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La filosofía es la forma más antigua de saber racional abstracto. Siempre el hombre razonó
para resolver sus problemas, pero tenemos conocimiento de que solo a partir del siglo VII
AC comenzó a elaborar una teoría sobre ese saber. Los griegos de esa época concebían al
universo, a la realidad, como algo intelegible (capaz de ser entendido por el razonamiento) y
sabían que el hombre puede conocer ese orden de la realidad. Con el tiempo la filosofía
antigua fue sistematizando estas investigaciones. En el siglo IV AC ya la filosofía de Platón
y Aristóteles son sistemas que incluyen la mayoría de las partes tradicionales de la filosofía.
Con el tiempo esta sistematización se hizo todavía más compleja y abstracta.
La filosofía históricamente se divide en etapas, que en general, coinciden con las de la historia
tradicional. Estas son: filosofía antigua, medieval, moderna y contemporánea.
Esto significa que en filosofía las respuestas no se consideran validas por el prestigio de quien
las dice o por la creencia o fe en una religión, solo la racionalidad le da credibilidad a la
respuesta.
Antropología: se refiere a la esencia humana, a los que nos define como humanos. ¿Qué es
el hombre? ¿el hombre se compone de mente y cuerpo? ¿el hombre es libre? ¿la vida humana
tiene sentido?
Gnoseología o teoría del conocimiento: se ocupa del conocimiento humano . ¿Podemos
conocer la realidad? ¿el conocimiento depende de los sentidos? ¿hay límites para conocer?
Etica: Se ocupa de examinar el valor bien, lo bueno. Es la parte que más nos interesa a
nosotros. ¿Qué es el bien? ¿el bien depende de las circunstancias de cada uno? ¿el bien se
puede conocer? ¿el bien debe imponerse a los demás como una conducta? ¿porqué debemos
obedecer?
2
Estética: Se ocupa del valor belleza. ¿La apreciación de lo bello es objetiva o subjetiva? ¿es
una cualidad del objeto o una idea que con la cual lo vemos?
Lógica: Es una de las partes más importantes. Nos enseña la forma de reconocer los
razonamientos correctos. Es un instrumento de investigación no solo para la filosofía sino
para cualquier ciencia.
Metafísica: Es la parte más abstracta de la filosofía. Busca encontrar una estructura que
identifique a la realidad. Se basa en el concepto de “ser” que equivale a realidad. ¿Qué
relación hay entre la conciencia y el ser? ¿la realidad está ordenada o es caótica?
Estas son las partes más tradicionales del estudio filosófico, pero se puede hacer filosofía de
cualquier tema, con tal que mantengamos el punto de vista filosófico. Hay, por ejemplo,
filosofía del deporte, de la historia, del derecho, de la política, de la tecnología, de la
educación, de la economía, de la medicina, etc.
La racionalidad
¿Qué es razonar? Consiste en ordenar nuestras ideas de tal forma que a partir de datos
verdaderos podamos encontrar una conclusión (un dato nuevo) también verdadero, pero
desconocido anteriormente. Por ejemplo
Alberto es hombre
Alberto es pensante
Las dos primeras oraciones se llaman “premisas” y son los datos que contamos para
el razonamiento, y la tercera oración es la conclusión.
Decimos todo esto porque en filosofía siempre debemos razonar las respuestas a las
preguntas que nos hacemos, y si hay respuestas diferentes solo es correcta la que esté bien
razonada o la mejor razonada.
El filósofo alemán Karl Jaspers sostenía que a largo de la historia los filósofos han tenido
tres grandes motivaciones para cuestionarse filosóficamente:
La duda: Sucede cuando no nos convence las respuestas que nos dan o pensamos que lo que
se conoce sobre un tema es limitado para entenderlo. Todos dudamos en nuestra existencia,
3
pero cuando esta duda es muy profunda se vuelve filosófica. Normalmente la duda irrita a
las personas autoritarias o estructuradas, porque creen sentirse seguras con las certezas que
tienen y que muchas veces les terminan imponiendo a los demás. Es común que los gobiernos
autoritarios persigan a los filósofos porque generan dudas en la sociedad sobre las
imposiciones que se hacen, pero también persiguen a cualquiera que dude de lo que se
impone porque desafía la autoridad.
Asombro: Es una conmoción interior positiva o negativa que nos lleva a hacernos preguntas
filosóficas. Por ejemplo cuando nos asombramos de la extraordinaria generosidad de alguien
o de la extrema violencia de algunos, nos preguntamos que nos hace tan nobles o tan
destructivos.
Situación límite: Sucede cuando nos enfrentamos a una situación que no podemos resolver o
controlar con las seguridades cotidianas que tenemos, la reacción que tenemos ante ella nos
muestra en nuestra interioridad, nos mostramos tal como somos. Imaginemos a una persona
que tiene que enfrentar una enfermedad terminal o crónica, alguien que es encarcelado
injustamente. En estas situaciones nos hacemos preguntas de tipo filosófico.
Pitágoras de Samos (582-500 a.C.): “La filosofía es un afán de saber libre y desinteresado”.
Sócrates (469-399 a. C.): “La filosofía es un afán que siente el hombre por saber de sí
mismo” (“Conócete a ti mismo”). “La filosofía es el amor permanente a la sabiduría y la
búsqueda de la verdad de las cosas; pues la sabiduría misma es patrimonio de los dioses”.
“Filosofía es la búsqueda de la verdad como medida de lo que el hombre debe hacer y como
norma para su conducta”.
Platón (427-347 a. C.): “La filosofía es la ciencia de la razón de las cosas”. “La filosofía
es la más alta ascensión de la personalidad y la sociedad humana por medio de la
sabiduría”.
Aristóteles (384-322 a.C.): “Todo lo que sobre este punto nos proponemos decir ahora, es
que la ciencia que se llama Filosofía es, según la idea que generalmente se tiene de ella, el
estudio de las primeras causas y de los principios. La filosofía es la ciencia del ser en tanto
que ser”.
Epicuro (341-270 a. C.): “La filosofía es una actividad que procura con discursos y
razonamientos la vida feliz”.
