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Del Tiempo de Peron PDF
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DEL
TIEMPO
DE
PERON
1
Prado, Javier
Del tiempo de Perón. - 1a ed. - Trelew : el autor, 2011.
213 p. ; 23x16 cm.
ISBN 978-987-33-0463-7
2
Del tiempo de Perón Javier Prado
DEL
TIEMPO
DE
PERON
jAVIER PRADO
Edición independiente
Trelew - Chubut
2011
3
Dedico este libro a Amelia, mamá, Mari, Anahí y sobrinos.
Agradezco a la Biblioteca Popular “Raúl Scalabrini Ortiz” y a la Biblioteca Popular
“Agustín Álvarez”.
Agradezco a todos los que me alentaron siempre y que están dispuestos a facilitar las
cosas.
Y también les “agradezco” a los que están en la otra vereda, porque con sus actitudes
me confirmaron que estoy en el camino correcto.
4
Del tiempo de Perón Javier Prado
“No se ha dado usted cuenta todavía de que si la gente lee, es porque espera
encontrar la verdad en los libros. Y lo más que puede encontrarse en un libro es
la verdad del autor, no la verdad de todos los hombres. Y esa verdad es relativa...
esa verdad es tan chiquita... que es necesario leer muchos libros para aprender
a despreciarlos (…) Si usted conociera los entretelones de la literatura, se daría
cuenta de que el escritor es un señor que tiene el oficio de escribir, como otro de
fabricar casas. Nada más. Lo que lo diferencia del fabricante de casas, es que los
libros no son tan útiles como las casas, y después... después que el fabricante de
casas no es tan vanidoso como el escritor”
Roberto Arlt2.
1 De la ópera Atys, citado en “Manuscrito hallado en una botella”, Edgar Allan Poe, Cuentos, Debolsillo,
Buenos Aires, 2009, p. 667.
5
2 Aguafuertes porteñas, Hyspamerica, Buenos Aires, 1933, p. 226
que impide llegar a instancias más avanzadas, cuando justamente el peronismo
es lo más avanzado que políticamente el pueblo ha podido construir. Algunos
analistas piensan al peronismo como algo surgido del espacio exterior que se
ha instalado entre el pueblo y sus "teorías", en vez de ver al peronismo como
el producto del avance político y social del pueblo en su devenir histórico.
En todo caso, se podría pensar al peronismo como un momento en la larga
marcha histórica del pueblo argentino. El peronismo es más que un partido
político. Se ha transformado en un fenómeno social, una cultura, un costado
contundente, un rasgo de identidad del pueblo argentino. No pensándolo como
una totalidad, sino como parte importantísima de la construcción social de
nuestro pueblo.
Este libro toma el período de 1943/55 como eje central, ya que en esa etapa
se forma y se consolida el peronismo a partir del avance político de la clase
obrera y la identificación de los trabajadores con las políticas desarrolladas en
ese lapso. Sin embargo, resulta necesario conocer el "antes"para comprender
el desarrollo de las fuerzas políticas y los cambios sociales posteriores. Y
también una especie de "después" (caído el gobierno de Perón por el golpe
de Estado), ya que la persecusión y las proscripciones políticas contra el
movimiento mayoritario también influirán en la consolidación de la identidad
peronista y en la aparición de nuevos actores sociales en la política. Pero
además de todo esto, al hacer referencia al "tiempo de Perón", este excede
los marcos temporales de su gobierno y se trasladan hasta el presente, por
la gravitación que ha tenido el peronismo en la vida política argentina, aún
después de fallecido Perón. En todo caso, el ex presidente es un emergente de
un profundo proceso político y social y por eso el movimiento que lideró logró
sobrevivirlo hasta hoy.
Este libro también está basado en entrevistas (al igual que “Aquí están estos
son los muchachos de Perón”3). La historia oral sigue siendo una de mis
vertientes preferidas. Lo diferente respecto del anterior trabajo es que aquí
no hay entrevistas “solamente” a militantes peronistas. Si bien la mayoría
de las entrevistas tienen que ver con militantes y simpatizantes peronistas,
estos no pertenecen a las primeras líneas, sino que mayoritariamente se trata
de simpatizantes y militantes a nivel popular. Igualmente realicé algunas
entrevistas a quienes vivieron el período 1945/55 sin filiación partidaria. Otro
elemento nuevo es que logré testimonios de personas que llegaron a ocupar
una banca en el congreso o alguna concejalía representando al peronismo. De
6
3 2007, Trelew, edición independiente
Del tiempo de Perón Javier Prado
todas formas, aun en los casos de los entrevistados que ocuparon una banca,
no se trata de personalidades de la primera línea de gobierno, sino de hombres
y mujeres que tuvieron ocasionalmente un cargo político, pero que podían
responder desde un lugar de menor exposición mediática y que no tenían puesto
el “cassette” y que encarnaron un novedoso proceso de inclusión (política,
social y económicamente). El rescate de la memoria popular es un aporte al
conocimiento de la Historia, para comprender más los procesos sociales y las
identidades políticas de nuestra sociedad. Una de las entrevistadas decía:
“Cuando yo era chica que iba a la escuela nos enseñaban que Rosas
fue un diablo. Que le ponían con cola los moños en la cabeza a las
mujeres…Que les pegaban, que las hacían morir de susto. Y sin
embargo, después, mirá como ha cambiado todo. Por eso digo que la
historia va cambiando”4.
Esa frase “la historia va cambiando”, tiene que ver con que la historia
está siendo ahora contada de otro modo, del lado de las mayorías. Ya hace
muchos años otros historiadores y polemistas, con mucho más talento,
habían emprendido un combate historiográfico y contra el poder mediático.
Por eso esas palabras, tan sencillas, “la historia va cambiando”, reflejan los
enfoques alternativos, desde otro lado y no solo desde el poderoso aparato
editorial o ideológico de los sectores antipopulares. Sobran los ejemplos en
nuestra historia sobre los silencios, ocultamientos y difamaciones levantadas
en contra de las mayorías y de sus representantes. Cuando al hablar de los
grandes movimientos populares, solo se escriben las carencias y los errores,
se están callando los aciertos y las virtudes. Y callar, es otra forma de decir.
No quiero dejar de hacer algunas consideraciones acerca de la “previa” de
este trabajo. Cada vez que empiezo a escribir me vuelvo a cruzar con las
mismas dificultades y dudas de siempre. Las dificultades tienen que ver con
las posibilidades materiales de llevar esto adelante. Las dudas se apoyan en
preguntas cómo “¿podré expresar claramente lo que pienso?”, “¿quedará
fielmente reflejado lo que dicen y piensan los entrevistados?”. También
me preguntaba qué vuelta de tuerca encontrarle a estos testimonios para
presentarlos de manera diferente respecto de mis anteriores trabajos. Y
además consideraba el punto, no menos importante, de las sensaciones que
producen en uno (en mí en este caso) los testimonios de los entrevistados.
Es decir: ciertas veces algunos comentarios me provocaron malestar, porque
leía en ellos una contradicción importante del entrevistado entre su pasado
7
4 Adela Ortigosa
y su presente. No soy psicólogo, pero comprendí que lo que se vivió y se
percibió hace tantos años, se vio y se percibió desde una perspectiva que no
es la actual. El entrevistado era parte de la “foto” de ese momento. La imagen
quedó casi intacta, pero el protagonista de la imagen no. Se produce entonces
una extraña situación: el testimonio es interesante aunque el entrevistado
parezca desconectado de lo que está diciendo. Pero la búsqueda de coherencia
perpetua es paranoia de bajo presupuesto.
Otro punto ¿interesante? para tratar es el del “método”…Las entrevistas
fueron hechas escapando cuanto fue posible del lenguaje ¿académico?...Pero
esto no por una cuestión de “adaptarse” al entrevistado, sino porque yo mismo
no pertenezco al negocio. Me resulta inevitable manifestar mi rechazo a la
pose a la que recurren muchos “profesionales” del negocio de la historia. Sus
recurrentes mañas, su lenguaje acartonado, su vocación de secta, sus ritos,
su apariencia, su pretendida pertenencia al pueblo cuando indudablemente
ostentan un nivel económico que no hace más que perpetuar las injusticias
sobre las que después escriben y, sobre todo, su pretendida “coherencia”,
desmentida por la contradicción fundamental que se da entre su discurso y
sus billeteras.
Varias de las entrevistas fueron hechas telefónicamente, ante el dato de alguien
que podía aportarme algo interesante, pero que se hallaba a mucha distancia. La
entrevista telefónica presenta algunas dificultades. El entrevistado suele sentir
un poco de desconfianza ante un llamado inesperado, de alguien desconocido,
que está a una enorme distancia y que le pregunta por cosas vividas hace
muchos años. En cierta forma, en la investigación histórica o en el periodismo,
toda entrevista es una forma de “robo” al entrevistado. Los historiadores nos
apropiamos de un pedazo de sus vidas, de su memoria y cuando ese “robo”
se “perpetra” por teléfono es mucho más dificultoso establecer una conexión
con esa persona, ya que uno carece del contacto visual y entonces uno pierde
oportunidad de valorar los gestos, algunas emociones y demás cosas que
rodean una charla cara a cara...y el entrevistado también se ve impedido
de estas cosas. Y no faltan (encima) las miradas sobradoras de quienes
disponiendo de muchos billetes jamás hacen nada, pero se agitan cuestionando
la validez de una investigación hecha a distancia; personas que si tuvieran la
oportunidad de entrevistar a San Martín por chat, dejarían pasar la ocasión
con tal de aferrarse a sus biblias metodológicas. Esa postura anti tecnológica
puede parecer simpática y romántica, pero cuando se intensifica bordea lo
8 reaccionario. Si el contacto personal es “todo”, estaríamos proclamando
un retorno perpetuo al pasado (de igual manera habrán criticado al primer
Del tiempo de Perón Javier Prado
tipo que en vez de transmitir sus ideas mediante la oratoria decidió un día
escribirlas)…O sea que el “medio” se convierte en el “fin”. Están quienes
critican al libro electrónico por ser electrónico y prefieren el libro impreso por
ser impreso. Un día va a aparecer alguien que esté en contra del libro impreso
con máquinas y postule la superioridad del manuscrito original en papel; y a
ese seguramente lo criticará el fanático de la escritura en tablas de arcilla…
En cuestiones de gustos, puede ser que una carta en papel sea más cómoda de
leer que un correo electrónico, pero su validez comunicacional es la misma.
Lo más cómico de esto es que quienes cuestionan las nuevas herramientas
tecnológicas no tienen ningún problema en dar por “cierto” los garabatos en
una piedra encontrada a 15.000 kilómetros de distancia y descifrada por un
desconocido, siempre que sea “científico”….
Una de las dificultades de la entrevistas, en general, se centra en la “veracidad”
de los testimonios logrados, un punto sumamente abordado ya. Puedo reiterar
que lo más interesante es ver qué refleja el entrevistado del período en cuestión
y no la puntillosa lista de nombres y fechas, ya que esa tarea es del historiador.
En los testimonios brindados por los entrevistados se tornan muy interesantes
además de los hechos puntuales, vividos y recordados, el reflejo que brindan
del proceso político y social.
Por eso respecto del objetivo (más allá del objetivo general: explorar y analizar
el peronismo a partir de los testimonios de simpatizantes) está también presente
el hecho de observar cuál es la interpretación que el entrevistado hace del
período vivido y cual es su valoración hoy; cuáles han sido los procesos que
han determinado la construcción de una ideología; los aspectos sociológicos y
otras cuestiones referidas a los procesos del ¿imaginario? personal y colectivo.
Algo de esto tal vez sea tarea del sociólogo (careciendo, el que escribe, de ese
título habilitante), pero busco dar algunas aproximaciones desde otro ángulo
(la historia). Los aspectos principales para destacar de todo el proceso histórico
peronista son dos. En primer término: la inclusión política (“ciudadana”,
si lo prefieren), lo que se produce por varios medios: elecciones limpias,
incorporación de la mujer al sufragio, pleno empleo, obras públicas, acceso a
la vivienda, derechos laborales, movilidad social ascendente, entre otros; y en
segundo lugar el proceso de liberación nacional, al que podemos ver como la
“inclusión” de Argentina en el grupo de países autónomos e independientes.
Como decía, la presentación de estos testimonios, el contexto y el análisis
sobre los mismos debían ofrecer algo diferente respecto del anterior trabajo
de similares características, por lo tanto, no entraré en detalles sobre hechos 9
puntuales ya señalados anteriormente, aunque si haré referencia a aquellos
que por ser marcas importantes en la historia (y porque no todos los lectores
los conocen a fondo), merecen una introducción. Si bien en la presentación de
los testimonios logrados hay una cierta cronología, también busqué ordenar
las entrevistas por sus aspectos conceptuales, es decir: por los temas a los que
los entrevistados hacían referencia.
En esta ocasión, más allá de mi intervención para presentar estos testimonios,
traté de contextualizarlos de manera sencilla, por lo que no abundaré en datos
complementarios ya tratados en mis trabajos previos y solamente remarcaré
mis interpretaciones y conclusiones.
Busco también que estos testimonios generen en el lector algunas reflexiones y
cuestionamientos. Creo importante dejar en claro mis opiniones y conclusiones,
pero también creo que es fundamental en un trabajo de este tipo dejar hablar
al entrevistado. Es decir; lo importante en este trabajo son los testimonios
encontrados, y ellos merecen el mayor espacio; de lo contrario caería este
libro en el error de algunos programas televisivos en donde el conductor habla
más que el entrevistado.
No quiero dejar de decir que este es un trabajo parcial, subjetivo y tendencioso,
pero argumentado.
Finalmente, quisiera hacer una breve referencia a uno de los aspectos siempre
muy “tratados” cada vez que se escribe, habla o se piensa sobre el peronismo.
Es el tema de las “sensaciones” o “sentimientos” o la “emoción”, conceptos
casi siempre utilizados para desacreditar una idea o elección política. Sobre
esto, solamente (y para molestar) diré que las sensaciones no necesitan respaldo
documental. Aunque no faltará quien a un enamorado le exija la presentación
de papeles que acrediten sus sentimientos...
Los testimonios son de personas de varios puntos del país: Tierra del Fuego,
Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Santa Fe, Tucumán, Santiago del
Estero, Chaco, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y Capital Federal.
Brevemente diré cómo está organizada la presentación de este trabajo,
recordando que en todas las secciones se encuentran los testimonios de testigos
de la época. Los capítulos son:
Antes de Perón, donde se refleja la situación política, económica y social
previa a la conformación del peronismo. La década infame, con su carga de
corrupción, privilegios y entrega, deja a los sectores más humildes en absoluta
desprotección y privado de derechos. Hay recuerdos de la vida cotidiana que
dan una idea aproximada de cómo era la época.
10 En Peronismo, se aborda el proceso de formación del peronismo a partir
de la relación entre los trabajadores y ese coronel a cargo de la secretaría
Del tiempo de Perón Javier Prado
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Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 1
Antes de Perón
En la Patagonia
Recordemos que las actuales provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut,
Santa Cruz y Tierra del Fuego, eran territorios nacionales, ya que no reunían
los requisitos de población para ser consideradas provincias. En el norte del
país, también había otros territorios en la misma situación. En el caso de
Chubut y Santa Cruz, la división política de su territorio era distinta, ya que la
zona sur de Chubut y la norte de Santa Cruz comprendían la zona militar de
Comodoro Rivadavia. En tanto, en la zona cordillerana:
“mi madre era de apellido Catalina Cadagán...su primer marido era
Toribio Jaramillo y fueron uno de los primeros pobladores de Río Pico.
Y en Río Pico lo único que ha quedado de ellos es el río Jaramillo…
porque el campo que tenían, le sacaron esa parte para el pueblo de Río
Pico…pero lo único que dejaron fue el río, que no lo van a poder sacar,
y le pusieron río Jaramillo (…) Yo iba a la escuela. Teníamos una
quinta, cosechábamos verduras, en el verano. Acá (Esquel) se hacía
todo en verano. En el invierno, como los topos, se comía lo que se
guardaba (…) pero en el verano yo llevaba la fruta, la verdura, y mi
vieja era muy buscavidas, nos hacía la ropa. El primer marido tenía
mucho capital. Mi viejo no, porque mi viejo era un laburante y después
cuando se vieron mal, se vino acá, a Esquel, año ‘37. Fui todo el
primario acá. La gente encaraba la tierra y juntaba para el invierno.
Esquel era de novela. Calcule que los camiones eran contados. Los
Paredes, que fueron los primeros que tenían camiones, los Aguad, con
camiones más viejos… y no había coches casi. Mi mujer nació en Río 15
Pico, a 60 kilómetros de Esquel y el tío de ella, Otiaga, era el primer
taxi en Esquel. Estaba el Regimiento 21 y yo digo “¿cómo trabaja de
taxi?”, claro, con los soldados. Porque los soldados los traían todos de
Buenos Aires, la mayoría. Y el ejército dio mucho, mucho. Este fue
un pueblo raro (…) A la mañana antes de irme a la escuela, ¿sabe a lo
que me mandaba mi vieja? Me mandaba a los hoteles. Había en ese
tiempo como 5 o 6 hoteles. Me los recuerdo todos. Yo ya tenía dos o tres
hoteles fijos que me pedían verduras, cebollas, lechuga, todo eso…Y
yo antes de ir a la escuela (iba) con mis dos canastitas (…) llevaba la
verdura. Volvía; mi vieja, si había café me daba y a la escuela. Salía
de la escuela, me iba a la imprenta o sea a la librería de Feldman5.
La señora me quería un montón, porque le hacía todos los mandados,
vendía revistas en los hoteles cuando llegaban, no me acuerdo si eran
dos veces por semana…Me mandaban a cobrar los edictos que salían
en el diario, que publicaban. Así que me conocía todo, me solía mandar
al banco. Conocía a todos los abogados, los escribanos que se habían
instalado en Esquel…Siempre anduve entre gente, esa fue mi escuela”6.
Antes de que se estableciera una legislación laboral que protegiera a los peones,
la vida de trabajo en el campo era durísima. Los patrones no se preocupaban
demasiado por el bienestar de sus trabajadores rurales.
“Y antes acá, en estos campos, lo que es la oveja, todo eso, (a) los
tipos (porque yo lo viví) los conocía. Los que tenían (los dueños de
los campos, o los encargados) se venían en el invierno a los hoteles,
acá y dejaban a los peones, que vivan debajo de una mata, que se las
aguanten…yo conocí todas esas épocas… y conocí a los tipos, todos
los personajes que pasaban. Y mi cabecita ya funcionaba, porque tuve
la suerte…yo fui detallista, me gustaba ver todo…Me calan los huesos
las injusticias. Yo siempre estoy de lado del de abajo. El de arriba, ese
se defiende solo, decía Evita”7.
Un testimonio de la zona de Río Negro refleja este panorama, mostrando
cuales eran las opciones políticas de entonces:
“En realidad, nosotros somos de origen libanés. Y en mi casa eran
demócratas8, pero amplios, en su máxima expresión y no se obligaba
dentro de la familia a adoptar una posición ideológica determinada. En
5 Luis Feldman Josin (1910 - 1971), periodista, director de los diarios Esquel (Esquel) y Jornada (Trelew)
6 Víctor Pérez (nacido en 1935)
7 Víctor Pérez
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8 Se refiere a que eran democráticos, no confundir con el partido conservador que utilizaba el término en
su denominación.
Del tiempo de Perón Javier Prado
9 El ala liberal del radicalismo, opuesta a Yrigoyen. El sector de Alvear se prestó al fraude electoral
durante la década infame.
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10 René Hechem (nacido en 1923)
redujo la cuota de compra de carnes argentinas, la oligarquía vacuna no dudó
un instante y se arrojó en brazos del imperialismo británico con tal de salvar
sus ventas y prolongar su alto nivel de vida a costa de un pueblo hambreado.
Todos los resortes económicos se pusieron en manos del imperialismo
británico, todo ello rubricado por el vergonzoso pacto Roca – Runciman, en
donde hasta la política monetaria, el crédito y la emisión de moneda quedaron
bajo el poder extranjero.
“En realidad antes, en el ‘32, ya la famosa crisis total en el mundo nos
golpeó también a nosotros. Nosotros teníamos un negocio de “ramos
generales”, tienda, y tuvimos que cerrar en el año ‘32 con toda la
mercadería dentro del local. Una oveja costaba un peso, pero no lo tenía
la gente…Pero pasaron los años y gracias a Dios alguien pensó con
criterio, que falta hoy en estos momentos, y se elaboró el primer Plan
Quinquenal”11.
La desprotección del trabajador rural era tan grande que los patrones llegaban
a tomarse la libertad de pagar los salarios con su propia moneda, “acuñada”
por ellos. En los grandes establecimientos agrícolaganaderos o en los ingenios
azucareros el trabajador rural sufría la doble explotación: laboral y comercial,
ya que no solo cobraba salarios de hambre, sino que además estos eran pagados
con monedas hechas por los propios patrones para que solo se pudieran
gastar en los almacenes de “ramos generales” de su propiedad, adonde los
trabajadores pagaban precios inflados.
proveeduría que daba el Ingenio, que era del mismo dueño. Todo salía
(como decía mi padre) de la misma lonja”13.
