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LENGUAJE POÉTICO DE MIGUEL HERNÁNDEZ

El lenguaje poético de Miguel Hernández experimenta una serie de cambios a lo largo de la


trayectoria del poeta, en estrecha relación con las etapas por las que atraviesa el poeta y que
son:

-Una primera etapa dominada por la poesía pura de Perito en lunas.

-Una segunda etapa que corresponde a la poética neorromántica de El rayo que no


cesa.

-Una tercera etapa motivada por la situación política y social de España, que da lugar a
la literatura comprometida y social de Viento de pueblo y El hombre acecha.

-Una última etapa caracterizada por su encarcelamiento y la soledad, que da lugar a la


exploración interior y a la poesía intimista de Cancionero y romancero de ausencias.

En función de estas etapas poéticas y existenciales su lenguaje también atraviesa distintas


etapas:

-Un lenguaje próximo al gongorismo, caracterizado por la dificultad de sus metáforas


creadas a partir de elementos pertenecientes al lenguaje de la naturaleza.

-Un lenguaje que mezcla el gongorismo con el lenguaje propio de la expresión de dolor
que causa el amor.

-Un lenguaje directo y claro para la poesía que tiene como finalidad defender la
libertad y a la clase trabajadora.

-Un lenguaje propio de la lírica tradicional, sencillo y directo, como modo de expresión
de un sentimiento auténtico que se corresponde con el dolor, la soledad, el amor y la
esperanza.

Las formas métricas también varían en función de los temas y la intención expresiva del
poeta:

-Perito en lunas está compuesto por cuarenta y dos octavas reales, combinación de
ocho endecasílabos que riman en consonante según el esquema ABABABCC, que
adquieren un carácter predominantemente descriptivo, acorde a su intención de
exaltar todo lo que pertenece al mundo de la naturaleza.

-El rayo que no cesa está formado por composiciones que combinan el soneto, poemas
formados por catorce versos endecasílabos con rima consonante (ABBA ABBA CDC CDC
o ABBA ABBA CDE CDE); la redondilla, formada por cuatro versos de arte menor,
normalmente octosílabos, con rima consonante abba; la silva, combinación de
endecasílabos con rima consonante libremente dispuesta; y el terceto encadenado,
combinación de tres versos endecasílabos con rima consonante encadenada o cruzada:
ABA-BCB-CDC-DED-EFE…
-Viento del pueblo y El hombre acecha son libros semejantes en cuanto a su forma
métrica. En el primero el poeta utiliza la silva, el romance y el soneto alejandrino. En el
segundo combina la utilización de heptasílabos y octosílabos con endecasílabos y
alejandrinos.

-En Cancionero y romancero de ausencias el poeta combina diferentes formas


métricas. Predomina el verso corto, especialmente el heptasílabo y el octosílabo en
combinaciones propias de la lírica popular, como son la canción y el romance. Junto a
estas formas Miguel Hernández utiliza el verso de arte mayor, el endecasílabo y el
alejandrino, en composiciones como el soneto y el cuarteto.

Los símbolos

Una de las características fundamentales del lenguaje poético de Miguel Hernández es


la utilización de una serie de símbolos que están presentes en todas sus etapas, si bien
adquieren distintos significados y connotaciones en función de la evolución poética del
autor.

Símbolos: huesos, lluvia, luna, rayo, toro, viento, tierra, luz/sombra.

-Huesos. La utilización del símbolo de los huesos es una constante en Miguel


Hernández. En su primera etapa creativa, se citan los huesos cuando el poeta trata el
tema de la muerte. En el periodo amoroso, este símbolo pasa a designar el impulso
erótico, en relación con la amada y con el deseo sexual no satisfecho.

Silencio de metal triste y sonoro,

espadas congregando con amores

en el final de huesos destructores

de la región volcánica del toro.

(El rayo que no cesa)

En el periodo bélico este símbolo pasa a identificarse con la fuerza de las tropas.

Aunque te falten las armas,

pueblo de cien mil poderes,

no desfallezcan tus huesos.

(Viento del pueblo)

En su última etapa, el viento expresa la ausencia de la amada:

Todo está lleno de ti,


traspasado tu pelo

de algo que no he conseguido

y busco entre tus huesos-

(Cancionero y romancero de ausencias)

-Lluvia. En su primera etapa, la lluvia es el fenómeno natural fundamental para la vida,


elemento del que depende el agricultor y cuya ausencia tiene efectos devastadores
sobre el paisaje y para la supervivencia del pastor.

Después de un golpe de agua necesario

al pan que avaloró la barbechera,

en una principiante primavera

el mundo vuelve al día originario.

(Ciclo Perito en lunas)

No llueve, y son los montes calaveras (…)

En el periodo amoroso, la lluvia hace referencia a la pena y al dolor que provoca el


amor. También se relaciona con el dolor producido por la muerte de un ser querido.
Sin embargo, en la etapa de la poesía comprometida la lluvia se convierte en el
esfuerzo del trabajador y se asocia con el sudor.

Vestidura de oro de los trabajadores

Adorno de las manos como de las pupilas

por la atmósfera esparce sus fecundos olores

una lluvia de axilas.

(Viento del pueblo)

Y también en esta época bélica, el poeta transforma la lluvia en un símbolo apropiado


para avivar los ánimos de los soldados. En la última etapa la lluvia vuelve a ser la
imagen del dolor, si bien ahora es el dolor por estar lejos de todo y de todos, con el
recuerdo de las personas queridas, mientras que en otros poemas simboliza la
esperanza que proporciona el recuerdo de todo lo vivido y el deseo del reencuentro.

