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Tercera Edición
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Estimado Alumno(a)
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Equipo Académico
Ricardo Rosas Díaz (rrosas@uc.cl)
• PhD en Psicología Cognitiva, 1991, Freie Universität, Berlin.
• Profesor Titular de la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica de
Chile.
• Director del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión (www.cedeti.cl). En el
nivel más teórico, sus intereses giran en torno a la inteligencia, específicamente, su
medición y estimulación.
• Fue co-investigador del proyecto FONDECYT que permitió la estandarización del
WISC-III para Chile y actualmente líder el Proyecto Wechsler Chile.
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Índice
Páginas
Módulo I:
Presentación de la batería: ficha técnica...............................................................................5
Módulo II:
Nuestro nuevo WISC-III v.ch. ...............................................................................................10
Módulo III:
Principales diferencias del WISC-III v.ch. en relación a sus antecesores............................15
Módulo IV:
Normas de aplicación............................................................................................................19
Módulo V:
Registro de datos y cálculo de perfil en el WISC-III v.ch. ...................................................24
Módulo VI:
Aproximación al trabajo de interpretación del WISC-III v.ch................................................24
Módulo VII:
Informes en WISC-III v.ch.....................................................................................................31
Anexo 1:
Modelo general para informes en WISC-III v.ch...................................................................33
Anexo 2:
Modificaciones puntuales en ítems comparando con WISC-III versión argentina...............38
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Módulo I. Presentación de la batería: ficha técnica
En este primer módulo damos cuenta de los cambios que trae el WISC-III v.ch.
Se describen brevemente las transformaciones en apariencia y contenido, temas
que serán tratados en profundidad durante este curso con el objetivo de alcanzar
la mejor adaptación posible a la prueba.
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¿Qué debes tener en el maletín WISC-III v.ch.?
El primer tiraje del WISC-III v.ch. se produjo con dos errores de imprenta. Por fa-
vor, revisa la página web de la prueba (http://www.epuc.cl/wisc_home.html) y ten
presente la sección “Fe de Erratas” que hemos publicado.
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Recorrido visual por la batería
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Recorrido visual por la batería
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Nota: El lenguaje del Juego
El lenguaje universal de los niños es el juego. A ellos les encanta en-
trar en escenarios donde predomina el “como sí”, en esos escenarios
son verdaderos expertos. Atrevámonos a entrar en este lenguaje si
sospechamos que la situación de evaluación puede ser amenazante
para el chico o chica.
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Módulo II. Nuestro nuevo WISC-III v.ch.
En este módulo revisaremos la evolución histórica de la evaluación de la inteligen-
cia, las teorías que subyacen a este constructo, la evolución de las Escalas We-
chsler de inteligencia para niños y la manera como se llegó a la versión chilena.
1975-1980 1997
Estandarización WISC-III 2007
en RM Argentina WISC-III Chile
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¿Por qué no seguir usando el WISC-R chileno?
A pesar de los usos extendidos de versiones antiguas, la mayoría de psicólogos
que conocen las Escalas Wechsler y las incorporan en su práctica profesional,
han expresado que la versión WISC-R (versiones USA, España y Chile) es obso-
leta, poco atractiva para los niños, tiene problemas en los datos normativos y no
parece discriminar bien entre los niños evaluados.
Sobre el WISC-III argentino, se refieren problemas por el uso idiosincrático que se
da del lenguaje (la prueba está formulada usando la voz gramatical del “vos”).
A estas afirmaciones se suman variados argumentos que motivaron la estandari-
zación del WISC-III en Chile y ahora nos permiten disfrutar de este nuevo material.
Como una síntesis que pretende llamar a la reflexión, enumeramos algunos de
estos argumentos:
1. Los psicólogos deben tener una práctica ética de su profesión, y parte de
esto es utilizar procedimientos científicos y conocimientos profesionales ac-
tualizados para el diseño de pruebas, estandarización y validación (APA,
1992)
2. Toda decisión o recomendación emitida por un psicólogo debe estar basada
en evaluaciones que utilicen test apropiados en relación a los objetivos per-
seguidos, medidas y pruebas actuales, y siempre según los avances de la
ciencia (APA, 1992).
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Respecto a las causas del Efecto Flynn, se han ofrecido diferentes cate-
gorías de explicaciones potenciales (i.e Deary, 2001). Por un lado, se ha
planteado que el Efecto Flynn puede deberse a artefactos (de la muestra,
de la educación), a la sofisticación de los test de evaluación y a un aumento
efectivo de la inteligencia.
Otros autores se han enfocado en responder preguntas a partir de hipótesis
específicas, por ejemplo: ¿es la educación la causa del Efecto Flynn? o
¿son los cambios sociales el origen de este fenómeno? o ¿mejor nutrición
mayor inteligencia?
