la estancia donde Evita le dio el si a Perón. Y en
cuanto a Perón y Evita como pareja, no han faltado quienes dijeron que Perón
“no la quería” a Evita. Esto no se basa en conocimiento de causa ni nada
por el estilo, sino que tiene una intencionalidad política: degradar la figura
del líder popular, mostrándolo como un hombre sin sentimientos, capaz de
“manipular” a su esposa o a millones de trabajadores. Sin embargo, y por las
cartas ya conocidas que Perón le escribió en su momento más difícil, como
por los testimonios de quienes han tenido oportunidad de compartir algo de su
intimidad, se nota claramente que había una excelente relación entre Perón y
Evita. Por lo tanto, aquellas críticas y
“La gente que a veces pueda pensar así, que Perón no la quería a Evita,
es porque son de mala leche (…) era la pareja ideal. Porque realmente
yo creo que otra pareja no se va a armar en la forma que se armó esa
pareja”60.

58 En realidad, Juan José Míguez


40 59 Honorio Zariaga
60 Gerónima Ramos
Del tiempo de Perón Javier Prado

Las elecciones de 1946, el Laborismo y el comienzo del gobierno peronista


Ya se aproximaba la fecha de la elección presidencial y el partido peronista se
estaba gestando, aunque con otra denominación:
“Con el 17 de octubre y todo eso ya estaba el nombre de Perón impuesto.
Yo iba a acompañar a mi padre, a veces, a algunas reuniones que iba.
Y se reunían en diferentes casas porque no tenían Unidades Básicas,
nada, porque después empezó todo ese proceso, cuando ya se vino el
acto electoral”61.
Las mujeres ya empezaron a tomar protagonismo desde el surgimiento de
Perón a nivel nacional:
“Yo era muy joven (…) cuando comencé a andar en el movimiento, que
recién apareció el General Perón. Luego mi mamá y mi papá se han
hecho tan peronistas que me ayudaron, me iban empujando a que siga
y que siga. Tanto que en mi casa ya no se hablaba más que de Perón y
de Evita. Con el correr del tiempo fui aprendiendo en el movimiento
y conociendo algo más de la creación de nuestro querido partido. Del
movimiento jamás me olvido, menos de los creadores. Cuando pasaron
los años fui conociendo más el movimiento y compenetrándome más
en la felicidad del pueblo que iba gozando a través de Perón y de Eva
Perón. Dejaron de estar tan supeditados a lo que dijeran otros. Ya el
gobierno dio salida y vida a los obreros argentinos. Con las leyes de
Perón y de Evita también la mujer empezó a ser más libre, porque
antes era como tener en la casa no una mujer: una sirvienta, o una mala
comparación: un animal. Pero gracias a las leyes de Perón y de Eva
Perón hemos conseguido un poco de libertad. A través de eso fuimos
trabajando muchísimo las mujeres, que era un hormiguero las mujeres
que salíamos a la calle a trabajar por ellos y al trabajar por ellos digo
trabajar por la patria, porque ellos pensaron en la gente, no en ellos
mismos. Eva Perón finalizó su vida entregándola al pueblo, a su patria.
Y así hemos ido nosotros conociendo muchas cosas que se nos decía
estaba vedado, pero gracias a que en ese entonces…esa alegría que nos
empezó a dar Perón y Evita hemos vivido mucho mejor (…) Mi marido
trabajaba en el (Ferrocarril) Mitre. Cuando vino Perón (a Santiago del
Estero, 1946), la primera vez, mi marido lo trajo desde Herrera hasta
pasando cinco o seis pueblos llegando a Santiago y como siempre los
acomodados lo bajaron a él y pusieron a otro, también peronista, otro
41
61 Carlos Ferreyra
compañero, que lo trajo hasta Santiago. Y venían repartiendo paquetes
de ropa y la gente, como era un mundo de gente en todos lados, recibía
paquetes de ropa, de telas, de cosas que daban. Era una alegría, un
mundo de gente. Yo estuve tres días en la calle, detrás de ellos. Apenas
si venía a cambiarme y volver a salir. Era una alegría, y era un mundo
de gente. Yo era acostumbrada siempre a hablar a la gente, pero no a
como quien dice, lleva rebaños. No. Yo las hablaba y las dejaba que
vayan solas, para sentirse ellas responsables, no yo”62.
Para las elecciones de 1946 Perón debió recurrir a una herramienta legal, un
partido político, ya que no contaba con una organización propia aun. En ese
sentido, el Laborismo fue el medio para lograr la participación efectiva en las
elecciones presidenciales de 1946, hasta que se conformara una estructura
propia, como recuerda este neuquino:
“El peronismo empieza cuando ya Perón vislumbraba a la conducción
del partido. Se forma el partido Peronista primero. Luego para
presentarse a elecciones como el partido peronista no tenía personería
jurídica tuvo que actuar con la estructura del partido Laborista que lo
conducía Cipriano Reyes en el orden nacional (…) Luego de tramitarlo
y sacarlo salió la personería jurídica del partido justicialista, encabezada
por el General Perón, el líder más grande que tuvo Argentina. Yo soy
peronista de Perón, de Eva Duarte de Perón”63.
En Carmen de Patagones, al sur de la provincia de Buenos Aires va tomando
forma el partido peronista:
“El Partido Peronista, los primeros lugares que se formó acá, como en
todo el país, no eran Unidades Básica, ni eran partidos, eran Centros
Cívicos64. Se formaban Centros en distintos barrios, en distintas villas,
y de ahí ya después surgió el movimiento cuando asume Perón, del ‘45
en adelante, del ‘46. En el ‘46 son las elecciones”65.
El nuevo movimiento se fue constituyendo en base al trabajo conjunto de
radicales yrigoyenistas, conservadores populares, algunos socialistas que se
volcaron al emergente movimiento y muchas personas que no tenían estrecha
relación con partido alguno:
“La mayoría éramos gente libre. Independientes, todos, la mayoría

62 Adelina Paolucci (nacida en 1922)


63 Celestino Sagaseta
42 64 Se los denominaba “Centros Cívicos Coronel Perón”
65 Arsenio Martínez
Del tiempo de Perón Javier Prado

independientes. Acá la mayoría de los que formamos fuimos muchos


maestros, la mayoría de acá son todos maestros. Y después mucha gente
del pueblo, obreros, trabajadores, todos”66.
Cuando este simpatizante dice “libre” deja en claro que muchos hombres y
mujeres hicieron su primera experiencia política a partir del peronismo, más
allá de que, como vimos, muchos provinieran desde estructuras ya formadas.
Para lograr el triunfo había que conquistar al electorado, sobre todo teniendo
en cuenta que enfrente estaba la aceitada maquinaria del conservadorismo,
sumado al radicalismo alvearista, así como cuenta este simpatizante que militó
en Carmen de Patagones:
“Había que ir viendo a la gente, recorrer la zona. Acá la zona es muy
grande, era municipalidad, siempre fue municipalidad. Nada más que
acá siempre regenteó (como en todas partes regenteaba) el partido
radical y los conservadores. Acá había que recorrer el campo (…)
acá en la zona del partido de Patagones en línea recta hay más de 120
kilómetros, hasta Pedro Luro, que ahí empieza el partido de Villarino.
Así que recorríamos los campos. Salíamos a la mañana temprano.
No teníamos más que un jeep, de esos abiertos. Así que salíamos a
las 7 de la mañana y volvíamos tal vez a las 10 de la noche, a las 11.
Recorriendo chacra por chacra (…) Conversábamos, conversar a la
gente para convencerla. Porque eran todos radicales u opositores…al
gobierno no, porque todavía no había empezado, pero eran gente de
otros partidos. Había que convencer a la gente porque esta zona era
muy radical (…) éramos todos conocidos acá en la zona, pero había
distintas formas de pensar. Estaban algunos, los socialistas, poca gente,
pero de otros partidos, más chicos. Así que recorríamos las chacras y así
fuimos haciendo el movimiento de Patagones”67.
En uno de sus recordados discursos de campaña, Perón les pidió a los peones
rurales que fueran a votar, rompiendo los alambres si fuera necesario:
“había patrones que eran muy opositores al gobierno del que iba a
ser presidente. La mayoría eran radicales o los dueños de los campos.
Entonces había que pedirle…por ahí no lo dejaban pasar o no lo querían
dar permiso a los peones para venir a votar o a los empleados (…) se
venía la gente o los íbamos a buscar, nosotros. Nos jugábamos la carta.
Nosotros íbamos a buscar la gente y la traíamos, con los pocos medios

66 Arsenio Martínez
43
67 Arsenio Martínez
que teníamos. Porque en esa época, todavía, éramos pobres nosotros
(…) no había tanto movimiento como ahora que hay tanto en forma
de auto, camioneta…y todo. En esa época del ‘46, todavía no había
tanto movimiento. Pero la gente venía. Y después, los íbamos a buscar,
nosotros. Si, (con) los pocos vehículos que teníamos, como podíamos,
o con un sulky o lo que sea si era para buscar la gente. Los traíamos al
pueblo, a votar (…) porque nosotros trabajábamos con la gente muy
bien. Eran una gente que era de otra(s) (ideas) política(s)”68.
Como vimos, el peronismo se va conformando con personas de distintos
frentes, muchos independientes; otros integrantes se acercaron al movimiento
desde el nacionalismo:
“Yo conocí a Perón en la provincia de Buenos Aires, cuando iba en
su tren para la campaña de la primera presidencia. En 9 de Julio,
provincia de Buenos Aires. Ahí conocí a Perón y conocí a Evita y a la
señora de Quijano (…) era el tren de campaña (…) ahí nos mandaban a
estudiar, acá (Neuquén) no había nada. Y eran todos radicales, inclusive
mi hermana (…) Estaba la calle central que termina en el Ferrocarril
Oeste…(empieza en la plaza, está en el centro la calle Vedia). Y habían
hecho ahí, en la salida a la calle, del ferrocarril (digamos la estación),
habían hecho un palco. Y ahí se subió y ahí estaba toda la gente. Pero
llenaba la cuadra…Mire que son las avenidas anchas (…) Mi marido fue
peronista desde que llegó a acá (Neuquén). Digo que tiene sus orígenes,
no es que fuera (nacionalista) pertenecía al Instituto Juan Manuel de
Rosas, que tenía como una flor, una estrella federal”69.
Perón desarrolló su campaña electoral recorriendo el país a bordo de un tren y
mediante encuentros con los trabajadores. El peronismo se iba constituyendo
como un movimiento antes que un partido. Y ese movimiento era multiclasista,
aunque su base fundamental era la clase trabajadora, como recuerda este
neuquino:
“Y empezamos primero como activistas, pegando afiches, pintando
(…) a los 18 años me empecé a juntar con la gente mayor de más
conocimiento. Había profesionales, había de todo, especialmente,
más, de la clase trabajadora. Yo pertenecía al gremio de la Unión
Ferroviaria”70.

68 Arsenio Martínez
44 69 Idalia (nacida en 1930)
70 Celestino Sagaseta
Del tiempo de Perón Javier Prado

En la provincia de Buenos Aires comenzaba a intensificarse la participación


popular y por eso en la zona de General Arenales:
“Yo recuerdo perfectamente que en las campañas previas, yo
acompañaba algunas tardes, algunas noches cuando salían a pintar
carteles con cal. En alguna pared ponían Perón - Quijano, la fórmula. Y
me acuerdo porque me llamaban la atención los vehículos, que llevaban
dos parlantes encima, como dos bocinas y hacían la campaña política
(…) Me acuerdo las primeras elecciones, que me acuerdo como era la
boleta (…) Me acuerdo porque los peronistas tenían una Unidad Básica
y era el partido peronista, en una esquina (tenemos dos plazas aquí en la
ciudad) y ahí consiguieron unas bombas para tirar cuando se enteraron
que habían ganado las elecciones (…) Se ganó la primera elección
acá, que ganó el peronismo (…) El primer intendente del peronismo
acá venía del radicalismo, había sido dirigente radical, conocido en la
zona (…) Y el padre venía del radicalismo, tenía una publicación en la
época de los conservadores y él era uno de los votantes radicales que se
incorporaron al justicialismo que siguieron a Perón. Creo que la boleta,
si no me falla la memoria, había una que decía Unión Cívica Radical
Junta Renovadora, y llevaban la fórmula Perón - Quijano”71.
Mientras, de modo similar, en la zona de Entre Ríos:
“No sabíamos lo que era actuar en política. Para mi era una novedad,
no era una necesidad de actuar. En febrero del año ‘4572 (Perón) vino
al puerto de Paraná (…) en un barco (…) venía de Buenos Aires (…)
pasaba por acá, por Corrientes, en ese tiempo era novedad (…) para mi
eso es lo mejor que pudo pasarme en mi vida, que yo la veo a ella no
solo que venía en el barco sino que había una señora mayor con ella
acompañándola. Entonces nosotros trabajábamos y el pueblo se volcó
a verla a ella al puerto. Ella no bajó, el que bajó fue el General a hacer
política y lo más interesante es que nosotros sabíamos de una persona
de ahí del barrio, del puerto, que era muy radical, pero se empezó a
envolver en la bandera argentina y lo fue a acompañar al General.
Eso fue emocionante para nosotros. Estábamos ahí en el puerto y la
saludábamos y ella nos saludaba a nosotros. Parecía que la queríamos
agarrar, pero no podíamos porque el río se lo impedía, por supuesto.
Fue ese el primer contacto que yo tuve, no físico, pero si de verla. Fue

71 Carlos Ferreyra
45
72 En realidad fue en febrero de 1946
la primera vez, tuve esa suerte. Desde ese día sentí la necesidad de
integrarme al partido (…) Te soy franca, nunca tuve un regalo porque
no pedí. Nunca tuve un crédito para hacerme una casa porque no pedí,
pero soy feliz lo mismo, porque de lo que tengo no me voy a llevar nada
(…) El peronismo es eso. El peronismo no es mentir. El peronismo
no se nutre de mentiras, de decir cosas que no va a realizar. Eso no
es el peronismo. Eso eran los radicales que cuando éramos chicos nos
envolvían con la palabra. Los mejores oradores han sido ellos, pero
después nunca han hecho nada”73.
En tanto, en las zonas rurales como el interior de Santa Fe:
“En la zona de Armstrong la gente vivía solamente de la juntada de
maíz, del trigo. Y hay muchos colonos, productores rurales chicos, o
sea 40, 50, 100 hectáreas. Entonces en las elecciones yo recuerdo que
mi padre conversaba sobre que las elecciones las iban a definir hacia
adonde los colonos se inclinaran (...) Se juntaban en las casas, iban a mi
casa o iban a otra casa. Y después había algún sindicato. Por ejemplo
había un sindicato que era el Sindicato de Obreros Pistines y Rurales,
que le llamaban. Pistines son aquellos que hombrean bolsas. El único
sindicato que existía ahí en los pueblos. Ahí empezó la efervescencia
de las reuniones”74.
Posteriormente, cuando se consolidó el nuevo partido, se fueron desarrollando
las Unidades Básicas, a partir de la unificación de todas las líneas partidarias
que conformaban el Partido Peronista, forjando la estructura que en adelante
tendría mucho peso en la organización formal del movimiento:
“Nosotros teníamos varias, en cada villa teníamos una Unidad Básica.
En cada barrio. Y en la zona, en los pueblos de la línea, del distrito
(Carmen de Patagones), también, una Unidad Básica en cada lugar. Era
gente joven, en esa época ya andaba gente joven. Yo andaba en los 25
años. Claro, porque tengo 93 yo (…) En el Partido soy el fundador y el
único que queda de los fundadores (…) Yo soy bahiense, soy de Bahía
Blanca, pero había venido acá (Carmen de Patagones) por el ferrocarril.
Veníamos trasladados acá por el ferrocarril en el tiempo de los ingleses.
Ya veníamos trabajando en algunos movimientos de obreros. Trabajando
a favor de la clase obrera, no en política, (para) la clase obrera. Y de
ahí surge después la parte política. Después ya entraron a jugar las
46 73 Esther Reitober (nacida en 1924)
74 Edgar Zapata
Del tiempo de Perón Javier Prado

organizaciones obreras y todo. Ha sido un movimiento muy grande”75.


Las Unidades Básicas eran centros de acción política, proselitista y de
instrucción cívica y cultural:
“Había también reuniones de adoctrinamiento, porque las Unidades
Básicas tenían que ser un lugar donde nosotros hablábamos de los
temas que nos interesaban dentro del gobierno, todo eso se vivió con
mucha intensidad”76.
Las Unidades Básicas se fueron convirtiendo en poderosas organizaciones
políticas en donde además de la difusión de la obra de gobierno, el
adoctrinamiento formaban cuadros políticos que podían llegar a ocupar cargos
públicos, así como ocurría en Santa Fe:
“yo fui secretario de adoctrinamiento. Teníamos que dar clases
sobre doctrina. Lo que buscaba el peronismo, como había cambiado
el país. Hacíamos una historia general sobre el país, desde el primer
gobierno nacional hasta la actualidad y el gobierno de la provincia (...)
mandaban material. Especialmente la doctrina peronista se basa en los
discursos de Perón relativo a distintos gremios, a la educación, a la
salud pública o los trabajos de Eva Perón de ayuda social, los beneficios
que daban a la clase trabajadora, los Hogares Escuela los hogares de
veraneo, mandaban los folletos a la Unidad Básica y la Unidad Básica
se componía de 8 secretarios: de organización, de afiliación, político,
de adoctrinamiento (...) Éramos unas organizaciones de base muy
interesantes (...) de forma tal que cuando usted salía candidato a algo,
era propuesto por la Unidad Básica de un pueblo. En ese pueblo se
debatía entre la parte de la C.G.T., la parte femenina y masculina. Ahí
pasaban el primer filtro. Después ya salía en ese pueblo candidato, tenía
que ir al filtro del departamento. En la cabecera de departamento se
juntaban los candidatos de cada pueblo y ahí se elegía el mejor o el más
capaz. O sea que no era por dedo que se los elegía. Realmente las bases
actuaban. Todo eso quedó en la nada”77.
Finalmente, el peronismo triunfó en las elecciones presidenciales y en la
mayoría de los principales distritos del país:
“En un año se llevó con el nombre del Partido Único de la Revolución.
Acá (Carmen de Patagones) nosotros en el ‘46 ganamos la primera

75 Arsenio Martínez
76 Carlos Ferreyra
47
77 Edgar Zapata
elección (fue elegido) el doctor Carlos Augusto Tessari78. Un médico de
mar del Plata, que había llegado hacía poco…bah, unos cuantos años
que estaba acá….Y acá los que formamos el Partido (no el partido sino el
Movimiento, después siguió considerado como el Partido) fuimos cinco
personas. El doctor Tessari era director de la chacra experimental”79.
Durante la intendencia de Tessari se inauguró el Museo “Emma Nozzi”, el 14
de julio de 1951, que en la actualidad continúa en funcionamiento.
El triunfo presidencial de Perón fue un golpe de nocaut para varios partidos
políticos que no podían creer lo que había sucedido: “desalienta comprobar
cómo es posible que no haya existido la más mínima capacidad discriminativa
en esa masa votante que lleva a los puestos de mayor responsabilidad en
los gobiernos a muchos hombres que no significan garantía alguna para una
política de progreso, puesto que pertenecen a los grupos más reaccionarios
del país, cuando no son ejemplo de la más negada ignorancia (...) No nos
apresuremos sin embargo a condenarla, ya que sabemos que buena parte de
ella cuenta con una escasa o nula cultura política”80. Así era el desprecio
que las clases tenían (y tienen) por las expresiones populares. ¿A qué le
llamaban cultura política? A votar a los candidatos apoyados por las grandes
corporaciones y las embajadas extranjeras. Ni la contundente presencia del
pueblo en las calles y en las urnas alcanzaba para quitarle la ceguera a los
seudo demócratas. Perón asumió la presidencia el 4 de junio de 1946:
“A mi me parece que tengo que comenzar en la época en que mi
madre me llevó…que asumía o era un desfile que había, donde estaban
Quijano y Perón. Yo era chiquita (…) Mi madre quería que yo viera
bien, adelante, pero era una multitud de gente que ¿cómo iba a hacer?
Entonces, como ella tenía un hijo, que era oficial en la policía, ella se
acerca a un policía y le dice que quería que yo pudiese ver. Y nos dejó.
Nos dejó delante de todo. Entonces vimos. Quijano que era un señor
mayor ya. Era un viejito, con su ponchito”81.
Pero ya antes de asumir, el gobierno saliente dejaba sentadas varias medidas
(impulsadas por Perón) que preparaban la situación para la profundización
de las políticas de liberación económica y social que Perón llevaría adelante:
“ya empezó a gobernar el presidente y vimos que hacía mucho para la
78 Las elecciones fueron en 1948, pero ya antes (de agosto de 1946 a febrero de 1948, Tesssari había
sido comisionado)
79 Arsenio Martínez
48 80 José Luis Romero. La experiencia argentina, ob. cit, p. 448
81 SG (nacida en 1938)
Del tiempo de Perón Javier Prado

gente de trabajo. Todos agarraban trabajo, acá en Bolívar había poco


trabajo. Y de ahí ya empezaron a viajar a Buenos Aires, porque allá
también en Buenos Aires se fue mucha gente de campo a trabajar, había
mucho trabajo para hacer en la Capital Federal. Así que así empezó
Juan Domingo. 22 años tenía (yo), era joven. Y empezamos a ver que el
presidente daba mucho trabajo, había posibilidad para hacer las cosas,
porque Bolívar estaba medio muerto ya. Había poco trabajo para la
gente, los comercios. De ahí empezaron a surgir (…) Entonces cuando
Perón empezó, allá en Buenos Aires, a hacer obras, a dar trabajo, la
gente del campo dijo “bueno, acá no tenemos más nada que hacer”
y se iban, gente joven (…) peronista era mi padre, mi madre, toda la
familia. Y de ahí empezó la gente a progresar un poco. Acá Bolívar era
radical (…) teníamos una chacrita en el campo y ahí estábamos medios
caidón, pero después ya, de entonces, se empezó a agrandar un poco
(...) Uno nació peronista. Y porque Perón…lo armó a uno. Cuando era
joven, todos los jóvenes teníamos que apoyar a Perón. Eso fue lo que
nos llevó a ser peronistas”82.
Sencilla explicación que demuestra que había conciencia de cuáles eran las
alternativas reales en aquella sociedad de los años ‘40 y cómo las clases
trabajadoras identifican cuales son los caminos a tomar en base a las relaciones
de fuerzas existentes. En aquel momento la Unión Democrática y los partidos
seudo obreros enfrentaban al candidato apoyado mayoritariamente por los
trabajadores, de modo que apoyar a Perón era apoyarse.

Los derechos sociales, el voto de la mujer y el peronismo femenino


(1946 - 1951)
La militancia se iba intensificando a medida que se consolidaba el movimiento
popular, en base a las realizaciones concretadas:
“Yo, cuando el advenimiento del peronismo, tenía 12 años. Por supuesto
que venía de ver una serie de injusticias de la vieja argentina de la época
de los conservadores”83.
Muchos recuerdan esos años de militancia como una forma de participación
desinteresada:
“el peronista de alma, el que es sano, no precisa puestos. Precisa que
todo funcione para que todos estemos bien. Yo soy feliz cuando me va

82 Luis Novara (nacido en 1916)


49
83 Américo Rada Alé
bien a mi y cuando mi vecino y todo el pobrerío anda bien. Lo demás no
vale para nada…y parece que Dios me ha recompensado con esto. Yo
los veo morirse: morimos todos iguales, no te llevás nada”84.
Esta simple descripción encierra un análisis muy profundo que generalmente
esquivan quienes se atoran con gran cantidad de libros: este simpatizante
está juzgando el proceso político social a partir de la suerte del total de la
población y no por lo que particularmente le toca. Alguien había dicho algo
parecido unos años atrás “No sé que es eso de medir un proceso histórico con
las vicisitudes individuales de una persona. Mi sistema es el contrario: no
solo valoro objetivamente el destino personal que me ha correspondido sino
que, aun subjetivamente, no acierto a concebirlo si no es unido de un modo
inseparable a los derroteros que sigue la evolución social”85.
1947 será un año de intensificación del proselitismo peronista, ya que se
consolida el partido del gobierno y Evita impulsará el voto de la mujer y la
creación del Partido Peronista Femenino, como veremos luego. Ya desde el 17
de octubre las masas populares habían dado muestras de su vocación política
y su participación masiva, pero había un tema específico para abordar y dar
justa solución y era el de la cuestión de la participación de la mujer en política.
Si bien el voto se había ampliado a partir de 1912 mediante la ley Saenz
Peña, todavía no se había incorporado al total de la población a los derechos
políticos y civiles. De manera que, desde el gobierno, Perón impulsó la ley de
sufragio femenino. “El despacho del senado nacional aconsejando acordar
los derechos políticos a la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre,
viene a satisfacer una necesidad y los deseos unánimemente expresados por
los grupos más progresistas de mujeres, y también las promesas de todos
los partidos políticos durante la reciente campaña electoral (…) la mejor
capacitación de la mujer podrá obtenerse si es ella misma la que puede
promoverla, estimularla y superarla (…) El número de mujeres que en
nuestro país trabajan por su subsistencia y que sostienen o contribuyen al
sostenimiento del hogar es cuantioso”86. El proyecto tuvo en Evita su cara
visible:
“Con el asunto este de la mujer, ella dijo “me tiemblan las manos al
contacto del laurel que proclama la victoria”. Evita se sentía feliz
porque había sacado lo de la mujer y había que pregonar, pregonar”87.

84 Víctor Pérez
50 85 León Trotsky, Mi vida, Editorial Antídoto, Buenos Aires, 2006, p.458
86 Diario El Litoral, 23/8/1946, p. 4
87 Onofre Briz de Sánchez (nacida en 1928, )
Del tiempo de Perón Javier Prado

El peronismo femenino (1947 – 1951)


El Partido Peronista Femenino vino a reforzar el respaldo político al
presidente Perón, pero además tuvo la característica de ser independiente
(organizativamente) del partido peronista masculino:
“Con los hombres era separado. El partido justicialista de hombres
separado del Partido Femenino. Evita lo creó así y así lo dice en sus
memorias. El General dice: “para que las mujeres nazcan vírgenes en
política, no tienen que llevarse por las mismas y tradicionales mañas de
de los viejos y tradicionales partidos políticos”, que eran el Demócrata
y el Radical. Entonces para que la mujer no se dejara llevar por ningún
caudillo (en esa época les decíamos caudillos)”88.
El Partido Peronista Femenino fue una herramienta política de gran importancia
en el aspecto proselitista, pensándolo como herramienta electoral; en la faz
doctrinaria (ya que se difundían las bases del proyecto político del líder
popular y sus realizaciones); y social (porque en las Unidades Básicas del
peronismo femenino y masculino se recibían pedidos de ayuda social que se
canalizaban luego mediante el accionar de las instituciones estatales oficiales
o por medio de la Fundación Eva Perón89).
“Entonces nosotros hicimos en cada pueblo, porque éramos 204 mujeres
que trabajamos con Evita para hacer el Partido Peronista Femenino90
(…) Evita me mandó unas cuantas cosas. La intendencia de Campana
me dio mesas, sillas y para que yo pudiera traer y atender a los chicos del
barrio y enseñarle las lecciones (…) En la Unidad Básica yo enseñaba a
los chicos las cosas del colegio. Enseñaba a las mujeres a coser y corte y
confección (…) después, una vez por mes, invitaba a todas las mujeres
que quisieran venir. Yo no decía a “Fulana y Fulana”, no. Que vinieran
las que quisieran venir, entonces yo las anotaba cuando habían venido,
en el registro. Pero yo sabía las que no eran peronistas, porque ellas
mismas me lo decían”91.
La nueva organización política nació en un encuentro de mujeres en el
Teatro Cervantes, en 1949, pero se había empezado a gestar desde 1947 en
consonancia con la promulgación de la ley de voto femenino: “el peronismo
de todo el país contaría con dos agrupaciones, una integrada por hombres

88 Heraclia Arrúa
89 Veremos más adelante
90 En Campana Provincia de Buenos Aires
51
91 Honoria Chéves (nacida en 1913, )
y la otra por mujeres, ésta última como consecuencia de la reciente sanción
de la ley por la cual se acuerdan derechos políticos a la mujer”92. Allí fueron
convocadas mujeres que adherían al movimiento peronista. Evita ya tenía
contactos con quienes trabajaban cerca suyo en la Fundación y además se
fueron sumando simpatizantes y militantes que compartían las ideas de Perón.
En el congreso organizativo se eligieron 23 mujeres que fueron nombradas
como Delegadas Censistas.
“Mi militancia empezó en los centro peronistas femeninos “María
Eva Duarte de Perón”, así se llamaban. Luego Eva Perón manda una
delegada censista a cada provincia, a nosotros (Entre Ríos) nos tocó
Juana Larrauri, que era una cantante”93.
Su misión era ir una a cada provincia para censar y afiliar a las mujeres que
quisieran sumarse al partido.
“Era una de las más fanáticas de Perón y Evita. Y ella inaugura acá un
centro en Alem 18, en Paraná, Entre Ríos. Inaugura la sede central”94.
El proceso de inclusión de la mujer también estaba atravesado por cuestiones
clasistas, más allá de la heterogeneidad del peronismo
“las maestras eran mas vale ya gente con dinero para haber estudiado,
entonces al peronismo medio no lo habían aceptado, pero las maestras
que eran de carácter humilde empezaron a moverse y cuando empieza
Eva Perón había logrado nombrar delegadas en las distintas provincias
(...) la mujer humilde era la que sufría lo que pasaba en la casa y había
visto como había cambiado con el peronismo, fue más leal aun que el
varón hacia Perón y hacia Eva Perón”95.
El Partido Peronista Femenino profundizó los alcances del voto femenino,
logrado en 1947 y redondeó la incorporación de la mujer al escenario político:
“Eso se pidió por la cámara. Esos trámites los hizo Perón y Evita y la
gente, los diputados y senadores peronistas. Incluso había gente radical,
había mujeres. En esa época estaba Lidia Parodi, Juana Larrauri, un
montón de mujeres que fueron las pioneras, las secretarias principales
de Evita y todo eso”96.
Sin duda que el proyecto del voto femenino fue una de las grandes obras del

92 El Orden, 17/09/1947, p. 1
93 Heraclia Arrúa (1929)
94 Heraclia Arrúa
52 95 Edgar Zapata
96 Gerónima Ramos
Del tiempo de Perón Javier Prado

peronismo, en este caso, impulsada por Evita, pero ya Perón, mucho antes de
ser presidente había propuesto la idea:
“Evita me mandó una invitación para ver si yo quería trabajar en el
Partido Peronista (…) yo trabajé todo el tiempo con Evita. Nosotros
hicimos el voto, el voto femenino, que Perón pidió permiso en la Capital
al que hace los documentos para que pudieran votar las mujeres”97.
La fase organizativa del movimiento peronista femenino corría a la par de las
acciones sociales. Dentro de las mujeres censadas, las delegadas debían elegir
una subdelegada que las ayudara en las tareas organizativas y a su vez buscar
a las personas más indicadas para presidir las Unidades Básicas que debían
fundarse en cada localidad, como recuerda esta sanjuanina:
“Yo empecé en el ‘49,…cuando una asamblea de mujeres venidas de
todas las provincias la eligieron a (Evita) como presidenta del partido,
entonces se iba a formar el partido (…) Se llamaba Partido Peronista
Femenino. Evita quería chicas que estuvieran dispuestas a trabajar en
el partido, que sean activas. Y un pariente mío, que estaba cerca de ella,
fue el que me dijo y me propuso eso. Yo no me defendía mucho, pero me
decidí…y junto con otras chicas fuimos a verla a Evita a la residencia
de Olivos…Verla a ella fue algo maravilloso para mí…Una mujer
extraordinaria de la manera que nos trató, como familiares. No tendría
calificativos para hablarte de ella, de su bondad, de su personalidad
tan maravillosa. Entonces me destinó a una Unidad Básica, la primera
Unidad Básica que se inauguraba en el primer barrio que hizo acá98
la Fundación, que se llamaba “Presidente Perón” que actualmente se
llama “Barrio Saavedra”, y ahí estuve trabajando”99.
“Delimitado por las calles Crisólogo Larralde, Aizpurúa, la avenida General
Paz y Andonaegui, y en el límite con el Parque Sarmiento y el Museo Histórico
General Cornelio Saavedra, el barrio Presidente Perón (actual barrio Parque
Saavedra) fue uno entre tantos realizados en el marco de la política de vivienda
del primer peronismo, que concretó medio millón de unidades en todo el país.
El Ministerio de Obras Públicas de la Nación, dirigió la obra, que contó con
el apoyo financiero del Banco Hipotecario Nacional. Pero el verdadero motor
fue la Fundación Eva Perón”100.

97 Honoria Cheves
98 Capital Federal
99 María Tejada
53
100 www.humanoya.com/flasheva/indiceanecdotas.htm
“El trabajo que teníamos que hacer era censar. Para poder formar un
partido, tenía que tener cierta cantidad de afiliados, para que le den
la personería jurídica. Entonces había que afiliar, la tarea nuestra era
afiliar. Hablábamos a la gente, a las mujeres y no exigíamos, la que
voluntariamente quería afiliarse, se afiliaba. Andábamos por casas, era
una cuestión de tomar mi cuadernito, íbamos casa por casa y había gente
que nos recibía bien, otras mal, pero no importa, así fueron mis inicios.
Después, más o menos, un mes habré estado ahí y en una reunión
que hizo la señora en la Secretaría de Trabajo, en una reunión para
todas las secretarias de las Unidades Básicas, entonces me ascendió a
Sub- Censista de la Unidad Básica, de la Circunscripción Cuarta, de
Barracas. Ahí me puso al frente de esa Unidad Básica. Y ahí estuve
trabajando. Un barrio populoso, pero casi todo de gente comunista.
Teníamos nuestras conversaciones y discusiones. Bueno, después de
eso, a los dos o tres meses, me llama a la residencia. Entonces ella me
mandó a San Juan a organizar el Partido Femenino (yo soy oriunda
de San Juan, nosotros nos vinimos después del terremoto del ‘44, mi
familia se vino a Buenos Aires, porque perdimos todo y como teníamos
familiares acá, nos vinimos). Cuando me dijo eso, era como que se me
caía una montaña encima…Porque yo digo “¿cómo voy a organizar yo
un partido?”…Y era joven, muy joven…y bueno, felizmente, gracias a
Dios, pude…Primero porque uno ya llevaba ese entusiasmo de joven,
ese amor a la causa, y todo eso que hizo que aceptara y me puse a
trabajar…Y así fue que organicé todo el partido. Hubo mucha gente
que me ayudó porque yo solita no podía hacer todo. Me recorrí la
provincia varias veces (…) Donde yo sabía que había grupos de una
población femenina, yo estaba…Incluso tenía una Unidad Básica en
una montaña. En San Juan las localidades se llaman departamentos, era
el departamento de Valle Fértil. Una localidad pequeña, mejor dicho,
es en la montaña y se llama Sierra de Chávez…Entonces yo sabía que
había varias viviendas ahí, la gente trabajaba con sus cabritos. De eso
se ocupaban. Bueno, hice amistad con una chica que vivía cerquita de
esa montaña y toda la gente que bajaba por la montaña forzosamente
tenía que pasar por la casa de ella. Entonces, conversando con ella, le
dije que en tal fecha iba a ir a visitarla. Y así fue que tres días seguidos
estuve internada en la montaña. Y ahí puse una Unidad Básica. Una
54 experiencia maravillosa. Esa gente, la sencillez de la gente, cómo me
recibían, eso es una cosa que no me olvido más. Esa gente humilde que
Del tiempo de Perón Javier Prado

lo único que podía ofrecerme era un mate y me lo hacían solamente


para mí, y eso que yo no tomo mate, pero tenía que tomarlo, calcule
que era lo que la gente podía ofrecerme, no podía negarme. Así que
hasta en esa sierra se inauguraba una Unidad Básica, que al frente la
puse a esa chica que contactó con toda esta población. Después otra
Unidad Básica en otra montaña que se llama Sierra de Elizondo, pero
esta no era tan difícil como esa de Chávez. Yo iba con un muchacho
de 15 años y otras dos señoras más y me decían “hay que subir a esa
montaña” y yo en el caballo decía “¿cómo voy a subir?, ¿y para bajar?”.
Eran cosas terribles, pero uno todo lo puede cuando es joven y está
entusiasmada por una causa, entonces yo hice todo eso. Bueno, después
de inaugurar todas las Unidades Básicas que Evita me había pedido,
tenía que tener en tal fecha inauguradas 125 Unidades Básicas (me
había puesto la fecha y todo) en toda la provincia. Entonces las tuve.
Después de eso fue cuando se preparó la gente para las elecciones. Otra
cosa quería destacar: (en) las Unidades Básicas (allá en San Juan por lo
menos nosotros lo hacíamos así), no solamente que afiliábamos. En las
Unidades Básicas había gente que generosamente se ofrecía, maestras,
a ayudar a chicos en sus tareas escolares, o alguna chica que conocía un
poco de corte y confección. Entonces, eso también lo dábamos en las
Unidades Básicas, gratis. Los chicos iban y hacían sus tareas o sea que
no solamente era cuestión de afiliar. Tratábamos siempre, en lo posible,
alguna situación que se presentaba así de ayuda social o enfermos, en
fin, todo eso también lo tratábamos de solucionar. Y fue así que Evita
me propuso para diputada. Y yo no quise aceptar, porque me parecía que
no era para mí. Por otra parte jamás, lo digo con toda sinceridad, jamás
(lo) pensé…Yo fui a trabajar con todo ese entusiasmo, pero porque yo
sentía la causa, la amaba mucho a ella y al General, pero lo menos
que pensaba era en una diputación…Cuando ella me dijo así yo le dije
que no. No aceptaba. Además yo pensaba que para estar en una banca
del congreso (eso es lo que yo pensaba) tendría que ser universitaria
y yo no era universitaria. (…) Y ahí dijo que no, que no. Ella me dijo
“vos te lo has ganado con tu trabajo, ¿a quién voy a poner, si vos
hiciste el trabajo?”. Y bueno, fue así que ella me eligió para diputada.
Y también yo, en esa oportunidad, traje siete mujeres para ser diputadas
provinciales”101.
55
101 María Tejada
Aquí se puede observar, en esta sencilla anécdota, el profundo proceso de
incorporación política y social que se estaba dando en la sociedad argentina.
La posibilidad de que alguien venido del mundo del trabajo y sin títulos
universitarios ocupara una banca en el congreso era algo increíble en aquellos
tiempos (incluso para la propia candidata, como en este caso). El peronismo
incorporó a las cámaras, concejos deliberantes, intendencias, puestos de
importancia y gobernaciones a muchos hombres y mujeres que provenían de
las clases trabajadoras. En el caso de las mujeres era doblemente meritorio,
teniendo en cuenta que para esa sociedad de los años ‘40 y ‘50 era toda una
novedad que una mujer participara en política como candidata y que asumiera
un cargo legislativo. “Los derroteros de las mujeres a lo largo de la primera
mitad del siglo XX parecen quebrarse con la llegada del peronismo”102.
“(¿Reuniones con ella?) Yo cuando tenía urgencias, cuando yo
necesitaba algo… Porque fíjese, en las Unidades Básicas yo tenía que:
hacer un discurso, poner a la que va a estar al frente de esa Unidad
Básica, y yo tenía que mandar la fotocopia103 de lo que yo decía y lo que
decía la mujer que ponía al frente de la Unidad Básica, una fotografía
y mandarla a los secretarios que ella tenía, del partido, que eran un
señor Juan Carlos Luciano y otro señor, Marrón, que no me puedo
acordar el nombre. A ellos les mandaba la correspondencia. Y cuando
yo tenía que venir a Buenos Aires para consultar alguna cosa, yo pedía
permiso. Hacía una nota, y entonces por teléfono me decían “bueno,
baje”…Entonces yo me presentaba y ya sabía que estaba. Y yo tenía
que consultar alguna cosa con ella, pero ¿qué pasaba? Ella me decía
“vení mañana a la Residencia”, la residencia que estaba en Agüero, y
estaba atendiendo a medio mundo ahí. Se hacía la hora que tenía que ir
a Trabajo y Previsión: “bueno, vení con nosotros”. Me metía al auto de
ella e ir a Previsión, ella trabajaba ahí. Y mientras, no me atendía para lo
que yo iba. O sea que yo pasaba el día de acá para allá con ella. Siempre
me pregunté por qué ella nos hacía eso, por lo menos a mí me lo hacía,
no sé a las otras y después pensaba “será para que nosotros aprendamos
a trabajar como trabajaba ella”. Porque atendía a la gente, al pobre, a los
más encumbrados, a toda la gente que iba ahí, pero con una dedicación.
Fíjese que los muchachos que atendían ahí, le ponían sobre el escritorio

102 Adriana María Valobra. Del hogar a las urnas: recorridos de la ciudadanía política femenina:
56 Argentina, 1946-1955, Prohistoria, Rosario, 2001, p. 18
103 Probablemente una copia, simplemente
Del tiempo de Perón Javier Prado

una cajita con bombones de marrón glacé y ella mientras conversaba


con la gente, iba y agarraba un bomboncito (…) Y cuando yo venía por
esos viajes, y me atendía recién a los diez días, mientras, como andaba
de acá para allá con ella a lo mejor venía alguna señora, esposa de
algún personaje, qué sé yo y me pedía que la acompañara a tal persona
al restaurant “San Martín”, que era un restaurant que estaba en la calle
Avenida de Mayo, hermoso, que lo había hecho la Fundación. Era un
restaurante de lujo, era para sacar más bien fondos. Porque fíjese: en
Avenida de Mayo estaba el restaurant “San Martín” y por la otra, que
viene a ser Rivadavia, estaba el “Hogar de la Empleada” y ahí iba
la gente a comer el mismo menú que le daban en el restaurant “San
Martín”; comía el mismo menú. Yo tenía una pariente en casa, que
ella tenía el horario cortado, tenía poco tiempo de venir acá (yo vivo
en la provincia de Buenos Aires, en Florida), entonces ella comía ahí.
La misma comida que servían en el “San Martín”. Entonces Evita, a
veces, nos decía “acompañá a tal señora a tal parte”…Yo la he visto
trabajar y como atendía a la gente, con que cariño. Yo tengo un recuerdo
imborrable para ella”104.
“La Fundación Eva Perón construyó el Hogar de la Empleada “General
San Martín”, inaugurado el 30 de diciembre de 1949. El edificio, ubicado en
Avenida de Mayo 869, contaba con once pisos, nueve de los cuales estaban
destinados a dormitorios, con capacidad de alojamiento para 500 personas.
En el entrepiso del Hogar funcionaba el Restaurant General San Martín,
con precios acomodados y abierto al público en general. Eva solía ir allí a
cenar, muy tardíamente, al concluir su jornada”105. De manera que la acción
social que desarrollaba la Fundación estaba organizada cubriendo todos
los aspectos: vivienda, salud, educación y recreación. Los hogares escuela
brindaban educación y vivienda a los niños carenciados y los Hogares de
Tránsito ayudaban a mujeres y niños pobres hasta que consiguieran mejorar
su situación (lo que era tramitado por la propia Fundación).
Los hombres, igualmente, podían colaborar con las mujeres cuando ellas lo
requirieran, más allá de la independencia organizativa del partido femenino:
“teníamos el Centro Femenino. Acá teníamos la afiliación de los
hombres y las mujeres aparte. Mejor dicho, el mismo partido pero con

104 María Tejada


57
105 Castiñeiras, Noemí. Fundación Eva Perón. Desde sus inicios hasta la muerte de Evita. Instituto
Nacional de investigaciones Históricas Eva Perón, Buenos Aires, 2001, p. 16 y 17
padrones distintos (…) Trabajaban en conjunto, pero claro, tenían su
sede también. Mejor dicho, en un mismo edificio funcionaba un local
masculino y el otro femenino, pero se trabajaba de común acuerdo”106.
Las unidades básicas cumplían su objetivo desde lo partidario, pero también en
función de la incorporación social del ciudadano al ejercicio de sus derechos:
“En las Unidades Básicas reuniones para dar clases de civismo, a la
gente del barrio. Dábamos charlas, rendíamos homenaje a Evita, por
supuesto, cuando correspondía”107.
Las delegadas censistas y subdelegadas cumplían la importante tarea de
establecer cuantas mujeres simpatizaban con el peronismo y estaban dispuestas
a militar en las Unidades Básicas y en la acción social desarrollada por el
gobierno. Así, en Santiago del Estero, en 1949
“Yo he trabajado organizando muchas cosas. Yo trabajaba y salía a los
pueblos con la señorita Luisa Komel, que era la delegada censista y con
ella hemos ido para varios departamentos a organizar a las principales
que quedaban de las chicas que trabajaban, digamos a los líderes de
cada barrio, de cada pueblo, de cada ciudad. Y así fue tan grande el
movimiento”108
A finales de 1949, Evita decía sobre el Partido Peronista Femenino: “A las
compañeras que trabajan a diario, les pido que colaboren con las censistas
y subcensistas, porque ellas no tienen más que una misión específica: la de
censar para saber cuántas mujeres estamos enroladas en la causa peronista.
Las dirigentes saldrán de la masa. Las más laboriosas, las más abnegadas
y las más disciplinadas serán las que surgirán, porque la masa será la que
elegirá y yo respaldaré a las elegidas con el cariño y el respeto que siento
siempre por las decisiones del pueblo”109.
Una característica del antiperonismo fue descalificar al nuevo movimiento por
su “inexperiencia” política o por carecer de “títulos”. Ese enfoque encierra
un desprecio social y de clase que les impide ver el inmenso valor de la
incorporación de hombres y mujeres a la vida política y al pleno ejercicio de
sus derechos civiles. Así lo señala esta militante entrerriana.
“Nadie nos enseñó nada. Las directivas que traían las delegadas

