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CONTENIDO
pag.
UNIDAD 1. INTRODUCCION A LOS SISTEMAS DE IDENTIFICACION ..................................... 3
INTRODUCCION ............................................................................................... 3
EL SISTEMA ANTROPOMETRICO ............................................................................ 6
EL SEÑALAMIENTO ANTROPOMETRICO .................................................................... 6
EL SEÑALAMIENTO DESCRIPTIVO .......................................................................... 8
LAS MARCAS PARTICULARES ............................................................................... 8
VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL SISTEMA ANTROPOMETRICO ...................................... 8
UNIDAD 2. DACTILOSCOPIA................................................................................ 10
RESEÑA HISTORICA ......................................................................................... 10
FUNDAMENTOS Y BASES DE LA DACTILOSCOPIA ........................................................ 13
LA MANO .................................................................................................... 14
LOS DEDOS ................................................................................................... 14
LA REGION DIGITOPALMAR ................................................................................ 15
LOS PLIEGUES ............................................................................................... 15
LA PIEL .................................................................................................... 16
LAS GLANDULAS SEBACEAS................................................................................ 17
LAS GLANDULAS SUDORIPARAS ........................................................................... 17
LAS PAPILAS ................................................................................................. 18
LOS POROS .................................................................................................. 20
LAS CRESTAS PAPILARES ................................................................................... 20
LAS CRESTAS SUBSIDIARIAS ............................................................................... 23
LOS SURCOS PAPILARES ................................................................................... 23
LAS LINEAS BLANCAS ....................................................................................... 23
FUNDAMENTOS CIENTIFICOS DE LA IDENTIFICACION PAPILOSCOPICA ............................... 24
DIBUJO PAPILAR ............................................................................................. 24
LA COMPOSICION DE DICHOS DIBUJOS CAPILARES ES ................................................. 25
ZONAS DE ESTUDIO DE UNA HUELLA DACTILAR......................................................... 25
SUBCLASIFICACION ......................................................................................... 26
PUNTOS CARACTERISTICOS ............................................................................... 26
¿PUEDEN HEREDARSE LOS DIBUJOS DE LAS CRESTAS PAPILARES DE LOS DEDOS? ................. 26
¿PUEDEN FALSIFICARSE LAS IMPRESIONES DIGITALES? ................................................ 27
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Tecnología en Criminalística
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Sistemas de Identificación I
SISTEMAS DE IDENTIFICACION
UNIDAD 1
INTRODUCCION A LOS SISTEMAS DE IDENTIFICACION HUMANA
INTRODUCCION
Identificación, etimológicamente deriva del verbo latino identificare, vocablo integrado por
los también verbos identitas y facere, que significan verificar, hacer patente la identidad de alguien o
de algo.
Algunos autores estiman que la identificación viene del latin Idem, eadem, que significan el
mismo, la misma, lo mismo y de ens, entes que significa ser, existir, ente.
Locard define la identificación personal “como la operación policial o médico legal mediante
la cual se establece la personalidad de un individuo”.(Citado en Antón, F. 1990:5)
Olariz, refiere que la identificación es el acto más frecuente y elemental de la vida social, ya
que cada vez que encontramos a indiviuos de nuestra familia o a conocidos nuestros, los identifica-
mos haciendo un cotejo mental, instanáneo e inconsciente, entre el hermano o el amigo que en carne
y hueso se nos presenta y la imagen que de él llevamos estereotipada en la memoria.(Antón, F.
1990:5)
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Tecnología en Criminalística
1. La legal, aplicada de modo obligatorio a todos los individuos a partir de cierta edad.
2. La judicial, establecida para filiar o descubrir al autor o presunto autor de un hecho
criminoso.
3. La médico legal, referida al proceso de reconocimiento de un cadáver, esqueleto o
restos óseos, cuyos datos identificativos se desconocen.
«Claro es que los distintos medios de los cuales se ha valido el hombre para conseguir este fin, son
exponente del grado de civilización y aún de sensibilidad de los pueblos que lo llevan acabo.
El nombre no es un signo de individualidad física del hombre, significa cuando más una perso-
nalidad jurídica, no una individualidad natural. El nombre es un carácter artificial, superpuesto, sim-
bólico, alterable, reconocido con valor jurídico, pero con carácter fácilmente mudable por el individuo
físico.» ( Antón, F. 1990: 61)
Un hombre puede utilizar cualquier nombre y, viceversa, un nombre puede ser escogido por
varios individuos. En vista de todo ello debemos buscar, para cada hombre, no una denominación civil,
sino un título imborrable, una gracia natural, o mejor dicho, un nombre antropológico.
Para probar la importancia de la identificación, el doctor Olariz exponía: “Si los hombres no
pudieran reconocerse individualmente, vivirían sobre la tierra sin verdadera asociación, como las
miradas de los peces en un lago; y, si por arte mágico, todos los seres humanos quedarán por un
momento tan exactamente iguales que nos fuera imposible distinguirnos, cesarían de repente la
organización social y sobrevendría una confusión infinitamente mayor que la de las lenguas en la
Torre de Babel”.
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Sistemas de Identificación I
La policía alemana posee una filiación griega fechada el 10 de junio del año 196, bastante
detallada y precisa, y dice así: “Un joven, esclavo de Aristógenes, hijo de Crisipo, que lleva el nombre
de Sermón, alias Nelios, ha huido. Es un sirio de Babbyke, de unos dieciocho años de edad, de talla
mediana, sin barba, tiene las piernas rectas, el mentón con fositas, una verruga en forma de lenteja
en la cara izquierda de la nariz, una cicatriz en la comisura derecha de la boca y está tatuado con
caracteres bávaros en la muñeca derecha. Lleva una bolsa conteniendo tres minas y diez dracmas de
oro, un anillo de plata sobre el que está representado un vaso de perfumes, y una raqueta. Se halla
vestido de una clámide y de un delantal de cuero, y va acompañado del esclavo Bión, rechoncho, ancho
de espalda, de ojos verdosos y que se halla vestido de una túnica y de la pequeña capa de esclavo”.
El tatuaje como hemos visto, se utilizó con fines identificativos, aunque para algunos pueblos
como los tracios, según Herodoto, eran una distinción honorífica que indicaba el origen noble de quien
la ostentaba. Los escoceses, se sirvieron de él para diferenciar entre si los distintos clanes.
Sin embargo, pronto llega la desilusión. Por una parte, los álbumes fotográficos se hacen tan
numerosos, que es prácticamente imposible en muchos casos dar con una determinada fotografía, ni
cotejar la del recién acusado con todas las demás existentes, para deducir el examen comparativo la
identidad buscada. Algunos delincuentes, comprendieron el nuevo peligro que corrían y supieron des-
figurar su fisonomía modificando su barba, bigote, o bien, haciéndose cicatrices atroces en la cara.
De modo que la fotografía como medio de identificación, no bastaba tampoco como clave de un
método de reconocimiento.
Por todo esto surge, para acabar con todos los inconvenientes de la identificación personal, el
famoso sistema de identificación antropométrico.
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Tecnología en Criminalística
EL SISTEMA ANTROPOMETRICO
EL SEÑALAMIENTO ANTROPOMETRICO
Medidas de la cabeza:
1. Longitud de la cabeza.
4. Diámetro bicigomático.
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Sistemas de Identificación I
Medidas generales:
1. Talla.
2. Braza o longitud máxima de los brazos extendidos en cruz.
3. Busto.
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Tecnología en Criminalística
EL SEÑALAMIENTO DESCRIPTIVO
Tiene por objeto consignar las singularidades características de la fisonomía y las señales o
marcas indelebles que pueden ser otros tantos datos de identificación. Para lo cual Bertillón lo denomi-
na retrato hablado.
Cromáticas:
Morfológicas:
Complementarias:
Para describirlas hay que tener presente su clase, forma, dirección y dimensión. Para locali-
zarlas debemos considerar al cuerpo humano dividido por regiones.
Como era un sistema innovador para la época, resultaba un método con grandes ventajas, sin
embargo pasado el tiempo se estableció que presentaba grandes desventajas entre las que se enume-
ran:
1. Que sólo es aplicable a los delincuentes que han alcanzado su completo desarrollo.
2. Que el desarrollo físico en el hombre no termina a los 20 años sino a los 25 años.
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Sistemas de Identificación I
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Tecnología en Criminalística
UNIDAD 2
DACTILOSCOPIA
RESEÑA HISTORICA
El segundo eslabón está forjado en la fragua intelectual de los investigadores de los relieves,
sea como órganos fisiológicos, o dibujos característicos. Esos investigadores fueron Malpighi, en
el siglo XV, Ruish - Albino en el XVI, Purkinje en los comienzos del XIX y Alix a mediados del mismo
siglo.
El tercer eslabón está hecho con los estudios de los que aislaron esos dibujos y determinaron
sus tipos fundamentales, sin sistematizarlos y sin tener en mira los fines prácticos de la identidad.
Ellos fueron, el ya nombrado Purkinje, en 1823, Faulds, en 1880, que distingue tres tipos, el Arce
(arco); el Loop (presilla) y el Whorl (verticilo). Purkinje y Faulds fueron los que antes que nadie
aislaron y determinaron los tipos fundamentales; antecedieron a Galton y a Vucetich, de suerte que,
en la justa distribución del mérito, éste corresponde a Purkinje. A pesar de lo cual no es éste, sin
embargo, el creador de la identificación moderna. Así, en 1877, Williams James Herschel, actuando
como funcionario de la corona inglesa, empleó la impresión de los dibujos estriados de los dedos de la
mano para autenticar la firma de documentos y propuso ese método para individualizar a los deteni-
dos en las cárceles, que él mismo llevó a la práctica, pero sin clasificar nunca los dibujos obtenidos.
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Sistemas de Identificación I
un proceso semejante al de toda invención, que nace o se produce después de una sucesión de ideas
y de ensayos.
Juan Vucetich, nació en 1858, en lo que hoy es Croacia y emigró hacia la Argentina, a los 24
años. En 1888, ingresó en la policía de la Provincia de Buenos Aires. Hasta entonces, la técnica utiliza-
da para la individualización de las personas era el método antropométrico, ideado por el francés
Bertillión. El «Bertillónage» (deficiente e inseguro), basado en las medidas de ciertas partes del cuer-
po humano y las particularidades fisonómicas, era utilizado como instrumento de las investigaciones
por la policía de Francia desde 1882. La policía argentina consideró necesario instalar una oficina que
se ocupara de las funciones relacionadas con la identificación de las personas. Entonces se comisionó
al doctor Augusto P. Drago para estudiar el método en el gabinete establecido por el propio Bertillión y
tras su informe la policía de la Ciudad de Buenos Aires creó una dependencia dedicada a la identifica-
ción antropométrica.
Sin embargo, fue en el ámbito de la Policía de la Provincia de Buenos Aires donde se produjo la
gran revolución en lo referente a la identificación de las personas, ya que al mismo tiempo que Drago
establecía la identificación antropométrica en Buenos Aires, Vucetich se ocupaba de investigar las
huellas digitales, por solicitud de sus superiores, en La Plata. El Capitán de Navío, Guillermo J. Nunes,
Jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, le encargó a Vucetich la organización de una Oficina
de Identificación Antropométrica; le entregó una revista que contenía un estudio sobre las impresio-
nes digitales y le sugirió que tal vez él podría instituir un sistema por medio de estos dibujos.
