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2/10/2019 Claves para distinguir un problema psicológico | EL PAÍS Semanal

Claves para distinguir un problema psicológico


Eparquio Delgado

DIEGO MIR

21 JUL 2019 - 00:00 CEST

Hay infinidad de problemas sociales y vitales que provocan un


gran nivel de sufrimiento, pero no podemos reducir esas
complejas circunstancias al ámbito de influencia de la
psicología.
TODOS TENEMOS problemas, pero es obvio que no todos son psicológicos. ¿Cómo podemos distinguirlos?
Comencemos tomando prestado el título de un libro de Ernesto López y Miguel Costa: Los problemas
psicológicos no son enfermedades (y viceversa, habría que añadir). Tener un dolor crónico, contraer una
infección o desarrollar una demencia no son problemas psicológicos. Muchos problemas orgánicos pueden
provocar síntomas psicopatológicos, pero ni esa enfermedad ni esos síntomas son problemas psicológicos y, por
tanto, no son competencia del psicólogo.

Un error habitual a la hora de definir los problemas psicológicos es equipararlos a lo que la psiquiatría ha
establecido como patología en sus manuales de diagnóstico, un punto de vista ampliamente difundido debido al
enorme peso de la industria de los psicofármacos y la colaboración de organismos estatales y profesionales. Su
influencia es tal que puede considerarse, como afirma el filósofo César Rendueles, que el DSM (el principal
manual diagnóstico de la psiquiatría) es el libro más importante de la segunda mitad de siglo XX. Desde esta
perspectiva se considera que ciertos pensamientos, sentimientos y conductas son “normales” y otros
“patológicos”, y que es la psiquiatría la que tiene la potestad para diferenciar unos de otros. Estas
clasificaciones han sido cuestionadas tanto por un sector de la propia psiquiatría como por filósofos y
sociólogos y, particularmente, por colectivos de personas que han comprobado en sus carnes cómo algunos
diagnósticos psiquiátricos son fuente de abusos, estigma y exclusión.

DIEGO MIR

Al contrario de lo que pensamos habitualmente, el sufrimiento no forma parte necesariamente del problema
psicológico. Ser víctima de acoso laboral, estar a punto de ser desahuciado y otras situaciones pueden provocar
un gran sufrimiento, pero a nadie se le ocurriría considerar que son problemas psicológicos. Hay infinidad de
problemas sociales que provocan un gran nivel de malestar y que tienen que ser abordados principalmente con
medidas preventivas. Los psicólogos podemos participar junto a otros profesionales en su elaboración, pero no
podemos reducir esas complejas circunstancias al ámbito de lo psicológico. De la misma manera, muchas
situaciones de la vida conllevan sufrimiento sin que puedan ser consideradas problemas psicológicos. Esperar
los resultados de una importante prueba médica o perder a una persona cercana son situaciones que pueden
generar gran malestar. La influencia de la psiquiatría ha llevado a considerar ese malestar como un problema
psicológico cuando su intensidad, duración y/o frecuencia son excesivamente altas. Pero tener una ansiedad
muy intensa, frecuente y duradera puede ser consecuencia de un problema psicológico, provocar una gran
cantidad de sufrimiento y requerir una intervención, pero no es un problema psicológico en sí mismo.

La psiquiatría considera su potestad diferenciar


entre pensamientos, sentimientos y conductas
“normales” y “patológicas”

https://elpais.com/elpais/2019/07/17/eps/1563359384_733539.html?rel=str_articulo#1570012214181 1/3
2/10/2019 Claves para distinguir un problema psicológico | EL PAÍS Semanal

provocar síntomas psicopatológicos, pero ni esa enfermedad ni esos síntomas son problemas psicológicos y, por
tanto, no son competencia del psicólogo.