4
Séneca, Lucio Aneo (4-65 d.C.): “La filosofía es la teoría y el arte de la conducta recta de
la vida”. “La filosofía es la sabiduría de la perfección del alma humana. La filosofía es el
amor y la investigación de la sabiduría”.
Cicerón, Marco Tulio (106-43): “La filosofía es el conocimiento de las cosas divinas y
humanas y de sus causas y principios en que todas ellas se contienen”. “La filosofía es la
maestra de la vida, la inventora de las leyes y la guía de la virtud”.
Boecio, Anicio Manlio Torcuato Severino (480-526): “La filosofía es el alimento espiritual
de todos los hombres y la que nos protege de todo; es la capacidad que tiene el hombre, por
naturaleza, para alumbrar el pensamiento”.
San Isidoro (560-636): “Filosofía es el conocimiento de las cosas humanas y divinas junto
con el deseo de una vida honesta”.
Santo Tomás de Aquino (1225-1274): “La filosofía es el conocimiento de las cosas por sus
razones más elevadas”. “La filosofía es la sierva de la teología”.
Duns Escoto, Juan (1265-1308): “La filosofía es la consideración del ser en cuanto ser,
esto es, de las cosas en su equidad”.
Bacon, Francisco (1561-1626): “La filosofía es el conjunto de los axiomas comunes a todas
las ciencias”.
Hobbes, Tomás (1588-1670): “La filosofía es el conocimiento de las cosas por sus causas y
fundamentos y la utilización de este conocimiento a beneficio del hombre”.
Locke, John (1632-1704): “La filosofía es el estudio del origen, la certeza y el alcance del
conocimiento humano”.
Wolff, Christian (1679-1754): “La filosofía es la ciencia de todas las cosas posibles, que
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Hume, David (1711-1776): “La filosofía no es otra cosa que la ciencia del hombre, en orden
al problema del conocimiento”.
D´Alembert, Jean Le Rond (1717-1783): “La filosofía no es otra cosa que la aplicación de
la razón a los diferentes objetos sobre los cuales puede ejercitarse”.
Kant, Manuel (1724-1804): “La filosofía es la ciencia de los fines últimos de la razón
humana”. “La filosofía es la legislación de la razón humana”. “La filosofía es la idea de la
perfecta sabiduría, que muestra únicamente los últimos fines de la razón humana”. “La
filosofía es la ciencia de los principios y las leyes según las cuales se desenvuelve el
conocimiento”. “La filosofía es el sistema de conocimientos filosóficos o de conocimientos
racionales por medio de conceptos”.
Hegel, George W. Friedrich (1770-1831): “La filosofía puede definirse ante todo, de una
manera general, diciendo que es la investigación de las cosas por el pensamiento. Ciencia
de la Idea que se piensa a sí misma”. “Solamente la filosofía es el pensar libre, puro,
ilimitado”.
Bernard, Claudio (1813-1878): “Por filosofía se entiende ante todo un ejercicio del
pensamiento humano, que trata de conocer el conjunto del universo y de resolver los más
altos problemas de la razón, sobre estos grandes objetos, la naturaleza, el hombre y Dios.
La filosofía es eso en efecto”.
Lotze, Rudolph Hermann (1817-1881): “La filosofía es una cierta inteligencia de sí mismo
y del universo que anima de continuo la acción del hombre adulto”.
Eucken, Rudolf (1846-1926): “Es necesario que haya una ciencia aparte, que trate el objeto
como un todo, que despeje sobre todo el hecho fundamental con una claridad plena y procure
6
establecer el contenido de ese hecho así como la situación de éste por lo que toca al mundo
que nos rodea; esta ciencia es la filosofía”.
Korn, Alejandro (1860-1936): “La filosofía –así en singular- no existe. Esta palabra no
significa más que amor al saber. Expresa una actitud, un anhelo, un estado de ánimo: el
deseo de llevar nuestro conocimiento hasta sus últimos límites. No es, pues, un saber
concreto y transmisible sino una actitud espiritual: en ocasiones ésta se puede sugerir y aún
encaminar, cuando preexiste una disposición espontánea. Se adquiere así el hábito de dar
al pensamiento una dirección determinada, a vincular el caso particular a conceptos
generales, a ver en el hecho más común un problema, a empeñar el esfuerzo de la mente en
una contienda con lo desconocido, a superar la limitación individual. Y esta tensión
espiritual, este afán de saber, es el mejor provecho de los estudios filosóficos. La mera
erudición es un peso muerto, como la carga de la acémila”.
Dewey, John (1859-1952): “La filosofía es la crítica de los valores, crítica de las creencias,
instituciones, costumbres y usos bajo el punto de vista de su repercusión sobre el bien”.
Husserl, Edmundo (1859-1938): “La filosofía es, por esencia, la ciencia de los verdaderos
principios, de los orígenes, de las raíces de todas las cosas”.
Whithead, Alfred North (1861-1947): “La filosofía es el intento de expresar la infinitud del
universo en los términos limitados del lenguaje”. “La filosofía es el esfuerzo para hacer
completamente racional la experiencia humana”.
Unamuno, Miguel de (1864-1936): “La filosofía es la ciencia que trata de formarnos una
concepción unitaria y total del mundo que oriente la acción y la vida”.
Russell, Bertrand (1872-1970): “La filosofía consiste en descubrir problemas nuevos y darle
respuestas nuevas a los problemas antiguos”.
“La filosofía ha sido definida como “un intento extraordinariamente obstinado para pensar
con claridad”; yo, más bien, la definiría como “un intento extraordinariamente ingenioso
para pensar con falacia”.
Jaspers, Karl (1883-1969): “Filosofía quiere decir, ir de camino –el destino del hombre en
el tiempo- en la realización histórica del ser del hombre, al que se lo abre el ser mismo.
Lograr esta realidad dentro de la situación en que se halla en cada caso un hombre es el
sentido del filosofar”.