Aquella publicación era la Revieu Scientifique del 2 de mayo de 1891 y el artículo se refería a
los trabajos que dejó truncos Francis Galton. Sabiendo que el método empleado, hasta la fecha, era el
Bertillónage, Vucetich lo adoptó para instalar y organizar el Gabinete Técnico Policial que se le encar-
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Tecnología en Criminalística
gara. Pero al aproximarse al tema de las estrías papilares de los dedos, comenzó a dedicarse intensa-
mente a su estudio. Hasta entonces no conocía absolutamente nada sobre impresiones digitales, pero
aceptó la insinuación de su superior y se dedicó a la tarea de obtener impresiones digitales nítidas
para hacer un análisis comparativo y buscar la manera de utilizarlas en el servicio de identificación.
El intenso estudio que efectuó, tomando como base lo ideado por Francis Galton, lo llevó a
corroborar las ideas de aquél, es decir que los dibujos papilares podían ser clasificados por grupos. Al
mismo tiempo que dirigía la Oficina de Identificación Antropométrica, Vucetich acumuló gran cantidad
de impresiones digitales. Y es así como a la par del Servicio Antropométrico, dió forma y organizó el
servicio de identificación por medio de las impresiones digitales, en 1891. Además inventó los ele-
mentos necesarios para captar lo más perfectamente posible los dibujos dactilares de los dedos de
ambas manos y puso en práctica todo cuanto fue necesario para sistematizar el método. El nuevo
procedimiento de reconocimiento, que llamó «Icnofalangometría» o «Método galtoneano», estaba
compuesto por 101 tipos de huellas digitales que él mismo había clasificado sobre la base de incomple-
ta taxonomía de Galton.
Pero para llegar a su logro máximo, Vucetich debió trabajar unos años más. Después de inten-
sas investigaciones llegó a establecer que en las figuras dactilares sólo son cuatro las formas funda-
mentales que se repiten insistentemente: había encontrado la clasificación fundamental y así creado
el Sistema Dactiloscópico Argentino.
A cada uno de estas cuatro conformaciones las llamó: A-1; I-2; E-3 y V-4 denominaciones que
se adoptarían luego a nivel mundial. Los aciertos en la investigación policial, mediante el sencillo y
eficiente método dactiloscópico de Vucetich, impulsaron al gobierno a generalizar el procedimiento de
filiación: a principios de siglo se extendieron las primeras cédulas de identidad en Colombia y el
método argentino -muy superior científicamente a los usados hasta entonces- se difundió por todo el
mundo como técnica identificatoria.
Cada vez que conseguía perfeccionar sus ideas y teorías, como consecuencia de sus investiga-
ciones, Vucetich producía la consiguiente publicación, promoviendo así la continuidad de su obra. Sus
trabajos experimentales se tradujeron en el libro Instrucciones Generales para el Sistema Antropométrico
e Impresiones Digitales. Tres años después de iniciarse en la ciencia de la Dactiloscopia, apareció
publicado, en 1894, Idea de la Identificación Antropométrica. Las impresiones digitales.
Cuando ya había conseguido reunir un importante cúmulo de material y había logrado que se
conocieran los fundamentos del nuevo sistema identificador, sometió su descubrimiento a la crítica de los
hombres de ciencia de toda Latinoamérica, en el Segundo Congreso Científico Latinoamericano, celebrado
en Montevideo, en marzo de 1901. En las resoluciones de ese congreso se determinó invitar a todas las
naciones del continente americano a adoptar las impresiones digitales como medio individualizador insu-
perable. Vucetich concurrió luego al Segundo Congreso Médico de Buenos Aires, presentando allí su trabajo
Dactiloscopia Comparada, que contenía los fundamentos de esta disciplina y sus relaciones con las ciencias
biológicas y establecía comparaciones con los diversos sistemas individualizadores ideados por sus antece-
sores. Esta obra, de 1904, se considera la principal de Vucetich: recibió premios y menciones en todo el
mundo y fue traducida a los principales idiomas, incluso el japones.
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Sistemas de Identificación I
Su labor, sin embargo, fue mucho más allá: realizó viajes de estudio a la India y China inten-
tando develar el origen remoto de la identificación mediante las huellas digitales; asistió a congresos
científicos y publicó numerosas obras sobre su método, que resultaron en la adopción universal de la
dactiloscopia. Vucetich murió en 1925. En el camino de sus logros tuvo que vencer toda clase de
dificultades, que le opusieron instituciones y costumbres establecidas desde largo tiempo atrás. No
obstante, supo lograr el reconocimiento de la comunidad científica internacional, con un triunfo de la
investigación considerado entre los más importante del siglo.
4. Dentario.
5. Venoso: Disposición de las venas al dorso de las manos y de los pies; vena central de la
frente y del ante brazo.
6. Radiográfico.
Se basa en la impresión o reproducción de los dibujos formados por las crestas papilares de las
yemas de los dedos de las manos. El señor Martín de Andrés dice: «que la identificación papilar se basa
en que los dibujos formados por las crestas digitales, palmares y plantares son perennes, inmutables
e infinitamente diversas. La perennidad e inmutabilidad del dibujo papilar digital fueron demostradas
prácticamente por Hershel mediante dos impresiones de su dedo índice derecho tomadas con 28 años
de intervalo y comprobadas científicamente por el sabio antropólogo inglés Francis Galton, quien llega
a precisar que los dibujos digitales se hallan formados en el sexto mes de vida intrauterina”.(Antón,
F. 2000:198)
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Tecnología en Criminalística
El también antropólogo Herman Welcker, hace análoga demostración con las impresiones de
las palmas de sus manos, obtenidas con cuarenta y un años de diferencia. En la superficie anterior de
la tercera falange o falangeta las crestas papilares adoptan sistemas morfológicos determinados,
formando dibujos muy variados y complicados, pero fáciles de ser agrupados y diferenciados para ser
debidamente clasificados. Es pues, esta tercera falange o falangeta la que imprime el dactilograma.
Esta región es llamada del dactilograma. Por lo tanto, esta es la base de la Dactiloscopia.
LA MANO
La mano tiene su evolución de organismos interiores. La mano normal se divide en regiones.
Estudiaremos la mano examinando separadamente sus regiones, líneas y crestas, pues de la misma
manera que no hay dos dedos iguales, no hay tampoco dos palmas ni regiones idénticas. Cada dedo
como cada mano y cada región tiene su fisonomía y contiene, por lo tanto, elementos bastantes para
acreditar una identidad.
Hay necesidad, pues, de dividir la mano en regiones atendiendo a las eminencias, surcos y
pliegues de la cara palmar y digital más fácilmente impresionables. Veamos a este respecto lo que nos
dice el Sr. José Jiménez Jerez.(Antón, F. 2000: 201). Por el cuadro que sigue se puede fácilmente hacer
un estudio de las regiones de la mano.
LOS DEDOS
A la región digital pertenecen los dedos, cada uno tiene tres falanges, excepto el pulgar que
sólo tiene dos. Los apéndices movibles separados los unos de los otros que se desprenden del borde
inferior o distal de la mano, llamados dedos, son órganos esenciales de la aprehensión y del tacto.
En los casos normales son cinco, pulgar, índice o indicador, medio, anular y auricular o meñi-
que. Todos estos dedos están constituidos bajo un mismo tipo excepto el pulgar que presenta algunas
Pulgar
Indice
Regiones
Digital Medio
Anular
Auricular
Raíz del Indice
Dígito Palmar Raíz del Medio
Raíz del Anular
Raíz del Auricular
LA MANO
Falángicos
Dígito palmares
Inferior
Medio
Tenar
Hipotenar
Línea eje
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Sistemas de Identificación I
particularidades anatómicas. Cada dedo está formado por tres columnas óseas llamadas falanges y
que son sucesivamente decrecientes.
Las falanges se cuentan desde el borde inferior de la mano hacia la extremidad libre. La
falange donde está la uña es la tercera. También pueden llamarse falange, falangina y falangeta, en
lugar de primera, segunda y tercera. Al pulgar le falta la segunda falange o falangina. El volumen de los
dedos así como su longitud varía en cada uno de ellos. El pulgar es el más grueso, el auricular es el más
delgado. El del medio, llamado también cordial o del corazón, es el más largo. Este orden longitudinal
decreciente resulta muy ventajoso para el examen de las impresiones planas o de control en las fichas,
lo que nos sirve para comprobar si ha habido fraude. Tienen, como las manos, dos caras: una palmar
o anterior y otra dorsal o posterior.
Los dedos presentan tres eminencias separadas por depresiones. Las depresiones están si-
tuadas entre las eminencias y señalan las articulaciones o sea las uniones de las falanges que conoce-
mos vulgarmente con el nombre de coyunturas. Las llaman superior o dígito palmar, media e inferior.
Las eminencias son los cuerpos de las falanges. El pliegue superior o dígito-palmar es el límite de la
palma de la mano y la cara palmar de los dedos. El inferior es el límite de la región que llamamos del
dactilograma.
LA REGION DIGITO-PALMAR
La región dígito-palmar está situada en la parte inferior de la palma considerada la mano en
posición anatómica, es decir, con los dedos hacia abajo y corresponde al espacio comprendido entre el
pliegue de flexión y el inferior. Esta región ostenta varias eminencias y depresiones pertenecientes a
las raíces de los dedos.
La región central abarca el hueco de la mano y está limitada por los pliegues inferior, tenar e
hipotenar. La región tenar pertenece al borde externo de la mano y en ella tiene su asiento el dedo
pulgar. La región hipotenar se halla al lado opuesto de la tenar, o sea en el borde interno y tiene por
límites el pliegue hipotenar y parte del inferior. La reunión de las eminencias tenar e hipotenar forman
lo que se llama talón de la mano.
LOS PLIEGUES
Los pliegues falángicos son los que corresponden a las coyunturas digitales. El pliegue dígito-
palmar es el de flexión de los dedos y separa la región digital de la palma de la mano. El pliegue inferior
principia por debajo de la raíz auricular, bordea la región dígito-palmar y termina generalmente entre
los dedos medio e índice. Este pliegue es el que en Quiromancia se llama línea del corazón. El pliegue
medio tiene su origen debajo de la raíz del dedo índice, pasa por el centro o hueco de la mano hasta
perderse en la región hipotenar. En Quiromancia se llama línea de la cabeza. El pliegue tenar arranca
confundido o muy próximo al pliegue medio, entre el índice y el pulgar, extendiéndose alrededor de
este dedo hasta llegar a la muñeca. En Quiromancia se llama línea de la vida. El pliegue hipotenar
comienza en o cerca del talón de la mano, se dirige hacia el dedo auricular y termina, después de
atravesar o bordear la región hipotenar en la región inferior. En Quiromancia se llama «línea hepáti-
ca». Línea eje o « Raya del Destino «, como la denominan los quirománticos, es aquella que principia,
como la anterior, en el talón de la mano y se dirige más o menos recta hacia el dedo medio. Las arrugas
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Tecnología en Criminalística
que aparecen en la piel de la mano y en la que la palmistería se basa para la predicción de la suerte son
simplemente debidas a las funciones mecánicas a que se ven sometidas las manos y los objetos por el
uso. Sin embargo, una cuidadosa observación de estas arrugas pueden ser útiles para el reconoci-
miento y la identificación y no deben por completo ignorarse.
Al describir una mano deben emplearse los términos técnicos siguientes: el lado donde nace el
dedo pulgar se llama radial porque a este lado se halla el hueso radio que es donde gira la muñeca
sobre el antebrazo. El otro lado se llama ulnar que es el hueso principal del antebrazo y que forma la
articulación principal del codo. Cuando hay que nombrar los dedos hay que referirse a ellos en relación
con el lado del cuerpo, si del lado derecho o izquierdo además de los nombres genéricos de pulgar,
índice, medio, anular y auricular. Y en cuanto a las extremidades de la mano se clasifican de acuerdo
con su distancia al cuerpo, tronco o muñeca. Así se le llama distal a la extremidad de los dedos, o sea
la parte correspondiente de los dedos y proximal en sentido inverso. En igual forma se emplean los
términos dorsal y palmar para señalar el dorso o la palma de la mano.
