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wl La Ventana Indiscreta Ensayos sobre Lu Hacia una literatura sin adjetivos Marfa Teresa Andruetto comunicarte ISBN 978-987-602-113-5 comunicarte Ituzaingé 167 - 7° Piso - O£2 ‘Tel/fax: (54) (531) 426-4430 (X $000 I]C) Cérdoba - Argentina editorial@comunicarteweb.com.ar ‘www.comunicarteweb.comar ‘Mognoni Tlustracién de taps: Juana Lajén Se termind de imprimir a 15 dias del mes de abril de 2009, Queda hecho el depéeito que eatablece le Ley 11.723. Impreso en Argentina - Printed in Argentina Tirads: 3000 ejemplares ‘Todos los derechos reservados, No se permite la reproduccién ‘slmacenamiento, el alquiler, ln transmisién o la transformacién de forma o por cualquier medio, sea electrénico o mecinico, mediante digitalizaciéa y otros métodos, sin el permiso previo y escrito del Infraccién estd contemplada por las leyes 11.723 y 25.446. Andrvet, Masi Teresa : ‘Hicis uns literatura adjetivos - 2a ed. - Céndoba ; Comunle-Ate, 2009, 148 p.;ZIx15 cm, - (La ventana indlacreta; Enseyoe sobre L1]) ISBN 978-987-602-113-5 1. Eocrtur pars aloe. L-Titalo ‘CDD 808,068 Indice Algunas cuestiones en torno al canon Pasajero en trnsito El oficio de mirar Hacia una literatura sin adjetivos Sobre inclusiones y exclusiones Escribir en la escuela Asc de lectura El ojo en la escena Los valores y El valor se muerden la cola Las derivas de mi castellano Algunas cuestiones sobre la voz narrativa : y el punto de vista Enés, los aprendices, y la escritura perdurable 19 27. 31. 45 49 59 67 95 101 131 : Algunas cuestiones en torno al canon 1. Cafia, vara, norma, regla, precepto, modelo, prototipo, son las . acepciones de canon que nos da el diccionario. Debiera entonces partir de que la idea de canon como norma, precepto 0 prototipo no me gusta. Que me gusta mucho més que la literatura sea un remo- lino, siempre desacomodandose... porque -como ha dicho Lotman— es siempre dialéctica la relacién entre lo canonizado y lo no canonizado en una cultura y ese movimiento permanente, hace que los que estén fuera tiendan a ocupar el centro y pugnen por insertar sus modelos desplazando a otros que estén dentro, porque no existe centro sin periferia y “lo literario” en cada caso, tiempo y‘ lugar, precisa de lo “no literario” para definirse. De modo que todo * canon necesita de la amenaza exterior —la amenaza de Jo no cané- nico- y es de ese exterior no canonizado de donde provienen las reservas de Ja literatura que vendré. 2, Presente/Pasado. Un canon es una lectura del presente hacia el pasado, para decidir qué ensefiar, qué antologar, cémo hacer para “que ciertos libros permanezcan vivos y sean lefdos por las genera- ciones que nos siguen. Lectura de lectores que nos arrogamos la 7 ‘Hacia una literatura sin adjetivos | facultad de dirigir las lecturas de los demis. Retorpo la frase: para que ciertos libros permanezcan vivos, y enseguida splta la paradoja, porque lo canonizado se fija, endurece, tiende 4 convertirse en monumento, o sea que ¢n lo que respecta a la como un acto irreverente (que es el concepto de lectura que me iteresa), podria~ mos decir que tiende a morir. E! Quijote convertido en brindis y celebraciones, del que hablaba Borges, o en un librp que no necesi- ta ser lefdo porque ya Jo han lefdo por nosotros Jas generaciones precedentes, como dice Ratil Dorra. \ | 3. Cada lector construye su canon. Horacio Gohzélez habla del pinchazo, Barthes habla de punctum. Se esti refirigndo a fotograff- as, pero podrfa estar hablando de libros. Dice: “Nq soy yo quien va a buscarlo, es él quien sale de la escena como una flecha y viene a punzarme. En latin existe una palabra para desi; esta herida, este pinchazo, esta marca... .a ese elemento que viene a pertur- bar... lo Mamaré punctum”, dice, “pues punctuln es pinchazo, agujerito, pequefia mancha, pequefio corte, y también casualidad”. Cada (buen) lector construye su canon, mds all4 de lo que canoni- cen la academia, la escuela o el mercado. “La gldria de un poeta depende de la excitacién o de la apatia de las Igeneraciones de “ hombres anénimos que la ponen a prueba, en Id soledad de sus bibliotecas (...) Yo, que me he resignado a poner eh duda la indefi- nida perduracién de Voltaire o de Shakespeare, creo (esta tarde de tuno de los itimos dias de 1965) en la de Schoperthauer y en la de Berkeley. Clisico:no es un libro que necgsariamente posee tales o cuales méritos, es un libro que las generaciones ic Jos hontbres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una mis- teriosa lealtad”, dice Borges. | 4. Fervor/Lealtad. Sucede con algunos libros: aliren Nn nosotros una grieta que no nos permite olvidarlos. No se trata exactanhente de los mejores libros, sino de aquellos que nos disparan una flecha que, como el amor, como el amado, no flecha a tofos por igual. No Marfa Teresa Andruetto atesoramos el libro mejor escrito sino aquél que, poseedor de un Punctum que lo aloja en nuestra memoria, sigue preguntindonos acerca de nosotros mismos. Como el coleccionista que distingue una pieza tinica entre tantas y la retiene pasa sf, cada lector arma.sil. canon personal. Libros como diademas excavadas en la lectura, dice Horacio Gonzilez. . 