106 Arsenio Martínez


107 Olga Montenegro (nacida en 1932)
108 Adelina Paolucci
58 109 Evita en Acto organizado por la comisión Auxiliar Femenina de la Confederación General del
Trabajo en el Teatro Colón 16 de diciembre de 1949 www.pjmoreno.org.ar/documentos/
discursoseva3.aspx
Del tiempo de Perón Javier Prado

censistas de Evita, que en este caso era Juana Larruari, era lo poco que
ella sabía, igual que nosotros. Pero lo hizo todo la creatividad de las
mujeres que adhirieron de alma y vida con la causa de Perón y Evita”110.
Justamente por su “inexperiencia” es valorable el proceso de inclusión civil
que se da en esos años.
“Mis padres siempre han abrazado la causa peronista. Yo era muy
dispuesta a todo lo que me enseñaban en mi casa y a ver las necesidades
que se vivían en el momento. Yo era estudiante todavía. Estudiante de
magisterio y me gustaba leer mucho, así que yo conocía todo lo que
pasaba a mi alrededor y en la política de Perón y Evita. Participé de
la fundación (aquí en Santiago del Estero) del movimiento peronista
femenino. Ya comenzando a dar mis primeros pasos en la política del
peronismo con el apoyo de mi padre, por supuesto. Porque mi padre era
militar, de la época del General Perón. Trabajaba a la par del General
Perón, en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Ahí trabajaba mi padre
junto al General Perón y nosotros aquí vivíamos con mi madre, con mis
hermanos, y él se fue y estaba allá como militar retirado. Era teniente
coronel. Y después volvió al ejército, por pedido del General Perón.
Así que yo seguí aquí, como ya estaba en la escuela secundaria y no
queríamos salir de la ciudad, habíamos nacido aquí. Y tenía un hermano
nada más. Todos aquí en mi casa, la familia, era peronista. Continué
dentro de la parte estudiantil apoyando a los grupos juveniles y luego
me llamaron (como me vieron joven y dispuesta a participar en todos
los actos que podían existir aquí en La Banda) cuando vino la Delegada
Censista. Se llamaba así, Delegada del Movimiento Peronista Femenino
enviada por Eva Perón, que era la señorita Luisa Komel. (…) llamó a
todos los que queríamos trabajar en el movimiento peronista. Yo ya,
hasta eso tenía 17 años, estaba para recibirme de maestra y continuaba
asistiendo a las reuniones que promovía el movimiento femenino. Todos
eran de la rama femenina, porque así se llamaba nuestro movimiento:
“Movimiento Peronista Femenino”. No había cumplido todavía 18
años cuando se organiza aquí en La Banda, la afiliación masiva de las
mujeres peronistas. Me convoca la señora del intendente de La Banda,
más la señorita Komel, que vino a La Banda a organizar la afiliación
en masa. Se alquiló un local, donde comenzamos a afiliar a todas las
mujeres peronistas del departamento Banda. Luego de esa afiliación
59
110 Heraclia Arrúa
masiva (que yo no pude afiliarme porque todavía no tenía 18 años, pero
yo estuve ahí en esa reunión, tengo una foto por supuesto, de ese acto
con todas las chicas de esa época donde está una multitud viendo la
afiliación del peronismo en La Banda. Multitud de mujeres), después,
poco a poco, se fueron organizando las Unidades Básicas, donde había
una delegada central. Se hizo la Unidad Básica central, y ahí entonces nos
empezábamos a reunir, casi siempre, permanentemente, porque venían
las elecciones del General Perón, y gobernadores y todas las cuestiones.
Teníamos que salir a hacer la propaganda callejera, a pegar carteles.
Y siempre lo hacíamos acompañadas de los hombres del movimiento
justicialista. Nosotras éramos muy jóvenes. La mayoría que andábamos
éramos muy jóvenes. Dentro de las más jóvenes, era yo. Y gracias a
Dios, como digo, porque yo me preparé muy bien, porque no sólo era
ser maestra (que yo ya me recibía de maestra, de docente), sino que
también he estudiado mucho, leía mucho sobre la vida de Perón y Eva
Perón. Trabajé mucho cuando se dictó el voto femenino. Antes del voto
femenino, ya se organizaron las Unidades Básicas en distintos barrios
de la ciudad. A mí me dieron, pese a mi edad, la primera Unidad Básica
del barrio. Tenía 18 años, ya, y me dieron la Unidad Básica Femenina
más joven y mis compañeras, las que me secundaban, también eran
jóvenes. No tendrían más de 20 años. O sea, que teníamos muchas ganas
de trabajar. Luego tuvimos encuentros, participación en delegaciones
que fueron a Buenos Aires. Fuimos dos veces, en delegaciones del
Movimiento Peronista Femenino de toda la provincia. Ya se organizó
en toda la provincia y se llevaron los delegados y los subdelegadas
más las secretarias que teníamos en esa ocasión, tuvimos la suerte de
participar en muchos actos en la Capital Federal y de que nos recibiera
el General Perón y Evita. Tuve muchas experiencias muy buenas en ese
entonces. En la primera oportunidad nos alojaron en algunos hoteles,
porque éramos menos, una delegación más chica. Y nos llevaron a
conocer muchas cosas: teatros, cines, fuimos a verlo a Sandrini, a verlo
actuar en el teatro (“El diablo andaba en los choclos”), y después nos
llevaron al cine y a distintos lugares donde trabajaba Eva Perón. Y la
segunda oportunidad, que viajamos a Buenos Aires, fue para el 22 de
agosto, día del renunciamiento de Evita”111.
Del mismo modo, estas militantes entrerrianas cuentan como era la situación
60
111 Olga Montenegro
Del tiempo de Perón Javier Prado

por el año 1949/50 en Entre Ríos. En primer lugar, Heraclia recuerda los
comienzos de las actividades de las delegadas censistas:
“Y se coloca en los diarios que “hoy se va a censar a las mujeres”
que había en el movimiento justicialista. Y yo estoy entre las primeras.
Entonces, cuando me toca a mí, me dice (Juana Larrauri): “Vos, ¿qué
sos?”, “estudiante, con 18 años, estudiante y militante y trabajadora
de la administración pública”. “Bueno, ¿no querés venir a trabajar
conmigo?”, “si, yo quiero trabajar en el partido peronista”. Y me sienta
en una mesa, Juana Larrauri de Abrami, a censar a todas las mujeres. Las
mujeres eran una cuadra y media, la cola. Entonces me senté a censar
mujeres. Y de ahí, salí Inspectora por toda la provincia de Entre Ríos.
No sabía nada de política, era militante, nada más. Empecé a militar
y al militar te ponés al tanto de todas las cosas. Y recorro la provincia
de Entre Ríos (…) si el jefe de familia, o el abuelo, comulgaba con las
ideas del General o de la señora, todas las mujeres se nos adherían.
Estaba también en la táctica nuestra, de convencerlas (…) salí con
una catramina que nos prestó un cura para hacer la propaganda en
toda la provincia. Y tuvimos nuestros serios encuentros con los que
no comulgaban con nosotros (…) No pedíamos prestado auto, porque
ni auto teníamos, pedíamos a la policía. En ese tiempo era gobernador
Domingo Maya. El primer gobernador justicialista de Entre Ríos. Así
que a veces teníamos auto, a veces no teníamos nada. Recorríamos las
distintas ciudades, sobre todo, con la colaboración de alguna policía
solidaria. Porque al ser mujeres, era la primera vez que veían salir a una
mujer a la calle con un libraco a afiliar gente. Mejor dicho, nosotros no
decíamos “afiliar”: a “censar” quién coincidía con nuestros ideales (…)
En la calle principal de Concordia, en una de las ciudades importantes
de Entre Ríos, vamos pasando y yo era la que manejaba un disquito y
pasaba “hoy en Concordia inauguramos la sede de la Unidad Básica
Femenina Peronista”, y estaban los señores gorilas en una famosa
confitería enfrente, calle Entre Ríos y entonces salen lo señores y…
éramos puras mujeres no tenían por qué agredirnos. Era la primera
vez que la mujer salía a la calle a hablar en un partido político. Y nos
gritan. Juanita Larrauri que era porteña y era brava, (les dijo) “Señores,
a la justicia”. Todos los que salieron a la puerta a gritar. Nosotros
no hacíamos más que la propaganda. Pasábamos un disquito en una
catramina que daba lástima y decíamos “hoy a tal hora se inaugura la 61
Unidad Básica”, y nada más, porque mucha letra no teníamos, recién
empezábamos”112.
Debió ser un cambio social (y político) impactante en esa sociedad de los
años cuarenta, ver a mujeres haciendo proselitismo electoral, cuando
tradicionalmente ese papel estaba reservado a los hombres. El peronismo, sin
tantos teoremas feministas, concretó la aspiración política de una mitad de la
sociedad que era solamente espectadora de los avatares políticos de la época.
Tras sancionarse la ley de voto femenino había que elaborar los padrones de
mujeres y no faltaron las dificultades aunque todo se viera coronado por la
entrada al cuarto oscuro:
“Cuando fui a votar, para nosotros mucha emoción, porque nosotros
éramos partícipes de haber censado a las mujeres. Nosotros empezamos
con la Libreta Cívica, porque no obstante la ley de Evita, que no me
acuerdo el número, la mayoría de las argentinas no estaban inscriptas
en los registros civiles (padrones). Había que acompañarlas, llevarlas,
luchar con la burocracia para que las anotaran, porque esa mujer había
nacido en tal lugar, en tal fecha. Y bueno, con todas ellas acompañarlas
y ¿cómo fui? Como fuimos todos los que vamos por primera vez, con
mucha emoción a votar. ¿Sabe qué pasa? Eso es una pasión”113.
“A pesar de la intensa actividad del Registro Civil y de los juzgados, muchas
ciudadanas no han podido contar a tiempo con sus documentos (…) Faltará
entregar unas cien mil partidas”114. La creación de Unidades Básicas era una
de las primeras tareas de las delegadas y sub delegadas censistas, a fin de
lograr un lugar de encuentro, organización y planificación proselitista:
“Yo las preparaba y la delegada de Evita las inauguraba. Porque yo
le decía a la mujer del vecindario, a la que más estaba compenetrada
en nuestros ideales. Y venía Juanita y poníamos la marcha. En aquel
tiempo todavía no estaba la Marcha115, estaba la “Marcha del trabajo”.
Entonces militábamos así y todo era nuevo, diletantes, aficionados.
Todo lo aprendimos al andar (…) Nos tocaba estar al tanto de todo lo
que pasaba en la provincia, porque teníamos varias Unidades Básicas.
Y ¿quién mejor para que te traslade todo lo que pasa en cada ciudad
qué el ama de casa?; la que concurre a un lugar donde van todos los
humildes, van los chicos que hay que enseñarles a leer y escribir. Todas

112 Heraclia Arrúa


113 Heraclia Arrúa
62 114 El Litoral, 16/3/1949, p. 4
115 Marcha de los Muchachos Peronistas
Del tiempo de Perón Javier Prado

esas cosas”116.
¡Sencilla e interesante conclusión! Para la organización de la ayuda social
en el marco del ascenso social de las masas, quien podría dar una mejor idea
de las carencias familiares era la mujer, en una sociedad en la que recién se
estaba produciendo el despegue de la mujer a nivel político, pero donde ciertas
costumbres sociales y de organización familiar se mantenían dentro de límites
tradicionales. Por su parte, Esther, otra militante de aquellos años, recuerda:
“Ya estaba instalado el partido peronista femenino, del cual Juanita
Larrauri era la delegada principal de Evita. Entonces ahí hacíamos
las directivas que traía Juanita y nos participaba a nosotras para que
saliéramos a censar, a hablar con la gente. Teníamos Unidades Básicas
en las cuales se enseñaban las primeras palabras a algunas personas
que no habían escrito nunca. Las sumas. A hacer un corte, teníamos
máquinas de coser. Enseñábamos, la que sabía aprovechaba y cosía.
Después salíamos a los barrios, pero ya le digo: Femenino, todo
femenino. Ahí el único que había varón, era un médico. Porque después
era todo mujeres. Julián Saín, fue el primer médico que hubo ahí”117.
Las delegaciones del interior solían viajar a Buenos Aires a mantener
encuentros con militantes de todo el país y con Perón y Evita:
“Y a nosotros nos llevaba Juanita Larrauri en una delegación. Parábamos
en los hoteles de Ezeiza e íbamos de noche a la sede de la residencia
presidencial de Agüero y Alvear, que luego la cobardía de la oposición
deshizo ese hermoso (lugar), casa de los presidentes que era regalo de la
familia Unzúe. El Palacio Unzué. Nosotros estábamos ahí a las 12 de la
noche esperando a que Evita nos recibiera. Y bajaba por una escalerita
Perón, recién, a saludarnos. Éramos una delegación de Entre Ríos, otra
vez sería de otra provincia. Íbamos con Juanita (Larrauri). Juanita era
muy querida por Perón y Evita. Así que a nosotros nos recibía Evita en
desabillé, con su perrito. Y nos decía “bueno, chicas, a ustedes les toca
una tarea grande: la de difundir la doctrina peronista”, y nos daba
consejos”118.
El trabajo de Evita era incansable. Tanto a la residencia presidencial como
al edificio de Trabajo y Previsión llegaban delegaciones de todo el país para
mantener:

116 Heraclia Arrúa


117 Esther Reitober
63
118 Heraclia Arrúa
“una entrevista con ella y con Juanita Larrauri, en la Secretaría de
Trabajo y Previsión, donde ella recibía al pueblo. Bueno, nosotros
estábamos sentadas ahí esperando que la recibieran a Juanita, que era
la delegada personal de ella en Entre Ríos. Estaba este boxeador…
que era medio payaso…Gatica, la mujer, embajadores, de todo. Todos
estábamos esperando ahí, sentados. La señora (Evita): las piernas todas
hinchadas, recibía a la gente de pie. Ponía una rodilla arriba de una
banqueta. A las 4 de la tarde nos invita (a Juanita Larrauri y yo, con ella
por su puesto) a ir a la residencia de Agüero y Alvear, Austria, a comer.
A mí no me pasaba ni un pedacito de pan. Y la señora no comió nada,
¿cómo era posible que viviera si no comía?. Nos atendían muy bien,
pero más que nada eran instrucciones. Ella permanentemente te daba
instrucciones. “Juanita, ¿cómo anda Entre Ríos?”, “Y señora, Entre
Ríos…hay poco asfalto…podemos salir poco a la provincia”, “Tome el
tren Juanita. Si usted no puede ir en auto, tome un tren”. Y empezamos
a viajar en tren. Porque en esa época había poco asfalto en Entre Ríos.
Y nos daban instrucciones. Estaba el ministro Niccolini, la hija Ema.
La señora no comió nada, la mayoría de nosotros tampoco, porque si no
comía la señora menos íbamos a comer nosotros. Los mozos nos decían
“coman por favor, coman”. A nosotros no nos pasaba un pedazo de
pan. Y bueno, esa fue mi primera (vez), que la señora Juanita Larrauri
me lleva como posible candidata para que me nombre la señora Evita
como inspectora de Entre Ríos. Yo ya había hecho todos mis pininos
en la sede central. Ya que era la primera que se anotó para trabajar con
Juanita y ella me fletó enseguida para todo Entre Ríos. Yo no sabía nada
de lo que tenía que hacer. Me daba las instrucciones por teléfono. Así
que todo era pasión y militancia”119.
En las Unidades Básicas del Partido Peronista Femenino también se
diagramaban y decidían las posibles candidaturas de mujeres en política:
“Las primeras personas que se animaron a ser electas legisladoras
aceptaron, yo no acepté porque yo había sido la primera que entró a la
sede central. Entonces yo dije que no, porque yo iba a ser enviada a la
Escuela Superior Peronista”120.

64 119 Heraclia Arrúa


120 Heraclia Arrúa
Del tiempo de Perón Javier Prado

La Escuela Superior Peronista


La Escuela Superior Peronista era la institución destinada a formar a los
militantes en los aspectos doctrinarios y de las obras realizadas por el gobierno
“fue inaugurada el 1º de marzo de 1951 en la ciudad de Buenos Aires con una
clase magistral del Gral. Perón, quién al igual que su esposa Eva Duarte
dictaron varias en los meses siguientes”121. Era un verdadero centro de
capacitación política. La sede central se hallaba en Buenos Aires:
“Frente a la plaza San Martín, cerca de Retiro. Ahí estaba la sede
de la revista Mundo Peronista. Y nosotros fuimos ahí tres meses a
capacitarnos para luego inaugurar, en cada provincia, la sucursal de
la Escuela Superior Peronista. Nuestros profesores eran los ministros.
Ministro de asuntos sociales, todos los ministros (Cafiero, que tenía
30 años), eran nuestros profesores. Yo tengo mucha propaganda,
bibliografía de esa época. Nuestro director era Raúl Mendé, el doctor
de Evita, ministro de asuntos técnicos de la Nación. Era el director de la
Escuela Superior Peronista. Los profesores eran Cafiero, los diputados
nacionales. Algunos sabían mucho de la doctrina y otros no sabían
nada. También los diputados nacionales iban a los cursos, porque había
un sector para los que estaban con cargos importantes y otro sector para
todos nosotros, que éramos alumnos que veníamos de las provincias,
que nos mandaba la CGT, partido femenino o partido masculino. Eran
los tres entes que nos mandaban. Después veníamos a cargo de que se
inaugurara en cada provincia una sucursal de la Escuela Superior y yo la
inauguré acá, con profesores de lujo, porque eran gente militante, como
el vice gobernador Torrealday122. Gente muy capaz. Le enseñó mucho
a la gente, del cual aprendimos mucho (…) Y me tocó ser, la directora
de la escuela de Entre Ríos ¿Dónde funcionaba? Enfrente al Teatro 3 de
febrero de Paraná, calle 25 de Junio. Era a media cuadra de la peatonal
(…) Cuando volvemos a Paraná con los compañeros varones, como
eran puros varones, ellos me eligen en una elección democrática (por
supuesto), la directora. Aparte yo vivía en Paraná, tenía mi domicilio,
tenía mi familia, y los muchachos, algunos eran representantes de los
departamentos de Entre Ríos. Todos militantes (…) los que fueron los
primeros profesores (que yo tengo documentación de todo eso) fueron
121 Claudio Panella. Mundo Peronista (1951-1955): “una tribuna de doctrina”. redesperonismo.com.ar/
archivos/CD1/SC/panella.pdf
65
122 Miguel Ángel Torrealday, ministro de educación provincial de Entre Ríos en 1950 y vicegobernador
entre 1952/55
mis compañeros. Tanto delegados de la C.G.T. como delegados del
Partido Justicialista hombres, como delegadas de las mujeres, que
fueron dos mujeres nomás. Una era una señora muy mayor que había
sido ministra de educación de Entre Ríos y yo. Esa señora, como era
muy mayor, abandonó, pero nosotros seguimos, por supuesto (...) Y
nosotros con el bagaje que traíamos de Buenos Aires de puño y letra
de Perón. Nosotros alcanzamos a estar de alumnos de Evita un solo
día. Y después empezó el General. Y, justo el día que nos va a dar la
primer clase, murió la madre, Doña Juana Sosa123, en el sur, Comodoro
Rivadavia. Y la traen en avión. Y nosotros dijimos “que mala suerte,
justo el primer día que vamos a estar con Perón, se tiene que ir a
Aeroparque a esperar los restos de su mamá”. Pero, Perón recibió los
restos de su mamá y como buen trabajador que era, buen cumplidor de
sus tareas, él terminó el entierro de la mamá y vino a darnos la primer
clase a la Escuela Peronista. Cumplió (…) ¿Y las materias que dábamos?
“Doctrina Peronista” (él lo que decía es que la organización peronista
era fundamental). “Organización peronista” (Organizarse, el pueblo
que no está organizado no llega a ninguna parte). “Política peronista”,
y bueno, eran como diez materias. Nosotros nos tomábamos las cosas
en serio, porque los provincianos somos de tomarnos las cosas en serio,
más que los porteños. Nos enseñaron, aprendimos. Rendimos algún
examen de cómo habíamos asimilado eso y volvimos a nuestra provincia
a inaugurar la sucursal. Y ahí las tres líneas del peronismo; el partido
peronista masculino, el partido peronista femenino y la C.G.T., las tres
líneas mandaban sus alumnos, a quienes elegían para representarlos en
la escuela peronista. Y ahí fue donde nosotros probamos lo mucho o
poco que habíamos aprendido”124.
“Los cursos normales y permanentes de la ESP comprendían las siguientes
asignaturas: Conducción Política; Historia del Peronismo; Filosofía
Peronista; Sociología Peronista; Economía Peronista; Política Peronista;
Organización Peronista; Realizaciones Peronistas y Técnica Peronista de
Adoctrinamiento”125. La idea era capacitar a grupos de militantes del interior
del país para que luego se llevara el mensaje a las distintas provincias, a fin de
acercar los aspectos doctrinarios y de realizaciones a la militancia. Y puede

123 La entrevistada dice Tolosa, pero el apellido correcto es Sosa.


66 124 Heraclia Arrúa
125 Claudio Panella, ob. cit., p. 2
Del tiempo de Perón Javier Prado

observarse también la independencia, pero a la vez la relación que existía entre


las vertientes del movimiento peronista en sus diversas ramas: masculina,
femenina y obrera. Cada una aportaba desde un lugar específico y atendiendo
a las características del “mundo” al que representaba, pero todas convergían
en el objetivo de afianzar el movimiento y respaldar las políticas públicas.
Y de paso, este episodio contado por esta simpatizante desmiente la fábula
sobre el “desalmado” Perón que no había concurrido a las exequias de su
madre, versión tejida por el antiperonismo a pesar de abundar recortes de
diarios de la época que prueban que participó del funeral. Algo similar, referido
a la Escuela Superior Peronista, comenta esta militante de Santiago del Estero:
“Yo estuve en la Escuela Peronista, pero aquí en Santiago. Porque se
hizo la Escuela Superior Peronista en Buenos Aires. Fueron muchos
compañeros de aquí y compañeras a estudiar allá en Buenos Aires,
y luego trajeron y formaron en cada provincia una Escuela Superior
Peronista para todas las que quisiéramos estudiar la historia del
peronismo (contada por Eva Perón) y la filosofía peronista. Y Evita
nos hablaba que nosotros no teníamos que responder a ningún caudillo,
porque el que era caudillo, el que pretendía erigirse en caudillo dentro
del peronismo había dejado de ser peronista, porque servía a sus propios
intereses y no a los intereses del pueblo. Entonces, eso era una visión
que a mí se me grabó perfectamente y yo no participé ya del caudillismo
que vino a imperar en casi todas las provincias”126.
Por la misma época, pero en la zonas de Bahía Blanca y Tandil:
“Hacíamos de todo. Hacíamos reuniones. Hacíamos cosas. Yo primero
fui vicepresidenta, después me pusieron de tesorera de las cosas que
juntábamos y que hacíamos. Íbamos a los barrios y siempre militando
sanamente, ayudando gente (…) se hacía mucho, se pedía mucho, se
trabajaba mucho…Se iba a todos lados por los pueblos, los pueblos
chiquitos, se trabajaba demasiado, a veces incansable…A veces no
me dejaban mis hermanos porque yo era muy jovencita, pero yo me
escapaba”127.
Cabe señalar, en aquellos militantes que se incorporaron al peronismo (y a
la ciudadanía), el hecho de ser jóvenes, pero el rasgo fundamental que los
atravesaba era el de ser trabajadores. Este es otro rompimiento. Ya con Yrigoyen
se habían incorporado los sectores populares a la política. Pero tras el golpe de
1930 la situación había retrocedido, tal fue la restauración conservadora que
67
126 Olga Montenegro
127 Zulema Vaquero Temprano (nacida en 1930)
derrocó al caudillo radical. Nuevamente, durante toda la Década Infame, los
“doctores” y la elite se repartieron la ficción de democracia y el poder político.
Por eso el peronismo fue una doble ruptura: incorporando a los trabajadores y
a la juventud al escenario político.
Hacia 1950, en el interior de la provincia de Buenos Aires, en Cañuelas,
“Bueno yo ya empecé a militar de lleno a los 18, cuando yo tuve mi
documento… Yo terminé mi escuela primaria y seguí estudiando acá en
Cañuelas en una academia particular. Cuando me recibí de “Tenedora
de libros y dactilógrafa” yo quería trabajar para ayudarlos a mis padres.
Yo tenía una amiga que había tenido la posibilidad de entrar en la
Cámara de Diputados de la Provincia. Entonces le pregunto cómo había
conseguido el trabajo y ya para ese entonces, Evita estaba haciendo
militancia a full… Entonces me dice “¿por qué no le mandás una carta
a la señora Evita? Que yo por intermedio de ella conseguí trabajo”.
Voy a mi casa y le mando una carta. Y así fue. Le mandé un fin de
semana, por ejemplo y ya para el día miércoles de la otra semana tuve
la respuesta. Y me citó a la quinta de Olivos. Recibir una carta de la
señora Eva Perón, era (…) Cuando llego allá, a la Quinta de Olivos (con
un susto bárbaro porque era una chica que venía del campo y era otra
forma de vivir antes, a lo que se vive ahora) tuvieron que acompañarme
mis padres. Cuando llego allá y veo una multitud de mujeres, me quise
matar. Eran 4.000 y pico de mujeres (…) No sé si habrá veinte vivas,
de las mujeres de ese momento. Yo era la más chica. Porque Evita,
cuando me llamó a mi, me dijo: “acercate acá”, me pregunta la edad
que tenía, yo tenía recién sacada la libreta y me dice: “vos a vas a
ser mi benjamina, porque sos la más chiquita de todo este grupo…
Quiero que trabajes para mí”. “Está bien señora, yo necesito trabajar”.
Y así fue, haciendo mi militancia y mi iniciativa. Empecé a trabajar con
ella (…) Primeramente me designaron en YPF en Capital. Hasta que
me mandaron a Lobos, por la distancia, que era más cerca. Luego ya
empezaron a hacerse las reuniones de la Rama Femenina, a aglutinarse.
Me nombró secretaria de una de las primeras Unidades Básicas que hizo
Evita. Porque antes había unas Unidades Básicas, tipo comité, antes
de todo eso, pero organizadamente fueron en esa época. Entonces ya
pusieron: presidenta, secretaria, se alquiló un local y ya empezamos a
trabajar para el voto femenino. Y fue cuando ganó Perón, con el voto de
68 la mujer. Fue extraordinario (…) lo más grande que teníamos nosotros
en ese entonces era por ejemplo conseguir cosas por intermedio de la
Del tiempo de Perón Javier Prado

Fundación: remedios, sillas de ruedas, todas esas cosas a la gente que


no tenía medios, porque en ese entonces no había pensiones, todavía
no estaba eso implantado. Y después se daba ayuda de refuerzo a los
chicos de las escuelas que los padres no podían mandarlos particular,
porque era gente muy pobre. Yo trabajé siempre con la gente más
humilde que puede haber, porque yo sabía de las vicisitudes que había
pasado yo cuando era chica, entonces al tener yo esa posibilidad, abracé
esa causa, pero a full (…) En la Quinta, cada vez que íbamos a estar
con Evita, a nosotras las mujeres de aquel momento, como a la tercer
semana de haber armado ya el sistema de la rama femenina, nos llevaron
una semana a Buenos Aires para mostrarnos todos los edificios más
importantes. Nos llevaron al Teatro Colón, nos llevaron a los hoteles
más lindos, a la costanera, porque la mayoría de la gente que íbamos de
acá de las provincias no habíamos ido nunca ahí.”128
De este acto de justicia social se quejaba la oligarquía diciendo la “fiesta
peronista” (y todavía hoy se queja amargamente).

El día del Renunciamiento (1951)


Perón estaba por finalizar su primer mandato y su popularidad seguía
creciendo. Se aproximaban las elecciones. “El 2 de agosto de 1951 la CGT
pide a Perón que acepte la reelección (hecho posible a partir de la reforma
constitucional de 1949) y expresa su anhelo de que Evita lo acompañe en
la fórmula”129. Mucho se ha dicho sobre las razones que llevaron a Evita
a declinar su candidatura a vicepresidente, pero poco se ha dicho sobre las
razones que llevaron a formular la posibilidad. Tal vez fue un intento de Perón
para ver cuál era la relación de fuerzas luego de casi 6 años de gobierno y tratar
de apreciar cuales eran las reacciones dentro de las fuerzas armadas (las de la
oposición ya eran demasiado evidentes). Lo cierto es que en un multitudinario
acto, el 22 de agosto de 1951, se proclamó la fórmula del pueblo: Perón - Eva
Perón.
“Yo a Evita, cada vez que había un acto iba…para la Plaza de Mayo…Y
ahí en la 9 de Julio, la CGT también. Hizo un acto Perón, cuando Evita
no quiso ser presidente. (…) Estaba la calle 9 de Julio hasta donde le
daba la vista (…) Tenía cáncer ya…Estaba muy demacrada (…) Gracias

128 Gerónima Ramos


69
129 Castiñeiras, Noemí. Ser Evita. Síntesis biográfica. Instituto Nacional de investigaciones Históricas
Eva Perón, Buenos Aires, 2001, p. 28
a ella pudo la mujer votar. Y cuantos beneficios”130.
En inolvidable diálogo entre el pueblo y Evita, esta fenomenal mujer pidió
unos días para pensar su decisión, la cual se conoció finalmente el 31 de
agosto, no aceptando la candidatura.
“Si, el Cabildo abierto del Justicialismo. Recuerdo que para estar ahí
en la mejor ubicación, la señorita Luisa Komel nos llevó a las doce
y cinco de la noche, ya pasando (al 22)… y ahí estuvimos todo el día
hasta que a la tarde, a la siesta, se hizo el acto de renunciamiento de
Evita. Pero antes, ya nos había recibido Evita en distintos lugares,
como el Hogar de la Empleada, en los Hogares de Tránsito. Nos llevó a
conocer la Ciudad de los Niños, la ciudad Universitaria, todo, todo. El
Hogar de Ancianos de Burzaco. Era una joya, porque los ancianos nos
estaban ahí tirados como están ahora mismo. Todavía no se ha logrado
revertir esa situación de los ancianos, que los dejan ahí tirados y que no
hacen nada. Mueren de pena. En cambio ahí, en el Hogar de Ancianos,
cada anciano tenía su actividad. O sea que no se sentía inútil. Era una
enseñanza, que tenían. Si al anciano le gustaba hacer carpintería, hacía
carpintería; si al anciano le gustaba hacer escobas hacía escobas, todo
eso fuimos a visitar nosotros. Yo tengo una serie de cosas que he visto
cuando estuvimos allá, que después vino la “revolución libertadora”
y rompió todo. Nosotras tuvimos la suerte, un grupo de diez, doce
subdelegadas, de que la señora Eva Perón nos reciba en la residencia
que había en la Avenida del Libertador…porque no era únicamente la
residencia de Olivos que existía en esa época. Existía la residencia que
había en Capital Federal. Y ahí, ese edificio ha sido destruido por la
“revolución libertadora”, porque era el lugar donde Evita trabajaba y
recibía a la gente. Entonces (fuimos) 10 subdelegadas, más o menos…
Siempre hay, dentro de los grupos, personas que son más capaces y
otras que los lleva el entusiasmo y la voluntad. Entonces, la señorita
Komel eligió a las personas que estábamos más capacitadas para el
diálogo con Eva Perón. Y yo recién tendría 18 o 19 años, no tenía más.
Y la señorita Luisa Komel me eligió a mí para que le haga entrega de
la canasta de flores, muguets, que era la flor preferida de Evita y nos
iba a recibir a las 3 de la tarde en la residencia de Olivos. Ahí, antes
de estar con la señora Eva Perón, con Evita, la señorita Luisa Komel
me hace pronunciar las palabras que yo le tenía que decir a Evita al
70
130 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

entregarle la canasta. Cuando a las 3 de la tarde viene el secretario de


Evita, que era Renzi, nos dice “ya las recibe la señora Eva Perón”.
Se abre la puerta del living done nos iba a recibir. Evita, vestida de
una falda a cuadritos que ella siempre usaba y un pullover de lana
porque era agosto. Justamente agosto y ella andaba medio enferma.
Un pullover rosa y una chinelas todas de raso. Y cuando yo la veo tan
bella, tan hermosa, algo que uno ve…una Virgen…el rostro de ella era
hermosísimo…quedé impactada, tan impactada que no le pude decir
nada, nada. Todo lo que había estudiado para decirle se quedó en decirle
“señora,…señora…”…y se me cayó la canasta, que la recibió Renzi. Y
lloré, lloré y ella me abrazó y me besó…Así que nunca olvido a Eva
Perón. Para mí, es el recuerdo más hermoso que tuve de mi vida política
(…) Pasamos al living, pero yo quedé muda. Yo ya no hablé más nada.
Todas mis compañeras hablaron, porque ella nos incitaba a hablar. Ella
era una persona muy agradable, muy humilde. Y eso se quedó grabado
en mi mente para toda la vida. Estuvimos en el acto del renunciamiento
de Evita, desde las doce de la noche hasta que terminó el acto. Esa
vez fue una delegación muy grande, también fueron hombres, pero por
separado. Y ahí nos alojaron en un colegio católico a todas. Y vivíamos
muy bien, porque fueron a ofrecernos espectáculos, porque el colegio
tenía un salón de actos. Estuvieron los Hermanos Ábalos, artistas de
primera que nos hacían bailar a todas ahí en el escenario”131.
La declinación de Evita, su renunciamiento, pudo deberse a cuestiones de
salud, pero además revela que la relación entre Perón y las fuerzas armadas
era difícil. La política obrera de Perón y la profundización de las reformas
molestaban a una parte de las fuerzas armadas. La candidatura de Evita era
tomada por algunos grupos militares como una “provocación” que justificaría
algunos movimientos conspirativos. Poco más de un mes después del
renunciamiento se producía la intentona golpista de Menéndez. Esto solo
podía ser resultado de una actividad conspirativa previa, por lo que no eran
descabelladas las prevenciones de Perón y de parte de su entorno respecto de
movimientos sediciosos en el ejército. Por otra parte, si Evita hubiera aceptado
su candidatura, no hubieran faltado los “críticos” que dijeran que Perón quería
“encerrar” a Evita en el senado como presidenta de la cámara. Evita era
consciente que tenía un amplio espacio que Perón dejaba a su disposición,
dentro del cual se movía por iniciativa propia, pero siempre en el marco de
una plan general. 71

131 Olga Montenegro


Los planes de gobierno y la reelección de Perón (1951)
La participación popular se manifestaba en el apoyo al presidente, en
las constantes movilizaciones a la plaza de Mayo y, sobre todo, cuando
se acercaba una elección. En los comicios de noviembre de 1951 Perón
concurrió junto a Hortensio Quijano en la fórmula para el período 1952 -
1958, venciendo ampliamente con más del 62% de los votos. El trabajo de los
militantes era intenso, no solo sumando nuevos adherentes, sino divulgando
la obra de gobierno. Solían darse charlas en las Unidades Básicas, explicando
los programas de obras públicas y de asistencia social. De esa manera, los
simpatizantes y afiliados estaban compenetrados del accionar del gobierno y
podían defender las conquistas con bases documentales, además de la propia
experiencia de vida, como cuenta esta mujer santiagueña:
“he estado en la casa quinta con Olga (Montenegro) y otras compañeras
más. Cuando fuimos a pedirle la reelección a Perón, también. Cuando
se hizo ese congreso tan grande, tan grande, que nadie lo va a poder
comparar (en aquellas fechas, por supuesto que ahora hay más gente).
En la época de Perón era un hormiguero lo que se juntaba. Nosotros
íbamos con los trenes llenos de gente a Buenos Aires. De Salta, de
Tucumán. De todas las provincias íbamos, trenes llenos de mujeres (…)
mi esposo era ferroviario y él, pobrecito, era peronista igual que yo.
Así que cuantito me llamaban de Buenos Aires ya él traía su pase, que
en aquel entonces el ferrocarril daba los pases, u orden de rebaja que
le decían, que era mucho más barato que ir en ómnibus u otra cosa”132.
El entusiasmo popular tenía que ver con las respuestas que desde el Estado
se daban a las demandas de los trabajadores. Los más comprometidos se
integraban a la militancia con gran fervor:
“Yo tengo muchísimos recuerdos. En este momento los tengo aquí en
el cuadro que mandó a pintar mi marido y me regaló. Tengo en mi
dormitorio el cuadro de Perón y de Evita. Yo a veces entro a pensar que
estuve tantas horas de mi vida detrás de ellos. No gozaba a mis hijas,
no gozaba a la familia, no gozaba de nada porque yo andaba detrás de
ellos…Era como un imán que me llevaba”133.
El peronismo incorporó no solo a militantes de base, sindicales, sino también a
técnicos que llevaran adelante los programas sociales y económicos dispuestos
por el gobierno:

72 132 Adelina Paolucci


133 Adelina Paolucci
Del tiempo de Perón Javier Prado

“yo era joven todavía cuando ingresé en el peronismo (…) al peronismo


ingresé más o menos cuando tenía 25 años…en el año ’49, cuando se
hizo el partido, porque yo no era peronista, pero, quiero decir: ingresé
al partido. Fui secretario de una Unidad Básica en el año ’49 (en) Río
Gallegos. Yo soy de (Puerto) Deseado, pero trabajaba en Río Gallegos,
como agrónomo. Cuando se empieza a armar el Partido Peronista, el
Partido Único, ahí ya empezamos nosotros con la organización, con las
Unidades Básicas y todas esas cosas (…) éramos un grupo de jóvenes
que hablábamos y cuando surgió eso el gobernador (por primera vez)
del Territorio era un peronista, éramos compañeros, amigos, del club y
de todas las cosas”134.
Los planes quinquenales eran resultado de un meticuloso relevamiento de
datos. Se conformaban grupos técnicos (y políticos) que hacían un diagnóstico
de la situación y proponía soluciones a las cuestiones que más preocupaban a
los pueblos de todo el país:
“En el año ‘51, ‘52 viene un movimiento fuerte del peronismo, con
delegadas de Buenos Aires. En realidad había una delegada135, sobre
todo, con quien tuvimos la primera entrevista en la avenida Roca, la
principal de Río Gallegos. Caminando, no sé por qué circunstancia, me
ofrece un volante. Yo agarro el volante…y lo tiré…no lo leí. Entonces
me llama: “¿por qué tira el volante señor?”, “porque a mí no me interesa
la política” le digo, “yo vengo de mi trabajo”. (Yo fui en comisión de
servicio a la construcción del ferrocarril de Río Turbio, a la mina de
Río Turbio). Y bueno, nos ponemos a conversar y “está muy mal eso”
(dijo), “bueno, muy mal desde el punto de vista suyo, pero en mi punto
de vista no tengo que recibir influencias políticas de ninguna especie,
soy apolítico, no me interesa” (dije). Bueno, nos ponemos a hablar y
dice “usted ¿en qué se desempeña?”, “soy empleado en la línea esta,
en la administración estoy a cargo de la sub jefatura de personal y soy
santafesino, me llamo EP”, ¿Cómo EP? ¿Usted sabe que yo tengo un
cuñado P?”, “¿Ah si?, no me diga”, “si, en Buenos Aires”, “y ¿quién
es?”, “el doctor P”. (Mi tío, hermano de mi padre. La hermana de
ella…Hebe Seipel, hermana de mi tía política)…Casualidad, ahí hubo
un enganche…Entonces hubo un afloje de parte mía, en consideración
a ese vínculo. Bueno y empezamos por una cosa por otra a trabajar”136.
Las realizaciones sociales de vivienda, salario, condiciones laborales, derechos
73
134 Orlando L. Parolín
135 Inés Seipel
136 EP
políticos, ascenso social, salud y educación significaron un tremendo impacto
positivo entre quienes habían estado sumergidos y carentes de todo derecho:
“Si uno pudiera transmitirle a la gente como fue el cambio, qué profundo
fue el cambio, realmente la gente entendería mucho más un movimiento
como es el Partido Justicialista, el Movimiento Nacional Justicialista.
Porque fue un cambio que nos dignificó a la familia. Nosotros nos
sentíamos protegidos. Nos sentíamos escuchados. Nos sentíamos
atendidos en la salud. Nos sentíamos bien en todas las cosas. Y nos
sentíamos bien también en el tema de que…mucha gente decía “con un
juguete”…Yo nunca había recibido un juguete para el día de reyes. Y
nos sentíamos bien también cuando nos llegaba la sidra o el pan dulce
para navidad, que decían “es una barbaridad, es una campaña”, pero
era la primera vez que en una mesa en mi casa podía llegar a haber un
pan dulce y nosotros celebrábamos eso. Pero además celebrábamos que
empezaba a hablarse de aguinaldo, de vacaciones pagas y todas esas
cosas que no se hablaban. De obra social, de aportes y de todo eso que
no se habla”137.
Esta es la importancia fundamental de todo ese proceso político e histórico:
la transformación social producida (y evaluada por sus protagonistas) a
partir de hechos cotidianos. Algunos “analistas” suelen dejar de lado estas
modificaciones en la vida concreta de los trabajadores y apuntan a cuestiones
teóricas y abstractas. Es muy sencillo repetir el enunciado que dice “el peronismo
no fue una revolución”. Lo difícil es demostrar eso a los protagonistas de
esa etapa, ya que primero debe definirse qué significa “revolución”. Y para
ello es preciso no partir de una concepción fija y válida para todos los casos,
sino analizar particularmente la situación de cada proceso político, histórico
y social para ver si los cambios producidos son revolucionarios para cada
sociedad. Anotar 10 puntos en el básquet no es lo mismo que hacer 10 goles en
un partido de fútbol, porque las estructuras de ambas disciplinas son diferentes
y lo que en uno es apenas una anécdota en otro es un suceso inolvidable. De
la misma forma un vaso de agua en la ciudad puede no ser gran cosa, pero el
mismo vaso de agua en el desierto adquiere otra dimensión. Es común que
desde distintos costados ideológicos se descalifique la experiencia peronista
por las carencias teóricas o técnicas, pero descalificar a todos los procesos
políticos por igual por no alcanzar las metas enunciadas en la teoría, deja de
lado el análisis y pasa por alto las particularidades, e iguala en la crítica a los
74
137 Carlos Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado

procesos populares y los antipopulares. Eso ha llevado a muchos a pensar que


todos los partidos políticos son iguales, ignorando el profundo proceso social
que ha llevado a la formación de cada uno de ellos.
La constante acción de gobierno del presidente, lo llevaba a recorrer el
territorio nacional inaugurando obras. La posibilidad de ver al presidente era
una ocasión muy especial en todas las localidades por donde pasaba:
“el gobernador Mercante, el presidente Perón pasó por acá. Perón, Eva
Perón, cuando iban a Bariloche. Si, tuve oportunidad de verlos. Llegó acá
en un tren eléctrico que venía de Buenos Aires, “Huemul” se llamaba.
Todos los trenes nuevos que había traído Perón en esa época con los
vagones para el ferrocarril. Y una noche, a las diez de la noche, pasó
por acá Eva Perón, ya venía media embromada. Ya estaba enferma, ya.
Estuvieron acá en Patagones. Uno podía saludarlos y darles la mano”138.
“Cuando el servicio regular de los coches motores diesel Ganz ya se había
discontinuado, a principios de 1950 hubo un último viaje especial del “tren
blanco” hacia San Carlos de Bariloche. En los últimos días de marzo de ese
año la formación cubrió en forma completa todo el recorrido desde Plaza
Constitución con dos pasajeros ilustres: el presidente de la Nación, General
Juan Domingo Perón, y su esposa, Eva Duarte de Perón. “Yo me acuerdo muy
bien, en ese tiempo estaba de jefe de la estación Clemente Onelli y recibimos
precisas instrucciones de que todo el personal debía estar sobre el andén, de
punta en blanco, para saludar el paso del convoy” recordó Leandro Inda. El
memorioso ferroviario agregó que “ese día el tren venía con un poco de atraso,
justificado por supuesto, porque en cada pueblo el general y Evita salían a
saludar por una de las puertas del coche motor y sus asistentes repartían
paquetes con ropa””139. Esto da una semblanza del proceso de modernización
que se instrumentó desde el gobierno nacional, en consonancia con el impulso
industrializador y la política económica y social.
Muchos simpatizantes se sumaron al peronismo alentados por los caudillos
locales o por gente reconocida en cada uno de sus pueblos y que tenían gran
peso en la política local avalados por su trayectoria particular.
“Yo participé a los 17 años de la Juventud Peronista de Bahía Blanca, en
Coronel Maldonado, un barrio ferroviario. Con el doctor Eduardo Julio
Forteza, con su señora esposa, la madre del diputado Julio Forteza. De
ahí me vine a Tandil en el año ‘50 porque yo tengo 80 años. Acá en

138 Arsenio Martínez


75
139 http://perfilesespinosa.blogspot.com/2009/10/el-increible-y-olvidado-tren-blanco-que.html
el año ‘50 me casé y seguí con el peronismo toda mi vida, lo llevo en
el corazón hasta que me muera. Me fui a calle 9 de julio 485 donde
estaba el doctor José Francisco Vistalli140 que era el padre de todos los
peronistas, el caudillo peronista y ahí estuve con él 36 años, hasta que
falleció”141.
Vistalli fue un reconocido político de la zona de Tandil: “Con la Revolución
del 4 de junio de 1943, se enrola decididamente con el nuevo gobierno y es
designado Comisionado el 19 de abril de 1944. Sus principales actividades
públicas se repartieron entre el deporte, el club Santamarina, la liga tandilense
de fútbol y de básquetbol, y comienza su trabajo político, junto a importantes
dirigentes de la ciudad, en la organización del movimiento nacional que
encabeza el Gral. Perón a partir del 17 de octubre de 1945. La Revolución
de 1955, lo llevó a la cárcel. En la clandestinidad trabajó en la resistencia al
golpe de la libertadora; en 1962 fue electo diputado provincial, cargo que no
pudo asumir por la intervención y anulación de los comicios en la provincia
de Buenos Aires, por el gobierno de Frondizi”142.
“Yo recuerdo que en mi casa eran todos radicales. Mi papá era
español, no tenía voz ni voto pero le gustaba Perón, decía “hay que
ser peronista”. Mis hermanos se hicieron todos peronistas menos dos,
murieron radicales. Iba siempre con Eduardo Forteza y su esposa,
Etelvina, a todos los lugares, iba de mascota con ellos. Yo no me
despegaba del peronismo. Y con la señora Amadori, que vivía en calle
O’higgins, en el cuarto piso. Yo desde muy jovencita me dediqué
siempre al peronismo”143.
Aunque las clases medias, en general, se mostraron vacilantes frente al
peronismo, hubo sectores de la clase media que juzgaron favorablemente al
naciente movimiento:
“mi familia, padre y madre profesores de dibujo y pintura egresados
del Bellas Artes, hermana mayor ídem y yo, los cuatro peronistas de
aquellos tiempos. De mi infancia recuerdo que en la primaria leíamos
La razón de mi vida y copiábamos en los cuadernos distintos capítulos
del Plan quinquenal, vivíamos en una casa alquilada en el Barrio de

140 Nacido en 1908 en Guaminí.


141 Zulema Vaquero Temprano
142 www.abchoy.com.ar “Recuerdos de don Francisco Vistalli (a veinte años de su fallecimiento), por
Raúl Escudero, Presidente; Mario Enrique Abatí, Secretario de Cultura prensa y propaganda Partido
76 Justicialista de Tandil, Correo de lectores, 6/8/2009
143 Zulema Vaquero Vaquero
Del tiempo de Perón Javier Prado

Almagro (Capital Federal) en una zona de gente tipo “quiero y no


puedo”, lo cual hacía difícil ser peronista, pero la remábamos bien y
siempre mis padres fueron gente respetada”144.
El policlasismo del peronismo daba lugar a que algunos sectores medios se
sumaran gustosos, más allá de la vacilante actitud que siempre ha tenido la
clase media que aun siendo una de las beneficiadas por los planes de gobiernos
populares, se ha pasado muchas veces a la vereda de enfrente, como lo deja
entrever este hombre de General Arenales.
“Y cuando egreso del colegio pertenecía yo al grupo de pocos, porque
éramos pocos los peronistas estudiantes que había. A pesar de que ese
colegio lo había creado el peronismo y lo había puesto en marcha el
peronismo, en ese entonces las familias que empezaban a enviar los
chicos, éramos pocos los que estábamos metidos con el peronismo,
pero lo defendíamos con mucha fuerza”145.
Las concentraciones populares eran un clásico de aquellos tiempos. Tenía
que ver con la entusiasta participación de los trabajadores en la política y
con el protagonismo de la clase obrera en el escenario político (adhesión
al peronismo y ejercicio de la ciudadanía), social (acceso a la educación y
cultura, movilidad ascendente) y económico (mayores ingresos y crecimiento
del mercado interno).
“Fui a ver a Perón…a Mercante y otros (a la plaza) entonces la gente
le mandaba mensajes a Evita agarrados en una caña… Tenía cortada y
ahí metía el papelito. Y ella los recibía. Ella o la gente allegada a ella
(…) cada vez que me podía escapar, me iba. Era pibe. La edad que yo
tenía, era un pibe joven, pero con mis moneditas me iba (…) Igual que
las concentraciones en Plaza de Mayo. Iban mujeres, iban hombres,
pero un disciplina, no los desastres que hay ahora. Yo agarraba el trole,
el subte y justo bajaba (…) Y Perón recalcaba siempre en los discursos
de él, “el diario que nos esta bombardeando” (…) estaba La Prensa
o La Nación, que le daba leña... Nos daba leña. (Perón decía) que no
pasen por ahí y que no rompan nada. Pero algún desgraciado había que
rompía algo”146.
Esta anécdota tiene que ver con la oposición mediática que sufrió el
peronismo ayer y hoy. La Nación y La Prensa (hasta que fue expropiada)

144 Ezio Roberto Paronzini (nacido en 1942)


145 Carlos Ferreyra
77
146 Carlos Ritchie
lideraron la oposición al gobierno y al peronismo desde sus inicios. Algunas
prácticas parecen calcadas. Cabe recordar que el 17 octubre de 1945 desde
el diario Crítica partieron los disparos que terminaron con la vida de Darwin
Passaponti. Es ilusorio pensar que los grandes medios de comunicación se
mantienen neutrales en política. Sin embargo, siempre cuentan con el apoyo
de políticos “democráticos”, que los defienden con tal de aparecer en tapas
y pantallas de los multimedios concentrados. Debieran decir que en realidad
apoyan a la empresa y no a la prensa.
En noviembre de 1951 Perón triunfó con el 62% de los votos. Se afirmaba el
liderazgo del presidente y crecía la importancia y el protagonismo de la clase
obrera organizada. Las mujeres habían votado por primera vez y lo habían
hecho masivamente y por Perón.

Enfermedad y muerte de Evita


“yo a veces veo programas por televisión y todo. Este año fue en un
programa donde está este periodista Nelson Castro, el 26 de julio
pasaba todo lo de Evita, el sepelio y todo. Este hombre, Nelson Castro,
decía que Evita no sabía que estaba enferma, que era muy grave lo
que tenía y yo cuando escucho esto digo “mentira”, porque fíjese que
cuando fuimos (…) cuando yo estaba de delegada censista, seis meses
antes de las elecciones, Evita mandó una inspectora, no solamente a
mí: a todas las delegadas de las provincias. Una inspectora. Yo me
acuerdo que se instaló en Buenos Aires una secretaría…una compañera
me dice “vamos a tomar un tecito” y entonces me dice: “¿a vos te
parece que Evita nos tiene que mandar inspectoras? Quiere decir que
no nos tiene confianza”, le digo: “mirá, a mí me importa un bledo, me
puede mandar 20 o las que quiera porque yo sé que trabajé”. Y fue así,
mandó una inspectora. Cuando vinimos con estas 7 mujeres que Evita
me había pedido para diputadas provinciales vine juntamente con la
inspectora, de apellido Nicosia, las dos. Nos fue a buscar Evita, cuando
ella me dijo de la diputación y yo le dije que no aceptaba, que yo no era
universitaria. Además, le digo “Usted no aceptó la vicepresidencia y yo
¿por qué tengo que aceptar cargos?”. Ella dice “Es diferente lo mío”.
Bueno y conversando así, y ya saliendo del recinto adonde estábamos
para la puerta, ella nos tomó así, de los hombros y ella ahí en el medio
nos dijo esto: “además, chicas, yo estoy muy enferma”. Así que ella
78 sabía y estos otros dicen que no sabía. Yo nunca fui a decirles que están
equivocados porque lo escuché de labios de ella. Esto al primero que se
Del tiempo de Perón Javier Prado

lo digo es a usted. Me dijo “chicas, yo estoy muy enferma”, tan así que
después que nos despedimos de ella me puse a llorar, que la inspectora
no podía hacerme callar, porque me puse a llorar tanto, tanto. Porque yo
la veía tan linda y todo y yo nunca pensé que ella podía estar enferma
y morirse, nunca lo pensé. Lloré desconsolada, es como si hubiese sido
mi madre que se iba a morir. Ella dijo así: “chicas, estoy muy enferma”.
Y esto era en el ‘51, en noviembre. Ella murió en el ‘52 (…) Hablando
del sepelio, otra cosa que yo estaba recordando hoy, con motivo de que
murió el ex presidente147, me acordaba de cuando murió Evita. Cuando
nosotros estuvimos todos los días, esas dos semanas, limpiando con un
pañito desinfectante, limpiando el vidrio porque la gente venía llorando
y se tiraba sobre el féretro, limpiando todos esos días. La tengo todavía
en mi retina la imagen de ella de cómo estaba con su vestidito celeste,
su rosario rosado ente las manos. Yo sufrí mucho cuando vi que se iba
viniendo abajo ella. Sufrí mucho (…) Cuando murió Evita nomás, yo
me dije “Urbelina, para vos se acabó la política”. Yo entonces dije “no”.
No estando Evita no quiero estar. Si Evita hubiese vivido yo continuaba,
ya sin Evita no. Ella era una mujer maravillosa, muy justa. Si uno le era
leal, lo tenía todo. Ella lo que más detestaba era la deslealtad, pero (era)
una mujer maravillosa”148.
La salud de Evita fue decayendo rápidamente. A las complicaciones de salud
se sumaba el desgastante trabajo que la primera dama llevaba adelante al frente
de la Fundación y su acción gremial y actuación política en los conflictos
laborales.
“Recuerdo la muerte de Evita, mí madre nos agarró de la mano y allí
fuimos a ver pasar la cureña por Paseo Colón, rumbo creo a la C.G.T. y
desde los balcones llovían pétalos de flores que arrojaban los vecinos”149.
El odio acelerado de la oposición los llevó a pintar “viva el cáncer” en una
pared. Ante actitudes de este tipo se caen los argumentos sobre la “barbarie”
peronista y las críticas al populismo, tan de moda en las sectas intelectuales.