LA PIEL
La piel cubre la totalidad de la superficie del cuerpo. En ciertos territorios cutáneos se desa-
rrollan formaciones apendiculares especiales, los pelos y las uñas, y además numerosos órganos glan-
dulares; las glándulas sudoríparas y las sebáceas. El sentido del tacto tiene un asiento en la piel, la que
podemos llamar en conjunto, órgano del tacto. También actúa como órgano protector del cuerpo y
como órgano respiratorio. Tiene un peso aproximado de unos cuatro kilogramos, dos metros cuadra-
dos de superficie y aproximadamente un tercio de la sangre circulante está contenida en ella. La piel
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Sistemas de Identificación I
tiene una importancia enorme en las investigaciones de la criminalística. Tiene una cantidad tan
importante de elementos anatómicos en que se puede fundar la identificación personal que la hacen
de un interés enorme en Policiología. Anatómicamente la piel está formada de dos partes principales,
una proviene de la hoja germinal externa y está formada por un epitelio poliestratificado: la epider-
mis; y la otra, colocada debajo, es una formación conjuntiva de origen mesodérmico: la dermis. En
esta se puede reconocer a su vez una capa superficial sólida y compacta, el corión, que se une direc-
tamente a la epidermis, y otra más profunda y de constitución más laxa, el tejido conjuntivo subcutá-
neo, que une el corión con los órganos profundos, como por ejemplo los músculos y los huesos. El
límite entre la epidermis y la dermis no es de ordinario regularmente plano, sino que la dermis presen-
ta elevaciones cónicas, piramidales, etc; las papilas, sobre las cuales se dispone la epidermis. Las
papilas, desde el punto de vista de su estructura, unas veces son vasculares, que son también las más
numerosas, y otras nerviosas. Las papilas nerviosas de las yemas de los dedos, palmas de las manos
y plantas de los pies, presentan en su vértice un corpúsculo del tacto. En la dermis o corión se funde y
graba el diseño papilar que nos sirve para la identificación personal. Aún cuando la epidermis se altere
o se descame superficialmente, el dibujo de las crestas cutáneas se reproduce en idéntica forma o
como estaba antes el diseño, es decir, se encuentra igual cuando se verifica el «restitution and
integrum.»
La coloración de la piel se debe a dos causas: la materia colorante roja de la sangre que circula
por las redes capilares y que a través de la epidermis se transparentan, y las granulaciones del pig-
mento melánico, que como sabemos están depositadas principalmente en las células epiteliales de la
capa profunda de Malpighi. De la carga del pigmento melánico resultan los distintos colores de la piel
en las diferentes razas humanas. La piel posee, entre sus elementos constituyentes, una serie de
pequeñitos aparatos nerviosos que recogen las impresiones táctiles. La piel por su espesor y resisten-
cia es un aparato de protección, y, si añadimos a ellas las uñas y pelos, todavía más eficaz. Las
glándulas que entran en la constitución de la piel son numerosas, las glándulas sebáceas y las sudoríparas
desempeñan un papel principalísimo en la excreción, a través de las cuales se eliminan los materiales
de desecho de las combustiones orgánicas.
GLANDULAS SEBACEAS
Se encuentran en todo el cuerpo menos en las palmas de las manos y las plantas de los pies y
otras regiones limitadas. Segregan un líquido espeso, aceitoso, que sirve para suavizar la parte supe-
rior de la piel y mantenerla húmeda, evitando la evaporación de agua y la absorción de ciertas mate-
rias dañinas.
GLANDULAS SUDORIPARAS
Están contenidas en la parte profunda de la piel y existen en toda ésta menos en los labios y
párpados. El número total de dichas glándulas se calculan en unos dos millones. Se componen de tres
partes: el poro, que comunica la glándula con el exterior, el conducto y el glomérulo. La secreción de
las glándulas sudoríparas es el sudor, líquido claro, ligeramente salado y cuyo olor varia según los
individuos y las distintas regiones del cuerpo. Está formado por agua y por substancias perjudiciales
para la salud, como ácido úrico, urea y cloruro de sodio. El sudor se produce en el glomérulo y sale por
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Tecnología en Criminalística
el conducto hasta el exterior. La cantidad es de unos 600 gramos diarios; pero varía con el ejercicio,
el calor de la atmósfera, algunas bebidas, ciertos alimentos. El sudor es cuantitativamente y
cualitativamente diferente durante el juego, el trabajo, el delito, etc. También puede presentar una
coloración azul, amarillo, roja, verde, etc., debido a absorciones determinadas. Todo esto hace que el
sudor sea de una importancia extraordinaria en dermopapiloscopia y en general en la identificación
criminalística.
LAS PAPILAS
Dice Vervaeck: «La forma de las papilas es de los más variado tan pronto cónicas, hemisféricas
o piramidales, ya simulando una pera, una verruga o una cresta de cima a menudo bifurcada. Esta
extrema variedad de conformación es la causa principal de los numerosos detalles que presentan las
líneas papilares estudiadas con la lupa; ella es, en último análisis, el verdadero factor de la diferencia
individual, puesto que de la yuxtaposición de las papilas tan innumerables como variadas en forma,
resultan estas curiosas combinaciones de relieves y surcos cutáneos que dan a cada pulpa digital un
aspecto distinto y tan personal. El número de papilas podemos calcularlo alrededor de unas 36 por cada
milímetro cuadrado, y su tamaño va desde los 55 a los 225 milésimas de milímetros de alto, existiendo
varios tipos: grandes, pequeños, medianos y compuestos”. (Antón, F. 2000: 211) Las papilas dérmicas,
denominadas también papila dactilar o digital fueron descubiertas por Malpighi en el año 1664. Con
respecto a la época de su aparición dice el Dr. Sislán Rodríguez lo siguiente: Sobre la época de la
aparición no existe una fecha fija. Mientras que Blaschko constató que la formación de las papilas
comienza en la dermis a partir del quinto mes para llegar a la epidermis totalmente formada al comen-
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Sistemas de Identificación I
zar el séptimo, Kristina Bonnevie, afirma: «He podido comprobar que la ondulación papilar comienza
a manifestarse no a fines del cuarto mes, como se creía anteriormente, sino desde mes y medio
antes, en el embrión que solo mide cuatro centímetros del vértice al isquión».
Hemos podido constatar, por otra parte, que el dibujo papilar se desarrolla poco a poco alrede-
dor de un centro de límites más o menos definidos y cuya localización sobre el dedo varia; desarrollán-
dose, al mismo tiempo, otros dos sistemas de ondulación, uno a partir de la eminencia alrededor de la
uña y el otro del curso interfalangiano.
En el sitio en que los tres sistemas de ondulación se encuentran, se forman los deltas de los
torbellinos o verticilos y de los bucles o presillas, en tanto que la formación de los arcos presupone,
desde el principio, una ondulación papilar continua de toda la superficie del dedo. Es posible seguir de
muy cerca este proceso sobre series de cortes transversales de dedos pertenecientes a embriones de
tres o cuatro meses. Se constatan así mismo diferencias notables entre los embriones. Es posible
distinguir muy bien los tipos de arcos y los tipos de verticilos o los de presillas, en razón de espesamiento
de su epidermis: otros embriones tienen un esbozo papilar de doble centro.
Vervaeck, refiriéndose a este mismo tema, dice: «Los primeros elementos de las glándulas
sudoríparas aparecen en medio de la mano desde el cuarto mes de la vida intrauterina (Kollemann) y
poco más tarde habría comprobado Blaschko la presencia de algunos tramos papilares en la vecindad
de estas glándulas cuya estructura se acaba de formar. Al quinto mes, las papilas comienzan a dibujar-
se en el dermis; al sexto mes los surcos se acusan y poco tiempo después aparecen las pequeñas
depresiones que segmentan en papilas las crestas digitales. En el curso del séptimo mes se muestran
las líneas transversales de la base de la falange, y, desde ese momento, la piel ofrece un aspecto
definitivo”.
Existe un detalle más interesante: las sinuosidades papilares no se desarrollan todas a la vez
en la superficie de la piel. Su dibujo se esboza en la extremidad angular de la falange, luego se
muestra en los bordes laterales del dedo y extendiéndose de la periferia al centro alcanza en último
término el torus táctil. Pero no hay allí, en realidad, un desarrollo en superficie, porque los relieves
epidérmicos se acusan en la piel sucesivamente. Como se puede advertir en un corte microscópico de
una de las sinuosidades papilares emerge del dermis y levanta la epidermis individualmente.
Si esta última comprobación, que debería ser controlada por medio de cortes en series sobre
varios individuos, fuese exacta, habría que deducir de ello que la figura papilar es esencialmente
individual, realizada de acuerdo con un plan embrionario prefigurado; y, por tanto, sería su constitu-
ción en absoluto independientes de las condiciones del medio y de las influencias locales, susceptibles
de actuar sobre la conformación exterior de los dedos hacia el sexto mes de la vida intrauterina.
Miranda Pinto, sostiene: «Cada una de las sinuosidades papilares que emergen del dermis y levanta
individualmente la epidermis, parece manifestar la fuerza original de la vida individual; cada germen
de vida parece contener en potencia una forma determinada que no podrá dejar de revertir en uno u
otro punto de su desarrollo. Y el milagro de las imágenes papilares consiste en revelárnosla en su única
singularidad.
19
Tecnología en Criminalística
LOS POROS
Si observamos detenidamente una línea o cresta papilar en un dibujo podemos comprobar que
lo que a simple vista nos da la sensación de una línea interrumpida, no son más que líneas discontinuas
interrumpidas por unos pequeños orificios llamados poros que siguen la directriz de la línea.
El poro es la boca u orificio de las glándulas sudoríparas que nacen en la dermis y llegan hasta
la epidermis, y esa boca, llamada poro, tiene la función de segregar el sudor derramándolo en la
superficie de la piel. Los poros tienen distintas formas: los hay en formas de ojiva, circulares, de
triángulos, curvilíneas, elípticas, etc. Vistos por el microscopio se puede apreciar que sus formas no
son iguales, ni semejantes unos a otros. El tamaño de los poros no es uniforme, y en el hombre, por lo
regular, son mayores que en las mujeres. Su diámetro oscila entre 80 y 250 milésimas de milímetro. Su
posición en la cresta papilar varía, estando unas veces situado en el centro de la cresta, otras en un
costado; a veces en el asa, o bien ocupando toda la extensión, y muchas veces aparecen separadas por
espacios más chicos que su propio diámetro. También suelen estar separados por distancias superio-
res al tamaño de varios diámetros o agrupados formando triángulos, etc. Su número varía, oscilando
entre 9 y 8 por centímetro. El poro, al igual que la papila, es inmutable, perenne y variable. Luego por
su forma, dimensión, situación y número podemos asegurar que resulta de un valor identificativo de
primer orden.
Veamos ahora cómo están formadas las crestas papilares de las yemas de los dedos de la
mano. Desde el punto de vista de su histología y de su morfología el asiento de la impresión digital
está emplazado en la superficie externa de la piel de la última falange de los dedos de la mano y la
constituyen los dibujos formados por las líneas papilares. Dice José Jiménez Jerez en su interesante
libro, Análisis Quiropapilar, lo siguiente: Si observamos detenidamente cualquiera de las regiones de
la cara palmar en la mano, descubriremos una infinidad de líneas en relieve de lomo redondeado,
sembrada de puntillos glandulares que surcan toda su superficie en diversas direcciones, desde la
muñeca hasta la cúspide de los dedos, formando dibujos que, en ciertos lugares, como las yemas y en
la región dígito-palmar, afectan las formas más variadas.
