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Las bacterias están presentes en nuestro planeta desde hace

millones de años y continuarán estándolo si el ser humano


desaparece de su superficie. Sin ellas, la vida en nuestro
planeta no existiría y cuando digo vida me refiero a cualquiera.
El caldo primigenio, en el que se cree que se formó esa
primera forma de vida, está formada por todo tipo de
elementos, entre los que también estaban bacterias.

Gracias al ser humano, su evolución y, sobre todo, a partir del


trabajo de investigación de muchas personas y personajes a lo
largo de la historia, se descubrió la importancia de estas en los
procesos vitales y en otros muchos que se empiezan a
conocer.

Además, gracias a estos descubrimientos, el hombre pudo entender algunos de los mecanismos por los
que las bacterias aparecen y se reproducen, y fue capaz de utilizar esa información, procesarla y aplicarla
para su estudio en laboratorios y, a partir de ahí, obtener resultados que ayudaran al propio ser humano.

En la mayoría de las ocasiones, no somos conscientes de la importancia de las bacterias en la industria


actual y cómo estas han ayudado al desarrollo del ser humano como especie y a la aparición de nuevos
productos, así como la transformación de otros. Así, su utilización es esencial para producir alimentos
como los productos lácteos. La penicilina nos hubiera descubierto si las bacterias no hubieran estado
presentes en la investigación. Alimentos como diferentes tipos de salsas, vinagres, vinos, y muchos
productos industriales, no existirían de no ser por las bacterias y su aplicación en tan diferentes campos.

Son tan importantes actualmente las bacterias que se han descubierto sus importantísimas aplicaciones,
utilizándolos en productos químicos, para la limpieza de vertidos de petróleo en el mar. También se
utilizan para la eliminación de residuos tóxicos o, incluso, para reciclado de basura. Llegados a este punto,
la clave está en que, esas pequeñas desconocidas, no sólo son una parte vital de nuestra existencia, sino
que, además, son una fuente inagotable de nuevos recursos que el hombre puede utilizar para su
presente y para su futuro.
Bacterias

Entre las especies bacterianas de interés industrial están las bacterias del ácido acético, Gluconobacter y
Acetobacter que pueden convertir el etanol en ácido acético. El género Bacillus es productor de
antibióticos (gramicidina, bacitracina, polimixina), proteasas e insecticidas. Del género Clostridium cabe
destacar Clostridium acetobutylicum que puede fermentar los azúcares originando acetona y butanol. Las
bacterias del ácido láctico incluyen, entre otras, las especies de los géneros Streptococcus y Lactobacillus
que producen yogur. Corynebacterium glutamicum es una importante fuente industrial de lisina. El olor
característico a tierra mojada se debe a compuestos volátiles (geosmina) producidos por Streptomyces
aunque su principal importancia radica en la producción de antibióticos como anfotericina B, kanamicina,
neomicina, estreptomicina.

Las bacterias y la eliminación del amoníaco

Los científicos del Servicio de Investigación Agrícola (ARS), a través de un proceso bacteriano innovador,
preparan el camino para métodos nuevos, económicos y a gran escala para la eliminación del amoníaco
de las aguas residuales en las producciones bovinas.

En ensayos con anammox (Oxidación anaeróbia de amonio), Vanotti y Szogi, del ARS, han sido los
primeros investigadores en aislar, a partir de residuales bovinos, las bacterias planctomycetes usadas en
el proceso de anammox. Del mismo modo, han destacado el potencial comercial de anammox para
eliminar el nitrógeno de las aguas residuales en tasas semejantes a las obtenidas por métodos
convencionales. El anammox, descubierto en los Países Bajos durante los años noventa del pasado siglo,
usa menos energía que los sistemas tradicionales de eliminación de nitrógeno biológico porque sólo una
parte del amonio en las aguas residuales necesita ser nitrificada, y elimina el amonio sin el gasto de
aeración o aditivos. Se han logrado tasas altas de eliminación de nitrógeno mejorando el ambiente para la
multiplicación bacteriana, pero su lenta velocidad de crecimiento hace difícil su cultivo .

