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Definición:

Helicobacter pylori, o H. pylori, es una bacteria de forma espiral que crece en la capa mucosa que recubre el interior del
estómago humano.
Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria H. pylori secreta una enzima llamada ureasa, la cual
convierte la urea química en amoniaco. La producción de amoniaco al derredor de H. pylori neutraliza la acidez del
estómago, para hacerlo más acogedor para la bacteria. Además, la forma espiral de H. pylori le permite penetrar la capa
mucosa, la cual es menos ácida que el espacio interior, o lumen, del estómago. La bacteria H. pylori puede también
adherirse a las células que revisten la superficie interna del estómago.
Aunque la infección por H. pylori no causa enfermedades en la mayoría de las personas infectadas, sí es un factor principal
de riesgo de úlcera péptica y es responsable de la mayoría de las úlceras de estómago y del intestino delgado superior,
además de provocar acidez, gastritis y dolor abdominal.

Etiología: Se cree que la bacteria H. pylori se propaga por medio de los alimentos y del agua contaminados y por contacto
directo de boca a boca. En la mayoría de las poblaciones, la bacteria se adquiere en la niñez. La infección es más probable
en los niños que viven en la pobreza, en lugares sobrepoblados y en zonas con sanidad deficiente.

Patogenia:

Patología:

Sintomatología: Los signos que delatan su existencia son dolor o sensación de quemazón en la parte superior del
abdomen, inflamación abdominal, mayor sensación de saciedad tras la ingesta de alimentos, aunque sean porciones
pequeñas, cambios en las heces, náuseas, vómitos, dolor nocturno con el estómago vacío, pérdida inexplicable de peso,
debilidad, anemia, eructos y regurgitación.

Diagnostico: Existen varias pruebas que pueden detectar su presencia y será el médico el que determine cuál de ellas se
debe llevar a cabo. Entre
ellas destacan: la prueba del aliento con urea, El día de la prueba deberás acudir en ayunas. Habitualmente aprovechan
ese día para sacarte sangre y realizarte nuevos análisis. Luego te pedirán que tomes un vaso de agua con una pequeña
cápsula de urea. La cantidad de urea que tomas es mínima, y además es una sustancia que se encuentra en tu cuerpo de
forma natural, así que no debes preocuparte. La urea estará marcada con carbono 14, así cuando reaccione con las
enzimas del Helicobacter pylori se liberará y podrá ser medido en el aliento. Cuando te hayas tomado la pastilla deberás
esperar sentado y tranquilo. Después de 10 minutos te pedirán que exhales aliento a través de un pequeño tubo. Es una
prueba parecida a los test de alcoholemia que se hacen cuando conduces un coche. Tu aliento se recoge en un globo y
es analizado para cuantificar la cantidad de carbono 14 que hay disuelto en el aire. El análisis puede ser inmediato o
hacerse más tarde, depende del laboratorio y de la tecnología disponible.

análisis de anticuerpos en la sangre, El análisis de sangre verifica si su cuerpo ha producido anticuerpos contra la
bacteria H. pylori. Si tiene anticuerpos contra H. pylori en la sangre, esto significa que está infectado o ha estado infectado
en el pasado.

detección de antígenos en las heces: La prueba de antígenos en heces revisa si hay en las heces (materia fecal)
sustancias que desencadenan el sistema inmunitario para combatir una infección por H. pylori (antígenos de H. pylori). La
prueba de antígenos en heces se puede hacer para ayudar a apoyar el diagnóstico de infección por H. pylori o para
averiguar si el tratamiento para una infección por H. pylori ha funcionado
biopsia de estómago con endoscopia.

Tratamiento:

Por lo general, las infecciones por H. pylori se tratan con, al menos, dos antibióticos diferentes a la vez para evitar que las
bacterias se vuelvan resistentes a un determinado antibiótico. Además, el médico te recetará o recomendará un
medicamento para inhibir el ácido a fin de que cicatrice el revestimiento del estómago.
Los medicamentos que pueden inhibir el ácido son: Inhibidores
de la bomba de protones. Estos medicamentos suspenden la producción de ácido en el estómago. Algunos ejemplos de
inhibidores de la bomba de protones son: omeprazol (Prilosec y otros), esomeprazol (Nexium y otros), lansoprazol
(Prevacid y otros) y pantoprazol (Protonix y otros).
Bloqueadores de la histamina (H-2). Estos medicamentos bloquean una sustancia llamada «histamina» que
desencadena la producción de ácido. Algunos ejemplos son la cimetidina (Tagamet) y la ranitidina (Zantac).
Subsalicilato de bismuto. Conocido más comúnmente como Pepto-Bismol, este medicamento actúa revistiendo la úlcera
y protegiéndola del ácido estomacal.
El médico puede recomendarte análisis de H. pylori al menos cuatro semanas después del tratamiento. Si los análisis
muestran que el tratamiento no tuvo éxito, puedes someterte a otra ronda de tratamiento con otra combinación de
antibióticos.