Estas líneas en relieve se llaman crestas papilares y los espacios que las separan reciben el
nombre de surcos interpapilares. Las crestas papilares son los elementos componentes de los
dactilogramas, por lo que empezaremos a clasificarlas tomándolas como punto de partida para em-
prender los análisis de las impresiones digitales.
Los dibujos digitales están formados por líneas, las crestas papilares, que a simple vista
parecen ininterrumpidas, pero mejor observadas, se notan que son discontinuas, se interrumpen por
pequeños orificios llamados poros, que siguen la directriz de la línea.
20
Sistemas de Identificación I
Abruptas
característicos
Por sus puntos
Bifurcadas
Convergentes
Cruzadas
Desviadas
Interrumpidas
Punto
Ramas
Empalmes
Rectas
Fragmentos
Arqueadas
Abiertas Espirales
Por su Forma
Onduladas
Sinuosas
Curvas
Cerradas
Mixtas
Ahorquilladas Círculos
Ganchosas Elipses
Interrogantes Ojales
Presillas
Dambolena describe así las formaciones de las líneas en la dermis: “ Se inicia la línea en uno
de los lados del dedo con la primera papila y a continuación de ella se colocan las subsiguientes que van
creciendo de abajo hacia arriba formando cadena, a medida que se desarrolla el nervio táctil o los
vasos sanguíneos. Alineados en la misma forma entre papilas pasan los canales excretores del sudor,
que atravesando la dermis y la epidermis van a abrirse en la superficie de la piel. Del mismo modo y
yuxtapuestas a la anterior se van formando las líneas sucesivas. Si la línea está formada por una
sucesión de papilas simples sigue ininterrumpidamente hasta que una papila compuesta, llega a inte-
rrumpirla. Como la papila compuesta tiene dos cúspides, la línea a partir de allí se bifurca en dos
líneas nuevas, lo que da lugar al nacimiento de todas las formas diversas de líneas que observamos en
el dactilograma. Estas son las crestas papilares».
Las líneas papilares que cubren toda la falange del dedo no se distribuyen en un desconcierto
absoluto, dice el doctor Sislán Rodríguez, por el contrario, a pesar de ser todos los dibujos diversos
obedecen a formas de distribución de las líneas semejantes, que han permitido a la dactiloscopia
agruparlos en un número de tipos, que son los básicos empleados, más tarde, en la organización de los
ficheros.
Dice el Dr. Sislán Rodríguez, Director del Museo Vucetich de la Universidad de La Plata, Repú-
blica Argentina, que “lo que ha dado valor de signo natural inconfundible y único a la impresión digital
ha sido el descubrimiento y un escritor de policía científica, Galdino Ramos, calcula que tardarían
4.660.337 siglos para que naciera un hombre con sus dibujos digitales iguales a otro que hoy viviera.
21
Tecnología en Criminalística
A la Academia de Ciencias de París fue presentada una información por el Dr. V. Balthazar, y
publicada en The Scientific American el 19 de agosto de 1911, y según la cual el examen de gran
número de huellas demostraron que cada una posee, por término medio, un centenar de marcas
individuales. Si se divide la superficie de la huella en 100 cuadrados, cada uno de ellos contiene una
marca por regla general, rara vez dos y excepcionalmente tres o más. Cada dos huellas cualesquiera
difieren por la naturaleza de sus marcas o por la situación de estas marcas en los 100 cuadrados el
número posible de comunicaciones correspondientes a las distintas marcas se representa aproxima-
damente por el número uno seguido de 60 ceros.
22
Sistemas de Identificación I
Todo el dibujo digital, líneas y poros, permanecen inalterables desde los cien días, más o
menos, de la vida intrauterina del feto hasta la descomposición de los tejidos por la muerte. Si estos
se conservan, como han sido observados en momias antiquísimas, tampoco desaparecen.
Los científicos aún no se han puesto de acuerdo con respecto al uso de las crestas papilares.
Se ha dicho por algunos que su función es elevar las bocas de los conductos de manera de facilitar la
descarga del sudor y también para ayudar el sentido del tacto.
Pueden aparecer en un dactilograma y en otro no; todo depende del grado de presión que se
haga tanto al entintar como al imprimir el dedo. Es por esto que no deben tenerse en la cuenta de las
crestas.
Hasta ahora es desconocido el origen de las líneas blancas, han aparecido en impresiones
digitales de niños de meses y han faltado en impresiones digitales de ancianos. Se ha comprobado que
no se deben al tipo de trabajo profesional, ni se les pueden confundir con cicatrices o arrugas. Son
más comunes en personas viejas. Tienen forma de surcos profundos y por lo tanto son más visibles
23
Tecnología en Criminalística
que las crestas. Pueden ser rectas, quebradas, perpendiculares, gruesas y finas. Son raras en el dedo
índice y más profusas en los restantes. No son perennes ni inmutables; cambian de posición y de
tamaño y llegan a desaparecer totalmente; por lo tanto su valor identificativo es secundario. Otros
autores se han ocupado de su estudio como Aurelio Núñez Salas, en su obra Atlas de Medicina Legal.
DIBUJO PAPILAR
Son figuras constituidas por capas de piel en alto relieve (crestas) y bajo relieve (surcos), que
se presentan en:
Dicho dibujo papilar se presenta de cuatro maneras diferentes o los llamados 4 tipos funda-
mentales de Vucetich.
24
Sistemas de Identificación I
ARCO
Las crestas papilares se extienden de lado a lado del dactilógrama, casi en forma paralela
entre si. Se simboliza con la letra A por su inicial, y con el número 1 por ser el primer tipo caracterís-
tico.
PRESILLA INTERNA
Presenta una forma deltica a la derecha, un asma central y las crestas papilares se agrupan
alrededor de la misma, con salida hacia la izquierda. Se simboliza con la letra I por su inicial, y con el
número 2 por ser el segundo tipo fundamental.
PRESILLA EXTERNA
Presenta una forma deltica a la izquierda, un asma central y las crestas papilares se agrupan
alrededor de la misma, con salida hacia la derecha. Se simboliza con la letra E por su inicial y con el
número 3 por ser el tercer tipo fundamental.
VERTICILO
Presenta dos formaciones delticas opuestas, una a la derecha y otra a la izquierda, y las
crestas papilares se agrupan alrededor del núcleo; este puede adoptar la forma espiral, circunferencial
sinuoso u ovoidal. Se simboliza con la letra V y con el número 4.
1. Crestas papilares: Es la unión de dos líneas de papilas dérmicas con una dirección
determinada semejando cordones en alto relieve y describiendo diferentes figuras.
2. Surcos interpapilares: Es el espacio en bajo relieve que separa las crestas papilares
(espacios en blanco)
1.Basilar
2. Nuclear
3. Marginal
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Tecnología en Criminalística
SUBCLASIFICACION
Si tomamos en cuenta en base a los 4 tipos fundamentales solamente en el archivo técnico de
dactiloscopia utilizado en el Registro Nacional de Reincidencia y Estadísticas Criminales y Carcelarias,
tendríamos aproximadamente 4.000.000 de individuales dactiloscópicos para dividir en base a los 4
tipos fundamentales, obteniendo aproximadamente 1.000.000 de fichas por cada búsqueda. Al
subclasificarse cada dedo de ambas manos, lo que estamos logrando es acotar la búsqueda a un sector
cada vez más específico del archivo técnico ordenado este mismo de igual manera. A su vez nos
encontramos con la latente posibilidad de alteraciones permanentes o temporales de los dactilogramas
producidas por cicatrices o enfermedades o malformaciones congénitas, lo cual significa, en la prác-
tica que habría que buscar ese dedo como cicatriz, enfermedad o malformación congénita y porque
podría haber sido sin la mencionada alteración.
PUNTOS CARACTERISTICOS
Son las características técnico-morfólogicas que hacen en forma indubitable que las huellas
sean idénticas, pertenezcan a la misma persona y en definitiva lograr la identificación del individuo.
En la práctica actualmente la policía requiere nueve puntos característicos para lograr la iden-
tificación del individuo.
Sobre la herencia de las impresiones digitales todavía no se ha resuelto nada definitivo por la
ciencia dactiloscopia. Los investigadores Feré, Forgeot y Faulds entre los antiguos y Locard y D.
Abundo que estudió las impresiones entre los idiotas; Senet que hizo comparaciones de una familia a
través de cinco generaciones; Cevidalle y Benassi, que las estudiaron en los anormales; Miranda
Pintos, etc., entre los modernos; todos ellos han llegado a la conclusión de que las impresiones digitales
no se heredan. Lo único que se ha probado hasta el presente, y no como una regla general, es que
existe, en muchos casos, entre los consanguíneos directos, una tendencia a la reproducción de ciertos
caracteres similares en sus respectivas impresiones, pero sin que esto represente igualdad absoluta.
Galton, apoyándose en la ley de las analogías, pero no en comprobaciones reiteradas, afirma que
existen razones para creer en la posibilidad de que los dibujos digitales son hereditarios. Discípulos
suyos dedicados en especial a estas investigaciones no han podido comprobar las sugerencias del
maestro. La realidad es, que hasta el presente no se ha podido encontrar un solo caso de igualdad
hereditaria.
26
Sistemas de Identificación I
Aquí nos encontramos frente a la lucha de dos técnicas: la de los criminales y la de la policía
científica. El criminal trata de perfeccionar sus métodos para borrar los rastros del crimen. La policía
científica trata que todo lo que la ciencia le suministra incorporarlo en su guerra sin cuartel contra el
delincuente.
Los delincuentes tratan de borrar las huellas, primero borrando las posibles impresiones deja-
das, luego usando guantes y más tarde tratando de falsificar las impresiones. Los tres procedimientos
dan un resultado casi nulo. Lo primero, el borrar las huellas es difícil de lograrlo, ya que sin quererlo se
van dejando; se podrán borrar las más visibles, mas las invisibles es un poco difícil. El empleo de los
guantes tampoco ha servido de mucho a los malhechores porque casi siempre comienzan trabajando
con ellos y terminan con las manos descubiertas. Es bueno recordar que los ladrones operan casi
siempre en la oscuridad y que se valen más bien del sentido del tacto que de sus ojos. También puede
estar el guante desgastado o roto y en ese caso permite el paso de rastros que permiten reconstruir
perfectamente la impresión. Con respecto a la falsificación de impresiones digitales para dejar ras-
tros o impresiones digitales falsas que sirvan para desorientar a los investigadores es un poco difícil
lograrlo con verdadero éxito porque estas falsificaciones no se pueden hacer totalmente por ser impo-
sible reproducir los poros en su totalidad y con su nitidez y característica verdadera.
Además, los poros de la impresión digital natural dejan el rastro de la gota de sudor, lo que no
hacen los poros de las falsas imprecisiones. Hay varios procedimientos para falsificar las impresiones
digitales tales como los de Collier, Retcher, Wehde, Goddefroy y Reiss; estos dos últimos permanecen
secretos. Estos sistemas están basados en la impresión de clichés.
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Tecnología en Criminalística
UNIDAD 3
ODONTOLOGIA FORENSE
INTRODUCCION
El odontólogo forense debe tener conocimientos de Antropología para dar con exactitud los
resultados con respecto a los informes periciales dentro de esta área.