Para el caso de la primera pregunta, aquella sobre educación, quienes es-
tán a favor de este argumento han establecido que en muchos países el
nivel de educación del público general se ha incrementado de manera que
las personas pasan más tiempo aprendiendo y siendo examinados en espa-
cios formales, por lo cual el incremento en el CI se relacionaría con los años
invertidos en educación formal. Por supuesto, hay grupos de investigación
que son detractores de esta idea y han trabajado por demostrar que, inclu-
so en pruebas libres de artefactos culturales, se observa el Efecto Flynn.
Respecto al impacto de los macro-social, Brand sugiere que el elemento
más fuerte a ser tomado en consideración, es que hoy en día tenemos un
fuerte “límite de tiempo” para las tareas, de manera que se puede lidiar
fácilmente con actividades enmarcadas contra reloj. Se ha aprendido a no
perder tiempo tratando de resolver ítems que no se conocen con lo que
se eleva el techo posible de logro. Autores provenientes de campos como
la antropología y la sociología han cuestionado esta perspectiva desde su
fundamento.
Por último, respecto a la nutrición, el postulado central es que un cerebro
mejor nutrido podrá responder mejor a las pruebas de evaluación. Si bien
no hay nada que ataque el núcleo de esta afirmación, aún no es posible
establecer una correlación directa entre el alimento y la cognición, más allá
que como elemento predictor considerando la calidad de la nutrición en los
primeros años de vida.
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permitió establecer mediciones a partir de la correlación de subpruebas. Gran
parte de las teorías modernas están dominadas por estudios basados en Teoría
Factorial (Rosas, Boetto & Jordán, 1999).
Los trabajos adelantados por Wechsler y su equipo desde la década de los cua-
renta, están inscritos en el marco de la Teoría Factorial. De acuerdo a su aproxi-
mación, la inteligencia es el conjunto total de recursos de un individuo para adap-
tarse al medio, un constructo hipotético que permite dar cuenta de la habilidad
para dirigir las conductas con un propósito, pensar racionalmente e interactuar
de forma efectiva con el medio (Matarazzo, 1972).
Este modelo teórico se corresponde, en el diseño de las escalas de evaluación,
con un modelo factorial aditivo y el mismo Wechsler llama a diferenciar entre la
interpretación el Cociente Intelectual (CI), que es sólo una parte de la capacidad
intelectual, y la inteligencia en si misma (Wechsler, 1991/1997). En el módulo VII
de este curso presentaremos algunas consideraciones sobre la interpretación es-
pecífica de resultados.
Más allá de estos debates, vale la pena enunciar otras dos preocupaciones teó-
ricas que tienen su origen y aplicación en el uso de pruebas psicométricamente
válidas, como el WISC. En primera instancia, debemos tener claro que este tipo
de evaluaciones son centrales si se pretende investigar las diferencias ínter e
intra individuales que tienen relación con preguntas sobre la influencia de varia-
bles como la raza, sexo y nivel socio-económico. Sin embargo, el hallazgo de
diferencias en función de estas variables ha dado origen a una extensa cantidad
de trabajos que buscan responder la pregunta sobre natura versus nurtura, cu-
yas conclusiones hay que analizar con fino criterio dado el impacto que pueden
causar sobre los grupos.
Por otro lado, la emergencia del llamado sujeto cognitivo dentro del campo teóri-
co, también obliga al interesado en este tema a considerar variables del individuo
que interactúan con el entorno como la emocionalidad y el carácter social. Esto
quiere decir que es necesario considerar elementos como la motivación, estado
anímico, situación familiar y social, entre muchos otros elementos al momento de
ofrecer impresiones diagnósticas que se deriven del uso de este tipo de prue-
bas.
Desde la teoría subyacente a la evaluación de la inteligencia con una batería
compleja como el WISC-III, es claro que se debe trabajar por la integración de las
preocupaciones teóricas y metodológicas en las conclusiones y recomendacio-
nes pues, este camino marca un abordaje holístico del niño en evaluación.
De la teoría al método:
Proceso de estandarización del WISC-III en Chile
La adaptación del WISC-III v.ch. se hizo a partir de la versión en castellano del
test estandarizada para Argentina, editada y distribuida por Paidós, siguiendo la
recomendación de la Psychological Corporation.
La estandarización se condujo en cuatro fases: en una primera fase se evaluó
la pertinencia de ítems del WISC-III argentino a partir del criterio de diez jueces
expertos y se generaron las modificaciones pertinentes; en la segunda fase se
aplicó el WISC-III argentino a una muestra de 198 niños chilenos entre 6 y 16
años en todos los tipos de colegio de la Región Metropolitana de Santiago; en la
tercera fase se realizó una nueva aplicación de las subpruebas de Información,
Analogías y Vocabulario para limpiar sesgo cultural y en la fase final, se hizo la
aplicación del instrumento definitivo.