El aislamiento de estas bacterias de las aguas residuales permitiría a los investigadores el desarrollo de
tratamientos económicos para los residuos que contienen niveles altos de amoníaco. En tal sentido,
Vanotti puntualiza que, aunque los investigadores han usado anammox para eliminar hasta 500 gramos
de nitrógeno por metro cúbico diario, a partir de las aguas residuales bovinas, su meta es triplicar esta
tasa en el futuro.

2.1.3- Las bacterias y el medio ambiente

Las bacterias desempeñan un papel importante en el reciclado de muchos elementos y compuestos


químicos en la naturaleza, muchos de ellos con una elevada toxicidad. En ausencia de dichas actividades
bacterianas, la vida en la Tierra no sería posible. Las basuras y los desperdicios nos inundarían si las
bacterias no acelerasen la descomposición de las plantas y animales muertos. Como resultado de su
actividad, los restos de sustancias orgánicas de las plantas y los animales se descomponen en partículas
inorgánicas. Este mecanismo es una fuente importante de alimento para las plantas. Además, las
leguminosas enriquecen el suelo al incrementar el contenido de nitrógeno gracias a la ayuda de la especie
Rhizobium radicicola bacteria que infecta las raíces de las plantas y origina nódulos de fijación de
nitrógeno. El proceso fotosintético en que se basan las plantas fue desarrollado, originalmente, en
bacterias, así, de acuerdo a la teoría endosimbiótica, los cloroplastos y las mitocondrias de las células
eucarióticas derivaron de bacterias primitivas que parasitaron a otras procariotas.

2.1.4- Fijación de nitrógeno

Las bacterias desempeñan una función muy importante en la fertilidad del suelo. Estos microorganismos
convierten el nitrógeno atmosférico en amoníaco, un compuesto nitrogenado que las plantas necesitan
para crecer; son los únicos organismos capaces de realizar este proceso bioquímico que recibe el nombre
de fijación de nitrógeno. Las bacterias capaces de fijar el nitrógeno atmosférico suelen vivir en asociación
con las plantas. Por ejemplo, las bacterias del género Rhizobium, forman nódulos en las raíces de las
judías y otras plantas de la familia de las leguminosas. Existen, además, otras especies capaces de fijar
nitrógeno de forma asimbiótica entre las que destacan los géneros Azotobacter y Beijerinckia.

2.1.5- Quimiosíntesis

Las bacterias desempeñan una función fundamental en los ciclos de otros elementos en el medio
ambiente. Muchas bacterias obtienen su energía mediante la oxidación de sustancias orgánicas o
inorgánicas; en general se les clasifica como quimiótrofas: quimiolitótrofas si el compuesto oxidado es
inorgánico y quimiorganótrofas cuando oxidan sustancias orgánicas. Las bacterias quimiolitótrofas
emplean la energía química presente en los compuestos inorgánicos, en lugar de la energía de la luz
utilizada por las plantas, para transformar el CO2 en diferentes moléculas orgánicas de las que otros
organismos pueden nutrirse. La quimiosíntesis ocurre en las grietas hidrotermales del fondo de los
océanos, donde no se dispone de luz para llevar a cabo la fotosíntesis pero hay grandes cantidades de
H2S. Alrededor de estas grietas hidrotermales pueden desarrollarse múltiples organismos marinos gracias
a que las bacterias, a partir de la energía obtenida de la oxidación del H2S, transforman el CO2 en
nutrientes orgánicos. Además, estas bacterias están adaptadas a las altas temperaturas que existen en
esos manantiales del fondo oceánico. La capacidad de las bacterias de utilizar compuestos de azufre como
fuentes de energía también ha sido muy útil en diversos procesos industriales.