Un panorama bastante similar es el que se vivía en Oratorio Morante
(Provincia de Santa Fe). El día a día de los grandes y niños en las zonas rurales
transcurría con sumas dificultades para los trabajadores y sus familias, y así
lo cuenta Honorio:
“Iba al colegio yo ahí. Iba dos kilómetros y medio de a pie. Llegábamos a
clase, entrábamos a la clase y cuando salíamos al recreo nos hacían aprender
botánica. Y después venía a la chacra, dos kilómetros y medio de a pie.
Llegábamos, nos comíamos un puchero de cerdo. Enganchábamos la maleta, a
juntar maíz hasta la noche y en la noche comíamos un guiso también de cerdo
y recién hacíamos los deberes”14.
Es interesante lo señalado por el siguiente entrevistado, quien marca que
cuando comienza a escucharse el nombre de Perón, en Córdoba, al principio
hubo cierta desconfianza y a la gente de la zona.
“No le gustaba. No le gustaba para nada lo que ocurría, porque
teníamos un período de pasividad, que las cosas se desarrollaban sin la
participación del pueblo. Cuando entra a participar el pueblo entonces
todos estaban medio asustados. Pero, cuando se entra a afianzar con
buenos principios y con buenas obras y con buenas realizaciones
entonces la gente empezó a entrar”15.
La desconfianza inicial, probablemente, tuvo que ver con que las fuerzas
armadas se habían convertido en instrumento de la elite política y económica
para asfixiar al pueblo. Uriburu desde el nacionalismo oligárquico (curioso
nacionalismo que temía a los inmigrantes si eran trabajadores, pero toleraba
a los extranjeros ricos, gerentes de las multinacionales) y Justo desde el
liberalismo conservador (liberal en lo económico y conservador en lo político)
coronaban la traición de las fuerzas armadas, sin olvidar que ya en 1919 y
1921 las fuerzas de represión habían producido dos grandes masacres contra
los trabajadores. Por eso es comprensible que, en un comienzo, el pueblo
trabajador desconfiara de ese coronel instalado en una modesta oficina que
empezaba a tener trato directo atendiendo reclamos e instrumentando medidas
que favorecían al obrero. Hasta ese momento, 1943, en las zonas rurales se
vivía una gran injusticia social, explotación laboral, carencia de leyes que
experiencia vivida,
“pero ya había un movimiento general en el país, que estaba bastante
feo el asunto. Porque vio que en esa época, que vino Perón, el
chacarero era explotado por grupos minoritarios. Terratenientes que
tenían tierras, pero las tierras…. tenía un tipo ahí, lo hacía trabajar y le
daba un porcentaje de lo que cosechaba al que trabajaba la tierra, ¿las
condiciones de los peones para trabajar? Como siempre fue el campo:
muy pobre. Como es actualmente. Todavía se explota, al obrero del
campo se explota como….miserablemente, malísimamente. Así que en
esa época, peor, porque un peón ganaba 10 pesos, 15 pesos por mes.
Una vez por semana le llevaban la galleta, la yerba para contenerlo
dentro del campo”23.
Respecto del almacén de “Ramos Generales” este hombre nos dice:
“Si, si. En cada pueblo. Tenemos 6 pueblos de acá (Carmen de Patagones)
hasta Luro: (Cardenal) Cagliero, Casares, Stroeder, Villalonga, Juan
Pradere, San Blas, todo eso, por la costa del mar (…) La mayoría (de los
almacenes) era de gente que explotaba…extranjeros, turcos, muchos
turcos, gente grande…Bueno, en los pueblos grandes (Villalonga,
Stroeder) si, los dueños de los campos tenían en el pueblo panadería,
almacén”24.
En muchas ocasiones el almacén de Ramos Generales operaba como cierre del
círculo del dinero dentro del mundo rural. En varios lugares el peón cobraba
sus salarios magros en vales y compraba lo necesario para su subsistencia en
el almacén propiedad del patrón a precios imposibles.
23 Arsenio Martínez
23
24 Arsenio Martínez
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Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 2
Peronismo
Hacia 1943 el sistema de fraude electoral ahogaba por completo a las mayorías.
El contubernio conformado por radicales alvearistas y conservadores,
acompañados por la fuga mental de socialistas, comunistas y nacionalistas
de derecha, dejaba sin voz ni voto a las masas populares que habían quedado
huérfanas de liderazgos tras la muerte de Yrigoyen, en 1933. Para las elecciones
de 1944 se hablaba de Robustiano Patrón Costas, el empresario salteño, como
sucesor de Castillo y continuación del fraude.
Económicamente, Argentina se hallaba encadenada a Gran Bretaña. Todos los
resortes de la economía estaban puestos al servicio del imperialismo británico
y sus socios locales: la oligarquía terrateniente y la elite política gobernante.
La crisis social y política hizo que dentro del ejército se generara un temor
creciente ante la posibilidad de un movimiento revolucionario del tipo
“comunista”, típicos temores de las filas castrenses. Sin embargo los partidos
seudo obreros y todo el resto del arco político estaban más preocupados por
la guerra entre imperios que se desarrollaba en Europa, que por el asfixiante
clima de fraude y entrega económica que azotaba a la Argentina.
El 4 de junio de 1943 un sector del ejército dio el golpe de Estado que puso fin a
la década infame. “En realidad, de otra manera no podía concluir ese cúmulo
de desaciertos, de medidas contra el pueblo, de mala política nacional que
se venía produciendo (…) las causas del actual desorden, de la inmoralidad
reinante, del desenfreno en que el país se hallaba sumido, no deben buscarse
en motivos superficiales ni tampoco atribuirse a vagos fantasmas los males que
todos estamos sufriendo. Es el exceso de ambición de la oligarquía insensible
al bienestar social”25. Sin embargo, las múltiples ideas que convivían
dentro del ejército hicieron que el gobierno tomara medidas contradictorias.
Por un lado estaban quienes temían una intensificación de la protesta y al
comunismo, por otro lado estaban los militares liberales (simpatizantes de los
“aliados” en la guerra europea), más allá los germanófilos simpatizantes del
“eje” en la contienda armada europea y por otro lado un grupo de generales
de orientación popular. De manera que a las positivas medidas económicas le
seguían obtusas disposiciones en lo político.
“Mi viejo, mi vieja, todos (peronistas). Mi viejo fue uno de los primeros
que salieron a pintar con cal “Perón – Quijano” (…) Cuando se produce
25
25 El Litoral, 5/6/1943, p. 4
la revolución del ‘43, 4 de junio, empiezan a hacerse pequeños grupos
de radicales, empiezan a acompañar todo el proceso revolucionario…
es decir (a) Farrell, Ramírez, (a) todos los que fueron presidentes de
la época que se había hecho la revolución. Además eran contrarios a
un conservadorismo que había venido gobernando durante tiempo el
país. Eran radicales; radicales, que sufrían las consecuencias del fraude
electoral, que no participaban de la vida política, no podían llegar al
poder, habían fracasado en intentos de participar en elecciones….y se
dio ese cambio que se estaba dando en el país y termina con la llegada
de Perón. Ellos acompañaron al golpe de estado ese, desde el principio.
Empiezan a tener contacto entre ellos, con grupos que venían de otro lado.
Los contactos se dieron en ese momento que se estaba armando todo,
que se empezó a conocer a Perón antes de que fuera presidente. Perón
tuvo una activa participación en todo el movimiento revolucionario de
ese entonces. Y bueno, lo acompañaron y de ahí ellos se incorporaron
después al partido peronista, pero venían de origen radical (…) Mi
padre era radical y toda la gente que entró con él venía de los radicales
que absorbió el peronismo. Pero el venía del radicalismo”26.
Como se ve, el peronismo se irá nutriendo de hombres y mujeres provenientes
de diferentes expresiones políticas.
Dentro del gobierno surgido del golpe se hallaba el coronel Juan Domingo
Perón, que se hizo cargo del modesto Departamento de Trabajo, una olvidada
oficina sin estructura ni presupuesto importante. Tras asumir cargo en esa
oficina, Perón buscó darle un rango más importante y por eso se transformó
en Secretaría. Perón advertía que el avance de los trabajadores era imposible
de ignorar. Dentro de su formación militar y sin ser un revolucionario de
izquierda, Perón buscó los caminos para encontrarse con las grandes mayorías
y fue sin dudas un nacionalista popular. Las masas trabajadoras haciendo
camino en la historia, provocaron que Perón fuera el emergente de todo un
proceso político y social. El coronel advertía que había una gran cantidad de
necesidades insatisfechas en el mundo del trabajo y buscó conocer de lleno
las inquietudes de los trabajadores desde su puesto. No solo llegaba el tiempo
de liberación para las masas de las cadenas políticas, económicas y sociales,
sino de liberar al país en su conjunto del sometimiento al capital imperialista
que estrangulaba su desarrollo. “El estado intervendrá en la solución de los
problemas gremiales, Dijo el Cnel. Perón (…) deben ser atendidos los que
26
26 Carlos Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado
27 El Litoral 2/12/1943, p. 3
28 Heraclia Arrúa de Larrondo (nacida en 1929)
29 El Litoral, 17/06/1944
27
30 Celestino Sagaseta (nacido en 1929)
“Después de las revoluciones militares…ahí ya arrancó el movimiento,
que ya venía gestando…la gestión en la parte obrera y todo eso estando
la revolución que después terminó con el golpe, cuando lo metieron
preso a Perón. Claro, entonces ya ahí arranca, más o menos, el
movimiento”31.
Poco a poco los conflictos gremiales empezaron a resolverse a favor de los
trabajadores. Perón buscó rodearse de dirigentes gremiales que ya venían
actuando, entre ellos, Atilio Bramuglia y Ángel Borlenghi, ambos ligados
al socialismo. Sin dudas, una de las medidas más importantes fue la que se
sancionó el 8 de octubre de 1944 y que se dio a conocer una semana más tarde:
el Estatuto del Peón Rural:
“yo fui estudiante de agronomía y cuando salió el Estatuto del Peón
hemos hablado con los profesores y con todos y ahí empezamos a
darnos cuenta de que era una medida que beneficiaba al hombre de
trabajo. Porque especialmente el peón de campo, era el tipo o era el
trabajo más desvalido que había, más abandonado. Estaba abusado por
los patrones”32.
La sanción del Estatuto marcó un punto de no retorno para la situación de
los trabajadores rurales y, por otro lado, generó el odio acelerado de los
terratenientes y sectores patronales que veían amenazadas sus fabulosas
ganancias y su poder político y social: “Art. 16 – Los obreros que deban
realizar trabajos a la intemperie, deberán ser provistos, por cuenta del patrón,
de trajes y calzado adecuados que los protejan contra la lluvia y el barro.
Art. 17 – Los trabajos de ordeñe y apoyo deberán realizarse bajo tinglados
construidos con cualquier clase de material que pongan a cubierto al obrero,
durante el trabajo, de la lluvia y el viento. La construcción de tales reparos
incumbe al dueño del tambo”33.
“La primera vez que escuché el nombre de Perón, tendría yo 10
u 11 años, (fue) en la boca de mi padre. Porque a pesar de que era
español, le gustó la forma de ser del General en aquel momento, que
recién asomaba el nombre de Perón. Y yo me quedé con esas ideas.
Conversábamos mucho con mi padre y mi madre sobre política, porque
era medio politiquero mi viejo (…) Primero se empezaron a juntar
grupos de vecinos (…) se volcaron para el radicalismo algunos, otros
31 Arsenio Martínez
28 32 Orlando Ludovico Parolín (nacido en 1924)
33 El Litoral 14/10/1944, p. 4
Del tiempo de Perón Javier Prado
El 17 de Octubre en la memoria
Perón fue ocupando diversos cargos en el gobierno surgido del golpe de
Estado. Como vimos, al principio se ubicó en el modesto Departamento de
Trabajo, que pasó a llamarse Secretaría de Trabajo y Previsión. Perón fue
designado Ministro de Guerra y luego vicepresidente (reteniendo su cargo en
Trabajo y Previsión). Su buena relación con los trabajadores se cimentó en las
34 Gerónima Ramos
29
35 Américo Rada Alé (nacido en 1936)
resoluciones favorables hacia los obreros y en el tratamiento directo de los
conflictos laborales. La figura del coronel seguía creciendo dentro del gobierno
(y con él su grupo más cercano), pero también iba creciendo la desconfianza
de algunos de sus camaradas, asustados de las prácticas “comunizantes” del
coronel.
Por otro lado, los partidos políticos del momento estaban más preocupados por
la guerra interimperialista que sacudía a Europa que por los conflictos internos
y perdían predicamento entre los sectores populares que tenían necesidades
inmediatas y concretas. Muchas de las carencias de los trabajadores se debían
a las prácticas de explotación que el imperialismo británico desarrollaba en
nuestro país, pero los partidos tradicionales callaban sus críticas a Inglaterra,
pues esta representaba para ellos la causa de la “libertad” y la “democracia”
en la guerra europea. Un miembro de la futura Unión Democrática, decía: “el
gobierno norteamericano defiende la libertad y la independencia de todos
los pueblos”36. Los sectores que habían sido socios y testigos silenciosos
del fraude en la década infame, se agitaban pidiendo la entrega del gobierno
a la Corte Suprema y una convocatoria a elecciones. Sin embargo, todo el
pensamiento político evitaba mencionar la situación de sometimiento en la
que se hallaba Argentina respecto de Inglaterra y en cambio se ponían todos
los esfuerzos en involucrar a nuestro país en la Guerra Mundial que se daba
entonces. La negativa del gobierno a sumarse al conflicto internacional le
valió las sospechas de Estados Unidos y dio pie a la oposición para decir
que el gobierno era “nazi” (aunque a Inglaterra le convenía la neutralidad
para poder seguir abasteciéndose de carnes sin que los barcos argentinos
fueran tocados). Más allá de algunas posiciones reaccionarias que había
dentro del gobierno (y de la sociedad en general), la acusación de “nazi” era
injustificada, pero era una forma de nuclear a las clases medias y altas, a los
sectores oligárquicos y al conservadorismo en contra del accionar de Perón a
favor de los trabajadores. De esa manera, envolviéndose en la bandera de la
“libertad”, los partidos tradicionales combatían a los sectores populares que
iban entrando poco a poco en escena. Querían desprestigiar a Perón frente a
los trabajadores y desprestigiar a los trabajadores frente a las clases medias.
Perón pasó a ser el enemigo número uno de las dirigencias burocratizadas.
La derrota inminente de Alemania y sus socios fue tomada como una victoria
propia por la oposición local, y la naciente Unión Democrática (donde se
reunían todos los partidos liberales) aumentó su presión buscando no sólo el
30
36 Jorge A. Ramos. Breve historia de las izquierdas en la Argentina. Tomo II, Claridad, Buenos Aires,
1990, p. 102
Del tiempo de Perón Javier Prado
38 Peronista
32 39 Harold Evans (nacido en 1924)
40 Romualdo Cobo (nacido en 1926)
Del tiempo de Perón Javier Prado
de diferentes puntos del gran Buenos Aires y del interior del país:
“El 17 de octubre, yo me acuerdo que hacía poquito que estábamos
en Buenos Aires, recuerdo que fuimos con un grupo (yo estaba de
empleada) al Hospital Militar. Porque nos habían dicho que el General
estaba internado en el Hospital Militar. No, mentira, era que ya lo
habían detenido y lo habían mandado a la isla Martín García. Entonces
yo me acuerdo que llegué a mi casa y lloraba y decía “¿cómo el pueblo
no sale a defender al General41?, yo no puedo hacer nada, soy tan
pequeña, no puedo hacer nada por los trabajadores”. Yo lloraba así. Sin
embargo se dio. Qué cosa maravillosa cuando habló esa noche. Yo en la
plaza no estuve, pero escuché por radio (…) Mi papá, mi mamá, todos
(peronistas). De hecho, ellos fueron los que más quisieron que entrara
en la política. Porque yo no quería ser ¿por qué? Porque mi vocación
era la música. Yo estudiaba mucho el piano. Yo quería ser concertista
de piano. Entonces yo dije “no, la política no, porque la política es
absorbente y yo voy a tener que cerrar el piano” y fue así. Yo tuve que
cerrar el piano. Porque en la música uno tiene que estar constantemente
ensayando sobre el instrumento y más en el piano, que es muy difícil.
Me decían ellos “a lo mejor se te abre un porvenir”… “¿qué se me
puede abrir un porvenir?”, porque lo que menos pensaba yo era que
iba a tener un cargo político. Me gustaba mucho Perón por su acción
social, que se ocupaba de los que nada tienen, se ocupaba de los sin voz,
entonces yo simpatizaba con el General, con su doctrina, pero que yo
iba a actuar en política, ni me pasó por la cabeza”42.
Es interesante el siguiente testimonio acerca de aquella jornada, cuando algunos
“historiadores” se quejan de la falta de “espontaneidad” del movimiento:
“Y ahí me hice peronista de muy chico. Porque el peronismo nació
solo. Porque la gente de las fábricas estaban cansados. Muy cansados
estaban. Y un día…la gente saca a Perón de Martín García, cierto. Y
la gente salió de CAME y salió de acá, de Pavón y salió de Florencio
Varela. Salió como en caravana, sin haber comunicación, nada (…)
Pero como si hubiese sido invitada. Y no era invitada. Fue un boom…Y
se subía arriba de los tranvías, arriba de los techos de los tranvías y
hasta que a Perón lo sacaron de Martín García. (Yo) Vivía en Villa del
Parque (zona) media bacana. Yo tenía ahí a mi abuela y a una tía mía.
Cuando yo me hice peronista, mucha gente de arriba no quería que
33
41 Aún era coronel en ese entonces
42 María Urbelina Tejada (nacida en 1922)
fuera peronista. Era “mala gente”…Así se catalogaba al peronismo
(…) ahí fue cuando lo mandaron a Perón un tiempo a Martín García y
el pueblo lo sacó de prepo, sin derrame de sangre, sin nada (…) Arrancó
de Avellaneda más o menos y de todas partes de donde había pueblos
trabajadores. Después, de la calle Pavón, de ahí de Avellaneda, había un
montón de fábricas. Estaba CAME, Frigorífico La Negra, y otras (…) el
que no era peronista en mi casa…no era persona bien vista (…) A mí las
ideas de Perón me gustaban y mucho. Nunca tuve que pedir nada. Ni a
Perón, ni al gobierno, ni nada”43.
El movimiento favorable a Perón tuvo un centro importante en la provincia de
Tucumán, donde los trabajadores de la caña de azúcar fueron de los primeros
en manifestarse, pero no los únicos:
“El 17 de octubre del ‘45, tenía 20 años cuando se produce el famoso
día de la Lealtad, que lo sacan a Perón de la Isla Martín García. Eva
Perón, mejor dicho, fue la que reunió a todos los obreros de la república,
porque cuando a mí me comunican cerca de las 6 de la tarde, el jefe que
yo tenía me dice “pendejo, buscate en qué vas a regresar a tu casa
en Tafí Viejo, porque han parado todo el mundo por Perón. Quieren
a Perón en la Plaza de Mayo”. Lógicamente que uno simpatizaba,
pero no estaba ligado directamente porque yo de política no entendía la
verdad un carajo. No entendía porque era un pendejo, uno más buscaba
las cosas de diversión, pero ya había un entusiasmo casi político por
lo que era Perón, por la figura de Perón que se engrandecía día a día y
eso le fastidió a muchos militares que no querían que Perón sobresalga
de esa manera y lo metieron preso en la (isla) Martín García (…) y los
obreros de Avellaneda salieron a la calle y todo eso se escuchaba por
radio o por los diarios. Había diarios que publicaban las cosas esas. Era
lo único que uno se podía enterar, no había televisión, todavía en esa
época para acá, para Tucumán”44.
Finalmente Perón fue liberado y su presencia en el balcón de la Casa Rosada
hizo estallar al pueblo en una memorable ovación. El pueblo había escrito
la más maravillosa página de su historia política. Sin embargo de una punta
a la otra del arco “ideológico” continuaba la ceguera: “El malón peronista-
con protección y asesoramiento policial- que azotó al país ha provocado
rápidamente- por su gravedad- la exteriorización del repudio popular de
34 43 Carlos Ritchie (nacido en 1932, )
44 Romero Cruz
Del tiempo de Perón Javier Prado
Evita y el 17 de Octubre
Mucho se ha dicho sobre el papel de Evita en aquellos días. Es indudable que
Evita fue una mujer excepcional y que su figura dejó una profunda huella en
la historia política, pero en aquellos días de octubre poco podía hacer Eva
Duarte (aun no estaba casada con Perón) por la libertad del coronel, ya que
su inserción en el mundo laboral era escasa y no tenía contacto directo con
dirigentes gremiales y políticos. Resulta interesante el testimonio de quien ya
tenía un contacto con gente cercana a Perón y que cuenta cual fue la situación
de aquellos días:
“Los medios decían que Evita había estado escondida en la casa de
Perón los días del 17 de octubre. Mentira. Estaba acá47. Andaba yo
manejándola, la traje a casa”48.
45 Maristella Svampa. El dilema argentino: civilización o barbarie. El cielo por asalto-Imago Mundi,
1994, p. 253
46 José Luis Romero. La experiencia argentina, Fondo de Cultura Económica, B. Aires, 1989, p. VII
47 San Nicolás
35
48 Honorio Zariaga
Honorio Zariaga trabajaba para un hombre que se ligará a Perón a partir de
1943:
“había venido la crisis del ‘30. Mi padre tenía chacra en la estancia de
Román Alfredo Subiza, en Oratorio Morante, Provincia de Santa Fe.
Entonces, cuando vino la crisis, yo le pedí trabajo al doctor Román
Alfredo Subiza y me dio para que yo plantara plantas e hiciera trabajos
en la estancia, pero a los 15 días me dejó de encargado de la estancia.