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El diseño de la muestra final total fue probabilístico, incluyó 1914 niños distribuida
por conglomerados y estratificada en 6 etapas: regiones del país, departamentos
provinciales de educación, comunas, establecimientos educacionales, cursos y
niños. En el estudio final participaron niños de la Región Metropolitana, Región de
Coquimbo, Región de Valparaíso y Región de la Araucanía. Para ampliar detalles
de este proceso sugerimos revisar el artículo de Ramírez & Rosas (2007) que se
te entregará durante este Workshop.
Vocabulario 0,60
Analogias 0,77
Comprensión 0,74
Información 0,71
Aritmética 0,53 0,42
Ensamblaje Objetos 0,77
Construcción Cubos 0,69
Completación Figuras 0,66
Ordenamiento Historias 0,57
Claves 0,84
Búsqueda Simbolos 0,77
Laberintos 0,77
Retención Digitos 0,63
Nota: Se incluyen sólo los pesos factoriales superiores a 0,40. Solución rotada VARIMAX
Método de Componentes Principales
Datos resultantes del Analisis Factorial Exploratorio
Hair, J., Black, B., Babin, B., Anderson, R.E. & Tatham, R.L.
(2005). Multivariate data analysis (6th edition). New York: Pren-
tice Hall
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Módulo III.
Principales diferencias del WISC-III v.ch. en relación a sus antecesores
En este módulo estudiaremos las diferencias del WISC-III v.ch. frente al WISC-R
chileno y el WISC-III argentino. La discusión estará centrada en torno a los cam-
bios en la estructura psicométrica y las trasformaciones específicas de los ítems
considerando el nivel de dificultad.
La tercera versión del WISC-III lleva diez años de actualización en Estados Uni-
dos, mientras que la versión de uso extendido en Chile es aún el WISC-R estan-
darizado para el país hace 27 años.
El WISC-R ya no evalúa lo que pretende y, dadas las dificultades frente a lo obso-
leto del material y las normas de estandarización, algunos psicólogos han deci-
dido a usar la tercera versión del WISC calificando a partir de las normas estado-
unidenses. A razón de las diferencias culturales que hemos presentado en otros
apartados, sabemos que este no es un procedimiento correcto (Cayssials, 1998)
y por ello queda más que justificada la inclusión de nuestro nuevo WISC-III v.ch.
El análisis comparativo entre el WISC-R y el WISC-III en sus versiones chilenas
se puede realizar en varios niveles: respecto a la presentación, al contenido, a
los procesos de estandarización utilizados, a la estructura general y al nivel de
dificultad.
Como lo señalábamos en el Módulo I, las diferencias en apariencia y funcionali-
dad del WISC-III v.ch. frente a sus antecesores, son resultado del trabajo cuida-
doso en diseño que permitió tener un material atractivo visualmente para niños y
evaluadores, mejor organizado y altamente funcional. Esta última característica
tiene relación con las posibilidades de manipulación de las herramientas, tanto en
el setting de evaluación como fuera de él, pues facilita el transporte para quienes
necesitan llevar el material de un lugar a otro.
Además de respetarse los derechos de autor y producción intelectual, ofrecemos
un material cuya garantía está certificada por un grupo editorial. Estamos seguros
de estar trabajando con una prueba que tiene estímulos sin variaciones respecto
a las indicaciones de estandarización, que permite al evaluador centrar toda su
atención en el niño pues no requiere invertir recursos atencionales para solucio-
nar o evitar posibles errores provenientes del material y que permite responder a
las demandas propias del con estándares de alta calidad bajo estrictos cuidados
éticos.
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Respecto a los tamaños de la muestra total hay cambios sustanciales. Para el
WISC-III estadounidense se seleccionó una muestra de 2200 sujetos elegida se-
gún las características demográficas arrojadas por el Censo de 1988, para el
WISC-III versión argentina publicado en 1997 se aplicó la batería a 200 niños resi-
dentes sólo en la Provincia de Buenos Aires y para el WISC-III v.ch. se trabajó con
cerca de 2000 niños de cuatro regiones del país. No sobra decir que el tamaño y
la diversidad de la muestra de esta nueva edición chilena se relacionan positiva-
mente con la calidad de las normas de estandarización presentadas.
Considerando el nivel de dificultad, el impacto del Efecto Flynn (1994, 1999) pro-
duce una importante variación a ser tomada en cuenta: aunque se mantuvo el
nivel del WISC-R en el WISC-III sabemos que la evolución de las características
de los niños hace que ahora la prueba sea más fácil que antes.
La recalibración del instrumento, en interacción con las transformaciones cogniti-
vas de los niños, implica que ahora podemos evitar sobre-estimar las capacidades
de los niños y, paradojalmente, nos podemos enfrentar a más niños ubicados por
sobre la media normativa si mantenemos pruebas obsoletas. Considerando las
diferencias existentes entre el WISC-III v.ch. y las otras ediciones, nuestro equipo
de trabajo ha sido enfático al señalar lo inapropiado que resulta usar el material
de otras versiones y realizar la calificación con el Manual de esta versión.
