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LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY CONFORME A LAS NORMAS


CONSTITUCIONALES

Article · January 2009

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Omar Canales Porras


University of San Martín de Porres
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“LA INTERPRETACIÓN DE LA LEY CONFORME
A LAS NORMAS CONSTITUCIONALES”

Sumario
1. Antecedentes. 2. Interpretación jurídica y
métodos de interpretación. 3. Interpretación de la
ley conforme a normas constitucionales. 4. La
interpretación constitucional. 5. La interpretación
de los tratados de derechos humanos.

1. ANTECEDENTES.

La interpretación de a ley se ha venido realizando desde la época del Derecho


romano. Los Jurisconsultos romanos interpretaban de manera oficial las leyes y sus
opiniones eran consideradas fuentes de Derecho.

En la Edad Media, se desarrollaron las escuelas de los glosadores y los post glosadores,
quienes interpretaban el Derecho romano desde una óptica escolástica. En la Edad
Moderna, aparecieron diversas escuelas de estudio e interpretación del Derecho, entre las
que destacaron la Escuela de la Exégesis francesa y la Escuela Histórica de Savigny.

Estas escuelas nos han legado diversos métodos de interpretación de la ley, cuyos
resultados son, muchas veces, contradictorios.

2. INTERPRETACIÓN JURÍDICA Y MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN.

La interpretación jurídica es el procedimiento, la técnica o el arte, mediante el cual


se asigna significado a los textos normativos, utilizando los métodos o criterios aceptados
por la comunidad jurídica, a saber: literal, ratio legis, sistemático, histórico, sociológico,
Etc. Los significados asignados a los textos legales constituyen normas jurídicas.

En la teoría de la interpretación, se acepta que los textos legales no tienen un significado


unívoco, sino que, por el contrario, pueden tener diversos significados, los cuales pueden
obtenerse a través de los diversos métodos de interpretación; no obstante, la obtención
de esos significados dependerá del método de interpretación que se utilice y de la forma
cómo éste se aplique.

El método literal consiste en asignar a los dispositivos legales, el significado que resulte
de la lectura atenta de sus palabras, prestando atención a la semántica, la gramática y la
sintaxis, prestando atención a lo que diga u omita el dispositivo legal interpretado,
independientemente del contexto en que se encuentre y de la finalidad de su creación.

En el método ratio legis, por otra parte, se trata de otorgar a las disposiciones legales, el
significado que resulte de desentrañar la finalidad de su existencia, basándonos en el
texto del dispositivo interpretado o en el de los dispositivos vinculados a éste, con ocasión
del caso concretamente analizado.

1
El método sistemático consiste en asignar a los textos legales, el significado que resulte
de aplicar los principios o conceptos expresados en otros dispositivos legales, con los
cuales el texto analizado comparte la misma ratio, los mismos principios y los mismos
conceptos (sistemático por comparación); o el significado que resulte de aplicarle los
principios, contenidos y reglas que rigen en la rama del Derecho en la cual se encuentra
ubicado el dispositivo analizado (sistemático por ubicación). Así lo describe el Dr. Marcial
Rubio Correa:

el método sistemático por comparación con otras normas consiste en


extender a la norma bajo interpretación los principios o conceptos que fluyen
claramente del contenido de otras normas y que, en la interpretada, no son
ostensibles. Para que el método pueda ser válidamente aplicado es
necesario, primero, que tales principios y conceptos sean claros, y que sean
los mismos en las normas a comparar, lo que no ocurre en todos los casos;
y, que el método se aplique tomando en cuenta las eventuales diferencias
que existan entre los conjuntos y sub-conjuntos a los que pertenecen las
normas utilizadas.1