Eso fue en 1938 y después yo seguí trabajando en los campos de él,
porque él tenía cinco o seis estancias, entonces seguí trabajando con él
hasta que llegó que Perón lo hizo intendente de San Nicolás”49.
Pero ¿quién era Román Subiza? Era un abogado (también fue profesor
universitario) nacido en San Nicolás, en 1913. Luego del golpe del ‘43 fue
designado comisionado municipal en San Nicolás (Buenos Aires) por el
interventor en la provincia de Buenos Aires, Juan Atilio Bramuglia.
“Entonces él me llevó a mí, porque como yo le servía de custodia,
aparte le manejaba el coche, porque Perón lo quería tener a él en
Buenos Aires. Era intendente acá en San Nicolás. Me nombró a mí
en la intendencia para irse junto conmigo a Buenos Aires. En Buenos
Aires en la calle Sánchez de Bustamante, barrio Abasto, alquilaron con
Juan Duarte, Hugo Saldías y Román Alfredo Subiza, un departamento.
En Bustamante al 660, donde yo le manejaba el coche y le atendía el
teléfono. Y hacía como dos o tres meses que estábamos allá cuando
viene que ocurre en la mañana (que) ellos se fueron del departamento
con la voituré de Juan Duarte (de dos colores, que era una Ford modelo
‘37, abajo azul y arriba un celeste verdoso) a hablar con Perón. Ahora,
justo que ellos estaban reunidos le avisan a Perón que se escape, que
lo van a detener. Entonces Subiza le ofrece la estancia a Perón, pero
ellos después salen todos en caravana disparando50 de ahí porque
los venían a llevar presos. Entonces Subiza, cuando van bajando del
edificio había un jarrón y esconde la pistola ahí y salen y toman la
voituré y salen escapando, detrás de la caravana de los coches que se
iban, de la gente que estaba junto con Perón reunida. Entonces a las dos
cuadras Subiza le dice a Juan Duarte “doblá, o lo siguen a Perón o nos
siguen a nosotros”. Y doblaron, pero ellos se fueron hasta cerca de San
Martín, y abandonaron la voituré y se agarraron el (tranvía) Lacroze y
36 49 Honorio Zariaga
50 Escapando
Del tiempo de Perón Javier Prado
66 Arsenio Martínez
43
67 Arsenio Martínez
que teníamos. Porque en esa época, todavía, éramos pobres nosotros
(…) no había tanto movimiento como ahora que hay tanto en forma
de auto, camioneta…y todo. En esa época del ‘46, todavía no había
tanto movimiento. Pero la gente venía. Y después, los íbamos a buscar,
nosotros. Si, (con) los pocos vehículos que teníamos, como podíamos,
o con un sulky o lo que sea si era para buscar la gente. Los traíamos al
pueblo, a votar (…) porque nosotros trabajábamos con la gente muy
bien. Eran una gente que era de otra(s) (ideas) política(s)”68.
Como vimos, el peronismo se va conformando con personas de distintos
frentes, muchos independientes; otros integrantes se acercaron al movimiento
desde el nacionalismo:
“Yo conocí a Perón en la provincia de Buenos Aires, cuando iba en
su tren para la campaña de la primera presidencia. En 9 de Julio,
provincia de Buenos Aires. Ahí conocí a Perón y conocí a Evita y a la
señora de Quijano (…) era el tren de campaña (…) ahí nos mandaban a
estudiar, acá (Neuquén) no había nada. Y eran todos radicales, inclusive
mi hermana (…) Estaba la calle central que termina en el Ferrocarril
Oeste…(empieza en la plaza, está en el centro la calle Vedia). Y habían
hecho ahí, en la salida a la calle, del ferrocarril (digamos la estación),
habían hecho un palco. Y ahí se subió y ahí estaba toda la gente. Pero
llenaba la cuadra…Mire que son las avenidas anchas (…) Mi marido fue
peronista desde que llegó a acá (Neuquén). Digo que tiene sus orígenes,
no es que fuera (nacionalista) pertenecía al Instituto Juan Manuel de
Rosas, que tenía como una flor, una estrella federal”69.
Perón desarrolló su campaña electoral recorriendo el país a bordo de un tren y
mediante encuentros con los trabajadores. El peronismo se iba constituyendo
como un movimiento antes que un partido. Y ese movimiento era multiclasista,
aunque su base fundamental era la clase trabajadora, como recuerda este
neuquino:
“Y empezamos primero como activistas, pegando afiches, pintando
(…) a los 18 años me empecé a juntar con la gente mayor de más
conocimiento. Había profesionales, había de todo, especialmente,
más, de la clase trabajadora. Yo pertenecía al gremio de la Unión
Ferroviaria”70.
68 Arsenio Martínez
44 69 Idalia (nacida en 1930)
70 Celestino Sagaseta
Del tiempo de Perón Javier Prado
71 Carlos Ferreyra
45
72 En realidad fue en febrero de 1946
la primera vez, tuve esa suerte. Desde ese día sentí la necesidad de
integrarme al partido (…) Te soy franca, nunca tuve un regalo porque
no pedí. Nunca tuve un crédito para hacerme una casa porque no pedí,
pero soy feliz lo mismo, porque de lo que tengo no me voy a llevar nada
(…) El peronismo es eso. El peronismo no es mentir. El peronismo
no se nutre de mentiras, de decir cosas que no va a realizar. Eso no
es el peronismo. Eso eran los radicales que cuando éramos chicos nos
envolvían con la palabra. Los mejores oradores han sido ellos, pero
después nunca han hecho nada”73.
En tanto, en las zonas rurales como el interior de Santa Fe:
“En la zona de Armstrong la gente vivía solamente de la juntada de
maíz, del trigo. Y hay muchos colonos, productores rurales chicos, o
sea 40, 50, 100 hectáreas. Entonces en las elecciones yo recuerdo que
mi padre conversaba sobre que las elecciones las iban a definir hacia
adonde los colonos se inclinaran (...) Se juntaban en las casas, iban a mi
casa o iban a otra casa. Y después había algún sindicato. Por ejemplo
había un sindicato que era el Sindicato de Obreros Pistines y Rurales,
que le llamaban. Pistines son aquellos que hombrean bolsas. El único
sindicato que existía ahí en los pueblos. Ahí empezó la efervescencia
de las reuniones”74.
Posteriormente, cuando se consolidó el nuevo partido, se fueron desarrollando
las Unidades Básicas, a partir de la unificación de todas las líneas partidarias
que conformaban el Partido Peronista, forjando la estructura que en adelante
tendría mucho peso en la organización formal del movimiento:
“Nosotros teníamos varias, en cada villa teníamos una Unidad Básica.
En cada barrio. Y en la zona, en los pueblos de la línea, del distrito
(Carmen de Patagones), también, una Unidad Básica en cada lugar. Era
gente joven, en esa época ya andaba gente joven. Yo andaba en los 25
años. Claro, porque tengo 93 yo (…) En el Partido soy el fundador y el
único que queda de los fundadores (…) Yo soy bahiense, soy de Bahía
Blanca, pero había venido acá (Carmen de Patagones) por el ferrocarril.
Veníamos trasladados acá por el ferrocarril en el tiempo de los ingleses.
Ya veníamos trabajando en algunos movimientos de obreros. Trabajando
a favor de la clase obrera, no en política, (para) la clase obrera. Y de
ahí surge después la parte política. Después ya entraron a jugar las
46 73 Esther Reitober (nacida en 1924)
74 Edgar Zapata
Del tiempo de Perón Javier Prado
75 Arsenio Martínez
76 Carlos Ferreyra
47
77 Edgar Zapata
elección (fue elegido) el doctor Carlos Augusto Tessari78. Un médico de
mar del Plata, que había llegado hacía poco…bah, unos cuantos años
que estaba acá….Y acá los que formamos el Partido (no el partido sino el
Movimiento, después siguió considerado como el Partido) fuimos cinco
personas. El doctor Tessari era director de la chacra experimental”79.
Durante la intendencia de Tessari se inauguró el Museo “Emma Nozzi”, el 14
de julio de 1951, que en la actualidad continúa en funcionamiento.
El triunfo presidencial de Perón fue un golpe de nocaut para varios partidos
políticos que no podían creer lo que había sucedido: “desalienta comprobar
cómo es posible que no haya existido la más mínima capacidad discriminativa
en esa masa votante que lleva a los puestos de mayor responsabilidad en
los gobiernos a muchos hombres que no significan garantía alguna para una
política de progreso, puesto que pertenecen a los grupos más reaccionarios
del país, cuando no son ejemplo de la más negada ignorancia (...) No nos
apresuremos sin embargo a condenarla, ya que sabemos que buena parte de
ella cuenta con una escasa o nula cultura política”80. Así era el desprecio
que las clases tenían (y tienen) por las expresiones populares. ¿A qué le
llamaban cultura política? A votar a los candidatos apoyados por las grandes
corporaciones y las embajadas extranjeras. Ni la contundente presencia del
pueblo en las calles y en las urnas alcanzaba para quitarle la ceguera a los
seudo demócratas. Perón asumió la presidencia el 4 de junio de 1946:
“A mi me parece que tengo que comenzar en la época en que mi
madre me llevó…que asumía o era un desfile que había, donde estaban
Quijano y Perón. Yo era chiquita (…) Mi madre quería que yo viera
bien, adelante, pero era una multitud de gente que ¿cómo iba a hacer?
Entonces, como ella tenía un hijo, que era oficial en la policía, ella se
acerca a un policía y le dice que quería que yo pudiese ver. Y nos dejó.
Nos dejó delante de todo. Entonces vimos. Quijano que era un señor
mayor ya. Era un viejito, con su ponchito”81.
Pero ya antes de asumir, el gobierno saliente dejaba sentadas varias medidas
(impulsadas por Perón) que preparaban la situación para la profundización
de las políticas de liberación económica y social que Perón llevaría adelante:
“ya empezó a gobernar el presidente y vimos que hacía mucho para la
78 Las elecciones fueron en 1948, pero ya antes (de agosto de 1946 a febrero de 1948, Tesssari había
sido comisionado)
79 Arsenio Martínez
48 80 José Luis Romero. La experiencia argentina, ob. cit, p. 448
81 SG (nacida en 1938)
Del tiempo de Perón Javier Prado
84 Víctor Pérez
50 85 León Trotsky, Mi vida, Editorial Antídoto, Buenos Aires, 2006, p.458
86 Diario El Litoral, 23/8/1946, p. 4
87 Onofre Briz de Sánchez (nacida en 1928, )
Del tiempo de Perón Javier Prado
88 Heraclia Arrúa
89 Veremos más adelante
90 En Campana Provincia de Buenos Aires
51
91 Honoria Chéves (nacida en 1913, )
y la otra por mujeres, ésta última como consecuencia de la reciente sanción
de la ley por la cual se acuerdan derechos políticos a la mujer”92. Allí fueron
convocadas mujeres que adherían al movimiento peronista. Evita ya tenía
contactos con quienes trabajaban cerca suyo en la Fundación y además se
fueron sumando simpatizantes y militantes que compartían las ideas de Perón.
En el congreso organizativo se eligieron 23 mujeres que fueron nombradas
como Delegadas Censistas.
“Mi militancia empezó en los centro peronistas femeninos “María
Eva Duarte de Perón”, así se llamaban. Luego Eva Perón manda una
delegada censista a cada provincia, a nosotros (Entre Ríos) nos tocó
Juana Larrauri, que era una cantante”93.
Su misión era ir una a cada provincia para censar y afiliar a las mujeres que
quisieran sumarse al partido.
“Era una de las más fanáticas de Perón y Evita. Y ella inaugura acá un
centro en Alem 18, en Paraná, Entre Ríos. Inaugura la sede central”94.
El proceso de inclusión de la mujer también estaba atravesado por cuestiones
clasistas, más allá de la heterogeneidad del peronismo
“las maestras eran mas vale ya gente con dinero para haber estudiado,
entonces al peronismo medio no lo habían aceptado, pero las maestras
que eran de carácter humilde empezaron a moverse y cuando empieza
Eva Perón había logrado nombrar delegadas en las distintas provincias
(...) la mujer humilde era la que sufría lo que pasaba en la casa y había
visto como había cambiado con el peronismo, fue más leal aun que el
varón hacia Perón y hacia Eva Perón”95.
El Partido Peronista Femenino profundizó los alcances del voto femenino,
logrado en 1947 y redondeó la incorporación de la mujer al escenario político:
“Eso se pidió por la cámara. Esos trámites los hizo Perón y Evita y la
gente, los diputados y senadores peronistas. Incluso había gente radical,
había mujeres. En esa época estaba Lidia Parodi, Juana Larrauri, un
montón de mujeres que fueron las pioneras, las secretarias principales
de Evita y todo eso”96.
Sin duda que el proyecto del voto femenino fue una de las grandes obras del
92 El Orden, 17/09/1947, p. 1
93 Heraclia Arrúa (1929)
94 Heraclia Arrúa
52 95 Edgar Zapata
96 Gerónima Ramos
Del tiempo de Perón Javier Prado
peronismo, en este caso, impulsada por Evita, pero ya Perón, mucho antes de
ser presidente había propuesto la idea:
“Evita me mandó una invitación para ver si yo quería trabajar en el
Partido Peronista (…) yo trabajé todo el tiempo con Evita. Nosotros
hicimos el voto, el voto femenino, que Perón pidió permiso en la Capital
al que hace los documentos para que pudieran votar las mujeres”97.
La fase organizativa del movimiento peronista femenino corría a la par de las
acciones sociales. Dentro de las mujeres censadas, las delegadas debían elegir
una subdelegada que las ayudara en las tareas organizativas y a su vez buscar
a las personas más indicadas para presidir las Unidades Básicas que debían
fundarse en cada localidad, como recuerda esta sanjuanina:
“Yo empecé en el ‘49,…cuando una asamblea de mujeres venidas de
todas las provincias la eligieron a (Evita) como presidenta del partido,
entonces se iba a formar el partido (…) Se llamaba Partido Peronista
Femenino. Evita quería chicas que estuvieran dispuestas a trabajar en
el partido, que sean activas. Y un pariente mío, que estaba cerca de ella,
fue el que me dijo y me propuso eso. Yo no me defendía mucho, pero me
decidí…y junto con otras chicas fuimos a verla a Evita a la residencia
de Olivos…Verla a ella fue algo maravilloso para mí…Una mujer
extraordinaria de la manera que nos trató, como familiares. No tendría
calificativos para hablarte de ella, de su bondad, de su personalidad
tan maravillosa. Entonces me destinó a una Unidad Básica, la primera
Unidad Básica que se inauguraba en el primer barrio que hizo acá98
la Fundación, que se llamaba “Presidente Perón” que actualmente se
llama “Barrio Saavedra”, y ahí estuve trabajando”99.
“Delimitado por las calles Crisólogo Larralde, Aizpurúa, la avenida General
Paz y Andonaegui, y en el límite con el Parque Sarmiento y el Museo Histórico
General Cornelio Saavedra, el barrio Presidente Perón (actual barrio Parque
Saavedra) fue uno entre tantos realizados en el marco de la política de vivienda
del primer peronismo, que concretó medio millón de unidades en todo el país.
El Ministerio de Obras Públicas de la Nación, dirigió la obra, que contó con
el apoyo financiero del Banco Hipotecario Nacional. Pero el verdadero motor
fue la Fundación Eva Perón”100.
97 Honoria Cheves
98 Capital Federal
99 María Tejada
53
100 www.humanoya.com/flasheva/indiceanecdotas.htm
“El trabajo que teníamos que hacer era censar. Para poder formar un
partido, tenía que tener cierta cantidad de afiliados, para que le den
la personería jurídica. Entonces había que afiliar, la tarea nuestra era
afiliar. Hablábamos a la gente, a las mujeres y no exigíamos, la que
voluntariamente quería afiliarse, se afiliaba. Andábamos por casas, era
una cuestión de tomar mi cuadernito, íbamos casa por casa y había gente
que nos recibía bien, otras mal, pero no importa, así fueron mis inicios.
Después, más o menos, un mes habré estado ahí y en una reunión
que hizo la señora en la Secretaría de Trabajo, en una reunión para
todas las secretarias de las Unidades Básicas, entonces me ascendió a
Sub- Censista de la Unidad Básica, de la Circunscripción Cuarta, de
Barracas. Ahí me puso al frente de esa Unidad Básica. Y ahí estuve
trabajando. Un barrio populoso, pero casi todo de gente comunista.
Teníamos nuestras conversaciones y discusiones. Bueno, después de
eso, a los dos o tres meses, me llama a la residencia. Entonces ella me
mandó a San Juan a organizar el Partido Femenino (yo soy oriunda
de San Juan, nosotros nos vinimos después del terremoto del ‘44, mi
familia se vino a Buenos Aires, porque perdimos todo y como teníamos
familiares acá, nos vinimos). Cuando me dijo eso, era como que se me
caía una montaña encima…Porque yo digo “¿cómo voy a organizar yo
un partido?”…Y era joven, muy joven…y bueno, felizmente, gracias a
Dios, pude…Primero porque uno ya llevaba ese entusiasmo de joven,
ese amor a la causa, y todo eso que hizo que aceptara y me puse a
trabajar…Y así fue que organicé todo el partido. Hubo mucha gente
que me ayudó porque yo solita no podía hacer todo. Me recorrí la
provincia varias veces (…) Donde yo sabía que había grupos de una
población femenina, yo estaba…Incluso tenía una Unidad Básica en
una montaña. En San Juan las localidades se llaman departamentos, era
el departamento de Valle Fértil. Una localidad pequeña, mejor dicho,
es en la montaña y se llama Sierra de Chávez…Entonces yo sabía que
había varias viviendas ahí, la gente trabajaba con sus cabritos. De eso
se ocupaban. Bueno, hice amistad con una chica que vivía cerquita de
esa montaña y toda la gente que bajaba por la montaña forzosamente
tenía que pasar por la casa de ella. Entonces, conversando con ella, le
dije que en tal fecha iba a ir a visitarla. Y así fue que tres días seguidos
estuve internada en la montaña. Y ahí puse una Unidad Básica. Una
54 experiencia maravillosa. Esa gente, la sencillez de la gente, cómo me
recibían, eso es una cosa que no me olvido más. Esa gente humilde que
Del tiempo de Perón Javier Prado
102 Adriana María Valobra. Del hogar a las urnas: recorridos de la ciudadanía política femenina:
56 Argentina, 1946-1955, Prohistoria, Rosario, 2001, p. 18
103 Probablemente una copia, simplemente
Del tiempo de Perón Javier Prado
censistas de Evita, que en este caso era Juana Larruari, era lo poco que
ella sabía, igual que nosotros. Pero lo hizo todo la creatividad de las
mujeres que adhirieron de alma y vida con la causa de Perón y Evita”110.
Justamente por su “inexperiencia” es valorable el proceso de inclusión civil
que se da en esos años.
“Mis padres siempre han abrazado la causa peronista. Yo era muy
dispuesta a todo lo que me enseñaban en mi casa y a ver las necesidades
que se vivían en el momento. Yo era estudiante todavía. Estudiante de
magisterio y me gustaba leer mucho, así que yo conocía todo lo que
pasaba a mi alrededor y en la política de Perón y Evita. Participé de
la fundación (aquí en Santiago del Estero) del movimiento peronista
femenino. Ya comenzando a dar mis primeros pasos en la política del
peronismo con el apoyo de mi padre, por supuesto. Porque mi padre era
militar, de la época del General Perón. Trabajaba a la par del General
Perón, en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Ahí trabajaba mi padre
junto al General Perón y nosotros aquí vivíamos con mi madre, con mis
hermanos, y él se fue y estaba allá como militar retirado. Era teniente
coronel. Y después volvió al ejército, por pedido del General Perón.
Así que yo seguí aquí, como ya estaba en la escuela secundaria y no
queríamos salir de la ciudad, habíamos nacido aquí. Y tenía un hermano
nada más. Todos aquí en mi casa, la familia, era peronista. Continué
dentro de la parte estudiantil apoyando a los grupos juveniles y luego
me llamaron (como me vieron joven y dispuesta a participar en todos
los actos que podían existir aquí en La Banda) cuando vino la Delegada
Censista. Se llamaba así, Delegada del Movimiento Peronista Femenino
enviada por Eva Perón, que era la señorita Luisa Komel. (…) llamó a
todos los que queríamos trabajar en el movimiento peronista. Yo ya,
hasta eso tenía 17 años, estaba para recibirme de maestra y continuaba
asistiendo a las reuniones que promovía el movimiento femenino. Todos
eran de la rama femenina, porque así se llamaba nuestro movimiento:
“Movimiento Peronista Femenino”. No había cumplido todavía 18
años cuando se organiza aquí en La Banda, la afiliación masiva de las
mujeres peronistas. Me convoca la señora del intendente de La Banda,
más la señorita Komel, que vino a La Banda a organizar la afiliación
en masa. Se alquiló un local, donde comenzamos a afiliar a todas las
mujeres peronistas del departamento Banda. Luego de esa afiliación
59
110 Heraclia Arrúa
masiva (que yo no pude afiliarme porque todavía no tenía 18 años, pero
yo estuve ahí en esa reunión, tengo una foto por supuesto, de ese acto
con todas las chicas de esa época donde está una multitud viendo la
afiliación del peronismo en La Banda. Multitud de mujeres), después,
poco a poco, se fueron organizando las Unidades Básicas, donde había
una delegada central. Se hizo la Unidad Básica central, y ahí entonces nos
empezábamos a reunir, casi siempre, permanentemente, porque venían
las elecciones del General Perón, y gobernadores y todas las cuestiones.