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Modificaciones puntuales en ítemes comparando con
WISC-III versión argentina
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se presentan como sigue:
• 6-7 años: Laberintos pesa sólo en el factor “Organización Perceptual” (0,57)
y Aritmética pesa sólo en el factor “Comprensión Verbal” (0,59)
• 8-10 años: Laberintos pesa mucho más en el factor “Ausencia de distractibi-
lidad” (0,78) que en “Organización Perceptual” (0,43) y Aritmética pesa más
en el factor “Comprensión Verbal” (0,57) y algo en el factor “Velocidad de
procesamiento” (0,40)
• 11-13 años: Laberintos pesa sólo en el factor “Ausencia de distractibilidad”
(0,82) y Aritmética pesa sólo en el factor “Comprensión Verbal” (0,57)
• 14-16 años: Laberintos pesa sólo en el factor “Ausencia de distractibilidad”
(0,81) y Aritmética pesa sólo en el factor “Comprensión Verbal” (0,54).
Lo anterior quiere decir que Laberintos carga más en el factor “Ausencia de dis-
tractibilidad” a medida que se aumenta en edad y esta característica puede ser
tomada en consideración al momento de interpretar la prueba.
La tabla resumen donde se presentan los resultados estadísticos que dan origen
al modelo factorial del WISC-III v.ch., se presenta en el Módulo 2. Las porciones
de varianza explicadas por cada uno de los factores se mantuvieron sin mayo-
res cambios respecto a los resultados de los análisis practicados con el original
WISC-III.
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Módulo IV. Normas de aplicación
En este caso, debe considerarse que la niña es muy chica y aún no ha desa-
rrollado prácticas escriturales que hagan más eficaz su rendimiento. En tanto
el interés de esta subprueba es evaluar habilidades como el rastreo visual, co-
ordinación mano-ojo y atención en niveles de focalización y sostenimiento, la
acción de la evaluadora permite reencuadrar la ejecución de la niña de manera
que podamos ver, puramente, su desempeño en las habilidades referidas.
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yBúsqueda de Símbolos - Parte B
Esta parte B de la subprueba Búsqueda de Símbolos se aplica a niños a partir
de los 8 años. En esencia la instrucción y dinámica de aplicación es similar a
la utilizada en la parte A. Observa en el video la manera usada para explicar
a la niña la tarea. Al aplicar la prueba verifica siempre plena comprensión del
ejercicio.
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esta subprueba. Su resultado ha sido considerado un importante predictor del
desarrollo cognitivo a futuro, por ello es importante garantizar que el resultado
que hemos obtenido es producto de una buena aplicación.
Recuerda que una vez se ha iniciado el conteo de tiempo, la prueba no se
puede intervenir con nuevas instrucciones o con ayudas que impulsen un me-
jor desempeño. Si se ha acabado el tiempo pero te das cuenta que al niño le
falta poco por terminar, es recomendable permitirle que termine la tarea para
manejar así la frustración. Evita enseñar al niño estrategias que le permitan
alcanzar un mejor desarrollo, recuerda que tu objetivo es acercarte al perfil de
desempeño cognitivo que caracteriza al chiquito, sin interferencias del medio
durante la evaluación.
yAritmética
En este video encontrarás la aplicación de la subprueba Aritmética desde sus
primeros ítemes, de nuevo con una niña de 6 años y 5 meses. Observa el ma-
nejo que hace la evaluadora del material. Cuando no se conoce la prueba de
memoria, es importante tener al lado el Manual de Administración y Puntuación
de manera que no cometan errores en la formulación de los problemas.
Recuerda que esta subprueba, si bien es de la Escala Verbal, va con tiempo.
Una vez has terminado de leer el problema al niño (o si el niño ha terminado
de leerlo, como veremos más adelante), se inicia el conteo del tiempo. Si se
debe repetir el problema el cronómetro no se vuelve a iniciar sino que se sigue
contando.
Para los niños más chicos, y para algunos pequeños que tienen problemas con
el desarrollo de sus habilidades aritméticas, es importante utilizar los dedos de
su manos para hacer las cuentas. Es frecuente que se sientan avergonzados
por esta práctica y tienden a ocultarla.
El uso de los dedos para contar está permitido (no así el apoyo con objetos
externos como lápices de colores, por ejemplo), por esta razón, nuestra reco-
mendación es hacer evidente este permiso al niño. Siempre de manera diverti-
da, señala al niño que si siente más cómodo usando sus dedos para contar, lo
haga. Hazlo sentir tranquilo para que se concentre en lo realmente importante:
resolver el problema matemático.