La U.E.S. (1953)
Hacia 1953 nace la U.E.S. (Unión de Estudiantes Secundarios), una idea
impulsada por el ministro de educación Méndez San Martín. La U.E.S. venía

147 Se refiere a Néstor Kirchner, fallecido el 27/10/2010 y que causó pesar en el pueblo.
148 María Urbelina Tejada
79
149 Ezio R. Paronzini
a ser la rama juvenil del peronismo.
“todavía estaba yo en la secundaria. Y si, teníamos una delegada, no me
acuerdo el nombre, me acuerdo de ella la cara, media gordita. Pero ella
nos decía “tal día las chicas que son de la UES, hay reunión” y hacían
teatro, jazz, o sea, actividades culturales y deportivas y era lindo andar
por ahí paseando por el parque y conociendo todo, en la Quinta (de
Olivos). Había hamacas. Yo me acuerdo que me hamacaba”150.
La creación de esta agrupación de jóvenes causó inquietud en las filas de la
Iglesia que veía como le disputaban un sector importante de la sociedad. La
contracara de la U.E.S. era la Acción Católica. Sobre la U.E.S. se han inventado
una gran cantidad de mentiras, destinadas a desacreditar al peronismo, a
Perón y al pueblo. Lo cierto es que quienes conocieron desde cerca y desde
adentro esa rama del peronismo, no dudan en recordarla como una experiencia
participativa en lo político y recreativa en lo social, ya que se desarrollaban en
su interior muchas actividades educativas y de esparcimiento para la juventud.

1955
A pesar de las dificultades de un par de años atrás, la economía se había
recuperado. La convocatoria de Perón no sufrió desgaste, pero hubo un círculo
burocrático que fue oxidando al propio gobierno, desmotivando al militante
común y alejándolo de las decisiones más importantes:
“los primeros años fui peronista. Después no, porque no me gustó el
círculo que hay. Hay vividores en la política”151.
Se dieron muchas expulsiones dentro del partido. En muchos casos solo se
trataba de militantes críticos que elevaban alguna queja o sugerencia. Pronto
los burócratas lo señalaban como adversario o lo acusaban de traición.
Paradójicamente, fue esa burocracia la primera en rendirse. El propio Perón
lo dijo en alguna oportunidad, en 1953 “Yo nos soy de los hombres que se
desalientan desfilando, como lo hacen entre una legión de aduladores y una
legión de alcahuetes”152. Esto reflejaba la existencia de grupos burocráticos
que siempre florecen al lado del poder de cualquier gobierno. La verticalidad
de la conducción (estando presente el creador y líder del partido) impidió el
florecimiento masivo de nuevos cuadros, asfixiados por el cordón burocrático.
Hacia 1955 el conflicto con la Iglesia le abrió a Perón un nuevo frente de

150 Elena Paiva (nacida en 1938)


80 151 Vicente Accorinti (nacido en 1930)
152 Discurso de Perón en Plaza de mayo, 15/4/1953, en www.elhistoriador.com.ar
Del tiempo de Perón Javier Prado

batalla. Las cúpulas eclesiásticas siempre se han mantenido enfrentadas a las


mayorías y entonces, en 1955, participaron decididamente de la conspiración
y del agite previo para generar una situación de inestabilidad política y social.
La ley de divorcio, el reconocimiento a los hijos extramatrimoniales, la
eliminación de varios feriados religiosos, el fin de algunos privilegios de la
curia y el crecimiento de la U.E.S., llevaron a la Iglesia a entrar directamente
en la conspiración golpista. Los que se mantuvieron leales siempre fueron los
obreros, que serían las primeras víctimas del golpe de 1955.
“El pobre tiene que ser peronista o no es nada (…) Yo en Bahía, que
ya era ya mi juventud prácticamente, cuando estuve hasta los 20 años,
trabajaba en un frigorífico. Época de Perón también y salíamos de noche
a pegar carteles y los despelotes que solíamos tener…mi hermano
estuvo preso en Bahía. Hoy en día tiene 80 años y gracias a Dios que no
lo mataron. Porque él trabajaba en el frigorífico CAP, en Cerri, famoso
frigorífico exportador de carnes”153

81
153 Víctor Pérez
82
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 3
Peronismo y obras

Los planes quinquenales


El peronismo significó un profundo cambio social para lo que había sido una
sociedad inmóvil. Es destacable que desde el gobierno se instrumentó una
planificación para el desarrollo nacional, estableciendo una fuerte relación
entre el crecimiento económico y el social sin dejar de lado lo político. El
gobierno instrumentó dos grandes planes quinquenales, el primero de los
cuales fue todo un éxito, en tanto el segundo fue truncado por el golpe de estado
de 1955. Para llevar adelante esos planes fue necesario hacer un relevamiento
de las condiciones de vida y necesidades en todo el territorio nacional.
“El proyecto de Plan Quinquenal lo hizo la gente, no lo hizo el
gobierno. Se dio instrucciones a todos los distritos correspondientes, ya
sean gobernaciones o ya sean provincias. Esas instrucciones pasaron a
todos los pueblos de cada distrito y cada pueblo se reunía y elaboraba
sus propias necesidades. Qué es lo que necesitaban para vivir mejor,
si le faltaba una escuela, un correo, una ruta. Así sucesivamente, en
materia de obras públicas o enceres, inclusive, de las familias humildes.
Así se inició…Nosotros éramos 41 localidades en Río Negro. Cada
representante podía ser el presidente de una Comisión de fomento, podía
ser un intendente, no sé si habría en aquel entonces alguna localidad que
tuviera más de 10.000 habitantes para que pudiera tener una intendencia.
Generalmente el gobernador era elegido por el Ministerio del Interior. Y
después, los demás, eran elegidos de alguna manera, porque no teníamos
todavía (el voto), pero cada uno de los representantes de cada pueblo
se reunió en la Capital Federal a pedido del secretario técnico de la
presidencia, que era Subiza, y los 41 representantes vinieron a Buenos
Aires, en el caso de Río Negro, como así también todos los demás. Y
acá se elaboró, en un organismo que se denominó “Plan Quinquenal”,
sin sacar ni poner un punto ni una coma. Ni más, ni menos. Sino que
se volcó técnicamente lo que necesitaba cada uno de los pueblos. Y
ahí empezó a producirse la transformación, porque se empezó a dar
cumplimiento estricto a lo que habían pedido los pueblos. O sea: el
gobierno utilizó al pueblo para confeccionar toda la parte básica y
necesidades de ellos y le dieron forma técnica. Eso fue extraordinario,
porque así surgieron los canales de riego, porque es una zona donde 83
el régimen pluvial es muy bajo. En Río Negro se hicieron casi todos
los canales de riego y así sucesivamente: si faltaban escuelas se hacían
escuelas, o correos, o comisarías; siempre algo recibían, referente a lo
que habían pedido. Sin modificar lo sustancial”154.
En lo económico se buscó (y logró) la redistribución de la riqueza. Del total
del producto bruto interno, el sector laboral alcanzó (y a veces superó) el
50%. Se incrementó el poder adquisitivo de la población, lo que movió el
mercado interno, logrando su fortalecimiento. Ante la creciente demanda
de productos, las fábricas y las pequeñas y medianas empresas necesitaron
nuevos empleados, lo que generó el pleno empleo. Junto con la posibilidad
de trabajar venían los beneficios sociales, antes arrebatados por el atropello
patronal. Se conocieron vacaciones pagas (que derivó en el turismo social de
miles de trabajadores), se crearon lugares de veraneo (como en la zona de Mar
del Plata), indemnizaciones por despidos, indemnizaciones por accidentes de
trabajo, obras sociales para la atención de la salud (esto se materializaba en
policlínicos, hospitales y centros de salud que muchos sindicatos alcanzaron).
“Y cuando vine acá, a Trelew, mi padre estaba sin trabajo. Y mi mamá
le mandó una carta a Eva Perón y mi papá en una semana tuvo trabajo.
En Vialidad Nacional. Y ya todo un bienestar para la familia esa”155.
Se fortalecieron los sindicatos y el mundo del trabajo adquirió un gran poder
para enfrentar a las patronales. Asimismo, mejoraron las condiciones laborales
en cuanto a horarios, salarios, vestimenta, jubilaciones, aguinaldo, etc.:
“Las jubilaciones las hicieron los peronistas, el aguinaldo: los peronistas,
la licencia: los peronistas…todo (…) Yo creo que tan mal gobierno no
ha sido”156.
El Estado nacionalizó los servicios públicos esenciales (trenes, teléfonos, gas,
electricidad, energía, petróleo), creó la línea aérea de bandera, Aerolíneas
Argentinas, fortaleció la flota mercante, creó las empresas siderúrgicas,
fábricas de automotores, de aviones. La industria liviana se traducía en las
cientos de heladeras que los obreros podían alcanzar con sus sueldos. Se
nacionalizaron los puertos y elevadores de granos. Se construyeron rutas, vías
y caminos, logrando conectar a todo el país (en esto también el tren cumplió un
rol fundamental). También se impulsó la industria pesada generando enclaves
de desarrollo en distintos lugares del país:
“Evita le dio el sí a Perón ahí (en San Nicolás), en la estancia. Entonces,

154 René Hechem


84 155 Carlos Ritchie
156 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

le hablaban a Evita, y Evita le hablaba a Perón y traían acá (San Nicolás),


Somisa157, lo que hubo después. La fábrica de acá, que trajeron ellos en
esa época. Porque acá eran puras quintas, que iba la gente (…) Todo lo
que es San Nicolás se lo deben a ellos”
Fueron construidas (o se iniciaron en ese período) grandes obras hidroeléctricas
como el caso del Dique “Florentino Ameghino” (en Chubut), cuya construcción
se inició durante el peronismo y se vio interrumpida por el golpe de 1955:
“Y, empezó el Dique Florentino Ameghino. Más obra que esa (…)
Agua y Energía tenía la intendencia de riego. Todos los canales de riego
estaban a nombre de Agua y Energía. Y después estaba la Comisión de
Estudios que se dedicaba al estudio del Dique Florentino Ameghino.
Y el ingeniero Pronsato era el responsable de todo eso (…) era de La
Plata. Había estudiado y se recibió de ingeniero en La Plata. Y después
vino acá (Chubut) a trabajar en Agua y Energía, en la Comisión de
Estudios. Mejor dicho: Intendencia de Riegos, que a la vez formó la
Comisión de Estudios. Y él fue que empezó a estudiar la obra del Dique
Ameghino. (…)Yo trabajaba con él”158.
El sector ganadero más poderoso se opuso al peronismo, ya que los planes
de gobierno dignificaban la situación de los trabajadores del campo y esto
afectaba los intereses de los terratenientes:
“No estaban con las ideas del peronismo. Pero había muchos que si (…)
Los grandes eran grandes, no necesitaban el apoyo de nadie. En cambio
los pequeños… tanto es así que las obras de riego se hicieron en la
época de Perón. Las obras grandes, limpieza de canales, todo eso, en la
época de Perón (…) En Agua y Energía trabajábamos bien, en esa época.
Eran señores jefes. Señores ingenieros (…) Era empresa del estado (…)
Agua y Energía en manos del Estado, fue una gran empresa”159.
Se constituyó el IAPI (Instituto Argentino Para la Promoción del Intercambio)
que les compraba la producción agrícola y ganadera a los productores y la
vendía al exterior. De esa manera se quebraba el monopolio de los grandes
exportadores de granos. Los beneficios económicos de estas operaciones
se transformaban en nueva infraestructura de servicios sociales (hospitales,
viviendas, escuelas), inversión tecnológica, modernización y desarrollo
industrial. La política económica se complementó evitando el endeudamiento,

157 Sociedad Mixta Siderúrgica Argentina


158 Romualdo Cobo
85
159 Romualdo Cobo
a tal punto que se canceló la deuda externa. Esto quedó plasmado en un acto
que dejó un recuerdo en su paso por el norte argentino:
“En el año ‘47, cuando viene Perón a jurar la independencia económica
en la casa histórica de Tucumán. Eso consta en actas en la casa histórica
(…) Y le doy la mano a Perón (…) Me da la mano. Me apretó tan fuerte
la mano que me quedé agarrando los dedos (…) muy jovial, semejante
hombre (…) Cuando andaba haciendo la campaña para el segundo
mandato en el año cincuenta, ese fue el segundo (encuentro). Cuando
iba en el tren presidencial y él levantó la ventanilla del tren para saludar
con la mano y yo me acerqué y me colgué de la ventanilla para darle
la mano. Igual que en Buenos Aires, que rompí la barrera policial para
darle la mano. Esas han sido las tres veces en mi vida que he podido
darle la mano a Perón”160.
En el aspecto político se logró la plena incorporación de todos los ciudadanos
al ejercicio de sus derechos civiles, terminando con el fraude y la exclusión
política. Dentro de este aspecto el ejemplo más importante es el logro del voto
femenino (en 1947), un cambio tan profundo que transformó a la sociedad.
La mujer se incorporó a la vida política y fue el peronismo el que la impulsó
como nunca antes. El peronismo fue el partido político que presentó más
candidatas en sus listas para las elecciones en las que la mujer ya podía votar
y ser votada. En este aspecto, se creó el Partido Peronista Femenino, como
vimos anteriormente. Como partido político, el peronismo desplegó una
intensa actividad y sentó una estructura que (más allá de las burocratizaciones
a las que ninguna institución escapa) significó una marca indeleble en la
política argentina, al punto que sus adversarios debieron recurrir al golpe de
Estado y al crimen para vencerlo, algo que por las urnas era imposible lograr.
En lo social, se produjo un movimiento ascendente de los sectores del trabajo.
Los trabajadores, o sus hijos, pudieron acceder a una educación superior, ya
que en 1949 se decidió la gratuidad de la enseñanza universitaria (además
de la primara y secundaria), sin embargo, la secta universitaria fue hostil
al peronismo. Se sumaba a todo lo anterior la construcción y refacción de
establecimientos educativos. Se desarrolló un intensivo plan sanitario,
previniendo y tratando a los grupos sociales más desprotegidos. Se activaron
planes de turismo social y recreación para grandes y chicos. Y se crearon
miles de viviendas.
86
160 H. R. Romero Cruz
Del tiempo de Perón Javier Prado

La vivienda
La política de viviendas durante el peronismo no ha vuelto a ser igualada.
Cuando la población total de la Argentina era de 15 millones de personas, el
gobierno construyó 500.000 viviendas. Además de la construcción de viviendas
por parte del Estado, también se habilitaron líneas de crédito hipotecario con
cuotas accesibles para los trabajadores. Los propios interesados podían diseñar
la casa a su gusto, así lo recuerda este hombre de Esquel, en Chubut:
“el barrio Los Alerces, donde está la clínica, esos chalecitos iguales,
todo eso fue de la época de Perón (…) Conocí a los viejitos. Incluso
ese viejito Bombelli (pachista161 o radical, no sé qué carajo) antes de
morirse me dijo: “vos que te estás haciendo (la casa, tomá) total estos
planos”…había hecho muchas casas de Perón… y me dio un montón
de planos de casas de acá. Y yo de ahí copiaba para ir haciéndome mi
casa a los ponchazos”162.
En la zona de Puerto Madryn, también hacen referencia a los créditos
hipotecarios:
“Fuimos al banco hipotecario y nos dieron los papeles. 8.000 pesos a
cada uno para hacerse la casa (…) Yo busqué un albañil, me hizo los
planos, todo”163.
En especial, se recuerda lo accesibles que eran las cuotas mensuales:
“Con Perón cambió. Le dio el plan de casas y se pagaban, usted iba y
pagaba. Cada seis meses venía a acá, al Banco Hipotecario, a pagar.
Tenía comodidades. Nosotros la hicimos media chica porque uno tiene
miedo de meterse con mucho crédito. La mía tenía cocina, comedor,
dos dormitorios el baño adentro, y después un patio, terreno tenía a
lo loco. Tenía 11 metros por 36 de fondo. En pleno centro de Madryn.
Vos presentabas un plano. Te hacía el plano, el dibujante, el mismo
constructor. Las hicimos yo y un primo, los dos iguales. Él de un lado
y yo en otro. Él también había entrado de aprendiz (en el ferrocarril).
Hicimos todo el plano y después cuando empezaba la casa, los cimientos,
iba la inspección. Cuando estaba a dos o tres metros de altura iba la
inspección y estábamos nosotros presentes. Cuando llegaba a la ventana
iba la inspección de ahí, si no tenía aprobada la inspección de eso, no
se lo dejaban seguir (…) En ese tiempo de Perón (…) era muy bajo el

161 Perteneciente al PACH (Partido de Acción Chubutense)


162 Víctor Pérez
87
163 Ricardo Victores (nacido en 1924)
depositario que tenía que pagar, la cuota. Aparte se iba rebajando, no
como ahora que te va subiendo. Antes iba bajando el costo. Vos pagabas
22 pesos y al otro mes pagabas 21,50 o 21, iba bajando, bajando”164.
Algo similar sucedía en Trelew. Carlos comenta que había:
“Mucho trabajo. Y después los créditos. Usted los solicitaba y en una
semana lo tenía. Y le daban para propietario. El que tenía los planos
hechos, tenía que tener el terrenito, si. Y le daban el crédito en una
semana. Usted la hacía a “piacere” suyo su casa (…) eso aumentó la
construcción, (…) se fue moviendo (…) (En Trelew) se hizo el barrio
Belgrano. Allá en la 25 de Mayo y Entre Ríos”165.
En otras ciudades patagónicas se daba la misma situación, tal como lo reflejan
estos testimonios de habitantes de Neuquén:
“después el “Plan Evita” y el Banco Hipotecario, que si usted tenía el
terreno le daban el préstamo para hacerse la vivienda según sus entradas
y por 50 años pagarla. El que no se hizo la casa en esa época es porque
no quiso, realmente. Y lo del Plan Evita, son casas que hoy las alquilan
porque son chalecitos, la verdad que la construcción era muy buena,
todas pisos de parqué también. Techos de dos aguas”166.
La oposición y los grupos más antiperonistas inventaron una leyenda que
decía que los peronistas después de recibir las casas del gobierno, levantaban
el parqué de los pisos para hacer asados. Esto habla más de quien lo dice que
de quienes son criticados. Con agresiones de este tipo se buscaba deslegitimiar
el acceso de los trabajadores a una casa digna. Siguiendo con el tema de la
vivienda, este neuquino nos dice:
“Se hicieron muchas. El Plan Eva Perón y después el Juan Domingo
Perón. Donde yo vivo es del plan de Eva Perón, porque se hacía lo
siguiente: casas para los familiares y casas para los solos o sea mayores
de edad. Se hacía un dormitorio como el que tengo yo, que después yo
lo agrandé y una cocina grande, baño y lavadero. Eso se pagaba al banco
Hipotecario, nada de regalo, pero se hicieron las obras (…) Hicieron
el Correo que está en la calle Rivadavia y Santa Fe. Se hicieron los
barrios militares que están sobre la avenida Argentina y el comando.
Después se hicieron barrios cerca de la gobernación para que vivieran
los suboficiales del comando. Se hizo la Escuela 61 que está sobre la

164 Vicente Accorinti


88 165 Carlos Ritchie
166 Idalia
Del tiempo de Perón Javier Prado

ruta 22, que eran los cuarteles 181…que están ubicados en la ruta 22
como quien va a Plottier. De acá de donde estoy yo, se hizo el comando,
la 6ta sección que vino desde Bahía Blanca a Neuquén”167.
Por la zona de Santa Cruz también se construyeron casas para la creciente
población, especialmente en Yacimientos Presidente Perón (hoy Río Turbio):
“toda la gente que fue a trabajar se les hicieron casas, barrios. A nosotros
nos proporcionaron viviendas cuando fuimos. Las viviendas, ¿sabe de
qué eran? Eran de troncos. De troncos, de durmientes. De donde se
ponen las vías del ferrocarril, que se les llaman durmientes. Porque
¿qué pasó? Venían los barcos a las costas de Río Gallegos cuando la
marea alta entraban a puerto, entonces descargaban y cuando bajaba
se iban (...) La Anónima168 tenía una línea de barcos mercantiles que
se llamaban Lucho: Lucho 1, 2, 3, 4, 5 y llevaba mercaderías a todas
sus sucursales. Y el día que faltaba un Lucho, que no venía, nosotros
no teníamos ni para fumar. Eso seguro, nos faltaba de todo. Era así.
Y perdieron una cantidad enorme de durmientes, que quedaron en el
puerto varados, ahí, en la baja marea. Entonces los retiraron todos y con
eso construyeron viviendas. Yo tengo fotos donde las casas nuestras
eran durmientes. Tenía una estufa a carbón, de Río Turbio. El carbón
de Río Turbio calefaccionaba muy bien a la salamandra esa, había que
ver como funcionaba. Y la cocina llegaba a quemarle los fondos de las
ollas…Si, había que ponerlas arriba de los aros esos”169.
La construcción de viviendas cubrió las necesidades del pueblo trabajador y el
siguiente testimonio se refiere al encuentro con Perón que tuvo un trabajador
(un mozo) y el pedido de una vivienda al General:
“Vivíamos ya en Ciudad Evita (…) Está cerca de Puente 12, cerca de
Ezeiza y yo tendría ocho años. Ese barrio ya había sido dado y entonces
quedaban las casas para gente que le tienen que dar…Entonces papá
va a la cena esa, con el moño ese, “Sosa ¿cómo venís con ese moño de
ese color? ¿dónde te voy a poner? Bueno, te pongo en la cabecera” (le
dijo el dueño del lugar). Y lo ponen en la mesa de cabecera, pero papá
no sabía. Cuando vienen, estaba Perón, estaba Renzi, no me acuerdo
quienes eran los otros ministros. Era un banquete (…) Mi papá lo
atendió todo el tiempo y en un momento mi papá le dice: “General, yo

167 Celestino Sagaseta


168 Cadena de supermercados de la Patagonia con mas de cien años de actividades
89
169 EP
le quiero pedir algo”, “¿qué te hace falta negrito?” (porque papá es
morocho), le dice “Una casa”. Entonces tomó nota Renzi, que estaba
al lado de él. Le tomó los datos. (Papá) le dijo que nosotros estábamos
alquilando, que éramos tres hermanos. A la semana tuvimos que ir, pero
no me acuerdo si yo fui al ministerio, eso se me borró un poco. Si,
estuve con Renzi que en esa época era ministro de Bienestar Social170.
Entonces Renzi le dio las llaves a mi papá y a mi me dio un perrito de
esos salchichas. Pero las casas ya habían sido entregadas y nos tocó
una casa en una esquina. Porque había casas pegadas. Esta no, era una
esquina, un chalet, frente a la escuela adonde nosotros fuimos de chicos
(…) Hermosa. Tenía piso de parquet. Casa como esa no tuvimos más
en nuestra vida. Estaba el barrio pegado a Ezeiza casi, que estaba cerca
del río Matanza que ese era el barrio (de casas) más lindas, casas de
primer piso. Nosotros teníamos dos habitaciones, después un living
grande, con un fogón (…) Y yo tendría unos once o doce años y nos
trajeron una máquina de coser, nos trajeron camas y después íbamos a
ser las chicas de la UES. Pero yo no llegué a ir porque ya después lo
derrocaron. Nos tenían muy bien, era un barrio hermoso, la escuela era
de primera”171.
La provincia de Buenos Aires, bajo el gobierno de Mercante, creció muchísimo
en viviendas y beneficios para los trabajadores. En la zona de Carmen de
Patagones,
“tenemos uno de los mejores hospitales dentro del distrito. El mejor
hospital se hizo en la época de Perón, también. Un hospital muy bien,
muy completo. Después se mejoró la situación de las empresas de
agua, porque no había tampoco agua. El asunto de la luz. El asunto de
servicios, todo. Se mejoró en la época de Perón. Después se hicieron
muchas obras. Dispensarios médicos, escuelas. Acá se trabajó mucho
y trabajó mucho el peronismo (…) Se han hecho viviendas, caminos,
todo. (…) Hay barrios enteros que hizo el gobierno de Perón. Hay un
barrio que se llama Mercante172, que se hizo en la época de Mercante. Un
barrio bárbaro, todo de primera, el primer barrio que se hizo. Después
se hicieron otros barrios, por cuenta del gobierno. Barrios grandes (…)

170 En realidad era secretario de la presidencia


90 171 Elena Sosa (nacida en 1944)
172 La referencia puede ser para el Barrio Obrero
Del tiempo de Perón Javier Prado

La mayoría en pequeñas cuotas.”173.


Las casas que se construían para los obreros: “Eran casas de primera calidad,
tipo chalecito, con pisos de parquet y todas las instalaciones sanitarias,
equipadas con cocinas tipo económica a leña, un verdadero lujo para gente
que hasta ese momento posiblemente vivía en condiciones muy precarias,
trabajadores que de otra forma no hubiesen llegado nunca a una vivienda
digna, fue una gran obra de Mercante y de Perón, por supuesto”174

Educación
Muchas veces se ha criticado al peronismo por una supuesta “incultura”, o
desprecio por la “educación”, sin embargo, para destruir ese mito antipopular,
basta decir que fue durante el peronismo (1945/1955) cuando se produjo
la mayor construcción de escuelas de toda la historia argentina (hasta el
día de hoy). Entre nuevas, refaccionadas y ampliadas, se cuentan 8.000
establecimientos de enseñanza primaria, secundaria, terciaria y universitaria,
sin dejar de mencionar el nivel inicial, con guarderías y jardines de infantes.
En 1949 se creó el Ministerio de Educación, en reemplazo del anterior de
Justicia e Instrucción Pública:
“Realmente un cambio extraordinario. Cuando me preguntan por
qué soy peronista les digo “porque Perón nos dignificó a todos”.
Perón y Evita nos dignificaron, nos dieron dignidad como personas.
Mis hermanas pudieron estudiar, yo ingresé a un colegio secundario
(…) Cuando terminé el primario teníamos un diputado provincial, un
intendente, todo, (que) generan y crean un colegio secundario. Porque
si no, el destino de la gente (como el caso de mi familia, que somos
todavía cinco hermanos, de familia muy humilde), el destino nuestro
era seguir siendo pobres y no tener posibilidades de acceder a ningún
colegio, porque no teníamos manera de ir a otro lado. Entonces se
crea ese colegio y ahí yo egreso y mis hermanos culminaron haciendo
estudios, son jubiladas docentes actualmente. Mi hermano pudo hacer
otra carrera, ingresar en Banco Nación, terminar como gerente. Se nos
cambió la vida. La posibilidad era de seguir siendo pobre, pero además
de pobre: postergado. Sin acceso a la educación, sin acceso a nada. El
pobre tenía el destino de ser pobre, nada más”175.
173 Arsenio Martínez
174 Arsenio Martínez, en http://perfilesespinosa.blogspot.com/2008/11/hace-apenas-50-aos-estos-
jvenes-se.html “Arsenio Martínez, fundador del peronismo en Carmen de Patagones”, 18/11/2008
91
175 Carlos Ferreyra
Otra militante recuerda que el gobierno Peronista, por la zona de Neuquén
“Sembró de escuelas y qué escuelas. Hasta con pisos de parqué. Pero no
lo dicen y esa es la bronca que a uno le da (…) acá lo hacían…eran unos
chalets, también de dos aguas y con unas comodidades únicas para la
época. Ya le digo, pisos de parqué. ¿La Dirección? Usted entraba y tenía
piso de parqué, unas galerías con una calefacción, era una hermosura (…)
¿Los programas de la época de Perón? Son fantásticos. Hoy servirían
para ponerlos en vigencia, porque fue el desafío de cambiar el sistema
de materias (de primaria estoy hablando, en secundaria siguió todo por
materias). Pero en el primario, una revolución. Era por áreas. Es decir,
unidades temáticas…Una unidad temática que englobaba todas las
materias. El chico aprendía por regiones. Por ejemplo estaba la historia
de esa región, la geografía, mineralogía… También en adultos, porque
yo me dediqué más a adultos, después, en educación de adultos, lo que
fue DINEA176, por ejemplo, que la han destruido, pero la destruyó….los
militares. Pero el trabajo que hizo DINEA y los programas y el rescate
de la cultura….fue maravilloso”177.
Para llevar adelante el fenomenal plan de alfabetización, era necesaria la
infraestructura edilicia: escuelas, universidades, hogares – escuela, etc. Los
hogares escuelas fueron construidos en lugares como San Antonio de los
Cobres (Salta), San Roque (Córdoba), Los Toldos (Buenos Aires), entre otros.
En tanto, en Chubut, esta era la situación de las escuelas:
“¿Escuelas? muchísimas. Yo no vi tantas escuelas como cuando llegué
acá a la provincia. Tantas escuelas que había, se estaban haciendo,
capaz los cimientos. Todos colegios, capaz que había veinte alumnos y
había un colegio inmenso”178.
Por su parte, otro simpatizante chubutense cuenta sobre la zona cordillerana:
“Hice toda la escuela primaria en la escuela 38, de acá (Esquel), alcancé
a ir el último grado, que fue en el ‘49, ‘50, en la época de Perón ya, en
la nueva escuela que hicieron acá. La escuela 38 la alquilaban en una
fábrica que acá en Esquel, la historia la conocen todos, de los Rosi. Era
una fábrica, fue el primer tipo que hacía los pisos de baldosa…con unos
dibujos extraordinarios. El padre de los Rosi es una familia larga de
Esquel. Bueno, en ese edificio estaba la escuela 38, calle Darwin, más

176 Plan educativo para adultos instrumentado en 1973 por el peronismo.


92 177 Idalia
178 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

o menos la altura número 400, más o menos…Y estaba fraccionada.


Porque a nosotros, que éramos los más chicos, nos daban clase en otro
(edificio) como a dos cuadras de la escuela, en una casa particular,
pero tenía una especie de salón, servía en ese tiempo de comedor y de
escuela, no daban de comer también, eran otras épocas”179.
La situación edilicia de las escuelas era tan deficitaria que muchas escuelas
funcionaban en viejas casonas particulares que el estado alquilaba. En la
provincia de Buenos Aires, la gobernación de Mercante (en sintonía con el
gobierno nacional) llevó adelante la construcción de muchas escuelas. Carlos,
de General Arenales cuenta:
“Cuando yo estoy egresando del primario, que termino el último
año, se abre un colegio secundario que se empieza a hacer en un
aula que era la Escuela 1, que sigue siendo la escuela Nº 1 de aquí,
de Arenales y el colegio dependía de Junín, es una ciudad próxima a
aquí. Dependíamos, era un colegio adscripto. O sea, que teníamos que
ir aprobando año por año, para que finalmente nos dijeran si habíamos
aprobado el secundario (bachillerato era en ese tiempo). Cinco años
estuvimos haciendo eso hasta que logramos el bachillerato y terminar
el secundario. Las escuelas que acá se hicieron en la época de Perón
fueron generalmente todas las escuelas rurales. Había mucha gente en
la zona rural. Yo calculo que en esa época la mitad de la población
vivía en zonas rurales. Por ejemplo había una escuela que se llamaba
Estación Ham, otra en Los Hornos, otra Estación Delgado, y diferentes
parajes donde los chacareros mandaban a sus hijos. Eran todas escuelas
rancho. Eran todas escuelas chalet. Hermosas, con comodidades para
el docente, y allí iban los chicos de la zona rural, porque había mucha
gente viviendo en la zona rural, pero que no eran dueños de la tierra,
eran arrendatarios de grandes como Bemberg y todos esos que tenían la
tierra más rica, porque estamos en una pampa totalmente húmeda acá.
zona rica”180.
En otra zona de la provincia de Buenos Aires:
“(La escuela) era una casa común, de familia, de aquellas casas antiguas,
tipo chorizo, que había muchas habitaciones. Entonces, después la
gente se fue de ahí e hicieron la escuela. Hasta que vino después la
época de Mercante que hicieron tantas escuelas, e hicieron una escuela

179 Víctor Pérez


93
180 Carlos Ferreyra
mucho más cerca, más moderna, todas parejas, eran iguales. Eran tipo
chalecito las escuelas que hizo Mercante. Una fachada como si fuese
un chalecito. Incluso en el campo se tenían que quedar a veces hasta las
maestras, porque les quedaba distante acá del centro y no había medios,
eran todas calles de tierra”181.
En el recuerdo quedan aquellos tiempos en los que la política educacional iba
de la mano de una mejora social:
“mi viejo era el presidente (de la cooperadora) de la Escuela que la había
hecho Perón también, no jodamos. La escuela bien típica de Perón, con
las arcaditas redondas, con el techo a dos aguas, de tejas y yo fui a ese
colegio y mi viejo era el presidente”182.
La misma política educacional se desarrollaba en todo el país, como en el caso
de Tucumán:
“muchas mejoras. Principalmente, que todavía existen, las escuelas que
hizo Perón, el gobierno de Perón. Las famosas escuelas de campo que le
llamaban ellos. Porque era hacer en lugares que no existían ni escuelitas
de campo, Perón hizo todas las escuelas. Todas obras sociales, para
ancianos, hogar de ancianos, hogar para niños, todavía existen, todavía
han quedado (…) el Hogar de ancianos que ha inaugurado Eva Perón
frente al Parque 9 de Julio en la ciudad de Tucumán. Todavía existe
eso. Existen las escuelas de campo… (…) Y quedaron rastros, por
la desidia política por rencores que le tenían al peronismo, (…) en
Tucumán, la ciudad universitaria que estaba haciendo Perón de cuatro
pisos, cinco pisos, en la montaña, en el cerro San Javier, todavía está
tirado el esqueleto, ha quedado el esqueleto de la obra que iba a hacer
el peronismo, pero las casas sí las ocuparon, porque había empotradas
en la falda del cerro la Ciudad Universitaria, donde viven los profesores
de la universidad que son de afuera, eso existe, sigue existiendo aquí
en Tucumán. Y quedó una obra inconclusa que iba a ser un tranvía, un
tren que iba a la montaña desde el pie del Cerro Bou. Las vías quedaron
tiradas, están metidas en medio del bosque de las montañas del Cerro
San Javier y va hasta el pie de la Ciudad Universitaria, que ha quedado
el esqueleto nada más. No la han podido habilitar, nunca. Todo (es)
política”183.

181 Gerónima Ramos


94 182 Piero Piazzale
183 H. R. Romero Cruz
Del tiempo de Perón Javier Prado

Se crearon también escuelas para adultos y se los orientó a una salida laboral.
Otro de los ciertos fue la creación de escuelas técnicas. También se incrementó
el salario real de los maestros, tanto de las escuelas públicas como de las
privadas.
“Mi madre era maestra. Cobraba cada 6 o 7 meses su sueldo. Demoraban
de pagarle 6 o 7 meses, cuando estaban los demócratas progresistas acá
en Santa Fe o los conservadores, también. Y tenía que ir a negociar su
sueldo en una farmacia en Cañada de Gómez que le daban un porcentaje
nomás del sueldo. Cuando se hace cargo Perón de todo lo que es laboral,
empezó a cobrar bien (...) En la época de Perón se hicieron las escuelas
que usted ve todavía en estos momentos. Se crearon las pequeñas
industrias. Ahí en Armstrong se creó una industria metalúrgica (donde
yo fui a trabajar en la época de Perón) ¿por qué? Porque se creó el Banco
Industrial (...) Y las escuelas, ahí en Armstrong, yo siendo maestro, en
el año ‘54, mas o menos, se creó, se inaugura una escuela maravillosa
y tuvimos que trasladarnos de la escuela vieja que tenía ya casi 100
años, nos trasladamos con todo el moblaje a la escuela nueva que se
inauguraba. La 262 (...) Yo me recibo en el año ‘48 y estábamos en
el último año, para recibirnos ya de docentes. Estábamos haciendo las
prácticas. Y viene el director y nos explica: “acá hay una invitación de
parte del gobierno de la nación para que los futuros docentes conozcan
el país. Así que se le va a regalar a esta promoción un viaje de estudios
para que recorran las principales provincias”. Así que yo antes de los
dos o tres meses antes de mi egreso, con colectivos de la provincia
y parando en las distintas reparticiones provinciales de San Luis, de
Córdoba, de Mendoza, recorrimos las distintas provincias, porque creía
el gobierno nacional que el magisterio debía conocer su país. O sea que
todas esas pequeñas cosas que hacían a la mentalidad de la gente era de
que uno fuese realmente peronista, del peronismo de aquella época”184.
Además de la educación escolar y universitaria, se fomentaba el acceso
popular a las actividades culturales:
“mi madre era una persona muy porteña, conocía bien el centro. Íbamos
a todas partes (…) Le gustaba que yo conociese. Y me lleva a ver, creo
que era, los títeres de Codecá. Y ahí estaba Evita. Y daban juguetes a
todos. Yo me acuerdo que me dieron una bolsita de tela, color rosadita.
Estuve pensando que era lo que había adentro. No sé si un balero y que
95
184 Edgar Zapata
otras cosas. Y ella estaba en un palco, con su capelina y unas rosas y ella
nos saludaba, nos tiraba besos. Una cosa hermosísima, en Buenos Aires,
en un teatro, no me acuerdo que teatro (…) Después hemos tenido la
suerte de conocer, a la edad de trece años, como yo te decía, que a mi
papá le daban entradas y podíamos ver óperas, espectáculos bellísimos.
“La Óveme”, “Rigoletto”, “La Traviata”, “Cavalería rusticana”.
Después a una gran bailarina, Tumara Tumanova, que era rusa, creo. A
Sergio Grifar. A la Alonso. Era una belleza (…) En el Colón, sí. Conocí
a los 13 años el salón que le dicen el “Salón Dorado”, que tiene unas
columnas, unos espejos, unas arañas. Las columnas todas son láminas,
que deben ser de oro. Una belleza, una belleza. Que después de grande
los he visto, pero tuve la suerte de conocerlo de chica, una hermosura
(…) Nosotros éramos una clase media, pero que vivíamos bien. En mi
casa no faltaba nada, era la casa de mis padres, había de todo. Fueron
los primeros que compraron televisor. Teníamos heladera, lavarropas,
todo. Una clase media que vivía bien. Íbamos a veranear. Nosotros
íbamos a veranear a Mar del Plata, a Mendoza, a Córdoba (…) Mi papá
trabajaba en la municipalidad. Era un empleado de la municipalidad.
Mi padre, sinceramente, él no era peronista. Papá era de los radicales.
Porque en aquellos años, él venía de una familia que un hermano…
había ese radical auténtico y en una manifestación lo mataron. Mi
padre era radical de aquella época (…) Y mi padre empezaba a ver una
apertura, y dice: “si yo nunca pude acceder a ir a un teatro y ahora se
me da la oportunidad”. Yo ¿cuándo iba a ir al coro?”185.
Se creó además la Orquesta Sinfónica del Estado, en 1948, brindando
espectáculos accesibles a todo el público. De modo que el acceso a la
educación, el esparcimiento y los espectáculos se ampliaba para todos.

Turismo social
El turismo social fue uno de los tantos aspectos revolucionarios del peronismo
para una sociedad que estaba ampliamente separada entre ricos y pobres. Fue
tarea del peronismo estrechar esas brechas y por eso los sectores altos y una
parte la clase media, al verse desplazados de sus lugares exclusivos, fueron
adversarios del peronismo al que vieron como un “invasor” de sus lugares de
esparcimiento. Y allí también surgió el desprecio social (y racial) de aquellos
sectores más reaccionarios que se espantaban de la movilidad social que se
96
185 SG
Del tiempo de Perón Javier Prado

gestaba en el peronismo:
“la gente pudiente, hacían reuniones en el Tigre y entonces se encontraba
con esta gente, porque llegaba gente pobre. Se enojaban. No peleaban
ni nada, pero protestaban. Estaba el Tigre Hotel, estaban todos los
clubes de remo ahí también. Claro, (los obreros) agarraban el tren y se
iban. Había un poquito más de movimiento. Y ahí (decían) “estamos
copados por estos negros” (…) a los de la provincia nos ponían un
sobrenombres: “cabecitas negras”, “veinte y veinte”… Porque la gente
iba a la pizzería, entonces había un aparato, usted ponía una moneda y
elegía el disco. Una grabación. Y tenía veinte para un vino y veinte para
escuchar un disco. Si, los molestaba. Ellos a los de las provincias no los
vieron con buenos ojos. Si, gente mala…Yo entre los ricos me callaba
la boca (…) bronca me daba. (Mis tías) No eran…de la idea de que yo
fuera peronista. Me hacían codear con la gente del centro y yo ni ganas
de estar ahí. No había caso…Hacían bailes…me llevaron después a los
clubes de Buenos Aires…estaba Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires,
ahí en Palermo, después estaba Hurlingham…club de ingleses, todos
ingleses…A mí me gustaba remar, gané muchas carreras”186.
Tal como cuenta este simpatizante, el desprecio contra el peronismo fue (y
es) una constante de las clases acomodadas. Ese desprecio iba más allá de lo
social (la clase) y se teñía de racismo.
En 1947 se construyó el complejo turístico de Chapadmalal, para que los
trabajadores pudieran acceder a unas cómodas instalaciones de veraneo.
La situación de los trabajadores en la vida política, económica y social se
modificaba y entonces dejaban de ser espectadores para ser protagonistas.
Las multitudinarias convocatorias eran un símbolo de la época y también
generaban un rechazo (lo mismo que hoy) en los sectores que siempre habían
sido privilegiados:
“porque siempre había la concentración de gente o aniversarios, los
domingos. Y la gente le pedía que mañana fuera San Perón. Por el
lunes, para llegar a la casa y venía gente de lejos, de las provincias…
Y toda esa otra gente tiraba la bronca. Si, los gorilas… a nosotros nos
decían “cabecitas negras””187.

186 Ritchie
97
187 Ritchie
La Fundación “Eva Perón”, la ayuda social
“mi padre fue afiliado peronista, pues aun guardo su carnet de afiliación,
de mi madre no podría responderte con seguridad, pero fue ella la mas
entusiasta simpatizante. Mis padres tenían un taller de de dibujo y
pintura en casa donde se dictaban cursos de arte. Eso daba lugar a que
concurrieran muchos alumnos que generalmente terminaban en largas
tertulias que daban lugar a discusiones de todo tipo inclusive políticas
(no había televisión). Recuerdo haber acompañado a mi madre a una
Unidad Básica a pintar juguetes de madera para repartir en las fiestas
de fin de año (…) mi mujer es catamarqueña y relata que en su infancia
(década del ‘50) concurría a la escuela primaria en la localidad de
Choya, bien en los cerros. Hasta allí todos los viernes llegaba un largo
micro de Salud Publica, que tras haberles hecho un chequeo a todos los
niños, luego (cada viernes) regresaba para continuarles el tratamiento
indicado. Ella dice tener ¡todavía un arreglo dental desde esa época!.
Además recibían de la Fundación, ropa para los niños, máquinas de
coser y frazadas para los hogares mas necesitados y en Navidad
juguetes para todos! ¿Serían los que mi madre pintaba en Buenos Aires,
en una Unidad Básica de Caballito? (…) Las reuniones de navidad y
año nuevo eran las clásicas. Se reunía toda la familia y se comía y bebía
mientras los chicos jugaban y recibían algún regalito, no muy distinto
a la actualidad, aunque te podría observar que las familias eran mas
numerosas. En año nuevo en algún barrio se bailaba en la calle con
todos los vecinos, el vigilante (entonces existía el agente de la esquina)
y convidaban a los motorman y guardas de algún tranvía que pasaba
con sidra y pan dulce”188.
La referencia a “la Fundación” tiene que ver con la “Fundación Maria
Eva Duarte de Perón” creada por Evita y que más tarde se conoció como
“Fundación Eva Perón”. Esta institución nació en julio de 1948, y en propias
palabras de Evita: “fue creada para cubrir lagunas en la organización
nacional, porque en todo el país donde se realiza una obra, siempre hay
lagunas que cubrir y para ello se debe estar pronto para realizar una acción
rápida, directa y eficaz”189. La misión de la Fundación fue complementar la
obra social del gobierno y atender casos específicos de necesidades materiales,
sanitarias y educativas. Entre los principales objetivos de la institución se

98 188 Ezio R. Paronzini


189 Marysa Navarro. Evita, Edhasa, 2005, p. 244
Del tiempo de Perón Javier Prado

hallaban: “Prestar ayuda pecuniaria o en especie (…) a toda persona carente


de recursos que así lo solicite (…) Construir viviendas para su adjudicación a
familias indigentes (…) Crear y/o construir establecimientos educacionales,
hospitalarios, recreativos o de descanso (…) Construir establecimientos
benéficos (…) satisfacer las necesidades esenciales para una vida digna de
las clases sociales menos favorecidas”190. La fundación dejó de existir tras la
caída de Perón, en 1955.
“Después Eva Perón, a través de la fundación Eva Duarte, para las
fiestas mandaba sidra, pan dulce, ropa, todo. Para la gente trabajadora
de menos recursos. Porque no tenia, porque lamentablemente en aquella
época estábamos muy escasos en lo que se refiere a la economía (…)
Eso lo distribuía por intermedio del correo. Nosotros estábamos de
veedores, nada más. Para evitar pensamientos malos. Porque usted sabe
como es la política y hoy peor que nunca”191.
Los regalos navideños escandalizaron a la oposición, que se agitaba en quejas
acerca de la “demagogia” peronista, para ocultar su egoísmo y su aversión a
las grandes mayorías:
“Para la época de navidad y año nuevo llegaban los regalos de la sidra,
del pan dulce y para los niños los juguetes el día de reyes…Nosotros
hacíamos como un censo del barrio. No era para todos, por supuesto,
pero se daba a la mayor parte de la gente. En ese entonces era muy
humilde la gente nuestra, aquí en La Banda. Nuestra influencia llegaba
a la zona donde la gente vivía en ranchitos”192.
Los conservadores de ayer y los de hoy no dejan de quejarse por esa política
de inclusión. Las políticas sociales del gobierno eran apoyadas por la acción
de la Fundación Eva Perón:
“Los repartos de juguetes los hacía Evita. Por ejemplo, por acá pasó un
tren que iba Evita y paró en la estación y dio muñecas y bicicletas para
el día del niño y siguió para el sur (…) Después daban para navidad pan
dulce, sidra…Eso lo daban en el correo”193.
Esto quedó grabado para siempre en la memoria popular. Las mejoras
materiales concretas (aun dentro de los límites de una sociedad capitalista)
terminan por conformar la ideología de la clase trabajadora de los años ‘40 y

190 Marysa Navarro, ob. cit., p. 240


191 Celestino Sagaseta
192 Olga Montenegro
99
193 Gerónima Ramos
‘50. Y esto, transmitido como tradición oral y familiar, solidificó al peronismo
no solo como partido político, sino como movimiento y como cultura. Desde
el lado opuesto, el egoísmo de las clases más altas veían en estos actos
“derroche”, “demagogia” y “vagancia”.
“Por intermedio del partido y del gobierno, los juguetes los regalaba
el correo. La sidra y el pan dulce. Entonces a los chicos nos daban la
estampilla para ir a retirar los juguetes. Y el primer juguete que yo tuve,
tuve un autito justicialista color verde, de chapa que me acuerdo como
si fuera hoy y un trompo, de chapa. Y después mi viejo fue presidente
de la Unidad Básica con el teniente coronel Barbieri (…) Mi viejo
compró la casa con un crédito hipotecario, que después que Perón cae
lo recontracagaron. Tuvo que pagarla dos veces. (...) Después del golpe
lo echan de La Martona, se tuvo que ir a pintar barcos al puerto”194.
Los testimonios reiteran estos aspectos de la política social:
“el reparto que nos daban por el correo. La sidra, el pan dulce. Juguetes.
Y los daban en el correo. Había que ir, hacer cola y te lo daban. Lo
repartía el correo, El rico que siempre era rencoroso, criticaba. Criticaban
eso a muerte (…) ¿Quién conocía antes horas extras? ¿Quién conocía
vacaciones? ¿Quién conocía aguinaldo? Por Dios… No se daba abasto
vendiendo, la gente consumía, tenía plata…Por eso la política de ahora,
les guste o no les guste, para mí los Kirchner están en la justa. En la justa.
El que mueve es el obrero, el que gana. A ese le falta todo. Pero tiene
que ganar bien. No explotado (…) Cuando nosotros nos trasladamos
de acá, de Esquel…ya repartían los libros, esos libracos grandes, del
primer plan quinquenal…pero eran unos libros extraordinarios”195.
Claro análisis económico de este militante. Sin dinero en el bolsillo del
trabajador no hay mercado interno. Sin embargo la política de inclusión
concretada por el peronismo, siempre es criticada por los representantes
más amargos de la derecha, tal como Marcos Aguinis quien dice de Perón
y el Peronismo: “Su proyecto no era revolucionario sino fascista (...) El
mecanismo perverso de ser “mantenidos”, de vivir a costa del erario público,
se vigorizó”196. Aguinis repite con pretendida “intelectualidad” pavadas que ya
fueron refutadas hace décadas y aplastadas por la Historia. Pero de supuestos
intelectuales como este se alimentan los sectores más reaccionarios de nuestra
sociedad.
100 194 Piazzale
195 Víctor Pérez
196 Marcos Aguinis. El atroz encanto de ser argentinos, Planeta, Buenos Aires, 2001
Del tiempo de Perón Javier Prado

En cambio en la memoria popular, entre las clases trabajadoras, aquel proceso


histórico es valorado de forma diferente. Alguien que tuvo oportunidad de
acompañar a Evita por aquellos tiempos recuerda pasajes de su vida:
“Yo viajé con ella, porque ella viajó entregando máquinas de coser,
colchones, frazadas. Muchas cosas para los pobres. Lo más emocionante
de Eva Perón (es) que fue la mujer y sigue siendo la mujer más importante
no solamente de la Argentina, yo creo que del mundo entero. Por eso le
digo, cuando llegaba navidad y año nuevo, les mandaba una canasta a
todos los humildes con todas las cosas adentro ¿quién lo hace eso hoy?
(…) fuimos a Misiones que le hicieron una zamba que nos hizo llorar
a todos. Después la acompañé hasta Mar del Plata, en Chapadmalal,
cuando inauguró el edificio ese grande que ahora no sé quien lo tiene,
para los chicos y para los pobres que no podían venir a veranear. Venían
ahí gratuitamente. Después estuve cuando Dodero le regaló un edificio
de cuatro pisos y le entregó la llave, también viajé con ella”197.