Asimismo, sostiene:

el método sistemático por ubicación de la norma interpreta aplicando el


conjunto de principios, conceptos, elementos y contenidos que sirve de
“medio ambiente” a la norma dentro de su grupo o conjunto normativo. El
método reposa en la concepción del Derecho como un sistema estructural y
discrimina la interpretación en función de ello y no del “cuerpo legislativo” en
el que se halla la norma jurídica. Tiene el inconveniente de que, muchas
veces, existe discusión sobre el conjunto o grupo al que pertenece la norma
o inclusive, puede concebirse que pertenezca a dos o más de ellos. En estos
casos, la eficacia del método se resiente.2

Por otro lado, el método histórico consiste en asignar a los dispositivos legales, el
significado que resulte de averiguar la intención que tuvo el legislador al momento de
crear el texto legal analizado, a través del análisis de documentos, informes, exposición
de motivos, actas, Etc., que dieron origen al texto interpretado.

Finalmente, el método sociológico consiste en asignar a los dispositivos legales, el


significado que resulte de la observación de la realidad en la cual se aplicará la norma,
adaptando los conceptos e ideas del legislador a los tiempos modernos.

3. INTERPRETACIÓN DE LA LEY CONFORME A NORMAS CONSTITUCIONALES

Hasta hace poco tiempo, el intérprete tenía plena libertad para utilizar cualquiera
de los métodos de interpretación jurídica y también para otorgarle el sentido que quisiera
a los textos legales, pudiendo escoger entre los métodos literal, sistemático, sociológico,
Etc. o, incluso, utilizar todos los métodos de interpretación a la vez, y luego asignarle al

1
Marcial Rubio Correa, El Sistema Jurídico (Introducción al Derecho), Lima: Fondo Editorial de la
Pontificia Universidad Católica del Perú, 2001, p. 269.
2
Marcial Rubio Correa, op. cit., p. 271.

2
dispositivo analizado el sentido que consideraba justo o correcto, o el que la doctrina
pudiera considerar como correcto. Esto se desprende del planteamiento que hacía el Dr.
Marcial Rubio Correa hace algunos años:

Con las reglas de interpretación jurídica puede obtenerse distintos


resultados, según el punto de partida y la metodología interpretativa que
asuma el interprete. De tal forma que las reglas de interpretación pueden
combinarse de diversa manera por cada intérprete, dando en consecuencia
posibles distintas respuestas al mismo problema, y todas en esencia válidas
3
de acuerdo a las reglas de la teoría de la interpretación.

Asimismo, expresaba lo siguiente:

una regla saludable, y exigida por la teoría clásica de interpretación, consiste


en que el intérprete debe aplicar los distintos métodos al mismo problema y,
luego, tomar por interpretación válida la que resulta de aplicar lo más
completa y armónicamente posible todos los métodos (o en todo caso todos
los aplicables) a la misma situación. Es decir, si todos menos un método dan
una misma respuesta, es obvio que esta es la solución interpretativa
correcta.4

Finalmente, concluía:

el buen intérprete es el que utiliza todos los métodos que cabe utilizar y elige
como interpretación válida aquélla en la que confluyen todos o la mayoría de
los métodos aplicados. Desde luego, si bien el trabajo de interpretación
comienza con el método literal, no hay una prelación de importancia entre
los métodos y este orden será organizado por el intérprete, en general o en
relación al caso de interpretación específico.
Al propio tiempo, el intérprete debe ser consciente que si métodos distintos
le dan resultados de interpretación diversos, tiene que tomar en cuenta la
disyuntiva y no puede, simplemente, acallar uno de ellos para elegir el otro
sin mayor fundamentación.5

Sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX, se produjo un hecho muy importante para
la teoría de la interpretación jurídica: Los Estados europeos han reconocido fuerza
normativa (fuerza obligatoria) a sus disposiciones constitucionales. Así lo describe el
jurista español Joaquín Arce y Flores-Valdés, en su comentario a la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional español:

La Sentencia de 23 de julio del 1981 proclama “el principio de interpretación


de las leyes de conformidad con la Constitución, en su calidad de norma
superior...en virtud del cual todo el ordenamiene t tcuatqu(t)L7103(,)-103(.36 22a Tm [(m)-2)7(n)7()-16(Tf

3
– es un imperativo para todos los poderes públicos llamados a aplicar la ley
interpretarla conforme a aquélla, estos es, elegir entre sus posibles sentidos
6
aquel que sea más conforme con las normas constitucionales.