Ya que dentro de los informes periciales no siempre nos vamos a encontrar con cadáveres
dentro de un anfiteatro, en ciertas ocasiones se tendrá que trabajar con cadáveres encontrados de
identidad desconocida por causas por ejemplo de desastres masivos o muertes colectivas en el lugar
de los hechos. Desafortunadamente en Latinoamérica no es frecuente la participación del odontólogo
forense ya que no se tiene conocimiento de que el odontólogo, dentro de su práctica a nivel particular
o Institucional, lleve un control estricto de los pacientes que atiende y sin la complementación necesa-
ria aún en caso de tratamientos cortos y simples como son radiografías, fotografías, modelos de
trabajo, los cuales ayudarían e incluso apoyarían a la identificación de cadáveres en investigaciones
difíciles de resolver.
28
Sistemas de Identificación I
INICIOS DE LA ODONTOLOGIA
Trescientos años antes de J.C., un anatomista griego ya había propuesto esta fórmula: “no
arranquéis, curad”. Un gran nombre dominaba el arte dental y médico griego, Hipócrates, médico
ilustre de Cos. Sólo recurría a la extracción en casos desesperados; describía precisamente un método
de extracción de dientes dolorosos y movibles con la ayuda de “pinzas”. Si el diente ya estaba picado,
débil y dolorido, !hacía falta “quitarlo”!, si el diente no se movía, él lo secaba quemándolo. Ya se
practicaba la extracción de las encías, el uso de enjuagues bucales y de gárgaras. Los instrumentos
quirúrgicos tenían un lugar importante en esta civilización; por ello eran expuestos en el templo de
Apolo en Delfos, el Odontagra, pinzas de plomo utilizadas para las extracciones dentales. Algunos
pretendían que el instrumento real fuera de hierro y que sólo el modelo fuese de plomo. Desgraciada-
mente, si Hipócrates ya conocía las turbias y sufridas causas de las infecciones dentales, los medios
terapéuticos que él proponía estaban lejos de ser eficaces y, bajo el cielo sereno de Grecia, “el dolor
de muela” debió debilitar la sabiduría de más de un filósofo.
En nuestra cultura, analizando la forma de vida antes de la llegada de los invasores españoles,
nos encontramos con datos históricos que relacionan las incrustaciones de piedras preciosas en los
dientes, así mismo sobre la forma de los cortes dentales que servían no solamente de adorno, sino
29
Tecnología en Criminalística
que servian para distinguir a los dirigentes indígenas. Esto se observa desde los Dacotas del Norte
hasta en las diferentes culturas de la patagonia.
Como podemos observar, el hecho de dichos trabajos dentales ya era una forma de identifica-
ción entre las diferentes tribus, sacándose como conclusión que desde ese entonces ya era utilizada la
odontología como método de identificación aunque fuera únicamente de rango.
En primer lugar, porque al estar, en parte, formados por el tejido más duro del cuerpo humano
(el esmalte); por la relación forma—tamaño de su anatomía y por la protección física que encuentran
sus raíces al estar enclavadas en los huesos maxilar superior y mandíbula, con gran frecuencia aparece
como única fuente de información prácticamente intacta.
En segundo lugar, la gran estabilidad evolutiva que poseen sus coronas, sigue un modelo
poligénico que aunque actualmente es desconocido, se manifiesta en algunos caracteres morfológicos
de importancia poblacional (ejemplo: alta frecuencia de dientes en forma de pala en el grupo racial
mongoloide). Y por último, porque de todas las estructuras duras de origen mesodérmico, los dientes
son los únicos que en el sujeto en vida se encuentran en contacto directo con el medio ambiente, por
lo que algunas actividades económicas e inclusive culturales del hombre, pueden dejar “huellas” que
unidas a los tratamientos odontológicos son de gran utilidad para establecer la identidad de una
persona.
Las condiciones físicas de los cuerpos de las víctimas en los desastres masivos pueden ser
variables, sin embargo, la aplicación de técnicas propias de la Estomatología Forense son en esencia
las mismas usadas en las identificaciones de “rutina” de un cadáver en situaciones normales.
Lo que distingue el trabajo de los estomatólogos forenses en tales circunstancias (al igual que
al resto de los expertos) son los aspectos organizativos concernientes a la integración en un grupo
multidisciplinario; no obstante la mayor relación se guarda con los antropólogos forenses.
Las estimaciones de la estatura, del sexo, la edad y el grupo racial constituyen los elementos
básicos en la identificación humana, al extremo de que estas variables son conocidas como las “cuatro
grandes”.
30
Sistemas de Identificación I
ESTIMACION DE LA EDAD
Existe una gran correlación entre la edad cronológica y la edad biológica; por esa razón, la
segunda es utilizada para estimar a la primera que es en definitiva la que se requiere como elemento
de trabajo en la identificación médico legal. La maduración dentaria principalmente y el brote de los
dientes son los recursos más eficientes para estimar la edad en niños pequeños y en subadultos y
puede ser de gran ayuda el estado de calificación de los terceros molares en individuos con menos de
25 años de edad. Gustafson propuso un método para la estimación de la edad en adultos en el que
utiliza una ecuación de regresión lineal múltiple, donde aparece un grupo de variables y da un sistema
de puntuaciones para los valores que pueden tomar cada una de ellas. Sin embargo, esto ha sido muy
discutido y no son pocos los autores que han destacado que solamente el grado de translucidez de la
dentina puede dar información al respecto.
La determinación de las variables sexo y raza presentan una gran dependencia metodológica,
pues generalmente en los métodos y modelos estadístico-matemáticos empleados se consideran las
variaciones de una con respecto a la otra.
Aunque existen regiones anatómicas capaces de brindar mayor información y por lo tanto,
proporcionar técnicas más eficientes, los dientes y maxilares pueden usarse con estos fines, sobre
todo, en cadáveres muy fragmentados o carbonizados. Para tales casos están las funciones discrimi-
nantes para determinar el sexo y la raza por odontometría.
DETERMINACION DE LA NACIONALIDAD
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Tecnología en Criminalística
32
Sistemas de Identificación I
NECROPSIA BUCAL
El elevado número de cadáveres y las circunstancias de muerte en los desastres masivos,
conlleva a que el rigor mortis no permita el acceso adecuado a la cavidad bucal, por lo que estará
indicada la remoción de los maxilares, mediante la necropsia bucal. La aplicación de esta técnica
posibilita no sólo el no dañar a los dientes y las restauraciones con manipulaciones forzadas, sino
además, una mejor visualización para el examen forense, poder observar los huesos del maxilar
superior y mandíbula después de la eliminación de los tejidos blandos y que sea más fácil el estudio
radiográfico. Para determinar la edad en niños y subadultos, la necropsia incluirá las extracciones de
dientes y folículos para así analizar directamente el grado de clasificación en que se encuentran.
EL ESTUDIO RADIOGRAFICO
El estudio radiográfico forense constituye un medio inestimable en la detección de enferme-
dades dentomaxilares, caries proximales, tratamientos pulporradiculares, dientes retenidos, etc.
El examen clínico estomatológico de los pacientes incluye con mucha frecuencia al radiográfico,
que se anexa a la historia clínica dental. Los datos pre y postmortem, permiten la comparación de las
formas y contornos de las restauraciones y de los senos maxilares y frontales, y por supuesto, la
técnica radiológica con fines de identificación forense nos será muy útil en la estimación de la edad
atendiendo a los estadios de maduración dentaria durante las 2 primeras décadas de vida.
EL ESTUDIO FOTOGRAFICO
El uso de fotografías como medio de conservación gráfica de las evidencias particulares de un
cadáver (identificadores), requiere una atención especial por parte del estomatólogo forense por la
importancia documental y testimonial que adquieren. Siempre que se practique la necropsia bucal el
trabajo fotográfico esmerado deberá tenerse como una máxima evidencia de los hallazgos encontra-
dos con fines de identificación.
PROCESAMIENTO AUTOMATIZADO
Aunque el estudio comparativo de las evidencias estomatognáticas nos lleva ineludiblemente
al análisis e interpretación de los datos de forma personal por parte de los peritos, cuando se trabaja
33
Tecnología en Criminalística
con mucha información, como sucede en los desastres masivos, el procesamiento automatizado por
programas computarizados diseñados al respecto, se convierte en una magnífica herramienta para la
gestión de datos, por lo que viabiliza la fluidez y organización del proceso de identificación y en
consecuencia, disminuye considerablemente el tiempo útil y aumenta la capacidad de trabajo del
personal calificado. Con esta intención se han aplicado programas de computación en estomatología
forense para la identificación masiva de cadáveres; el programa CADMI (EE.UU.) es el más amplia-
mente divulgado en el continente americano.
SISTEMA N.N.D.M.
Básicamente consiste en la agrupación ordenada de los identoestomatogramas (fichas
odontológicas realizadas por el Perito Odontólogo durante la recolección de datos sobre el elemento a
periciar, tendiente a la identificación) y las fichas aportadas por personas interesadas en lograr una
identificación a través de este medio.
Todas las consultas realizadas que ingresan al sistema y que contengan datos iguales a los de
la ficha archivada, dará como consecuencia -en primera instancia- una (o varias) posibilidades de
obtener una identificación positiva. Las fichas que ingresen y contengan datos distintos -luego de una
revisión y auditoria profesional- pasarán a acrecentar el banco de datos del sistema. Ante la ausencia
de la mayoría de los datos identificatorios tradicionales que nos permiten un ordenamiento normal, se
hace imprescindible crear una forma para poder ordenarlos de tal manera que podamos encontrar las
fichas lo más rápido y eficientemente posible, con más probabilidades de éxito en la confrontación.
CONCLUSIONES
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Sistemas de Identificación I
UNIDAD 4
ANTROPOLOGIA FORENSE
Mientras que en la formación del antropólogo físico americano las Ciencias Sociales ocupan un
lugar importante y en la parte biológica se hace énfasis en el estudio de tejidos duros (huesos y
dientes) y en procedimientos de excavación, en Europa y Asia la Antropología es sinónimo de biología
humana y se estudia en facultades de Biología. Aquí el antropólogo obtiene una formación con énfasis
en tejidos blandos y en el manejo de métodos cuantitativos. Los mismos fundadores de las distintas
escuelas europeas eran cirujanos (Paul Broca), patólogos (Rudolf Virchow), naturalistas (A. P. Bogdanov),
biometristas (Karl Pearson).
Estas tendencias académicas y las mismas condiciones sociales de sus países han conllevado
a que las labores de los antropólogos (físicos) interesados en problemas forenses se centren más en
casos de delincuencia común. A pesar de las diferencias los trabajos de antropólogos alemanes (R. P.
Helmer, I. Schwidetsky, R. Knussmann, H. Hunger,D. Leopold), húngaros (I. G. Fasekas, F. Kosa, K.
Csete), ingleses (A. Boddington. A. N. Garland, R. C. Janaway, R. Neave), rusos (V. Alexeev, G.
Lebedinskaya, A. Zoubov), japoneses (S. Seta, M. Yohino) y otros especialistas han contribuido con
aportes valiosos en las áreas de la reconstrucción facial forense, antropología dental, nutricional,
ecológica, y ante todo en la rama forense.
El antropólogo forense debe estar enterado de la situación de los derechos humanos en cada
país para poder captar el modus operandi de los victimarios y sus sistemas de desaparición, además
35
Tecnología en Criminalística
de los procesos jurídicos a seguir tanto en la labor de exhumación como en la presentación de los
testimonios ante entidades oficiales (Procuraduría, Fiscalía, Defensoría, Consejería Presidencial),
ONGs (Organismos no Gubernamentales) y entidades internacionales (Amnesty International, Committe
on Scientific Freedom and Responsability). Por esta razón, el componente biológico (identificación)
debe estar acompañado de los aspectos históricos, sociales y jurídicos de la figura de la desaparición
forzada.