Campeonatos infantiles Evita


Uno de los lemas del peronismo es “los únicos privilegiados, son los niños”. Y
de verdad que se implementaron medidas que daban concreción a ese lema. De
los puntales de la recreación infantil, los Campeonatos Infantiles Evita fueron
el símbolo más visible y recordado. Estas competencias traían, además del
beneficio del esparcimiento deportivo, un intenso examen de los participantes
para conocer su estado de salud y a esto se sumaba la posibilidad de conocer
lugares del país completamente distintos a los de su lugar de residencia. En
1949, desde Esquel, Chubut (en esos tiempos, Territorio Nacional), partió
lleno de ilusiones un equipo de fútbol infantil:
“Don Arturo Morado fue el que formó el equipo. Éramos vecinos, a
la vuelta. Y se llamaba en primera época Talleres y éramos todos de
ahí, de ese barrio. Y justo se da el tema del campeonato Evita y acá
era intendente en esa época Dante Brozzi… intervinimos en el Evita
y ya ganamos los partidos para clasificarnos acá y ya, prácticamente,
de todos los pibes de acá, se hizo un combinado. Entonces, ya cambió
de nombre, era Nahuelpán. En Buenos Aires nos preguntaban “¿por
qué Nahuelpán?”. Nosotros, los pocos que sabíamos, creo que era
por “cabeza de tigre”198, o algo así. (…) Ganamos todo. Fuimos ahí

197 Esther Fadul (nacida en 1914)


101
198 Tigre y león
a Rawson, me parece que les metimos cuatro, ahí en la Iglesia de
Rawson. Es pura piedra y nosotros acostumbrados a jugar acá, en otro
tipo de terreno. Tuvimos suerte y les ganamos y nos clasificamos para
ir a Buenos Aires (…) Antes, para ir a Trelew, se hacía en dos etapas.
Se dormía no sé si era en Paso de Indios, por ahí y al otro día se llegaba
a Trelew. Un viaje matador. Y ¿qué pasó? Entonces, para no quedar
mal, parece que llevaron de ahí del Valle199 (que los incorporaron allá
en Buenos Aires) a un tal Remusi, un petisito, bastante bueno, después
un gringuito, no sé si era Jones o Evans y un lungo, alto, Torrejón (…)
Este tal Torrejón, que me acuerdo que jugaba de fullback porque era
alto, bastante bueno también. Esos tres los incorporaron. Y los demás
éramos todos de esta zona (cordillera). Y como jugadores de fútbol,
no es por mandarme la parte, pero éramos bastante buenos porque
llegamos a cuartos de final allá”200.
Luego llegaría el ansiado viaje a Buenos Aires:
“El trencito acá, la “Trochita”201 llegó en el año ‘45. Y, de la escuela,
(en) pantaloncitos cortos, una nevada (y a) esperar el trencito. No me
lo olvido más. Con las banderas argentinas, pispeando cuando llegó por
primera vez, en el año ’45 (…) La cosa es que viajamos en el trencito
ese. Tuvimos la suerte. Iba de aquí (Esquel), Maitén, Jacobacci. Y en
Jacobacci enganchabas el tren grande. La otra trocha, que llegaba a
Bariloche. Así que nosotros hicimos el viaje en el trencito. Y da la
casualidad que llegamos a Buenos Aires y era en ese tiempo que Evita
ya estaba enferma, pobre. Si, no me olvido más de eso. Suspendieron el
campeonato. Nosotros fuimos, no sé si era a mediados de diciembre…
Del ‘49, porque el ’50, era año del Libertador General San Martín. En
vez de mandarnos de vuelta (como los equipos cerca, los mandaron de
vuelta) a nosotros nos dejaron. Nos dejaron en Buenos Aires. Y nos
instalamos en el Tigre, en la calle Victorica. Era un club de remos,
porque ahí, en la calle Victorica (está frente al río) ahí son todos clubs
de remo. Y era el Hispanoargentino, donde paramos nosotros. Al lado
estaba el Teutonio, pasando el río, del otro lado, estaba un club, La
Marina. Todo era remo. Para nosotros, para mí, principalmente, que
era un indiecito que nunca había salido de acá, me abrió la cabeza. Yo
199 Se refiere al valle inferior del río Chubut
200 Víctor Pérez
102
201 Línea ferroviaria que unía Esquel y Jacobacci. Trocha angosta que hoy es un atractivo turístico y
sigue corriendo por los rieles patagónicos.
Del tiempo de Perón Javier Prado

estaba en sexto grado. Aquel que me conoce (sabe) los únicos estudios
que tuve: séptimo grado (…) Nos quedamos ahí…¡que atención!: otra
que Maradona. Nos revisaban, nos pedían qué es lo que faltaba, nos
vistieron de arriba abajo, extraordinario. Y en ese tiempo, me quedó
grabado que en Buenos Aires también andaban esos coches que eran
abiertos, esos tipo colectivo, no sé como les llamaban. Unos “tipo”
palanganas. La cosa que a nosotros en vez de mandarnos de vuelta, a la
mañana llegaba el colectivo ¡pum! Arriba…Conocí Luján. Conocimos
todas las figuras de esa época: los Gálvez, Fangio, los boxeadores. El
Chúcaro, en la Quinta de Olivos, actuó para nosotros, eso no me lo
olvido más. Y la gente nos miraba, nos preguntaba, porque llevábamos
un escudito, andábamos más o menos todos vestidos parecidos, el
grupo (…) ¡Una atención!. Yo en mi vida pasé lo que pasé con el
campeonato Evita. Me ha quedado grabado, porque a Dios gracias,
soy un tipo que bastante memoria (…) Mientras estábamos ahí, en el
Tigre, que no jugábamos, porque el campeonato se suspendió, yo me
pasaba así…íbamos a pasear por todos lados. Conocimos todo. Un
día con Alesio, otro muchacho que falleció, le digo “Alesio, vamos a
ir a ver eso que me llama tanto la atención”. Era un yate. El que le
regalaron los italianos a Evita o a Perón: “Tecuara”, le habían puesto.
Y los tipos, claro, que éramos del campeonato: nos pasaron adentro. Me
quedó grabado, un yate hermoso. Anclado ahí, frente al club. Cuando
comenzó el campeonato, se inauguró, eran todos de pantalones largos. Y
yo, con Lucho De Bernardis (…) éramos los más chiquitos del equipo.
Y ¿qué pasó? No teníamos pantalones largos. Teníamos pantalones
cortos. Entonces teníamos que tener una especie de uniforme, todos
iguales. Llega un día, cuando ya se aproximaba la fecha para inaugurar
(porque se inauguró en la cancha de River el campeonato Evita. Lo
inauguró Evita y Perón). Antes de eso, para conseguir el traje, viene
un día, que me acuerdo patente, el hermano de Evita, Juan Duarte, que
lo mataron después (decían que lo había echo matar Perón, pero son
esas cosas de política). Con Juan Duarte, con Morado, nos llevaron
primero a Gath & Chaves, que era la casa más importante de tienda.
Otra casa grande que había, que se llamaba Lamota, de ropa, de todo.
Y no había forma, no había traje para nosotros y nos llevan a una casa
que yo miro arriba el letrero El Niño Argentino, decía. Parece que
ahí nos calzaron. Un trajecito que me duró después. Pantalón largo, 103
saquito cruzado, impecable. De diez, así que salimos vestidos. Bueno,
la inauguración en la cancha de River. Evita y Perón. Evita nos da la
mano, pero uno por uno nos saludó. Y yo los cargo: “por esta manito
que yo tengo, no han tenido la suerte” les digo a los locos acá “de
haber saludado, pobre Evita, y al general Perón”. Y lo que me quedó
grabado de Evita, ya estaba enferma pobrecita, delgadita... Para mi era
extraordinario. Y ¿sabe lo que me recuerdo de Perón? La cara, todas las
venas, así, marcadas. Y no me acuerdo que frase nos dijo. Perón era de
acá202,conocía muy bien el sur. Eso no me lo olvido más. Y tantas cosas
que decía. Evita decía: “volveré y seré millones”. Y por eso yo soy un
agradecido a la vida. Porque vivo estas épocas, y veo tantas realidades
que Evita ya las ansiaba para la gente. Para la gente humilde, que
éramos nosotros (…) yo conservo eso gracias a mis hermanas en Bahía
Blanca. Si no, yo no hubiera tenido una copa, que nos dio el Senado de
la Nación, por el campeonato, por la buena clasificación que tuvimos.
La medalla que nos dieron en Chubut, dice “Territorio del Chubut” y
es así como de plata. Y en Buenos Aires, Evita (nos dio la medalla). La
medalla es con la esfinge o la carita de Evita y era como bañada en oro.
Esas son las dos medallas y la copa que doné203… (…) Nos entregaron
en Buenos Aires. En el Senado de la Nación nos dieron la copa. Una
copita con el escudo argentino y dice “Senado de la Nación al campeón
del Chubut”. Grabado y todo”204.
Los niños del interior, mediante estos campeonatos deportivos, tenían la
posibilidad de conocer la Capital y de encontrarse con otros chicos de diversos
puntos del país. Solamente quienes nunca pasaron necesidades pueden
quejarse de ese maravilloso programa de integración social.

Residencia de Olivos, niños, vacaciones


Las colonias de vacaciones redujeron la brecha entre las familias pudientes
y las pobres. Se crearon y acondicionaron centros de esparcimiento e incluso
la Quinta Presidencial de Olivos era un lugar de encuentro para niños de la
Capital Federal:
“Antes no había lavarropas automático. Entonces la gente de buen nivel
tenía la lavandera, la mucama. Y entonces mi mamá era lavandera. Y
lavaba la ropa toda a mano. Entonces va a trabajar a la casa de un militar,

202 Vivió en Chubut, pero era nacido en Buenos Aires


104 203 A la municipalidad de Esquel
204 Víctor Pérez
Del tiempo de Perón Javier Prado

que no recuerdo como se llama y ese militar fue el que la hizo entrar ahí,
a la quinta presidencial. Mi mamá le dijo que tenía una hija así, yo había
terminado de estudiar. Incluso yo estudié de noche, porque terminé el
sexto grado y después me puse a trabajar en mi casa. Cosía boinas, esas
boinas de vasco. Y después cuando ya me pude emplear, me emplearon
y ya después entré a trabajar en una tienda. Y, yo los veía muy a menudo
(a Perón y a Evita) porque ellos tenían la residencia ahí en la quinta.
Y en una parte de la quinta era la colonia de vacaciones, de diciembre
a fines de febrero, de los chicos humildes que no podían los padres
llevarlos de paseo y entonces pasaban todo el día ahí. Y yo era una de
las maestras que los atendía a los chicos. Y los veía a Perón y Evita
cabalgar por todo el parque de la residencia, que eran todos caminos
inmensos (…) y Perón venía todo vestido de blanco con pantalón,
camisa blanca y Evita también. Y después, un día quisieron venir a
visitar a los chicos que estaban en el comedor, que iban a almorzar, y
cuando los chicos los vieron se largaron…Habían cuatro escalones para
subir al comedor. Se largaron de ahí: era una pila de chicos, uno arriba
del otro, de la alegría que tenían de ver a sus ídolos, porque ya desde
que nacen se les va inculcando esa idea, por lo menos en ese entonces.
Y los chicos y la juventud eran muy respetuosos de lo que decían los
mayores. Y yo me acerqué hasta el portón que había y Evita venía toda
vestida con un vestido color rosa de encaje y Perón venía todo vestido
de blanco. Ahí los saludaron. Pero a los chicos no los dejaron pasar ahí
a saludarlos porque se iban a enloquecer, entonces otras personas los
tenían contenidos un poco. Yo he vivido una linda experiencia en todas
esas cosas, aparte que éramos muy respetuosos y la gente también (…)
Se les daba el desayuno, entraban a las 8 de la mañana y se iban a las 5
de la tarde. Se les daba el desayuno, se los llevaba a caminar por todo el
parque (porque era inmensa, era como tres cuadras, manzanas, no sé…
era inmensa esa quinta) y después se les daba el almuerzo y antes de irse
se les daba la merienda. Y después, ya se iban en los micros que habían
venido, cada uno a su lugar de origen, (por)que eran de las escuelas del
centro, de la capital federal. Ellos (Perón y Evita), en esa época, que ya
le digo era a principios de diciembre hasta fines de febrero, estaban ahí,
viviendo en la Quinta. Así que ellos, tempranito, a las siete de la mañana
salían a cabalgar y después ya estaban dentro de su residencia. No era
un tiempo muy prolongado que estaban afuera de la casa. Y esa era la 105
vida. Después, cuando los chicos estaban, los hacíamos dormir la siesta,
todas esas cosas, los estábamos cuidando y nosotros veíamos que ellos
andaban por los jardines (…) Antes estaba el humilde y el rico, rico. No
había término medio. Entonces el humilde no podía salir de vacaciones,
porque tenía trabajo la gente, pero no sé si era la costumbre que cada
persona que tenía un nivel, un status, podían salir de vacaciones, los
otros, no. Entonces (Perón y Evita) hicieron eso para que los chicos no
anduvieran en la calle, pero venían cada contingente de chicos… todo
el día, que abarcaba como 6 o 7 escuelas (...) El que era muy peronista
fue mi marido. Él se dejaba matar por Perón. Trabajaba en una fábrica,
de los licores ¿Potram?, (…) obrero de la fábrica. Después que salió de
la fábrica de licores entró en la fábrica de las telas “Castelar”. Él era un
peronista acérrimo. A veces conversaba con los hermanos, porque tenía
tres hermanos más. Estaban en la casa de los padres, nosotros vivíamos
ahí con ellos, se ponían a hablar. Peronista y boquense. Y era el tema de
los domingos a la tarde: hablar de política y de fútbol. La gente vivía
normalmente, aparte que antes no había la cantidad de gente que hay
ahora, era más familiar todo. Y la gente era respetuosa, porque la gente
lo había votado y con la gente del pueblo ellos no eran malos”205.

Los hogares de tránsito, los hogares escuela


Mediante la construcción de los hogares escuela, se completaba la acción de
ayuda social para los sectores pobres de la sociedad. Estos complejos edilicios
brindaban todas las atenciones a las familias necesitadas. Pero se trataba de
buscar el progreso de las familias, un cambio favorable en la situación social
de los más desprotegidos. De manera que los hogares-escuela brindaban
apoyo ante la falta de hogar o de trabajo, pero por otro lado se buscaba darle
solución a esos problemas puntuales para que las familias pudieran tener
un hogar propio. En 1952 asumieron su banca en el congreso las primeras
mujeres elegidas mediante el voto popular. El peronismo fue el partido que
más candidatas presentó en sus listas. Muchas mujeres de las clases populares
ingresaron a la cámara:
“Las elecciones fueron en noviembre. Hasta ocupar mi banca en fines
de abril en donde teníamos que jurar y el primero de mayo recién
(asumía)…En ese lapso, desde noviembre, voy a la residencia de Olivos
y me dice Evita: “¿qué andas haciendo Tejada?” y le digo “estoy un
poco aburrida”, me dice “¿ah si?, ¿estás aburrida?, bueno, vas a ir
106
205 María Angélica Senra (nacida en 1932)
Del tiempo de Perón Javier Prado

a trabajar allá, al Hogar Escuela de San Juan”, porque ese hogar ya


estaba casi terminado. Estaba terminado, todavía no internaban a los
chicos. Un hogar hermoso. Nosotros, como tuvimos terremoto (en San
Juan), Evita hizo dos hogares escuela…para 1.500 chicos, pero este al
que me mandó ella estaba para inaugurarse y me mandó para seleccionar
el personal. Mediante (que) la gente escribía, te escribía pidiéndote
puestos, trabajo, entonces mediante esas cartas que mandaban, tenía
que seleccionar según las capacidades de cada uno: médicos…de todo,
porque los hogares escuela eran una cosa maravillosa. Un chico entraba
ahí y lo alimentaban, lo curaban, estudiaba, de todo y también iba a su
casa. Fíjese que yo trabajaba ahí y lo que es la maledicencia. Tenía una
señora que era la visitadora social, que tenía que ver a esas personas
y también para internar los chicos, mediante esas cartas también, que
escribían. La mayoría de la gente que tenía clase media baja o clase
media, chochos de la vida de que sus hijos se internaran ahí, y los
pobres, los realmente pobres que para ellos hizo Evita, decían que “no,
no, porque Perón nos quiere quitar a los hijos”…alguien hizo correr
esa voz. Entonces, cuando esta señora me contó, yo me fui con ella y les
hablaba a la gente, que eso era un infundio, que eso no era verdad. Que
ellos los internaban y ellos los podían sacar en el momento que ellos
quisieran, nadie se los iba a retener. El día que ellos dispongan, que no
quieran que sus hijos continuaran: los retiraban”206.
Desde la oposición siempre se buscaba echar sombra sobre la acción social
peronista. Por eso se hacían correr todo tipo de rumores, incluido ese sobre la
“apropiación” de hijos que estaría tramando Perón. Sin embargo y a pesar de
esas cosas: “Para Evita, la meta principal era crear un puerto seguro para los
niños víctimas de las tempestades de la vida. La Fundación estableció veinte
Hogares Escuela durante los siete años precedentes al golpe de estado de
1955. Los niños asistían a las escuelas públicas y cada uno mantenía los lazos
con su familia nuclear siempre que fuera posible. Integración, no segregación,
era el lema de cada Hogar Escuela (…) Los niños fueron admitidos desde los
cuatro hasta los diez años (de seis a diez en Ezeiza). Niños con problemas
físicos o psicológicos fueron derivados a las instituciones apropiadas y su
tratamiento fue pagado por la Fundación. Los asistentes sociales trabajaron
con la familia de los niños antes y después de que fueron admitidos al hogar
escuela. Evita no quiso que ningún niño fuera aislado del mundo. Todos los
niños debían tener una familia nuclear afuera del Hogar donde pasaban los 107

206 María U. Tejada


fines de semana y los días de fiesta”207.
“Además, los chicos una vez al mes iban a la casa. Pero esos hogares
escuela, no tiene idea usted lo que eran….De todo tenían, ropa, de todo.
Una maravilla. Y actualmente, fíjese, esos hogares escuela, en uno, en
el que yo fui para ordenar al personal, una parte está para geriátrico
y otra parte está para enfermos infecciosos, en San Juan, en un lugar
que se llama Chimbas. El otro, que está en Rawson, es el que funciona
como escuela, pero como estoy medio desconectada no sé si van los
chicos o cuanto tienen que estar, no sé…(…) Eran enormes, era un
predio enorme. Tenían hasta pileta de natación. (…) Como todas las
obras de la Fundación…Fíjese que una vez, yo tuve que venir con
200 mujeres del partido porque Evita quería que Perón conociera la
(Fundación o las cosas)… claro, porque ella era la presidenta y quería
hacerle ver al General que las cosas estaban bien, que estaba organizado
todo. Entonces nos daban cada día una tarjetita para visitar algunas de
las obras de la Fundación. Se llamaban “Hogares de Ancianos”, no se
llamaba geriátrico, como ahora, sino “Hogar de Ancianos”. Fuimos a
un hogar de ancianos en Burzaco208, que es una parte de la provincia
de Buenos Aires. ¡Ah, una maravilla, una maravilla! Ella no estaba
conforme con eso, ella quería otra cosa, no sé que habría querido para
los viejos, porque ese era un predio enorme, con decirle que tenía hasta
vacas, para los ancianos que eran del campo, que sabían en cuestiones
de ordeñar y eso, así se entretenían. Tenían sala de música, piano,
violín, guitarra…Una tienda parecía, donde tenían la ropa porque los
vestían y todo. La Fundación hizo todas esas obras, desgraciadamente
las destruyeron. Todos destruyeron. Los de la “libertadora” destruyeron
todo (…) Yo ahora tengo 88 años, entonces yo tenía 30”209.
También en Entre Ríos se construyó un monumental Hogar, que hasta el día
de hoy esta en pie:
“Lo más importante, que hasta ahora perdura, en el recuerdo de la gente
fue la maravillosa escuela de las 1.000 camas, “Evita”. Calle Don
Bosco, de Paraná. Hasta el día de hoy, las cosas que tiene esa escuela
no la tiene ninguna escuela. En la tecnología, en el estudio, en todo”210.

207 www.evitaperon.org/education_eva_peron-es.htm
208 El hogar se llamaba “Coronel Perón” y tenía una capacidad para 350 internados
108 209 Maria U. Tejada
210 Heraclia Arrúa
Del tiempo de Perón Javier Prado

En tanto, acerca de las visitas de Evita a Paraná, suele señalarse que en la


primera ocasión (durante la campaña del ’46) no bajó a la ciudad sino que
permaneció en una embarcación. En cambio, posteriormente visitó la zona: “En
dos oportunidades, durante 1950, Eva Perón, esposa del entonces presidente
Juan Domingo Perón, visitó la ciudad de Paraná. Estos acontecimientos
merecieron importantes titulares en los diarios locales. Como solía suceder
en los acontecimientos políticos de la época, el pueblo se volcó a las calles
de la ciudad para observar de cerca a la mujer que movilizaba multitudes. El
periódico paranense La Acción tituló en su edición del 3 de marzo de 1950:
“Paraná no presenció jamás un espectáculo como el que se le ofreció ayer”,
y en la crónica de primera plana, ilustrada con grandes fotografías, destacó
que “la expectativa que había despertado la visita de Eva Duarte de Perón
a Paraná y el hecho de ser la primera vez que llegaba a nuestra ciudad fue
motivo suficiente para que desde hora temprana al promediar la mañana ya
se notara en la plaza 1º de Mayo una gran actividad (...) A las 17 y 35 arribó
a la estación local el tren especial donde viajaba Eva Perón. De inmediato
fue conducida al predio donde la Fundación de Ayuda Social levantaría el
Hogar Escuela para colocar la piedra fundamental. Después de este acto la
comitiva se dirigió al edificio del correo donde se había levantado el palco
oficial. Luego de una serie de discursos se dirigió a público Eva Perón que,
entre otros conceptos anunció la construcción de un asilo de ancianos en
Gualeguaychú y un hospital en Gualeguay (…) Meses después, el 23 de mayo,
Evita volvió a la ciudad capital de Entre Ríos, esta vez acompañando a su
esposo, el presidente Juan Domingo Perón, para asistir a la asunción de
electo gobernador Ramón Albariño”211.
Los hogares de tránsito estaban destinados a socorrer a mujeres y niños
abandonados, que no tenían un hogar y vivían en la calle. En 1948 se inauguraron
tres: el de la calle Carlos Calvo 102 (250 camas), el de calle Lafinur 2988 (500
camas, actualmente Museo Evita), el de calle Austria 2561 (400 camas). “En
1948, la Fundación Eva Perón compró, restauró y dedicó la casa como Hogar
de Tránsito Nº 2, un refugio temporario para mujeres y niños sin recursos.
El 18 de julio de 1948, Evita inauguró el Hogar con estas palabras, “El Hogar
de Tránsito ampara al necesitado y al que momentáneamente no tiene hogar...
todo el tiempo que sea necesario hasta que la ayuda social le encuentre trabajo
y vivienda”. Evita ofreció a las mujeres y los niños “una puerta abierta, una
mesa tendida, una cama limpia,” y también “consuelo y estímulo, aliento y
109
211 Semanario Análisis 28 de junio de 2007 www.analisisdigital.com.ar nota de Claudio Cañete
esperanza, fe y confianza en sí mismo””212. Además se construyó el Hogar de
la Empleada, en Avenida de Mayo 869, de Buenos Aires. Tenía una capacidad
de 500 camas y un comedor para 1.500 cubiertos.
“(A Evita) Yo iba siempre a pedirle algo para alguno que necesitaba
(¿los Hogares de Tránsito que tenía Evita?) Si, dormí también ahí a la
noche, si se me hacía tarde. Yo iba a uno que estaba en calle Rivadavia,
ahí nomás, al 400 o al 500, no sé. Por ahí. Doce pisos de alto”213.

Salud
La política sanitaria del peronismo fue encabezada por Ramón Carrillo. El
médico santiagueño llevó adelante un espectacular plan de atención médica y
prevención que abarcaba especialmente a los sectores más vulnerables de la
sociedad. Fue el primer ministro de salud de la historia argentina. Se crearon
hospitales, policlínicos, centros de atención médica y se intensificaron las
campañas de vacunación y prevención de enfermedades.
“Mis comienzos fueron simultáneamente con mi actuación como
administrador con el doctor Carrillo (como Ministro de Salud Pública
de la Nación) en el año ‘45, ‘46. Mi misión en Salud Pública trascendió,
en ese año 1946, los límites de la provincia de Río Negro para que mi
actuación fuera en toda la Patagonia, por cuanto se creó en el año ‘46
(se proyectó y después se creó en el año ‘50) las direcciones generales
de sanidad en todo el país. Y a mi me tocó por haber estudiado
administración pública (y era ya administrador de hospitales), me tocó
organizar la faz administrativa de la Dirección General del Sur, que
abarcaba Río Negro, Neuquén, la gobernación militar (Comodoro),
Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego (…) Nosotros hicimos un curso
especial en el ministerio de salud pública de la Nación. En aquella época
se creaban carreras afines a la necesidad del ministerio que se formaban
con el doctor Carrillo. Y yo estudié sobre el particular y tuve grandes
satisfacciones en el desempeño de la función, pero siempre estuve
enrolado en la parte gremial (…) Lo que estableció doctrinariamente
el General Perón, lo cumplíamos a rajatabla, pero no medrábamos
con la política, no utilizábamos la política para enriquecernos, todo
lo contrario, dimos lo que teníamos y más que eso. Nosotros, cuando
organizamos, a mí me tocó organizar la parte administrativa de la
110 212 www.evitaperon.org/index-es.htm, sitio de la familia de Evita Perón, 1998-2008
213 Honoria Chéves
Del tiempo de Perón Javier Prado

Dirección General del Sur en el año 1950, prácticamente la parte de


salud estaba totalmente desconectada entre sí. Hasta que se logró en el
término de cinco años con una unidad de cuerpo extraordinaria. Por eso
el profesor Carrillo hace la descentralización de la salud pública en seis
unidades de sanidad”214.
Tal como dice este entrevistado, lo que buscaba la descentralización era la
solución inmediata de las problemáticas regionales de salud, sin tener que
pasar por el burocratismo centralista. Así estaba previsto en el plan de gobierno
“Las Delegaciones Regionales tienen amplias facultades para adoptar “sobre
la marcha” cualquier medida que redunde en beneficio de la población”215.
“Entonces me tocó a mí recorrer toda la Patagonia, ya después de
organizar la Dirección General en Sanidad, con sede en Bahía Blanca,
aunque no tiene ningún cometido en Bahía Blanca, pero por medio de
los transportes y los medios que existían, nos daban la posibilidad de
tener que hacerlo ahí. Y después, como Inspector regional, me encargué
de hacer todas las administraciones zonales de la dirección general en
toda la Patagonia. Y así se hicieron tres en Río Negro (una en Viedma,
otra en Bariloche y otra en Allen); en Neuquén se hizo una, en Chubut
se hicieron dos: una en Esquel y otra en Comodoro Rivadavia; en
Santa Cruz se hizo una y en Tierra del Fuego también una. Y de esa
manera, al descentralizarse, se resolvían todos los problemas de los
hospitales. Teníamos un gran depósito, digamos así, de provisión de
medicamentos, de antibióticos y todo lo que salía en ese momento o se
estaba descubriendo Y también había reuniones permanentes de todos
los integrantes de salud pública en toda la Patagonia en congresos. Una
vez en Bahía Blanca, otra vez en otro lugar y así sucesivamente hasta
conformar una unidad de cuerpo que funcionaba como un reloj. Y sin
tanto perder el tiempo haciendo escritos que después no se cumplen,
ahí se resolvían las necesidades de los hospitales en los congresos,
diciendo “¿qué le sobra a un hospital?”, “un aparato de rayos X”,
“¿a quién le falta un aparato?”, “tal hospital”, automáticamente
se hacían las actas de inventario para poder trasladarlo de un lado a
otro sin necesidad de dar tanta vuelta administrativamente (…) Fue
una situación muy especial. Da la coincidencia que el director del
hospital era amigo personal del ministro Carrillo y de Susana, su

214 René Hechem


111
215 Justa, Libre y Soberana, 1950.
esposa. Entonces, me propuso como administrador y el presidente de
la Nación me designó a pedido del ministro, pero no paró ahí. Sino
que en varias oportunidades yo vine a Buenos Aires. Me encontré en
situaciones no previstas ni buscadas, sino un poco sorpresivas, porque
encontrándome en Buenos Aires y en el ministerio de salud pública que
estaba en Paseo Colón 75, 76 de aquella época, se tenían que inaugurar
una cantidad de hospitales en el país. Hospitales de 300 camas, de 200,
de 100, en distintos lugares de acuerdo al Plan Quinquenal y coincidió
que el director general de Hospitales, el doctor Magín Diez, estando
conversando con el director del hospital doctor Zangalli Dupui que
a su vez fue padrino de bodas mío, entonces había una relación muy
cercana. Nosotros como administradores no dependíamos del hospital,
dependíamos de la Dirección General de Administración, de Buenos
Aires. Le faltaba en ese momento al doctor Magín Diez, quien hiciera
los presupuestos para la inauguración, de los residentes en todos los
hospitales que se iban a inaugurar. Estaba molesto porque no tenía
personal. No hay que olvidarse que en aquella época éramos muy pocos
los habitantes. Entonces él le comentó “pero si vos tenés una persona
acá que te lo puede hacer”. Entonces me llamaron. Yo estaba viviendo
en la propia casa del doctor Zangalli acá en Buenos Aires. Me llamaron
para que conjuntamente con otro funcionario de salud pública (Barbili),
nos convocaron para hacer los presupuestos por fecha y la evaluación
de todos los hospitales que Perón iba a inaugurar. Y lo hicimos, pero
con una característica muy especial. ¡Cómo evolucionó, también, todo!
Tuvimos que tipear el membrete del presidente…Todo tuvimos que
hacer, porque no había dactilógrafas (…) Cuando Carrillo renuncia, y
es reemplazado por el doctor Bevaqcua, se terminó el Ministerio de
Salud Pública de la Nación. Yo estuve presente cuando sucedió eso. Y
quisieron convertir el Ministerio en un ente político y eso no podía ser.
No podía ser. Entonces, terminaron en un desbarajuste.”216.
La salida de Ramón Carrillo del área de Salud en 1954 tuvo que ver con
el crecimiento del burocratismo dentro del partido de gobierno. Esto hizo
que a partir de 1951 se produjeran expulsiones y recambios que terminaron
afectando y deteriorando al gobierno desde adentro. Como saldo de la enorme
obra realizada por Carrillo puede citarse: “el servicio de Hemoplasmoterapia,
el Instituto Nacional del Quemado, La Guardia Central Sanitaria, el Centro de
112
216 René Hechem
Del tiempo de Perón Javier Prado

Bronco – esofagología, el servicio Médico para la Confederación Argentina


de Deportes, la Colonia “Cerdá” para Discapacitados mentales, Servicios de
Recuperación y Reintegración Psicofísica en las Colonias de Neuropsiquiatría
de Open Door, el Instituto de Prevención y Profilaxis de la Sordera, el Centro
de Investigaciones del Glaucoma y de Enfermedades Inhalatorias, el Centro
de Enfermedades Toxicológicas”217.

Campo, zonas rurales, expropiaciones, vivienda y el recuerdo de Mercante


Los trabajadores y pequeños productores de las zonas rurales se vieron
beneficiados con la política agraria del peronismo. Entre las principales leyes
están las de prórroga de arrendamientos, que mediante el congelamiento
de los mismos impedía el desalojo de los chacareros; la ley de aparcerías;
disposiciones de crédito agrícola, mediante lo cual se destinaron maquinarias
a la producción a costo accesible para el chacarero y créditos para el pequeño
productor. Asimismo se hicieron algunas expropiaciones de tierras.
“Yo estuve en el acto en que vino Mercante y en contacto con Perón,
por teléfono, anuncia que se van a expropiar esos terrenos, así que eso
yo lo tengo muy bien grabado (…) conocí por supuesto a Mercante,
lo conocí al gobernador Aloe, bueno, conocí a unas cuantas personas
del peronismo de esa época (…) Mercante era el corazón de Perón.
Mercante vino a General Arenales (provincia de Buenos Aires) y me
acuerdo el día que lo recibimos con una caravana de gente a caballo,
fue hasta el municipio (…) se encuentra con pobladores del campo que
eran arrendatarios, pero que eran como esclavos y le vienen a pedir
algo y pide unos minutos para comunicarse con Perón y después sale
nuevamente a las puertas del municipio que está en el centro de la Plaza.
Les comunica que el General Perón había dicho que iba a expropiar
esos campos y se los iba a entregar a ellos y efectivamente así lo hizo.
Todo eso se expropió, una colonia enorme que hay acá en la zona.
(Mercante) Era gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Recuerdo
perfectamente porque la presencia de un gobernador, en esa época, no
era común. Máxime viniendo por camino de tierra, éramos pueblos
aislados prácticamente. No había helicópteros, ni avión, ni llegaban de
esa manera acá. Y lo esperamos en el puente, yo creo que ya estaba en
el colegio y le pedí a un tío que tenía, un caballo. El puente está más o
113
217 Daniel Chiarenza. El olvidado de Belem. Vida y obra de Ramón Carrillo, Adrifer Libros, Buenos
Aires, 2005, p. 19
menos a un kilómetro del centro. Lo esperamos ahí y lo acompañamos
hasta la plaza principal, que es donde está el municipio, que está en
el centro. Ahí vimos que habían llegado todos los chacareros de los
campos de Bemberg (…) que habían llevado (a) los establecimientos,
que eran de gran extensión, que eran propiedad de una multinacional.
Lo vi a Mercante cuando salió ese día. Tengo una fotografía que nos
sacamos en la plaza, porque no se veían los fotógrafos permanentemente
tampoco por acá, venían con esas cámaras que se tapaban la cabeza y
sacaban fotos. Y en un momento el grupo de chacareros que vivían por
acá, por esta zona, que estaban tan abandonados como nosotros, piden
la expropiación de las tierras y que se las adjudiquen a ellos y Mercante
pide un momento, se va al despacho del intendente y se comunica (según
él) con el General Perón y sale y dice “Bueno, el General Perón dice
que va a expropiar esos campos y la tierra va a ser de ustedes”. Hizo
eso. Se expropiaron y dio créditos para alambrar, para aguadas, para
viviendas, para herramientas. Los dignificó. Solucionó el problema de
la vida para ellos y para los hijos (…) (A Mercante) lo veía como un
hombre de cara mas bien tirando a un poquito gordito, de cara más bien
redondita, de bigotitos, me parece, pero muy agradable y de anteojos.
Muy agradable en el trato con la gente y la manera de ser de él”218.
“En 1948 se promulgó la ley orgánica de Colonización que reorganizó
el Instituto. Esta y otras leyes de la misma temática muestran como el
gobernador Mercante trataba de arraigar al agricultor, al peón, con créditos
accesibles. Cinco colonias en General Pinto, General Villegas, Necochea,
Tandil y Florencio Varela albergaron a 370 familias. A estas se sumó la
Colonia de Carmen de Patagones. Se expropiaron 27 campos cubriendo una
superficie de 147.462 hectáreas en diversos partidos de la provincia incluidos
el actual parque Pereyra Iraola y el Swift Golf de la localidad de Manuel B.
Gonnet. Patrocinó esta gestión la creación de 238 cooperativas agrarias”219.
La intervención del Estado, y en especial del gobierno peronista, en los
asuntos laborales y productivos relacionados al campo, trajo malestar en el
sector patronal (sobre todo entre los grandes propietarios). Es una costumbre
de los supuestos “amantes de la libertad comercial” criticar la intervención
estatal, sin embargo, a nivel de los trabajadores y de los menos pudientes, esa

218 Carlos Ferreyra


114
219 “Mercante, el corazón de Perón. Un caso de historia oral”, www.amigoslevene.com.ar/.../04peron.
htm
Del tiempo de Perón Javier Prado

intervención era bienvenida, como lo señala el testimonio de este vecino de


Bolívar:
“Perón ya traía las máquinas cosechadoras, tractores (…) muchos no
lo aceptaban. Nos hacían trabajar, pero no era como tenía que ser. Y
de a poco a poco, las leyes, tuvieron que tomar medidas. Y tienen que
hacerlo. Ahora si, ahora todos trabajan, pero ya con todo su reglamento
(…) Había mucho trabajo. Acá había muchas estancias, que trabajaban
muchos peones. Y de ahí empezó la gente a comprar campo, de a poco,
de 20, 30 hectáreas, que venían de otra parte que estaba mal también.
Vinieron acá, a Bolívar. Y así empezó Bolívar, de a poquito (…) se
puso muy rápido la gente a trabajar. Podían comprar algo, de a poco,
empezar. Tenían créditos en los bancos, así que de ahí empezó (…)
el hospital se hizo nuevo y escuelas también se hicieron varias. Las
escuelas se hicieron en tiempos de Perón”220.
La comercialización de los granos estaba a cargo del IAPI, que además se
vio apoyado por la decisión del gobierno de instrumentar una flota mercante
nacional para llevar nuestra producción a todo el mundo sin limitarse al
comprado único, tal cual era la situación del agro antes de la llegada del
peronismo.
“Compraron los ferrocarriles. Llegó a tener la flota (mercante) más
grande del mundo”221.
“para los pequeños productores del campo las cosas eran duras, los grandes
acopiadores de cereales hacían su propio negocio, acaparaban y les pagaban
a los chacareros lo que ellos querían, con cuentagotas. El cambio empezó
cuando Perón creó la Junta Nacional de Granos y se le empezó a pagar el
precio justo, en término, con la retención de apenas el 10 por ciento. Otro
cambio importante fue el plan de colonización, con la entrega de tierras a
los colonos, que incluía su casa propia, para que pudiera vivir en forma
decente. Hasta ese momento los campos eran fiscales o había dos o tres
grandes terratenientes. Yo tengo guardada la lista de los primeros chacareros
adjudicatarios de la tierra, en 1950”222

220 Luis Novara


221 Carlos Ritchie
115
222 http://perfilesespinosa.blogspot.com/2008/11/hace-apenas-50-aos-estos-jvenes-se.html “Arsenio
Martínez, fundador del peronismo en Carmen de Patagones” 18/11/2008
El ferrocarril
Es sabido que los ferrocarriles fueron nacionalizados por Perón en 1948.
Cuando se busca criticar aquella medida se entona siempre la vieja canción
del “hierro viejo”, que habría sido adquirido por nuestro país. Pero quienes
critican la medida se “olvidan” de mencionar que los ferrocarriles eran (en
manos extranjeras) un instrumento de explotación y en cambio en manos del
estado fue una herramienta de fomento. Se oculta generalmente que las tarifas
que cobraban los ferrocarriles (en manos de los ingleses) buscaban asfixiar el
surgimiento de la nuestra industria nacional. Transportar 25.000 kilogramos
de manufacturas nacionales era más caro que transportar 25.000 kilogramos
de ganado en pie. Lo que buscaban con esto los dueños del ferrocarril, era
encarecer el transporte de los productos industriales argentinos para que
continuara siendo más barato adquirir el producto a Inglaterra y, de paso,
seguir haciendo de Argentina un país exportador de productos primarios. Las
tarifas del ferrocarril eran entonces una traba al desarrollo argentino. Cuando
Perón los nacionalizó, el Estado se hizo además de muchas empresas que
venían en el “paquete” y que eran importante resortes económicos para el
comercio, transporte y desarrollo de la producción del país:
“Y las cosas que Perón compró: los teléfonos, los ferrocarriles… Había
que comprarlos. Porque esa era una deuda que mantenía Europa con
nosotros. Nos vendían chatarra, pero la chatarra había que recibirla.
Porque hay gente que está mal informada y dice “compraron esa
porquería”. No. Los ferrocarriles eran vetustos, pero no tan vetustos,
andaban. Y compraron eso. Si nos debían más plata…Jeeps viejos,
camiones doble tracción (…) Los teléfonos también. Una oficina roñosa
que tenían los ingleses. Acá tenían la oficina (…) vos llamabas a la
central, la central con el número que ibas a llamar y ellos comunicaban.
Los ingleses habían quedado fundidos. Después de la guerra quedaron
fundidos. Pagar no nos podían pagar”223.
Ya otro pensador y luchador del campo nacional y popular lo había señalado
con sencillez: “Es evidente, pues, que aunque el material se ponga viejo, el
poder político de los ferrocarriles se mantiene lozano y brioso como la imagen
del león británico con que las empresas suelen exornar sus vagones... Por eso
el problema ferroviario puede sintetizarse en la siguiente fórmula: adquirir
los ferrocarriles equivale a adquirir soberanía”224.

116 223 Carlos Ritchie


224 Scalabrini Ortiz en Raúl Scalabrini Ortiz y la penetración inglesa, Norberto Galasso, Centro Editor
Del tiempo de Perón Javier Prado

En la zona de Chubut el ferrocarril cumplió una importante función. Sirvió


para conectar a varias localidades del extenso territorio chubutense y para
transportar la producción del valle hacia las zonas de puertos.
También fue importante cuando se dio la construcción del Dique Florentino
Ameghino, ya que en sus vagones se trasladaron los materiales de construcción.
Una de las particularidades del ferrocarril era la idea de familia que se
formaban sus trabajadores. Es decir: se tenía al ferrocarril como algo propio
y los obreros del riel llegaban a una gran confraternidad, lo que se transmitía
hacia las propias familias de los trabajadores, de modo que muchas veces el
oficio se heredaba. E incluso ser hijo o hermano de ferroviario era un punto a
favor a la hora de conseguir empleo en los trenes:
“Yo cumplí 20 años el 7 de diciembre. Para esto había entrado en el
ferrocarril de aprendiz225. (Era el) Ferrocarril de acá, Patagónico (…)
los talleres centrales estaban en Madryn. Se hacía todo nuevo (…)
Tenía que ser hijo de ferroviarios, sexto grado, buena conducta (…) ¿Mi
papá? Él empezó a trabajar en Vía y Obra, acá en el mantenimiento de
la vía de Madryn a Las Plumas. Él estaba en la cuadrilla. Después pasó
a los depósitos, después fue vagonista, después fue foguista y después
fue maquinista (…) Trabajábamos hasta 21.45 y trabajábamos el sábado
hasta la una, para tener el sábado a la tarde. ¡Y había una disciplina!
Yo aprendía todo eso: la disciplina, no como ahora. En ese tiempo no
había reloj, había una ficha yo la tengo por ahí, una ficha redondita así,
yo tenía la 22. Tocaba la campana “tan” y si vos no ponías “entrada
/ salida” o “salida / entrada”, cerraba automático. (Si llegabas tarde)
tenías que pasar a la oficina, firmar un libro. La segunda, la tercera ya
era un llamado de atención, la otra una suspensión y la otra te echaban,
directamente (…) Perón habrá hecho cosas malas, qué se yo, pero (…)
le dio al obrero un horario de trabajo que antes mi papá ¿sabe cuantas
horas trabajaba? 16 horas. Venía de Las Plumas. De Las Plumas a acá
tardaba como 4 horas y todavía tenía que seguir haciendo maniobras a
Madryn. En el ferrocarril había mucho compañerismo, pero había que
laburar. Había que ir a la mañana, llenarse de grasa, de frío. No había
calefacción; había una estufa grande. Porque vos te calentábas cuando
llegabas y después capaz que te tocaba afuera, se trabajaba mucho
afuera”226.

de América Latina, 1984, Buenos Aires, p. 72 117


225 Aproximadamente en 1945.
226 Vicente Accorinti
Vicente tuvo que cumplir con el servicio militar obligatorio de entonces, sin
embargo no perdió su empleo:
“Si. Tuve la suerte esa. Es decir; porque era obligación, no te podían
echar, aparte me pagaron medio sueldo, yo con eso me las rebuscaba
allá. No era mucho, pero por lo menos podía ir a la cantina a comer un
sanguche, lo que más quería era comer bien, porque si, nos respetaron
el sueldo, el ascenso, todo. Hasta que se cerró (…) yo no sabía que
hacer, perderme la indemnización que eran 15 años. Ahí estábamos en
dudas (…) Yo renuncié en enero y el ferrocarril se cerró en septiembre
del año ‘60. Yo no sé si daba pérdidas o no daba pérdidas. Y viajaba
gente. De acá a Playa Unión (…) coches llenos, colgados hasta de los
estribos”227.
Durante el gobierno de Frondizi se comenzó el desmantelamiento de los
ferrocarriles, algo que en la zona patagónica causó un gran daño. Generalmente
se esgrime el discurso de la “falta de rentabilidad”, cuando es sabido que en
todas partes del mundo el ferrocarril siempre fue herramienta de fomento y
desarrollo de ciudades, pueblos e industrias. Por eso es recordado el tren que
se dirigía hacia la costa con su pasaje completo:
“A Playa Unión. Diecisiete vagones cargados. Siete vagones de
pasajeros. Porque iba lento y uno los contaba. Y a Madryn, iban y
cuando venían los barcos…Los barcos de Menéndez Behety, (esos
tenían dos barcos) descargaban y cargaban el pasto y papa del valle. Y
lo llevaban a las plantas de ellos”228.
En la zona de Neuquén tenía una gran importancia económica y también política,
ya que la organización gremial del ferrocarril era fuerte: "el ferrocarril marcó
caminos y en Neuquén (...) A La Fraternidad pertenecían los maquinistas
-el gran objetivo a lograr: conducir las locomotoras-, foguistas, ayudantes
y aspirantes. Aunque identificados con la misma actividad los ferroviarios
formaron la Unión Ferroviaria, que agrupaba a cambistas, guardas, peones
de galpones, mecánicos, electricistas, telegrafistas. Uno de sus dirigentes fue
Celestino Sagaseta, quien además se identificó por su pertenencia al Partido
Justicialista. La Fraternidad la Unión Ferroviaria compartían la sede (...) “En
nuestra sede se fundaron los gremios de los metalúrgicos, de la construcción,
el ceramista y varios más. Siempre se trató de apoyar a trabajadores de otros
sindicatos y algunos fueron impulsados a formarse con nuestro respaldo”,
118 227 Vicente Accorinti
228 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

recordó Sagaseta”229.
“La Fraternidad era de los conductores, de los maquinistas. El (gremio)
de los maquinistas era socialista. El que era peronista era el nuestro
(Unión Ferroviaria). La huelga ferroviaria del año 1951, se hace
una huelga revolucionaria, encabezada por La Fraternidad, la Unión
Ferroviaria no participó. Se quemaron dos máquinas, hubo bastantes
destrozos. Nosotros no participamos en eso (…) El sueldo era como
todo, se vivía. Se vivía… el sueldo estaba establecido al costo de la
vida o sea que siempre sobraba algún pesito. Nos daban la ropa. Cuando
se ingresaba al ferrocarril, se ingresaba como peón general. Había que
barrer, había que limpiar, había que lavar los baños. Y las horas que
nos quedamos íbamos a practicar a la oficina, tanto encomiendas como
boletería y carga. Bueno, llegamos a la conclusión que salimos bien,
pero todavía existía la administración de los ingleses. Había que saber
el telégrafo. Si usted no sabía el telégrafo, seguía como entró. Y había
un muchacho del correo, de apellido Turner, que enseñaba el telégrafo.
Nos juntamos diez muchachos y fuimos a hacerlo, así que salimos
todos (sabiendo)…Se tenía que transmitir 21 palabras y recibir 21 en un
minuto. Y una vez que salimos ahí, salimos los diez, pasamos una nota
a la autoridad que estaba acá en Neuquén, la supertintendencia. Nos
tomaron examen ahí, así que todos pasamos a trabajar a las oficinas.
Yo me tuve que ir a Mainqué de auxiliar. Porque Mainqué era una
estación productiva que había muchos tomates, frutas, todo eso, pero
no había correo y todo el tráfico del telégrafo venía por vía ferrocarril
a Mainqué y de Mainqué hacia Buenos Aires venía por ruta ferroviaria.
Ahí se despachaba por intermedio del correo (…) En aquellos años, se
da cuenta, que era el transporte mayor. Venían los trenes de carga con la
mercadería (cemento, todo) a Neuquén. Y de acá se trasbordaba (en el
furor de la fruta, en enero, febrero, marzo) se despachaba la fruta. Los
trenes hacían (alto) en Cipoletti, Provincia de Río Negro, ya cargados.
Esa fruta iba parte para exportación y parte para la venta en Buenos
Aires. Y se llevaba el petróleo de Challacó a Puerto Galván adonde
estaba la destilería”230.