5. Canon y docencia. El intento de canonizar (seleccionar, fijar, detener y preservar) va unido a la docencia. Se trata de la discusién acerca de qué ensefiar: gqué libros son los més representativos, los que vale la pena que lean las nuevas generaciones? Plantearse el Problema del canon es entonces también ~y particularmente en la Ly- preguntarse acerca de cémo seleccionar las lecturas de los pro-~ _Gramas escolares. 6. Memoria/Olvido. Centro/periferia, alto/bajo, interiot/exte- ” tior, estabilidad/cambio, tradicién/vanguardia, previsibilidad/im- previsibilidad, estén en el corazén de estas cuestiones en torno al canon. Especialmente quisiera detenerme en la dupla memoria/olvido: la seleccién de unos textos y el olvido de otros. Ast, lo que es seleccionado, perdura ~perdura porque ¢s valioso, por- que perdura adquiere valor— y lo que es mas longevo puede consi- derarse de mayor calidad, con lo cual (y esa idea s{ me gusta) lo canonizado estarfa en las antfpodas de la busqueda de la novedad (que es muy diferente a la busqueda de lo nuevo), me refiero a la novedad novedosa y efimera que reclama el mercado. 7. Vara para hacer mediciones. El canon —qué lee, qué debiera leer una generacién— es también un instrumento de control social. Retomo uno de sus sentidos: vara para hacer mediciones, asf es el canon que aparece en los suplementos culturales de los periddicos masivos bajo el titulo de Los libros mds vendidos, o en notas literarias “que responden a operaciones editoriales de publicidad solapada, t ae | Hacia una literatura sin adjetivos Canon efimero que dirige las ventas y preparan con fervor los cialistas en mercadotecnia, “ 8. Canon de autores/Canon de textos. En la actualidad, los céno- nes de autores han sido sustituidos por los c4nones de obras. La Literatura Infantil, sin embargo, en un procedimiento que apenas hace unos afios ha comenzado a resquebrajarse, ha ido a la cola de ‘ese concepto porque ha canonizado mucho mis que textos, a auto- [ res. Se trata de un modo de canonizacién més peligroso, que puede convertir a un autor en marca registrada, arrimando de un modo indiscriminado hacia la totalidad de su obra ~incluidos muchas ‘veces textos sensiblemente menores, o una repeticién infinita de sf mismos- grandes voliimenes de compras. Canon como proposicién | de un tinico ideal de escritura, cuando el rasgo propio, particular y diverso, el desvio, para decirlo con palabras del poeta Nestor Per- longher, es lo verdaderamente interesante en el proceso creativo. ‘Tanto tiempo buscando el trazo personal, para que después quieran que pinte como todos, me decfa hace poco el ilustrador Jorge Cue- Ilo. Asf ha venido sucediendo en la Li argentina: proliferaci6n de escrituras “a la manera de” ciertos autores ya consagrados... pléyades de escritores repitiendo sus procedimientos hasta el punto de no poder distinguir un libro de otro y pléyades de seguidores repitien- do hasta el cansancio temas, modismos, recursos de escrituras que ya han obtenido un lugar y cuyas ventaa estén garantizadas. 9. La Literatura Infantil no ha sido considerada por la academia. La queja de los autores, acerca de que la Literatura Infantil no ha sido considerada por Ia academia, es-constante, la venimos repitien- do desde los. primeros afios ochenta, pero’ zno es _acaso el + olvido de la academia lo, que ha favorecido Ja proliferacién de escri- tores y escrituras de dudosa calidad que se venden en cantidades , que un esctitor que publica en el circuito adultos no podria sofiar? Olvido de la academia, Inexistencia de la exitica, Nulo riesgo edito- rial y la escuela como mercado cautivo. Esas son las cuatro patas que 10 | Ss sayy 7 \ Marfa Teresa Andructto nos han trafdo hasta ac4, o por lo menos ‘hasta un momento que '- fijarfa en tomo a la debacle de 2001, cuando se empieza a percibir un incremento del interés académico, un comienzo de desarrollo de la critica especializada y el nacimiento de pequefios (y de capitales nacionales) emprendimientos editoriales. . 