2.1.6- El ciclo del carbono

El carbono, vital para todos los seres vivos, circula de manera continua en el ecosistema terrestre. En la
atmósfera existe en forma de dióxido de carbono, que emplean las plantas en la fotosíntesis. Los animales
usan el carbono de las plantas y liberan dióxido de carbono, producto del metabolismo. Aunque parte del
carbono desaparece de forma temporal del ciclo en forma de carbón, petróleo, combustibles fósiles, gas y
depósitos calizos, la respiración y la fotosíntesis mantienen prácticamente estable la cantidad de carbono
atmosférico. La industrialización aporta dióxido de carbono adicional al medio ambiente.

Las bacterias y los hongos (levaduras y mohos) son esenciales para otro proceso que hace posible la vida
en la Tierra: el ciclo del carbono. Estos organismos ayudan a producir el dióxido de carbono (CO2) que las
plantas toman de la atmósfera. Mediante la fotosíntesis, las plantas convierten la luz solar y el CO2 en
alimento y energía, liberando oxígeno a la atmósfera.

El ciclo del carbono continúa una vez que las plantas y los animales mueren cuando las bacterias ayudan a
convertir la materia que forma estos organismos de nuevo en CO2. Las bacterias y los hongos secretan
enzimas que rompen parcialmente la materia muerta. La digestión final de esta materia tiene lugar en las
células bacterianas y fúngicas a través de procesos de fermentación y respiración. El CO2 liberado en
estos procesos regresa a la atmósfera para reanudar el ciclo.
El cobre
Es uno de los metales más conocidos existentes en la naturaleza y es al que mayor uso le ha dado el hombre
a lo largo de la historia. Se encuentra en un sinnúmero de aplicaciones de uso cotidiano y también en
artefactos de alta tecnología.

Producción del cobre

Chile es el mayor productor de cobre en el mundo y este metal es su principal producto de exportación.

El cobre aparece vinculado en su mayor parte a minerales sulfurados, aunque también se lo encuentra
asociado a minerales oxidados. Estos dos tipos de mineral requieren de procesos productivos diferentes,
pero en ambos casos el punto de partida es el mismo: la extracción del material desde la mina a tajo (rajo)
abierto o subterránea que, en forma de roca, es transportado en camiones a la planta de chancado, para
continuar allí el proceso productivo
del cobre.

– Chancado: etapa en la cual grandes máquinas reducen las rocas a un tamaño uniforme de no más de 1,2
cm.

– Molienda: grandes molinos continúan reduciendo el material, hasta llegar a unos 0,18 mm, con el que se
forma una pulpa con agua y reactivos que es llevada a flotación, en donde se obtiene concentrado de cobre.
En esta parte, el proceso del cobre puede tomar dos caminos: el de la fundición y electrorrefinación (etapas
mostradas en esta infografía), o el de la lixiviación y electroobtención (ver infografía inferior).

– Fundición: para separar del concentrado de cobre otros minerales (fierro, azufre y sílice) e impurezas, este
es tratado a elevadas temperaturas en hornos especiales. Aquí se obtiene cobre RAF, el que es moldeado
en placas llamadas ánodos, que van a electrorrefinación.

– Lixiviación: es un proceso hidrometalúrgico, que permite obtener el cobre de los minerales oxidados que
lo contienen, aplicando una mezcla de ácido sulfúrico y agua.

– Electrorrefinación: los ánodos provenientes de la fundición se llevan a celdas electrolíticas para su


refinación. De este proceso se obtienen cátodos de alta pureza o cátodos electrolíticos, de 99,99% de cobre.

– Electroobtención: consiste en una electrólisis mediante la cual se recupera el cobre de la solución


proveniente de la lixiviación, obteniéndose cátodos de alta pureza.

– Cátodos: obtenidos del proceso de electrorrefinación y de electroobtención, son sometidos a procesos de


revisión de calidad y luego seleccionados, pesados y apilados.

– Despacho y transporte: los cátodos son despachados en trenes o camiones hacia los puertos de embarque
y desde ahí, a los principales mercados compradores.

Formas de extracción

La extracción de cobre se puede hacer desde una mina a tajo (rajo) abierto o subterránea.