En virtud de que los restos óseos suministran menos información sobre las víctimas y las
circunstancias de su muerte que el cuerpo completamente preservado, la correcta recolección de la
mayor cantidad de evidencias de la escena del crimen sobre las condiciones antemortem y posmortem
de la inhumación y su relación con los artefactos asociados al cuerpo, constituyen el primer paso en el
proceso de identificación. En primer lugar, el investigador debe saber localizar el lugar del enterra-
miento, excavarlo sistemáticamente, determinar si los restos son humanos o animales, establecer el
número mínimo de individuos (NMI), las causas de muerte, juzgar sobre el tiempo trascurrido a partir
de la inhumación y los procesos tafonómicos sufridos por los restos, finalmente diagnosticar los prin-
cipales parámetros que caracterizan su biografía biológica antemortem u osteobiografía (sexo, edad,
lateralidad, ancestros, estatura) (Bass, 1987; Brothwell, 1987; Krogman,Iscan, 1986; Ubelaker, 1989;
White, 1991).
36
Sistemas de Identificación I
- Fotografiar la zona de trabajo desde la misma perspectiva antes de iniciar los trabajos y después
de que concluyan todos los días a fin de documentar las alteraciones que no se relacionen con el
procedimiento oficial.
- En algunos casos es necesario ubicar en primer lugar la fosa en una superficie determinada. Hay
numerosos métodos de ubicación de fosas según su antigüedad:
2. Puede usarse la sonda metálica para ubicar las características menos compactas de
suelo utilizado para rellenar la fosa.
3. Puede despejarse la zona que se investiga y apartar el suelo de la superficie con una
pala plana. Las fosas tienen una apariencia más oscura que el terreno que las rodea
porque el suelo superficial más oscuro se ha mezclado con el subsuelo más claro en el
lugar en que se ha rellenado la fosa. A veces la aspersión ligera de agua sobre la
superficie puede realzar los contornos de la fosa.
1. Individual o mezclado. Una fosa puede contener los restos de una sola persona o puede
contener los restos mezclados de dos o más personas enterradas al mismo tiempo o
con un intervalo.
2. Aislado o adyacente. Una fosa aislada está separada de otras fosas y puede excavarse
sin preocupación por invadir otra fosa. Las fosas adyacentes como las que se hallan en
un cementerio poblado, requieren una técnica de excavación diferente porque la mu-
ralla de una fosa es también la muralla de la que está junto a ella.
3. Primario o secundario. Una fosa primaria es aquella en que se sitúa en primer lugar al
difunto. Si a continuación se extraen y vuelven a enterrar los restos, se considera que
la fosa es secundaria.
37
Tecnología en Criminalística
- Establecer un punto inicial, y luego cuadricular y hacer un gráfico del lugar del entierro haciendo
una rejilla de tamaño apropiado y siguiendo técnicas arqueológicas normales. En algunos casos,
puede bastar con medir la profundidad de la fosa desde la superficie hasta el cráneo y desde la
superficie hasta los pies. A continuación puede dejarse constancia de los materiales registrados
desde el punto de vista de su posición relativa al esqueleto.
- Extraer la capa superior de tierra, examinando ésta en busca de materiales asociados. Dejar
constancia del nivel (la profundidad) y las coordenadas relativas de los hallazgos de esa especie.
El tipo de entierro especialmente si es primario o secundario, influye en el cuidado y atención que
es necesario prestar en este momento. Los materiales asociados ubicados en el lugar de un
entierro secundario probablemente no revelarán la circunstancia del entierro primario, pero pue-
de dar información acerca de los hechos ocurridos después de ese entierro.
- Un detector de metales es útil para hallar elementos como balas o joyas, particularmente en los
niveles inmediatamente superior o inferior al nivel de los restos.
- Cuando se ubique el nivel del entierro, circunscribir el cadáver y si es posible, abrir la excavación
del entierro a un mínimo de treinta centímetros a los costados del cadáver.
- Hacer un pedestal del entierro, excavando todos los costados hasta el nivel inferior del cadáver
(aproximadamente 30 cm). Hacer también un pedestal de todos los artefactos asociados.
- Exponer los restos con un cepillo blando o escobilla. No utilizar el cepillo sobre tela, por cuanto
puede destruir los restos de fibras. Examinar el suelo alrededor del cráneo en busca de pelo.
Colocar este suelo en una bolsa para estudiar en el laboratorio. La paciencia es inapreciable en
este momento. Los restos pueden ser frágiles, y es importante determinar la interrelación de los
elementos que se pueden alterar fácilmente. Los daños pueden reducir seriamente la cantidad de
información disponible para el análisis.
- Fotografiar y hacer un gráfico de los restos en el lugar mismo. Todas las fotografías deben incluir
un número de identificación, la fecha, una escala y una indicación del norte magnético:
2. Debe fotografiarse de cerca todo lo que parezca desusado o notable. Debe prestarse
seria atención a las pruebas de trauma o cambio patológico, ya sean recientes o res-
tauradas.
1. Medir la longitud total de los restos y dejar constancia de los puntos terminales de la
medición, por ejemplo, superficie superior o plantar del calcáneo (Nota: esta no es
una medición de estatura).
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Sistemas de Identificación I
- Extraer todos los elementos y ponerlos en bolsas o cajas, procurando evitar los daños. Numerar
y poner fecha de iniciales a todos los recipientes.
- Excavar y pasar por una criba o cedazo el suelo situado inmediatamente debajo del entierro. Se
debe llegar a un nivel del suelo estéril (libre de artefactos) antes de cesar la excavación y comen-
zar a rellenar.
DIAGNOSTICO DE LA EDAD
Consideraciones generales:
Últimamente con el entrenamiento que en Estados Unidos y otros países ha recibido el perso-
nal forense sobre la identificación de la biología general de la víctima (sexo, edad, raza, estatura), el
papel primordial del antropólogo forense se ha centrado en la reconstrucción de la biografía individual
biológica de la persona, relacionada con anomalías, patologías, estado de salud-enfermedad, hábitos
de lateralidad, estimación de la posible ocupación profesional, la reconstrucción del rostro (Iscan,
1981). La detección de las patologías y traumas ante-mortem permiten reconstruir tanto las causas de
la muerte, como las circunstancias en que ocurrieron. Estos últimos aspectos son de vital importancia
para el peritaje médico-legal.
Desde el nacimiento hasta la adolescencia, la edad se puede diagnosticar con gran aproxima-
ción mediante la observación de la forma y el estado de metamorfosis de los centros de osificación, la
formación y erupción dental y la progresión en el cierre epifisial, como también, por la longitud de los
huesos largos (Krogman, Iscan, 1986; Iscan et al., 1989; Ubelaker, 1989).
39
Tecnología en Criminalística
En los métodos macroscópicos las costillas esternales por su posición y función constituyen un
sitio particular excelente para la observación de la metamorfosis durante la vida del individuo. La
unión costocondral se localiza en un lugar relativamente estable, poco sujeto a efectos de locomoción,
embarazo, parto y peso de la persona, estos procesos sí afectan el diagnóstico a partir de la sínfisis
púbica, la superficie auricular del ilión y de los huesos largos (Iscan, Loth, 1989: 27-29). La región
sacroilíaca en sus superficies articulares del ilión y sacro evidencia pocas diferencias sexuales hasta la
pubertad, a partir de la cual se acentúa el proceso de anquilosamiento en las mujeres por la acción de
los partos y la locomoción, más que en otras regiones del cuerpo. Recientes estudios llevados a cabo
por Angel y colaboradores (1986; citado por Iscan, Loth: 1989: 31) evidencian que los estándares
originales desarrollados por Todd (1920) y McKern-Stewart (1957), no son efectivos para los individuos
masculinos contemporáneos. Por tal razón, Katz y Suchey (1986) elaboraron unos estándares apropia-
dos a las muestras masculinas.
Consideraciones generales:
El diagnóstico del sexo se realiza correctamente en un 100% de los casos cuando se cumplen
las siguientes condiciones:
40
Sistemas de Identificación I
41
Tecnología en Criminalística
estado bisoño, saludable y las crudas maneras de sus mujeres era considerado un excelente antece-
dente para el sostenimiento económico de la familia pobre (Hoyme, Iscan, 1989).
Consideraciones generales:
Las pobalciones humanas se distinguen entre sí por una serie de rasgos que varían con una
tendencia central y una frecuencia determinada en su distribución. Pertenecemos a la especie Homo
Sapiens Sapiens, que ha sido dividida en subespecies o razas con el fin de sistematizar la información
existente y poder facilitar su estudio. No obstante, los límites de esas clasificaciones son ambiguos y
basados a menudo sobre supuestos inexactos que sólo pueden conducir a errores y que muchas veces
están rodeados de sentimientos y posiciones morales y económicas. En la medida de su hipotética
realidad, las razas deben ser consideradas a lo sumo como conglomerados de poblaciones que compar-
ten una historia biológica común en virtud de los procesos evolutivos de mutación, selección natural ,
deriva genética y flujo génico. Este último proceso ha incidido significativamente en la transforma-
ción de la estructura genética de las pobaciones contemporáneas. Por tal razón, desde el punto de
vista evolutivo una raza es una categoría transitoria, dinámica, que cambia de forma y de frecuencia
según las condiciones históricas, geográficas y morfológicas.
42
Sistemas de Identificación I
Los estudios poblacionales realizados por los antropólogos T.L. Woo, G.M. Morant (1934), G.
F. Debetz, V. P. Alexeev (1967), W. W. Howells, G. W. Gill, J. S. Rhine y otros (Krogman, Iscan, 1986;
Rodríguez, 1987), evidencian que los principales rasgos craneométricos diferenciadores son las medi-
das de proyección, cuyos ángulos se obtienen con el compás de coordinación (simómetro) y el goniómetro
(facial) y expresan el grado de pronunciamiento o perfilación del esqueleto facial, huesos nasales,
pómulos y porción alveolar.
Así, los intentos de delimitación racial en Colombia y quizá en la mayoría de los países latinoa-
mericanos constituye un procedimiento de aproximación, el cual, conjuntamente con el sexo, edad,
proporciones corporales y rasgos individuales contribuye a destacar posibles víctimas relacionadas
con los restos óseos en estudio. Si el esqueleto en estudio pertenece a un mestizo, el establecimiento
de la proporción racial en su fenotipo es una labor casi imposible, así como la reconstrucción del color
de su piel, cabellos, ojos. No obstante, lo podemos identificar como mestizo con rasgos negroides,
mongoloides o caucasoides acentuados según la combinación que exprese del prognatismo dentoalveolar
con el sulcus praenasalis; incisivos en pala aunados a un fuerte aplanamiento facial; rostro perfilado y
ortognato relacionado con huesos nasales muy angostos y pronunciados.
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Tecnología en Criminalística
RECONSTRUCCION DE LA ESTATURA
Consideraciones generales:
Una vez estimado el sexo, edad y el patrón racial (ancestros) del individuo, se procede a
reconstruir la estatura teniendo en cuenta los parámetros de variación de los componentes arriba
mencionados.
La estatura o talla de pie se define como la altura comprendida entre el vértex (punto más
elevado de la cabeza) al suelo, orientando al individuo en el plano de Frankfort. Se suele medir me-
diante el antropómetro y se expresa en centímetros. La estatura se usa como parámetro comparativo
con las otras medidas del cuerpo, exceptuando la cefálica, para definir la proporción entre el tronco y
las extremidades.
La estatura, además, se considera exclusiva de la especie humana por cuanto los otros anima-
les no asumen una postura erguida habitual fisiológica. Sus dimensiones dependen de varios segmen-
tos como el cefálico (altura basibregmática), raquídeo (altura de la columna), pelviano y de las extre-
midades inferiores. Cada uno contribuye a la talla del individuo en consideración a la edad, sexo,
ancestros (raza), condiciones socioeconómicas y psicosociales y finalmente de las tendencias secula-
res (históricas).
