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transversal de la comprensión
lectora
El desarrollo de las competencias lectoras es una responsabilidad transversal de la escuela. Así
lo confirman los avances en psicolingüística acerca de los procesos de comprensión lectora. La
correcta mediación de las competencias lectoras de nuestros estudiantes debe ser desarrollada
intencionalmente a lo largo de toda su vida escolar y a través de las distintas disciplinas que
participan en su formación.
Lea atentamente el siguiente texto ("Competencias lectoras para el siglo
XXI”) para luego comentar:
Pregunta
Considerando la definición de Competencia Lectora
propuesta por PISA y su experiencia en el aula, reflexione y
conteste:
1
Al planificar sus actividades de aprendizaje, ¿considera el
desarrollo de la Competencia Lectora?
2 ¿Qué exigencias representa para usted abordar el desarrollo
de la Competencia Lectora en sus estudiantes?
3 ¿Qué exigencias representa para sus estudiantes el desarrollo
de su propia Competencia Lectora?
Para mi, la mayor exigencia radica en la selección adecuada y minuciosa que se debe
realizar para poder “enganchar” a mis alumnos con los textos, dada la gran variedad
de gustos e intereses de ellos. Intento seleccionar diversas temáticas, algunas más
cercana a ellas y otras más formales.
Además, creo que es muy importante abordar la comprensión lectoras y enseñar
estrategias para desarrollar habilidades lectoras, a través de la metacognición y que
ellos mismos se den cuenta de la importancia de la lectura para su cotidianeidad.
Respuesta Sugerida
1 Tratándose de su práctica pedagógica personal, no existe una respuesta correcta o adecuada.
Lo importante es que usted tome conciencia, en primer lugar, de estar o no poniendo en práctica
actividades para desarrollar la Competencia Lectora; y, en segundo lugar, si su propia
concepción de la Competencia Lectora se condice con la propuesta por PISA.
2 Algunas exigencias que podrían representar para usted el desarrollo de la Competencia Lectora
en sus estudiantes son:
Flexibilizar su forma de planificar las actividades de aprendizaje para incluir aquellas que
apuntan al desarrollo de la Competencia Lectora.
Motivar a los estudiantes a realizar las actividades para el desarrollo de la Competencia Lectora,
siendo conscientes de que se trata de un proceso activo e intencionado.
Además de los organizadores gráficos, otro desempeño que podemos instalar en el aula para
que nuestros estudiantes integren y organicen lo que leen - logrando, así, profundizar en la
comprensión textual - corresponde a la construcción de resúmenes o síntesis. Sabemos que
resumir y sintetizar implican la selección de información relevante en un texto, descartando lo
secundario o accesorio. ¿Cuál es la diferencia entre resumir y sintetizar?
Veamos un ejemplo que le permitirá diferenciar entre ambos conceptos:
Texto original:
Leer consiste en la comprensión de un mensaje codificado mediante símbolos; dichos
símbolos generalmente están representados por letras o cifras. Esta definición nos puede
resultar abstracta e incompleta, en cierto modo, cuando abordamos el tema del analfabetismo
total frente al analfabetismo funcional. El primero consiste en la carencia de preparación
(sistemática o asistemática) y el conocimiento necesario para descifrar un texto escrito. El
segundo se refiere a la pérdida de la destreza de lectura previamente adquirida. Este
fenómeno puede ser producto de un entorno cultural muy limitado y del consecuente desuso.
El analfabetismo funcional hace inútil el dominio de las destrezas básicas y presenta el riesgo
de contribuir al empobrecimiento personal del individuo, debido a que éste se aleja cada vez
más de la información disponible en los textos escritos. Esto nos conduce a enfatizar la
importancia de cultivar los hábitos y el gusto por la lectura. Aprender a leer es la primera etapa
del proceso, le sigue a esta una labor constante de desarrollo y ejercitación de la capacidad
lectora.