Río Negro
En la provincia de Río Negro el Ferrocarril unió costa y cordillera. Desde San
119
229 “La Fraternidad, cuna del gremialismo argentino”,Diario Río Negro (on line) 11/9/2010
230 Celestino Sagaseta
Antonio Oeste a Bariloche:
“yo ingreso al ferrocarril a los 18 años (…) Yo entré de peón de guía.
Entré en la cuadrilla firme “Vicealmirante O’connor”. Cuadrilla
firme se le llamaba a la que tenía, por ejemplo, el estacionamiento
(...) Después en Nicolás Palacio, que está antes de Viedma, había otra
cuadrilla firme y en Viedma había otra cuadrilla y en General Lorenzo
Winter había otra cuadrilla y en San Antonio Oeste había otra cuadrilla
firme. Y en el empalme, kilómetro 191 donde empalma el ferrocarril
que sigue a Bariloche había una cuadrilla volante. La cuadrilla volante
por lo general se usaba para el refuerzo y para las largas distancias.
Las vías había que tenerlas en un estado perfecto de conservación. Por
eso, el departamento de Vías y Obras elaboraba un parte semanal que
se enviaba al departamento de control de tráfico, donde se daba cuenta
del estado de la vía. Por ejemplo, yo que estuve en el circuito de San
Antonio, el circuito nuestro abarcaba desde Viedma hasta Bariloche.
Entonces, los tramos de vía por el personal de conducción, por ejemplo
que salía de San Antonio hacia el sur, hacían cambio de personal (en)
Ramos Mejía. Y ahí volvía a hacer cambio hasta Jacobassi y en Jacobassi
hacía cambio y llegaba a Bariloche. Antes, cuando la jornada de los
ingleses, salían de San Antonio a Bariloche, derecho iban y venían en
la locomotora a vapor. El gobierno de Perón hace la dieselización de
la máquina (…) Yo le quiero aclarar que para mi el ferrocarril fue mi
vida. Yo fui todo. Fui dirigente gremial, incursioné en la política, todo
se lo debo al ferrocarril. El ferrocarril para mi fue…yo le diría una
causa nacional (…) A mí me toca la época nefasta del musulmán, el
cierre. Toda esa etapa nefasta, dolorosa, me toca a mí. Yo vi florecer
el ferrocarril y lo vi apagarse. Tuve la desgracia de verlo apagarse”231.
Las políticas de entrega desarrolladas en los años ‘90 en las presidencias
de Carlos Menem terminaron por demoler al ferrocarril como herramienta
de desarrollo. Paradójicamente, desde el seno del Partido Justicialista, un
presidente “peronista” llevaría a cabo la obra totalmente contraria a los logros
peronistas de los años ‘40 y ’50.
“Ya después de Perón, que falleció, lo agarró Menem y ahí cayó el
tren también (…) Hasta que vino otro parecido al General Perón, el
presidente Kirchner”232
Sin embargo, el peronismo no puede reducirse a su degradación partidaria,
120
231 Américo Rada Alé
232 Luis Novara
Del tiempo de Perón Javier Prado

sino que hay que buscar su superviviencia en la conciencia social y política de


la clase trabajadora.

Bahía Blanca
“Yo al ferrocarril entré a los 17 años, en Bahía. Los ingleses nos tomaban
como mensajeros. Así que después estuve hasta los 27 años. Hasta que
me echaron bah… Había que trabajar, cumplir. Eran muy rectos, los
ingleses eran muy rectos, pero como patrones eran buenos, porque
pagaban puntualmente, pagaban bien. Eso si, nosotros, los obreros del
ferrocarril, cuidábamos el ferrocarril como si fuera propiedad de uno.
Se cuidaban las cosas. Ahora han cambiado. A los ferrocarriles los han
desmantelado, prácticamente. Tanto para el sur, como para La Pampa y
al norte, anda muy poco el ferrocarril. Lo han tirado a la miércoles, con
el asunto del transporte terrestre. Porque mucha gente han trabajado
para hundir al ferrocarril. Y ha quedado más o menos, hoy está muy
flojo el ferrocarril, lo han desmantelado prácticamente. Pero en esa
época se trabajaba muy bien porque, ya le digo, los ingleses eran buenos
patrones (…) ¿Qué línea era esa? Roca. Estaba el Ferrocarril Sur y el
ferrocarril Noroeste. De Bahía salían dos ferrocarriles. El que iba acá
al sur era el Ferrocarril Sur, que iba a Bariloche y Neuquén. El otro:
Noroeste, iba a La pampa, Córdoba, todas esas (…) Yo trabajaba en
la oficina. Manejaba el Comando, porque de Bahía para acá estaba la
Zona Sur, y de acá (Carmen de Patagones) nosotros manejábamos todo
para allá, Bariloche, Neuquén, toda esa zona (…) La Fraternidad era
el movimiento de los maquinistas. Maquinistas y foguistas eran de La
Fraternidad y el resto era la Unión Ferroviaria. Teníamos una sede en
Bahía Blanca, bárbara. Teníamos hospital, (lugar) de veraneo, de todo.
Cuando fue el golpe militar nos robaron todas las dependencias que
teníamos, propiedad de la Unión Ferroviaria”233.

Tucumán
Como vimos, el ferrocarril brindó oportunidades laborales para muchísimos
trabajadores y además una ocasión para continuar capacitándose.
“A los 16 años entré, de cadete. Entré a trabajar en el Central Córdoba
porque ya le digo, el transporte proveía de mercaderías al coche
comedor, al coche normal, al coche motor y todas esas cosas. Yo estaba
121
233 Arsenio Martínez
como practicante, era administrativo. Hacía las facturas del pedido y
todas esas cosas. Trabajé del ‘41 al ‘47 y en el ‘47 conseguí traslado al
taller de Tafí Viejo (…) Empiezo a trabajar en Central Córdoba a los 22
años, paso trasladado a Tafí Viejo, ahí es donde me ligué directamente
con los obreros ferroviarios en si (…) Trabajaba discontinuo, cuatro
horas a la mañana y cuatro horas a la tarde. Y estudiaba, aparte, en
la Escuela Nocturna de Comercio, en Tucumán. Hacía el curso de
secretariado comercial, pero no lo pude terminar porque era mucho el
trabajo, era trabajar todo el día, aparte de la escuela. No descansaba.
Era pibe, porque cuando yo entré a trabajar tenía 16 años y estudiaba
desde los 14 (…) tenía que permanecer en Tucumán en la pensión
familiar para poder dormir, nada más y al otro día trabajar y estudiar a
la noche. Viajar solo por esas calles de Tucumán, a los 16 años, era una
experiencia inédita para mí. Imagínese tener que hacer casi 16 cuadras
para llegar hasta la pensión a dormir”234.

El ferrocarril y las mejoras laborales. Río Turbio, Santa Cruz


En la región de Santa Cruz el ferrocarril tuvo una gran importancia económica
(y social) al instrumentarse el transporte del carbón de las minas del Turbio
(ex Yacimientos Presidente Perón):
“Yo no debuté por ejemplo en ninguna actividad de candidato de nada,
siempre lo único que hice fue trabajar, tal es así que yo en representación
de la parte del gremio que nos agrupaba a los que trabajábamos en la
línea esa, que es la Unión Ferroviaria, yo era secretario del presidente.
Y en las reuniones nuestras conseguimos hasta las horas laborales,
que no teníamos ni sábado ni domingo, no había sábado inglés (…)
Como obras se hicieron muchas. Se estableció la Base Aeronaval, el
regimiento del ejército. Se hicieron muchas obras. Se hicieron puentes.
Se explotó el petróleo en la región esa, en Güer Aike, que es una zona
cercana a Río Gallegos donde estaba el puente de acceso a la ciudad,
pero que estaba como 20 km. hacia el oeste, hacia la cordillera. Ahí se
descubrió petróleo. Muy interesante. Como hacer se hizo mucho (…)
¿Río Turbio? Infinidad de veces fui. Fui porque teníamos una autovía,
que hacía las funciones de pagador, entonces salíamos a pagar a la línea,
a los trabajadores. Porque a medida que se hizo el ferrocarril de Río
Turbio iba avanzando y el personal trabajaba en carpas, en carpas con
122
234 H. R. Romero Cruz
Del tiempo de Perón Javier Prado

la zona que teníamos y todo…Y a medida que caminaban un kilómetro


corrían el campamento y así. Y había mercachifles en rededor también
que les rendía (…) Entonces nosotros íbamos a pagarles a medida
que iban llegando hasta Río Turbio. Pagábamos generalmente en “La
Dorotea” que era el campamento terminal vamos a decir del ferrocarril
y ahí, inmediatamente, estaba la mina de carbón, que era coincidente
con los límites de Chile”235.

El gasoducto Chubut – Buenos Aires


En un anterior trabajo ya me he referido a esta monumental obra (en su momento
la más grande de Sudamérica) que posibilitó llevar el gas natural desde
Comodoro Rivadavia a Buenos Aires. Aun hoy los viejos caños del gasoducto
pueden cumplir una función importante trasportando agua. El monumental
gasoducto unía Llavallol y Comodoro Rivadavia. 1.700 kilómetros de caños
que dieron calefacción y utilización industrial a la provincia de Buenos Aires
y a todas aquellas localidades por donde pasaba la red:
“el gas natural se hizo con Perón. Todo eso se vino con Perón. Los
caminos, porque eran unos desastres los caminos. Acá se habían hecho
los “caminos”…la máquina habría un pozo se hacía así (para arriba) y
subía y bajaba, esos eran los caminos que teníamos”236.

Control de precios y agio237


Como en todas las épocas, hubo acciones de especulación. El gobierno
instrumentó disposiciones en contra del alza de precios y de castigo a la
explotación laboral (trabajo en negro):
“Mi abuelo es radical, en la época de Perón tenía el negocio (almacén)
cerca del parque y lo metieron en cana 30 días por el agio. Vinieron los
inspectores y le metieron el cartelito. Y la boleta no era multa, era 30
días en Devoto. Tenías que tener los precios puestos”238.

Los territorios nacionales patagónicos, sus representantes y los planes de


gobierno
Los territorios nacionales fueron declarados provincias en junio de 1955, pero

235 EP
236 Ricardo Victores
237 Especulación
123
238 Piero Piazzale
ya antes se les dio participación política al poder elegir a sus delegados para
tener voz en el congreso, tal el caso de este representante de Río Negro:
“al provincializarse los territorios nacionales (que fueron por etapas) a
mí me tocó el honor de ser el miembro informante de la provincialización
de Río Negro. Eso para mí fue importante, porque yo recién empezaba
en lo que denominamos política, en el parlamento”239.
Los delegados territoriales eran representantes de los territorios nacionales,
en el Congreso. Tenían voz, pero no votaban. Podían hacer propuestas, tales
como la Provincialización de sus territorios de origen. Ya en 1954 se había
sancionado una “nueva ley orgánica de los territorios nacionales. Por esa
ley, se declara electivo el cargo de gobernador y el de vice, se dispone la
elección de legisladores territoriales, de intendentes municipales y concejos
y se implanta una justicia propia”240. Meses más tarde, se terminaría por
poner en igualdad de condiciones a todos los territorios nacionales: “En sus
sesión de esta tarde el senado de la nación convirtió en ley el proyecto de
provincialización de todos los territorios nacionales. De acuerdo con los
límites establecidos en la iniciativa del poder ejecutivo, que desintegra la
gobernación militar de Comodoro Rivadavia, reintegrando su territorio a
Chubut y Santa Cruz de acuerdo a su anterior estructura geográfica, y anexa a
esta última gobernación la Tierra del Fuego. El Senado consideró por segunda
vez el proyecto en virtud de que la cámara de Diputados al aprobarlo en
revisión modificó el artículo 10, introduciendo modificaciones respecto de las
tierras fiscales, sanción ésta última que ratificó el alto cuerpo en su sesión de
la fecha, quedando en consecuencia creadas por ley cinco nuevas provincias:
Formosa, Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz. Solo resta ahora que el
poder ejecutivo haga la promulgación de la ley y ponga en marcha la nueva
estructuración institucional, lo que se calcula ha de ocurrir en muy breve
tiempo, de acuerdo al ritmo operado en la sanción de esta ley”241.
“En realidad, en mi caso particular yo fui en la segunda etapa de
Delegados, o sea, mi período, a pesar de haber sido sorteado por seis
años, fue interrumpido en el año ‘55, así que mi permanencia en la
cámara242 específicamente en ese tiempo fue muy corta. Lo importante,
en mi caso particular, es que la elección de la terna para las elecciones

239 René Hechem


240 Diario Jornada, enero de 1955
124 241 Diario Jornada, 16/6/1955
242 De diputados
Del tiempo de Perón Javier Prado

que se hicieron para esa fecha en cada una de los distritos electorales, en
mi caso particular, la elección la hizo el propio General Perón (…) En
realidad los miembros del Comando Estratégico de aquella época me
informaron cómo sucedió la designación y la elección del candidato. O
sea, fue muy particular. Yo no tenía conocimiento del tema. El Comando
Estratégico se reunió a la mañana y no fue el General porque tenía una
entrevista protocolar que cumplir y los componentes del Comando
Estratégico sin su presencia eligieron el candidato de la terna para
presentarlo a las elecciones correspondientes. En la tarde el General
estuvo en la reunión del Comando Estratégico y pidió la carpeta de
Río Negro. Eso fue lo curioso porque le dijeron (textuales palabras de
los integrantes que con posterioridad me informaron), le dijeron: “Mi
General, ya fue elegido en la mañana el candidato para esta elección en
Río Negro”, entonces el General les dice: “M’ijo, tráigame la carpeta
de Río Negro”. Él recibió la carpeta y eligió el candidato. “Va a ser
este”. Cuando por radio se informó en la noche los candidatos de todo
el país, aparezco yo como candidato para Río Negro como delegado.
No fue menos mi sorpresa, por cuanto yo no tenía conocimiento sobre
el particular político…Yo no actué en política propiamente dicha. Yo
actué en organización gremial, que existía, que era única en el país,
que fue la Asociación de Trabajadores del Estado (…) Lo importante
es haber sido útil a Río Negro y a la Patagonia en muchos proyectos y
sobre todo no haber tocado una sola moneda del Estado, lo que hoy se
denomina vulgarmente coima, eso estaba prohibido. Porque mientras
yo estuve en la cámara, que fue muy poco tiempo, no se nos permitía
a nosotros ir a ningún lugar nocturno, siquiera (…) En aquellos años
todavía estaba Parolín, estaba Rodríguez Gallardo (que falleció),
que eran delegados, uno de Santa Cruz (Parolín) y otro de Chubut
(Rodríguez Gallardo, era muy amigo de la mamá del General). Después
si, hay un montón, que algunas diputadas viven que eran compañeras de
Evita, como Anita Macri y así…Habían dos legisladores que eran “pico
de oro”, se les denominaba. ¿Quiénes eran? Bustos Fierro y Díaz de
Vivar, que eran realmente parlamentarios que se desenvolvían con una
erudición fabulosa. Y había algunos otros que también tenían lo suyo,
si tenían que prolongar una sesión veinticuatro horas la prolongaban
hablando”243.
Similar situación se daba en Santa Cruz, donde se llevaron adelante importantes 125

243 René Hechem


avances en la incorporación de ese territorio al resto del país:
“En esa época se organiza con un Comando Táctico del Partido, que
lo conformaba el gobernador, la delegada de la rama femenina, Inés
Seipel, y luego de la parte nuestra, que fui yo, me eligió la Unión
Ferroviaria para que vaya a formar parte del Comando Táctico y la
Rama Masculina (…) así que periódicamente nos reuníamos a charlar,
a programar algunas cosas indudablemente en beneficio de la gente. Así
que en una oportunidad cuando se entra a trabajar constitucionalmente,
Santa Cruz, como los territorios que eran territorios nacionales (no
solamente los nuestros, los del norte también, Chaco allá arriba)
mandábamos un delegado al congreso que tenía voz y no tenía voto.
Nosotros elegimos a Orlando Ludovico Parolín, que nos representó a
nosotros, un santacruceño, en el congreso. Y cuando se hace reunión
en el orden nacional de todas las provincias con sus candidatos (que
nos reunimos en la sede central del partido peronista que estaba en la
diagonal sur en Buenos Aires), entonces nosotros nos sentamos a la
mesa, enfrente a Perón y le presentamos a nuestros candidatos y por la
rama femenina fue una señora Victoria244, de apellido, que era de puerto
Santa Cruz o de San Julián, de por allí era. Así que ahí presentamos a
nuestro candidato. Lo aceptaron, lógico, porque venía elegido por las
autoridades partidarias de Santa Cruz, y allá fue al Congreso, nuestro
amigo. Bueno, después como consecuencia del trabajo que venía
elaborando nuestro partido y nuestro gobierno, de su época, en función
de lo que había que hacer (que había que hacer mucho), nos reuníamos
en la residencia presidencial de Olivos donde había también una
agrupación partidaria de estudiantes, la UES, y nosotros concurríamos
a las reuniones donde nos explicaban como se iba a desarrollar el Plan
Quinquenal. Entonces los distintos ministros que tenía el gobierno
nacional iban exponiendo todo su programa y nosotros éramos los que
escuchábamos para ver en nuestra provincia la posibilidad (o en nuestro
territorios) ver, implementarlo. Así fue como fuimos trabajando,
trabajando (…) Estuve con Perón en uno de los recreos que teníamos.
No estaba en ese momento habilitado (el lugar) para la UES, estábamos
nosotros, (…) En esos recreos descansaba entre la charla de un ministro
y de otro, salíamos. Y nosotros nos íbamos al baño. Y yo me fui al
baño, a un mingitorio, parado, ¿quién está al lado mío? Perón…Viene
126 y se pone al lado mío, a orinar igual que yo. Entonces me dice “y vos
pibe ¿de dónde sos?”, “yo soy de Río Gallegos” “no me digas, ¿sos

244 Elena Victoria


Del tiempo de Perón Javier Prado

patagónico igual que yo?”, me dice. “Si”, le digo, “yo vengo de Río
Gallegos” y estuvimos charlando un rato. Y me contó que sus padres
habían ido al sur y que estando en el sur eligió la carrera militar. Así, dos,
tres cosas, charlamos. Y otra oportunidad que tuve de charlar con Perón
fue en la CGT, porque simultáneamente hacíamos las dos funciones,
al estar en el Comando Táctico y al estar en el área laboral, sindical,
teníamos reunión en la CGT central, en Buenos Aires. No faltaba una
oportunidad que siempre nos daba una charlita (…) Siempre nos daba
una charla. Iba a las reuniones, no digo a todas, pero donde participaban
así todos los delegados del país, de las provincias. Entonces participaba
él en una charla general. Daba una buena charla como complemento
de la actividad esa sindical. La palabra que venía a aconsejar, a decir, a
hacer, a proyectar (…) todo improvisado. No, no leía nada. En la charla
del Plan Quinquenal estuvimos como 15 o 20 días. Porque cada uno
de los ministros iba desarrollando sus temas de su competencia. Con
gráficos y todas esas cosas. Y las otras no. Las otras eran más bien un
poco rápidas las reuniones, porque se hacía la reunión esa de delegados
del interior y era un día o dos, más no. Después había comisiones de
trabajo, internas. Pero generalmente nosotros, los que estábamos más
lejos, no participábamos. Estaban los de las provincias centrales del
país: Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe”245.
La planificación era una constante en la atención de los problemas de cada
región. El delegado territorial por Santa Cruz, Orlando L. Parolín recuerda:
“yo fui primero intendente de Río Gallegos, Comisionado Municipal y
después, cuando se hizo por primera vez la representación, que había
delegados, que iban a nombrar delegados por cada territorio nacional,
que todavía no eran provincias. Claro, eran diez territorios, de los cuales
se había provincializado Chaco y La Pampa. Después se provincializó
Misiones y a partir del ‘55 se provincializó Santa Cruz (que era Santa
Cruz y Tierra del Fuego una sola gobernación), Chubut (se le sacó la
zona militar de Comodoro), tenía una parte de Santa Cruz y una parte de
Chubut. Se terminó con eso y se hizo la provincia del Chubut, provincia
de Río Negro, Provincia del Neuquén, que eran las que faltaban (…)
eran dos partidos solos en esa época (…) Estaba el Partido Peronista,
después todo: el radicalismo, con el socialismo, el comunismo, todos
del otro lado. Así que le ganamos por el 57% al 40%. Diez, doce,
127
245 EP
quince puntos más o menos… Como intendente hice todo. Pavimenté
el pueblo, hice desagües, después arreglé la Usina. Poner el salario, la
situación legal del personal. El problema del abastecimiento de carnes.
En aquella época había organizado todo el abastecimiento de carne, que
los ganaderos estaban obligados a dar un cupo para el abastecimiento
de las poblaciones, todo eso se organizó debidamente. Se hizo, a
juicio de la población, una buena gestión. (Perón) a la Patagonia la
transformó toda. Caminos, rutas, exploración petrolera. Escuelas no
hubo falta hacer porque las que habían rendían bien y un señor que
donaba escuelas había donado otra y estaban las escuelas salesianas.
Estaban abastecidos. (Sobre Yacimiento Río Turbio) al poco tiempo
de que el General fue presidente, ya se comenzó. Si, si. Se comenzó
con vigor, empezó el ferrocarril también. El Yacimiento era una cosa
mínima. Había una sola bocamina, creo que en la época esa se organizó
como una empresa más importante. Se planteó hacer el Puerto en Río
Gallegos para el embarque del carbón y el ferrocarril que iba a unir Río
Turbio con Río Gallegos, como está actualmente (…) tenía contacto
permanente con el Ministerio de Obras, el Ministerio del Interior y
el Ministerio de Energía, en esa época que era Secretaría de Energía.
Contacto no faltaba (…) Con la oposición nunca tuve ningún problema.
Porque nosotros vivíamos en un pueblo, éramos todos conocidos y si no
éramos amigos, al menos el afecto lo teníamos entre unos y otros. Ahí,
el que tenía un problema, nunca se preguntaba si quién era o de dónde
venía. Tratábamos de solucionarlo. Yo tuve muy buena relación con
la oposición (…) Nosotros tuvimos una militancia de trabajo porque
no teníamos tampoco una gran experiencia política. La primera vez
que ingresamos a la política fue esta. Antes era una política municipal,
vecinal. Estaban los partiditos vecinales, el socialismo, esas cosas. Con
esto tuvimos participación, tuvimos representación. Después hicimos,
cuando yo era delegado, una Ley de Territorios dándole mayores
atribuciones a la gobernación de Santa Cruz, creando una legislatura y
esas cosas y después, al año, se declaró la provincialización ya plena de
los territorios. Eso también como un aporte a la integridad nacional, a la
soberanía nacional y al prestigio de la Nación que no tenga lugares donde
haya ciudadanos sin derechos (…) En Santa Cruz teníamos muchos
problemas. Había falta de energía, no había regalías del gas, la pesca
128 era incipiente, prácticamente no existía. Había muchas cosas. Faltaban
viviendas. Pero se hizo de todo. Escuelas, casas. La organización de
Del tiempo de Perón Javier Prado

las provincias, de los territorios provincializados, estuvieron…bastante


anormales, de acuerdo a cierto criterio que teníamos nosotros. Porque
nosotros en esa época estudiábamos mucha administración pública.
Todas las administraciones eficientes, no costosas. La política invade
y entonces crea una burocracia innecesaria. No nos tocó a nosotros la
organización, le tocó a la oposición. Cuando cayó Perón se organizó (en
el proceso de la “revolución libertadora”), la provincia”246.
Las victorias electorales en Santa Cruz fueron muy amplias. El entrevistado
brinda algunos porcentajes aproximados, de todas formas la diferencia fue
mayor aún: “En las elecciones presidenciales de 1951 el peronismo obtuvo el
68,7 % de los votos, superando la media nacional, frente a un 27,8% reunido por
la UCR. En 1954, los resultados fueron 67,6 % y 29,8 %, respectivamente”247.
Perón instrumentó la provincialización de los territorios nacionales, pero la
noticia pasó a segundo plano pues al día siguiente se produjo el bombardeo
sobre Plaza de Mayo.
A pesar de las dificultades económicas vividas un par de años antes, para 1954
se había comenzado un proceso de recuperación. La oposición venía alentando
la posibilidad de algún descalabro económico para posicionarse mejor (como
siempre), pero ante la recuperación económica decidieron buscar la tomar del
poder por otros medios. En tanto, la popularidad del presidente Perón seguía
intacta:
“Yo conocí a Perón en una visita a La Plata en el año ‘54, muy poco
tiempo antes del golpe de estado. Lo esperaban, recuerdo que estaba
en la calle 7, esperándolo con mucho público. Entró en un coche que
se fabricaba en el país que era un coche “Justicialista”, le decían. Yo
estaba en la calle 7 esperándolo con una montonera de gente, porque
no necesitaban convocar a gente, es decir la gente iba sola. No tenía
que pagar ni un choripan, ni diez pesos, ni llevarlo, la gente iba sola.
Ahí lo conocí. En la entrada estuve ahí. Vi como lo acompañaban los
Granaderos, todo eso y después lo volví a ver en la cámara de diputados,
que él llegó a dar un discurso y me acuerdo que lo vi de cerca. Era una
persona que a mi me deslumbraba porque tenía un halo muy especial,
era muy agradable, tenía mucha presencia. Yo después lo seguí a la sede
246 Orlando L. Parolín
247 Bona, Aixa – Vilaboa, Juan. Revista Estudios digital nº II, invierno 2009, “La transición política en
los territorios nacionales y la caída del peronismo: el caso de Santa Cruz” www.revistaestudios.
unc.edu.ar 129
del partido, y yo me fui a la sede del partido y bajó entre una multitud,
siempre había una multitud alrededor de él. Veo que se para y se dirige,
abre un lugar entre la gente y ahí había una viejita que le hablaba y le
quería entregar una carta. Lo quiso besar en la mano y el no dejó, la
abrazó y tomó la carta”248.

130
248 Carlos Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 4
Así era Perón

Ese varón argentino


Juan Domingo Perón nació en la localidad de Roque Pérez, un 7 de octubre
de 1893. Sin embargo, y por cuestiones personales de sus padres, el registro
se hizo en una fecha muy posterior y con datos diferentes (de allí la fecha
generalmente conocida: 8 de octubre de 1895). Luego, el peregrinar de sus
padres por distintos puntos del país lo llevará hacia la Patagonia. Una parte
importante de su vida la pasará en Chubut, más precisamente en la zona de
Camarones donde en la actualidad se levanta el Museo de la Familia Perón
en una casa reconstruída en el mismo lugar donde vivió el jóven Perón junto
a sus padres.
Mucho se ha dicho sobre Perón como personalidad. Muchas veces, desde la
vereda opuesta se busca desestimar la elección política del pueblo diciendo
que en realidad el poder de convocatoria del peronismo residía solamente en
la “oratoria” de Perón (y de Evita). Quienes así se expresan en realidad están
dando una muestra gratis de sus propias ideas. Existe un sector ¿intelectual? y
de las clases pudientes que piensa que las masas populares solo se identificaron
con el peronismo por los “discursos” de Perón y Evita. Pero, en todo caso,
aquellos discursos venían a coronar toda una serie de obras y beneficios
sociales concretos que los trabajadores comenzaron a disfrutar y defender.
Lo que sí resulta interesante destacar es que aquello que los antiperonistas
critican como “fascinación” o “encantamiento” es en realidad una sensación
de sorpresa y emoción ante la posibilidad de poder tratar al presidente y a su
esposa cara a cara, sin la mediación de otros hombres u oficinas burocráticas.
Por otra parte, en la construcción de liderazgos, la personalidad de los líderes
populares termina definiendo un estilo comunicacional, pero eso solo no basta
para mantener el liderazgo. Quien es consagrado como líder popular debe
dar respuestas a su base social, de lo contrario el liderazgo se extinguiría
rápidamente.
Fueron las concreciones materiales de aquellos anhelos populares lo que
consagró a Perón y Evita como emergentes de ese proceso político y social.
Sus personalidades vinieron a sellar y darle un carácter distintivo a aquella
experiencia política, pero las bases del liderazgo político estaban en los
hospitales, en las viviendas, en los derechos laborales, políticos y civiles.
131
Granadero de Perón
Vicente recuerda su experiencia como granadero en tiempos de Perón:
“Estuve en la Casa Rosada. ¿Ve ahí a la entrada, que hay dos granaderos?
No se podía ni mover, nada. Por más que tenga una mosca, ahora no
sé si esta igual. Tenía que estar dos horas con el sable así y como una
estatua. Uno de cada lado. No nos mandábamos solos. Estaba la gente
de seguridad. Después estaba el cabo que hacía los relevos. Éramos dos
en la puerta y dos en la catedral…Hacíamos de noche y día. Guardias de
dos horas cada uno (…) Los desfiles había que prepararlo todo (…) Cada
uno tenía que preparar su caballo. Así que nos levantaban a las cuatro
de la mañana, cuatro y media (…) te decían “cepillar tal y tal punto”.
Por ejemplo, lomo, costillar, paleta. Cepillarlo todo, el día antes les
lavábamos las crines, con un tipo de detergente…les hacíamos trenzas.
Al otro día le pintábamos los brazos con un tipo de aceite quemado (…)
El General Perón se pasaba todo el desfile desde que empezaba hasta
que pasaba infantería, caballería, tanques, de todo. Eran las 4 o las 5 de
la tarde cuando terminaba un desfile de 9 de Julio. Él miraba y después
hablaba. Claro en ese tiempo de la juventud yo no estaba en política. Yo
de política no sabía nada. Pero todos los sentían hablar e impactaba. Era
un tipo que tenía una facilidad de palabra extraordinaria. Un don, qué
sé yo. Ahí estaba hasta las 4, hasta que terminaba todo (…) Había unas
bandas ahí. Infantería de Marina tenía unas bandas impresionantes.
Todas las bandas pasaban. Y nosotros estábamos ahí. Éramos escoltas,
al lado del palco, a 5 o 6 metros, ahí haciendo guardia (…) Cuando nos
fuimos de baja (Perón) nos dio la mano a cada uno. Nos dio una foto de
él. Yo la tengo por ahí. Uno por uno. Me acuerdo que a nosotros los del
sur nos decía: “a estos del sur hay que cuidarlos”. Porque él era del sur,
era de la parte de Comodoro249. Nos dio un cuadro grande de 30 por 20
creo. A cada uno, con la firma de él y todo y en la mano”250.

Perón, su imagen
La imagen física de Perón contada por quienes lo vieron tiene como elemento
distintivo la imponencia de su figura. Hay quienes hablan de su estatura física:

249 Se refiere a que Perón pasó parte de su vida en la zona de Camarones. Perón nació en Provincia de
Buenos Aires.
132 250 Vicente Accorinti. El entrevistado muestra un diploma que dice “El Ejército Argentino al soldado 1930
Vicente Accorinti. Prestó juramento a la bandera el 20 de junio de 1951, en el regimiento de Granaderos
a caballo”.
Del tiempo de Perón Javier Prado

“lo vi de cerca. Imponente. Imponente. Grandote. Alto, pelo bien negro.


Y esos rasgos marcados. Lo que tenía era la cara así como pocitos,
decían que era de viruela. Pero imponente, cuando hablaba, todo.
Fabuloso”251.
Ezio recuerda de aquellos años, un encuentro muy cercano con Perón:
“Una anécdota de esos tiempos: como mi hermana (mayor 6 años)
cursaba Bellas Artes, armaban la decoración de las carrozas del Día
de la Primavera, que desfilaban por la Avenida Santa Fe, yendo,
además, en las mismas. Por eso les daban entradas para el palco oficial.
Es así que tuve la oportunidad de darle la mano ¡al General!, quien
muy cortésmente saludo a todos los que allí estaban (…) ¿Altura del
General?, aquel día me pareció enorme, yo tendría 10 años, o sea que
mi perspectiva visual era distorsionada, realmente ha de haber por ahí
algún dato exacto. Mi idea es que no era exageradamente alto, pero te
lo dice un petiso”252.
Además, los gestos de Perón eran de gran amabilidad hacia sus interlocutores
“Grandote. Alto. Era alto, imponente. Imponía su figura y… ¿cómo le
puedo explicar?: emocionaba (…) Le di la mano cuando pasó en el
tren presidencial haciendo la promoción de su segundo mandato para el
norte y le dí la mano en Buenos Aires, en un desfile del 17 de Octubre253,
que el iba arriba de un caballo pinto, también, eludí la valla y fui a darle
la mano. Con el pretexto de sacarle una foto le di la mano; se agachó él
del caballo y le di la mano”254.
“Era corpulento. Bien parado. Una buena persona. Físicamente un
hombre fuerte, grande. Un tipo macanudo hablar con él”255.
“Un físico de la madonna. Elegante y bien, tenía una voz penetradora.
Siempre bien vestido, con la gorra, peinado. Cuando se ponía el
uniforme era un militar muy elegante”256.
“Él era muy buen mozo, muy simpático, era un hombre muy
agradable”257.

251 Elena Paiva


252 Ezio R. Paronzini
253 La fecha podría ser el 9 de Julio de 1950, montando al caballo “Mancha”.
254 H. R. Romero Cruz
255 Arsenio Martínez
256 Vicente Accorinti 133
257 Adela Ortigosa (nacida en 1932)
“como buena vieja puedo decir que era un churro bárbaro. No sé si nos
enamoramos de lo que decía o como era”258 .
“Me sentí muy honrada porque el General me distinguía. Porque cuando
yo ya no era legisladora que fui a una sesión en el ‘55 (mi mandato
fue del ‘52, al ‘55, por suerte, tres años. Después otras compañeras
salieron por seis), entonces ya no era legisladora, pero inauguraron
nuevo período de sesiones y fui. Entonces después fui al Salón Azul a
saludar al General. Me saludó, pero con un afecto y me dijo “¿cómo
está Tejada?”, ¡con el apellido y todo! ¿Sabe por qué? Porque tuve el
honor de comer con la señora y el General en la residencia. La residencia
estaba en Agüero. Claro, (el Palacio) Unzué. Lo que pasa que después a
la de Agüero la tiraron, ahora es la Biblioteca Nacional”259.
Esto que puede parecer algo trivial encierra una gran importancia. Que Perón
recordara su apellido significaba que la tenía presente, que no era un número
más. Esto también se daba en Yrigoyen, que recordaba los nombres de los
caudillos o punteros de innumerables lugares. De esa manera, el militante,
el simpatizante, se reconoce como alguien y no solamente como una
cifra. Esto reduce la distancia entre la figura presidencial (elevada social e
institucionalmente a un lugar que parece inalcanzable) y el ciudadano.
Otro militante da una semblanza parecida sobre Perón:
“yo soy un admirador total del general. Lo mejor de lo mejor. Además
de ser una persona muy inteligente, muy afectuoso, muy educado, muy
sencillo, muy modesto para tratar a la gente. Y muy comprensivo de los
problemas ¿se da cuenta? Y, eso nos conquistó a todos. A Evita poco,
pero también la traté. Pero la he saludado, he estado en reuniones donde
ha estado. Incluso hemos conversado los problemas de Santa Cruz”260.

Perón en Santiago del Estero


“Era un hombre hermoso, un hombre bien parado, un buen militar (…)
Perón vino a visitar la provincia, entonces la delegada censista nos llama
al partido. Vamos al partido y ahí el General Perón llega al local. Y la
señorita (delegada) nos puso a todas en fila y que no nos moviéramos
y que nos portáramos bien. Se imagina la locura que nos entraba. Y me
acuerdo que el General iba fumando y una de las chicas dice “yo quiero

258 Idalia
134 259 Maria U. Tejada
260 Orlando L. Parolín
Del tiempo de Perón Javier Prado

uno, para recuerdo”, el General Perón sacó un paquete de cigarrillos y


nos dio una a cada una. Yo todavía tengo un poquitito de uno que nos
dio. Yo estaba a la par de la chica que le pidió, y como le dio uno a ella
me dio uno a mi. Y yo le hice una bolsita de celofán y lo guardé y con
el correr del tiempo, tantos años, se fue desmoronando, gastando, y ya
no tengo casi nada”261.

Perón y las palabras


Pero sobre todo, era interesante lo que Perón decía y hacía. Había en él una
actitud docente y proselitista en cada charla, buscando no solamente convencer
sino informar a su interlocutor de lo que pensaba:
“Lo conocí, si, si. Estuve en las conferencias que dio en Buenos Aires y
cuando vino a Santiago, por supuesto. Era una personalidad que atraía
completamente a todos, no solo a las mujeres sino a los hombres. Un
hombre que con su oratoria nos dejaba a todos perplejos. Porque tenía
palabras sabias, las palabras de Perón fueron sabias y trascendentes
para el tiempo futuro, que venía. Porque (de) todo lo que ocurre, él
ya nos hablaba. Y nos decía y nos enseñaba. Yo nunca olvidaré las
enseñanzas de Perón y Eva Perón. Y por eso hoy, en la humildad de mi
vida (porque soy docente jubilada) no dejo de aplaudir todo lo que es
bueno y me gusta mucho Cristina y me gusta mucho Kirchner, porque
están trayendo a la juventud que era lo que más quería el General Perón.
Y como yo milité tan joven, pienso que los jóvenes son el futuro de la
patria”262.
“Era alto. Buen mozo. Una pinta extraordinaria…era una persona muy
carismática, porque solamente con escucharlo a Perón que te decía las
verdades, te decía la realidad…La persona que salía de escuchar la
palabra de Perón, salía más peronista de lo que había entrado, porque
tenía un poder de convicción terrible”263.
“tenía un atractivo Perón…impresionante…se ponía a hablar y se iba264.
Eso fue lo que también favoreció mucho al peronismo. Tenía una dicción
especial, un atractivo especial. Muy bien, muy bien, era admirable.
Lo llevaba, lo llevaba. El que no era, se convertía escuchándolo (…)

261 Adelina Paolucci


262 Olga Montenegro
263 Gerónima Ramos
135
264 El entrevistado aquí se emociona y llora, le ofrezco detener la grabación, pero dice que no y sigue.
¿Físicamente? Grande. Bien formado, una buena altura, un metro
ochenta, más o menos. Un poco más alto que yo…en ese momento.
Físicamente bien formado. Se ve que su instrucción militar y todo eso
le ayudó. Bien parado, bien constituido. Y bien atractivo. No sé...en
donde caminaba había que dejarlo pasar y aplaudirlo ja, ja (…) yo la
conocí a la mamá de Juan Perón, a doña Juana. La conocí en Comodoro
Rivadavia. Fue porque nosotros necesitábamos una camioneta para
movernos y lo vimos al esposo actual265, que tenía doña Juana, que se
llamaba Canosa, de apellido. Y de ahí vino que la conocimos, cuando
nosotros fuimos a verlo porque indudablemente tratamos con gente
del movimiento en Comodoro Rivadavia, nos vinculamos y ellos nos
llevaron ahí y entonces ahí la conocimos a doña Juana”266.
“Perón era una figura destacada y era un líder. La gente mencionaba
muchos dichos de él: “mejor que decir es hacer”, “mejor que prometer
es realizar”, “gobernar es persuadir”, “ser compañero”, “luchar”,
“juntos”...es decir que él además adoctrinaba de diferentes maneras”267.
“Yo al General Perón lo conocí porque fui un integrante del viaje de
regreso del General Perón definitivamente de España a la República
Argentina (…) Ese viaje de España, por supuesto que la gente de España
no quería que Perón y Evita regresaran a su patria, porque cuando
España estaba padeciendo una situación económica muy desastrosa y
los países europeos no le dieron apoyo, la que dio el apoyo fue (Perón
y) Evita que empezaron a mandar barcos con mercadería, aviones, con
remedios, con todo. Y en España tienen una avenida que se llama Eva
Duarte de Perón y otra avenida que se llama Juan Domingo Perón. Perón
tenía los contactos de los hechos que estaban sucediendo en Ezeiza.
¿Se acuerda los problemas de Ezeiza? Así que nosotros aterrizamos en
Palomar. Ahí aterrizamos porque sino, se armaba una guerra civil ahí.
Estaban los francotiradores, estaban todos los que no querían que Perón
viniera. Estaba más para que a Perón lo mataran. (…) Lo conocí en
Puerta de Hierro. Porque el tenía la residencia ahí. Yo fui representando
a Neuquén la comitiva de acá, de Neuquén, era uno solo, que era yo
(…) éramos 170 que íbamos en el charter”268.

265 De ese momento, Marcelino Canosa


266 EP
136 267 Carlos Ferreyra
268 Celestino Sagaseta
Del tiempo de Perón Javier Prado

Muerte de Perón
El 1º de julio de 1974, a las 13.15 horas, fallece de un paro cardíaco el
presidente más votado de toda nuestra historia.
“Estuve también en el sepelio de Perón (…) Llovía intensamente y a
la noche yo fui con mi hijo. Llevé a mi hijo que tenía 20 años, mi hijo
mayor (…) logramos entrar ahí y estuvimos cuarenta y cinco minutos
en la cabecera del sepelio. Muchísima gente. Eso es algo que jamás,
nunca en la vida, iba a pensar yo que iba a existir. La gente no se movía
un milímetro bajo el agua y llovía cualquier cantidad. Me acuerdo que
era un solo techo que eran pilotos, paraguas, plásticos. Y las tropas del
ejército andaban repartiendo café. Y cantaban la Marcha Peronista toda
la noche. Yo paraba en el hotel Madrid que está en la Avenida de Mayo,
pasando la avenida 9 de Julio (…) La cola venía de desde Constitución
hasta la avenida de Mayo. Desde la avenida de Mayo hasta la cámara
de los senadores (…) que lo estaban esperando a Perón. Tuve, por lo
menos, dentro de mi vida lo bueno, lo malo y lo triste”269.

137
269 Romero Cruz
138
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 5
Evita

Eva Duarte nació en Los Toldos, pero su nacimiento fue registrado en Junín,
en 1919. Su difícil infancia, hija de madre soltera en una humilde familia,
la llevó a buscar fuera de su lugar natal un futuro para su vida. Su vocación
artística solo podía encontrar cause en una gran ciudad y por eso partió muy
joven hacia Buenos Aires. Probó suerte tanto en teatro como en radio y aun
en cine. Comenzó a hacerse un nombre en el mundo artístico y a aparecer
en algunas revistas del espectáculo de aquellos tiempos. En 1944 ocurrió el
terremoto de San Juan. El gobierno nacional (surgido del golpe de Estado de
1943) dispuso la realización de un evento solidario para recaudar fondos. En
esa ocasión concurrió Juan Domingo Perón al Luna Park de Buenos Aires,
lugar del evento y allí se cruzó con Evita por primera vez. A partir de ese
momento nació una historia de amor que luego dejaría su huella en la política
nacional.
En la memoria popular Evita encarna, al igual que Perón, el ideal de justicia
social. En Evita se reflejan los anhelos de equidad y dignidad social. Al evocar
su recuerdo, estos hombres y mujeres que han brindado sus testimonios
destacan su fortaleza espiritual y su importancia política, sus cualidades
personales y su belleza y buen trato.

Personalidad
La identificación que millones de compatriotas han sentido con Perón y Evita
tiene varios motivos, pero quizás el más importante haya sido el hecho de que
tanto Perón como Evita eran del pueblo. Había una cercanía no solamente física
(por el contacto directo que ambos tenían con el pueblo), sino también social.
Para la clase trabajadora Perón y Evita eran de los suyos, podían haber sido sus
hermanos o sus padres. Perón y Evita eran cercanos. No pertenecían a familias
adineradas, ni provenían de círculo intelectualoides (históricamente ajenos a
las mayorías). Sus pasados familiares habían sido bastante sospechosos para
una sociedad conservadora que los obligó a disimularlos para poder abrirse
paso en la vida. Su lenguaje era común y accesible, más allá de la formidable
oratoria de ambos.
“Ah, preciosa. Pero con un carácter muy, muy bravo. Ella muy humilde
con el humilde, pero muy soberbia con el soberbio. Eso es lo lindo”270.
139
270 Esther Fadul
“Los conocí a Perón y a Evita en la casa quinta de ellos (...) Hemos ido
un grupo de mujeres llevadas por la delegada censista, Luisa Komel.
Nos recibió Eva Perón, muy sencilla. Nos abrazaba y nos besaba a
todas y bueno, hemos pasado un día como vivir en el aire, porque era
tanto el deseo de quererla conocer, de acercarnos a ella, que nos dio
la oportunidad la delegada censista de llevarnos a Buenos Aires. Me
acuerdo que le hemos llevado un canastito ovalado, con muguet, con
todas las florcitas, la canastita toda llena de flores. La Olga (Montenegro)
era la que tenía que tenía que hablar y entregarle, y si no se acercaba a
tiempo la señora de la emoción a Olga se le caía la canasta. A todo esto,
yo en ese entonces tuve la gran suerte de ser elegida cuando vino Perón
aquí (Santiago del Estero), custodia de Perón”271.
“Yo no creo haber visto una mujer más interesante. Porque tenía un
carácter extraordinario. A mí me quedó pegada en mis retinas la imagen
de Evita…Me considero una evitista. Y acá en mi pueblo me considera
todo el mundo una evitista. Porque soy una seguidora de la memoria
de Eva Perón. De ahí nadie salía disconforme. Porque considero que
de todas las mujeres que había convocado llamado y había citado
ahí, ya tenía datos como era el tema, como venía. Evita era una mujer
extraordinaria”272.
“de lo que más me acuerdo es de Evita, era una mujer muy derecha.
Mientras vivió ella anduvo todo fenómeno. (A) Evita vinieron a verla a
que si les daba plata. No les daba plata. Les decía: “a usted le doy una
máquina de coser, unas piezas de tela”, para que trabajaran (…) dicen
que en ese momento estaban medio resentidas porque no les dio plata,
pero después que agradecidas estaban porque aprendieron a criar a los
hijos con las máquinas, cociendo. Les vino fenómeno ahí. No es una,
sino a varias. Evita era así, derecha. Ella tenía un trayecto derecho que
no desviaba”273.

Evita, los trabajadores, la CGT


Evita mantuvo un intenso contacto con las organizaciones gremiales.
Diariamente recibía a trabajadores de diversas ramas de la producción.
Charlaba con ellos, se interesaba por los problemas laborales y actuaba

271 Adelina Paolucci


140 272 Gerónima Ramos
273 Honorio Zariaga
Del tiempo de Perón Javier Prado

directamente para brindar las soluciones requeridas. Todo esto en el marco


de un gobierno que posibilitó la firma de innumerable cantidad de convenios
colectivos de trabajo en todo el país. Evita mantenía un estrecho contacto con
los sindicatos.
“yo recuerdo que en una reunión que se hizo la CGT donde concurrió
Evita me tocó darle el brazo en una escalera que baja muy empinada
en Azopardo, darle el brazo a Evita (que la miraba y era tan bonita,
tan preciosa) y entregársela al General que había ido en el coche para
llevarla. Un momento muy especial. Pero era tan especial el momento
que fue una imprudencia de mi parte porque no se podía hacer lo que
yo hice. Porque hay que recordar también aquellos tiempos donde Evita
estaba enferma. Y subir una escalinata así, empinada, sin autorización
de nadie, espontáneamente y darle el brazo, podía ser tomado por la
prensa como que estaba en una situación difícil. Eso fue lo que me
dijeron después. “Hiciste, por cortesía, (lo) correcto, pero políticamente
cometiste un gravísimo error””274.