Entre los factores longitudinales y transversales del crecimiento predominan los primeros.
Según Burt y Banks (1947; citados por Valls 1980:229) los valores de correspondencia (expresados
mediante el coeficiente de correlación) entre la estatura y los distintos segmentos longitudinales se
aprecian significativamente con la longitud de la pierna (0,864), la talla sentado (0,732) la longitud del
brazo (0,677) y del muslo (0,608). Por tal razón, en el cálculo de la estatura a partir de las dimensiones
del esqueleto se aplica preferencialmente las longitudes de la extremidad inferior, la columna y la
extremidad superior.
La variabilidad racial de la estatura está determinada tanto por los distintos ritmos de creci-
miento como por las diferentes proporciones corporales. Los niños caucasoides, por lo general, son
más altos a cualquier edad; el niño negroide tiene un crecimiento pubertario más acelerado pero su
estatura final se compensa por un ritmo de crecimiento inicial más lento; el niño mongoloide es más
bajo a cualquier edad, con su crecimiento pubertario mucho menor. Además, las poblaciones negroides
poseen unas piernas más largas respecto a la longitud del tronco; mientras que en los mongoloides el
tronco crece más rápido que las extremidades inferiores (Valls, 1980:240; Genovés, 1967; Tanner,
1986).
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Sistemas de Identificación I
INDIVIDUALIZACION
Consideraciones generales:
Una vez establecidos los principales rasgos correspondientes a la biografía general (edad,
sexo, ancestros, estatura) que ubican al sujeto en una cohorte de edad, en un sexo determinado, en
un patrón racial aproximado y en un intervalo estatural específico, que permiten reducir el número de
posibles víctimas en el proceso de identificación, se procede a reconstruir la biografía individual de la
persona (características esqueléticas antemortem, estado de salud, marcas de estrés ocupacional,
lateralidad, huellas de traumas, desarrollo físico ). Por desarrollo físico del individuo se entiende el
conjunto de rasgos fundamentales del cuerpo humano, tales como la estatura, el peso y las proporcio-
nes corporales.
Actualmente los laboratorios que adelantan investigaciones sobre la reconstrucción facial de-
sarrollan estudios sobre el grosor de los tejidos blandos en los distintos puntos cefalométricos, utili-
zando agujas de punción de cadáveres, aparatos oftalmológicos de ultrasonido, radiografías y
estereofotografía, lo que nos ha brindado una visión general sobre su variación en japoneses (Suzuki,
1948; en Krogman, Iscan, 1986), caucasoides de la antigua Unión Soviética (Lebedinskaya et al, 1979,
1982), caucasoides norteamericanos (Rhine and Moore, 1982: Hodson et al, 1985; Dumont et al, 1986;
45
Tecnología en Criminalística
en Ubelaker, 1989), caucasoides alemanes (Helmer, 1980, 1984; en Helmer et al., 1993) y negros
norteamericanos (Rhine and Campbell, 1980, en Ubelaker, 1989; Ubelaker et al., 1992). Por su parte,
la disección de cadáveres ha evidenciado la ubicación de los puntos de inserción de los distintos
ligamentos y músculos faciales (Lebedinskaya, 1957). Finalmente, la aplicación de computadores per-
mite aligerar el proceso de reproducción facial aunque sus costos son mucho más elevados que con
técnicas tradicionales (Ubelaker et al, 1992).
A finales de 1993 salió a la luz un tratado bastante completo sobre Forensic Analysis of the
Skull editado por M. Y. Iscan y R. P. Helmer, con la participación de científicos rusos, alemanes,
italianos, chinos, japoneses, suizos, hindúes y norteamericanos, en donde solamente faltó el profesor
R. Neave para completar el equipo de los más brillantes especialistas en el tema.
En Colombia este método fue introducido recientemente a través de los talleres de Antropolo-
gía Forense dictados en la Universidad Nacional de Colombia y en dos cursos intensivos dictados por el
profesor de la Universidad de Manchester y asesor de la Policía Metropolitana de Londres, Dr. Richard
Neave. La primera experiencia en reconstrucción facial fue aplicada a casos prehispánicos gracias al
auspicio del Instituto Vallecaucano de Investigaciones Científicas (INCIVA) y al Instituto Huilense de
Cultura (IHC); en el museo arqueológico de Darien, Valle del Cauca, y de Neiva, Huila, reposan las
esculturas de hombres prehispánicos. Posteriormente esta experiencia se extendió a casos forenses y
desde 1991 se realizan prácticas de identificación a partir de la reconstrucción tridimensional tanto en
el Laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional, en el Cuerpo Técnico de Investigacio-
nes de la Fiscalía General de la Nación y en el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
46
Sistemas de Identificación I
UNIDAD 5
GENETICA FORENSE
INTRODUCCION
A mediados de la década de 1980-1990 comienzan a desarrollarse sistemas de identificación
de individuos basados en el estudio de polimorfismos de ADN, los cuales reflejan la amplia variación
de secuencias localizadas en diferentes regiones del genoma.
Los primeros trabajos, publicados a mediados de los ´80, empleaban fragmentos de ADN
obtenidos por digestión con enzimas, separados electroforéticamente y transferidos a un soporte
sólido, el cual se trataba con una “sonda” constituída por secuencias complementarias de las regiones
variables, marcada radiactivamente. Por autorradiografía, resultaba posible observar varias bandas,
de localización desconocida dentro del genoma, pero que eran características de cada individuo y se
heredaban de padres a hijos (Jeffreys et al, 1985a y b).
Si bien las bandas producidas por estas sondas multilocus eran muy variables de una persona
a otra, los resultados eran difícilmente reproducibles, ya que pequeñas y poco controlables diferencias
en la corrida electroforética (voltaje, tiempo, concentración del gel) afectaban en gran medida la
reproducibilidad e interpretación de los resultados.
Estas zonas están constituídas por secuencias repetidas, que aparentemente carecen de fun-
ción como codificantes de proteínas. La menor variabilidad exhibida por estos sistemas de análisis se
solucionaba empleando un conjunto de cuatro o más sondas unilocus que evaluaban otras tantas
regiones del genoma.
Sin embargo, aún persistía un inconveniente para el empleo masivo de estas metodologías en
la práctica forense: las sonda multilocus, y en menor medida las unilocus, requerían un ADN en estado
óptimo en cuanto a su integidad, de alto peso molecular, lo cual rara vez ocurre en cadáveres en
proceso de descomposición, o en manchas antiguas de fluídos biológicos o expuestas a condiciones
ambientales adversas.
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Tecnología en Criminalística
sistemas de análisis de secuencias más pequeñas (“microsatélites” o “STRs”), pero menos variables
que las anteriores. Con el advenimiento de esta nueva técnica, se hizo posible la evaluación de
polimorfismos en cuanto a la secuencia nucleotídica de la región variable, además de las diferencias
de longitud.
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Sistemas de Identificación I
GRUPOS SANGUINEOS
Sus antígenos se hallan en la superficie de los glóbulos rojos, y sus correspondientes anticuerpos
forman parte de las inmunoglobulinas del plasma.
Los antígenos del sistema ABO se hallan también en otras células y en fluídos corporales
(saliva, orina, semen, leche) en individuos secretores. Al sistema ABO, descubierto en 1901 por
Landsteiner, se fueron agregando posteriormente otros, como el RH, MNS, Duffy, Lewis, Kidd, Lutheran,
etc. En conjunto, presentan un rango de probabilidad de exclusión (es decir, de excluir la paternidad
biológica de padres falsamente alegados), de alrededor del 75 %.
49
Tecnología en Criminalística
PROTEINAS PLASMATICAS
Las más frecuentemente utilizadas como marcadores genéticos en las pruebas de filiación son
la haptoglobina, alfa-1- antitripsina, transferrina, proteínas grupo específicas Gc, orosomucoide,
factor B del sistema properdina, fracción C3 del complemento, alotipos Gm y Km, de cadenas pesadas
y livianas de inmunoglobulinas. Su rango de probabilidad de exclusión es de alrededor de 71 %.
ENZIMAS ERITROCITARIAS
Las que presentan mayor polimorfismo son la fosfatasa ácida eritrocitaria (EAP), adenilato
kinasa (AK), transaminasa glutámico-pirúvica (GPT), fosfoglucomutasa (PGM), esterasa D (EsD),
adenosín deaminasa (ADA), fosfogluconato dehidrogenasa (PGD) y glioxalasa (GLO). El rango de pro-
babilidad de exclusión oscila en el 61 %.
Están codificados por los genes del Complejo Mayor de Histocompatibilidad, ubicados en los
loci A, B, C, D, DR, DQ y DP del brazo corto del cromosoma 6.
Los antígenos HLA-A, B y C están presentes en todas las células nucleadas del organismo; en
cambio los HLA-D y R se distribuyen en forma más limitada: sobre linfocitos B, macrófagos,
espermatozoides, células de Langerhans, etc. Presentan en su conjunto un rango de probabilidad de
exclusión de aproximadamente 95 %.
Las pruebas de HLA en estudios de paternidad comenzaron a ser aceptadas en las Cortes a
partir de principios de los ’70, aunque su origen científico se sitúa unos 15 años antes por su utilidad
en otra área de la identificación humana: la determinación de la compatibilidad entre dador y receptor
de un transplante de órganos.
El ADN fué descubierto por Miescher en 1871, pero recién se lo identificó como portador de la
información genética a mediados del siglo XX (Avery et al, 1944; Hershey and Chase, 1952). En 1953,
Watson and Crick (1953a, b) sugieren un modelo tridimensional para su estructura y mecanismo de
replicación, confirmados posteriormente.
50
Sistemas de Identificación I
De acuerdo con el modelo propuesto, el ADN es una molécula bicatenaria, constituída cada
cadena por la secuencia de unidades químicas denominadas nucleótidos. Cada nucleótido está com-
puesto por una pentosa, la deoxirribosa, un grupo fosfato y una base nitrogenada.
Los nucleótidos difieren solamente a nivel de las bases nitrogenadas, que son de dos tipos: las
purinas, representadas por la guanina (G) y la adenina (A); y las pirimidinas, constituídas por la
citosina (C) y la timina (T).
Las dos cadenas polinucleotídicas dextrohelicoidales, enrolladas sobre un mismo eje, consti-
tuyen una doble hélice. Cada una de ellas presenta una orientación de sus puentes fosfodiéster 3'-5'
internucleotídicos opuesta a la de la otra, determinándose así el antiparalelismo de las cadenas.
Las bases nitrogenadas de una de las cadenas se aparean, sobre el mismo plano, con las
emergentes de la otra cadena. Debido a problemas estéricos, sólo son posibles dos tipos de aparea-
miento: A-T y G-C, que son precisamente los que presentan una exacta equimolaridad en todos los
ADNs estudiados (Chargaff, 1950). El par A-T está mantenido por dos puentes de hidrógeno, en tanto
que el par G-C lo está por tres.
Las bases nitrogenadas son hidrofóbicas, ubicándose en el interior de la doble hélice, en tanto
que los azúcares y fosfatos, por estar cargados eléctricamente, están expuestos al contacto con el
agua. De esta manera, la estructura del ADN no sólo está mantenida por las uniones puente de hidró-
geno, sino también por las interacciones hidrofóbicas generadas cooperativamente al apilarse las
bases.
El modelo postulado por Watson y Crick sobre la estructura del ADN les permitió proponer, a la
vez, un mecanismo de replicación: ya que las dos cadenas son complementarias, durante la replicación
podría producirse la separación de las cadenas de la molécula, constituyendo cada una un molde sobre
el que se sintetizaría la cadena hija, complementaria.
