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Libros

Juan Ramón Luis John


números Jiménez Buñuel Elena Grisham Irene

35 20
Lafcadio
Hearn Garro Némirovsky

años después de autores repre-


su creación, es la sentarán a Bar-
primera vez que celona, ciudad
el Pulitzer de lite- invitada al Salón
ratura de ficción del Libro 2013 de
queda desierto. París.

Tobias Wolff, ron— una etapa larga de vaivenes, padras-


tros, pobreza, mezquindades y desven-
turas. Y unas cuantas felicidades. En su
Tobias Wolff, que lee con apasionada
atención, es un perfeccionista. Ha publica-
do en treinta años cuarenta y pocos cuen-
apuntes

J. Miguel Martín de Blas


cuentista libro This Boy’s Life (1989), Vida de ese chico,
Toby rememoraría con humor templado
tos. Se sabe capaz de revisar un párrafo por
quinta vez, un cuarto de siglo después de
El periodista de Castilla- La
Mancha Televisión que di-

en el arco de
y cierta temperatura de exageración y de haberlo tecleado, y aunque le haya dado rige y presenta el programa
esperanza un decenio de peregrinaje por unas cuantas pasadas y corregido, incluso taurino Tiempo de toros es
la niñez y la adolescencia, desde 1955 hasta admitiendo indicaciones de una editora el responsable de un libro

la perfección que lo expulsan del pudiente Hill College,


un internado donde se prepara a los estu-
diantes para la universidad y en el que lo
o lo que le sugiera un antólogo. Él insiste.
Sueña con conquistar un cuento perfecto.
Y tiene al menos diez irreprochables. Inco-
editado por Espasa con el
mismo título. En él habla de
toros, toreros y tauromaquia
habían admitido, con beca, tras falsificar rruptibles. Los dieciséis folios del primero “con la única pretensión de
él sus propias cartas de recomendación. que publicó, “Fumadores”, tuvieron el ho- aportar una mirada moderna
Las experiencias de una vida En 1964, rozando los veinte años, y nor de aparecer en los buenos tiempos de sobre una fiesta milenaria”.
nutren la literatura de este después de trastabillar por varios oficios, The Atlantic Monthly en diciembre de 1976.
escritor que sueña con Wolff, sin estudios, se alistó en el ejército. Tobias Wolff domina el diálogo con in- John Grisham
En la primavera de 1967 partió para la gue- genio teatral, tiene el don y la maestría de Acaba de lanzar en España
conquistar el cuento perfecto. rra de Vietnam. Dejó el Delta del Mekong hacer palpitar la vida a base de detalles, mo- su segunda novela de intriga
sin que acabara el conflicto, al expirar su dela personajes verídicos y variados (es es- dirigida al público juvenil. Se
Texto Joseluís González contrato militar. Tras aquella otra lejana pecialista en embusteros), desmenuza las titula Theodeore Boone. El
derrota, sembró su vida por mejores cam- acciones creíbles (aunque sea fregar la secuestro, y continúa la saga
Tobias Wolff recibe a sus alumnos los pos de batalla. Se marchó a Inglaterra. Se- vajilla, como ocurre en “Di que sí”), apro- iniciada con Theodore Boo-
lunes de una a dos y media, y los martes gún su hermano mayor, Geoffrey, escritor vecha el escenario y el paisaje (la niebla ne. Joven abogado.
de diez a once, y, acordando día y hora, también, con quien apenas coincidió de en “Aquí empieza…”) como un elemento
se compromete a buscar cualquier otro niño, la experiencia bélica le hizo a Tobias esencial del relato y su significado simbóli- Juan Ramón Jiménez
momento. Su despacho es el 460-218 de revestirse de la suficiente “autoridad pa- co… Por eso sabe exprimir narrativamente La Residencia de Estudian-
la californiana Universidad de Stanford, ra imaginarse la variedad inmensa de las las escenas y situaciones en sus cuentos, tes ha editado recientemente
donde trabaja desde el curso 1997. Su nom- reacciones humanas ante la tentación, el para agrandar los temas, sus protagonistas el segundo tomo del epis-
bre alumbra el Stanford Creative Writing terror y la indiferencia”. Eso quizá lo había y su pasado. Y como todo narrador exce- tolario completo del poeta
Program and Writing Fellowships, que aprendido con sus padrastros y en los váte- lente, no se limita a contar una historia: andaluz. La correspondencia
en 1946 fundó otro narrador magistral, res de los institutos, antes que en Vietnam deja entreabierta la envergadura de las recoge cartas inéditas dirigi-
Wallace Stegner. Wolff lo dirigió entre y en los cuarteles. ideas y que se intuyan las continuaciones, das a Luis Buñuel, a Salva-
2000 y 2002. Antes de ejercer en Stanford, Quienes lo han entrevistado señalan para que planeen en la vida después de dor Dalí o a José Bergamín,
enseñó en la Universidad de Syracuse, en que el escritor mantiene algunas maneras la lectura. Pero es distinto a muchísimos entre otros.
Nueva York, desde 1980 hasta 1997. Está castrenses en su estilo de sentarse, en su otros que saben hacer también eso. Sus
casado y tiene tres hijos. De niño, y menos bigotazo de oficial, en su disciplina para desenlaces trazan un arco para que el lec-
todavía siendo un adolescente escabroso, exigirse ponerse a escribir. tor sepa redondear por sí mismo el círculo
parecía imposible poder desembocar en Wolff acabó sus estudios en el venera- entero. Tobias Wolff es católico, y dicen
estas apacibles circunstancias. ble —y a la vez progresista y exigente— que se le nota en su creativa capacidad de
No mucho después de cumplir él cuatro Hertford College de Oxford en 1972, con comprensión y en su no juzgar. Si puede,
años, se divorciaron sus padres. Se quedó notazas, cuando aún no era un centro léalo en inglés. Todos sus cuentos tienen,
con su madre, Rosemary, atractiva y con universitario mixto. El primer título aca- reconoce, ecos de su vida, el círculo sin
estilo Beverly Hills, y vivieron —bracea- démico que obtenía. cerrar de su vida. Nt

