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ESCUELA NORMAL No.

1 DE NEZAHUALCÓYOTL

DESARROLLO DE COMPETENCIA LECTORA

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA

DOCENTE EN FORMACIÓN:

SILVA ACOSTA ESTEFANIA.

CONTROL DE LECTURA:
LEER Y ESCRIBIR EN LA ESCUELA
LO REAL, LO POSIBLE Y LO NECESARIO
-DELIA LERNER-
CAPÍTULO 1 Y 2

ENCARCADO DEL CURSO: PROFR. ARTURO CAMILO PITAYO.

2019-2020

FECHA: 2 DE SEPTIEMBRE DEL 2019.

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INTRODUCCIÓN

El presente escrito, tiene como propósito informar a manera de control de lectura los primeros dos
capítulos del libro “Leer y Escribir en la Escuela”, obtenido de la bibliografía del plan y programa de
estudios del curso Desarrollo de Competencia Lectora.

“Leer y Escribir en la Escuela”, es un texto que forma parte de la Biblioteca para la Actualización del
Maestro (BAM) con el objetivo de apoyar a los docentes en su formación como lectores y escritores
y a su vez, para que logren desarrollar estas competencias con el alumnado.

Su autora, Delia Lerner, plantea la idea general sobre lo que es, lo que podría ser y lo que debería
ser la lectura y la escritura, analizando su enseñanza y aprendizaje en los niveles de educación
básica. Opina que tanto leer como escribir son funciones esenciales en la vida escolar obligatoria y
que el desafío que conlleva esta postura es el incorporar a todos los alumnos a la comunidad de
lectores y escritores para que de esta manera lleguen a ser ciudadanos participes en una cultura
escrita, y no se limiten únicamente a practicar para y en el contexto escolar.

Para que este propósito se logre, se deben de afrontar una serie de desafíos que se describen en el
texto y como docentes se debe de tomar como referencia el desarrollo de las prácticas sociales de
lectura y escritura, (equivale al actual enfoque del español; prácticas sociales de leguaje) estas
pondrán en práctica una sociedad de lectores y escritores en el escenario escolar y social.

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CONTENIDO

El primer capítulo, titulado: Leer y escribir en la escuela, ¡lo real lo posible y lo necesario!, como su
nombre lo indica ubica las acciones de leer y escribir en tres momentos.
Lo necesario, es mencionado por la autora como el preservar el sentido del objeto de enseñanza
para el sujeto del aprendizaje, preservar la escuela en el sentido que la lectura y la escritura tienen
prácticas sociales para lograr que los alumnos se apropien de ellas y que puedan incorporarse a la
comunidad de lectores y escritores, esto significa que deben de tener de la tradición de leer y
escribir, asumir una herencia cultural, involucrarse en el ejercicio de diversas operaciones en textos
e implica la puesta en acción de conocimientos.
Por ejemplo; que los alumnos acudan a los textos para buscar alguna solución o respuesta los
problemas que necesitan resolver, o que produzcan sus propios textos para dar a conocer sus ideas
o para informar sobre hechos
Por otro lado, lo real es que es complicado llevar a la práctica lo que es necesario porque existen
ciertas dificultades como:
1. La escolarización de las prácticas de lectura y escritura plantea arduos problemas porque no
resulta sencillo determinar con exactitud qué, cómo y cuándo aprenden los sujetos estas
prácticas.
2. Los propósitos que se persiguen en la escuela al leer y escribir son diferentes de los que
orientan la lectura y la escritura fuera de ella, por ejemplo, los propósitos comunicativos (escribir
para establecer o mantener el contacto con alguien distante, o leer para conocer otro mundo
posible y pensar sobre el) suelen ser relegados o incluso excluidos de su ámbito.
3. La inevitable distribución de los contenidos en el tiempo puede conducir a parcelar el objeto de
enseñanza. La organización del tiempo de la enseñanza entra en contradicción con el tiempo del
aprendizaje y también con la naturaleza de las prácticas de lectura y escritura. Entra en
contradicción con el tiempo del aprendizaje porque éste en lugar de ser acumulativo, supone
aproximaciones simultáneas al objeto de conocimiento desde diferentes perspectivas y entra en
contradicción con las prácticas de lectura y escritura porque éstas son totalidades indisociables
que se resisten a la secuenciación.
4. La necesidad institucional de controlar el aprendizaje lleva a poner en primer plano sólo los
aspectos más accesibles a la evaluación, si se pone en primer plano la enseñanza, hay que

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renunciar a controlarlo todo; si se pone en primer plano el control de los aprendizajes, hay que
renunciar a enseñar aspectos esenciales de las prácticas de lectura y escritura.
5. La manera en que se distribuyen los derechos y obligaciones entre el maestro y los alumnos
determina cuáles son los conocimientos y estrategias que los niños tienen o no tienen
oportunidades de ejercer y, cuáles podrán o no podrán aprender. Este último hace referencia a
que los alumnos tienen muy pocas oportunidades de auto controlar lo que comprenden al leer y
de auto corregir sus escritos.

