Se utiliza la germinación para producir azúcares fermentables de granos (cebada,
arroz, maíz), debido a que estos granos contienen almidón que vía hidrólisis enzimática durante la germinación le proporcionan la energía y los elementos estructurales necesarios a la nueva planta para su crecimiento. Este proceso de hidrólisis se utiliza incluso industrialmente, porque, aunque toma más tiempo que una hidrólisis química o térmica, tiene un costo apreciablemente menor porque no necesita de reactivos ni producción de energía que encarecerían el proceso. El secado y la tostación son necesarios, debido a que detienen la acción enzimática y el crecimiento de la planta, que en caso contrario continuarían el proceso de desarrollo vegetal, impidiendo la utilización de los azúcares formados al interior del grano para la fermentación, por ejemplo. La molienda de los granos malteados tiene como propósito el aumento en el área de contacto de los azúcares formados con solventes adecuados para su utilización, puesto que en el grano únicamente entrarían en contacto los azúcares superficiales produciendo un desaprovechamiento de los mismos.