Algunos niños tienen miedo a las matemáticas (cada vez es menos frecuente
pero sucede) así que tenemos una inmensa tarea tratando de convertir esta
tediosa actividad en un reto entretenido.
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yAritmética con cuadernillo de estímulos
Para la subprueba de Aritmética, a partir del ítem 17 vamos a mostrar al niño
los problemas que esperamos que resuelva en el Cuaderno de estímulos. De
acuerdo a las instrucciones de aplicación, debes garantizar que el niño es un
lector fluente; en caso contrario, elige leer estos problemas en voz alta mientas
el niño los va siguiendo en lectura silenciosa.
yOrdenamiento de Historia
En este video podrás seguir la secuencia de aplicación de la subprueba Or-
denamiento de historias que fue aplicada a una niña de 9 años y 3 meses. Por
la edad de la niña se usó criterio diferencial de ítem de inicio y, como su des-
empeño fue correcto en el primer ítem aplicado, no fue necesario recurrir a la
administración en secuencia inversa (Manual de administración y puntuación,
pp. 19).
Observa que la disposición de tarjetas hecha por la evaluadora parte por situar
desde su campo derecho hacia el izquierdo, es decir, en posición de la niña
como observadora las tarjetas se presentan de izquierda a derecha.
Para ubicar las tarjetas en orden correcto se debe seguir el número impreso
en el extremos superior derecho de cada tarjeta. Para recoger las tarjetas una
vez terminado el ítem, se sigue también la secuencia de derecha a izquierda
(en posición del evaluador), atendiendo a las letras impresas en el extremo
superior izquierdo.
yEnsamble de Objetos
En este video encontrarás una referencia a la manera como se aplica al subprue-
ba Ensamble de Objetos. Recuerda que esta subprueba se aplica desde el ítem
de muestra en todas las edades y no tiene criterio de suspensión.
La disposición de la Pantalla articulada es importante por dos razones: (1) per-
mite al evaluador presentar las fichas para el ensamble siempre en la misma
posición espacial, garantizando que las condiciones que subyacen al ejercicio
práxico que se requieren en la resolución de esta tarea están estandarizadas y
(2) evita que el niño acceda a la información parcial evitando así que el pequeño
tenga tiempo extra para planear sus acciones motoras.
Esta es una de las pruebas que menos gusta a los evaluadores, sin embargo
arroja valiosa información y es necesaria para estimar el Índice de Organiza-
ción Perceptual. Sólo se necesita un poco de práctica para acomodarse con
el material.
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yAnalogías
Elegimos la subprueba de Analogías para presentar el video como un ejemplo
de la dinámica que encierran la mayoría de las subpruebas que forman la Es-
cala Verbal.
En este tipo de subpruebas, básicamente lo que hacemos es dar la instrucción
al niño sobre el tipo de actividad y lo que esperamos en términos de la calidad
de su respuesta. Los ítems de ejemplo nos ayudar a garantizar que el niño se
ha ubicado en el marco de lo que estamos esperando y a partir de ese punto
se desarrolla la dinámica de evaluación propia que se construye con cada pe-
queño.
Recuerda que si no conoces muy bien el WISC-III v.ch., es recomendable ano-
tar en el Protocolo de registro de información todo lo que el niño responde. De
esta manera se garantiza que contarás con la información suficiente y necesa-
ria para realizar una calificación correcta.
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Módulo V.
Registro de datos y cálculo de perfil en el WISC-III v.ch.
Módulo VI.
Aproximación al trabajo de interpretación del WISC-III v.ch.
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Debates teóricos en interpretación
La interpretación en los ámbitos clínico y educativo que tiene una prueba de eva-
luación de la inteligencia como el WISC-III versión chilena es uno de los campos
más ricos pero también más debatidos dentro de la investigación actual sobre
evaluación infanto-juvenil. El equipo WISC-III versión chilena se ha sumado a una
interpretación estructural de esta prueba. Es desde este enfoque que aborda la
enseñanza para interpretación y aplicación clínica y educativa.
Al reconocer esta mirada epistemológica, no se pueden descartar otras posicio-
nes y argumentos. Autores como Glutting, McDermott, Prifiera & McGrath (1994),
McDermott, Fantuzzo & Glutting (1990) han afirmado que no se debería interpre-
tar el perfil que resulta de los puntajes en las subpruebas. Estos autores basan
su oposición en análisis psicométricos que permiten abogar a favor del sosteni-
miento de los tres CI generales (CI verbal, CI manipulativo y CI total), pero no así
respecto al aporte que puede hacerse desde el análisis de resultados en cada
una de las subpruebas.
Otros autores son aún más radicales. Por ejemplo Macmann & Barnett (1994),
quienes argumentan que las escalas Wechsler sólo arrojan una medida general
de inteligencia (g) de manera que no tienen un propósito constructivo dentro de
la evaluación. En coherencia con esta posición, los autores sugieren que el CI
verbal y el CI manipulativo no son valores dignos de interpretación y se enfocan
en proponer otros métodos alternativos de evaluación.