En virtud a este acontecimiento, entonces, además de la clásica vinculación del


Parlamento, también los ciudadanos y los órganos jurisdiccionales han quedado obligados
a cumplir directamente los mandatos constitucionales y, por lo tanto, toda labor
interpretativa e integradora de la ley, debe hacerse conforme a los valores, principios y
normas constitucionales.

Este nuevo paradigma interpretativo también se ha instaurado en el Perú. Las leyes Nº


28237, Ley del Código Procesal Constitucional, y Nº 28301, Ley Orgánica del Tribunal
Constitucional, establecen la obligación de los órganos jurisdiccionales de interpretar y
aplicar las leyes y reglamentos conforme a las normas constitucionales:

Ley Nº 28237 (Código Procesal Constitucional) – Título Preliminar


Artículo Vl.- Control Difuso e Interpretación Constitucional
...
Los Jueces interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y
los reglamentos según los preceptos y principios constitucionales, conforme
a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas
por el Tribunal Constitucional.

Ley Nº 28301 (Orgánica del Tribunal Constitucional) – Disposiciones


Finales
PRIMERA.- Los jueces y Tribunales interpretan y aplican las leyes y toda
norma con rango de ley y los reglamentos respectivos según los preceptos y
principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que
resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en todo
tipo de procesos, bajo responsabilidad.

De acuerdo con lo dicho, el intérprete debe aplicar todos los métodos de interpretación al
texto analizado (literal, ratio legis, Etc.), asignarle todos los significados que obtenga,
confrontar estos significados con los preceptos y principios constitucionales (previa
interpretación constitucional), y finalmente elegir, entre esos significados, aquél que
guarde mayor conformidad con las normas constitucionales (“interpretación conforme”).

4. LA INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL.

La interpretación constitucional tiene sus propios criterios y principios de


interpretación, debido a la naturaleza política - jurídica de las normas constitucionales.7

6
Joaquín Arce y Flores-Valdés, El derecho civil constitucional, Madrid: Civitas, 1986, p. 165
7
El Dr. Víctor García Toma expresa lo siguiente: “La Interpretación Constitucional consiste en
determinar o asignar un sentido a las normas contenidas en un Texto Fundamental. El “sentido” es
incorporado mediante el proceso de interpretación, Por ende, el papel de los hermenéutas
constitucionales consiste en declarar el significado y alcance de las normas constitucionales. Dicha
declaración se consagra, cuando al percibirse “in totum” los fenómenos políticos y jurídicos que
integran la norma objeto de interpretación, se elige aquél “sentido” que mejor se adecue a los

4
Los criterios constituyen reglas a seguir en la interpretación de las disposiciones
constitucionales y son los siguientes: sistemático, institucional, teleológico y social.

El criterio sistemático indica que las normas constitucionales no pueden interpretarse


independientemente una de la otra, sino que, por el contrario, deben interpretarse en
conjunto, teniendo en cuenta que la Constitución es un sistema normativo, articulado por
principios, y que el producto de la interpretación debe ser siempre coherente. Este es el
parecer del Dr. Marcial Rubio Correa:

5
constitucionales. La finalidad de la interpretación es precisamente, aplicar
de la mejor manera posible dichos postulados. Para ello, es necesario
vincular las normas previstas en la Carta con la realidad cotidiana y ver
cómo pueden cumplirse mejor en concreto.10

Como se indica en la cita, la Constitución contiene normas-regla y normas-principio. Las


normas-regla son aquellas que contienen mandatos concretos e inmediatos, semejantes a
los mandatos contenidos en los textos legales (por ejemplo, el Art. 30 sobre la
ciudadanía), en las cuales se admiten los métodos tradicionales de interpretación (literal,
teleológico, histórico, Etc.). No obstante, a fin de realizar una correcta interpretación
constitucional, estos métodos deben utilizarse, necesariamente, en conjunto con los
referidos criterios y principios de la interpretación constitucional (institucional, social, Etc).