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Por encima Un costurero Dos libros Madre egoísta, Los orígenes del
de la naturaleza de historias sobre la guerra hija olvidada realismo mágico
civil
Última isla 21 rotos para 7 descosidos La defensa de Madrid/Crónicas de la Guerra Civil El vino de la soledad Los recuerdos del porvenir
Lafcadio Hearn Noelia Gorbea y Paula de Andrés Manuel Chaves Nogales. Espuela de plata, 2011 Irène Némirovsky Elena Garro
Errata Naturae, 2011 Edición propia, 2011 Acantilado, 2011 Salamandra, 2011 451 Editores, 2011

Hearn hace pie en un aconteci- Noelia se hizo cargo de los La sevillana Espuela de plata emoción, casi propios de la no- Continúa Salamandra la publi- con sus padres como el argu- La edición española de esta condo de García Márquez. Y
miento histórico –una terrible rotos, y Paula, de los descosi- recupera dos textos fascinan- vela de espías; y escenas sim- cación de las principales no- mento para esta interesante y gran novela mexicana colma como cualquier espacio míti-
tormenta que borró del mapa dos. Entre las dos tejieron un tes, en magníficas ediciones bólicas, como el combate en velas que escribió la escritora dura novela que transmite una una laguna que hacía falta re- co, el transcurrir de los días no
una frecuentada isla turísti- pequeño libro de relatos en el de María Isabel Cintas y con la Ciudad Universitaria. Todo rusa Irène Némirovsky, muy visión desencantada, cínica y llenar. Los recuerdos del porve- se cuenta de manera normal.
ca del Golfo de México y que que las puntadas hablan de un prólogos de Antonio Muñoz a través de una prosa rítmica traducida internacionalmente mezquina de la vida familiar. nir (1963) se editó cuatro años El destino marca las vidas de
causó centenares de muertes– balón, de una butaca de cine, Molina y Santos Juliá: un re- y limpia, de columnista ágil. gracias al éxito de Suite fran- Némirovsky retrata de ma- antes que Cien años de soledad. los quienes habitan en este
para escribir una novela que de un jugador de monopoly, lato de guerra publicado ori- El héroe de esta épica es solo cesa, publicada en castellano nera muy crítica la relación de No es casual esta preceden- mundo aislado y reducido, de
tiene todos los ingredientes de de una estatua, de unos ena- ginalmente en 1938 en el Eve- uno: el general Miaja, al man- en 2005. Elena con sus padres. Aunque cia: muchas de las situaciones tal forma que no son capaces
una gran historia, de esas que morados, de un inmigrante… ning Standard, con sus bombas, do de las tropas republicanas Némirovsky era hija de un Elena adora a su padre, Boris, y personajes de Los recuerdos de salir de él.
hablan de las grandes fuerzas ¡hasta de Hacienda! Detalles, sus trincheras, sus camiones en Madrid. Un Miaja dispues- banquero ruso y de una mujer pronto descubre que a él solo del porvenir pueden recordar Quizá por todo esto los per-
que mueven la vida. minucias como un botón, que de prisioneros, sus escenas to a morir en el cumplimiento que vivió entregada a las fies- le interesan el dinero y los ne- al mejor García Márquez sin sonajes viven dominados por
Una niña sobrevive mila- tantas veces se pierden hasta de combate, y un ramillete de del deber, capaz de galvanizar a tas y diversiones de la época. gocios y que prefiere, para no el peligro de recordar mejor un fatalismo casi mágico, sin
grosamente a la tormenta y es que alguien repara en ellos y artículos publicados original- los suyos, humanitario con los Fue educada por una insti- tener muchos problemas, dar a García Márquez (como tal que se sepa muy bien por qué.
rescatada por un matrimonio sabe sacarles partido, mirarlos mente en periódicos interna- enemigos y desconcertado an- tutriz francesa. A raíz de la I a su mujer todos los caprichos vez ocurre con Isabel Allen- Están todos marcados por los
de pescadores que había per- de otra forma, reparar en su cionales. te la jaula de grillos de las ren- Guerra Mundial, con el avance que le reclama. La madre, Be- de). El estilo de Elena Garro recuerdos de un pasado que