“Hoy es dable hablar de la filosofía quizá en las siguientes fórmulas; sentido es: Ver la
realidad en su origen; apresar la realidad conversando mentalmente conmigo mismo, en la
7
La filosofía antigua tiene muchos filósofos, pero los más representativos hasta
nuestros días son Platón y Aristóteles en el s. IV AC. Estos desarrollan sistemáticamente las
principales partes de la filosofía. Tienen un concepto del conocimiento muy claro e integral:
creen que cuando el ser humano conoce correctamente la realidad puede explicarla
íntegramente. Desde este punto de vista describen a la realidad y al hombre. Para Aristóteles
el hombre se compone de alma (mente) y cuerpo, si bien tiene semejanza con los animales
su característica distintiva es la capacidad para conocer en forma abstracta (hacerse ideas de
las cosas) y la racionalidad (combinar esas ideas para encontrar nuevas). La ética aristotélica
está centrada en el desarrollo de aquello que distingue al ser humano, es decir la mente. Lo
bueno, es hacer todo aquello que concluya en la expansión de la racionalidad. Este enfoque
de la ética se llama “intelectualista” porque pone el acento en el conocimiento. Aristóteles
pone el acento en la búsqueda de la felicidad, pero distingue la falsa felicidad de la verdadera
felicidad. Por esto también ésta ética se la llama “eudemonista” (ya que “eidos” en griego
significa felicidad). La verdadera felicidad consiste en la contemplación intelectual. Para que
el hombre se encamine a esta meta debe practicar conductas determinadas. Estas conductas
encaminadas a un fin para la realización humana se llaman virtudes. Distingue cuatro virtudes
(llamadas posteriormente virtudes cardinales): la justicia, la templanza, la fortaleza y la
prudencia. Este pensador cree que el hombre virtuoso tiene garantizada la vivencia de la
auténtica felicidad, y aquellos que practican algo de estas virtudes se encaminan a la
felicidad. Es necesario aclarar que las virtudes parten de una decisión de la persona. Uno
decide, o lo obligan, a vivir la justicia o la templanza, pero no es algo que nos salga
naturalmente. El camino de las virtudes implica ponerse la meta de ser justo o fuerte, u
obedecer a aquel que nos propone esa meta. Es algo que se realiza con esfuerzo y dedicación,
y lleva toda la vida, porque siempre se puede ser mejor en cada una de ellas. El planteo
aristotélico tiene influencias de la actividad deportiva. Para los griegos de aquella época no
1
Extractado de http://eudoroterrones.blogspot.com.ar/2009/03/el-concepto-de-filosofia-segun-los.html
25/05/17
8
era extraña la idea de ejercitarse continuamente para lograr un cuerpo bello y proporcionado,
o para vencer a los competidores en las olimpíadas.
Para Sto. Tomás la ley que no es válida no tiene porqué obedecerse, de este modo una
ley positiva que contradiga el orden natural no tiene porqué ser obedecida. Con este tema
entramos en una problemática ética compleja. ¿Qué hacer cuando la conciencia me dice que
algo está mal y al mismo tiempo la sociedad y el estado a través de una ley me manda que lo
haga bajo pena de castigo? Este dilema se resuelve con la “objeción de conciencia”, que
permite que el sujeto se autoexcluya de ciertas responsabilidades impuestas por el estado
porque estas contradicen sus convicciones éticas más arraigadas, pero no todos los sistemas
de derecho tienen la “objeción de conciencia”, y en estos casos el individuo tiene que resolver
por sí mismo este dilema moral.
En primer lugar, hay en el hombre una inclinación - que comparte con todas las
substancias- al bien natural, en cuanto que toda sustancia apetece la conservación de su ser,
9
conforme a su naturaleza; de acuerdo con esto, a la ley natural pertenece todo aquello que
contribuye a la conservación de la vida del hombre y prohíbe su contrario.2
Un poco posterior a estos planteos es la ética de I. Kant. Para algunos, junto con
Descartes, es uno de los grandes filósofos de la época moderna. Kant parte de la idea de la
autonomía de la moral. Esto quiere decir que la persona puede darse a sí misma el fundamento
de las normas morales, y no necesita de la naturaleza ni de un gobernante autoritario que le
diga lo que tiene que hacer. Pero surge la pregunta ¿cómo darnos cada uno de nosotros
nuestra propia norma moral y a la vez convivir con las mismas normas morales? Kant recurre
2
Sto. Tomás, Suma Teológica, I-II, q 94 art. 2
10
1° imperativo categórico: cualquier conducta que queremos tener tiene que ser pensada en
forma universal, como una ley para toda la humanidad.
2° imperativo categórico: el otro y toda la humanidad, siempre debe ser tomada como un
fin en sí mismo, y no como un medio para otra cosa.
Entonces esta ética no señala qué contenidos son buenos o malos desde el punto de
vista moral, sino que se limita a indicarnos el modo o la forma de nuestras decisiones morales,
y lo único que tiene importancia es la intención que guía la acción. Por ejemplo: ¿debo
mentirle a una persona para obtener el beneficio de su influencia social? La respuesta de la
ética kantiana es que si todos mintiéramos para obtener beneficios de los otros nadie podría
confiar en nadie, y si usamos al otro para un beneficio no lo estamos viendo como una persona
sino como una cosa o un instrumento.
A Kant se le critica que su ética deja de lado los sentimientos, todo es por deber, y
exagera la disposición de fines y medios. Si un delincuente me preguntara si tal familia tiene
mucho dinero, según esta postura ética debería decirle la verdad por el deber de decir siempre
la verdad. Por otro lado, las personas necesitan un estímulo para ser buenas, el sentirse bien
por ser bueno, o hacer una cosa buena por no sentirnos culpables, son sentimientos que nos
ayudan en la moral y esto queda afuera del planteo ético kantiano. Lo bueno de esta ética es
que hace depender la acción ética de la persona, y deja en su absoluta libertad y racionalidad
sus decisiones morales. Kant encuentra un fundamento de la ética en la capacidad racional
de la propia persona, sin imponerle nada externo.