La sensibilización hacia la lectura debe insertarse en la realidad circundante. Dado que las
nuevas técnicas de enseñanza - aprendizaje contribuyen a que este proceso resulte menos
agotador para los estudiantes que en los métodos tradicionales, se pueden combinar las
actividades de lectura con la realización de otras tareas de tipo cultural, que permitan un mejor
aprovechamiento intelectual.
La comprensión del lenguaje oral depende de la percepción de los sonidos y del conocimiento
del idioma que se habla, según Perelló y Peres (1977). El oyente reconoce las combinaciones
posibles de los fonemas y morfemas de su idioma, por lo cual puede suplir el resto de los no
percibidos y formar las diferentes frases; este es el llamado principio de integración. Este
principio también puede aplicarse a la lectura, en el sentido de que un lector avanzado, con un
gran cúmulo de términos en su sistema lexical, puede desarrollar aún más tanto la rapidez en
la lectura como la comprensión de lo leído, ya que no tendrá necesidad de detenerse a
deletrear, sino que un vistazo breve a la página escrita le resultaría suficiente.
Si tomamos en consideración que la comprensión depende de dos factores fundamentales,
como lo son la cantidad de información contenida en un mensaje y el nivel de conocimientos y
destrezas que posee un individuo, inferimos que las deficiencias evidenciadas por los sujetos
en cuanto a la lectura y a las dificultades en la redacción tienen su base en un desfase entre
los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y Diversificada, y el grado de
exigencia propio del nivel de Educación Superior. No corresponde al sistema de Educación
Superior la tarea de enseñar a los estudiantes a leer y a escribir; sería lógico presumir que
ellos dominan estas destrezas lingüísticas, pero los datos obtenidos en esta investigación nos
demuestran lo contrario.
1
Captar la información leída.
2
Seleccionar sus elementos más relevantes.
3
Expresarlos de modo sucinto.
La estrategia de trabajo para desarrollar estas habilidades en el estudiante se asienta sobre una
estrategia previa, la de hallar la idea principal. Para llevarla a cabo, es necesario que los
estudiantes ejerciten la distinción de datos relevantes e irrelevantes, así como la expresión de
una sola idea. Es, por tanto, fundamental no abordar el resumen hasta no haberse asegurado
de que los estudiantes son capaces de distinguir en un texto la idea principal.
La vía más fácil para trabajar la identificación de la idea principal es mediante dos preguntas:
1 ¿De qué habla el texto / fragmento? (Comprensión global) ¿De qué habla el párrafo x?
(Comprensión local) Esta pregunta nos conduce al TEMA, primer elemento que necesitamos
identificar para llegar a la idea principal.
2
¿Qué se dice sobre el tema? La respuesta a esta pregunta será la idea principal.
Por ejemplo, en el texto recién leído, la aplicación de estas preguntas operaría del siguiente
modo:
1 ¿De qué habla el fragmento? Del analfabetismo funcional de los estudiantes de Educación
Superior.
2 ¿Qué se dice sobre el analfabetismo funcional de los estudiantes de Educación Superior? Que se
origina en el desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y
Diversificada, y el grado de exigencia propio del nivel de Educación Superior.
3
Identificar las relaciones claves entre las ideas identificadas.
4
Responder mentalmente o por escrito, las siguientes preguntas:
A
¿Cuál es la idea y la relación más importante que se ha identificado en el texto?
B
¿Qué ideas secundarias ayudan a la comprensión más completa de la idea y relación central?
C ¿Qué ideas se pueden dejar de lado, ya que no son relevantes para la elaboración de la idea
central?
2
Desarrollar la explicación agregando la relación más importante identificada.
Se aplican indicadores lingüísticos propios de una explicación, tales como: ya que, porque,
debido a, en razón de, en consecuencia, etc.
Al leer la síntesis, cualquier persona debe ser capaz, sin haber leído la fuente original, de
entender las ideas centrales del texto.
Pregunta
Un resumen conserva la enunciación original, por lo que quien resume debe escribir
asumiendo la voz del texto original.
Al hacer una síntesis se debe escribir desde la propia voz, agregando incluso, si se considera
necesario, expresiones que denoten el modo en que el lector conecta las ideas del texto
original.