Prevención:

Lavarse bien las manos: Las manos son el primer medio con el que se puede transmitir una bacteria. Por ello hay que
mantenerlas siempre lo más limpias que sea posible. Debemos lavarnos las manos con agua y jabón frecuentemente, en
especial después de utilizar el cuarto de baño o antes de tocar algún tipo de alimento.

Es conveniente que el agua esté templada y se recomienda utilizar un dispensador de jabón líquido en lugar de una pastilla,
que puede haber sido contaminada. Ponemos una pequeña dosis de jabón en las manos y las humedecemos. Frotamos
durante unos segundos haciendo especial hincapié entre los dedos, las uñas y el dorso de las manos, que suelen
descuidarse con mayor frecuencia. Posteriormente las enjuagamos bien y secamos con una toalla que esté limpia,
preferiblemente desechable.

Evitar comer en lugares insalubres: En los países desarrollados las medidas de higiene suelen ser muy estrictas, de
modo que suele haber pocas probabilidades de infección si comemos en restaurantes y lugares similares. No obstante, si
observamos que un local deja que desear en materia de limpieza, o estamos en un lugar donde las medidas de higiene no
son las mismas, como en países no desarrollados, puestos callejeros, etc, lo mejor es no consumir productos de ningún
tipo.

Personas infectadas: Si estamos infectados con Helicobacter Pylori o hay alguien cerca que lo esté, hay que extremar
las precauciones al tratar con los demás. Los utensilios que utilice una persona infectada deben separarse de los del resto
de personas, en especial los que tienen contacto con la boca, como el cepillo de dientes o los cubiertos para comer.

Tampoco debe dejarse en manos de alguien con Helicobacter Pylori la elaboración de comidas o su servicio, ya que el
contacto aumentar las probabilidades de transmitir la bacteria a otras personas.

No comas alimentos que no estén bien cocinados

Epidemiologia:

Imagen: Modo de infección de H. pylori:

1. H. pylori penetra la capa mucosa del estómago y se adhiere a la superficie de la capa mucosa epitelial gástrica.

2. Produce amoníaco a partir de la urea, para neutralizar el ácido gástrico.

3. Migración y proliferación de H. pylori al foco de infección.

4. Se desarrolla la ulceración gástrica con destrucción de la mucosa, inflamación y muerte de las células mucosas.

Estructura de la bacteria

H. pylori es una bacteria Gram negativa de forma espiral, de alrededor de 3 micras de largo y con un diámetro aproximado
de unas 0,5 micras. Tiene unos 4–6 flagelos. Es microaerófilo, es decir, requiere oxígeno, pero a más bajas
concentraciones de las encontradas en la atmósfera. Usa hidrógeno y metanogénesis como fuente de energía. Además,
es oxidasa y catalasa positiva.

Modelo molecular de la enzima ureasa de H. pylori Con su flagelo y su forma espiral, la bacteria "taladra" literalmente la
capa de mucus del estómago, y después puede quedarse suspendida en la mucosa gástrica o adherirse a células
epiteliares. H. pylori produce adhesinas, proteínas que se unen a lípidos asociados a membranas y a carbohidratos.

Epidemiología. A través de los estudios epidemiológicos realizados, en la actualidad se sabe que la infección por H. pylori
es, probablemente, la infección humana más frecuente en el mundo; su distribución es ubicua y se calcula que
aproximadamente el 50% de la población mundial está infectada por este microorganismo. Se puede observar que la mayor
prevalencia corresponde a países con un bajo desarrollo socioeconómico; en cambio, los países más desarrollados (salvo
excepciones) presentan cifras de prevalencia más bajas. A pesar de todo, puede comprobarse que en la mayor parte de
las regiones del mundo las tasas de prevalencia son muy elevadas y superan, en general, el 50%. En las últimas décadas
se está observando un descenso en la incidencia de la infección por H. pylori en los países industrializados.

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