La época contemporánea comienza en el siglo XIX. Este siglo tiene como filosofías
principales al marxismo (derivada de las enseñanzas de Karl Marx) y el positivismo (una
filosofía muy ligada al pensamiento científico de las ciencias naturales y al progreso
económico). Dentro de este panorama tenemos a la filosofía utilitarista, que si bien proviene
de la época moderna, todavía sigue vigente en este tiempo. Uno de los principales filósofos
de esta tendencia es Jhon Stuart Mill. Si bien el fundador de esta corriente fue el filósofo
11
empirista J. Bentham, Mill fue uno de sus continuadores. Para esta corriente lo bueno para
el hombre es el placer y lo malo el dolor o el sufrimiento. Desde esta perspectiva aquello
que tenga como consecuencia un sentimiento de placer es bueno y lo que trae como
consecuencia algo doloroso es malo. El principio que guía a la ética utilitarista es el mayor
placer posible para el mayor número de personas. Los utilitaristas sabían que lo que
llamamos placer es algo demasiado general, entonces distinguieron entre placeres bajos y
elevados. Los elevados son aquellos que desarrollan lo intelectual y lo estético (leer buenos
libros, tener conversaciones profundas, disfrutar una buena película o un buen cuadro,
degustar un buen vino o una comida exótica); estos placeres elevados por más que se
incrementen siempre mejoran la vida física, espiritual e intelectual de la persona. Los placeres
bajos están asociados con el ocio despreocupado, la comida en exceso, la actividad sexual
desenfrenada o el consumo intensivo de alcohol; estos placeres al incrementarse causan dolor
porque afectan lo físico, mental y corporal de la persona. Para los utilitaristas lo importante
son las consecuencias de las acciones. Si una mentira hace más feliz a una persona o le evita
un sufrimiento es algo bueno.
La ética o filosofía moral suele dividirse en tres grandes ámbitos. En el sentido más
general, la meta-ética investiga el origen o las bases de la moralidad, incluyendo cuestiones
como si es esencialmente objetiva o subjetiva por naturaleza. La ética normativa se centra en
las normas éticas en las que se basa la conducta moral: así, el utilitarismo, por ejemplo, es un
sistema normativo basado en la norma de “utilidad”. Por último, en el nivel más concreto, la
ética aplicada traslada la teoría filosófica a los asuntos prácticos, como el aborto, la eutanasia,
la guerra justa y el trato a los animales. Los filósofos han adoptado una serie de posiciones
sobre todas estas cuestiones; y de ahí proceden las distintas tendencias. A continuación
presentamos brevemente las más comunes.
ABSOLUTISMO ÉTICO
12
EL CONSECUENCIALISMO
EL DEONTOLOGISMO
EL NATURALISMO
Sostiene que los conceptos éticos pueden explicarse o analizarse estrictamente como
“hechos de la naturaleza” que puede descubrir la ciencia, y suele tratarse de hechos de la
naturaleza humana como el placer. En este caso, la decisión sobre si algo es bueno o malo,
la tiene la ciencia, en la medida que dañe o mejore la vida humana o la convivencia. Presenta
el problema de que la ciencia por si misma no explica el bien o el mal, sino que descubre
leyes naturales, las aplica, o explica porque suceden ciertos hechos. Toda la influencia actual
de las neurociencias le ha dado un nuevo impulso a esta corriente, porque puede identificar
los distintos estados cerebrales como mejores o peores para la persona, o asocia los
sentimientos con procesos fisicoquímicos en el cuerpo.
EL ANTICOGNITIVISMO
EL OBJETIVISMO
13
Sostiene que los valores morales y sus propiedades forman parte del “mobiliario (o
de la fábrica) del universo, y existen independientemente de los seres humanos capaces de
aprehenderlos; las afirmaciones éticas no son subjetivas o relativas a nada, y deben ser ciertas
o falsas de acuerdo con su mayor o menor adecuación al modo en que el mundo es. El
objetivismo afirma que los conceptos éticos son metafísicamente reales y, en consecuencia,
coincide en muchos aspectos con el realismo moral. Es una ética que supone que la realidad
está ordenada racionalmente, el hombre puede conocer ese orden racional, y ese es el
fundamento del bien. Por ejemplo, la Iglesia Católica adscribe a este tipo de ética, pero el
objetivismo va más allá de la compatibilidad con una creencia religiosa.
EL SUBJETIVISMO
Considera que el valor bien no se basa en la realidad externa sino en nuestras creencias
acerca de la realidad, o en nuestras reacciones emocionales a la misma. Esta posición
coincide en lo fundamental con el anticognitivismo. En el caso de la posición cognitivista, el
subjetivista sostiene que existen hechos éticos, pero niega que sean objetivamente verdaderos
o falsos; un ejemplo de esta forma de subjetivismo es el relativismo. Esta corriente no se
apoya tanto en los sentimientos de las personas, sino en las creencias éticas de una comunidad
o de una persona en particular, que pueden cambiar con el tiempo, con la organización
política o con las diferencias culturales.
1-En términos generales la diferencia entre ética y moral debe buscarse en que la primera
es un estudio filosófico y científico mientras la moral es puramente práctica; es decir, la
ética habla desde la razón y la reflexión filosófica pero la moral se refiere a los actos que
realizamos día a día durante nuestra vida.
Si analizamos etimológicamente ambas palabras nos encontramos con que las dos tienen el
mismo significado originario:
Pero actualmente, con la evolución de la lengua, ambos significados se han ido bifurcando
para terminar con dos completamente distintos. A continuación vamos a analizarlos de
forma detallada para entender cuál es la diferencia de base.
2 -Comenzamos a analizar qué es la moral para entender su diferencia inicial con la ética.
Se trata de una serie de principios, valores o normas que son los que rigen nuestro
comportamiento. La moral es la que determina nuestras actuaciones y la que nos marca los
límites que no queremos pasar. Actualmente, a la moral también se la conoce como "tener
principios" y se refiere a, precisamente, ese cuadro de normas propias que seguimos en
nuestro día a día para actuar tal y como nosotros creemos que es correcto.
14
A nivel sociológico, la moral también puede determinar la cultura y forma de vivir de una
sociedad o un colectivo de personas. Algunas normas o principios se transmiten entre
diferentes generaciones de un mismo grupo de personas que establecen, así, unos principios
morales sobre los que crear su sociedad.