Las normas-principio son aquellas que contienen mandatos de carácter expansivo y


permanente, es decir, mandatos que pretenden aplicarse en cada instante de la vida
jurídica del Estado y en todo cuanto sea posible (por ejemplo, los derechos
fundamentales, los principios constitucionales, Etc.). Este tipo de normas no pueden
interpretarse conforme a las técnicas tradicionales de interpretación, sino únicamente
mediante el uso de los criterios y los principios de la interpretación constitucional
(institucional, social, Etc.)11.

Hay que recordar que, en la interpretación de la ley conforme a las normas


constitucionales, el intérprete debe aplicar todos los métodos de interpretación al texto
analizado (literal, ratio legis, Etc.), asignarle todos los significados que obtenga, confrontar
estos significados con los preceptos y principios constitucionales, y finalmente elegir,
entre esos significados, aquél que guarde mayor conformidad con las normas
constitucionales.

En el caso de que existiera una norma – regla aplicable al caso concreto, el intérprete
deberá confrontar los significados que hubiere atribuido al texto legal analizado, con las
normas – regla y las normas – principio que resultaren pertinentes, utilizando los criterios
de interpretación constitucional (sistemático, teleológico, institucional y social), los
principios constitucionales y los métodos tradicionales de interpretación (estos últimos
sólo para el caso de las normas - regla), y finalmente, establecer cuál de las
interpretaciones realizadas resulta ser más conforme con las normas constitucionales.

Si no existiera una norma – regla aplicable al caso, el intérprete deberá confrontar los
significados que hubiere atribuido al texto legal analizado con las normas – principio que
fueran pertinentes, utilizando los criterios de interpretación constitucional (sistemático,

10
Rubio, Ibid, p. 84
11
Así lo sostiene el profesor Marcial Rubio: “Las normas constitucionales regla son aquellas que
tienen mandatos concretos e imperativos y que pueden interpretarse mediante los métodos literal,
sistemático, histórico y sociológico. Son normas que el Tribunal considera como equivalentes a las
demás normas imperativas de la legislación, no en rango pero sí en características de aplicación.
Las normas constitucionales principio, por el contrario, informan a todo el sistema constitucional y,
a través de él, a todo el sistema jurídico y deben cumplirse extensivamente... Estas normas sientan
puntos de partida incuestionables del Derecho y se aplican extensivamente. Por consiguiente, no
pueden interpretarse como normas individuales sino como criterios informadores de todo el sistema
constitucional y jurídico.”. Ibid, pp. 61 y 62.

6
teleológico, institucional y social) y los principios constitucionales, y finalmente, establecer
cuál de las interpretaciones realizadas resulta ser más conforme con las normas
constitucionales.

5. LA INTERPRETACIÓN DE LOS TRATADOS DE DERECHOS HUMANOS

La Constitución de 1993 ha establecido que los tratados celebrados y ratificados


por el Perú, y en vigor, forman parte del derecho nacional; por lo tanto, debe entenderse
que las disposiciones de los convenios internacionales forman parte del Ordenamiento
jurídico peruano y son directamente aplicables en nuestro territorio. El artículo 55 de la
Constitución establece textualmente lo siguiente:

Artículo 55 de la Constitución 1993


Los tratados celebrados por el Estado y en vigor forman parte del
derecho nacional.