Como resultado, se obtendrían dos moléculas hijas, constituída cada una de ellas por una
cadena parental y una sintetizada usando aquella como molde. Se plantearon así las bases de la
replicación semiconservativa del ADN, posteriormente comprobada en forma experimental (Meselson
and Stahl, 1958).
51
Tecnología en Criminalística
A partir del descubrimiento de polimorfismos hipervariables en el ADN por Wyman and White
(1980), y de la posibilidad de emplearlos en identificación humana, lograda por Jeffreys (1985), los
rangos de probabilidad de exclusión se incrementaron enormemente, a más del 99,99 %, superando
incluso a la aplicación de todos los sistemas anteriores en conjunto.
RESEÑA HISTORICA
En orden cronológico, puede decirse que el puntapié inicial de los análisis de ADN se produce
en abril de 1985, cuando el primer caso judicial es resuelto por aplicación de técnicas moleculares de
caracterización de secuencias hipervariables en el ácido desoxirribonucleico (ADN) (Jeffreys et al.,
1985a).
Los resultados obtenidos mediante el estudio de las Huellas Digitales Genéticas (HDG) o “DNA-
Fingerprinting” permitieron aclarar una disputa por inmigración a Gran Bretaña (Jeffreys et al 1985b).
Poco tiempo después, una corte civil inglesa acepta la evidencia de ADN en un caso de paternidad
discutida.
Recién a partir del año 1987, las pruebas de ADN son admitidas como evidencia en las Cortes
Criminales de Gran Bretaña y de Estados Unidos.
52
Sistemas de Identificación I
En los primeros trabajos con utilización de las técnicas de PCR, si bien resultaba posible
evaluar regiones de una muestra de ADN que podía estar muy degradada, la escasa variabilidad entre
los individuos componentes de la población general conspiraba contra la certeza incriminatoria del
análisis: era factible que una evidencia coincidiera con un sospechoso por azar, y mucho más aún, que
a un padre alegado le fuera atribuida erróneamente la paternidad biológica de un descendiente puta-
tivo.
A partir de los ´90, la posibilidad de evaluar un gran número de sitios variables localizados en
diferentes zonas del genoma (Edwards et al, 1991), permitió analizar, aunque fuera parcialmente,
muestras de tejido humano quemado y en estado de putrefacción, como el derivado del atentado a la
Embajada de Israel (Corach et al, 1992).
A la luz del conocimiento actual, los sistemas de análisis de ADN pueden dividirse en dos
grandes grupos: los basados en diferente longitud de la región variable, debidos a VNTR (Variable
Number Tandem Repeats - repeticiones en tandem de número variable), y los basados en diferencias
en la secuencia nucleotídica.
Evaluación de minisatélites:
Los minisatélites son regiones del genoma no codificantes, con más de 600 pares de bases de
tamaño. En los que involucran unidades repetidas, cada una presenta, por lo general, entre 12 y pocos
cientos de pares de bases. Pueden evaluarse mediante:
53
Tecnología en Criminalística
De locus múltiple: Estas sondas* reconocen (“hibridizan”) a diferentes regiones del genoma,
ubicadas en distintos cromosomas, cuya localización precisa se desconoce, produciendo DNA-fingerprints
(“huellas digitales genéticas”) individuo-específicos sobre una membrana que contiene ADN fragmen-
tado enzimáticamente y separado por electroforesis. Las bandas obtenidas se heredan
mendelianamente, por lo cual provienen en forma aproximada en un 50 % de cada uno de los progeni-
tores.
Entre ellas, las denominadas 33.6 y 33.15, desarrolladas por Jeffreys (1985a) que detectan
unos 17 fragmentos variables de DNA por individuo, de entre 3.5 y 20 kilobases, o bien el fago M13,
que posee secuencias capaces de generar huellas digitales genéticas (HDG), individuo-específicas
(Vassart et at, 1987).
Otro ejemplo de este tipo de sondas lo constituyen los oligonucleótidos, en secuencias repeti-
das 5 veces CAC/GTG que también son generadores de fingerprints (Nurnberg et al., 1989).
Si bien son sumamente informativas para caracterizar a un individuo, presentan dos inconve-
nientes que las hacen inapropiadas para los estudios forenses: por un lado, requieren un ADN en buen
estado de conservación, de alto peso molecular, que no suele obtenerse a partir de muestras de
interés forense; y por otro, dependen de variables experimentales de difícil estandarización, lo que
hace casi imposible reproducir los resultados.
De locus único o locus específicas: detectan un solo locus hipervariable con una banda por
alelo; dada la naturaleza diploide de los humanos, se obtienen patrones de dos bandas (heterocigotas),
o patrones de una banda (homocigotas, con alelos de similar tamaño).
Su variabilidad está dada por secuencias que se repiten un cierto número de veces, generándose
fragmentos de restricción de diferente tamaño (VNTRs), más grandes cuanto más veces esté repetida
dicha secuencia. Son altamente polimórficas, por ejemplo, para la sonda YNH24 se han detectado
alrededor de 70 alelos de distinto tamaño en la población mundial.
Cabría esperar que esta multiplicidad produjera una muy alta capacidad resolutiva, sin em-
bargo, algunos alelos se encuentran mucho más representados que otros en la población, por lo cual la
mayor o menor certeza de los estudios efectuados dependerá de los análisis de las frecuencias
poblacionales para cada variante alélica o banda, que presente cada sistema en particular. Estos
estudios deben realizarse previamente sobre muestras tomadas al azar de individuos no relacionados,
de aquella población de la cual emergen las muestras a ser analizadas.
La certeza del análisis puede incrementarse utilizando un conjunto de varios loci hipervariables
(Wong et at, 1987; Smith et al, 1990), lo cual disminuye prácticamente a cero la probabilidad de error.
54
Sistemas de Identificación I
La amplificación mediante PCR requiere pequeñas secuencias de ADN sintético los que actúan
como iniciadores o primers, que son complementarios de las regiones flanqueantes de la zona de
interés. Se produce mediante varios ciclos (generalmente de 25 a 35), cada uno de los cuales consta
usualmente de tres pasos, efectuados mediante cambios de temperatura:
3. Extensión: se sintetiza ADN, con los nucleótidos y una ADN polimerasa que se hallan en
la mezcla de reacción, generándose al final del proceso millones de copias de la región
de interés.
Si bien se detectaron varios sistemas de minisatélites analizables por amplificación por PCR y
análisis del tamaño de los productos (Amp-FLP o Polimorfismos de Longitud de Fragmentos Amplifica-
dos) como el Apo B (Boerwinkle et al, 1989), el YNZ-22 (Wolff et al, 1988), y el COL2A1 (Wu et al,
1990), tal vez el sistema más difundido lo constituye la región altamente polimórfica, de gran tamaño,
constituída por 16 pares de bases repetidas de 18 a 42 veces, que se halla ubicada en el locus D1S80
y presenta 22 alelos detectados en la población general (Budowle et al, 1991; Sajantila et al, 1991;
Baechtel et al, 1993; Kloosterman et al, 1993).
EVALUACION DE MICROSATELITES
Cada unidad de repetición de los microsatélites posee entre 2 y 5 nucleótidos, por lo cual se
requiere la amplificación por PCR y evaluación posterior mediante geles de poliacrilamida (PAGE),
similares a los empleados en secuenciación de ADN, que permiten discriminar diferencias de longitud
de sólo un nucleótido.
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Tecnología en Criminalística
El primero y más difundido análisis con aplicación forense, es el que estudia una región loca-
lizada en el segundo exón del gen HLA-DQ-a del complejo mayor de histocompatibilidad (HMC). La
corporación Cetus (USA) desarrolló un sistema que permite detectar, de esta región polimórfica, seis
alelos diferentes, denominados 1.1, 1.2, 1.3, 2, 3 y 4, por lo cual existen 21 genotipos distintos en la
población general (Higuchi et al, 1988; Saiki et al, 1989; Amplitype User Guide, 1990; Comey et al,
1993).
Dentro de los sistemas cuya variación reside en la secuencia de nucleótidos, merece especial
atención el estudio del ADN presente en las mitocondrias. En el año 1981, Anderson y col. publican la
secuencia completa del genoma mitocondrial (Anderson et al., 1981), de aproximadamente 16,5 Kb,
que presenta una región no codificante, denominada D loop, donde se encuentra el origen de replicación,
y que se caracteriza por presentar sitios con elevado índice de mutación.
Esta característica, sumada a que cada célula contiene una gran cantidad de mitocondrias y
por ello el genoma mitocondrial se halla mucho más representado que el contenido en el núcleo celular,
hace que este sistema sea de suma utilidad, principalmente en los casos de material ampliamente
degradado.
A partir del análisis de esta secuencia han sido caracterizados restos arqueológicos de varios
miles de años de antigüedad, en los que fue factible obtener ADN mitocondrial relativamente bien
conservado (Paabo, 1990).
A partir de 1990, los análisis mediante PCR fueron ganando espacio en los laboratorios forenses,
debido a la relativa simplicidad de sus técnicas, menor costo e interpretación sencilla de los resulta-
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Sistemas de Identificación I
dos, pero por sobre todo por requerir ínfimas cantidades de ADN: actualmente, es posible partir de tan
sólo un nanogramo para analizar cada uno de los sistemas variables.
En algunas muestras tales como pequeñas manchas de sangre o semen, saliva, pelos o cadá-
veres antiguos, constituye la única posibilidad de lograr una caracterización genética (Hagelberg et al,
1991; Jung et al, 1991; Comey et al, 1991, 1993; Blake et al, 1992; Uchihi et al, 1992; Walsh et al,
1992).
En nuestro país, el Servicio de Huellas Digitales Genéticas se hace cargo hacia fines de 1991,
de los análisis judiciales que involucran estudios de ADN, fijando criterios de estandarización
internacionalmente aceptados y estrategias de recolección y análisis de muestras forenses (Corach et
al, 1993a; Penacino y Corach, 1993b).
Las muestras de interés forense a ser amplificadas mediante PCR requirieron tratamientos
especiales en cuanto a la extracción y purificación del ADN, que fue encarado por varios equipos de
investigación, lográndose métodos eficientes a partir de ínfimas cantidades de material (unos 3
microlitros de sangre) (Chelex protocols, 1990; Corach, 1991; Jung et al, 1991).
El desarrollo reciente de un método alternativo que utiliza bromuro de cetil trimetil amonio
(CTAB) permite extraer ADN de huesos, dientes, piel y músculos humanos, con una notable reducción
de contaminantes que dificultarían el análisis posterior (Corach et al, 1994a). Esta situación represen-
ta una gran ventaja respecto a los métodos tradicionales que emplean combinaciones de enzimas
proteolíticas (proteinasa K, pronasa, etc.), y agentes caotrópicos (lauril sulfato de sodio, etc.).
Así, sintetizando la breve historia de la metodología empleada por la Biología Molecular Forense
desde sus inicios, podemos observar cómo los análisis mediante sondas multilocus fueron reemplaza-
dos por las sondas de locus único, en caso de poder obtenerse ADN suficiente (alrededor de 200
nanogramos); y por sistemas de análisis basados en PCR si el ADN se encuentra en menor cantidad,
ambos sistemas altamente reproducibles y de fácil interpretación (Hochmeister et al, 1991; Mangin et
al, 1991; Mulhare et al, 1991).
Otra modificación de las técnicas tradicionales consiste en el paulatino abandono de los méto-
dos que emplean isótopos radiactivos, que son reemplazados con eficiencia similar por sistemas
quimioluminiscentes (Sheffield et al, 1992; FBI, 1993).
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Tecnología en Criminalística
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