Por ejemplo, los vegetarianos son un tipo de persona que defiende que por sus principios
(por su propia ética) no van a comer carne (moral); esos "principios" han surgido de una
reflexión previa sobre la situación quedando resultante la conclusión final: no comer carne.3
Entonces, la moral es una serie de reglas que regulan nuestra conducta. Estas reglas
pueden provenir de la cultura, de las costumbres, de nuestros valores religiosos, de alguna
preferencia que tengamos para orientar nuestras acciones. La ética es algo previo, es una
reflexión filosófica, esto implica que es racional, sobre lo que es el bien referido al ser
humano. Una moral determinada debería estar fundada en una ética, pero no siempre es así.
La respuesta de Fromm
Erich Fromm es considerado por muchos uno de los mas grandes psicólogos,
sociólogos y filósofos del s. XX. Ya hemos mencionado algunos fragmentos de sus opiniones
en especial como miembro de la “Escuela de Frankfurt”. Para analizar el tema que nos
interesa esta pensador comienza analizando en “Teoría y estrategia de la paz” los distintos
significados de la palabra “paz” y encuentra una definición negativa...
3
Extractado de https://educacion.uncomo.com/articulo/cual-es-la-diferencia-entre-etica-y-moral-
21656.html 07/06/2017
15
Y otra positiva...
El segundo concepto se asimila a la idea profética del “tiempo mesiánico” que aparece
en el Antiguo Testamento, época de armonía entre los hombres y entre el hombre y la
naturaleza; se encuentra siempre dentro de un contexto relativo, en parte dentro de la historia
del Cristianismo, en parte en las sectas y movimientos revolucionarios cristianos y, en su
forma secular, en la teoría de Karl Marx. Con respecto al primer significado del término,
mucho más común, se han propuesto diferentes caminos para llegar a este tipo de paz: uno
de ellos, de tipo político es establecer una autoridad supranacional con poder para evitar el
desencadenamiento de una guerra; otro, de tipo económico, es la propuesta del
librecambismo, que sus autores consideran capaz de proporcionar una base para la paz, y otro
de tipo militar –el “equilibrio del terror”, sucedáneo del “equilibrio del poder”-, en el cual el
análisis racional de la situación por parte de cualquier estado lo lleva a descartar el uso de la
fuerza porque no le conviene utilizarla.
En la época actual con acciones de “guerra preventiva” como la originada por el auge
del terrorismo internacional o el peligro de una guerra termonuclear global, atrae nuevamente
la atención sobre el tema de la paz, y según Fromm no se lo puede tratar ampliamente sin
hacer referencia a una teoría del hombre y de la sociedad en que vive.
Para encarar la primera comienza con un análisis crítico de la noción de “agresividad”
tal como ha sido utilizada por otros pensadores, en particular Freud y Lorenz. Dice en primer
término que “agresividad” no debe confundirse con “destructividad”, ni con “hostilidad”.
En primer lugar no debemos olvidar que hay una agresividad que es solo de acción. Hay
hombres que destruyen sin obedecer a un impulso destructivo ni tener interés psicológico
en hacerlo; siguen órdenes (...) Esto resulta hoy tanto mas fácil, porque una gran parte de
la destrucción está tan lejos del objeto, que ahorra al hombre ver lo que hizo. Llamo a
esta clase de agresividad “organizacional”, queriendo significar que el hombre que
destruye lo hace porque se lo han ordenado y solo hace lo que le indican, y tanto destruye
como construye, según la orden correspondiente (...). El hombre que realiza este tipo de
agresión no obedece a un deseo de destruir. Quizás el concepto más importante (...) que
en los últimos años ha cobrado particular significado a través de la obra de Konrad
Lorenz y de una serie de otros autores, sea la idea de que existe un instinto de destrucción
(...) que muchos consideran análogo al instinto sexual. Me parece importante definir, ante
todo, el concepto de instinto de que aquí se habla: como una cantidad de excitación que
surge espontáneamente y vá creciendo y cuyo fin es la destrucción de objetos, que se va
potenciando cada vez mas y, aunque sea controlada, debe llevar finalmente a una
explosión. Según esta teoría, el hombre busca objetos que le permitan liberar su instinto
de destrucción, tal como en la esfera de la sexualidad busca objetos que le permitan liberar
su instinto sexual. Se trata en cierto modo de la misma idea que se encuentra en la teoría
del instinto de muerte de Freud (...) Lorenz lo dijo una vez de una manera muy simple: no
surge agresividad porque haya partidos políticos en pugna, sino al revés. El hombre se
crea las relaciones por medio de las cuales puede liberar su destructividad, que le es
16
En primer lugar: el hombre prevé y por ello puede anticipar peligros aún no presentes,
pero que posiblemente surjan en el futuro. Se siente entonces, a diferencia del animal,
amenazado no sólo por el peligro inmediato, sino también por el peligro previsible. En
segundo lugar: el hombre crea símbolos y valores que se identifican con él mismo, con
su existencia total. Los ataques contra éstos símbolos y valores son ataques contra
intereses vitales, que en el caso del animal no existen naturalmente en este dominio. En
tercer lugar: el hombre crea ídolos a los que se esclaviza, pero sin los cuales en un
17
La dependencia del hombre respecto de sus ídolos, la falta de una actitud crítica, la
sugestibilidad y todo lo que se relaciona con la falta de un desarrollo anímico pleno en
el hombre
Fromm pasa a continuación a analizar las dos formas de destructividad que son
típicamente humanas.
18
. Aunque solo dure una hora o diez minutos, la vivencia de cabal omnipotencia (...) para
muchos hombres que en su existencia social y en su sentimiento íntimo se perciben solo
como gusanos, es algo por lo que vale la pena morir. Una tercera forma de destructividad
(...) es la destructividad necrófila. La palabra “necrófilo”, en sentido caracterológico, fue
empleada por primera vez por Unamuno en su famoso discurso de Salamanca,
pronunciado seis meses antes de su muerte. En esa oportunidad reaccionó ante una
exclamación del general Millán Astray, secuaz de Franco, cuya divisa era ¡Viva la muerte!,
respondiendo: “acabo de oír un grito insensato y necrófilo”. “Necrófilo” también
significa la atracción por todo lo muerto, lo que es ruina, enfermedad, no-vida, no-
crecimiento,, y lo solo mecánico. (...) En oposición a la necrofilia está lo que he llamado
biofilia, el particular amor a la vida; es característico de los hombres que no sólo quieren
vivir como todos, sino que experimentan una especial alegría ante todo lo que vive, lo
que crece, lo que posee una estructura, lo que se configura a si mismo, lo que no es
mecánico. Es lógico que nos refiramos en este punto a la vinculación que existe entre este
concepto de la necrofilia y la biofilia, y los instintos de vida y de muerte de Freud. Para mi
la principal diferencia reside en que el instinto de muerte en Freud es biológicamente
normal, mientras que a mi juicio (...) la necrofilia es algo patológico.