Teníamos que salir a hacer la propaganda callejera, a pegar carteles.
Y siempre lo hacíamos acompañadas de los hombres del movimiento
justicialista. Nosotras éramos muy jóvenes. La mayoría que andábamos
éramos muy jóvenes. Dentro de las más jóvenes, era yo. Y gracias a
Dios, como digo, porque yo me preparé muy bien, porque no sólo era
ser maestra (que yo ya me recibía de maestra, de docente), sino que
también he estudiado mucho, leía mucho sobre la vida de Perón y Eva
Perón. Trabajé mucho cuando se dictó el voto femenino. Antes del voto
femenino, ya se organizaron las Unidades Básicas en distintos barrios
de la ciudad. A mí me dieron, pese a mi edad, la primera Unidad Básica
del barrio. Tenía 18 años, ya, y me dieron la Unidad Básica Femenina
más joven y mis compañeras, las que me secundaban, también eran
jóvenes. No tendrían más de 20 años. O sea, que teníamos muchas ganas
de trabajar. Luego tuvimos encuentros, participación en delegaciones
que fueron a Buenos Aires. Fuimos dos veces, en delegaciones del
Movimiento Peronista Femenino de toda la provincia. Ya se organizó
en toda la provincia y se llevaron los delegados y los subdelegadas
más las secretarias que teníamos en esa ocasión, tuvimos la suerte de
participar en muchos actos en la Capital Federal y de que nos recibiera
el General Perón y Evita. Tuve muchas experiencias muy buenas en ese
entonces. En la primera oportunidad nos alojaron en algunos hoteles,
porque éramos menos, una delegación más chica. Y nos llevaron a
conocer muchas cosas: teatros, cines, fuimos a verlo a Sandrini, a verlo
actuar en el teatro (“El diablo andaba en los choclos”), y después nos
llevaron al cine y a distintos lugares donde trabajaba Eva Perón. Y la
segunda oportunidad, que viajamos a Buenos Aires, fue para el 22 de
agosto, día del renunciamiento de Evita”111.
Del mismo modo, estas militantes entrerrianas cuentan como era la situación
60
111 Olga Montenegro
Del tiempo de Perón Javier Prado
por el año 1949/50 en Entre Ríos. En primer lugar, Heraclia recuerda los
comienzos de las actividades de las delegadas censistas:
“Y se coloca en los diarios que “hoy se va a censar a las mujeres”
que había en el movimiento justicialista. Y yo estoy entre las primeras.
Entonces, cuando me toca a mí, me dice (Juana Larrauri): “Vos, ¿qué
sos?”, “estudiante, con 18 años, estudiante y militante y trabajadora
de la administración pública”. “Bueno, ¿no querés venir a trabajar
conmigo?”, “si, yo quiero trabajar en el partido peronista”. Y me sienta
en una mesa, Juana Larrauri de Abrami, a censar a todas las mujeres. Las
mujeres eran una cuadra y media, la cola. Entonces me senté a censar
mujeres. Y de ahí, salí Inspectora por toda la provincia de Entre Ríos.
No sabía nada de política, era militante, nada más. Empecé a militar
y al militar te ponés al tanto de todas las cosas. Y recorro la provincia
de Entre Ríos (…) si el jefe de familia, o el abuelo, comulgaba con las
ideas del General o de la señora, todas las mujeres se nos adherían.
Estaba también en la táctica nuestra, de convencerlas (…) salí con
una catramina que nos prestó un cura para hacer la propaganda en
toda la provincia. Y tuvimos nuestros serios encuentros con los que
no comulgaban con nosotros (…) No pedíamos prestado auto, porque
ni auto teníamos, pedíamos a la policía. En ese tiempo era gobernador
Domingo Maya. El primer gobernador justicialista de Entre Ríos. Así
que a veces teníamos auto, a veces no teníamos nada. Recorríamos las
distintas ciudades, sobre todo, con la colaboración de alguna policía
solidaria. Porque al ser mujeres, era la primera vez que veían salir a una
mujer a la calle con un libraco a afiliar gente. Mejor dicho, nosotros no
decíamos “afiliar”: a “censar” quién coincidía con nuestros ideales (…)
En la calle principal de Concordia, en una de las ciudades importantes
de Entre Ríos, vamos pasando y yo era la que manejaba un disquito y
pasaba “hoy en Concordia inauguramos la sede de la Unidad Básica
Femenina Peronista”, y estaban los señores gorilas en una famosa
confitería enfrente, calle Entre Ríos y entonces salen lo señores y…
éramos puras mujeres no tenían por qué agredirnos. Era la primera
vez que la mujer salía a la calle a hablar en un partido político. Y nos
gritan. Juanita Larrauri que era porteña y era brava, (les dijo) “Señores,
a la justicia”. Todos los que salieron a la puerta a gritar. Nosotros
no hacíamos más que la propaganda. Pasábamos un disquito en una
catramina que daba lástima y decíamos “hoy a tal hora se inaugura la 61
Unidad Básica”, y nada más, porque mucha letra no teníamos, recién
empezábamos”112.
Debió ser un cambio social (y político) impactante en esa sociedad de los
años cuarenta, ver a mujeres haciendo proselitismo electoral, cuando
tradicionalmente ese papel estaba reservado a los hombres. El peronismo, sin
tantos teoremas feministas, concretó la aspiración política de una mitad de la
sociedad que era solamente espectadora de los avatares políticos de la época.
Tras sancionarse la ley de voto femenino había que elaborar los padrones de
mujeres y no faltaron las dificultades aunque todo se viera coronado por la
entrada al cuarto oscuro:
“Cuando fui a votar, para nosotros mucha emoción, porque nosotros
éramos partícipes de haber censado a las mujeres. Nosotros empezamos
con la Libreta Cívica, porque no obstante la ley de Evita, que no me
acuerdo el número, la mayoría de las argentinas no estaban inscriptas
en los registros civiles (padrones). Había que acompañarlas, llevarlas,
luchar con la burocracia para que las anotaran, porque esa mujer había
nacido en tal lugar, en tal fecha. Y bueno, con todas ellas acompañarlas
y ¿cómo fui? Como fuimos todos los que vamos por primera vez, con
mucha emoción a votar. ¿Sabe qué pasa? Eso es una pasión”113.
“A pesar de la intensa actividad del Registro Civil y de los juzgados, muchas
ciudadanas no han podido contar a tiempo con sus documentos (…) Faltará
entregar unas cien mil partidas”114. La creación de Unidades Básicas era una
de las primeras tareas de las delegadas y sub delegadas censistas, a fin de
lograr un lugar de encuentro, organización y planificación proselitista:
“Yo las preparaba y la delegada de Evita las inauguraba. Porque yo
le decía a la mujer del vecindario, a la que más estaba compenetrada
en nuestros ideales. Y venía Juanita y poníamos la marcha. En aquel
tiempo todavía no estaba la Marcha115, estaba la “Marcha del trabajo”.
Entonces militábamos así y todo era nuevo, diletantes, aficionados.
Todo lo aprendimos al andar (…) Nos tocaba estar al tanto de todo lo
que pasaba en la provincia, porque teníamos varias Unidades Básicas.
Y ¿quién mejor para que te traslade todo lo que pasa en cada ciudad
qué el ama de casa?; la que concurre a un lugar donde van todos los
humildes, van los chicos que hay que enseñarles a leer y escribir. Todas
esas cosas”116.
¡Sencilla e interesante conclusión! Para la organización de la ayuda social
en el marco del ascenso social de las masas, quien podría dar una mejor idea
de las carencias familiares era la mujer, en una sociedad en la que recién se
estaba produciendo el despegue de la mujer a nivel político, pero donde ciertas
costumbres sociales y de organización familiar se mantenían dentro de límites
tradicionales. Por su parte, Esther, otra militante de aquellos años, recuerda:
“Ya estaba instalado el partido peronista femenino, del cual Juanita
Larrauri era la delegada principal de Evita. Entonces ahí hacíamos
las directivas que traía Juanita y nos participaba a nosotras para que
saliéramos a censar, a hablar con la gente. Teníamos Unidades Básicas
en las cuales se enseñaban las primeras palabras a algunas personas
que no habían escrito nunca. Las sumas. A hacer un corte, teníamos
máquinas de coser. Enseñábamos, la que sabía aprovechaba y cosía.
Después salíamos a los barrios, pero ya le digo: Femenino, todo
femenino. Ahí el único que había varón, era un médico. Porque después
era todo mujeres. Julián Saín, fue el primer médico que hubo ahí”117.
Las delegaciones del interior solían viajar a Buenos Aires a mantener
encuentros con militantes de todo el país y con Perón y Evita:
“Y a nosotros nos llevaba Juanita Larrauri en una delegación. Parábamos
en los hoteles de Ezeiza e íbamos de noche a la sede de la residencia
presidencial de Agüero y Alvear, que luego la cobardía de la oposición
deshizo ese hermoso (lugar), casa de los presidentes que era regalo de la
familia Unzúe. El Palacio Unzué. Nosotros estábamos ahí a las 12 de la
noche esperando a que Evita nos recibiera. Y bajaba por una escalerita
Perón, recién, a saludarnos. Éramos una delegación de Entre Ríos, otra
vez sería de otra provincia. Íbamos con Juanita (Larrauri). Juanita era
muy querida por Perón y Evita. Así que a nosotros nos recibía Evita en
desabillé, con su perrito. Y nos decía “bueno, chicas, a ustedes les toca
una tarea grande: la de difundir la doctrina peronista”, y nos daba
consejos”118.
El trabajo de Evita era incansable. Tanto a la residencia presidencial como
al edificio de Trabajo y Previsión llegaban delegaciones de todo el país para
mantener:
lo digo es a usted. Me dijo “chicas, yo estoy muy enferma”, tan así que
después que nos despedimos de ella me puse a llorar, que la inspectora
no podía hacerme callar, porque me puse a llorar tanto, tanto. Porque yo
la veía tan linda y todo y yo nunca pensé que ella podía estar enferma
y morirse, nunca lo pensé. Lloré desconsolada, es como si hubiese sido
mi madre que se iba a morir. Ella dijo así: “chicas, estoy muy enferma”.
Y esto era en el ‘51, en noviembre. Ella murió en el ‘52 (…) Hablando
del sepelio, otra cosa que yo estaba recordando hoy, con motivo de que
murió el ex presidente147, me acordaba de cuando murió Evita. Cuando
nosotros estuvimos todos los días, esas dos semanas, limpiando con un
pañito desinfectante, limpiando el vidrio porque la gente venía llorando
y se tiraba sobre el féretro, limpiando todos esos días. La tengo todavía
en mi retina la imagen de ella de cómo estaba con su vestidito celeste,
su rosario rosado ente las manos. Yo sufrí mucho cuando vi que se iba
viniendo abajo ella. Sufrí mucho (…) Cuando murió Evita nomás, yo
me dije “Urbelina, para vos se acabó la política”. Yo entonces dije “no”.
No estando Evita no quiero estar. Si Evita hubiese vivido yo continuaba,
ya sin Evita no. Ella era una mujer maravillosa, muy justa. Si uno le era
leal, lo tenía todo. Ella lo que más detestaba era la deslealtad, pero (era)
una mujer maravillosa”148.
La salud de Evita fue decayendo rápidamente. A las complicaciones de salud
se sumaba el desgastante trabajo que la primera dama llevaba adelante al frente
de la Fundación y su acción gremial y actuación política en los conflictos
laborales.
“Recuerdo la muerte de Evita, mí madre nos agarró de la mano y allí
fuimos a ver pasar la cureña por Paseo Colón, rumbo creo a la C.G.T. y
desde los balcones llovían pétalos de flores que arrojaban los vecinos”149.
El odio acelerado de la oposición los llevó a pintar “viva el cáncer” en una
pared. Ante actitudes de este tipo se caen los argumentos sobre la “barbarie”
peronista y las críticas al populismo, tan de moda en las sectas intelectuales.
La U.E.S. (1953)
Hacia 1953 nace la U.E.S. (Unión de Estudiantes Secundarios), una idea
impulsada por el ministro de educación Méndez San Martín. La U.E.S. venía
147 Se refiere a Néstor Kirchner, fallecido el 27/10/2010 y que causó pesar en el pueblo.
148 María Urbelina Tejada
79
149 Ezio R. Paronzini
a ser la rama juvenil del peronismo.
“todavía estaba yo en la secundaria. Y si, teníamos una delegada, no me
acuerdo el nombre, me acuerdo de ella la cara, media gordita. Pero ella
nos decía “tal día las chicas que son de la UES, hay reunión” y hacían
teatro, jazz, o sea, actividades culturales y deportivas y era lindo andar
por ahí paseando por el parque y conociendo todo, en la Quinta (de
Olivos). Había hamacas. Yo me acuerdo que me hamacaba”150.
La creación de esta agrupación de jóvenes causó inquietud en las filas de la
Iglesia que veía como le disputaban un sector importante de la sociedad. La
contracara de la U.E.S. era la Acción Católica. Sobre la U.E.S. se han inventado
una gran cantidad de mentiras, destinadas a desacreditar al peronismo, a
Perón y al pueblo. Lo cierto es que quienes conocieron desde cerca y desde
adentro esa rama del peronismo, no dudan en recordarla como una experiencia
participativa en lo político y recreativa en lo social, ya que se desarrollaban en
su interior muchas actividades educativas y de esparcimiento para la juventud.
1955
A pesar de las dificultades de un par de años atrás, la economía se había
recuperado. La convocatoria de Perón no sufrió desgaste, pero hubo un círculo
burocrático que fue oxidando al propio gobierno, desmotivando al militante
común y alejándolo de las decisiones más importantes:
“los primeros años fui peronista. Después no, porque no me gustó el
círculo que hay. Hay vividores en la política”151.
Se dieron muchas expulsiones dentro del partido. En muchos casos solo se
trataba de militantes críticos que elevaban alguna queja o sugerencia. Pronto
los burócratas lo señalaban como adversario o lo acusaban de traición.
Paradójicamente, fue esa burocracia la primera en rendirse. El propio Perón
lo dijo en alguna oportunidad, en 1953 “Yo nos soy de los hombres que se
desalientan desfilando, como lo hacen entre una legión de aduladores y una
legión de alcahuetes”152. Esto reflejaba la existencia de grupos burocráticos
que siempre florecen al lado del poder de cualquier gobierno. La verticalidad
de la conducción (estando presente el creador y líder del partido) impidió el
florecimiento masivo de nuevos cuadros, asfixiados por el cordón burocrático.
Hacia 1955 el conflicto con la Iglesia le abrió a Perón un nuevo frente de
81
153 Víctor Pérez
82
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 3
Peronismo y obras
La vivienda
La política de viviendas durante el peronismo no ha vuelto a ser igualada.
Cuando la población total de la Argentina era de 15 millones de personas, el
gobierno construyó 500.000 viviendas. Además de la construcción de viviendas
por parte del Estado, también se habilitaron líneas de crédito hipotecario con
cuotas accesibles para los trabajadores. Los propios interesados podían diseñar
la casa a su gusto, así lo recuerda este hombre de Esquel, en Chubut:
“el barrio Los Alerces, donde está la clínica, esos chalecitos iguales,
todo eso fue de la época de Perón (…) Conocí a los viejitos. Incluso
ese viejito Bombelli (pachista161 o radical, no sé qué carajo) antes de
morirse me dijo: “vos que te estás haciendo (la casa, tomá) total estos
planos”…había hecho muchas casas de Perón… y me dio un montón
de planos de casas de acá. Y yo de ahí copiaba para ir haciéndome mi
casa a los ponchazos”162.
En la zona de Puerto Madryn, también hacen referencia a los créditos
hipotecarios:
“Fuimos al banco hipotecario y nos dieron los papeles. 8.000 pesos a
cada uno para hacerse la casa (…) Yo busqué un albañil, me hizo los
planos, todo”163.
En especial, se recuerda lo accesibles que eran las cuotas mensuales:
“Con Perón cambió. Le dio el plan de casas y se pagaban, usted iba y
pagaba. Cada seis meses venía a acá, al Banco Hipotecario, a pagar.
Tenía comodidades. Nosotros la hicimos media chica porque uno tiene
miedo de meterse con mucho crédito. La mía tenía cocina, comedor,
dos dormitorios el baño adentro, y después un patio, terreno tenía a
lo loco. Tenía 11 metros por 36 de fondo. En pleno centro de Madryn.
Vos presentabas un plano. Te hacía el plano, el dibujante, el mismo
constructor. Las hicimos yo y un primo, los dos iguales. Él de un lado
y yo en otro. Él también había entrado de aprendiz (en el ferrocarril).
Hicimos todo el plano y después cuando empezaba la casa, los cimientos,
iba la inspección. Cuando estaba a dos o tres metros de altura iba la
inspección y estábamos nosotros presentes. Cuando llegaba a la ventana
iba la inspección de ahí, si no tenía aprobada la inspección de eso, no
se lo dejaban seguir (…) En ese tiempo de Perón (…) era muy bajo el
ruta 22, que eran los cuarteles 181…que están ubicados en la ruta 22
como quien va a Plottier. De acá de donde estoy yo, se hizo el comando,
la 6ta sección que vino desde Bahía Blanca a Neuquén”167.
Por la zona de Santa Cruz también se construyeron casas para la creciente
población, especialmente en Yacimientos Presidente Perón (hoy Río Turbio):
“toda la gente que fue a trabajar se les hicieron casas, barrios. A nosotros
nos proporcionaron viviendas cuando fuimos. Las viviendas, ¿sabe de
qué eran? Eran de troncos. De troncos, de durmientes. De donde se
ponen las vías del ferrocarril, que se les llaman durmientes. Porque
¿qué pasó? Venían los barcos a las costas de Río Gallegos cuando la
marea alta entraban a puerto, entonces descargaban y cuando bajaba
se iban (...) La Anónima168 tenía una línea de barcos mercantiles que
se llamaban Lucho: Lucho 1, 2, 3, 4, 5 y llevaba mercaderías a todas
sus sucursales. Y el día que faltaba un Lucho, que no venía, nosotros
no teníamos ni para fumar. Eso seguro, nos faltaba de todo. Era así.
Y perdieron una cantidad enorme de durmientes, que quedaron en el
puerto varados, ahí, en la baja marea. Entonces los retiraron todos y con
eso construyeron viviendas. Yo tengo fotos donde las casas nuestras
eran durmientes. Tenía una estufa a carbón, de Río Turbio. El carbón
de Río Turbio calefaccionaba muy bien a la salamandra esa, había que
ver como funcionaba. Y la cocina llegaba a quemarle los fondos de las
ollas…Si, había que ponerlas arriba de los aros esos”169.
La construcción de viviendas cubrió las necesidades del pueblo trabajador y el
siguiente testimonio se refiere al encuentro con Perón que tuvo un trabajador
(un mozo) y el pedido de una vivienda al General:
“Vivíamos ya en Ciudad Evita (…) Está cerca de Puente 12, cerca de
Ezeiza y yo tendría ocho años. Ese barrio ya había sido dado y entonces
quedaban las casas para gente que le tienen que dar…Entonces papá
va a la cena esa, con el moño ese, “Sosa ¿cómo venís con ese moño de
ese color? ¿dónde te voy a poner? Bueno, te pongo en la cabecera” (le
dijo el dueño del lugar). Y lo ponen en la mesa de cabecera, pero papá
no sabía. Cuando vienen, estaba Perón, estaba Renzi, no me acuerdo
quienes eran los otros ministros. Era un banquete (…) Mi papá lo
atendió todo el tiempo y en un momento mi papá le dice: “General, yo
Educación
Muchas veces se ha criticado al peronismo por una supuesta “incultura”, o
desprecio por la “educación”, sin embargo, para destruir ese mito antipopular,
basta decir que fue durante el peronismo (1945/1955) cuando se produjo
la mayor construcción de escuelas de toda la historia argentina (hasta el
día de hoy). Entre nuevas, refaccionadas y ampliadas, se cuentan 8.000
establecimientos de enseñanza primaria, secundaria, terciaria y universitaria,
sin dejar de mencionar el nivel inicial, con guarderías y jardines de infantes.
En 1949 se creó el Ministerio de Educación, en reemplazo del anterior de
Justicia e Instrucción Pública:
“Realmente un cambio extraordinario. Cuando me preguntan por
qué soy peronista les digo “porque Perón nos dignificó a todos”.
Perón y Evita nos dignificaron, nos dieron dignidad como personas.
Mis hermanas pudieron estudiar, yo ingresé a un colegio secundario
(…) Cuando terminé el primario teníamos un diputado provincial, un
intendente, todo, (que) generan y crean un colegio secundario. Porque
si no, el destino de la gente (como el caso de mi familia, que somos
todavía cinco hermanos, de familia muy humilde), el destino nuestro
era seguir siendo pobres y no tener posibilidades de acceder a ningún
colegio, porque no teníamos manera de ir a otro lado. Entonces se
crea ese colegio y ahí yo egreso y mis hermanos culminaron haciendo
estudios, son jubiladas docentes actualmente. Mi hermano pudo hacer
otra carrera, ingresar en Banco Nación, terminar como gerente. Se nos
cambió la vida. La posibilidad era de seguir siendo pobre, pero además
de pobre: postergado. Sin acceso a la educación, sin acceso a nada. El
pobre tenía el destino de ser pobre, nada más”175.