En un tercer momento, y ante toda esta serie de dificultades lo posible es planteado como el
esfuerzo de conciliar las necesidades inherentes a la institución escolar con el propósito educativo
de formar lectores y escritores. Lerner opina que debemos de hacer el esfuerzo por conciliar las
necesidades con el propósito educativo de formar lectores y escritores; para esto debemos de en
primer lugar reconocer e identificar las dificultades que existen, ya que si estas son ignoradas o
puestas a un lado sería imposible enfrentarlas, posteriormente se deben de generar las condiciones
didácticas que nos permitan contar con una versión escolar más cercana a la práctica social y
permitir que los alumnos tengan la oportunidad de auto controlar y evaluar lo que están aprendiendo
para crear estrategias que los permitan cada día ir mejorando su rendimientos. Se debe de hacer
todo lo posible para alcanzar “lo que es necesario”.

En cuanto al capítulo dos, titulado: Para transformar la enseñanza de la lectura y la escritura, se


plantean las condiciones para transformar la enseñanza.

El desafío de la educación es transformar la lectura y la escritura para formar seres humanos


críticos, capaces de leer entre líneas y de asumir una posición frente a los autores del texto, formar
personas deseosas de entrar en el mundo de la literatura, lo que significa abandonar las actividades
mecánicas y orientar las acciones hacia la formación de escritores, de personas que sepan
comunicarse por lo escrito con los demás y consigo mismo.

De igual manera se debe lograr que los alumnos lleguen a ser productores de la lengua escrita y
sean capaces de manejar los diferentes escritos que rodean a la sociedad y son importantes para la
vida, el reto de la educación es que logre que la escritura deje de ser en la escuela solo un objeto

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de evaluación para constituirse en un objeto de enseñanza, donde se promueve el descubrimiento
y la utilización de la escritura como instrumento de comunicación y reflexión.

A lo anterior se tiene en cuenta que en la escuela es factible un cambio aunque los desafíos son
muchos, son difíciles de cumplir, pero no imposible que se den, por ello las innovaciones a las
prácticas educativas deben ser constantes y deben ir encaminadas a un propósito especifico, deben
hacer parte de la historia del conocimiento pedagógico, mostrando los fracasos anteriores para
aprender de ellos.

A esto se suma también las capacitaciones que se le deben de realizar a los docentes, aunque se
sepa que esta condición no es suficiente, si puede ser una propuesta para el cambio de la
didáctica, tenemos que buscar muchas estrategias que de una u otra manera ayuden a cambiar el
sistema de enseñanza y aprendizaje que hasta ahora se viene dando con respecto a la lectura y la
escritura, y aunque no podemos moldear el sistema de enseñanza como queramos, podemos hacer
grandes cambios si antes de actuar reflexionamos ante las practicas educativas.

Se debe transformar la enseñanza de estas dos habilidades comunicativas viéndolas como objetos
de la enseñanza y no como otros medios de evaluación, la lengua escrita ya no puede ser más
vista como fragmentos que comunican algo donde se espera que después de una simple lectura los
estudiantes escriban de una manera fluida y rápida sin ningún entendimiento ni propósito, pues en el
ámbito escolar se lee solo para aprender a leer y se escribe sólo para aprender a escribir.

La escuela tiene el deber de comunicar a las nuevas generaciones el conocimiento elaborado por la
sociedad, por lo que este conocimiento se va distribuyendo a través el tiempo, donde el docente
debe avanzar paso a paso, una sola cosa a la vez, puesto que el tiempo es decisivo ya que este es
el que marca el conocimiento que adquieren los estudiantes.

El propósito de la escuela es comunicar el saber, por lo que las situaciones que se replantean deben
tener en cuenta los conocimientos previos de los niños que se están apropiando del objeto en
cuestión; pues el objetivo de enseñanza es que el alumno pueda hacer funcionar lo aprendido en
varias situaciones fuera de la escuela y en todos los contextos en los que se desenvuelve.

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Ahora bien, los maestros deben prever actividades e intervenciones que favorezcan en el aula el
objeto de conocimiento, realizando actividades que pongan en juego lo aprendido y puedan
reflexionar su práctica educativa.

Desde esta misma perspectiva el contrato didáctico también es otra opción para cambiar la
enseñanza de la lectura y la escritura, teniendo en cuenta que este no solo involucra al docente y a
los estudiantes sino también al saber, puesto que lo que se pretende es elaborar un contrato que
responda mejor a la necesidad de formar lectores y escritores competentes, para que estos creen
ámbitos de discusión y así hagan posible la transformación del saber.