En contraposición a estas ideas aparecen autores como Kaufman (1990a, 1994
a y b) quien, si bien reconoce que muchos de las opiniones en contra del uso de
baterías de inteligencia están fundadas en estudios psicométricos bien conduci-
dos, también sugiere precaución ante ciertas afirmaciones. Este autor considera
que ver la Escala Wechsler de Inteligencia para niños sólo como una medida del
factor g implica una acción negligente dada la evidencia empírica disponible
con diversas poblaciones como personas con daño cerebral, bilingües y otras
condiciones particulares.
Bajo este marco analítico vale la pena mencionar algunos estudios que arrojan
evidencia empírica. En poblaciones con alteraciones clínicas se ha registrado
que pacientes con daño cerebral focalizado en el hemisferio derecho tienen un
rendimiento que es 8 o 10 puntos menor en el puntaje del CI manipulativo contras-
tado con el CI verbal (Kaufman, 1990a). En otro tipo de estudios donde se usa el
WISC-III norteamericano, se ha registrado que población de origen hispana ob-
tiene puntajes significativamente mayores en el valor del CI manipulativo versus
el CI verbal, diferencia que supera los 15 puntos promedio.
Desde el campo de las neurociencias se ha empezado a hacer uso de las dife-
rentes subpruebas que componen el WISC-III para realizar análisis con apoyo de
modernas herramientas como la Resonancia Magnética Funcional (fMRI), avan-
zado de esta manera en la comprensión de estructuras y circuitos cerebrales que
participan diferencialmente en la resolución de tareas.
El análisis cuidadoso de los resultados de un niño en el WISC-III versión chilena,
nos permitirá superar la interpretación de los valores de los CI generales e inte-
grar la interpretación de los índices complementarios e incluso la relación pun-
tual entre subpruebas. El fin último de un abordaje como este es la generación
25
constante de hipótesis sobre la situación clínica del niño, hipótesis que deben
ser rechazadas o confirmadas desde el análisis integral de varios resultados.
Una perspectiva estructural como la argumentada, permite orientar la evaluación
infantil en el marco de la comprensión de fortalezas y debilidades del perfil cogni-
tivo de un sujeto históricamente situado y así, facilita el diseño de estrategias de
intervención clínica y educativa.
El CI total da una idea del rendimiento del niño en la batería aplicada, siendo
necesario tener siempre en mente algunas variables como el contexto social, las
oportunidades culturales y el nivel de desarrollo de habilidades escolares como
la escritura y la lectura. Jamás se debe quedar la interpretación del WISC-III v.ch.
en el CI total, pues si bien un niño puede tener rendimiento general en rango bajo,
medio o alto, detrás de ese total se oculta toda la riqueza de la evaluación.
El CI verbal da cuenta general de las habilidades que tiene el niño para mani-
pular información verbal presentada por canal auditivo-verbal. Cada una de las
subpruebas da cuenta de habilidades específicas, para una revisión más detalla-
da de esto recomendamos los trabajos de Kaufman (1979/1982), de libre acceso
en la web. En los estudios neuropsicológicos, el desempeño de los niños en las
escalas verbales se ha correlacionado con la madurez del hemisferio izquierdo, y
estos estudios se han ido haciendo cada vez más específicos de manera que con
cada subprueba se vinculan estructuras cerebrales específicas.
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Cualitativamente se puede trabajar con la calidad de las repuestas ofrecidas por
el niño considerando la estructura gramatical del discurso y la riqueza de vocabu-
lario, siempre en función de lo que es esperado para su edad. Es importante estar
atento a alteraciones en la producción del lenguaje como tartamudeo, seseo y
reemplazos fonológicos (por ejemplo transformaciones como “tigle” por “tigre”).
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observa mayor activación en zona parito-temporo-occipital (el famoso PTO de
Luria) y los circuitos dorsomediales y orbitofrontales del cortex prefrontal.
Es un factor que permite una alta discriminación de grupos, pero su uso debe
ser cuidadoso pues nos puede llevar a exagerar algunos resultados cuando las
cosas parecen no ir tan bien como debieran. De acuerdo a los trabajos de Pi-
neda, considerar el nivel de madurez general de la función ejecutiva (que es
dependiente de la evolución filogenética) es importante al momento de interpretar
este índice.
Como hemos estudiado, el WISC-III v.ch. está formado por trece subpruebas, seis
de ellas se organizan para formar la Escala Verbal y siete para formar la Escala
Ejecutiva. Las habilidades evaluadas por cada una de estas subpruebas han sido
estudiadas por varios autores, entre ellos tal vez quien más aportes ha hecho,
logrando la amplia popularidad su método entre profesionales que realizan inves-
tigación y clínica es Alan Kaufman (1947-).