173 Arsenio Martínez
174 Arsenio Martínez, en http://perfilesespinosa.blogspot.com/2008/11/hace-apenas-50-aos-estos-
jvenes-se.html “Arsenio Martínez, fundador del peronismo en Carmen de Patagones”, 18/11/2008
91
175 Carlos Ferreyra
Otra militante recuerda que el gobierno Peronista, por la zona de Neuquén
“Sembró de escuelas y qué escuelas. Hasta con pisos de parqué. Pero no
lo dicen y esa es la bronca que a uno le da (…) acá lo hacían…eran unos
chalets, también de dos aguas y con unas comodidades únicas para la
época. Ya le digo, pisos de parqué. ¿La Dirección? Usted entraba y tenía
piso de parqué, unas galerías con una calefacción, era una hermosura (…)
¿Los programas de la época de Perón? Son fantásticos. Hoy servirían
para ponerlos en vigencia, porque fue el desafío de cambiar el sistema
de materias (de primaria estoy hablando, en secundaria siguió todo por
materias). Pero en el primario, una revolución. Era por áreas. Es decir,
unidades temáticas…Una unidad temática que englobaba todas las
materias. El chico aprendía por regiones. Por ejemplo estaba la historia
de esa región, la geografía, mineralogía… También en adultos, porque
yo me dediqué más a adultos, después, en educación de adultos, lo que
fue DINEA176, por ejemplo, que la han destruido, pero la destruyó….los
militares. Pero el trabajo que hizo DINEA y los programas y el rescate
de la cultura….fue maravilloso”177.
Para llevar adelante el fenomenal plan de alfabetización, era necesaria la
infraestructura edilicia: escuelas, universidades, hogares – escuela, etc. Los
hogares escuelas fueron construidos en lugares como San Antonio de los
Cobres (Salta), San Roque (Córdoba), Los Toldos (Buenos Aires), entre otros.
En tanto, en Chubut, esta era la situación de las escuelas:
“¿Escuelas? muchísimas. Yo no vi tantas escuelas como cuando llegué
acá a la provincia. Tantas escuelas que había, se estaban haciendo,
capaz los cimientos. Todos colegios, capaz que había veinte alumnos y
había un colegio inmenso”178.
Por su parte, otro simpatizante chubutense cuenta sobre la zona cordillerana:
“Hice toda la escuela primaria en la escuela 38, de acá (Esquel), alcancé
a ir el último grado, que fue en el ‘49, ‘50, en la época de Perón ya, en
la nueva escuela que hicieron acá. La escuela 38 la alquilaban en una
fábrica que acá en Esquel, la historia la conocen todos, de los Rosi. Era
una fábrica, fue el primer tipo que hacía los pisos de baldosa…con unos
dibujos extraordinarios. El padre de los Rosi es una familia larga de
Esquel. Bueno, en ese edificio estaba la escuela 38, calle Darwin, más
Se crearon también escuelas para adultos y se los orientó a una salida laboral.
Otro de los ciertos fue la creación de escuelas técnicas. También se incrementó
el salario real de los maestros, tanto de las escuelas públicas como de las
privadas.
“Mi madre era maestra. Cobraba cada 6 o 7 meses su sueldo. Demoraban
de pagarle 6 o 7 meses, cuando estaban los demócratas progresistas acá
en Santa Fe o los conservadores, también. Y tenía que ir a negociar su
sueldo en una farmacia en Cañada de Gómez que le daban un porcentaje
nomás del sueldo. Cuando se hace cargo Perón de todo lo que es laboral,
empezó a cobrar bien (...) En la época de Perón se hicieron las escuelas
que usted ve todavía en estos momentos. Se crearon las pequeñas
industrias. Ahí en Armstrong se creó una industria metalúrgica (donde
yo fui a trabajar en la época de Perón) ¿por qué? Porque se creó el Banco
Industrial (...) Y las escuelas, ahí en Armstrong, yo siendo maestro, en
el año ‘54, mas o menos, se creó, se inaugura una escuela maravillosa
y tuvimos que trasladarnos de la escuela vieja que tenía ya casi 100
años, nos trasladamos con todo el moblaje a la escuela nueva que se
inauguraba. La 262 (...) Yo me recibo en el año ‘48 y estábamos en
el último año, para recibirnos ya de docentes. Estábamos haciendo las
prácticas. Y viene el director y nos explica: “acá hay una invitación de
parte del gobierno de la nación para que los futuros docentes conozcan
el país. Así que se le va a regalar a esta promoción un viaje de estudios
para que recorran las principales provincias”. Así que yo antes de los
dos o tres meses antes de mi egreso, con colectivos de la provincia
y parando en las distintas reparticiones provinciales de San Luis, de
Córdoba, de Mendoza, recorrimos las distintas provincias, porque creía
el gobierno nacional que el magisterio debía conocer su país. O sea que
todas esas pequeñas cosas que hacían a la mentalidad de la gente era de
que uno fuese realmente peronista, del peronismo de aquella época”184.
Además de la educación escolar y universitaria, se fomentaba el acceso
popular a las actividades culturales:
“mi madre era una persona muy porteña, conocía bien el centro. Íbamos
a todas partes (…) Le gustaba que yo conociese. Y me lleva a ver, creo
que era, los títeres de Codecá. Y ahí estaba Evita. Y daban juguetes a
todos. Yo me acuerdo que me dieron una bolsita de tela, color rosadita.
Estuve pensando que era lo que había adentro. No sé si un balero y que
95
184 Edgar Zapata
otras cosas. Y ella estaba en un palco, con su capelina y unas rosas y ella
nos saludaba, nos tiraba besos. Una cosa hermosísima, en Buenos Aires,
en un teatro, no me acuerdo que teatro (…) Después hemos tenido la
suerte de conocer, a la edad de trece años, como yo te decía, que a mi
papá le daban entradas y podíamos ver óperas, espectáculos bellísimos.
“La Óveme”, “Rigoletto”, “La Traviata”, “Cavalería rusticana”.
Después a una gran bailarina, Tumara Tumanova, que era rusa, creo. A
Sergio Grifar. A la Alonso. Era una belleza (…) En el Colón, sí. Conocí
a los 13 años el salón que le dicen el “Salón Dorado”, que tiene unas
columnas, unos espejos, unas arañas. Las columnas todas son láminas,
que deben ser de oro. Una belleza, una belleza. Que después de grande
los he visto, pero tuve la suerte de conocerlo de chica, una hermosura
(…) Nosotros éramos una clase media, pero que vivíamos bien. En mi
casa no faltaba nada, era la casa de mis padres, había de todo. Fueron
los primeros que compraron televisor. Teníamos heladera, lavarropas,
todo. Una clase media que vivía bien. Íbamos a veranear. Nosotros
íbamos a veranear a Mar del Plata, a Mendoza, a Córdoba (…) Mi papá
trabajaba en la municipalidad. Era un empleado de la municipalidad.
Mi padre, sinceramente, él no era peronista. Papá era de los radicales.
Porque en aquellos años, él venía de una familia que un hermano…
había ese radical auténtico y en una manifestación lo mataron. Mi
padre era radical de aquella época (…) Y mi padre empezaba a ver una
apertura, y dice: “si yo nunca pude acceder a ir a un teatro y ahora se
me da la oportunidad”. Yo ¿cuándo iba a ir al coro?”185.
Se creó además la Orquesta Sinfónica del Estado, en 1948, brindando
espectáculos accesibles a todo el público. De modo que el acceso a la
educación, el esparcimiento y los espectáculos se ampliaba para todos.
Turismo social
El turismo social fue uno de los tantos aspectos revolucionarios del peronismo
para una sociedad que estaba ampliamente separada entre ricos y pobres. Fue
tarea del peronismo estrechar esas brechas y por eso los sectores altos y una
parte la clase media, al verse desplazados de sus lugares exclusivos, fueron
adversarios del peronismo al que vieron como un “invasor” de sus lugares de
esparcimiento. Y allí también surgió el desprecio social (y racial) de aquellos
sectores más reaccionarios que se espantaban de la movilidad social que se
96
185 SG
Del tiempo de Perón Javier Prado
gestaba en el peronismo:
“la gente pudiente, hacían reuniones en el Tigre y entonces se encontraba
con esta gente, porque llegaba gente pobre. Se enojaban. No peleaban
ni nada, pero protestaban. Estaba el Tigre Hotel, estaban todos los
clubes de remo ahí también. Claro, (los obreros) agarraban el tren y se
iban. Había un poquito más de movimiento. Y ahí (decían) “estamos
copados por estos negros” (…) a los de la provincia nos ponían un
sobrenombres: “cabecitas negras”, “veinte y veinte”… Porque la gente
iba a la pizzería, entonces había un aparato, usted ponía una moneda y
elegía el disco. Una grabación. Y tenía veinte para un vino y veinte para
escuchar un disco. Si, los molestaba. Ellos a los de las provincias no los
vieron con buenos ojos. Si, gente mala…Yo entre los ricos me callaba
la boca (…) bronca me daba. (Mis tías) No eran…de la idea de que yo
fuera peronista. Me hacían codear con la gente del centro y yo ni ganas
de estar ahí. No había caso…Hacían bailes…me llevaron después a los
clubes de Buenos Aires…estaba Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires,
ahí en Palermo, después estaba Hurlingham…club de ingleses, todos
ingleses…A mí me gustaba remar, gané muchas carreras”186.
Tal como cuenta este simpatizante, el desprecio contra el peronismo fue (y
es) una constante de las clases acomodadas. Ese desprecio iba más allá de lo
social (la clase) y se teñía de racismo.
En 1947 se construyó el complejo turístico de Chapadmalal, para que los
trabajadores pudieran acceder a unas cómodas instalaciones de veraneo.
La situación de los trabajadores en la vida política, económica y social se
modificaba y entonces dejaban de ser espectadores para ser protagonistas.
Las multitudinarias convocatorias eran un símbolo de la época y también
generaban un rechazo (lo mismo que hoy) en los sectores que siempre habían
sido privilegiados:
“porque siempre había la concentración de gente o aniversarios, los
domingos. Y la gente le pedía que mañana fuera San Perón. Por el
lunes, para llegar a la casa y venía gente de lejos, de las provincias…
Y toda esa otra gente tiraba la bronca. Si, los gorilas… a nosotros nos
decían “cabecitas negras””187.
186 Ritchie
97
187 Ritchie
La Fundación “Eva Perón”, la ayuda social
“mi padre fue afiliado peronista, pues aun guardo su carnet de afiliación,
de mi madre no podría responderte con seguridad, pero fue ella la mas
entusiasta simpatizante. Mis padres tenían un taller de de dibujo y
pintura en casa donde se dictaban cursos de arte. Eso daba lugar a que
concurrieran muchos alumnos que generalmente terminaban en largas
tertulias que daban lugar a discusiones de todo tipo inclusive políticas
(no había televisión). Recuerdo haber acompañado a mi madre a una
Unidad Básica a pintar juguetes de madera para repartir en las fiestas
de fin de año (…) mi mujer es catamarqueña y relata que en su infancia
(década del ‘50) concurría a la escuela primaria en la localidad de
Choya, bien en los cerros. Hasta allí todos los viernes llegaba un largo
micro de Salud Publica, que tras haberles hecho un chequeo a todos los
niños, luego (cada viernes) regresaba para continuarles el tratamiento
indicado. Ella dice tener ¡todavía un arreglo dental desde esa época!.
Además recibían de la Fundación, ropa para los niños, máquinas de
coser y frazadas para los hogares mas necesitados y en Navidad
juguetes para todos! ¿Serían los que mi madre pintaba en Buenos Aires,
en una Unidad Básica de Caballito? (…) Las reuniones de navidad y
año nuevo eran las clásicas. Se reunía toda la familia y se comía y bebía
mientras los chicos jugaban y recibían algún regalito, no muy distinto
a la actualidad, aunque te podría observar que las familias eran mas
numerosas. En año nuevo en algún barrio se bailaba en la calle con
todos los vecinos, el vigilante (entonces existía el agente de la esquina)
y convidaban a los motorman y guardas de algún tranvía que pasaba
con sidra y pan dulce”188.
La referencia a “la Fundación” tiene que ver con la “Fundación Maria
Eva Duarte de Perón” creada por Evita y que más tarde se conoció como
“Fundación Eva Perón”. Esta institución nació en julio de 1948, y en propias
palabras de Evita: “fue creada para cubrir lagunas en la organización
nacional, porque en todo el país donde se realiza una obra, siempre hay
lagunas que cubrir y para ello se debe estar pronto para realizar una acción
rápida, directa y eficaz”189. La misión de la Fundación fue complementar la
obra social del gobierno y atender casos específicos de necesidades materiales,
sanitarias y educativas. Entre los principales objetivos de la institución se
estaba en sexto grado. Aquel que me conoce (sabe) los únicos estudios
que tuve: séptimo grado (…) Nos quedamos ahí…¡que atención!: otra
que Maradona. Nos revisaban, nos pedían qué es lo que faltaba, nos
vistieron de arriba abajo, extraordinario. Y en ese tiempo, me quedó
grabado que en Buenos Aires también andaban esos coches que eran
abiertos, esos tipo colectivo, no sé como les llamaban. Unos “tipo”
palanganas. La cosa que a nosotros en vez de mandarnos de vuelta, a la
mañana llegaba el colectivo ¡pum! Arriba…Conocí Luján. Conocimos
todas las figuras de esa época: los Gálvez, Fangio, los boxeadores. El
Chúcaro, en la Quinta de Olivos, actuó para nosotros, eso no me lo
olvido más. Y la gente nos miraba, nos preguntaba, porque llevábamos
un escudito, andábamos más o menos todos vestidos parecidos, el
grupo (…) ¡Una atención!. Yo en mi vida pasé lo que pasé con el
campeonato Evita. Me ha quedado grabado, porque a Dios gracias,
soy un tipo que bastante memoria (…) Mientras estábamos ahí, en el
Tigre, que no jugábamos, porque el campeonato se suspendió, yo me
pasaba así…íbamos a pasear por todos lados. Conocimos todo. Un
día con Alesio, otro muchacho que falleció, le digo “Alesio, vamos a
ir a ver eso que me llama tanto la atención”. Era un yate. El que le
regalaron los italianos a Evita o a Perón: “Tecuara”, le habían puesto.
Y los tipos, claro, que éramos del campeonato: nos pasaron adentro. Me
quedó grabado, un yate hermoso. Anclado ahí, frente al club. Cuando
comenzó el campeonato, se inauguró, eran todos de pantalones largos. Y
yo, con Lucho De Bernardis (…) éramos los más chiquitos del equipo.
Y ¿qué pasó? No teníamos pantalones largos. Teníamos pantalones
cortos. Entonces teníamos que tener una especie de uniforme, todos
iguales. Llega un día, cuando ya se aproximaba la fecha para inaugurar
(porque se inauguró en la cancha de River el campeonato Evita. Lo
inauguró Evita y Perón). Antes de eso, para conseguir el traje, viene
un día, que me acuerdo patente, el hermano de Evita, Juan Duarte, que
lo mataron después (decían que lo había echo matar Perón, pero son
esas cosas de política). Con Juan Duarte, con Morado, nos llevaron
primero a Gath & Chaves, que era la casa más importante de tienda.
Otra casa grande que había, que se llamaba Lamota, de ropa, de todo.
Y no había forma, no había traje para nosotros y nos llevan a una casa
que yo miro arriba el letrero El Niño Argentino, decía. Parece que
ahí nos calzaron. Un trajecito que me duró después. Pantalón largo, 103
saquito cruzado, impecable. De diez, así que salimos vestidos. Bueno,
la inauguración en la cancha de River. Evita y Perón. Evita nos da la
mano, pero uno por uno nos saludó. Y yo los cargo: “por esta manito
que yo tengo, no han tenido la suerte” les digo a los locos acá “de
haber saludado, pobre Evita, y al general Perón”. Y lo que me quedó
grabado de Evita, ya estaba enferma pobrecita, delgadita... Para mi era
extraordinario. Y ¿sabe lo que me recuerdo de Perón? La cara, todas las
venas, así, marcadas. Y no me acuerdo que frase nos dijo. Perón era de
acá202,conocía muy bien el sur. Eso no me lo olvido más. Y tantas cosas
que decía. Evita decía: “volveré y seré millones”. Y por eso yo soy un
agradecido a la vida. Porque vivo estas épocas, y veo tantas realidades
que Evita ya las ansiaba para la gente. Para la gente humilde, que
éramos nosotros (…) yo conservo eso gracias a mis hermanas en Bahía
Blanca. Si no, yo no hubiera tenido una copa, que nos dio el Senado de
la Nación, por el campeonato, por la buena clasificación que tuvimos.
La medalla que nos dieron en Chubut, dice “Territorio del Chubut” y
es así como de plata. Y en Buenos Aires, Evita (nos dio la medalla). La
medalla es con la esfinge o la carita de Evita y era como bañada en oro.
Esas son las dos medallas y la copa que doné203… (…) Nos entregaron
en Buenos Aires. En el Senado de la Nación nos dieron la copa. Una
copita con el escudo argentino y dice “Senado de la Nación al campeón
del Chubut”. Grabado y todo”204.
Los niños del interior, mediante estos campeonatos deportivos, tenían la
posibilidad de conocer la Capital y de encontrarse con otros chicos de diversos
puntos del país. Solamente quienes nunca pasaron necesidades pueden
quejarse de ese maravilloso programa de integración social.
que no recuerdo como se llama y ese militar fue el que la hizo entrar ahí,
a la quinta presidencial. Mi mamá le dijo que tenía una hija así, yo había
terminado de estudiar. Incluso yo estudié de noche, porque terminé el
sexto grado y después me puse a trabajar en mi casa. Cosía boinas, esas
boinas de vasco. Y después cuando ya me pude emplear, me emplearon
y ya después entré a trabajar en una tienda. Y, yo los veía muy a menudo
(a Perón y a Evita) porque ellos tenían la residencia ahí en la quinta.
Y en una parte de la quinta era la colonia de vacaciones, de diciembre
a fines de febrero, de los chicos humildes que no podían los padres
llevarlos de paseo y entonces pasaban todo el día ahí. Y yo era una de
las maestras que los atendía a los chicos. Y los veía a Perón y Evita
cabalgar por todo el parque de la residencia, que eran todos caminos
inmensos (…) y Perón venía todo vestido de blanco con pantalón,
camisa blanca y Evita también. Y después, un día quisieron venir a
visitar a los chicos que estaban en el comedor, que iban a almorzar, y
cuando los chicos los vieron se largaron…Habían cuatro escalones para
subir al comedor. Se largaron de ahí: era una pila de chicos, uno arriba
del otro, de la alegría que tenían de ver a sus ídolos, porque ya desde
que nacen se les va inculcando esa idea, por lo menos en ese entonces.
Y los chicos y la juventud eran muy respetuosos de lo que decían los
mayores. Y yo me acerqué hasta el portón que había y Evita venía toda
vestida con un vestido color rosa de encaje y Perón venía todo vestido
de blanco. Ahí los saludaron. Pero a los chicos no los dejaron pasar ahí
a saludarlos porque se iban a enloquecer, entonces otras personas los
tenían contenidos un poco. Yo he vivido una linda experiencia en todas
esas cosas, aparte que éramos muy respetuosos y la gente también (…)
Se les daba el desayuno, entraban a las 8 de la mañana y se iban a las 5
de la tarde. Se les daba el desayuno, se los llevaba a caminar por todo el
parque (porque era inmensa, era como tres cuadras, manzanas, no sé…
era inmensa esa quinta) y después se les daba el almuerzo y antes de irse
se les daba la merienda. Y después, ya se iban en los micros que habían
venido, cada uno a su lugar de origen, (por)que eran de las escuelas del
centro, de la capital federal. Ellos (Perón y Evita), en esa época, que ya
le digo era a principios de diciembre hasta fines de febrero, estaban ahí,
viviendo en la Quinta. Así que ellos, tempranito, a las siete de la mañana
salían a cabalgar y después ya estaban dentro de su residencia. No era
un tiempo muy prolongado que estaban afuera de la casa. Y esa era la 105
vida. Después, cuando los chicos estaban, los hacíamos dormir la siesta,
todas esas cosas, los estábamos cuidando y nosotros veíamos que ellos
andaban por los jardines (…) Antes estaba el humilde y el rico, rico. No
había término medio. Entonces el humilde no podía salir de vacaciones,
porque tenía trabajo la gente, pero no sé si era la costumbre que cada
persona que tenía un nivel, un status, podían salir de vacaciones, los
otros, no. Entonces (Perón y Evita) hicieron eso para que los chicos no
anduvieran en la calle, pero venían cada contingente de chicos… todo
el día, que abarcaba como 6 o 7 escuelas (...) El que era muy peronista
fue mi marido. Él se dejaba matar por Perón. Trabajaba en una fábrica,
de los licores ¿Potram?, (…) obrero de la fábrica. Después que salió de
la fábrica de licores entró en la fábrica de las telas “Castelar”. Él era un
peronista acérrimo. A veces conversaba con los hermanos, porque tenía
tres hermanos más. Estaban en la casa de los padres, nosotros vivíamos
ahí con ellos, se ponían a hablar. Peronista y boquense. Y era el tema de
los domingos a la tarde: hablar de política y de fútbol. La gente vivía
normalmente, aparte que antes no había la cantidad de gente que hay
ahora, era más familiar todo. Y la gente era respetuosa, porque la gente
lo había votado y con la gente del pueblo ellos no eran malos”205.