Una referencia más amplia a biófilos y necrófilos puede encontrarse en otra obra de
Fromm, “El corazón del hombre”. En ella dice al caracterizar al necrófilo...
19
La persona con orientación necrófila se siente atraída y fascinada por todo lo que no vive,
por todo lo muerto: cadáveres, marchitamiento, heces, basura. Los necrófilos son
individuos aficionados a hablar de enfermedades, de entierros, de muertes. Empiezan a
vivir precisamente cuando comienzan a hablar de la muerte. Un ejemplo claro del tipo
necrófilo puro es Hitler. Lo fascinaba la destrucción, y le agradaba el olor de la muerte.
Aunque en los años de su éxito quizá haya parecido que solo quería destruir a quienes
consideraba enemigos suyos. Los días de la Gotterdammerung o “crepúsculo de los
dioses”, y el final, demostraron que su satisfacción mas profunda estriba en presenciar la
destrucción total y absoluta: la del pueblo alemán, la de los que lo reodeaban, la suya
propia. Una información de la primera guerra mundial, de la que no hay pruebas, pero
que tiene mucho sentido, dice que un soldado vio a Hitler como en estado de trance
mirando fijamente un cadáver en descomposición y negándose a alejarse. El necrófilo vive
en el pasado, nunca en el futuro. Sus emociones son esencialmente sentimentales, es decir,
alimentan el recuerdo de emociones que tuvieron ayer, o que creen que tuvieron. Son fríos,
esquivos, devotos de la “ley y el orden”. Sus valores son exactamente lo contrario de los
valores que relacionamos con la vida normal: no la vida, sino la muerte los anima y
satisface. Es característica del necrófilo su actitud hacia la fuerza. Fuerza es, según la
definición de Simone Weil, la capacidad para convertir un hombre en un cadáver. Así
como la sexualidad puede crear vida, la fuerza puede destruirla. Toda fuerza rebasa, en
último análisis, el poder para matar. Puedo no matar a una persona, sino únicamente
privarla de su libertad; quizá quiero solo humillarla o despojarla de sus bienes; pero
haga yo lo que haga, detrás de todas esas acciones está mi capacidad de matar y mi deseo
de hacerlo. El enamorado de la muerte ama la fuerza inevitablemente. Para él la mayor
hazaña del hombre no es dar vida, sino destruirla; el uso de la fuerza no es una acción
transitoria que le imponen las circunstancias, es un modo de vida. Mientras la vida se
caracteriza por el crecimiento de una manera estructurada, funcional, el individuo
necrófilo ama todo lo que no crece, todo lo que es mecánico. La persona necrófila es
movida por el deseo de convertir lo orgánico en inorgánico, de mirar la vida
mecánicamente, como si todas las personas vivientes fueran cosas. Todos los procesos,
sentimientos y pensamientos de vida, se transforman en cosas. La memoria y no la
experiencia; tener y no ser es lo que cuenta. El individuo necrófilo puede relacionarse
con un objeto –una flor o una persona- únicamente si lo posee; en consecuencia, una
amenaza a su posesión es una amenaza a él mismo; si pierde la posesión pierde el
contacto con el mundo. Por eso encontramos la paradójica reacción de que mas bien
perdería la vida que la posesión, aún cuando al perder la vida el que posee deja de existir.
Ama el control, y en el acto de controlar mata la vida. Se siente profundamente temeroso
ante la vida, porque por su misma naturaleza es desordenada e incontrolable. La mujer
que pretende ser sin razón la madre del niño, en el relato del juicio de Salomón, es típica
de esa tendencia. Preferiría tener un niño muerto y adecuadamente dividido que perder
un niño vivo. Para el individuo necrófilo justicia significa reparto correcto, y está
dispuesto a matar o morir en obsequio de lo que llama justicia. “La ley y el orden” son
ídolos para él; todo lo que amenaza a la ley y el orden se considera un ataque satánico a
sus valores supremos”
20
Humanismo radical, capaz de apelar al hombre total –al hombre que padece esa falta de
vitalidad que ha traído consigo esta sociedad industrial- y mostrar la imagen de una
nueva sociedad y de un nuevo hombre.
4
Se trata de éticas que toman como principio de lo bueno al placer. Su origen puede rastrearse hasta la
época griega. Hoy tienen mucha vigencia, no tanto como teorías filosóficas, sino como una práctica del
mercado de consumo que plantea el placer como un estímulo para consumir.
5
Trastorno psicológico que produce alteraciones en la personalidad del individuo haciendo que su actividad
cotidiana se guíe por sentimientos infundados como por ejemplo miedos u obsesiones irracionales. A
diferencia de la psicosis que le ocasiona al individuo la perdida total (o en alto grado) del contacto con la
21
Todas las neurosis pueden interpretarse como el resultado de esfuerzos inconscientes que
tienden a dañar y a bloquear el desarrollo de la persona. Necesitar aquello que es dañino
y perjudicial constituye la verdadera esencia de la enfermedad mental. Toda neurosis
confirma así el hecho de que el placer puede hallarse en contradicción con los verdaderos
intereses del hombre.
Si los esclavos no son conscientes de hallarse apenados por su suerte ¿cómo puede
entonces la persona que no es esclava oponerse a la esclavitud en nombre de la felicidad
humana?