Este psicólogo estadounidense, Doctor en Psicología de Columbia University, dis-
cípulo de David Wechsler, ha dedicado buena parte de su carrera profesional al
desarrollo y testeo de un método de análisis integral donde se combina el análisis
cuantitativo y cualitativo de los resultados obtenidos tras evaluación con WISC-III.
Este método los desarrollamos en detalle durante el Nivel II de formación ofrecido
por el Área de Recursos de Evaluación del Centro de Desarrollo de Tecnologías
de Inclusión (www.cedeti.cl).
Recomendamos fuertemente evitar el uso de algunos términos que fueron inclui-
dos en la presentación original (tanto de Kaufman, 1996 como de Ramírez & Ro-
sas, 2007) pues al ser traducidos y usados en español se prestan a confusiones.
Estos son: evaluación, cognición, procesamiento holístico y memoria. Queremos
anotar que las Escalas Wechsler de Inteligencia, en todas sus versiones, no inclu-
yen una evaluación apropiada de la memoria y justo por eso, no han sido consi-
deradas formalmente, pruebas de evaluación neuropsicológica sino que pruebas
de rendimiento cognitivo.
Por ahora, avanzaremos en la presentación de ideas generales sobre qué evalúa
cada una de las subpruebas, introduciendo algunas modificaciones sobre lo que
ya se ha presentado en el artículo de Ramírez & Rosas (2007).
Información. Esta subprueba explora la calidad del rendimiento del niño ante
el procesamiento de información adquirida en el hogar y la escuela. De manera
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periférica evalúa la calidad fonológica, sintáctica y semántica del lenguaje en tan-
to nos permite acceder a la forma del lenguaje expresivo del niño y su compren-
sión. Igualmente, de manera tangencial nos permite hacernos una idea sobre la
riqueza del almacén de información semántica y la calidad del proceso de recu-
peración de información previamente almacenada. Es una prueba que demanda
especial cuidado de las variables culturales en su análisis.
Claves. Es una subprueba que explora la capacidad del niño para seguir ins-
trucciones, la velocidad de su procesamiento de información, velocidad de la
coordinación viso-motora, coordinación mano-ojo, resistencia a la interferencia
de información no relevante a la tarea que se está ejecutando y reproducción de
modelos. Es una subprueba que permite explorar en detalle la capacidad para di-
rigir y sostener la atención hacia una tarea de objetivo previamente establecido.
Vocabulario. Es una prueba que nos permite obtener información sobre el de-
sarrollo del lenguaje en sus niveles expresivo y en sus contenidos semánticos.
Da cuenta del conocimiento de palabras, así que indirectamente nos ofrece in-
formación sobre el proceso de acceso a información semántica que ha sido al-
macenada.
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Comprensión. El resultado del niño en comprensión nos habla de su madurez
moral y su juicio social. Es una subprueba que nos da información sobre la ha-
bilidad del niños para llevar a cabo una evaluación y hacer uso de experiencias
previas, de la calidad de la expresión, la conceptualización y el razonamiento
verbal.
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Módulo VII. Informes en WISC-III v.ch.
En este módulo encontrarás algunas pautas generales para guiar el proceso de
construcción y escritura de un informe cuando ha sido aplicado el WISC-III v.ch.
Hemos tomado como base las recomendaciones dadas por algunas Secretarías
Provinciales así como los decretos respecto a evaluación de la Discapacidad
Intelectual emitidos desde el Ministerio de Educación de Chile.
Es importante que tengas presente que los informes en evaluación psicológica
tienen un sello personal, si dos psicólogos siguieran el mismo proceso de eva-
luación con el mismo niño, es seguro que los informes diferirían entre sí pues los
procesos de organización estratégica de información son particulares.
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Aspectos formales
Hay numerosas preocupaciones sobre los aspectos formales a ser considerados
durante la escritura de un informe. Hemos extraído algunas ideas que pensamos
fundamentales desde el libro de estándares de evaluación de la APA. Presen-
tamos estos puntos y anexamos la referencia puntual al final para aquellos que
quieran profundizar adquiriendo el texto completo.
Sobre el lenguaje
Los informes deben ser presentados en un lenguaje claro, formal pero no técnico,
que facilite una lectura fluida del texto por cualquier lector, sobre todo los que no
son expertos en el área.
Nuestra recomendación es presentar la información en frases cortas, en voz pa-
siva y con cuidado de los signos de puntuación. Recuerda que es más fácil ma-
nejar párrafos cortos que largos.
Es de especial importancia cuidar el uso de adjetivos en el informe (i.e. leve-
mente, mayormente, excelente, muy bueno). Los adjetivos son una valiosa herra-
mienta literaria pero uno de sus usos más comunes es como palabra calificativa
y esto nos puede hacer incurrir en la emisión de juicios de valor sobre el niño
que no son atingentes dentro del contexto de evaluación. Recuerda además que
describimos el rendimiento del niño en la prueba, no al niño en si mismo, por esta
razón, es correcto afirmar “el rendimiento del niño se ubica en rango limítrofe” e
incorrecto afirmar “el niño es limítrofe”.