207 www.evitaperon.org/education_eva_peron-es.htm
208 El hogar se llamaba “Coronel Perón” y tenía una capacidad para 350 internados
108 209 Maria U. Tejada
210 Heraclia Arrúa
Del tiempo de Perón Javier Prado
Salud
La política sanitaria del peronismo fue encabezada por Ramón Carrillo. El
médico santiagueño llevó adelante un espectacular plan de atención médica y
prevención que abarcaba especialmente a los sectores más vulnerables de la
sociedad. Fue el primer ministro de salud de la historia argentina. Se crearon
hospitales, policlínicos, centros de atención médica y se intensificaron las
campañas de vacunación y prevención de enfermedades.
“Mis comienzos fueron simultáneamente con mi actuación como
administrador con el doctor Carrillo (como Ministro de Salud Pública
de la Nación) en el año ‘45, ‘46. Mi misión en Salud Pública trascendió,
en ese año 1946, los límites de la provincia de Río Negro para que mi
actuación fuera en toda la Patagonia, por cuanto se creó en el año ‘46
(se proyectó y después se creó en el año ‘50) las direcciones generales
de sanidad en todo el país. Y a mi me tocó por haber estudiado
administración pública (y era ya administrador de hospitales), me tocó
organizar la faz administrativa de la Dirección General del Sur, que
abarcaba Río Negro, Neuquén, la gobernación militar (Comodoro),
Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego (…) Nosotros hicimos un curso
especial en el ministerio de salud pública de la Nación. En aquella época
se creaban carreras afines a la necesidad del ministerio que se formaban
con el doctor Carrillo. Y yo estudié sobre el particular y tuve grandes
satisfacciones en el desempeño de la función, pero siempre estuve
enrolado en la parte gremial (…) Lo que estableció doctrinariamente
el General Perón, lo cumplíamos a rajatabla, pero no medrábamos
con la política, no utilizábamos la política para enriquecernos, todo
lo contrario, dimos lo que teníamos y más que eso. Nosotros, cuando
organizamos, a mí me tocó organizar la parte administrativa de la
110 212 www.evitaperon.org/index-es.htm, sitio de la familia de Evita Perón, 1998-2008
213 Honoria Chéves
Del tiempo de Perón Javier Prado
recordó Sagaseta”229.
“La Fraternidad era de los conductores, de los maquinistas. El (gremio)
de los maquinistas era socialista. El que era peronista era el nuestro
(Unión Ferroviaria). La huelga ferroviaria del año 1951, se hace
una huelga revolucionaria, encabezada por La Fraternidad, la Unión
Ferroviaria no participó. Se quemaron dos máquinas, hubo bastantes
destrozos. Nosotros no participamos en eso (…) El sueldo era como
todo, se vivía. Se vivía… el sueldo estaba establecido al costo de la
vida o sea que siempre sobraba algún pesito. Nos daban la ropa. Cuando
se ingresaba al ferrocarril, se ingresaba como peón general. Había que
barrer, había que limpiar, había que lavar los baños. Y las horas que
nos quedamos íbamos a practicar a la oficina, tanto encomiendas como
boletería y carga. Bueno, llegamos a la conclusión que salimos bien,
pero todavía existía la administración de los ingleses. Había que saber
el telégrafo. Si usted no sabía el telégrafo, seguía como entró. Y había
un muchacho del correo, de apellido Turner, que enseñaba el telégrafo.
Nos juntamos diez muchachos y fuimos a hacerlo, así que salimos
todos (sabiendo)…Se tenía que transmitir 21 palabras y recibir 21 en un
minuto. Y una vez que salimos ahí, salimos los diez, pasamos una nota
a la autoridad que estaba acá en Neuquén, la supertintendencia. Nos
tomaron examen ahí, así que todos pasamos a trabajar a las oficinas.
Yo me tuve que ir a Mainqué de auxiliar. Porque Mainqué era una
estación productiva que había muchos tomates, frutas, todo eso, pero
no había correo y todo el tráfico del telégrafo venía por vía ferrocarril
a Mainqué y de Mainqué hacia Buenos Aires venía por ruta ferroviaria.
Ahí se despachaba por intermedio del correo (…) En aquellos años, se
da cuenta, que era el transporte mayor. Venían los trenes de carga con la
mercadería (cemento, todo) a Neuquén. Y de acá se trasbordaba (en el
furor de la fruta, en enero, febrero, marzo) se despachaba la fruta. Los
trenes hacían (alto) en Cipoletti, Provincia de Río Negro, ya cargados.
Esa fruta iba parte para exportación y parte para la venta en Buenos
Aires. Y se llevaba el petróleo de Challacó a Puerto Galván adonde
estaba la destilería”230.
Río Negro
En la provincia de Río Negro el Ferrocarril unió costa y cordillera. Desde San
119
229 “La Fraternidad, cuna del gremialismo argentino”,Diario Río Negro (on line) 11/9/2010
230 Celestino Sagaseta
Antonio Oeste a Bariloche:
“yo ingreso al ferrocarril a los 18 años (…) Yo entré de peón de guía.
Entré en la cuadrilla firme “Vicealmirante O’connor”. Cuadrilla
firme se le llamaba a la que tenía, por ejemplo, el estacionamiento
(...) Después en Nicolás Palacio, que está antes de Viedma, había otra
cuadrilla firme y en Viedma había otra cuadrilla y en General Lorenzo
Winter había otra cuadrilla y en San Antonio Oeste había otra cuadrilla
firme. Y en el empalme, kilómetro 191 donde empalma el ferrocarril
que sigue a Bariloche había una cuadrilla volante. La cuadrilla volante
por lo general se usaba para el refuerzo y para las largas distancias.
Las vías había que tenerlas en un estado perfecto de conservación. Por
eso, el departamento de Vías y Obras elaboraba un parte semanal que
se enviaba al departamento de control de tráfico, donde se daba cuenta
del estado de la vía. Por ejemplo, yo que estuve en el circuito de San
Antonio, el circuito nuestro abarcaba desde Viedma hasta Bariloche.
Entonces, los tramos de vía por el personal de conducción, por ejemplo
que salía de San Antonio hacia el sur, hacían cambio de personal (en)
Ramos Mejía. Y ahí volvía a hacer cambio hasta Jacobassi y en Jacobassi
hacía cambio y llegaba a Bariloche. Antes, cuando la jornada de los
ingleses, salían de San Antonio a Bariloche, derecho iban y venían en
la locomotora a vapor. El gobierno de Perón hace la dieselización de
la máquina (…) Yo le quiero aclarar que para mi el ferrocarril fue mi
vida. Yo fui todo. Fui dirigente gremial, incursioné en la política, todo
se lo debo al ferrocarril. El ferrocarril para mi fue…yo le diría una
causa nacional (…) A mí me toca la época nefasta del musulmán, el
cierre. Toda esa etapa nefasta, dolorosa, me toca a mí. Yo vi florecer
el ferrocarril y lo vi apagarse. Tuve la desgracia de verlo apagarse”231.
Las políticas de entrega desarrolladas en los años ‘90 en las presidencias
de Carlos Menem terminaron por demoler al ferrocarril como herramienta
de desarrollo. Paradójicamente, desde el seno del Partido Justicialista, un
presidente “peronista” llevaría a cabo la obra totalmente contraria a los logros
peronistas de los años ‘40 y ’50.
“Ya después de Perón, que falleció, lo agarró Menem y ahí cayó el
tren también (…) Hasta que vino otro parecido al General Perón, el
presidente Kirchner”232
Sin embargo, el peronismo no puede reducirse a su degradación partidaria,
120
231 Américo Rada Alé
232 Luis Novara
Del tiempo de Perón Javier Prado
Bahía Blanca
“Yo al ferrocarril entré a los 17 años, en Bahía. Los ingleses nos tomaban
como mensajeros. Así que después estuve hasta los 27 años. Hasta que
me echaron bah… Había que trabajar, cumplir. Eran muy rectos, los
ingleses eran muy rectos, pero como patrones eran buenos, porque
pagaban puntualmente, pagaban bien. Eso si, nosotros, los obreros del
ferrocarril, cuidábamos el ferrocarril como si fuera propiedad de uno.
Se cuidaban las cosas. Ahora han cambiado. A los ferrocarriles los han
desmantelado, prácticamente. Tanto para el sur, como para La Pampa y
al norte, anda muy poco el ferrocarril. Lo han tirado a la miércoles, con
el asunto del transporte terrestre. Porque mucha gente han trabajado
para hundir al ferrocarril. Y ha quedado más o menos, hoy está muy
flojo el ferrocarril, lo han desmantelado prácticamente. Pero en esa
época se trabajaba muy bien porque, ya le digo, los ingleses eran buenos
patrones (…) ¿Qué línea era esa? Roca. Estaba el Ferrocarril Sur y el
ferrocarril Noroeste. De Bahía salían dos ferrocarriles. El que iba acá
al sur era el Ferrocarril Sur, que iba a Bariloche y Neuquén. El otro:
Noroeste, iba a La pampa, Córdoba, todas esas (…) Yo trabajaba en
la oficina. Manejaba el Comando, porque de Bahía para acá estaba la
Zona Sur, y de acá (Carmen de Patagones) nosotros manejábamos todo
para allá, Bariloche, Neuquén, toda esa zona (…) La Fraternidad era
el movimiento de los maquinistas. Maquinistas y foguistas eran de La
Fraternidad y el resto era la Unión Ferroviaria. Teníamos una sede en
Bahía Blanca, bárbara. Teníamos hospital, (lugar) de veraneo, de todo.
Cuando fue el golpe militar nos robaron todas las dependencias que
teníamos, propiedad de la Unión Ferroviaria”233.
Tucumán
Como vimos, el ferrocarril brindó oportunidades laborales para muchísimos
trabajadores y además una ocasión para continuar capacitándose.
“A los 16 años entré, de cadete. Entré a trabajar en el Central Córdoba
porque ya le digo, el transporte proveía de mercaderías al coche
comedor, al coche normal, al coche motor y todas esas cosas. Yo estaba
121
233 Arsenio Martínez
como practicante, era administrativo. Hacía las facturas del pedido y
todas esas cosas. Trabajé del ‘41 al ‘47 y en el ‘47 conseguí traslado al
taller de Tafí Viejo (…) Empiezo a trabajar en Central Córdoba a los 22
años, paso trasladado a Tafí Viejo, ahí es donde me ligué directamente
con los obreros ferroviarios en si (…) Trabajaba discontinuo, cuatro
horas a la mañana y cuatro horas a la tarde. Y estudiaba, aparte, en
la Escuela Nocturna de Comercio, en Tucumán. Hacía el curso de
secretariado comercial, pero no lo pude terminar porque era mucho el
trabajo, era trabajar todo el día, aparte de la escuela. No descansaba.
Era pibe, porque cuando yo entré a trabajar tenía 16 años y estudiaba
desde los 14 (…) tenía que permanecer en Tucumán en la pensión
familiar para poder dormir, nada más y al otro día trabajar y estudiar a
la noche. Viajar solo por esas calles de Tucumán, a los 16 años, era una
experiencia inédita para mí. Imagínese tener que hacer casi 16 cuadras
para llegar hasta la pensión a dormir”234.
235 EP
236 Ricardo Victores
237 Especulación
123
238 Piero Piazzale
ya antes se les dio participación política al poder elegir a sus delegados para
tener voz en el congreso, tal el caso de este representante de Río Negro:
“al provincializarse los territorios nacionales (que fueron por etapas) a
mí me tocó el honor de ser el miembro informante de la provincialización
de Río Negro. Eso para mí fue importante, porque yo recién empezaba
en lo que denominamos política, en el parlamento”239.
Los delegados territoriales eran representantes de los territorios nacionales,
en el Congreso. Tenían voz, pero no votaban. Podían hacer propuestas, tales
como la Provincialización de sus territorios de origen. Ya en 1954 se había
sancionado una “nueva ley orgánica de los territorios nacionales. Por esa
ley, se declara electivo el cargo de gobernador y el de vice, se dispone la
elección de legisladores territoriales, de intendentes municipales y concejos
y se implanta una justicia propia”240. Meses más tarde, se terminaría por
poner en igualdad de condiciones a todos los territorios nacionales: “En sus
sesión de esta tarde el senado de la nación convirtió en ley el proyecto de
provincialización de todos los territorios nacionales. De acuerdo con los
límites establecidos en la iniciativa del poder ejecutivo, que desintegra la
gobernación militar de Comodoro Rivadavia, reintegrando su territorio a
Chubut y Santa Cruz de acuerdo a su anterior estructura geográfica, y anexa a
esta última gobernación la Tierra del Fuego. El Senado consideró por segunda
vez el proyecto en virtud de que la cámara de Diputados al aprobarlo en
revisión modificó el artículo 10, introduciendo modificaciones respecto de las
tierras fiscales, sanción ésta última que ratificó el alto cuerpo en su sesión de
la fecha, quedando en consecuencia creadas por ley cinco nuevas provincias:
Formosa, Río Negro, Neuquén, Chubut y Santa Cruz. Solo resta ahora que el
poder ejecutivo haga la promulgación de la ley y ponga en marcha la nueva
estructuración institucional, lo que se calcula ha de ocurrir en muy breve
tiempo, de acuerdo al ritmo operado en la sanción de esta ley”241.
“En realidad, en mi caso particular yo fui en la segunda etapa de
Delegados, o sea, mi período, a pesar de haber sido sorteado por seis
años, fue interrumpido en el año ‘55, así que mi permanencia en la
cámara242 específicamente en ese tiempo fue muy corta. Lo importante,
en mi caso particular, es que la elección de la terna para las elecciones
que se hicieron para esa fecha en cada una de los distritos electorales, en
mi caso particular, la elección la hizo el propio General Perón (…) En
realidad los miembros del Comando Estratégico de aquella época me
informaron cómo sucedió la designación y la elección del candidato. O
sea, fue muy particular. Yo no tenía conocimiento del tema. El Comando
Estratégico se reunió a la mañana y no fue el General porque tenía una
entrevista protocolar que cumplir y los componentes del Comando
Estratégico sin su presencia eligieron el candidato de la terna para
presentarlo a las elecciones correspondientes. En la tarde el General
estuvo en la reunión del Comando Estratégico y pidió la carpeta de
Río Negro. Eso fue lo curioso porque le dijeron (textuales palabras de
los integrantes que con posterioridad me informaron), le dijeron: “Mi
General, ya fue elegido en la mañana el candidato para esta elección en
Río Negro”, entonces el General les dice: “M’ijo, tráigame la carpeta
de Río Negro”. Él recibió la carpeta y eligió el candidato. “Va a ser
este”. Cuando por radio se informó en la noche los candidatos de todo
el país, aparezco yo como candidato para Río Negro como delegado.
No fue menos mi sorpresa, por cuanto yo no tenía conocimiento sobre
el particular político…Yo no actué en política propiamente dicha. Yo
actué en organización gremial, que existía, que era única en el país,
que fue la Asociación de Trabajadores del Estado (…) Lo importante
es haber sido útil a Río Negro y a la Patagonia en muchos proyectos y
sobre todo no haber tocado una sola moneda del Estado, lo que hoy se
denomina vulgarmente coima, eso estaba prohibido. Porque mientras
yo estuve en la cámara, que fue muy poco tiempo, no se nos permitía
a nosotros ir a ningún lugar nocturno, siquiera (…) En aquellos años
todavía estaba Parolín, estaba Rodríguez Gallardo (que falleció),
que eran delegados, uno de Santa Cruz (Parolín) y otro de Chubut
(Rodríguez Gallardo, era muy amigo de la mamá del General). Después
si, hay un montón, que algunas diputadas viven que eran compañeras de
Evita, como Anita Macri y así…Habían dos legisladores que eran “pico
de oro”, se les denominaba. ¿Quiénes eran? Bustos Fierro y Díaz de
Vivar, que eran realmente parlamentarios que se desenvolvían con una
erudición fabulosa. Y había algunos otros que también tenían lo suyo,
si tenían que prolongar una sesión veinticuatro horas la prolongaban
hablando”243.
Similar situación se daba en Santa Cruz, donde se llevaron adelante importantes 125
patagónico igual que yo?”, me dice. “Si”, le digo, “yo vengo de Río
Gallegos” y estuvimos charlando un rato. Y me contó que sus padres
habían ido al sur y que estando en el sur eligió la carrera militar. Así, dos,
tres cosas, charlamos. Y otra oportunidad que tuve de charlar con Perón
fue en la CGT, porque simultáneamente hacíamos las dos funciones,
al estar en el Comando Táctico y al estar en el área laboral, sindical,
teníamos reunión en la CGT central, en Buenos Aires. No faltaba una
oportunidad que siempre nos daba una charlita (…) Siempre nos daba
una charla. Iba a las reuniones, no digo a todas, pero donde participaban
así todos los delegados del país, de las provincias. Entonces participaba
él en una charla general. Daba una buena charla como complemento
de la actividad esa sindical. La palabra que venía a aconsejar, a decir, a
hacer, a proyectar (…) todo improvisado. No, no leía nada. En la charla
del Plan Quinquenal estuvimos como 15 o 20 días. Porque cada uno
de los ministros iba desarrollando sus temas de su competencia. Con
gráficos y todas esas cosas. Y las otras no. Las otras eran más bien un
poco rápidas las reuniones, porque se hacía la reunión esa de delegados
del interior y era un día o dos, más no. Después había comisiones de
trabajo, internas. Pero generalmente nosotros, los que estábamos más
lejos, no participábamos. Estaban los de las provincias centrales del
país: Córdoba, Buenos Aires, Santa Fe”245.
La planificación era una constante en la atención de los problemas de cada
región. El delegado territorial por Santa Cruz, Orlando L. Parolín recuerda:
“yo fui primero intendente de Río Gallegos, Comisionado Municipal y
después, cuando se hizo por primera vez la representación, que había
delegados, que iban a nombrar delegados por cada territorio nacional,
que todavía no eran provincias. Claro, eran diez territorios, de los cuales
se había provincializado Chaco y La Pampa. Después se provincializó
Misiones y a partir del ‘55 se provincializó Santa Cruz (que era Santa
Cruz y Tierra del Fuego una sola gobernación), Chubut (se le sacó la
zona militar de Comodoro), tenía una parte de Santa Cruz y una parte de
Chubut. Se terminó con eso y se hizo la provincia del Chubut, provincia
de Río Negro, Provincia del Neuquén, que eran las que faltaban (…)
eran dos partidos solos en esa época (…) Estaba el Partido Peronista,
después todo: el radicalismo, con el socialismo, el comunismo, todos
del otro lado. Así que le ganamos por el 57% al 40%. Diez, doce,
127
245 EP
quince puntos más o menos… Como intendente hice todo. Pavimenté
el pueblo, hice desagües, después arreglé la Usina. Poner el salario, la
situación legal del personal. El problema del abastecimiento de carnes.
En aquella época había organizado todo el abastecimiento de carne, que
los ganaderos estaban obligados a dar un cupo para el abastecimiento
de las poblaciones, todo eso se organizó debidamente. Se hizo, a
juicio de la población, una buena gestión. (Perón) a la Patagonia la
transformó toda. Caminos, rutas, exploración petrolera. Escuelas no
hubo falta hacer porque las que habían rendían bien y un señor que
donaba escuelas había donado otra y estaban las escuelas salesianas.
Estaban abastecidos. (Sobre Yacimiento Río Turbio) al poco tiempo
de que el General fue presidente, ya se comenzó. Si, si. Se comenzó
con vigor, empezó el ferrocarril también. El Yacimiento era una cosa
mínima. Había una sola bocamina, creo que en la época esa se organizó
como una empresa más importante. Se planteó hacer el Puerto en Río
Gallegos para el embarque del carbón y el ferrocarril que iba a unir Río
Turbio con Río Gallegos, como está actualmente (…) tenía contacto
permanente con el Ministerio de Obras, el Ministerio del Interior y
el Ministerio de Energía, en esa época que era Secretaría de Energía.
Contacto no faltaba (…) Con la oposición nunca tuve ningún problema.
Porque nosotros vivíamos en un pueblo, éramos todos conocidos y si no
éramos amigos, al menos el afecto lo teníamos entre unos y otros. Ahí,
el que tenía un problema, nunca se preguntaba si quién era o de dónde
venía. Tratábamos de solucionarlo. Yo tuve muy buena relación con
la oposición (…) Nosotros tuvimos una militancia de trabajo porque
no teníamos tampoco una gran experiencia política. La primera vez
que ingresamos a la política fue esta. Antes era una política municipal,
vecinal. Estaban los partiditos vecinales, el socialismo, esas cosas. Con
esto tuvimos participación, tuvimos representación. Después hicimos,
cuando yo era delegado, una Ley de Territorios dándole mayores
atribuciones a la gobernación de Santa Cruz, creando una legislatura y
esas cosas y después, al año, se declaró la provincialización ya plena de
los territorios. Eso también como un aporte a la integridad nacional, a la
soberanía nacional y al prestigio de la Nación que no tenga lugares donde
haya ciudadanos sin derechos (…) En Santa Cruz teníamos muchos
problemas. Había falta de energía, no había regalías del gas, la pesca
128 era incipiente, prácticamente no existía. Había muchas cosas. Faltaban
viviendas. Pero se hizo de todo. Escuelas, casas. La organización de
Del tiempo de Perón Javier Prado
130
248 Carlos Ferreyra
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 4
Así era Perón
Perón, su imagen
La imagen física de Perón contada por quienes lo vieron tiene como elemento
distintivo la imponencia de su figura. Hay quienes hablan de su estatura física:
249 Se refiere a que Perón pasó parte de su vida en la zona de Camarones. Perón nació en Provincia de
Buenos Aires.