Texto A:
El analfabetismo total consiste en la carencia de preparación y el conocimiento necesario para
descifrar un texto escrito. El analfabetismo funcional es a la pérdida de la destreza de lectura
previamente adquirida, producto de un entorno cultural muy limitado y del consecuente
desuso; hace inútil el dominio de las destrezas básicas y presenta el riesgo de contribuir al
empobrecimiento personal del individuo. Por ello es importante cultivar los hábitos y el gusto
por la lectura. Aprender a leer es la primera etapa, seguida por una labor constante de
desarrollo y ejercitación de la capacidad lectora.
El principio de integración establece que el oyente reconoce las combinaciones posibles de los
fonemas y morfemas, por lo cual puede suplir el resto de los no percibidos y formar las
diferentes frases. Este principio también puede aplicarse a la lectura: un lector avanzado
puede desarrollar aún más la rapidez en la lectura y la comprensión de lo leído, ya que un
vistazo breve a la página será suficiente.
Las deficiencias evidenciadas por los sujetos en cuanto a la lectura y a las dificultades en la
redacción se basan en un desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de
Educación Media y Diversificada, y el grado de exigencia propio del nivel de Educación
Superior. Aunque sería lógico presumir que los estudiantes de este nivel dominan las
destrezas de leer y escribir, los datos obtenidos en esta investigación demuestran lo contrario.
Texto B:
Los autores sostienen, a partir de los datos obtenidos en su investigación, que los estudiantes
de Educación Superior no dominan las destrezas de leer y escribir al nivel requerido. Las
deficiencias evidenciadas por los sujetos en estas habilidades lingüísticas se basan en un
desfase entre los conocimientos que trae el estudiante de Educación Media y Diversificada, y
el grado de exigencia propio del nivel de Educación Superior.
Esta deficiencia no correspondería a analfabetismo total (carencia de preparación y el
conocimiento necesario para descifrar un texto escrito), sino funcional, es decir, la pérdida de
la destreza de lectura previamente adquirida, producto de un entorno cultural muy limitado y
del consecuente desuso. El analfabetismo funcional hace inútil el dominio de las destrezas
básicas y presenta el riesgo de contribuir al empobrecimiento personal del individuo, por lo
que es importante cultivar los hábitos y el gusto por la lectura. Primero hay que aprender a leer
y, luego, llevar a cabo un trabajo constante de desarrollo y ejercitación de la capacidad lectora.
Los autores proponen que un lector avanzado puede desarrollar aún más la rapidez en la
lectura y la comprensión de lo leído, aplicando el principio de integración a la actividad lectora.
Este principio establece que el oyente reconoce las combinaciones posibles de los fonemas y
morfemas, por lo cual puede suplir el resto de los no percibidos y formar las diferentes frases.
A partir de lo planteado, se infiere que los estudiantes de Educación Superior que presentan
analfabetismo funcional, podrían llegar a aplicar el principio de integración si, previamente,
desarrollasen su capacidad lectora, mediante la ejercitación constante.
Respuesta Sugerida
El texto A es un resumen y el B es una síntesis.
Resumen / Síntesis y Organizadores Gráficos son tareas complementarias, puesto que la
primera es necesaria para la realización de la segunda. Debemos ser capaces de seleccionar
la información de acuerdo con su relevancia dentro del texto, al menos mentalmente, para poder
expresarla en un organizador gráfico. A su vez, el organizador gráfico enriquece la tarea
realizada en un resumen o síntesis, pues al añadir el componente visual a través de una
estructura ordenada, fortalece la retención de la información.
Es importante, entonces, fomentar en nuestros estudiantes el ejercicio de estas tareas después
de la lectura. Si no han comprendido adecuadamente un texto, tomarán conciencia de ello al
intentar resumir/sintetizar o confeccionar un organizador gráfico, pues les resultará tan complejo
hacerlo, que se verán obligados a volver al texto cuantas veces sea necesario, hasta
comprenderlo a cabalidad.