La Convención de Viena de 1969 sobre el Derecho de los Tratados, ha establecido que


todo tratado debe interpretarse conforme a los principios de buena fe, pacta sunt
servanda y los principios generales de interpretación. Sobre estos últimos, la Convención
ha indicado que dichos convenios deben interpretarse conforme al sentido natural y usual
de sus palabras (Principio del sentido ordinario y usual de los términos), dentro del
contexto del tratado (Principio del contexto) y conforme a su objeto y fin (Principio de la
conformidad con el objeto y fin del tratado)12.

En cuanto a los tratados de derechos humanos, nuestro Tribunal Constitucional ha


establecido, expresamente, que dichos convenios tienen rango constitucional y que sus
disposiciones constituyen normas constitucionales de primera categoría13. Por lo tanto, la
interpretación de las leyes que traten de derechos humanos, debe hacerse conforme a las
normas contenidas en los tratados que regulen esa materia.

Con esa finalidad, además de los indicados principios generales de interpretación,


deberán tomarse en consideración los principios Pro homine e Interpretación dinámica.
De acuerdo al primero, el operador jurídico deberá elegir la norma o la interpretación
jurídica más favorable al ser humano, con independencia de la jerarquía normativa o del
origen nacional o internacional de la norma. Así lo dice el Dr. Alex Plácido V.:

Adicionalmente, para la interpretación de los tratados de derechos humanos,


no sólo deben tomarse en cuenta los principios generales de interpretación
antes descritos, sino fundamentalmente, ciertos principios especiales que
responden a la naturaleza jurídica de estos instrumentos: ... El principio de

12
La Convención consagra dos principios generales de interpretación complementarios: El
Principio del Efecto Útil y el Principio de los Trabajos Preparatorios. El primero de ellos nos dice
que, ante dos o más interpretaciones, se debe preferir la interpretación que le permita tener algún
efecto al texto analizado, sobre las interpretaciones que no le permitan tener ninguno. El segundo
principio dispone revisar los documentos, actas o proyectos que le dieron origen al texto analizado,
para determinar la verdadera intención de las partes del Tratado.
13
Por ejemplo, en el fundamento Nº 61 de la Sentencia Nº 047-2004-AI-TC, del 24 de abril del
2006, caso Gobierno Regional de San Martín contra el Congreso de la República, sobre el
nombramiento de profesores aprobados en el concurso público autorizado por la Ley Nº 27971.

7
interpretación pro homine.- Este principio puede ser entendido de dos
maneras... En el primer caso, el principio consiste en privilegiar la norma
más favorable al ser humano, con independencia de su jerarquía o de si está
contenida en una norma interna o internacional. En el segundo caso, el
principio consiste en interpretar la norma de la manera más favorable a la
persona14

Por otra parte, el Principio de interpretación dinámica establece que las normas de
derecho humanos deben interpretarse de acuerdo a los avances de la humanidad y de
ningún modo conforme a los valores vigentes en la época de la creación de la norma. El
profesor Alex Plácido V. expresa lo siguiente:

De acuerdo con este principio, las normas sobre derechos humanos deben
ser interpretadas conforme a los avances y progresos de la humanidad en el
tiempo; en otras palabras, los tratados de derechos humanos deben ser
interpretados de la manera más favorable al individuo, lo que implica que
dicha interpretación se realice a la luz de los valores vigentes en ese
momento y no de los valores vigentes al momento en que se consagró el
derecho15

Por lo tanto, frente a textos legales que regulen materias propias de los derechos
humanos, el intérprete debe aplicar todos los métodos de interpretación al texto analizado
(literal, ratio legis, Etc.), asignarle todos los significados que obtenga, confrontarlos con
las normas del tratado que resulten pertinentes (texto, contexto, fin, pro homine y
dinámica), y finalmente elegir, entre esos significados, aquél que guarde mayor
conformidad con dichas normas.

14
Alex Plácido Vilcachagua, El interés superior del niño según el Tribunal Constitucional.
Preguntas y respuestas jurisprudenciales: notificación, Lima: Gaceta Jurídica, 2006, p. 18.
15
Ibid., p. 18.

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