132 250 Vicente Accorinti. El entrevistado muestra un diploma que dice “El Ejército Argentino al soldado 1930
Vicente Accorinti. Prestó juramento a la bandera el 20 de junio de 1951, en el regimiento de Granaderos
a caballo”.
Del tiempo de Perón Javier Prado
258 Idalia
134 259 Maria U. Tejada
260 Orlando L. Parolín
Del tiempo de Perón Javier Prado
Muerte de Perón
El 1º de julio de 1974, a las 13.15 horas, fallece de un paro cardíaco el
presidente más votado de toda nuestra historia.
“Estuve también en el sepelio de Perón (…) Llovía intensamente y a
la noche yo fui con mi hijo. Llevé a mi hijo que tenía 20 años, mi hijo
mayor (…) logramos entrar ahí y estuvimos cuarenta y cinco minutos
en la cabecera del sepelio. Muchísima gente. Eso es algo que jamás,
nunca en la vida, iba a pensar yo que iba a existir. La gente no se movía
un milímetro bajo el agua y llovía cualquier cantidad. Me acuerdo que
era un solo techo que eran pilotos, paraguas, plásticos. Y las tropas del
ejército andaban repartiendo café. Y cantaban la Marcha Peronista toda
la noche. Yo paraba en el hotel Madrid que está en la Avenida de Mayo,
pasando la avenida 9 de Julio (…) La cola venía de desde Constitución
hasta la avenida de Mayo. Desde la avenida de Mayo hasta la cámara
de los senadores (…) que lo estaban esperando a Perón. Tuve, por lo
menos, dentro de mi vida lo bueno, lo malo y lo triste”269.
137
269 Romero Cruz
138
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 5
Evita
Eva Duarte nació en Los Toldos, pero su nacimiento fue registrado en Junín,
en 1919. Su difícil infancia, hija de madre soltera en una humilde familia,
la llevó a buscar fuera de su lugar natal un futuro para su vida. Su vocación
artística solo podía encontrar cause en una gran ciudad y por eso partió muy
joven hacia Buenos Aires. Probó suerte tanto en teatro como en radio y aun
en cine. Comenzó a hacerse un nombre en el mundo artístico y a aparecer
en algunas revistas del espectáculo de aquellos tiempos. En 1944 ocurrió el
terremoto de San Juan. El gobierno nacional (surgido del golpe de Estado de
1943) dispuso la realización de un evento solidario para recaudar fondos. En
esa ocasión concurrió Juan Domingo Perón al Luna Park de Buenos Aires,
lugar del evento y allí se cruzó con Evita por primera vez. A partir de ese
momento nació una historia de amor que luego dejaría su huella en la política
nacional.
En la memoria popular Evita encarna, al igual que Perón, el ideal de justicia
social. En Evita se reflejan los anhelos de equidad y dignidad social. Al evocar
su recuerdo, estos hombres y mujeres que han brindado sus testimonios
destacan su fortaleza espiritual y su importancia política, sus cualidades
personales y su belleza y buen trato.
Personalidad
La identificación que millones de compatriotas han sentido con Perón y Evita
tiene varios motivos, pero quizás el más importante haya sido el hecho de que
tanto Perón como Evita eran del pueblo. Había una cercanía no solamente física
(por el contacto directo que ambos tenían con el pueblo), sino también social.
Para la clase trabajadora Perón y Evita eran de los suyos, podían haber sido sus
hermanos o sus padres. Perón y Evita eran cercanos. No pertenecían a familias
adineradas, ni provenían de círculo intelectualoides (históricamente ajenos a
las mayorías). Sus pasados familiares habían sido bastante sospechosos para
una sociedad conservadora que los obligó a disimularlos para poder abrirse
paso en la vida. Su lenguaje era común y accesible, más allá de la formidable
oratoria de ambos.
“Ah, preciosa. Pero con un carácter muy, muy bravo. Ella muy humilde
con el humilde, pero muy soberbia con el soberbio. Eso es lo lindo”270.
139
270 Esther Fadul
“Los conocí a Perón y a Evita en la casa quinta de ellos (...) Hemos ido
un grupo de mujeres llevadas por la delegada censista, Luisa Komel.
Nos recibió Eva Perón, muy sencilla. Nos abrazaba y nos besaba a
todas y bueno, hemos pasado un día como vivir en el aire, porque era
tanto el deseo de quererla conocer, de acercarnos a ella, que nos dio
la oportunidad la delegada censista de llevarnos a Buenos Aires. Me
acuerdo que le hemos llevado un canastito ovalado, con muguet, con
todas las florcitas, la canastita toda llena de flores. La Olga (Montenegro)
era la que tenía que tenía que hablar y entregarle, y si no se acercaba a
tiempo la señora de la emoción a Olga se le caía la canasta. A todo esto,
yo en ese entonces tuve la gran suerte de ser elegida cuando vino Perón
aquí (Santiago del Estero), custodia de Perón”271.
“Yo no creo haber visto una mujer más interesante. Porque tenía un
carácter extraordinario. A mí me quedó pegada en mis retinas la imagen
de Evita…Me considero una evitista. Y acá en mi pueblo me considera
todo el mundo una evitista. Porque soy una seguidora de la memoria
de Eva Perón. De ahí nadie salía disconforme. Porque considero que
de todas las mujeres que había convocado llamado y había citado
ahí, ya tenía datos como era el tema, como venía. Evita era una mujer
extraordinaria”272.
“de lo que más me acuerdo es de Evita, era una mujer muy derecha.
Mientras vivió ella anduvo todo fenómeno. (A) Evita vinieron a verla a
que si les daba plata. No les daba plata. Les decía: “a usted le doy una
máquina de coser, unas piezas de tela”, para que trabajaran (…) dicen
que en ese momento estaban medio resentidas porque no les dio plata,
pero después que agradecidas estaban porque aprendieron a criar a los
hijos con las máquinas, cociendo. Les vino fenómeno ahí. No es una,
sino a varias. Evita era así, derecha. Ella tenía un trayecto derecho que
no desviaba”273.
Belleza
“el mejor recuerdo que tengo es que nunca vi una persona que tuviera
un cutis más lindo que Eva Perón, pero no solamente el cutis: toda
la piel. Parecía como si fuera de maniquí. Nosotras, estuvimos en la
residencia de ellos, que nos hicieron un homenaje ahí. Ella tenía un
vestido sin espalda, hasta la cintura, divina era. Y bueno, ella era una
mujer muy linda, muy linda. Mucho más linda de lo que está en todas
las fotos que se pueden ver (...) no era muy alta…Usaba tacos siempre,
no era muy alta, mediana estatura. Pero muy linda. Siempre impecable,
con ese pelo agarrado con rodete”275.
“una belleza extraordinaria. Un cutis transparente. Le puedo decir hasta
como estaba vestida cuando iba haciendo la campaña276. Estaba en el
tren con la señora de Quijano (una señora entrada en kilos, gorda) y
ella, Evita, era una belleza…Tenía un traje color que (en aquella época)
se llamaba lacre o sea es un marroncito tostado, de hilo, de mangas
cortas. Y peinada como tirante, porque tenía su rodetito, no sé, atrás,
no tan exagerado como se usaba también en esa época (…) creo que
277 Idalia
142 278 Esther Reitober
279 Semanario Análisis 28 de junio de 2007 www.analisisdigital.com.ar nota de Claudio Cañete
Del tiempo de Perón Javier Prado
143
280 H. R. Romero Cruz
inigualado (…) En ese viaje, para en Ramos Mejía281. Ella iba con todas
las delegadas cencistas para Bariloche. Se imagina. Ese pueblito es un
pueblito olvidado del sur, la gente, todo un acontecimiento. Entonces la
gente se aglomeró. Y había el director de una escuela, don Juan Carlos
Tassara, que murió hace dos años, a los noventa y pico de años. El no
era peronista, era un hombre muy ligado a la democracia cristina. Era
un hombre con una sensibilidad humana muy especial. Hay un detalle
que es histórico hasta el día de hoy y está en el pueblo la anécdota. El va
con sus alumnos y una banderita. Evita se baja, la saluda a la autoridad,
que sería el jefe de la estación, el comisario, el juez, pero ella lo detecta
y le dice “maestro ¿qué necesita?”, y justamente don Tassara había
ido para hablar con ella. Y se baja ella y camina y dice “maestro ¿qué
lo trae por acá?”, le dice “mire señora, yo le vengo a pedir por mi
escuelita”, “¿qué le pasa a su escuelita?”, y le dijo las necesidades.
Era una cueva, que está ahí más debajo de Ramos Mejía, que se llama
Corral Chico. Era una cueva, no era una escuela. Y le dice “¿podemos
ir?”, “vamos, vamos”. Y bueno y fue y la vio a la escuela y me cuenta
mi tío, que era presidente de la Unión Ferroviaria, que estuvo muy cerca
de ella, que cuando iba llegando a la escuela e iba viendo a los alumnos
se la iban poniendo las orejas coloradas, que era cuando ella se ponía
mal. Entonces pega la vuelta y dice “vamos”. Y llega a la estación y le
dicen: “señora”, le dice el jefe “señora el tren tiene que seguir para
cumplir el horario”, entonces ella le dice “dígale a sus patrones que el
tren va a seguir cuando yo resuelva previamente las necesidades de mis
hermanos, que acá son enormes. Con ese aparato que usted tiene ahí
¿a dónde puede comunicarse?”. De Ramos Mejía se comunicaba con
San Antonio. San Antonio - Bahía Blanca se hacía puente y se hablaba
a Buenos Aires. “Tome, llame a estos teléfonos, dígale al Ministro
Pistarini que yo vuelvo el lunes y quiero que esté él con su equipo acá,
en la estación Ramos Mejía. Explíquele”. Era un jueves y ella volvía
el lunes, de la gira. Y cuando volvió el lunes, estaba el ministro por el
que Eva Perón sentía un profundísimo respeto. Por él y por el teniente
coronel Castro282, que era el secretario de transporte. Pistarini estaba
con todo su equipo ahí y ella dijo: “yo quiero que acá esta escuela sea
un monumento. Y quiero que esto en seis meses esté terminado. Usted
sabrá señor ministro lo que va a hacer”, le dijo (…) Los materiales se
144
281 Provincia de Río Negro
282 Juan Francisco Castro
Del tiempo de Perón Javier Prado
Muerte de Evita
La penosa enfermedad de Evita se vio agravada por su incansable trabajo
social y su acción política diaria junto a Perón. Este trabajo excesivo desgastó
Estando Perón en el exilio, en España, le fue restituído. Ese era el nivel del
accionar “político” de la dictadura de Aramburu. Finalmente, el cadáver de
Evita fue traído al país en noviembre de 1974.
147
Capítulo 6
Un pueblo feliz
299 Lugar de esparcimiento que representa una ciudad en pequeña escala. Su construcción se inició en
1949 durante el gobierno de Domingo Mercante y fue inaugurada en 1951 por el presidente Perón.
153
300 Nélida Ferreyra
(porque no decían “Río Cuarto”, decían “Centro, Córdoba”), era una
explosión. Pero también estaba la explosión de la de Capital, ¿eh? Si,
si, era bastante complicada la cosa. A nosotras nos vistieron en el Teatro
Colón, y de allí nos llevaron en un micro hasta la Casa de Gobierno.
Entramos por otro lugar a la casa de gobierno porque la parte de
adelante estaba toda ocupada con el acto. Y en ese tiempo que tuvimos
que esperar, estábamos en un salón grande, muy lindo, no sé si será
Salón de los Pasos Perdidos o cosas por el estilo, así que no sé si estoy
hablando bien de la Casa de Gobierno o del Congreso, no te puedo decir
los nombres, pero en uno de esos salones estuvimos esperando. Una
amansadora bastante larga, se ve que hasta que terminaron los discursos
y todas las cosas”301.
El discurso del presidente fue para recordar a las víctimas de los atentados
del 15 de abril y para confirmar el rumbo político, económico y social:
“compañeros, hoy el Día de los Trabajadores, debemos juramentarnos todos
los trabajadores para vencer, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Que
para ello nos sirva de acicate el crimen Chicago y los miles de crímenes
que se están planeando en sus cercanías. Hagamos en nuestro recuerdo un
lugar para todos los trabajadores que en la historia del mundo han muerto
luchando por la causa del proletariado. Hagamos un recuerdo en cada
corazón proletario en forma de un altar para esos hombres rudos, valientes
e idealistas que supieron dar la vida por sus compañeros (…) Para ellos mi
abrazo fraternal y amigo y mi juramento inquebrantable: he de morir cien
veces, antes que traicionar la causa que ellos han puesto en mi mano y en mi
corazón”302.
“Después, ya cuando llegó el momento, nos hicieron pasar y salimos
al palco. Nos ubicaron en diferentes lugares, así a esa altura y empezó
la elección (…) Nos hacían regalos por todos lados (…) Un lujo
impresionante. Parábamos en un hotel en la calle Lavalle, a media cuadra
de Florida. Muy bonito, pero un hotel antiguo (…) tenía compañeras
que lloraban de la emoción. Gente a lo mejor muy peronista o que lo
amaban mucho a Perón y todo eso o gente que amó mucho a la mujer, a
Eva Perón, entonces estaban conmocionadas, un par de chicas estaban
conmocionadas. Yo no, al contrario, me gustó. No te olvides que yo
venía de una actividad de actuar con público. Teatro y todas esas cosas,
154 301 Nélida María Ferreyra
302 Discurso de Perón en el acto del Día del Trabajo, en diario El Litoral, 2/5/1953, p. 2
Del tiempo de Perón Javier Prado
157
306 Nélida Ferreyra
158
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 7
Postales de la época peronista
Hay cosas de la vida cotidiana que reflejan parte de una época. Y también
hechos, tal vez secundarios, que dan un panorama general que ayuda a entender
mejor un proceso histórico. No sólo los aspectos complejos son la clave para
entender un período histórico, sino también aquellas vivencias diarias que van
dando forma a un modo de ver el mundo, la realidad y terminan por formar
una ideología.
Vida cotidiana
Estas escenas de la vida cotidiana de las clases populares, son parte de todo
el universo social en el que se va desarrollando la Historia. Reflejan las
condiciones sociales (culturales), políticas y económicas en la que transcurren
sus vidas.
“(Mi mamá) Seguía trabajando de servicio doméstico, por hora. Pero
ya mi padrastro tenía problemas y al poco tiempo se fue a España, o
lo fueron, que sé yo. Tenía problemas políticos. No sé si era comunista
o qué (…) Me gustaba saber de todo. Y me anotaba 2 o 3 meses en un
curso, después en otro. Estaba en cocina, arte culinario. Después en
corte y confección. Danzas. A veces en danzas también iba en forma
privada. Danzas españolas. Después, ahí, tenía talleres gratis de danzas
nativas, folclore, coro de la escuela. Me gustaba de todo. El primer
grado lo hice ahí donde te dije, (calle) Rodríguez Peña. Segundo grado
lo hice en Corrientes. Tercero, que fue uno de los mejores para mi, lo
hice en la calle Senillosa. Una escuela de ahí, de donde tengo el mejor
recuerdo de mi maestra: Esther Crespi. Después si, ya los otros grados
en la calle Asamblea, en la escuela 53 o 153, hasta terminar la primaria.
La secundaria, el primer año, en el colegio Santa María de Buenos Aires,
privado. Pero bueno, un solo año hice ahí porque no andaba bien ahí, no
encajaba yo en ese ambiente porque eran media discriminadoras (…)
después la escuela de teatro de Elina Colomer, una famosa actriz. Ahí
conocí a esta artista italiana Gina Lolobrígida, que la llevó seguramente
Perón a visitar la Quinta. Ahí la vimos a ella con el General y toda
la comitiva, de cine. Ahí la conocí. Muy linda, linda actriz. (…) Las
amistades de salir no eran con las chicas de la escuela. Más vale era con
mi hermano y todas las amistades de mi hermano. Porque él era el que 159
me cuidaba. Con él iba a bailar. Y nos reuníamos con todas las amistades
de él pero generalmente se estilaba así, que el hermano llevaba a sus
hermanas y a veces la mami. Porque era familiar. (…) todas las madres
estaban sentadas así alrededor. Y las chicas bailaban. Y venían a buscar
a las chicas y si la madre permitía que salga a bailar…Era increíble,
increíble, parecía una postal. Y uno se divertía igual, no había nada que
ocultar. Se tomaban los refrescos, en ese tiempo era una naranjada. La
Bidú. La pasábamos bien (…) Nosotros éramos socios de San Lorenzo,
así que nosotros casi siempre íbamos a San Lorenzo”307.
Que los hijos de una empleada doméstica pudieran acceder a un colegio
privado, refleja el ascenso social de los trabajadores, merced al aumento de sus
ingresos. Por otra parte la discriminación social dentro de un ámbito escolar
donde predominaba la clase media da una idea del enfrentamiento social a
causa del avance los sectores postergados históricamente.
“Fui a todas las intervenciones. Yo tengo la foto hasta del avión, que
fuimos a Catamarca, primera intervención que hubo, que se nos incendió
en el aire. Bajamos abajo y lo apagaron. Después fui a la intervención
de Córdoba y fui a la intervención de Santiago del Estero309. Yo iba
como custodia del gobernador que era Subiza, porque lo nombraban
desde la casa de gobierno (nos nombraban a todos allá, para la
intervención), pero cuando llegaba a cargo el interventor, se hacía cargo
él y nos nombraba a nosotros de custodia de ellos, todo el tiempo, hasta
que él se venía. Dejaba a otro gobernador y de ahí se venía otra vez
a la casa de gobierno. Porque Subiza era primero, secretario político;
después lo pusieron en el ministerio y quedó de ministro político de la
presidencia de la Nación, y después le dio a cargo de él, el ministerio
técnico también. Tenía dos ministerios él. Yo trabajaba ahí, en la casa
de gobierno. Nos veíamos todos los días”310.
Zariaga cuenta también, de esos años, sus recuerdos de Perón y de Juan Duarte
“(¿Verlo a Perón?) Todos los días, si yo andaba ahí (…) él andaba
siempre apurado. Bajaba corriendo y se metía en la Casa de Gobierno.
No se quedaban hablando (conmigo). (Yo) con Juan Duarte si, era el
secretario. Él no era una mala persona. Yo fui la persona que llevó al
jefe de policía y a Subiza cuando se suicidó Juan Duarte. Juancito tenía
una enfermedad incurable311. Después hubo otro problema que cada uno
se arregla, que me lo contó Subiza, pero eso no se puede decir, esas son
cosas íntimas (…) Yo sé que algún problema tuvo, pero no fue que…
acá se corrió la bola de que lo habían muerto, mentira. Si yo a la mañana
temprano fui allá con el jefe de policía y Subiza, él me tenía confianza.
Cuando bajaron los otros de arriba, venía la hermana de Evita ahí, atrás.
Y yo sé todo porque lo escuché del jefe de policía que llevaba y a Subiza
que era amigo de Juan Duarte y yo sé que él se habrá puesto mal y se
suicidó. No tenía remedio”312.
El hermano de Evita estaba interesado sentimentalmente en una actriz del
momento que aparentemente no lo correspondía.
“Juan Duarte me había mandado a mi a hacer una diligencia personal
a San Clemente del Tuyú, a hablar con Elina Colomer. Y él me dio
mi señora a San Nicolás, con la máquina y con las medias que me había
dado. Cuando vengo el sábado a San Nicolás, las había vendido todas.
Cuando murió Subiza yo renuncié y listo. Me vine acá a mi casa y ya
estaba formadita la tiendita”313.
Juan Duarte se suicidó el 9 de abril de 1953.
Capítulo 8
La oposición y la caída del peronismo
175
337 H. R. Romero Cruz
176
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 9
Caída del peronismo. Represión y resistencia
338 Se refiere a la Alianza Libertadora Nacionalista, grupo de derecha formado principalmente en Buenos
Aires en 1935, que se plegó al peronismo en los comienzos y que mantuvo una relación tensa con Perón,
ya que muchos de sus miembros se oponían al carácter “socializante” de Perón en política obrera, más
allá de coincidencias respecto de la política exterior y económica. En 1955 reconocidos personajes del
nacionalismo apoyaron a la Iglesia católica y al golpe.
339 Idalia
177
340 Romualdo Cobo
ejemplo: Avenida Perón, Avenida Eva Duarte de Perón, les sacaban
los carteles y los tiraban para abajo. Eso hacían los “libertadores”.
Nosotros les llamábamos los gorilas. Era el gorilaje envenenado. Era
una pelea, porque la pelea no solamente contra el ejército, sino contra
estos tipos “libertadores” que tratan siempre de “liberar” a la patria y la
hunden más”341.
Los trabajadores fueron los primeros en sufrir las consecuencias del golpe de
Estado:
“con la caída de Perón después medio que ya no nos renovaban el
contrato de alquiler, todo era a la fuerza”342.
Durante el gobierno peronista los alquileres estuvieron congelados y regidos
por leyes que protegían al inquilino. Pero una vez que se produjo el golpe de
Estado, los propietarios encontraron vía libre para aumentar los alquileres y
echar a la calle a los inquilinos.