dido a una hija hacía años. Así, importancia. Las tesis constantes de Cró- cillas políticas en la República. de la Revolución rusa, la fami- lla, es un ejemplo redondo del (1920-1998), elegante, lírico, los determina en adelante. En
la niña crece en una pequeña Noelia Gorbea es periodis- nicas... son que el alzamiento Y aquí se plantea el proble- lia huyó primero a Finlandia y egoísmo más absoluto. Su hija sugerente, tiene personalidad lugares así, no es extraño que
isla pobre y a merced de los ta de calle, y Paula de Andrés, es fundamentalmente una ini- ma: al subrayar quizá dema- después a Francia. Con veinti- siempre está al cuidado de ma- propia. sucedan hechos maravillosos
caprichos del mar –es decir, guionista y maestra de niños. ciativa militar; que la guerra no siado el discutido papel que séis años, publicó su primera demoiselle Rose, la institutriz, La revolución de los cris- o extraordinarios. Elena Ga-
expuesta al destino– una flor Así se entiende su capacidad se puede reducir a un enfren- jugaron las Brigadas Inter- novela, David Golder, un duro la única persona que transmite teros –en los años veinte del rro anticipó con esta novela,
que proviene de un mundo re- para convertir la vida misma tamiento entre comunismo y nacionales y al construir un retrato de su círculo familiar, a la niña Elena un poco de cari- pasado siglo– es el momento obra maestra de la literatura
finado y elegante, y que por eso en un costurero revuelto de fascismo; que el nacionalismo retrato de Miaja a su imagen y en 1930 apareció El baile, en ño y comprensión. histórico elegido para situar mexicana, lo que luego vendría
alcanzará un encanto especial, donde sacar historias, enhe- español esconde tras de sí un y semejanza (un Miaja equi- la que vuelve a inspirarse de A medida que pasan los la acción. La novela da cuenta a conocerse mundialmente
será algo recio y delicado a la brarlas, y dar forma a un libro cruzado; que el Ejército espa- distante de Largo Caballero nuevo en su familia. años, Elena está más segura de de las brutales represiones del como realismo mágico.
vez, temeroso y aventurero, que se podría leer de un tirón, ñol es germanófilo e italófobo; y Franco, que “jamás sería El vino de la soledad, de sí misma, mientras asiste a la gobierno contra los católicos Javier de Navascués
tímido y abierto. pero que se disfruta más leyén- y que la participación de los comunista”, que combate por 1935, tiene bastante relación decadencia física de su madre en un pueblo del interior: Ix-
El giro final, en parte espe- dolo poco a poco. Paladeando marroquíes solo se explica en lealtad no a un Gobierno inno- con estas dos novelas y con la y a la derrota en los negocios tepec. Sin embargo, no se trata
rado, muestra que ese desti- el entusiasmo y el mimo con un contexto antiimperialista. ble sino a sus soldados), Cha- biografía de la autora. A través de su padre. Todo ello afecta a de un panfleto de denuncia ni
no inexorable no es la última el que estas dos amigas desde La defensa... contiene mo- ves permite que su ecuanimi- de la mirada de la niña Elena su carácter y afectividad. Y es, siquiera de una novela de ac-
instancia en la vida, sino que la universidad han conseguido mentos de intenso drama- dad quede algo empañada por Karol, se describe su íntima vi- para ella, su sacrificado apren- ción. Como el título indica, el
una mano más sabia maneja sacar adelante su sueño, como tismo, como el de un Mando una sombra de subjetivismo. da familiar. Tanto los lugares dizaje para funcionar por el libro es una reflexión sobre el
los hilos de la existencia para un pequeño dechado. militar que encuentra vacía la El testimonio de un liberal de que recorren como los años mundo. paso del tiempo. Ixtepec es la
sacar de ella lo mejor. Sonsoles Gutiérrez sede del Gobierno huido a Va- izquierdas. coinciden con los de la propia Adolfo Torrecilla cifra y el resumen de toda una
Eduardo Terrasa lencia; episodios de suspense y Gabriel Insausti autora, que utiliza la relación sociedad, al igual que el Ma-

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