Lo anterior se desprende desde unas herramientas que permitan transformar la enseñanza y para
ello es necesario asumir, replantear y estudiar las bases de la formación de los docentes y
promover la jerarquización social de su función, lo cual se da a partir de los siguientes asuntos:

1. Establecer objetivos por ciclos en vez de establecerlos por grados lo que permite elevar la
calidad de la alfabetización reduciendo al mínimo la fragmentación de conocimientos y abordar
el objeto de conocimiento en toda su complejidad, donde docentes y alumnos pueden dedicar el
tiempo necesario para leer verdaderos libros, para emprender la producción de textos a partir
de un proceso más prolongado donde hay tiempo para cometer errores y aprender de ellos
reflexionándolos y dando paso al dominio de la lengua escrita.
2. La acción educativa debe estar encaminada a orientar los propósitos esenciales a partir de
unos objetivos específicos y generales que deben estar conectados y ser acordes uno del otro
para que no hayan dificultades a la hora de enseñar a escribir y a leer.
3. Se debe introducir en el currículo la idea de que una situación didáctica cumple diferentes
objetivos específicos, por ejemplo: una situación de lectura dramatizada puede ser grabada en
un casete lo que permite trabajarla desde la comprensión del texto, la entonación a la
representación de los personajes, la planificación de la escenografía entre otras actividades que
se desprenden desde una sola y dan paso a un aserie de conocimientos propios de la lengua
escrita y oral.

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4. La comprensión de textos y la construcción de significados debe ser vinculada desde los
primeros inicios de la escolaridad, para que en grados superiores los estudiantes no tengan
problema a la hora de argumentar cualquier texto y ya estén preparados para hacerlo. Por lo
anterior la escuela debe hacer participar a los estudiantes en situaciones de lectura y escritura,
por lo que también debe darles la oportunidad de conocer variados géneros de lectura, varios
materiales escritos y ellos puedan anticiparse al conocimiento.

Desde la organización institucional es importante promover el trabajo en equipo, abrir en las


escuelas espacios que permitan confrontar experiencias y superar el aislamiento en el que suelen
trabajar los docentes; de igual manera es necesario crear conciencia en lo que se refiere a la opinión
pública, crear conciencia de que la educación también es objeto de la ciencia por lo que cada día es
cambiante y se produce conocimiento que permitirá mejorar las situaciones educativas.

En cuanto al desarrollo de la investigación didáctica en el área de lectura y escritura se debe tener


en cuenta que la didáctica no se reduce a una tecnología y su teoría no es la del aprendizaje, sino la
de la organización de los aprendizajes de otros, la de comunicación y transposición de
conocimientos, y en cuanto a los docentes hay que jerarquizar su función a partir de capacitaciones
que transformen su enseñanza, capacitaciones que aseguren su concepción didáctica y
constituyan su eje de trabajo.

Finalmente se tiene en cuenta que hacer investigación didáctica en el terreno de la capacitación


permitirá encontrar recursos efectivos para transformar la enseñanza de la lectura y la escritura.

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COMENTARIO PERSONAL

Desde años atrás, y me atrevo a decir que en algunos casos en la actualidad, el proceso de
alfabetización en las escuelas ha sido ejecutado basado en métodos de repetición en donde los
docentes únicamente buscamos el que los niños adquieran los conocimientos conceptuales sobre
cómo se lee y como se escribe para que aprendan demás conocimientos básicos que exige el
mismo contexto.
Pero, en los últimos años y con los cambios que han surgido en las reformas de la educación, no
basta ya con que los niños sepan leer por leer y escribir por escribir, ya que las demandas de la
sociedad han incrementado y se requiere que los futuros ciudadanos participen en una “cultura
escrita”.
Para esto, el proceso de aprendizaje de ambas habilidades (leer y escribir) requiere y demanda de
nuevas formas de llevar a cabo la enseñanza. De ahí que si suponemos que repitiendo y haciendo
ejercicios es como se aprende, estas prácticas formarán parte de la vida cotidiana del aula, pero si
asumimos que para aprender el sujeto requiere reflexionar, cuestionarse, analizar sus puntos de
vista y los de otros, debatir y argumentar, indagar y buscar información, etc. será este tipo de
acciones las que impulsaremos en las aulas, haciendo del espacio escolar un lugar donde pensar,
aprender, enseñar, leer y escribir (prácticas sociales de lenguaje), para que realmente se aplique por
gusto en la vida cotidiana.
Y todo este proceso, se debe de realizan en conjunto, ya que toda la sociedad infiere directa e
indirectamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los niños, pero personalmente
considero que el actor social que debe de comprometerse en cambiar las prácticas sociales de
lectura y escritura son los docentes y futuros docentes.

BIBLIOGRAFÍA
Lerner, D. (2001). Leer y escribir en la escuela: lo real, lo posible y lo necesario.
México: Fondo de Cultura Económica. Capítulos 1 y 2.

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