La extracción subterránea: se realiza cuando un yacimiento presenta una cubierta de material estéril muy
espesa, lo que hace que la extracción desde la superficie sea muy poco rentable. Para ello se realizan
distintos tipos de faenas bajo el suelo, las que pueden ser horizontales en túneles o galerías, verticales en
piques o inclinadas en rampas.
La extracción a rajo abierto: se hace cuando una mina presenta una forma regular y el mineral está ubicado
en la superficie y el material estéril que lo cubre pueda ser retirado con facilidad. Un rajo se construye con
un determinado ángulo de talud, con bancos y bermas en las que se realizan las tronaduras (detonaciones),
de donde sale el material que luego será transportado por estas mismas vías en grandes camiones.

Química del cobre

En la tabla periódica de los elementos, el cobre tiene su propio símbolo, Cu.


Su número atómico es 29, su masa atómica es 63,546, su punto de fusión es de 1.080 C°, su punto de
ebullición es de 2.350 C°, y es definido como un metal de transición, no ferroso.

El cobre, en estado natural, es de color rojizo y se encuentra formando parte de muchos compuestos
naturales: cuprita, bonita, malaquita, etc. Su utilidad se debe a la combinación de sus propiedades químicas,
físicas y mecánicas, así como a sus propiedades eléctricas y su abundancia. Aunque es extraído de manera
industrial en yacimientos mineros, el cobre se encuentra en nuestros alimentos, en el agua e incluso en el
aire que respiramos.

Lixiviación y electroobtención

Para obtener cobre de alta pureza (99,9%), se requiere de un proceso específico que permita sacar este
mineral de los depósitos naturales que los contienen. Este proceso se conoce como lixiviación.

– Lixiviación: basándose en el principio de que los minerales oxidados son sensibles al ataque de soluciones
ácidas, se aplica una sustancia de este tipo al material triturado, que viene del chancado. Este material, que
se encuentra en las pilas de lixiviación, es regado (con aspersores o goteo) por unos 50 días con una
disolución de ácido sulfúrico y agua, que formará una mezcla homogénea llamada sulfato de cobre.

Esta es llevada a unos estanques donde son limpiadas y luego a una planta de extracción por solvente
(mezcla de parafina y resina orgánica), donde se obtiene una solución concentrada de cobre que pasa a la
etapa de electroobtención.

– Electroobtención: aquí la solución electrolítica de cobre es llevada a las celdas de electroobtención, que
tienen en su interior sumergidas unas placas metálicas. Estas corresponden alternadamente a un ánodo y
un cátodo. Los ánodos son placas de plomo que hacen las veces de polo positivo, ya que por estos se
introduce la corriente eléctrica; en tanto que los cátodos son placas de acero inoxidable, que corresponde
al polo negativo, por donde sale la corriente. Así, el cobre del solución de sulfato de cobre migra hacia el
cátodo, depositándose en su superficie.

Luego de siete días, se procede a su cosecha. Esta consiste en la limpieza con agua caliente y la extracción
del cobre con una máquina especial (despegadora), en ambas caras de la plancha.

Chile y el cobre
Nuestro país es el mayor productor de cobre en el mundo y este metal es su principal producto de
exportación. De hecho, en el 2004, las exportaciones de este metal representaron el 45% del total de la
industria exportadora chilena, que equivale al 60% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, calculado en
unos 90.000 millones de dólares. El principal mercado es el continente asiático (47%), seguido por Europa
(35%), Norteamérica (11 %) y Sudamérica (7%), según datos de 2003. La producción de la gran minería del
cobre se encuentra compartida entre empresas privadas y del Estado (Codelco). Las divisiones de esta
última empresa produjeron cerca del 32% del total nacional del 2004. El restante porcentaje corresponde a
las minas pertenecientes a capitales privados. La producción anual de cobre se sustenta en la extracción
que se realiza en las distintas minas de nuestro país, entre ellas: Chuquicamata, El Teniente, El Salvador,
Escondida y Collahuasi.

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