Belleza
“el mejor recuerdo que tengo es que nunca vi una persona que tuviera
un cutis más lindo que Eva Perón, pero no solamente el cutis: toda
la piel. Parecía como si fuera de maniquí. Nosotras, estuvimos en la
residencia de ellos, que nos hicieron un homenaje ahí. Ella tenía un
vestido sin espalda, hasta la cintura, divina era. Y bueno, ella era una
mujer muy linda, muy linda. Mucho más linda de lo que está en todas
las fotos que se pueden ver (...) no era muy alta…Usaba tacos siempre,
no era muy alta, mediana estatura. Pero muy linda. Siempre impecable,
con ese pelo agarrado con rodete”275.
“una belleza extraordinaria. Un cutis transparente. Le puedo decir hasta
como estaba vestida cuando iba haciendo la campaña276. Estaba en el
tren con la señora de Quijano (una señora entrada en kilos, gorda) y
ella, Evita, era una belleza…Tenía un traje color que (en aquella época)
se llamaba lacre o sea es un marroncito tostado, de hilo, de mangas
cortas. Y peinada como tirante, porque tenía su rodetito, no sé, atrás,
no tan exagerado como se usaba también en esa época (…) creo que

274 René Hechem


275 Adela Ortigosa
141
276 Año 1946, al pasar por la zona de 9 de Julio (Buenos Aires)
no tenía mucho maquillaje, no tenía nada, me parece, pero era un cutis,
una belleza realmente, que llamaba la atención. No por nada el General
estaba tan enamorado277”
“Nosotros cuando vino una vez o dos Evita acá, a Paraná, ella estuvo (…)
en un barco, en el puerto. Después vino al Correo Central. Estábamos
todas, un grupo, bajo órdenes de Juanita Larrauri se hacía todo, éramos
muy organizadas. Al que tuve la suerte de verlo de más cerquita fue a
Perón. A él si lo vi muy cerquita después de muerta Evita, pero también
lo vi cuando vino acá a Paraná ya muerta Evita en el Tequara con su
perrito”278.
Perón y Evita visitaron Entre Ríos en varias ocasiones: “Como Presidente
hasta ahora se han podido documentar dos visitas: mayo de 1950 y octubre
de 1954. Y hay una tercera importante y es como candidato de cara a su
primera presidencia. Fue el lunes 4 de febrero de 1946, a bordo del vapor
París, a las 13.20 aproximadamente. Pero no se detuvo en Puerto Nuevo, sino
que lo hizo a la altura del puerto de Bajada Grande, unos metros más allá,
río abajo. A las 14.30 se le acercó una lancha de la Subprefectura de Paraná,
con algunos representantes de su partido, el Laborista. Más tarde finalmente
el París atracó en el Puerto Nuevo de Paraná y a las 17.10 recibió a otros
representantes partidarios. Luego el propio Perón, que viajaba acompañado
de su esposa Evita, descendió de la embarcación para ir dentro de un auto
cerrado hasta el lugar del acto que se desarrolló en un escenario montado
en la Avenida Costanera (la actual Avenida Laurencena, que corre paralela
al río Paraná). Evita se quedó en la embarcación. Mientras tanto, en ese
punto de encuentro del acto partidario, una masa de obreros del Ministerio
de Obras Públicas de la Nación, empleados provinciales y municipales de
distintos sectores y un importante número de mujeres y niños lo recibieron
calurosamente, complacidos de poder ver de cerca al coronel del que todo
el mundo hablaba. Desde su sitio reservado como orador, Perón dijo cosas
como estas: “Los descendientes del patriciado criollo en el manejo de la cosa
pública juntaron dos o tres estancias y un palacio en la calle Florida, se
fueron a Europa y liquidaron allá sus estancias. Vinieron a nuestras tierras y
cuando no tuvieron más que vender, vendieron la Patria””279.

277 Idalia
142 278 Esther Reitober
279 Semanario Análisis 28 de junio de 2007 www.analisisdigital.com.ar nota de Claudio Cañete
Del tiempo de Perón Javier Prado

Evita en Santiago del Estero


“Le cuento una historia de Eva Perón. Venía en la campaña que venían
haciendo, venía el tren presidencial desde el norte. Nosotros teníamos
que entrar a trabajar a la mañana. A las 6 de la mañana teníamos que
estar trabajando y el tren demoraba en llegar, pero ya lo sentimos por
medio de la máquina, que se la localizaba enseguida porque la máquina
que utilizaba el tren presidencial era una famosa máquina a vapor
Henschel, alemana, que tenía un pito característico: un pito flauta le
llamaban. Y se la conocía entonces de lejos, ya. “¡El ruido del pito,
viene el tren presidencial, viene Eva Perón!”. Efectivamente, ella venía
parada atrás, en el coche balcón del tren presidencial. Parecía un hada.
El cabello suelto. Con una capa, plateada, blanca; parada, saludando
a todos. Venía a paso de hombre el tren. Y repartiendo unos paquetes
que tenía: ropa, comida y un billete de 500 pesos nuevito adentro. Eso
repartían a todo el mundo. Le daban a toda la gente que había venido a
esa hora. ¡A esa hora, a esa hora! Hay que ver la cantidad de gente que
se ha levantado a verla a ella pasar. Le gritamos que pare el tren, que se
baje a ver los obreros. “Voy a volver, voy a volver porque quiero estar
con mis descamisados de siempre”. Y efectivamente volvió. Y recorrió
los talleres de Tafí Viejo. Eso fue una de las anécdotas más grandes que
me han pasado con el peronismo”280.

Su paso por Río Negro y la escuela que quería Evita


Hay muchísimos testimonios sobre el accionar social de Evita en forma
personal. Uno de los rasgos distintivos de la época era la posibilidad del trato
directo con la primera dama. Esto era muy importante para los trabajadores,
ya que se acortaban las distancias simbólicas y físicas entre los representados
y los representantes. Son muy numerosos los recuerdos sobre la presencia
física de Evita y de Perón en innumerables puntos del país, ya sea inaugurando
obras como en campaña proselitista.
“Yo conozco a Eva Perón, yo la conocí a los 13 años. Eva Perón viajaba
en tren. No tenía el avión charter. No. Ella viajaba en tren. En cada
estación se bajaba e iba a hablar con su pueblo, así la pude conocer yo
en San Antonio cuando pasó para Bariloche. Una mujer, primero, bella
como ninguna, y de un impulso… (…) Yo creo que fue un ser único,

143
280 H. R. Romero Cruz
inigualado (…) En ese viaje, para en Ramos Mejía281. Ella iba con todas
las delegadas cencistas para Bariloche. Se imagina. Ese pueblito es un
pueblito olvidado del sur, la gente, todo un acontecimiento. Entonces la
gente se aglomeró. Y había el director de una escuela, don Juan Carlos
Tassara, que murió hace dos años, a los noventa y pico de años. El no
era peronista, era un hombre muy ligado a la democracia cristina. Era
un hombre con una sensibilidad humana muy especial. Hay un detalle
que es histórico hasta el día de hoy y está en el pueblo la anécdota. El va
con sus alumnos y una banderita. Evita se baja, la saluda a la autoridad,
que sería el jefe de la estación, el comisario, el juez, pero ella lo detecta
y le dice “maestro ¿qué necesita?”, y justamente don Tassara había
ido para hablar con ella. Y se baja ella y camina y dice “maestro ¿qué
lo trae por acá?”, le dice “mire señora, yo le vengo a pedir por mi
escuelita”, “¿qué le pasa a su escuelita?”, y le dijo las necesidades.
Era una cueva, que está ahí más debajo de Ramos Mejía, que se llama
Corral Chico. Era una cueva, no era una escuela. Y le dice “¿podemos
ir?”, “vamos, vamos”. Y bueno y fue y la vio a la escuela y me cuenta
mi tío, que era presidente de la Unión Ferroviaria, que estuvo muy cerca
de ella, que cuando iba llegando a la escuela e iba viendo a los alumnos
se la iban poniendo las orejas coloradas, que era cuando ella se ponía
mal. Entonces pega la vuelta y dice “vamos”. Y llega a la estación y le
dicen: “señora”, le dice el jefe “señora el tren tiene que seguir para
cumplir el horario”, entonces ella le dice “dígale a sus patrones que el
tren va a seguir cuando yo resuelva previamente las necesidades de mis
hermanos, que acá son enormes. Con ese aparato que usted tiene ahí
¿a dónde puede comunicarse?”. De Ramos Mejía se comunicaba con
San Antonio. San Antonio - Bahía Blanca se hacía puente y se hablaba
a Buenos Aires. “Tome, llame a estos teléfonos, dígale al Ministro
Pistarini que yo vuelvo el lunes y quiero que esté él con su equipo acá,
en la estación Ramos Mejía. Explíquele”. Era un jueves y ella volvía
el lunes, de la gira. Y cuando volvió el lunes, estaba el ministro por el
que Eva Perón sentía un profundísimo respeto. Por él y por el teniente
coronel Castro282, que era el secretario de transporte. Pistarini estaba
con todo su equipo ahí y ella dijo: “yo quiero que acá esta escuela sea
un monumento. Y quiero que esto en seis meses esté terminado. Usted
sabrá señor ministro lo que va a hacer”, le dijo (…) Los materiales se
144
281 Provincia de Río Negro
282 Juan Francisco Castro
Del tiempo de Perón Javier Prado

traían en tren. Yo veía cuando pasaba en Valchetta, los vagones con el


material, con hierro, cemento, cal, ladrillos. Ahí, en esas soledades, no
había nada. Todo se traía por ferrocarril”283.
“Evita conoció la línea sur y todavía hay pobladores de Ramos Mexía que
la recuerdan cuando, ya muy enferma, en un viaje de regreso de Bariloche a
Buenos Aires, visitó el lugar a pedido del director de la escuela, Juan Carlos
Tassara”284.

Evita y su paso por Bahía Blanca


“Yo la conocí a Evita Perón, almorcé con ella… Yo en esa época estaba
en Bahía Blanca con la juventud. Y a las tres de la mañana, en ese tiempo
viajaban en tren, y llegó ella con Mercante en un tren especial285. Y
estábamos toda la juventud. La estación de tren estaba repleta. Nosotros,
todos haciéndole la escolta cuando bajó. Bajó, que era una maravilla.
Parecía una muñeca, con ese cutis que tenía. Con un vestidito…me
acuerdo, un bleizer marroncito con florcitas y una pulserita en la mano
y un anillito nada más, haciendo juego. Nosotros le hicimos la escolta
y nos dio un beso a todos los que estábamos. Al otro día se inauguraba
el muelle “Ingeniero Withe”. Lo vino a inaugurar ella, entonces fuimos
todos caminando (…) y ella iba en un auto abierto saludando y nosotros
atrás. Llegamos a ingeniero Withe, al muelle y lo inauguraron. Cortaron
las cintas, se inauguró. Y se comió (…) en los tablones, no quiso (Evita)
mesa especial. Comió con todos nosotros, una belleza. Después al otro
día vino, regaló cosas para todos los canillitas, besó a todos los pibes,
les dio de todo, les mandó a los lustradores… les mandó de todo, de
todo, como era ella, especial… Yo tenía 17 años y empezaba a militar
fuerte (…) Evita, no vuelve más. Lo único que te puedo decir es que acá
nos dio muchas ayuda (...) y nos dio de todo, muchas escuelas, muchas
bibliotecas”286.

Muerte de Evita
La penosa enfermedad de Evita se vio agravada por su incansable trabajo
social y su acción política diaria junto a Perón. Este trabajo excesivo desgastó

283 Américo Rada Alé


284 adnrionegro.com.ar 12/4/2008
285 Probablemente se refiere al año 1948
145
286 Zulema Vaquero Temprano
su físico más allá de la enfermedad terminal que la aquejaba. El odio de las
clases pudientes quedó plasmado en aquella frase “viva el cáncer”, que la
oligarquía escribió en las paredes y que representaba el pensamiento (y la
acción) de las minorías reaccionarias en contra de los líderes populares. La
muerte de Evita no solo significó una enorme pérdida afectiva para Perón,
sino también un duro golpe en el aspecto político, ya que el presidente perdía
a quien lideraba la acción social en el país, aun sin poseer un cargo formal
dentro del gobierno. Para la oposición era un elemento a explotar, buscando
obtener por otros medios lo que por las urnas jamás habrían logrado.
“Me acuerdo que era las 8 y 25. Estábamos escuchando la radio, porque
la radio en ese tiempo se prendía poquito. Tenía que pedir permiso a los
mayores, para prender la radio. Y estaban escuchando el noticiero y dio
que había muerto la señora de Perón, Evita. Y ya planificaron acá…Mi
mamá (Amalia Schmidt) estaba en el Partido Peronista, que estaba ahí
en la calle Fontana287, adonde estaban las casas del ferrocarril, ahí había
una casita grande. Y ahí se reunían las mujeres peronistas. Si y ella se
pagó el pasaje con todas las demás compañeras, su estadía en Buenos
Aires, en el velatorio de Evita. “Me voy, me voy”. Era más porfiada”288.
“los galeses estaban bastante enojados. Porque ella falleció el 26 de Julio
y se prohibió todo tipo de acto. Como era 28 de Julio289… Se decretó
como un mes de duelo. Entonces no había ningún tipo de reuniones.
Otra cosa que no le gustó a la colectividad, porque suspendieron todos
sus actos”290.
Cuando Evita murió sus restos descansaron en el edificio de la C.G.T., hasta
que fueron robados por la dictadura de Aramburu. El cadáver de Evita sufrió
profanación a manos de los militares golpistas.
“Es una historia muy larga la de la vida de Perón. Después el cadáver
de Evita que la llevaron, la enterraron allá en Italia. Después la sacaron,
la llevaron a Puerta de Hierro, en Madrid, donde estaba Perón, asilado.
Y que al fin la pudieron traer acá… Tantas cosas pasaron. Después que
le cortaron las manos a Perón”291
Fue enviado a Italia y sepultado bajo el nombre de Maria De Magistris.

287 Trelew, Chubut


288 Carlos Ritchie
289 El 28 de julio se conmemora en Chubut el arribo de los colonos galeses a Madryn, en 1865
146 290 Harold Evans
291 Harold Evans
Del tiempo de Perón Javier Prado

Estando Perón en el exilio, en España, le fue restituído. Ese era el nivel del
accionar “político” de la dictadura de Aramburu. Finalmente, el cadáver de
Evita fue traído al país en noviembre de 1974.

“a Evita la siguen queriendo como si fuera que estuviera viva”292

147

292 Honorio Zariaga


148
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 6
Un pueblo feliz

Los 1º de mayo y las reinas del trabajo


Durante el peronismo los días 1º de mayo pasaron a ser de festejo, ya que los
trabajadores veían como desde el propio estado se instrumentaban medidas
que mejoraban su situación concreta y podían acceder al consumo y a los
derechos civiles. Es cierto, dentro de los límites de un sistema capitalista,
pero bajo un gobierno que llevaba adelante un proceso de liberación nacional,
modernización económica e inclusión social. Las fiestas del trabajo eran
una buena oportunidad para que el presidente expusiera sus acciones de
gobierno, realzando los logros y exponiendo los planes futuros. En estas
celebraciones comenzó a elegirse a la “Reina del trabajo”, a nivel nacional.
Las candidatas representaban a diversas ramas del quehacer laboral de todo el
país y competían por zonas o regiones. Las ganadoras electas en cada región
participaban de la elección final en Buenos Aires, el día del acto central.
Votaban los representantes sindicales e invitados y el público hacía sentir
también sus opiniones. Cabe señalar que muchas de las participantes de estos
certámenes ni siquiera eran peronistas o simpatizantes. Adela, chubutense, fue
representante de la región sur en 1949 y cuenta su experiencia:
“Y para los jóvenes era otra vida distinta, por supuesto. No había
boliches no había nada de esas cosas. Cuando íbamos a los bailes íbamos
con la madre o con algún hermano mayor. Era una vida completamente
distinta. Fue como un sueño, porque la verdad que yo nunca pensé que
me iban a elegir en ese baile reina de la zafra lanera, porque mi papá
no era ganadero, era comerciante, en Trevelin293. Yo fui al baile con
unos familiares, de Esquel. Me eligieron a mí, fue una sorpresa (…)
Era un salón grande donde se hacían las fiestas de la Sociedad Rural,
en Esquel. Yo estaba de casualidad en la casa de mis tíos que tenían
una hija también soltera, que después se casó con un cónsul chileno,
Letellier. (…) Yo tengo ahora 78 años…Mi familia era de Trevelin (…)
en Buenos Aires…fui con mi mamá, estuvimos en el Hotel Richmond,
en la calle Florida. Fue para el primero de mayo del año ‘49 (…) Era
un hotel muy lindo (…) Todas iban acompañadas por la madre o por
el padre o por alguna persona mayor. Porque justamente lo hacían
porque no querían que dijeran que iban las chicas solas. Y, aparte, que
149
293 Chubut
los padres no nos iban a dejar tampoco. A mí me costó mucho para que
me dejaran ir porque mis padres no querían que fuera tampoco, pero
mamá fue conmigo, así que no tuve problemas (…) cuando salían de
excursión iban también las madres. Un grupo lindo de gente conocimos
ahí, de todas las provincias (…) Creo que después ninguna otra chica
fue. Ahora transcurriendo el tiempo te das cuenta de la importancia, que
en ese momento no se la dábamos, de haber conocido a un presidente
y a su esposa, Eva Perón, y toda esa gente de esos tiempos (…) En
ese tiempo salió reina nacional la de Tucumán, que el padre tenía un
diario. Romero se llamaba. Y ella se llamaba Ruth Selma Romero. Fue
la reina. Y había muchas chicas muy lindas. Había una que hasta era
extra de cine. Una muy bonita”294.
Adela fue recibida por Evita, junto a todas las candidatas.
“Eso fue en la residencia del presidente. Porque tenían dos residencias
en ese tiempo…creo que fue en Olivos (…) Con nosotros muy cariñosa,
Perón también. Las veces que los vimos, dos o tres veces…Fuimos a la
Secretaría de Trabajo. Después nos llevaban a conocer distintos lugares.
El Tigre, la CGT, la fábrica de Alpargatas. Esas cosas que había en ese
tiempo”295.
A algunas de las participantes en estos eventos se les proponía trabajar
políticamente en el marco del partido peronista, aunque en general se puede
decir que las participantes no eran necesariamente simpatizantes peronistas.
Adela cuenta que
“Yo en esa época (1949) tenía 17 años, y me crié en Trevelin. De política
no sabía nada. Pero después, a todas las que habíamos estado como
reinas, nos disputaban para que nos hiciéramos cargo de los censos,
para censar personas en el partido peronista. Y mi papá no quería,
porque decía que yo era muy joven, que no entendía nada. Pero bueno,
siempre me acompañaba alguien, íbamos en algún vehículo y…iba a
todos lados, a censar la gente y qué se yo…y bueno, la gente estaba
muy contenta en ese tiempo con Perón. Si, porque ganaba por amplio
triunfo”296.

294 Adela Ortigosa


150 295 Adela Ortigosa
296 Adela Ortigosa
Del tiempo de Perón Javier Prado

La reina nacional del trabajo de 1953


La reina nacional electa en 1953, Nélida María Ferreyra, recuerda:
“En ese tiempo yo estaba muy alejada de todas estas cuestiones, no es
como ahora que la política es un poco el pan nuestro de cada día. En
aquellos tiempos no y en mi casa eran totalmente apolíticos, mi padre
y mi madre (...) Mi papá era peluquero. Y mi mamá, mientras que yo
estudiaba, hasta que terminé, era modista. Cocía muy bonito mi madre.
Y después cuando yo empecé a trabajar ya entonces ella dejó de hacer lo
suyo para atender más la casa. Por lo tanto no se hablaba prácticamente
nada de eso. (Participé) Con el mayor enojo de parte de mi madre con
mi papá, porque mi papá les permitió a las primeras personas que me
llevaran aquí, al concurso de Río Cuarto. Mi mamá no quería saber
nada. Y bueno, después accedió porque vino (el concurso de) Córdoba,
entonces me acompañó y siguió conmigo toda la farra. Pero la verdad
es que no comulgaba para nada con la cosa. Cuando me eligieron en
Córdoba, había varios compañeros míos, amigos, que estaban ya en
la universidad, porque acá en Río Cuarto no había en ese momento
universidad. Entonces, estos chicos, que estaban allí se enteraron que
estaba yo, elegida reina de Río Cuarto y que iba a competir por la de
Cuyo, se vinieron todos al teatro. Así que tenía una barra que era la
barra de acá, de Río Cuarto (…) cuando yo gano, se vinieron todos allí
entre bambalinas, donde estaba mi madre, a abrazarla y a besarla mi
mamá, porque yo había ganado. Y la otra estaba tan enojada, porque
ella guardaba la esperanza de que en Córdoba se acabara todo. Así que
estaba de lo más contrariada (…) yo gané primero acá (Río Cuarto),
después la provincia, después la zona Cuyo, compitiendo con la reina
de la vendimia, una reina de San Juan, de La Rioja, de Catamarca. Toda
la parte del centro y de Cuyo. Y entonces, después, con ese triunfo, fui
a Buenos Aires…y allá después conseguí el otro, ya el mayor (…) Yo
tenía 19 años y después fui docente toda la vida. A raíz de eso, como
premio, el gobierno de la provincia me regaló un nombramiento (que yo
hacía rato que andaba atrás de eso) como maestra de música”297.
Los diversos gremios elegían a sus representantes, y estas debían superar
varias etapas clasificatorias en cada lugar o región del país.
“En la radio de acá, de Río Cuarto, yo era pianista y a la vez trabajaba
en el Teatro, un teatro muy bonito que teníamos acá en Río Cuarto, cada
151
297 Nélida Ferreyra (nacida en 1933)
vez que venía una compañía porque yo tengo lectura rápida de primera
vista, entonces era la única forma de poder acompañar a una compañía
entera (bailarines, cantantes, todo lo que había allí), con dos horas de
ensayo. Entonces trabajaba mucho en eso, estaba muy vinculada a toda
esa parte artística y ¿qué ocurre? La gente que tenía que representar al
gremio, que era la Unión de Variedades (que era la parte artística, la
gente de la radio) no tenía chicas. No tenían mujeres para poner (en el
concurso). La mayoría eran todos hombres, la mayoría de las orquestas,
del coro de la ciudad. Y entonces se les ocurrió esto, por eso fue que
mi papá le dio un poco de no sé qué decir “no”, rotundamente, y les
dijo “bueno, lo voy a charlar con mi mujer”, y con su mujer le fue
mal, pobre, porque mi mamá casi más lo saca a él corriendo con los
otros. Pero después la convenció una tía mía, porque mi mamá tenía
sus temores también, porque se hablaba mucho de la gente de la CGT,
que medio que manejaban la cosa, como ya no estaba la Eva Perón,
entonces estaba medio complicada…que las chicas de la UES… y no
sé qué otras cosas más decían y todo eso, mi mamá cuando esuchó
dijo “¿CGT? No, ni loca…”, y una tía mía (hermana de ella) que de
casualidad estaba en Río Cuarto (había pasado por aquí para ir a las
sierras) le dijo “Pero no seas tonta, Mari…si eso es una cosa lindísima.
Las chicas van y las llevan directamente al concurso, no andan de aquí
para allá con él…ni nada de eso, es una cosa muy linda, muy seria”. Y
bueno, mi vieja un poco a regañadientes, pero salió de aquí de casa con
toda la ilusión de que me bocharan”298.
Aquí queda reflejada también la puja política de la época. Los comentarios sobre
cosas “raras” que pasaban con las chicas que competían eran fogoneados por
la oposición, que buscaba sembrar dudas y sospechas sobre el comportamiento
del presidente y más teniendo en cuenta que había enviudado un año antes.
Los partidos de la oposición y la Iglesia, se agitaban en quejas por la existencia
de la U.E.S. y los paseos de Perón en motocicleta. Todo formaba parte de la
campaña antiperonista. La excusa de la “moral” y la “decencia” fueron el
combustible para fogonear el golpe de 1955.
Las candidatas a reina nacional, una vez en Buenos Aires, recorrían la ciudad,
sus lugares más llamativos y las obras más importantes realizadas por el
gobierno nacional:
“Conocíamos el Cabildo, era mucha política también. Conocer como
152
298 Nélida Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado

era la Casa de la Empleada, lugar donde era para las empleadas de


comercio, era el sindicato de ellos. Más que nada era la vida artística,
nos llevaban mucho a ver teatro, ballet, el Teatro Colón, todas esas
cosas. En cuanto a museos y demás no…por lo menos cuando yo
estuve. (…) Más bien era como fomentar la política…porque era ir a las
cosas que habían hecho ellos para los maestros, la Ciudad de los Niños
que habían hecho en La Plata para los pequeños299, recorrer las fábricas
importantes donde el peronismo se ve que era totalmente dueño de toda
la cuestión (…) Fue un año muy difícil, pienso yo, de acuerdo a lo
que uno ha visto y leído. Fue un año difícil ya porque en ese momento
Perón estaba solo, me refiero a que no estaba más la mujer, la esposa
de él. Entonces él estaba solo y un poco complicado porque se había
puesto un poco en contra de la Iglesia. Y entonces a nosotros también
no nos llevaron mucho por allí, no nos ventilaron, digamos. Cosa que
mis padres agradecían porque tenían temores (…) No me acuerdo ya
que compañeras tuve porque de la otra parte, de la zona pampeana,
de la Patagonia alta, vio una chica de La Pampa. Yo no he tenido más
contacto con nadie. Siendo que al año siguiente fui de nuevo, y conocí
otra gente porque fui para entregar la corona y todo eso, que fue cuando
eligieron a Susy Leiva, una chica cantante. Y tuve la oportunidad de
acompañarla a ella en un par de oportunidades que visitó aquí Córdoba,
que cantaba y yo la acompañé al piano”300.
Finalmente llegaba el día de la elección. Todo el evento de desarrollaba
“En la Plaza de Mayo. En el mismo acto. Todos los representantes de
los gremios votaban. Nada más que ellos. Y ahí me eligieron. Te digo
que no me alcanzaron más los dedos de la mano para contar, porque
cuando empezaron a contar yo contaba con los dedos de una mano los
míos y con otra el que se aproximaba más, que era la reina de Capital.
Y bueno, después llegó un momento en que seguí contando debajo de
la capa (...) fue linda la elección, muy linda. Hacían un escenario muy,
muy grande que te elevaba a la mitad de la altura entre el balcón donde
estaban Perón y las autoridades y el piso, donde estaba la gente. Era
un escenario muy grande y con una elevación. Y ahí en la elevación
estábamos nosotras, colocadas, cada una. Cuando decían Córdoba

299 Lugar de esparcimiento que representa una ciudad en pequeña escala. Su construcción se inició en
1949 durante el gobierno de Domingo Mercante y fue inaugurada en 1951 por el presidente Perón.
153
300 Nélida Ferreyra
(porque no decían “Río Cuarto”, decían “Centro, Córdoba”), era una
explosión. Pero también estaba la explosión de la de Capital, ¿eh? Si,
si, era bastante complicada la cosa. A nosotras nos vistieron en el Teatro
Colón, y de allí nos llevaron en un micro hasta la Casa de Gobierno.
Entramos por otro lugar a la casa de gobierno porque la parte de
adelante estaba toda ocupada con el acto. Y en ese tiempo que tuvimos
que esperar, estábamos en un salón grande, muy lindo, no sé si será
Salón de los Pasos Perdidos o cosas por el estilo, así que no sé si estoy
hablando bien de la Casa de Gobierno o del Congreso, no te puedo decir
los nombres, pero en uno de esos salones estuvimos esperando. Una
amansadora bastante larga, se ve que hasta que terminaron los discursos
y todas las cosas”301.
El discurso del presidente fue para recordar a las víctimas de los atentados
del 15 de abril y para confirmar el rumbo político, económico y social:
“compañeros, hoy el Día de los Trabajadores, debemos juramentarnos todos
los trabajadores para vencer, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Que
para ello nos sirva de acicate el crimen Chicago y los miles de crímenes
que se están planeando en sus cercanías. Hagamos en nuestro recuerdo un
lugar para todos los trabajadores que en la historia del mundo han muerto
luchando por la causa del proletariado. Hagamos un recuerdo en cada
corazón proletario en forma de un altar para esos hombres rudos, valientes
e idealistas que supieron dar la vida por sus compañeros (…) Para ellos mi
abrazo fraternal y amigo y mi juramento inquebrantable: he de morir cien
veces, antes que traicionar la causa que ellos han puesto en mi mano y en mi
corazón”302.
“Después, ya cuando llegó el momento, nos hicieron pasar y salimos
al palco. Nos ubicaron en diferentes lugares, así a esa altura y empezó
la elección (…) Nos hacían regalos por todos lados (…) Un lujo
impresionante. Parábamos en un hotel en la calle Lavalle, a media cuadra
de Florida. Muy bonito, pero un hotel antiguo (…) tenía compañeras
que lloraban de la emoción. Gente a lo mejor muy peronista o que lo
amaban mucho a Perón y todo eso o gente que amó mucho a la mujer, a
Eva Perón, entonces estaban conmocionadas, un par de chicas estaban
conmocionadas. Yo no, al contrario, me gustó. No te olvides que yo
venía de una actividad de actuar con público. Teatro y todas esas cosas,
154 301 Nélida María Ferreyra
302 Discurso de Perón en el acto del Día del Trabajo, en diario El Litoral, 2/5/1953, p. 2
Del tiempo de Perón Javier Prado

yo ya estaba en ese aspecto, estaba medio entrenada. Era una multitud


impresionante, pero más me impresionó cuando fui al balcón con Perón
al año siguiente (1954), que fui a entregar la corona. Me ubicaron en el
palco mayor ahí. Entregué la corona a la chica esta, Leiva303 y entonces
desde ese lugar yo…me llevaron directamente arriba, al balcón. Así
que la parte del final, que fue con unas danzas folclóricas las vi desde
el balcón. Pero te quería significar que la impresión que me causó la
Plaza de Mayo fue muy importante, ese año, porque la pude ver desde
altura que era impresionante. Mucha, mucha gente. Mucho público.
Aparte de eso, un público feliz. La gente estaba contenta. Que eso es lo
importante (…) ¿qué es lo lindo, lo rescatable de todo eso?, que era un
concurso muy sano, muy lindo, ahí no había ni recomendadas, ninguna
cosa. Como eso se elegía en un lugar totalmente distinto, llegábamos
allí sin ningún acomodo”304.
“Finalizado el discurso del General Perón se realizó el desfile de las reinas
del trabajo y la consagración de la reina nacional. Luego del recuento de
votos, quedó consagrada la señorita Nélida Ferreyra, de Córdoba, y en
segundo lugar la señorita Norma Gladys Fernández, que reunieron 12 y 10
votos, respectivamente. La celebración terminó con presentación de números
artísticos mientras la nueva reina del trabajo, coronada por el primer
mandatario, “presidía”, desde su trono el final de la fiesta”305.
De estos testimonios se puede concluir que los eventos eran transparentes y
que incluso podían ser electas, o participar de la elección, jovencitas que no
tenían militancia política en el peronismo, de modo que no había favoritismos.
Era un concurso verdaderamente federal. Hubo reinas electas de Salta,
Tucumán, La Pampa y Córdoba, entre 1948 y 1955. Otro punto importante
para resaltar es la masiva participación popular en estas celebraciones y lo
que señalan las entrevistadas acerca de la felicidad popular en aquellos días,
lo que vale resaltarlo teniendo en cuenta que no provienen estos testimonios
de militantes oficialistas de aquellos tiempos. Y en este caso, hablando de
1953/54, ese clima de felicidad que describe la entrevistada, contrasta con
las “justificaciones” golpistas que hablaban de la “dictadura” peronista y del
“mal momento económico” (actualmente pasa algo similar). Por otra parte
es indudable que era una ocasión propicia para difundir el programa de

303 Susy Leiva


304 Nélida Ferreyra
155
305 Diario El Litoral, 2/5/1953
gobierno y, en el marco de un programa reformista (para espanto de algunos
puristas), la fiesta del trabajo había pasado a ser una jornada de celebración
y no de protesta. Es cierto que la pretensión de reemplazar la lucha de clases
por la conciliación de clases es algo utópico, pero sin recurrir a un nivel de
abstracción muy alto sino más bien desde el plano concreto, la pretensión del
gobierno era nada más y nada menos que celebrar los avances alcanzados por
los trabajadores (aun dentro de una economía capitalista) y de recordar que
las conquistas debían ser defendidas antes las amenazas constantes de una
oposición que no dudaba en recurrir a la conspiración golpista (septiembre de
1951) los atentados (abril de 1953) o como sucedería finalmente al bombardeo
(junio de 1955) y el golpe de estado (septiembre de 1955).

Perón y las reinas del trabajo


Perón solía participar de reuniones y eventos de esparcimiento de los
trabajadores. De allí este recuerdo de quien fuera reina nacional del trabajo
1953:
“Era un tipo…si, alto. Guapetón, buen mozo, dentro de unos rasgos
que no eran lindos, bonitos. Unos rasgos muy varoniles, muy, muy
agradable en su charla. Nosotras pasamos un día que fuimos a almorzar
todas con él en Olivos. Después nos acompañó en un viaje que hicimos
en el yacht presidencial por toda la zona de Tigre. Fuimos hasta
Campana. Allá dimos una vuelta donde se abre el río, que es enorme y
de allá regresamos. Bueno, pasamos prácticamente todo el día con él,
pero muy, muy buena la actitud de él para nosotros. Respetuoso de un
montón de cosas. A mí me dijo algo que después, las mujeres de la CGT
que nos llevaban, que eran un poco las anfitrionas, me dijeron “eso te
lo dijo porque él es antiyanki”. Porque yo tenía una blusa, muy bonita,
que era como si fueran estampados trozos de diarios. Estaba el New York
Times, todo así. Entonces en un momento me dice “Muy bonita su blusa
niña”. Yo dije “gracias”. Después cuando estuvimos solas en el Hotel,
porque en el hotel estaban las madres nuestras (y nos acompañaban
a todos los lugares, pero el día ese de la Quinta de Olivos íbamos las
chicas solas) con las gobernantas estas, unas señoras mayores que nos
cuidaban, que nos acompañaban, allí me dijeron “¿qué te pareció lo
que te dijeron de la blusa?”, me dice una de ellas. “Ay (le digo) que
amable”… “Si, muy amable, eso te lo ha dicho a propósito”. Ha sido de
156 lo más sutil, porque yo no tenía la menor idea de que él estaba peleado
con los norteamericanos… Para nada…porque yo salí en Pampa y la
Del tiempo de Perón Javier Prado

vía, de acá, sin saber nada de nada”306.

157
306 Nélida Ferreyra
158
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 7
Postales de la época peronista

Hay cosas de la vida cotidiana que reflejan parte de una época. Y también
hechos, tal vez secundarios, que dan un panorama general que ayuda a entender
mejor un proceso histórico. No sólo los aspectos complejos son la clave para
entender un período histórico, sino también aquellas vivencias diarias que van
dando forma a un modo de ver el mundo, la realidad y terminan por formar
una ideología.

Vida cotidiana
Estas escenas de la vida cotidiana de las clases populares, son parte de todo
el universo social en el que se va desarrollando la Historia. Reflejan las
condiciones sociales (culturales), políticas y económicas en la que transcurren
sus vidas.
“(Mi mamá) Seguía trabajando de servicio doméstico, por hora. Pero
ya mi padrastro tenía problemas y al poco tiempo se fue a España, o
lo fueron, que sé yo. Tenía problemas políticos. No sé si era comunista
o qué (…) Me gustaba saber de todo. Y me anotaba 2 o 3 meses en un
curso, después en otro. Estaba en cocina, arte culinario. Después en
corte y confección. Danzas. A veces en danzas también iba en forma
privada. Danzas españolas. Después, ahí, tenía talleres gratis de danzas
nativas, folclore, coro de la escuela. Me gustaba de todo. El primer
grado lo hice ahí donde te dije, (calle) Rodríguez Peña. Segundo grado
lo hice en Corrientes. Tercero, que fue uno de los mejores para mi, lo
hice en la calle Senillosa. Una escuela de ahí, de donde tengo el mejor
recuerdo de mi maestra: Esther Crespi. Después si, ya los otros grados
en la calle Asamblea, en la escuela 53 o 153, hasta terminar la primaria.
La secundaria, el primer año, en el colegio Santa María de Buenos Aires,
privado. Pero bueno, un solo año hice ahí porque no andaba bien ahí, no
encajaba yo en ese ambiente porque eran media discriminadoras (…)
después la escuela de teatro de Elina Colomer, una famosa actriz. Ahí
conocí a esta artista italiana Gina Lolobrígida, que la llevó seguramente
Perón a visitar la Quinta. Ahí la vimos a ella con el General y toda
la comitiva, de cine. Ahí la conocí. Muy linda, linda actriz. (…) Las
amistades de salir no eran con las chicas de la escuela. Más vale era con
mi hermano y todas las amistades de mi hermano. Porque él era el que 159
me cuidaba. Con él iba a bailar. Y nos reuníamos con todas las amistades
de él pero generalmente se estilaba así, que el hermano llevaba a sus
hermanas y a veces la mami. Porque era familiar. (…) todas las madres
estaban sentadas así alrededor. Y las chicas bailaban. Y venían a buscar
a las chicas y si la madre permitía que salga a bailar…Era increíble,
increíble, parecía una postal. Y uno se divertía igual, no había nada que
ocultar. Se tomaban los refrescos, en ese tiempo era una naranjada. La
Bidú. La pasábamos bien (…) Nosotros éramos socios de San Lorenzo,
así que nosotros casi siempre íbamos a San Lorenzo”307.
Que los hijos de una empleada doméstica pudieran acceder a un colegio
privado, refleja el ascenso social de los trabajadores, merced al aumento de sus
ingresos. Por otra parte la discriminación social dentro de un ámbito escolar
donde predominaba la clase media da una idea del enfrentamiento social a
causa del avance los sectores postergados históricamente.

El chofer de Román Subiza, las intervenciones, Juan Duarte, un encargo


y una tienda.
Honorio Zariaga relata algunos pormenores acerca de Juan Duarte (hermano de
Evita), con quien tuvo contacto por intermedio de Román Subiza, funcionario
del gobierno. El entrevistado cuenta cómo acompañó, en carácter de asistente
y chofer, al interventor federal.
Las intervenciones tenían sus particularidades, pero en el caso de la de Córdoba
reflejaba las tensiones internas del partido triunfante, lo que provocaría
la unificación y liderazgo vertical de Perón, que en su momento tendía a
centralizar la toma de decisiones y cerrar filas detrás de un líder, pero por otro
lado sería una contra para el surgimiento de nuevas figuras y generaría en el
segundo gobierno el fortalecimiento de la burocracia partidaria: “Realizadas
las elecciones, se impuso la fórmula del Partido Laborista - Unión Cívica
Radical, Junta Renovadora, Argentino S. Auchter - Ramón Asís con 118.660
votos contra 118.477 del binomio radical (...) antes de asumir surgen
discrepancias entre los integrantes de la coalición triunfante por el reparto
de cargos en el nuevo gobierno (...) la crisis interna llevaría a los diputados
laboristas a pedirle juicio político al gobernador el 10 de junio de 1947 (...)
El gobierno nacional dispone por decreto del 13 de junio la intervención y
designa comisionado a Román Alfredo Subiza, que se hace cargo el 14 de
junio”308. Acerca de esto, Zariaga recuerda:
160
307 Elena Paiva (nacida en 1938)
308 En Historia de la Unión Cívica Radical de Córdoba, 1890 – 2000, Oscar E. Frávega, Córdoba,
Brujas, 2006, págs, 203 y 204.
Del tiempo de Perón Javier Prado

“Fui a todas las intervenciones. Yo tengo la foto hasta del avión, que
fuimos a Catamarca, primera intervención que hubo, que se nos incendió
en el aire. Bajamos abajo y lo apagaron. Después fui a la intervención
de Córdoba y fui a la intervención de Santiago del Estero309. Yo iba
como custodia del gobernador que era Subiza, porque lo nombraban
desde la casa de gobierno (nos nombraban a todos allá, para la
intervención), pero cuando llegaba a cargo el interventor, se hacía cargo
él y nos nombraba a nosotros de custodia de ellos, todo el tiempo, hasta
que él se venía. Dejaba a otro gobernador y de ahí se venía otra vez
a la casa de gobierno. Porque Subiza era primero, secretario político;
después lo pusieron en el ministerio y quedó de ministro político de la
presidencia de la Nación, y después le dio a cargo de él, el ministerio
técnico también. Tenía dos ministerios él. Yo trabajaba ahí, en la casa
de gobierno. Nos veíamos todos los días”310.
Zariaga cuenta también, de esos años, sus recuerdos de Perón y de Juan Duarte
“(¿Verlo a Perón?) Todos los días, si yo andaba ahí (…) él andaba
siempre apurado. Bajaba corriendo y se metía en la Casa de Gobierno.
No se quedaban hablando (conmigo). (Yo) con Juan Duarte si, era el
secretario. Él no era una mala persona. Yo fui la persona que llevó al
jefe de policía y a Subiza cuando se suicidó Juan Duarte. Juancito tenía
una enfermedad incurable311. Después hubo otro problema que cada uno
se arregla, que me lo contó Subiza, pero eso no se puede decir, esas son
cosas íntimas (…) Yo sé que algún problema tuvo, pero no fue que…
acá se corrió la bola de que lo habían muerto, mentira. Si yo a la mañana
temprano fui allá con el jefe de policía y Subiza, él me tenía confianza.
Cuando bajaron los otros de arriba, venía la hermana de Evita ahí, atrás.
Y yo sé todo porque lo escuché del jefe de policía que llevaba y a Subiza
que era amigo de Juan Duarte y yo sé que él se habrá puesto mal y se
suicidó. No tenía remedio”312.
El hermano de Evita estaba interesado sentimentalmente en una actriz del
momento que aparentemente no lo correspondía.
“Juan Duarte me había mandado a mi a hacer una diligencia personal
a San Clemente del Tuyú, a hablar con Elina Colomer. Y él me dio

309 Del 31 de enero al 29 de abril de 1948


310 Honorio Zariaga
311 Hacer referencia a una penosa situación física.
161
312 Zariaga
el dinero para todos los gastos. Cuando llego allá, estaban filmando
la película “El caballito criollo”, Enrique Muiño y todo el elenco.
Entonces yo me voy a hablar con ellos y pregunto de Elina Colomer, que
quería hablar con ella, que me mandaba Juan Duarte, que quería decirle
una cosa personalmente. Entonces me dijeron “no está acá”. Pero tanto
insistí que me dijeron que estaba en General Lavalle, en la estancia de
Macías, intendente de general Lavalle y que ella iba todos los días a
comprar palmeritas a la panadería de General Lavalle. Cuando llego
allá, como a las diez, viene Elina Colomer, hablo con ella. Cuando me
voy de vuelta a Buenos Aires me anuncio a Juancito. Y me pregunta qué
es lo que había dicho. Yo primero no le iba a decir que ella no estaba
nada con el elenco que él decía, pero “a mí me decís las cosas a calzón
quitado”, me dice. Entonces yo agarré y se lo tuve que decir. Entonces
hice de cuenta que le hubiera echado un balde de agua en la cabeza. Y se
me puso furioso y cuando yo le doy el vuelto que me había quedado del
dinero que me había dado para el viaje me dice “quedátelo”. Yo agarro
con eso, al otro día, me voy, del Congreso, una cuadra y media, Ciolito,
había una casa que vendía máquinas de levantar puntos de medias. Y
voy y le digo “¿cuánto vale?”, “1.800”, me dice. “No, yo tengo 900,
¿le puedo dejar 900 hasta que yo cobre el sueldo?”, “Si, ¿cómo no?”.
A los dos o tres días había cobrado el sueldo, voy a pagárselo y me
dice “tiene que traer una persona que aprenda”. Llevé a mi señora,
hice que viniera mi señora a Buenos Aires, la llevé allá. Era muy rubia
y medio pecosa, tenía el cabello de rubio, casi blanco ya. Y la ponen
en la vidriera. Le garanto que era un cajón de tomates el que estaba
aprendiendo a levantar puntos. Se amontonaba toda la gente a mirarla,
ahí. Pero a la semana aprendió. A la semana voy a retirar la máquina
y me dice Ciolito “¿por qué no se lleva unas medias para vender?”,
“me quedan 60 pesos”, yo ganaba 960 pesos y me había gastado 900
en la máquina. Y tenía, con 60 pesos, que tirar todo el mes. En ese
entonces Perón había mandado a comprar, por trueque, mercadería a los
que vendían café. Y ellos querían divisas y Perón (dijo) “no, divisas no
hay, cambio si, trueque hay, si no, no”. Y nos quedamos casi dos años
sin tomar café, tomábamos mate cocido. Así que yo me iba a la casa de
gobierno en la mañana que tomábamos mate cocido con leche, minutos
antes de irme a las doce y en la noche me tomaba una infusión con
162 cualquier cosita barata para pasar el mes. Y Ciolito me dice “llévense
200 pesos en medias, me los paga el mes que viene”. Entonces se fue
Del tiempo de Perón Javier Prado

mi señora a San Nicolás, con la máquina y con las medias que me había
dado. Cuando vengo el sábado a San Nicolás, las había vendido todas.
Cuando murió Subiza yo renuncié y listo. Me vine acá a mi casa y ya
estaba formadita la tiendita”313.
Juan Duarte se suicidó el 9 de abril de 1953.

Ahijado del presidente


En nuestro país, es una costumbre que el séptimo hijo varón sea ahijado del
presidente. Más allá de que esto no modifica mucho la vida posterior del
ahijado, representa un punto saliente para la memoria popular. Y tal vez, las
modificaciones traspasan el plano material y se suman al bagaje mental, a la
memoria y a la conformación de las ideas.
“Está hablando con un séptimo hijo varón ahijado del presidente (…)
Yo tengo el recuerdo y tengo el nombre que Perón pidió que me pongan
a mí: mi papá me puso Juan o sea que yo soy Juan Saúl Antonio. Y
tengo la medalla (…) Perón quería que yo estudiara algo importante,
Perón le pedía a papá… que él pagaba todo. Le ofrecía cosas a papá
también, que mi papá no pudo contestar. Le ofreció un campo en Santa
Fé. Mi papá fue ferroviario. Perón le dijo a papá qué quería y papá le
pidió (empleo en) el ferrocarril, porque en ese momento era el boom.
Estaba el ramal acá en (El) Maitén así que papá le pidió trabajo en el
ferrocarril (…) Perón le ofreció a papá un campo en Cholila, en la zona
y papá era corto en esos tiempos, como todos, yo lo justifico a papá
porque es como si hoy me dicen como ahijado de Perón “¿querés irte a
Alaska?”. Entonces a papá le decía “Santa Fe” y hacé de cuenta que le
decías la Luna. Papá fue un tipo honesto, nunca le gustó el abuso. Nos
crió humildemente, en la casa nos pudo haber faltado ropa, pero comida
jamás. (Perón) Le daba el camión, le daba el campo, lo que quisiera…
Papá le pidió el ferrocarril. Yo lo que me acuerdo es las camas: 7 camas,
7 colchones que hasta después de grandes los tuvimos. Y para navidad,
año nuevo, y para mi cumpleaños y para reyes, yo recibía un correo, que
teníamos a dos kilómetros (el correo del pueblo, que era muy chiquito)
y yo iba en carro con bueyes a buscar los juguetes. Y para navidad
venía una caja grande donde venía sidra, pan dulce, confites y todo eso
(…) Yo soy nacido en Epuyén. Me contaba un señor comandante de
Gendarmería que hubo una fiesta de tres días. El día viernes mandaron
un representante de Perón. Vinieron los gendarmes que lo escoltaron de 163

313 Honorio Zariaga


acá hasta allá. Y que en la fiesta tiraban monedas. Lo que me contaron
es que se hizo una fiesta inmensa. Perón mandó plata para que tres
días estuvieran de fiesta: viernes, sábado y domingo. Los gendarmes
volvieron el lunes, tal es así que les llamaron la atención. Me decía
siempre “yo tengo dos arrestos en mi trayectoria militar, fueron en el
día de tu bautismo” (…) tuvimos un problema con un hermano, que
quedó sordo. Tuvo un ataque de meningitis y se ha hecho piedra en el
oído y papá le escribió a Perón a ver si le podía dar una mano y Perón
le dijo que si, que lo mandaba a Buenos Aires, que lo iba a poner en un
instituto con un asistente y todo por él y bueno y le dio el nombre de
Marta Marcusán; era la representante, en ese instituto, de mi hermano.
Y estuvo 6 años ahí en ese instituto en donde aprendió muchas cosas.
Si bien es cierto que quedó sordo, aprendió: le enseñaron a pintar, y
después se desenvolvió en la vida hasta los 70 años cuando murió. Y
se desenvolvió con pintura, zapateo, aprendió tres o cuatro oficios”314.