Un error habitual a la hora de definir los problemas psicológicos es equipararlos a lo que la psiquiatría ha
establecido como patología en sus manuales de diagnóstico, un punto de vista ampliamente difundido debido al
enorme peso de la industria de los psicofármacos y la colaboración de organismos estatales y profesionales. Su
influencia es tal que puede considerarse, como afirma el filósofo César Rendueles, que el DSM (el principal
manual diagnóstico de la psiquiatría) es el libro más importante de la segunda mitad de siglo XX. Desde esta
perspectiva se considera que ciertos pensamientos, sentimientos y conductas son “normales” y otros
“patológicos”, y que es la psiquiatría la que tiene la potestad para diferenciar unos de otros. Estas
clasificaciones han sido cuestionadas tanto por un sector de la propia psiquiatría como por filósofos y
sociólogos y, particularmente, por colectivos de personas que han comprobado en sus carnes cómo algunos
diagnósticos psiquiátricos son fuente de abusos, estigma y exclusión.

Claves para distinguir un problema psicológico

DIEGO MIR

Al contrario de lo que pensamos habitualmente, el sufrimiento no forma parte necesariamente del problema
psicológico. Ser víctima de acoso laboral, estar a punto de ser desahuciado y otras situaciones pueden provocar
un gran sufrimiento, pero a nadie se le ocurriría considerar que son problemas psicológicos. Hay infinidad de
problemas sociales que provocan un gran nivel de malestar y que tienen que ser abordados principalmente con
medidas preventivas. Los psicólogos podemos participar junto a otros profesionales en su elaboración, pero no
podemos reducir esas complejas circunstancias al ámbito de lo psicológico. De la misma manera, muchas
situaciones de la vida conllevan sufrimiento sin que puedan ser consideradas problemas psicológicos. Esperar
los resultados de una importante prueba médica o perder a una persona cercana son situaciones que pueden
generar gran malestar. La influencia de la psiquiatría ha llevado a considerar ese malestar como un problema
psicológico cuando su intensidad, duración y/o frecuencia son excesivamente altas. Pero tener una ansiedad
muy intensa, frecuente y duradera puede ser consecuencia de un problema psicológico, provocar una gran
cantidad de sufrimiento y requerir una intervención, pero no es un problema psicológico en sí mismo.

https://elpais.com/elpais/2019/07/17/eps/1563359384_733539.html?rel=str_articulo#1570012214181 2/3
2/10/2019 Claves para distinguir un problema psicológico | EL PAÍS Semanal

La psiquiatría considera su potestad diferenciar


entre pensamientos, sentimientos y conductas
“normales” y “patológicas”
Podemos decir que un problema psicológico es lo que ocurre cuando tratamos de conseguir un fin y nos
encontramos con un conjunto de circunstancias que nos lo impiden. Esas circunstancias tienen que ver con lo
que hacemos, ya sea por exceso o por defecto. Si quiero tener amigos, pero evito iniciar conversaciones porque
me da vergüenza, tengo un problema psicológico. Eso sí, el problema no es la vergüenza, sino lo que hago para
evitarla. Una de las características de un problema psicológico es que la situación debe poder ser abordada por
la persona de manera individual. Es siempre una relación de la persona con su mundo. Es habitual que
provoque sufrimiento, pero no necesariamente tiene que ser así.

El catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo Marino Pérez Álvarez ha explicado que los problemas
psicológicos son situaciones límite en las que la vida revela sus adversidades y donde se ponen a prueba las
posibilidades de uno. No están dentro de la persona, sino que es la persona la que está en una situación que se
ha complicado. A menudo, lo que uno hace para evitar el malestar es lo que constituye el auténtico problema,
llevándole a un bucle que pone al límite sus posibilidades. Una terapia psicológica no tiene necesariamente
como fin reducir el malestar, sino que debe ayudar a la persona a salir de ese bucle que le impide ser quien le
gustaría ser. Esto supone frecuentemente estar dispuesto a hacer cosas que implican pasarlo mal, y eso a nadie
la gusta, pero ¿quién dijo que vivir era necesariamente fácil y agradable?

https://elpais.com/elpais/2019/07/17/eps/1563359384_733539.html?rel=str_articulo#1570012214181 3/3

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