-Luna. Símbolo fundamental en la obra poética de Miguel Hernández, la luna adquiere


dos significados claramente diferenciados. En la primera etapa, la luna como astro y
sus fases se relacionan con el paso del tiempo y con el ciclo de la vida.

¡LUNAS! Como gobiernas, como bronces,

Siempre en mudanza, siempre dando vueltas.

Después de esta etapa la luna se convierte en signo de fatalidad, de muerte, símbolo


opuesto muchas veces a la claridad y al sol.

Criatura hubo que vino


desde la sementera de la nada,

y vino más de una,

o bajo el designio de una estrella airada

y en una turbulenta y mala luna.

(Ciclo El rayo que no cesa)

-Rayo. El símbolo del rayo aparece en la poesía de Miguel Hernández en su etapa


amorosa. El rayo es siempre el dolor, la pena amorosa y suele asociarse a otros
símbolos como el cuchillo, la navaja o la espada, objetos hirientes. En los poemas de la
etapa bélica el rayo pasa a expresar la fuerza. Y en su última etapa el rayo es símbolo
del recuerdo de la amada, recuerdo feliz pero doloroso, ya que el recuerdo es lo único
que tiene de ella.

-Toro. El significado del toro también evoluciona en función de las etapas del poeta. En
el primer periodo se asocia a la muerte, mientras que en el periodo amoroso adquiere
una doble interpretación. El toro en libertad es símbolo de virilidad, pero en la plaza se
asocia a la fatalidad. Por último, en el periodo bélico, el toro se opone al buey y este
simboliza al pueblo explotado, a quien el poeta intenta unir ante la guerra.

No soy de un pueblo de bueyes

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones,

desfiladeros de águilas

y cordilleras de toros

con el orgullo en el asta.

nunca medraron los bueyes

en los páramos de España.

(Viento del pueblo)

-Viento. El viento como símbolo aparece en todas las etapas de la poesía de Miguel
Hernández y en cada una de ellas tiene un significado. En la primera etapa es el
fenómeno atmosférico, relacionado siempre con la naturaleza que rodea al poeta. En
el periodo amoroso el viento simboliza la mujer amada, en la etapa bélica el viento es
la fuerza del pueblo y la voz del poeta que se identifica con el viento como vehículo de
transmisión de sus ideales y en el periodo de cárcel el viento se asocia al odio y al
rencor.

-Tierra. Otro de los símbolos del poeta cuyo significado va evolucionando. En un primer
momento la tierra se asocia a la naturaleza y al mundo del trabajo. En la etapa
amorosa se relaciona con el amor y en la bélica la tierra remite a los pobres.

Yo salí de la tierra,

si yo he nacido de un vientre
desdichado y con pobreza,

no fue sino para para hacerme

ruiseñor de las desdichas,

eco de la mala suerte,

y cantar y repetir

a quien escucharme debe

cuanto a penas, cuanto a pobres,

cuanto a tierra se refiere.

(Viento del pueblo)

En la última etapa la tierra se asocia a la pérdida del hijo.

Las figuras retóricas

En la poesía de Miguel Hernández son características algunas figuras retóricas como


son:

-La hipérbole o exageración.

De no verte estoy que me muero.

Tanto dolor se agrupa en mi costado

que por doler me duele hasta el aliento.

-La comparación.

La implacable muerte nos espera

como un agua incesante y malparida.

-La metáfora.

Soy llama con ardor de ser ceniza.

-Sinestesia (atribuir una sensación auditiva, olfativa, visual, gustativa o táctil a un


objeto que no le corresponde).

Y hasta el amor me sabe a cementerio.

-personificación.

Le duelen a la tierra los arados.

-Interrogaciones y exclamaciones retóricas (uso del lenguaje para disuadir, persuadir o


conmover).
-Hipérbaton (cambio en el orden convencional de las palabras en la oración por
razones expresivas.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo,

Para la libertad, mis ojos y mis manos,

como un árbol carnal, generoso y cautivo,

doy a los cirujanos.

-Anáfora (repetición rítmica de determinados sonidos o palabras a principio de frase).

Barro en vano me invisto de amapola,

barro en vano vertiendo voy mis brazos,

barro en vano te muerdo los talones.

-Paralelismo (repetición de una estructura gramatical).

Tú eres fatal ante la muerte.

Yo soy fatal ante la vida.

Métrica

-Versos de arte mayor (aquellos que suman más de ocho sílabas). En este grupo de
poemas se incluyen las composiciones con endecasílabos y rima consonante:

*Octava real. Ocho versos con rima ABABABCC o variaciones del poeta.

*Soneto. Emplea el esquema clásico de dos cuartetos más dos tercetos


encandenados (“Te me mueres de casta y de sencilla…).

*Tercetos encadenados. ABA-BCB-CDC… (Elegía a Ramón Sijé).

-Versos en arte menor.

*Cuarteta: octasílabos con rima consonante abab (“Aceituneros”).

*Romance: serie variable de octosílabos con rima asonante en versos pares


(“Vientos del pueblo”)

*Décima o espinela: octosílabos con rima consonante abbaaccddc

-Combinaciones de versos.

*Silva: serie variable de versos heptasílabos y endecasílabos con rima


consonante y sin esquema métrico fijo.
*Nanas de cebolla: doce estrofas de siete versos en los que dominan los
heptasílabos y pentasílabos con rima asonante

-Versos sin rima: en la obra de Miguel Hernández también hay cinco composiciones en
verso blanco (no sujetos a la rima).

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