1950, año del Libertador


El peronismo se formó como un gran movimiento de masas, pero multiclasista.
Para dar cohesión a los diversos grupos que lo integraban era necesario
encontrar puntos de “unión”, de contacto, que fueran comprendidos y
aceptados por todos aquellos que estaban dentro del amplio espacio peronista.
Así como se hablaba de unidad (aparentemente por encima de las clases
sociales) era necesario que eso se materializara acortando las diferencias
sociales y económicas entre el sector del trabajo y las clases más pudientes.
Una forma de lograrlo era (no sólo desde lo simbólico sino desde lo concreto)
poner al alcance de los trabajadores elementos culturales, políticos y sociales
que anteriormente les habían estado vedados.
“Recuerdo que en el año 1950 había que encabezar los cuadernos,
recibos, cheques y todo documento con la frase “Año del Libertador
General José de San Martín” (…) Con referencia a la radio todos
los domingos se escuchaba al mediodía la audición de Jabón Federal
donde pasaban los artistas de moda por ejemplo: Nicola Paone315, un
italiano que cantaba a la colectividad que en gran cantidad había elegido
Argentina huyendo del hambre de la guerra (…) había un anfiteatro a
314 Saúl A. Silva (nacido en 1948)
164 315 El 1 de Mayo de 1954 cantó frente a una multitud en la avenida 9 de julio. Pero tras la caída de Perón,
la “libertadora” lo prohibió. Volvió a la Argentina en 1996, a los 81 años. Escribió: “Para ir al paraíso,
desde la Argentina es más corto el camino” (Clarín, 28/11/1996)
Del tiempo de Perón Javier Prado

cielo abierto en el parque Centenario (centro geográfico de la capital) que


funcionaba todos los veranos donde se daba ópera, ballet y conciertos
de orquestas nacionales e internacionales. Mis padres no se perdían
nada. Ahí vi a Tito Schippa, el máximo tenor del momento, conciertos
de la sinfónica nacional, la orquesta nacional del tango dirigida por el
entonces joven Mariano Mores, etcétera, etcétera. Estos espectáculos
duraban hasta la madrugada y era seguido por un público numeroso,
ya que el lugar era muy amplio, con todas las comodidades y acústica
adecuadas y en medio de la frondosa arboleda de ese parque hoy casi
en extinción. ¡Este anfiteatro fue demolido en 1955! (…) ¿Carnavales?
en los barrios se jugaba con agua hasta las 17 horas, más o menos, se
jugaba es una forma de decir: el que pasaba por la cuadra que había
chicos (y no tanto) un buen baldazo ligaba, esto hacía que muchas veces
terminara con denuncias policiales por excesos, digamos. Luego venía el
momento del disfraz, que las mujeres lucían mas coquetas (“princesas”,
“dama antigua”, “españolas”, etcétera) y los varones el clásico “indio”,
“bebote” o “cowboy”. También se formaban murgas callejeras que con
algún instrumento y tachos cantaban estribillos picantes y se pasaba la
gorra. Existían famosas comparsas con muchos integrantes que actuaban
en los corsos barriales donde también desfilaban gente disfrazada de
toda edad y competían por premios. Los mayores que se tapaban la cara
para el disfraz debían exhibir un permiso que daban en las comisarías
así como lo que hoy serían travestidos y el “oso carolina”, ya que toda
agrupación importante llevaba un tipo disfrazado de “oso carolina”
llevado con una cadena por otro vestido de “explorador”. Entrada la
noche se bailaba en los clubes como San Lorenzo, Comunicaciones,
Vélez o en salones como La Argentina, Luna Park. La importancia
estaba dada por los números vivos o las selectas grabaciones, como
se decía, en los barrios. Los disfraces se alquilaban en Casa Lamota,
“donde se viste Carlota”, era el slogan, una tienda enorme que estaba
en la calle Mitre, a la altura de Congreso, a una cuadra de la Iglesia
de La Piedad (…) En ocasión que paseaba por la calle Florida con mi
madre, nos encontramos con una caravana que seguía un camión donde
llevaban a Pascual Pérez, que regresaba de consagrarse Campeón del
Mundo en Peso Mosca la multitud cantaba: “¡Pascualito Pérez, eres un
campeón, en la nueva Argentina de Perón!””316.
165

316 Ezio Paronzini


Salidas, diversiones, la radio
“Al cine íbamos a la tarde, una vez con una amiga, así al matiné,
que le decían, nada más. Y después los carnavales, a mi me gustó
siempre bailar, porque mi papá me enseñó de chica a bailar. Ahí, en los
carnavales, íbamos a bailar a los clubes de los barrios y me acompañaba
mi abuela. Claro, iban ahí acompañados de la familia (…) en esa época.
El tango, el pasodoble, el vals, la milonga. Después empezó a empezar
las cumbias. Yo a los 19 años me casé. (…) Los jóvenes iban todos de
traje. Y las chicas muy bien vestidas, con vestidos muy lindos, algunas
llevaban sombrero y todo. Usted no sabe la cantidad de ropa que yo
aprendí a coser. Porque me eduqué en la escuela de monjas y ahí me
enseñaron a coser, a bordar, todo (…) Era como si fuera un colegio
grande, en Castelar, pero no recuerdo la calle, porque eran tantas las
casas quintas que había. Nosotros teníamos una casa quinta también
muy grande, que yo tengo un recuerdo tan lindo de mi casa, sobre la
calle que iba al aeródromo. Paraban los aviones en Castelar (…) Mi
papá trabajaba en una fábrica de armas. Fabricaban las pistolas 45 para
los agentes y mi mamá lavandera en casa de familia”317.

La radio fue el más importante medio de comunicación hasta la llegada de


la televisión. La programación de las emisoras ofrecía radioteatros, música e
informativos. Fue un importante vehículo de propaganda y de difusión de las
obras de gobierno durante el peronismo.
“En mi casa en Bahía mi hermano conserva una radio, que nosotros
escuchábamos las peleas de Joe Walcott, de Joe Louis, acá en Esquel…
¡peleas en Norteamérica! Y nos mandábamos “la película”: “le pegó
acá, le pegó acá”… Esas radios ovaladitas”318.

166 317 María Angélica Senra


318 Víctor Pérez
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 8
La oposición y la caída del peronismo

Desde que nació, el peronismo sufrió la fuerte oposición de lo clásicos enemigos


de las mayorías. Los grandes grupos económicos, los sectores de ingresos más
altos, la mayoría de la “intelectualidad”, los grupos mediáticos y los líderes
de los partidos tradicionales, se manifestaron en contra de esta expresión
popular. Pero además, muchas veces se pusieron en contra del peronismo
sectores de la clase media que resistían al avance de los sectores sociales
populares (a pesar de haber sido beneficiados por las políticas económicas
del período). Y, finalmente, también se manifestaron opuestos al peronismo
sectores que el peronismo alejó de si con sus propios errores (presión para
afiliarse, propaganda excesiva y otras torpezas políticas que le restaron antes
de sumarle). De todas formas, los errores políticos de aquellos años (1945/55)
no pueden compararse con el grado de perversidad de los crímenes cometidos
por los “libertadores” que a partir del 16 de junio de 1955, bombardearon la
Plaza de Mayo, y luego del golpe de estado, proscribieron a las mayorías,
fusilaron a los militantes, prohibieron el nombre del ex presidente y de su
esposa, la marcha partidaria, sus imágenes y toda expresión que recordara
al partido caído. De manera que el peronismo cometió errores, propios del
burocratismo que suele crecer alrededor de todas las instituciones y de todos
los movimientos políticos; pero bautizar plazas y calles con el nombre de
Perón no es tan grave como ametrallar al pueblo trabajador.
La oposición al gobierno (radicales, socialistas, comunistas, conservadores
y demócratas cristianos y parte del nacionalismo católico), incapaz de
ganarse el favor de las masas y de elaborar un proyecto superior, optó por
la fuerza para hacerse del gobierno. Dentro del arco opositor se destacaba
la Iglesia, acompañada de las patronales del campo, el diario La Nación, la
intelectualidad antipopular y el sector antinacional de las fuerzas armadas. A
esto se sumó el apoyo exterior brindado por las potencias imperialistas que
saludaron inmediatamente la caída del gobierno democrático.
Las relaciones con la oposición siempre fueron tensas. El enfrentamiento
ideológico se daba no solo en la vía institucional, sino en las cosas cotidianas
a nivel popular. En este trabajo dejo plasmados los recuerdos de quienes
vivieron aquellos momentos y que hacen referencia a los enfrentamientos
políticos y a los hechos más graves que perduraron en sus memorias.
167
Las rencillas locales
En la provincia del Chubut uno de los más destacados periodistas fue Luis
Feldman Josín, docente y director del diario Esquel de esa ciudad y del diario
Jornada (desde 1954) en Trelew. Feldman fue opositor al peronismo a tal
punto que celebró desde sus medios la caída del peronismo en 1955. Este
testimonio refleja las tensiones de la época:
“Yo trabajé con Feldman Josin, del diario Esquel…era medio contra el
peronismo…Las historias que yo sé. Acá en Esquel había un peronista
en la época, de apellido Quintana. Él y la señora trabajaban en el
hospital de Esquel. Y en una de tantas campañas políticas (como ahora)
le embadurnaron de caca el frente…que años...Que historia”319.
Feldman, tras el golpe de Estado que derrocó al gobierno democrático de
Perón, escribió en su diario: “Mi actividad periodística contra el régimen,
originó ataques contra el diario Esquel. Dos veces fueron rotas las vidrieras
(...) Esquel y Jornada, son órganos que no usaron jamás una sola palabra
ofensiva o hiriente para el catolicismo, en la trágica campaña de junio y
brindaron sus columnas al arzobispado y al clero de la región (...) Estoy muy
satisfecho del triunfo de las fuerzas morales”320. “Una jornada de júbilo vivió
ayer el pueblo de Trelew, que puede decirse se volcó íntegramente en la plaza
Independencia, para saludar alborozado y entusiasta el retorno de la libertad
y la paz, que durante tantos años estuvieron conculcadas y agraviadas por un
sistema que pretendía erigirse en custodio de la nacionalidad y que mediante
el despliegue de armas arteras y de una estructura basada en la sumisión y la
humillación, no hacía sino intentar destruir el alma argentina y sus más caras
tradiciones de integridad moral”321.
En otro trabajo anterior me ocupé de las manifestaciones de antiperonismo
en este tono, pero no puedo dejar de señalar algunas expresiones de este tipo,
para dar al menos una idea del sector social que apoyó a las dictaduras de
Lonardi y Aramburu, autodenominadas “revolución libertadora”. Y así, por
ejemplo, se manifestaba quien luego sería un reconocido docente de nuestra
zona y que por aquellos tiempos contaba con 29 años de edad. “La Revolución
del 16 de septiembre, iluminó la realidad argentina. A la luz de sus principios
-los eternos principios de los hombres libres- miramos hoy a los docentes.
Todos aquellos que por convicción o por obligación genuflexa, convirtieron la

319 Víctor Pérez


168 320 Luis Feldman Josin, Jornada, 24/9/1955, p.2
321 Jornada, 24/9/1955, 9.2
Del tiempo de Perón Javier Prado

escuela una tribuna servil de proselitismo político, han perdido su autoridad


de maestros. En la hora de la disyuntiva, unos sacrificaron los principios
pedagógicos a finalidades morbosas; otros, consintieron que a la conciencia
del maestro se le asignara el miserable valor de unos pesos mensuales. Sin
decir nada de aquellos -y son muchos- que usaron la delación como arma
infame de afianzamiento. Y de los que comerciaron con su profesión o al
amparo de la misma. ¿Cómo pueden esperar hoy confianza de sus alumnos
quienes-si algo les quedó de dignidad al cabo de claudicaciones- deben
confesarles que los han estado engañando durante tantos años? Se ha
abusado de la niñez, porque se la vio indefensa. Se buscó postrarla ante falsos
ídolos de mediocridad que, ahora ven desplomarse junto con el culto que se
les tributara”322. Los sectores medios se agitaban a favor de las formalidades
de la democracia, pero negaban el profundo proceso de incorporación social
y política que sumaba al mercado laboral y al mercado de consumo a amplios
sectores de la población.

El intento de golpe de Menéndez (1951)


En 1951 el general Benjamín Menéndez hace una intentona militar para
derrocar al gobierno de Perón. Sin embargo, las mayoría de las fuerzas se
mantienen leales a la constitución y al gobierno. Además de Menéndez, estaba
implicado en el intento de golpe un tal Lanusse, quien años más tarde sería
presidente de facto.
“Y después me tocó en septiembre, no me acuerdo que día, que hubo un
golpe de estado. Nosotros estábamos en instrucción en Campo de Mayo
y nos llevaron. Ya nos sospechábamos cuando íbamos, nos llevaban
de un solo trote, como tres horas trotando. De Campo de Mayo hasta
el Regimiento. Nos dijeron que había un acto: mentiras, era un golpe
de Estado contra Perón. Así que ahí fuimos. Yo estuve una semana sin
sacarme el uniforme. Durmiendo arriba de la casa de gobierno, con
una mantita (…) era para defender a Perón porque (era) regimiento de
(Granaderos). Querían tomar la casa de Gobierno. Colgado el fusil,
cuando nos tocaba dormirnos, pocos dormíamos. El Regimiento tenía
mucho, mucho guardia. Pero esa vez estuvimos una semana. Una
semana con una mantita, nos daban de comer, nos atendían bien. Tenía
que estar parado. No hubo bombardeos contra la casa de gobierno.
169
322 Virgilio Zampini, carta del lector, Jornada, 3/1/1956, p. 4 y 5
Andaban los aviones y qué se yo, un despelote”323.
“hubo una intentona militar contra Perón, “se levantó Campo de
Mayo”, decía la gente. Es decir, salían los tanques de Campo de Mayo
y bajaban hasta la avenida Rivadavia a la altura de Ramos Mejía y de
ahí encaraban hasta la Plaza de Mayo. Ese año el tanque que iba a la
cabeza, con el general Menéndez, palmó en Ramos Mejía, y los milicos
recurrieron a un taller mecánico y lo obligaron a  repararlo, siguiendo
viaje a la nada porque el golpe fue abortado pero, aquí la anécdota, el
taller paso a llamarse “El Tanquecito” y funcionó hasta hace unos años
en que el progreso se lo llevó”324
“Yo el día anterior había estado en una reunión ahí cuando pasó el
golpe (intento de 1951)…que nos habían llamado a las mujeres para
hablar sobre política. Porque teníamos reuniones cada quince días. Nos
juntábamos con la señora en la Quinta de Olivos o en la Secretaría de
Trabajo o algo así”325.
A raíz de este intento de golpe, Evita tuvo la intención de armar a los
trabajadores a través de la C.G.T., pero encontró oposición dentro del ejército.

En la cámara de diputados (1952-1954)


En la cámara de diputados de la Nación los enfrentamientos entre oficialistas
y opositores eran de mucha intensidad. El Peronismo tenía amplia mayoría en
las cámaras:
“(¿La relación con la oposición?) Bastante bien, porque eran poquitos y
como yo no soy de pelear. Yo pertenecía a la Comisión de Presupuesto y
Hacienda en la Cámara Diputados y me acuerdo que un día el diputado
Fassi, radical, me dijo: “señorita diputada, usted nunca nos pelea” y le
digo “porque no es mi estilo, pelearlo”. Porque había compañeros que
empezaban a gritar, pero a mí no (me gusta)…Yo respetaba a cada uno,
tuviera las ideas que tenga…Y él me decía “Usted no nos grita”…”326.
Al asumir sus bancas en 1946, los diputados peronistas de extracción obrera
sufrían los embates y las burlas de los avezados profesionales de la política:
radicales y conservadores. De todas formas, aun dentro del duro combate
político en las cámaras, había espacios para la convivencia:
“El Parlamento era una cosa muy seria y la relación que había entre el
oficialismo de aquella época (estaba Benítez, al frente de la Cámara
170 323 Vicente Accorinti
324 Ezio R. Paronzini
325 Gerónima Ramos
326 María U. Tejada
Del tiempo de Perón Javier Prado

estaba el doctor Mielasquía, presidente del bloque), la relación con la


oposición era muy correcta. O sea, lo que se hace siempre: se discute
en el recinto, pero después en el pasillo se habla como amigo, esa es la
realidad”327.

Los primeros atentados en la Plaza de Mayo (1953)


“Año 1953: hablaba el General a una plaza colmada cuando explota
una bomba en la boca del subte y luego sincronizadamente otras dos
causando muertos y heridos...Perón calla por un momento y exclama:
“¡nos quieren asustar con cohetes, compañeros!” El pueblo ruge
pidiendo: “¡¡leña...leña...!!” Perón responde: “¿Uds. me piden leña?,
¿porque no empiezan Uds.?” la gente no perdonó: Sociedad rural,
Casa radical, Casa del pueblo. Recuerdo nítidamente porque estábamos
todos escuchando el discurso y quedamos ¡alarmados al escuchar las
explosiones por la radio! El jefe de este grupo terrorista fue años mas
tarde secretario de guerra de Alfonsín, no puedo precisar el nombre,
era ingeniero328, pero si recuerdo que siendo funcionario apareció
misteriosamente ahogado en su pileta de natación en un hecho que la
historia aun no dilucidó”329.
Uno de los responsables de esos atentados fue Roque Carranza (futuro
ministro de Alfonsín), junto a otros grupos que más adelante serían parte de
los Comandos Civiles antiperonistas. Tras esos atentados (abril de 1953) una
parte de la multitud que se había congregado en Plaza de Mayo para escuchar
al presidente, se dirigió al Jockey Club e incendió el establecimiento. “A
las 17.45, aproximadamente, y en momentos en que el pueblo escuchaba la
palabra de su líder, se sintió una fuerte explosión, proveniente de la calle
Hipólito Yriggoyen. Se estableció que una bomba de gran poder había sido
colocada en la confitería del Hotel Mayo, ubicado en la calle Hipólito Yrigoyen
420 (…) Escasos minutos después una segunda explosión fue localizada en el
andén correspondiente a la estación Plaza Mayo del subterráneo Línea A (…)
habiéndose comprobado como resultado de esa criminal acción el fallecimiento
de las siguientes personas: Mario Pérez, empleado de Transportes de Buenos
Aires, León David Roamux, argentino, 54 años, casado; Santa Designato
D’amico, brasileña, 84 años, 40 de residencia; Alfredo Mouché (…) y una

327 René Hechem


328 Roque Carranza
171
329 Ezio Paronzini
persona no identificada”330.
De manera que cuando se habla de la “dictadura” peronista, se oculta cuáles
fueron las armas utilizadas por los “democráticos” (radicales, comunistas,
socialistas, conservadores) para vencer al gobierno elegido por el pueblo. En
la historiografía argentina se ha hablado más de la quema del Jockey Club
que de los muertos por el atentado contra el pueblo ocurrido el mismo día.
Esto viene a confirmar que la confección de un relato histórico también es
un acto político. “Compañeros: hace apenas 15 días, la sangre generosa de
5 compañeros fue vertida en esta plaza por la mano traidora de la reacción
(…) Ellos creen que a un pueblo como este se lo puede asustar con bombitas
(...) los radicales, autores según parece de estos 5 asesinatos, han hecho su
consabida declaración, su consabido manifiesto de siempre. En él, repudian
que el pueblo les haya desocupado la covacha inmunda de sus porquerías.
También repudian que se hayan destruido otros edificios, pero se olvidan que
5 trabajadores argentinos han perdido la vida. Para nosotros, los hombres del
pueblo, vale más la vida de un trabajador que todos los edificios de Buenos
Aires”331.

Bombardeos y golpe de estado (de junio a septiembre de 1955)


“también el crimen de guerra que tuvieron esa gente cuando
bombardearon Plaza de Mayo…Casa de Gobierno. Había mucha gente
en la calle, que en ese momento iban al trabajo. (…) Salió en el diario,
mucha gente muerta”332.
Entre el 11 y el 16 de junio de 1955 se hace un nuevo movimiento desestabilizador
y segundo intento de golpe de estado. La Iglesia logró nuclear a su alrededor a
buena parte de la oposición (de la que era parte). Envolviéndose en la bandera
de la “libertad” y adornada con excusas “morales”, se volcó decididamente al
golpe de Estado. Su misión fue crear el clima pre golpista. El 11 de ese mes, la
Iglesia lleva adelante la celebración de Corpus Christi, que tarda poco y nada
en transformarse en una marcha opositora al gobierno. La cúpula eclesiástica
era el ariete de la oligarquía:
“Y siempre contra el obrero. Por eso yo digo “los ricos no pueden ver
que un pobre levante la oreja, para pisársela”…Yo tenía un dicho muy
mío “cuando nosotros los piojos seamos muchos, los vamos a pasar

330 El Órden, 16/04/1953


172 331 Perón, diario El Litoral, 2/5/1953
332 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

por encima”. Y se está dando”333.


Aparece quemada una bandera argentina y se entonan cánticos contrarios al
gobierno. Pocos días después, el 16, cuando desde el gobierno se organiza un
acto de desagravio a la bandera con paso de aviones por el cielo de Buenos
Aires, se desata el intento golpista. Aviones de la Marina bombardean el
centro de Buenos Aires, intentando matar a Perón primero y ametrallando a la
población, luego.
“(Desde el) Frigorífico Almagro. (…) fuimos nosotros, con los pibes.
(Tenía) 18 o 19 años (…) porque fue rápido eso. Es decir en aquellos
años, no me acuerdo como se llamaba el de la C.G.T., (…) los llamó a
todos ahí y nos dijo que vayamos a Plaza de Mayo. Y ahí, claro, todo
el mundo se volcó a Plaza de Mayo. Y fue un desastre, fue un desastre.
Fue triste ver todo eso. Y era el mismo avión, que dio dos o tres vueltas
ahí y chau. (…) Nadie se esperaba que pase lo que pasó”334.
El criminal ataque sorprendió a peatones y trabajadores en sus tareas
cotidianas. Los pilotos y sus aviones huyeron al Uruguay ante el fracaso del
intento, pero antes de cruzar el río volvieron para arrojar sus bombas sobre el
centro de Buenos Aires.
Los leales lograron vencer a los sediciosos. La mayor parte del Ejército se
mantuvo leal a Perón, pero en la Marina (y el sector más reaccionario del
Ejército) ya se habían formado grupos antiperonistas decididos al golpe. La
masacre de cientos de civiles no merece sin embargo muchas líneas en los
libros de algunos historiadores consagrados.
“De la etapa de mi niñez quedan recuerdos de las barras esquineras de los
varones, las fogatas de San Pedro y San Pablo, las interminables tardes de
jugar a la pelota en la calle empedrada de Hipólito Yrigoyen al 4000 (es
paralela a Avenida Rivadavia) y que cuando alguien cruzaba se gritaba:
“gente, gente” o “auto, auto” o “tranvía, tranvía” y cada jugador se
quedaba parado donde estaba hasta que el inconveniente  pasaba. Era
tal el fanatismo que hasta en aquel mediodía de 16 de junio de 1955,
trágico, funesto, la barra jugó un desafío contra otros chicos de otro
barrio mientras a 40 cuadras bombardeaban sin asco la Plaza de Mayo.
Nuestras madres, que desesperadas vinieron a llevarnos, nos volvieron
a la realidad (…) Con referencia a la UES, mi hermana pertenecía a
CEDIE (Centro Estudiantes de Institutos Especializados) que nucleaba

333 Víctor Pérez


173
334 Ángel Paiva (nacido en 1935)
a los estudiantes de Bellas Artes y los Conservatorios de Música y esa
noche del 16 de junio salieron a pintar paredes con la consigna “CEDIE
con Perón”. Mí madre la quería matar a mi hermana porque se había
ido esa noche a hacer política”335.
“Mi esposo era reperonista. Él cuando hubo una revolución (se le decía
en ese momento) antes que cayera Perón, trabajaba en una fábrica de
licores, los llevaron a todos los obreros con camiones a la Plaza de
Mayo (…) Él volvió después. Mire, llegó a mi casa…de las 6 de la
mañana que se había ido, llegó a las 10 de la noche. Todo mojado (antes
los hombres iban a trabajar de traje, después se cambiaban en la fábrica)
y sin zapatos, sin los botones del saco, porque se había metido debajo
de un coche. Había un grupo de gente que no me acuerdo el nombre que
tenían, que tenían un brazalete que los identificaba y él, cuando vio eso,
agarró y se metió abajo del auto”336.
Ya en ese momento operaban grupos de civiles antiperonistas que daban apoyo
a los militares sediciosos. Pero el intento golpista no solo tuvo repercusión en
la capital. La noticia corrió rápidamente a todas las provincias. En Tucumán,
donde en 1945 había nacido el movimiento que liberó a Perón, inmediatamente
los obreros quisieron manifestar su lealtad al presidente:
“cuando va a caer Perón, la primera intentona que hacen de matarlo a
Perón en el año ‘55, junio del ‘55, en la masacre de Plaza de Mayo, el
bombardeo de la casa de gobierno que quieren liquidar a Perón, los de la
Marina, nosotros salimos a hacer un desagravio a favor de Perón, unos
3.500, 4.000 obreros de talleres de Tafí Viejo salen en el tren obrero que
traía a la gente, los rebeldes como le decíamos nosotros. Nos tomamos
el tren ese de Tafí Viejo a Tucumán a hacer el desagravio a Perón.
Lamentablemente, arriba del coche, se situaron varios obreros ahí,
chicos jóvenes que iban parados arriba del techo del coche. Llegamos
a Tucumán, a la ciudad, nadie se percata de que había un cable de trole
que cortaba por encima de las vías a 70 centímetros de altura más alto
que los coches. Cuando se dan cuenta, que arranca de la parada que se
llamaba Apeadero Muñecas, arranca el tren para la estación del Barro,
se dan cuenta algunos del cable ese que iba a ejecutar a todos los chicos
que iban arriba del coche y gritaban “el cable, el cable”. Y los primeros
que tratan de esquivarlo al cable quieren pasar parados arriba del coche,
se agachan para pasar por abajo del cable, porque el tren iba en marcha
174
335 Ezio R. Paronzini
336 María Angélica Senra
Del tiempo de Perón Javier Prado

y le corta la cabeza libre el cable. Murieron siete, cinco de Tafí Viejo y


dos de la ciudad. Yo subí a ayudarlo a uno de ellos, pedí una escalera
a un vecino de ahí que nos ayudaron, colaboraron para poder sacarlos
de ahí a los que habían quedado arriba del coche. Otro al que lo ha
chicoteado el cable de la corriente lo ha dejado tarado, a otro que lo
han dado por muerto. Había que bajarlos de arriba de los coches porque
habían quedado ahí. Yo bajé a uno casualmente, un muchacho de
apellido X que le había cortado, le hizo un muñón en la rodilla derecha.
Lo puse sobre el hombro y lo bajé con la ayuda de otros dos más por
la escalera para llevarlo al policlínico ferroviario. Así que me quedó
la sangre. Ya le digo, eran más de 60 los heridos. Entre los muertos y
heridos eran más de 60. Hasta que cortaron la corriente del cable. Esa
es una de las desdichas más grandes que hay. Casualmente los pobres
iban gritando “la vida por Perón, la vida por Perón” y dieron la vida
por Perón. Aquí hay un monolito, que Pino Solanas lo ha filmado para
la película “La estación”. Esta filmado en el cementerio de Tafí Viejo y
en la Estación de Tafí Viejo, con los nombres de los 7 que se inmolaron
en el acto de desagravio a Perón. Esa es una de las cosas tristes que hay
que contar”337.
El intento golpista de junio de 1955 dejó cerca de 400 muertos civiles. Perón
abrió una especie de tregua. Hubo cambios en su gabinete y se adoptó una
postura conciliadora hacia la oposición. Sin embargo el gesto fue entendido
como un paso atrás del gobierno. La oposición buscaba alejar a Perón del
poder como fuera. Las motivaciones del golpe era políticas y económicas,
es decir: en contra de las políticas económicas y sociales del gobierno y para
producir una restauración conservadora, volviendo el reloj de la historia hacia
atrás, a antes de 1943. Derrocar a Perón era el primer paso para retornar al
conservadorismo político y al liberalismo económico, enajenando el producto
del trabajo argentino a manos del imperialismo.

175
337 H. R. Romero Cruz
176
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 9
Caída del peronismo. Represión y resistencia

Tres meses después del bombardeo, el 16 de septiembre de 1955, se sublevó


el general Lonardi (ultracatólico) dando inició al golpe de Estado que derrocó
a Perón.
“Mi esposo fue profesor de historia. Viene de la alianza338, era rosista,
profesor. Fue echado de la cátedra, ambos perseguidos, los dos. Y nos
dejaron cesantes. Mi esposo: cesante, y como justificativo escribieron
que profesaba el “revisionismo histórico” en la cátedra. Son cosas de
la vida”339.
Se desata una feroz persecución antiperonista. La mentalidad estrecha de
los golpistas los llevaba a pensar que proscribiendo al partido mayoritario,
destruyendo sus monumentos y prohibiendo su nombre, el pueblo olvidaría a
Perón y al peronismo. Ese pensamiento revelaba las características del grupo
golpista que desconfiaba absolutamente del pueblo y lo menospreciaba:
“Todo lo del Dique, que se hizo para acá, fue en la época de Perón. Yo viví
en Gaiman, hasta que con la “revolución libertadora”, cayó el peronismo
y yo me vine a Trelew. Ya me habían echado de Agua y Energía, entonces
me dediqué a trabajar en seguros, en Gaiman. (Fui despedido) por las ideas
peronistas que tenía. Lo que pasa es que después cambió la política. El
peronismo tuvo que rajar. Cuando vino la “libertadora” me rajan. Claro, si
estaba de secretario de una Unidad Básica (…) Me limpiaron. Vi que por
acá pasaba el busto de Evita atado en una chata por esta, por la calle San
Martín, que estaba en el pasaje de la Floridita. Lo sacaron y lo ataron del
cogote el busto y lo arrastraban por todo Trelew. Era el envenenamiento
que había.¿Quiénes eran los que hacían eso? Más bien radicales. No todos,
pero... La revolución libertadora era manejada por los militares”340.
Escenas como esta se repitieron por todo el país:
“Talleres Tafí Viejo puso un busto de Evita, que lo han enlazado y lo
han tirado para abajo. Sacaban los nombres de las calles que había, por

338 Se refiere a la Alianza Libertadora Nacionalista, grupo de derecha formado principalmente en Buenos
Aires en 1935, que se plegó al peronismo en los comienzos y que mantuvo una relación tensa con Perón,
ya que muchos de sus miembros se oponían al carácter “socializante” de Perón en política obrera, más
allá de coincidencias respecto de la política exterior y económica. En 1955 reconocidos personajes del
nacionalismo apoyaron a la Iglesia católica y al golpe.
339 Idalia
177
340 Romualdo Cobo
ejemplo: Avenida Perón, Avenida Eva Duarte de Perón, les sacaban
los carteles y los tiraban para abajo. Eso hacían los “libertadores”.
Nosotros les llamábamos los gorilas. Era el gorilaje envenenado. Era
una pelea, porque la pelea no solamente contra el ejército, sino contra
estos tipos “libertadores” que tratan siempre de “liberar” a la patria y la
hunden más”341.
Los trabajadores fueron los primeros en sufrir las consecuencias del golpe de
Estado:
“con la caída de Perón después medio que ya no nos renovaban el
contrato de alquiler, todo era a la fuerza”342.
Durante el gobierno peronista los alquileres estuvieron congelados y regidos
por leyes que protegían al inquilino. Pero una vez que se produjo el golpe de
Estado, los propietarios encontraron vía libre para aumentar los alquileres y
echar a la calle a los inquilinos.
La política de “desperonización” consistía en la persecución política contra
obreros y militantes peronistas:
“fue más o menos como en todos lados. Los “contreras” salían a
festejar, con banderas y todas esas cosas (…) Los radicales estaban
muy contentos, seguro (…) Nosotros desde ya no. Los que éramos
de la primera hora (…) Lo que pasaba es que, usted habrá escuchado
bastante esas historias, los gorilas, los radicales iban a golpear las
puertas de los cuarteles y ahí convencían a algún general y bueno…
“había que echarlo a Perón” o “había que armar la revolución” y esa
era la contra que tenía”343.
El fuerte revanchismo dejó sin trabajo a cientos de maestros que habían
trabajado durante el gobierno de Perón.
“después ya vino la “revolución libertadora”, el golpe militar que a
todas las maestras peronistas nos quitaron el cargo. A todas. Quedamos
afuera. Me hicieron sumarios, me hicieron un montón de cosas y me
dejaron afuera de mi cargo casi dos años, sin cobrar un peso. Pero yo
era tan conocida aquí en La Banda que armé una escuela particular.
Tenía muchísimos alumnos desde la mañana hasta la noche. Con eso
subsistí los dos años que me quitó la “revolución libertadora”344.

341 H. R. Romero Cruz


342 Elena Paiva
178 343 Harold Evans
344 Olga Montenegro
Del tiempo de Perón Javier Prado

“Cuando viene la época mala yo ya había terminado mi gestión


allá (Santa Cruz), porque ya se había terminado la línea y yo me
había reintegrado a mi ferrocarril de origen, en Santa Fe. Ferrocarril
Belgrano. Entonces ¿qué pasó? Lo primero que pasó: el castigo. Como
nosotros habíamos trabajado, ¿no es cierto? Para nuestro movimiento,
entonces… me echaron...”345.
En la provincia de Buenos Aires, como en todo el país, la persecución era
abrumadora:
“Una fuerte actitud revanchista. A pesar de que era un pueblo donde
todos nos conocemos, y todo eso, entraron a las Unidades Básicas,
nos tiraron los papeles a la calle, unas cosas que eran de Evita, unos
bustos de Evita, es decir…hubo una actividad fuertemente revanchista.
Después investigaban. Hicieron ir a un intendente que murió tan pobre,
como vivió toda su vida, que era intendente peronista, lo hacían ir. Lo
citaba la Comisión investigadora. Yo que había sido presidente de un
centro de estudiantes secundarios y estaba en La Plata, me llamaban
para declarar, no sé por qué cosa (…) después en el ‘55 cuando cae
Perón, iba a la cárcel a visitar a los presos políticos, me daban los
nombres ellos, de los que había que pasar habeas corpus…Desde
distintos lugares estuve siempre, porque mi familia toda era peronista,
mis hermanos, todos (...) cuando llega el golpe de estado yo ya estaba
en La Plata. Pero teníamos mucho contacto porque estábamos en un
lugar político, que era la cámara de diputados. Había ido a estudiar y
trabajar ahí. Entre algunos presos políticos de aquella época, llegó un
hijo de Marín, que tenía un periódico aquí (en General Arenales) y lo
detuvieron. Yo lo fui a visitar a Olmos. Pero además visitaba a algunos
políticos de La Plata que estaban en ese lugar, presos. Iba a la cárcel
donde estaba el grupo de los políticos. Yo en esa época debía andar
por los 20 años, y ellos me daban la nómina de los que habían entrado,
a los detenidos que los iban incorporando y hacían una listita que yo
me la ponía en el puño de la camisa y creo que yo se la entregaba a un
diputado Mariaezcurrena o algo así de La Plata y a un señor Jubile, de
La Plata, un señor Matiu también de La Plata que había estado con la
Alianza Libertadora nacionalista, todos esos”346.
Las cárceles se poblaron de trabajadores peronistas. Todo era la antesala de

345 EP
179
346 Carlos Ferreyra
la feroz represión que se intensificará en junio de 1956 con los fusilamientos,
pero de la que ya había habido muestras con los bombardeos.
“En los primeros meses del ‘55, el gobierno peronista de aquel
entonces, el gobierno nacional (ya estaba Perón en la segunda época
de su gobierno) interviene Santa Fe (...) El gobernador era Cárcamo.
Intervienen la provincia porque habían tenido problemas el poder
legislativo y el poder ejecutivo (...) se hace cargo un capitán de navío
retirado (Pedro) Anzorena, de apellido y entonces el interventor por
medio de su ministro de gobierno manda los telegramas donde nos dice
que debemos hacernos cargo de la comuna y dice “carga pública”,
usted no podía decir que no (...) y en aquella época yo era docente, me
mandaron de interventor a la municipalidad de mi pueblo. Con carga
pública. Usted no ganaba nada, tenía que cumplir las dos funciones. (De
intendente) había un médico ferroviario, el doctor Ladislao Ramunno347,
que ya falleció hace mucho (...) Tuve que afrontar una situación un
poco difícil, porque él era médico de mi casa y tuve que intervenirlo.
Y él me pidió unos días para hacer el balance. Si, le otorgué los días.
Yo iba nomás y cumplía mis funciones, pero no tocaba libros ni nada.
Y resulta que duró como dos meses para que me diera los libros y tuve
que conminarlo y llamar un contador público de la provincia para que
evaluara como estaba el balance porque no me había puesto lo que
debía de las cajas de jubilaciones. O sea que fue un momento feo, no
es porque el hombre fuese deshonesto, sino que se llevaba por lo que
el contador le daba, por supuesto, y yo no podía aceptar eso porque
después fíjese, parece que estaba viendo el futuro: se hacen cargo los
grupos civiles de la comuna y si hubiese tenido anormalidad no salgo
más yo. La cuestión que en septiembre me agarró la revolución. La que
denominaron “revolución libertadora”. Entonces yo renuncio. Cuando
cae Perón, el 20 de septiembre yo, de inmediato, mando un telegrama
(no eran telegramas, era por medio de la policía), mando mi renuncia al
interventor que era un vicealmirante de la marina, (Carlos) Garzoni, en
el año ‘55. (...)Y de allá me mandan uno “quédese en su puesto hasta
nuevo aviso”. Yo tuve que quedarme en mi puesto, hasta nuevo aviso.
Y en noviembre, mediados o un poquitito más, un sábado a la noche,
dos de la mañana, los grupos civiles armados por ex militares, y por
alguna gente del pueblo que odiaba al peronismo, toman la comuna.
180
347 Ocupó su cargo entre el 4/6/1952 y el 21/3/1955
Del tiempo de Perón Javier Prado

Entonces me buscan a mí, que yo estaba con algunos amigos en un


bar. Y como la comuna está en un lugar estratégico, en el centro del
pueblo y había baile en un club de ahí, la gente vino se amontonó en
las ventanas viendo el acto este. Fíjese que yo conté con el aplauso de
la gente. Yo me paré ante el jefe de los grupos civiles y le dije “mire yo
no lo voy a entregar la comuna si no hacemos un balance”. Y me dicen
“¿usted quién es para exigirme tal cosa?” “¿sabe qué pasa? cualquier
falencia que exista acá, yo voy a ser el causante”. Y usted sabe que de
la municipalidad dependía el cementerio, los mataderos municipales.
Entonces la gente que estaba ahí me aplaudió, se tuvo que aceptar. Se
llamó un escribano, se hizo un acta donde yo entregaba, se hizo una
comisión provisoria que recibía y al otro día se iba a iniciar un balance
y cuando se terminara el balance yo quedaba libre de culpa y cargo”348.
Los comandos civiles antiperonistas espiaban, agitaban y marcaban a los
militantes peronistas para que fueran detenidos, hostigados e interrogados.
Uno de los más conocidos comandos civiles fue Mariano Grondona.
A fines de 1955 el gobierno de facto secuestró el cadáver de Evita que se
hallaba en la C.G.T. Temían que la central obrera se convirtiera en un lugar
de peregrinación política. A ese grado de atropello había llegado el estado en
manos de los usurpadores. A quienes habían ocupado una banca en las cámaras,
los esperaba la cárcel, la difamación, las causas judiciales y la clandestinidad.
“Trabajé mucho en la clandestinidad junto con otras compañeras que
están (fallecidas) porque de todas las compañeras solamente quedamos
cinco vivas…Todas nuestras compañeras de la cámara de diputados han
fallecido…y senadoras han fallecido todas…(…) Con estas compañeras
que ya están fallecidas (una muy luchadora, Elena Fernícola, era diputada
por Misiones) y otras compañeras más, trabajábamos muchísimo en
la clandestinidad, porque nosotros queríamos saber donde estaba el
cadáver de Evita, porque había desaparecido el cadáver. Así que nos
ocupamos de eso. Hasta hicimos una carta al papa Juan XXIII. Hicimos
una carta para que él intercediera, que ponga sus “buenos oficios” a
ver si se podía saber donde estaban los restos de Evita. Nosotras nos
ocupábamos mucho de todo eso. (…) Nos reuníamos en casa de una de
ellas. Pero eso fue después que pasó lo bravo….que fue en el ‘55, como
todas estábamos perseguidas, porque decían ellos que los legisladores
éramos “infames traidores a la patria”. Y por lo tanto teníamos cadena
181
348 Edgar Antonio Zapata
perpetua. Entonces muchas de mis compañeras estuvieron presas, otras
huidas, como yo… Clandestinamente me escapé al Uruguay. Entonces,
cuando vino la amnistía, que fue en el ‘57, por ahí, porque venían las
elecciones de Frondizi, entonces se hizo amnistía y ya me sentí libre. Yo
digo que no hay cosa peor que perder la libertad. Hay que pasarla para
darse cuenta de lo que significa la libertad. Fue una cosa terrible. Fíjese
que yo me escapé a Uruguay clandestinamente y regresé a mi patria
clandestinamente también, porque ya no tenía dinero para pagar todo
allí. Entonces ¿qué hice? Me vine clandestinamente y estuve escondida
en mi casa. Dos años encerrada en mí casa. Después que pasó todo eso
nos ocupamos mucho de la aparición de los restos de Evita.”349.
Los golpistas crearon unas comisiones investigadoras, con el propósito de
elaborar informes pretendidamente judiciales que involucraran a Perón, a
Evita y a todos los funcionarios del gobierno en presuntos fraudes al fisco.
Estos informes de las “comisiones investigadoras” buscaban justificar el golpe
de Estado y la posterior proscripción del peronismo. Muchos legisladores
fueron citados al Congreso para devolver los atributos de sus bancas y para
ser interrogados. Muchos sufrieron acusación de “traición a la patria”:
“cuando dieron el golpe de estado en el ‘55, recuerdo que nos habíamos
reunido posteriormente en la confitería del Molino, que era la vieja
confitería que lamentablemente la están dejando destruir, y quien se
presentó en la mesa nuestra fue el doctor Perette, radical, para ofrecerse
en todo lo que pudiera ayudarnos. Bueno, a mí me investigaron como
a tantos otros. Me inhibieron, todo lo que se hace clásicamente en los
golpes de estado. A mí no me metieron preso, no me detuvieron. Me
vigilaron la casa, si, tenía policías en la puerta hasta que les vino la
información de mi persona en Río Negro. Me convocaron de nuevo al
parlamento y yo cuando entré, la primera vez que entré a la intervención
del parlamento no me permitieron sentarme, no me permitieron fumar…
De ahí tendría que haber terminado el vicio de fumar…Y la segunda
vez fue al revés. Me hicieron sentar, me convidaron café y yo miraba
el rótulo de la carpeta, la carátula de la carpeta que decía “Policía de
Río Negro”… Entonces el agente que me atendió ahí, los militares, me
dijeron: “hemos leído sus antecedentes, no nos explicamos como usted
fue peronista”. Para ellos era como un elogio Automáticamente me
liberaron de todo y no me molestaron más. Eso si, después en el mes
182 de noviembre recibo el decreto firmado por Aramburu y por el Ministro
de Salud Público de “Cesantía”, que lo pude conseguir ese decreto hace

349 María U. Tejada


Del tiempo de Perón Javier Prado

seis meses más o menos porque no fue publicado nunca”350.


“Fuimos perseguidos. Nos sacaron todos los bienes. ¡Uf!, no teníamos
trabajo, (…) uno salía a trabajar, no nos daban trabajo en ningún lado,
porque ser peronista era un delito. (…) Mal la pasamos, muy mal (…)
Claro, me quedé acá351 yo. Trabajando acá, porque allá en la provincia
no le daban trabajo a nadie. En la provincia yo no tenía problemas, acá
era, en el orden nacional, porque yo era diputado, ese fue el asunto.
Como era delegado. El asunto se agravó”352.

Proscripción, quema de libros (1955/56)


Las autodenominadas fuerzas de la “libertad”, recorrían las casas en busca
de peronistas. Requisaban libros e imágenes que luego eran quemadas. Lo
mismo sucedía en las reparticiones públicas:
“aquellos años fueron jodidos porque no se podía hablar de política. Mi
papá era una persona mayor, que no comprendía. En fin se creía que no
hacía daño. Pero no podías ir al cine y ponerte a hablar. Y mi mamá lo
retaba (…) Cuando cayó Perón nosotros teníamos un libro bellísimo,
no sé si decía “Segundo Plan Quinquenal”. Era un libro espectacular
con todas las obras que él había hecho. Yo recuerdo un mapa de toda
la república que salía con una mano así y ahí estaban todas las obras
que él había hecho. Y bueno, el libro desapareció. El libro lo hicimos
desaparecer, no lo podías tener”353.
“Cuando nosotros nos fuimos a vivir a Ezeiza yo tenía el libro La razón
de mi vida, teníamos un montón de libros, Tuvimos que enterrar todo,
enterramos el busto de ella. Porque venían, los milicos. (…) En el
fondo de la casa nosotros tuvimos que enterrar todo. Nosotros esa casa
después la vendimos y ahí quedó todo”354
“en el tiempo de los militares mi marido me tiró todo al aljibe. No me
ha quedado ni “La razón de mi vida”, me quedaron algunas cositas
guardadas (…) (Perón) fue una persona muy buena, a pesar de haber
sido militar fue una persona muy buena. Y nos dio de todo”355

350 René Hechem


351 Morón, Buenos Aires
352 Orlando L. Parolín
353 SG
354 Elena Sosa
183
355 Zulema Vaquero Temprano
“Eva Perón había escrito un libro, “La razón de mi vida”, pero después
cayó el gobierno de Perón, entraron los militares. Entonces reprimían
a todas aquellas personas que tenían los libros esos. Y yo, para que
no me revisaran la casa y todo, agarré y lo quemé. Quemé el libro, no
esperé a que llegaran a revisar. Escuché que andaban de casa en casa
revisando a ver quien tenía esos libros (yo había leído, que sé yo…
veinte páginas), pero no me animé a leerlo porque…ya le digo… Yo lo
acepté, entonces lo leí. Bueno, mi esposo, mi suegra lo leían conmigo
en ese momento”356
“En mi casa había unos libros así, grandes, lleno de fotos de lo que hizo,
de lo que iba progresando. Sobre los ferrocarriles, cuando teníamos
la flota más grande, de tonelaje, del mundo. Yo le dije séptima, pero
posiblemente sea tercera o cuarta. Después vinieron esos gorilas
y cerraron todo. Lo arruinaron. Hoy podríamos estar muy bien, la
Argentina. Con un poderío económico. En mi casa mis padres lo
enterraron. Lo deben haber enterrado. Lo teníamos bien pertrechados,
pero me parece que se acobardaron un poco y acobacharon los libros.
Ahí estaba todo lo que se fue comprando, ahí teníamos bienestar como
país. Y educación. Mucha educación. Entonces todo pueblo que ha sido
educado, prospera”357.
“Y en el campeonato Evita…que nosotros salíamos en la foto, mi
hermano se había hecho de la revista Mundo argentino o Tiempo
Argentino, dos revistas que publicaron en Buenos Aires la foto de
nosotros para ese campeonato. Así que nosotros teníamos de Perón
todo. Y leíamos, siempre nos gustó leer con mi hermano. Y llevamos
todo eso a Bahía. Cuando se armó el despelote había que quemar todo,
si no, lo hubiéramos tenido. Era un peligro, era un peligro…Quedar, no
quedó nada…en la cabeza, nomás, comprobante, nada (...) Después de
todo, yo hice el servicio militar. Estando en Bahía me mandaron a Río
Gallegos, catorce meses. Salí Auxiliar de control de vuelo. Y fuimos de
los que inauguramos la Región Sur, en Comodoro. Pero ya era cuando
lo habían volteado a Perón. Y ¡oh! casualidad, en el regimiento, en la
aeronáutica, nos mandaron en el avión que era presidencial. Le habían
sacado todo. Con las mochilitas en el piso nos mandaron. Tenía un

184 356 Maria A. Senra


357 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

cortinado rojo y cuando lo echaron a Perón chau”358.


Cuando este militante dice que las cosas del peronismo quedaron “en la
cabeza”, resume en pocas palabras algo de enorme profundidad: la conciencia
social, política, de clase, no estaba en los monumentos, sino en el pensamiento
basado en la propia experiencia concreta.