Estas objeciones ignoran el hecho de que tanto la felicidad como la infelicidad son algo
más que un estado de la mente. En efecto, la felicidad y la infelicidad son expresiones del
estado del organismo entero; la felicidad va unida a un aumento de la vitalidad, o la
intensidad del sentimiento o del pensamiento y a la productividad; la infelicidad va unida
a una disminución de estas capacidades y funciones. La felicidad y la infelicidad
constituyen a tal punto un estado de nuestra personalidad total, que las reacciones físicas
suelen ser con frecuencia expresiones mas patentes de ellas que nuestro sentimiento
consciente. El rostro de una persona, la indiferencia, la fatiga y síntomas físicos tales
como dolores de cabeza o enfermedades mas serias aún, son manifestaciones frecuentes
de infelicidad. Del mismo modo que una sensación de bienestar físico puede ser uno de
los “síntomas” de felicidad. En verdad, nuestro cuerpo está menos expuesto a ser
engañado por el estado de felicidad que nuestra mente (...) De igual modo, el
funcionamiento de nuestras capacidades mentales y emocionales está influido por nuestra
felicidad e infelicidad. La agudeza de nuestra razón y la intensidad de nuestros
sentimientos dependen de ello. La infelicidad debilita y hasta paraliza todas nuestras
funciones psíquicas. La felicidad, en cambio, los aumenta (...). Al placer o a la felicidad
que existen solamente en la mente de una persona, pero que no constituyen una condición
realidad (por ej. el asesino serial), la neurosis mantiene los rasgos fundamentales de la personalidad y su
relación con la realidad aunque con pequeñas desviaciones que de persistir y aumentar le generan gran
angustia a la persona.
22
Fromm toma la definición de placer que da Freud: “sensación que acompaña al alivio
de una tensión nerviosa” y presenta a continuación una clasificación de los placeres con sus
correspondientes caracterizaciones que hemos tratado de organizar en dos cuadros sucesivos,
uno sinóptico y otro de doble entrada.
23
Fromm señala luego que el hombre, al igual que el animal, necesita determinadas energías
para lograr su supervivencia: las que destina a las satisfacciones de la necesidades fisiológica
genuinas. Pero, a diferencia de aquel que continuamente se ve avocado a la lucha por la
supervivencia y tiene pocas energías excedentes, el hombre ha logrado crear un
intermediario entre él y la naturaleza –que es el mundo de la cultura- que le permite
destinar cada vez menos energía para lograr lo necesario para subsistir y disponer en
cambio, cada vez de más energía excedente. A esta energía excedente la llama abundancia
(por oposición a la escasez característica del estado de necesidad).
Placeres descanso
Acompaña la realización de
cualquier clase de tarea que
el individuo se ha fijado y
que requiere esfuerzo
gratificación
Acompaña a las
actividades que no
requieren esfuerzo y que
son agradables
Como hemos dicho la ética nos muestra un fundamento sobre el bien, sobre la
conducta buena y correcta, y este fundamento debe ser racional. El valor fundamental que
analiza la ética es el valor bien, el derecho se centra en el valor de la justicia. El derecho no
hace análisis filosóficos, en todo caso esto lo haremos en una Filosofía del Derecho.
Establecer en qué consiste el derecho no es fácil porque hay muchos juristas con
distintas miradas, pero veremos las fundamentales.
La palabra derecho puede tomarse en tres acepciones distintas. En primer lugar, designa el
27
El derecho objetivo se puede definir como el conjunto de normas por las que se rige una
sociedad. Para establecer un concepto de derecho más elaborado hay que determinar los
elementos que caracterizan estas normas que llamamos jurídicas. Se plantea así una
dificultad, en parte material (debido a la amplitud y complejidad de la realidad jurídica) y
en parte formal (debido al significado múltiple del término derecho). Por lo tanto, la
propiedad u oportunidad de una definición puede ser juzgada solamente desde la realidad a
la que se refiere; cada corriente jurídica e incluso cada autor caracteriza el derecho de
diferente manera.
Existen diversos criterios para llegar a una adecuada distinción entre derecho y moral. El
derecho, sin ser esencialmente coactivo, posee la característica de coercibilidad, mientras
que la moral no es coercitiva. Sin embargo, la diferencia más clara entre ambos conceptos
procede del carácter de individualidad de la moral y de alteridad del derecho. El derecho
regula los actos del hombre en cuanto ser social, que vive en sociedad, y cuyos actos
trascienden a otros. En cuanto norma jurídica, el derecho se caracteriza por su coercibilidad
y su alteridad.
El deber moral es un deber dirigido hacia mí, que soy libre de cumplirlo o no; el deber
jurídico es un deber dirigido hacia los otros, que son libres de impedirme o no impedirme el
cumplimiento de mi deber; por ello, el derecho viene definido como la coordinación objetiva
de las acciones posibles entre varios sujetos, según un principio ético que las determina,
excluyendo su impedimento (DEL VECCHIO).
El derecho incorpora unos valores a la sociedad, valores que fundamentalmente son dos: la
justicia y la seguridad jurídica. Para IHERING, el derecho es la forma que reviste la
garantía de las condiciones de vida de la sociedad, fundada sobre el poder coercitivo del
Estado
Es el instrumento del que dispone el Estado para realizar la justicia en la sociedad. En este
sentido, se habla de derecho objetivo o conjunto de normas que proyectan su voluntad
ordenadora y configuradora de la vida social. El Derecho no inventa relaciones, sino que
cualifica con la nota de la necesidad las relaciones sociales, o la parte de éstas, que estima
merecen una especial protección. Por ello, se puede decir que el Derecho, como conjunto
normativo, ha de representar el mínimo de ética que coactivamente impone el Estado a la
convivencia social. Como que, en buena medida, el Derecho otorga facultades a los sujetos
al mismo, la palabra derecho es la utilizada para designar también dicha facultad o
prerrogativa. En este sentido, se habla de derecho subjetivo.
28
[…]
Como los fines naturales del hombre son múltiples como múltiples son las solidaridades que
fomentan la vida social, en vista de la libertad, presente siempre en el hombre, que mal usada
podría hacer fracasar toda suerte de convivencia, surge la necesidad imperiosa de
disciplinar la conducta de los hombres para lograr un orden resultante que favorezca la
obtención de los fines intermedios o naturales y no cohiba ni dificulte el acceso al fin último
o sobrenatural de la persona humana.