Anexo 1
I.- IDENTIFICACIÓN
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III.- ANTECEDENTES RELEVANTES
Referirse a los principales antecedentes del evaluado. Incluir sólo lo relevante,
de manera ordenada y lógica, agrupando por temas la información presentada.
En general se reporta por presencia de condiciones llamativas y se omite aquello
ausente. Por ejemplo, si el niño presentó circular en el cuello identificada por
ecografía, se reporta como antecedente peri o prenatal según el momento donde
haya podido impactar el proceso normal de desarrollo, si no hay nada llamativo,
no debe aparecer referencia alguna en el informe. Es recomendable no escribir
todo tal cual lo dice quien informa, sino darle un orden lógico, discriminando lo
esencial de lo accesorio, y usando capacidad de síntesis y orden. Algunos casos
puntuales vale la pena llamar la voz del entrevistado con citas entre comillas y
letra cursiva.
RUEBAS APLICADAS
En general, conducimos procesos completos de evaluación y no aplicaciones de
pruebas o baterías de evaluación. Se debe presentar explícitamente los métodos
de evaluación utilizados y es aconsejable, cuando se incluyen medidas de eva-
luación neurocognitiva, listar los objetivos que se busca cubrir al incluir una u otra
aplicación.
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IV. RESULTADOS
Conducta Observada
• Aquí se incluye el rango del CI total diciendo, por ejemplo, “el rendimiento
general de Juan en la Escala Wechsler de inteligencia para niños-tercera edi-
ción versión chilena, arroja un CI total que se ubica en rango…”. Normalmen-
te, no damos cuenta del valor cuantitativo exacto, sin embargo, en aquellos
casos en donde estamos insertos en un equipo de trabajo institucional que
realiza intervención neurocognitiva, es deseable incluir información cuantita-
tiva específica. Esta postura no la recomendamos para informes que serán
conocidos dentro del sistema educativo.
• Después de ofrecer esta información, es recomendable presentar una des-
cripción del resultado obtenido por el niño en las escalas verbal y ejecutiva.
La forma de presentación de los resultados es igual a la manera como se
trabaja el CI Total, conservándose una media de 100 y una desviación es-
tándar de 15.
• Al trabajar en interpretación, seguimos las reglas de análisis dadas por A.
Kauffman (1994) para conducir verificaciones sobre la posible presencia de
diferencias estadísticamente significativas entre el CI verbal y el CI ejecutivo.
Estos análisis requieren el desarrollo de competencias especiales que traba-
jaremos en el Nivel II de este curso. Como criterio general, recomendamos
atender a diferencia que igualen o superen los 18 puntos de diferencia entre
estos dos CI, aunque sabemos que la generación de hipótesis específicas
sobre esta diferencia depende de la conducción de otros análisis que no
esperamos en este Nivel. Bastará para la calidad de su trabajo en este nivel,
reportar una diferencia de este tipo como llamativa.
• Una de las mayores riquezas del WISC-III v.ch viene dada por su estructura
factorial, vale decir, la inclusión de cuatro factores que dan cuenta de di-
ferentes áreas de funcionamiento cognitivo. En el informe se debe ofrecer
información descriptiva sobre el rango en que se ubica el rendimiento del
niño en estos cuatro factores.
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• En todas las presentaciones, de CI/Índices, es importante que el psicólogo
no se limite a hacer descripciones basadas en los criterios psicométricos
sino que integren información sustantiva sobre el tipo de constructos psico-
lógicos representados en cada uno de estos valores, asumiendo una postura
de generación constante de hipótesis de trabajo. Integra la información que
hemos ofrecidos en el apartado de “Breves sobre interpretación”.
• Normalmente, además de presentar la descripción general del rendimiento
es importante incluir análisis de la dispersión intra-escalas; esto es, la ma-
nera como se comporta cada una de las escalas en relación a la media
estadística. La homogeneidad intra-escalas también debe ser analizada a
partir de una regla estadística y permite analizar fortalezas y debilidades de
la persona en relación a si misma. Para este nivel, esperamos sólo una refe-
rencia desde la observación respecto a la dispersión.
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VII. RECOMENDACIONES
Terminado el proceso de evaluación se deben emitir recomendaciones, tan pun-
tuales como sea posible desde los resultados obtenidos. Anexa en este apartado
todo aquello que, en tu opinión, debe hacerse con el niño hacia adelante. Recuer-
da que en una aproximación de evaluación dinámica del desarrollo cognitivo, la
evaluación es un punto de PARTIDA y no un punto de llegada
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Anexo 2
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