La política de “desperonización” consistía en la persecución política contra
obreros y militantes peronistas:
“fue más o menos como en todos lados. Los “contreras” salían a
festejar, con banderas y todas esas cosas (…) Los radicales estaban
muy contentos, seguro (…) Nosotros desde ya no. Los que éramos
de la primera hora (…) Lo que pasaba es que, usted habrá escuchado
bastante esas historias, los gorilas, los radicales iban a golpear las
puertas de los cuarteles y ahí convencían a algún general y bueno…
“había que echarlo a Perón” o “había que armar la revolución” y esa
era la contra que tenía”343.
El fuerte revanchismo dejó sin trabajo a cientos de maestros que habían
trabajado durante el gobierno de Perón.
“después ya vino la “revolución libertadora”, el golpe militar que a
todas las maestras peronistas nos quitaron el cargo. A todas. Quedamos
afuera. Me hicieron sumarios, me hicieron un montón de cosas y me
dejaron afuera de mi cargo casi dos años, sin cobrar un peso. Pero yo
era tan conocida aquí en La Banda que armé una escuela particular.
Tenía muchísimos alumnos desde la mañana hasta la noche. Con eso
subsistí los dos años que me quitó la “revolución libertadora”344.
345 EP
179
346 Carlos Ferreyra
la feroz represión que se intensificará en junio de 1956 con los fusilamientos,
pero de la que ya había habido muestras con los bombardeos.
“En los primeros meses del ‘55, el gobierno peronista de aquel
entonces, el gobierno nacional (ya estaba Perón en la segunda época
de su gobierno) interviene Santa Fe (...) El gobernador era Cárcamo.
Intervienen la provincia porque habían tenido problemas el poder
legislativo y el poder ejecutivo (...) se hace cargo un capitán de navío
retirado (Pedro) Anzorena, de apellido y entonces el interventor por
medio de su ministro de gobierno manda los telegramas donde nos dice
que debemos hacernos cargo de la comuna y dice “carga pública”,
usted no podía decir que no (...) y en aquella época yo era docente, me
mandaron de interventor a la municipalidad de mi pueblo. Con carga
pública. Usted no ganaba nada, tenía que cumplir las dos funciones. (De
intendente) había un médico ferroviario, el doctor Ladislao Ramunno347,
que ya falleció hace mucho (...) Tuve que afrontar una situación un
poco difícil, porque él era médico de mi casa y tuve que intervenirlo.
Y él me pidió unos días para hacer el balance. Si, le otorgué los días.
Yo iba nomás y cumplía mis funciones, pero no tocaba libros ni nada.
Y resulta que duró como dos meses para que me diera los libros y tuve
que conminarlo y llamar un contador público de la provincia para que
evaluara como estaba el balance porque no me había puesto lo que
debía de las cajas de jubilaciones. O sea que fue un momento feo, no
es porque el hombre fuese deshonesto, sino que se llevaba por lo que
el contador le daba, por supuesto, y yo no podía aceptar eso porque
después fíjese, parece que estaba viendo el futuro: se hacen cargo los
grupos civiles de la comuna y si hubiese tenido anormalidad no salgo
más yo. La cuestión que en septiembre me agarró la revolución. La que
denominaron “revolución libertadora”. Entonces yo renuncio. Cuando
cae Perón, el 20 de septiembre yo, de inmediato, mando un telegrama
(no eran telegramas, era por medio de la policía), mando mi renuncia al
interventor que era un vicealmirante de la marina, (Carlos) Garzoni, en
el año ‘55. (...)Y de allá me mandan uno “quédese en su puesto hasta
nuevo aviso”. Yo tuve que quedarme en mi puesto, hasta nuevo aviso.
Y en noviembre, mediados o un poquitito más, un sábado a la noche,
dos de la mañana, los grupos civiles armados por ex militares, y por
alguna gente del pueblo que odiaba al peronismo, toman la comuna.
180
347 Ocupó su cargo entre el 4/6/1952 y el 21/3/1955
Del tiempo de Perón Javier Prado
368 Erminda Duarte. "Mi hermana Evita", Centro de Estudios Eva Perón, 1973, p. 92, Google Books.
369 Carlos Ritchie
370 Hija del general Juan José Valle, fusilado en 1956.
191
371 Ezio Paronzini
a través de pequeños semanarios o diarios de corta tirada y de distribución
clandestina. Entre ellos cabe mencionar a Norte, Línea dura y Rebeldía.
Como recuerdan algunos militantes, aparecerán luego los discos y casetes con
mensajes de Perón y copias de las directivas que el General exiliado enviaba a
sus seguidores. Esto y los actos de resistencia de los simpatizantes mantendrán
viva la llama del peronismo en los años más oscuros y consolidarán la
conciencia e identidad de los trabajadores.
Además de las “comisiones investigadoras”, la dictadura encabezada
sucesivamente por Lonardi y Aramburu, creó “juntas consultivas” encargadas
de apoyar al gobierno militar, asesorarlo y trabajar con vistas a redactar una
nueva Constitución Nacional (lo que se concretaría en 1957), para lo cual se
convocaría a elecciones prohibiendo al peronismo. De esa comisiones tomaron
parte radicales y “socialistas”. Entre los más fervientes miembros hay que
nombrar a Alicia Moreau de Justo, Américo Ghioldi y Nicolás Repetto. Por su
parte Alfredo Palacios fue designado embajador de la dictadura en Uruguay.
Cabe señalar que el peronismo estaba proscripto y sus afiliados no podían
participar de las elecciones. Los radicales (sobre todo el sector liderado por
Balbín) tomaron parte del apoyo al gobierno de facto. Si bien había diferencias
internas dentro del radicalismo en cuanto al modo de apoyar al gobierno de
facto, en general primaba el antiperonismo, aunque el sector de Frondizi
mostraba algunos reparos formales sobre la “libertadora”. Al formalizars ela
división interna surgió la U.C.R.P. (Unión Cívica Radical del Pueblo) liderada
por Balbí. “Los dirigentes que convergieron en la UCRP a comienzos de 1957
coincidieron ya en los primeros momentos de la gestión del gobierno de facto
antiperonista en la necesidad de realizar un proceso de desperonización de
la sociedad y fundamentalmente en la de sofocar todo intento de retorno del
peronismo”372.
padre por ser militar. Y mi madre era muy amiga (de él). Fue a hablar
con el teniente coronel Améstegui, para decirle “¿cómo nos iba a dejar
en la calle?”. Y él le dijo a mi madre “gringa, aquí no se puede hacer
nada porque todos están enceguecidos por el odio que tienen contra los
peronistas”…Y no pudo hacer nada (…) Después de dos años de estar
fuera del cargo vino el gobierno de Frondizi, que Perón avaló desde
el exterior. O sea que todos los peronistas votaron, yo no. Yo no podía
olvidarme de que en esas listas algunos estaban de los que afrentaron
contra los bustos de Perón y arrastraron por toda la ciudad: los radicales.
Nosotros teníamos un busto hermoso, muy hermoso, que habíamos
hecho para Eva Perón en la calle principal de la ciudad y fueron ellos
los que los voltearon y los pasearon arrastrándolos por la ciudad. Y
vecinos míos, que me conocían mucho y que les había enseñado mucho
a sus hijos, particularmente como maestra y sin embargo me fueron
a denunciar diciendo que yo tenía comunicación con el exterior con
Perón, que tenía una radio, que tenía armas, me hicieron un allanamiento
y no encontraron nada, pero lo mismo me llevaron. Así que estuve un
mes (presa) justo en la época en que el general Valle se levanta contra
el gobierno de la “revolución libertadora”…matan a Valle y a Cogorno
y a todos esos… y nosotros estábamos presos en esos momento, pero
todas las carceleras eran peronistas así que nos cuidaban. “Nosotras
vamos aponerlas detrás de los colchones si vienen a buscarlas”, (nos
decían). Todas esas cosas incrementaron más mi peronismo y nunca más
transité por otros partidos, nunca me presté a los convenios. El mismo
convenio que hizo el general Perón, que yo admiraba su trayectoria
y todo lo que nos enseñaba, y que era la orden de votarlo a Frondizi.
Yo sí, después me arrepentí un poco porque Frondizi cumplió con lo
que Perón le había pedido: que volviéramos todos los peronistas que
estábamos fuera de los cargos y aquí tuvimos un gobernador, que si
bien era radical, no era de los radicales venenosos, que les digo yo,
radicales gorilas, porque hay radicales buenos, no voy a decir que no
hay radicales buenos, pero los radicales de La Banda eran muy malos.
Interventores eran… (Gabriel) Maleville, creo que fue, un marino…
que vino a Santiago, pero lo dominaban grupos de radicales que habían
formado la Junta que iba a ajusticiar a todos los peronistas (…) Pero
inmediatamente que ocurrió la “revolución libertadora” vinieron la
policía, bajaron carteles y a llevar todo lo que teníamos. No nos dejaron 193
nada. A mí no me dejaron los bustos de Perón y Evita.”373.
Algunos militantes no obedecieron la orden de Perón, que se movía por
cuestiones tácticas más allá de que sabía que Frondizi traicionaría el pacto. El
radical gobernó condicionado por las cúpulas de las fuerzas armadas y cedió
ante las presiones militares.
“A Frondizi lo votamos nosotros los peronistas. Fue un convenio.
Que al peronismo no le permitían votar, y vino la orden de Buenos
Aires de que había que votarlo a Frondizi. Pero, anteriormente, había
mandado una orden un gobierno anterior cuando…que el peronismo
no podía votar…Entonces se dice que nevó en todo el país (por el voto
en blanco)”374.
Entre 1955 y 1973 el peronismo estuvo proscripto. No podía presentarse a
elecciones, ni hacerse mención a Perón ni utilizar los símbolos del partido
ni algo que tuviera que ver con el movimiento. En 1958, merced al pacto de
Perón con Frondizi, muchos votos peronistas se dirigieron al candidato menos
antiperonista, dentro de lo que había. En 1962 al convocarse a elecciones para
gobernadores, el triunfo fue de los candidatos peronistas (que concurrían con
distintos nombres partidarios), pero Frondizi (ante la presión militar) anuló las
elecciones. De todas formas, su suerte estaba echada, fue derrocado por los
militares en 1962:
“Nosotros tuvimos la suerte que ganamos casi siempre todas las
elecciones. Ganamos las elecciones...ganamos con voto en blanco.
Perdimos la elección, pero la elección se las ganamos con votos en
blanco. El que ganó no sacó la cantidad de votos que teníamos nosotros
en blanco (…) Y acá estuvo bravo. La mayoría de nosotros perdimos
los trabajos que teníamos, la mayoría. (…) yo trabajé 22 años en el
ferrocarril. Cuando cayó el gobierno de Perón me dieron tantas horas
para renunciar y…a la miércoles (…) pero yo ya tenía un negocio, así
que prácticamente no me dificultaba. Yo tuve la suerte de que a mí…
tuve siempre (las fotos), igual que la Marcha Peronista, la tocábamos
siempre, la seguíamos tocando. Si. Nos molestaron los primeros años,
porque nos hacían ir al distrito militar a declarar. Declarar, pero no
teníamos nada para declarar, porque nos hacían ir al depósito, casi
todas las mañanas, varios años, a las 10 de la mañana Nos llevaban
en camioneta hasta el distrito militar que estaba en Viedma, distrito
194 373 Olga Montenegro
374 Carlos Ritchie
Del tiempo de Perón Javier Prado
197
198
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 10
Regreso y partida de Perón
Como dije al principio de este libro, el período del “tiempo de Perón” traspasa
los límites de sus presidencias. Cierto es que la etapa más rica es la de la
formación y consolidación del movimiento y la de la resistencia en tiempos de
dictaduras, ya que allí se afirma la conciencia de los trabajadores. A partir de
entonces los derechos sociales y políticos quedaron arraigados en la conciencia
de la clase obrera de una manera decisiva.
Los entrevistados recuerdan en menor medida el tercer mandato y lo hacen
con un dejo de tristeza, a causa del fallecimiento del líder y por lo que
rodeó ese tercer mandato: el enfrentamiento interno (y externo), el accionar
represivo ilegal desde el propio aparato del estado a manos de López Rega,
la preeminencia de este durante el gobierno de Isabel Perón y finalmente el
golpe de Estado de 1976 que inauguraría el período más sangriento de nuestra
historia.
El recorrido pendular de Perón lo hizo apoyarse peligrosamente en el sector
derecho del movimiento intentando contrarrestar el crecimiento del sector
izquierdo (Montoneros, Juventud Peronista, entre otros) incorporado a partir
de los años ‘70. Pero ese movimiento pendular terminó profundizando el
enfrentamiento interno entre las diversas facciones que conformaban el
amplio movimiento peronista. Le cabe aquí a Perón la responsabilidad por
no prever las consecuencias que traerían el recostarse en los sectores más
ortodoxos. Y también (en diferente grado) a quienes desde adentro y desde
afuera desestimaron la vía democrática. Un solo hombre no hace la Historia.
“Fue tres veces presidente. Y terminó el pobre enfermo. Pero en ese
tiempo prácticamente el pobre no gobernaba mucho, estaba López Rega
que le decían “el brujo”. Lo tenía dominado, hacia lo que quería él”379.
Tras el fallecimiento del General, lo sucedió Isabel Perón y el aparato del
Estado quedó en manos del criminal López Rega y fue instrumento para el
asesinato político de sus adversarios de cualquier sector. Un anticipo de ello
fue la Masacre de Ezeiza donde la derecha emboscó a la izquierda peronista,
asesinando a militantes y simpatizantes:
“Yo estuve también en la vuelta de Perón en el año ‘73, en la Masacre
de Ezeiza. Pasaban las balas por arriba de la cabeza. Estábamos tirados
cuerpo a tierra. El encuentro adonde iba a hablar Perón era la avenida
199
379 Harold Evans
Richieri que va a Ezeiza y Camino de Cintura, el Camino Negro que
le llaman ellos. Ahí hay como un anfiteatro para abajo, de la parte de
arriba del camino, de la autopista de Ezeiza, de ahí para abajo han hecho
el palco adonde iba a hablar Perón. Primero le habían hecho una casilla,
en Camino Negro, arriba, en una torre que estaba puesta adonde estaban
los parlantes que dirigían todo el asunto de la fiesta que se iba a hacer
ese día. Había una casilla antibalas adonde iba a bajar el helicóptero,
que venía Perón desde Ezeiza para dirigir la palabra al pueblo. Te digo,
sinceramente, nunca vi tanta gente, yo calculo como dos o tres millones
de personas, de todas clases sociales”380.
La esperanza ante el tercer gobierno de Perón se mantuvo intacta en la amplia
mayoría del pueblo, al punto que el triunfo de Perón el 23 de septiembre de
1973 fue con el 62% de los votos.
“Y yo lo fui a ver en el ‘73 cuando vino. Perón llegó enfermo. Me
atendió López Rega y otros más, no sé quienes eran, les mostré la
medalla siendo ahijado del presidente por ser séptimo hijo varón, pero
me dijeron “qué lástima, pero Perón está enfermo”. Me quedé diez
días y se me hacía difícil. Yo no conocía Buenos Aires. Teníamos unos
familiares, de Banfield para allá. En Burzaco estaban mis primos. Un
día me fui caminando de Constitución a Plaza de Mayo y llegué ahí y
no lo pude ver, no había manera”381.
Habían pasado 18 años, toda una generación, pero la memoria popular era
más fuerte. Sin embargo, el largo intervalo forzado había dejado sus marcas, a
causa de la interrupción democrática:
“Yo, personalmente, y algún grupo de lo más allegados, pensé que
nunca iba a ser igual que antes. Nunca iba a ser porque ya estaba muy
jugada la cosa. Se había jugado mucho, había perdido mucho el país.
Habíamos entrado en un retroceso. Perdimos una continuidad. Porque
no íbamos a pensar de que eternamente iba a estar Perón. Pero tenía
que haber habido una continuidad. Y todos esos períodos que pasamos
nosotros intervenidos terminamos en los que terminábamos”382.
Su despedida fue en el lugar de siempre, en su balcón de la Casa Rosada frente
a la Plaza de Mayo:
“Yo voy a Buenos Aires y tengo la suerte de verlo a Perón cuando se
383 Idalia
384 Romero Cruz
385 Ritchie
201
386 Harold Evans
lo era. Y mantuvimos la fidelidad a eso y pensamos siempre en el
movimiento, pero como las cosas cambian, el mundo cambia también el
movimiento se fue modificando, adaptando a interpretaciones de otras
personas y ahí estamos”387
“Para nosotros que somos de la guardia vieja (yo tengo 82 años)
mantenemos lo que nos iniciamos cuando la juventud nuestra.
Andábamos con las antorchas, en las manifestaciones. Era un peronismo
sano”388
“Nosotras, todas las fechas de Eva Perón, el 26 de julio estamos, cinco
o seis mujeres somos, que no faltamos hasta ahora. Homenajeándola,
recordándola, haciendo nuestro minuto de silencio con mucho cariño y
mucha emoción acordándonos de las cosas que pasamos con ella”389.
Aquí se traslucen elementos tales como la identidad, la pertenencia a un
determinado grupo político y social. Esto podría aparecer como un voto
“cautivo del partido”, pero al manifestar su lealtad a Perón y Evita, estos
simpatizantes están valorando el programa general del peronismo, más allá de
las “adaptaciones” que se pudieran dar con el tiempo. Y esto no significa que
se aplauda todo lo que en nombre del peronismo se hizo, tal como vimos al
hablar de la política que Menem llevó adelante con los ferrocarriles y donde
los testimonios rechazan esa acción. Al reafirmar el sentido de pertenencia y
negarse a votar “por otro” los entrevistados hacen un reclamo de coherencia
a quienes, transformados en “profesionales” de la polítca no dudan en saltar
cercos apoyando programas y proyectos que contradicen lo que apoyaron ayer
y lo que apoyarán mañana.
Capítulo 11
Historia y Presente
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Del tiempo de Perón Javier Prado
205
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Del tiempo de Perón Javier Prado
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Diario Jornada
208
Del tiempo de Perón Javier Prado
Índice
Capítulo 1
Antes de Perón 15
En la Patagonia 15
La época en el norte y centro del país: Tucumán, Santa Fe y Córdoba 18
La situación en la provincia de Buenos Aires: Cañuelas, General Arenales y
Carmen de Patagones 20
Fraude, explotación y miseria 21
Capítulo 2
Peronismo 25
El 17 de Octubre en la memoria 29
Evita y el 17 de Octubre 35
Las elecciones de 1946, el Laborismo y el comienzo del gobierno peronista 41
Los derechos sociales, el voto de la mujer y el peronismo femenino
(1946 - 1951) 49
El peronismo femenino (1947 – 1951) 51
La Escuela Superior Peronista 65
El día del Renunciamiento (1951) 69
Los planes de gobierno y la reelección de Perón (1951) 72
Enfermedad y muerte de Evita 78
LA U.E.S. (1953) 79
1955 80
Capítulo 3
Peronismo y obras 83
Los planes quinquenales 83
La vivienda 87
Educación 91
Turismo social 96
La Fundación “Eva Perón”, la ayuda social 98
Campeonatos infantiles Evita 101
Residencia de Olivos, niños, vacaciones 104
Los hogares de tránsito, los hogares escuela 106 209
Salud 110
Campo, zonas rurales, expropiaciones, vivienda y
el recuerdo de Mercante 113
El ferrocarril 116
Río Negro 119
Bahía Blanca 121
Tucumán 121
El ferrocarril y las mejoras laborales. Río Turbio, Santa Cruz 122
El gasoducto Chubut – Buenos Aires 123
Control de precios y agio 123
Los territorios nacionales patagónicos, sus representantes y los planes de
gobierno 123
Capítulo 4
Así era Perón 131
Ese varón argentino 131
Granadero de Perón 132
Perón, su imagen 132
Perón en Santiago del Estero 134
Perón y las palabras 135
Muerte de Perón 137
Capítulo 5
Evita 139
Personalidad 139
Evita, los trabajadores, la CGT 140
Belleza 141
Evita en Santiago del Estero 143
Su paso por Río Negro y la escuela que quería Evita 143
Evita y su paso por Bahía Blanca 145
Muerte de Evita 145
Capítulo 6
Un pueblo feliz 149
Los 1º de mayo y las reinas del trabajo 149
La reina nacional del trabajo de 1953 151
Perón y las reinas del trabajo 156
210
Del tiempo de Perón Javier Prado
Capítulo 7
Postales de la época peronista 159
Vida cotidiana 159
El chofer de Román Subiza, las intervenciones, Juan Duarte, un encargo y una
tienda. 160
Ahijado del presidente 163
1950, año del Libertador 164
Salidas, diversiones, la radio 166
Capítulo 8
La oposición y la caída del peronismo 167
Las rencillas locales 168
El intento de golpe de Menéndez (1951) 169
En la cámara de diputados (1952-1954) 170
Los primeros atentados en la Plaza de Mayo (1953) 171
Bombardeos y golpe de estado (de junio a septiembre de 1955) 172
Capítulo 9
Caída del peronismo. Represión y resistencia 177
Proscripción, quema de libros (1955/56) 183
Resistencia (1955 – 1959)
Los Mau – Mau, la resistencia ferroviaria 185
La resistencia en las calles y en las paredes 189
Los fusilamientos (1956) 191
La cárcel y las persecuciones 192
Capítulo 10
Regreso y partida de Perón 199
Capítulo 11
Historia y Presente 203
Bibliografía 207
213