Ese ordenamiento de la vida social, que es la única manera de existir de la vida humana, el
es derecho. Pero para que el derecho sea verdaderamente tal y no una mera fachada externa,
el orden impuesto ha de ser justo, es decir, "ajustado" a las características propias de lo
ordenado, que es la conducta humana. Así como el conocimiento es la adecuación de la cosa
al intelecto agente, adequatio rei et intellectus, el derecho es la adecuación o ajuste de la
vida a la regla que le es propia, como dice Santo Tomas. Se trata pues de descubrir cuál es
la regla que se adapta convenientemente a las exigencias propias de la vida humana y a la
dignidad de sus fines, lo que se reconoce por la idea a la que la norma sirve.
Para Kelsen "el derecho es, en esencia, un orden para promover la paz. Tiene por objeto
que un grupo de individuos pueda convivir en tal forma que los conflictos que se susciten
entre ellos puedan solucionarse de una manera pacífica, esto es, sin recurrir a la fuerza y de
conformidad con un orden de validez general. Este orden es el derecho".
Bien se advierte que en esta concepción la "justicia" aparece sustituida por la "paz".
Otros autores, como Kant, remarcan y se orientan hacia un sentido individualista del
derecho: "complejo de las condiciones por las cuales el arbitrio de cada uno puede coexistir
con el criterio de todos los demás, según una ley universal de libertad".6
6
http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/derecho/derecho.htm
29
organizado de creencias y se basan en las distintas formas en que los individuos asumen el
contacto con lo sobrenatural. Una diferencia fundamental es que las religiones organizadas
generalmente derivan un conjunto de concepciones morales de estos dogmas. Estas
concepciones morales guían la vida de las personas que profesan esa fe, pero no son
obligatorios para aquellos que no la profesan. Algunas religiones aceptan la libertad humana
como algo dado por Dios y respetan a aquellos que no creen, mientras que otras consideran
que los que no creen son desobedientes al llamado de Dios. Las religiones dogmáticas
generalmente intentan que su visión moral se extienda a toda la sociedad, ya sea que esta
acepte su concepción dogmática o no.
Generalmente los países tienen la libertad religiosa como un derecho del individuo, y
a la vez hacen una diferencia entre las leyes civiles y los mandatos religiosos. Cada uno puede
creer en lo que quiera, pero estas creencias religiosas no pueden transgredir una ley civil, es
decir que hay libertad religiosa, pero nunca podría aceptarse que un mandato religioso
termine en la ejecución de un crimen.
Datos y cifras
La Constitución de la OMS afirma que “el goce del grado máximo de salud que se
pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.”
El derecho a la salud incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios
de atención de salud de calidad suficiente.
No obstante, unos 100 millones de personas de todo el mundo son empujadas cada
año a vivir por debajo del umbral de pobreza como consecuencia de los gastos
sanitarios.
Los grupos vulnerables y marginados de las sociedades suelen tener que soportar
una proporción excesiva de los problemas sanitarios.
La cobertura sanitaria universal es un medio adecuado para promover el derecho a
la salud.
Introducción
El derecho al “grado máximo de salud que se pueda lograr” exige un conjunto de criterios
sociales que propicien la salud de todas las personas, entre ellos la disponibilidad de
servicios de salud, condiciones de trabajo seguras, vivienda adecuada y alimentos
nutritivos. El goce del derecho a la salud está estrechamente relacionado con el de otros
derechos humanos tales como los derechos a la alimentación, la vivienda, el trabajo, la
educación, la no discriminación, el acceso a la información y la participación.
Las políticas y programas de salud pueden promover o violar los derechos humanos, en
particular el derecho a la salud, en función de la manera en que se formulen y se apliquen.
La adopción de medidas orientadas a respetar y proteger los derechos humanos afianza la
responsabilidad del sector sanitario respecto de la salud de cada persona.
En los países, algunos grupos de población, por ejemplo las comunidades indígenas, están
expuestos a mayores tasas de enfermedad y afrontan dificultades importantes para acceder
a una atención sanitaria de calidad y asequible. Estos grupos registran tasas de mortalidad
y morbilidad sustancialmente más altas que la población en general, a consecuencia de
enfermedades no transmisibles tales como el cáncer, las cardiopatías y las enfermedades
respiratorias crónicas. Las personas particularmente vulnerables a la infección por el VIH,
incluidas las mujeres jóvenes, los hombres homosexuales y los consumidores de drogas
inyectables, suelen pertenecer a grupos desfavorecidos y discriminados social y
económicamente. Esos grupos vulnerables pueden ser víctimas de leyes y políticas que
agravan la marginación y dificultan más aún el acceso a servicios de prevención y atención.
Asimismo, se suele denegar a las mujeres el acceso a servicios y atención de salud sexual y
reproductiva, tanto en países en desarrollo como en países desarrollados. Esta violación de
los derechos humanos está profundamente arraigada en valores sociales relativos a la
31
Un enfoque de la salud basado en los derechos humanos ofrece estrategias y soluciones que
permiten afrontar y corregir las desigualdades, las prácticas discriminatorias y las
relaciones de poder injustas que suelen ser aspectos centrales de la inequidad en los
resultados sanitarios.
El objetivo de un enfoque basado en los derechos humanos es que todas las políticas,
estrategias y programas se formulen con el fin de mejorar progresivamente el goce del
derecho a la salud para todas las personas. Las intervenciones para conseguirlo se rigen
por principios y normas rigurosos que incluyen:
Las políticas y los programas se han concebido para satisfacer las necesidades de la
población, como resultado de los mecanismos de rendición de cuentas establecidos. Un
enfoque basado en los derechos humanos identifica relaciones a fin de emancipar a las
personas para que puedan reivindicar sus derechos, y alentar a las instancias normativas y
a los prestadores de servicios a que cumplan sus obligaciones en lo concerniente a la
creación de sistemas de salud más receptivos.
32
Respuesta de la OMS
7
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs323/es/ 27-06-17
33
los factores básicos son la familia, educación, trabajo, infraestructura, y salud de cada
persona. 8
8
https://es.wikipedia.org/wiki/Calidad_de_vida 27-06-17