Resistencia (1955 – 1959)


Los Mau – Mau, la resistencia ferroviaria
Al mismo tiempo que Perón caía, nacía la Resistencia Peronista:
“en la época del gobierno de Aramburu – Rojas, fuimos a la Casa
histórica un grupo de peronistas a celebrar el aniversario de la jura de
la independencia económica que juró Perón. Era un pretexto nuestro,
pero las papas quemaban porque el desfile militar se hacía en el parque
9 de Julio y como la Casa histórica está proclamada como la casa de
la Independencia, acá todos los 9 de julio se proclama como capital
de la república a Tucumán, por todo el efecto de la casa histórica. Así
que fuimos a festejar un aniversario cuando las papas quemaban (…)
Y entonces había una ley, que la dictaban Aramburu – Rojas: estaba
prohibido hablar “Perón”, gritar “peronismo”, utilizar la Marcha
Peronista, cualquier cosa que sea ligada al peronismo. Había tácitamente
pena de muerte para el que (trasgrediera) la proclama y nosotros fuimos
a festejar. Un grupo de 80, más o menos, llevamos una ofrenda floral,
cantamos la Marcha Peronista. Primero el Himno Nacional, después
la Marcha Peronista, y ahí fue cuando vino la policía, el ejército…
Tucumán en ese 9 de Julio era un cuartel militar, estaban todas las
fuerzas armadas aquí en Tucumán. El desfile se iba a hacer en el parque
9 de julio. Nosotros nos (acercamos) a la Plaza Independencia, frente
a la Casa de Gobierno. Y ahí fue que ya nos marcaron a fuego a los
que nos agarraron cuando estábamos gritando en la Plaza. Nos trajeron
hasta la base de la escalinata de la Casa de gobierno y nos querían
hacer boleta en el sub suelo de la casa de gobierno. Entonces, logramos
eludir eso por medio de un servicio de la policía federal que estaba
en los talleres de Tafí que nos conocía, ese nos facilitó que nosotros
pudiéramos lograr zafar de la prisión esa. Y de ahí hemos quedado
marcados a fuego porque después nos tuvieron en consejo de guerra y
yo perdí un riñón de los culatazos que me dieron… Eso fue en el ‘58,
185
358 Víctor Pérez
‘59 más o menos ya. Todavía estaba el gobierno de la “libertadora””359.
La prohibición a la que hace referencia don Romero Cruz es el decreto 4161/56
que prohibía mencionar la palabra Perón, entre otras cosas: “El Presidente
Provisional de la Nación Argentina, en ejercicio del poder Legislativo, decreta
con fuerza de ley: Art.1ro. Queda prohibida en todo el territorio de la Nación
a) La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada
públicamente, o propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate
de individuos aislados o grupos de individuos, asociaciones, sindicatos,
partidos políticos, sociedades, personas jurídicas publicas o privadas de las
imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrina, artículos y
obras artísticas, que pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien
como tales, pertenecientes o empleados por los individuos representativos
u organismos del Peronismo. Se considerará especialmente violatoria de
esta disposición, la utilización de la fotografía retrato o escultura de los
funcionarios Peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el
nombre propio del presidente depuesto o el de sus parientes, las expresiones
“Peronismo”, “peronista”, “justicialismo”, “justicialista”, “tercera
posición”, la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto,
las composiciones musicales “Marcha de los Muchachos Peronistas: y “Evita
capitana” o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto
o sus esposa o fragmentos de los mismos. b) La utilización, por las personas
y con los fines establecidos en el inciso anterior, de las imágenes, símbolos,
signos, expresiones significativas, doctrina artículos y obras artísticas que
pretendan tal carácter o pudieran ser tenidas por alguien como tales creados
o por crearse, que de alguna manera cupieran ser referidos a los individuos
representativos, organismos o ideología del Peronismo”360. Este decreto
estaba firmado por Aramburu y sus ministros y fue promulgado en marzo de
1956.
“Y nosotros ya nos habíamos hecho fuertes con un grupo que hemos
organizado de interseccional ferroviario (…) aplicaron la ley Conintes361,
que era que nos tenían en consejo de guerra a nosotros. Nos sacaron
causando un gran descalabro en la casa, nos llevaron por todas las calles
de Tafí Viejo hasta el comando, ahí en la ciudad. Todo porque éramos
grupos peronistas. Me tuvieron 27 días en el cuartel militar haciendo
359 H. R. Romero Cruz
360 Roberto Bardini. “La patria Fusilada” en ww.proas2003.com.ar/prhoibperonismo.htm
186
361 Conmoción Interna del Estado. Autorizaba a realizar detenciones y demás restricciones de la libertad
por cuestiones políticas.
Del tiempo de Perón Javier Prado

régimen militar. Ahí es donde me metieron culatazos (…) Era un cuartel


militar, estaba gendarmería, el Ejército principalmente, policía federal,
policía provincial (...) y andaban con unas mulitas muy hábiles para
dar (azotes), con decirle que a uno de los muchachos le cortaron por
la mitad la campera de la espalda. Tantas cosas hemos pasado, porque
pasaba cualquier cosa e inmediatamente nos sacaban del forro del traste
y nos llevaban incomunicados a la policía (…) Después que cae Perón,
nadie quería ser peronista. Todos tenían terror porque se enteraban por
las radios, por los diarios, lo que pasaba: los fusilamientos, las muertes
que había. Perón escribió un libro que se llama “La fuerza es el derecho
de las bestias”, en base a la masacre de los basurales de José León
Suárez, que sacaban de noche a todos los peronistas que metían presos,
los metían en un camión, los bajaban ahí, les hacían que disparen, los
alumbraban con un reflector y los ametrallaban. Todas esas cosas eran
un horror entonces nadie quería ser peronista Y poder congregar un
grupo para seguir la lucha era difícil, pero había que hacerlo”362.
Toto Romero fue parte de la resistencia peronista en Tucumán. Como vimos,
al principio fue muy espontánea, desorganizada si se quiere, pero intensa y
masiva. Se daba en cualquier lugar donde se podía dejar sentado el descontento
contra el gobierno militar. Suma importancia tuvieron los delegados de base
de las distintas ramas del mundo del trabajo. Esto pone en primer plano la
conciencia de clase de los trabajadores que buscaban reivindicar las políticas
peronistas y la defensa de sus derechos y también demuestra como la burocracia
que había florecido alrededor del gobierno peronista, no podía dar respuestas
de resistencia ante la dictadura de Aramburu y Rojas. Por eso las primeras
acciones de protesta fueron desorganizadas y muy espontáneas. En el caso
de Toto Romero, él se hallaba dentro del grupo de ferroviarios peronistas que
rechazaban las intervenciones en los gremios y procuraban la vuelta de Perón.
El grupo de activistas era conocido como los “Mau-Mau”.
“Nos echaban del ferrocarril, porque integrábamos (el) Comando
de Resistencia Peronista (…) Y ahí fue que se hizo el Interseccional
Ferroviario, para poder lograr…retomar, mejor dicho, la causa gremial
en favor del obrero. La lucha nuestra fue para el regreso pronto de
Perón. Por la lucha obrera, para la reivindicación del obrero porque
estos gobiernos de facto han sido únicamente nefastos. Han sido
para retrotraer cosas que…era tirarlo al pobre más abajo (…) Y en el
187
362 H. R. Romero Cruz
gobierno de Frondizi fue que nosotros peleamos dentro del gremio, con
el Interseccional Ferroviario que se organizó un famoso grupo “Cipón”
(Comando Interseccional Peronista de Obreros del Norte). Supeditados
a nosotros estaban varias filiales de la Unión Ferroviaria, como ser
Córdoba, Rosario, Buenos Aires, Santa Fe misma. Porque nos habíamos
hecho fuertes (…) pelea que se organizó dentro del gremio, es decir,
con el gremio dentro del taller y a los que denominaron al grupo ese
nuestro los Mau – Mau, porque cortamos la cabeza a la jefatura”363.
Tafí viejo era un importante centro de trabajadores ferroviarios. Allí se hallaban
los talleres, donde se agrupaban 5.500 obreros del riel. La incidencia de este
grupo será muy importante en los actos de resistencia en la región. “Los Mau-
Mau, pertenecían a los talleres de Tafí Viejo, fueron los primeros conocidos
por su accionar por fuera de la organización partidaria. Tenían en su haber
paros, sabotajes, interrupción de servicios, no sólo ferroviarios, en el norte
del país, aprietes, escarmientos duros a algunos comandos civiles… delatores
y traidores. Eran como un desprendimiento de la organización territorial de la
resistencia ferroviaria, nunca pudieron ser controlados. Eran absolutamente
independientes aunque tuvieran relaciones con otros lugares”364.
“La lucha nuestra, cuando cortamos la cabeza a la jefatura, nos mandó
Frondizi al ministro del interior para que vea que es lo que sucedía
en Tafí Viejo (…) y mandaron un ingeniero, Pedro Bernardis, aquí a
talleres Tafí Viejo para que hiciese el desmantelamiento del taller (…)
El gobernador que estaba era un radical, Celestino (Gelsi), y la ligaba
con nosotros porque en realidad nos tenía temor, éramos un grupo bien
organizado. Ya le digo, nos llamábamos los Mau-Mau por los Mau-
Mau de Kenia, que les cortaban las cabezas a los ingleses para…querer
liberarse, como estaban dominados, eran colonia inglesa, entonces
ellos les cortaban las cabezas a los ingleses hasta que han logrado
independizarse del colonialismo inglés, o sea que era una comparación
eso: los Mau-Mau, cortadores de cabezas (…) y ahí nos llevaron a
consejo de guerra y todas esas cosas…por todas las huelgas que hicimos,
en los paros. Teníamos captura recomendada porque decían que éramos
cabecillas ideólogos del régimen nazifascista (…) Decían con tendencias
a las ideologías políticas de Marx – Lenin y decíamos nosotros “no
éramos zurdos, éramos peronistas” (…) Cristina Kirchner dice ahora
188 363 Romero Cruz
364 www.lawebdetafiviejo.com.ar
Del tiempo de Perón Javier Prado

“no soy justicialista, soy peronista”. Yo también digo lo mismo: no


soy justicialista, soy peronista. Peronista, no usurpador. Porque la pelea
nuestra fue casualmente para reivindicar el peronismo, para mantener
viva la llama del peronismo, para reivindicar al obrero ferroviario, más
que nada, que esa es la lucha que uno la sigue haciendo”365.
Todo fue generando una acción que terminaría conformando la mística
peronista. Místico no como ficción, sino como herramienta cultural e ideológica
que reforzaría los lazos de pertenencia al movimiento y la reafirmación de
las ideas que Perón encarnaba. La clandestinidad, más allá del peligro, los
riesgos y las dificultades que interponía en el accionar político, era también
una forma de encuentro, de consolidación de la identidad peronista y de clase
trabajadora:
“Pero seguimos luchando hasta que volvió. Seguí con mis hijos chicos a
las reuniones que hacíamos en casa de amigas que tenían la oportunidad
de que algún amigo trajera algún mensaje de Perón, íbamos a escucharlo.
Era tan lindo eso, tan familiar, tan…sin interés, que ahora no se ve eso.
A mí esto que está pasando me lastima le soy franca, me lastima mis
sentimientos más íntimos. Porque nosotros andábamos, la mayoría con
nuestros hijos, escuchando la voz de Perón o sabiendo algo, sin ningún
interés de que nos dieran nada, ni esto ni el otro, eso no existía para los
peronistas de antes”366.

La resistencia en las calles y en las paredes


Los actos de resistencia nacen espontáneamente y luego se irán organizando.
Al estar descentralizados se multiplicaban y podían traducirse en pequeños
actos o en intentos más arriesgados. A la Resistencia Peronista, se le oponían
no solo las acciones de represión estatal, sino el accionar de los grupos
parapoliciales conformados por civiles. Esto llevaba a un enfrentamiento
cotidiano, en las calles y en las paredes:
“Los grupos católicos opositores marcaban las paredes con una cruz
sobre una V y nosotros le cerrábamos la cruz dando así comienzo
al después clásico PV, es así como del “Cristo vence” clerical nace
el “Perón Vuelve” posterior (…) Con los Campeonatos Evita tuve
una mala experiencia: me anoté en ciclismo en el ‘55, hice todos los
trámites y...vino la “libertadora”. Aun así estos mal paridos me citaron

365 Romero Cruz


189
366 Esther Reitober
y me entregaron la ropa adecuada, con un detalle: habían tapado con
una mancha negra todas las leyendas del campeonato, arruinando con
maldad manifiesta el equipo. Nunca mas llamaron a nadie para nada
(…) Mi generación empieza a comprometerse tras el bombardeo del
16 de junio. A eso le seguirán situaciones casi diarias de intercambios
políticos muy duros que desembocarán en la mal llamada “revolución
libertadora”. Derrocado Perón, se empieza a hablar de una bomba de
tiempo económica que estallaría al poco tiempo y que solo se soluciona
adhiriendo a... el Fondo Monetario Internacional, que rápidamente
ofrece los primeros prestamos al país a cambio de mágicas fórmulas
matemáticas que nos lleva a la dependencia total (…) Operaban unos
grupos llamados Comandos Civiles Revolucionarios, encargados de
perseguir y encarcelar peronistas o sino asustar, pintando en las casas de
seguidores la leyenda: “¡Ojo! C.C.R. te vigila”. En esos días de euforia
había ciudadanos que circulaban en sus motonetas con el recibo de
compra colgados del manubrio y un cartel que rezaba: “yo la compré”.
Comienza la etapa de la Resistencia Peronista, tímidamente, la primera
acción fue pintar la consigna “Libertad a Leloir y Cooke”, en las
paredes a tiza o carbón, luego otra fue “Andate Pedro (Aramburu) que
viene Juan (Perón)”, yo andaba por los 12 años e ingresaba a primer
año en el Nacional 10 José de San Martín, cuya estructura era una casa
antigua refaccionada para colegio, digamos que no tenia gran cantidad
de alumnos, pero quedaba cerca de casa y la mayoría de los alumnos
eran mas o menos vecinos. En esa edad empiezo a moverme con jóvenes
con inquietudes políticas dentro del Centro de Estudiantes”367.
Una de las primeras medidas de los golpistas fue asociar a Argentina al F.M.I.
e iniciar la política de endeudamiento. Pero en su afán de borrar al peronismo,
la dictadura emprendió la destrucción de los edificios, monumentos, escuelas
y demás obras realizadas durante el gobierno peronista. En algunos casos se
molió a martillazos la vajilla de los hogares creados por la fundación. Las
“comisiones investigadoras” ponían el ojo incluso sobre las comidas que se
les daban a los niños en los centros asistenciales y se espantaban de la buena
atención: “Desde el punto de vista material, la atención de los menores era
múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva, y nada
ajustada a las normas de la sobriedad republicana que convenía para la
formación austera de los niños. Aves y pescado se incluían en los variados
190
367 Ezio Paronzini
Del tiempo de Perón Javier Prado

menúes diarios. Y en cuanto al vestuario, los equipos mudables, renovados


cada seis meses, se destruían”368. Otras quejas de los “libertadores” eran
porque habían descubierto que la Fundación Eva Perón disponía de equipos
deportivos para los niños en gran cantidad y calidad. Todo fue destruído por el
gobierno de facto en nombre de la “libertad”.

Los fusilamientos (1956)


“Todo lo que era peronismo había que golpearlo. No tener ni una
imagen, nada”369.
En junio de 1956 un grupo de civiles y militares peronistas intentan un
levantamiento contra la dictadura. Sin embargo el plan es descubierto y sus
integrantes detenidos y fusilados. Uno de los lugares de ejecución de los
rebeldes fue el basural de José León Suárez. Allí fueron fusilados varios de
los detenidos (otros fueron asesinados en otros puntos de Buenos Aires), pero
hubo un sobreviviente que dio a conocer la masacre:
“Así llega el 9 de Junio del ‘56, mi madre me despierta para anunciarme
el frustrado intento cívico militar y que había allanamientos por todos
lados habiendo implantado la ley marcial. Llamó a conocidos de la
familia y a algunos compañeros de estudios de mi hermana para saber
si estaban comprometidos, pero no hubo mayores problemas. Luego
nos iríamos enterando de los hechos trágicos en detalle como el resto
del pueblo. El tema fusilamientos fue rechazado por la opinión pública
en general, dio la dimensión que los milicos venían por algo mas que el
“tirano prófugo”. A partir del año siguiente se organizaron las llamadas
Marchas del Silencio, que partían de la Avenida 9 de Julio y tomando
la Avenida Santa Fe se dirigían a la Plaza San Martín a depositar una
corona de flores en recuerdo de nuestros mártires. Jamás se pudo cumplir
el cometido porque eran reprimidas con ferocidad por la Guardia de
Infantería. Recuerdo a Susana Valle370 enfrentando a un cosaco ella sola
y derribándolo de su caballo, si habré corrido...La convocatoria era a
través de la publicación Palabra Argentina, que circulaba en forma
semiclandestina, gracias a los diarieros”371.
Ante el recrudecimiento de la represión, la forma de comunicarse se daba

368 Erminda Duarte. "Mi hermana Evita", Centro de Estudios Eva Perón, 1973, p. 92, Google Books.
369 Carlos Ritchie
370 Hija del general Juan José Valle, fusilado en 1956.
191
371 Ezio Paronzini
a través de pequeños semanarios o diarios de corta tirada y de distribución
clandestina. Entre ellos cabe mencionar a Norte, Línea dura y Rebeldía.
Como recuerdan algunos militantes, aparecerán luego los discos y casetes con
mensajes de Perón y copias de las directivas que el General exiliado enviaba a
sus seguidores. Esto y los actos de resistencia de los simpatizantes mantendrán
viva la llama del peronismo en los años más oscuros y consolidarán la
conciencia e identidad de los trabajadores.
Además de las “comisiones investigadoras”, la dictadura encabezada
sucesivamente por Lonardi y Aramburu, creó “juntas consultivas” encargadas
de apoyar al gobierno militar, asesorarlo y trabajar con vistas a redactar una
nueva Constitución Nacional (lo que se concretaría en 1957), para lo cual se
convocaría a elecciones prohibiendo al peronismo. De esa comisiones tomaron
parte radicales y “socialistas”. Entre los más fervientes miembros hay que
nombrar a Alicia Moreau de Justo, Américo Ghioldi y Nicolás Repetto. Por su
parte Alfredo Palacios fue designado embajador de la dictadura en Uruguay.
Cabe señalar que el peronismo estaba proscripto y sus afiliados no podían
participar de las elecciones. Los radicales (sobre todo el sector liderado por
Balbín) tomaron parte del apoyo al gobierno de facto. Si bien había diferencias
internas dentro del radicalismo en cuanto al modo de apoyar al gobierno de
facto, en general primaba el antiperonismo, aunque el sector de Frondizi
mostraba algunos reparos formales sobre la “libertadora”. Al formalizars ela
división interna surgió la U.C.R.P. (Unión Cívica Radical del Pueblo) liderada
por Balbí. “Los dirigentes que convergieron en la UCRP a comienzos de 1957
coincidieron ya en los primeros momentos de la gestión del gobierno de facto
antiperonista en la necesidad de realizar un proceso de desperonización de
la sociedad y fundamentalmente en la de sofocar todo intento de retorno del
peronismo”372.

La cárcel y las persecuciones


“Estuve presa un mes, por cuestiones barriales, vamos a decir. Porque
después de la “revolución libertadora” aparecieron los radicales. Presa
de los radicales. A mí me persiguieron los radicales, me hicieron quitar
el puesto los radicales que formaban la Junta Investigadora de esa época.
Todos eran radicales, menos el teniente coronel Améstegui, presidente
de la Junta que englobaba a todo eso. Había sido muy amigo de mi
192
372 Maria Estela Spinelli. Los vencedores vencidos: el antipeornismo y la "revolución libertadora",
Buenos Aires, Biblos, 2005, p. 200
Del tiempo de Perón Javier Prado

padre por ser militar. Y mi madre era muy amiga (de él). Fue a hablar
con el teniente coronel Améstegui, para decirle “¿cómo nos iba a dejar
en la calle?”. Y él le dijo a mi madre “gringa, aquí no se puede hacer
nada porque todos están enceguecidos por el odio que tienen contra los
peronistas”…Y no pudo hacer nada (…) Después de dos años de estar
fuera del cargo vino el gobierno de Frondizi, que Perón avaló desde
el exterior. O sea que todos los peronistas votaron, yo no. Yo no podía
olvidarme de que en esas listas algunos estaban de los que afrentaron
contra los bustos de Perón y arrastraron por toda la ciudad: los radicales.
Nosotros teníamos un busto hermoso, muy hermoso, que habíamos
hecho para Eva Perón en la calle principal de la ciudad y fueron ellos
los que los voltearon y los pasearon arrastrándolos por la ciudad. Y
vecinos míos, que me conocían mucho y que les había enseñado mucho
a sus hijos, particularmente como maestra y sin embargo me fueron
a denunciar diciendo que yo tenía comunicación con el exterior con
Perón, que tenía una radio, que tenía armas, me hicieron un allanamiento
y no encontraron nada, pero lo mismo me llevaron. Así que estuve un
mes (presa) justo en la época en que el general Valle se levanta contra
el gobierno de la “revolución libertadora”…matan a Valle y a Cogorno
y a todos esos… y nosotros estábamos presos en esos momento, pero
todas las carceleras eran peronistas así que nos cuidaban. “Nosotras
vamos aponerlas detrás de los colchones si vienen a buscarlas”, (nos
decían). Todas esas cosas incrementaron más mi peronismo y nunca más
transité por otros partidos, nunca me presté a los convenios. El mismo
convenio que hizo el general Perón, que yo admiraba su trayectoria
y todo lo que nos enseñaba, y que era la orden de votarlo a Frondizi.
Yo sí, después me arrepentí un poco porque Frondizi cumplió con lo
que Perón le había pedido: que volviéramos todos los peronistas que
estábamos fuera de los cargos y aquí tuvimos un gobernador, que si
bien era radical, no era de los radicales venenosos, que les digo yo,
radicales gorilas, porque hay radicales buenos, no voy a decir que no
hay radicales buenos, pero los radicales de La Banda eran muy malos.
Interventores eran… (Gabriel) Maleville, creo que fue, un marino…
que vino a Santiago, pero lo dominaban grupos de radicales que habían
formado la Junta que iba a ajusticiar a todos los peronistas (…) Pero
inmediatamente que ocurrió la “revolución libertadora” vinieron la
policía, bajaron carteles y a llevar todo lo que teníamos. No nos dejaron 193
nada. A mí no me dejaron los bustos de Perón y Evita.”373.
Algunos militantes no obedecieron la orden de Perón, que se movía por
cuestiones tácticas más allá de que sabía que Frondizi traicionaría el pacto. El
radical gobernó condicionado por las cúpulas de las fuerzas armadas y cedió
ante las presiones militares.
“A Frondizi lo votamos nosotros los peronistas. Fue un convenio.
Que al peronismo no le permitían votar, y vino la orden de Buenos
Aires de que había que votarlo a Frondizi. Pero, anteriormente, había
mandado una orden un gobierno anterior cuando…que el peronismo
no podía votar…Entonces se dice que nevó en todo el país (por el voto
en blanco)”374.
Entre 1955 y 1973 el peronismo estuvo proscripto. No podía presentarse a
elecciones, ni hacerse mención a Perón ni utilizar los símbolos del partido
ni algo que tuviera que ver con el movimiento. En 1958, merced al pacto de
Perón con Frondizi, muchos votos peronistas se dirigieron al candidato menos
antiperonista, dentro de lo que había. En 1962 al convocarse a elecciones para
gobernadores, el triunfo fue de los candidatos peronistas (que concurrían con
distintos nombres partidarios), pero Frondizi (ante la presión militar) anuló las
elecciones. De todas formas, su suerte estaba echada, fue derrocado por los
militares en 1962:
“Nosotros tuvimos la suerte que ganamos casi siempre todas las
elecciones. Ganamos las elecciones...ganamos con voto en blanco.
Perdimos la elección, pero la elección se las ganamos con votos en
blanco. El que ganó no sacó la cantidad de votos que teníamos nosotros
en blanco (…) Y acá estuvo bravo. La mayoría de nosotros perdimos
los trabajos que teníamos, la mayoría. (…) yo trabajé 22 años en el
ferrocarril. Cuando cayó el gobierno de Perón me dieron tantas horas
para renunciar y…a la miércoles (…) pero yo ya tenía un negocio, así
que prácticamente no me dificultaba. Yo tuve la suerte de que a mí…
tuve siempre (las fotos), igual que la Marcha Peronista, la tocábamos
siempre, la seguíamos tocando. Si. Nos molestaron los primeros años,
porque nos hacían ir al distrito militar a declarar. Declarar, pero no
teníamos nada para declarar, porque nos hacían ir al depósito, casi
todas las mañanas, varios años, a las 10 de la mañana Nos llevaban
en camioneta hasta el distrito militar que estaba en Viedma, distrito
194 373 Olga Montenegro
374 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado

militar 24, y nos llevaban a declarar. Teníamos que declarar si teníamos


armamento para ir en contra de la revolución y esas cosas…Después
seguimos luchando nosotros, a pesar de que nos perseguían. La misma
oposición aprovechó a perseguir. Nosotros seguimos trabajando
siempre. Yo estuve 30 años al frente del partido, también con un grupo
de gente que trabajó siempre con la idea del peronismo (…) En la época
de los militares nos trataban bastante mal a nosotros, pero íbamos lo
mismo, nosotros igual no aflojábamos nunca. Éramos un grupo bastante
fuerte”375.
Otra militante santiagueña recuerda esos duros momentos:
“Mi marido era marido porque comíamos juntos y chau, porque a veces
ni dormía en la casa. Vinieron delegadas censistas, vinieron diputadas,
la señora Delia (Parodi), Nélida Sarmiento, diputada nacional, a parar
en mi casa y con el correr del tiempo, mientras iba pasando y pasando,
las cosas cada vez se ponían más feas ¿puede creer usted que yo he
dormido quince días vestida, tirada en la cama, esperando el llamado,
esperando para socorrer a los compañeros por si se levantaba algún
movimiento malo? Así fue mi vida dentro del movimiento. Me
dejaron presa, me tuvieron siete meses en la cárcel (…) Cuando fue
la “revolución” (…) Cayó la nación en las manos de los buitres (…)
En la cárcel, en Santiago, primero me tuvieron seis días. Me llevaban
a la cárcel de mujeres. Me sacaban en pleno día en un aparato para el
transporte que le decían la “chancha”. Una camioneta toda destartalada,
llena de rejas, me exhibían como quien decide exhibir un bicho y me
levaban seis cuadras, de donde yo estaba, a la jefatura. Iba y venía, iba,
venía. Todos los días a las 10 de la mañana. Cuando el carnicero traía
las cosas para la comida yo no estaba. Me daban dos costillitas de vaca,
de asado, y una papa para comer día y noche. Si quería comer me la
tenía que cocinar. Mire las cosas que he pasado”376.
Esta militante de Cañuelas cuenta lo que le tocó vivir:
“Después del 55 ahí empezó mi odisea, porque yo después no conseguía
trabajo en ningún lado. Estaba marcada con una cruz roja porque era
peronista…porque había sido peronista, pero fue una persecución
laboral terrible. Porque realmente, una personas que había trabajado
como peronista, había pasado a ser delincuente. Hasta que después

375 Arsenio Martínez


195
376 Adelina Paolucci
se fueron recomponiendo las cosas. Las otras personas eran mayores
que yo, porque se juntaban con mi padre, por ejemplo, cuando estuvo
el General Perón exiliado, que les mandaban los casetes del general
Perón con los mensajes, para darle las directivas a la gente que seguía
trabajando acá hasta que después volvió Perón. Se juntaban en una
casa cerca de donde yo vivía, un grupo que no llegaban a la docena de
personas”377.
La dictadura de la “libertadora”, los gobiernos seudo democráticos de Frondizi
e Illia, las dictaduras de Onganía y Lanusse eran reflejos de la anormal
situación que se daba, donde las grandes mayorías estaban impedidas de tener
un partido político. La acción popular de resistencia que tuvo muchos hitos
(entre ellos la toma del frigorífico Lisandro de la Torre, la huelga ferroviaria
a Frondizi, el Cordobazo) fue desmoronando a los gobiernos títere y de facto
que no dudaron en utilizar la represión para sostenerse (desaparición de Felipe
Vallese, Noche de los bastones largos, Masacre de Trelew, por citar algunos
ejemplos puntuales).
“Hasta que los militares no pudieron más, tuvieron que llamar a
elecciones. Después ganó como presidente Cámpora, renunció
enseguida para que entrara Perón”378.
El largo período de proscripción del peronismo y el posterior retorno y triunfo
de Perón, desarman el discurso sobre la “manipulación”, la “dádiva” y demás
conclusiones a las que suelen llegar algunos “intelectuales”. Generalmente,
los sectores más antipopulares esgrimen esas excusas para referirse al poder
de convocatoria de Perón y el peronismo. Pero durante 18 años el líder del
movimiento popular había estado exiliado, sin poder económico, sin aparato
del Estado, sin disponer de grandes medios de comunicación, sin estructura
partidaria legal. La voluntad popular mayoritaria siguió ligada al peronismo
por cuestiones más profundas que el “clientelismo” (palabra que está en la boca
de casi todos los perdedores para justificar su incapacidad en las urnas). La
clase trabajadora siguió siendo peronista porque durante el gobierno de Perón
había mejorado su situación social, economica y política en forma concreta. Si
el golpe de estado de 1955 buscó retroceder el reloj de la historia privando a
toda una generación de ejercer sus derechos civiles, la única forma de explicar
la perviviencia del peronismo es por la clara conciencia de clase, social y
política del pueblo trabajador. De otra forma, no se explican las acciones de
196 377 Gerónima Ramos
378 Harold Evans
Del tiempo de Perón Javier Prado

resistencia, la militancia clandestina y la continuidad de la identidad peronista


hasta nuestros días. Descalificar al peronismo por la burocratización del
partido es reducir el análisis del proceso político, e histórico, o esquivarlo
decididamente.

197
198
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 10
Regreso y partida de Perón

Como dije al principio de este libro, el período del “tiempo de Perón” traspasa
los límites de sus presidencias. Cierto es que la etapa más rica es la de la
formación y consolidación del movimiento y la de la resistencia en tiempos de
dictaduras, ya que allí se afirma la conciencia de los trabajadores. A partir de
entonces los derechos sociales y políticos quedaron arraigados en la conciencia
de la clase obrera de una manera decisiva.
Los entrevistados recuerdan en menor medida el tercer mandato y lo hacen
con un dejo de tristeza, a causa del fallecimiento del líder y por lo que
rodeó ese tercer mandato: el enfrentamiento interno (y externo), el accionar
represivo ilegal desde el propio aparato del estado a manos de López Rega,
la preeminencia de este durante el gobierno de Isabel Perón y finalmente el
golpe de Estado de 1976 que inauguraría el período más sangriento de nuestra
historia.
El recorrido pendular de Perón lo hizo apoyarse peligrosamente en el sector
derecho del movimiento intentando contrarrestar el crecimiento del sector
izquierdo (Montoneros, Juventud Peronista, entre otros) incorporado a partir
de los años ‘70. Pero ese movimiento pendular terminó profundizando el
enfrentamiento interno entre las diversas facciones que conformaban el
amplio movimiento peronista. Le cabe aquí a Perón la responsabilidad por
no prever las consecuencias que traerían el recostarse en los sectores más
ortodoxos. Y también (en diferente grado) a quienes desde adentro y desde
afuera desestimaron la vía democrática. Un solo hombre no hace la Historia.
“Fue tres veces presidente. Y terminó el pobre enfermo. Pero en ese
tiempo prácticamente el pobre no gobernaba mucho, estaba López Rega
que le decían “el brujo”. Lo tenía dominado, hacia lo que quería él”379.
Tras el fallecimiento del General, lo sucedió Isabel Perón y el aparato del
Estado quedó en manos del criminal López Rega y fue instrumento para el
asesinato político de sus adversarios de cualquier sector. Un anticipo de ello
fue la Masacre de Ezeiza donde la derecha emboscó a la izquierda peronista,
asesinando a militantes y simpatizantes:
“Yo estuve también en la vuelta de Perón en el año ‘73, en la Masacre
de Ezeiza. Pasaban las balas por arriba de la cabeza. Estábamos tirados
cuerpo a tierra. El encuentro adonde iba a hablar Perón era la avenida
199
379 Harold Evans
Richieri que va a Ezeiza y Camino de Cintura, el Camino Negro que
le llaman ellos. Ahí hay como un anfiteatro para abajo, de la parte de
arriba del camino, de la autopista de Ezeiza, de ahí para abajo han hecho
el palco adonde iba a hablar Perón. Primero le habían hecho una casilla,
en Camino Negro, arriba, en una torre que estaba puesta adonde estaban
los parlantes que dirigían todo el asunto de la fiesta que se iba a hacer
ese día. Había una casilla antibalas adonde iba a bajar el helicóptero,
que venía Perón desde Ezeiza para dirigir la palabra al pueblo. Te digo,
sinceramente, nunca vi tanta gente, yo calculo como dos o tres millones
de personas, de todas clases sociales”380.
La esperanza ante el tercer gobierno de Perón se mantuvo intacta en la amplia
mayoría del pueblo, al punto que el triunfo de Perón el 23 de septiembre de
1973 fue con el 62% de los votos.
“Y yo lo fui a ver en el ‘73 cuando vino. Perón llegó enfermo. Me
atendió López Rega y otros más, no sé quienes eran, les mostré la
medalla siendo ahijado del presidente por ser séptimo hijo varón, pero
me dijeron “qué lástima, pero Perón está enfermo”. Me quedé diez
días y se me hacía difícil. Yo no conocía Buenos Aires. Teníamos unos
familiares, de Banfield para allá. En Burzaco estaban mis primos. Un
día me fui caminando de Constitución a Plaza de Mayo y llegué ahí y
no lo pude ver, no había manera”381.
Habían pasado 18 años, toda una generación, pero la memoria popular era
más fuerte. Sin embargo, el largo intervalo forzado había dejado sus marcas, a
causa de la interrupción democrática:
“Yo, personalmente, y algún grupo de lo más allegados, pensé que
nunca iba a ser igual que antes. Nunca iba a ser porque ya estaba muy
jugada la cosa. Se había jugado mucho, había perdido mucho el país.
Habíamos entrado en un retroceso. Perdimos una continuidad. Porque
no íbamos a pensar de que eternamente iba a estar Perón. Pero tenía
que haber habido una continuidad. Y todos esos períodos que pasamos
nosotros intervenidos terminamos en los que terminábamos”382.
Su despedida fue en el lugar de siempre, en su balcón de la Casa Rosada frente
a la Plaza de Mayo:
“Yo voy a Buenos Aires y tengo la suerte de verlo a Perón cuando se

380 Romero Cruz


200 381 Saúl Antonio Silva
382 EP
Del tiempo de Perón Javier Prado

despide (…) estaba yo ahí, porque estábamos trabajando en DINEA y


vienen corriendo y nos dicen “Perón sube al balcón a despedirse”, así
que éramos todos peronistas, porque era la época de Grosso. Así que
salimos disparando y nos fuimos a la Plaza y lo vi a Perón despedirse.
Así que lo he visto a Perón cuando se inicia, cuando hace su campaña,
cuando se despide y cuando llega a la Argentina. Por eso le digo que
tengo en mi memoria yo también el orgullo de haberlo visto a Perón,
siempre. Y después lo despedí, en el cajón. Tuve mucha suerte de poder
entrar. Porque teníamos en ese momento mucha gente conocida, con
fuerza para poder entrar y verlo, no estar en la calle, poder entrar al
velorio y pasar al lado de su cajón”383.
El 12 de junio de 1974, por la mañana, Perón amenazó con renunciar si no
se cumplía el Pacto Social (acuerdo de precios y salarios entre empresarios
y trabajadores). Una multitud se concentró en Plaza de Mayo, como en sus
mejores épocas. El presidente apareció en el balcón a eso de las cinco de la
tarde. Perón habló como en los mejores tiempos. El pueblo que le había sido
leal durante treinta años estaba allí para darle su respaldo. Perón, por su parte,
había sido leal con las mayorías, llevando adelante su programa económico y
social observando las grandes líneas de siempre.
Que la identidad peronista se mantiene viva no hay dudas, solo hay que saber
buscarla. Ante la pregunta ¿por qué sigue siendo peronista?, las respuestas
son sencillas y esclarecedoras:
“Por ideología. Y porque creo que se puede llegar a cumplir. Por lo
menos, yo he pasado la primera, la época de oro del peronismo, del
primer gobierno de Perón. Hasta el segundo gobierno. Cuando murió
Evita, yo digo así: se acabó el peronismo”384.
“Perón y Evita, fue lo mejor. Para mí después todos se quisieron
aprovechar de ese nombre y todos quisieron ser Perón y todos quisieron
ser Evita y no fue, no fueron igual”385.
“Nunca cambiaria. No como algunos que son de un partido y después
votan a otros. Yo antes de no votar, votaría en blanco, jamás votar a otro
partido”386.
“yo soy un peronista de la primera hora, ya cuando era estudiante ya

383 Idalia
384 Romero Cruz
385 Ritchie
201
386 Harold Evans
lo era. Y mantuvimos la fidelidad a eso y pensamos siempre en el
movimiento, pero como las cosas cambian, el mundo cambia también el
movimiento se fue modificando, adaptando a interpretaciones de otras
personas y ahí estamos”387
“Para nosotros que somos de la guardia vieja (yo tengo 82 años)
mantenemos lo que nos iniciamos cuando la juventud nuestra.
Andábamos con las antorchas, en las manifestaciones. Era un peronismo
sano”388
“Nosotras, todas las fechas de Eva Perón, el 26 de julio estamos, cinco
o seis mujeres somos, que no faltamos hasta ahora. Homenajeándola,
recordándola, haciendo nuestro minuto de silencio con mucho cariño y
mucha emoción acordándonos de las cosas que pasamos con ella”389.
Aquí se traslucen elementos tales como la identidad, la pertenencia a un
determinado grupo político y social. Esto podría aparecer como un voto
“cautivo del partido”, pero al manifestar su lealtad a Perón y Evita, estos
simpatizantes están valorando el programa general del peronismo, más allá de
las “adaptaciones” que se pudieran dar con el tiempo. Y esto no significa que
se aplauda todo lo que en nombre del peronismo se hizo, tal como vimos al
hablar de la política que Menem llevó adelante con los ferrocarriles y donde
los testimonios rechazan esa acción. Al reafirmar el sentido de pertenencia y
negarse a votar “por otro” los entrevistados hacen un reclamo de coherencia
a quienes, transformados en “profesionales” de la polítca no dudan en saltar
cercos apoyando programas y proyectos que contradicen lo que apoyaron ayer
y lo que apoyarán mañana.

387 Orlando Ludovico Parolín


202 388 Celestino Sagaseta
389 Adelina Paolucci
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 11
Historia y Presente

Como conclusión se puede decir que los entrevistados identifican al período


anterior al peronismo como una etapa en la que carecían de derechos, viéndose
explotados e imposibilitados de progresar material e intelectualmente. Y al
hablar en sentido colectivo se están definiendo a sí mismos como pertenecientes
a un sector: la clase trabajadora. Esa conciencia de la situación real y concreta
de sus vidas los lleva a apoyar a quien encarnó sus reclamos y desarrolló un
programa que resultó en el ascenso social de la clase trabajadora. Todo esto,
como vimos anteriormente, dentro de los marcos del capitalismo, pero en un
proceso de liberación que resulta progresivo respecto de la Argentina anterior
a 1943 (y de la inmediatamente posterior a 1955).
La militancia política (una novedad para la mayoría) es un paso hacia la
incorporación social (o ciudadana) de amplios sectores de la sociedad que
hasta un tiempo atrás eran solamente espectadores.
La estructura partidaria emergente (más allá de posterior burocratización)
marca una de las formas de participación mayoritaria. El acceso a una banca
o un cargo electivo por parte de los militantes, marca también una diferencia
enorme con la anterior secta política que tenía acceso a los cargos y se los
restringía a las mayorías.
El programa peronista, de industrialización, redistribución del ingreso y
fortalecimiento del mercado interno, queda reflejado en los testimonios que
hablan de obras puntuales como también en las cosas cotidianas que reflejan el
cambio ascendente de los obreros. En la memoria popular quedaron grabados
aspectos culturales que definieron una época (y las que vinieron). Luego, los
entrevistados reflejan los padecimientos concretos por las persecusiones (al
producirse el derrocamiento de Perón), como así también el fortalecimiento de
los lazos solidarios entre militantes y la reafirmación de la identidad peronista.
Los rasgos y simbología identitaria del peronismo aun tienen una gran
importancia entre los entrevistados y por eso se observan cierto malestar con
quienes estando dentro del movimiento no apelan a ellos.
Por otra parte, casi todos los entrevistados trazan una comparación entre
pasado y presente. Al rescatar los aspectos más positivos del programa
peronista y evaluar su significado hoy, establecen una conexión con la
actualidad, observan las continuidades, quiebres y los cambios históricos
producidos dentro del movimiento pudiendo detectar algunas similitudes en 203
las propuestas políticas de las actualidad y, sobre todo, en los adversarios que
se levantan frente a las mayorías.
El tiempo de Perón atraviesa toda la historia argentina desde 1943 hacia acá.
Ya nada fue igual desde que los trabajadores gritaron su nombre por primera
vez. En la conciencia colectiva, los derechos adquiridos durante los años ‘40 y
‘50 dejaron una marca que los transformó en irrenunciables. La incorporación
social a los derechos civiles y al consumo dieron forma a las ideas populares
sobre justicia social. La democracia pasó de ser un definición de libro a una
contundente realidad. A la participación electoral el peronismo le agregó la
manifestación callejera y la consolidación de las organizaciones obreras.
La historia tal vez alumbre, en el futuro, a algún movimiento superador del
peronismo en la Argentina, pero aquel no podrá prescindir de la experiencia
política de los trabajadores peronistas ni de la cultura popular generada a su
alrededor.
Ya antes de morir Perón era más que sí mismo. En él se volcaban las esperanzas
de las grandes mayorías populares y sus nobles sentimientos de justicia social.
Fue el emergente de un profundo proceso de democratiación popular y ascenso
social de las masas trabajadoras. Fue líder por voluntad popular y su nombre
y su programa de gobierno permanecen en la memoria por el mismo motivo.
Nuestro más acérrimos enemigos saben que el peronismo no es eterno (pues
tiene fecha de nacimiento), pero temen que sea inmortal.

204
Del tiempo de Perón Javier Prado

Detrás del libro


Las entrevistas para este libro las hice entre enero de 2009 y enero de 2011.
La redacción definitiva la incié el 6 de diciembre de 2010 y finalizó el 23 de
marzo de 2011.
Las correcciones son casi interminables, pero se puede decir que finalizaron
en abril de este año.
Las transcripciones de las entrevistas, todo el diseño del libro, la diagramación,
el tipeado, la tapa y contratapa y las correcciones las hice yo (con la generosa
colaboración de quienes me dijeron donde había errores ortográficos o de
sintaxis y se habían escapado a mi revisión).
Hago referencia a todo esto para alentar a quienes tienen deseos de publicar
sus escritos. Cualquiera puede escribir y, aun con ciertas dificultades, es
posible editar en forma independiente. También dentro de la música me moví
de manera independiente, aunque cuesta más difundir lo que uno hace. No
digo que esté mal lograr un contrato con una editorial grande, pero siempre y
cuando no se metan con el contenido y las formas.
Hay dos lemas que aprendí dentro del ambiente underground (subterráneo):
uno es “cualquiera puede tocar” (escribir, pintar, actuar, etc.) y el segundo es
“no se rindan”.

205
206
Del tiempo de Perón Javier Prado

Bibliografía
Castiñeiras, Noemí. Fundación Eva Perón. Desde sus inicios hasta la muerte
de Evita. Instituto Nacional de investigaciones Históricas
Eva Perón, Buenos Aires, 2001
Castiñeiras, Noemí. Ser Evita. Síntesis biográfica. Instituto Nacional de
investigaciones Históricas Eva Perón, Buenos Aires,
2001
Chiarenza, Daniel. El olvidado de Belem. Vida y obra de Ramón Carrillo,
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Galasso, Norberto. Perón. Formación, ascenso y caída (1893-1955), tomo 1,
Colihue, Buenos Aires, 2005
Galasso, Norberto. Raúl Scalabrini Ortiz y la penetración inglesa, Centro
Editor de América Latina, 1984, Buenos Aires
Navarro, Marysa. Evita, Edhasa, 2005
Ramos, Jorge A. Breve historia de las izquierdas en la Argentina. Tomo II,
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Rock, Deutsch, Rapalo, Dolkhart, Lvovich, Walter, Senkman, Lewis. La
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Romero, José Luis. La experiencia argentina, Fondo de Cultura Económica,
B. Aires, 1989
Spinelli, Maria Estela. Los vencedores vencidos: el antiperonismo y la
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Svampa, Maristella. El dilema argentino: civilización o barbarie. El cielo por
asalto-Imago Mundi, 1994
Valobra, Adriana María. Del hogar a las urnas: recorridos de la ciudadanía
política femenina: Argentina, 1946-1955, Prohistoria,
Rosario, 2001

Sitios de internet y diarios


http://perfi lesespinosa.blogspot.com/2009/10/el-increible-y-olvidado-tren-
blanco-que.html

http://perfi lesespinosa.blogspot.com/2008/11/hace-apenas-50-aos-
estosjvenes-se.html “Arsenio Martínez, fundador del peronismo en Carmen
de Patagones”
www.diarioelnorte.com.ar/index.aspx?Titulos=1
www.elhistoriador.com.ar 207
www.hemerotecadigital.com.ar/
www.humanoya.com/fl asheva/indiceanecdotas.htm
www.abchoy.com.ar “Recuerdos de don Francisco Vistalli (a veinte años de su
fallecimiento), por Raúl Escudero, Correo de lectores,
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www.evitaperon.org/index-es.htm,
www.analisisdigital.com.ar
www.amigoslevene.com.ar/.../04peron.htm
ww.proas2003.com.ar/prhoibperonismo.htm Roberto Bardini. “La patria
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www.lawebdetafi viejo.com.ar

Bona, Aixa – Vilaboa, Juan. Revista Estudios digital nº II, invierno 2009, “La
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la caída del peronismo: el caso de Santa Cruz”
www.revistaestudios.unc.edu.ar
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Duarte, Erminda. "Mi hermana Evita", Centro de Estudios Eva Perón, 1973,
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Frávega, Oscar E. Historia de la Unión Cívica Radical de Córdoba, 1890 –
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Panella, Claudio. Mundo Peronista (1951-1955): “una tribuna de doctrina”.


redesperonismo.com.ar/archivos/CD1/SC/panella.pdf

Diario Jornada

208
Del tiempo de Perón Javier Prado

Índice

Del tiempo de Perón 5

Capítulo 1
Antes de Perón 15
En la Patagonia 15
La época en el norte y centro del país: Tucumán, Santa Fe y Córdoba 18
La situación en la provincia de Buenos Aires: Cañuelas, General Arenales y
Carmen de Patagones 20
Fraude, explotación y miseria 21

Capítulo 2
Peronismo 25
El 17 de Octubre en la memoria 29
Evita y el 17 de Octubre 35
Las elecciones de 1946, el Laborismo y el comienzo del gobierno peronista 41
Los derechos sociales, el voto de la mujer y el peronismo femenino
(1946 - 1951) 49
El peronismo femenino (1947 – 1951) 51
La Escuela Superior Peronista 65
El día del Renunciamiento (1951) 69
Los planes de gobierno y la reelección de Perón (1951) 72
Enfermedad y muerte de Evita 78
LA U.E.S. (1953) 79
1955 80

Capítulo 3
Peronismo y obras 83
Los planes quinquenales 83
La vivienda 87
Educación 91
Turismo social 96
La Fundación “Eva Perón”, la ayuda social 98
Campeonatos infantiles Evita 101
Residencia de Olivos, niños, vacaciones 104
Los hogares de tránsito, los hogares escuela 106 209
Salud 110
Campo, zonas rurales, expropiaciones, vivienda y
el recuerdo de Mercante 113
El ferrocarril 116
Río Negro 119
Bahía Blanca 121
Tucumán 121
El ferrocarril y las mejoras laborales. Río Turbio, Santa Cruz 122
El gasoducto Chubut – Buenos Aires 123
Control de precios y agio 123
Los territorios nacionales patagónicos, sus representantes y los planes de
gobierno 123

Capítulo 4
Así era Perón 131
Ese varón argentino 131
Granadero de Perón 132
Perón, su imagen 132
Perón en Santiago del Estero 134
Perón y las palabras 135
Muerte de Perón 137

Capítulo 5
Evita 139
Personalidad 139
Evita, los trabajadores, la CGT 140
Belleza 141
Evita en Santiago del Estero 143
Su paso por Río Negro y la escuela que quería Evita 143
Evita y su paso por Bahía Blanca 145
Muerte de Evita 145

Capítulo 6
Un pueblo feliz 149
Los 1º de mayo y las reinas del trabajo 149
La reina nacional del trabajo de 1953 151
Perón y las reinas del trabajo 156
210
Del tiempo de Perón Javier Prado

Capítulo 7
Postales de la época peronista 159
Vida cotidiana 159
El chofer de Román Subiza, las intervenciones, Juan Duarte, un encargo y una
tienda. 160
Ahijado del presidente 163
1950, año del Libertador 164
Salidas, diversiones, la radio 166

Capítulo 8
La oposición y la caída del peronismo 167
Las rencillas locales 168
El intento de golpe de Menéndez (1951) 169
En la cámara de diputados (1952-1954) 170
Los primeros atentados en la Plaza de Mayo (1953) 171
Bombardeos y golpe de estado (de junio a septiembre de 1955) 172

Capítulo 9
Caída del peronismo. Represión y resistencia 177
Proscripción, quema de libros (1955/56) 183
Resistencia (1955 – 1959)
Los Mau – Mau, la resistencia ferroviaria 185
La resistencia en las calles y en las paredes 189
Los fusilamientos (1956) 191
La cárcel y las persecuciones 192

Capítulo 10
Regreso y partida de Perón 199

Capítulo 11
Historia y Presente 203

Detrás del libro 205

Bibliografía 207

Índice 209 211


212
Del tiempo de Perón Javier Prado

Hecho en Trelew, Chubut, Argentina, abril de 2011

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