10. Variedad/Uniformidad. ;Cémo se hace para estar en el centro © en Jos mérgenes? En toda cultura trabajan dos mecanismos con- trapuestos: Ja tendencia a la variedad y la tendencia a la uniformi- _dad. También sucede eso al interior de cada escritor y entonces la escritura se coloca en un punto de tensién entre esos dos extremos: diversidad/uniformidad, Mientras preparaba estas lineas, me llegé una entrevista a Enrique Buti. Leo un p4rrafo porque dice, de un modo més eficaz que el de mis palabras, la posicién en que me inte- resa colocarme a la hora de escribir: “Lo que debe preocuparle al escritor es tratar de escapar de sus {mites 0, por lo menos, tratar de cavarse tineles, fosos, pozos, ir mds all4. Nuestra época canta loas a Jos escritores bien pautados y de senderitos asfaltados, cuando no de bien sefializadas autopistas. La alternativa la constituyen los autores que, merced a su vagabundeo, han dilatado los alcances y la ampli- tud de su estilo, autores preocupados no por estampar su firma en cada Ifnea de sus libros, sino arrebatados por saltos mortales siem- pre més alld...” -El cambio de género y de potencial lector han sido para m{ modos de escapar a los encasillamientos que Butti lama “senderi- tos asfaltados o bien sefializadas autopistas”. Yo podria, a esta altu- 1a de los afios, visto cémo van las cosas, dedicarme exclusivamente a escribir libros para los chicos. Es ése un espacio en el que he alcanzaio cierto reconocimiento, no tengo mayores problemas para colocar editorialmente lo que produzco y a su vez, los libros que he publicado —sin ser yo nunca un éxito de ventas se han sostenido a lo largo del tiempo, de modo que devienen en liquidaciones de derechos de autor que —de dedicarme yo a tiempo completo a pro- ducir ese tipo de textos~ engrosarfan. gPara qué entonces escribir 11 era i Hacia una literatura sin adjetivos | | Poesia, por ejemplo, para editarla en ediciones pequefias, alternati- vas, a cambio de unos pocos ejemplares de obstquio? yPor qué escribir cuentos que, como dicen a coro los editores, no se venden? Sin embargo, cada vez que termino un proyetto de escritura (0 cuando lo abandono porque no funciona corpo quisiera) me cruzo a viejos borradores que estin en una busqueda diametralmen- te opuesta a la que tenfa entre manos. Es que no| se trata sélo de escapar a los encasillamientos 0 etiquetas que puedan ponernos los lectores 0 los editores, sino sobre todo a los propids encasillamien- tos, etiquetas y estereotipos. Se trata de generar|estrategias para permanecer en constante desacomodo, si es que juno entiende ja escritura como una exploracién; un camino de conocimiento. 11. Adecuacién /Exploracién. En relacién a esto, | ics leer'unas Mneas sobre Carver, escritas por su mujer en el prélogo a uno de sus libros de poemas, porque tienen que ver con la exploracién, con ese desacomodo interno al que me refiero, con la dialéctica entre el pro- pio centro y los propios arrabales: “Ray utilizé su Gallagher— para sacar al tigre de su escondite... (...) ... desobedecia a mayores recompensas en términos de reputacién y fle publico, No le importaba. Cuando recibié el premio Mildred and Harold Strauss, concedido sélo a escritores de: prosa, inmediatanjente se senté y escribié dos libros de poesfa. No estaba ‘haciendo darrera’; vivia una vocacién y eso significaba que su escritura, fuer poesfa o prosa, estaba ligada a unos mandatos {ntimos que insistfan m4s y m4s en una aprensién crecientemente inmediata de sus asuntos,..” He tra- {do este parrafo también para decir que se necesita tener un senti- do ético'sin fisuras para sostener lo que él sostuvo y aqui se ha dicho. ¥ para decir también que la ética de lo estético —la busqueda de esa verdad interna de escritura~ es para m{ (ahdra que hablamos de centro y periferias) central en un escritor y, atin jms, que se'trata de una construccién que leva toda Ja vida. Centro|del hacer que se | ‘Marla Teresa Andruetto sostiene por la posibilidad interna de forzar los propios \{mites, de explorar los linderos de la experiencia, los propios arrabales. 12. Tradicién/Vanguardia. Todo escritor se coloca en algiin punto entre la tradicién y la vanguardia, pero dénde debe buscar 1a tradi- cién o la vanguardia un escritor que escribe “para nifios”, zen la tra- dicién literaria universal?, gen la tradicién universal de la literatura destinada a los nifios?, zen Ja tradici6n literaria argentina?, zen la lite- Tatura argentina para nifios?, zen qué tradicién debe/quiere/puede inscribirse una escritora argentina de hoy que entre sus libros ha escrito algunos destinados a jévenes lectores? 13, Literatura/Infantil.

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